The Writer {Logan Lerman}

El poder que aquella mirada ejercía sobre su cuerpo era demasiado fuerte, incluso para la gran resistencia de Summer. Sin previo aviso, sus piernas no correspondían a lo que su cerebro ordenaba, sus respiraciones fueron cesando hasta dejarle sin el más mínimo aliento, y por un segundo creyó que su corazón se detuvo al igual que el tiempo.

La mirada de aquel joven escudriñaba desde el interior de Summer, recorría su cuerpo una y otra vez sin disimulo alguno para terminar penetrando en los ojos color avellana de la castaña, quien se encontraba allí parada a unos cuantos metros de distancia del chico de sus mayores intrigas, algo que le dejo perpleja y sin poder mover tan solo un musculo de su cuerpo preguntándose si en aquel momento su mente le estaría jugando una mala pasada.
El pasivo llamado de su madre le despertó del profundo trance en el que se encontraba y la etérea mirada que había estado posándose sobre su cuerpo se apartó de ella por primera vez. Aunque con dificultad, Summer logró que sus piernas respondieran y se dirigió lentamente dentro de la sala de estar, donde un incomodo silencio era el principal participe del ambiente.

— Te encuentras bien — Susurró Pauline ante la notable palidez de la castaña
— Si — respondió ella con un nudo en la garganta sin poder decir nada más
— Tu debes ser Summer — Le dirigió la palabra aquel extraño señor junto al joven de la misteriosa mirada — Tu mamá habla maravillas sobre ti — le brindo una cálida sonrisa
La castaña lanzó una mirada asesina a su madre quien se encontraba a su lado.
— Bien —Dijo Pauline para liberar la tensión del ambiente — mientras el señor Parker y yo conversamos y ya que son nuestros nuevos vecinos, tu hija mía deberías llevar al Joven Parker a dar una vuelta por el barrio, de ese modo ambos se conocerán — Dijo sonrientemente
— Oh por favor, llámeme Josh –Contestó el dándole a Pauline su voto de confianza— y en cuanto a Wade, estoy seguro de que a el no le molestará conocer nuevos amigos ¿verdad Wade? — Preguntó el hombre al joven muchacho

El castaño se encontraba con la mirada posada sobre el piso con sus brazos cruzados y una fría seriedad que daban la impresión de que encontrarse en aquel lugar le molestaba notablemente, levantó la mirada y esta vez clavo sus azules ojos sobre su interlocutor tratando de formar una sonrisa en su rostro la cual solo terminó siendo una extraña mueca de desagrado.

— Si, no me molestará — Al fin formuló el castaño con cierto desprecio en su voz

El joven castaño se paro de la silla donde su cuerpo reposaba y se paro junto a Summer quien aun y podía asimilar lo que sucedía en aquel momento. Sin saber lo que hacia, caminó hacia la puerta y salió por esta luego de que el misterioso muchacho lo hiciera. Ambos caminaron en silencio unas cuantas cuadras, un silencio desgarrador que solo hacia que las respiraciones de la castaña se hicieran cada vez más rápidas y que su capacidad para sostenerse de pie se desvaneciera en tan solo un instante.

— ¿Así que eres nuevo en la ciudad? —Preguntó estúpidamente con agresividad en un intento desesperado por romper aquel silencio que le enloquecía
— ¿Que no es mas que obvio? — Gruño el castaño con desprecio
— Yo solo…. — trató de excusarse ella
— Mas bien no hables niña — Contestó el con agresividad ante la posible excusa de la Joven
—No tienes por que hablarme así —frunció el seño con molestia
En un movimiento rápido el joven tomo por la muñeca a la castaña y se acerco a ella tanto como pudo
— Creo que ya notaste que no me agradas, así que mejor cállate bonita— Agregó con cierto tono de ironía

Al oír aquellas hirientes palabras los ojos de la castaña se cristalizaron en un intento por contener las lágrimas llenas de ira que querían salir y recorrer sus mejillas. La rabia invadía su cuerpo, sin embargo, no dijo nada, se limito a sacar su brazo agresivamente del agarre del joven y se dio la vuelta dispuesta a irse a su casa para jamás tener que volver a hablarle a aquel idiota.

El castaño la siguió en silencio, otro de aquellos silencios desgarradores y tensos que solían invadir la vida de Summer en los últimos días. Al encontrarse justo en frente de la puerta color carmesí, por la cual habían salido hacia varios minutos ya, Summer dirigió la mano hacia su bolsillo para sacar las llaves con las cuales acabaría aquel suplicio que la venia siguiendo desde el momento en el cual había visto por primera vez a aquel muchacho de ojos azules, sin embargo más se demoró ella en poner la llave dentro de la cerradura, que el en acorralarle apoyando su brazo en la puerta, sin darle salida y sin mas opción que tener que escuchar las palabras que estaba a punto de pronunciar

— Nadie debe saber lo que sucedió — la miró tan fríamente como pudo para darle a entender que hablaba en serio
— Aja — Contestó ella con enojo, al mismo tiempo que trataba de salir de su encierro
— Bien— Finalizó él con la misma frialdad de siempre dejando en libertad a la castaña
Summer giro la cerradura con su llave, entro a la casa y subió tan rápido como pudo dejando a su madre con la palabra en la boca. Pauline y Josh dirigieron una mirada entre intrigada y acusatoria al castaño quien tranquilamente se había recostado sobre la puerta, esperando a que este les diera una explicación de lo ocurrido con Summer.
—Wade, Querido… me podrías explicar que fue lo que ocurrió con Summer, que entro tan groseramente — Pronunció Pauline con cierta molestia ante la actitud de la castaña
— No lo se… — el castaño se encogió de hombros — Tal vez estaba cansada— Agregó tratando de sonar inocente ante la agresiva mirada de Pauline
— Esta niña —comentó Pauline exasperada — Josh como lamento que hayas tenido que presenciar la actitud de mi hija
— Esta bien Pauline, no hay problema, son jóvenes — sonrió ante la apenada actitud de Pauline — Será mejor que Wade y yo nos retiremos para que puedas solucionar las cosas con tu hija
—Creó que será lo mejor, vuelve si necesitas algo — Agregó ella amablemente
— Lo hare — le dio un pequeño beso en la mejilla y se retiró de la casa junto con el castaño
—Summer me va a escuchar —se dijo a si misma con enojo


Apenas y bastó que la puerta se cerrará a sus espaldas para que la cara de amabilidad de Josh se transformara en una mueca y un extraño intento por mantener la calma ante lo que había ocurrido minutos antes.
— ¿Que mierdas le dijiste a la chica Goldman? — Le preguntó al castaño con bastante enojo
— Nada que te interese — respondió insolentemente el joven castaño
— ¿Qué Mierdas!? Repite eso, ¿como carajos me respondes mocoso? —Respondió el aumentando su tono de voz con cada palabra que pronunciaba
—Como lo oyes pedazo de imbécil! El que finjas ser mi padre no significa que lo seas — Respondió enojada y agresivamente
—Arruinaras la misión con ese puto comportamiento — Le empujo fuertemente
— No me jodas Parker! Por que me vas a encontrar y me importa una mierda si todo esto se va al caño — le devolvió el empujón
—Eso mismo te digo Goldman! Cuídate, alguno de estos días te arrepentirás de todo lo que estas haciendo — Le amenazó enojado
— Me valen una mierda tus amenazas —se rio irónicamente— no tienes los huevos suficientes ni para matar una mosca
— Ya veras Goldman, ya veras — le volvió a amenazar, muy seguro de que cumpliría palabra por palabra
—Vete a la mierda — Finalizó el castaño sin prestarle atención antes de dar un portazo

El castaño subió las escaleras tan rápido como pudo y se encerró en su habitación dando otro portazo a causa del enojo por el solo hecho de pensar en lo que había sucedido minutos atrás. Su cuerpo pedía a gritos un descanso, así que se lanzó sobre su cama y maldijo el momento en el cual había aceptado ser parte de aquello. El sueño se fue apoderando lentamente de su ser, sin embargo, todo aquello se desvaneció, cuando notó aquello que ocurría al otro lado de su ventana. Summer, quien se encontraba en su habitación, la cual justamente daba a la ventana del castaño, se despojaba de las prendas que cubrían su delgado, pero bien torneado cuerpo.

Primero comenzó por el abrigo que le había protegido del frio al cual se expuso minutos atrás, cuando ambos jóvenes caminaban en silencio en medio del viento de una fría tarde. Al terminar de despojarse de su abrigo, continuo con la camisa que cubría su torso, en tanto el castaño se perdió en medio de las curvas y la desnuda piel de la joven quien apenas y se encontraba en brasier.

Al terminar de sacar la prenda de su cuerpo, se dispuso a desabrochar el brasier de puntitos que cubría su busto. Al ver aquello al castaño le corrió una pisca de deseo alrededor de su cuerpo, cosa que no le permitió quitar sus azules ojos del cuerpo de la castaña, sin embargo el espectáculo que estuvo a punto de presenciar fue interrumpido, cuando Summer se dio cuenta de que aquella profunda mirada se posaba sobre su ser. Apenada y enojada cubrió su cuerpo con lo primero que encontró, luego con rapidez se dirigió a la ventana y le dirigió una fulminadora mirada al Joven quien aun le miraba desde su ventana.

— ¿Que Demonios?! —Gritó enojada— Quien diablos te crees para espiarme, ¿acaso no conoces la palabra privacidad? —Le fulmino nuevamente con la mirada
— ¿Y que vas a hacer? — Se rió irónicamente— además, yo no soy el culpable que te le andes exhibiendo como una maldita cualquiera a tus vecinos —respondió el castaño tranquilamente
— No me voy a poner a pelear con un maldito idiota —se mordió la lengua para evitar decir algo mas y de limitó cerrar la ventana junto con la cortina

El castaño sonrió para si mismo, el provocar esa reacción en la joven le provocaba cierta satisfacción. Después de aquello se lanzó nuevamente sobre la cama y se sumió en sus pensamientos, en los cuales de alguna u otra forma reinaba Summer, que aunque le desagradaba, de la misma forma le causaba curiosidad, sin embargo, el sueño se apoderó de el rápidamente lo cual no le permitió darse cuenta que la castaña le observó desde su ventana unos minutos antes de acostarse.