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~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Buah me encantaron los caps Flor (:
Espero que la sigas pronto
Ah y una cosita
ODIO AL JUAN ESE DE MIERDA :evil:
Ala ya esta :P
Espero que la sigas pronto
Ah y una cosita
ODIO AL JUAN ESE DE MIERDA :evil:
Ala ya esta :P
Invitado
Invitado
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Flor, sabes que te adoro pero te voy a matar locaaaa!
Como la dejas ahi eeeh?
Maldito de Juan! :caliente: Ese hombre me da asco!!!!!!!
Quiero a mi Joe para que me salve :L:
Siguela Florencia.... porque sino vamos a tener aqui la World War III!
Como la dejas ahi eeeh?
Maldito de Juan! :caliente: Ese hombre me da asco!!!!!!!
Quiero a mi Joe para que me salve :L:
Siguela Florencia.... porque sino vamos a tener aqui la World War III!
ForJoeJonas
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Tiempo sin comentar xdxd como 100pre xd :O no Q no lo mate! Esperemos Q llegue Joe y lo mate el! Hahaha Q llegue joe rapido u.u pon cap! Siguee anda un cap mas! Sigue!
Creadora
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
claudia12 escribió:siguela hermosa ojalá y llege pronto joe
andreita
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Esperando, esperando, el culo se me queda plano jajajajajajajajaaj
ForJoeJonas
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
nena siguela porfavor!!!!!!!
por lo que mas quieras
ya no aguanto :)
por lo que mas quieras
ya no aguanto :)
Invitado
Invitado
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
PERO QUE LINDA RIMA EH :|ForJoeJonas escribió:Esperando, esperando, el culo se me queda plano jajajajajajajajaaj
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
COMO YA DIJE EN MI OTRA NOVE, DENTRO DE UN RATO SUBO CAP :D
GRACIAS POR SUS COMENTARIOS CHICAS!
LAS QUIERO
GRACIAS POR SUS COMENTARIOS CHICAS!
LAS QUIERO
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
F l r e n c i a. escribió:PERO QUE LINDA RIMA EH :|ForJoeJonas escribió:Esperando, esperando, el culo se me queda plano jajajajajajajajaaj
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Si verdad? Pero no rima mucho.
Prefiero que Joe me deje el culo plano y no la silla....
jaaajajajajajajajajajajajajaajajajajjajajaa!!
Como te dije en la otra nove, ya es tardisimo y mi mamá ya me anda llamando ¬¬ Asi que mañana en la mañana si Dios quiere leo el capi!
Un besote enoooooooorme! Te quierooooooooooooooooooooooooooooooooo :L:
ForJoeJonas
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
Capítulo 16
El de sus ojos era como el de una leona asesina. Con la espalda apoyada en la pared cerca de la arcada que daba a la habitación principal, ________ esperaba a su víctima. Inmóvil, escuchó los pasos que se acercaban. Una sonrisa feroz le curvó la boca cuando la corpulenta figura entró en el pasillo.
________ levantó el cuchillo, apuntó a la columna vertebral y golpeó. Pero la hoja cortó el aire vacío, pues el blanco giró y esquivó el arma. Ella había lanzado todo el peso al fallido golpe mortal.
Perdió el equilibrio y lloró de frustración. Una tenaza de acero se aplastó contra su muñeca y le golpeó la mano contra la pared. El impacto hizo que el cuchillo cayese al suelo.
—¡No! —exclamó transida de furia.
—¡No cabalgué en mitad de la noche para ser asesinado en mi propia casa! —estalló una voz familiar e iracunda.
—¿Joe? ¿Eres tú? —gritó ________, incrédula. Su furia se apagó tan rápidamente como había empezado—. ¡Estás de vuelta! ¡Oh, Dios, estás de vuelta! —Se le arrojó en los brazos y apoyó la cabeza en la solidez del pecho de él—. ¡Me alegro tanto, tanto!
Él dejó que las alforjas se deslizaran de sus hombros y cayeran al suelo. Habían sido esas alforjas las que aumentaron los contornos de su figura, ocultando su silueta esbelta. No la rodeó inmediatamente con los brazos, aunque ella siguió aferrada.
—________…
Ella percibió la ira y la confusión mezcladas en la voz de él de él y movió la cabeza protestando.
—¡Abrázame! —Su voz palpitaba con la necesidad de sentir la fuerza de Joe—. ¡Por favor, abrázame, nada más!.
En el abrazo de él había un refugio seguro y ________ no se preguntó por qué.
Él vaciló y después la rodeó con sus brazos. Sus manos se movieron a lo largo de la espina dorsal de ella para apretarla con firmeza contra él. Inclinó su cabeza y frotó su mentón y mandíbula contra la sedosa confusión del pelo de ella.
La sensación del cuerpo duro de Joe estaba empezando a borrar las huellas del contacto de Ortiga. Empezó a besarlo en el pecho. Los firmes latidos del corazón de él, aseguraron a ________ que lo que hacía era lo correcto.
Levantó la cabeza y dejó que sus besos se trasladaran al hueco del cuello de él. Sus dedos apartaron el cuello de la camisa y desabrocharon sus botones para poder acariciarle el pecho con las manos.
Él le rozó la sien con los labios y _________ se estremeció de súbito deseo. Levantó otra vez la cabeza para ver las facciones fuertes de él y entreabrió los labios en silenciosa invitación. Él clavó la mirada en esa boca suave y temblorosa, húmeda y brillante.
—Por favor… —murmuró ________—. Bésame…
Él aguardó un segundo infinito antes de bajar su cabeza y aceptar la invitación. Su boca se abrió sobre la de ella, dura y hambrienta. ________ devolvió el beso con el mismo fuego insaciable, sin percatarse hasta ese momento de cuánto le había enseñado Joe sobre hacer el amor. Le abrió la camisa a fin de poder apoyar sus pechos contra el pecho desnudo de él.
Con experiencia surgida de la práctica, las manos de él le acariciaron las caderas, redescubriendo los puntos de placer. Su boca se movió para investigar esos lugares de pasión y accidentalmente rozó la mandíbula dolorida de ________.
El dolor la atravesó como astillas de vidrio. Sin querer, ________ gritó, se llevó la mano a la parte lastimada y movió la cabeza. Instantáneamente sintió que los dedos gentiles de él le tocaban una mano.
—¿Te hice daño? —preguntó Joe sorprendido con voz ronca.
—No, yo… —trató de protestar ________.
—Déjame ver —ordenó él con suavidad pero no por ello dejó de ser una orden. Apartó la mano de ella y exploró delicadamente la mandíbula. Ella dio un respingo cuando rozó la parte hinchada—. ¿Qué es esto? —preguntó torvamente—. ¿Cómo le pasó esto a tu cara?
Sus facciones severas quedaban en penumbra en la débil luz, pero ________ pudo ver la tensión implacable de la mandíbula y la boca. Se le llenaron los ojos de lágrimas cuando el sórdido relato salió de sus labios.
—…Él estaba tratando de violarme y yo luché con él. Me apoderé de su cuchillo y lo herí. Fue entonces cuando me golpeó. Cuando tú viniste, creí que eras él que venía a terminar lo que había empezado. Fue por eso que traté de clavarte el cuchillo… porque creí que eras él y yo quería matarlo. ¡Yo quería matarlo! —repitió otra vez al borde de la histeria.
—¿Quién? —Le clavó salvajemente los dedos en los hombros y la sacudió con violencia—. ¿Quién te hizo esto? ¿Quién?
Su momentánea histeria fue remplazada por cólera. ________ lanzó a Joe el nombre de su atacante.
—¡Juan! —gritó, como escupiendo el veneno de su odio.
La respuesta de él fue un explosivo:
—¡Embustera!
La empujó y la envió violentamente contra la pared.
Hacía un momento ________ era todo amor, ahora era todo odio.
—¡Si no me crees, ve tú mismo a preguntárselo! —gritó—. ¡Encontrarás heridas de cuchillo en su espalda… tres heridas!
La cara de él era como granito tallado, dura e inescrutable. Sus ojos miel eran como astillas ennegrecidas de hielo que la perforaban con helada ira, penetrando hasta el hueso.
—Harás tu acusación delante de él —dijo con la boca apretada en una delgada línea.
—¡Con placer! —repuso _________ con vigor.
Joe giró sobre sus talones, rígido de ira y caminó hacia la habitación principal. ________, trémula de indignación, entró en el dormitorio. El dedo gordo de su pie tocó el borde de la manta que estaba en el suelo. La levantó y se envolvió con ella, pues de pronto sentía mucho frío. Hubiera querido acostarse en la cama y dormir, pero oyó la voz de Joe que le daba órdenes al guardia. Con la cabeza erguida, _________ se dirigió a la habitación principal.
La lámpara estaba encendida y lanzaba un resplandor fantasmagórico sobre la habitación. Joe se hallaba de pie, con la espalda hacia el hogar y las manos unidas atrás. Tenía las piernas un poco separadas, en una postura que indicaba muy bien que era el señor de todo lo que dominaba.
________ recordó cómo se había arrojado en brazos de él y le había pedido que la besara. De todos los hombres en quienes hubiese podido buscar consuelo y comprensión, él era el último que debió elegir. No había nada de compasión en ese cuerpo carente de corazón.
Él le dirigió una mirada larga, dura. ________, a la defensiva, levantó su mentón una fracción de centímetro y le devolvió la mirada con serenidad. Él posó su mirada en la mejilla de ella y ________ dedujo que la piel ya debía estar amoratada, además de hinchada. Ahora empezaba a dolerle más, con una palpitación dolorosa que latía dentro de su cabeza y la hacía sentirse ligeramente mareada.
Llamaron a la puerta. Joe dio secamente su permiso para que entraran. ________ se estremeció con violencia.
Cuando se abrió la puerta, se volvió para no ver la cara repulsiva de su atacante. Bajó la vista al suelo y escuchó el breve diálogo en español.
—Es la señora quien desea decirte algo —anunció Joe en un tono mortalmente calmo.
Ella lo miró con furia y odió la incredulidad que asomaba a los ojos oscuros de él. Se obligó a volver la vista al suelo y preparó sus nervios para preparar esta escena desagradable.
Primero vio a Laredo, quien entornó brevemente los ojos cuando le vio la mejilla herida. Se puso rígida y miró al hombre que Laredo sujetaba de un brazo.
Un par de ojos negros confundidos y somnolientos le devolvieron la mirada, interrogantes e inseguros. Era Juan, el hombre que había sido su constante compañero durante esos últimos tres días. Él y Laredo eran los únicos que se acercaban a ser sus amigos. Su desaliento al descubrir por qué Joe había estado tan seguro de que ella mentía la dejó sin habla.
Como de lejos, ________ oyó una orden dada en español. Una arruga cruzó el entrecejo de Laredo cuando soltó el brazo de Juan y se le puso detrás para levantarle la camisa. Enseguida, miró a Joe y meneó la cabeza. En el mismo instante, ________ tuvo conciencia de que Joe estaba detrás de ella.
—No hay ninguna herida, señora.
Debajo de las palabras envueltas en hielo, ella oyó la punzante acusación de que era una embustera y algo peor.
En un estallido de furia, recobró el habla. Él era demasiado rápido para condenarla.
—¡Yo no me refería a él! —exclamó mientras la cabeza le latía como si hubiera un millar de demonios en su interior—. Me refería al bastardo asesino que mató a mi marido… ¡El mismo a quien tú me diste por breve tiempo y después me quitaste! ¡Evidentemente, él decidió que era tiempo de terminar con tu exclusividad en el uso de mi cuerpo y compartir el premio! ¡Laredo sabe a que animal obeso y repugnante me refiero!
Desahogada su furia, ________ empezó a llorar de forma incontrolable. Se apartó de Joe con la espalda encorvada por la vergüenza y la degradación. Lágrimas ardientes le caían de los ojos y le quemaban las mejillas. Sus rodillas amenazaban doblársele y se tambaleó ligeramente. Unos dedos fuertes se tendieron para tomarla de los hombros.
—¡No me toques! —________ retrocedió salvajemente, con la voz ronca y quebrada por sollozos desgarrantes—. ¡Cerdo! ¡Animal!
Estaba histérica.
Jurando salvajemente en español, Joe lanzó una serie de órdenes terminantes. En cuestión de segundos, su cuerpo estremecido y sollozante fue tomado por otros brazos. Algo duro le tocó los labios y ________ se retorció y apartó la boca. El objeto la siguió con insistencia.
—Vamos, ________ —dijo Laredo en tono firme—. Bebe esto. —Ella seguía resistiéndose, llorando en forma descontrolada—. ¡Bébelo!
Él aferró un puñado de pelo, le tiró la cabeza hacia atrás y a la fuerza le vertió un poco de líquido entre los labios. El licor pareció quemarle la garganta. Tosiendo y jadeando, ________ apartó la botella de su boca y Laredo no la obligó a beber más.
Momentos después, cuando disminuyó el ardor en su garganta, ________ pudo respirar sin sentir que tenía fuego en los pulmones. La dosis de licor había detenido su histeria y secado sus sollozos, que ahora eran reemplazados por hipidos. Apoyó la cabeza en el hombro de Laredo, agradecida al apoyo que él le prestó rodeándola con un brazo.
Sus pestañas mojadas en lágrimas se abrieron lentamente, su mirada fue atraída por la implacable frialdad de los ojos de Joe. ________ tuvo que soportar esta mirada helada sólo un segundo antes que la puerta se abriera para distraer la atención de él.
Esta vez ________ tuvo motivo para estremecerse. Dos hombres arrastraban y cargaban a un tercero dentro de la habitación. Una oleada de repugnancia la envolvió cuando lo vio. El hombre estaba sin camisa, con su torso corpulento y desnudo expuesto. Pese a la gordura, ________ sabía que esos músculos no eran fláccidos. Un tosco vendaje le envolvía el amplio pecho y la tela estaba manchada de escarlata con su propia sangre.
Joe no podía ahora dudar de ella, pensó ________ mientras su mirada llena de rencor iba hacia él. Pero las facciones de él eran una máscara de líneas crueles, despiadadas, fríamente remotas.
La luz de la lámpara se reflejó en un objeto metálico que tenía en la mano. ________ miró y vio un cuchillo, el cuchillo de Juan, el cuchillo que ella había usado para defenderse. Joe dio un paso lento y amenazador hacia el hombre que los otros tenían inmovilizado. La expresión de los ojos de Joe llenó de terror el corazón de ________. Joe iba a matar al hombre. Lo sabía. Hasta ________ quería ver morir a Ortega; sin embargo, una parte de ella retrocedía ante lo que estaba sucediendo.
Cuando Joe dio el segundo paso, el asesino de Brad debió de comprender cuáles eran sus intenciones y empezó a balbucear en español. Su voz era casi un lloriqueo. ________ miró a Joe, esperando ver desprecio grabado en sus duras facciones. Él estaba de pie rígidamente, con los hombros tiesos. En su mandíbula se crispaba un músculo. Hubo un cambio sutil en la atmósfera. ________ sintió que la atención de los otros se dirigía ahora a ella. Levantó la vista para mirar la cara de Laredo. Él estaba mirándola, estudiándola con una mezcla de escepticismo y severidad. ________ sintió que le corría un escalofrío por la columna vertebral.
—¿Qué pasa? —preguntó con recelo—. ¿Qué está diciendo él de mí? —________ exigió una traducción.
Laredo la miró un minuto antes de hablarle.
—Él dice que estaba de guardia afuera y que tú te acercaste a la puerta y le hiciste señas para que entrara. Él sabía que no debía hacerlo, pero era de noche y creyó que podía haber algo malo.
________ empezó a sacudir la cabeza, apartándose del brazo que le rodeaba los hombros.
—¡No! —negó con vehemencia.
—Él dijo que tú empezaste a hablarle —continuó Laredo—. Él no entendía lo que le decías, pero creyó que tú querías abandonar el cañón y que querías que él te ayudase. Cuando él se negó, tú te acercaste más a él y dejaste que la manta cayera al suelo. Después le echaste los brazos al cuello y él perdió la cabeza. Fue entonces que te apoderaste de su cuchillo y lo heriste. Dijo que lo engañaste y que hubieras huido si él no te golpeaba.
—¡No es verdad! —protestó ella con energía.
—Él jura por la Virgen Santísima que dice la verdad —replicó Laredo con voz neutra.
—¡No es verdad! —________ se dirigió a Joe.
Inconscientemente, cruzó el espacio que los separaba.
—¡Eso no es verdad! —repitió.
Era imperativo que Joe le creyese. ¡Pero él estaba tan distante! Parecía una estatua de bronce que la mirase con ojos que no veían. Ella supo que él y Laredo estaban recordando aquella ocasión en que ella había tratado de conseguir la ayuda de Laredo para escapar. Sujetándose la manta con una mano, ________ se acercó más y pasó un brazo alrededor de la cintura de él.
—¡Ni una palabra de lo que te dijo es verdad! —Su voz sonó ronca por la emoción—. Él vino a nuestra habitación cuando yo estaba durmiendo. Trató de someterme. ¿Por qué crees que yo te rogué que me abrazaras y me besaras?
Algo brilló en los ojos de él, una suave luz que animó a _______. Instintivamente, él la rodeó con un brazo y la atrajo hacia su pecho musculoso. La manta se deslizó de un hombro y él apoyó la mano en la piel desnuda, casi como acariciándola. Entonces, Juan, el atacante, habló otra vez y _______ sintió que del contacto de Joe desaparecía la calidez.
—¿Qué dijo? —preguntó ________, apretándose más contra Joe, tratando de romper la barrera que se había levantado súbitamente.
—Dijo que tú te enroscaste como una serpiente también alrededor de él. —Su voz sonaba neutra, sin emoción, pero sus dedos se hundieron crueles en el hombro de ella—. Dice que lo hechizaste y sedujiste en la forma que estás tratando de hacer conmigo.
—¡Oh! —Fue un grito ahogado de protesta.
________ trató de retorcerse entre sus brazos, pero Joe la sujetó.
—Tú a mí no me hechizas —dijo él lentamente—, y tampoco escapas de mí.
El de sus ojos era como el de una leona asesina. Con la espalda apoyada en la pared cerca de la arcada que daba a la habitación principal, ________ esperaba a su víctima. Inmóvil, escuchó los pasos que se acercaban. Una sonrisa feroz le curvó la boca cuando la corpulenta figura entró en el pasillo.
________ levantó el cuchillo, apuntó a la columna vertebral y golpeó. Pero la hoja cortó el aire vacío, pues el blanco giró y esquivó el arma. Ella había lanzado todo el peso al fallido golpe mortal.
Perdió el equilibrio y lloró de frustración. Una tenaza de acero se aplastó contra su muñeca y le golpeó la mano contra la pared. El impacto hizo que el cuchillo cayese al suelo.
—¡No! —exclamó transida de furia.
—¡No cabalgué en mitad de la noche para ser asesinado en mi propia casa! —estalló una voz familiar e iracunda.
—¿Joe? ¿Eres tú? —gritó ________, incrédula. Su furia se apagó tan rápidamente como había empezado—. ¡Estás de vuelta! ¡Oh, Dios, estás de vuelta! —Se le arrojó en los brazos y apoyó la cabeza en la solidez del pecho de él—. ¡Me alegro tanto, tanto!
Él dejó que las alforjas se deslizaran de sus hombros y cayeran al suelo. Habían sido esas alforjas las que aumentaron los contornos de su figura, ocultando su silueta esbelta. No la rodeó inmediatamente con los brazos, aunque ella siguió aferrada.
—________…
Ella percibió la ira y la confusión mezcladas en la voz de él de él y movió la cabeza protestando.
—¡Abrázame! —Su voz palpitaba con la necesidad de sentir la fuerza de Joe—. ¡Por favor, abrázame, nada más!.
En el abrazo de él había un refugio seguro y ________ no se preguntó por qué.
Él vaciló y después la rodeó con sus brazos. Sus manos se movieron a lo largo de la espina dorsal de ella para apretarla con firmeza contra él. Inclinó su cabeza y frotó su mentón y mandíbula contra la sedosa confusión del pelo de ella.
La sensación del cuerpo duro de Joe estaba empezando a borrar las huellas del contacto de Ortiga. Empezó a besarlo en el pecho. Los firmes latidos del corazón de él, aseguraron a ________ que lo que hacía era lo correcto.
Levantó la cabeza y dejó que sus besos se trasladaran al hueco del cuello de él. Sus dedos apartaron el cuello de la camisa y desabrocharon sus botones para poder acariciarle el pecho con las manos.
Él le rozó la sien con los labios y _________ se estremeció de súbito deseo. Levantó otra vez la cabeza para ver las facciones fuertes de él y entreabrió los labios en silenciosa invitación. Él clavó la mirada en esa boca suave y temblorosa, húmeda y brillante.
—Por favor… —murmuró ________—. Bésame…
Él aguardó un segundo infinito antes de bajar su cabeza y aceptar la invitación. Su boca se abrió sobre la de ella, dura y hambrienta. ________ devolvió el beso con el mismo fuego insaciable, sin percatarse hasta ese momento de cuánto le había enseñado Joe sobre hacer el amor. Le abrió la camisa a fin de poder apoyar sus pechos contra el pecho desnudo de él.
Con experiencia surgida de la práctica, las manos de él le acariciaron las caderas, redescubriendo los puntos de placer. Su boca se movió para investigar esos lugares de pasión y accidentalmente rozó la mandíbula dolorida de ________.
El dolor la atravesó como astillas de vidrio. Sin querer, ________ gritó, se llevó la mano a la parte lastimada y movió la cabeza. Instantáneamente sintió que los dedos gentiles de él le tocaban una mano.
—¿Te hice daño? —preguntó Joe sorprendido con voz ronca.
—No, yo… —trató de protestar ________.
—Déjame ver —ordenó él con suavidad pero no por ello dejó de ser una orden. Apartó la mano de ella y exploró delicadamente la mandíbula. Ella dio un respingo cuando rozó la parte hinchada—. ¿Qué es esto? —preguntó torvamente—. ¿Cómo le pasó esto a tu cara?
Sus facciones severas quedaban en penumbra en la débil luz, pero ________ pudo ver la tensión implacable de la mandíbula y la boca. Se le llenaron los ojos de lágrimas cuando el sórdido relato salió de sus labios.
—…Él estaba tratando de violarme y yo luché con él. Me apoderé de su cuchillo y lo herí. Fue entonces cuando me golpeó. Cuando tú viniste, creí que eras él que venía a terminar lo que había empezado. Fue por eso que traté de clavarte el cuchillo… porque creí que eras él y yo quería matarlo. ¡Yo quería matarlo! —repitió otra vez al borde de la histeria.
—¿Quién? —Le clavó salvajemente los dedos en los hombros y la sacudió con violencia—. ¿Quién te hizo esto? ¿Quién?
Su momentánea histeria fue remplazada por cólera. ________ lanzó a Joe el nombre de su atacante.
—¡Juan! —gritó, como escupiendo el veneno de su odio.
La respuesta de él fue un explosivo:
—¡Embustera!
La empujó y la envió violentamente contra la pared.
Hacía un momento ________ era todo amor, ahora era todo odio.
—¡Si no me crees, ve tú mismo a preguntárselo! —gritó—. ¡Encontrarás heridas de cuchillo en su espalda… tres heridas!
La cara de él era como granito tallado, dura e inescrutable. Sus ojos miel eran como astillas ennegrecidas de hielo que la perforaban con helada ira, penetrando hasta el hueso.
—Harás tu acusación delante de él —dijo con la boca apretada en una delgada línea.
—¡Con placer! —repuso _________ con vigor.
Joe giró sobre sus talones, rígido de ira y caminó hacia la habitación principal. ________, trémula de indignación, entró en el dormitorio. El dedo gordo de su pie tocó el borde de la manta que estaba en el suelo. La levantó y se envolvió con ella, pues de pronto sentía mucho frío. Hubiera querido acostarse en la cama y dormir, pero oyó la voz de Joe que le daba órdenes al guardia. Con la cabeza erguida, _________ se dirigió a la habitación principal.
La lámpara estaba encendida y lanzaba un resplandor fantasmagórico sobre la habitación. Joe se hallaba de pie, con la espalda hacia el hogar y las manos unidas atrás. Tenía las piernas un poco separadas, en una postura que indicaba muy bien que era el señor de todo lo que dominaba.
________ recordó cómo se había arrojado en brazos de él y le había pedido que la besara. De todos los hombres en quienes hubiese podido buscar consuelo y comprensión, él era el último que debió elegir. No había nada de compasión en ese cuerpo carente de corazón.
Él le dirigió una mirada larga, dura. ________, a la defensiva, levantó su mentón una fracción de centímetro y le devolvió la mirada con serenidad. Él posó su mirada en la mejilla de ella y ________ dedujo que la piel ya debía estar amoratada, además de hinchada. Ahora empezaba a dolerle más, con una palpitación dolorosa que latía dentro de su cabeza y la hacía sentirse ligeramente mareada.
Llamaron a la puerta. Joe dio secamente su permiso para que entraran. ________ se estremeció con violencia.
Cuando se abrió la puerta, se volvió para no ver la cara repulsiva de su atacante. Bajó la vista al suelo y escuchó el breve diálogo en español.
—Es la señora quien desea decirte algo —anunció Joe en un tono mortalmente calmo.
Ella lo miró con furia y odió la incredulidad que asomaba a los ojos oscuros de él. Se obligó a volver la vista al suelo y preparó sus nervios para preparar esta escena desagradable.
Primero vio a Laredo, quien entornó brevemente los ojos cuando le vio la mejilla herida. Se puso rígida y miró al hombre que Laredo sujetaba de un brazo.
Un par de ojos negros confundidos y somnolientos le devolvieron la mirada, interrogantes e inseguros. Era Juan, el hombre que había sido su constante compañero durante esos últimos tres días. Él y Laredo eran los únicos que se acercaban a ser sus amigos. Su desaliento al descubrir por qué Joe había estado tan seguro de que ella mentía la dejó sin habla.
Como de lejos, ________ oyó una orden dada en español. Una arruga cruzó el entrecejo de Laredo cuando soltó el brazo de Juan y se le puso detrás para levantarle la camisa. Enseguida, miró a Joe y meneó la cabeza. En el mismo instante, ________ tuvo conciencia de que Joe estaba detrás de ella.
—No hay ninguna herida, señora.
Debajo de las palabras envueltas en hielo, ella oyó la punzante acusación de que era una embustera y algo peor.
En un estallido de furia, recobró el habla. Él era demasiado rápido para condenarla.
—¡Yo no me refería a él! —exclamó mientras la cabeza le latía como si hubiera un millar de demonios en su interior—. Me refería al bastardo asesino que mató a mi marido… ¡El mismo a quien tú me diste por breve tiempo y después me quitaste! ¡Evidentemente, él decidió que era tiempo de terminar con tu exclusividad en el uso de mi cuerpo y compartir el premio! ¡Laredo sabe a que animal obeso y repugnante me refiero!
Desahogada su furia, ________ empezó a llorar de forma incontrolable. Se apartó de Joe con la espalda encorvada por la vergüenza y la degradación. Lágrimas ardientes le caían de los ojos y le quemaban las mejillas. Sus rodillas amenazaban doblársele y se tambaleó ligeramente. Unos dedos fuertes se tendieron para tomarla de los hombros.
—¡No me toques! —________ retrocedió salvajemente, con la voz ronca y quebrada por sollozos desgarrantes—. ¡Cerdo! ¡Animal!
Estaba histérica.
Jurando salvajemente en español, Joe lanzó una serie de órdenes terminantes. En cuestión de segundos, su cuerpo estremecido y sollozante fue tomado por otros brazos. Algo duro le tocó los labios y ________ se retorció y apartó la boca. El objeto la siguió con insistencia.
—Vamos, ________ —dijo Laredo en tono firme—. Bebe esto. —Ella seguía resistiéndose, llorando en forma descontrolada—. ¡Bébelo!
Él aferró un puñado de pelo, le tiró la cabeza hacia atrás y a la fuerza le vertió un poco de líquido entre los labios. El licor pareció quemarle la garganta. Tosiendo y jadeando, ________ apartó la botella de su boca y Laredo no la obligó a beber más.
Momentos después, cuando disminuyó el ardor en su garganta, ________ pudo respirar sin sentir que tenía fuego en los pulmones. La dosis de licor había detenido su histeria y secado sus sollozos, que ahora eran reemplazados por hipidos. Apoyó la cabeza en el hombro de Laredo, agradecida al apoyo que él le prestó rodeándola con un brazo.
Sus pestañas mojadas en lágrimas se abrieron lentamente, su mirada fue atraída por la implacable frialdad de los ojos de Joe. ________ tuvo que soportar esta mirada helada sólo un segundo antes que la puerta se abriera para distraer la atención de él.
Esta vez ________ tuvo motivo para estremecerse. Dos hombres arrastraban y cargaban a un tercero dentro de la habitación. Una oleada de repugnancia la envolvió cuando lo vio. El hombre estaba sin camisa, con su torso corpulento y desnudo expuesto. Pese a la gordura, ________ sabía que esos músculos no eran fláccidos. Un tosco vendaje le envolvía el amplio pecho y la tela estaba manchada de escarlata con su propia sangre.
Joe no podía ahora dudar de ella, pensó ________ mientras su mirada llena de rencor iba hacia él. Pero las facciones de él eran una máscara de líneas crueles, despiadadas, fríamente remotas.
La luz de la lámpara se reflejó en un objeto metálico que tenía en la mano. ________ miró y vio un cuchillo, el cuchillo de Juan, el cuchillo que ella había usado para defenderse. Joe dio un paso lento y amenazador hacia el hombre que los otros tenían inmovilizado. La expresión de los ojos de Joe llenó de terror el corazón de ________. Joe iba a matar al hombre. Lo sabía. Hasta ________ quería ver morir a Ortega; sin embargo, una parte de ella retrocedía ante lo que estaba sucediendo.
Cuando Joe dio el segundo paso, el asesino de Brad debió de comprender cuáles eran sus intenciones y empezó a balbucear en español. Su voz era casi un lloriqueo. ________ miró a Joe, esperando ver desprecio grabado en sus duras facciones. Él estaba de pie rígidamente, con los hombros tiesos. En su mandíbula se crispaba un músculo. Hubo un cambio sutil en la atmósfera. ________ sintió que la atención de los otros se dirigía ahora a ella. Levantó la vista para mirar la cara de Laredo. Él estaba mirándola, estudiándola con una mezcla de escepticismo y severidad. ________ sintió que le corría un escalofrío por la columna vertebral.
—¿Qué pasa? —preguntó con recelo—. ¿Qué está diciendo él de mí? —________ exigió una traducción.
Laredo la miró un minuto antes de hablarle.
—Él dice que estaba de guardia afuera y que tú te acercaste a la puerta y le hiciste señas para que entrara. Él sabía que no debía hacerlo, pero era de noche y creyó que podía haber algo malo.
________ empezó a sacudir la cabeza, apartándose del brazo que le rodeaba los hombros.
—¡No! —negó con vehemencia.
—Él dijo que tú empezaste a hablarle —continuó Laredo—. Él no entendía lo que le decías, pero creyó que tú querías abandonar el cañón y que querías que él te ayudase. Cuando él se negó, tú te acercaste más a él y dejaste que la manta cayera al suelo. Después le echaste los brazos al cuello y él perdió la cabeza. Fue entonces que te apoderaste de su cuchillo y lo heriste. Dijo que lo engañaste y que hubieras huido si él no te golpeaba.
—¡No es verdad! —protestó ella con energía.
—Él jura por la Virgen Santísima que dice la verdad —replicó Laredo con voz neutra.
—¡No es verdad! —________ se dirigió a Joe.
Inconscientemente, cruzó el espacio que los separaba.
—¡Eso no es verdad! —repitió.
Era imperativo que Joe le creyese. ¡Pero él estaba tan distante! Parecía una estatua de bronce que la mirase con ojos que no veían. Ella supo que él y Laredo estaban recordando aquella ocasión en que ella había tratado de conseguir la ayuda de Laredo para escapar. Sujetándose la manta con una mano, ________ se acercó más y pasó un brazo alrededor de la cintura de él.
—¡Ni una palabra de lo que te dijo es verdad! —Su voz sonó ronca por la emoción—. Él vino a nuestra habitación cuando yo estaba durmiendo. Trató de someterme. ¿Por qué crees que yo te rogué que me abrazaras y me besaras?
Algo brilló en los ojos de él, una suave luz que animó a _______. Instintivamente, él la rodeó con un brazo y la atrajo hacia su pecho musculoso. La manta se deslizó de un hombro y él apoyó la mano en la piel desnuda, casi como acariciándola. Entonces, Juan, el atacante, habló otra vez y _______ sintió que del contacto de Joe desaparecía la calidez.
—¿Qué dijo? —preguntó ________, apretándose más contra Joe, tratando de romper la barrera que se había levantado súbitamente.
—Dijo que tú te enroscaste como una serpiente también alrededor de él. —Su voz sonaba neutra, sin emoción, pero sus dedos se hundieron crueles en el hombro de ella—. Dice que lo hechizaste y sedujiste en la forma que estás tratando de hacer conmigo.
—¡Oh! —Fue un grito ahogado de protesta.
________ trató de retorcerse entre sus brazos, pero Joe la sujetó.
—Tú a mí no me hechizas —dijo él lentamente—, y tampoco escapas de mí.
F l ♥ r e n c i a.
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
AAYY NO!!
Ya me confundi!!
Osea que no me quiere JOE?? :( :?:
O QUE???!!
QUE DESESPERACION!!
SIGUELA!!
QUE ME MUERO!
Ya me confundi!!
Osea que no me quiere JOE?? :( :?:
O QUE???!!
QUE DESESPERACION!!
SIGUELA!!
QUE ME MUERO!
s@r!!
Re: ~Acercate al Viento~ (Joe & Tu)
En serio no la puedes dejar asi! Te lo prohibo!! Te baneo! Haha no tanto pero por dios no puedes dejarla asi!
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