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Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
"Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
Página 9 de 11. • Comparte
Página 9 de 11. • 1, 2, 3 ... 8, 9, 10, 11
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
pero es que en serio Ramos es un estupido como se deja manipular tan facil :x
Pobre rayita
Siguela!!!
Pobre rayita
Siguela!!!
aranzhitha
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Wow!
esto esta super emocionante!
Gracias!
siguela por favor!
esto esta super emocionante!
Gracias!
siguela por favor!
Nick_is_infatuation
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
oh tienes que seguirla !!, son muy graciosas las peleas de ramon y nick jajaj
Lola (la anguila)
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
—Volvió esa noche y le dije que el imbécil que me había despedido estaba en el
salón.
—¿Eh?
—Bueno, es que entonces estaba muy enfadado.
—Sigue — suspiró _______.
—Cuando Nan vio a Nick mirando debajo de la escalera... no pude detenerla.
Tomó el chihuahua y le dio con él en la cabeza.
—La mato —murmuró _______.
—Yo también me disgusté. Rompió la oreja de mi chihuahua.
—A mi cabeza tampoco le sentó muy bien — intervino Nick—. Pero sigue con
tu historia.
—Bueno, cuando te vi tumbado en el suelo me asusté... es que parecías tan
muerto. Así que salí corriendo.
—Pero no sin antes robarme la cartera.
—Nan dijo que nos vendría bien. Especialmente si teníamos que huir del país.
—Ramón... —murmuró _______, desesperada.
—Lo sé, lo sé. Pero ya sabes que no se me dan bien las crisis. Y Nanette estaba
histérica. Fue entonces cuando me contó lo de los diamantes. Estábamos en el
motel y una cosa llevó a la otra...
—Creo que puedes ahorrarte esa parte.
—El caso es que me quedé dormido. Más tarde me enteré de que Nanette
había vuelto a casa a buscar los diamantes y no pudo encontrarlos.
—¿Y tenía que destrozar la casa entera?
Ramón se encogió de hombros.
—Supongo que le entró miedo. Para entonces estaba medio paranoica. Incluso
le preocupaban las cartas que me había escrito desde la cárcel. Le dije que las
había guardado todas...
—¿Podrían implicarla en el robo? —preguntó Nick.
—Sí, supongo que sí. Hacíamos planes muy detallados y en una de sus cartas
incluso sugirió que la joyería Choice era la más indicada.
—Ahora entiendo que tu habitación estuviera patas arriba —suspiró _______—.
Estaba buscando esas cartas, además de los diamantes.
—Yo sólo sé que Nanette volvió al motel con las manos vacías. Estaba fuera de
sí y sólo pude calmarla llamándote por teléfono.
—¿Y luego qué pasó?
—Nos fuimos a la cama. A la mañana siguiente, Nanette salió a comprar el
desayuno y yo entré en el baño...
—Y...
—Y me quedé encerrado. Nanette no volvió y yo tuve que quedarme encerrado
hasta esta mañana.
—¿Por qué has venido a la cueva?
—Pensé que ella estaría aquí.
—¿Le has hablado a Nanette del escondite? Este es un secreto de la familia.
Ramón. ¿Cómo has podido contárselo?
El hizo una mueca.
—Porque tenía que esconderse. Además, ¿qué hace Callahan aquí si esto es un
secreto de familia?
—Eso es diferente.
—¿Porqué?
«Porque estoy enamorada de él». Pero _______ no dijo eso en voz alta. Ramón
también creía estar enamorado de Nanette. Y quizá ambos estaban equivocados.
—Es que... bueno, el caso es que Nanette no está aquí.
—Entonces, ¿dónde está? Tengo que encontrarla. Estoy preocupado por ella.
—La policía encontrará a Nanette, Ramón. Y deberías preocuparte por ti mismo,
no por ella. Espero que no te acusen de ser su cómplice.
—La policía —murmuró Ramón, pálido.
—Eso es. Vamos a llevarte a la comisaría para que te entregues.
Nick se preparó para una pelea, pero Ramón no dijo nada. Casi parecía aliviado.
_______, sin embargo, no lo estaba en absoluto.
—¿Qué? ¿No vamos a discutirlo antes?
—Muy bien, olvídate del «vamos». Voy a entregarte yo solo —dijo Nick.
—No puedo andar —protestó Ramón.
—No te preocupes, puedo sacarte en brazos de aquí.
—Puedo andar —dijo Ramón entonces, caminando con asombrosa velocidad
hacia la escalera.
—Espera un momento —intervino _______—. Que estemos en una cueva no quiere
decir que puedas volver a portarte como Pedro Picapiedra. Ramón aún no ha
contestado a todas mis preguntas.
—Porque no sabe las respuestas. O no quiere admitir la verdad.
—Por Nanette.
—Menuda pieza.
_______ sintió un escalofrío.
—No la conozco. Fue compañera de celda de mi madre durante unos meses... su
primer y último intento de emparejar a nadie.
—Esas cosas es mejor dejárselas a los profesionales.
—¿Como Madame Sophie?
—Es posible —sonrió Nick.
Estaba preciosa. Desde luego, podría acostumbrarse a ver a _______ D'0nofrio en
la mesa del desayuno cada mañana. Pero no tenía intención de mirarla a través de
las rejas de una prisión.
—Pero en este momento soy un hombre buscado por la policía.
—Y por más gente —dijo _______ en voz baja.
_______ iba en el asiento trasero del Taurus, intentando convencer a su hermano
de que olvidase a Nanette. Una tarea ardua, si no imposible. Para su sorpresa.
Nick no había dicho una sola palabra en los últimos veinte minutos.
Desgraciadamente, Ramón tampoco.
Estaba mirando al infinito, con el brillo del martirio en los ojos mientras
escuchaba su monserga.
El coche se detuvo y cuando _______ miró por la ventanilla le sorprendió que
estuvieran en su casa.
—¿Qué hacemos aquí? Pensé que íbamos a la comisaría.
—Será mejor cooperar con la policía. Si llevamos las cartas de Nanette como
prueba. Ramón ganará algunos puntos.
—No quiero ganar puntos —replicó él—. Prefiero que me condenen por un
delito que no he cometido. Debo salvar a Nanette.
_______ tragó saliva. Debería haberlo sabido. Una de las historias favoritas de su
hermano era la del tío abuelo Teddy, que vivía respetando las leyes... casi
siempre. Un día conoció a Rose Thomton, una estafadora con más trucos que
escrúpulos, y cuando la policía la detuvo, el tío Teddy se declaró culpable por ella.
Fue el más grande romance de la familia D'0noirio. Y también la mayor ironía. El
D'0noirio que fue condenado a más años de cárcel fue el único que no era
culpable.
—Ramón, no puedes...
—¡Está aquí! —gritó su hermano entonces, saliendo del coche. Una tórrida rubia lo
esperaba en el porche para darle un beso de tomillo.
—Esto no suena nada bien —murmuró Nick.
—Tenemos que hacer algo —dijo _______, observando atónita que el beso seguía,
seguía, seguía...
—Muy bien, tú agarra a tu hermano, yo agarraré a la rubia.
—De eso nada, Pedro. Esa mujer tiene un par de buenas razones y sabe usarlas.
Yo me encargo de ella, tú agarra a mi hermano.
—Eso es ridículo —protestó Nick—. Los pechos no ejercen ningún efecto en mí.
_______ lo miró, sarcástica.
—¿Recuerdas la noche que nos conocimos? Casi te quedaste en coma. A veces un
buen escote ejerce ese efecto en un hombre.
—No cualquier escote. Por si no lo sabes, _______, eres una mujer espectacular.
Cuando llegaron al porche, los amantes habían desaparecido.
—Ahora mismo me siento más asustada que espectacular, pero te lo agradezco de
todas formas.
Nick se quedó mirando fijamente la blusa.
—Perdona, ¿has dicho algo?
—Muy gracioso. ¿Cuál es el plan?
—Nos llevaremos a los dos a la comisaría — contestó él, inclinándose para darle
un beso en los labios—, Y luego seguiremos con lo que empezamos esta mañana.
En principio todo parecía muy fácil, pero cuando abrió la puerta se dio cuenta
de que las cosas no iban a ser tan simples.
Nick se quedó mirando a la rubia de bote que tenía delante. Pero no eran sus
pechos lo que llamaba su atención.
Era la pistola del calibre 38 que tenía en la mano.
—Tú debes de ser Nanette.
—No te muevas —le ordenó ella.
Una sola mirada le dijo que era una persona sin compasión. Nanette no era una
mujer, era un bloque de hielo.
—Queremos los diamantes. ¿Verdad, Ramón?
El hermano de _______ estaba detrás de ella, tragando saliva.
—Prometiste que nada de pistolas, cariño.
—No te acobardes ahora. Hemos ido demasiado lejos como para marchamos
con las manos vacías.
—Olvídate de los diamantes —le imploró Ramón—. Nos tenemos el uno al otro.
Nanette emitió una especie de bufido.
—Contigo me parto. ¿Esa es tu hermana?
—Sí. Nan, te presento a _______. _______, ella es Nanette Twigg.
Nanette lanzó sobre _______ una mirada desdeñosa y luego miró a Nick con muy
malas intenciones.
—No está mal. Tu hermana tiene buen gusto. Debe ser algo de familia.
—Gracias, cariño. ¿A que es guapa, _______?
Ella no se lo podía creer.
— ¡Tu novia nos está apuntando con una pistola!
—Soy su prometida —le informó Nanette.
—Vamos a casarnos en México —sonrió Ramón—. Tengo los billetes en mi
habitación, si quieres verlos.
—¡Cállate! No podemos decirles dónde vamos. No podemos decírselo a nadie.
—¿Esa es forma de hablarle a tu prometido? — intervino Nick.
—Le hablo como me da la gana.
Ramón arrugó el ceño.
—¿Quieres decir que mi hermana no podrá venir a la boda?
—Menuda hermana. Tú mismo me has dicho que iban a llevarte a la comisaría.
—Fue idea de Nick. Yo pensaba ir a la cárcel por ti.
—No hace falta. Callahan irá por los dos.
_______ contuvo el aliento.
—¿Qué quieres decir?
—Que tu hermano está preocupado por ti, guapa. No quiere que salgas con
Callahan, así que me he encargado de ese problemilla.
—No te entiendo.
Nick no dejaba de mirar a Nanette.
«Eso es, _______, sigue hablando. Distráela».
—La policía le está buscando. Tardarán muy poco en encontrarlo y como
encontraron el rubí en su coche...
—Entonces fuiste tú...
—Yo no sabía nada de esto —intervino Ramón—. Habíamos quedado en que no lo
harías, cariño.
—Lo he hecho por ti, cielo. Querías a Callahan fuera de la película, ¿no?
—Sí, pero...
—Pues Callahan acabará entre rejas, tú no tendrás que preocuparte por tu
hermana y yo no tendré que preocuparme por la policía.
—Tengo que pensar esto un momento.
—No hay nada que pensar —replicó Nanette—. He tirado la cartera de Callaban
en el aparcamiento de la joyería para que tengan una prueba más. ¿No me dijiste
que había estado en la cárcel?
—Sí, pero...
—Lo meterán entre rejas y nosotros viviremos felices para siempre en México.
—Estás olvidando una cosa —dijo Nick.
—¿Qué?
—Que no tienes los diamantes.
—Dámelos. Ahora mismo —le ordenó Nanette.
—Me encantaría, pero no los llevo encima.
—Voy a contar hasta tres, Callahan
—Olvídalo —intervino _______—. No los tendrás los diamantes y no tendrás a mi
hermano. Prefiero verlo en la cárcel que con alguien como tú.
Nick tiró del brazo de _______ para colocarla a sus espaldas. Había sido el
segundo más largo de su vida. Nanette la apuntaba directamente al pecho...
— ¡No te muevas! —gritó la rubia.
—Muy bien. No nos moveremos.
—¡Quiero mis diamantes! Puede que fallase en la heladería, pero te garantizo que
no fallaré a esta distancia.
Ramón se volvió hacia su novia.
—¿Fuiste tú? ¿Disparaste a mi hermana?
—Disparé... por encima de su cabeza. Sólo quería asustarla.
—¿Asustarla? ¿Por qué? Ella nunca te ha hecho nada.
Nick vio su oportunidad. Él no podía quitarle la pistola, pero quizá Ramón...
—Un hombre no deja que nadie amenace a su familia.
—¡Cállate! —le espetó Nanette.
—¿De verdad puedes querer a una mujer que amenaza a tu hermana, Ramón?
—Nanette es la chica de mis sueños. Pero esto es una pesadilla —murmuró él,
confuso.
—Esto es la realidad. Nanette no te quiere, sólo está usándote. Abre los ojos de
una vez.
Ramón miró a su novia y luego a su hermana. Y entonces, muy serio, alargó la
mano.
—Dame la pistola, Nan.
—¿Estás loco? No le hagas caso, cielo. Está intentando engañarte. Tienes que
confiar en mí, la única persona que te quiere de verdad.
—Se ha terminado, Nan.
—¡Se habrá terminado para ti! —gritó Nanette, apretando el gatillo.
_______ lanzó un grito al ver que lo había alcanzado en el muslo. La sangre empapaba
los vaqueros de su hermano que, por una vez en la vida, no había emitido un sólo
gemido.
—Y ahora a lo mejor dejáis de hacer el tonto — dijo Nanette—. ¡Quiero esos
diamantes y los quiero ahora!
Nick miró a Ramón, que se sujetaba el muslo con las dos manos. Y supo lo que
estaba pensando.
—Muy bien. Te daré los diamantes.
—Por fin. ¿Dónde están?
—Los escondimos en el candelabro —improvisó Nick, mirando a Ramón con el
rabillo del ojo.
Cuando Nanette levantó la mirada, Ramón se lanzó sobre ella para tirarla al suelo
y Nick agarró la pistola.
—¡No te muevas!
— ¡Maldito seas! —gritó ella, histérica.
—Nick... —murmuró _______, sujetando a Ramón, que estaba inerte—. Creo que
está muerto.
—No está muerto. Se ha desmayado... le pasó lo mismo el día que me cortó con la
sierra.
—Por favor, no me hagan daño —empezó a gimotear Nanette—. No tengo los
diamantes, de verdad. Por favor, no me hagan daño.
Nick arrugó el ceño. Quizá se había vuelto loca del todo...
Pero entonces notó una brisilla en la espalda. Alguien había abierto la puerta.
Cuando miró hacia atrás vio un policía en el porche, apuntándolos con una
pistola.
—Tire el arma. Queda detenido.
que capitulo...ramon preocupandose por que se rompio el chihuahua y le valio que Nick estuviera todo inconsciente ahi hahaha y luego cuando Nick le dice a ____ que terminando todo eso continuaran con lo que no terminaron 1313 hahahaha
salón.
—¿Eh?
—Bueno, es que entonces estaba muy enfadado.
—Sigue — suspiró _______.
—Cuando Nan vio a Nick mirando debajo de la escalera... no pude detenerla.
Tomó el chihuahua y le dio con él en la cabeza.
—La mato —murmuró _______.
—Yo también me disgusté. Rompió la oreja de mi chihuahua.
—A mi cabeza tampoco le sentó muy bien — intervino Nick—. Pero sigue con
tu historia.
—Bueno, cuando te vi tumbado en el suelo me asusté... es que parecías tan
muerto. Así que salí corriendo.
—Pero no sin antes robarme la cartera.
—Nan dijo que nos vendría bien. Especialmente si teníamos que huir del país.
—Ramón... —murmuró _______, desesperada.
—Lo sé, lo sé. Pero ya sabes que no se me dan bien las crisis. Y Nanette estaba
histérica. Fue entonces cuando me contó lo de los diamantes. Estábamos en el
motel y una cosa llevó a la otra...
—Creo que puedes ahorrarte esa parte.
—El caso es que me quedé dormido. Más tarde me enteré de que Nanette
había vuelto a casa a buscar los diamantes y no pudo encontrarlos.
—¿Y tenía que destrozar la casa entera?
Ramón se encogió de hombros.
—Supongo que le entró miedo. Para entonces estaba medio paranoica. Incluso
le preocupaban las cartas que me había escrito desde la cárcel. Le dije que las
había guardado todas...
—¿Podrían implicarla en el robo? —preguntó Nick.
—Sí, supongo que sí. Hacíamos planes muy detallados y en una de sus cartas
incluso sugirió que la joyería Choice era la más indicada.
—Ahora entiendo que tu habitación estuviera patas arriba —suspiró _______—.
Estaba buscando esas cartas, además de los diamantes.
—Yo sólo sé que Nanette volvió al motel con las manos vacías. Estaba fuera de
sí y sólo pude calmarla llamándote por teléfono.
—¿Y luego qué pasó?
—Nos fuimos a la cama. A la mañana siguiente, Nanette salió a comprar el
desayuno y yo entré en el baño...
—Y...
—Y me quedé encerrado. Nanette no volvió y yo tuve que quedarme encerrado
hasta esta mañana.
—¿Por qué has venido a la cueva?
—Pensé que ella estaría aquí.
—¿Le has hablado a Nanette del escondite? Este es un secreto de la familia.
Ramón. ¿Cómo has podido contárselo?
El hizo una mueca.
—Porque tenía que esconderse. Además, ¿qué hace Callahan aquí si esto es un
secreto de familia?
—Eso es diferente.
—¿Porqué?
«Porque estoy enamorada de él». Pero _______ no dijo eso en voz alta. Ramón
también creía estar enamorado de Nanette. Y quizá ambos estaban equivocados.
—Es que... bueno, el caso es que Nanette no está aquí.
—Entonces, ¿dónde está? Tengo que encontrarla. Estoy preocupado por ella.
—La policía encontrará a Nanette, Ramón. Y deberías preocuparte por ti mismo,
no por ella. Espero que no te acusen de ser su cómplice.
—La policía —murmuró Ramón, pálido.
—Eso es. Vamos a llevarte a la comisaría para que te entregues.
Nick se preparó para una pelea, pero Ramón no dijo nada. Casi parecía aliviado.
_______, sin embargo, no lo estaba en absoluto.
—¿Qué? ¿No vamos a discutirlo antes?
—Muy bien, olvídate del «vamos». Voy a entregarte yo solo —dijo Nick.
—No puedo andar —protestó Ramón.
—No te preocupes, puedo sacarte en brazos de aquí.
—Puedo andar —dijo Ramón entonces, caminando con asombrosa velocidad
hacia la escalera.
—Espera un momento —intervino _______—. Que estemos en una cueva no quiere
decir que puedas volver a portarte como Pedro Picapiedra. Ramón aún no ha
contestado a todas mis preguntas.
—Porque no sabe las respuestas. O no quiere admitir la verdad.
—Por Nanette.
—Menuda pieza.
_______ sintió un escalofrío.
—No la conozco. Fue compañera de celda de mi madre durante unos meses... su
primer y último intento de emparejar a nadie.
—Esas cosas es mejor dejárselas a los profesionales.
—¿Como Madame Sophie?
—Es posible —sonrió Nick.
Estaba preciosa. Desde luego, podría acostumbrarse a ver a _______ D'0nofrio en
la mesa del desayuno cada mañana. Pero no tenía intención de mirarla a través de
las rejas de una prisión.
—Pero en este momento soy un hombre buscado por la policía.
—Y por más gente —dijo _______ en voz baja.
_______ iba en el asiento trasero del Taurus, intentando convencer a su hermano
de que olvidase a Nanette. Una tarea ardua, si no imposible. Para su sorpresa.
Nick no había dicho una sola palabra en los últimos veinte minutos.
Desgraciadamente, Ramón tampoco.
Estaba mirando al infinito, con el brillo del martirio en los ojos mientras
escuchaba su monserga.
El coche se detuvo y cuando _______ miró por la ventanilla le sorprendió que
estuvieran en su casa.
—¿Qué hacemos aquí? Pensé que íbamos a la comisaría.
—Será mejor cooperar con la policía. Si llevamos las cartas de Nanette como
prueba. Ramón ganará algunos puntos.
—No quiero ganar puntos —replicó él—. Prefiero que me condenen por un
delito que no he cometido. Debo salvar a Nanette.
_______ tragó saliva. Debería haberlo sabido. Una de las historias favoritas de su
hermano era la del tío abuelo Teddy, que vivía respetando las leyes... casi
siempre. Un día conoció a Rose Thomton, una estafadora con más trucos que
escrúpulos, y cuando la policía la detuvo, el tío Teddy se declaró culpable por ella.
Fue el más grande romance de la familia D'0noirio. Y también la mayor ironía. El
D'0noirio que fue condenado a más años de cárcel fue el único que no era
culpable.
—Ramón, no puedes...
—¡Está aquí! —gritó su hermano entonces, saliendo del coche. Una tórrida rubia lo
esperaba en el porche para darle un beso de tomillo.
—Esto no suena nada bien —murmuró Nick.
—Tenemos que hacer algo —dijo _______, observando atónita que el beso seguía,
seguía, seguía...
—Muy bien, tú agarra a tu hermano, yo agarraré a la rubia.
—De eso nada, Pedro. Esa mujer tiene un par de buenas razones y sabe usarlas.
Yo me encargo de ella, tú agarra a mi hermano.
—Eso es ridículo —protestó Nick—. Los pechos no ejercen ningún efecto en mí.
_______ lo miró, sarcástica.
—¿Recuerdas la noche que nos conocimos? Casi te quedaste en coma. A veces un
buen escote ejerce ese efecto en un hombre.
—No cualquier escote. Por si no lo sabes, _______, eres una mujer espectacular.
Cuando llegaron al porche, los amantes habían desaparecido.
—Ahora mismo me siento más asustada que espectacular, pero te lo agradezco de
todas formas.
Nick se quedó mirando fijamente la blusa.
—Perdona, ¿has dicho algo?
—Muy gracioso. ¿Cuál es el plan?
—Nos llevaremos a los dos a la comisaría — contestó él, inclinándose para darle
un beso en los labios—, Y luego seguiremos con lo que empezamos esta mañana.
En principio todo parecía muy fácil, pero cuando abrió la puerta se dio cuenta
de que las cosas no iban a ser tan simples.
Nick se quedó mirando a la rubia de bote que tenía delante. Pero no eran sus
pechos lo que llamaba su atención.
Era la pistola del calibre 38 que tenía en la mano.
—Tú debes de ser Nanette.
—No te muevas —le ordenó ella.
Una sola mirada le dijo que era una persona sin compasión. Nanette no era una
mujer, era un bloque de hielo.
—Queremos los diamantes. ¿Verdad, Ramón?
El hermano de _______ estaba detrás de ella, tragando saliva.
—Prometiste que nada de pistolas, cariño.
—No te acobardes ahora. Hemos ido demasiado lejos como para marchamos
con las manos vacías.
—Olvídate de los diamantes —le imploró Ramón—. Nos tenemos el uno al otro.
Nanette emitió una especie de bufido.
—Contigo me parto. ¿Esa es tu hermana?
—Sí. Nan, te presento a _______. _______, ella es Nanette Twigg.
Nanette lanzó sobre _______ una mirada desdeñosa y luego miró a Nick con muy
malas intenciones.
—No está mal. Tu hermana tiene buen gusto. Debe ser algo de familia.
—Gracias, cariño. ¿A que es guapa, _______?
Ella no se lo podía creer.
— ¡Tu novia nos está apuntando con una pistola!
—Soy su prometida —le informó Nanette.
—Vamos a casarnos en México —sonrió Ramón—. Tengo los billetes en mi
habitación, si quieres verlos.
—¡Cállate! No podemos decirles dónde vamos. No podemos decírselo a nadie.
—¿Esa es forma de hablarle a tu prometido? — intervino Nick.
—Le hablo como me da la gana.
Ramón arrugó el ceño.
—¿Quieres decir que mi hermana no podrá venir a la boda?
—Menuda hermana. Tú mismo me has dicho que iban a llevarte a la comisaría.
—Fue idea de Nick. Yo pensaba ir a la cárcel por ti.
—No hace falta. Callahan irá por los dos.
_______ contuvo el aliento.
—¿Qué quieres decir?
—Que tu hermano está preocupado por ti, guapa. No quiere que salgas con
Callahan, así que me he encargado de ese problemilla.
—No te entiendo.
Nick no dejaba de mirar a Nanette.
«Eso es, _______, sigue hablando. Distráela».
—La policía le está buscando. Tardarán muy poco en encontrarlo y como
encontraron el rubí en su coche...
—Entonces fuiste tú...
—Yo no sabía nada de esto —intervino Ramón—. Habíamos quedado en que no lo
harías, cariño.
—Lo he hecho por ti, cielo. Querías a Callahan fuera de la película, ¿no?
—Sí, pero...
—Pues Callahan acabará entre rejas, tú no tendrás que preocuparte por tu
hermana y yo no tendré que preocuparme por la policía.
—Tengo que pensar esto un momento.
—No hay nada que pensar —replicó Nanette—. He tirado la cartera de Callaban
en el aparcamiento de la joyería para que tengan una prueba más. ¿No me dijiste
que había estado en la cárcel?
—Sí, pero...
—Lo meterán entre rejas y nosotros viviremos felices para siempre en México.
—Estás olvidando una cosa —dijo Nick.
—¿Qué?
—Que no tienes los diamantes.
—Dámelos. Ahora mismo —le ordenó Nanette.
—Me encantaría, pero no los llevo encima.
—Voy a contar hasta tres, Callahan
—Olvídalo —intervino _______—. No los tendrás los diamantes y no tendrás a mi
hermano. Prefiero verlo en la cárcel que con alguien como tú.
Nick tiró del brazo de _______ para colocarla a sus espaldas. Había sido el
segundo más largo de su vida. Nanette la apuntaba directamente al pecho...
— ¡No te muevas! —gritó la rubia.
—Muy bien. No nos moveremos.
—¡Quiero mis diamantes! Puede que fallase en la heladería, pero te garantizo que
no fallaré a esta distancia.
Ramón se volvió hacia su novia.
—¿Fuiste tú? ¿Disparaste a mi hermana?
—Disparé... por encima de su cabeza. Sólo quería asustarla.
—¿Asustarla? ¿Por qué? Ella nunca te ha hecho nada.
Nick vio su oportunidad. Él no podía quitarle la pistola, pero quizá Ramón...
—Un hombre no deja que nadie amenace a su familia.
—¡Cállate! —le espetó Nanette.
—¿De verdad puedes querer a una mujer que amenaza a tu hermana, Ramón?
—Nanette es la chica de mis sueños. Pero esto es una pesadilla —murmuró él,
confuso.
—Esto es la realidad. Nanette no te quiere, sólo está usándote. Abre los ojos de
una vez.
Ramón miró a su novia y luego a su hermana. Y entonces, muy serio, alargó la
mano.
—Dame la pistola, Nan.
—¿Estás loco? No le hagas caso, cielo. Está intentando engañarte. Tienes que
confiar en mí, la única persona que te quiere de verdad.
—Se ha terminado, Nan.
—¡Se habrá terminado para ti! —gritó Nanette, apretando el gatillo.
_______ lanzó un grito al ver que lo había alcanzado en el muslo. La sangre empapaba
los vaqueros de su hermano que, por una vez en la vida, no había emitido un sólo
gemido.
—Y ahora a lo mejor dejáis de hacer el tonto — dijo Nanette—. ¡Quiero esos
diamantes y los quiero ahora!
Nick miró a Ramón, que se sujetaba el muslo con las dos manos. Y supo lo que
estaba pensando.
—Muy bien. Te daré los diamantes.
—Por fin. ¿Dónde están?
—Los escondimos en el candelabro —improvisó Nick, mirando a Ramón con el
rabillo del ojo.
Cuando Nanette levantó la mirada, Ramón se lanzó sobre ella para tirarla al suelo
y Nick agarró la pistola.
—¡No te muevas!
— ¡Maldito seas! —gritó ella, histérica.
—Nick... —murmuró _______, sujetando a Ramón, que estaba inerte—. Creo que
está muerto.
—No está muerto. Se ha desmayado... le pasó lo mismo el día que me cortó con la
sierra.
—Por favor, no me hagan daño —empezó a gimotear Nanette—. No tengo los
diamantes, de verdad. Por favor, no me hagan daño.
Nick arrugó el ceño. Quizá se había vuelto loca del todo...
Pero entonces notó una brisilla en la espalda. Alguien había abierto la puerta.
Cuando miró hacia atrás vio un policía en el porche, apuntándolos con una
pistola.
—Tire el arma. Queda detenido.
que capitulo...ramon preocupandose por que se rompio el chihuahua y le valio que Nick estuviera todo inconsciente ahi hahaha y luego cuando Nick le dice a ____ que terminando todo eso continuaran con lo que no terminaron 1313 hahahaha
Mariel Jonas
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Amo esta novela!hahahaa me mat Ramon! Estaba preocupado por la su chihuahua y se reyo todo el cuento de Nan!
Dios amo a Nick !!
Siguela Pronto!Besos
Dios amo a Nick !!
Siguela Pronto!Besos
Sunny
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
awwww maldita Nanette es una **** como se atreve a usar a la gente como si fueran objetos se pasa, y que va a pasar con Nick????? Y la rayita
Awww siguela!!!!
Awww siguela!!!!
aranzhitha
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
mi nick no puede ir ala carceel!!
menos por culpa de esa!!
siguelaaa!!
menos por culpa de esa!!
siguelaaa!!
☎ Jimena Horan ♥
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
AGHHHH!
ODIO A NANETTE!
gracias por el capitulo
________ ama a Nick <3
espero que la sigas (:
ODIO A NANETTE!
gracias por el capitulo
________ ama a Nick <3
espero que la sigas (:
Nick_is_infatuation
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Tendre que leer Mañana :(
El Lunes no pude leer porque dormi casi toda la Tarde :sleep:
Ayer no pude porque fui al concierto de Demi :D
y Hoy a mi mamá se le ocurrio ver el final de una Teleserie porque no lo alcanzo a ver en la tele, entonce hoy tampoco pude :pale:
Cuidate Mucho y Gracias por la paciencia y la ayuda del Otro Día :hug:
El Lunes no pude leer porque dormi casi toda la Tarde :sleep:
Ayer no pude porque fui al concierto de Demi :D
y Hoy a mi mamá se le ocurrio ver el final de una Teleserie porque no lo alcanzo a ver en la tele, entonce hoy tampoco pude :pale:
Cuidate Mucho y Gracias por la paciencia y la ayuda del Otro Día :hug:
Love Is Easy (TJBM)
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
omg
todo lo que paso en un capitulo !!
ramon como te vas a enamorar de alguien asi ..
y todavia querer irse a casar a mexico !!!!
esa nanette esta mas freaky que todos los d'onofrio juntos !!
estas locaaaaaaaa !!!
y nick ...
te juro que muero si el va a la carcel !!
nonononnononooo
amee el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaaaaaa
todo lo que paso en un capitulo !!
ramon como te vas a enamorar de alguien asi ..
y todavia querer irse a casar a mexico !!!!
esa nanette esta mas freaky que todos los d'onofrio juntos !!
estas locaaaaaaaa !!!
y nick ...
te juro que muero si el va a la carcel !!
nonononnononooo
amee el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaaaaaa
Ciin :)
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
maldita hija de putaaa dfjgfkgfh okno se me chispoteo xd
Mi Nichooooooooooooo irá preso nooo desgraciaaaaaaaaada si me cruso ala rubia oxigenada la hago pedazos que idiota Ramooooooon jfdhfj cttttttttm pobre rayiiiiiiiiiiiiiiiis Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Mi Nichooooooooooooo irá preso nooo desgraciaaaaaaaaada si me cruso ala rubia oxigenada la hago pedazos que idiota Ramooooooon jfdhfj cttttttttm pobre rayiiiiiiiiiiiiiiiis Siguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
WhoIam13
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Sus comentarios sdfgfdsdfs creo que esta claro que todas odian a la novia de Ramón xD
Les tengo una mala noticia...LA NOVE YA TERMINA! Aparte de este cap, falta 1 más creo y ya T_T
Capítulo 10
Por qué no me cree? —_______ estaba en la comisaría, prestando declaración—.
¡Nick Callahan no tiene los diamantes!
La sargento Clemens, una mujer de mediana edad con ojos azul cobalto, se
cruzó de brazos.
—Señorita D'0nofrio, incluso usted tiene que admitir que su historia es
increíble. ¿Diamantes bajo la escalera? ¿Un hombre asaltado por un chihuahua? Y
no olvidemos los disparos en la heladería.
— ¡Todo es verdad! Pregúntele a Nick si no me cree a mí.
—Ya lo he hecho. Pero ahora me gustaría hacerle un par de peguntas más. .
_______ intentó controlarse. Llevaba dos horas contestando preguntas. Al menos, la
sargento le había asegurado que Ramón estaba fuera de peligro, pero que debido
a la sedación no podía declarar. Aunque la policía no prestaría mucha atención aun
D'Onofrio.
Por eso esperaba que creyeran a Nick. Aunque dudaba que él quisiera dirigirle
la palabra después de aquel escándalo.
—Cuando descubrió los diamantes bajo la escalera, ¿por qué no llamó a la policía?
_______ tragó saliva.
—Temía involucrar a mi hermano. Quería encontrarlo primero y pedirle una
explicación.
—¿Y no le preocupó ocultar pruebas?
—No... bueno sí. Nick quería que llevásemos los diamantes a la comisaría, pero yo
lo convencí para que esperásemos.
—¿Eso fue antes o después de besarlo?
—¿Qué?
La sargento consultó sus notas.
—Según el señor Callahan, usted lo besó poco después de haber encontrado los
diamantes en la escalera.
—No fue un beso... le estaba haciendo la respiración boca a boca.
—Ya veo.
—No, me parece que no lo ve —replicó _______—. Nick encontró los diamantes,
alguien le golpeó en la cabeza y yo le hice el boca a boca. Pero eso no tiene nada
que ver. ¿Esto qué es, una investigación policial o Loqueelvientosel
llevó!
—Sólo estoy intentando establecer la naturaleza de su relación,
—¿Cómo la ha descrito Nick?
—Prefiero ser yo quien haga las preguntas, señorita D'0nofrio.
—Somos amigos. Bueno, no somos amigos de verdad. La noche que encontró los
diamantes era nuestra primera cita. Y era una cita falsa.
—¿Una cita falsa?
—Es un poco complicado de explicar.
—No me sorprende —suspiró la sargento.
—Todo empezó cuando conocí a Madame Sophie.
_______ le contó lo de los posos del café y que estaban hechos el uno para el
otro...
—¿Lo entiende? En realidad, es culpa mía. Soy yo quien ha metido a Nick en
este follón.
La sargento Clemens la miró, pensativa.
—Sólo quiero hacerle una pregunta más, señorita D'0nofrio.
—Dígame.
—¿Está usted enamorada de Nick Callahan?
En aquella ocasión, _______ no vaciló:
—Sí.
—Todo es culpa mía —estaba diciendo Nick durante la conclusión del segundo
interrogatorio.
—¿Culpa suya? ¿Eso es una confesión? —preguntó la sargento Clemens.
—No. Ya le he dicho que quien robó los diamantes fue Nanette Twigg. Y también
fue ella quien me golpeó en la cabeza, quien nos disparó en la heladería... y quien
encerró a Ramón en el baño del motel.
—Sí, desde luego, su declaración tiene muchas inconsistencias.
—Es una mentirosa redomada. Mire cómo convenció a Ramón de que era la chica
de sus sueños. El pobre pensaba haber encontrado al amor de su vida.
—A lo mejor era así. Nick negó con la cabeza.
—Nanette sólo le estaba usando. El amor es compromiso, es compartir sueños,
esperanzas, pérdidas. Pero sobre todo es querer lo mejor para la persona que
amas.
La sargento Clemens sonrió.
—Habla como un experto.
—Hace una semana no lo era, pero estoy en ello.
La puerta se abrió entonces.
—Sargento, acaban de llamar de la joyería Choice —dijo un joven agente—. Es
increíble... dicen que han llegado los diamantes por correo.
La sargento Clemens se volvió hacia Nick.
—La señorita Twigg insiste en que los tienen ustedes.
—Pero ya le he dicho que _______ los envió por correo hace unos días.
—Parece que tenían razón —suspiró la sargento, levantándose—. Creo que la
propietaria del Café Romeo es su tía, ¿no?
—Así es —contestó Nick, confuso.
Clemens se aclaró la garganta.
—Me he divorciado hace poco y no es nada fácil conocer hombres decentes de mi
edad. ¿Cree que Madame Sophie podría encontrar a mi alma gemela?
—Sí —contestó Nick, con la convicción de un converso—. Lo creo.
Dos semanas después, _______ esperaba, nerviosa, que llegase él juez para
determinar si su madre conseguía la libertad condicional. Había dejado a Ramón
en el hospital, donde estaba recuperándose de su herida de bala... y de sus
problemas amorosos.
En aquella semana había visto un enorme cambio en él, una nueva madurez.
Quizá porque siempre lo había tratado como si fuera un niño.
La policía aceptó no presentar cargos contra él a cambio de que ofreciese
pruebas contra Nanette. Sorprendentemente, había sido idea de Ramón acudir al
psicólogo y _______ tenía la esperanza de que, por fin, pudiera llevar una vida
normal.
En cuanto a Nick... sólo lo había visto brevemente cuando salieron de la
comisaría. Le habría gustado echarse en sus brazos, pero él no parecía muy
receptivo.
Ojalá lo hubiera hecho, pensó _______, porque fue la última vez que lo vio. Sabía que
estaba trabajando a destajo para terminar las obras del Café Romeo, pero cada
vez que aparecía por allí con nuevas telas o ideas para la decoración, él
desaparecía convenientemente. Era evidente que estaba evitándola.
Habían hablado un par de veces por teléfono para comentar los planes de diseño
del nuevo local, pero la conversación estaba llena de silencios.
_______ suspiró. Era lo más lógico.
La puerta se abrió entonces y los tres miembros del tribunal entraron en la sala.
_______ estudió a los dos hombres y la mujer que iban a decidir el futuro
de su madre.
Eileen D'0nofrio entró un segundo después, con su abogado. Llevaba el pelo
sujeto en un moño que la hacía parecer mayor. Y más seria.
—Creo que ya podemos empezar —dijo el juez.
Era un hombre mayor de pelo gris y gafas bifocales. La plaquita que había en
su mesa decía Walter Sullivan. Los otros dos miembros del tribunal eran Edna
Evans y Ricardo López.
_______ tragó saliva cuando la asistente social se levantó para dar su informe.
Era positivo en general, aunque había cierta preocupación sobre si Eileen encontraría
trabajo, debido a su edad. Y el hecho de que su experiencia
profesional consistiera en actividades ilegales era otro problema.
—¿Hay alguien presente en la sala que quiera ofrecer alguna información? —
preguntó el juez.
—Yo —dijo _______, levantándose.
—Por favor, diga su nombre y su relación con Eileen D'0nofrio.
—Me llamo _______ D'0nofrio y soy su hija.
—Siga, señorita D'0nofrio.
Ella carraspeó.
—Quiero asegurar al tribunal que haré todo lo posible para que mi madre
encuentre un sitio en la sociedad.
—¿Tiene usted medios para mantener a su madre, señorita D'0nofrio?
—Pues... más o menos. Tengo mi propio negocio de decoración y estoy dispuesta a
ayudarla a buscar trabajo.
Lo que no dijo era que había puesto en venta la casa para pagar el tratamiento de
Ramón.
—¿Y tendrá tiempo de hacerlo mientras se encarga de su negocio?
—Buscaré tiempo —dijo _______—. Haré lo que tenga que hacer.
Ricardo López la miró de arriba abajo.
—¿Está usted casada, señorita D'0nofrio?
—No, soy soltera.
—¿Y vivir con su madre no será un problema para una mujer joven, que quiere
salir y tener una vida social?
—No tengo vida social, así que eso no será un problema.
—Tengo entendido que es usted propietaria de una casa —dijo Edna Evans.
—Pues sí, pero he...
Antes de que pudiera terminar se abrieron las puertas de la sala y Madame
Sophie hizo su aparición, la cola de su túnica de color rosa flotando tras ella.
_______ parpadeó. ¿Qué hacía allí? Su corazón dio un vuelco al ver a Nick
Les tengo una mala noticia...LA NOVE YA TERMINA! Aparte de este cap, falta 1 más creo y ya T_T
Capítulo 10
Por qué no me cree? —_______ estaba en la comisaría, prestando declaración—.
¡Nick Callahan no tiene los diamantes!
La sargento Clemens, una mujer de mediana edad con ojos azul cobalto, se
cruzó de brazos.
—Señorita D'0nofrio, incluso usted tiene que admitir que su historia es
increíble. ¿Diamantes bajo la escalera? ¿Un hombre asaltado por un chihuahua? Y
no olvidemos los disparos en la heladería.
— ¡Todo es verdad! Pregúntele a Nick si no me cree a mí.
—Ya lo he hecho. Pero ahora me gustaría hacerle un par de peguntas más. .
_______ intentó controlarse. Llevaba dos horas contestando preguntas. Al menos, la
sargento le había asegurado que Ramón estaba fuera de peligro, pero que debido
a la sedación no podía declarar. Aunque la policía no prestaría mucha atención aun
D'Onofrio.
Por eso esperaba que creyeran a Nick. Aunque dudaba que él quisiera dirigirle
la palabra después de aquel escándalo.
—Cuando descubrió los diamantes bajo la escalera, ¿por qué no llamó a la policía?
_______ tragó saliva.
—Temía involucrar a mi hermano. Quería encontrarlo primero y pedirle una
explicación.
—¿Y no le preocupó ocultar pruebas?
—No... bueno sí. Nick quería que llevásemos los diamantes a la comisaría, pero yo
lo convencí para que esperásemos.
—¿Eso fue antes o después de besarlo?
—¿Qué?
La sargento consultó sus notas.
—Según el señor Callahan, usted lo besó poco después de haber encontrado los
diamantes en la escalera.
—No fue un beso... le estaba haciendo la respiración boca a boca.
—Ya veo.
—No, me parece que no lo ve —replicó _______—. Nick encontró los diamantes,
alguien le golpeó en la cabeza y yo le hice el boca a boca. Pero eso no tiene nada
que ver. ¿Esto qué es, una investigación policial o Loqueelvientosel
llevó!
—Sólo estoy intentando establecer la naturaleza de su relación,
—¿Cómo la ha descrito Nick?
—Prefiero ser yo quien haga las preguntas, señorita D'0nofrio.
—Somos amigos. Bueno, no somos amigos de verdad. La noche que encontró los
diamantes era nuestra primera cita. Y era una cita falsa.
—¿Una cita falsa?
—Es un poco complicado de explicar.
—No me sorprende —suspiró la sargento.
—Todo empezó cuando conocí a Madame Sophie.
_______ le contó lo de los posos del café y que estaban hechos el uno para el
otro...
—¿Lo entiende? En realidad, es culpa mía. Soy yo quien ha metido a Nick en
este follón.
La sargento Clemens la miró, pensativa.
—Sólo quiero hacerle una pregunta más, señorita D'0nofrio.
—Dígame.
—¿Está usted enamorada de Nick Callahan?
En aquella ocasión, _______ no vaciló:
—Sí.
—Todo es culpa mía —estaba diciendo Nick durante la conclusión del segundo
interrogatorio.
—¿Culpa suya? ¿Eso es una confesión? —preguntó la sargento Clemens.
—No. Ya le he dicho que quien robó los diamantes fue Nanette Twigg. Y también
fue ella quien me golpeó en la cabeza, quien nos disparó en la heladería... y quien
encerró a Ramón en el baño del motel.
—Sí, desde luego, su declaración tiene muchas inconsistencias.
—Es una mentirosa redomada. Mire cómo convenció a Ramón de que era la chica
de sus sueños. El pobre pensaba haber encontrado al amor de su vida.
—A lo mejor era así. Nick negó con la cabeza.
—Nanette sólo le estaba usando. El amor es compromiso, es compartir sueños,
esperanzas, pérdidas. Pero sobre todo es querer lo mejor para la persona que
amas.
La sargento Clemens sonrió.
—Habla como un experto.
—Hace una semana no lo era, pero estoy en ello.
La puerta se abrió entonces.
—Sargento, acaban de llamar de la joyería Choice —dijo un joven agente—. Es
increíble... dicen que han llegado los diamantes por correo.
La sargento Clemens se volvió hacia Nick.
—La señorita Twigg insiste en que los tienen ustedes.
—Pero ya le he dicho que _______ los envió por correo hace unos días.
—Parece que tenían razón —suspiró la sargento, levantándose—. Creo que la
propietaria del Café Romeo es su tía, ¿no?
—Así es —contestó Nick, confuso.
Clemens se aclaró la garganta.
—Me he divorciado hace poco y no es nada fácil conocer hombres decentes de mi
edad. ¿Cree que Madame Sophie podría encontrar a mi alma gemela?
—Sí —contestó Nick, con la convicción de un converso—. Lo creo.
Dos semanas después, _______ esperaba, nerviosa, que llegase él juez para
determinar si su madre conseguía la libertad condicional. Había dejado a Ramón
en el hospital, donde estaba recuperándose de su herida de bala... y de sus
problemas amorosos.
En aquella semana había visto un enorme cambio en él, una nueva madurez.
Quizá porque siempre lo había tratado como si fuera un niño.
La policía aceptó no presentar cargos contra él a cambio de que ofreciese
pruebas contra Nanette. Sorprendentemente, había sido idea de Ramón acudir al
psicólogo y _______ tenía la esperanza de que, por fin, pudiera llevar una vida
normal.
En cuanto a Nick... sólo lo había visto brevemente cuando salieron de la
comisaría. Le habría gustado echarse en sus brazos, pero él no parecía muy
receptivo.
Ojalá lo hubiera hecho, pensó _______, porque fue la última vez que lo vio. Sabía que
estaba trabajando a destajo para terminar las obras del Café Romeo, pero cada
vez que aparecía por allí con nuevas telas o ideas para la decoración, él
desaparecía convenientemente. Era evidente que estaba evitándola.
Habían hablado un par de veces por teléfono para comentar los planes de diseño
del nuevo local, pero la conversación estaba llena de silencios.
_______ suspiró. Era lo más lógico.
La puerta se abrió entonces y los tres miembros del tribunal entraron en la sala.
_______ estudió a los dos hombres y la mujer que iban a decidir el futuro
de su madre.
Eileen D'0nofrio entró un segundo después, con su abogado. Llevaba el pelo
sujeto en un moño que la hacía parecer mayor. Y más seria.
—Creo que ya podemos empezar —dijo el juez.
Era un hombre mayor de pelo gris y gafas bifocales. La plaquita que había en
su mesa decía Walter Sullivan. Los otros dos miembros del tribunal eran Edna
Evans y Ricardo López.
_______ tragó saliva cuando la asistente social se levantó para dar su informe.
Era positivo en general, aunque había cierta preocupación sobre si Eileen encontraría
trabajo, debido a su edad. Y el hecho de que su experiencia
profesional consistiera en actividades ilegales era otro problema.
—¿Hay alguien presente en la sala que quiera ofrecer alguna información? —
preguntó el juez.
—Yo —dijo _______, levantándose.
—Por favor, diga su nombre y su relación con Eileen D'0nofrio.
—Me llamo _______ D'0nofrio y soy su hija.
—Siga, señorita D'0nofrio.
Ella carraspeó.
—Quiero asegurar al tribunal que haré todo lo posible para que mi madre
encuentre un sitio en la sociedad.
—¿Tiene usted medios para mantener a su madre, señorita D'0nofrio?
—Pues... más o menos. Tengo mi propio negocio de decoración y estoy dispuesta a
ayudarla a buscar trabajo.
Lo que no dijo era que había puesto en venta la casa para pagar el tratamiento de
Ramón.
—¿Y tendrá tiempo de hacerlo mientras se encarga de su negocio?
—Buscaré tiempo —dijo _______—. Haré lo que tenga que hacer.
Ricardo López la miró de arriba abajo.
—¿Está usted casada, señorita D'0nofrio?
—No, soy soltera.
—¿Y vivir con su madre no será un problema para una mujer joven, que quiere
salir y tener una vida social?
—No tengo vida social, así que eso no será un problema.
—Tengo entendido que es usted propietaria de una casa —dijo Edna Evans.
—Pues sí, pero he...
Antes de que pudiera terminar se abrieron las puertas de la sala y Madame
Sophie hizo su aparición, la cola de su túnica de color rosa flotando tras ella.
_______ parpadeó. ¿Qué hacía allí? Su corazón dio un vuelco al ver a Nick
Mariel Jonas
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
awwww que lindo Nick llego que pasara y ya se acaba que triste siguela pronto
aranzhitha
Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu
Aparecio Nick!
Gracias por el capitulo!
Los dos se aman, ya quiero que esten juntos <3
Gracias por el capitulo!
Los dos se aman, ya quiero que esten juntos <3
Nick_is_infatuation
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