[Adaptada] вєωιтcнιηg тнє dєνιℓ {HarryStyles&Tu} ❤ (Tema 1)

Camine todo el camino a casa sin dejar de sentir que alguien me seguia, volteaba seguido para comprobar una y otra vez que no había nada. Llegue a mi casa a eso de las 3pm. Mi madre trabajaba durante la tarde, así que la casa era todita mía para hacer un ritual de invocación. Marque el número de Fabb en mi celular.

Fabb: ¿Alo?

Tu: Habla ____.

Fabb: Lo sé, bebé, tengo identificador.

Tu: Ok, oye, yendo al punto, ¿aún tienes ese juego de la ouija?

Fabb: ¿Estas bromeando? Junto con Sammy lo hicimos trozitos. ¡Caboom! ¡Desapareció! No
queremos saber nunca más nada de ese juego.

Tu: De acuerdo. Solo quería saber eso.

Fabb: ¿Se puede saber por qué?

Tu: Nada en especial.

Fabb: ¿Planeas comenzar el juego hoy?

Tu: Si, no tengo otra elección.

Fabb: ¿Hay alguien contigo?

Tu: No, pero pronto estaré con el diablo.

Fabb: No creo que debas hacer esto por tu cuenta.

Tu: ¿Entonces que me recomiendas? ¿O quieres venir?

Fabb: ¡Claro que no! Solo digo que hagas esto en presencia de un sacerdote.

Tu: Si, claro, como digas.

Fabb: ¿Estas molesta conmigo por algún motivo?

Tu: No, ¿porque estaría enojada contigo?, digo que podrías haberme hecho además de dejar que me enfrente sola por mi cuenta al diablo.

Fabb: Tu eres bruja, yo no, no tengo posibilidades contra esto. En cambio tu si.

Tu: Pero tampoco me vendría mal un poco de apoyo moral, ¿sabes?

Escuche como suspiraba del otro lado.

Fabb: ¿Quieres que pase por tu casa luego de esto?

Tu: No sé que pasara luego de esto.

Fabb: Antes de comenzar pídele un par de consejos a la abuela y __*…

Tu: ¿Si?

Fabb: Quiero que me perdones, no me he comportado como una verdadera prima, siempre te he dicho que podías contar conmigo en lo que sea, esto no es la excepción.

Tu: Lo que en realidad quería era un poco de apoyo, no te quiero conmigo en este momento, no si corres peligro.

Fabb: Bueno, si en medio de la sesión necesitas algo solo llámame, estaré ahí lo más rápido posible.

Tu: Ok, lo tendré en cuenta.

Fabb: Ten mucho cuidado, __*, no me lo perdonaría si te pasara algo. Te quiero.

Tu: Yo también te quiero. Adiós, Fabb.

Fabb: Adiós.

Un problema menos, ya no estaba molesta con Fabb ni con Sammy. Ahora solo me preocupaba por tres cosas: La escuela, Harry y el diablo. Cerre la puerta de mi habitación y las cortinas. Abrí el libro de mi abuela y copie el circulo protector en el suelo con una tiza, luego tomé las cinco velas, puse una en la parte superior, otra al costado, otra enfrentada a esta y las otras dos debajo. Agarre la tiza, otra vez y comencé a formar una estrella dentro del circulo usando las velas como puntos de guía, encendí las mechas de estas y cinco llamas comenzaron a bailar.
El círculo significaba protección, la estrella representaba los elementos de la tierra con sus puntas, la punta de abajo izquierda {patita izq. xd}era el elemento tierra, la punta de abajo derecha {patita derecha xd}era el elemento fuego, la punta de arriba izquierda {brazito izq. xd}era el elemento aire, la punta de arriba derecha {brazito derecho xd} era el elemento agua y la punta de cabecera era el espíritu..
Apague las luces y mi cuarto que se tornó anaranjado en el centro y negro alrededor. El escenario ya estaba listo, ahora solo tenía que llamar al artista. Pase unas cuantas páginas.

Tu: *beep* -murmure- ¿donde hay un maldito hechizo?

Seguí pasando las páginas sin encontrar nada. Así que decidí llamarlo informalmente. Me paré en el centro del círculo protector.

Tu: Ok, ya puedes venir, juguemos ahora. -observé a mí alrededor- Comencemos a jugar, como lo prometí. Vamos, ven.

Una brisa sopló a pesar de tener todo cerrado. Las llamas de las velas se movieron y luego se apagaron. Si no hubiera sido por lo rayos de sol que apenas atravesaban la cortina, yo no hubiera podido ver más nada, pero en cambio, ahora veía la habitación de un azul casi negro. Aunque eso no me impidió ver a la conocida sombra pasear por delante de mí.

Tu: Muy bien... Juguemos.

De pronto el azulado cuarto se convirtió en negro puro, ya no veía nada, absolutamente nada. Comencé a sentir como se deslizaba alrededor mío, mientras que se movía, tumbaba y rompía cosas. A través de la oscuridad pude notar como desarmaba mi cama, una almohada voló en mi dirección pero logre agacharme haciendo que pegara contra el espejo de mi tocador.

Tu: Oye, me alegra que te estés divirtiendo pero yo no pienso limpiar tu desorden.

Se quedo quieto, sentía su presencia pero no se movía. De pronto comencé a percibir que se acercaba a mí. Empezaba a asustarme, yo no lo veía, tramposo. Una imagen pasó por mi mente, éramos Harry y yo de camino a la escuela, hoy. Trate de concentrarme en el presente, no podía pensar en él ¡con el diablo caminando hacia mi! Pero fue inútil, cuando trataba de concentrarme una fuerte punzada en la cabeza me atacaba seguido de otra visión del pasado, más se me acercaba, más visiones veía. Harry fuera de mi ventana. Harry comenzando nuestra incomoda charla. Harry observándome en la cafetería. Harry sentado a mi lado en clases de historia. Harry besándome.

Tu: Harry -susurre-

Un fuerte y frío viento me trajo de nuevo al momento. Vi como la puerta y las cortinas se habrían bruscamente por su cuenta. El diablo ya no estaba. Observe mi habitación, todo estaba en el suelo, caído o destrozado, como uno de mis almohadones, la cama deshecha estaba llena de plumas y el colchón rasgado.

Tu: Ojalá pudiera poner de cabeza tu infierno, maldito. -murmure furiosa-

Me dispuse a poner cada cosa en su lugar, viendo si faltaba algo. Todo estaba allí sano o roto, pero estaba. Acomodé lo que se había salvado de su ataque y lo que no lo metí en una bolsa. Adornos, marcos de fotos, peluches, todo roto. Los que tenían arreglo los aparté y a los que ya estaban perdidos los tiré. Mi armario también estaba abierto, dentro toda la ropa estaba revuelta pero no caída. Los cajones también estaban abiertos, toda mi ropa interior estaba desparramada por el suelo o colgando de mi cama. Pervertido. Creí ver algo escrito en mi ventana, me acerqué para confirmarlo, y así era, parecía que el vidrio se había empañado y habían escrito sobre él.

<< Comenzó el juego >>

**: ¿Que paso aquí?

Sobresaltada di media vuelta para encontrarme con el sorprendido rostro de mi madre.

Tu: Hola mamá -Sonreí-

Mamá: Dime porque este lugar está así.

Tu: Estaba peor -murmure-

Mamá: ¿Que?

Tu: Nada, solo me dio una rabieta y comencé a tirar las cosas, ya sabes culpa de Antha, nada más, no te preocupes. -Mentí-

Dos mentiras en un día. Odiaba esto.

Mamá: No puedes destruir todas tus cosas por ella. Solo te perjudicas más.

Tu: Sí, veo los resultados, no volverá a ocurrir.

Mamá: De acuerdo, termina aquí y luego ayúdame con la cena. -Se fue-

Volteé de nuevo hacia la ventana, pero la escritura ya no estaba. Salí de la casa para sacar la bolsa con todas mis cosas destruidas. Abrí el tacho y con mala gana la tiré dentro. Yo amo y cuido mucho mis pertenencias. Esto había sido un golpe duro. Mientras me dirigía hacia la puerta vi como una sombra en forma de nube pegada al suelo se escurría de mi lado hasta atravesar la puerta de entrada. Corrí para detenerla pero cuando entre a la sala no había nada.

Tu: ¿¡Mamá!? -Grite-

Mamá: ¿Que pasa, querida?

Tu: ¿Haz visto pasar una… sombra?

Mamá: ¡No me digas que estuviste jugando con magia negra! -Me reprendió-

Tu: No, para nada, solo te preguntaba.

Bueno hice lo que me pidió, no decirle que había jugado con magia negra. Sé que hacer eso es estúpido pero me serviría usar sus propias palabras en su contra cuando me sermoneara.

Mamá: No, hace rato que no veo una.

Que suerte.