Re: "Un soltero díficil" Nick Jonas y tu

por **Mariel Jonas** Lun 02 Abr 2012, 1:54 pm

Bienvenidas a las nuevas! :) Aqui les dejo más.

Kimberly era todo eso, pero durante la cena había estado a punto de quedarse

dormido. A lo mejor sólo estaba cansado. Al fin y al cabo, había sido un día

terrible.
Nick movió el pie derecho, que reposaba sobre una silla, y se le escapó un gesto
de dolor.
—¿Te duele? —preguntó Kimberly, mirando la venda que llevaba en el dedo
gordo.

— Se está pasando el efecto de la anestesia.
—No sabía que tu trabajo fuera tan peligroso. Has tenido suerte de que sólo
te hayan dado cuatro puntos.
—Cinco —la corrigió él—. Y me habrían tenido que dar muchos más si no
hubiera llevado las botas de trabajo.

Kimberly sonrió. Esa sonrisa perfecta empezaba a ponerlo de los nervios. Nunca
hasta entonces lo había molestado. Pero nunca antes había pensado en la
posibilidad de ver esa sonrisa todas las mañanas durante cincuenta años.
—Menos mal que tu tía llamó a una ambulancia.
—La ambulancia no era para mí, era para Ramón. Tuvo un ataque de pánico
después de tirarme la sierra en el pie.
—Ay, pobre —murmuró Kimberly.
Nick tenía la impresión de que no estaba escuchándolo. Parecía absolutamente
concentrada en quitar la cera de una palmatoria de cristal. No era una mujer muy
excitante, desde luego, Pero él no estaba buscando eso. Y tampoco estaba
buscando amor, se recordó a sí mismo. Buscaba afecto, compañía, compatibilidad
y, si era posible, pasión, pero no amor. Al menos no el amor apasionado que había
vuelto loco a su hermano.
Nick quería orden en su vida. Estabilidad. Una familia. Quería... natillas, no
crema francesa.
Seguramente se acostumbraría a la sonrisa de Kimberly. Y a cómo arrugaba la
nariz cuando comía. Todas las parejas tenían que acostumbrarse a ciertas cosas.
Seguramente también habría cosas en él que la sacarían de quicio.
«Olvídate de esas bobadas», pensó, cansado.
—Kimberly...

Ella levantó la mirada.
—Dime.

Nick se aclaró la garganta.
—Me gustaría hablar de nuestro futuro.
Kimberly se inclinó hacia delante.
—Cuánto me alegro. Yo también quería hablar de eso, pero no sabía cómo sacar el
tema.

Nick intentó relajarse. Eso era algo que le gustaba de Kimberly: que no era
exigente. Siempre esperaba que él tomase la iniciativa.
—Tú primero —dijo, buscando tiempo para componer una petición de

matrimonio.
Ella sonrió.
—Pues verás... nunca he sabido lo que quería de la vida hasta que te conocí.

Cuando empezamos a salir, hace tres meses, lo vi todo claro. Y cuando nos
besamos por primera vez, me di cuenta de que no estaba equivocada.
Ojalá pudiera decir lo mismo, pensó Nick.

Desgraciadamente, su primer beso había despertado en él más dudas que deseo.
—¿De verdad?
Kimberly asintió con la cabeza.
—Entonces supe que quería pasar el resto de mi vida en un convento.
Nick parpadeó, atónito.
—¿Qué has dicho?
—Voy a hacerme monja —dijo ella entonces, con voz temblorosa.
—¿Monja?

—He solicitado ingresar en el convento de Santa María como novicia. Sólo

quería decirte adiós, Nick. Y darte las gracias.
¿Las gracias? Después de besarla, Kimberly decidía hacerse monja. Eso no era
exactamente un halago.

—Monja —murmuró, incrédulo.
—¿Te sorprende?
—Claro que me sorprende. ¿Desde cuándo quieres ser monja?

—Desde que era pequeña —contestó ella, con una sonrisa—, Pero no estaba
segura del todo, así que decidí tener un último ligue antes de tomar la decisión.

«Un ligue». ¡Había estado a punto de pedirle que se casara con él y Kimberly lo
consideraba un ligue! Durante el tiempo que salió con ella, no se le ocurrió pensar
que podría no estar interesada... ¿No estar interesada? Menudo eufemismo.
¡Estaba a punto de hacer voto de castidad!

—Tengo que marcharme —dijo Kimberly entonces, levantándose.
—¿Te vas?
—A las monjas no nos gusta acostamos tarde — sonrió ella, tirándole un beso

—. Lo he pasado muy bien esta noche, de verdad. Gracias por la cena.

—Gracias a ti por hacerla —murmuró Nick, intentando levantarse.
—No, no te levantes. Tienes que descansar el pie.
Unos minutos después oyó el motor del coche y el chirrido de los frenos. A la
«hermana Kimberly» le gustaba pisar el acelerador. Y quizá a las monjas no les
ponían multas.
Entonces miró los platos sucios sobre la mesa. Demasiado tarde se dio cuenta de
que Kimberly no era tan perfecta. Se había ido sin fregarlos.
Nick cerró los ojos. No podía fregar los platos con cinco puntos en el dedo
gordo del pie. Quizá debería tirarlos. En realidad, nunca le había gustado el
dibujo de margaritas; era demasiado femenino. Los había comprado en una tienda
de objetos baratos, cuando no andaba muy bien de dinero. Ahora podía comprar
algo más masculino.
Cuando se preguntaba si también debía tirar los vasos, sonó el timbre.

— ¡La puerta está abierta!
No se levantó. A lo mejor era Kimberly, que volvía para decir que todo era una
broma.
Pero no era Kimberly, sino una chica morena. Una morenaza con un vestido de

seda roja que modelaba su cuerpo a la perfección. Un cuerpo en el que un
hombre podría perderse.

Haciendo un esfuerzo. Nick levantó la mirada de unos pechos de escándalo.
Lo primero que vio fueron unos brillantes ojos castaños que lo miraban, irónicos.
Luego, una nariz respingona y unos labios generosos.
Aquella mujer no era una monja.
¿Quién era? ¿Y qué estaba haciendo en su casa? Pero antes de que pudiera
preguntar nada, ella apoyó ambas manos en la mesa, mostrándole sin querer su
generoso escote.

—Es usted el hombre al que estaba buscando.

por **Ciin :)** Lun 02 Abr 2012, 4:50 pm

AAAAAAAAAAA
holaa !!!
nueva lectora :D
me llamo cintya ...
ciin aqui en el foro :P
aii..
me encantaa esta novela ...
quiero creer que era la rayis la que entro en el departamento :P
amo como escribes !
siiguelaaaaaaaaaa

por **Sunny** Lun 02 Abr 2012, 5:23 pm

hahahaha Por dios me agarro un ataque de risa por lo de:
—Entonces supe que quería pasar el resto de mi vida en un convento.
Por dios,enserio!asi muero!
Siguela Pronto!
Besos

por **aranzhitha** Lun 02 Abr 2012, 6:33 pm

awwww me encanto el capi siguela pronto

por **Karli Jonas** Mar 03 Abr 2012, 2:58 am

OMJ que trauma para Nick
Besaría y saber que se hará monja
Ahhhhh noooo que horror
Jejejejeeje pero me ha dado risa
Siguelaaaa!!

por **Mariel Jonas** Mar 03 Abr 2012, 9:37 am

hahahaha a mi tambien me mato lo de Kim XD
Bienvenidas a las nuevas gracias por comentar :)

Capítulo 2

_______ contó hasta diez mientras Nick Callahan le miraba el escote. Estaba
acostumbrada a que los hombres prestasen atención a esa zona, olvidando todo lo
demás, pero aquel parecía peor de lo normal.

Impaciente, se aclaró la garganta para llamar su atención. Cuando él levantó los
ojos vio que los tenía de un color inusual: un azul profundo, azul zafiro.

Debía admitir que Nick Callaban era guapo. Guapísimo, en realidad: mentón
cuadrado, nariz aquilina, el pelo muy corto. Tampoco pudo evitar fijarse en sus
bíceps y en los anchos hombros que amenazaban con hacer saltar las costuras de
su camiseta verde.
—¿Por qué me mira con esa cara?
—¿Yo? —replicó _______—. Es usted el que no deja de mirarme.

—Siempre miro a las mujeres guapas. Especialmente cuando aparecen de
improviso en mi casa. ¿Por qué estaba buscándome?

_______ señaló un sillón.

—¿No va a pedirme que me siente?

—Prefiero que conteste a mi pregunta. O quizá yo pueda responderla por
usted. La envía Madame Sophie, ¿verdad?

—Ella me dio su dirección, pero...

—Lo sabía —la interrumpió Nick—, Sabía que era demasiado bueno para ser
verdad.
_______ se sentó en el sillón, a pesar de no haber sido invitada.

—¿Qué quiere decir?

—Mire, los dos sabemos por qué está aquí. Dejemos los preliminares y vayamos
al asunto —dijo Nick—. Béseme.

Ella lo miró, perpleja.

—¿Está usted loco?

—No, sólo intento ir al grano. Una vez que me haya besado, los dos sabremos si

hay futuro para nuestra relación. Aunque le advierto que la última mujer que me

besó ha decidido no dejar que ningún otro hombre vuelva a rozar sus labios.

Nick Callahan no era sólo un lunático, sino un egomaníaco increíble.

—Gracias, pero no. No suelo besar a un hombre cinco minutos después de

haberlo conocido. Es una de mis rarezas.

—Como quiera —suspiró Nick, apoyando la cabeza en el respaldo de la silla—.

Dígame, señorita...

—Por favor, llámeme _______.

—_______. ¿Tiene por costumbre ir buscando novio de puerta en puerta?
—Me parece que no lo entiende, señor Callahan.

—Llámeme Nick —sonrió él. Pero no había nada dulce en esa sonrisa. Su
expresión le recordaba a un león mirando su presa—. Seguramente estoy

confundido. De hecho, probablemente usted es un invento de mi imaginación. Las
medicinas me han mareado un poco.
—¿Medicinas?
Ah, claro, eso debía ser. Tenía que haber una explicación lógica para su extraño
comportamiento.
Él levantó el pie. Sólo entonces se dio cuenta _______ de que tenía una venda en el
dedo gordo; tan grande que parecía una bombilla. Sin poder evitarlo, soltó una
risita.

—¿De qué se ríe?

—Lo siento —murmuró ella, sin dejar de reír—. ¿Se ha hecho daño?
—Casi me amputan el dedo por culpa de una sierra eléctrica. Han tenido que
darme varios puntos.
_______ miró el pie, incrédula.

—¿Ese fue el accidente por el que Ramón estaba tan disgustado?
—¿Conoce usted a Ramón?
—Mejor que nadie. Es mi hermano.

Nick cerró los ojos.
—Ah, eso lo explica todo.
—¿Qué explica?

—Es usted una D'0nofrio. Eso explica por qué me he puesto nervioso al verla.

Donde hay un D'0nofrio, hay un desastre.
Ella levantó los ojos al cielo.
—¿No le parece una exageración? No todos los D'0nofrio somos así.
Bueno, algunos lo eran, desde luego.
—Dígale eso a mi pie.
—Deje que lo vea...
—¡ No lo toque!

—Sólo quería echar un vistazo...
—¿Es usted médico?
—No, soy decoradora. Y, en mi opinión, esa venda blanca no pega nada con el

sofá. ¿En la farmacia no tenían una venda de color verde?
—Muy graciosa.
—Dicen que la risa es la mejor medicina.

—Yo prefiero un analgésico. Desgraciadamente, se me está pasando el efecto,
así que ahora mismo no soy buena compañía. ¿Por qué no vuelve usted mañana? O
mejor, el año que viene.
Algunos hombres no soportaban las bromas.

—Lo que tengo que decir no puede esperar un año. Es sobre Ramón... está muy

disgustado.
—¿Él está disgustado? ¡Es a mí a quien ha estado a punto de mutilar!
—Por favor, sólo ha sido un cortecito de nada. Si se quitara esa venda tan
enorme casi ni se notaría.
Nick apretó los dientes.
—Muy bien. Véalo usted misma.

_______ se inclinó para quitar la venda. Los tres kilómetros de venda. Mientras lo
hacía no dejaba de estudiar el pie de Nick Callahan. Había algo muy íntimo en
ver el pie desnudo de un extraño. Era largo, fino, con el empeine alto. Llevaba las
uñas muy limpias y bien cortadas y en el empeine había unos pelitos rubios...
—¿Qué le parece?
_______ se percató de que estaba demasiado interesada en aquel pie... y en aquel
hombre. Entonces vio que tenía varios puntos en el dedo gordo.

—No es una herida mortal. Pero, claro, yo no tengo ni idea. ¿Ha pensado visitar
a un especialista? —preguntó, conteniendo la risa.

—No, pero pienso llamar a mi abogado —replicó Nick—. El asalto con arma
letal es un delito.

—No lo dirá en serio.

—No soy yo quien parece incapaz de ponerse serio. Todo esto es una broma
para usted, ¿verdad?

—No es una broma —suspiró _______—. De hecho, no me hace gracia que haya
despedido a Ramón por algo tan... inconsecuente.

—¡Eso tan inconsecuente resulta ser mi dedo! —exclamó Nick, con los
dientes apretados—. Y me gustaría conservarlo, si no le parece mal. Eso significa
que Ramón tiene que irse.

_______ tragó saliva para controlar el famoso temperamento D'0nofrio.

—Dele una oportunidad.

—¿Porqué?

Porque le daba pánico que su hermano hiciera alguna tontería al verse sin

dinero. Estaba deprimido desde que su novia cortó con él y frustrado con su

trabajo como camarero y con la vida en general. Él quería un reto, algo

interesante. Dinero. Últimamente, incluso hablaba de seguir los pasos de su

padre.

Ramón no era el mejor camarero del mundo, ni siquiera un carpintero

mediocre, pero estaba segura de que como ladrón de joyas sería espantoso. Y si

ella no hacía algo rápido, otro D'0nofrio acabaría en la cárcel.

—¿Por qué tengo que darle otra oportunidad a alguien que casi me ha

amputado un dedo?

_______ lo miró a los ojos y se le encogió el estómago. Nick Callahan era

demasiado testarudo como para entender lo importante que era ese trabajo

para alguien tan inseguro como Ramón. Y ella no pensaba mendigar.

—Porque yo podría devolverle el favor.

Él la miró de arriba abajo, insolente.

—¿Qué me está ofreciendo, señorita D'0nofrio?

—A mí misma.

Nick tuvo que agarrarse a la silla. Aquello no podía estar pasando. Kimberly le
anunciaba que iba hacerse monja y, unos minutos después, una chica voluptuosa
entraba en su casa y se ofrecía como amante.

por **Ciin :)** Mar 03 Abr 2012, 12:08 pm

jajajajajajajaja
el sueño de todo hombre no nick ?
jajajajajajajajaja
bien que le gusto la rayis !
yo lo se :P
jajajajajaja
bueniisimo el cap
siiguelaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **Sunny** Mar 03 Abr 2012, 1:10 pm

Okey!Ame el capi!Siguela Pronto!

por **aranzhitha** Mar 03 Abr 2012, 1:31 pm

jajaja pobre de Nick primero ramon lo hace sufrir ahora la rayita
Siguela pronto

por **Love Is Easy (TJBM)** Mar 03 Abr 2012, 7:14 pm

Mañana o el jueves Leere :)

por **Mariel Jonas** Mar 03 Abr 2012, 7:46 pm

Debía estar soñando. O alucinando. Quizá el trauma del accidente lo había
afectado de verdad. Aunque, si cinco puntitos en el pie inducían tan increíble
ilusión, casi podría darle a Ramón el resto de sus herramientas para ver qué
pasaba. Casi.
Por supuesto, aquella mujer no era un sueño ni una alucinación. _______ D'0nofrio
estaba sentada frente á él, en carne y hueso. El sentido común le decía que no
podía aceptar tal acuerdo. Su cuerpo, por el contrario, estaba dispuesto a decir
que sí.

Nick se aclaró la garganta.
—Esa es una proposición... sorprendente.
—Yo lo llamaría un acuerdo comercial. Una cosa por otra.

Así, tan tranquila. Allí estaba, con una pierna cruzada sobre otra, la falda
apenas cubriendo la mitad del muslo. Nick nunca había visto unas piernas como
esas; eran una obra de arte.

—¿Seguro que es usted decoradora?
—Seguro. Y muy buena. Esa es la razón por la que Madame Sophie me ha

contratado para redecorar el Café Romeo. O, al menos, una de las razones.
—¿Que mi tía Sophie la ha contratado?
Llevaba semanas intentando convencer a su tía para que contratase un

decorador. Pero el «decorador» se había convertido en «decoradora». Una
D'0nofrio, ni más ni menos.
—Espere un momento... ¿Cómo que una de las razones? ¿Qué otra razón puede

haber para que mi tía la haya contratado?
_______ levantó una ceja.
—¿No lo sabe?

Nick experimentó una especie de mareo. Pero no quería considerar esa

posibilidad.
—No tengo ni la más remota idea.
_______ D'0nofrio se inclinó hacia delante.
—¿Ni idea?
—Ni idea.

Casi podría creer que aquella chica intentaba torturarlo. Pero _______ no podía
saber el efecto que ejercía en él. Nick se enorgullecía de controlar todas sus
relaciones, especialmente las relaciones románticas. Quizá Kimberly había
decidido ingresar en un convento precisamente porque a él se le daba muy bien
esconder sus sentimientos.

—¿Sabe que su tía lee los posos del café?
—Desgraciadamente.
—Lo que no sabe es que ha leído mis posos... y los suyos. Por alguna
inexplicable razón, su tía piensa que estamos hechos el uno para el otro.

Nick contuvo un gemido de angustia. Sus peores miedos se veían confirmados.
—Imposible.

—Estoy de acuerdo —asintió ella, apartando un rizo castaño de su cara—,

Madame Sophie no quería decírmelo porque cree que un romance debe seguir

su curso natural, pero...

—¿Pero qué?

—Pero entonces vio lo disgustada que estaba con usted por haber despedido

a Ramón. Creo recordar que incluso lo llamé varias cosas... en el calor del

momento.

—¿Por ejemplo?

Ella parpadeó, con gesto inocente.

—No me acuerdo.

—Ya.

—Por supuesto, Madame Sophie pensó que así no íbamos a ninguna parte y

decidió contarme que había leído los posos del café. Según ella, luchar contra el

destino sólo dificulta las cosas. Su tía parece una mujer muy decidida.

Decidida era un eufemismo. Sophie Callahan no era capaz de mover montañas
literalmente, pero había causado un par de avalanchas en sus tiempos. Y si
estaba decidida a encadenarlo con _______ D'0nofrio... Nick sintió un escalofrío.

Claro que esa misma determinación le había salvado el cuello en más de una
ocasión. Si no fuera por Sophie, él podría no estar allí, dispuesto a rechazar la
increíble propuesta de _______.

Para ser una D'0nofrio, parecía agradable. Pero era evidente que no podía ser
la mujer de su vida. Nick hizo una lista de defectos: un cuerpo de muerte, un
rostro de belleza clásica, bastante mal genio y, lo peor de todo, un hermano
llamado Ramón.

No, _______ no podía estar en su lista de posibles candidatas.

—¿Qué le parece? ¿Hacemos un trato?

A pesar de sus defectos, le costaba mucho trabajo rechazarla.

—Me siento halagado, señorita D'0nofrio...

—Llámame _______.
—_______ —dijo él, añadiendo otro defecto más a la lista: tenía la manía de
interrumpirlo—. Me siento halagado por tu generosa oferta, _______. Admiro la
lealtad que sientes por tu hermano y hasta dónde quieres llegar para ayudarlo,
pero no puedo.
—Haría cualquier cosa por Ramón —volvió a interrumpirlo ella—. La familia es muy
importante para mí.

—Para mí también.
La lealtad a la familia era fundamental en su lista de requisitos para encontrar
esposa. Él sabía perfectamente cómo una traición puede romper una familia...
pero en el caso de _______ D'0nofrio no era suficiente.

—¿Tu familia es verdaderamente importante para ti? —preguntó ella entonces.

—¿Qué tiene eso que ver con tu oferta de acostarte conmigo?

_______ lo miró, perpleja. Y después soltó una estruendosa carcajada.
—¿Acostarme contigo?

—¿De qué te ríes? Es lo que acabas de decir. Que si contrato a tu hermano te
acostarías conmigo.
—Esto es demasiado... ¿Qué clase de mujer crees que soy?

—Yo...
—¿Y qué clase de hombre aceptaría esa proposición? ;

—Creo que no me has entendido...
—He conocido a muchos machistas en mi vida, pero no sabía que hubiera hombres
como tú.
—Si me dejaras terminar una frase sabrías que no tenía intención de aceptar la
oferta —dijo Nick, con los dientes apretados.
Pero en lugar de calmarla, sus palabras parecieron ofenderla.

Pues le subi un cap extra ;) mañana subo más las quiero!

por **Ciin :)** Miér 04 Abr 2012, 7:53 pm

jajajajaja
quien la entiende a la rayis ..
se ofende por la proposicion falsa ..
y despues cuando nick lo quiere arregar ..
se ofende por que la rechaza ! :P
jajajajajajaja
aii dios ..
buenisimoo el cap
siiiguelaaaaaaaaaaaaaaaaa

por **Sunny** Jue 05 Abr 2012, 9:52 am

Amo a la rayis!
Es tan dfhfjksdhrfuesrhues
Siguela Pronto!

por **aranzhitha** Jue 05 Abr 2012, 11:05 am

aww me encanto siguela

por **Ciin :)** Jue 05 Abr 2012, 2:24 pm

siiigueeeeeee :)

por Contenido patrocinado

ϟ hypatia. aka Kate. MP ϟ Ver perfil.	ϟ dépayser aka Lea. MP ϟ Ver perfil.
ϟ youngjae aka . MP ϟ Ver perfil.	ϟ Stark. aka Cande. MP ϟ Ver perfil.

ϟ Legendary. aka Steph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ chihiro aka Zoe. MP ϟ Ver perfil.
ϟ Kurisu aka Teph. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Calore aka idk. MP ϟ Ver perfil.

ϟ ego. aka Kalgh/Charlie. MP ϟ Ver perfil.	ϟ Asclepio. aka Gina. MP ϟ Ver perfil.
ϟ mieczyslaw aka Alec. MP ϟ Ver perfil.