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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Hola chicas! No se desesperen xD Y diganmen, de que pais son? Yo de Mexico :)
—¡Claro que no! —exclamó ella entonces, levantando los ojos al cielo—, Pero si
salimos un par de veces y le decimos a tu tía que no nos llevamos bien, se dará
cuenta de que no estamos hechos el uno para el otro.
—No podríamos llevamos bien.
—Por supuesto. No tenemos nada en común. Somos como el blanco y el negro,
el día y la noche...
—Sí, bueno... tampoco te pases.
—Sólo quiero dejártelo claro, por si vuelves a creer que quiero acostarme
contigo.
Esas palabras le dolieron más de lo que Nick querría admitir.
—Ya.
—Entonces, ¿estás de acuerdo?
El sentido común le decía que la echase de su casa. Pero el cariño que sentía
por su tía Sophie era más importante.
—Sí.
—Estupendo. Le diré a Ramón que puede volver a trabajar —dijo _______,
levantándose.
—Primero tendré que hablar con el seguro. Quiero aumentar mi póliza todo lo
posible... por si acaso.
—Me parece bien.
—Espera un momento. ¿Y nosotros?
—¿Nosotros?
—Tendremos que salir juntos para que mi tía crea que esto es de verdad.
—Sí, claro.
—El viernes estoy libre.
_______ se encogió de hombros.
—Muy bien. Cuanto antes se convenza de que no tenemos nada que ver, mejor.
¿Nos vemos en el Café Romeo?
—Iré a buscarte a casa —dijo Nick—. Se supone que es una cita de verdad,
¿no? Podemos ir a cenar y luego tomar algo en el café.
—De acuerdo —suspiró _______, sacando una tarjeta del bolso—. Esta es mi
dirección. ¿Quieres que haga las reservas? Conozco un restaurante mexicano.
—Odio la comida mexicana —la interrumpió Nick, cojeando hacia la puerta.
—¿Y la japonesa?
—Por favor...
—Muy bien, ¿qué clase de comida te gusta? — suspiró ella.
—¿Qué tal la comida americana?
—Estupendo. Es mi favorita.
—La mía también. ¿Ves cómo tenemos algo en común?
—Da miedo, ¿eh? —sonrió _______.
Nick la vio entrar en su coche, un Ford Taurus del mismo color que su vestido.
Y al ver cómo la falda se ajustaba a sus caderas se le hizo la boca agua.
Entonces se dio cuenta de algo: tenía una cita con _______ D'0nofrio.
Y debía tener cuidado. Mucho cuidado.
El viernes. Nick estaba más que asustado. La noche anterior no había podido
dormir pensando en la visita de _______. Cuanto más pensaba en el asunto, más
convencido estaba de que ella había orquestado el encuentro a la perfección.
¿Cómo si no podría explicarse que tuviera una cita tres días después de
haberle jurado a su tía que nunca caería en sus redes?
O Quizá Sophie lo había planeado todo. Pedirle que volviese a contratar a
Ramón, el accidente con la sierra, la visita de _______ y su extraña proposición...
—¿No estás un poco paranoico? —sonrió Jake Callahan, su hermano, mientras
se ajustaba un fajin de seda azul.
—Dímelo tú. Estoy probándome un esmoquin para la boda de mi hermano, que
había jurado no casarse nunca. Y todo gracias a tía Sophie.
—Nina es lo mejor que me ha pasado en la vida.
—No creerás que tía Sophie puede leer el futuro en los posos del café,
¿verdad?
—Si no lo crees, ¿por qué estás tan preocupado? Aparentemente, _______
D'0nofrio y tú no tenéis nada en común. Y si se parece a su hermano no me
sorprende.
—No se parece nada a Ramón —suspiró Nick, poniéndose unos zapatos—. Pero
es... peligrosa. Deberías verla, Jake. O mejor no. Si vieras a _______ D'0nofrio,
podrías cancelar la boda.
De repente, alguien corrió la cortina del probador. Era Nina Walker, la prometida
de Jake.
—Nick, si sigues intentando sabotear mi boda, te mataré.
—¿Qué haces aquí? Este es el probador de caballeros.
—Un sitio estupendo, en mi opinión. Una pena que seáis tan decentes —sonrió
Nina—, Bueno, ¿quién es esa _______?
—Nadie que deba preocuparte —contestó él con una sonrisa en los labios.
Nina Walker no tenía que preocuparse por la competencia, desde luego. Nick
no había visto a su hermano más enamorado en toda su vida.
—Entonces, ¿no tengo que matar a nadie?
—No, por favor, que para eso soy el padrino. Alguien tendrá que sujetar a mi
hermano cuando se desmaye de miedo.
—No le hagas ni caso —replicó Jake, besando a su prometida—. Si tengo miedo es
porque aún quedan seis semanas para la boda. Seis semanas me parecen una
eternidad.
Nina soltó una carcajada.
—Estoy de acuerdo. No entiendo por qué dicen que el nuestro ha sido un
noviazgo rápido. Yo estoy dispuesta a empezar la luna de miel ahora mismo —
murmuró, abrazando a Jake.
Nick se cruzó de brazos. Llevaban así desde que anunciaron su boda, dos
semanas antes.
Aunque no le gustaba admitirlo, envidiaba a su hermano mayor. Pronto Jake
tendría todo lo que él soñaba: una mujer que lo quería, una familia...
Nervioso, se tiró de la corbata. El fiasco con Kimberly le había hecho perder
tiempo y ahora _______. Él sólo quería una mujer que reuniese todos los requisitos,
que compartiera gustos con él, que no lo volviese loco.
¿Era tanto pedir?
Impaciente, miró su reloj.
—Siento interrumpir, pero aún no estáis en vuestra luna de miel.
Nina se volvió, con las mejillas coloradas.
—¿Quién es _______?
—La hermana de Ramón D'0nofrio —contestó Jake—. Y también es la nueva
decoradora del Café Romeo y la chica con la que Nick va a salir esta noche.
—¿Y Kimberly?
—Olvídate de Kimberly. Madame Sophie ha decidido que _______ es su alma
gemela.
Nina abrió los ojos como platos.
—¡Eso es maravilloso! Por fin has encontrado la horma de tu zapato. Nick.
—_______ D'0nofrio no es la horma de mi zapato —replicó él—. Sólo lo hago por mi
tía. Cuando vea que no tenemos nada en común dejará de meterse en mi vida
privada.
Nina lo pensó un momento.
—Puede que tu tía se haya equivocado.
—Pero bueno... pensé que creías en ella —sonrió Jake.
—Y creo en ella. Pero Sophie me confió que... en fin, que no estaba muy segura
de qué taza pertenecía a cada uno.
—¡Maravilloso! —exclamó Nick—. Ya sabía yo que era un error.
—¿Por qué no llamas a Noah?
—¿Para qué?
—Para que conozca a _______. A lo mejor es su alma gemela —dijo Jake.
Nina sacó una moneda del bolso.
—Lo llamaré ahora mismo. Está investigando un caso, pero seguramente podría
salir con la tal _______...
—¡No! —gritó Nick. Jake y Nina lo miraron, sorprendidos—. No... Noah no podría
con una mujer como _______ D'0nofrio. Prefiero ser yo el que pase por este
calvario.
—Muy bien. Pero yo creo que Noah no tendría ningún problema. Cuando vino a
probarse el esmoquin, tres chicas entraron en la tienda al verlo desde la calle.
Estaba guapísimo...
—Hablando de guapos —la interrumpió Jake, dándose una vueltecita—. ¿Cómo
estamos?
Nina se tomó su tiempo para observar a su prometido y a su futuro cuñado.
—Si queréis que os diga la verdad...
—Por favor.
—Creo que _______ D'0nofrio y yo somos las chicas más afortunadas del planeta.
—¡Claro que no! —exclamó ella entonces, levantando los ojos al cielo—, Pero si
salimos un par de veces y le decimos a tu tía que no nos llevamos bien, se dará
cuenta de que no estamos hechos el uno para el otro.
—No podríamos llevamos bien.
—Por supuesto. No tenemos nada en común. Somos como el blanco y el negro,
el día y la noche...
—Sí, bueno... tampoco te pases.
—Sólo quiero dejártelo claro, por si vuelves a creer que quiero acostarme
contigo.
Esas palabras le dolieron más de lo que Nick querría admitir.
—Ya.
—Entonces, ¿estás de acuerdo?
El sentido común le decía que la echase de su casa. Pero el cariño que sentía
por su tía Sophie era más importante.
—Sí.
—Estupendo. Le diré a Ramón que puede volver a trabajar —dijo _______,
levantándose.
—Primero tendré que hablar con el seguro. Quiero aumentar mi póliza todo lo
posible... por si acaso.
—Me parece bien.
—Espera un momento. ¿Y nosotros?
—¿Nosotros?
—Tendremos que salir juntos para que mi tía crea que esto es de verdad.
—Sí, claro.
—El viernes estoy libre.
_______ se encogió de hombros.
—Muy bien. Cuanto antes se convenza de que no tenemos nada que ver, mejor.
¿Nos vemos en el Café Romeo?
—Iré a buscarte a casa —dijo Nick—. Se supone que es una cita de verdad,
¿no? Podemos ir a cenar y luego tomar algo en el café.
—De acuerdo —suspiró _______, sacando una tarjeta del bolso—. Esta es mi
dirección. ¿Quieres que haga las reservas? Conozco un restaurante mexicano.
—Odio la comida mexicana —la interrumpió Nick, cojeando hacia la puerta.
—¿Y la japonesa?
—Por favor...
—Muy bien, ¿qué clase de comida te gusta? — suspiró ella.
—¿Qué tal la comida americana?
—Estupendo. Es mi favorita.
—La mía también. ¿Ves cómo tenemos algo en común?
—Da miedo, ¿eh? —sonrió _______.
Nick la vio entrar en su coche, un Ford Taurus del mismo color que su vestido.
Y al ver cómo la falda se ajustaba a sus caderas se le hizo la boca agua.
Entonces se dio cuenta de algo: tenía una cita con _______ D'0nofrio.
Y debía tener cuidado. Mucho cuidado.
El viernes. Nick estaba más que asustado. La noche anterior no había podido
dormir pensando en la visita de _______. Cuanto más pensaba en el asunto, más
convencido estaba de que ella había orquestado el encuentro a la perfección.
¿Cómo si no podría explicarse que tuviera una cita tres días después de
haberle jurado a su tía que nunca caería en sus redes?
O Quizá Sophie lo había planeado todo. Pedirle que volviese a contratar a
Ramón, el accidente con la sierra, la visita de _______ y su extraña proposición...
—¿No estás un poco paranoico? —sonrió Jake Callahan, su hermano, mientras
se ajustaba un fajin de seda azul.
—Dímelo tú. Estoy probándome un esmoquin para la boda de mi hermano, que
había jurado no casarse nunca. Y todo gracias a tía Sophie.
—Nina es lo mejor que me ha pasado en la vida.
—No creerás que tía Sophie puede leer el futuro en los posos del café,
¿verdad?
—Si no lo crees, ¿por qué estás tan preocupado? Aparentemente, _______
D'0nofrio y tú no tenéis nada en común. Y si se parece a su hermano no me
sorprende.
—No se parece nada a Ramón —suspiró Nick, poniéndose unos zapatos—. Pero
es... peligrosa. Deberías verla, Jake. O mejor no. Si vieras a _______ D'0nofrio,
podrías cancelar la boda.
De repente, alguien corrió la cortina del probador. Era Nina Walker, la prometida
de Jake.
—Nick, si sigues intentando sabotear mi boda, te mataré.
—¿Qué haces aquí? Este es el probador de caballeros.
—Un sitio estupendo, en mi opinión. Una pena que seáis tan decentes —sonrió
Nina—, Bueno, ¿quién es esa _______?
—Nadie que deba preocuparte —contestó él con una sonrisa en los labios.
Nina Walker no tenía que preocuparse por la competencia, desde luego. Nick
no había visto a su hermano más enamorado en toda su vida.
—Entonces, ¿no tengo que matar a nadie?
—No, por favor, que para eso soy el padrino. Alguien tendrá que sujetar a mi
hermano cuando se desmaye de miedo.
—No le hagas ni caso —replicó Jake, besando a su prometida—. Si tengo miedo es
porque aún quedan seis semanas para la boda. Seis semanas me parecen una
eternidad.
Nina soltó una carcajada.
—Estoy de acuerdo. No entiendo por qué dicen que el nuestro ha sido un
noviazgo rápido. Yo estoy dispuesta a empezar la luna de miel ahora mismo —
murmuró, abrazando a Jake.
Nick se cruzó de brazos. Llevaban así desde que anunciaron su boda, dos
semanas antes.
Aunque no le gustaba admitirlo, envidiaba a su hermano mayor. Pronto Jake
tendría todo lo que él soñaba: una mujer que lo quería, una familia...
Nervioso, se tiró de la corbata. El fiasco con Kimberly le había hecho perder
tiempo y ahora _______. Él sólo quería una mujer que reuniese todos los requisitos,
que compartiera gustos con él, que no lo volviese loco.
¿Era tanto pedir?
Impaciente, miró su reloj.
—Siento interrumpir, pero aún no estáis en vuestra luna de miel.
Nina se volvió, con las mejillas coloradas.
—¿Quién es _______?
—La hermana de Ramón D'0nofrio —contestó Jake—. Y también es la nueva
decoradora del Café Romeo y la chica con la que Nick va a salir esta noche.
—¿Y Kimberly?
—Olvídate de Kimberly. Madame Sophie ha decidido que _______ es su alma
gemela.
Nina abrió los ojos como platos.
—¡Eso es maravilloso! Por fin has encontrado la horma de tu zapato. Nick.
—_______ D'0nofrio no es la horma de mi zapato —replicó él—. Sólo lo hago por mi
tía. Cuando vea que no tenemos nada en común dejará de meterse en mi vida
privada.
Nina lo pensó un momento.
—Puede que tu tía se haya equivocado.
—Pero bueno... pensé que creías en ella —sonrió Jake.
—Y creo en ella. Pero Sophie me confió que... en fin, que no estaba muy segura
de qué taza pertenecía a cada uno.
—¡Maravilloso! —exclamó Nick—. Ya sabía yo que era un error.
—¿Por qué no llamas a Noah?
—¿Para qué?
—Para que conozca a _______. A lo mejor es su alma gemela —dijo Jake.
Nina sacó una moneda del bolso.
—Lo llamaré ahora mismo. Está investigando un caso, pero seguramente podría
salir con la tal _______...
—¡No! —gritó Nick. Jake y Nina lo miraron, sorprendidos—. No... Noah no podría
con una mujer como _______ D'0nofrio. Prefiero ser yo el que pase por este
calvario.
—Muy bien. Pero yo creo que Noah no tendría ningún problema. Cuando vino a
probarse el esmoquin, tres chicas entraron en la tienda al verlo desde la calle.
Estaba guapísimo...
—Hablando de guapos —la interrumpió Jake, dándose una vueltecita—. ¿Cómo
estamos?
Nina se tomó su tiempo para observar a su prometido y a su futuro cuñado.
—Si queréis que os diga la verdad...
—Por favor.
—Creo que _______ D'0nofrio y yo somos las chicas más afortunadas del planeta.
Mariel Jonas
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
jajajajaj
y si ...
la verdad es que nick en traje ..
es la mejor vista de todas
es HERMOSOO !
ya vas a ver nick ..
la rayis es tu alma gemela ;)
jajajajaja
buenisiimoo el cap
siiguelaaaaa
p/d: por cierto .. yo soy de argentina :)
y si ...
la verdad es que nick en traje ..
es la mejor vista de todas
es HERMOSOO !
ya vas a ver nick ..
la rayis es tu alma gemela ;)
jajajajaja
buenisiimoo el cap
siiguelaaaaa
p/d: por cierto .. yo soy de argentina :)
Ciin :)
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Chicas, si me ayudan a promocionar la nove se los agradeceria muchisimo c:
Capítulo 3
_______ nunca había estado tan nerviosa antes de una cita. Primero se le estropeó
el secador y, como era demasiado tarde para comprar otro, tuvo que apartarse el
pelo de la cara y sujetarlo con un par de horquillas. Luego se le hizo una carrera
en las únicas medias decentes que le quedaban. De modo que tendría que ir sin
medias.
Y, además, tuvo que aguantar a Ramón.
—Soy el cabeza de familia y no me gusta que salgas con Nick Callahan. No me
gusta nada.
—Te he dejado un asado en el homo —suspiró _______, mientras se ponía rímel
frente al espejo—. Si te comes todas las verduras, podrás tomar helado de
postre.
Ramón arrugó la nariz.
—No me gustan las verduras. Además, esta noche tengo planes.
_______ se volvió para mirar a su hermano. Llevaba el pelo sujeto en una coleta,
como siempre, y a juzgar por el trocito de papel higiénico que tenía pegado al
mentón, acababa de afeitarse.
—¿Qué planes?
—Prefiero no decirlo. Y no cambies de tema. Estábamos hablando de Nick
Callahan.
— ¿Qué pasa con él?
—Que no es tu tipo, _______. Me han dicho que tiene una lista de requisitos para
encontrar la esposa perfecta.
—No te preocupes. No estoy interesada.
—De todas formas, te prohíbo que salgas con él. No me deja usar sus
herramientas... excepto la escoba.
—Eres un aprendiz —le recordó _______—. Tienes que empezar por algo. Dale
tiempo.
Ramón negó con la cabeza.
—No me queda tiempo. Ya tengo veintidós años.
Su hermana soltó una carcajada.
—Te compraré un bastón en tu próximo cumpleaños.
—Lo digo en serio, _______. La vida se me escapa de las manos. ¿Y qué tengo? Nada.
Cero —suspiró Ramón—, Es hora de hacer cambios drásticos.
—¿Qué cambios?
—Estábamos hablando de Callahan.
—No, estamos hablando de ti. Quiero saber a qué cambios te refieres.
—Es un secreto.
—Ramón, no hagas ninguna tontería.
—¿Qué quieres decir?
—Los dos sabemos qué quiero decir. Sé que estos últimos años han sido difíciles
para ti. Especialmente tras la muerte de papá.
_______ no quería admitir que también habían sido difíciles para ella. La muerte
repentina de Theo D'0noirio ocho años antes había dejado a una chica de
diecinueve años a cargo de su hermano de catorce. Y ella intentó criarlo lo mejor
que pudo con los consejos de su madre desde la cárcel.
—Lo echo de menos. Era mi héroe.
Justo las palabras que _______ no quería oír.
—Yo también quería mucho a papá. Ramón, pero tenía muchos defectos. Era
demasiado listo como para pasarse la vida abriendo cajas fuertes ajenas. Debería
haber hecho algo.
—Theo D'0nofrio era el mejor ladrón de joyas del país. La policía nunca pudo
detenerlo.
—Lo sé. Pero el estrés de vivir al otro lado de la ley pudo con él. Sólo tenía
cuarenta y siete años cuando sufrió el infarto.
Ramón dejó caer los hombros.
—Podría haberle pasado lo mismo de ser fontanero o carpintero. Además, a él
le gustaba mucho su trabajo.
A veces _______ se preguntaba si su padre había amado su trabajo más que a su
familia. Nunca pudieron quedarse mucho tiempo en una ciudad y tenían que
cambiar constantemente de colegio. Y mentir cada vez que les preguntaban a qué
se dedicaba su padre. «Trabaja en el negocio de cajas fuertes», decían. Lo que no
contaban era que su especialidad era abrir esas cajas.
Aunque tuvieron una infancia feliz. Los D'0nofrio eran una familia unida y
siempre habían podido depender unos de otros. Por eso _______ no pensaba dejar
que su hermano fuera por el mal camino.
—Las cosas ahora son diferentes. La policía detiene a los ladrones con métodos
que antes no tenían, Ramón. Si estás pensando en dedicarte a lo que se dedicaba
papá, piénsalo dos veces. Hazlo por mí.
En ese momento sonó el timbre.
—Debe de ser Nick.
—Ya voy yo —suspiró Ramón.
—Dile que bajo ahora mismo —sonrió _______, poniéndose unos pendientes dorados.
—Le diré eso y otras cosas —murmuró su hermano desde el pasillo.
— ¡ No se te ocurra decirle nada!
_______ se miró al espejo. Insatisfecha con su aspecto tiró del escote de la blusa
roja. Luego lo volvió a subir. Y lo volvió a bajar.
Con el pelo hacia atrás estaba horrible. Desgraciadamente, estaría más
horrible si se lo dejaba suelto porque no había podido alisarlo.
Nerviosa, respiró profundamente, sorprendida por la sensación de vacío que
tenía en el estómago. Llevaba meses sin salir con un hombre. Entre su negocio y
vigilar a Ramón, no había tenido tiempo de conocer a nadie.
Aunque lo de aquella noche no era una cita de verdad. Nick Callahan había
dejado bien claro que no estaba interesado en ella.
Pero, a pesar de su escepticismo sobre el talento adivinador de Madame
Sophie, no podía negar que Nick le parecía muy atractivo. Había algo en él... algo
que casi le hacía olvidar que no debía gustarle.
Nick esperaba en el porche, nervioso. La idea de salir con _______ D'0nofrio lo
intrigaba y lo asustaba al mismo tiempo. Ahora que estaba allí no sabía si llamar al
timbre otra vez o salir corriendo.
La advertencia de Noah se repetía en su cabeza: «Ten cuidado, hermanito. Ten
mucho cuidado».
Pero él nunca había dejado que el miedo le dictase lo que debía hacer. Además,
sólo era una cita. Tampoco iba a pasar nada.
La puerta se abrió y Ramón apareció en el porche con un cuchillo en la mano.
—Ah, eres tú.
—Aparta ese cuchillo. Ramón.
—¿Esta cosita? —murmuró él, mirándolo a la luz del farol—. Es que estaba
cortando carne.
—Apártalo —insistió Nick. Después de casi haber perdido un dedo del pie, no
pensaba arriesgarse.
—¿Y si no lo hago?
—Entonces tendré que quitártelo yo mismo.
Ramón vaciló un momento, pero después clavó el cuchillo en la tierra de una
maceta.
—Muy bien, como quieras.
—Gracias. ¿Puedo entrar?
—No.
Nick dejó escapar un suspiro.
—¿_______ está lista?
—Eso depende. ¿Cuáles son tus intenciones con respecto a mi hermana?
—Voy a invitarla a cenar.
—Lo que quiero saber es qué tienes en mente para el postre.
—Algo dulce... o sea, que no puede ser tu hermana —contestó Nick—. No te
preocupes. No estoy interesado en ella.
Eso no era del todo cierto, pero no le gustaba nada la mirada de Ramón.
—Eso espero —dijo él entonces, dando un paso adelante. Su cabeza quedaba a la
altura del mentón de Callahan—. Porque si no es así tendrás que vértelas conmigo.
—Gracias por la advertencia —replicó Nick, burlón.
—Acuérdate —dijo Ramón antes de desaparecer. En el fondo era admirable que
quisiera proteger a su hermana. Estaba zumbado, pero era un zumbado leal a su
familia.
Nick entró en la casa y miró alrededor. Las ventanas tenían cristales
emplomados y en el salón había una chimenea de mármol con un diseño intrincado.
Era sorprendente. _______ D'0nofrio tenía una casa espectacular. Y seguramente
era una buena decoradora. Los muebles, sencillos, destacaban la grandeza de
aquella casa de principios del siglo XX.
Entonces observó la escalera de caracol. Nunca había visto una igual en St.
Louis. Debía ser de finales del siglo XIX y estaba en unas condiciones
extraordinarias, con la madera brillante, como recién pulida.
Nick acarició el pasamanos, rematado por una cabeza de ángel. Aquella
escalera debía valer una fortuna.
Entonces se preguntó quién la habría construido. Una de sus aficiones era
estudiar técnicas clásicas de carpintería... Se puso en cuclillas para ver si
encontraba una fecha o las iniciales del constructor de aquella obra maestra,
pero lo que vio fue algo completamente diferente.
—Qué demonios...
Oyó pasos detrás de él, pero antes de que pudiera volverse algo le golpeó en la
cabeza. Nick parpadeó, sorprendido y luego... todo se volvió negro.
Capítulo 3
_______ nunca había estado tan nerviosa antes de una cita. Primero se le estropeó
el secador y, como era demasiado tarde para comprar otro, tuvo que apartarse el
pelo de la cara y sujetarlo con un par de horquillas. Luego se le hizo una carrera
en las únicas medias decentes que le quedaban. De modo que tendría que ir sin
medias.
Y, además, tuvo que aguantar a Ramón.
—Soy el cabeza de familia y no me gusta que salgas con Nick Callahan. No me
gusta nada.
—Te he dejado un asado en el homo —suspiró _______, mientras se ponía rímel
frente al espejo—. Si te comes todas las verduras, podrás tomar helado de
postre.
Ramón arrugó la nariz.
—No me gustan las verduras. Además, esta noche tengo planes.
_______ se volvió para mirar a su hermano. Llevaba el pelo sujeto en una coleta,
como siempre, y a juzgar por el trocito de papel higiénico que tenía pegado al
mentón, acababa de afeitarse.
—¿Qué planes?
—Prefiero no decirlo. Y no cambies de tema. Estábamos hablando de Nick
Callahan.
— ¿Qué pasa con él?
—Que no es tu tipo, _______. Me han dicho que tiene una lista de requisitos para
encontrar la esposa perfecta.
—No te preocupes. No estoy interesada.
—De todas formas, te prohíbo que salgas con él. No me deja usar sus
herramientas... excepto la escoba.
—Eres un aprendiz —le recordó _______—. Tienes que empezar por algo. Dale
tiempo.
Ramón negó con la cabeza.
—No me queda tiempo. Ya tengo veintidós años.
Su hermana soltó una carcajada.
—Te compraré un bastón en tu próximo cumpleaños.
—Lo digo en serio, _______. La vida se me escapa de las manos. ¿Y qué tengo? Nada.
Cero —suspiró Ramón—, Es hora de hacer cambios drásticos.
—¿Qué cambios?
—Estábamos hablando de Callahan.
—No, estamos hablando de ti. Quiero saber a qué cambios te refieres.
—Es un secreto.
—Ramón, no hagas ninguna tontería.
—¿Qué quieres decir?
—Los dos sabemos qué quiero decir. Sé que estos últimos años han sido difíciles
para ti. Especialmente tras la muerte de papá.
_______ no quería admitir que también habían sido difíciles para ella. La muerte
repentina de Theo D'0noirio ocho años antes había dejado a una chica de
diecinueve años a cargo de su hermano de catorce. Y ella intentó criarlo lo mejor
que pudo con los consejos de su madre desde la cárcel.
—Lo echo de menos. Era mi héroe.
Justo las palabras que _______ no quería oír.
—Yo también quería mucho a papá. Ramón, pero tenía muchos defectos. Era
demasiado listo como para pasarse la vida abriendo cajas fuertes ajenas. Debería
haber hecho algo.
—Theo D'0nofrio era el mejor ladrón de joyas del país. La policía nunca pudo
detenerlo.
—Lo sé. Pero el estrés de vivir al otro lado de la ley pudo con él. Sólo tenía
cuarenta y siete años cuando sufrió el infarto.
Ramón dejó caer los hombros.
—Podría haberle pasado lo mismo de ser fontanero o carpintero. Además, a él
le gustaba mucho su trabajo.
A veces _______ se preguntaba si su padre había amado su trabajo más que a su
familia. Nunca pudieron quedarse mucho tiempo en una ciudad y tenían que
cambiar constantemente de colegio. Y mentir cada vez que les preguntaban a qué
se dedicaba su padre. «Trabaja en el negocio de cajas fuertes», decían. Lo que no
contaban era que su especialidad era abrir esas cajas.
Aunque tuvieron una infancia feliz. Los D'0nofrio eran una familia unida y
siempre habían podido depender unos de otros. Por eso _______ no pensaba dejar
que su hermano fuera por el mal camino.
—Las cosas ahora son diferentes. La policía detiene a los ladrones con métodos
que antes no tenían, Ramón. Si estás pensando en dedicarte a lo que se dedicaba
papá, piénsalo dos veces. Hazlo por mí.
En ese momento sonó el timbre.
—Debe de ser Nick.
—Ya voy yo —suspiró Ramón.
—Dile que bajo ahora mismo —sonrió _______, poniéndose unos pendientes dorados.
—Le diré eso y otras cosas —murmuró su hermano desde el pasillo.
— ¡ No se te ocurra decirle nada!
_______ se miró al espejo. Insatisfecha con su aspecto tiró del escote de la blusa
roja. Luego lo volvió a subir. Y lo volvió a bajar.
Con el pelo hacia atrás estaba horrible. Desgraciadamente, estaría más
horrible si se lo dejaba suelto porque no había podido alisarlo.
Nerviosa, respiró profundamente, sorprendida por la sensación de vacío que
tenía en el estómago. Llevaba meses sin salir con un hombre. Entre su negocio y
vigilar a Ramón, no había tenido tiempo de conocer a nadie.
Aunque lo de aquella noche no era una cita de verdad. Nick Callahan había
dejado bien claro que no estaba interesado en ella.
Pero, a pesar de su escepticismo sobre el talento adivinador de Madame
Sophie, no podía negar que Nick le parecía muy atractivo. Había algo en él... algo
que casi le hacía olvidar que no debía gustarle.
Nick esperaba en el porche, nervioso. La idea de salir con _______ D'0nofrio lo
intrigaba y lo asustaba al mismo tiempo. Ahora que estaba allí no sabía si llamar al
timbre otra vez o salir corriendo.
La advertencia de Noah se repetía en su cabeza: «Ten cuidado, hermanito. Ten
mucho cuidado».
Pero él nunca había dejado que el miedo le dictase lo que debía hacer. Además,
sólo era una cita. Tampoco iba a pasar nada.
La puerta se abrió y Ramón apareció en el porche con un cuchillo en la mano.
—Ah, eres tú.
—Aparta ese cuchillo. Ramón.
—¿Esta cosita? —murmuró él, mirándolo a la luz del farol—. Es que estaba
cortando carne.
—Apártalo —insistió Nick. Después de casi haber perdido un dedo del pie, no
pensaba arriesgarse.
—¿Y si no lo hago?
—Entonces tendré que quitártelo yo mismo.
Ramón vaciló un momento, pero después clavó el cuchillo en la tierra de una
maceta.
—Muy bien, como quieras.
—Gracias. ¿Puedo entrar?
—No.
Nick dejó escapar un suspiro.
—¿_______ está lista?
—Eso depende. ¿Cuáles son tus intenciones con respecto a mi hermana?
—Voy a invitarla a cenar.
—Lo que quiero saber es qué tienes en mente para el postre.
—Algo dulce... o sea, que no puede ser tu hermana —contestó Nick—. No te
preocupes. No estoy interesado en ella.
Eso no era del todo cierto, pero no le gustaba nada la mirada de Ramón.
—Eso espero —dijo él entonces, dando un paso adelante. Su cabeza quedaba a la
altura del mentón de Callahan—. Porque si no es así tendrás que vértelas conmigo.
—Gracias por la advertencia —replicó Nick, burlón.
—Acuérdate —dijo Ramón antes de desaparecer. En el fondo era admirable que
quisiera proteger a su hermana. Estaba zumbado, pero era un zumbado leal a su
familia.
Nick entró en la casa y miró alrededor. Las ventanas tenían cristales
emplomados y en el salón había una chimenea de mármol con un diseño intrincado.
Era sorprendente. _______ D'0nofrio tenía una casa espectacular. Y seguramente
era una buena decoradora. Los muebles, sencillos, destacaban la grandeza de
aquella casa de principios del siglo XX.
Entonces observó la escalera de caracol. Nunca había visto una igual en St.
Louis. Debía ser de finales del siglo XIX y estaba en unas condiciones
extraordinarias, con la madera brillante, como recién pulida.
Nick acarició el pasamanos, rematado por una cabeza de ángel. Aquella
escalera debía valer una fortuna.
Entonces se preguntó quién la habría construido. Una de sus aficiones era
estudiar técnicas clásicas de carpintería... Se puso en cuclillas para ver si
encontraba una fecha o las iniciales del constructor de aquella obra maestra,
pero lo que vio fue algo completamente diferente.
—Qué demonios...
Oyó pasos detrás de él, pero antes de que pudiera volverse algo le golpeó en la
cabeza. Nick parpadeó, sorprendido y luego... todo se volvió negro.
Mariel Jonas
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
jajajajajajaja
aii dios..
nick...
te desmayas en la casa de tu "cita"
jajajaja y todavia en la primera :P
pero ..
que vio cuando se agacho ? :/
buenisiimoo el cap
siiguelaaa :D
aii dios..
nick...
te desmayas en la casa de tu "cita"
jajajaja y todavia en la primera :P
pero ..
que vio cuando se agacho ? :/
buenisiimoo el cap
siiguelaaa :D
Ciin :)
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
me encantaron los capis, estos dicen que no tienen nada en comun cuando son igualitos siguela pronto
P.D. Soy de Mexico tambien, de que parte eres tu? Yo soy de Guanajuato :)
P.D. Soy de Mexico tambien, de que parte eres tu? Yo soy de Guanajuato :)
aranzhitha
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
aranzhitha escribió:me encantaron los capis, estos dicen que no tienen nada en comun cuando son igualitos siguela pronto
P.D. Soy de Mexico tambien, de que parte eres tu? Yo soy de Guanajuato :)
asdfghjkhgfds iba a ir de viaje para alla esta semana, pero ya no fui y solo fue mi abue xD haha que cosas .__.
Yo soy de Veracruz :)
Mariel Jonas
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Después de echarse laca en el flequillo, _______ se dirigió a la escalera.
—¿Ramón? ¿Nick?
No hubo respuesta. Esperaba que su hermano no lo hubiera asustado. Aunque
quizá no era él quien llamó al timbre. En las últimas veinticuatro horas se
preguntó más de una vez si le daría plantón.
Sus dudas se convirtieron en aprensión cuando llegó abajo. En el salón no había
nadie, pero la puerta de la calle estaba abierta. _______ se asomó y vio un Chevy
blanco aparcado delante de la casa.
Sorprendida, iba a cerrar la puerta cuando vio el cuchillo clavado en el tiesto.
Parecía como si alguien hubiera querido matar al geranio.
—¿Ramón? ¿Dónde estás?
La bandeja del asado estaba sin tocar. Y por la ventana de la cocina vio el coche
de su hermano.
—¿Ramón? —volvió a llamarlo.
Iba a subir por la escalera cuando vio unos zapatos. Eran unos mocasines
marrones. Y estaban, por supuesto, conectados a unas piernas.
—¡Dios mío! —exclamó. Nick Callahan estaba tirado en el suelo—. ¡Nick! ¿Qué
te ha pasado?
Él no reaccionó. Nerviosa, _______ tiró de sus tobillos para sacarlo del hueco de
la escalera. Consiguió moverlo un centímetro más o menos. Pero claro, ella no
había movido nunca cien kilos de peso muerto. ¡Muerto! No podía ser, no podía
estar muerto.
¿O sí?
— ¡Nick, por favor, despierta!
Tenía un moretón en la sien y un hilillo de sangre corría por su cara. Estaba
muy pálido.
—¡Nick!
No hubo respuesta. Frenética, _______ levantó su cabeza con una mano e intentó
hacerle la respiración boca a boca para llevar oxígeno a sus pulmones, pero no
parecía servir de nada.
Entonces Nick se movió. O, más bien, movió los labios, buscando los de ella.
Seguía teniendo los ojos cerrados, pero la estaba besando con lengua. Luego dejó
escapar un gemido, aunque _______ no sabía si de dolor o de placer.
—¿Estás bien?
—¿Qué me ha pasado? —preguntó él, con voz ronca.
—No lo sé. Cuando bajé te encontré tirado aquí.
—¿Aquí dónde?
—En mi casa. Soy _______, ¿te acuerdas? _______ D'0nofrio. Teníamos una cita.
—_______ —murmuró Nick, con los ojos cerrados—. He soñado que me besabas.
A ella también le había parecido un sueño. Nunca la habían besado así. Y no era
sólo la técnica. Después de todo, el hombre apenas estaba consciente. Era la
llama que se había encendido con aquel beso, la conexión que parecía haber nacido
entre ellos.
—¿O no ha sido un sueño?
—No, pero tampoco ha sido un beso exactamente —_______ se pasó la lengua por
los labios—. Pero eso da igual. ¿Cómo te encuentras?
—Como si alguien hubiera usado mi cabeza para hacer prácticas de béisbol. ¿Qué
ha pasado?
—Creo que te atacó un chihuahua.
Nick sacudió la cabeza.
—¿Has dicho un chihuahua?
_______ tomó un perro de escayola que había en el suelo. Una de las orejas estaba
rota y tenía una mancha de sangre.
—La mascota de Ramón... es que es alérgico al pelo de los animales. Lo usamos
como tope para la puerta.
—Y también parece ser un buen perro guardián. No lo vi siquiera.
—¿Qué estabas haciendo debajo de la escalera?
—La escalera —repitió Nick, cerrando los ojos de nuevo—. Bonita escalera...
había mirado debajo...
—¿Para qué?
Él arrugó el ceño, como si estuviera intentando recordar.
—Un nombre. Estaba buscando un nombre.
¿Un nombre? No tenía sentido. Lo cual no debería sorprenderla. Al fin y al cabo.
Nick acababa de recibir un golpe en la cabeza.
—Hablando de nombres, ¿te acuerdas del tuyo?
—Claro.
—Dímelo.
—Nick Joseph Callahan. Tengo veintisiete años y vivo en la calle Ravenna, St.
Louis, Missouri. ¿Me equivoco?
—¿Veintisiete? Pareces mayor.
—En este momento, me siento como si tuviera ochenta y siete —suspiró Nick,
intentando levantarse—. Perdón, noventa y siete.
—¿Te encuentras bien? Quizá debería llamar a una ambulancia.
—No, no, estoy bien. Sólo un poco mareado.
—Sigo sin entender qué ha pasado aquí.
—¿No es evidente?
—No. Tú estabas inconsciente en el suelo y no encuentro a mi hermano por
ninguna parte. Pero no puede haber sido Ramón...
—¿Cómo que no? Y, por cierto, un intento de asesinato es algo muy grave.
—¿Qué estás diciendo?
—No me mires con esa cara. Y no te hagas la sorprendida. Ramón abrió la
puerta con un cuchillo en la mano, dejando bien claro que no me quería aquí. Y el
otro día me asaltó con una sierra eléctrica.
—Eso fue un accidente. Además, Ramón nunca le haría daño a nadie... a
propósito —replicó _______.
—Admiro tu lealtad, pero esto es demasiado. Ramón es una amenaza. Debería
estar entre rejas.
Ella se mordió los labios, angustiada. Ramón no sobreviviría ni un día en la cárcel.
Apenas era capaz de sobrevivir fuera de ella.
—Sé que es tu hermano — siguió Nick—, Pero tengo que denunciarlo a la
policía, lo siento. Si no, es capaz de matar a cualquiera. Y como yo soy su objetivo
favorito...
—No lo entiendes. Mi hermano ha tenido una vida muy dura. Nuestra familia
es... diferente.
—Te entiendo mejor de lo que crees —suspiró él—. Pero Ramón tiene que
aceptar la responsabilidad de sus actos. Y una infancia difícil no es excusa.
—Mira, esto es ridículo —insistió _______—. Te digo que Ramón no te ha golpeado.
Te doy mi palabra.
—Entonces, ¿quién ha sido?
Ella se encogió de hombros.
—Podría haber sido mi tío Leo. A veces aparece sin avisar.
—¿Cómo?
—Leo prefiere actuar y preguntar después. O Frankie.
—¿Frankie?
—Mi primo. Trabaja para un prestamista y le gusta practicar con víctimas
despistadas.
—Qué familia más encantadora. Ahora Ramón casi me parece inofensivo. ¿Algún
otro tipo violento en tu familia?
—Candy. Otra prima. Odia a los hombres desde que su novio la denunció a los
federales.
Nick apretó los dientes.
—¿Quieres que me lo crea?
—¡Es la verdad! Si no me crees, llama a mi madre.
—¿Cuál es su número de teléfono?
—Uno cuatro dos tres siete seis.
—¿Ese es su número de teléfono?
—No, es su número de reclusa. Tienes que darlo para hablar con ella en la prisión
de Vandalia.
—¿Tu madre está...?
—En la cárcel, sí —suspiró _______. Tras la muerte de su padre se había
prometido a sí misma no mentir sobre su familia. Así se ahorraba muchos
bochornos—. El número de la cárcel está grabado en la memoria del teléfono.
Nick entró en el salón y se dejó caer en el sofá.
—Aquí hay tres números... de tres cárceles diferentes.
—Cuatro, en realidad, si contamos el reformatorio donde está Benson, el hijo de
mi tío Leo. Es que le dio por robar un coche el día que cumplió quince años.
—¿De verdad tu madre está en la cárcel?
— Sí, pero saldrá en menos de un mes.
—¿Cuántos D'0nofrio hay entre rejas?
_______ miró al techo para hacer un cálculo mental.
—Seis, si contamos a Benson. Pero él no está en la cárcel, sólo en un
reformatorio.
—Seis —repitió Nick, incrédulo.
—Así que ya ves. Tengo cierta experiencia sobre comportamiento delictivo y te
aseguro que Ramón no es capaz de saltarse la ley, aunque le gustaría.
—¿Qué quieres decir con eso?
_______ se mordió los labios.
—Nada.
—Dímelo.
—No es importante.
Nick la miraba, esperando. ¿Qué había en sus ojos, compasión, comprensión?
¿Pánico?
—¿Ramón? ¿Nick?
No hubo respuesta. Esperaba que su hermano no lo hubiera asustado. Aunque
quizá no era él quien llamó al timbre. En las últimas veinticuatro horas se
preguntó más de una vez si le daría plantón.
Sus dudas se convirtieron en aprensión cuando llegó abajo. En el salón no había
nadie, pero la puerta de la calle estaba abierta. _______ se asomó y vio un Chevy
blanco aparcado delante de la casa.
Sorprendida, iba a cerrar la puerta cuando vio el cuchillo clavado en el tiesto.
Parecía como si alguien hubiera querido matar al geranio.
—¿Ramón? ¿Dónde estás?
La bandeja del asado estaba sin tocar. Y por la ventana de la cocina vio el coche
de su hermano.
—¿Ramón? —volvió a llamarlo.
Iba a subir por la escalera cuando vio unos zapatos. Eran unos mocasines
marrones. Y estaban, por supuesto, conectados a unas piernas.
—¡Dios mío! —exclamó. Nick Callahan estaba tirado en el suelo—. ¡Nick! ¿Qué
te ha pasado?
Él no reaccionó. Nerviosa, _______ tiró de sus tobillos para sacarlo del hueco de
la escalera. Consiguió moverlo un centímetro más o menos. Pero claro, ella no
había movido nunca cien kilos de peso muerto. ¡Muerto! No podía ser, no podía
estar muerto.
¿O sí?
— ¡Nick, por favor, despierta!
Tenía un moretón en la sien y un hilillo de sangre corría por su cara. Estaba
muy pálido.
—¡Nick!
No hubo respuesta. Frenética, _______ levantó su cabeza con una mano e intentó
hacerle la respiración boca a boca para llevar oxígeno a sus pulmones, pero no
parecía servir de nada.
Entonces Nick se movió. O, más bien, movió los labios, buscando los de ella.
Seguía teniendo los ojos cerrados, pero la estaba besando con lengua. Luego dejó
escapar un gemido, aunque _______ no sabía si de dolor o de placer.
—¿Estás bien?
—¿Qué me ha pasado? —preguntó él, con voz ronca.
—No lo sé. Cuando bajé te encontré tirado aquí.
—¿Aquí dónde?
—En mi casa. Soy _______, ¿te acuerdas? _______ D'0nofrio. Teníamos una cita.
—_______ —murmuró Nick, con los ojos cerrados—. He soñado que me besabas.
A ella también le había parecido un sueño. Nunca la habían besado así. Y no era
sólo la técnica. Después de todo, el hombre apenas estaba consciente. Era la
llama que se había encendido con aquel beso, la conexión que parecía haber nacido
entre ellos.
—¿O no ha sido un sueño?
—No, pero tampoco ha sido un beso exactamente —_______ se pasó la lengua por
los labios—. Pero eso da igual. ¿Cómo te encuentras?
—Como si alguien hubiera usado mi cabeza para hacer prácticas de béisbol. ¿Qué
ha pasado?
—Creo que te atacó un chihuahua.
Nick sacudió la cabeza.
—¿Has dicho un chihuahua?
_______ tomó un perro de escayola que había en el suelo. Una de las orejas estaba
rota y tenía una mancha de sangre.
—La mascota de Ramón... es que es alérgico al pelo de los animales. Lo usamos
como tope para la puerta.
—Y también parece ser un buen perro guardián. No lo vi siquiera.
—¿Qué estabas haciendo debajo de la escalera?
—La escalera —repitió Nick, cerrando los ojos de nuevo—. Bonita escalera...
había mirado debajo...
—¿Para qué?
Él arrugó el ceño, como si estuviera intentando recordar.
—Un nombre. Estaba buscando un nombre.
¿Un nombre? No tenía sentido. Lo cual no debería sorprenderla. Al fin y al cabo.
Nick acababa de recibir un golpe en la cabeza.
—Hablando de nombres, ¿te acuerdas del tuyo?
—Claro.
—Dímelo.
—Nick Joseph Callahan. Tengo veintisiete años y vivo en la calle Ravenna, St.
Louis, Missouri. ¿Me equivoco?
—¿Veintisiete? Pareces mayor.
—En este momento, me siento como si tuviera ochenta y siete —suspiró Nick,
intentando levantarse—. Perdón, noventa y siete.
—¿Te encuentras bien? Quizá debería llamar a una ambulancia.
—No, no, estoy bien. Sólo un poco mareado.
—Sigo sin entender qué ha pasado aquí.
—¿No es evidente?
—No. Tú estabas inconsciente en el suelo y no encuentro a mi hermano por
ninguna parte. Pero no puede haber sido Ramón...
—¿Cómo que no? Y, por cierto, un intento de asesinato es algo muy grave.
—¿Qué estás diciendo?
—No me mires con esa cara. Y no te hagas la sorprendida. Ramón abrió la
puerta con un cuchillo en la mano, dejando bien claro que no me quería aquí. Y el
otro día me asaltó con una sierra eléctrica.
—Eso fue un accidente. Además, Ramón nunca le haría daño a nadie... a
propósito —replicó _______.
—Admiro tu lealtad, pero esto es demasiado. Ramón es una amenaza. Debería
estar entre rejas.
Ella se mordió los labios, angustiada. Ramón no sobreviviría ni un día en la cárcel.
Apenas era capaz de sobrevivir fuera de ella.
—Sé que es tu hermano — siguió Nick—, Pero tengo que denunciarlo a la
policía, lo siento. Si no, es capaz de matar a cualquiera. Y como yo soy su objetivo
favorito...
—No lo entiendes. Mi hermano ha tenido una vida muy dura. Nuestra familia
es... diferente.
—Te entiendo mejor de lo que crees —suspiró él—. Pero Ramón tiene que
aceptar la responsabilidad de sus actos. Y una infancia difícil no es excusa.
—Mira, esto es ridículo —insistió _______—. Te digo que Ramón no te ha golpeado.
Te doy mi palabra.
—Entonces, ¿quién ha sido?
Ella se encogió de hombros.
—Podría haber sido mi tío Leo. A veces aparece sin avisar.
—¿Cómo?
—Leo prefiere actuar y preguntar después. O Frankie.
—¿Frankie?
—Mi primo. Trabaja para un prestamista y le gusta practicar con víctimas
despistadas.
—Qué familia más encantadora. Ahora Ramón casi me parece inofensivo. ¿Algún
otro tipo violento en tu familia?
—Candy. Otra prima. Odia a los hombres desde que su novio la denunció a los
federales.
Nick apretó los dientes.
—¿Quieres que me lo crea?
—¡Es la verdad! Si no me crees, llama a mi madre.
—¿Cuál es su número de teléfono?
—Uno cuatro dos tres siete seis.
—¿Ese es su número de teléfono?
—No, es su número de reclusa. Tienes que darlo para hablar con ella en la prisión
de Vandalia.
—¿Tu madre está...?
—En la cárcel, sí —suspiró _______. Tras la muerte de su padre se había
prometido a sí misma no mentir sobre su familia. Así se ahorraba muchos
bochornos—. El número de la cárcel está grabado en la memoria del teléfono.
Nick entró en el salón y se dejó caer en el sofá.
—Aquí hay tres números... de tres cárceles diferentes.
—Cuatro, en realidad, si contamos el reformatorio donde está Benson, el hijo de
mi tío Leo. Es que le dio por robar un coche el día que cumplió quince años.
—¿De verdad tu madre está en la cárcel?
— Sí, pero saldrá en menos de un mes.
—¿Cuántos D'0nofrio hay entre rejas?
_______ miró al techo para hacer un cálculo mental.
—Seis, si contamos a Benson. Pero él no está en la cárcel, sólo en un
reformatorio.
—Seis —repitió Nick, incrédulo.
—Así que ya ves. Tengo cierta experiencia sobre comportamiento delictivo y te
aseguro que Ramón no es capaz de saltarse la ley, aunque le gustaría.
—¿Qué quieres decir con eso?
_______ se mordió los labios.
—Nada.
—Dímelo.
—No es importante.
Nick la miraba, esperando. ¿Qué había en sus ojos, compasión, comprensión?
¿Pánico?
Mariel Jonas
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
en serio ....
la familia de la rayis es abstante ... "especial"
no puedo creer que halla tanta familia en la carcel !
es asi como ... muy loco o.o
jajajaja
pobre rayis ... solo quiere que ramon no sea asi ...
amee el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaa
la familia de la rayis es abstante ... "especial"
no puedo creer que halla tanta familia en la carcel !
es asi como ... muy loco o.o
jajajaja
pobre rayis ... solo quiere que ramon no sea asi ...
amee el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
pobre rayita vaya familia que tiene :risa:
y quien golpeo a Nick???? :evil:
aww y su primer beso que lindo :arre:
siguela pronto :lol!:
y quien golpeo a Nick???? :evil:
aww y su primer beso que lindo :arre:
siguela pronto :lol!:
aranzhitha
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Amoooo La nove!
Se convirtio en una de mis favoritas!
Siguela Pronto!!
Besos
Se convirtio en una de mis favoritas!
Siguela Pronto!!
Besos
Sunny
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Nueva lectora
Me encantaron mucho los caps!
Adoro como la rayis y nick tratan de evitar quererse!
Ya quiero saber. Quien golpeo a nick y que vio nick en la escalera o donde quedo el hermano de la rayis...
Pliss siguelaaa! Ya quiero que subas cap :)
☎ Jimena Horan ♥
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Apareci :)
Disculapa la Demora apenas pueda leere ;)
xoxo :hug:
Disculapa la Demora apenas pueda leere ;)
xoxo :hug:
Love Is Easy (TJBM)
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
AAAAAAAAAA siguela esta muy buena, me hace reir :B jajajajaajja
hsagasoie
hsagasoie
Daiiiiaaa
Página 3 de 11. • 1, 2, 3, 4 ... 9, 10, 11
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