[Adaptada] вєωιтcнιηg тнє dєνιℓ {HarryStyles&Tu} ❤ (Tema 1)

Miré mi reloj, que indicaba las 3.00am. Estaba empapada en sudor y me sentía algo desorientada. Tenía los labios resecos, mejor ir por un poco de agua antes de que se me seque la garganta. Me cubri con mi bata el pijama, que consistía en un short y una camiseta sin mangas, ambas partes de seda negra con detalles fuccia.
No me moleste en prender las luces, me manejaba bastante bien dentro de la casa, además no queria despertar a mi madre que ya bastante enojada estaba conmigo.
Abrí el grifo y llene el vaso. Tomé unos cuantos tragos hasta que comencé a escuchar unos golpecitos contra el cristal de la ventana que daba hacia el patio trasero. Al principio pensé que era una rama, y al segundo me di cuenta de que estaba en la planta baja, por lo tanto no podría ser eso ni tampoco un arbusto ya que no tengo en el jardín. Sentí que algo rozo mis piernas y de un salto me hice a un lado para observar a Massy, mi gato, dirigirse curioso y alerta hacia la ventana. Dejé el vaso sobre la encimera y lo seguí dispuesta a correr la cortina para ver lo que provocaba el ruido. Cuando corrí la cortina automáticamente el ruido se calló y al mirar no encontré nada fuera de lo común. Seguí observando los alrededores por si acaso, note como una sombra cerca de donde comenzaba el pequeño bosque, pero en el momento que mis ojos comenzaban a desifrar quien era el intruso, el vaso misteriosamente terminó en el suelo, haciendo que miles de pequeños fragmentos de vidrio volaran en mi dirección. Las luces de las escaleras se encendieron y mi mamá bajo atándose su bata.

Mamá: ___ ¿Qué haces?
Tu: Perdona si te levante..
Mamá: ¡Mira tus pies! -Interrumpió- ¡Te he dicho una y otra vez que no andes descalza!

Baje la mirada a mis pies y pude verlos manchados de rojo y con vidrios clavados en ellos, ahora que me empezaba a dar cuenta, mis pequeñas heridas dolían con solo estar parada.

Tu: Lo siento, limpiaré aquí e iré a vendarme.

Fui al lavadero contiguo a la cocina y agarré una escoba. Al girarme para volver, encontré a mi mamá.

Mamá: Hija, haz estado muy rara está semana -Dijo preocupada- ¿Pasa algo malo?

Si. Algo malo, estresante, horrible, cansador, atipico..

Tu: No, estoy bien, encerio.

Me quedo mirando un breve momento.

Mamá: Está bien, ve a curarte, yo limpiare. Trata de no dejar tanta sangre en la alfombra.

Asentí y me fui al baño de arriba para buscar el botiquín de emergencias.
Una vez allí me senté en el suelo y analisé mis cortes. Eran pequeños y bastante profundos, pero ardían peor que champo en los ojos. Me llevó un buen tiempo sacar todos los vidrios implantados y detener la sangre que manaba pero luego de varias lavadas, pude. Volqué un poco de alcohol en una gaza y con delicadeza la deslice por ambos pies. Para finalizar me los envolví en una capa de vendas.
Rengueando un poco me acerqué a las escaleras y pude ver a mi madre limpiando el primer escalon.

Tu: ¿Todo bien ahí?

Levantó su cabeza y me miró.

Mamá: Si, es sangre fresca, sale fácilmente -Sonrió- ¿Y por ahí?
Tu: Tendré nuevas cicatrices, pero nada grave.
Mamá: Esta bien, ve a la cama.
Tu: Te ayudaré a limpiar.
Mamá: No, tienes escuela.
Tu: Y tu trabajas.

Suspiró pesadamente. Eso me dio una mala sensación.

Tu: Trabajas. ¿Cierto?
Mamá: Si, pero.. No aquí.

La imagen que tenía delante de mí se esfumó para darle lugar a una visión. Era mi madre, al pie de la escalera, justo como lo está ahora, explicándome algo de su trabajo y su nueva ubicación.Esto no duró mas de unos cinco segundos. Hasta que volví al presente.

Tu: Te transfirieron. -Dije impulsivamente-
Mamá: ¿Cómo lo supiste?
Tu: Ma, soy bruja, tengo la visión, débil, pero la tengo.
Mamá: ¿Qué viste?
Tu: A ti. Trabajaras en otra ciudad por al menos dos semanas. Te pondrán a prueba junto con otros compañeros para decidir quien se queda y quien se va.. Pero no nos mudaremos..
Mamá: No, no lo haremos, son solo dos semanas.
Tu: ¿Cómo asistiré a la escuela estando en otra ciudad?
Mamá: Nadie dijo que vendrás.
Tu: ¿No?

Mi confusión se fue desvaneciendo para darle paso a una mejor posibilidad.

Tu: ¿Me quedare sola en casa?

Pregunte feliz.

Mamá: ¿Qué? ¡Claro que no! Irás a quedarte a la casa de tu abuela.

Oh mi Dios. ¿A lo de mi abuela? Ella tiene un portal de espíritus en su casa. Me volverían loca. Sin mencionar que hacer magia negra en ese lugar es una invitación a los demonios.

No puede ser, no puede ser, no puede ser, no puede ser.

Tu: ¡No puede ser! -Levantando un poco la voz- Me enviará a la casa de la abuela.. ¡Dos semanas!

Fabb: Tranquila, __*. No tiene nada de malo, solo es un poco tenebrosa, me refiero a la casa, y un poco a la abuela también.

Luego de enterarme de mi próximo hospedaje temporal, llamé a Fabb para contarle.

Tu: Pero ¿por qué no me envió a tu casa, como siempre?

Fabb: Quizás nuestras madres tenían miedo de que nos veamos implicadas en otro caso de asesinato.

Tu: Si, claro, de seguro nuestra actual victima es el kiosquero -Sarcastica-

Fabb: ¡Te mataría si matarás al kiosquero! Es taaan dulce y taaaan ardiente..

Reí.

Tu: De acuerdo, entonces al panadero.

Fabb: ¡Ni lo pienses!

Tu: Pero si no te gusta.

Fabb: No, pero los bizcochos que hornea son deliciosos.

Tu: Es verdad, esos bizcochos son viciosos -Dando un bostezo- Ya son las 4 am. mejor me voy a dormir.

Fabb: Si, yo igual, mañana tengo examen en la universidad.

Tu: Suerte con eso, adiós.

Fabb: Hasta pronto, corazón.

Colgué y deje aún lado el celular. Me revolví en la cama y traté de dormir. No pude. El episodio de hace un instante me había quitado el sueño o sufría de insomnio por el estrés.