Re: Equinox {Novela colectiva} [Cancelada]

por **Leslye Everdeen.** Lun 06 Ago 2012, 5:55 pm

Ya:3? Vale, entonces ma;ana xd

por **Nella †** Lun 06 Ago 2012, 6:00 pm

Si, es que aca son las 2 de la mañana! Xd jajaja pero nah, espera me conecto y me dices :)

por **Nella †** Lun 06 Ago 2012, 6:02 pm

Pero creo que vas a tener que decirme tu msn para agregarte porque desde el movil no me deja aceptar a quienes me agregan, creo :S enviame tu msn por mp :)

por **YassGenao** Lun 06 Ago 2012, 6:03 pm

En realidad ni si quiera sabia que era una novela xd
Pensaba que era un libro de una escritora famosa o algo asi :P

por Invitado Lun 06 Ago 2012, 6:06 pm

ULTIMO DÍA DEL TURNO DE ALICE.
{Alice la del nombre de usuario largo, NO queenalice. xd}

por Invitado Lun 06 Ago 2012, 8:15 pm

me di cuenta que el miércoles es mi turno otra vez y yo solo tengo escrito el principio de mi cap D:
*empieza a correr como desesperada* me sentía tan segura de que faltaba tanto xd

por **Leslye Everdeen.** Lun 06 Ago 2012, 8:21 pm

YassGenao escribió:En realidad ni si quiera sabia que era una novela xd
Pensaba que era un libro de una escritora famosa o algo asi :P

Es una novela, basada en un cortometraje todo :z:

por **Nella †** Mar 07 Ago 2012, 5:07 am

Leslie. escribió:
YassGenao escribió:En realidad ni si quiera sabia que era una novela xd
Pensaba que era un libro de una escritora famosa o algo asi :P

Es una novela, basada en un cortometraje todo :z:

~~Y además es una novela de lo más awesome.~~

por Invitado Mar 07 Ago 2012, 10:04 pm

~~oksoymuytorpe.~~
¡HOY: {MIÉRCOLES}
EMPIEZA EL TURNO LIBRE!
Para que estas personas puedan subir capitulo si así lo desean:
QueenAlice
Yasser.
Pola.
Annie.
Aly.
Alice.

por **Grace.** Miér 08 Ago 2012, 8:29 pm

Me das el domingo para subir cammi?
D:

por Invitado Miér 08 Ago 2012, 8:59 pm

QuEeN aLiCe escribió:Me das el domingo para subir cammi?
D:

Tal vez podrías cambiar turno con Nella :)
Ella se va ir de vacaciones así que parece una buena idea (?)
digo si quieren (? xd o si yo subo capitulo el viernes
(porque en teoría mi turno empieza el jueves, el sábado empezaría tu turno y tendrías hasta el domingo y no habría ningún problema, como quieran :)

por **Nella †** Jue 09 Ago 2012, 3:07 am

Hey! Bueno, eeehmmm... Por mi tampoco habria ningun problema pero la cosa es que yo estoy super desinspirada y, bueno, estaba esperando a que tu, Cammi, subieses cap para poder inspirarme para el mio xd jajaja
Yo podria cambiarle el turno a Alice, digo, asi yo podria o subir mi cap o dejartelo a ti cammi (como hice en otra nove con Leslie) para que lo subas cuando sea mi turno... Porque, bueno, yo me voy el viernes de vacaciones, pero si tu subes tu cap el jueves quizas yo me inspire(que se que si xd) y pueda escribir un cap el mismo Jueves y te lo dejo o lo subo el viernes rapidisimo para que asi el turno de Alice sea el Sabado y el Domingo :3

por Invitado Jue 09 Ago 2012, 5:07 pm

Capitulo 9:

Cuando las diferencias ganan.

Alanis recordaba cuando tenía una edad menor a la de ahora. No le tenían permitido ir como voluntaria a ayudar en la guerra. Si bien, ella no luchaba, deseaba ser participar de ello. Los curadores se quedaban en la sombras, esperando por si alguien resultara herido y necesitaran curarlo de inmediato. Después de todo, lo soldados podían tener poderes, pero no eran inmortales. No podía curarse solos o vivir sin su ayuda. Pero si no tenías arriba de dieciséis años, no podías acompañarlos. Debías quedarte en la base lunar, entrenando.
Ella se levanto suspirando, no es que extrañara las guerras, sino la compañía de los soldados. Todo por aquí era distinto cuando ellos estaban, la base lunar estaba muy silenciosa sin ellos. No había gritos, ni risas y gente corriendo de aquí para allá. Con su partida, no solo le habían dicho adiós a ellos, sino también a sus comentarios sarcásticos, las discusiones que se producían a causa de estar en desacuerdo con regularidad. Pero todo aquello, era parte de las vidas de ellos, y ahora que se habían ido. Parecía que se había n llevado un poco de vida de la base.
Observo la tabla electrónica que estaba sobre la mesa que había en su habitación, al observar el lugar no pudo evitar darse cuenta, como siempre hacia, lo blanco que era todo. Blanco y plateado, rodeaba todas las habitaciones. Las paredes, y los suelos. Y solos artefactos, como las camas, las mesas o sillas, eran de color plateado, como el metal. Pensó que por eso le había resultado tan fácil a Lysander escapar, allí había un gran cantidad de metal.
Apretó el botón de encendido en la tabla y un gran mural se extendió en la pared. Empezó a pasar secuencias de televisión, realmente no parecía haber nada que le interesara. Pero en aquel instante la cara de la presidenta apareció en pantalla.
—Queridos ciudadanos, he aquí su presidenta. —Ella sonrío ante la cámara, estaba impecable como siempre—. Hemos atrapado a un robot rebelde, lo capturamos y ahora lo tienen ante sus ojos.
La cámara cambio, y apunto a un joven. Alanis llevo una mano a su boca sorprendida de verlo allí.
—Oh, Damen… —Dijo mientras veía que el forcejaba ante los defensores del orden, lo sostenían con fuerza pero ella se preguntaba porque él no había hecho nada, podía acabar con ellos.
—Número 6. —lo llamo la presidenta, no uso su nombre, sino como a veces los llamaban los científicos. Por el número por el cual fueron creados, el mismo número de sus habitaciones en la base lunar—. Fue creado hace veintidós años, y hoy es sentenciado a muerte.
Ella dejo escapar un grito ahogado al escucharla, la puerta de su habitación se abrió. Nimess y Arianna entraron por allí las dos con la misma cara de espanto que la propia Alanis.
—Y su condena, es fusilamiento ante todo el país. —Las tres chicas se miraron entre sí horrorizadas, la pelirroja y la castaña se habían sentado una a cada lado de Aly.
—No… Ellos simplemente no pueden hacer esto ante todo el mundo. —Escuchó decir a Nimess a su lado. Ella no respondió, seguía mirando la pantalla con los ojos como platos. Vieron como ponían a Damen contra un paredón, de frente mirando hacia las armas. Y aunque las armas parecían más avanzadas que antes, siempre tenían la misma función: matar.
—Quiero advertirles, que ante ojos muy sensibles esto no será recomendable de ver. —Aclaro la presidenta—. Por lo cual, es mejor voltear y no ver, pero los ojos ciegos jamás verdad la verdad.
Y así, sin más, las cámaras pasaron a filmar a Damen. Pero de fondo se escucho la voz de la presidenta.
—Porque en una guerra, solo los más fuertes ganan. Ellos han sido creados por humanos, serán destruidos por los mismos.
Damen nunca cerró los ojos, miraba fijamente a las armas, a cada rostro de aquellos humanos. Eran lo mismo que ellos, pero sin un ADN mezclado. Un estallido de disparos se escucho cuando la presidenta termino su discurso. A su lado Anny volteo la vista y hundió su rostro en el hombro de Alanis, pero las otras dos chicas observaron horrorizadas como el cuerpo del chico era traspasado por las balas y la presidenta había autorizado aquello.
Una sensación de desahogo, de estar viviendo otra vez la misma situación corrió por el cuerpo de Alanis. Allí estaba, otro soldado al cual no podía sanar, no era Theus, pero de todas formas no podía dejar de pensar que se había armado una guerra en medio de todo aquello. Los soldados seguían luchando, pero ellos se habían quedado paralizados sin ayudar, sin estar de ningún lado. Pero en fondo de sus corazones solo había una urgencia, deseaban que los soldados jamás sean encontrados, o que ganen ellos. Porque si perdían a la gente que amaban, de la misma forma que habían matado a Damen, acabarían también con una parte de ellos.

Casa presidencial.
{Unas horas antes}

La mujer sonrío satisfecha al ver a uno de los Equinox frente a sus ojos, a un soldado. Estaba sedado y su poder era inútil. Había funcionado, aquel somnífero en el que tanto habían trabajado sus científicos dio resultado. Ahora él se encontraba allí, medio drogado y sin poder defenderse, frente a ellos. Soltó una carcajada y negó con la cabeza.
—Realmente se creyeron imparables ¿no es así? —Pronuncio aquellas palabras mientras se acercaba al muchacho de veintidós años. Este la observo con los ojos descolocados sin saber bien que estaba pasando, pero aun así por fuera el parecía normal como si nada le hubiese sucedido. Todo lo contrario a como se sentía por dentro, como si sus sentidos no respondieran y todo su cerebro se hubiese llenado de una horrible y brumosa niebla.
—¿Qué planea hacer con él, presidenta? —Ella no respondió, seguía mirando al chico maravillada. Les había costado mucho encontrar a uno de ellos, este se había separado del grupo y solo había logrado ser presa fácil.
—Debemos experimentar con él, para encontrar la cura del problema… —Empezó a decir el doctor Dixson. Pero sus palabras se extinguieron, rebotando en un silencio abrupto contra las paredes de aquella habitación, cuando vio a Briggman negar con la cabeza.
—No, esta vez… No será a tu manera, Dixson. —Ella giro sobre sus talones y lo observo a los ojos—. Mira como han terminado las cosas por hacerlas a tu manera…
—Pero… —Él quiso protestar, pero una sola mirada de ella basto para silenciarlo.
—Ahora encontraremos a estas criaturas y las extinguiremos del planeta tierra. —Su voz era calmada y su tono bajo, pero había un odio impregnado en cada palabra.
—¿Destruirlos? —Se escuchó la voz de Dahlia desde el fondo, era una de las científicas más jóvenes y Sigrid Briggman ni siquiera se dedico a dirigirle la palabra, mucho menos a responder su pregunta.
—En la guerra solo uno puede ganar. Y para ganar, hay que destruir. —Ella empezó a caminar lentamente por el lugar, era una sala cerrada sin ventanas, ubicada en la misma casa presidencial—. Usted los creo, Dr. Dixson. Y es por eso que supongo que usted sabrá como destruirlos…
—Yo… —Él estaba perplejo mientras la escuchaba, jamás se le hubiese pasado por la cabeza pensar en destruir a los soldados que el mismo había creado junto a sus compañeros.
—Y sino… Yo encontraré la forma. —Casi fue un susurró, pero sonó fuerte y claro en aquel lugar tan silencioso. Llego a todos los oídos de los presentes, y hasta al mismo Damen. Todos sabían que significaba aquello, ella los mataría a todos ya que ahora le resultaban algo inservible.

Los soldados.
{Al día siguiente}

Ellos se habían enterado, y estaban seguros que era lo que la presidenta deseaba. Algunos soldados se encontraban inquietos pensando de qué forma habían logrado atrapar a Damen, otros estaban sedientos de venganza, listo para ir a luchar. Pero había un grupo que tenía que poner orden, por el bien de todos.
—¡No pueden ir allí! —Gritó Zach mientras negaba con la cabeza —. ¿Es que no lo entienden?
—Yo también tengo el mismo deseo de ustedes, de acabar con ellos. —Dijo Hood mientras los miraba a cada uno con lentitud, sus ojos hacían que ellos pensaran dos veces si pasar por arriba de él —. Pero sería una tontería arriesgarnos por un muerto.
Todos empezaron a hablar y gritar a la misma vez, ellos no les importaba, deseaban sangre. La sangre de la presidenta y de todos los del gobierno.
—¡Dejen de comportarse como idiotas! —El gritó de Lysander logró que se callaran, él los miraba con enojo y casi decepción —. ¿Es que ninguno de ustedes puede entender que si vamos allí no tendremos oportunidad? ¿Ninguno piensa que tal vez ellos encontraron alguna forma de neutralizar nuestros poderes y es por eso que atraparon a Damen?
—Explícaselos cuanto quieran, Sander. —Anderson se encontraba cerca de ellos, pero en el fondo, recostado contra la pared. Negó con la cabeza observándolos a todos —. Pero ellos no te escucharan… Es por eso que el gobierno siempre está a un paso delante de nosotros, es por eso que estamos aquí aislados, escondidos como ratas.
—Sander tiene razón. —Una voz de mujer se escuchó en la cueva, Savannah se levantó y los observo con frialdad —. Usen el cerebro de una vez por todas. Damen ya está muerto e ir allí a vengarlo solo nos matara a nosotros también. Nos creíamos tan fuertes, pero al parecer estábamos equivocados.
—Supongo que… Después de todo ellos nos han creado, y encontrarían una forma de luchar contra nosotros. —Fue el más pequeño de todos los soldados quien habló, con voz sabia y un tanto indiferente, como si lo que dijera fuera obvio. Zack se encogió de hombros cuando todos los miraron, Sander lo observo y sonrió casi con orgullo, era lo que él estaba pensando y le encantaba cuando otra persona tenía el mismo intelecto para darse cuenta de lo mismo.
—¿Entonces? ¿Qué haremos? —Preguntó Nive, que miraba a Zach fijamente —. ¿Simplemente sentarnos a esperar que atrapen a otro?
—No… —Pero él simplemente dijo eso, sin contestar realmente lo que quería saber la chica.
—¿Y qué pasa si usan a los curadores para atraparnos? —Preguntó Melisa al recordar que ellos estaban allí, justo en las manos del gobierno —. ¿Y si los asesinan a ellos también?
Todos se quedaron en silencio, ellos no podían sentir amor, pero para algunos existía un lazo que los ataba a los curadores. Un instinto de protección.
—Ellos ya eligieron de que bando estar, ya no podemos protegerlos. —Fue Sander quien dijo aquellas duras palabras, que rebotaron en las mentes de los presentes. Era verdad, desde allí, ya no podían protegerlos de que alguien los dañe como habían hecho siempre.

Astrid tenía solo catorce años, era la última niña soldado que había nacido, pero ella nunca se había conformado con aquel cargo. Siempre deseo ser superior, pero Zack y Zeke, fueron el último soldado y ultimo sanador nacidos, y aunque ella era la última niña, no se conformaba. Sin comentar que odiaba que le repitieran lo pequeña que era, cuando ya tenía catorce años cumplidos. También tenía que admitir que estaba algo decepcionada con todo esto de la rebelión, ella deseaba con ansias cumplir dieciséis y así poder ir a la guerra. Le encantaban, luchar y sobretodo ganar, era su pasión. Pero como no deseaba quedarse junto a los curadores en la base lunar, se unió a la rebelión y se marcho con los soldados.
Ahora se encontraba arrastrando a Zack, literalmente arrastrándolo de un brazo, hacia fuera de la gran cueva. Subían por un montículo de tierra y él chico suspiro frustrado, Trid era todo una madandona que sino hacías algo como ella quería te obligaba.
—¿Puedes soltarme ya? —Preguntó y ella viró los ojos soltándolo. No había otra persona con la cual ella pudiera hablar, y tampoco podía hablar mucho con él, ya que parecía no apreciar su presencia. Pero todos los demás eran mayores y se creían superiores, a Astrid no le gustaba sentirse ignorada por ellos.
—¡Mira! —Gritó señalando frente a ellos cuando llego lo suficientemente alto —. ¡La carretera esta allí!
—¿y? —él chico se sentó en la tierra y empezó a patear algunas piedras que habían en el lugar.
—Y… que deberíamos avisarles a los demás que nos podrían encontrar fácilmente. —Dijo ella como si fuera obvio, pero había un tono de duda en su voz. Zack alzó las cejas.
—¿Enserio crees que ellos no saben que la carretera esta allí? —Ella iba a decir algo, pero luego se callo y con el ceño fruncido se sentó al lado de Zack.
—No sé porque hablo contigo, no eres ni siquiera divertido. —Dijo con enfado mientras se cruzaba de brazos, el chico la observo y volvió a encogerse de hombros.
—Es el simple hecho de que tú no sabes reírte de ti misma. —Le dijo el chico con una sonrisa —. ¿Nunca te pusiste a pensar que tal vez no me agradas?
Ella lo observo boquiabierta con una mirada ofendida y él empezó a reírse.
—Era una broma. —Comentó mientras miraba el rostro de Trid que frunció el ceño y con odio en sus ojos escupió cerca de él. Zack la esquivo y el escupitajo fue a parar en una roca que empezó a disolverse a causa del acido —. ¡Estas intentado disolverme con tu poder!
—Te he dicho, no eres gracioso. —Ella se cruzo de brazos y sonrío, aunque hubiese preferido dar en el blanco. Se quedaron en silencio hasta que Astrid se aburrió y volvió a observar al pelinegro, se había olvidado de su enojo con él y simplemente ella solía decir todo lo que pensaba así que no fue con mala intención cuando pregunto: —. ¿Tú qué piensas? Sobre todo eso de Damen… Sobre los curadores, ¿harías algo si ellos asesinaran a Zeke?

La base lunar.
{Un año atrás}

Alanis levanto la vista para encontrase con la mirada de Theus, él le sonreía y ella le devolvió la sonrisa. Lo estaba sanando después de haber vuelto de la guerra, cuando termino y ella debía marcharse, él palmeo al lado de su cama para indicarle que se sentara. Ella así lo hizo y lo observo divertida.
—Estas muy callado hoy… —Comentó, él simplemente siguió observándola a los ojos, estaba logrando ponerla nerviosa —. ¿Sucede algo?
—Es que no puedo dejar de pensar… —Dijo él y ella alzo las cejas, sin dejarlo terminar añadió:
—Bueno, se supone que tú cerebro piensa todo el tiempo, es una buena señal. —Su tono burlón, hizo a Theus negar con la cabeza con una sonrisa.
—Que graciosa eres, eh pequeña. —Ella iba a decirle que ya no era pequeña, que ese apodo ya no podría usarlo. Pero cuando él se acerco y beso con delicadeza su nariz, simplemente suspiró.
—¿En qué pensabas? —Preguntó mientras trataba de concentrarse en que quería decir, ya que él empezó a besar sus mejillas y su frente.
—Estaba pensando… —Otro beso —. En que si Sander supiera que me siento atraído por su hermana menor me mataría.
—Deberías temer más si el gobierno se enterara de ello. —Él volvió a besar su mejilla, pero jamás sus labios.
—Créeme, le tengo mucho más miedo a tu hermano. —Bromeó él, aunque tampoco le interesara lo que pudiera hacer el gobierno con él, mientras no pusieran un dedo sobre su Alanis.
—Bueno, eres su mejor amigo, lo conoces mejor que nadie. —Ella sonrió, le gustaba recordarle solo para torturarlo un poco, que él estaba allí sentado diciendo que se sentía atraído por la hermana menor de su mejor amigo. Entre ellos era como romper alguna clase de código, que ella no entendía, pero le divertida el rostro agobiado que ponía Theus al recordarlo. Aun así, él jamás había dicho que tendrían que dejar esto por su hermano. Él sujeto su barbilla asiendo que ella lo mire a los ojos.
—Eres mala. —Comentó él con diversión, aun sabiendo que ella no podría y no era un ser con malas intenciones. Ella sonrío y miro los labios de él, jamás la había besado y lo deseaba tanto —. No dejes que Sander se entere.
Ella lo observo curiosa cuando lo escucho susurrar, y alzo sus cejas.
—¿De que no tiene que enterarse? —Pensó que le diría que no debía decir lo que él sentía por ella, pero Theus se inclino sobre Alanis y con una sonrisa dijo:
—Sobre esto. —Y la besó por primera vez.

El instituto.
{El presente}

Alanis se sobresalto en su asiento, se estaba quedando dormida. Apretó los labios para reprimir un sollozo, no había podido dormir bien, había pasado toda la noche soñando con Theus. Suspiró mientras observaba al profesor de matemática, era un robot y siempre sus clases estaban llenas de bullicio. Los humanos no le prestaban atención y lo trataban como si fueran todos maleducados, al menos eso pensaba ella. Clemence estaba en su misma clase, sentada a su lado, negaba con la cabeza mientras observaba como una lapicera metálica salía volando directo hacia la cabeza robótica del profesor.
Este se volteo hacia sus alumnos y los miro con los ojos entrecerrados, era de acero y no parecía humano como ellos. Pero tenía un gran avance, ya que tenía la misma estructura de sus cuerpos. Estos robots estaban hechos de puro metal por el exterior, y este en particular tenía dibujada en su cuello una corbata que cada día cambia de color. Mientras el profesor intentaba lidiar con sus alumnos, Alanis observo alrededor y se paralizo cuando vio aquellos ojos oscuros sobre ella otra vez.
El timbre del término de clases sonó, ensordeciéndolos. Los alumnos se levantaron con rapidez saliendo del salón casi corriendo, sin escuchar cuando el profesor decía que tarea tendrían para su próxima clase.
Alanis buscaba a Clemence entre la multitud que se amontonaba junto a la puerta.
—Apártate de mi camino. —Su respiración se entrecorto cuando escucho su voz tan cerca de ella, se dio media vuelta con lentitud para encontrarse otra vez con él. Sus ojos, que eran de un color verde oscuro, la miraban fijamente con una mueca de asco.
—¿Cuál es tu problema? —Preguntó exasperada, era la segunda vez que le hablaba así. Él se estaba aprovechando de la apariencia buena y débil que ella tenía —. ¿Por qué me tratas así?
Él pareció sorprendido, siempre se sorprendía cuando ella le contestaba, a veces simplemente esperaba que obedeciera sus órdenes.
—Ya te lo he dicho. —Elías volvió a mirarla con asco —. Somos diferentes.
—Tal vez no tanto… —Ella sabía que no podía decir nada, pero aquel chico estaba empezado a sacarla de sus casillas. Y eso era muy difícil de lograr, solo alguien tan ignorante como él podría hacerlo. Su respuesta no pareció gustarle al chico, que la sujeto por un brazo con fuerza.
—Jamás vuelvas a decir que no somos diferentes, tú eres un robot y yo soy un humano. ¿Entiendes? —Le dijo con voz mordaz y ella movió el brazo intentado liberarse de su agarre, lo fulmino con la mirada.
—Lo único que entiendo es que en este momento tú eres el único que no parece humano. —Los ojos de él se volvieron más oscuros, ella pensó que aquello no podía ser posible, pero allí estaba tan oscuros como la noche. Había logrado enfadarlo, pero antes de que él pudiera decir o hacer algo, una rubia apareció por la puerta.
—Aly, ¿sucede algo malo? —Elías la soltó con rapidez, casi por reflejo. Alanis aprovechó para alejarse lo máximo posible de él y llegar hasta Clemence, que había usado una gran valentía ya que la rubia no era una persona que lucharía contra alguien, pero allí estaba como si dijera que no la dejaría sola si él intentaba hacerle daño.
—Son como una plaga, una maldita plaga que deseo que se extinga de una vez por todas. —Elías gruño y negó con la cabeza, las miro con odio y cruzo el camino hasta la puerta casi empujándolas —. Espero que ustedes dos terminen como el robot que fusilaron el otro día en la televisión. ¿Cómo se siente ver a los suyos morir como humanos? No deberían darle ese privilegio.
Y con aquello se marchó, dejándolas sorprendidas ante la frialdad del chico que las veía tan diferentes a él, pero sin duda Elías podría haber sido una soldado, porque no podía tener sentimientos. Pero no era más que un simple humano, que tenía la idea que era muy diferente entre ellos. ¿Qué tan diferentes podían ser ellos de los humanos? Alanis pensaba que no mucho, sabía que su ADN había sido cambiando pero no eran robots. Eran aquellas diferencias las que hacían que discutieran, y sino se arreglaban solo lograrían que aquella guerra siga. Tal vez nunca lograrían ponerse de acuerdo, siempre pensarían que eran diferente entre si. Y si las diferencias ganaban, aquello terminaría en guerra.

por Invitado Jue 09 Ago 2012, 5:09 pm

sé que el número parece un 4, pero es un 9, lo juro xd
ok, eeeeeeeeeeeeeeeeh. bueno, aquí esta mi cap(?)
simplemente estoy sentada hace tres horas escribiéndolo porque no tenía nada xd
Ahora cada uno a partir de lo que paso decidirá que hará su personaje.
Perdón por usar algunos personajes, sé que tal vez eso no era lo que querían que dijera o hicieran, pero siempre pueden encontrar una forma de hacer que ellos cambien de opinión. Solo que me pareció lo más sensato en esas personas (?) y nadaaaaa, si esta algo mal avísenme :B
~~camilashipeasavannahysanderalksdjasd~~

por **Nella †** Vie 10 Ago 2012, 4:56 am

kjdsahfkjasfd Chicaas! os subo cap justo antes de irme de vacaciones!
Se que es corto y nada interesante pero, bueno, al menos no salto mi turno (? jajaja xd

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