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La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
Bueno0 aho0ra si iia me vo0y espero0 y k disfruten el marato0n k les deje y hasta mañana subo0 o0tro0 cap o0k kuidense
alex_gomez_95
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
WOOOOOOOOOOOOOOOOOOOW
Con esa palabra digo todo lo que pienso sobre la nove
Me encantaron los doce caps de la maratón.
Y me encanta toda la nove en general.
Espero con ansias que llegue mañana para poder seguir leyendo.
Adios
Besos
Cuidate
Con esa palabra digo todo lo que pienso sobre la nove
Me encantaron los doce caps de la maratón.
Y me encanta toda la nove en general.
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Adios
Besos
Cuidate
RedHair94
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
Capitulo 43
Estaba completamente dormido. Sonreí. La borrachera se le había ido pero de seguro le había quedado doliendo la cabeza por eso. Respiré aliviada y apagué la luz principal de la habitación, encendí la lámpara de mi mesa de luz y me acosté al lado de Justin. Este, se movió un poco y respiró hondo para seguir durmiendo cómodamente.
Apagué la luz y me acomodé, cerré los ojos y le di la espalda a Justin.
-Mañana no te salvas.-dijo atrayéndome a su cuerpo desde mi cintura.
-¿No dormías?-murmuré.
-Si, pero me has despertado.-besó mi cuello.- Tengo sueño.-bostezó y se acomodó muy cerca mío.- No me alejaras, ¿cierto?-preguntó quedándose casi dormido, otra vez.
-Claro que no Justin, después de todo, tienes derecho a dormir abrazándome.-dije y posé mi mano sobre el brazo que rodeaba mi cuerpo.- Hasta luego Biebs.
-Hasta luego _____.-dijo y su respiración se hizo pasiva sobre mi cuello.
Pronto concilie el sueño. Abrazada a Justin, feliz y sin preocupaciones. Casada y confundida. De algo estaba muy segura, me había enamorado, el problema era que él no sentía lo mismo ¿Por qué? Simplemente, no me podía dar esa respuesta yo misma. Por eso, había decidido averiguarlo las siguientes dos semanas a solas, con él.
-Arriba ______.-me movió un poco. Rodé sobre la cama y me tape hasta la cabeza.- Vamos, perderemos el vuelo.-me dijo.
-Tienes avión privado.-le dije refunfuñando.
-Pero no puede estar aparcado allí todo el tiempo que a mi se me de la gana.-dijo y me tiró un almohadón.- Muévete.
-No quiero.-renegué aún con los ojos cerrados. Boca arriba con la manta en la cabeza.
Sentí un peso sobre mi cuerpo. Tenía a Justin encima. No me afectó, se sentía bien. Destapó mi cabeza y besó mi mejilla.
-Levántate si no quieres ser violada.-susurró y esta vez, besó mis labios.
-Aunque no lo vayas a creer, esa idea, me tienta.-murmuré. Rió y me besó nuevamente.
-Vamos, ponte de pie.-se salió de encima de mí.- Pediré el desayuno para ambos y desayunamos aquí, ¿quieres?-preguntó desde el baño. Creo.
-Okey.-dije dando vuelta en la cama para apoyar mi cabeza sobre la almohada.- Aún tengo sueño.-me quejé. Rió y me quitó la manta.
-¿Sigues con sueño?
-Claro que si, me ha dado frío pero el sueño no se me quita.-reí con los ojos cerrados.
-Vamos, voy a tener que hacer lo que hice para despertarte cuando nos fuimos a México.-dijo divertido y se sentó a mi lado en la cama. Me moví y agarré una de sus manos.- ¿Acaso quieres que lo haga?- preguntó. Recordé lo que él había hecho ese día.
*Flashback*
“-Hey, arriba, vamos a perder el vuelo.-lo sentí decir desde la puerta de mi habitación. Me senté en la cama y lo miré.- Levántate.
-Explícame donde estuviste ayer Bieber.-dije abriendo solo un ojo.
-No tengo que darte explicaciones.-dijo entrando a mi baño. Sentí el agua de la ducha correr.- Vamos entra ahí, en dos horas sale nuestro avión.
-¿Qué hora es?-pregunté levantándome.
-Las 5:00 am.
-Hey, no me voy a levantar tan temprano.
-Tienes que levantarte temprano porque en dos horas sale el vuelo.
-Justin.-dije acostándome de nuevo.- Quiero quedarme aquí.
-Dije que te levantes.-dijo insistente.
-Dije que quiero quedarme.-le dije del mismo modo.
-Bien, tú te la buscaste.
Caminó hasta mí y me tomó en sus brazos.
-¿Qué haces?-grité intentando bajarme de sus brazos.
Pero ya era tarde el me había dejado en pijama bajo la ducha.
-Imbécil.-murmuré mientras él cerraba la puerta del baño. ”
*Fin Flashback*
-No, eso no va a suceder de nuevo.-dije sacudiendo la cabeza y quité mi mano de su mano. Sonrió.
-Bien, así me gusta. Obedece.-dijo cuando me puse de pie.
-Pide el desayuno, Bieber.-le dije, más bien, le ordené.
-Aunque ya seria hora de almorzar.-me dijo.
-¿Qué hora es?
-12:50 –dijo mirando su reloj.
-No, yo no almorzaré hasta dentro de dos o tres horas.
-Bueno, entonces pediré el desayuno para ambos.-dijo y se alejó de mí.
No iba a darme una ducha, ya lo había hecho hacía menos de ocho horas. Revolví lo que llevaba en una de mis maletas y me decidí por unos vaqueros azules con una camisa blanca, en los pies, unas chatitas. Entré al baño para colocarme la ropa y salí para buscar mi bolso con todos mis cosméticos, al volver a entrar, dejé la puerta abierta.
Lavé mi cara y luego la sequé. Me coloqué crema humectante y luego me cepillé los dientes. Comencé con el maquillaje, algo de delineador negro, rimel negro, base unos tonos más oscuros que mi piel y luego un brillo labial delicado. Justin me observaba desde la puerta del baño.
-Yo no podría hacer eso todos los días.-dijo apoyado en el marco de la puerta.
-Nosotras, las mujeres, si podemos.-le dije y me coloqué unos aros que hacían juego con mi atuendo.
-Yo solo me lavo la cara, los dientes y despeino un poco mi cabello, a diferencia de ti, que lo peinas todo el tiempo.-sonrió.
-Eres hombre.-le dije.- No entenderías.
-No te hagas problema ______, hace mucho dejé de intentar comprender a las mujeres.-comentó. Reí.
-¿Justin?-pregunté para cambiar de tema. Guardé mi maquillaje.
-¿Si?-me prestó atención.
-¿Eres conciente del escándalo del globo?-le pregunte. Me miró confundido.
-¿De que hablas?-preguntó divertido.
-El globo que le querías robar a tu hermana.-le dije. Rió.
-No molestes _______.-dijo riendo.
-Es en serio Justin.-dije.- Dos horas antes de que se te fuera la borrachera, quisiste quedarte con el globo de Jazzy y ella se resignaba a irse a casa sin su globo.
-¿Es en serio?-preguntó frotándose los ojos.
-Si.-reí.
-Loco maniático.-se dijo a si mismo y rió.- ¿Qué hizo Jaz?-preguntó.
-Te amenazó con no quererte más y tú, al borde de las lagrimas le devolviste el globo.-reí al recordar las muecas de Justin.
-Oh, mi padre va a decirme que soy un irresponsable con el alcohol y bla bla bla.-rodó los ojos y luego rió.
-Eres un estúpido.-le dije pasando por su lado.
-Si, lo soy.-dijo y apagó la luz de baño. Me siguió.- Anoche me he quedado dormido.
-Aún tenias algo de alcohol en tus venas.-le dije burlona.- ¿No has amanecido con resaca?-pregunté.
-Dolor de cabeza, muy muy fuerte.-se quejó.- Ya me tomé algo.-sonrió.- ¿Por qué crees que he despertado una hora antes que tú? El mundo me daba vueltas.-dijo. Reí.
-Te pasa por abusar del wiski.-carcajeé. Se unió a mis risas.
-Gracias al wiski, anoche, te has salvado.-me dijo y guiñó un ojo.
-Cállate.
-No me mandes a callar.-dijo sentándose en la cama.- Te juro que de esta noche no pasa.-sonrió.
-No quiero Justin.-me senté a su lado.- ¿Vas a obligarme?
-¿Te enojarías si te obligo?-preguntó. Asentí.- Me temo que te enojaras entonces.-rió.
-No es gracioso. Puedo denunciarte por violador.-le dije con calma. Arrugó la frente y alzó las cejas.- Tengo dieciséis y tú tienes veintidós.
-Eres mi esposa.-dijo.
-Justin, no tiene absolutamente nada que ver, puedo ser tu esposa y aún así no querer tener sexo contigo.
-Pero no puedes ir a la policía y decir “Oh, quiero denunciar a mi esposo por violación”.-dijo y rió.- Es estúpido.
-Tú eres estúpido.-le dije. Me tendió la mano.
-Ven aquí.
-No quiero.-me quedé estática donde estaba y lo observé. No habían más de dos metros entre nosotros.
-Vamos _____, siéntate a mi lado.-me sonrió. Debo admitir que se veía adorable.- No hablemos sobre eso, la verdad es que ya no quiero pelear contigo.-hizo una mueca.- Ven aquí.-sacudió su mano y se esforzó por buscar la mía.
Le tomé la mano y él de un solo tirón me sentó sobre su regazo. Besó mi mejilla y entrelazó nuestros dedos.
-¿De que hablaban con Jaz?-preguntó.
-Ya te dijimos, cosas de mujeres.
-Hey, vamos, cuéntame.-volvió a besar mi mejilla.
-Sobre tu vida.-reí.- En verdad sobre ella, pero tú tienes que ver con eso.-alcé los hombros.- Réstale importancia.-añadí.
-¿Han hablado mucho?
-Lo necesario como para conocernos.-sonreí.- Y les he prometido a los dos pequeños, Jaxon y Jazzy, que cuando volvamos haremos noche de películas.
-Oh, no ______. No sabes en que lío te has metido.-rió.- Esos dos, juntos, son dos demonios andantes.-abrió los ojos como platos.
-Son divinos.-sonreí.- Tú lo dices porque eres su hermano y cualquier hermano mayor no soporta a sus hermanos más pequeños.
-No he dicho que no los soporte, simplemente, son algo molestos por momentos.-rió.
-Que malo eres.-me uní a su tierna risa.- Yo daría tanto por tener dos hermanos como los tuyos.-admití.
-Shh, no empieces con la melancolía.
-Nunca quieres escucharme.-dije ofendida.
-______, no quiero que te pongas mal cada vez que hablamos de mi familia, ¿entiendes? Por más que nos llevemos como perro y gato, me pone mal que estés triste, ¿sabes? Odio el hecho de saber que siempre será así porque eso no tiene remedio. Pero ya, no estés mal, tienes gente que te quiere mucho y eso cuenta. Ponte feliz, vamos, juntos podemos formar una familia. No tiene por que ser un matrimonio aburrido y triste, podemos pasarla muy bien, y no lo mal interpretes, sin sexo pero bien. Te quiero y en el fondo se que me quieres, aunque te hago la vida imposible, admite que me quieres.-terminó de hablar y sonrió.
Me quedé completamente congelada ante esas palabras. Me quería, o por lo menos, eso había dicho. Íbamos a formar una familia, me parecía tierno y muy dulce.
-Tengo dieciséis.
-Tú crees que por tener dieciséis eres una invalida. Amor, tenemos toda una vida por delante.
-Justin.-dije sorprendida.- ¿Te has tragado una novela romántica?
-Esas ideas que tienes.-rió.- Simplemente, anoche me di cuenta que si te quiero y que no va a ser tan malo estar casado contigo. Quizás, mi papá nos hizo un favor al separarme de Jazzy.-sonrió.- ¿Crees que podremos llevarnos bien?
-Creo que si.-lo abracé. Me devolvió el gesto.
Tres golpes en la puerta, nos hicieron separarnos. Me puse de pie y Justin me volvió a sentar sobre sus piernas. Reí, me gustaba el nuevo Justin.
-Mi beso.-exigió. Reí y plante un pequeño beso sobre sus labios.- Ahora si, voy a buscar el desayuno.
Nos pusimos de pie y Justin se adelantó para abrir la puerta. Caminé detrás de él y me senté en el sillón de cuero negro, puse mis pies sobre la pequeña mesa.
-Baja tus sucias patas de allí.-dijo divertido.
-Patas las de los animales.-dije bajándolas y reí.- ¿Qué has pedido?-pregunté intrigada.
Posó dos vasos con jugo de naranja y todo tipo de masitas dulces. Rico- pensé.
-Dime que te gustan.-se sentó a mi lado.
-Si, supongo.-sonreí.
-Pues, hay de toda variedad, come las que más te gusten.-sonrió.
Acerqué la bandeja a mí y tomé una, acto seguido, la probé. Era deliciosa.
-¿Si?-preguntó arqueando una ceja. Asentí.- Genial.-sonrió y tomó jugo.
Desayunamos mientras hablábamos del trabajo de Justin. En verdad, me intrigaba saber qué era lo que Justin hacía y ahora, ya lo sabía. Amaba que Justin me tratará bien, que no tuviéramos tema de discusión y que mientras desayunábamos, podíamos reír por cada estupidez que se nos ocurriera.
-Debe estar por llegar Kevin.-me avisó poniéndose de pie.
-Voy a cepillarme los dientes y vuelvo.-le dije. Asintió y comenzó a ordenar su revuelta maleta.
Entré al baño y me cepillé los dientes. Sequé mi boca con la blanca toalla del lugar y luego salí del baño. Justin estaba intentando meter sus medias sucias en la maleta.
-Das asco.-dije divertida.
-¿Qué quieres que haga?-me observó y apretó el par de medias que no calzaba en ninguna parte.- Se las dejo a el tipo de limpieza.-dijo tirándolas al suelo.
-Ponlas en mi maleta, si quieres.-le dije. Sonrió y las levantó del suelo. Me las tiró en la cara.- ¡Que desagradable!-grité causando su risa.- Ya no te dejo meter eso en mi maleta.-dije fastidiada e hice cara de asco. Rió con ganas.
-Te las estaba pasando para que las guardes tú.-dijo entre risas.- Vamos, no seas mala.-sonrió. Las tomé y se las tiré.
-Guárdalas tú.
-He estado esperando este momento, revisar tu maleta.-sonrió y abrió la maleta.
-Cállate, guárdalas en el primer espacio que encuentres y ciérrala. No revuelvas.-le dije mientras guardaba mi cepillo de dientes.
-¿Alguna vez has usado de esas bragas que se pierden en tu cuerpo?-preguntó metiendo las medias en la maleta. Abrí mis ojos a tope y lo observé hasta que notó mi mirada.- Solo preguntaba.-rió.
-Eres un imbécil.-le dije.
-Voy a regalarte algunas, capaz cuando las uses, sean de tu agrado.-sonrió. Le saqué la lengua.- Puede que te gusten tanto como a mi.
-¿Usas tangas?-pregunté alzando una ceja. Rió.
-No.-carcajeó.- Me refiero a que me gusta verlas en el cuerpo de una mujer.
-Viejo verde.-dije en un cantito. Rió.
-No soy viejo.-me cantó.
-Okey, para mí si eres viejo.
-No creo _____.-sonrió y se tiró en la, aún desarreglada, cama.
-Yo si lo creo.-dije antes de que el teléfono comenzara a sonar.
Justin se puso de pie mientras murmuraba una maldición y atendió.
-¿Quién?-preguntó enojado.- Bueno. Gracias.-cortó con brusquedad.
-Bipolar.-murmuré y reí.
-Kevin esta abajo.-me dijo.
-Okey, vamos.-dije y busqué mi bolso.
-Oh, no. Otra vez con tus maletas de setenta kilos.-se quejó. Reí.
-Vamos, yo llevo la tuya y tú llevas las mías.-abrí la puerta y le indiqué que saliera. Chasqueó la lengua antes de quejarse.
-Es injusto.-dijo y tomó las maletas.
-No lo es, tu eres hombre.
-Feminista.-dijo enojado y comenzó a cargar ambas maletas.
Tomé sus maletas mientras reía y salí de la habitación tras él. Llamó al elevador y mientras descansó sus brazos, dejando las maletas en el suelo. Se apoyó contra la pared y pronto el elevador llegó. Frunció el ceño y empujando las maletas entró. Entré detrás de él y presione el botón a planta baja.
-Oh, al fin.-dijo Kevin al vernos.- Justin, ¿quieres que te ayude?-preguntó.
-Por favor.-respondió tirando las maletas al suelo.
-¡Justin! Vas a destruirme todo.
-No pasa de un frasco de crema de vidrio o una cosa así, no te quejes.-dijo. Fruncí el ceño.- Y si quieres cuidarla, pues cárgala tú.- dijo enojado.
-Okey, cálmate Bieber. Echas humo por las orejas.-le dije. Rió.
Kevin cargó una de mis maletas mientras Justin entregaba el pase de la habitación, a recepción. Se despidió y cuando fuimos a salir tomó mi mano. Subimos al automóvil y Kevin subió nuestras maletas atrás. Justin se apoyó sobre mi hombro y colocó una de sus manos sobre mi mano derecha.
-Ya me dio sueño.-dijo y reímos.
-Duérmete.-le espeté. Me miró y sonrió.
-No.-dijo.
-¿Entonces para que hablas?-pregunté cuando el auto se ponía en movimiento.
-Tengo ganas de que me hables.-sonrió. Mis mejillas ardieron y Justin lo notó porque rió levemente.
Luego de veinte minutos, llegamos al aeropuerto. Justin, quejándose, bajó mis maletas. Buscamos un carrito para llevarlas y pronto allí estábamos, subiendo al avión privado de Bieber. Justin se tiró sobre uno de los enormes asientos y yo hice lo mismo, pero, a su lado.
-Ahora si voy a dormir.-dijo e hizo su asiento hacía atrás. Lo observé atenta.- Si quieres, tú también puedes dormir.-me sonrió.- Cualquier cosa me despiertas pero intenta que no sea dentro de las dos siguientes horas. Es un viaje largo ya sabes, casi diez horas.-hizo un gesto y se puso de costado.- Hasta luego.- terminó de explicar y cerró sus ojos. Reí.- Ah, _____, no pelees con Lucy.-sonrió aún con los ojos cerrados.
Me limité a fruncir el ceño. Lucy, Lucy, Lucy, la mujer que amaba a Justin, que le servía como si fuera un príncipe, la que lo buscaba como si el no estuviera ocupado. Esa misma castaña que se aparecía por el lugar caminando mientras movía las caderas con exageración. Esa chica me parecía repugnante, sucia y hueca. Llevaba una falda tubo que se amoldaba a sus caderas y una blusa celeste, horrible.
-Oh, se ha quedado dormido.-dijo observando a Justin.
-No querida, cierra los ojos para soñar despierto.-dije fastidiada. Alzo las cejas y colocó los brazos en jarra.
-Hey, ya chica, cálmate.-dijo con enojo. Reí.
-Trátame como se debe.-le espeté y prendí el pequeño televisor.
-No voy a tratarte bien si tú no lo haces.-desvió la mirada y observó a Justin.- Pobre, pierde el tiempo contigo.-dijo.- De seguro nunca va a querer casarse contigo, le das lastima.-rió y dejó a la vista sus dientes manchados por el maquillaje. Reí y alcé mi dedo para mostrarle la sortija.
-Mírale la mano a Bieber.-sonreí.- O mejor dicho, a mi esposo.-alcé las cejas. Dio media vuelta y comenzó a irse.- Lucy, tráeme algo de comida, muero de hambre.
-¿Quién te crees tú para mandarme a mi?-dio media vuelta y me observó fastidiada.
-Te recuerdo, amiga, soy la señora Bieber. Por lo tanto, tu jefa.-sonreí. Volteó enojada y apresuro su paso.
Puse una película. Estaba aburrida y eso iba a saciar mi aburrimiento. Lucy, llegó a los diez minutos con una bandeja y me dejó el almuerzo. Justin, sin moverse, respiraba pesadamente y daba pequeños respingos cuando el avión tenia una que otra turbulencia.
Al cabo de dos horas, quedé dormida a la par de Justin. Apoyé mi cabeza sobre su hombro y concilie el sueño sin problema.
-_______, despierta. Necesito ir al baño y no me dejas moverme.-dijo Justin con impaciencia. Me alejé de su hombro y coloqué mi cabeza del otro lado.- Gracias.-dijo alegre y se puso de pie.
Sentí sus pasos y luego el cerrar de la puerta no tan lejos mío. Al cabo de unos minutos la puerta volvió a sentirse y los pasos de Justin volvieron hacía su lugar. Se sentó.
-Quedan solo dos horas para aterrizar, despierta, me aburro.-dijo sacudiéndome.
-No molestes Justin, tengo sueño.
-Ya has dormido como seis horas.
-Mentira, han sido tres.
-Es lo mismo.
-No, no lo es.-dijo y rió.- Despierta.
-No.
-Ya despertaste.-rió.
-No.
-Si.
-No.
-Vamos, _______, por favor.
-¿Por qué no ves una película y dejas de fastidiarme?-pregunté con enojo. Bufó.
Intenté dormirme de nuevo pero fue inútil. Justin ya me había despertado y no iba a poder dormir de nuevo, eso nunca pasaba.
-No encuentro ninguna.-se quejó cuando me acomodé en el asiento y lo observé.
-Has otra cosa.-dije y froté mis ojos.
-¿Qué más puedo hacer sobre un avión? Tú no quieres hablarme y yo estoy aburrido.
-¡Eres peor que un niño!-dije e intenté peinar mi cabello.- ¿De que quieres hablar?-pregunté.
-No lo se, simplemente háblame.
-Necesito un tema de conversación.-dijo. Vi a Lucy asomarse y observarnos. No iba a desaprovechar la oportunidad de hacerle sentir celos.- Hablemos de la maravillosa noche que pasaremos hoy.-sonreí. Justin volteó a verme y alzó las cejas sin comprender.
-_____, anoche dijiste que…
-¿Qué importa lo que dije anoche?-alcé los hombros. Sonrió.
-¿Estas bien?-preguntó.
-Muy bien y no puedo esperar a llegar a ese hotel y ver una cama.-dije fingiendo desesperación.
-Oh, wow.-dijo Justin observándome atento.- Yo tampoco puedo esperar a llegar y tumbarte sobre esa cama.-reí interiormente.
-Oh, si Biebs, no me hagas desearte demasiado.-dije mordiendo mi labio inferior.
-Ya me excité.- dijo Justin apoyándose sobre el respaldo del asiento.
-Yo se como quitarte eso.-le dije y sonreí coqueta. La cabeza de Lucy aún podía verse.
-Vamos al baño ______.-dijo poniéndose de pie de golpe.
-¿En el baño?-pregunté.- No me excita.
-Oh, vamos _____, se como hacer que te excites allí.-ladeó la cabeza y me indicó el baño. Reí.
-Okey, como digas.-me puse de pie. Lucy se escondió rapidamente. Reí.
-No es gracioso. Ven, vamos.-me tomó de la mano y comenzó a arrastrarme por el pasillo.
-No, espera, espera.-dije riendo. Volteó a verme.
No sabía si estábamos completamente solos. Capaz, Lucy estaba escuchando aún. Le di la vuelta a Justin y lo abracé. Se sobresaltó e hice lo mismo al sentir que su cuerpo respondía a mis comentarios anteriores. Él si estaba excitado.
-¿Perdona si?-susurré. Se alejó un poco y me miró a los ojos.- Lucy estaba escuchando y debía hacer algo para fastidiarla.-dije. Se alejó de mi y me miró con enojo.
-¿Crees que es divertido?-preguntó fastidiado.
-Justin, para mi si.-dije y reí.
-Pues para mi no. Mira como me has dejado, como me pones.-se sobresaltó. Reí y bajé la mirada.- No me hace ni un gramo de gracia.-añadió.- Tendré que bajarlo yo solo y eso no me gusta para nada.-dijo mientras se metía al baño. Reí.
Capaz Lucy había escuchado lo que Justin decía pero por lo menos podría haberse dado cuenta de que yo, si lo había excitado. Sonreí y volví a sentarme.
Casi veinte minutos después, Justin se apareció a mi lado y se sentó. Aún con enojo me miró. Reí nuevamente, era divertido fastidiarlo.
-¿Qué es lo gracioso?-preguntó.
-Tu cara.-carcajeé.
-A mi no me hace nada de gracia cuando me miro al espejo.-dijo y desvió la mirada.- ¿Has almorzado?
-Si.-respondí sin titubear y observé por la ventanilla.
-¿Te lo ha traído Lucy?-preguntó. Se estaba vengando.
-Si, esa zorra.
-¿Zorra? Un poco de respeto _____, es una mujer.
-¿Y que? Tú no respetas a James.
-¿Por qué hablas de James? Él no tiene nada que ver en esto.
-Okey, fastídiame con Lucy y haré lo mismo con James.-sonreí. Me regaló una lindo relojeada de ojos.
-Muérete.
-Oh, vas a prendiendo de mi Biebs.-dije divertida. Rió por mi todo y volvió a enseriarse.
-De todas maneras, es solo una palabra. Yo no soy como tú.
-Ya te gustaría ser como yo.-sonreí.- No respondas, la verdad no me interesa tu opinión sobre mi persona.-dije. Alzó los hombros restándole importancia al tema.- ¿Cuánto falta?
-No lo se, pero podrías dormirte y dejar de hablar por un rato.-dijo. Reí irónica.
-Duérmete tú.-le dije.
-No tengo ganas de dormirme.-dijo y se quedó callado por unos segundos.- Te juro que lo que me has hecho no tiene perdón.
-Oh, que exagerado eres.-reí.- Para ti todo tiene que ver con sexo, querido, no es así la vida.
-Como digas _____. Solo voy a advertirte que ya me has dejado picado así esta noche veras.-sonrió pícaramente.
-¿Te he dejado picado?-pregunté alzando una ceja.- No sabía que yo podría hacer eso.-sonreí.
-Cállate.-me ordenó. Reí.- Vas a pagármelas esta noche.
-¿Cuánto cuesta?-pregunté haciéndome la graciosa. Sonrió y me observó.
-Tu virginidad, preciosa.-dijo y sonrió.
Lamento0 no0 haber subido0 ayer pero0 mi papa se enfermo0 y no0 tube tiempo0 de verdad lo0 siento0 pero0 sin falta aki es cap. las kiero y ko0menten please
Estaba completamente dormido. Sonreí. La borrachera se le había ido pero de seguro le había quedado doliendo la cabeza por eso. Respiré aliviada y apagué la luz principal de la habitación, encendí la lámpara de mi mesa de luz y me acosté al lado de Justin. Este, se movió un poco y respiró hondo para seguir durmiendo cómodamente.
Apagué la luz y me acomodé, cerré los ojos y le di la espalda a Justin.
-Mañana no te salvas.-dijo atrayéndome a su cuerpo desde mi cintura.
-¿No dormías?-murmuré.
-Si, pero me has despertado.-besó mi cuello.- Tengo sueño.-bostezó y se acomodó muy cerca mío.- No me alejaras, ¿cierto?-preguntó quedándose casi dormido, otra vez.
-Claro que no Justin, después de todo, tienes derecho a dormir abrazándome.-dije y posé mi mano sobre el brazo que rodeaba mi cuerpo.- Hasta luego Biebs.
-Hasta luego _____.-dijo y su respiración se hizo pasiva sobre mi cuello.
Pronto concilie el sueño. Abrazada a Justin, feliz y sin preocupaciones. Casada y confundida. De algo estaba muy segura, me había enamorado, el problema era que él no sentía lo mismo ¿Por qué? Simplemente, no me podía dar esa respuesta yo misma. Por eso, había decidido averiguarlo las siguientes dos semanas a solas, con él.
-Arriba ______.-me movió un poco. Rodé sobre la cama y me tape hasta la cabeza.- Vamos, perderemos el vuelo.-me dijo.
-Tienes avión privado.-le dije refunfuñando.
-Pero no puede estar aparcado allí todo el tiempo que a mi se me de la gana.-dijo y me tiró un almohadón.- Muévete.
-No quiero.-renegué aún con los ojos cerrados. Boca arriba con la manta en la cabeza.
Sentí un peso sobre mi cuerpo. Tenía a Justin encima. No me afectó, se sentía bien. Destapó mi cabeza y besó mi mejilla.
-Levántate si no quieres ser violada.-susurró y esta vez, besó mis labios.
-Aunque no lo vayas a creer, esa idea, me tienta.-murmuré. Rió y me besó nuevamente.
-Vamos, ponte de pie.-se salió de encima de mí.- Pediré el desayuno para ambos y desayunamos aquí, ¿quieres?-preguntó desde el baño. Creo.
-Okey.-dije dando vuelta en la cama para apoyar mi cabeza sobre la almohada.- Aún tengo sueño.-me quejé. Rió y me quitó la manta.
-¿Sigues con sueño?
-Claro que si, me ha dado frío pero el sueño no se me quita.-reí con los ojos cerrados.
-Vamos, voy a tener que hacer lo que hice para despertarte cuando nos fuimos a México.-dijo divertido y se sentó a mi lado en la cama. Me moví y agarré una de sus manos.- ¿Acaso quieres que lo haga?- preguntó. Recordé lo que él había hecho ese día.
*Flashback*
“-Hey, arriba, vamos a perder el vuelo.-lo sentí decir desde la puerta de mi habitación. Me senté en la cama y lo miré.- Levántate.
-Explícame donde estuviste ayer Bieber.-dije abriendo solo un ojo.
-No tengo que darte explicaciones.-dijo entrando a mi baño. Sentí el agua de la ducha correr.- Vamos entra ahí, en dos horas sale nuestro avión.
-¿Qué hora es?-pregunté levantándome.
-Las 5:00 am.
-Hey, no me voy a levantar tan temprano.
-Tienes que levantarte temprano porque en dos horas sale el vuelo.
-Justin.-dije acostándome de nuevo.- Quiero quedarme aquí.
-Dije que te levantes.-dijo insistente.
-Dije que quiero quedarme.-le dije del mismo modo.
-Bien, tú te la buscaste.
Caminó hasta mí y me tomó en sus brazos.
-¿Qué haces?-grité intentando bajarme de sus brazos.
Pero ya era tarde el me había dejado en pijama bajo la ducha.
-Imbécil.-murmuré mientras él cerraba la puerta del baño. ”
*Fin Flashback*
-No, eso no va a suceder de nuevo.-dije sacudiendo la cabeza y quité mi mano de su mano. Sonrió.
-Bien, así me gusta. Obedece.-dijo cuando me puse de pie.
-Pide el desayuno, Bieber.-le dije, más bien, le ordené.
-Aunque ya seria hora de almorzar.-me dijo.
-¿Qué hora es?
-12:50 –dijo mirando su reloj.
-No, yo no almorzaré hasta dentro de dos o tres horas.
-Bueno, entonces pediré el desayuno para ambos.-dijo y se alejó de mí.
No iba a darme una ducha, ya lo había hecho hacía menos de ocho horas. Revolví lo que llevaba en una de mis maletas y me decidí por unos vaqueros azules con una camisa blanca, en los pies, unas chatitas. Entré al baño para colocarme la ropa y salí para buscar mi bolso con todos mis cosméticos, al volver a entrar, dejé la puerta abierta.
Lavé mi cara y luego la sequé. Me coloqué crema humectante y luego me cepillé los dientes. Comencé con el maquillaje, algo de delineador negro, rimel negro, base unos tonos más oscuros que mi piel y luego un brillo labial delicado. Justin me observaba desde la puerta del baño.
-Yo no podría hacer eso todos los días.-dijo apoyado en el marco de la puerta.
-Nosotras, las mujeres, si podemos.-le dije y me coloqué unos aros que hacían juego con mi atuendo.
-Yo solo me lavo la cara, los dientes y despeino un poco mi cabello, a diferencia de ti, que lo peinas todo el tiempo.-sonrió.
-Eres hombre.-le dije.- No entenderías.
-No te hagas problema ______, hace mucho dejé de intentar comprender a las mujeres.-comentó. Reí.
-¿Justin?-pregunté para cambiar de tema. Guardé mi maquillaje.
-¿Si?-me prestó atención.
-¿Eres conciente del escándalo del globo?-le pregunte. Me miró confundido.
-¿De que hablas?-preguntó divertido.
-El globo que le querías robar a tu hermana.-le dije. Rió.
-No molestes _______.-dijo riendo.
-Es en serio Justin.-dije.- Dos horas antes de que se te fuera la borrachera, quisiste quedarte con el globo de Jazzy y ella se resignaba a irse a casa sin su globo.
-¿Es en serio?-preguntó frotándose los ojos.
-Si.-reí.
-Loco maniático.-se dijo a si mismo y rió.- ¿Qué hizo Jaz?-preguntó.
-Te amenazó con no quererte más y tú, al borde de las lagrimas le devolviste el globo.-reí al recordar las muecas de Justin.
-Oh, mi padre va a decirme que soy un irresponsable con el alcohol y bla bla bla.-rodó los ojos y luego rió.
-Eres un estúpido.-le dije pasando por su lado.
-Si, lo soy.-dijo y apagó la luz de baño. Me siguió.- Anoche me he quedado dormido.
-Aún tenias algo de alcohol en tus venas.-le dije burlona.- ¿No has amanecido con resaca?-pregunté.
-Dolor de cabeza, muy muy fuerte.-se quejó.- Ya me tomé algo.-sonrió.- ¿Por qué crees que he despertado una hora antes que tú? El mundo me daba vueltas.-dijo. Reí.
-Te pasa por abusar del wiski.-carcajeé. Se unió a mis risas.
-Gracias al wiski, anoche, te has salvado.-me dijo y guiñó un ojo.
-Cállate.
-No me mandes a callar.-dijo sentándose en la cama.- Te juro que de esta noche no pasa.-sonrió.
-No quiero Justin.-me senté a su lado.- ¿Vas a obligarme?
-¿Te enojarías si te obligo?-preguntó. Asentí.- Me temo que te enojaras entonces.-rió.
-No es gracioso. Puedo denunciarte por violador.-le dije con calma. Arrugó la frente y alzó las cejas.- Tengo dieciséis y tú tienes veintidós.
-Eres mi esposa.-dijo.
-Justin, no tiene absolutamente nada que ver, puedo ser tu esposa y aún así no querer tener sexo contigo.
-Pero no puedes ir a la policía y decir “Oh, quiero denunciar a mi esposo por violación”.-dijo y rió.- Es estúpido.
-Tú eres estúpido.-le dije. Me tendió la mano.
-Ven aquí.
-No quiero.-me quedé estática donde estaba y lo observé. No habían más de dos metros entre nosotros.
-Vamos _____, siéntate a mi lado.-me sonrió. Debo admitir que se veía adorable.- No hablemos sobre eso, la verdad es que ya no quiero pelear contigo.-hizo una mueca.- Ven aquí.-sacudió su mano y se esforzó por buscar la mía.
Le tomé la mano y él de un solo tirón me sentó sobre su regazo. Besó mi mejilla y entrelazó nuestros dedos.
-¿De que hablaban con Jaz?-preguntó.
-Ya te dijimos, cosas de mujeres.
-Hey, vamos, cuéntame.-volvió a besar mi mejilla.
-Sobre tu vida.-reí.- En verdad sobre ella, pero tú tienes que ver con eso.-alcé los hombros.- Réstale importancia.-añadí.
-¿Han hablado mucho?
-Lo necesario como para conocernos.-sonreí.- Y les he prometido a los dos pequeños, Jaxon y Jazzy, que cuando volvamos haremos noche de películas.
-Oh, no ______. No sabes en que lío te has metido.-rió.- Esos dos, juntos, son dos demonios andantes.-abrió los ojos como platos.
-Son divinos.-sonreí.- Tú lo dices porque eres su hermano y cualquier hermano mayor no soporta a sus hermanos más pequeños.
-No he dicho que no los soporte, simplemente, son algo molestos por momentos.-rió.
-Que malo eres.-me uní a su tierna risa.- Yo daría tanto por tener dos hermanos como los tuyos.-admití.
-Shh, no empieces con la melancolía.
-Nunca quieres escucharme.-dije ofendida.
-______, no quiero que te pongas mal cada vez que hablamos de mi familia, ¿entiendes? Por más que nos llevemos como perro y gato, me pone mal que estés triste, ¿sabes? Odio el hecho de saber que siempre será así porque eso no tiene remedio. Pero ya, no estés mal, tienes gente que te quiere mucho y eso cuenta. Ponte feliz, vamos, juntos podemos formar una familia. No tiene por que ser un matrimonio aburrido y triste, podemos pasarla muy bien, y no lo mal interpretes, sin sexo pero bien. Te quiero y en el fondo se que me quieres, aunque te hago la vida imposible, admite que me quieres.-terminó de hablar y sonrió.
Me quedé completamente congelada ante esas palabras. Me quería, o por lo menos, eso había dicho. Íbamos a formar una familia, me parecía tierno y muy dulce.
-Tengo dieciséis.
-Tú crees que por tener dieciséis eres una invalida. Amor, tenemos toda una vida por delante.
-Justin.-dije sorprendida.- ¿Te has tragado una novela romántica?
-Esas ideas que tienes.-rió.- Simplemente, anoche me di cuenta que si te quiero y que no va a ser tan malo estar casado contigo. Quizás, mi papá nos hizo un favor al separarme de Jazzy.-sonrió.- ¿Crees que podremos llevarnos bien?
-Creo que si.-lo abracé. Me devolvió el gesto.
Tres golpes en la puerta, nos hicieron separarnos. Me puse de pie y Justin me volvió a sentar sobre sus piernas. Reí, me gustaba el nuevo Justin.
-Mi beso.-exigió. Reí y plante un pequeño beso sobre sus labios.- Ahora si, voy a buscar el desayuno.
Nos pusimos de pie y Justin se adelantó para abrir la puerta. Caminé detrás de él y me senté en el sillón de cuero negro, puse mis pies sobre la pequeña mesa.
-Baja tus sucias patas de allí.-dijo divertido.
-Patas las de los animales.-dije bajándolas y reí.- ¿Qué has pedido?-pregunté intrigada.
Posó dos vasos con jugo de naranja y todo tipo de masitas dulces. Rico- pensé.
-Dime que te gustan.-se sentó a mi lado.
-Si, supongo.-sonreí.
-Pues, hay de toda variedad, come las que más te gusten.-sonrió.
Acerqué la bandeja a mí y tomé una, acto seguido, la probé. Era deliciosa.
-¿Si?-preguntó arqueando una ceja. Asentí.- Genial.-sonrió y tomó jugo.
Desayunamos mientras hablábamos del trabajo de Justin. En verdad, me intrigaba saber qué era lo que Justin hacía y ahora, ya lo sabía. Amaba que Justin me tratará bien, que no tuviéramos tema de discusión y que mientras desayunábamos, podíamos reír por cada estupidez que se nos ocurriera.
-Debe estar por llegar Kevin.-me avisó poniéndose de pie.
-Voy a cepillarme los dientes y vuelvo.-le dije. Asintió y comenzó a ordenar su revuelta maleta.
Entré al baño y me cepillé los dientes. Sequé mi boca con la blanca toalla del lugar y luego salí del baño. Justin estaba intentando meter sus medias sucias en la maleta.
-Das asco.-dije divertida.
-¿Qué quieres que haga?-me observó y apretó el par de medias que no calzaba en ninguna parte.- Se las dejo a el tipo de limpieza.-dijo tirándolas al suelo.
-Ponlas en mi maleta, si quieres.-le dije. Sonrió y las levantó del suelo. Me las tiró en la cara.- ¡Que desagradable!-grité causando su risa.- Ya no te dejo meter eso en mi maleta.-dije fastidiada e hice cara de asco. Rió con ganas.
-Te las estaba pasando para que las guardes tú.-dijo entre risas.- Vamos, no seas mala.-sonrió. Las tomé y se las tiré.
-Guárdalas tú.
-He estado esperando este momento, revisar tu maleta.-sonrió y abrió la maleta.
-Cállate, guárdalas en el primer espacio que encuentres y ciérrala. No revuelvas.-le dije mientras guardaba mi cepillo de dientes.
-¿Alguna vez has usado de esas bragas que se pierden en tu cuerpo?-preguntó metiendo las medias en la maleta. Abrí mis ojos a tope y lo observé hasta que notó mi mirada.- Solo preguntaba.-rió.
-Eres un imbécil.-le dije.
-Voy a regalarte algunas, capaz cuando las uses, sean de tu agrado.-sonrió. Le saqué la lengua.- Puede que te gusten tanto como a mi.
-¿Usas tangas?-pregunté alzando una ceja. Rió.
-No.-carcajeó.- Me refiero a que me gusta verlas en el cuerpo de una mujer.
-Viejo verde.-dije en un cantito. Rió.
-No soy viejo.-me cantó.
-Okey, para mí si eres viejo.
-No creo _____.-sonrió y se tiró en la, aún desarreglada, cama.
-Yo si lo creo.-dije antes de que el teléfono comenzara a sonar.
Justin se puso de pie mientras murmuraba una maldición y atendió.
-¿Quién?-preguntó enojado.- Bueno. Gracias.-cortó con brusquedad.
-Bipolar.-murmuré y reí.
-Kevin esta abajo.-me dijo.
-Okey, vamos.-dije y busqué mi bolso.
-Oh, no. Otra vez con tus maletas de setenta kilos.-se quejó. Reí.
-Vamos, yo llevo la tuya y tú llevas las mías.-abrí la puerta y le indiqué que saliera. Chasqueó la lengua antes de quejarse.
-Es injusto.-dijo y tomó las maletas.
-No lo es, tu eres hombre.
-Feminista.-dijo enojado y comenzó a cargar ambas maletas.
Tomé sus maletas mientras reía y salí de la habitación tras él. Llamó al elevador y mientras descansó sus brazos, dejando las maletas en el suelo. Se apoyó contra la pared y pronto el elevador llegó. Frunció el ceño y empujando las maletas entró. Entré detrás de él y presione el botón a planta baja.
-Oh, al fin.-dijo Kevin al vernos.- Justin, ¿quieres que te ayude?-preguntó.
-Por favor.-respondió tirando las maletas al suelo.
-¡Justin! Vas a destruirme todo.
-No pasa de un frasco de crema de vidrio o una cosa así, no te quejes.-dijo. Fruncí el ceño.- Y si quieres cuidarla, pues cárgala tú.- dijo enojado.
-Okey, cálmate Bieber. Echas humo por las orejas.-le dije. Rió.
Kevin cargó una de mis maletas mientras Justin entregaba el pase de la habitación, a recepción. Se despidió y cuando fuimos a salir tomó mi mano. Subimos al automóvil y Kevin subió nuestras maletas atrás. Justin se apoyó sobre mi hombro y colocó una de sus manos sobre mi mano derecha.
-Ya me dio sueño.-dijo y reímos.
-Duérmete.-le espeté. Me miró y sonrió.
-No.-dijo.
-¿Entonces para que hablas?-pregunté cuando el auto se ponía en movimiento.
-Tengo ganas de que me hables.-sonrió. Mis mejillas ardieron y Justin lo notó porque rió levemente.
Luego de veinte minutos, llegamos al aeropuerto. Justin, quejándose, bajó mis maletas. Buscamos un carrito para llevarlas y pronto allí estábamos, subiendo al avión privado de Bieber. Justin se tiró sobre uno de los enormes asientos y yo hice lo mismo, pero, a su lado.
-Ahora si voy a dormir.-dijo e hizo su asiento hacía atrás. Lo observé atenta.- Si quieres, tú también puedes dormir.-me sonrió.- Cualquier cosa me despiertas pero intenta que no sea dentro de las dos siguientes horas. Es un viaje largo ya sabes, casi diez horas.-hizo un gesto y se puso de costado.- Hasta luego.- terminó de explicar y cerró sus ojos. Reí.- Ah, _____, no pelees con Lucy.-sonrió aún con los ojos cerrados.
Me limité a fruncir el ceño. Lucy, Lucy, Lucy, la mujer que amaba a Justin, que le servía como si fuera un príncipe, la que lo buscaba como si el no estuviera ocupado. Esa misma castaña que se aparecía por el lugar caminando mientras movía las caderas con exageración. Esa chica me parecía repugnante, sucia y hueca. Llevaba una falda tubo que se amoldaba a sus caderas y una blusa celeste, horrible.
-Oh, se ha quedado dormido.-dijo observando a Justin.
-No querida, cierra los ojos para soñar despierto.-dije fastidiada. Alzo las cejas y colocó los brazos en jarra.
-Hey, ya chica, cálmate.-dijo con enojo. Reí.
-Trátame como se debe.-le espeté y prendí el pequeño televisor.
-No voy a tratarte bien si tú no lo haces.-desvió la mirada y observó a Justin.- Pobre, pierde el tiempo contigo.-dijo.- De seguro nunca va a querer casarse contigo, le das lastima.-rió y dejó a la vista sus dientes manchados por el maquillaje. Reí y alcé mi dedo para mostrarle la sortija.
-Mírale la mano a Bieber.-sonreí.- O mejor dicho, a mi esposo.-alcé las cejas. Dio media vuelta y comenzó a irse.- Lucy, tráeme algo de comida, muero de hambre.
-¿Quién te crees tú para mandarme a mi?-dio media vuelta y me observó fastidiada.
-Te recuerdo, amiga, soy la señora Bieber. Por lo tanto, tu jefa.-sonreí. Volteó enojada y apresuro su paso.
Puse una película. Estaba aburrida y eso iba a saciar mi aburrimiento. Lucy, llegó a los diez minutos con una bandeja y me dejó el almuerzo. Justin, sin moverse, respiraba pesadamente y daba pequeños respingos cuando el avión tenia una que otra turbulencia.
Al cabo de dos horas, quedé dormida a la par de Justin. Apoyé mi cabeza sobre su hombro y concilie el sueño sin problema.
-_______, despierta. Necesito ir al baño y no me dejas moverme.-dijo Justin con impaciencia. Me alejé de su hombro y coloqué mi cabeza del otro lado.- Gracias.-dijo alegre y se puso de pie.
Sentí sus pasos y luego el cerrar de la puerta no tan lejos mío. Al cabo de unos minutos la puerta volvió a sentirse y los pasos de Justin volvieron hacía su lugar. Se sentó.
-Quedan solo dos horas para aterrizar, despierta, me aburro.-dijo sacudiéndome.
-No molestes Justin, tengo sueño.
-Ya has dormido como seis horas.
-Mentira, han sido tres.
-Es lo mismo.
-No, no lo es.-dijo y rió.- Despierta.
-No.
-Ya despertaste.-rió.
-No.
-Si.
-No.
-Vamos, _______, por favor.
-¿Por qué no ves una película y dejas de fastidiarme?-pregunté con enojo. Bufó.
Intenté dormirme de nuevo pero fue inútil. Justin ya me había despertado y no iba a poder dormir de nuevo, eso nunca pasaba.
-No encuentro ninguna.-se quejó cuando me acomodé en el asiento y lo observé.
-Has otra cosa.-dije y froté mis ojos.
-¿Qué más puedo hacer sobre un avión? Tú no quieres hablarme y yo estoy aburrido.
-¡Eres peor que un niño!-dije e intenté peinar mi cabello.- ¿De que quieres hablar?-pregunté.
-No lo se, simplemente háblame.
-Necesito un tema de conversación.-dijo. Vi a Lucy asomarse y observarnos. No iba a desaprovechar la oportunidad de hacerle sentir celos.- Hablemos de la maravillosa noche que pasaremos hoy.-sonreí. Justin volteó a verme y alzó las cejas sin comprender.
-_____, anoche dijiste que…
-¿Qué importa lo que dije anoche?-alcé los hombros. Sonrió.
-¿Estas bien?-preguntó.
-Muy bien y no puedo esperar a llegar a ese hotel y ver una cama.-dije fingiendo desesperación.
-Oh, wow.-dijo Justin observándome atento.- Yo tampoco puedo esperar a llegar y tumbarte sobre esa cama.-reí interiormente.
-Oh, si Biebs, no me hagas desearte demasiado.-dije mordiendo mi labio inferior.
-Ya me excité.- dijo Justin apoyándose sobre el respaldo del asiento.
-Yo se como quitarte eso.-le dije y sonreí coqueta. La cabeza de Lucy aún podía verse.
-Vamos al baño ______.-dijo poniéndose de pie de golpe.
-¿En el baño?-pregunté.- No me excita.
-Oh, vamos _____, se como hacer que te excites allí.-ladeó la cabeza y me indicó el baño. Reí.
-Okey, como digas.-me puse de pie. Lucy se escondió rapidamente. Reí.
-No es gracioso. Ven, vamos.-me tomó de la mano y comenzó a arrastrarme por el pasillo.
-No, espera, espera.-dije riendo. Volteó a verme.
No sabía si estábamos completamente solos. Capaz, Lucy estaba escuchando aún. Le di la vuelta a Justin y lo abracé. Se sobresaltó e hice lo mismo al sentir que su cuerpo respondía a mis comentarios anteriores. Él si estaba excitado.
-¿Perdona si?-susurré. Se alejó un poco y me miró a los ojos.- Lucy estaba escuchando y debía hacer algo para fastidiarla.-dije. Se alejó de mi y me miró con enojo.
-¿Crees que es divertido?-preguntó fastidiado.
-Justin, para mi si.-dije y reí.
-Pues para mi no. Mira como me has dejado, como me pones.-se sobresaltó. Reí y bajé la mirada.- No me hace ni un gramo de gracia.-añadió.- Tendré que bajarlo yo solo y eso no me gusta para nada.-dijo mientras se metía al baño. Reí.
Capaz Lucy había escuchado lo que Justin decía pero por lo menos podría haberse dado cuenta de que yo, si lo había excitado. Sonreí y volví a sentarme.
Casi veinte minutos después, Justin se apareció a mi lado y se sentó. Aún con enojo me miró. Reí nuevamente, era divertido fastidiarlo.
-¿Qué es lo gracioso?-preguntó.
-Tu cara.-carcajeé.
-A mi no me hace nada de gracia cuando me miro al espejo.-dijo y desvió la mirada.- ¿Has almorzado?
-Si.-respondí sin titubear y observé por la ventanilla.
-¿Te lo ha traído Lucy?-preguntó. Se estaba vengando.
-Si, esa zorra.
-¿Zorra? Un poco de respeto _____, es una mujer.
-¿Y que? Tú no respetas a James.
-¿Por qué hablas de James? Él no tiene nada que ver en esto.
-Okey, fastídiame con Lucy y haré lo mismo con James.-sonreí. Me regaló una lindo relojeada de ojos.
-Muérete.
-Oh, vas a prendiendo de mi Biebs.-dije divertida. Rió por mi todo y volvió a enseriarse.
-De todas maneras, es solo una palabra. Yo no soy como tú.
-Ya te gustaría ser como yo.-sonreí.- No respondas, la verdad no me interesa tu opinión sobre mi persona.-dije. Alzó los hombros restándole importancia al tema.- ¿Cuánto falta?
-No lo se, pero podrías dormirte y dejar de hablar por un rato.-dijo. Reí irónica.
-Duérmete tú.-le dije.
-No tengo ganas de dormirme.-dijo y se quedó callado por unos segundos.- Te juro que lo que me has hecho no tiene perdón.
-Oh, que exagerado eres.-reí.- Para ti todo tiene que ver con sexo, querido, no es así la vida.
-Como digas _____. Solo voy a advertirte que ya me has dejado picado así esta noche veras.-sonrió pícaramente.
-¿Te he dejado picado?-pregunté alzando una ceja.- No sabía que yo podría hacer eso.-sonreí.
-Cállate.-me ordenó. Reí.- Vas a pagármelas esta noche.
-¿Cuánto cuesta?-pregunté haciéndome la graciosa. Sonrió y me observó.
-Tu virginidad, preciosa.-dijo y sonrió.
Lamento0 no0 haber subido0 ayer pero0 mi papa se enfermo0 y no0 tube tiempo0 de verdad lo0 siento0 pero0 sin falta aki es cap. las kiero y ko0menten please
alex_gomez_95
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
la ame sin duda la encontré ayer y pss me la leí en un momento pero como no tenia cuenta no te pude comentar en ese momento .-. pero ahora si tengo y te puedo decir q me encanto :B cuidate y espero q tu papa este mejor besos estare esperando el siguiente capitulo :D
Invisible
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
espero q tu papa este mejor besos sigelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
thebiebs_joelis
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
OH MI DIOS. ¿La sigues ya, por favor? *-*
Esta novela es amor, cómica y todo lo demás, pero en uno (:
Esque me encanta, es preciosa, síguela, un beso<3
Esta novela es amor, cómica y todo lo demás, pero en uno (:
Esque me encanta, es preciosa, síguela, un beso<3
ItsBee♡
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
Capitulo 44
En menos de dos horas, ya estábamos bajando las maletas en Paris. Justin, no quiso ayudarme, por lo que, me dediqué a odiarlo por un rato.
-Vamos, camina.-dijo llevando su maleta con facilidad.
-Justin, no es justo.-dije enojada. Rió.
-Para mi tampoco es justo ______.-dio media vuelta y me miró.- Ahí tienes la venganza, y créeme, he sido bastante bueno al hacer esto y no lo otro.
-Claro, como si yo fuera a creerte que esta noche no intentaras violarme.-dije causando su tonta risa.
-Esa es la segunda parte, _____.-sonrió. Revoleé los ojos y centre mi mirada en la pesada maleta y me rendí ante ella.
-Voy a dejar una aquí. No puedo llevarla.-me quejé y tiré una al suelo del aeropuerto.
-Okey, déjala. Ya sabes que yo no voy a comprar más ropa de la que ya tienes.-comenzó a caminar de nuevo.
¿Era en serio? Justin me estaba dejando con dos maletas gigantes, sola y en el aeropuerto. No le importaba que no pudiera con mis maletas y menos que dejara una tirada. Su venganza, eso si era venganza. Aunque algo en mi me decía que esa segunda parte no iba a ser demasiado agradable para mi.
-Imbécil.-murmuré y tiré la maleta al suelo.
-¡Oye! No te he dicho nada.-dijo un chico que pasaba por allí.
-No, no, disculpa no te he dicho a ti.-dije moviendo las manos con nerviosismo. Rió.
-Lo se.-sonrió.- Vengo viéndote desde hace unos minutos y necesitaba una excusa para hablarte.-dijo y metió sus manos a los bolsillos de sus vaqueros desgastados.
-Oh.-sonreí.
-¿Necesitas ayuda con esto?-preguntó. Alcé los hombros.- Deben de pesar mucho.-dijo y rió.
-Si, bastante.-dije y abrí los ojos con exageración.- Debo recordar que cuando me vaya de aquí tengo que dejar ropa.-reí.
-Ah, ¿no eres de aquí?-dijo. Negué con la cabeza.- ¿De donde eres?
-Nueva York.-dije y sonreí.
-Ese acento me sonaba de por allí.-dijo.
-¿Tú eres de aquí?
-No, pero hace dos años estudio aquí y bueno, estoy más que acostumbrado a este acento.
-Es un ingles confuso.-dije y sonreí. Parecía una rubia sin cerebro.
-Si. Pero me parece más confuso el tuyo.-sonrío.- Disculpa, no me he presentado, soy Chace.
-Lindo nombre.-dije y estiré mi mano.- _______ Jarrel.- sonreí. Tomó mi mano y depositó un beso en ella. Reí tímidamente.
-¿Crees que esperare todo el día por allá mientras tú te dejas besuquear la mano por un francés?-preguntó con enojo. Torcí la boca y reí.
-No soy francés.-dijo Chace.
-No me interesa.-dijo Justin sin mirarlo.- Toma tus maletas y muévete.
-Justin, te he dicho que no puedo con mis maletas. ¿Qué parte de eso no comprendes?-abrí mis brazos dando la explicación y luego los crucé para mirarlo con enfado.
-Que poco caballero.-dijo Chace negando con la cabeza.
-¿Tú que te metes?-Justin alzó la barbilla desafiándolo y Chace le dio un leve empujón.- No me toques, mendigo.-lo rebajó. Alcé las cejas y me puse en el medio. En frente de Justin.- Quítate _____.-dijo dándome un leve empujón.
-No me quito de aquí hasta que se te bajen esos humos.-dije mirándolo a los ojos. Bajó la mirada y me observó.- Pareces un león.
-Como tú dices, cuido lo que es mío.
-Nadie te esta quitando lo que “es tuyo”.-hice comillas con los dedos.
-Me vale un comino.-dijo enojado.- Te he dicho miles de veces que no hables con hombres.
-Celoso.-murmuró Chace no tan bajo porque pudimos escucharlo.
-Bueno, ya esta Chace, ¿vale? No te va a gustar lo que sigue.-dije dándome la vuelta para observarlo.- Gracias por tu ayuda, puedes retirarte.
-¿En serio prefieres quedarte con este?-preguntó mirándolo a Justin.- Créeme no es lo que pintan en los periódicos y programas de TV.
-Yo se muy bien como es mi esposo.-dije. Me miró extrañado y luego cayó en mis palabras.- Ya te di las gracias, puedes irte.
-Como digas.-dijo revoleando un mano y volteó para irse.
-Andas ligando por todos lados.-dijo enojado y tomó una maleta.
-¿Ligando? ¿Ah?-lo miré enojada.- No digas cosas que no son.-dije cuando él comenzaba a caminar.- Justin, te estoy hablando, ven aquí.-grité. Varias personas voltearon a verme.
-No hagas una escena y mueve ese bien formado trasero para aquí.
-No me faltes el respeto, Bieber.-le grité.
-Deja de gritar y mueve la maleta, vamos. Voy a dejarte a dormir aquí.-me dijo. Tomé la maleta y caminé hasta él.
Caminamos hasta la salida. Había un auto gris esperando, Justin había dejado su maleta allí y luego había ido por mí. Subimos las maletas a la parte trasera del automóvil y luego nos montamos en él.
-Vamos a poner algunas reglas al llegar al hotel.-dijo, más bien, me informó.- No me gusta que andes de zorra por el aeropuerto.
-¿Disculpa?-dije con fastidio. Lo miré incrédula y pestañeé suavemente.- Aprende a respetarme, ¿entiendes? Inútil.
-Hey, cálmate.-dijo dando un respingo.- Veras que vas a aprender a obedecer mis ordenes.
-Nunca haría eso.
-Veras que si.-sonrió cínicamente.
-Muérete.
-Un día de estos voy a desaparecer y vas a ver como tú te mueres sin mí.
-¿Morirme? ¿Yo? ¿Sin ti? Ja, ya quisieras Bieber.-me crucé de brazos mientras el auto daba la vuelta en la esquina.- Y si desapareces, no dudes que moriré,-le dije. Volteó a verme.- de felicidad.-sonreí.
-Ojala te atropelle una moto.-dijo con enojo. Reí al darme cuenta lo infantil que había sido eso de su parte. Bufó y volvió su mirada a mí.- Eres detestable.
-Oh, vaya, recién te has dado cuenta.-le dije. Comenzaba a cambiar mentalmente mis planes para las siguientes dos semanas.- Creo que el que decidió que nos casáramos, fuiste tú.-lo señalé con mi dedo y luego volví a mi lugar.- Si por mi fuera, no estaría cerca de ti. Es más, si en este momento debo pedir un solo deseo, pediría que te extingas.-añadí. Me observó mientras alzaba las cejas.- Púdrete. Basura.
-¿Has acabado?-preguntó fastidiado. Si que le había jodido.- No quiero que vuelvas a hablar de ese modo, ¿entiendes? Vas a respetarme como yo te respeto a ti, no vas a ligar con cualquier francés que se te presente y tampoco vas a tratarme así. Y basura tu abuela.-se alejó de mí y se acomodó bien pegado a la ventanilla derecha. -Maleducada.-añadió.
El resto del viaje, diez minutos, fue en completo silencio. Justin respiraba pesadamente y con ello notaba su enojo. El chofer tenía la vista al frente e intentaba hacer caso omiso a lo ocurrido minutos atrás. Y yo, por mi parte, me dediqué a observar la belleza de Paris.
Al bajar, Justin tomó mis dos maletas y luego de darle la propina al chofer, comenzó a caminar hacía adentro del enorme hotel que teníamos en frente. Supuse que debía tomar la maleta de él y encaminarme hacía adentro. Lo seguí.
-Justin Bieber.-dijo cuando la mujer terminó de preguntar.- Hable por teléfono antes de venir.
-Si, Bieber.-dijo la mujer buscando en su ordenador.- Habitación 598.-dijo e hizo entrega del pase a la habitación.- Habitación para dos personas. Suite.-añadió. Justin tomó lo que la mujer le entregaba.- Por favor, firme aquí y ya pueden retirarse.-dijo y entregó en papel a Justin.
Justin tomó la pluma y firmó donde lo requería el papel. Dio la vuelta al contrato y lo deslizó por el mostrador hasta que la mujer lo tomó.
-Gracias, que disfruten de su estadía.-sonrió coquetamente. Deduje que; era una zorra.
-Gracias a usted.-le dijo Justin y sonriendo levemente dio la vuelta.- Busca al chico y dile que lleve las maletas hasta la habitación.-me ordenó.
-¿Por qué no lo haces tú?-pregunté cruzando mis brazos.
-¿Quieres cargar tus maletas hasta el cuarto piso? Porque si es así, puedes hacerlo.
-Okey, ya voy.-dije volteando.
Un chico al costado de la puerta, observaba la escena. Sonrió y se quitó el gorro coquetamente. Volteé a ver a Justin, vi que hurgaba entre sus tarjetas de crédito, vi otra vez al morocho. Estaba claro que su oficio era “botones” pero lo utilizaría para otra cosa. Dios, aléjame a Justin de mi lado y has que este morocho de hombros anchos me derrita en la cama. Reí ante mis pensamientos. Le hice una seña al chico y él caminó hasta nosotros.
-Buenas tardes, ¿les llevo las maletas?-preguntó. Asentí y tomó la que yo llevaba segundos antes.- Iré por el carrito.-me dijo. Justin se centró en la conversación.
El morocho se retiró y vi como buscaba uno de los brillantes carros para luego colocar la maleta de Justin en el.
-¿Otro francés más?-susurró a mi oido. Di la vuelta y lo fulminé con la mirada.- No seré un francés pero te aseguro que en la cama soy mejor que cualquier otro.-sonrió. Le dediqué una mirada de disgusto y luego vi como el chico llegaba.- Esas dos también.-le ordenó Justin y me tomó la mano.- ¿Verdad que esta será la mejor luna de miel que jamás allá habido?-dijo Justin. El morocho bajó la mirada.
-Claro que si, cariño.-dije pellizcando su mano. Se apartó.
-Bueno, vamos arriba. ¿Qué esperas para moverte?-le dijo al chico. El asintió.- Habitación 598, cuarto piso.-le ordenó. El chico hizo una mueca y empujó el carro hasta el elevador.
-Puedes ser un poco más sutil.-le dije y comencé a caminar hacía el otro elevador. Justin me tomó de la mano y me atrajo a él.
-Recuerda porque estamos aquí.-susurró a mi oido y besó mi cuello.- Estamos recién casados.
-Justin, no somos un matrimonio común y corriente, por eso, no debemos hacer lo mismo que hacen los demás.-me alejé un poco de él y lo llevé a rastras hasta el elevador.
-Eres mala.-dijo presionando el botón a nuestro piso.- Espero esta noche también seas así de mala. ¿Sabes? Me gusta que me castiguen.-sonrió y me tomó por la cintura. Coloqué mis manos en su pecho para mantener un poco de distancia. El elevador comenzó a subir.
-Voy a darte látigo.-dije sonriendo.- Pero no de la manera que tú estas imaginando.-su sonrisa se desvaneció.- Me da asco que siempre quieras sexo.-dije y lo terminé de apartar de mi cuerpo.
-Vas a ver que luego de haber probado las sensaciones del sexo, no vas a querer parar.-las puertas del elevador se abrieron. Salí, Justin me siguió.- Querrás estar en la cama todo el día.-sonrió.
El morocho nos esperaba en frente de nuestra puerta. Justin, sin tomarle importancia, abrió la puerta. El chico se adentró en la suite y dejó las maletas a un costado. Sonrió y haciendo una reverencia, se retiró.
Luego de que el chico se retirara, pude prestar más atención a la suite. Justin cerró la puerta y me observó.
-No esta nada mal, ¿eh?-sonrió.- Vamos, es bastante grande, podemos inspeccionarla un poco.-dijo y me tomó la mano.
Había un living, un amplio balcón, un enorme baño y una habitación el triple de grande que el living. Justin observó cada cosa con detalle y, sin soltarme la mano, recorrió todo.
La habitación estaba conformada por cuatro paredes color crema. La cama en medio de la amplia habitación y un enorme espejo donde podías verte de pies a cabeza. Había un gran ventanal por el cual podía verse la gran ciudad y más atrás la torre Eiffel.
-Es increíble.
-No sabes lo difícil que es encontrar un hotel con esta vista.-dijo apoyando la nariz sobre el cristal.- Es asombroso.-sonrió.
-Si que lo es.-dije haciendo lo mismo que Justin. Rió.- Veamos el baño.-dije llevándolo de la mano hasta allí.
Estaba pintado en tonos celestes. Todo lo demás era blanco, exceptuando la parte de madera del lujoso jacuzzi.
-¿Has traído malla?-preguntó Justin.
-No lo se. Yo no he sido quien ha armado mi maleta.-dije y alcé los hombros.- Supongo que si, no tenia mucha ropa dentro del armario.
-O sea que has traído toda la ropa.-caminó conmigo de la mano.
-Yo no armé la maleta.-le dije.
-Lo se.
-Bueno.-reí.- Tengo hambre.
-Yo también.
Cuando la noche comenzó a apoderarse de Francia. Justin y yo nos dedicamos a observar el show de luces de la gran ciudad mientras cenábamos. Casi que no compartimos palabras, pero si una que otra mirada.
Estábamos tirados en el piso, comiendo pizza mientras nos apoyábamos sobre el respaldo de la cama.
Por desgracia, no me gustaba mucho que ya fuera de noche y eso se debía a la venganza de Justin. No se me ocurrió ningún tema para sacarlo de sus pensamientos. Dejó su plato a un lado y se arrastró por el suelo hasta llegar a mi lado.
-¿Tienes frío?-preguntó. Negué con la cabeza.- ¿Calor?-preguntó. Nuevamente, negué con la cabeza.- ¿Te sientes bien?-preguntó. Esta vez, asentí.- ¿Hablas?- asentí.- ¿Segura que estas bien?
-Segura.-dije y apoyé mi cabeza sobre su hombro.
-Me han dicho que cuando una mujer dice que esta bien, detrás de eso, sumándole el silencio, hay algo que le preocupa o le hace mal.-dijo.- ¿Es cierto?-se acomodó y acarició mi cabello.
-Claro que lo es.
-¿Entonces que te ocurre?-preguntó.
-De seguro no te interesa.
-¿Crees que si no me interesara estaría preguntando?-dijo y suspiró.
-No.
-¿Vas a decirme?
-Se que vas a comenzar a regañarme.
-Extrañas a tus padres.
-Si.-dije.
-Ven aquí.-dijo y me sentó sobre su regazo mientras se apoyaba en el respaldo de la cama.
Nos quedamos en silencio mientras él acariciaba con ternura mi cabello. Después de todo, no era tan malo como quería aparentar. Besó mi mejilla mientras yo me acurrucaba en su pecho.
-Odio verte llorar _____.-dijo cuando mi respiración se agitó y las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos.- Si tan solo me dejaras, podría hacerte sentir mucho mejor.
Mi corazón se detuvo. Aún así, el pensaba en tenerme entre sus brazos mientras nos mecíamos uno sobre el otro. Pero, esta vez, lo decía tiernamente no deseoso como las demás veces.
En menos de dos horas, ya estábamos bajando las maletas en Paris. Justin, no quiso ayudarme, por lo que, me dediqué a odiarlo por un rato.
-Vamos, camina.-dijo llevando su maleta con facilidad.
-Justin, no es justo.-dije enojada. Rió.
-Para mi tampoco es justo ______.-dio media vuelta y me miró.- Ahí tienes la venganza, y créeme, he sido bastante bueno al hacer esto y no lo otro.
-Claro, como si yo fuera a creerte que esta noche no intentaras violarme.-dije causando su tonta risa.
-Esa es la segunda parte, _____.-sonrió. Revoleé los ojos y centre mi mirada en la pesada maleta y me rendí ante ella.
-Voy a dejar una aquí. No puedo llevarla.-me quejé y tiré una al suelo del aeropuerto.
-Okey, déjala. Ya sabes que yo no voy a comprar más ropa de la que ya tienes.-comenzó a caminar de nuevo.
¿Era en serio? Justin me estaba dejando con dos maletas gigantes, sola y en el aeropuerto. No le importaba que no pudiera con mis maletas y menos que dejara una tirada. Su venganza, eso si era venganza. Aunque algo en mi me decía que esa segunda parte no iba a ser demasiado agradable para mi.
-Imbécil.-murmuré y tiré la maleta al suelo.
-¡Oye! No te he dicho nada.-dijo un chico que pasaba por allí.
-No, no, disculpa no te he dicho a ti.-dije moviendo las manos con nerviosismo. Rió.
-Lo se.-sonrió.- Vengo viéndote desde hace unos minutos y necesitaba una excusa para hablarte.-dijo y metió sus manos a los bolsillos de sus vaqueros desgastados.
-Oh.-sonreí.
-¿Necesitas ayuda con esto?-preguntó. Alcé los hombros.- Deben de pesar mucho.-dijo y rió.
-Si, bastante.-dije y abrí los ojos con exageración.- Debo recordar que cuando me vaya de aquí tengo que dejar ropa.-reí.
-Ah, ¿no eres de aquí?-dijo. Negué con la cabeza.- ¿De donde eres?
-Nueva York.-dije y sonreí.
-Ese acento me sonaba de por allí.-dijo.
-¿Tú eres de aquí?
-No, pero hace dos años estudio aquí y bueno, estoy más que acostumbrado a este acento.
-Es un ingles confuso.-dije y sonreí. Parecía una rubia sin cerebro.
-Si. Pero me parece más confuso el tuyo.-sonrío.- Disculpa, no me he presentado, soy Chace.
-Lindo nombre.-dije y estiré mi mano.- _______ Jarrel.- sonreí. Tomó mi mano y depositó un beso en ella. Reí tímidamente.
-¿Crees que esperare todo el día por allá mientras tú te dejas besuquear la mano por un francés?-preguntó con enojo. Torcí la boca y reí.
-No soy francés.-dijo Chace.
-No me interesa.-dijo Justin sin mirarlo.- Toma tus maletas y muévete.
-Justin, te he dicho que no puedo con mis maletas. ¿Qué parte de eso no comprendes?-abrí mis brazos dando la explicación y luego los crucé para mirarlo con enfado.
-Que poco caballero.-dijo Chace negando con la cabeza.
-¿Tú que te metes?-Justin alzó la barbilla desafiándolo y Chace le dio un leve empujón.- No me toques, mendigo.-lo rebajó. Alcé las cejas y me puse en el medio. En frente de Justin.- Quítate _____.-dijo dándome un leve empujón.
-No me quito de aquí hasta que se te bajen esos humos.-dije mirándolo a los ojos. Bajó la mirada y me observó.- Pareces un león.
-Como tú dices, cuido lo que es mío.
-Nadie te esta quitando lo que “es tuyo”.-hice comillas con los dedos.
-Me vale un comino.-dijo enojado.- Te he dicho miles de veces que no hables con hombres.
-Celoso.-murmuró Chace no tan bajo porque pudimos escucharlo.
-Bueno, ya esta Chace, ¿vale? No te va a gustar lo que sigue.-dije dándome la vuelta para observarlo.- Gracias por tu ayuda, puedes retirarte.
-¿En serio prefieres quedarte con este?-preguntó mirándolo a Justin.- Créeme no es lo que pintan en los periódicos y programas de TV.
-Yo se muy bien como es mi esposo.-dije. Me miró extrañado y luego cayó en mis palabras.- Ya te di las gracias, puedes irte.
-Como digas.-dijo revoleando un mano y volteó para irse.
-Andas ligando por todos lados.-dijo enojado y tomó una maleta.
-¿Ligando? ¿Ah?-lo miré enojada.- No digas cosas que no son.-dije cuando él comenzaba a caminar.- Justin, te estoy hablando, ven aquí.-grité. Varias personas voltearon a verme.
-No hagas una escena y mueve ese bien formado trasero para aquí.
-No me faltes el respeto, Bieber.-le grité.
-Deja de gritar y mueve la maleta, vamos. Voy a dejarte a dormir aquí.-me dijo. Tomé la maleta y caminé hasta él.
Caminamos hasta la salida. Había un auto gris esperando, Justin había dejado su maleta allí y luego había ido por mí. Subimos las maletas a la parte trasera del automóvil y luego nos montamos en él.
-Vamos a poner algunas reglas al llegar al hotel.-dijo, más bien, me informó.- No me gusta que andes de zorra por el aeropuerto.
-¿Disculpa?-dije con fastidio. Lo miré incrédula y pestañeé suavemente.- Aprende a respetarme, ¿entiendes? Inútil.
-Hey, cálmate.-dijo dando un respingo.- Veras que vas a aprender a obedecer mis ordenes.
-Nunca haría eso.
-Veras que si.-sonrió cínicamente.
-Muérete.
-Un día de estos voy a desaparecer y vas a ver como tú te mueres sin mí.
-¿Morirme? ¿Yo? ¿Sin ti? Ja, ya quisieras Bieber.-me crucé de brazos mientras el auto daba la vuelta en la esquina.- Y si desapareces, no dudes que moriré,-le dije. Volteó a verme.- de felicidad.-sonreí.
-Ojala te atropelle una moto.-dijo con enojo. Reí al darme cuenta lo infantil que había sido eso de su parte. Bufó y volvió su mirada a mí.- Eres detestable.
-Oh, vaya, recién te has dado cuenta.-le dije. Comenzaba a cambiar mentalmente mis planes para las siguientes dos semanas.- Creo que el que decidió que nos casáramos, fuiste tú.-lo señalé con mi dedo y luego volví a mi lugar.- Si por mi fuera, no estaría cerca de ti. Es más, si en este momento debo pedir un solo deseo, pediría que te extingas.-añadí. Me observó mientras alzaba las cejas.- Púdrete. Basura.
-¿Has acabado?-preguntó fastidiado. Si que le había jodido.- No quiero que vuelvas a hablar de ese modo, ¿entiendes? Vas a respetarme como yo te respeto a ti, no vas a ligar con cualquier francés que se te presente y tampoco vas a tratarme así. Y basura tu abuela.-se alejó de mí y se acomodó bien pegado a la ventanilla derecha. -Maleducada.-añadió.
El resto del viaje, diez minutos, fue en completo silencio. Justin respiraba pesadamente y con ello notaba su enojo. El chofer tenía la vista al frente e intentaba hacer caso omiso a lo ocurrido minutos atrás. Y yo, por mi parte, me dediqué a observar la belleza de Paris.
Al bajar, Justin tomó mis dos maletas y luego de darle la propina al chofer, comenzó a caminar hacía adentro del enorme hotel que teníamos en frente. Supuse que debía tomar la maleta de él y encaminarme hacía adentro. Lo seguí.
-Justin Bieber.-dijo cuando la mujer terminó de preguntar.- Hable por teléfono antes de venir.
-Si, Bieber.-dijo la mujer buscando en su ordenador.- Habitación 598.-dijo e hizo entrega del pase a la habitación.- Habitación para dos personas. Suite.-añadió. Justin tomó lo que la mujer le entregaba.- Por favor, firme aquí y ya pueden retirarse.-dijo y entregó en papel a Justin.
Justin tomó la pluma y firmó donde lo requería el papel. Dio la vuelta al contrato y lo deslizó por el mostrador hasta que la mujer lo tomó.
-Gracias, que disfruten de su estadía.-sonrió coquetamente. Deduje que; era una zorra.
-Gracias a usted.-le dijo Justin y sonriendo levemente dio la vuelta.- Busca al chico y dile que lleve las maletas hasta la habitación.-me ordenó.
-¿Por qué no lo haces tú?-pregunté cruzando mis brazos.
-¿Quieres cargar tus maletas hasta el cuarto piso? Porque si es así, puedes hacerlo.
-Okey, ya voy.-dije volteando.
Un chico al costado de la puerta, observaba la escena. Sonrió y se quitó el gorro coquetamente. Volteé a ver a Justin, vi que hurgaba entre sus tarjetas de crédito, vi otra vez al morocho. Estaba claro que su oficio era “botones” pero lo utilizaría para otra cosa. Dios, aléjame a Justin de mi lado y has que este morocho de hombros anchos me derrita en la cama. Reí ante mis pensamientos. Le hice una seña al chico y él caminó hasta nosotros.
-Buenas tardes, ¿les llevo las maletas?-preguntó. Asentí y tomó la que yo llevaba segundos antes.- Iré por el carrito.-me dijo. Justin se centró en la conversación.
El morocho se retiró y vi como buscaba uno de los brillantes carros para luego colocar la maleta de Justin en el.
-¿Otro francés más?-susurró a mi oido. Di la vuelta y lo fulminé con la mirada.- No seré un francés pero te aseguro que en la cama soy mejor que cualquier otro.-sonrió. Le dediqué una mirada de disgusto y luego vi como el chico llegaba.- Esas dos también.-le ordenó Justin y me tomó la mano.- ¿Verdad que esta será la mejor luna de miel que jamás allá habido?-dijo Justin. El morocho bajó la mirada.
-Claro que si, cariño.-dije pellizcando su mano. Se apartó.
-Bueno, vamos arriba. ¿Qué esperas para moverte?-le dijo al chico. El asintió.- Habitación 598, cuarto piso.-le ordenó. El chico hizo una mueca y empujó el carro hasta el elevador.
-Puedes ser un poco más sutil.-le dije y comencé a caminar hacía el otro elevador. Justin me tomó de la mano y me atrajo a él.
-Recuerda porque estamos aquí.-susurró a mi oido y besó mi cuello.- Estamos recién casados.
-Justin, no somos un matrimonio común y corriente, por eso, no debemos hacer lo mismo que hacen los demás.-me alejé un poco de él y lo llevé a rastras hasta el elevador.
-Eres mala.-dijo presionando el botón a nuestro piso.- Espero esta noche también seas así de mala. ¿Sabes? Me gusta que me castiguen.-sonrió y me tomó por la cintura. Coloqué mis manos en su pecho para mantener un poco de distancia. El elevador comenzó a subir.
-Voy a darte látigo.-dije sonriendo.- Pero no de la manera que tú estas imaginando.-su sonrisa se desvaneció.- Me da asco que siempre quieras sexo.-dije y lo terminé de apartar de mi cuerpo.
-Vas a ver que luego de haber probado las sensaciones del sexo, no vas a querer parar.-las puertas del elevador se abrieron. Salí, Justin me siguió.- Querrás estar en la cama todo el día.-sonrió.
El morocho nos esperaba en frente de nuestra puerta. Justin, sin tomarle importancia, abrió la puerta. El chico se adentró en la suite y dejó las maletas a un costado. Sonrió y haciendo una reverencia, se retiró.
Luego de que el chico se retirara, pude prestar más atención a la suite. Justin cerró la puerta y me observó.
-No esta nada mal, ¿eh?-sonrió.- Vamos, es bastante grande, podemos inspeccionarla un poco.-dijo y me tomó la mano.
Había un living, un amplio balcón, un enorme baño y una habitación el triple de grande que el living. Justin observó cada cosa con detalle y, sin soltarme la mano, recorrió todo.
La habitación estaba conformada por cuatro paredes color crema. La cama en medio de la amplia habitación y un enorme espejo donde podías verte de pies a cabeza. Había un gran ventanal por el cual podía verse la gran ciudad y más atrás la torre Eiffel.
-Es increíble.
-No sabes lo difícil que es encontrar un hotel con esta vista.-dijo apoyando la nariz sobre el cristal.- Es asombroso.-sonrió.
-Si que lo es.-dije haciendo lo mismo que Justin. Rió.- Veamos el baño.-dije llevándolo de la mano hasta allí.
Estaba pintado en tonos celestes. Todo lo demás era blanco, exceptuando la parte de madera del lujoso jacuzzi.
-¿Has traído malla?-preguntó Justin.
-No lo se. Yo no he sido quien ha armado mi maleta.-dije y alcé los hombros.- Supongo que si, no tenia mucha ropa dentro del armario.
-O sea que has traído toda la ropa.-caminó conmigo de la mano.
-Yo no armé la maleta.-le dije.
-Lo se.
-Bueno.-reí.- Tengo hambre.
-Yo también.
Cuando la noche comenzó a apoderarse de Francia. Justin y yo nos dedicamos a observar el show de luces de la gran ciudad mientras cenábamos. Casi que no compartimos palabras, pero si una que otra mirada.
Estábamos tirados en el piso, comiendo pizza mientras nos apoyábamos sobre el respaldo de la cama.
Por desgracia, no me gustaba mucho que ya fuera de noche y eso se debía a la venganza de Justin. No se me ocurrió ningún tema para sacarlo de sus pensamientos. Dejó su plato a un lado y se arrastró por el suelo hasta llegar a mi lado.
-¿Tienes frío?-preguntó. Negué con la cabeza.- ¿Calor?-preguntó. Nuevamente, negué con la cabeza.- ¿Te sientes bien?-preguntó. Esta vez, asentí.- ¿Hablas?- asentí.- ¿Segura que estas bien?
-Segura.-dije y apoyé mi cabeza sobre su hombro.
-Me han dicho que cuando una mujer dice que esta bien, detrás de eso, sumándole el silencio, hay algo que le preocupa o le hace mal.-dijo.- ¿Es cierto?-se acomodó y acarició mi cabello.
-Claro que lo es.
-¿Entonces que te ocurre?-preguntó.
-De seguro no te interesa.
-¿Crees que si no me interesara estaría preguntando?-dijo y suspiró.
-No.
-¿Vas a decirme?
-Se que vas a comenzar a regañarme.
-Extrañas a tus padres.
-Si.-dije.
-Ven aquí.-dijo y me sentó sobre su regazo mientras se apoyaba en el respaldo de la cama.
Nos quedamos en silencio mientras él acariciaba con ternura mi cabello. Después de todo, no era tan malo como quería aparentar. Besó mi mejilla mientras yo me acurrucaba en su pecho.
-Odio verte llorar _____.-dijo cuando mi respiración se agitó y las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos.- Si tan solo me dejaras, podría hacerte sentir mucho mejor.
Mi corazón se detuvo. Aún así, el pensaba en tenerme entre sus brazos mientras nos mecíamos uno sobre el otro. Pero, esta vez, lo decía tiernamente no deseoso como las demás veces.
alex_gomez_95
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
Me encantoooooooooooo!!!!!
Estuvo genial el cap.
Por partes me reía y mis padres me miraban rara.
Siguela pronto.
Besos.
Estuvo genial el cap.
Por partes me reía y mis padres me miraban rara.
Siguela pronto.
Besos.
RedHair94
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
aaaaawwwww k bllo :hug: :love: :sad: :(L):
thebiebs_joelis
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
Los capítulos son bipolares, se quieren, se odian y se vuelven a querer y darse abrazos... ¡Me vuelve loca!
Síguela (:
Síguela (:
ItsBee♡
Re: La Bella & La Bestia (JB&Tú) TERMINADA
SIGUEEEELA LA AMOOO, ESTA SUPER MEGA CUTE SIGUEEE LOL SABIAS QUE LOL SIGNIFICA Los Osos Libre hhvhfad n ok no estoy loca pero tu sigueeee
feer de bieber
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