The Writer {Logan Lerman}

ME ENCANTA!! :) Seguila por favor

Por que me haces esto? siguela porfa, llevo años esperando el nuevo cap ♥

Patu {#} escribió: ASDFDSFJDSFDSFJSDFDS pero que sensual afasdjfdhsds e.e maldito Lerman, aunque debería odiarlo por humillar y denigrar así a Summer, me hace imposible la tarea porque a decir verdad me encanta su forma de ser en la nove u.u por cierto que no le hará bien a Summer tomar tantas pastillas aunque es tentador ._. pero yo jamás podría porque mi mamá guarda las suyas bajo siete llaves (? xD no me agrada que Hanna aconseje así a la rayis, para que sea tan rápida, de última si va a ser rápida que sea con Logan xDDD no puedo evitar preguntarme qué se le ocurrirá hacerle ahora que estará varios días, al parecer, a solas con Summer.
Bueno Eli, me amé el cap, amo la nove y disculpa si comentario es tan pedorro pero son casi las cuatro, me siento observada ._. y mi cerebro no funciona bien x'D nada mas que decir, esperaré a que Sofi publique su parte c:

Mija shbdghasdga a todos le encanta la sensualidad del Lerman aunque humille a la Summer pero es tan asdfghjkl su actitud de chico malo me encanta :cc y me siento masoquista porque quiero alguien como el Wade xDD y no le hará bien pero le funcionaron u.ú XDDD y ya verás más sobre la Summer y lo que pasará en su casa. Y gracias por comentar mija c: con la otra mija estamos felices porque la note te guste c: te adoramos c:

MILEY<3 escribió:Dioos Eli C:
Quee bueen capituloo te has aventado, me teniaas con la cara puestaa en el monitor. Simplemente hermoso. Pero que coño le pasa a Goldman tratando asi a Summer? Maldito Logan es taan malditamente sensuaal y su ego me Encanta!
Pero eso no quiere decir que me guste como tratre a Summer. Ya quiero saver porque se comporta asi. Es tan espeluznantee son unaas malaas me tienen con la intriga en sima D:
Quieero otro caap! Quiero saveer que pasar en eso diaas :DD
Saludoos chiccaas Son las mejorees

Miley c: muchas gracias *-* y perdón (? XDD y ya sabrás porqué el Goldman la trata así, todo tiene su historia y ya la sabrás, a su tiempo c: y sí, Wade no tiene tacto con las chicas 1313 xDDDD y ya sabrás más c: y gracias por el comentario mija *-----* de verdad nos hacen felices c:

CumeDibusJB escribió:No, no no. Demasiadas pastillas. No hay que automedicarse, puede producir efectos secundarios, como mareos, dolores de cabeza, unicornios flotando en la habitación, un vecino completamente Sexy.... Esperen, ¡¡yo quiero 20 cajas!! (?)
Peeeero.... Dejando de lado mis delirios un poco(MUY) frecuentes les digo que, de verdad, cada vez me sorprenden más. Un capítulo mejor que el otro! Nos tienen a todas comiéndonos las uñas y esperando que subas más.
Y me causó mucha gracia tu comentario. Acá también hay apellidos Gil, pero la palabra -por lo menos de forma vulgar- significa tonto, idiota. xD
Y, ya me estoy yendo por las ramas .___. ... Sigan escribiendo, que son geniales, igual que su historia ^^
No puedo agregar mucho más de lo que siempre digo, así que Saludos y un beso grande :)
PD: Realmente se hicieron esperar con este capítulo... ¡Tuve que ponerme a estudiar! Que horror TT-TT ... Okno .-.
Cambio y Fuera! (?)

ashdgasgdfasgdasdsaghdagdasgv XDD si fuera así también me auto-medicaría xdson sensuales los vecinos como el Wade pero no los hay ;___; Gracias mija c: me alegra que la novela te uste y perdón por hacerte comer las uñas :ccc así que perdón y ya subiremos *0* y me alegro que los caps te gusten *0* y si seguiremos c: así que muchas gracias aunque entre nos, los caps de sofi son mejores *-* y me siento culpable por haberte hecho esperar por el cap :cc y ahora supongo que también debiste estudiar así que perdón u.ú

Alicia Swifty Lermánica escribió: Jelou!
Sabes que si no me pasé antes fue por el instituto verdad? Porque yo AMO tu novela pero el instituto me tiene hasta el co... Harta, me tiene harta.
Me encantó el capi.
Esa es la desventaja de la automedicación, te pones fina de pastillas y después no te enteras de nada. O eso es lo que yo creo vamos porque yo no lo sé, nunca me automediqué claro y vamos, ni siquiera se tomarme una pastilla. Me las tengo que hacer trozitos o pedirla a la doctora que me la recete en sobre (? No sé a qué vino esto.
Por muy exasperante que sea Wade con Summer y con el resto del mundo es sexy, sí, es sexy, podría ser verde y con 4 ojos y seguiría siendo sexy, muy sexy.
Aunque no tendría que haberla llamado puta y desde luego, tendría que haberse dejado de pegar, se lo merecía.
Bueno, subid cuando podáis anda, que está genial.
Un abrazo psicológico <3

Mijaaa *-* sí, maldito instituto, no te preocupes c: lo importante es que leíste además, nosotras también somos culpables por no actualizar taaan seguido :ccc pero me alegro que te haya encantado el cap c: y sí, xdd nada de auto-medicación por que es mala :cc XD y yo tampoco soy buena para tomar medicamentos, siempre se me olvidan pero bueno :ccc xDDD y me acordé de estos marcianitos de toy story xD así que igual sería sexy *-* xdddd
Y sí, se lo merecía pero :ccc Wade es Wade u.ú y tiene razones de sobra (? xD okno :ccc pero sí (? gracias poe comentar c: y sobiremos pronto c:

pamm182 escribió:ME ENCANTA!! :) Seguila por favor

Gracias Pamm C: y la seguiremos c: saludos c:

alhy97deHutcherson escribió:Por que me haces esto? siguela porfa, llevo años esperando el nuevo cap

perdón >-< y ya la seguiremos y perdón por el retraso :c


El cap le tocaba a Sofi, pero ella está en el concierto de SimplePlan y me pidió que lo subiera por ella c: así que eso c: está perfecto lo sé y sé que lo saben c: y espero que lo disfruten *-* tanto como yo al leerlo c: las adoramos y gracias por cada comentario, de verdad significa demasiado para nosotras c: saludos c: y perdón la ausencia :c

Capítulo Siete.

{By; #SofiD'Lerman~}

Una horrible combinación de sentimientos se formo dentro de su ser, en la cual ninguno de ellos era algo positivo, por el contrario un montón de improperios se paseaban por su cabeza y lagrimas repletas de ira querían invadir sus mejillas, sin embargo no le daría ese placer al castaño quien la miraba fijamente con esa sonrisita que solía formarse en sus labios, la cual exasperaba notablemente a la joven quien la quería borrar de un solo golpe.

La fuerza de voluntad de la castaña no era tan fuerte como para soportar la fría y etérea mirada que el joven posaba sobre ella, junto con esa sonrisita maliciosa que se formaba en su rostro cuándo hacía de las suyas y que le causaba una combinación de sentimientos que ni ella misma podía describir. Una fuerte tensión se generó en el ambiente y otro silencio desgarrador se apodero del momento, la castaña, llena de ira se dispuso a subir a su habitación nuevamente, dispuesta cerrarle la puerta al joven junto con los problemas que este conllevaba, esperando que esta vez nada se interpusiera en su camino, sin embargo, de alguna u otra forma, ella sabía que el destino jugaba sucio.

Para su sorpresa, nada pasó en el corto camino de la sala de estar a su habitación, cerró la puerta tras de sí y se dejó caer sobre el piso después de soltar un leve suspiro de alivio. Aquello que había ocurrido minutos atrás se paseaba por su cabeza una y otra vez y se combinaban con escenas en las que su piel desnuda junto con la de Wade se unían en el aquel ritual que solo pertenece a los amantes. ¿Por qué pensaba en aquello? Acaso, ¿sentía algo por Wade?, negó con la cabeza reiteradas veces en forma de negación hasta borrar aquella idea o cualquiera que se le pareciera por completo de su mente, lo único que sentía por aquel joven en ese momento era desprecio. Resoplo y se levantó del piso recobrando un poco de la dignidad que el castaño le había quitado con tan solo un acto y sin mayor esfuerzo. Camino con lentitud hacia su cama y se dejó caer en ella esperando poder embriagarse nuevamente en la fantasía de sus sueños y no tener que despertar hasta que todo aquello acabara, y así fue como lentamente sus parpados comenzaron a cerrarse.

El sonido de un auto estacionándose frente a su casa hizo que se detuviera el proceso de reposo en el cual estaba sumido su cuerpo, al principio pensó que su madre había vuelto antes de lo esperado, pero rápidamente descartó esa idea, al recordar lo serio que era el trabajo de su madre, y que tal vez tardaría más fuera del país que el tiempo especificado en la nota del refrigerador. Otra vaga esperanza se formó en su interior, la imagen de su padre se materializo en su mente, sus ojos cafés, su cabello caoba oscuro y su rostro totalmente inexpresivo, lograron que la castaña sonriera inconscientemente para sí misma, sonrisa que se borró cuando, tras pararse del cómodo colchón de plumas y asomarse a la ventana, en vez de ver aquello que esperaba, vio a Drew bajar de su auto e ir decididamente hacia la puerta de la entrada de la casa.


El castaño permaneció inmóvil, observó a Summer hasta que esta desapareció en medio de la planta superior de la casa y sonrió para sí mismo antes de dejarse caer nuevamente sobre aquel sillón en el cual había ocurrido todo aquello que no le dejaba pensar con claridad. Paseó su mano en medio de sus castaños cabellos y cerró los ojos volviendo al momento en que estuvo tan cerca de la castaña que puso saborear sus rosados labios sin haberlos juntado con los suyos y sentirse dueño de su cuerpo sin que le perteneciera realmente, una punzada de lujuria recorrió su interior al pensar de nuevo, el tener tan cerca a la chica era tentador, sin embargo, al recordar el motivo por el cual él se encontraba en aquella situación, su corazón se endureció y si por algún momento pensó en algo positivo hacia la joven, el odio lo borró y lo reemplazo por desprecio.

La casa pareció sumirse en el silencio de la tarde, cada minuto que pasaba parecía eterno para el castaño, quien a pesar de sus constantes intentos no logró dejar de pensar en aquella joven que causaba que su interior se revolviera tanto de odio, como de deseo. Una luz que iluminó el manto del atardecer que envolvía la casa, junto con el sonido de un auto le despertaron de sus cavilaciones, al principio creyó que su tiempo de diversión había Llegado a su fin, aún así, una maliciosa idea se cruzó por su mente al ver quien bajaba del auto y se dirigía hacia la puerta de la casa.

El agudo sonido del timbre retumbo en el silencio de la casa, Wade rápidamente se despojó de su camisa, despeino sus cabellos pasando reiteradas veces su mano a través de ellos y desabrochó sus pantalones acomodándolos de forma que se podían ver sus bóxers, después de aquello se dirigió con lentitud a la puerta y la abrió tentado por ver la reacción de su compañero y eterno enemigo.

— Summ…. —Alcanzó a decir Drew antes de levantar la mirada — ¿QUE MIERDA!?— Escupió enojadamente tratando de controlar las ganas de golpear al castaño — ¿Que mierda haces aquí Goldman? ¿Qué le hiciste a Summer? — enrojeció de ira a punto de empujarle

— Creo que es obvio amigo — sonrió irónicamente — Le hize disfrutar, cosa que al parecer no puedes — finalizó disfrutando en su interior como la cara de Drew se transformaba en la de un demonio lleno de ira

— NO LO VOY A REPETIR! ¿QUE MIERDA LE HICISTE?— Gritó incrédulo ante la respuesta del Castaño — Te lo advertí Goldman y voy a partir la cara si no te largas de aquí

— Quiero verte intentándolo Scott — le retó el castaño sin exaltarse, con aquella sonrisa maliciosa dibujada en su rostro

Summer bajó tan rápido como pudo, al toparse con el desnudo torso del castaño y la fulminadora mirada de Drew su corazón se detuvo, suponiendo que las consecuencias de ello serian malas

— Dre…Dre…Drew — al fin logró pronunciar tratando de ocultar los nervios que invadían su cuerpo no fueran malinterpretados por el moreno quien se impacientaba notablemente

— Summer, que mierdas hace este pedazo de imbécil aquí — indago el moreno exasperado a la joven

— N…no lo se — hizo una pequeña pausa — Pero no es lo que crees Drew

— Las mentiras son malas bonita — Interrumpió el castaño al oír las palabras de la joven — porque no le dices a tu noviecito lo que en realidad pasó

— Tu no te metas!— Le grito enojadamente — quiero que te largues o te partiré la cara —Amenazó firmemente dispuesto a cumplir su palabra

— Quiero verte intentarlo — rió irónicamente¬— aunque dudo que lo hagas ya que no tienes los huevos suficientes como para complacer a la zorra de tu novia

— Te lo advertí — Fueron sus últimas palabras antes de lanzarse sobre el castaño tanto con cuna oleada de ira como de golpes

Un puño tras de otro se toparon con la cara de Wade quien cayó tendido sobre el piso ante el primero, sin embargo solo unos cuantos segundos bastaron para que la pelea cambiara su rumbo y fuera la cara de Drew la que recibiera los puños del castaño. Al ver aquello Summer quedo en Shock, sin embargo su instinto le condujo a detener aquella pelea, que por algún motivo u otro era culpa suya.

— Basta! —Ordenó halando al castaño quien se encontraba por encima de Drew golpeando una y otra vez el rostro de este

El castaño se vio atraído por la fuerza de la joven y cayó encima de esta, perdiéndose por un momento en sus labios, carnosos y rosados tan cerca de los suyos, los cuales deseaba probar desde hacía tiempo ya. La comprometedora posición en la que ambos se encontraban solo logro que el deseo del castaño por tener el cuerpo de la joven aumentara por un segundo y que aunque la joven luchara contra el profundo azul de los ojos del castaño se sumiera en ellos en aquel corto lapso de tiempo, hasta que

Drew se lanzó nuevamente sobre Wade, haciendo que esta vez la pelea se tornara mas violenta.
Tan pronto como la pelea retorno, Summer se levantó y se dirigió decididamente hacia ambos jóvenes y se coloco en medio de estos, obligándolos a separarse esta vez de manera definitiva.

— ¡Ya! Enserio, ¡BASTA! — Alzó la voz con cierta frustración por tener que soportar aquel incomodo momento, fulminando con la mirada a ambos jóvenes

— ¿Que pasa bonita? Acaso, ¿Tienes miedo de que le parta la cara al imbécil de tu noviecito? — rio irónicamente limpiando con su mano el pequeño chorro de sangre proveniente de su labio, causado por uno de los tantos golpes que Drew le había brindado

— Cuida esa boca pedazo de idiota — señalo amenazante acercándose hacia el castaño

— ¡Basta Drew! — le detuvo Summer posando una de sus manos sobre su pecho — Ahora, quiero que te vallas de mi casa — dijo esta vez dirigiéndose hacia el castaño quien aguardaba en silencio

El castaño rió con sarcasmo y levantó una ceja
— ¿Y si me quiero quedar? — Sonrió para si con picardía— es decir, si me quiero quedar, aquí — Junto a ti — se acercó a la joven cuyo corazón pareció dejar de latir por un segundo y posó su mano delicadamente en la cintura de esta

— ¡Aléjate de ella idiota! — reaccionó Drew rápidamente, empujándolo lejos de la joven dispuesto a comenzar de nuevo aquella pelea que había terminado no mucho tiempo atrás — Y es mejor que te largues antes de que te mande al hospital — amenazó, y comenzó a acercarse antes de ser detenido por Summer nuevamente

— Bien — hizo una pequeña pausa en medio de su maliciosa sonrisa— Summer, espero que le digas la verdad a tu noviecito, que le cuentes todo con lujo de detalles — tomo su camisa del suelo, lugar donde la había arrojado y se dirigió a la puerta— Por cierto, eres una diosa en la cama y qué decir que me encantó escucharte gemir en el sillón, definitivamente, esta noche debemos repetirlo — Guiño el ojo a la joven y salió triunfante por la puerta color carmesí

Summer quedó absorta en sus cavilaciones, aun no podía asimilar aquello que acababa de ocurrir, simplemente se encontraba perdida en el mundo de incógnitas que el iris misterioso y azul del castaño significaban. Por un momento pensó que solo había sido un mal sueño y que despertaría de el en cualquier momento, sin embargo no tan grande fue su sorpresa cuando el sonido de la puerta cerrada con agresividad por Drew le abrió los ojos a una cruda realidad junto con una incómoda situación. Sus ojos se estrellaron con los de Drew, los ojos cafés del moreno revelaban una intensa ira, aquello que había ocurrido, despertó el demonio de los celos escondido en su interior y Summer supo que esta vez no se trataba de un juego.

— Summer, ¿quién era él? — Preguntó principalmente, fingiendo no conocerle para no despertar sospechas en la castaña— ¿qué hacía aquí?, pero lo más importante — hizo una pequeña pausa— ¿Qué mierdas estabas haciendo con ese imbécil? — alzo su voz mientras dio un golpe a la pared el cual sobresalto a la joven

— Drew, el… — Summer mordió su labio tratando de hallar el camino más fácil para explicarle a su enojado novio lo sucedido — es el hijo del señor que se mudó hace unos días a la casa de al lado, al parecer mi mama le pidió que me vigilara y él lo tomo literal

— Ahh, ahora lo entiendo — fingió calmarse por un momento — y, ¿qué mierdas te hizo creer que me podías engañar con ese bastardo sin que me diera cuenta? — continuó aún más alterado y consumido por los celos

— Drew, las cosas no son como lo crees — respondió Summer tratando de conservar la calma, que aunque exagerada, entendía perfectamente la actitud del moreno

— ¿Entonces? — tomo un respiro, tratando de liberarse de todo aquello que le hacía delirar de cólera
Summer le explicó al moreno aquello que había ocurrido omitiendo por completo la parte del sillón , evitando así que Drew se enojara más de lo que se encontraba, y aclaró que todo lo que había dicho el castaño acerca de haber mantenido algo más que un incómodo acercamiento eran inventos de este.

— Así que — hizo una pausa tratando de ocultar la vergüenza que sentía— nada ocurrió entre ustedes — aclaró su garganta

— Así es — contestó cortante.

— Amor yo… — intentó excusarse pero fue interrumpido por la castaña

— Esta bien — fingió sonreír— solo estoy algo cansada — bostezo para hacer su dicción más creíble — me voy a descansar

La castaña subió rápidamente la escalera dejando a Drew con la palabra en la boca, creyendo así que todo terminaría y por fin podría darse aquel descanso del mundo, aquel que tanto merecía. Sin embargo no contó con que Drew le siguiera hasta su habitación

— Summer, yo quería disculparme por lo que sucedió — dijo decididamente — me comporté como un imbécil —se acercó a ella y tomo su rostro con delicadeza

— Esta bien, de verdad no importa — dijo esta vez con algo más de emoción, sintiéndose mal por su actitud hacia Drew

— Gracias Sum — se acercó hasta que sus labios se rozaron con los de la castaña — te amo — la beso apasionadamente

Te amo eran palabras muy fuertes, a las que Summer agradeció no haber tenido que contestar más que con aquel etéreo beso, sin embargo, la imagen del castaño se volvió a colar en su mente, logrando que ese beso dejara de ser frio, glacial, y se convirtiera en el beso más cálido que se había producido entre los dos “amantes”. Aunque ordenó a su mente reiteradas veces dejar de jugarle aquella mala pasada, y acabar con aquello que al final terminaría siendo más que un beso, cada molécula de su cuerpo evitaba que aquello se pusiera materializar, y cada vez la imagen del castaño se hacía tan fuerte como la del moreno se desvanecía.

Al sentir como las manos de Drew trataban de retirar la parte superior de su pijama, Summer despertó de aquel trance en el cual su mente le dejaba nuevamente y se alejó de Drew tan rápido como pudo

— Lo siento…. — musitó Drew entre dientes mientras su cara se tornaba de un color rojo creyendo haber arruinado las cosas entre él y Summer con aquella acción

— Esta bien — logró decir al fin la joven

— Bien, debo irme — sonrió levemente — no vemos luego Sum — le beso y salió por la puerta de la habitación de la castaña, sin poder evitar dibujar una triunfal sonrisa en su rostro


El castaño, quien había salido victorioso de la casa de Summer, volvió a la hacía la suya con cierta sonrisita dibujada en sus labios, aquella típica sonrisa suya. El haber causado una pelea entre Summer y Drew, era lo mejor que había podido suceder, tras haberse encontrado tan cerca de la tentación con la joven, la cual no dejaba de despertar una combinación algo extraña de sentimientos en él, una que incluso ni el mismo quería aceptar que sentía. Entró con uno de aquellos portazos que daba solo para irritar a Josh e ignoró todos aquellos reproches que este le gritó desde su habitación.

Wade se dirigió hacia su cuarto, no obstante, grande fue su sorpresa al ver que de nuevo, la castaña había olvidado cerrar su cortina y creyó que aquel debía ser su día de suerte. Sin embargo, su opinión cambió al ver como aquellos dos que creyó haber dejado en medio de una pelea se hacían presos de un apasionante beso, el cual solo logró sacarle un leve gruñido al castaño.

Sumido en disgusto creyó que la única manera de aliviar su cuerpo y liberarse de las presiones era ahogarse como solía hacerlo en aquel liquido amarillento con el que los hombres olvidan sus penas, y acordar un encuentro con la seductora rubia con la cual solía repetir aquel ritual que le hacía sentir renovado e indiscutiblemente llenar aquel espacio en blanco que la castaña había dejado.

Uhhh! Dios, cada vez me da más bronca Wade... Te juro que voy a agarrar y llevarmelo a mi casa. Y de ahí no sale :B (? *Ohsí:B*
Bueh, se me estan acabando los elogios para esta nove... Así que bueno... me voy a quedar acá, esperando el nuevo capítulo, total no tengo vida social... Ah que decía xD
Y todavía no entiendo NADA, pero tengo mis teorías escondidas abajo de la cama e.e
Nada mas que decir, además de SEGUILA
Besos :D

Concuerdo con Sofi, el cap es extremadamente sexoso pero no perfecto :c chicas perdón por el retraso como siempre ;_; y gracias por estar siempre con nosotras *léase como azafata tipo: gracias por preferir volar en airline(?* okno :c* ahora les dejo el cap c:

Capítulo Ocho.

{By; Sweet Flair}

Caminó hacia el baño y buscó en el botiquín de primeros auxilios que había guardado Josh cuando recién se mudaron allí, necesitaba algodón y alcohol para curar las heridas que el moreno le había dejado como un recuerdo por su inocente broma.
Untó el algodón en el alcohol y con decisión lo posó sobre su boca, limpiando de esa forma los residuos de sangre que habían quedado cuando Drew le partió el labio. Maldijo por dentro, le ardía el contacto del alcohol con sus heridas, eso se veía claramente reflejado en la mueca que se formaba en su rostro. Cerró los ojos, canalizando el dolor pero odiaba reconocer que al hacerlo la imagen de la castaña y su novio se apoderaban de su mente, burlándose de él de la peor manera, haciéndolo imaginar las cosas que hubieran ocurrido si ella no lo hubiera detenido cuando Drew intentó propasarse.
Al terminar de darse curaciones se observó en el espejo con una sonrisa triunfal en el rostro: su aspecto había mejorado notablemente a pesar de que su mejilla izquierda se mantenía de un tenue color morado y algo hinchada pero no le importaba, su rostro seguía siendo el mismo de siempre y se sentía orgulloso al haber luchado contra moreno saliendo casi ileso de la pelea.

Soltó una risa divertida mientras recorría con sigilo su habitación, mientras repasaba una y otra vez la pelea que había tenido contra Drew, al recordar lo cerca que estuvo con Summer Cooper y lo furioso que se puso el novio de la chica al verlo pero ¿qué ere lo que sentía por esa joven? Odio por supuesto, la única razón por la que deseaba tener su cuerpo era por venganza, necesitaba hacerlo para limpiar la muerte de su hermano y que mejor forma que disfrutar de aquello antes de terminar con la vida de la castaña.

Al darse cuenta que no había nada que pudiera beber en su habitación, bajó con rapidez hacia la sala sin prestarle mayor atención a Josh quien se quejaba nuevamente por el maldito comportamiento del chico al dar –literalmente– vuelta el mini-bar buscando aquel líquido amargo escocés que tanto deseaba beber.

—¡Parker! ¿Dónde mierda está el whisky?—preguntó enfadado, necesitaba algo fuerte y lo único que había en aquel lugar eran cervezas de mala calidad que seguramente había comprado Josh.

—No hay Goldman—respondió con fingida tranquilidad, bajando las escaleras con un libro de historia universal en la mano, deleitándose al ver cómo las cosas no le resultaban al castaño y cómo este se rebanaba los sesos buscando el licor que él mismo había tirado para mantenerlo lejos del alcance del chico para que no arruinara la misión con sus bobadas de adolescente—Sólo hay cerveza—hizo una pausa, observando con detención al chico y soltando una risa llena de diversión al darse cuenta de qué era lo que iba mal—Por cierto, linda paliza la que te dieron Goldman—se mofó observando con detención el rostro del muchacho malherido.

—Esa mierda ya la sé idiota—comentó exasperado quitando una botella de la caja y cerrando la puerta del mini-bar con ira. Soltó una irónica risa al escuchar las envenenadas palabras de su supuesto progenitor—Valió la pena, hubieras visto cómo quedó el marica de Drew—calló de forma súbita, mordiendo su lengua para no continuar, sintiendo como lentamente el sabor metálico de la sangre se mezclaba en su boca. Era un idiota, no le convenía para nada contarle sus logros al hombre, sabía que si lo hacía arruinaría la misión y lo más probable era que lo destituyeran y no lo dejaran participar en ella.

—Entonces deja de quejarte como un marica y déjame en paz ¿vale?—finalizó el hombre rodando los ojos sin darle demasiada importancia al asunto de Drew, total, los roces entre ambos jóvenes eran pan de cada día, desde el momento en el que se conocieron existió una rivalidad que se fomentó día tras día. Lo observó por última vez, negando con la cabeza—no hagas ninguna mierda que arruine la misión— murmuró con sinceridad para posteriormente dar media vuelta y marcharse sin siquiera esperar una respuesta del muchacho que lograba sacarlo de quicio y le recordaba la razón por la cual jamás deseó ser padre de un muchacho como Wade realmente.

A Wade poco le importó aquello, no estaba en sus planes el volver a discutir con el idiota de Josh, en ese momento lo único en lo que pensaba era en seguir todos sus impulsos, marcarle a la rubia y que ella acepta un encuentro como los que tenían desde que se conocieron.

Agarró su cerveza, se sentó en el sillón, tomó su móvil y marcó sin dudarlo el número de Gabriella, esperando impaciente que ella contestara el teléfono y le diera una respuesta afirmativa antes de proponerle su gran reencuentro. Abrió la cerveza y bebió un gran sorbo mientras escuchaba el tono de marcado al otro lado del teléfono, el cual hacia que los segundos fueran eternos al no escuchar su voz.
Su corazón se aceleró de golpe cuando sintió la respiración de la joven finalmente al otro lado de la línea por lo que no dudó en hablar antes de que ella pudiera hacerlo.

—¿Gabriella?—Preguntó.

—Wade—Saludó la rubia mordiéndose el labio inferior al escuchar la seductora voz de aquel chico que día tras día se apoderaba de cada uno de sus prohibidos pensamientos—No esperaba esta maravillosa llamada—Confesó sonriendo del otro lado de la línea.

—Como lo ves, me vi en la obligación de hacerlo—comentó con una risa seductora mientras le daba otro sorbo a la botella—, te extraño, te necesito, quiero sentirte mía, como en los viejos tiempos.

Ella rió con diversión al escucharlo y al recordar lo que su hermano le había dicho después de la visita que le había hecho al castaño—Me encanta que cumplas con las promesas Goldman.

—Siempre las cumplo, nunca te he fallado, preciosa—volvió a musitar con ese tono seductor que hacía que a cualquier mujer se derritiera con tan sólo escucharlo—Debía confesarte que extraño el placer que me dabas.

—Sabes que estoy dispuesta a dártelo si me lo pides—respondió sin titubear parándose de su cama, caminando hacia el gran espejo que tenía en la habitación y observándose con tranquilidad cada centímetro de su perfecto cuerpo.

—Perfecto.

—¿Entonces? ¿Quieres verme?—preguntó con diversión, deseando escuchar la obvia respuesta directamente de los labios del castaño.

—Sí—contestó sin dudar con una voz que daba a notar toda la excitación que sentía en ese momento por culpa de los insanos pensamientos que embargaban su mente desde que había llegado a esa casa, los cuales deseaban ser materializados esa misma noche, con quien fuera.

—¿Cuándo?—exigió saber con bastante curiosidad, deseando con fervor que Wade le diera una fecha cercana. Entre más pronto ocurriera aquel encuentro mejor sería para ambos eso era un hecho.

—Aquí. Ahora.

Al escuchar la respuesta la rubia caminó hacia su closet, sonrió al ver un conjunto negro con encajes que sabía que volvería loco al chico pero no se detuvo ahí, buscó la ropa más provocativa que pudo encontrar en él para deleitar a Wade desde el primer momento. Le pidió las indicaciones por teléfono y, mientras él se las daba, la anotaba con cuidado en una hoja de papel.

—En menos de lo imaginas más estaré allá—comentó sonriente aún sabiendo que el chico no podría verla sonreír—tienes tiempo para pensar en todo lo que vamos a hacer.

—Ya lo he imaginado—contestó lujurioso y era verdad, en ese último tiempo lo único que deseaba era que los pensamientos que tenía con Summer Cooper se materializaran lo más pronto posible, donde fuera y con quien fuera—, te haré gritar mi nombre como nunca antes.

—Suena bien—finalizó mordiéndose el labio inferior al imaginar lo que le haría Wade esa noche—. Nos vemos allá.

Él fue quien cortó, sin nada más que decir puesto que ya todo estaba dicho y esa noche las palabras sobrarían al igual que sus ropas. Finalizó su cerveza y dejó tirada la botella en la mesa mientras se dirigía con tranquilidad hacia su habitación debería prepararse para la gran noche que viviría con Gabriella. Miró con curiosidad por su ventana y maldijo al ver cómo tras la cortina se reflejaba una pequeña luz indicando que ahí estaba Summer, recordando que por esa misma ventana pudo observarla semidesnuda, observarla con Drew uniendo sus labios en un apasionado beso el cual pudo haber llegado a algo más si o hubiera sido por la intervención de la castaña. Gruñó por lo bajo, estaba seguro de que ella había hecho eso intencionalmente, sabía que estaba siendo observada y lo estaba tentando, mostrándole nuevamente parte de su piel que se escapaba de su pijama. Y ella lo había logrado, lo había tentado más de lo que era debido haciéndolo cruzar entre la delgada línea de la cordura y la locura. Sonrió sin poder evitarlo cuando una peligrosa idea cruzó por su mente, era inadecuado, era peligroso, era prohibido pero no le importaba, lo haría sin importarle las consecuencias de sus actos, incluso si estas significaban arruinar por completo la misión, total siempre habría un plan B ¿no?


El chico se alistó con rapidez, buscó unos cuantos preservativos y los guardó en el bolsillo de su pantalón, se miró una vez más al espejo y despeinó su castaña cabellera, finalmente fue hacia su mesa de noche y tomó la llave de la casa de los Cooper, corrió escalera abajo para dirigirse al hogar continúo. Al llegar abrió con rapidez la puerta y sonrió dichoso al ver que Summer no hacía nada por detenerlo y volvió a sonreír al observarla tendida en el sofá durmiendo con la televisión encendida.

—Duerme mientras puedas—susurró caminando tranquilamente hacia las escaleras para llegar al cuarto de la muchacha y percatarse de que todo estuviera en relativo orden. Una extraña mezcla de emociones se apoderaron de él al ver la espaciosa habitación en todo su esplendor: Afiches de estrellas de cine, de grupos de rock, punk, alternativos, incluso algo de metal decoraban la mayor parte de las paredes celestes, aunque no deseara admitirlo, debía decir que la chica tenía un buen gusto musical y no se esperaba ver aquellos clásicos pegados en la pared. Contenía una cama espaciosa, digna de un matrimonio y si pensó algo positivo de la chica lo eliminó por completo al ver lo infantil que se apreciaba la cama llena de peluches y con unas cuantas almohadas en forma de animales. Tiró todo lo inservible e infantil debajo de la cama, pues no deseaba que aquellos seres de felpa observaran todo lo que haría con Gabriella, a pesar de lo que en verdad deseaba era que la dueña de estos observa todo aquello.

Cuando terminó bajó y se percató que la pequeña Summer siguiera durmiendo en el sofá y después de hacerlo caminó hacia la puerta a esperar que el auto de Gabriella llegara. Bastaron unos minutos para que la rubia estacionara su jaguar negro y bajara con un descotado y atrevido vestido rojo que poco dejaba para la imaginación. Al ver al castaño una sonrisa traviesa se dibujó en la comisura de sus rojizos labios los cuales mordió al instante mientras caminaba con lentitud al encuentro haciendo sufrir y deleitar al chico que se encontraba en el pórtico de la casa de Aaron Cooper.

—Estás… tan hermosa como siempre—Wade recorrió el cuerpo de la rubia cuando esta al fin llegó frente suyo: observó sus piernas, largas, bien formadas, subió su mirada recayendo en los senos de la muchacha, de un tamaño normal, pero firmes y bien formados y finalmente subió su mirada a su rostro, deleitándose en esos carnosos labios rojos que hacían juego con su vestido. Gabriella era guapa, no podía negarlo, era envidiada por las mujeres y deseada por los hombres por lo que de alguna forma él se sentía privilegiado al poder tenerla cuando quisiera sin compromiso alguno.

La rubia sonrió al escucharlo y lo besó apasionadamente a modo de agradecimiento, beso que fue respondido con la misma intensidad por el castaño—Extrañaba tus besos ¿sabes?—murmuró volviéndola a besar con necesidad mientras le mordía el labio inferior con cuidado y pasión percatándose de las heridas que tenía pero sin darles mayor importancia: ella haría que esas lesiones sanaran, se convertiría en su enfermera particular.

—Yo extrañaba otras cosas—contestó con lujuria pasando su mano con descaro por la entrepierna del chico, logrando excitarlo más de lo que ya se encontraba haciendo que un leve gemido escapara de sus labios clamando por más.

—Ven, vamos—la tomó de la cintura tocando con descaro la parte trasera de la rubia a modo de venganza por lo que había hecho segundos atrás.

La chica no dudó en lanzarse a sus brazos, abrazándolo con deseo, besándolo con intensidad sin importarle la joven castaña que dormía en el sillón. Subieron la escalera a cuestas, en medio de besos y caricias marcadas por el deseo que ambos sentían. Wade había perdido su camisa antes de llegar al cuarto de Summer gracias a las expertas manos de Gabriella las cuales no dudaron en hacer bien su trabajo.

El castaño no dudó en lanzarla a la cama y menos en acorralarla entre ésta y su cuerpo, deseaba tenerla, sentirla suya como miles de veces antes lo había hecho y ella deseaba exactamente lo mismo, quería sentirlo, en ese momento, su cuerpo lo necesitaba.

Wade posó su mano en la entrepierna de la rubia, sintiendo como ésta se humedecía con cada contacto, la acarició con deseo sobre la ropa interior y fue esa caricia la que logró hacerla gemir cosa que excitó más al muchacho.
Él sacó un preservativo mientras sentía cómo las piernas de Gabriella se enroscaban en las suyas con el único fin de quitarle la ropa que sobraba entre ambos.

—Es injusto que sea yo el que tenga menos ropa, preciosa—se quejó con voz seductora, si fuera por él desgarraría con sus manos el ajustado vestido de la rubia pero sabía que esa no era una buena opción por lo que cambió de posición haciendo que fuese ella la que quedara arriba. Las manos de Goldman bajaron con necesidad el cierre mientras la rubia besaba su cuello con pasión en busca de sus labios y de alguna forma lo ayudaba a despojarla del rojo vestido. Gabriella se percató del preservativo que reposaba al lado del castaño y lo miró con picardía.

—¿Necesitas ayuda con esto?—preguntó con deseo mientras observaba la pícara sonrisa que se posaba en los labios de Wade y, cuando sus ojos se cruzaron supo que no necesitaba más respuesta. Él esperaba que fuera ella la que lo ayudara con ese pequeño problema.

Ella con su mirada fija en sus ojos, desde aquella parte, hizo que él se sintiera como nunca antes, sus labios húmedos y sus manos habilidosas facilitaron el trabajo, ayudándolo, excitándolo y dejándolo listo para la acción.

Después de hacerlo, la rubia buscó con desesperación los labios del castaño y él continuó acariciándola con ardiente pasión cerrando sus ojos y dejándose llevar por el momento que los consumía, segundo a segundo, con cada contacto de su piel desnuda.

Wade cambió de posición volviendo a quedar encima de ella, besándole el cuello, bajando a sus senos, mordiéndola, excitándola. Subió su vista mientras sus manos inconscientemente recorrían el cuerpo de la rubia y su cuerpo se movía rítmicamente amoldándose al de ella y entonces la vio. Summer Cooper sonriendo con sus amigas en un día de verano, Summer abriendo los regalos de navidad a la edad de once años abrazando a su padre y a su madre, Summer en una fotografía reciente, sonriendo con dulzura y saludando al fotógrafo con un leve sonrojo. Y esa fue la imagen que comenzó a materializarse lentamente en su interior, el perfecto cuerpo de Gabriella se vio difuminado por la delgada figura de la castaña, quien susurraba con dulzura su nombre, que lo besaba y acariciaba con miedo. La imaginó a ella, imaginó que poseía su cuerpo, que él era el primero y que ella le correspondía con pasión y bastante atrevimiento cuando había perdido el temor. Summer, sí, la hija de Aaron Cooper, la misma vecina indeseable, era a ella a quien deseaba, por venganza debía hacerla suya, corregía, ella en ese momento ya era suya, estaban ahí en su cama, entregándose por completo, ella susurraba su nombre y él murmuraba el de ella, acariciándola con una mezcla extraña de deseo y dureza. La deseaba y al mismo tiempo la odiaba, no, sólo la odiaba, lo que pasase entre ambos sólo sería por venganza, contra su padre para golpearlo donde más le doliera, haciéndole daño a su pequeña y extraña hija.

—Summ…—murmuró ahogando un placentero gemido mientras besaba a la rubia con desesperación, dejándose llevar por su imaginación e ignorando por completo la realidad en la que se encontraba sumido.

La rubia hizo caso omiso cuando escuchó el nombre tras el gemido de Wade, si bien le dolía el hecho de que hubiera nombrado a otra mientras tenían relaciones, no pensaba en discutirlo y arruinar el momento con esa estupidez, esperaría a que el momento hubiera culminado para expresarle su descontento.
Gabriella disfrutaba con el contacto de la piel de Wade contra la suya, disfrutaba de cada uno de los movimientos que él le daba los cuales le hacían gritar y gemir más de lo que era debido y fueron esos gritos los retumbaron por la casa y que finalmente llegaron a la sala de estar.

Summer despertó de golpe, se había quedado dormida observando televisión minutos después de que Drew se había marchado por lo que una oleada de miedo y curiosidad se hizo presente en ella cuando escuchó extraños gritos provenientes del piso superior.

Tragó saliva y se armó de valor para subir con un garrón indio de cerámica que reposaba en una de las mesas por si necesitaba un arma.

Al subir observó una camisa tirada en el suelo, eso debió haber sido suficiente para dejar las cosas así y huir antes de que fuese tarde pero los gemidos eran más audibles y estos provenían directamente desde su habitación y algo la llamaba a entrar y descubrir qué pasaba allí realmente.

—Estoy loca, esto no es real no lo es, seguro es una broma…—intentó tranquilizarse hablando sola mientras ponía su mano en el picaporte y lo giraba con lentitud, sin estar segura si quería ver lo que pasaba realmente y, en medio de sus cavilaciones abrió la puerta.

La curiosidad mató al gato y este no murió feliz. Ahí estaban Wade y Gabriella, revolcándose con pasión en su cama, la chica gemía, él la besaba, ella correspondía y él la tocaba, giraban, se complementaban, se acariciaban. La castaña quedó atónita por lo que sus ojos veían, dejando caer el costoso jarrón desconcentrando de esa forma a los amantes, los cuales, inmediatamente posaron sus miradas en ella quien se encontraba inmóvil sin siquiera dar una señal de vida.

Después de eso las cosas ocurrieron con rapidez. Se separaron; la rubia se cubrió con lo primero que encontró a mano; el castaño se deshizo del preservativo tirándolo en el cuarto y buscó sus bóxers para cubrirse su hombría con una sonrisa pintada en sus labios.

—Summer ¿vienes en busca de diversión?—preguntó con cinismo soltando una pequeña e irónica risa—Si quieres podemos hacer un trío, bonita— hizo una pausa y salió de la cama encaminándose hacia la joven castaña—No es lo mismo observar que participar ¿no crees?

—Eres un asqueroso Wade—murmuró en un hilo de voz volviendo del transe en el que se encontraba en ese momento.

Los ojos del chico se posaron nuevamente en la joven castaña: la palidez que había ganado en un inicio se iba tornando con rapidez a un color rojizo, un color que daba a notar la vergüenza y que sentía ante lo ocurrido y el nerviosismo que le provocaba ver a su vecino sólo en ropa interior. Wade sonrió, estaba más que seguro que era la primera vez que la muchacha que observaba con detención el cuerpo masculino e incluso que veía a una pareja manteniendo relaciones.

—Como sea—respondió sin darle mucha importancia—Si no te interesa puedes irte, nadie te obliga a estar aquí.

—Tie…—Un momento ¿qué era lo que iba a decir? ¿Qué tenía razón? ¿Cómo podía darle la razón al chico? No, definitivamente no tenía el derecho a hacerlo ¿Era su casa no? Él era el intruso que se había aprovechado de la confianza que Pauline había depositado en él—Quiero que te vayas de mi casa, ahora.

Wade rodó los ojos pero eso no significaba que no disfrutara el momento. Miró con complicidad a la rubia que ya se encontraba vestida—Cariño, continuaremos en mi casa—hizo una pausa— pero antes debo arreglar unos problemas con ella, espérame abajo ¿quieres?

Las palabras lograron hacer que la rubia sonriera sin decir palabras, se para de la cama y se acercara a él con diversión hasta rozar sus labios—Bien, te espero abajo, amor—musitó lo suficientemente alto para que la castaña escuchara dándole a entender que el chico le pertenecía y no pretendía compartirlo con nadie. Posteriormente se alejó de él y se encaminó hacia la puerta dándole una mirada asesina a la joven que no se movía del lugar—Por cierto, linda pieza y tienes una cama bastante cómoda y no sólo para dormir de eso ya me percaté—se acercó a la chica y musitó con tranquilidad en su oído—, lo único que espero es que no decidas probarlo con Wade, mi novio.

Dichas esas palabras desapareció tras la puerta y bajó las escaleras con tranquilidad, no iba a permitir que una niña se metiera con Wade, eso no era parte del plan y confiaba en que él siguiera lo planeado al pie de la letra.

—¿Qué pasa Summer?—preguntó Wade cuando se dio cuenta que al fin se habían quedado solos. Caminó hacia la puerta y la cerró tras de sí decido a no dejar ir a su presa y a no ser interrumpido por nadie en ese momento— ¿Sigues pensando en lo ocurrido? ¿Imaginándote a ti en vez de Gabriella? ¿Deseando que sea yo el que te bese, el que te toque en vez de tu novio?—Con cada pregunta se acercaba más a la castaña haciendo que esta retrocediera temerosa sin hablar, sin saber qué decir.

Summer dio un paso más, un paso que le anunció que ya no tenía salida alguna, que se encontraba entre el castaño y la pared. Wade sonrió, había sido demasiado fácil a decir verdad y le encantaba la idea de que Summer se viera intimidara ante su contacto. Tragó un nudo que le impedía hablar y finalmente logró musitar una simple frase que descontroló al chico: Aléjate.

—No luches contra tus instintos, ambos sabemos que quieres que sea el primero porque, eres virgen ¿no? Lo supe desde que te vi en la ventana y ahora lo corroboro al verte sonrojar al imaginar las formas en las que te follaría porque… eso te gustaría ¿no?—murmuró, posando su mano con descaro por la pierna de la muchacha, llegando a su cadera con lentitud abriéndose paso entre el pijama de ella para poder tocar su piel—No sabes cuánto disfrutaría hacerte mía—recorrió con sus ojos sus labios, carnosos, rosados y malditamente prohibidos. Subió su mirada intentando que se entrecruzara con la de la chica mientras que su pierna se enrollaba en la de ella, acercándose más, rozándola con su miembro con desfachatez y diversión.— Me encantaría oírte gritar como una puta—Susurró en su oído, mordiéndole el lóbulo de la oreja.

—¡Ya basta!—gritó la chica armándose de valor mientras tomaba su mano e intentaba detenerlo antes de que las cosas se volvieran peor de lo que ya estaban, con miedo de que el chico pudiera propasarse con ella tal y como veía que eran sus intenciones.

Wade sonrió, el rostro de la muchacha estaba lleno de lágrimas y bastante sonrojado, había logrado parte de su objetivo: la había humillado más de dos veces el mismo día y se sentía bien con ello, era más desde la muerte de su hermano jamás se había sentido mejor— ¿De verdad quieres que me detenga?

—Sí, ahora ándate y no vuelvas a aparecer— Se separó de ella como quien no quiere la cosa, con mayor lentitud de la que era debida y soltó una cínica risa al escuchar su respuesta.

—Bien, sólo espero que disfrutes escuchando todo desde tu habitación, dejaré la cortina abierta por si quieres aprender o deseas tocarte observándome como yo te observé la otra vez, ya sabes, tómalo como un agradecimiento por lo de la otra vez y por lo de hoy.

—Estas enfermo…—le soltó con rabia, tratando de contener las lágrimas que salían por culpa del chico de ojos azules.

—Adiós cariño— Wade acunó el rostro de Summer entre sus manos, acariciándolo con delicadeza, igual que un niño toma los pétalos de una rosa por primera vez y sin previo aviso la besó en la mejilla—, ten una hermosa noche.

La chica lo tomó del brazo con una fuerza que logró sorprenderla, lo acercó hacia ella y depositó en su rostro una fuerte y sonora cachetada producto a la ira que sentía en ese momento. Una mueca se formó en el rostro del castaño y una mirada llena de odio se posó en sus ojos azules pero no hizo nada contra la muchacha, sólo se dio media vuelta y se marchó cerrando la puerta con un fuerte portazo. Summer Cooper tarde o temprano se las pagaría una por una, se iba a vengar de ella a como diera lugar, incluso si eso significaba romper algunas cuantas reglas.

wow me reporto, lectora nueva, ame tu nove y lo mejor es que estoy con una gran duda, porfa siguela! es lo mejor
cariños
javi

OMG!!!!!!!!!!
Este capitulo fue tan jkhdkhjkhsjfhjkshjkghsjkh
Odio a gabriella demasiado :@
Si yo fuera Summer no lo hubiera dejado irse jsdhfsdjkhfjkhsdjkhjk ♥
bueno siguela mujer, me dejas con la intriga