[Adaptada] вєωιтcнιηg тнє dєνιℓ {HarryStyles&Tu} ❤ (Tema 1)

{ Capitulo Quince }

Que sueño, que incomoda estaba. Quería despertarme y terminar de recuperar mi conciencia pero me sentía tan cansada, y mis ojos pesaban tanto que no los podía abrir. Agudice mis oídos para tener una idea de donde estaba. Música. Sonaba Don’t Cry de los Guns and Roses. Trate una vez de abrir los ojos pero fallé. Entonces me dediqué a recordar el último lugar donde estuve. El bosque cerca del lago. Si, estuve ahí pero ¿que había pasado? El hombre. Lo había visto a los ojos, bueno, donde deberían estar sus ojos y luego todo quedo negro. ¡Cat! ¡Tenia que despertar! ¡Yo no sabia donde estaba Cat!

Tranquila, estas a salvo, ambas. Sigue durmiendo, descansa.

Esa voz me tranquilizaba, y parecía que mi cuerpo le hacia caso porque comenzaba a hundirme de nuevo al sueño. Pero me negué a hacerlo, quería comprobar por mi misma que ambas estábamos a salvo. Luché unos largos segundos con mis ojos y por fin estaban cediendo.

Eres terca.

Había un dejo de humor en su tono. Cuando por fin desperté, lo primero que vi fue la carretera a través de un parabrisas. Volvía a sentirme cansada y débil. Sacudí mi cabeza.

**: Buenas tardes, bella durmiente.

Esta vez, su voz me sonó fuerte y clara. Por lo tanto pude notar que era la voz de…

Tu: ¡Harry! -Salté en el asiento- ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está el hombre? ¿Y Cat? -Estaba confundida- ¿A dónde te diriges?

Harry: Pensé que cuando despertaras, lo primero que le dirías a tu héroe sería un ‘Gracias’ y un dulce beso de recompensa. En cambio, recibo un interrogatorio.

Tu: No es gracioso. Dime porque estamos en el auto de Cat y donde esta ella.

Movió su cabeza dirigiéndose al asiento trasero.

Harry: Esta dormida.

Con dificultad, pasé entre los dos asientos delanteros y llegué a Cat.

Tu: Cat, ¿me oyes? -susurre- Estarás bien, ¿Si? No te preocupes, yo te cuidaré. -Le quite algunos pelos de la cara- Ya recobraste tu color ¡Estas mejorando!

Harry: ¿Qué fue lo que paso?

Tu: No, señor -Volteándome hacia él- La que hace las preguntas soy yo.

Sonrió.

Harry: Esta bien, venga.

Tu: ¿Cómo nos encontraste?

Harry: Estaba pasando cerca del bosque y fue inevitable ver a dos chicas con suéteres bordo.

Tu: ¿Había alguien cuando nos viste?

Harry: Solo ustedes dos, estaban pálidas y desmayadas. ¿Qué les pasó?

Tu: Yo pregunto, tú respondes, no cambies de lugar.

Harry: Fui hasta ustedes, las cargué y las traje hasta el auto.

Tu: ¿Cómo abriste la puerta del carro?

Harry: Cat tenía las llaves en su bolsillo.

Tu: ¿Había alguien, además de nosotras?

Harry: No.

Tu: ¿No?

Harry: No. ¿Había alguien más con ustedes?

Tu: No importa.

Harry: Cuando despertaste preguntaste por un hombre. ¿Estabas con uno?

¿Enserio pregunte por el hombre? Debió ser una pregunta impulsiva, porque jamás lo hubiese mencionado delante de Harry.

Tu: Si -susurre- ¿Es que no lo viste?

Harry: Dime todo lo que paso.

Me miró por el espejo retrovisor, sus ojos se llenaron de preocupación, no parecía fingida.

Tu: ¿Tú sabes lo que puede estar ocurriendo?

Harry: No lo sabré hasta que me cuentes.

Tu: ¿Cómo estoy segura de poder confiar en ti?

Harry: ¿Acaso fui yo el que te atacó?

Tu: No, pero apareciste milagrosamente de la nada para rescatarnos.

Harry: Fue una casualidad.

Tu: Si se trata de ti, no es ninguna casualidad.

Sonrió.

Harry: Eres astuta.

Tu: ¿Entonces si tienes algo que ver en esto?

Harry: Yo no dije eso.

Tu: ¿A dónde nos llevas?

Harry: A casa de Cat.

Tu: Estamos dando vueltas alrededor de su cuadra desde hoy.

Harry: Lo sé.

¿Pero qué? ¿Para que hizo eso?

Tu: ¿Cat estará bien?

Harry: Yo no me preocuparía por ella, sino por ti.

Tarde un momento en descifrar su insinuación. Me ruboricé levemente y cambie de tema.

Tu: ¿Qué le diremos a su madre cuando la vea así?

Harry: No lo sé. ¿Qué esta ebria?

Tu: ¡ Harry! ¡Claro que no! La meteré en problemas.

Harry: Bueno, piensa rápido porque ya llegamos.

Luego de zamarrear a Cat, despertó. Aunque amenazaba con volver a dormirse. Al final le dije a la madre que solo estaba cansada, que se asegure que esta noche durmiera bien. Ya era de noche y cuando salí de la casa, no encontré a Harry. Caminé hasta la esquina, dispuesta a volverme a mi casa sola, cuando lo vi recostado en la pared, con las manos en los bolsillos, las piernas estiradas, tenia la cabeza gacha, y al estar usando su gorra de béisbol solo se le veía la boca. Me lo quede mirando. Se veía tan provocador sin querer serlo. Las mariposas de mi estómago comenzaron a revolotear.

Harry: ¿Que?

Tu: Nada -Sacudí mi cabeza- Nada, solo me preguntaba si…

No sabia que decir, solo podía pensar en besarlo, como en el parque. Mi cuerpo estaba que se derretía. Sonrió. Una sonrisa mañosa.

Harry: Ok, ¿vamos?

¿Vamos? ¿Pretendía llevarme a casa?

Tu: No es necesario, en serio…

Harry: Si tu madre se entera de que estuve contigo y no te acompañe a estas horas de la noche, me matará.

Sonreí.

Tu: Te matará por el solo hecho de que estés conmigo a esta hora.

Harry: ¿Es que nosotros dos más el día ya terminado, lejos de tu casa, hacemos una mala combinación?

Tu: Una muy mala. -Me agarre de su brazo y lo jalé- Ya cállate y vamos.

Hicimos media cuadra en silencio.

Harry: Al final no me contaste de aquel hombre.

Tu: Hmm... ¿Es necesario?

Harry: Si lo pienso bien… No.

Tu: Me alegro. Pensé que insistirías.

Harry: Lo iba a hacer…

Tu:…¿Pero…?

Con un movimiento rápido me dio la media vuelta y me acorraló contra la pared de un edificio. Se giró la gorra haciendo que la visera quede detrás de su cabeza. Puso un brazo al lado de mi cabeza y el otro sobre su cadera. Se inclinó más hacia mí y puso su cara al nivel de la mía.

Harry: Pero no quería perder nuestro tiempo hablando de un fantasma, cuando podríamos terminar lo que empezamos.

Quedé pasmada, está era la primera vez que se lanzaba hacia mí en forma directa. Nada de insinuaciones, de contrariarme. Fue breve y directo. Es muy lindo, realmente guapo, pero como dije, cero amor, por ahora.

Tu: No hay que terminar nada porque no empezamos nada.

No sabía para donde mirar. Si lo miraba a los ojos iba a quedar a su merced, si miraba su boca, me sentía endemoniadamente desesperada por besarla y si trataba de mirar más allá de él, se inclinaba aún más obligándome a mirarlo.

Harry: ¿Necesitas que te lo recuerde?

Tu: No, ahora por favor, si me das permiso, tengo que llegar a mi casa…

Antes de que pudiera escapar, presiono su cuerpo contra el mío inmovilizándome.

Harry: No, no te doy permiso.

Tu: Ya suéltame, pareces un… borracho excitado.

Río por lo bajo.

Harry: ¿Un borracho excitado? ¿Es enserio?

Tu: Bueno... No. Pero me estas reteniendo contra mi voluntad. Cuando pase alguien no dudaré en pedirle ayuda, así que déjame ir.

Harry: Nadie te hará caso. Cualquiera que nos vea pensará que somos una feliz parejita adolescente coqueteando bajo la luz de la luna.

Entrecerré mis ojos.

Tu: Lo estas disfrutando ¿No es así?

Harry: Mucho.

Tu: ¿Qué es lo que quieres de mí?

Bajó su cabeza y comenzó a estudiarme de pies a cabeza. Me sonrojé al notar que yo aún vestía el uniforme, y que por lo tanto, la falda dejaba al descubierto mis piernas. Cuando llegó a mi cara se detuvo unos segundos extras en mi boca, luego subió hasta mis ojos y sonrió satisfactoriamente.

Harry: Todo. -Me estremecí- Pero ahora solo quiero que me demuestres tu máximo potencial.

Tu: ¿Mi máximo potencial?

Harry: Eres una bruja. Trata de escapar. Sino lo logras, significa que eres débil.

Tu: ¡No soy débil y no tengo nada que demostrarte a ti ni a nadie!

Lo empuje furiosa y me abrí camino. Comencé a caminar rápidamente, dejándolo atrás. No quise voltear mi cabeza para dar una salida digna y orgullosa pero cuando sentí ese olor a tabaco otra vez, me giré sobre mis talones. Pude ver a Harry, no se había movido un paso, y me di cuenta de que él también había notado el repentino cambio de aroma del aire. Miraba atento y cauteloso a los lados, luego posó sus ojos en los míos y comprendí que tenía la guardia alta. Acortó los pocos metros que nos separaban a grandes zancadas y me tomó bruscamente del brazo.

Harry: Vamos, te llevaré a tu casa.

Me acerqué más a él en un acto reflejo para cubrirme.

Tu: ¿Él está aquí? -Susurre-

No me contestó pero hizo más fuerte su agarre. Estaba asustada por solo pensar la obvia respuesta. Y no solo por eso, sino también porque en el último encuentro que tuve con el hombre, quede inconsciente.

Harry: Tranquila, no te hará daño.

Pero yo no estaba segura de eso. Harry solo lo había dicho para consolarme, y no funcionó, para nada.

Tu: Eso espero.

A medida que nos alejábamos, el olor iba desapareciendo. Hasta que por fin llegamos a mi casa, el aire se sentía fresco y puro de nuevo.

Harry: Llegamos, trata de descansar.

Dio la vuelta para irse pero me sorprendí tomándolo de la mano.

Tu: No te vallas -susurre- Él volverá, entrará a mi cuarto y no me dejará en paz.

Harry: No, no vendrá hasta aquí.

Tu: Harry… Es enserio, entro una vez y lo puede volver a hacer.

Harry: ¿Cuándo paso eso?

Tu: Ayer, por la noche. Esa es la razón por la que estuve tan agotada esta mañana.

Harry: ¿Hay algo más que deba saber?

Tu: Cuando me dirigía a la escuela, se le apareció a Cat por el espejo retrovisor en el auto y la estuvo siguiendo toda la mañana, al menos hasta antes del almuerzo.

Harry: ¿Estas segura que te hará una visita esta noche?

Tu: Nunca tuve un presentimiento tan fuerte.

Se me quedó mirando, estaba pensando, se notaba por su mirada lejana. De repente llevo sus manos detrás de su nuca y se desabrochó una cadenita de plata con una medalla.

Harry: Usa esto, te protegerá.

Tomó mis manos y la deposito en ellas.

Tu: ¿Qué es? -Examinando el collar-

Harry: Una advertencia. Cualquier demonio que vea ese collar sabrá que no tiene que ni siquiera mirarte.

Tu: ¿Y si ignora la advertencia?

Harry: Sufrirá las consecuencias.

Su tono fue macabro, demasiado, incluso pensé que ese collar no era una advertencia sino una amenaza para los demonios. No me atreví a preguntar cuales eran esas consecuencias. Ahora fui yo la que deslizó sus manos detrás de la nuca tratando de abrochar la cadena, pero gracias a mis temblorosas manos siempre fallaba.

Harry: Permíteme.

Me dio la vuelta lentamente y al primer intento unió ambos ganchos.

Tu: Gracias -Girando para verlo- ¿Cómo me queda?

Bromeé acariciando la nueva medallita plateada sobre mi pecho que resaltaba en el sueter bordo.

Harry: Genial. Mejor que a mí.

Reí.

Tu: Creo que ya empiezo a sentirme más segura.

Harry: Lo estarás.

Se inclinó y dudó si besarme en la mejilla o en la boca. Optó por la primera. Su beso fue suave y lento, como tomandose su tiempo. Pude sentir su respiración en mi oído lo que me causó cosquillas. Cuando se enderezó giró su gorra, ahora la visera solo dejaba para ver su deliciosa boca, la cual estaba curvada en una sonrisa pícara.

Tu: Adiós.

Entre a mi casa y me dirigí directamente a mi habitación. Contenta por el nuevo regalo.