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"Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Estuvo lindo el poema y supuse que era tuyo.
Por cierto, sí es verdad que somos buenas intuyendo pero lo que no esperaba es que hayas hecho otra pelea! Y encima más tiempo separados O_O
Eres cruel con tu personajes xD aunque yo suelo matarlos jajajaja
Cuando le tocó la espalda yo pensé que iba a pasar lo que debía pasar!! :twisted: lo sé, perver yo pero en serio, no habrá nada de eso?! XD igual hacerla romántica, alta en dulzura también es una buena opción.
Roci, tú sabes cómo meterme en los personajes y que sienta como ellos… ahí no creo que pueda ganarte, eres muy buena :D
PD: ya quiero que Tamii esté bien!! La extraño :( y me hace sentir mal su estado!
Por cierto, sí es verdad que somos buenas intuyendo pero lo que no esperaba es que hayas hecho otra pelea! Y encima más tiempo separados O_O
Eres cruel con tu personajes xD aunque yo suelo matarlos jajajaja
Cuando le tocó la espalda yo pensé que iba a pasar lo que debía pasar!! :twisted: lo sé, perver yo pero en serio, no habrá nada de eso?! XD igual hacerla romántica, alta en dulzura también es una buena opción.
Roci, tú sabes cómo meterme en los personajes y que sienta como ellos… ahí no creo que pueda ganarte, eres muy buena :D
PD: ya quiero que Tamii esté bien!! La extraño :( y me hace sentir mal su estado!
Síguela
Invitado
Invitado
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Capitulo treinta y ocho:
***Dos meses después:***
El sol entraba por el ventanal, ya era primavera y a mi pesar era mi estación favorita. El sol era intenso y hermoso que producía un ambiente tan cálido que te confortaba el alma. Ver como en cada día había más flores floreciendo, me hacía entender que todo estaba en su mejor momento; con Kevin estaba en nuestro mejor momento por entonces.
Los rayos del sol de esa mañana, me hizo despertar con una sonrisa que Kevin pudo ver; él se encontraba viéndome mientras dormía, y al abrir mis ojos pude verlo sonreírme como nunca. Amaba verlo así, demostrándome en una sonrisa y en una mirada el amor que yo le producía en su corazón.
- Buenos días -. Y me besa dulcemente el cual le correspondí.
- Buenos días -. Le susurre abriendo con lentitud mis ojos. El hecho de estar en cama y que a penas los rayos del sol entraran a la habitación hacia que tuviera la necesidad de querer quedarme con él en la habitación -. ¿Qué hora son?
- Las nueve -. Dice de lo más tranquilo viendo la hora en el reloj de su muñeca, el cual hacia dos meses atrás se lo había regalado en nuestro aniversario -. ¿Es necesario levantarnos? Yo no quiero -. Y me abraza.
- Hay que levantarse -. Le digo acariciando su mejilla -. Tenemos muchas cosas que hacer hoy.
- Bueno, pero solo acepto sí hoy a la tarde vamos a caminar -. Propone y pensándolo, aunque recibí la presión de su parte con cosquillas en mí estomago, termine aceptando entre risas.
- Bien… bien, pero deja de hacerme cosquillas -. Dije entre risas intentando evadir sus cosquillas aunque era imposible.
- Solo si me das un beso -. Lo fulmine con la mirada pero termine por besarlo sonriendo ambos -. Ahora sí, a comenzar el día.
Y así fue, el día había empezado de maravilla para mí; pero no todo es así y eso lo comprendí en el día de nuestro aniversario, por lo cual no me afecto mucho pero me dejo en alerta sabiendo que a veces las cosas suceden por el destino y que por él nuevas personas se interponen en ese amor, algunas para hacer daño y otras para defender ese amor correspondido, pero todas esas cosas son obstáculos y pruebas que nos pone la vida, las cuales hay que pasar sí o sí. Sí es que quieres seguir con ese amor, hay que pasarlos y afrontarlos como verdaderos guerreros y sino dejarlo ahí y que sufra el corazón de aquel que siguió luchando hasta ser vencido.
- Buenos días, Denise -. Salude al entrar en la cocina en que se encontraba solo ella desayunando.
- Buenos días, ______ ¿Cómo amaneciste? -. Me pregunta con sus características sonrisas.
- Excelente -. Y amplio mi sonrisa la cual hacer que ella explotara en una carcajada -. ¿Y los demás?
- Ya terminaron de desayunar y están en la sala de ensayos esperando por Kev -. Responde ella mientras tomo asiento junto a ella, en cuyo momento entra Kevin sentándose a mi lado.
- ¿Me llamaban? -. Pregunta mientras Denise le alcanza su desayuno y el mío.
- Tus hermanos se encuentran en la sala ensayando y te están esperando -. Repite Denise que antes de que él se incorpore, le toma del brazo -. Antes desayuna, después vas.
- A veces me pregunto si realmente tengo veintitrés años -. Y arquea su ceño haciendo que ambas riéramos. Al terminar su desayuno, se incorpora dejando la silla en su lugar -. ¿Ahora sí?
- Sí -. Afirma Denise en una carcajada. Antes de irse de la cocina, besa la mejilla de su mamá y me besa dulcemente en los labios.
- Voy a ensayar, te amo -. Y salió corriendo hacia la sala de ensayo mientras yo me encontraba aun sintiendo su dulce beso ardiendo en mis labios.
- Se aman cada vez más -. Comenta Denise alegre mientras miraba por la ventana de la cocina el maravilloso día.
- Sí… cada día nos amamos más -. Murmure sin dejar de ver por donde se había ido Kevin.
- ¿Cómo andan las dos mujeres de la casa? -. Pregunta Paul entrando a la cocina haciendo que le prestara atención al igual que Denise. Sin dudas como se había dirigido a nosotras me hizo sonreír aun más, y admirar como era él al besar a su esposa sin importar quien estuviera en el momento, me hizo preguntar si Kevin sería así de encantador como su padre.
- Me encuentro excelente -. Responde Denise riendo sin dejar de verlo a los ojos -. Cada vez más me emociono al ver a mis hijos tan enamorados, y ver feliz a _______ gracias a uno de mis hijos -. Dice orgullosa y feliz.
- Soy feliz gracias a todos ustedes -. Aclaro, ya que no solo era feliz por Kevin sino que también por su familia que ya era mía.
- Y lo hacemos porque te queremos -. Dice Paul mientras se sienta a mi lado a tomar café -. Y eso nada lo cambiara.
- Gracias -. Dije emocionada por sus palabras que eran como caricias a mi corazón -. De verdad.
Y así desayunamos, Frankie bajo unos minutos después. Al finalizar el desayuno, ayude a Denise con la casa; al terminar, con Frankie me fui al pateo trasero y jugamos con Elvis, ya que los muchachos aun seguían ensayando.
- ¡Elvis, ven! -. Grita Frankie entre risas persiguiendo a Elvis mientras yo por el otro lado lo perseguía también.
Durante el resto de la mañana nos la pasamos jugando con Elvis en el patio, persiguiendo aunque en verdad era difícil de alcanzarlo.
- ¡Ay! -. Suspire cayendo acostada en el césped ya que me encontraba exhausta -. Es cansador perseguirte, Elvis -. Comente mientras con mi mano derecha acariciaba su hocico y Frankie se arrodilla a mi lado.
- Sí, es verdad. Es muy cansador pero divertido -. Y ríe al ser lambido por Elvis -. Ya… ya, Elvis… -. Intenta detenerlo mientras ríe. En ese momento me sostuve con mis codos sobre el césped.
- Demasiado divertido -. Advertí riendo con Frankie -. Ya es hora de almorzar.
- Sí -. Afirmo levantándose y así ayudarme a levantarme e irnos hacia dentro de la casa, en que se podía oler el rico almuerzo de ese día -. Ya tengo hambre…
- Entonces siéntense, que ya sirvo el almuerzo -. Advierte Denise mientras Frankie toma asiento como todos los demás.
- ¿Quieres que te ayude, Denise? -. Le pregunte y ella me mira asintiendo.
Después del almuerzo, Joe y Nick, como siempre, se fueron a ver a Daniela y a Alex; mientras frankie subió a su habitación a terminar sus deberes del colegio. Paul a una reunión junto con Big Rob, dejándonos a Denise, a Kevin y a mí en la casa.
- Sí quieren pueden ir salir -. Nos dice ella al ver que nosotros íbamos a suspender la salida para no dejar a Denise sola, aunque iba a estar con Frankie -. Ahora debe de estar por venir Kate con Liam para ayudar a Frankie con su trabajo de la escuela.
- ¿Segura? -. Pregunta Kevin.
- Sí, ustedes vayan a disfrutar de su tarde -. Y sonriendo prácticamente nos da nuestros abrigos y nos lleva hasta la puerta de la casa -. Es un hermoso día como para dos enamorados la pasen juntos. Vayan.
- Bien, cualquier cosa marca a mi teléfono -. Informa Kevin y Denise asiente mientras nos sonríe -. Tengo un nuevo lugar para que conozcas.
- ¿De verdad? -. Pregunte y él asiente.
- ¿Quieres conocerla? -. Pregunta abriendo las puertas de su auto.
- ¿Bromeas? Claro que quiero conocerla -. Respondí emocionada ya que me encantaba que él me mostrara nuevos lugares.
- Ahora veras a donde iremos esta vez -. Dice muy misterioso mientras abrochamos nuestros cinturones de seguridad, para después empezar nuestro recorrido en su auto.
Durante el trayecto me dedique a ver el camino, en que en un momento ya no había casas ni edificios sino una carretera en cuyos lados se veía habitado por árboles y todo tipo de vegetación. Me sorprendí al ver eso ya que era nuevo ir por ese lugar, y sentí una inquietud por saber a donde nos dirigíamos, pero sabiendo con certeza que él no me iba a decir nada ni aunque le suplicara, tuve que convivir con esa intriga e inquietud todo el viaje que no duro más de una hora y media; sin embargo, me fue eterna ya que estaba todo en completo silencio.
- Llegamos -. Dice haciendo que saliera al momento que él abría mi puerta, interrumpiendo de algún modo mis aburridos pensamientos.
- Gracias -. Le sonreí sin dejar de verlo a los ojos. Cuando escuche un sonido típico de un lugar abierto e inundado de agua, desvié la mirada hacia el frente encontrándome con una hermosa playa cuyas olas del mar zumbaban al llegar a la orilla de la playa y arrastras hacia adentro la arena y borrando a su vez las huellas de los caminantes que disfrutaban de ese lugar -. Es muy hermosa…
Al ver más detallado el lugar, pude observar una cabaña y que dividiendo la vereda de la playa, había una pequeña muralla que en ciertos términos de la misma se veía roto y degastado como si estuviera en ruina, dándole un aspecto histórico. Al entrar a la playa, él me coloco su abrigo sobre los hombros ya que hacía más fresco allí por causa del mar.
- ¿Quieres caminar a la orilla del mar? -. Me pregunta él entrelazando nuestras manos.
- Sí, me encantaría -. Le respondí sonriendo, y de la misma manera en que estábamos caminamos a la orilla del mar. Como las olas mojaban nuestros pies, acabamos por quitarnos los zapatos y remangar un poco nuestros jeans; gracias a estar descalzos, podíamos sentir la frescura del agua y de la arena bajo nuestros pies en cada paso que dábamos. Después de caminar un largo tiempo, decidimos sentarnos sobre una roca con nuestras manos entrelazadas y mirando ambos el hermoso atardecer, cuya luz anaranjada del sol se reflejaba sobre el mar que se movía de modo calmado y el viento era suave, aunque demasiado fresco como para acabar erizarme la piel.
- Amo ver el atardecer -. Comente mirando atentamente ese hermoso momento que me regalaba el mar y el sol ocultándose poco a poco.
- Te amo… -. Me susurro cerca del oído, cuyo susurro fue acompañado con las suaves olas que golpeaban las rocas. Lo mire y dejando de lado todo aquello que me rodeaba, le preste absoluta atención. Todo lo maravilloso, hermoso y encantador lo tenía en sus hermosos ojos.
- Eres a quien amo de verdad -. Murmure y acorte nuestros pocos centímetros que nos separaba en un beso el cual se sintió más mágico de lo habitual. Ya no tengo explicación alguna como para describir esos besos, ya se convertían en indescriptible porque sentía una mezcla embriagadora que tenían como un solo resultado: la felicidad.
En cuanto la luna había reinado en el cielo con sus brillantes y hermosas estrellas que se reflejaban en el mar, decidimos permanecer unos minutos más mientras sentía su brazo rodeando mi cintura, haciendo que contemplara mejor esa favorable y hermosa noche que estábamos contemplando los dos juntos aun sentados en el mismo lugar. Al ver que ya era muy tarde, volvimos aun tomados de la mano hasta el auto en donde nos recargamos y nos volvimos a casa.
Como habíamos llegado justo para la cena, cenamos todos juntos comentando cada uno su día. Al terminar todos de cenar, ayudamos a Denise con los trastes para después todos irnos a nuestras respectivas habitaciones para acabar exhaustos en la cama. Sinceramente me sentía muy cansada, pero excitada en cuanto a la felicidad que me embargaba el alma, sin saber que no todo iba a perdurar así. Desconocía por entonces la posibilidad de volver a caer en el sufrimiento.
- Buenas noches, linda -. Murmura Kevin costándose a mi lado, colocando su brazo sobre mi cintura y acariciando mi brazo cuya mano se encontraba por debajo de la almohada.
- Buenas noches, mi amor -. Susurre cerrando los ojos con una sonrisa gracias a él. Terminando con un encantador sueño que me hacía más feliz.
Los rayos del sol de esa mañana, me hizo despertar con una sonrisa que Kevin pudo ver; él se encontraba viéndome mientras dormía, y al abrir mis ojos pude verlo sonreírme como nunca. Amaba verlo así, demostrándome en una sonrisa y en una mirada el amor que yo le producía en su corazón.
- Buenos días -. Y me besa dulcemente el cual le correspondí.
- Buenos días -. Le susurre abriendo con lentitud mis ojos. El hecho de estar en cama y que a penas los rayos del sol entraran a la habitación hacia que tuviera la necesidad de querer quedarme con él en la habitación -. ¿Qué hora son?
- Las nueve -. Dice de lo más tranquilo viendo la hora en el reloj de su muñeca, el cual hacia dos meses atrás se lo había regalado en nuestro aniversario -. ¿Es necesario levantarnos? Yo no quiero -. Y me abraza.
- Hay que levantarse -. Le digo acariciando su mejilla -. Tenemos muchas cosas que hacer hoy.
- Bueno, pero solo acepto sí hoy a la tarde vamos a caminar -. Propone y pensándolo, aunque recibí la presión de su parte con cosquillas en mí estomago, termine aceptando entre risas.
- Bien… bien, pero deja de hacerme cosquillas -. Dije entre risas intentando evadir sus cosquillas aunque era imposible.
- Solo si me das un beso -. Lo fulmine con la mirada pero termine por besarlo sonriendo ambos -. Ahora sí, a comenzar el día.
Y así fue, el día había empezado de maravilla para mí; pero no todo es así y eso lo comprendí en el día de nuestro aniversario, por lo cual no me afecto mucho pero me dejo en alerta sabiendo que a veces las cosas suceden por el destino y que por él nuevas personas se interponen en ese amor, algunas para hacer daño y otras para defender ese amor correspondido, pero todas esas cosas son obstáculos y pruebas que nos pone la vida, las cuales hay que pasar sí o sí. Sí es que quieres seguir con ese amor, hay que pasarlos y afrontarlos como verdaderos guerreros y sino dejarlo ahí y que sufra el corazón de aquel que siguió luchando hasta ser vencido.
- Buenos días, Denise -. Salude al entrar en la cocina en que se encontraba solo ella desayunando.
- Buenos días, ______ ¿Cómo amaneciste? -. Me pregunta con sus características sonrisas.
- Excelente -. Y amplio mi sonrisa la cual hacer que ella explotara en una carcajada -. ¿Y los demás?
- Ya terminaron de desayunar y están en la sala de ensayos esperando por Kev -. Responde ella mientras tomo asiento junto a ella, en cuyo momento entra Kevin sentándose a mi lado.
- ¿Me llamaban? -. Pregunta mientras Denise le alcanza su desayuno y el mío.
- Tus hermanos se encuentran en la sala ensayando y te están esperando -. Repite Denise que antes de que él se incorpore, le toma del brazo -. Antes desayuna, después vas.
- A veces me pregunto si realmente tengo veintitrés años -. Y arquea su ceño haciendo que ambas riéramos. Al terminar su desayuno, se incorpora dejando la silla en su lugar -. ¿Ahora sí?
- Sí -. Afirma Denise en una carcajada. Antes de irse de la cocina, besa la mejilla de su mamá y me besa dulcemente en los labios.
- Voy a ensayar, te amo -. Y salió corriendo hacia la sala de ensayo mientras yo me encontraba aun sintiendo su dulce beso ardiendo en mis labios.
- Se aman cada vez más -. Comenta Denise alegre mientras miraba por la ventana de la cocina el maravilloso día.
- Sí… cada día nos amamos más -. Murmure sin dejar de ver por donde se había ido Kevin.
- ¿Cómo andan las dos mujeres de la casa? -. Pregunta Paul entrando a la cocina haciendo que le prestara atención al igual que Denise. Sin dudas como se había dirigido a nosotras me hizo sonreír aun más, y admirar como era él al besar a su esposa sin importar quien estuviera en el momento, me hizo preguntar si Kevin sería así de encantador como su padre.
- Me encuentro excelente -. Responde Denise riendo sin dejar de verlo a los ojos -. Cada vez más me emociono al ver a mis hijos tan enamorados, y ver feliz a _______ gracias a uno de mis hijos -. Dice orgullosa y feliz.
- Soy feliz gracias a todos ustedes -. Aclaro, ya que no solo era feliz por Kevin sino que también por su familia que ya era mía.
- Y lo hacemos porque te queremos -. Dice Paul mientras se sienta a mi lado a tomar café -. Y eso nada lo cambiara.
- Gracias -. Dije emocionada por sus palabras que eran como caricias a mi corazón -. De verdad.
Y así desayunamos, Frankie bajo unos minutos después. Al finalizar el desayuno, ayude a Denise con la casa; al terminar, con Frankie me fui al pateo trasero y jugamos con Elvis, ya que los muchachos aun seguían ensayando.
- ¡Elvis, ven! -. Grita Frankie entre risas persiguiendo a Elvis mientras yo por el otro lado lo perseguía también.
Durante el resto de la mañana nos la pasamos jugando con Elvis en el patio, persiguiendo aunque en verdad era difícil de alcanzarlo.
- ¡Ay! -. Suspire cayendo acostada en el césped ya que me encontraba exhausta -. Es cansador perseguirte, Elvis -. Comente mientras con mi mano derecha acariciaba su hocico y Frankie se arrodilla a mi lado.
- Sí, es verdad. Es muy cansador pero divertido -. Y ríe al ser lambido por Elvis -. Ya… ya, Elvis… -. Intenta detenerlo mientras ríe. En ese momento me sostuve con mis codos sobre el césped.
- Demasiado divertido -. Advertí riendo con Frankie -. Ya es hora de almorzar.
- Sí -. Afirmo levantándose y así ayudarme a levantarme e irnos hacia dentro de la casa, en que se podía oler el rico almuerzo de ese día -. Ya tengo hambre…
- Entonces siéntense, que ya sirvo el almuerzo -. Advierte Denise mientras Frankie toma asiento como todos los demás.
- ¿Quieres que te ayude, Denise? -. Le pregunte y ella me mira asintiendo.
Después del almuerzo, Joe y Nick, como siempre, se fueron a ver a Daniela y a Alex; mientras frankie subió a su habitación a terminar sus deberes del colegio. Paul a una reunión junto con Big Rob, dejándonos a Denise, a Kevin y a mí en la casa.
- Sí quieren pueden ir salir -. Nos dice ella al ver que nosotros íbamos a suspender la salida para no dejar a Denise sola, aunque iba a estar con Frankie -. Ahora debe de estar por venir Kate con Liam para ayudar a Frankie con su trabajo de la escuela.
- ¿Segura? -. Pregunta Kevin.
- Sí, ustedes vayan a disfrutar de su tarde -. Y sonriendo prácticamente nos da nuestros abrigos y nos lleva hasta la puerta de la casa -. Es un hermoso día como para dos enamorados la pasen juntos. Vayan.
- Bien, cualquier cosa marca a mi teléfono -. Informa Kevin y Denise asiente mientras nos sonríe -. Tengo un nuevo lugar para que conozcas.
- ¿De verdad? -. Pregunte y él asiente.
- ¿Quieres conocerla? -. Pregunta abriendo las puertas de su auto.
- ¿Bromeas? Claro que quiero conocerla -. Respondí emocionada ya que me encantaba que él me mostrara nuevos lugares.
- Ahora veras a donde iremos esta vez -. Dice muy misterioso mientras abrochamos nuestros cinturones de seguridad, para después empezar nuestro recorrido en su auto.
Durante el trayecto me dedique a ver el camino, en que en un momento ya no había casas ni edificios sino una carretera en cuyos lados se veía habitado por árboles y todo tipo de vegetación. Me sorprendí al ver eso ya que era nuevo ir por ese lugar, y sentí una inquietud por saber a donde nos dirigíamos, pero sabiendo con certeza que él no me iba a decir nada ni aunque le suplicara, tuve que convivir con esa intriga e inquietud todo el viaje que no duro más de una hora y media; sin embargo, me fue eterna ya que estaba todo en completo silencio.
- Llegamos -. Dice haciendo que saliera al momento que él abría mi puerta, interrumpiendo de algún modo mis aburridos pensamientos.
- Gracias -. Le sonreí sin dejar de verlo a los ojos. Cuando escuche un sonido típico de un lugar abierto e inundado de agua, desvié la mirada hacia el frente encontrándome con una hermosa playa cuyas olas del mar zumbaban al llegar a la orilla de la playa y arrastras hacia adentro la arena y borrando a su vez las huellas de los caminantes que disfrutaban de ese lugar -. Es muy hermosa…
Al ver más detallado el lugar, pude observar una cabaña y que dividiendo la vereda de la playa, había una pequeña muralla que en ciertos términos de la misma se veía roto y degastado como si estuviera en ruina, dándole un aspecto histórico. Al entrar a la playa, él me coloco su abrigo sobre los hombros ya que hacía más fresco allí por causa del mar.
- ¿Quieres caminar a la orilla del mar? -. Me pregunta él entrelazando nuestras manos.
- Sí, me encantaría -. Le respondí sonriendo, y de la misma manera en que estábamos caminamos a la orilla del mar. Como las olas mojaban nuestros pies, acabamos por quitarnos los zapatos y remangar un poco nuestros jeans; gracias a estar descalzos, podíamos sentir la frescura del agua y de la arena bajo nuestros pies en cada paso que dábamos. Después de caminar un largo tiempo, decidimos sentarnos sobre una roca con nuestras manos entrelazadas y mirando ambos el hermoso atardecer, cuya luz anaranjada del sol se reflejaba sobre el mar que se movía de modo calmado y el viento era suave, aunque demasiado fresco como para acabar erizarme la piel.
- Amo ver el atardecer -. Comente mirando atentamente ese hermoso momento que me regalaba el mar y el sol ocultándose poco a poco.
- Te amo… -. Me susurro cerca del oído, cuyo susurro fue acompañado con las suaves olas que golpeaban las rocas. Lo mire y dejando de lado todo aquello que me rodeaba, le preste absoluta atención. Todo lo maravilloso, hermoso y encantador lo tenía en sus hermosos ojos.
- Eres a quien amo de verdad -. Murmure y acorte nuestros pocos centímetros que nos separaba en un beso el cual se sintió más mágico de lo habitual. Ya no tengo explicación alguna como para describir esos besos, ya se convertían en indescriptible porque sentía una mezcla embriagadora que tenían como un solo resultado: la felicidad.
En cuanto la luna había reinado en el cielo con sus brillantes y hermosas estrellas que se reflejaban en el mar, decidimos permanecer unos minutos más mientras sentía su brazo rodeando mi cintura, haciendo que contemplara mejor esa favorable y hermosa noche que estábamos contemplando los dos juntos aun sentados en el mismo lugar. Al ver que ya era muy tarde, volvimos aun tomados de la mano hasta el auto en donde nos recargamos y nos volvimos a casa.
Como habíamos llegado justo para la cena, cenamos todos juntos comentando cada uno su día. Al terminar todos de cenar, ayudamos a Denise con los trastes para después todos irnos a nuestras respectivas habitaciones para acabar exhaustos en la cama. Sinceramente me sentía muy cansada, pero excitada en cuanto a la felicidad que me embargaba el alma, sin saber que no todo iba a perdurar así. Desconocía por entonces la posibilidad de volver a caer en el sufrimiento.
- Buenas noches, linda -. Murmura Kevin costándose a mi lado, colocando su brazo sobre mi cintura y acariciando mi brazo cuya mano se encontraba por debajo de la almohada.
- Buenas noches, mi amor -. Susurre cerrando los ojos con una sonrisa gracias a él. Terminando con un encantador sueño que me hacía más feliz.
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Volví pero con una mala noticia :/ en el siguiente capitulo empieza el drama. Juro que yo no sabía eso, recién ahora supe que se viene el drama u.u perdón. Aun así, espero que les guste este capitulo y que lo disfruten como en cada uno que leen n.n sin dudas amo todos su comentarios, me hacen muy feliz jajajajaja.
Vanee, coincido con vos, Kev es todo un amor y sin dudas hermoso :L: jajajaja me encanta que te guste la novela :D gracias por comentar n.n
Orne, yo ando bien aunque con menos ganas de ir mañana a la universidad xD da flojera despertarme temprano más que ahora hace bastante frió :/ pero ando bien. U.U sí ayer estuvo todo el día lloviendo y a mi me gusta la lluvia, pero es que me esta pasando lo mismo que vos... es como me pongo algo nostálgica últimamente con las lluvias xD Me alegra que te haya gustado el poema :L: y no sé si agradecerle al chico que me inspiro, porque gracias a él me ilusione ¬¬ xD pero gracias a Sebas, pude escribir mis poemas n.n am! como paro si vos decís que son perfectos mis capítulos xD ay a algunos que creo que no estan bien escrito, pero vos decís todo lo contrario xD así que no sé... a veces no me creo capaz de escribir tan bien como dicen ustedes :scratch: pero ustedes terminan de convencerme en que soy buena para esto xD Fue un hermoso domingo, pues hoy salio el sol al fin! y bueno, por ser el día del niño... recibí ricas golosinas jajajaja. También te amo Orne! y te extraño hermosa :( I love you
Arii, jajajaja me alegra que te guste el poema n.n como ya vez, ya dije que mañana se viene el drama :/ perdón u.u xD como que sí, matarlos porbrecitos! por lo menos yo los hago sufrir un poquito xD
xD creo que era mi intensión de sacar el lado perver de las lectoras xD pero sí, habrá de eso pero más adelante n.n jajajaja, no sé como lo hago pero creo que dejo demasiado de mis sentimientos en cada momento sentimental que se hace sentir tan real... y me alegra lograr eso jajajaja, todos podemos hacerlo, además vos sos muy buena escribiendo de una manera tan profesional que me encanta! jajajaja te amo hermosa gracias por estar n.n
PD: Sí, se extraña a la princesa! yo la extraño a montones :( y espero que hoy por hoy este mejor n.n aunque sé que somos tres la que extrañamos por aquí n.n
Mis hermosas lectoras, las amo mucho gracias por sus encantadores comentarios :D mañana nos leemos n.n Besos y cuídense n.n :hug:
Vanee, coincido con vos, Kev es todo un amor y sin dudas hermoso :L: jajajaja me encanta que te guste la novela :D gracias por comentar n.n
Orne, yo ando bien aunque con menos ganas de ir mañana a la universidad xD da flojera despertarme temprano más que ahora hace bastante frió :/ pero ando bien. U.U sí ayer estuvo todo el día lloviendo y a mi me gusta la lluvia, pero es que me esta pasando lo mismo que vos... es como me pongo algo nostálgica últimamente con las lluvias xD Me alegra que te haya gustado el poema :L: y no sé si agradecerle al chico que me inspiro, porque gracias a él me ilusione ¬¬ xD pero gracias a Sebas, pude escribir mis poemas n.n am! como paro si vos decís que son perfectos mis capítulos xD ay a algunos que creo que no estan bien escrito, pero vos decís todo lo contrario xD así que no sé... a veces no me creo capaz de escribir tan bien como dicen ustedes :scratch: pero ustedes terminan de convencerme en que soy buena para esto xD Fue un hermoso domingo, pues hoy salio el sol al fin! y bueno, por ser el día del niño... recibí ricas golosinas jajajaja. También te amo Orne! y te extraño hermosa :( I love you
Arii, jajajaja me alegra que te guste el poema n.n como ya vez, ya dije que mañana se viene el drama :/ perdón u.u xD como que sí, matarlos porbrecitos! por lo menos yo los hago sufrir un poquito xD
xD creo que era mi intensión de sacar el lado perver de las lectoras xD pero sí, habrá de eso pero más adelante n.n jajajaja, no sé como lo hago pero creo que dejo demasiado de mis sentimientos en cada momento sentimental que se hace sentir tan real... y me alegra lograr eso jajajaja, todos podemos hacerlo, además vos sos muy buena escribiendo de una manera tan profesional que me encanta! jajajaja te amo hermosa gracias por estar n.n
PD: Sí, se extraña a la princesa! yo la extraño a montones :( y espero que hoy por hoy este mejor n.n aunque sé que somos tres la que extrañamos por aquí n.n
Mis hermosas lectoras, las amo mucho gracias por sus encantadores comentarios :D mañana nos leemos n.n Besos y cuídense n.n :hug:
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Ya viene el drama :(
Me intriga mucho!
También me intriga lo del lado perver jaja
Este cap fue mágico como el beso indescriptible.
Caminar por la playa, tomados de la mano… mmmm que lindo <3
Aaaww siempre me haces sacar una sonrisa con tus capis y tus lindos Comentarios. Sebas debe ser bobo :( y gracias por decir que escribo como profesional *-* es la primera vez que me lo dicen y eso que a veces me enredo con tantas ideas al escribir.
Te amoo y ánimos para ir mañana a clases, yo también tengo mañana :)
Besos !!
Me intriga mucho!
También me intriga lo del lado perver jaja
Este cap fue mágico como el beso indescriptible.
Caminar por la playa, tomados de la mano… mmmm que lindo <3
Aaaww siempre me haces sacar una sonrisa con tus capis y tus lindos Comentarios. Sebas debe ser bobo :( y gracias por decir que escribo como profesional *-* es la primera vez que me lo dicen y eso que a veces me enredo con tantas ideas al escribir.
Te amoo y ánimos para ir mañana a clases, yo también tengo mañana :)
Besos !!
Invitado
Invitado
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Hola bella.
¿Estarás en la universidad a esta hora?
¿A que hora entras?
Yo me levanté a las 7, y me acosté a las 3.
Dormí poco y nada, así que supongo que la siesta me espera luego.
No soy muy fan de ellas, pero si no a las 8 de la noche parezco un zombie, jajaja.
No entendí muy bien eso de Sebas...
Ese nombre es uno de los dos nombres importantes en mi vida, jajaja.
¿El capitulo?
Horrible......
JAJAJAJAJAJA, mentira. Sabes que jamas podría decir eso.
Y no por que sea tu amiga, si no por que jamas podrían quedar así...
cuando sos vos quien los escribe.
¡Me encantó!
Amo esos "pequeños momentos" donde se comparten las cosas cotidianas
como jugar con Elvis y Frankie, eso me gusta mucho.
Ayudar a Denise, compartir momentos todos juntos.
Son cosas que a veces algunas escritoras no las reflejan por que no las creen importantes y yo creo que realmente lo son.
Te mete mas en la historia, y aparte por lo menos a mí, me llenaría de felicidad vivir todos esos momentos.
Y bueno.. Respecto a la parejita feliz...
Hermoso día en la playa, lleno de paz, perfecto.
Pero no todo es felicidad, verdad? Por que se nos viene el drama otra vez.
Me voy a preparar psicologicamente para el capitulo de mañana.
De todos modos seguro me va a gustar. :)
Te mando un beso enorme, espero que tengas una muy buena semana.
Te deseo lo mejor para el estudio y levantarte temprano para ir, jajaja.
Te amo muchísimo amiga.
¿Estarás en la universidad a esta hora?
¿A que hora entras?
Yo me levanté a las 7, y me acosté a las 3.
Dormí poco y nada, así que supongo que la siesta me espera luego.
No soy muy fan de ellas, pero si no a las 8 de la noche parezco un zombie, jajaja.
No entendí muy bien eso de Sebas...
Ese nombre es uno de los dos nombres importantes en mi vida, jajaja.
¿El capitulo?
Horrible......
JAJAJAJAJAJA, mentira. Sabes que jamas podría decir eso.
Y no por que sea tu amiga, si no por que jamas podrían quedar así...
cuando sos vos quien los escribe.
¡Me encantó!
Amo esos "pequeños momentos" donde se comparten las cosas cotidianas
como jugar con Elvis y Frankie, eso me gusta mucho.
Ayudar a Denise, compartir momentos todos juntos.
Son cosas que a veces algunas escritoras no las reflejan por que no las creen importantes y yo creo que realmente lo son.
Te mete mas en la historia, y aparte por lo menos a mí, me llenaría de felicidad vivir todos esos momentos.
Y bueno.. Respecto a la parejita feliz...
Hermoso día en la playa, lleno de paz, perfecto.
Pero no todo es felicidad, verdad? Por que se nos viene el drama otra vez.
Me voy a preparar psicologicamente para el capitulo de mañana.
De todos modos seguro me va a gustar. :)
Te mando un beso enorme, espero que tengas una muy buena semana.
Te deseo lo mejor para el estudio y levantarte temprano para ir, jajaja.
Te amo muchísimo amiga.
Orne Jonas.
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
capitulo treinta y nueve:
***Tres años después***
Un amor acabo. Nada puede unir lo que ya no existe; todo acabo como una guerra en la mitad de la destrucción. Todo acabo, haciendo sufrir a todos los que nos rodeaban… acabo… el amor ya no existe entre los dos, nada nos unirá de nuevo. Estas lágrimas destruyen a mi corazón y a mi alma; destruyen y agrandan las heridas. Acabo, todo acabo… lágrimas de dolor vuelvo yo ha crear y a derramar. Son lágrimas de cristal que apuñalan a mi corazón… una lágrima nada más falta para acabar con este dolor.
- Ya no me ama más… -. Repetí una vez más -. Todo ya se destruyo -. Me abrace aun más fuerte contra mis piernas hundiendo mi rostro entre ellas, mientras lágrimas derramaba y sollozos dolorosos salían de mi interior… de lo más profundo de mi alma -. Todo acabo… te ame y tu también, pero creíste más en las mentiras que en mí -. Levante la mirada y vi el oscuro y frío departamento -. Adiós… Kevin -. Susurre con una lágrima recorriendo mi mejilla hasta parar en mi pecho y otra al cerrar mis ojos en el suelo -. Adiós.
Me incorporé y camine descalza por la alfombra, sin ver nada por la oscuridad pero viendo los pequeños destellos que causaban en la oscuridad los fragmentos de cristales, de fragmentos de copas que arroje con ira por el dolor que él causaba aun en mí después de tres años en que todo acabo entre nosotros dos. En que ese amor que dijo alguna vez que era eterno, se esfumo un mago en su pleno espectáculo.
Me dirigí al balcón de mi departamento viendo el cielo despejado y estrellado, mirándolo con melancolía por un momento, y por otro con enfado e ira, porque me recordaban esos momentos con él, en los cuales todo era una mentira disfrazada ante los dos. Al sentir la rabia en mí, deje de ver el cielo y entre de nuevo a la oscura habitación y me recosté en la cama sintiendo como un fuego quemaba mis ojos pero que no me detuvo para dormirme con el dolor más fuerte, con el dolor de mi alma y el dolor de las heridas de mi corazón. Al día siguiente me desperté, como todos los días desde que nuestra relación se termino, y me levante sintiendo el dolor en mis ojos. Sin poder soportarlo, me dirigí al baño en donde quite todo rastro de lágrima y de dolor, aunque ese sentimiento perduraba amarrada a mi alma.
- Ya no, no puedo seguir así –. Me dije a mi misma en voz alta al verme reflejada en el espejo del baño –. Ya todo acabo… todo.
Recogí agua entre mis manos unidas y moje mi rostro; me lave los dientes y me seque la cara. En llene la bañera y al estar lista me metí, relajando mi cuerpo por completo y mis ojos de nuevo volver a cerrar. Termine con el relajante baño y me enrede en la toalla, salí del baño para cambiarme con lentitud; levante la mirada y vi el reloj que marcaban las 8 a.m. dejando a mí entender que me quedaba una hora para desayunar y luego irme a trabajar.
Salí del departamento y baje por el ascensor; me dirigí al garaje del hotel con algunos planos y papeles en mis manos, y al llegar enfrente de mi auto tome las llaves de mi cartera y me recargue en él.
- ¿Hola? –. Pregunte atendiendo mi celular, mientras esperaba que abrieran paso para que pudiera salir del garaje.
- _______, ¿Estás por llegar? –. Pregunto mi secretaria con un tono preocupante que me alarmo de que algo había sucedido.
- Sí, estoy en camino, Yamila –. Dije cortando al instante dejando el celular sobre el asiento del copiloto.
Al llegar a la empresa, aparque el automóvil frente a la misma. Tome mis cosas que estaban sobre los asientos de y entre. Salude cortésmente a todos mis empleados y subí por el ascensor hasta el 5to piso. Al llegar me acerque al escritorio de mi secretaria que me recibía con una simple pero temerosa y temida sonrisa.
- Hola, Yamila, ¿Qué es lo que sucede? –. Pregunte mirando por una angosta abertura de la puerta de mi oficina que alguien se encontraba sentado esperándome -. ¿Quién esta ahí? -. Le pregunte sin despegar la vista de esa persona.
- Es el Dr. Díaz –. Dijo la muchacha aun con su mirada que transmitía miedo cada vez que ese hombre se acercaba a mi empresa.
- No tengas miedo, no pasara nada –. Dije sosteniendo entre mi mano la perilla de la puerta. Entre y él se dio la vuelta con una mano en su bolsillo –. Veo que no se resigna –. Dije sentándome en mi silla, dejando mis cosas sobre el escritorio.
- No tengo del por qué hacerlo –. Dijo y tomo asiento como yo le señale.
- ¿Qué es lo que quiere ahora? -. Pregunte ya dejando de lado el respeto. Ese hombre me irritaba.
- El Sr. Jonas quiere hablar con usted -. Respondió entregándome sobre mi escritorio una tarjeta donde tenía una dirección de un reconocido restaurante -. No le tome rencor, solo es para hablar sobre negocios Srita. ______ -. Prosiguió levantándose y se dirigió a la puerta -. La espera ahí hoy a las 9p.m. –. Atino a irse pero se volvió -. Y por favor, no lo defraude, puede ser que cambie el futuro de su empresa si asiste a esa invitación -. Finalizo perdiéndose al cerrar la puerta tras él.
- ¿Cambiar el futuro de mi empresa? ¡Ja! –. Dije sarcástica aunque el Dr. Díaz ya se había ido –. Eso veremos Kevin -. Pensé en voz alta, con remordimiento y sintiendo nuevamente el dolor de la mañana y de la noche anterior –. Eso veremos –. Repetí con una lágrima.
Desde que había llegado el abogado de Kevin hubo un tenso momento pero al retirarse todo volvió a la normalidad. El día había transcurrido como todos los días, ya nada se salía de lo rutinario a menos de que asistiera a la cena de Kevin. Cuanto dolor me embargaba el corazón con solo imaginarlo sentando en unas de las mesas del restaurante y esperándome después de tantos años sin vernos. Ya mi corazón saltaba de alegría por solo imaginarlo esperándome, aun así me estaba muriendo de dolor, mi corazón seguía amándolo en silencio.
- Bueno, hasta mañana _______ –. Se despidió mi secretaria yéndose para su casa y yo quedándome unos minutos más para finalizar algunos papeles y luego irme para mi departamento.
Al terminar esos asuntos de la empresa salí y me recargue en mi auto. Maneje mientras entre mi mano derecha jugaba con la tarjeta que me había dado el Dr. Díaz. Al llegar a mi departamento me saque el abrigo y directamente me fui a bañar, al terminar, enredada en la toalla me encamine hacia el placar, saque un vestido largo de color azul apto para una cena y me vestí lentamente sin mucho ánimos, a pesar de que mi corazón parecía estarlo con solo volver a ver en mi mente a Kevin como una foto. Al llegar la hora, me puse el chale del mismo color ya que no hacia tanto frío aquella noche.
Mientras me dirigía con mi auto hasta el restaurante me puse a pensar de cómo se encontraba él; hacia ya tres años en que no lo había visto de vuelta, solo sabía que los chicos se habían separado para dedicarse los tres en una empresa cuyas ideas ignoraba. A través de Daniela y Alex sabía que su romance iba bien, mejor diría yo. Pero de Kevin solo sabía que estaba comprometido hace ya tres meses con una modelo internacional, solo eso sabía de ellos tres, pero como estaba físicamente no tenía ni la más pálida idea. Denise y Paul aun después de habernos peleado ellos seguían hablando conmigo al igual que las chicas y, Joe y Nick, también los había visitado porque él no se encontraba viviendo con ellos como Joe y Nick; y pude ver de cómo cada vez más crecía Frankie, ese niño que a medida se convertía en un hombre.
Al perderme en mis pensamientos no me había percatado de cuando fue que paso tan rápido el tiempo y de que me encontraba ya aparcando mi auto en el restaurante.
Baje del auto y entre al restaurante con el chale enredado en mis codos y ante brazo, y sosteniendo mi bolso entre mis dos manos.
- ¿Usted es la Srita. ______? -. Pregunto uno de los mozos del restaurante.
- Sí –. Respondí siendo dirigida por el joven mozo.
Mientras caminaba detrás del mozo, no pude evitar admirar de cómo se encontraba Kevin después de tres años. Había cambiado mucho para mi parecer. Lo mire atentamente mientras caminaba hacia él, que se encontraba perdido en su charla por teléfono; lo mire sin pudor, tan solo estaba saciando la sed que tenía mi corazón de verlo; cuando tan solo faltaba unos centímetros de él, él cortó la llamada y levanto la mirada lentamente mirándome de abajo a arriba, cruzando nuestras miradas en el impacto y a la misma vez, haciéndome sentir de nuevo el dolor en mi pecho, que me hizo sentir las ganas de salir corriendo e irme para no volverlo a ver, pero tenía que hacerlo, no podía demostrar que le tenía miedo o algo así con tan solo mirarlo a los ojos… esos ojos que mantenían su color esmeralda y que transmitían esos conjuntos de sentimientos inexplicable y difíciles de definirlos.
- Gracias –. Agradecí al mozo que me había corrido la silla para sentarme, tome la servilleta y la puse sobre mi regazo.
- Sabía que no me defraudarías –. Hablo finalmente, dejando el silencio incomodo que había entre los dos hacía unos pocos minutos.
- No, he venido porque quiero saber que es lo que quieres y al fin dejarme en paz -. Dije en un tono sereno pero que demostraba el remordimiento que le tenía y la irritación que me causaba.
- Bueno…-. Hizo una pausa -. Creo que no va a poder ser así -. Mirándome a los ojos.
- ¿Por qué lo dices? -. Dije levantando un ceño y con la mirada demostrando la irritación.
- Porque quiero que seas mi colega en nuestra empresa, no es que quiera yo. Pero mis hermanos te quieren y me obligaron a que te lo pidiera yo -. Respondió sinceramente -. Y me convencieron…-. Es interrumpido por la melodía de su celular, el cual lo toma entre sus manos y atiende como si nada. Eso causo que me sintiera peor de lo que ya estaba, parecía que me estaba faltando el respeto. Con un nudo en la garganta por querer llorar intentaba comer algo aunque me lastimaba cada vez que tragaba, y los sollozos querían salir de mí boca pero los reprimía, no podía darle el gusto de verme de esa manera sabiendo que era por él lo que sentía -. Me convencieron porque me mostraron unos trabajos tuyos y me dejaron impresionado -. Prosiguió luego de haber cortado, mientras atentamente yo escuchaba y el dolor en mi pecho se agrandaba. Limpie como si nada me afectara mis labios con delicadez.
- Gracias por el halago -. Dije al fin y siendo atónita por el anillo que tenía en su dedo, confirmando que estaba comprometido -. Es verdad sobre el rumor -. Comente murmurando señalando con la mirada en el anillo, mientras el dolor aumentaba y las ganas de llorar también.
- Ha…-. Exclamo comprendiendo a que me refería. En ese momento coloco sobre la mesa sus codos entrelazando sus manos -. Sí, me casare -. Dijo en un susurro la última palabra pero que pude escuchar claramente.
- Te… -. Aclare mi voz al ver que entre esa palabra se me escaba un sollozo -. Te felicito -. Dije con mi voz quebrándose de apoco por las ganas de sollozar y llorar pero que estaba bajo mi control o por lo menos eso intentaba.
- Gracias -. Dijo sacando sus codos sobre la mesa y tomar la servilleta de sobre su regazo -. Te vez muy hermosa… -. Comento sin dejar de limpiarse los labios con la servilleta.
- Entonces era eso nada más -. Dije cambiando de tema, aunque me hubiese gustado halagarlo.
- He… sí, ¿aceptas o no? -. Pregunto volviendo a tomar el tono del principio.
- Déjame pensarlo, por favor -. Suplique suavemente, sin alterar mi voz.
- Esta bien, tienes…-. Lo interrumpí.
- Mañana a primera hora tendrás la decisión -. Dije cortante.
- Me parece bien -. Me extiende una tarjeta con un n° telefónico y debajo el de un celular -. Agárralo, es mi n° telefónico y el de mi celular, para que te comuniques mañana conmigo -. Me extendió nuevamente la tarjeta, la cual tome rozando, sin querer, su mano con la mía… mi piel con la de él.
- Esta bien -. Dije tratando de hacerme como si no hubiese sentido una corriente electrizante cuando lo toque, cuando lo roce.
- Bueno… -. Dijo mirando por la ventana la calle oscura iluminada por los faroles y por la luna. Me levante de la silla haciendo que él me mirara ya parada enfrente de él pensaba -. ¿Ya te vas? -. Pregunto mirándome a los ojos, mientras me ponía el chale sobre mis hombros y que rebeldemente se resbalo sobre ellos.
- Sí, creo que era todo ¿no? -. Dije escuchando una música levemente de fondo.
- Sí -. Bacilo un momento -. Pero quisiera pasar un tiempo más de tu compañía -. Dijo suplicando con la mirada -. Y para saber que fue… de esos tres años desde nuestra… separación -. Prosiguió diciendo en un suspiro las últimas palabras.
Me senté nuevamente dejando que el chale se resbalara por completo por mis hombros. Sosteniendo una copa entre mi mano y revolviéndolo con suaves movimientos que realizaba con mi muñeca; la miraba silenciosamente escuchando la melodía de fondo, mientras recordaba los destellos de fragmentos de cristales por la alfombra esparcidos por todo el departamento, recordando el dolor en mi pecho que aun me daba punzadas en ese momento.
- ¿Tienes…?
- No -. Dije cortante, pero sin dejar de mirar la copa y recordar sus destellos en la oscura habitación -. No tengo pareja alguna y no me interesa tenerla -. Respondí del mismo modo y sentí como si estuviésemos conectados, el suspiro que dio dentro de él… fue el mismo suspiro de alivio que creo su alma.
- Ha…-. Dijo mirando lo que estaba haciendo -. ¿Qué es lo que te hace recordar mirar la copa?-. Pregunto sin poder evitarlo, pero que no respondí. Se levanta y se pone enfrente de mí y me extiende su mano -. ¿Quieres bailar?
- He…-. Mire su mano y conté las personas que se encontraban en la pista de baile; por un momento iba a aceptar pero vi que había muchos paparazis fuera del restaurante -. No -. Y mire por la ventanilla, viendo la noche una vez más con melancolía.
- ¿Por qué? -. Pregunto seriamente, sentado ya en su lugar.
- Porque hay muchos paparazis y puede arruinar tu relación con ella -. Dije sin despegar la mirada de la noche y que las estrellas reflejaban sus destellos en mis ojos -. Además no quiero bailar -. Me excuse, sin dejar de mirar la noche y perderme en su mundo.
- Esta bien, como quieras -. Y se recostó en el respaldo de la silla sin obtener mi atención ya que me había perdido en el mundo de la noche.
- ¿Por qué siempre va tu abogado y no vos? -. Pregunte saliendo del mundo de la noche y mirarlo a los ojos mientras tomaba agua de la copa.
- Sinceramente… no quería verte -. Respondió con una voz cortante “de nuevo”. Pensé.
- Bien, creo que es hora de irme -. Levante el chale hasta mis hombros, tome mi bolso y atine a irme pero me detuve -. Adiós… Kevin -. Me despedí y me di la vuelta con mi espalda al descubierto y salí del restaurante.
Al llegar al hotel deje mi auto aparcado en el garaje y subí por el ascensor. Abrí la puerta de mi departamento y entre dejando el chale y mi bolso sobre el perchero, mientras caminaba por el pasillo me sacaba los zapatos que los dejes dentro del placar. Prendí la luz y me fui al baño donde me saque el vestido y me puse el pijama. Antes de cerrar mis ojos tome la decisión y me dormí aun con el dolor en mi pecho y en mi alma, como la noche anterior.
Al día siguiente me levante, me bañe y me hice el desayuno, al ser la hora tome el teléfono y marque el número de él que indicaba la tarjeta que me había entregado la noche anterior.
- ¿Hola? -. Pregunto sin saber que se trataba de mí.
- Hola -. Respondí lo más serena que pude mientras tomaba mi desayuno -. Me respuesta es que acepto, diles a los chicos gracias… adiós -. Y le corte de inmediato ya que sentía los besos que seguramente le daba ella. Al terminar, tome mis cosas y me dirigí hasta donde se encontraba mi auto; me recargue en él, y antes de arrancar me puse los lentes de sol ya que el día se encontraba más soleado que de lo habitual, y salí de ahí para llegar a mi empresa.
- Hola _______ -. Me recibió mi secretaria alegremente como todas las mañanas al llegar a su escritorio.
- Hola, Yamila -. Y entre a mi despacho dejando mis cosas sobre el escritorio. Tocan la puerta.
- Permiso -. Pidió Yamila, asomando su cuerpo de apoco por la abertura que ella dejaba en la puerta -. El Sr. Jonas se encuentra afuera, quiere hablar con usted -. Dijo ya enfrente de mi escritorio -. ¿Quiere que lo haga pasar? -. Pregunto aun sosteniendo su alegría que sus ojos color marrones claros me transmitían.
- Sí, Yamila -. Y le di el permiso de que se vaya. Mientras yo sostenía la mirada sobre unos contratos.
- Hola, nuevamente -. Dijo él asomándose a mí.
- Hola –. Dije sin despegar la mirada en los papeles y resoplando un mechón que intervenía en mi vista.
- ¿Por qué me cortaste así por teléfono? -. Pregunto obteniendo mi atención a su pregunta.
- Porque era para decirte nada más eso, ¿Acaso querías que te preguntara algo más? -. Pregunte levantándome para dejar esos contratos en otra mesita donde se encontraban otros ahí apilados.
- Puede ser…-. Respondió sin despegar la mirada de mí.
- Deja de mirarme -. Le dije irritada y me senté de nuevo en donde lo mire a los ojos apoyando mis codos sobre mi escritorio -. Además no quería perder mi tiempo y tampoco del tuyo -. Dije mientras sacaba mis codos sobre el escritorio para agarrar otros papeles de ahí.
- No estaba asiendo nada para desperdiciar mí tiempo hablando contigo -. Dijo él cruzándose de brazos -. Además hay muchas cosas por las cuales hay de que hablar -. Prosiguió mientras yo sostenía el ceño arqueado.
- ¿Cómo cuales? -. Pregunte interesándome un poco más por la conversación.
- De la empresa: de como trabajamos -. Respondió evadiendo mi mirada que de alguna manera lo intimidaba.
- De acuerdo, pero para eso tienes que citarme en otra ocasión -. Dije levantándome del sillón -. Porque ahora, justamente tengo una reunión -. Dije y rodee mi escritorio y no se como unos papeles se cayeron al piso al lado de él. Con irritación y maldiciendo en silencio, como pude me agache y tome los papeles para terminar de incorporarme dejando los papeles en el escritorio -. Adiós… Kevin -. Me despedí de la misma manera una vez más, era de la manera que me convencía de que nada podía ocurrir entre los dos. “Aunque no es así”, me dijo una voz dentro de mí respondiendo a mi teoría. Sin dudas era la verdad, y eso me dolía.
Al terminar la reunión, como no tenía nada pendiente, salí antes de la empresa. Salí de la empresa poniéndome los anteojos y me dirigí al garaje donde mi auto se encontraba aparcado pero apoyado sobre él se encontraba Kevin de brazos cruzados.
- Ahora sí tienes tiempo para hablar conmigo sobre la empresa -. Dijo excusándose una vez más, sabiendo bien que quería hablar conmigo de otras cosas menos de la empresa.
- Deja las excusas para los adolescentes -. Respondí fríamente, no quería hablar con él en lo absoluto, me hacia sentir el dolor en mi alma y las heridas agrandaba sin dejarlas cicatrizar.
- Creo que no quieres hablar conmigo -. Dijo en tono burlón intentando irritarme aun más y lo peor es que lo estaba obteniendo.
- ¡Por favor, déjame en paz! -. Estalle, dándome la vuelta y enfrentarlo señalándolo con mi dedo índice sobre su pecho -. No, no quiero hablar contigo. ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿No te basta con tenerme todo los malditos días sintiendo el dolor en mi alma, de sentir mi corazón hecho cenizas? -. Dije ya llorando sin dejar de señalarlo -. Me estas matando de apoco… solo deseo decirte de verdad adiós… Kevin -. Él atina a sujetarme por los hombros pero no se lo permito -. ¡Solo déjame! -. Dije subiendo a mi auto y arrancar dejándolo ahí sólo mientras yo lloraba a camino a mi departamento.
- Ya no… acepte, pero eso no me arruinara -. Dije sentada en el piso mientras abrazaba mis piernas -. Él esta comprometido y nada nos hará volver a los viejos momentos, son del pasado y ahora estamos en el presente, él no me ama pero yo aun sí -. Y llore una vez más toda la noche. Aunque intentaba convencerme de que nada iba a volver a ser como antes, las ilusiones me podían. Aunque quisiera descartar cualquier posibilidad, las ilusiones hacia que el trabajo de auto convencerme de que él estaba haciendo su vida fuera más difícil de lo que ya me era por entonces.
- Ya no me ama más… -. Repetí una vez más -. Todo ya se destruyo -. Me abrace aun más fuerte contra mis piernas hundiendo mi rostro entre ellas, mientras lágrimas derramaba y sollozos dolorosos salían de mi interior… de lo más profundo de mi alma -. Todo acabo… te ame y tu también, pero creíste más en las mentiras que en mí -. Levante la mirada y vi el oscuro y frío departamento -. Adiós… Kevin -. Susurre con una lágrima recorriendo mi mejilla hasta parar en mi pecho y otra al cerrar mis ojos en el suelo -. Adiós.
Me incorporé y camine descalza por la alfombra, sin ver nada por la oscuridad pero viendo los pequeños destellos que causaban en la oscuridad los fragmentos de cristales, de fragmentos de copas que arroje con ira por el dolor que él causaba aun en mí después de tres años en que todo acabo entre nosotros dos. En que ese amor que dijo alguna vez que era eterno, se esfumo un mago en su pleno espectáculo.
Me dirigí al balcón de mi departamento viendo el cielo despejado y estrellado, mirándolo con melancolía por un momento, y por otro con enfado e ira, porque me recordaban esos momentos con él, en los cuales todo era una mentira disfrazada ante los dos. Al sentir la rabia en mí, deje de ver el cielo y entre de nuevo a la oscura habitación y me recosté en la cama sintiendo como un fuego quemaba mis ojos pero que no me detuvo para dormirme con el dolor más fuerte, con el dolor de mi alma y el dolor de las heridas de mi corazón. Al día siguiente me desperté, como todos los días desde que nuestra relación se termino, y me levante sintiendo el dolor en mis ojos. Sin poder soportarlo, me dirigí al baño en donde quite todo rastro de lágrima y de dolor, aunque ese sentimiento perduraba amarrada a mi alma.
- Ya no, no puedo seguir así –. Me dije a mi misma en voz alta al verme reflejada en el espejo del baño –. Ya todo acabo… todo.
Recogí agua entre mis manos unidas y moje mi rostro; me lave los dientes y me seque la cara. En llene la bañera y al estar lista me metí, relajando mi cuerpo por completo y mis ojos de nuevo volver a cerrar. Termine con el relajante baño y me enrede en la toalla, salí del baño para cambiarme con lentitud; levante la mirada y vi el reloj que marcaban las 8 a.m. dejando a mí entender que me quedaba una hora para desayunar y luego irme a trabajar.
Salí del departamento y baje por el ascensor; me dirigí al garaje del hotel con algunos planos y papeles en mis manos, y al llegar enfrente de mi auto tome las llaves de mi cartera y me recargue en él.
- ¿Hola? –. Pregunte atendiendo mi celular, mientras esperaba que abrieran paso para que pudiera salir del garaje.
- _______, ¿Estás por llegar? –. Pregunto mi secretaria con un tono preocupante que me alarmo de que algo había sucedido.
- Sí, estoy en camino, Yamila –. Dije cortando al instante dejando el celular sobre el asiento del copiloto.
Al llegar a la empresa, aparque el automóvil frente a la misma. Tome mis cosas que estaban sobre los asientos de y entre. Salude cortésmente a todos mis empleados y subí por el ascensor hasta el 5to piso. Al llegar me acerque al escritorio de mi secretaria que me recibía con una simple pero temerosa y temida sonrisa.
- Hola, Yamila, ¿Qué es lo que sucede? –. Pregunte mirando por una angosta abertura de la puerta de mi oficina que alguien se encontraba sentado esperándome -. ¿Quién esta ahí? -. Le pregunte sin despegar la vista de esa persona.
- Es el Dr. Díaz –. Dijo la muchacha aun con su mirada que transmitía miedo cada vez que ese hombre se acercaba a mi empresa.
- No tengas miedo, no pasara nada –. Dije sosteniendo entre mi mano la perilla de la puerta. Entre y él se dio la vuelta con una mano en su bolsillo –. Veo que no se resigna –. Dije sentándome en mi silla, dejando mis cosas sobre el escritorio.
- No tengo del por qué hacerlo –. Dijo y tomo asiento como yo le señale.
- ¿Qué es lo que quiere ahora? -. Pregunte ya dejando de lado el respeto. Ese hombre me irritaba.
- El Sr. Jonas quiere hablar con usted -. Respondió entregándome sobre mi escritorio una tarjeta donde tenía una dirección de un reconocido restaurante -. No le tome rencor, solo es para hablar sobre negocios Srita. ______ -. Prosiguió levantándose y se dirigió a la puerta -. La espera ahí hoy a las 9p.m. –. Atino a irse pero se volvió -. Y por favor, no lo defraude, puede ser que cambie el futuro de su empresa si asiste a esa invitación -. Finalizo perdiéndose al cerrar la puerta tras él.
- ¿Cambiar el futuro de mi empresa? ¡Ja! –. Dije sarcástica aunque el Dr. Díaz ya se había ido –. Eso veremos Kevin -. Pensé en voz alta, con remordimiento y sintiendo nuevamente el dolor de la mañana y de la noche anterior –. Eso veremos –. Repetí con una lágrima.
Desde que había llegado el abogado de Kevin hubo un tenso momento pero al retirarse todo volvió a la normalidad. El día había transcurrido como todos los días, ya nada se salía de lo rutinario a menos de que asistiera a la cena de Kevin. Cuanto dolor me embargaba el corazón con solo imaginarlo sentando en unas de las mesas del restaurante y esperándome después de tantos años sin vernos. Ya mi corazón saltaba de alegría por solo imaginarlo esperándome, aun así me estaba muriendo de dolor, mi corazón seguía amándolo en silencio.
- Bueno, hasta mañana _______ –. Se despidió mi secretaria yéndose para su casa y yo quedándome unos minutos más para finalizar algunos papeles y luego irme para mi departamento.
Al terminar esos asuntos de la empresa salí y me recargue en mi auto. Maneje mientras entre mi mano derecha jugaba con la tarjeta que me había dado el Dr. Díaz. Al llegar a mi departamento me saque el abrigo y directamente me fui a bañar, al terminar, enredada en la toalla me encamine hacia el placar, saque un vestido largo de color azul apto para una cena y me vestí lentamente sin mucho ánimos, a pesar de que mi corazón parecía estarlo con solo volver a ver en mi mente a Kevin como una foto. Al llegar la hora, me puse el chale del mismo color ya que no hacia tanto frío aquella noche.
Mientras me dirigía con mi auto hasta el restaurante me puse a pensar de cómo se encontraba él; hacia ya tres años en que no lo había visto de vuelta, solo sabía que los chicos se habían separado para dedicarse los tres en una empresa cuyas ideas ignoraba. A través de Daniela y Alex sabía que su romance iba bien, mejor diría yo. Pero de Kevin solo sabía que estaba comprometido hace ya tres meses con una modelo internacional, solo eso sabía de ellos tres, pero como estaba físicamente no tenía ni la más pálida idea. Denise y Paul aun después de habernos peleado ellos seguían hablando conmigo al igual que las chicas y, Joe y Nick, también los había visitado porque él no se encontraba viviendo con ellos como Joe y Nick; y pude ver de cómo cada vez más crecía Frankie, ese niño que a medida se convertía en un hombre.
Al perderme en mis pensamientos no me había percatado de cuando fue que paso tan rápido el tiempo y de que me encontraba ya aparcando mi auto en el restaurante.
Baje del auto y entre al restaurante con el chale enredado en mis codos y ante brazo, y sosteniendo mi bolso entre mis dos manos.
- ¿Usted es la Srita. ______? -. Pregunto uno de los mozos del restaurante.
- Sí –. Respondí siendo dirigida por el joven mozo.
Mientras caminaba detrás del mozo, no pude evitar admirar de cómo se encontraba Kevin después de tres años. Había cambiado mucho para mi parecer. Lo mire atentamente mientras caminaba hacia él, que se encontraba perdido en su charla por teléfono; lo mire sin pudor, tan solo estaba saciando la sed que tenía mi corazón de verlo; cuando tan solo faltaba unos centímetros de él, él cortó la llamada y levanto la mirada lentamente mirándome de abajo a arriba, cruzando nuestras miradas en el impacto y a la misma vez, haciéndome sentir de nuevo el dolor en mi pecho, que me hizo sentir las ganas de salir corriendo e irme para no volverlo a ver, pero tenía que hacerlo, no podía demostrar que le tenía miedo o algo así con tan solo mirarlo a los ojos… esos ojos que mantenían su color esmeralda y que transmitían esos conjuntos de sentimientos inexplicable y difíciles de definirlos.
- Gracias –. Agradecí al mozo que me había corrido la silla para sentarme, tome la servilleta y la puse sobre mi regazo.
- Sabía que no me defraudarías –. Hablo finalmente, dejando el silencio incomodo que había entre los dos hacía unos pocos minutos.
- No, he venido porque quiero saber que es lo que quieres y al fin dejarme en paz -. Dije en un tono sereno pero que demostraba el remordimiento que le tenía y la irritación que me causaba.
- Bueno…-. Hizo una pausa -. Creo que no va a poder ser así -. Mirándome a los ojos.
- ¿Por qué lo dices? -. Dije levantando un ceño y con la mirada demostrando la irritación.
- Porque quiero que seas mi colega en nuestra empresa, no es que quiera yo. Pero mis hermanos te quieren y me obligaron a que te lo pidiera yo -. Respondió sinceramente -. Y me convencieron…-. Es interrumpido por la melodía de su celular, el cual lo toma entre sus manos y atiende como si nada. Eso causo que me sintiera peor de lo que ya estaba, parecía que me estaba faltando el respeto. Con un nudo en la garganta por querer llorar intentaba comer algo aunque me lastimaba cada vez que tragaba, y los sollozos querían salir de mí boca pero los reprimía, no podía darle el gusto de verme de esa manera sabiendo que era por él lo que sentía -. Me convencieron porque me mostraron unos trabajos tuyos y me dejaron impresionado -. Prosiguió luego de haber cortado, mientras atentamente yo escuchaba y el dolor en mi pecho se agrandaba. Limpie como si nada me afectara mis labios con delicadez.
- Gracias por el halago -. Dije al fin y siendo atónita por el anillo que tenía en su dedo, confirmando que estaba comprometido -. Es verdad sobre el rumor -. Comente murmurando señalando con la mirada en el anillo, mientras el dolor aumentaba y las ganas de llorar también.
- Ha…-. Exclamo comprendiendo a que me refería. En ese momento coloco sobre la mesa sus codos entrelazando sus manos -. Sí, me casare -. Dijo en un susurro la última palabra pero que pude escuchar claramente.
- Te… -. Aclare mi voz al ver que entre esa palabra se me escaba un sollozo -. Te felicito -. Dije con mi voz quebrándose de apoco por las ganas de sollozar y llorar pero que estaba bajo mi control o por lo menos eso intentaba.
- Gracias -. Dijo sacando sus codos sobre la mesa y tomar la servilleta de sobre su regazo -. Te vez muy hermosa… -. Comento sin dejar de limpiarse los labios con la servilleta.
- Entonces era eso nada más -. Dije cambiando de tema, aunque me hubiese gustado halagarlo.
- He… sí, ¿aceptas o no? -. Pregunto volviendo a tomar el tono del principio.
- Déjame pensarlo, por favor -. Suplique suavemente, sin alterar mi voz.
- Esta bien, tienes…-. Lo interrumpí.
- Mañana a primera hora tendrás la decisión -. Dije cortante.
- Me parece bien -. Me extiende una tarjeta con un n° telefónico y debajo el de un celular -. Agárralo, es mi n° telefónico y el de mi celular, para que te comuniques mañana conmigo -. Me extendió nuevamente la tarjeta, la cual tome rozando, sin querer, su mano con la mía… mi piel con la de él.
- Esta bien -. Dije tratando de hacerme como si no hubiese sentido una corriente electrizante cuando lo toque, cuando lo roce.
- Bueno… -. Dijo mirando por la ventana la calle oscura iluminada por los faroles y por la luna. Me levante de la silla haciendo que él me mirara ya parada enfrente de él pensaba -. ¿Ya te vas? -. Pregunto mirándome a los ojos, mientras me ponía el chale sobre mis hombros y que rebeldemente se resbalo sobre ellos.
- Sí, creo que era todo ¿no? -. Dije escuchando una música levemente de fondo.
- Sí -. Bacilo un momento -. Pero quisiera pasar un tiempo más de tu compañía -. Dijo suplicando con la mirada -. Y para saber que fue… de esos tres años desde nuestra… separación -. Prosiguió diciendo en un suspiro las últimas palabras.
Me senté nuevamente dejando que el chale se resbalara por completo por mis hombros. Sosteniendo una copa entre mi mano y revolviéndolo con suaves movimientos que realizaba con mi muñeca; la miraba silenciosamente escuchando la melodía de fondo, mientras recordaba los destellos de fragmentos de cristales por la alfombra esparcidos por todo el departamento, recordando el dolor en mi pecho que aun me daba punzadas en ese momento.
- ¿Tienes…?
- No -. Dije cortante, pero sin dejar de mirar la copa y recordar sus destellos en la oscura habitación -. No tengo pareja alguna y no me interesa tenerla -. Respondí del mismo modo y sentí como si estuviésemos conectados, el suspiro que dio dentro de él… fue el mismo suspiro de alivio que creo su alma.
- Ha…-. Dijo mirando lo que estaba haciendo -. ¿Qué es lo que te hace recordar mirar la copa?-. Pregunto sin poder evitarlo, pero que no respondí. Se levanta y se pone enfrente de mí y me extiende su mano -. ¿Quieres bailar?
- He…-. Mire su mano y conté las personas que se encontraban en la pista de baile; por un momento iba a aceptar pero vi que había muchos paparazis fuera del restaurante -. No -. Y mire por la ventanilla, viendo la noche una vez más con melancolía.
- ¿Por qué? -. Pregunto seriamente, sentado ya en su lugar.
- Porque hay muchos paparazis y puede arruinar tu relación con ella -. Dije sin despegar la mirada de la noche y que las estrellas reflejaban sus destellos en mis ojos -. Además no quiero bailar -. Me excuse, sin dejar de mirar la noche y perderme en su mundo.
- Esta bien, como quieras -. Y se recostó en el respaldo de la silla sin obtener mi atención ya que me había perdido en el mundo de la noche.
- ¿Por qué siempre va tu abogado y no vos? -. Pregunte saliendo del mundo de la noche y mirarlo a los ojos mientras tomaba agua de la copa.
- Sinceramente… no quería verte -. Respondió con una voz cortante “de nuevo”. Pensé.
- Bien, creo que es hora de irme -. Levante el chale hasta mis hombros, tome mi bolso y atine a irme pero me detuve -. Adiós… Kevin -. Me despedí y me di la vuelta con mi espalda al descubierto y salí del restaurante.
Al llegar al hotel deje mi auto aparcado en el garaje y subí por el ascensor. Abrí la puerta de mi departamento y entre dejando el chale y mi bolso sobre el perchero, mientras caminaba por el pasillo me sacaba los zapatos que los dejes dentro del placar. Prendí la luz y me fui al baño donde me saque el vestido y me puse el pijama. Antes de cerrar mis ojos tome la decisión y me dormí aun con el dolor en mi pecho y en mi alma, como la noche anterior.
Al día siguiente me levante, me bañe y me hice el desayuno, al ser la hora tome el teléfono y marque el número de él que indicaba la tarjeta que me había entregado la noche anterior.
- ¿Hola? -. Pregunto sin saber que se trataba de mí.
- Hola -. Respondí lo más serena que pude mientras tomaba mi desayuno -. Me respuesta es que acepto, diles a los chicos gracias… adiós -. Y le corte de inmediato ya que sentía los besos que seguramente le daba ella. Al terminar, tome mis cosas y me dirigí hasta donde se encontraba mi auto; me recargue en él, y antes de arrancar me puse los lentes de sol ya que el día se encontraba más soleado que de lo habitual, y salí de ahí para llegar a mi empresa.
- Hola _______ -. Me recibió mi secretaria alegremente como todas las mañanas al llegar a su escritorio.
- Hola, Yamila -. Y entre a mi despacho dejando mis cosas sobre el escritorio. Tocan la puerta.
- Permiso -. Pidió Yamila, asomando su cuerpo de apoco por la abertura que ella dejaba en la puerta -. El Sr. Jonas se encuentra afuera, quiere hablar con usted -. Dijo ya enfrente de mi escritorio -. ¿Quiere que lo haga pasar? -. Pregunto aun sosteniendo su alegría que sus ojos color marrones claros me transmitían.
- Sí, Yamila -. Y le di el permiso de que se vaya. Mientras yo sostenía la mirada sobre unos contratos.
- Hola, nuevamente -. Dijo él asomándose a mí.
- Hola –. Dije sin despegar la mirada en los papeles y resoplando un mechón que intervenía en mi vista.
- ¿Por qué me cortaste así por teléfono? -. Pregunto obteniendo mi atención a su pregunta.
- Porque era para decirte nada más eso, ¿Acaso querías que te preguntara algo más? -. Pregunte levantándome para dejar esos contratos en otra mesita donde se encontraban otros ahí apilados.
- Puede ser…-. Respondió sin despegar la mirada de mí.
- Deja de mirarme -. Le dije irritada y me senté de nuevo en donde lo mire a los ojos apoyando mis codos sobre mi escritorio -. Además no quería perder mi tiempo y tampoco del tuyo -. Dije mientras sacaba mis codos sobre el escritorio para agarrar otros papeles de ahí.
- No estaba asiendo nada para desperdiciar mí tiempo hablando contigo -. Dijo él cruzándose de brazos -. Además hay muchas cosas por las cuales hay de que hablar -. Prosiguió mientras yo sostenía el ceño arqueado.
- ¿Cómo cuales? -. Pregunte interesándome un poco más por la conversación.
- De la empresa: de como trabajamos -. Respondió evadiendo mi mirada que de alguna manera lo intimidaba.
- De acuerdo, pero para eso tienes que citarme en otra ocasión -. Dije levantándome del sillón -. Porque ahora, justamente tengo una reunión -. Dije y rodee mi escritorio y no se como unos papeles se cayeron al piso al lado de él. Con irritación y maldiciendo en silencio, como pude me agache y tome los papeles para terminar de incorporarme dejando los papeles en el escritorio -. Adiós… Kevin -. Me despedí de la misma manera una vez más, era de la manera que me convencía de que nada podía ocurrir entre los dos. “Aunque no es así”, me dijo una voz dentro de mí respondiendo a mi teoría. Sin dudas era la verdad, y eso me dolía.
Al terminar la reunión, como no tenía nada pendiente, salí antes de la empresa. Salí de la empresa poniéndome los anteojos y me dirigí al garaje donde mi auto se encontraba aparcado pero apoyado sobre él se encontraba Kevin de brazos cruzados.
- Ahora sí tienes tiempo para hablar conmigo sobre la empresa -. Dijo excusándose una vez más, sabiendo bien que quería hablar conmigo de otras cosas menos de la empresa.
- Deja las excusas para los adolescentes -. Respondí fríamente, no quería hablar con él en lo absoluto, me hacia sentir el dolor en mi alma y las heridas agrandaba sin dejarlas cicatrizar.
- Creo que no quieres hablar conmigo -. Dijo en tono burlón intentando irritarme aun más y lo peor es que lo estaba obteniendo.
- ¡Por favor, déjame en paz! -. Estalle, dándome la vuelta y enfrentarlo señalándolo con mi dedo índice sobre su pecho -. No, no quiero hablar contigo. ¿Qué es lo que quieres de mí? ¿No te basta con tenerme todo los malditos días sintiendo el dolor en mi alma, de sentir mi corazón hecho cenizas? -. Dije ya llorando sin dejar de señalarlo -. Me estas matando de apoco… solo deseo decirte de verdad adiós… Kevin -. Él atina a sujetarme por los hombros pero no se lo permito -. ¡Solo déjame! -. Dije subiendo a mi auto y arrancar dejándolo ahí sólo mientras yo lloraba a camino a mi departamento.
- Ya no… acepte, pero eso no me arruinara -. Dije sentada en el piso mientras abrazaba mis piernas -. Él esta comprometido y nada nos hará volver a los viejos momentos, son del pasado y ahora estamos en el presente, él no me ama pero yo aun sí -. Y llore una vez más toda la noche. Aunque intentaba convencerme de que nada iba a volver a ser como antes, las ilusiones me podían. Aunque quisiera descartar cualquier posibilidad, las ilusiones hacia que el trabajo de auto convencerme de que él estaba haciendo su vida fuera más difícil de lo que ya me era por entonces.
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Pinkii&Wonderous escribió:Ya viene el drama :(
Me intriga mucho!
También me intriga lo del lado perver jaja
Este cap fue mágico como el beso indescriptible.
Caminar por la playa, tomados de la mano… mmmm que lindo <3
Aaaww siempre me haces sacar una sonrisa con tus capis y tus lindos Comentarios. Sebas debe ser bobo :( y gracias por decir que escribo como profesional *-* es la primera vez que me lo dicen y eso que a veces me enredo con tantas ideas al escribir.
Te amoo y ánimos para ir mañana a clases, yo también tengo mañana :)
Besos !!
Espero que te guste el drama, aunque no estoy muy segura de como sigue xD no me acuerdo de como va. Igual no tardaré mucho en subir ahora porque ya esta escrito más o menos como a mi me gusta n.n así que será un poco más rápido al momento de subir capitulo n.n creo que ese tema te tiene loca xD no te preocupes que no soy perver eh? solo una mini descripción xD
Sí, ese momento es hermoso... yo no conozco el mar, pero creo que sería maravilloso caminar en la orilla y tomada de la mano con la persona querida n.n
Me alegra que te haga sonreí mis capítulos, en este no estoy muy segura de que sonríes u.u xD puede que sea bobo, pero realmente es hermoso! te juro que hoy estaba en el tren y creí verlo! o.O pero no era. No sabes como me salto el corazón al creer que era él... creo que no termine el ciclo de amarlo aun U.U es muy frustrante! ya quiero olvidarlo, pero como ya te dije, sigo ilusionandome u.u
Yo también me enredo con las ideas al escribir xD pero trato de no hacerlo para que quede una escritura más entendible jajajaj. De nada linda n.n
Te amo También :D y espero que te guste el capitulo de hoy n.n
Besos y cuídate n.n
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Nicholasmyhero escribió:Hola bella.
¿Estarás en la universidad a esta hora?
¿A que hora entras?
Yo me levanté a las 7, y me acosté a las 3.
Dormí poco y nada, así que supongo que la siesta me espera luego.
No soy muy fan de ellas, pero si no a las 8 de la noche parezco un zombie, jajaja.
No entendí muy bien eso de Sebas...
Ese nombre es uno de los dos nombres importantes en mi vida, jajaja.
¿El capitulo?
Horrible......
JAJAJAJAJAJA, mentira. Sabes que jamas podría decir eso.
Y no por que sea tu amiga, si no por que jamas podrían quedar así...
cuando sos vos quien los escribe.
¡Me encantó!
Amo esos "pequeños momentos" donde se comparten las cosas cotidianas
como jugar con Elvis y Frankie, eso me gusta mucho.
Ayudar a Denise, compartir momentos todos juntos.
Son cosas que a veces algunas escritoras no las reflejan por que no las creen importantes y yo creo que realmente lo son.
Te mete mas en la historia, y aparte por lo menos a mí, me llenaría de felicidad vivir todos esos momentos.
Y bueno.. Respecto a la parejita feliz...
Hermoso día en la playa, lleno de paz, perfecto.
Pero no todo es felicidad, verdad? Por que se nos viene el drama otra vez.
Me voy a preparar psicologicamente para el capitulo de mañana.
De todos modos seguro me va a gustar. :)
Te mando un beso enorme, espero que tengas una muy buena semana.
Te deseo lo mejor para el estudio y levantarte temprano para ir, jajaja.
Te amo muchísimo amiga.
xD para esa hora estaba en la universidad jajajaja, algo alborotada porque a penas entendía algo jajaja, pero bien por suerte n.n yo entro a las 8 pero tengo que estar antes :/ así que estamos igual jajaja.
Yo tampoco soy amante de las siestas, pero a veces hace bien n.n ay! mi probrecita Orne! espero que estés mejor ahora. Es raro que te despiertes a esas horas :| deberías tratar de descansar así resistes más y te mejores n.n
Bueno, Sebas es el chico que siempre ame desde octavo grado y perduro o eso creí hasta hoy que lo deje de amar u.u él es causante de que escribiera poemas por entonces, y amo ese nombre a pesar de que su amor no me fue correspondido. Hoy estaba en el tren de vuelta a casa y por un momento creí haberlo visto, pero de manera dolorosa no era él u.u mi corazón, por poco, creí que se me escapaba del pecho!! que locura! como puede que siga queriéndolo aun?? no entiendo nada u.u y saber que ya ni siquiera lo veo a los ojos como en la secundaria, me destruye u.u que debo hacer?
Espero que te guste el capitulo de hoy n.n y que lo disfrutes ovbiamente :)
Te amo y gracias por tu apoyo
Las amo hermosas lectoras, mañana puede que no llegué a subir :/ porque tengo que hacer unos transmite así que espero que sepan comprenderme n.n entonces me despido hasta el miércoles en que me dedicare a hacer dos capitulos si es que llego, no prometo nada n.n las amoooooooooo ♥ gracias por sus hermosos y encantadoras comentarios ♥
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
I cant believe :/
¿Como paso todo esto?
¿Tres años?
¿Empresarios?
¿Separados?
¿Por qué se separaron?
¿Por qué el es tan frío con ella?
Goshhhh, tengo muchas preguntas, dudas.
Sinceramente no me esperaba esto, que haya pasado tanto y mucho menos tanto tiempo de estar separados.
Me sorprendiste, y aunque me siento triste por esa separación
ME GUSTA.
Sé que poco a poco vendrán cosas buenas, no?
DECIME QUE SI, jajajajajajaja.
Hola amiga (: Ahora si te saludo, es que necesitaba descargar todo, jajajaja. ¿Como estás? Yo acá ando, nuevamente bastante molesta de la mandíbula, el tema de nunca acabar.
¿Sebastían? Tengo una historia con ese nombre también.
Respecto a seguir queriéndolo aun, creo que es inevitable
enamorarse de personas que tal vez no fueron las correctas
y que pase el tiempo y no olvidarlas y preguntarse por que, cuando ni siquiera los vemos como antes.
Yo creo que son esos amores verdaderos, no correspondidos, pero verdaderos, que para bien o para mal llegan a nuestra vida y aunque quedamos no se van.
Tengo fe de que en algún momento dejan de doler, como muchos otros recuerdos, como ya hemos hablado.
Dejan de doler y solo son recuerdo del pasado.
Me pongo sentimental, eh. Jajajajaja.
¿Hoy no vas a subir? Bueno tendré que esperar a mañana por un capitulo que seguramente sera grandioso como este.
Suerte en la facu, te mando fuerza para levantarte, por que dicen que va a llover toda la semana.
Te amo muchisimo Ro, besos.
I cant believe :/
¿Como paso todo esto?
¿Tres años?
¿Empresarios?
¿Separados?
¿Por qué se separaron?
¿Por qué el es tan frío con ella?
Goshhhh, tengo muchas preguntas, dudas.
Sinceramente no me esperaba esto, que haya pasado tanto y mucho menos tanto tiempo de estar separados.
Me sorprendiste, y aunque me siento triste por esa separación
ME GUSTA.
Sé que poco a poco vendrán cosas buenas, no?
DECIME QUE SI, jajajajajajaja.
Hola amiga (: Ahora si te saludo, es que necesitaba descargar todo, jajajaja. ¿Como estás? Yo acá ando, nuevamente bastante molesta de la mandíbula, el tema de nunca acabar.
¿Sebastían? Tengo una historia con ese nombre también.
Respecto a seguir queriéndolo aun, creo que es inevitable
enamorarse de personas que tal vez no fueron las correctas
y que pase el tiempo y no olvidarlas y preguntarse por que, cuando ni siquiera los vemos como antes.
Yo creo que son esos amores verdaderos, no correspondidos, pero verdaderos, que para bien o para mal llegan a nuestra vida y aunque quedamos no se van.
Tengo fe de que en algún momento dejan de doler, como muchos otros recuerdos, como ya hemos hablado.
Dejan de doler y solo son recuerdo del pasado.
Me pongo sentimental, eh. Jajajajaja.
¿Hoy no vas a subir? Bueno tendré que esperar a mañana por un capitulo que seguramente sera grandioso como este.
Suerte en la facu, te mando fuerza para levantarte, por que dicen que va a llover toda la semana.
Te amo muchisimo Ro, besos.
Orne Jonas.
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Pobre Roci, no me digas que no conoces el mar con lo que me dices que te gusta nadar y el solecito :(
Te invito a las playas de Venezuela para que caminemos como un par de loquitas jajaja. Yo nunca he caminado con amigas ni amigos en la orilla, por lo general con mi mamá, sola o hasta con mi perrita aunque tengo como dos años que no voy a la playa :(
Sí, Sebas definitivamente es bobo!! Oh Dios, te entiendo que te hayas puesto como te pusiste al creer que era él… a mí me pasa hasta con el chico que más odio en mi vida (ya tu sabes quien es xD) y bueno, la estrategia de olvidarlo ayer se me complicó cuando me lo topé cara a cara y me saludó casi como en los viejos tiempos, así que me quedé tonta y emocionada por un buen rato :S Dios mío, si sufrimos!!
Ahora al CAP: queeeee? Tres años separados?? Cuando leí me quede WTF?? No puede ser? Cómo pasó eso?
Pobrecita ella, me parte el alma como se siente y más sabiendo cuál es el origen de esta historia y es tu propio dolor ;( qué triste!
No lloré pero sí se me hizo el nudo en la garganta como a ella… solo espero que se pueda recuperar y como en las novelas tengan su final felices lo que me hace pensar que no solo ella debe sufrir si no también Kev. Ojalá sea así!
Síguela, linda
Un besooo :hug:
PD: tranquis, yo espero por un súper capi tuyo lo que sea necesario ;)
Te invito a las playas de Venezuela para que caminemos como un par de loquitas jajaja. Yo nunca he caminado con amigas ni amigos en la orilla, por lo general con mi mamá, sola o hasta con mi perrita aunque tengo como dos años que no voy a la playa :(
Sí, Sebas definitivamente es bobo!! Oh Dios, te entiendo que te hayas puesto como te pusiste al creer que era él… a mí me pasa hasta con el chico que más odio en mi vida (ya tu sabes quien es xD) y bueno, la estrategia de olvidarlo ayer se me complicó cuando me lo topé cara a cara y me saludó casi como en los viejos tiempos, así que me quedé tonta y emocionada por un buen rato :S Dios mío, si sufrimos!!
Ahora al CAP: queeeee? Tres años separados?? Cuando leí me quede WTF?? No puede ser? Cómo pasó eso?
Pobrecita ella, me parte el alma como se siente y más sabiendo cuál es el origen de esta historia y es tu propio dolor ;( qué triste!
No lloré pero sí se me hizo el nudo en la garganta como a ella… solo espero que se pueda recuperar y como en las novelas tengan su final felices lo que me hace pensar que no solo ella debe sufrir si no también Kev. Ojalá sea así!
Síguela, linda
Un besooo :hug:
PD: tranquis, yo espero por un súper capi tuyo lo que sea necesario ;)
Invitado
Invitado
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
dios rocii como te extrañe y cuanto me he perdido/?/ veo los comentarios y creo que es bastante pero me pondre al corriente en eso estoy... ya me voy a apurar te quiero cuidate besos
haydeejOnaz
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Capitulo cuarenta:
Desde entonces había empezado a trabajar con los muchachos en su empresa. Por entonces sonreía porque Joe junto con Nick me hacían pasar los mejores momentos cada vez que nos juntábamos para hablar sobre los asuntos de la empresa, aunque esa misma sonrisa se desvanecía ni bien veía que Kevin se nos acercaba. Todo volvía a ser un ambiente frío, que podría jurar que parecía que cortaba la piel. Lamentablemente cada día era peor, pero con Joe y Nick que estaban más de mi lado era todo mejor.
- ______, tenemos una reunión en media hora -. Me avisa Joe por celular, ya que iba en camino a la empresa de ellos con mi auto.
- Sí, lo sé, estoy en camino -. Le dije y colgamos los dos al mismo tiempo. Deje el celular en el asiento del copiloto mientras esperaba que el semáforo se pusiera en verde.
Después de unos minutos de trayecto desde mi departamento hasta la empresa de los chicos, llegué sobre la hora a la reunión. Lo más rápido que pude subí al ascensor y rogando por llegar, esperaba que el ascensor llegara al piso en donde se encontraban todos esperándome.
- Creí que no llegarías a tiempo -. Dijo Nick en la puerta de la sala de reuniones.
- Créeme que yo tampoco -. Dije y entramos a la sala donde me esperaban todos -. Hola, ¿Llegue a tiempo? -. Pregunte sentándome en unos de los sillones que tenía la larga mesa que en cada lugar a ocupar había una laptop.
- Sí, falta unos minutos para que llegue Kevin -. Dijo un hombre de la misma edad que Kevin; un hombre alto de cabellos negro y corto, ojos color celeste, y tez blanca.
- Gracias por responderme, Lorenz -. Agradecí cortésmente.
A los pocos minutos de mi llegada, Kevin entraba a la sala y al instante empezamos la reunión, la cual duro más de lo que yo esperaba. Al finalizar la reunión todos nos despedimos, ya que no había más nada que hacer y además de que no tenia ni una mínima intensión de permanecer más tiempo allí, sabiendo que Kevin estaría. Cuando me encontraba yendo, Lorenz abre la puerta de la sala de reuniones.
- Gracias -. Y le regale una sonrisa y cuando di un paso él coloca su brazo extendido ante mí, causando que me detuviera al instante para verlo algo dudosa.
- ¿Quieres tomar algo conmigo? -. Pregunto Lorenz antes de salir de la sala e irme directo a mi departamento.
- Gracias por la invitación -. Él me mira esperando mi repuesta -. Y claro, encantada -. Y una sonrisa en su rostro se dibujo, contagiándomela.
En pleno silencio subimos al ascensor para al llegar a la recepción de la empresa, él como todo caballero, me abre la puerta dejándome salir primero y después él cerrando la puerta de cristal tras de sí.
- Así que tienes también tu propia empresa -. Dijo ya sentado afuera de la confitería, la cual quedaba enfrente de la empresa. Sin dudas los chicos estaban más que decidido en cuanto a tomar las riendas de una empresa. Jamás hubiese pensado que ellos finalizarían siendo hombres de negocios. Aun me sorprendía ese hecho y apenas podía comprenderlo, ya que supuestamente ellos amaban la música como a su propia vida; vale aclarar que la empresa era una discográfica que llevaba su firma, siendo una de las principales discográficas que nuevos talentos llegaban a la cima.
- Sí -. Respondí mirando esta vez un auto, sin dudas era el de Kevin. Con solo volver a verlo en mi cabeza, mi corazón comenzó a latir como si nunca lo hubiera hecho por años.
- ¿Y hace cuanto tiempo trabajas con los Jonas? -. Pregunto obteniendo mi atención. La verdad que a él lo conocí en el primer día desde que comencé a trabajar con los chicos, pero supongo que él no lo sabía.
- Con este día… será una semana -. Respondí sonriendo y dejando de recordar por un momento a Kevin. “De seguro irá a ver a su comprometida”. Pensé con melancolía a la vez que dejaba de ver a Lorenz para ver mi taza de café descafeinado lamentándome tanto por ser tan débil en cuanto no poderlo siquiera a verlo como un simple amigo.
- Que bueno -. Dijo y pensando en que podía decir para retomar la conversación -. ¿Sabes que habrá una fiesta? -. Pregunto y yo negué con la cabeza suavemente -. Pues te digo que sí… y no tengo pareja y quería preguntarte sí ¿quieres ir conmigo y ser mi pareja?
- Me encantaría, últimamente no he tenido diversión alguna -. Respondí sonriendo bajando la mirada algo ruborizada, pues sabía lo que él estaba haciendo pero aun así me había esforzado en regalarle una sonrisa cuando por dentro me moría de dolor por saber que a Kevin lo había perdido. Por un lado me incomodaba el hecho de que Lorenz se insinuara a mí, pero por otro lado me hacía bien al saber que quizás estaba teniendo una segunda oportunidad en el amor.
- Genial -. Dijo él alegremente y se termino su bebida al igual que yo.
- Lindo día ¿No? -. Le pregunte mientras con mis anteojos puestos miraba el cielo despejado e iluminado por el radiante sol.
- Sí… hermoso día para pasear como lo estamos haciendo -. Respondió Lorenz mientras caminaba con sus manos entre los bolsillos de su elegante traje -. Nada lo puede estropear -. Dijo esta vez mirándome a los ojos que se encontraban detrás de los anteojos.
- Sí… -. Reí y mire hacia adelante, me incomodaban un poco sus penetrantes ojos -. Nada puede estropear algo tan hermoso como esto -. Dije adelantándome un poco más a él.
Durante la tarde de ese día lo pase con él, con Lorenz, quien me trajo un poco de alegría a mi alma pero que mi corazón se encontraba sin encontrar la cura o los cicatrizantes para sus heridas, que se agrandaban cada vez más cuando a Kevin lo veía con su comprometida Jennifer.
- La pase de maravilla -. Le dije a Lorenz, quien me había acompañado hasta donde se encontraba mi auto.
- Sí, también la pase de maravilla contigo -. Me dijo con una amplia sonrisa mientras me abría la puerta de mi auto -. Espero que una vez más se repita.
- Yo también lo espero, me hizo bien -. Respondí mientras ponía la llave en el auto -. Hasta pronto, Lorenz. Nos vemos cuando el destino lo diga -. Finalice y me fui manejando hasta llegar a mi departamento, pensando en lo genial que se sentía al tener una compañía como él. Al aparcar el auto en el garaje del edificio, entre al mismo subiendo por las escaleras hasta donde se encontraba mi departamento. Al abrir la puerta entre para luego sacarme la ropa y ponerme el pijama ya que por entonces tenía pensado cenar y quedarme en casa. Y que mejor para estar en casa que en pijama, por lo menos me hacía relajarme de algún modo.
Cuando se prendió la luz roja del horno e hizo un ruido algo agudo, deje de ver la tele para entrar a la cocina y quitar mi cena. Al estar la cena en la bandeja con mis cubiertos y mi vaso lleno de Coca-Cola me dirigí hacia el living en donde me encontraba buscando una película, por el momento no había encontrado nada y en eso me base mientras cenaba sola. Cuando había encontrado una de mis favoritas películas y a medio terminar mi cena, suena el teléfono de mi departamento.
- Hola -. Dije distraída mirando y prestándole absoluta atención a la película. Ni siquiera ya me había dedicado a cenar, sino a ver la película.
- Hola, ____ -. Respondió Kevin seriamente y con una voz irreconocible, la cual hizo que dejara de ver la película y me quedara casi perpleja al recibir su llamada. Jamás hubiese creído que fuera él quien me llamara a esas horas.
- ¿Kevin?, ¿Qué quieres? -. Pregunte dejando con mala gana la cena, ya que la felicidad o la poca que tenía desaparecieron al escuchar solamente su voz.
- Necesito que vengas a la empresa… por favor -. Dijo las últimas palabras en un suspiro como si estuviera resignado a algo o que realmente estaba en problemas. Mi corazón volvió a saltar con solo presentir que él necesitaba de mi ayuda; aunque mi razón no era tan ingenua como lo era mi corazón.
- ¿Para qué? -. Cuestione siguiendo con mi interrogatorio, mientras mi razón no dejaba de decirme que lo dejara, aunque mi corazón se negaba como una niña caprichosa. No me permitía colgar la llamada.
- Deja el interrogatorio para padres de adolescentes y ven… algo malo sucede -. Respondió irritado y cambiando el tono dulce que había tenido al contestarle la llamada, haciendo que mi razón tuviera la razón. “¡Genial! En mientras de ser yo la enojada e irritada, lo es él.” Pensé de mala gana mientras rodeaba mis ojos acusando a mi corazón por ser tan ingenuo.
- Esta bien -. Di un profundo suspiro de resignación -. Tan pronto como pueda estaré ahí -. Le dije y antes de cortar:
- Espera -. Me pidió -. Trata de venir con los últimos contratos que te deje a cargo -. Me pidió y me corto al instante dejando por lo menos claro el pedido, aunque no bien claro del por qué, después de tres años sin estar juntos, en ese entonces él necesitaba de mi ayuda. “No necesita de ti, sino de tu labor.” Me reto mi conciencia con la cual por entonces me estaba debatiendo, aunque por entonces tenía razón ella y no yo, o sea mi corazón.
Con unas ganas de llorar mil años, o mejor dicho una eternidad, me incorpore del sillón dejando a la mitad la cena. Mientras caminaba hacia mi habitación me quite el pijama quedando en ropa interior, y al llegar al placar saque mi traje de trabajo el cual consistía de un pantalón de vestir con líneas paralelas y verticales de colores grises, una camisa blanca con un chaleco negro y unos zapatos negros de taco algo alto.
Cerré la puerta de mi departamento con llave, entre al ascensor con los contratos entre mis manos aferrados a mi pecho y camine hasta el garaje en donde, mientras me encaminaba hacia mi auto, saque las llaves del mismo. Al llegar a la empresa, como un auto reflejo dirigí la mirada, al salir del auto, hacia la ventana del despacho de Kevin que se encontraba con la luz prendida. Dando un devastador suspiro, baje la mira y con pasos firmes entre a la empresa, la cual se encontraba en completa oscuridad. Al subir al ascensor, el cual desprendía a penas una diminuta luz, pensaba para qué me había citado allí Kevin y a esas horas. Analizando su voz, sabía que de algún modo yo tuve razón en cuanto al momento en que él firmo los contratos que llevaba entre mis brazos aferrados con miedo, por volver a verlo, contra mi pecho. Al escuchar el típico ruido del ascensor al llegar al piso correspondido, volví a respirar hondamente y con pasos más firmes camine por el pasillo que me dirigía hasta el despacho de Kevin, el cual estaba igual de oscuro que el resto de la empresa menos la oficina de Kevin que se encontraba por completo iluminada por una intensa luz que me cegaba después de tanta oscuridad. Teniendo entre mis manos la perilla una lágrima derrame inconscientemente y al instante la seque para al finalizar entrando a la oficina; me encaminaba con pasos ágiles e intentando no hacer demasiado ruido hacia él, aunque los tacos eran imposible de dejarlo de percibir en cada paso que daba.
- Aquí me tienes -. Dije mientras llevaba hacia atrás un mechón y al instante le entregué los contratos, obteniendo al instante su mirada que por un momento hizo que mi corazón diera un vuelco.
- Siéntate, me tienes que ayudar con esto -. Me ordeno y yo me senté sin problema alguno; en sí me dolían las piernas, no había descansado mucho estando en mi departamento por haber caminado tanto con Lorenz por la plaza, y por entonces tenia las consecuencias por ello.
- ¿Y se puede saber cual es “lo malo” que sucede? -. Dije mirando como miraba atentamente a los contratos, los cuales, le había dicho que lo mirara más de una vez antes de firmarlos. Pero para darme la contra, los firmo con solo una leída.
- Eso es lo que estoy tratando de ver -. Respondió sin dejarlos de leerlos mientras yo me levantaba hacia la ventana para contemplar la noche como lo solía siempre hacer. Me quede ahí más de unos quince minutos perdida en los destellos de las estrellas y recordando una vez más… mi niñez.
- ______, tenemos una reunión en media hora -. Me avisa Joe por celular, ya que iba en camino a la empresa de ellos con mi auto.
- Sí, lo sé, estoy en camino -. Le dije y colgamos los dos al mismo tiempo. Deje el celular en el asiento del copiloto mientras esperaba que el semáforo se pusiera en verde.
Después de unos minutos de trayecto desde mi departamento hasta la empresa de los chicos, llegué sobre la hora a la reunión. Lo más rápido que pude subí al ascensor y rogando por llegar, esperaba que el ascensor llegara al piso en donde se encontraban todos esperándome.
- Creí que no llegarías a tiempo -. Dijo Nick en la puerta de la sala de reuniones.
- Créeme que yo tampoco -. Dije y entramos a la sala donde me esperaban todos -. Hola, ¿Llegue a tiempo? -. Pregunte sentándome en unos de los sillones que tenía la larga mesa que en cada lugar a ocupar había una laptop.
- Sí, falta unos minutos para que llegue Kevin -. Dijo un hombre de la misma edad que Kevin; un hombre alto de cabellos negro y corto, ojos color celeste, y tez blanca.
- Gracias por responderme, Lorenz -. Agradecí cortésmente.
A los pocos minutos de mi llegada, Kevin entraba a la sala y al instante empezamos la reunión, la cual duro más de lo que yo esperaba. Al finalizar la reunión todos nos despedimos, ya que no había más nada que hacer y además de que no tenia ni una mínima intensión de permanecer más tiempo allí, sabiendo que Kevin estaría. Cuando me encontraba yendo, Lorenz abre la puerta de la sala de reuniones.
- Gracias -. Y le regale una sonrisa y cuando di un paso él coloca su brazo extendido ante mí, causando que me detuviera al instante para verlo algo dudosa.
- ¿Quieres tomar algo conmigo? -. Pregunto Lorenz antes de salir de la sala e irme directo a mi departamento.
- Gracias por la invitación -. Él me mira esperando mi repuesta -. Y claro, encantada -. Y una sonrisa en su rostro se dibujo, contagiándomela.
En pleno silencio subimos al ascensor para al llegar a la recepción de la empresa, él como todo caballero, me abre la puerta dejándome salir primero y después él cerrando la puerta de cristal tras de sí.
- Así que tienes también tu propia empresa -. Dijo ya sentado afuera de la confitería, la cual quedaba enfrente de la empresa. Sin dudas los chicos estaban más que decidido en cuanto a tomar las riendas de una empresa. Jamás hubiese pensado que ellos finalizarían siendo hombres de negocios. Aun me sorprendía ese hecho y apenas podía comprenderlo, ya que supuestamente ellos amaban la música como a su propia vida; vale aclarar que la empresa era una discográfica que llevaba su firma, siendo una de las principales discográficas que nuevos talentos llegaban a la cima.
- Sí -. Respondí mirando esta vez un auto, sin dudas era el de Kevin. Con solo volver a verlo en mi cabeza, mi corazón comenzó a latir como si nunca lo hubiera hecho por años.
- ¿Y hace cuanto tiempo trabajas con los Jonas? -. Pregunto obteniendo mi atención. La verdad que a él lo conocí en el primer día desde que comencé a trabajar con los chicos, pero supongo que él no lo sabía.
- Con este día… será una semana -. Respondí sonriendo y dejando de recordar por un momento a Kevin. “De seguro irá a ver a su comprometida”. Pensé con melancolía a la vez que dejaba de ver a Lorenz para ver mi taza de café descafeinado lamentándome tanto por ser tan débil en cuanto no poderlo siquiera a verlo como un simple amigo.
- Que bueno -. Dijo y pensando en que podía decir para retomar la conversación -. ¿Sabes que habrá una fiesta? -. Pregunto y yo negué con la cabeza suavemente -. Pues te digo que sí… y no tengo pareja y quería preguntarte sí ¿quieres ir conmigo y ser mi pareja?
- Me encantaría, últimamente no he tenido diversión alguna -. Respondí sonriendo bajando la mirada algo ruborizada, pues sabía lo que él estaba haciendo pero aun así me había esforzado en regalarle una sonrisa cuando por dentro me moría de dolor por saber que a Kevin lo había perdido. Por un lado me incomodaba el hecho de que Lorenz se insinuara a mí, pero por otro lado me hacía bien al saber que quizás estaba teniendo una segunda oportunidad en el amor.
- Genial -. Dijo él alegremente y se termino su bebida al igual que yo.
- Lindo día ¿No? -. Le pregunte mientras con mis anteojos puestos miraba el cielo despejado e iluminado por el radiante sol.
- Sí… hermoso día para pasear como lo estamos haciendo -. Respondió Lorenz mientras caminaba con sus manos entre los bolsillos de su elegante traje -. Nada lo puede estropear -. Dijo esta vez mirándome a los ojos que se encontraban detrás de los anteojos.
- Sí… -. Reí y mire hacia adelante, me incomodaban un poco sus penetrantes ojos -. Nada puede estropear algo tan hermoso como esto -. Dije adelantándome un poco más a él.
Durante la tarde de ese día lo pase con él, con Lorenz, quien me trajo un poco de alegría a mi alma pero que mi corazón se encontraba sin encontrar la cura o los cicatrizantes para sus heridas, que se agrandaban cada vez más cuando a Kevin lo veía con su comprometida Jennifer.
- La pase de maravilla -. Le dije a Lorenz, quien me había acompañado hasta donde se encontraba mi auto.
- Sí, también la pase de maravilla contigo -. Me dijo con una amplia sonrisa mientras me abría la puerta de mi auto -. Espero que una vez más se repita.
- Yo también lo espero, me hizo bien -. Respondí mientras ponía la llave en el auto -. Hasta pronto, Lorenz. Nos vemos cuando el destino lo diga -. Finalice y me fui manejando hasta llegar a mi departamento, pensando en lo genial que se sentía al tener una compañía como él. Al aparcar el auto en el garaje del edificio, entre al mismo subiendo por las escaleras hasta donde se encontraba mi departamento. Al abrir la puerta entre para luego sacarme la ropa y ponerme el pijama ya que por entonces tenía pensado cenar y quedarme en casa. Y que mejor para estar en casa que en pijama, por lo menos me hacía relajarme de algún modo.
Cuando se prendió la luz roja del horno e hizo un ruido algo agudo, deje de ver la tele para entrar a la cocina y quitar mi cena. Al estar la cena en la bandeja con mis cubiertos y mi vaso lleno de Coca-Cola me dirigí hacia el living en donde me encontraba buscando una película, por el momento no había encontrado nada y en eso me base mientras cenaba sola. Cuando había encontrado una de mis favoritas películas y a medio terminar mi cena, suena el teléfono de mi departamento.
- Hola -. Dije distraída mirando y prestándole absoluta atención a la película. Ni siquiera ya me había dedicado a cenar, sino a ver la película.
- Hola, ____ -. Respondió Kevin seriamente y con una voz irreconocible, la cual hizo que dejara de ver la película y me quedara casi perpleja al recibir su llamada. Jamás hubiese creído que fuera él quien me llamara a esas horas.
- ¿Kevin?, ¿Qué quieres? -. Pregunte dejando con mala gana la cena, ya que la felicidad o la poca que tenía desaparecieron al escuchar solamente su voz.
- Necesito que vengas a la empresa… por favor -. Dijo las últimas palabras en un suspiro como si estuviera resignado a algo o que realmente estaba en problemas. Mi corazón volvió a saltar con solo presentir que él necesitaba de mi ayuda; aunque mi razón no era tan ingenua como lo era mi corazón.
- ¿Para qué? -. Cuestione siguiendo con mi interrogatorio, mientras mi razón no dejaba de decirme que lo dejara, aunque mi corazón se negaba como una niña caprichosa. No me permitía colgar la llamada.
- Deja el interrogatorio para padres de adolescentes y ven… algo malo sucede -. Respondió irritado y cambiando el tono dulce que había tenido al contestarle la llamada, haciendo que mi razón tuviera la razón. “¡Genial! En mientras de ser yo la enojada e irritada, lo es él.” Pensé de mala gana mientras rodeaba mis ojos acusando a mi corazón por ser tan ingenuo.
- Esta bien -. Di un profundo suspiro de resignación -. Tan pronto como pueda estaré ahí -. Le dije y antes de cortar:
- Espera -. Me pidió -. Trata de venir con los últimos contratos que te deje a cargo -. Me pidió y me corto al instante dejando por lo menos claro el pedido, aunque no bien claro del por qué, después de tres años sin estar juntos, en ese entonces él necesitaba de mi ayuda. “No necesita de ti, sino de tu labor.” Me reto mi conciencia con la cual por entonces me estaba debatiendo, aunque por entonces tenía razón ella y no yo, o sea mi corazón.
Con unas ganas de llorar mil años, o mejor dicho una eternidad, me incorpore del sillón dejando a la mitad la cena. Mientras caminaba hacia mi habitación me quite el pijama quedando en ropa interior, y al llegar al placar saque mi traje de trabajo el cual consistía de un pantalón de vestir con líneas paralelas y verticales de colores grises, una camisa blanca con un chaleco negro y unos zapatos negros de taco algo alto.
Cerré la puerta de mi departamento con llave, entre al ascensor con los contratos entre mis manos aferrados a mi pecho y camine hasta el garaje en donde, mientras me encaminaba hacia mi auto, saque las llaves del mismo. Al llegar a la empresa, como un auto reflejo dirigí la mirada, al salir del auto, hacia la ventana del despacho de Kevin que se encontraba con la luz prendida. Dando un devastador suspiro, baje la mira y con pasos firmes entre a la empresa, la cual se encontraba en completa oscuridad. Al subir al ascensor, el cual desprendía a penas una diminuta luz, pensaba para qué me había citado allí Kevin y a esas horas. Analizando su voz, sabía que de algún modo yo tuve razón en cuanto al momento en que él firmo los contratos que llevaba entre mis brazos aferrados con miedo, por volver a verlo, contra mi pecho. Al escuchar el típico ruido del ascensor al llegar al piso correspondido, volví a respirar hondamente y con pasos más firmes camine por el pasillo que me dirigía hasta el despacho de Kevin, el cual estaba igual de oscuro que el resto de la empresa menos la oficina de Kevin que se encontraba por completo iluminada por una intensa luz que me cegaba después de tanta oscuridad. Teniendo entre mis manos la perilla una lágrima derrame inconscientemente y al instante la seque para al finalizar entrando a la oficina; me encaminaba con pasos ágiles e intentando no hacer demasiado ruido hacia él, aunque los tacos eran imposible de dejarlo de percibir en cada paso que daba.
- Aquí me tienes -. Dije mientras llevaba hacia atrás un mechón y al instante le entregué los contratos, obteniendo al instante su mirada que por un momento hizo que mi corazón diera un vuelco.
- Siéntate, me tienes que ayudar con esto -. Me ordeno y yo me senté sin problema alguno; en sí me dolían las piernas, no había descansado mucho estando en mi departamento por haber caminado tanto con Lorenz por la plaza, y por entonces tenia las consecuencias por ello.
- ¿Y se puede saber cual es “lo malo” que sucede? -. Dije mirando como miraba atentamente a los contratos, los cuales, le había dicho que lo mirara más de una vez antes de firmarlos. Pero para darme la contra, los firmo con solo una leída.
- Eso es lo que estoy tratando de ver -. Respondió sin dejarlos de leerlos mientras yo me levantaba hacia la ventana para contemplar la noche como lo solía siempre hacer. Me quede ahí más de unos quince minutos perdida en los destellos de las estrellas y recordando una vez más… mi niñez.
Flashback:
Me encontraba abrazada a mis piernas contemplando la noche con lágrimas derramándose y otras por llegar al mismo destino. Miraba sin temor a la oscuridad la luna reflejándose en el pequeño lago que se encontraba enfrente de mí al igual que las estrellas. Sin intentar secar mis lágrimas, solo dejar su recorrido hasta desahogarme por completo pero sabía que no lo lograría hasta tener el abrazo de mamá… de mi mamá. Más fuerte me aferre a mis piernas, no por miedo, no por frío sino… sino por el dolor que mi corazón sentía en ese momento… en ese instante. Ese dolor que siempre estaba presente en él… en mi corazón y en mi alma.
- Mi pequeña… estas aquí -. Dijo la voz de mi madre, quien se arrodillo detrás de mí y me abrazo dejando que dejara de aferrarme a mis piernas y aferrarme a ella -. ¿Por qué llora ahora mi hermosa niña? -. Pregunto acariciando mis cabellos, tranquilizándome de esa manera tan sencilla.
- Porque… porque me duele mucho el corazón -. Dije levantando mi mirada -. Porque siento un dolor en él.
- ¿Y por qué siente dolor tu corazoncito? -. Pregunto secando las pocas lágrimas que quedaban.
- Porque… porque sé que algo paso y, vos y papá no me lo cuentan -. Respondí mirando fijamente a los ojos de mi mamá, esos ojos que desataban unos hermosos destellos como los de las estrellas.
- Hija… -. Dijo aferrándome esta vez ella a su cuerpo -. Es algo muy…
- Cuéntamelo… cuéntame, mami -. Le suplique sintiendo aun más fuertes las punzadas en mi corazón.
- Tu… tu abuelito…
- ¡No… no! -. Dije y negaba con la cabeza fuertemente mientras lloraba más y más, porque sabía que lo que iba a decir mamá era que él había fallecido -. ¿Por qué… por que me quitan lo que más quiero? -. Le pregunte a mamá, y ella lo único que fue que hizo fue sostenerme de los brazos y llevarme junto a su cuerpo.
- Ya… ya mi pequeña -. Me dijo.
- ¿Por qué…? -. Pregunte con una voz quebradiza y que se desvanecía por quedarme poco tiempo de razonamiento, al instante me desmaye.
Fin del Flashback.
- Porque la vida es así… -. Respondí esa pregunta que le hice a mi madre en voz alta sin percatarme de que estaba aun en el despacho de él, que me había escuchado, dejando de leer los contratos y dedicarse a verme al instante que me escucho y se percato de que me encontraba llorando en silencio mientras me encontraba perdida en mis recuerdos -. Porque el destino lo quiere así… porque el camino de mi vivir es sufrir y convivir con ello -. Dije al igual que al principio, aun en ese momento me encontraba hipnotizada por los destellos de las estrellas y la iluminación de la luna -. Porque… así decidí y elegí mi camino -. Cerré mis ojos dejando escapar algunas lágrimas y retener algunas otras.
- ¿Te… sientes bien? -. Pregunto dudando sobre si lo que había preguntado se lo iba a responder o no.
- S-sí -. Respondí secando mis lágrimas con mis manos sintiendo su mirada en mí, me aleje por entonces de la ventana y nuevamente me senté sin atreverme a verlo a los ojos -. ¿Qué es lo que encontraste que puede ser malo para la empresa? -. Pregunte cambiando de tema pero sin dejar de tener la mirada fija en el suelo.
- Segu… -. Dejo una breve pausa -. Pues que los contratos dicen cosas que nos puede llevar a la ruina -. Respondió seriamente obteniendo mi mirada en él -. Sí, sé que tenía que haberte hecho caso pero no lo hice, ahora estamos…
- Podemos hacer algo con respecto -. Dije mirando los contratos entre mis manos, lo miré y él sostenía su ceño arqueado.
- ¿Qué? ¿Qué podemos hacer? -. Pregunto.
- Podemos unir mi empresa con la de ustedes -. Respondí -. Mi empresa por suerte tiene un estado económico estable -. Proseguí levantándome del asiento -. Piénsalo, y luego dime tu respuesta. Adiós… Kevin -. Me dirigí a la puerta.
- ¿Por qué siempre me dices adiós? -. Me pregunto sosteniéndome del brazo y me giró para enfrentarnos.
- Porque… porque así tengo la manera de tener una ilusión de que nunca más nos volveremos a ver, pero al parecer el destino se encaprichó y no me deja hacerlo -. Respondí sin forcejear ni alterar mi vos.
- ¿Tu me quieres olvidar? -. Pregunto con un brillo en sus ojos, demostrando que él no quería eso. “No te vuelvas a engañar”. Decía mi mente y cerré los ojos mirando hacia el suelo, o mejor dicho verlo nublado a causa de mis lágrimas que terminaron allí, desparramadas en ese suelo blanco.
- Sí… sí lo quiero hacer, todo acabo Kevin, todo -. Respondí -. Además… estas comprometido Kevin, ¿Qué quieres que haya entre nosotros dos? O mejor dicho ¿Qué relación quieres que tengamos los dos? -. Le pregunte mirándolo a los ojos con lágrimas formándose en mis ojos.
- Tienes razón… todo acabo -. Dijo y me soltó dirigiéndose de nuevo a su asiento.
- Sí… todo acabo -. Y salí de ahí destrozada en todo sentido.
Mientras bajaba por el ascensor hasta el 1er piso, no podía dejar de llorar y sollozar en silencio. Al llegar a mi auto aparcado me di la vuelta y dirigí la mirada hasta su despacho y con dolor me subí al auto dejando las cosas en el asiento del copiloto; arranque y me dirigí hasta mi departamento, que cuando llegue deje el auto aparcado en el garaje y subí por el ascensor hasta llegar a mi departamento. Entre y deje las llaves y todas las cosas sobre la mesada de la cocina – living, para después volverme a cambiar pero esta vez para tirarme en la cama en que intente dormir, pero no lo logre hasta convencerme en lo que me había propuesto.
- Adiós…-. Y cerré mis ojos para despertar supuestamente “a la mañana siguiente”, aunque ciertamente no fue así.
- ¡KEVIN! -. Grite, sobresaltándome en plena madrugada en la oscura habitación, desesperada sintiendo el sudor en todo mi cuerpo y un miedo invadiendo toda mi alma y ser. Al calmar un poco el desespero que tenía, sentí golpes fuertes en mi puerta que de poco a poco bajaba su fuerza. Con un poco de miedo, pensando que podrían ser ladrones o algo por el estilo, me destape y me encamine por el oscuro pasillo hasta llegar a la puerta, sosteniendo la perilla con las dos manos.
- ¿Quién es? -. Pregunte con una voz temerosa y quebradiza por el miedo que aun me invadía, el miedo de la pesadilla.
- ¿Te… sientes bien? -. Pregunto dudando sobre si lo que había preguntado se lo iba a responder o no.
- S-sí -. Respondí secando mis lágrimas con mis manos sintiendo su mirada en mí, me aleje por entonces de la ventana y nuevamente me senté sin atreverme a verlo a los ojos -. ¿Qué es lo que encontraste que puede ser malo para la empresa? -. Pregunte cambiando de tema pero sin dejar de tener la mirada fija en el suelo.
- Segu… -. Dejo una breve pausa -. Pues que los contratos dicen cosas que nos puede llevar a la ruina -. Respondió seriamente obteniendo mi mirada en él -. Sí, sé que tenía que haberte hecho caso pero no lo hice, ahora estamos…
- Podemos hacer algo con respecto -. Dije mirando los contratos entre mis manos, lo miré y él sostenía su ceño arqueado.
- ¿Qué? ¿Qué podemos hacer? -. Pregunto.
- Podemos unir mi empresa con la de ustedes -. Respondí -. Mi empresa por suerte tiene un estado económico estable -. Proseguí levantándome del asiento -. Piénsalo, y luego dime tu respuesta. Adiós… Kevin -. Me dirigí a la puerta.
- ¿Por qué siempre me dices adiós? -. Me pregunto sosteniéndome del brazo y me giró para enfrentarnos.
- Porque… porque así tengo la manera de tener una ilusión de que nunca más nos volveremos a ver, pero al parecer el destino se encaprichó y no me deja hacerlo -. Respondí sin forcejear ni alterar mi vos.
- ¿Tu me quieres olvidar? -. Pregunto con un brillo en sus ojos, demostrando que él no quería eso. “No te vuelvas a engañar”. Decía mi mente y cerré los ojos mirando hacia el suelo, o mejor dicho verlo nublado a causa de mis lágrimas que terminaron allí, desparramadas en ese suelo blanco.
- Sí… sí lo quiero hacer, todo acabo Kevin, todo -. Respondí -. Además… estas comprometido Kevin, ¿Qué quieres que haya entre nosotros dos? O mejor dicho ¿Qué relación quieres que tengamos los dos? -. Le pregunte mirándolo a los ojos con lágrimas formándose en mis ojos.
- Tienes razón… todo acabo -. Dijo y me soltó dirigiéndose de nuevo a su asiento.
- Sí… todo acabo -. Y salí de ahí destrozada en todo sentido.
Mientras bajaba por el ascensor hasta el 1er piso, no podía dejar de llorar y sollozar en silencio. Al llegar a mi auto aparcado me di la vuelta y dirigí la mirada hasta su despacho y con dolor me subí al auto dejando las cosas en el asiento del copiloto; arranque y me dirigí hasta mi departamento, que cuando llegue deje el auto aparcado en el garaje y subí por el ascensor hasta llegar a mi departamento. Entre y deje las llaves y todas las cosas sobre la mesada de la cocina – living, para después volverme a cambiar pero esta vez para tirarme en la cama en que intente dormir, pero no lo logre hasta convencerme en lo que me había propuesto.
- Adiós…-. Y cerré mis ojos para despertar supuestamente “a la mañana siguiente”, aunque ciertamente no fue así.
- ¡KEVIN! -. Grite, sobresaltándome en plena madrugada en la oscura habitación, desesperada sintiendo el sudor en todo mi cuerpo y un miedo invadiendo toda mi alma y ser. Al calmar un poco el desespero que tenía, sentí golpes fuertes en mi puerta que de poco a poco bajaba su fuerza. Con un poco de miedo, pensando que podrían ser ladrones o algo por el estilo, me destape y me encamine por el oscuro pasillo hasta llegar a la puerta, sosteniendo la perilla con las dos manos.
- ¿Quién es? -. Pregunte con una voz temerosa y quebradiza por el miedo que aun me invadía, el miedo de la pesadilla.
Omg! quien será? xD Sé que no iba a subir hoy, pero como por lluvia no tuve que ir a hacer el tramite me dedique a modificar algunos detalles del capitulo y entonces subí n.n y espero que les guste ciertamente. Orne! gracias por tu consejo, me ayudo y mucho aunque hoy entendí que ayer lo que me afecto fue creer que era él porque hoy estaba más que tranquila n.n creo que mi corazón de algún modo - hablando metafóricamente - se siente amenazado. Y sin dudas, es hermoso lo que Sebas me enseño a pasar de todo porque gracias a él - de manera inconsciente - supe lo que era querer a alguien de verdad. Sabía poco y nada de él, pero de todos modos me enamore por lo que podía ver en la escuela. Recordarlo es como que el vacío que a veces siento desaparezca porque sin dudas fueron gratos y hermosos momentos :D Sabes que también te amooooooooo y concordamos en algo, ese nombre es más que un nombre... yo me enamore de ese nombre xD Gracias y ya a su tiempo se sabrá que fue lo que paso. Espero que en este capitulo se pueda comprender algunas cosas :/
Arii, jajajaja no sé si fue un bobo porque él nunca supo lo que sentía por él. Yo jamás le hable, y aunque sabía quien era y mi nombre ¿Quien podría pensar que yo me fije en él? supongo que era la menos esperada para eso xD sin dudas él, a su modo, me dio gratos y lindos momentos... lo malo lo tenía yo que me ilusionaba por todo :/ pero ese era mi problema y no el de él. Me alegra que te gustara el capitulo, y espero que de apoco se vaya entendiendo las cosas, sin dudas todo tiene su explicación n.n Te amooooooooo Arii, gracias a ti también por todo :D y por el consejo jajajaja.
Hayde!!!!!!!!! que lindo es tenerte de nuevo, no te preocupes, tomate el tiempo que necesites n.n entiendo del por qué no podías estar así que no te preocupes n.n Te amooooooooo
Amo a todas mis lectoras n.n a pesar de que muchas no estan por x motivos, pero sé que pronto vendrán n.n Las amoooooooo gracias por sus comentarios y sobre todo por leer mis comentarios xD a veces me pregunto si alguien los lee, y ya veo que sí n.n gracias, GRACIAS POR TODO Besos y cuídense n.n nos leemos mañana n.n
Rocio_Jonas
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
¿QUIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN ES?
ASDKJASDKSJFASÑÑ NECESITO SABER YA
¿ES KEVIN?
QUIERO QUE SEA KEVIN, QUE LE DIGA QUE NO TODO ACABO Y QUE AUN LA AMA.
OH SI OH SI, ESO QUIERO. AH JAJAJAJAJAJAAJA
HOLA HERMOSA AMIGA ¿COMO ESTAS?
AL FINAL NO SALISTE, YO SALI UN RATITO A COMPRAR Y VOLVI
NO PARO DE LLOVER EN TODO EL DÍA, AUN LLUEVE.
HISTORIAS COMO LA TUYA CON SEBASTIAN,
SON ESAS HISTORIAS QUE DE MAS GRANDE VAS A RECORDAR Y SONREÍR.
VOLVIENDO AL CAPITULO, ODIO QUE ESTOS DOS CHICOS
SE HAGAN LOS DIFICILES, SE AMAN, BASTA, QUE VUELVAN.
QUIERO SABER QUE PASO ENTRE ELLOS, QUIEN DEJO QUE LAS COSAS SE "ARRUINEN"
ESPERO EL PROXIMO CAPITULO PRONTO.
CADA DÍA ME GUSTA MAS Y MAS LA NOVELA.
ES COMO QUE DIO UN VUELCO ENORME, AHORA SIENDO GRANDES Y TODO ESO.
TE MANDO UN BESO ENORME AMIGA, TE AMO MUCHO.
ASDKJASDKSJFASÑÑ NECESITO SABER YA
¿ES KEVIN?
QUIERO QUE SEA KEVIN, QUE LE DIGA QUE NO TODO ACABO Y QUE AUN LA AMA.
OH SI OH SI, ESO QUIERO. AH JAJAJAJAJAJAAJA
HOLA HERMOSA AMIGA ¿COMO ESTAS?
AL FINAL NO SALISTE, YO SALI UN RATITO A COMPRAR Y VOLVI
NO PARO DE LLOVER EN TODO EL DÍA, AUN LLUEVE.
HISTORIAS COMO LA TUYA CON SEBASTIAN,
SON ESAS HISTORIAS QUE DE MAS GRANDE VAS A RECORDAR Y SONREÍR.
VOLVIENDO AL CAPITULO, ODIO QUE ESTOS DOS CHICOS
SE HAGAN LOS DIFICILES, SE AMAN, BASTA, QUE VUELVAN.
QUIERO SABER QUE PASO ENTRE ELLOS, QUIEN DEJO QUE LAS COSAS SE "ARRUINEN"
ESPERO EL PROXIMO CAPITULO PRONTO.
CADA DÍA ME GUSTA MAS Y MAS LA NOVELA.
ES COMO QUE DIO UN VUELCO ENORME, AHORA SIENDO GRANDES Y TODO ESO.
TE MANDO UN BESO ENORME AMIGA, TE AMO MUCHO.
Orne Jonas.
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Pues con tu comentario y el capitulo inesperado en todo sentido de anoche se me hizo difícil dormir, porque yo lo leí a las 11:11pm (lo recuerdo porque pedí mi primer deseo a esa hora, no sabía eso hasta hace poco) y hoy es que comento.
Quién será la persona que llegó??
Ay please, que no sea nada malo :(
Y pobres de los chicos… qué clase de contratos serían esos?
Bueno, está bien, Sebas no es bobo (? pero sí debe ser despistado jaja aunque yo no puedo hablar mucho u_u
Por ahí vi una imagen que nos describe a nosotras, más tarde te la pasaré o la ves en mi muro de Fb así que yo no pierdo la esperanza de encontrar a alguien especial que nos merezca.
Y bueno, ya quiero saber las explicaciones de todo este lío de contratos y lo demás. :D
Qué intriga!! Me mataaa!!
Síguela ;)
Quién será la persona que llegó??
Ay please, que no sea nada malo :(
Y pobres de los chicos… qué clase de contratos serían esos?
Bueno, está bien, Sebas no es bobo (? pero sí debe ser despistado jaja aunque yo no puedo hablar mucho u_u
Por ahí vi una imagen que nos describe a nosotras, más tarde te la pasaré o la ves en mi muro de Fb así que yo no pierdo la esperanza de encontrar a alguien especial que nos merezca.
Y bueno, ya quiero saber las explicaciones de todo este lío de contratos y lo demás. :D
Qué intriga!! Me mataaa!!
Síguela ;)
Invitado
Invitado
Re: "Una Lágrima nada más" - Kevin Jonas y Tú -
Capitulo cuarenta y uno:
- So… soy Kev… Kevin -. Respondió con una voz indescriptible pero que pude entender perfectamente que se trataba de él. Sin dudarlo ni un segundo, abrí la puerta y él se desvaneció cayendo entre mis brazos. Como pude lo hice entrar, cerré la puerta detrás de mí y lo recosté en el sofá; me arrodille a su lado, con desespero desabroche su camisa y revise si había recibido algún disparo o una apuñalada para que estuviese en ese estado, pero no había ninguna herida o algo así; con alivio de ver que no le había sucedido nada que perjudicara su salud, deje mi cuerpo en reposo e inconsciente pose mi cabeza en su pecho con mis manos en su abdomen, para terminar durmiéndome al instante.
- Mmm…-. Sentía un dolor en mi estomago y a mi cuerpo lo sentía débil y pesado, sintiéndome sin fuerza alguna. Con debilidad abrí mis ojos y la claridad del sol pegando en mi rostro me cegaba por completo, sintiendo la suave brisa acariciar mi rostro -. ¿Qué hago aquí? -. Pregunte, mirando al mí alrededor, sin poder reconocer ese sitio en el que me encontraba, hasta que un movimiento hizo desviar mi mirada, y ahí estaba ella con su cabeza recargada en mi pecho, arrodillada a mi lado y con una mano posada en mi abdomen sintiendo sus yemas sobre mi piel y su rostro suave y cálido, viendo su cabellos y no poder ver sus hermoso rasgos… esos rasgos que una vez admiraba y contemplaba al despertarme a su lado. Inconscientemente y sin evitar querer tocar su delicada y suave piel, deslice mi mano derecha sobre su hombro hasta llegar a su muñeca, sintiendo entre mi palma y mis dedos su piel que desprendía, por la claridad del sol que se asomaba por la ventana, una luz dorada sobre su cuerpo. Al volver deslizar mi mano, pero a sentido contrario al anterior, ella levanto su rostro adormilado y cegado; sin percatarse de mi presencia miraba por la ventana con melancolía, sintiendo su dolor en lo profundo de su alma, que me hacia tener el mismo dolor en el mismo lugar, en lo más profundo de mi alma. Deslizo su mano por mi abdomen, erizando y tensando mi cuerpo, con solo sentir sobre mí sus suaves yemas, y ella también se tensó por completo, percatándose de mí presencia.
Sin decir nada, sin dejar de ver la ventana se levanto, evadiendo mi mirada, pero que yo la seguía hasta que apoyo sus manos en la mesada, recargando todo su cuerpo en ellas, mientras lágrimas recorrían su rostro, dejándome totalmente dolido con un dolor en mí, difícil de quitar al verla así, llorando en silencio, ocultando sus sollozos tapando su boca con sus manos temblorosas.
Me levante, y me di cuenta de que mi camisa se encontraba desabrochada y al instante recordando como, y por qué había llegado hasta ahí, hasta su departamento; abrochando mi camisa con pasos cortos y sonoros, haciendo eco en la silenciosa habitación, me acerque hasta ella.
- Perdón…-. Sollozó corriendo hasta su habitación y se encerró dejándome estupefacto en el medio de la cocina. Repetía una y otra vez en mi mente, con su voz quebradiza y sollozo como eco entre medio de las montañas.
Sin saber que hacer, me senté de nuevo en el sofá, y vi mi celular sobre la mesa ratona, la tome entre mi mano y la pagué sabiendo que alguien me llamaría y que con mal humor contestaría, ya sea mi familia o Jennifer, mi futura mujer. Me estire hacia atrás, acomodando mi espalda en el respaldo del sofá, recordando el estado de ____, en ese maldito estado que siempre odie, que cuando se encontraba así la consolaba pero que en ese momento no podía hacerlo, ya nada nos unía, todo había acabado.
Pase una mano por mi cuello, mientras el sol traslucía por las cortinas color crema.
Al despertar no me había dado cuenta de que él se encontraba allí. Al abrir mis ojos levante mi rostro y mire el sol asomarse por la ventana con melancolía como miraba todas las mañanas acompañada por un dolor en lo más profundo de mi corazón y alma; cegándome por un momento, deslice mis yemas por su abdomen percatándome de que nada era un sueño, sino una simple pero dolorosa realidad de que él se encontraba allí, en mi departamento a mi lado. Evadiendo su mirada me levante empeñándome de ver la ventana y no verlo a él. Al estar enfrente de la mesada puse mis manos sobre ella, recargando mi cuerpo en mis brazos, llorando sin poder evitarlo, aunque lo deseaba con el alma evitarlo pero no podía, pero si los sollozos por lo cual con mi mano temblorosa tapaba mi boca reprimiendo los sollozos.
Cuando sentía sus pasos, acercándose a mí, sentía mí corazón parar en seco y mi respiración fugarse junto con mi alma.
- Perdón…-. Solloce corriendo hasta mi habitación y me encerré dejándolo estupefacto, mientras me deslizaba sin retener el llanto en mí, sin retener más el dolor en lo más profundo de mí, sin poder resistir al dolor que tenia sobre mí, el dolor que aumentaba en mi corazón y el dolor que crecía infinitamente en mi alma -. Perdón -. Susurre con mi voz quebrándose a medida que avanzaban mis sollozos. Sin dejar de llorar, acerque mis piernas cruzadas a mí, abrazándolas mientras mi rostro la escondía entre mis rodillas dejando libre el camino a las lágrimas.
- ______ -. Dijo preocupado mientras con sus nudillos golpeaba mi puerta -. Abre por lo que más quieres, estoy preocupado…-. Dijo entre cortado, escuchando su voz triste -. Por favor…-. Lo interrumpí abriendo la puerta con la cabeza abajo. No sé por qué, pero me abalance a él, y volví a llorar pero esta vez en sus hombros. Luego de unos minutos de haber llorado me solté, y entre a la habitación siendo seguida por sus miradas; no sollozaba pero las lágrimas recorrían como una maratón por mis mejillas; me senté a un costado de mi cama y saque de la mesa de noche un cuaderno, me incorpore y me acerque a él extendiendo el cuaderno enfrente de él, el cual agarro sin entender nada.
- Ábrelo y léelo cuando tu quieras, desde ahora en más es tuyo -. Y me dirigí hasta la cocina, donde sin poderme sostener me deslice cayendo debajo de la mesada que se encontraba en el medio de la cocina. Con mi rostro entre mis manos y mis piernas a un costado de mí, flexionadas. No podía aguantar tenerlo a él ahí enfrente de mí, sin poder tener su cuerpo junto al mío, abrazarlo sin temor de nada ni de nadie, solo quererlo libremente como era en mis recuerdos, donde éramos felices, demostrándonos de infinitas maneras que nos amábamos, con miles y miles de besos que aun tenía esa sensación, quemando mis labios, donde nada nos importaba ni si el mundo se encontraba en plena guerra o que el cielo se rompía a mil pedazos, solo éramos él y yo, solamente nosotros dos y nadie más.
- “He sufrido de infinitas maneras… y de infinitas maneras, planetas se destruyeron… estallaron formando hermosas y brillantes estrellas ¿Eso quiere decir que si he sufrido como esos planetas, al fin y al cabo, mi sufrimiento daría a luz aquel sentimiento de igual hermoso y brillante que las estrellas, ese sentimiento, llamada felicidad?…He querido creer eso, pero mi verdadero amor…” -. Cerro la pagina de aquel cuaderno de ____, sin querer saber lo que decía, en sí, no le importaba porque se imaginaba lo que seguía aquel fragmento y lo que contenía enteramente el cuaderno, que se trataba de él y su amor por ella, que él fue nada más ni nada menos que el culpable de cada lágrima, de cada sollozo, de cada dolor y de cada herida profunda que el corazón de ____ contenía, que fue el culpable y de una y otra en su interior lo sabía, sabía también que _____ siempre, desde que había descubierto esa gran mentira, en aquella noche de otoño, le decía la verdad, la pura verdad; Pero que él se encaprichaba en ir contra su razón, contra la verdad de ella y, en contra de lo más importante, de su corazón, creyendo en esas malditas palabras que retumbaban en su cabeza…palabras que estaban manchadas de mentiras y pura maldad. Esa mentira que creyó él que era la verdad y las palabras de ____ eran mentiras; pero es su interior, en ese pequeños lugar en su corazón que aun, sin saberlo él, _____ ocupaba; diciéndole que ella desde un principio le decía la verdad, aunque no sabía que esa verdad que él creía, era una mentira, sabía que la verdad la tenía ____, su único y verdadero amor.
- ¡Maldita sea! -. Susurro mientras echaba hacia atrás su cabeza golpeándola contra la pared suavemente. Al cerrar sus ojos y no hacer ningún ruido, solamente respirar, escucho los sollozos reprimidos de ____, también escucho el caer y chocar de sus lagrimas en el suelo, sintiendo como su alma desvanecía por saber que era él el culpable de aquel estado de ____, sin querer ir contra lo que todo su cuerpo le advertía y le decía, que era él el culpable, solamente él. Se incorporo caminando por el living, tirando el cuaderno sobre la mesa ratona que se encontraba en el medio, sin detenerse ni un minuto se acercaba cada vez más a ____, hasta que llego a ella. Flexiono sus rodillas ante ella y sin dudarlo tomo las manos de ____, que se encontraban empapadas, llevándolas hacia su pecho dejando el rostro de ella al descubierto, dejando a la vista de él, aquel rostro empapado derramando aun lágrimas, lágrimas que para ella, eran como dagas que se clavaban a cada paso que daban en su rostro. Él al sostener las débiles y temblorosas manos de ____ en su pecho, se acercaba cada vez más, hasta quedar unos pocos centímetros esperanzado que una vez más, después de una eternidad, podía sentir la suavidad de sus labios en los de él; pero todo no podía ser en un abrir y cerrar de ojos, olvidando las casas que sufrió ella por él. No, no se podía hacer, aunque él le deseara con lo más profundo de él. Además, si ese amor quería seguir, había muchos obstáculos, que podía hacerlos felices a ellos como tanto podía hacer sufrir a muchas personas.
- No, esto… -. Dije separándome de él al instante, sacando mis manos aun temblorosas de su agarre y de su pecho. Me levante aun con lágrimas aumentando su recorrido, lastimando mi alma y atormentando a mi corazón -. No Kevin… esto no debe suceder, ¿Acaso quieres lastimarme más o ilusionarme para luego vengarte por una mentira, que según vos, es la verdad? Pues te digo que con solo tenerte aquí presente… me estas lastimando -. Respondí en un susurro las ultimas palabras, herida y sintiendo fuertes punzadas en mi pecho, haciéndome sentir un dolor profundo, no físico, sino emocional.
- No quiero eso… porque en mí, en lo más profundo siempre te creí aunque quisiera no creerte no puedo, porque todo me dice que me has dicho la verdad… y ahora no puedo no creerte porque te veo y sé que tu eres esa verdad y que cada palabra que salga de tus labios son verdad, te creo, dime una vez más esa verdad porque, aunque no tenga pruebas de que era una mentira lo que nos separo, yo te creo porque te….
- No lo digas, me haces mucho más daño… es demasiado tarde para que me creas… -. Agarre su mano izquierda donde contenía su alianza, el anillo que confirmaba que estaba comprometido -. Te casaras, eso ya no puedes….
- ¿Romperlo? ¿Decirle que no la amo y que no puedo mentirme tanto a mí mismo como a ella? ¿Qué te amo a ti, quien siempre me hará feliz toda mi vida? … Sí, si puedo hacer todo eso, porque de verdad no la amo y sé que ella tampoco… qué ama a otra persona quien siempre la espera al igual que ella, yo no la amo, solo a ti, eres mi único amor… siempre desde que te vi por primera vez lo supe, sino fuera por mi corazón, créeme que creería ciegamente en esa mentira, pero te creo y eso es lo que vale ahora, _____ -. Agarra mi mano -. Te amo… no me niegues que vos no, porque lo sé, sé que en verdad me amas -. Se acerca nuevamente mientras yo me hecho hacia atrás para evitar eso que sabía que al terminar me rompería el corazón por completo, pero no pude, ya que me tenía acorralada entre la mesada y su cuerpo pegándome levemente la cabeza contra la mesada, y él rodea mi cintura, sintiendo su respiración golpear en mi rostro agitando mi respiración y palpitando mi corazón a mil por hora por su cercanía -. Te amo y sé que vos también -. Cerró sus ojos al igual que yo, era consciente de lo que pasaría pero no me importo nada. Sí, aun lo amaba con locura, el dolor en ese momento desapareció como sí solo hubiese durado un instante y no tres años, y una eternidad que estábamos juntos. Sí, lo amaba, lo acepto y aun lo amo, es y será mi único y verdadero amor. Esas lágrimas ya no estaban presentes, como si todo lo que había sufrido en todo ese tiempo solo fue un mal sueño. No, no fue eso, sino que no había pasado tanto tiempo como lo amaba. Sí, podía él remplazar todo eso con tan solo rozar sus labios con los mío, con decirme “Te amo… y sé que vos también”, con tan solo con sus destellos que sus hermosos ojos me transmitían y daban su corazón. Sí, lo amo… y nadie puede quitarnos ese amor que era más grande que toda Europa.
- Te amo… -. Le susurre al tan solo roce que había entre nuestros labios. No dudamos nada, nada esperamos por que ese beso se cumpliera, solo juntamos nuestras bocas y dejarnos llevar por ese momento el cual haría todo un cambió, lo mismo que había pasado en tres años, solo que esta vez era para estar verdaderamente juntos… o eso era lo que creía.
- Quiero que me cuente una vez más la verdad… no temas que esta vez te creeré, amor -. Dijo acariciando mi mejilla sin separarse de mi rostro, haciendo sentir su respiración y sus latidos escuchar.
- Sí -. Asentí con una pequeña gota rodear mi mejilla, la cual él no dejo seguir su rutina -. Cuando te había dicho que tenía que ir al medico, yo fui y ahí…
- Mmm…-. Sentía un dolor en mi estomago y a mi cuerpo lo sentía débil y pesado, sintiéndome sin fuerza alguna. Con debilidad abrí mis ojos y la claridad del sol pegando en mi rostro me cegaba por completo, sintiendo la suave brisa acariciar mi rostro -. ¿Qué hago aquí? -. Pregunte, mirando al mí alrededor, sin poder reconocer ese sitio en el que me encontraba, hasta que un movimiento hizo desviar mi mirada, y ahí estaba ella con su cabeza recargada en mi pecho, arrodillada a mi lado y con una mano posada en mi abdomen sintiendo sus yemas sobre mi piel y su rostro suave y cálido, viendo su cabellos y no poder ver sus hermoso rasgos… esos rasgos que una vez admiraba y contemplaba al despertarme a su lado. Inconscientemente y sin evitar querer tocar su delicada y suave piel, deslice mi mano derecha sobre su hombro hasta llegar a su muñeca, sintiendo entre mi palma y mis dedos su piel que desprendía, por la claridad del sol que se asomaba por la ventana, una luz dorada sobre su cuerpo. Al volver deslizar mi mano, pero a sentido contrario al anterior, ella levanto su rostro adormilado y cegado; sin percatarse de mi presencia miraba por la ventana con melancolía, sintiendo su dolor en lo profundo de su alma, que me hacia tener el mismo dolor en el mismo lugar, en lo más profundo de mi alma. Deslizo su mano por mi abdomen, erizando y tensando mi cuerpo, con solo sentir sobre mí sus suaves yemas, y ella también se tensó por completo, percatándose de mí presencia.
Sin decir nada, sin dejar de ver la ventana se levanto, evadiendo mi mirada, pero que yo la seguía hasta que apoyo sus manos en la mesada, recargando todo su cuerpo en ellas, mientras lágrimas recorrían su rostro, dejándome totalmente dolido con un dolor en mí, difícil de quitar al verla así, llorando en silencio, ocultando sus sollozos tapando su boca con sus manos temblorosas.
Me levante, y me di cuenta de que mi camisa se encontraba desabrochada y al instante recordando como, y por qué había llegado hasta ahí, hasta su departamento; abrochando mi camisa con pasos cortos y sonoros, haciendo eco en la silenciosa habitación, me acerque hasta ella.
- Perdón…-. Sollozó corriendo hasta su habitación y se encerró dejándome estupefacto en el medio de la cocina. Repetía una y otra vez en mi mente, con su voz quebradiza y sollozo como eco entre medio de las montañas.
Sin saber que hacer, me senté de nuevo en el sofá, y vi mi celular sobre la mesa ratona, la tome entre mi mano y la pagué sabiendo que alguien me llamaría y que con mal humor contestaría, ya sea mi familia o Jennifer, mi futura mujer. Me estire hacia atrás, acomodando mi espalda en el respaldo del sofá, recordando el estado de ____, en ese maldito estado que siempre odie, que cuando se encontraba así la consolaba pero que en ese momento no podía hacerlo, ya nada nos unía, todo había acabado.
Pase una mano por mi cuello, mientras el sol traslucía por las cortinas color crema.
Al despertar no me había dado cuenta de que él se encontraba allí. Al abrir mis ojos levante mi rostro y mire el sol asomarse por la ventana con melancolía como miraba todas las mañanas acompañada por un dolor en lo más profundo de mi corazón y alma; cegándome por un momento, deslice mis yemas por su abdomen percatándome de que nada era un sueño, sino una simple pero dolorosa realidad de que él se encontraba allí, en mi departamento a mi lado. Evadiendo su mirada me levante empeñándome de ver la ventana y no verlo a él. Al estar enfrente de la mesada puse mis manos sobre ella, recargando mi cuerpo en mis brazos, llorando sin poder evitarlo, aunque lo deseaba con el alma evitarlo pero no podía, pero si los sollozos por lo cual con mi mano temblorosa tapaba mi boca reprimiendo los sollozos.
Cuando sentía sus pasos, acercándose a mí, sentía mí corazón parar en seco y mi respiración fugarse junto con mi alma.
- Perdón…-. Solloce corriendo hasta mi habitación y me encerré dejándolo estupefacto, mientras me deslizaba sin retener el llanto en mí, sin retener más el dolor en lo más profundo de mí, sin poder resistir al dolor que tenia sobre mí, el dolor que aumentaba en mi corazón y el dolor que crecía infinitamente en mi alma -. Perdón -. Susurre con mi voz quebrándose a medida que avanzaban mis sollozos. Sin dejar de llorar, acerque mis piernas cruzadas a mí, abrazándolas mientras mi rostro la escondía entre mis rodillas dejando libre el camino a las lágrimas.
- ______ -. Dijo preocupado mientras con sus nudillos golpeaba mi puerta -. Abre por lo que más quieres, estoy preocupado…-. Dijo entre cortado, escuchando su voz triste -. Por favor…-. Lo interrumpí abriendo la puerta con la cabeza abajo. No sé por qué, pero me abalance a él, y volví a llorar pero esta vez en sus hombros. Luego de unos minutos de haber llorado me solté, y entre a la habitación siendo seguida por sus miradas; no sollozaba pero las lágrimas recorrían como una maratón por mis mejillas; me senté a un costado de mi cama y saque de la mesa de noche un cuaderno, me incorpore y me acerque a él extendiendo el cuaderno enfrente de él, el cual agarro sin entender nada.
- Ábrelo y léelo cuando tu quieras, desde ahora en más es tuyo -. Y me dirigí hasta la cocina, donde sin poderme sostener me deslice cayendo debajo de la mesada que se encontraba en el medio de la cocina. Con mi rostro entre mis manos y mis piernas a un costado de mí, flexionadas. No podía aguantar tenerlo a él ahí enfrente de mí, sin poder tener su cuerpo junto al mío, abrazarlo sin temor de nada ni de nadie, solo quererlo libremente como era en mis recuerdos, donde éramos felices, demostrándonos de infinitas maneras que nos amábamos, con miles y miles de besos que aun tenía esa sensación, quemando mis labios, donde nada nos importaba ni si el mundo se encontraba en plena guerra o que el cielo se rompía a mil pedazos, solo éramos él y yo, solamente nosotros dos y nadie más.
- “He sufrido de infinitas maneras… y de infinitas maneras, planetas se destruyeron… estallaron formando hermosas y brillantes estrellas ¿Eso quiere decir que si he sufrido como esos planetas, al fin y al cabo, mi sufrimiento daría a luz aquel sentimiento de igual hermoso y brillante que las estrellas, ese sentimiento, llamada felicidad?…He querido creer eso, pero mi verdadero amor…” -. Cerro la pagina de aquel cuaderno de ____, sin querer saber lo que decía, en sí, no le importaba porque se imaginaba lo que seguía aquel fragmento y lo que contenía enteramente el cuaderno, que se trataba de él y su amor por ella, que él fue nada más ni nada menos que el culpable de cada lágrima, de cada sollozo, de cada dolor y de cada herida profunda que el corazón de ____ contenía, que fue el culpable y de una y otra en su interior lo sabía, sabía también que _____ siempre, desde que había descubierto esa gran mentira, en aquella noche de otoño, le decía la verdad, la pura verdad; Pero que él se encaprichaba en ir contra su razón, contra la verdad de ella y, en contra de lo más importante, de su corazón, creyendo en esas malditas palabras que retumbaban en su cabeza…palabras que estaban manchadas de mentiras y pura maldad. Esa mentira que creyó él que era la verdad y las palabras de ____ eran mentiras; pero es su interior, en ese pequeños lugar en su corazón que aun, sin saberlo él, _____ ocupaba; diciéndole que ella desde un principio le decía la verdad, aunque no sabía que esa verdad que él creía, era una mentira, sabía que la verdad la tenía ____, su único y verdadero amor.
- ¡Maldita sea! -. Susurro mientras echaba hacia atrás su cabeza golpeándola contra la pared suavemente. Al cerrar sus ojos y no hacer ningún ruido, solamente respirar, escucho los sollozos reprimidos de ____, también escucho el caer y chocar de sus lagrimas en el suelo, sintiendo como su alma desvanecía por saber que era él el culpable de aquel estado de ____, sin querer ir contra lo que todo su cuerpo le advertía y le decía, que era él el culpable, solamente él. Se incorporo caminando por el living, tirando el cuaderno sobre la mesa ratona que se encontraba en el medio, sin detenerse ni un minuto se acercaba cada vez más a ____, hasta que llego a ella. Flexiono sus rodillas ante ella y sin dudarlo tomo las manos de ____, que se encontraban empapadas, llevándolas hacia su pecho dejando el rostro de ella al descubierto, dejando a la vista de él, aquel rostro empapado derramando aun lágrimas, lágrimas que para ella, eran como dagas que se clavaban a cada paso que daban en su rostro. Él al sostener las débiles y temblorosas manos de ____ en su pecho, se acercaba cada vez más, hasta quedar unos pocos centímetros esperanzado que una vez más, después de una eternidad, podía sentir la suavidad de sus labios en los de él; pero todo no podía ser en un abrir y cerrar de ojos, olvidando las casas que sufrió ella por él. No, no se podía hacer, aunque él le deseara con lo más profundo de él. Además, si ese amor quería seguir, había muchos obstáculos, que podía hacerlos felices a ellos como tanto podía hacer sufrir a muchas personas.
- No, esto… -. Dije separándome de él al instante, sacando mis manos aun temblorosas de su agarre y de su pecho. Me levante aun con lágrimas aumentando su recorrido, lastimando mi alma y atormentando a mi corazón -. No Kevin… esto no debe suceder, ¿Acaso quieres lastimarme más o ilusionarme para luego vengarte por una mentira, que según vos, es la verdad? Pues te digo que con solo tenerte aquí presente… me estas lastimando -. Respondí en un susurro las ultimas palabras, herida y sintiendo fuertes punzadas en mi pecho, haciéndome sentir un dolor profundo, no físico, sino emocional.
- No quiero eso… porque en mí, en lo más profundo siempre te creí aunque quisiera no creerte no puedo, porque todo me dice que me has dicho la verdad… y ahora no puedo no creerte porque te veo y sé que tu eres esa verdad y que cada palabra que salga de tus labios son verdad, te creo, dime una vez más esa verdad porque, aunque no tenga pruebas de que era una mentira lo que nos separo, yo te creo porque te….
- No lo digas, me haces mucho más daño… es demasiado tarde para que me creas… -. Agarre su mano izquierda donde contenía su alianza, el anillo que confirmaba que estaba comprometido -. Te casaras, eso ya no puedes….
- ¿Romperlo? ¿Decirle que no la amo y que no puedo mentirme tanto a mí mismo como a ella? ¿Qué te amo a ti, quien siempre me hará feliz toda mi vida? … Sí, si puedo hacer todo eso, porque de verdad no la amo y sé que ella tampoco… qué ama a otra persona quien siempre la espera al igual que ella, yo no la amo, solo a ti, eres mi único amor… siempre desde que te vi por primera vez lo supe, sino fuera por mi corazón, créeme que creería ciegamente en esa mentira, pero te creo y eso es lo que vale ahora, _____ -. Agarra mi mano -. Te amo… no me niegues que vos no, porque lo sé, sé que en verdad me amas -. Se acerca nuevamente mientras yo me hecho hacia atrás para evitar eso que sabía que al terminar me rompería el corazón por completo, pero no pude, ya que me tenía acorralada entre la mesada y su cuerpo pegándome levemente la cabeza contra la mesada, y él rodea mi cintura, sintiendo su respiración golpear en mi rostro agitando mi respiración y palpitando mi corazón a mil por hora por su cercanía -. Te amo y sé que vos también -. Cerró sus ojos al igual que yo, era consciente de lo que pasaría pero no me importo nada. Sí, aun lo amaba con locura, el dolor en ese momento desapareció como sí solo hubiese durado un instante y no tres años, y una eternidad que estábamos juntos. Sí, lo amaba, lo acepto y aun lo amo, es y será mi único y verdadero amor. Esas lágrimas ya no estaban presentes, como si todo lo que había sufrido en todo ese tiempo solo fue un mal sueño. No, no fue eso, sino que no había pasado tanto tiempo como lo amaba. Sí, podía él remplazar todo eso con tan solo rozar sus labios con los mío, con decirme “Te amo… y sé que vos también”, con tan solo con sus destellos que sus hermosos ojos me transmitían y daban su corazón. Sí, lo amo… y nadie puede quitarnos ese amor que era más grande que toda Europa.
- Te amo… -. Le susurre al tan solo roce que había entre nuestros labios. No dudamos nada, nada esperamos por que ese beso se cumpliera, solo juntamos nuestras bocas y dejarnos llevar por ese momento el cual haría todo un cambió, lo mismo que había pasado en tres años, solo que esta vez era para estar verdaderamente juntos… o eso era lo que creía.
- Quiero que me cuente una vez más la verdad… no temas que esta vez te creeré, amor -. Dijo acariciando mi mejilla sin separarse de mi rostro, haciendo sentir su respiración y sus latidos escuchar.
- Sí -. Asentí con una pequeña gota rodear mi mejilla, la cual él no dejo seguir su rutina -. Cuando te había dicho que tenía que ir al medico, yo fui y ahí…
Flashback:
- Hola, Lautaro -. Lo salude entrando por la puerta de su despacho mientras detrás de mí sostenía una caja envuelta en un papel de regalo.
- ¡Oh! ______. Ven, pasa -. Respondió señalándome la silla para que me sentara -. ¿Qué te trae por aquí? -. Pregunto mirándome con una amplia y encantadora sonrisa.
- Pues… vine a verlos a los dos -. Respondí con una sonrisa y una mirada cómplice.
- ______ -. Dijo como sabiendo del por qué me encontraba allí.
- Bien -. Me resigne a admitir haciendo que él riera por lo bajo -. Vine para darle este regalo a Diana -. Confesé -. ¿Dónde se encuentra ella? ¿En que habitación están? -. Pregunte ansiosa -. Anda Lautaro, responde, no me dejes así -. Insistí obteniendo que él se levantara y me dé señas de que lo siga. Estuvimos, todo el trayecto hasta la habitación de Diana, en silencio mientras yo me encontraba mirando a los lados del pasillo, ya que grandes ventanales se encontraban allí protegiendo del otro lado a los recién nacido. Era realmente hermoso verlos, algunos se encontraban tranquilamente dormidos, y otros despiertos o jugando con sus manitas y sus piecitos.
Cuando llegamos a la habitación de Diana, no podía quitarme las hermosas imágenes de esos bebés, pensando e imaginando que algún día Kevin y yo seríamos padres. Al entrar no pude taparme la boca para no gritar, ya que el hermoso bebé se encontraba entre los brazos de su mamá, dormido mientras Diana me miraba y a la vez a su bebé.
- Ven… ______ -. Dijo ella extendiendo mi mano la cual sostuve mientras miraba al hermoso bebé entre sus brazos mientras estaba reguardado en una manta celeste.
- ¿Cómo se llama? -. Pregunte mirándola a ella, quien en sus ojos, encontré los mismos destellos que mi madre siempre tenía cada vez que la cuando me miraba.
- Se llama: David -. Respondió tomando las pequeñas manitas de David, quien no se movía porque se encontraba dormido -. ¿Te gusta? -. Pregunto obteniendo mi atención, ya que sí nunca hubiera pasado mi accidente, mi hermanito se llamaría así. Diana siempre supo ese detalle presente.
- Sí… me encanta -. Respondí sonriente pero con mis ojos amenazando con lágrimas, al poder retenerlas dirigí mi mirada hacia Lautaro, quien me sonreía. Ambos sabían lo tanto que me afectaba recordar nuevamente mi pasado, pero no lo recordé con tristeza sino con melancolía.
- Puedes cargarlo, _____ -. Dijo él cruzándose de brazos y apoyándose en el marco de la puerta, mirando a Diana y a mí.
- ¿De verdad? -. Pregunte mirando a Diana quien asintió sin dudarlo, extendiendo al bebé e indicándome que tenga cuidado con su cabecita, como toda madre cuando se lo entrega a alguien, fuese quien fuese, hasta creo que al propio padre del bebé -. Eres muy lindo David -. Comente mientras el bebé se refregaba sus ojitos con su manita -. Te quiero… eres el bebé más lindo que he visto -. Inquirí besando su cabecita, con una lágrima que nadie pudo ver, pero que al bebé le cayó sobre su cabecita, recorriendo toda su carita hasta llegar a sus pequeños labios -. Gracias por ponerle ese nombre Diana -. Proseguí mirándola a los ojos.
- Sabía que te pondría bien que le pusiera ese nombre… y encima te lo prometí, _____-. Dijo acariciando mi mejilla.
- Sí, gracias de verdad -. Y le entregue a David ya que mis manos temblaban por todo el revoloteo de mis recuerdos que aun me torturaban -. Creo que ya tengo que irme Diana -. Pero antes le entregue mi regalo -. Espero que te guste -. Y ella asintió para después acariciar mis mejillas -. Ya tengo que irme -. Repetí y los tres asintieron -. Hasta pronto, David, cuida a tu mamá -. Dije tomando su manita. Bese la mejilla de ella y solté la manito del bebé -. Hasta pronto, Lautaro -. Finalice dejándolo allí parado, siendo besada en la mejilla por él y luego se dirigió hasta Diana y su hijo, mientras yo pasaba nuevamente por el pasillo sin poder evitar ver a los bebés a través del ventanal.
- ¡_____! -. Grito alguien desde el pateo de la clínica, donde cuando me encontraba allí, cuando estaba en silla de ruedas, siempre paseaba con mi abuela o Diana. Y en ese momento solo caminaba y sentía al pisar el suelo, sin la compañía de nadie -. ______ -. Volvió a repetir el joven, que tenía mi misma edad.
- ¡Esteban! -. Respondí al reconocerlo y abrazarlo, siendo levantada por él y hacerme girar como cuando me encontraba en silla de ruedas, en donde me hacia sentir, por un momento, que no estaba esclavizada por un determinado tiempo en ella.
- No puedo creer que te vuelva a ver -. Confeso dándome un beso el cual por un mal calculo, beso la comisura de mis labios -. Perdón -. Pidió avergonzado, casi sonrojado.
- No, esta bien, no fue nada Esteban -. Respondí aliviándolo un poco por la culpa que sentía al haber sucedido eso -. No fue la culpa de nadie, solo fue un mal calculo -. Inquirí sonriéndole y colocando mi mano sobre su hombro -. ¿Quieres caminar un poco conmigo, y contarme que sucedió luego de que yo me fui? -. Le pregunte poniendo mis manos entre los bolsillos de mi abrigo. Como él se encontraba frente de mí, al pisar una rama sobresaliente de un árbol, tropieza y cae sobre mí, a poco centímetros de que nuestros labios se juntara, lo cual él enseguida razona y se levanto y extendió su mano, la cual correspondí -. Gracias -. Agradecí, mientras empezábamos a caminar como si nada hubiera sucedido, el cual era verdad. Pero lamentablemente las personas de los medios, que ya sabían de noviazgo con Kevin, estaban detrás de mí para solo hacer su trabajo el cual me costó tres años sin Kevin. Todos esos momentos que solo fueron un mal calculo, un error, los medios retorcían la realidad a su antojo haciendo ver que realmente le era infiel a Kevin cuando nunca fue así. Y nuevamente, había desconfiado él de mí.
Al caminar por afuera de la clínica, Esteban me había contado que aun seguía ayudando a personas discapacitadas tanto sea de miembros o de otros problemas no tan conocida. Según me conto, él había conocido a una muchacha que tenía una discapacidad mental, la cual él había ayudado bastante y en un tiempo determinado se había enamorado de la chica, pero esa discapacidad o mejor dicho enfermedad, había empeorado y le causo la muerte.
- Por algún motivo… Dios dejo que yo le confesara mi amor y ella a mí. Fue doloroso verla entre mis brazos luchar por un momento por no morir, y luego al decirle que la amaba dejo de luchar y… -. No pudo o no tuvo el valor de decirlo. No tenía del por qué decirlo; yo lo había comprendido, y lo había entendido porque a mí también se me habían fallecido entre mis brazos personas a quien amaba desde lo más profundo de mi corazón.
- Te comprendo -. Susurre y él se para en seco al lado mío para luego tomarme de los brazos y llevarme hacía su cuerpo, abrazándome con necesidad, con mucha necesidad, el cual correspondí dejando que descargara su dolor, que a mi pesar había guardado dentro de él por mucho tiempo -. Llora… yo sé por qué te lo digo Esteban, descarga en mí lo que tengas dentro de ti -. Dije abrazándolo aun con más fuerzas, sintiendo que mis ojos se inundaban, ya que tenía también la necesidad de llorar.
Llorando nos quedamos por unos minutos, cuando ya no teníamos más que derramar, decidimos seguir con la caminata, en completo silencio hasta que el frío llego y me hizo estremecer. Él se había percatado y me rodeo con sus brazos hasta llegar a un estacionamiento de autobuses.
- Gracias -. Me dijo y beso mi frente -. Lo necesite mucho… te espere para poder descargarme, eres la única que podía comprender mi dolor -. Confeso recargando su frente en la mía, mientras sentía su aliento pegar en mi rostro.
- Lo siento por hacerte esperar para hacerlo, y hacer que ese dolor conviviera en ti por mucho tiempo -. Dije acariciando su mejilla, él separa su frente de la mía y besa mi mejilla.
- Te me cuidas ¿he? -. Dijo cuando el autobús había llegado.
- Sí, igual vos. Créeme que encontraras un amor que no te hará olvidar el primero, pero te ara feliz… no lo olvides, Esteban -. Dije mientras subía al autobús.
- No lo olvidare -. Finalizo y subí al autobús en donde me senté en el asiento contra el vidrio viendo como él se despedía con su mano y yo simplemente le sonreí. Jamás hubiera creído que al llegar a casa, me encontraría con el final de mi felicidad, y todo por los manipuladores de los medios.
- ¡Oh! ______. Ven, pasa -. Respondió señalándome la silla para que me sentara -. ¿Qué te trae por aquí? -. Pregunto mirándome con una amplia y encantadora sonrisa.
- Pues… vine a verlos a los dos -. Respondí con una sonrisa y una mirada cómplice.
- ______ -. Dijo como sabiendo del por qué me encontraba allí.
- Bien -. Me resigne a admitir haciendo que él riera por lo bajo -. Vine para darle este regalo a Diana -. Confesé -. ¿Dónde se encuentra ella? ¿En que habitación están? -. Pregunte ansiosa -. Anda Lautaro, responde, no me dejes así -. Insistí obteniendo que él se levantara y me dé señas de que lo siga. Estuvimos, todo el trayecto hasta la habitación de Diana, en silencio mientras yo me encontraba mirando a los lados del pasillo, ya que grandes ventanales se encontraban allí protegiendo del otro lado a los recién nacido. Era realmente hermoso verlos, algunos se encontraban tranquilamente dormidos, y otros despiertos o jugando con sus manitas y sus piecitos.
Cuando llegamos a la habitación de Diana, no podía quitarme las hermosas imágenes de esos bebés, pensando e imaginando que algún día Kevin y yo seríamos padres. Al entrar no pude taparme la boca para no gritar, ya que el hermoso bebé se encontraba entre los brazos de su mamá, dormido mientras Diana me miraba y a la vez a su bebé.
- Ven… ______ -. Dijo ella extendiendo mi mano la cual sostuve mientras miraba al hermoso bebé entre sus brazos mientras estaba reguardado en una manta celeste.
- ¿Cómo se llama? -. Pregunte mirándola a ella, quien en sus ojos, encontré los mismos destellos que mi madre siempre tenía cada vez que la cuando me miraba.
- Se llama: David -. Respondió tomando las pequeñas manitas de David, quien no se movía porque se encontraba dormido -. ¿Te gusta? -. Pregunto obteniendo mi atención, ya que sí nunca hubiera pasado mi accidente, mi hermanito se llamaría así. Diana siempre supo ese detalle presente.
- Sí… me encanta -. Respondí sonriente pero con mis ojos amenazando con lágrimas, al poder retenerlas dirigí mi mirada hacia Lautaro, quien me sonreía. Ambos sabían lo tanto que me afectaba recordar nuevamente mi pasado, pero no lo recordé con tristeza sino con melancolía.
- Puedes cargarlo, _____ -. Dijo él cruzándose de brazos y apoyándose en el marco de la puerta, mirando a Diana y a mí.
- ¿De verdad? -. Pregunte mirando a Diana quien asintió sin dudarlo, extendiendo al bebé e indicándome que tenga cuidado con su cabecita, como toda madre cuando se lo entrega a alguien, fuese quien fuese, hasta creo que al propio padre del bebé -. Eres muy lindo David -. Comente mientras el bebé se refregaba sus ojitos con su manita -. Te quiero… eres el bebé más lindo que he visto -. Inquirí besando su cabecita, con una lágrima que nadie pudo ver, pero que al bebé le cayó sobre su cabecita, recorriendo toda su carita hasta llegar a sus pequeños labios -. Gracias por ponerle ese nombre Diana -. Proseguí mirándola a los ojos.
- Sabía que te pondría bien que le pusiera ese nombre… y encima te lo prometí, _____-. Dijo acariciando mi mejilla.
- Sí, gracias de verdad -. Y le entregue a David ya que mis manos temblaban por todo el revoloteo de mis recuerdos que aun me torturaban -. Creo que ya tengo que irme Diana -. Pero antes le entregue mi regalo -. Espero que te guste -. Y ella asintió para después acariciar mis mejillas -. Ya tengo que irme -. Repetí y los tres asintieron -. Hasta pronto, David, cuida a tu mamá -. Dije tomando su manita. Bese la mejilla de ella y solté la manito del bebé -. Hasta pronto, Lautaro -. Finalice dejándolo allí parado, siendo besada en la mejilla por él y luego se dirigió hasta Diana y su hijo, mientras yo pasaba nuevamente por el pasillo sin poder evitar ver a los bebés a través del ventanal.
- ¡_____! -. Grito alguien desde el pateo de la clínica, donde cuando me encontraba allí, cuando estaba en silla de ruedas, siempre paseaba con mi abuela o Diana. Y en ese momento solo caminaba y sentía al pisar el suelo, sin la compañía de nadie -. ______ -. Volvió a repetir el joven, que tenía mi misma edad.
- ¡Esteban! -. Respondí al reconocerlo y abrazarlo, siendo levantada por él y hacerme girar como cuando me encontraba en silla de ruedas, en donde me hacia sentir, por un momento, que no estaba esclavizada por un determinado tiempo en ella.
- No puedo creer que te vuelva a ver -. Confeso dándome un beso el cual por un mal calculo, beso la comisura de mis labios -. Perdón -. Pidió avergonzado, casi sonrojado.
- No, esta bien, no fue nada Esteban -. Respondí aliviándolo un poco por la culpa que sentía al haber sucedido eso -. No fue la culpa de nadie, solo fue un mal calculo -. Inquirí sonriéndole y colocando mi mano sobre su hombro -. ¿Quieres caminar un poco conmigo, y contarme que sucedió luego de que yo me fui? -. Le pregunte poniendo mis manos entre los bolsillos de mi abrigo. Como él se encontraba frente de mí, al pisar una rama sobresaliente de un árbol, tropieza y cae sobre mí, a poco centímetros de que nuestros labios se juntara, lo cual él enseguida razona y se levanto y extendió su mano, la cual correspondí -. Gracias -. Agradecí, mientras empezábamos a caminar como si nada hubiera sucedido, el cual era verdad. Pero lamentablemente las personas de los medios, que ya sabían de noviazgo con Kevin, estaban detrás de mí para solo hacer su trabajo el cual me costó tres años sin Kevin. Todos esos momentos que solo fueron un mal calculo, un error, los medios retorcían la realidad a su antojo haciendo ver que realmente le era infiel a Kevin cuando nunca fue así. Y nuevamente, había desconfiado él de mí.
Al caminar por afuera de la clínica, Esteban me había contado que aun seguía ayudando a personas discapacitadas tanto sea de miembros o de otros problemas no tan conocida. Según me conto, él había conocido a una muchacha que tenía una discapacidad mental, la cual él había ayudado bastante y en un tiempo determinado se había enamorado de la chica, pero esa discapacidad o mejor dicho enfermedad, había empeorado y le causo la muerte.
- Por algún motivo… Dios dejo que yo le confesara mi amor y ella a mí. Fue doloroso verla entre mis brazos luchar por un momento por no morir, y luego al decirle que la amaba dejo de luchar y… -. No pudo o no tuvo el valor de decirlo. No tenía del por qué decirlo; yo lo había comprendido, y lo había entendido porque a mí también se me habían fallecido entre mis brazos personas a quien amaba desde lo más profundo de mi corazón.
- Te comprendo -. Susurre y él se para en seco al lado mío para luego tomarme de los brazos y llevarme hacía su cuerpo, abrazándome con necesidad, con mucha necesidad, el cual correspondí dejando que descargara su dolor, que a mi pesar había guardado dentro de él por mucho tiempo -. Llora… yo sé por qué te lo digo Esteban, descarga en mí lo que tengas dentro de ti -. Dije abrazándolo aun con más fuerzas, sintiendo que mis ojos se inundaban, ya que tenía también la necesidad de llorar.
Llorando nos quedamos por unos minutos, cuando ya no teníamos más que derramar, decidimos seguir con la caminata, en completo silencio hasta que el frío llego y me hizo estremecer. Él se había percatado y me rodeo con sus brazos hasta llegar a un estacionamiento de autobuses.
- Gracias -. Me dijo y beso mi frente -. Lo necesite mucho… te espere para poder descargarme, eres la única que podía comprender mi dolor -. Confeso recargando su frente en la mía, mientras sentía su aliento pegar en mi rostro.
- Lo siento por hacerte esperar para hacerlo, y hacer que ese dolor conviviera en ti por mucho tiempo -. Dije acariciando su mejilla, él separa su frente de la mía y besa mi mejilla.
- Te me cuidas ¿he? -. Dijo cuando el autobús había llegado.
- Sí, igual vos. Créeme que encontraras un amor que no te hará olvidar el primero, pero te ara feliz… no lo olvides, Esteban -. Dije mientras subía al autobús.
- No lo olvidare -. Finalizo y subí al autobús en donde me senté en el asiento contra el vidrio viendo como él se despedía con su mano y yo simplemente le sonreí. Jamás hubiera creído que al llegar a casa, me encontraría con el final de mi felicidad, y todo por los manipuladores de los medios.
Fin del Flashback.
- Solo fueron errores a lo que esas fotos te decían Kevin… yo nunca te he sido infiel, siempre tan leal y fiel te he sido -. Baje la cara pero él la levanta con su dedo índice, sin dejar de mirarme y sin que sus destellos cesaran, sino aumentaran cada vez más como si fuera que una estrella estuviera viendo. Sus ojos tan perfectos, esos ojos esmeraldas que ganaba toda batalla, que me hacia derretir con tan solo mirarme a los ojos; en síntesis, lo amaba y lo amo con locura -. No me ilusiones más, por favor, lo nuestro no….
- ¡Sh!, Claro que sí puede seguir… claro que lucharemos por lo que sentimos, _____. Yo te amo, no te miento, no me importa nada… solo me importa vivir lo que me queda de vida junto a ti -. Dijo y acorto los pocos centímetros que había entre él y yo con un beso. El beso más apasionado que otros, no pude evitar seguirlo, lo amaba tanto como él a mí. Rodee su cuello y él mi cintura, lentamente nos levantamos del lugar siguiendo con el beso, sin separar nuestros labios que se deseaban uno del otro, como si necesitáramos de ellos para sobrevivir. Me llevo hacia a sí, aferrándome a su cuerpo, que tan cambiado lo sentía desde aquella ultima vez en que todo fue una pesadilla, una horrible pesadilla la cual parecía que en ese momento con él había despertado.
- Te amo -. Me había vuelto a decir, sin que nuestros labios se separen, sino simplemente se rozaran.
- No puedo…-. Respondí saliendo del embriagador momento -. No puedo, lo siento mucho Kevin -. Repetí poniendo mis dos manos en su pecho para zafarme de su agarre.
- ¿Qué no puedes? ¿Aceptar que me amas? -. Pregunto y yo, simplemente, negué. En realidad no era eso, sino que no podía hacerles daño a personas que ni siquiera conocía -. ¿Entonces? …-. Pregunto mientras yo corría la cara hacia un lado, cerrando mis ojos para reprimir las lágrimas que al correr cayeron al suelo, desarmándose al impacto. No podía ya creer en nada de lo que dijera, aunque lo quisiera no podía, por el solo hecho de no querer hacer sufrir a personas por encontrar yo, mi felicidad con él. Sí, sé que era estúpido pensar así… pero en aquel momento no entendía el concepto de que ser feliz es pelear por ello; aunque cuando lo entendí no era lo que yo pensaba, porque al fin y al cabo aquellas personas que sufrieron por ese amor, al fin encontraron su amor verdadero, o sea que todo eran felices al fin y al cabo.
- No puedo… es lo que te puedo responder -. Dije en un susurro que transmitía el dolor que sentía por hacerme a mi misma las heridas.
- No temas, nadie puede sufrir por nuestro amor, ______ -. Dijo abrazándome mientras aspiraba mi aroma de mis cabellos.
- ¿Cómo lo sabes? -. Pregunte correspondiendo su abrazo y ocultar mi rostro en su hombro.
- Porque más que nosotros nadie, de los que están con nosotros, han sufrido -. Respondió separándome de él y acariciar mis mejillas.
- Kevin… -. Dije tomando su mano izquierda.
- No… no me lo pidas, por favor -. Me interrumpió y saco, delicadamente, su mano de entre la mía, y se saco su anillo de compromiso dejándolo sobre la mesada -. No la amo, no le puedo mentir y ella tampoco a mí, ninguno de los dos estamos enamorados, ______ -. Inquirió tomando mis manos -. Yo a ti, si te amo -. Finalizo dándome un pequeño, pero dulce beso.
- Yo… -. Iba a hablar pero él no me dejo, sino que me tomo de la cadera y con su otra mano mi rostro y me beso de nuevo… como si no pudiera vivir sin ellos; siendo sincera, yo tampoco quería dejar de besar sus labios.
- Te… te amo -. Dije sintiéndolo en el corazón, hablaba con el corazón que solamente latía por él.
- Te… te amo.
Susurre abriendo los ojos lentamente, sintiendo la brisa pegar en mi rostro dormido; levante mi cabeza de su pecho y sentí mi corazón encogerse cada vez más y mis ojos amenazando con lágrimas, lágrimas de dolor y desilusión. Él se encontraba a mi lado.
Sí, todo lo que había pensado que era una hermosa y feliz realidad sólo fue un simple sueño, que al caer en la dolorosa realidad, mi corazón se había roto como un cristal al caer a la superficie, quedando sus hermosos destellos pero que se encontraban esparcido por todo el lugar, advirtiendo que se había roto. Sí, fue un sueño, que a pesar de todo, me había hecho feliz, pero aun más feliz me hubiera hecho si era la simple realidad. Aunque lo que había sucedido la noche anterior fue tan real como cuando los planetas en un tiempo determinado explotaron e hicieron hermosas estrellas en la galaxia, haciendo, también, que nosotros pudiéramos ver sus hermosos destellos por la noche, al caer el sol.
Aun no había despertado desde cuando Kevin había llegado a mi departamento. Todo lo que pensé que era la realidad, como el hecho de que me desperté y nos habíamos dicho un “Te amo” y besado había sido un simple sueño. La realidad era que aun él estaba en el sillón, en donde me había quedado dormida cuando lo revise.
Con mis lágrimas recorriendo velozmente por mis mejillas, sin pestañear, lo seguía contemplando sintiendo el dolor intenso en mi corazón… no podía creer que tan solo lo amaba y no podía estar a su lado, escuchando sus infinitos “te amo”, y sus pausados besos, que me transmitían su amor. Lo amaba aun más, como si ese amor nunca acabaría de crecer en mí. Lo amaba y me dolía con tan solo imaginar que él era, completamente, de otra que no era yo; lo amaba pero ¿él?, no lo sabía solo quería creerlo por el solo echo de que me lo había dicho en mi sueño, sintiendo sus labios pegados en los míos y que todo iba a volver a ser como una vez lo fue, y que él volvería a decirme que era su amor eterno… que era un amor eterno lo que sentíamos mutuamente con el corazón. Sin saber, sin pensar, sin preguntar, acerque mi boca a la de él…no me importaba nada…solo quería sentir una vez más sus labios en los míos, ya fuese que era la ultima vez de sentirlos ardientes en mis labios. Pose mi mano en su pecho desnudo y con mis lágrimas me acerque más y más, hasta que las lágrimas caían en su rostro siguiendo desde donde caía su recorrido y mis labios en una velocidad indescriptibles tocaron los de él, besándolo al principio con pausada y luego con ferocidad, ya que él se había despertado y no había dudado en corresponder mi beso. Rodeo mi cintura con uno de sus brazos mientras con él otro lo posaba en mi rostro; y yo rodee su cuello a pesar de que se encontraba recostado. En aquel momento, sentí su amor… no sabía si fue mi ilusión o era la realidad, pero me había hecho, completamente, feliz. Aunque estuviese feliz, mis lágrimas no cesaban, sino aumentaban; porque era tan consciente de que todo en un abrir y cerrar de ojos acabaría, siendo otra parte de mi vida correspondida a mis recuerdos, al pasado de un amor perdido. Sintiendo un dolor en mi pecho y el ardor en mis ojos, me separe de él sin ser soltada de su agarre. No abrí los ojos, no quería verlo y que me echara encara que no podía olvidarlo, que no podía ir contra lo que sentía por él y que no podía seguir trabajando juntos por el solo hecho de que aun lo amaba. No quería verlo, no quería sentir una vez más su reproche, no quería que me dijera que lo nuestro no podía seguir por el solo hecho o mejor dicho, por lo que él creía que era yo una verdadera mentira, que mis palabras sabían a la misma. No quería, por lo que me zafe de su agarre y salí de allí hacia mi cuarto sin siquiera cerrar la puerta; ya poco me importaba si me veía llorar o no, nada me importaba solo quería volver desde el principió evitando verlo y enamorarme de él, de conocerlo y ser algo más que amigos… y de entregarle mi corazón por completo. Enterré mi rostro en mis manos y allí descargué todo lo que sentía tanto dolor como odio a mi misma. No me importaba si escuchaba mis sollozos o sentía mi dolor en el ambiente, solo quería llorar y llorar como nunca hasta acabar completamente dormida, perdiéndome en el camino de los sueños y dejando atrás la vida real, donde sufría tanto emocional como físicamente. A pocos momentos de cerrar mis ojos, escuche a alguien que hablaba. No, no era Kevin sino… Gabriel quien se encontraba en mi consciencia, él, quien siempre me prevenía de todo mal.
- No te duermas… no cierres los ojos en este momento, no lo hagas -. Dijo, mientras con mis ojos cerrados, en la oscuridad veía su figura -. Aun no… no lo hagas, puedes cometer un grave error -. Repitió, lo escuchaba pero me importaba poco lo que me advertía, solo quería ir con él, abrazarlo y nunca volver a la realidad, a mi vida, la cual era desastrosa en sentido emocional. Caer entre sus brazos y decir que aun lo amaba porque, aunque no haya sido mi primer amor, lo llegue a amar. Sentir su protección y vivir junto a él fuese donde fuese -. No te duermas… no es tu hora, ____ -. Inquirió mientras se alejaba cada vez más para que no lo alcanzara, ya que me sentía correr en el camino de mi mente donde él se encontraba advirtiendo que no debía dormir porque eso significaba que… que iba a morir -. No lo hagas… si nos quieres a todos nosotros, no lo hagas -. Prosiguió teniéndolo tan solo a pocos centímetros, en lo que a un paso llegué hasta su encuentro, lo abrase y me aferre a él -. Solo escucha… te amo y sé que tu me quieres, pero no eres de este mundo como yo no soy del tuyo, no dejes de pelear… no todo se trata de sufrir, recuerda que de tanto sufrimientos llega el fruto de la felicidad eterna -. Dijo acariciando mi melena. No lloraba solo sonreía como si el dolor nunca lo había experimentado -. No te duermas, no lo hagas… te amo, ____, pero tienes que vivir y luchar por lo que más quieras -. Por primera vez lo mire a los ojos y en ellos me encontré con una tristeza que me embargo a mí en lo más profundo de mí, sin poder captar a lo que se refería -. Ahora abre tus ojos y sigue viviendo, que te prometo que la felicidad llamara a tu puerta, linda -. Me dio un beso en los labios, que me hizo sentir como si eso fuese real, que en donde nos encontrábamos era la pura realidad.
- Te amo, Gabriel -. Dije y como si fuese una ilusión se desvaneció de entre mis brazos, dejando solamente el sentir de sus labios en los míos, dejándome en ese lugar que se encontraba en medio de un campo, completamente, habitado por hermosas flores y el día que era brillante, pero que al mismo tiempo, poco después de que él se había desvanecido, desapareció dejándome una vez más en la oscuridad, escuchando los ruidos de la calle que los coches causaban al pasar, los cantos de los pájaros, y las campanas sonar de las iglesias, haciendo que despegara mi cara de mis manos y poco a poco abrir mis ojos. Al abrirlos por completo me encontré recostada en el hospital.
No entendía del por qué me encontraba allí, ni siquiera me había acordado de cuando me llevaron al hospital. Con poca fuerza me acomode en la camilla, sintiendo un dolor en mi pecho y un poco de mareo. Mire a mis costados y me encontraba en una habitación donde solo podía habitarla una sola persona; recordando que cuando me había despertado una vez no podía mover mis piernas por lo que las moví y sí, se movieron sacándome el miedo de que había perdido una vez más mi movilidad automotriz. Mire mi brazo y no tenía nada de agujas por lo que me calme un poco, pensando que algo había sucedido después de mucho tiempo de aquella operación del tumor en mi cerebro.
Sin saber del por qué me encontraba allí, igual quería a alguien a mi lado y que me lo explicara fuese quien fuese, pero quería saber del por qué me encontraba en el hospital. Como sintiendo la desesperación dentro de mí, me quise levantar pero un mareo me lo prohibió, y al tocar mi sien siento que abren la puerta. Como auto reflejo, miro quien era y era Kevin.
- ¿Cómo te encuentras? -. Pregunto cerrando la puerta y poniéndose las manos entre los bolsillos mientras se acercaba a mí.
- ¿Qué me sucedió? -. Pregunte sin mirarlo a los ojos, no podía verlo, porque era como agrandar más mi herida en mi corazón.
- Me dijo Lautaro que simplemente fue un mareo -. Respondió sentándose a mi lado -. La causa fue que lloraras tanto y el estrés -. Toma mi mano, la cual no hago intensión de sacarla -. ____ -. Toma mi mentón con su dedo índice haciéndolo que lo mirara a los ojos -. ¿Sabes que casi te pierdo? -. Pregunto mientras yo me quedaba perpleja, cayendo a lo que se refería Gabriel, sin moverme ni un centímetro mis lágrimas empezaron a brotar.
- No me pierdes -. Respondí al unísono mientras dejaba que mis lágrimas recorrieran mi rostro -. No me pierdes porque nunca fui…-. No me dejo seguir pues tomo de mi rostro de entre sus manos y con su pulgar me cayó.
- ¡Sh!, Claro que sí puede seguir… claro que lucharemos por lo que sentimos, _____. Yo te amo, no te miento, no me importa nada… solo me importa vivir lo que me queda de vida junto a ti -. Dijo y acorto los pocos centímetros que había entre él y yo con un beso. El beso más apasionado que otros, no pude evitar seguirlo, lo amaba tanto como él a mí. Rodee su cuello y él mi cintura, lentamente nos levantamos del lugar siguiendo con el beso, sin separar nuestros labios que se deseaban uno del otro, como si necesitáramos de ellos para sobrevivir. Me llevo hacia a sí, aferrándome a su cuerpo, que tan cambiado lo sentía desde aquella ultima vez en que todo fue una pesadilla, una horrible pesadilla la cual parecía que en ese momento con él había despertado.
- Te amo -. Me había vuelto a decir, sin que nuestros labios se separen, sino simplemente se rozaran.
- No puedo…-. Respondí saliendo del embriagador momento -. No puedo, lo siento mucho Kevin -. Repetí poniendo mis dos manos en su pecho para zafarme de su agarre.
- ¿Qué no puedes? ¿Aceptar que me amas? -. Pregunto y yo, simplemente, negué. En realidad no era eso, sino que no podía hacerles daño a personas que ni siquiera conocía -. ¿Entonces? …-. Pregunto mientras yo corría la cara hacia un lado, cerrando mis ojos para reprimir las lágrimas que al correr cayeron al suelo, desarmándose al impacto. No podía ya creer en nada de lo que dijera, aunque lo quisiera no podía, por el solo hecho de no querer hacer sufrir a personas por encontrar yo, mi felicidad con él. Sí, sé que era estúpido pensar así… pero en aquel momento no entendía el concepto de que ser feliz es pelear por ello; aunque cuando lo entendí no era lo que yo pensaba, porque al fin y al cabo aquellas personas que sufrieron por ese amor, al fin encontraron su amor verdadero, o sea que todo eran felices al fin y al cabo.
- No puedo… es lo que te puedo responder -. Dije en un susurro que transmitía el dolor que sentía por hacerme a mi misma las heridas.
- No temas, nadie puede sufrir por nuestro amor, ______ -. Dijo abrazándome mientras aspiraba mi aroma de mis cabellos.
- ¿Cómo lo sabes? -. Pregunte correspondiendo su abrazo y ocultar mi rostro en su hombro.
- Porque más que nosotros nadie, de los que están con nosotros, han sufrido -. Respondió separándome de él y acariciar mis mejillas.
- Kevin… -. Dije tomando su mano izquierda.
- No… no me lo pidas, por favor -. Me interrumpió y saco, delicadamente, su mano de entre la mía, y se saco su anillo de compromiso dejándolo sobre la mesada -. No la amo, no le puedo mentir y ella tampoco a mí, ninguno de los dos estamos enamorados, ______ -. Inquirió tomando mis manos -. Yo a ti, si te amo -. Finalizo dándome un pequeño, pero dulce beso.
- Yo… -. Iba a hablar pero él no me dejo, sino que me tomo de la cadera y con su otra mano mi rostro y me beso de nuevo… como si no pudiera vivir sin ellos; siendo sincera, yo tampoco quería dejar de besar sus labios.
- Te… te amo -. Dije sintiéndolo en el corazón, hablaba con el corazón que solamente latía por él.
- Te… te amo.
Susurre abriendo los ojos lentamente, sintiendo la brisa pegar en mi rostro dormido; levante mi cabeza de su pecho y sentí mi corazón encogerse cada vez más y mis ojos amenazando con lágrimas, lágrimas de dolor y desilusión. Él se encontraba a mi lado.
Sí, todo lo que había pensado que era una hermosa y feliz realidad sólo fue un simple sueño, que al caer en la dolorosa realidad, mi corazón se había roto como un cristal al caer a la superficie, quedando sus hermosos destellos pero que se encontraban esparcido por todo el lugar, advirtiendo que se había roto. Sí, fue un sueño, que a pesar de todo, me había hecho feliz, pero aun más feliz me hubiera hecho si era la simple realidad. Aunque lo que había sucedido la noche anterior fue tan real como cuando los planetas en un tiempo determinado explotaron e hicieron hermosas estrellas en la galaxia, haciendo, también, que nosotros pudiéramos ver sus hermosos destellos por la noche, al caer el sol.
Aun no había despertado desde cuando Kevin había llegado a mi departamento. Todo lo que pensé que era la realidad, como el hecho de que me desperté y nos habíamos dicho un “Te amo” y besado había sido un simple sueño. La realidad era que aun él estaba en el sillón, en donde me había quedado dormida cuando lo revise.
Con mis lágrimas recorriendo velozmente por mis mejillas, sin pestañear, lo seguía contemplando sintiendo el dolor intenso en mi corazón… no podía creer que tan solo lo amaba y no podía estar a su lado, escuchando sus infinitos “te amo”, y sus pausados besos, que me transmitían su amor. Lo amaba aun más, como si ese amor nunca acabaría de crecer en mí. Lo amaba y me dolía con tan solo imaginar que él era, completamente, de otra que no era yo; lo amaba pero ¿él?, no lo sabía solo quería creerlo por el solo echo de que me lo había dicho en mi sueño, sintiendo sus labios pegados en los míos y que todo iba a volver a ser como una vez lo fue, y que él volvería a decirme que era su amor eterno… que era un amor eterno lo que sentíamos mutuamente con el corazón. Sin saber, sin pensar, sin preguntar, acerque mi boca a la de él…no me importaba nada…solo quería sentir una vez más sus labios en los míos, ya fuese que era la ultima vez de sentirlos ardientes en mis labios. Pose mi mano en su pecho desnudo y con mis lágrimas me acerque más y más, hasta que las lágrimas caían en su rostro siguiendo desde donde caía su recorrido y mis labios en una velocidad indescriptibles tocaron los de él, besándolo al principio con pausada y luego con ferocidad, ya que él se había despertado y no había dudado en corresponder mi beso. Rodeo mi cintura con uno de sus brazos mientras con él otro lo posaba en mi rostro; y yo rodee su cuello a pesar de que se encontraba recostado. En aquel momento, sentí su amor… no sabía si fue mi ilusión o era la realidad, pero me había hecho, completamente, feliz. Aunque estuviese feliz, mis lágrimas no cesaban, sino aumentaban; porque era tan consciente de que todo en un abrir y cerrar de ojos acabaría, siendo otra parte de mi vida correspondida a mis recuerdos, al pasado de un amor perdido. Sintiendo un dolor en mi pecho y el ardor en mis ojos, me separe de él sin ser soltada de su agarre. No abrí los ojos, no quería verlo y que me echara encara que no podía olvidarlo, que no podía ir contra lo que sentía por él y que no podía seguir trabajando juntos por el solo hecho de que aun lo amaba. No quería verlo, no quería sentir una vez más su reproche, no quería que me dijera que lo nuestro no podía seguir por el solo hecho o mejor dicho, por lo que él creía que era yo una verdadera mentira, que mis palabras sabían a la misma. No quería, por lo que me zafe de su agarre y salí de allí hacia mi cuarto sin siquiera cerrar la puerta; ya poco me importaba si me veía llorar o no, nada me importaba solo quería volver desde el principió evitando verlo y enamorarme de él, de conocerlo y ser algo más que amigos… y de entregarle mi corazón por completo. Enterré mi rostro en mis manos y allí descargué todo lo que sentía tanto dolor como odio a mi misma. No me importaba si escuchaba mis sollozos o sentía mi dolor en el ambiente, solo quería llorar y llorar como nunca hasta acabar completamente dormida, perdiéndome en el camino de los sueños y dejando atrás la vida real, donde sufría tanto emocional como físicamente. A pocos momentos de cerrar mis ojos, escuche a alguien que hablaba. No, no era Kevin sino… Gabriel quien se encontraba en mi consciencia, él, quien siempre me prevenía de todo mal.
- No te duermas… no cierres los ojos en este momento, no lo hagas -. Dijo, mientras con mis ojos cerrados, en la oscuridad veía su figura -. Aun no… no lo hagas, puedes cometer un grave error -. Repitió, lo escuchaba pero me importaba poco lo que me advertía, solo quería ir con él, abrazarlo y nunca volver a la realidad, a mi vida, la cual era desastrosa en sentido emocional. Caer entre sus brazos y decir que aun lo amaba porque, aunque no haya sido mi primer amor, lo llegue a amar. Sentir su protección y vivir junto a él fuese donde fuese -. No te duermas… no es tu hora, ____ -. Inquirió mientras se alejaba cada vez más para que no lo alcanzara, ya que me sentía correr en el camino de mi mente donde él se encontraba advirtiendo que no debía dormir porque eso significaba que… que iba a morir -. No lo hagas… si nos quieres a todos nosotros, no lo hagas -. Prosiguió teniéndolo tan solo a pocos centímetros, en lo que a un paso llegué hasta su encuentro, lo abrase y me aferre a él -. Solo escucha… te amo y sé que tu me quieres, pero no eres de este mundo como yo no soy del tuyo, no dejes de pelear… no todo se trata de sufrir, recuerda que de tanto sufrimientos llega el fruto de la felicidad eterna -. Dijo acariciando mi melena. No lloraba solo sonreía como si el dolor nunca lo había experimentado -. No te duermas, no lo hagas… te amo, ____, pero tienes que vivir y luchar por lo que más quieras -. Por primera vez lo mire a los ojos y en ellos me encontré con una tristeza que me embargo a mí en lo más profundo de mí, sin poder captar a lo que se refería -. Ahora abre tus ojos y sigue viviendo, que te prometo que la felicidad llamara a tu puerta, linda -. Me dio un beso en los labios, que me hizo sentir como si eso fuese real, que en donde nos encontrábamos era la pura realidad.
- Te amo, Gabriel -. Dije y como si fuese una ilusión se desvaneció de entre mis brazos, dejando solamente el sentir de sus labios en los míos, dejándome en ese lugar que se encontraba en medio de un campo, completamente, habitado por hermosas flores y el día que era brillante, pero que al mismo tiempo, poco después de que él se había desvanecido, desapareció dejándome una vez más en la oscuridad, escuchando los ruidos de la calle que los coches causaban al pasar, los cantos de los pájaros, y las campanas sonar de las iglesias, haciendo que despegara mi cara de mis manos y poco a poco abrir mis ojos. Al abrirlos por completo me encontré recostada en el hospital.
No entendía del por qué me encontraba allí, ni siquiera me había acordado de cuando me llevaron al hospital. Con poca fuerza me acomode en la camilla, sintiendo un dolor en mi pecho y un poco de mareo. Mire a mis costados y me encontraba en una habitación donde solo podía habitarla una sola persona; recordando que cuando me había despertado una vez no podía mover mis piernas por lo que las moví y sí, se movieron sacándome el miedo de que había perdido una vez más mi movilidad automotriz. Mire mi brazo y no tenía nada de agujas por lo que me calme un poco, pensando que algo había sucedido después de mucho tiempo de aquella operación del tumor en mi cerebro.
Sin saber del por qué me encontraba allí, igual quería a alguien a mi lado y que me lo explicara fuese quien fuese, pero quería saber del por qué me encontraba en el hospital. Como sintiendo la desesperación dentro de mí, me quise levantar pero un mareo me lo prohibió, y al tocar mi sien siento que abren la puerta. Como auto reflejo, miro quien era y era Kevin.
- ¿Cómo te encuentras? -. Pregunto cerrando la puerta y poniéndose las manos entre los bolsillos mientras se acercaba a mí.
- ¿Qué me sucedió? -. Pregunte sin mirarlo a los ojos, no podía verlo, porque era como agrandar más mi herida en mi corazón.
- Me dijo Lautaro que simplemente fue un mareo -. Respondió sentándose a mi lado -. La causa fue que lloraras tanto y el estrés -. Toma mi mano, la cual no hago intensión de sacarla -. ____ -. Toma mi mentón con su dedo índice haciéndolo que lo mirara a los ojos -. ¿Sabes que casi te pierdo? -. Pregunto mientras yo me quedaba perpleja, cayendo a lo que se refería Gabriel, sin moverme ni un centímetro mis lágrimas empezaron a brotar.
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Rocio_Jonas
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