Ballads&Hits [OneDirection] 1ra Parte {Terminada}

Camino por los pasillos de la escuela con la cabeza cabizbaja. Las personas me miran y murmuran entre sí para luego mirarme burlonamente. Bien, exactamente ahora no estoy orgullosa de lo que hago, pero ellos no entienden que lo hago para sentirme bien.

Lo que quedo de fin de semana me pase pensando que sería de mi vida, si debía seguir drogándome para tener una felicidad, si tenía que llegar a puntos arriesgados para sentirme bien. Estuve pensando ir al psiquiatra, pero por ahora no quiero tomar antidepresivos ¿No sería lo mismo que hago con las drogas? Debería olvidar las drogas de una buena vez, debería hacerlo… aunque quizás eso me separe de mis amigos.

Abro mi casillero y observo las paredes. Al fin están con fotos, están adornadas cuando antes estaban vacías y grises. Hay fotos mías con Miranda y Lore abrazadas, una que estoy arriba de la espalda de Louis, otra que tengo a Liam y Niall a mis lados pasando sus brazos alrededor de mi cuerpo, y también de mi familia. De mama y papa junto con Allegra cuando éramos chicas y otra cuando ellos recién se casaban. De Allegra y de mi cuando éramos niñas. Pero la que más me deja atrapada, es la mía con Zayn tomados de la mano mientras nos sonreímos. No puedo evitar sonreír al verla, porque realmente amo esa foto, es la primera foto que nos sacaron juntos.

Saco mis libros de Química cuando me doy cuenta que se está haciendo tarde para ir a clases, así que saco con rapidez el libro y cierro el casillero. Camino con rapidez hacia el aula y al llegar, me siento en el primer asiento como siempre. La clase empieza, aunque están dando cosas que he estudiado en el verano, me permito distraerme un poco.

Luego de las actividades y de entregarlas, el timbre suena indicando el cambio en la cuarta hora.
Realmente, he estado esperando este momento. He dejado mucho tiempo las baladas de lado, y eso no es muy bueno para lo que he estado acostumbrada tantos años. Camino con pasos vagos hacia el aula y una vez al frente, entro dejando mi mochila en el suelo.

Me siento en el banco y comienzo a tocar las teclas, dejando que la música fluya por mis dedos y cree melodías. Cierro los ojos dejándome llevar por el momento.

Ahora no hay maldad, no hay dolor, ni desesperación. Tampoco angustia o tristeza.

Solo hay baladas.

- Lucy – escucho la voz de Liam detrás de mí. Dejo de tocar y me volteo mirándolo por el hombro.

- Leeyum – digo sonriéndole.

- No me digas así – replica divertido cruzándose de brazos – Pensé que nunca más volverías desde que empezaste a juntarte con nosotros.

Niego con la cabeza mientras el avanza a pasos vagos hacia donde estoy. Sé que puede parecer raro, pero Liam se está volviendo algo así como mi mejor amigo. A veces lo llamo para preguntarle cómo están las cosas, o el me llama para saber si he hablado con Allegra estos días de distanciamiento. O simplemente nos llamamos y nos quedamos hablando de cualquier cosa hasta que es de tarde. Incluso lo puse como llamadas gratis en mi celular, donde puedo hablar con él las veces que quiera.

Él me ha contado como fue enamorándose de Loretto, de como ama su carácter desafiante y cuanto sufrió al enterarse porque a veces Loretto estaba tan perdida en sus pensamientos; incluso podría decir que sufrió mas que la madre de esta cuando se enteró lo que su padrastro le hacía. En cambio, yo le conté como fue lo que me sucedió a mí, como fueron mis años en soledad, o como el beso de Harry confundió mis sentimientos, dejando revuelto una sarta de preguntas con miles de dudas adentro. Liam prometió no contárselo nada a Zayn mientras yo no cuente nada a Lore. Y aunque yo nunca hubiera sabido de que él amaba a mi amiga, sé que el jamás contara algo que le diga.

- ¿Te ha contado Niall que él y Valerie van a ir a…? bueno, tu sabes – me guiña un ojo para luego echarse a reír conmigo.

- No era necesario que me contaras eso ¡Ni tampoco que él te contara a ti! Dios, los chicos son tan chismosos – digo revoleando los ojos y tocando algunas teclas.

- Lo hizo porque quería que le de un consejo de donde podría llevarla. Ademas, se supone que ustedes son las chismosas, además de histéricas – dice tocando unas teclas al igual que yo. Lo miro de repente y levanto las cejas. Liam me saca la lengua y cierro la tapa con fuerza.

- ¡Mierda, Lucy! ¡Casi me apretujas los dedos con esa cosa!

Comienzo a reír sin poder evitarlo. Es divertido estar con él en verdad, no sé, el seria como un hermano, el que Allegra y yo siempre quisimos tener.

Cuando éramos niñas, siempre le habíamos pedido un hermanito a mama y a papa, pero le pedíamos uno grande, así que ellos decían que buscarían uno para nosotras en cuanto hicieran los tramites. Aja, iban a adoptar. Ese mismo verano, ellos iban a adoptar.

Me muerdo con fuerza el labio inferior y me digo a mi misma de que no llore, de que ellos están en un mejor lugar y que, aunque no hayan podido adoptar a un hijo, esta Liam para sustituirlo.

- Lu ¿Estas bien? – pregunta mi amigo con la voz preocupada.

Salgo de mis pensamientos y le sonrió, dándole a entender que estoy bien. Pero el me sigue insistiendo con la mirada de que le diga que es lo que me está sucediendo, así que suelto un suspiro y le cuento a susurros lo que pensaba. Sin embargo, cuando levanto la mirada, en vez de ver lastima – que es lo que me esperaba – veo que sonríe de costado y me mira con dulzura.

- Para mí también eres mi hermana menor, Lu.

Sin poder evitarlo, dejo caer algunas lágrimas de felicidad. Es hermoso escuchar aquello, porque la relación que he tenido con él en este poco tiempo es más fuerte incluso de la que tuve toda mi vida con Louis.

Miro a los ojos a Liam y me veo reflejada en ellos. Lo adoro, enserio lo adoro.

Me seco las lágrimas y me pongo seria. El me mira confundido ante mi cambio de actitud, pero enseguida suelto una risita tonta y abro la tapa.

- Bien, Leeyum, soy una maestra exigente, así que más vale que practiques duro y no juegues cuando te enseño ¿Me entiendes? – lo miro severa, pero cuando el comienza a reír a carcajadas lo sigo sin poder evitarlo.

- De acuerdo, señorita Adams, futura de Malik – se burla y solo revoleo los ojos con las mejillas enrojecidas – Empecemos de una buena vez.

A la salida.

Siento mi cabello mojarse ante la lluvia que ha comenzado a caer. Sonrió sin poder evitarlo y me coloco la capa mientras que con la mano libre sostengo mi coleta y la coloco a un lado. He pensado seriamente cortarme el pelo, pero me da cosa, ya que mi mama siempre lo llevaba largo porque decía que el pelo era lo que más lucia femenino de una chica. Según Mark y Regina, quien esta última era su mejor amiga, mi madre era completamente de ese tipo de chicas que son capitanas de porristas, superficiales, malévolas y soberbias, pero todo cambio cuando ella conoció a mi padre por medio de mi tía. Y mi padre detestaba a mi madre, según Regina, él decía que era una completa malcriada y que detestaba a las personas así.

No sé cómo diablos paso, pero ellos de un momento a otro ya no pudieron separarse. Mama dejo de ser malvada y soberbia y comenzó a ser más solidaria con todo el mundo, mientras que papa comenzó a ser más sociable y permitió que uno de sus grandes amigos saliera con su hermana pequeña.

Recuerdo una vez que mama nos dijo que lo que más le gustaba de papa era su manera de ver el mundo, su manera de expresarse y la voluntad de ayudar a los demás; y eso también yo amaba de mi padre. Era profesor de filosofía, escribía libros y siempre íbamos a los comedores a servir comida a los niños que no tenían un plato en la mesa a la hora de cenar.

No hay un tipo de padre que te enseñe los valores de la vida y a ser más solidaria con los necesitados. Por eso siempre creí que él era especial, que él estaba destinado a tenerme y enseñarme tantas cosas. Aun lo creo.

Salgo con brusquedad de mis pensamientos cuando veo que Zayn ha estacionado su moto adelante mío. Me sobresalto un poco a lo que el frunce el ceño.

- ¿Te llevo? – pregunta.

- No, gracias – respondo bajando la cabeza – Prefiero caminar.

- Está lloviendo, te resfriaras. En la moto llegaras más rápido.

- Iré con Louis – digo comenzando a buscar la mirada al auto con mi primo.

- Se fue con Miranda – replica cruzándose de brazos y sonriendo con egocentrismo.

Ojala pudiera golpearlo ahí mismo.

- Iré con Lore o Liam – me cruzo los brazos al igual que él y entrecierro los ojos.

- Tarde. Ya le dije que te llevaría yo, así que deja de buscar alguna excusa. Solo ponte el casco y súbete a la moto.

- Harry debe estar cerca, seguro que si le pregun…

Pero no puedo terminar de decir nada, porque la mirada asesina de Zayn me deja sin aire. En verdad, odio cuando me mira así, me hace sentir vulnerable y a punto de desaparecer. Las cosas entre nosotros tampoco van mejor que el sábado, y mucho no podía hacer. Aún seguía molesta por el beso con Allegra y también confundida por mi beso con Harry, a lo que a esto último él está igual de molesto. Apenas pudo pasar de largo cuando cruzo a Harry en los pasillos, lo miraba con odio y juro que si las miradas matasen, el castaño hubiera muerto desde hace tiempo.

- ¿Enserio quieres irte con Styles? – pregunta lentamente y con tranquilidad.

Si algo me ha enseñado Liam, es que si Zayn habla de esa forma, tiende a estar demasiado furioso, a punto de golpear a alguien con todas sus fuerzas. Sé que él no será capaz de hacerme daño, pero si ira a pelear en busca de alguien con quien pueda descargarse.

- Solo no quiero causarte molestias – digo mirando hacia abajo una vez más.

- ¿O quieres estar con él? – murmura con el mismo tono de antes. Esto me está poniendo cada vez más nerviosa.

- No es eso…

- ¿Entonces?

- Yo… - me muerdo el labio inferior y niego con la cabeza – Nada. Deja, voy caminando.

Me acerco y le doy un corto beso en la mejilla. Zayn solo mira al suelo como si pensara en algo. Comienzo a sentirme culpable, porque sé que le gusto y yo siento como si jugara con él por confundirme por Harry, y no se merece eso, tampoco lo merece Allegra por más que haya besado a Zayn.

Pienso seriamente en decirle que me lleve cuando estoy dando unos pasos lejos de él, pero antes de que pudiera darme la vuelta, escucho como algo cae contra el suelo haciendo un gran ruido. Alguien me agarra del brazo haciéndome girar. Me encuentro con los ojos de Zayn, toma mi cabeza entre sus manos y acerca mis labios hasta los suyos. Comienza a besarme, dejándome sorprendida, pero no tardo en devolverle el beso dejando que mi lengua se enrede con la suya y que con sus manos me estreche con más fuerza hacia él, como si temiera que fuera a irme. Dejo mis manos sobre su cabeza y lo aprieto más hacia mi boca para intensificar el beso. Juego con su cabello por unos minutos dejando que el placer y el amor inunden mi alma.

Cuando al fin nos separamos estamos con la respiración agitada y apoyando nuestras frentes mientras nos miramos a los ojos y dejamos que la lluvia nos empape completamente.

- No te vas a escapar tan fácilmente – dice jadeante al mismo tiempo que me abraza sin romper la magia de ese momento.

- ¿Por qué haces esto? – pregunto confundida - ¿Por qué besas a mi hermana y ahora a mí?

- Ya te explique lo que paso, aunque ella te lo puede explicar mucho mejor que yo – suspira y me da un corto beso en los labios – Sabes que eres importante para mí, lo sabes bien. Si fueras cualquier chica me acostaría con todas las que crucen mi camino y, sin embargo, no lo hago. Lo siento, pero ya no puedo dejarte ir. Simplemente, ya no puedo.

- No lo hagas – digo olvidando todo y volviendo a juntar mis labios con los suyos.

Cuando el amor vuelve a inundar mi alma y el remolino de emociones comienza a aparecer, escucho una bocina repitiéndose una y otra vez haciéndome sobresaltar. Me separo con rapidez de Zayn pero él me atrae hacia el con sus manos.

- ¡Hey! ¡Entiendo todo el numerito de amor con los besos bajo la lluvia y su cursilería barata! – Grita Mark desde su auto. Me pongo roja mientras Zayn traga nervioso – ¡Pero es el cumpleaños de tía Muy, y sabes cómo se pone cuando tardamos más de la cuenta!

- Oh, mierda – digo escondiendo mi rostro en el pecho de Zayn. El solo ríe – Lo olvide por completo.

- Venga, ya. Entra al auto y despídete de Zayn. Y quiero que sea en ese orden. Te subes al auto, te abrochas el cinturón, y saludas a tu novio con la mano.

No me queda otra que hacer lo que Mark dice antes de que pegue el grito al cielo como segundos antes. Zayn sonríe torcidamente y pone sus manos sobre los bolsillos de su chaqueta. A pesar de estar lloviendo a cantaros y de estar mojado, se ve realmente sexy así, lo que hace morderme el labio inferior sin poder evitarlo.

- Pendejo idiota – murmura Mark mientras arranca del auto y dejamos a Zayn a nuestras espaldas.

- ¡Tío! – replico con las mejillas rojas – No le digas así, el…

- Él es tu novio. Si, lo sé, lo sé. – revolea los ojos y levanta una mano. – Ni él ni Styles jamás serán de mi agrado, pero nunca puedo hacer ni decir nada sin que tu tía me amenace con golpearme con su palo de amasar ¡Y ni siquiera sé porque lo tiene porque ella no amasa!

Me rió un poco sin poder evitarlo. Él sonríe de costado y me da una corta mirada, se estira y pone la radio. De inmediato los Beatles comienzan a sonar.

- Oh Dios. Esto es verdaderamente música – su sonrisa se ensancha más y asiento con la cabeza – Ya no hay buenos músicos como John y Paul. Y no me vengas con que Justin Bieber es la reencarnación de alguno de ellos porque te bajaras de este auto.

- Siempre creí que Justin Bieber era algo así como la reencarnación de Justin Timberlake. – repongo levantando los brazos – Además, yo no lo escucho sino Allegra.

- Que no te engañe el nombre, cariño. Aunque a tu tía le gusta Timberlake así que no me agrada – bufo y solo negué con la cabeza mientras extendía en mi rostro una sonrisa.

Llegamos a casa y de inmediato baje. La lluvia había cesado cuando hace unos minutos parecía que no tendría fin. Camine hacia el portón y lo abrí, dejándolo abierto para cuando mi tío bajara.

Luego de que me haya bañado y cambiado, baje las escaleras para esperar a la familia, pero a penas pise el primer piso, veo que Allegra está tosiendo para luego poner sus manos sobre su rostro y estornudar tres veces repetidas. Esta con su piyama de color rosado, junto con sus pantuflas del mismo color y una coleta en alta.

- No sabes cuánto te odio – dice Louis apareciendo a su lado, está de la misma forma que ella, solo que su piyama es un enterito como de bebe con pequeños osos. Quiero reírme a carcajadas, pero sé que me golpearan si lo hago.

- Nadie te dijo que tomaras mi botella de agua, idiota – replico ella entrecerrando los ojos.

- Aun así te odio.

- Ya, ya – dice Regina negando con la cabeza.

- ¿Qué les paso? – pregunto mirándolos, pero ellos me fulminan con la mirada. Bueno, sí, fue una pregunta bastante estúpida.

- Los dos han cogido un resfriado. Menuda suerte les ha tocado.

Mi primo y mi hermana sonríen contentos. Ambos detestan a tía May, pero por suerte ella no se me acerca porque sabe de mis problemas. A decir verdad, no es mi tía, sino que es mi tía abuela, pero todo el mundo la llama “Tía May” así que nadie replica nada. La familia Tomlinson es bastante disparatada y ruidosa, en cambio mi tío, detesta ir a ver a su familia reunida. Es difícil para el no ponerse a gritar que se callen y dejen de balancear la botella de vino.

- Dime que tus iras, cariño – dice mi tío preocupado mientras abraza por detrás a Regina.

- Están muy enfermos, debo cuidarlos – le explica ella sonriéndole en forma de disculpas.

- Están por cumplir dieciocho, que se arreglen.

- Ja-ja, que lindo de tu parte, papa – le dice Louis fulminándolo con la mirada.

- Muy considerado de tu parte – acota Allegra y se rasca el cabello – Me duele la cabeza, el cuerpo, la garganta. Odio al mundo – y de inmediato larga un bostezo. – Quiero dormir.

- Cualquier cosa me avisas si necesitas algo –le habla Regina antes de que empiece a subir las escaleras. Mi hermana asiente sin prestar mucha atención.

Después de que mandaran a Louis a la cama a descansar, Mark dice que solo seremos nosotros dos, por lo que debo prepararme para ir a ver a su familia. Es raro ser los únicos serios en toda la estruendosa velada. Mi madre no era tan escandalosa y chillona como son las mujeres en la familia Tomlinson, o bueno, Mark me cuenta de que mi madre siempre hizo gran diferencia a cambio de sus primas.

Estaciona el auto justo afuera de la gran casa de mis abuelos, bajamos con un regalo en la mano cada uno, ya que uno es parte de mi hermana y de mis primos. Mark me recuerda que en cuanto quiera irme, solo debo decir que me olvide de hacer un proyecto importante para mañana y debo ir a casa. Sé que lo dice más para que lo salve antes de que se vuelva loco adentro, por lo que tratare de que sea lo más rápido posible.

- ¡Lucy! ¡Mark! ¡Pasen, pasen! – dice la abuela Tommo haciéndose a un costado y dejándonos espacio para entrar.

Ella abraza con amor a su hijo, mientras que a mí me lanza un beso que se lo devuelvo de la misma forma. Camino hacia adentro, observando el tapizado de rosas marrones que hay en el pasillo, los viejos jarrones y los porta retratos de siempre. Llego hasta la sala donde la familia entera me saluda con grandes emociones y lanzan besos poniendo su mano en su boca y lanzándolos hacia a mí. Se los devuelvo y saludo a Tía May, quien parece realmente feliz cuando le doy el regalo.

- Abuela ¿y el abuelo? – pregunto intrigada.

- Oh, el viejo gruñón está en su despacho – negó con la cabeza sonriendo – Ve a verlo antes de que se moleste porque no lo saludaste.

Asiento y le devuelvo la sonrisa.

Mis abuelos no son muy distintos a los de las demás, aunque eso creo yo. Mi abuela es completamente dulce, cariñosa, atenta y dedicadora a su trabajo y a su casa, mientras que el abuelo es bastante solitario, frio, duro y un viejo cascarrabias sin lugar a duda. Aun así, me llevo mejor con el que incluso con Mar. Los dos somos parecidos por lo callados, los tímidos que podemos ser, y también por destacarnos en el piano. Pero nadie puede comprarse con el viejo Tommo, según como lo llaman así sus amigos. El abuelo es increíblemente un maestro en lo que respecta a ese gran instrumento. Lo toca de maravilla, y es tanto lo que te gusta que puedas llegar a llorar de emoción.

- Hola abuelo – digo mientras me paro al frente de la puerta abierta de su despacho.

El abuelo baja su diario que ha estado leyendo, esta con una pipa en su boca aunque está apagada, su barba creció y sus ojos azules penetrantes siguen allí, pero con un toque de brillo en ellos.

- ¿Qué tal, niña? – dice mientras vuelve a tomar su diario y lo deja viene n alto.

- Bien, abuelo ¿Y tú como estas? Pensé que no podías fumar más – sonrió mientras me cruzo los brazos y me dejo caer sobre el marco de la puerta.

- No estoy fumando – bufa revoleando los ojos y dejando de nuevo el diario – Tu abuela no entiende que es una costumbre, solo que ella nunca hace nada para seguir aquello.

Niego con la cabeza sonriendo y camino hacia su piano negro que está al frente de un gran ventanal que da vista a la ciudad. Me siento en la banqueta y comienzo a tocar las teclas recreando su melodía preferida.

Mi abuelo y yo amamos las baladas. Él me dijo que si quería salir de toda la depresión que tocara más el piano. Claramente, no lo dijo con dulzura o con preocupación o compasión, sino duro, frio y tosco. Él se había notado indiferente desde que supo sobre mi violación, pero una noche, cuando me quede a dormir porque Mark y Regina estaban haciendo los papeles de adopción en New Castle, pase por su despacho en silencio y lo escuche llorar. Mi abuela lo consolaba mientras ella lloraba con él.

- Veras que saldrá adelante. Es una chica fuerte – decía ella mientras le masajeaba la espalda. Él estaba encorvado y ocultando su cabeza cabizbaja.

- Debí haber hecho algo para impedirlo – se lamentó mi abuelo – Amy está muerta al igual que James. Mi hija está muerta. Mi nieta fue violada.

Mi abuelo se puede mostrar frio, sin emociones a veces, pero a la única persona que le muestra sus verdaderos sentimientos es hacia mi abuela, quien dice que aún lo ama como desde la primera vez en que se vieron a pesar de que ya es un viejo gruñón.

Me hace preguntarme si yo y Zayn algún día seremos así, los dos viviendo en una casa siendo visitados por nuestros hijos y nietos. Pero solo niego con la cabeza diciéndome que es muy temprano para imaginarme cosas así. No debo ilusionarme.

Dos horas después.

Me despido del abuelo con la mano, pero el solo asiente leyendo un libro de su inmensa biblioteca que tiene en su despacho. Bajo los escalones y me despido de toda la familia, mientras que Mark me echa una mirada fulminante porque he tardado demasiado y lo deje solo tratando de aguantar a todas las personas. Cuando estamos en el despacho con mi abuelo, por más que non hablemos, no somos interrumpidos por ninguna forma, por lo que mi tío se queda con Allegra, Louis, o Regina. Pero ni ellos podían hacerlo.

Nos subimos al auto y volvemos a despedir a la familia. Mi tío lanza un suspiro al doblar la esquina y prende la radio, dejando que la música country invada el auto.

- ¿Qué me cuentas de tu y ese chico?

- ¿Zayn?

- Si, ese – asiente revoleando los ojos. – No puedo creer que ya tengas novio…

- No es mi novio – espeto con brusquedad, pero es tarde, porque ya mi tío se acerca a ver qué es lo que nos sucedió.

- ¿Cómo? ¿Y te besa así como si fueras cualquiera? – dice furioso – Se las verá conmigo, el mal nacido.

- ¡No! ¡No es eso! – replico algo asustada – Sucede que…

Oh Dios ¿Cómo le digo la razón para que Allegra y yo estemos distanciadas? Pero decido contarle todo antes de que empiece a investigar y descubra todo.

Una vez que termino de explicarle lo sucedido – aunque omito la parte en la que me drogo y los chicos toman de mas – el estaciona el auto justo en la casa y me mira con seriedad.

- Quiero que sepas que aunque es incómodo para ti hablar de esto, tienes mi total apoyo – le sonrió contenta – Y debes hablar con Allegra – asiento no tan contenta por ello – Es tu hermana y debes hablar con ella sobre lo que paso, y de paso disculparte porque besaste a su ex – asiento con la cabeza agachada de la vergüenza – Aunque no me explico ¿Por qué a Styles? Ósea ¿Por qué pudiste tocarlo al?

<< Porque estaba demasiado drogada >> pienso dentro mío sintiendo una punzada de culpabilidad.

- Estaba demasiado furiosa – respondo encogiéndome los hombros.

- Bien, aun así quiero que me presentes a Zayn.

- Pero si ya lo conoces – frunzo el ceño.

- Pero no como tu novio.

- No es mi novio.

- Bueno, me lo presentaras cuando sea – me guiña el ojo y sube aún más el volumen cuando se escucha la canción de “Help!” en la radio.