wrong ways

Parte 1

—Sabía que no debía decírtelo. —Murmuro Remus mientras acariciaba el cabello de Elenna, la cual lloraba sobre una de las mesas vacías.
 
—¿Mi padre es un asesino? —Le pregunto entre lágrimas, el asintió. —¿Y el hombre que me dio su apellido también?
 
—Elenna conocí a Sirius y sé que él no haría algo así, pondría mis manos en el fuego por él.
 
—¿Entonces por qué no hiciste nada?
 
—Cuando llegué a buscar a Sirius ya era muy tarde.
 
—Me mentiste. —Murmuro la chica. —Me dijiste que apenas conocías a Sirius, él te eligió como mi padrino.
 
—Lo siento Merlina, le prometí a tu madre que nunca te diría nada acerca de esto.
 
—Rompiste tu promesa.
 
—Lo hice. —Asintió cabizbajo. —Sirius es un animago. —Le hizo saber.
 
—Un perro negro. —Elenna seco sus mejillas mojadas con la manga de su camisa. —¿Sirius es el que me siguió en la enfermería?, ¿Cómo consiguió entrar?
 
—No sé cómo logro entrar.
 
—Peter Pettigrew está vivo. —Murmuro. —Harry odia a Sirius.
 
—¿Y tú? —Le preguntó mirándola a los ojos.
 
—No, no puedo odiar alguien que no conozco. —Confesó. —¿Por qué no le cuentas a Harry la verdad?
 
—La sabrá, a su debido tiempo.
 
—Remus, ¿Él me quería? —Buscó saber temerosa.
 
—Claro que si Elenna, se enamoró de ti mucho antes de que nacieras. —Manifestó con una pequeña sonrisa y la mirada perdida. —Cuando naciste él estaba muy emocionado, buscó unos libros muggles sobre bebés, no quería equivocarse contigo.
 
—¿Quién más sabe que soy su hija? —Frunció el ceño, acaso todos se lo habían ocultado.
 
—Dumbledore, McGonagall, los miembros de la orden.
 
—¿La orden?
 
—Ya es suficiente información por hoy.
 
—Tengo una última pregunta, ¿Es posible que Tessa sepa algo de esto?
 
—Ella lo sabe. —Admitió. — Tessa vivió con ustedes, tu madre y Sirius se hicieron cargo de ella, hasta que pasó lo que pasó y Rosie la entrego a Andrómeda Tonks.
 
—¿Cómo lo recuerda?
 
—Hay un álbum de fotos, tu madre lo hizo. —Buscó dentro de su bolsillo, en este había una vieja fotografía de dos pequeñas niñas. —Se lo dio a Tessa para que los recordara, ella me dio esta foto cuando tenía siete años, quería saber quién era la niña a su lado.
 
—Debería agregarla a la lista de las personas que me mintieron. —Se levantó de la silla y miró a Remus con una sonrisa triste. —Gracias por decirme la verdad.
 
Dicho esto, abandonó la sala. Debía hablar con Tessara inmediatamente. Encontrarla no fue difícil, estaba en la sala común de Gryffindor, junto a Liv, Fred y George.
 
—Tessa. —Llamó su atención, la nombrada la miro y quedó sorprendida al ver el rostro de su amiga.
 
—¿Estás bien?, ¿Estuviste llorando? —Se levantó rápidamente y camino hacia ella.
 
—Necesito hablar contigo. —Murmuró, miro a Liv la cual parecía preocupada, le dio una pequeña sonrisa tranquilizadora antes de continuar. —Debe ser en privado.
 
—Está bien. —Susurró y tomó su mano para llevarla a la habitación que compartían.
 
Una vez dentro se aseguró de que nadie estuviera dentro y cerró la puerta. La miró esperando a que le dijera la razón de su conversación.
 
—¿Somos amigas?
 
—Claro que sí. —Respondió Tessa. —¿Por qué la pregunta?
 
—¿Por qué no me lo dijiste?, entiendo que los dos primeros años no hablábamos, pero creí que ahora éramos cercanas.

—No sé de qué hablas. —Parecía confundida.

—Sabias que era hija de Sirius.

La confesión pareció descolocar a Tessa por unos segundos, soltó un suspiro y asintió.

 
—Puedes pasarme eso, lo romperás. —Thalé quito de las manos de Blaise un libro color negro.

—¿Cómo rompería eso?

—Te conozco mejor de lo que crees. —Rodó los ojos la chica.

—¿Es tu forma de decir te quiero?

—Es mi forma de decir que si vuelves a tocar mis cosas cortare tus manos y se las daré de comer a las lechuzas.

—Pesada. —Murmuró ganándose una mala mirada de la chica.

—¿Discutirán todo el día? —Preguntó el chico Malfoy.

—Molestan a la princesa de Slytherin. —Se burló Cath dejándose caer en uno de los sofás de la sala común.

Draco la miro molesto, odiaba ese apodo.

—¿Han visto a Theo? —Preguntó Artemisa, la cual acababa de llegar.

—No, pero aquí estoy yo. —Respondió Blaise con una sonrisa coqueta.

—Piérdete. —Dijo la chica. Apretó la mejilla de su hermano y se fue hacia las habitaciones.

—¿Algún día superaras que no te quiere? —Le preguntó Thalé al moreno.

—No. —Articuló con una sonrisa. —Aunque ya tengo otra en la mira.

—¿Quién? —Cuestionó Cath.

—Calista Diggory. —Confesó llevando una mano a su corazón con dramatismo.

—Cedric te mata si respiras cerca de ella. —Le advirtió Thalé.

—Cualquier persona querría matar a Blaise luego de convivir con el media hora. —Habló un recién llegado Mattheo, tomó asiento a un lado de Cath.

—Yo lo haría. —Thalé estuvo de acuerdo.

—Me voy, hoy es la ejecución del estúpido pollo de Hagrid. —Malfoy abandono la sala en donde se encontraban dejando a los chicos confundidos.

—Debo decir que no me agrada la idea de que esa cosa sea sacrificada. —Murmuró Cath.

Todos los presentes asintieron de acuerdo. 


Alina caminaba apresurada, le había prometido a Adrianne que estudiaría con ella en la biblioteca. El tiempo se le había pasado rápidamente y ahora iba retrasada.

—Demonios. —Murmuró molesta, los pergaminos y libros que llevaba en sus manos habían resbalado y ahora se encontraba dispersos en el suelo.

—¿Te ayudo? —Dijo la dulce voz de Neville Longbottom.

La chica se detuvo unos segundos a mirarlo antes de asentir. Le parecía que era un chico bastante dulce, eso lo había notado desde el primer año.

—¿A dónde ibas tan apurada?

—A la biblioteca, Adri está esperándome. —Respondió ella recogiendo uno de los libros.

—Si quieres puedo acompañarte. —Murmuró nervioso. —Solo si quieres, parece que necesitabas ayuda.

—Eso estaría bien. —Le sonrió la chica.

Alina no pudo evitar observar el evidente sonrojo de Neville. Se limito a no comentar nada ya que no quería incomodarlo, solo disfruto de su compañía por unos minutos.
 

—Sabes que no quería dañarte. —Dijo Tessara.

Lenna asintió, lo sabía, de todas maneras, no podía evitar la punzada de decepción que se instalaba en su pecho. Suponía que Tessa aun no confiaba lo suficiente en ella.

—Hablaremos luego. —Le dio una pequeña sonrisa tranquilizadora y dejo la habitación rápidamente.

Abandono la torre de Gryffindor, no tenía un destino en concreto, pero sentía que sus pulmones necesitaban un poco de aire fresco. No llego muy lejos ya que una figura masculina la distrajo.

“Hazlo.” Murmuro una voz en su cabeza, dudo unos segundos antes de correr tras el hombre.

Se sentía como una intrusa al violar la privacidad de su padrino.

“Lo eres” Repitió la molesta voz.

La casa de los gritos era su destino, no supo porque, pero una sensación de temor inundo su pecho. Ingreso a esta, siguiendo cuidadosamente cada uno de los pasos de su padrino. En un abrir y cerrar de ojos, este desapareció.

—¿Qué pas… —Su voz fue ahogada por la mano de Remus.

—No deberías estar aquí. —Dijo molesto. —No dirás nada, solo sígueme y no interfieras.

La menor asintió, nunca había visto a su padrino tan hosco. Subieron unas viejas escaleras hasta llegar a una puerta desde la cual provenían voces.

Con un movimiento brusco Remus ingreso a la habitación, saco su varita y hábilmente pronuncio la palabra “Expelliarmus”. La varita de Harry voló detrás de él, este se encontraba sobre un hombre de apariencia andrajosa. El profesor le hizo un gesto a Potter para que se alejara.

—Vaya, vaya, Sirius. —Dijo Lupin. —Luces muy andrajoso, por fin tu carne refleja tu demencia interna. 

Elenna permaneció contra la pared a un lado de la puerta, la escena parecía irreal, el hombre que suponía ser su padre se encontraba frente a ella. Después de años.

—Pues tu eres experto en demencia interna, ¿No, Remus?

Fue la respuesta del prófugo, luego de intercambiar una sonrisa, Remus lo ayudo a levantarse. Se unieron en un fuerte abrazo fraternal, mientras intercambiaban palabras.
Elenna parecía ignorar lo que sucedía a su alrededor, su mirada estaba fija en Sirius Black. Sus movimientos frenéticos, solo veía su boca moverse, mientras le reclamaba a Remus.

—Yo se porque, traicionaste a mis padres. —Intervino Harry. —Murieron por tu culpa.

—¡No! —Fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Lenna. —No es así, Harry, no fue el.

La mirada de Sirius se clavo en ella. Ya no era la pequeña niña que había abandonado en contra de su voluntad.

—Un hombre traiciono a tus padres, pero fue un hombre que hasta el día de hoy pensé que estaba muerto. —Lenna observo la confusión en los rostros de sus compañeros.

—¿Quién lo hizo? —Preguntó Harry.

—Peter Pettigrew. —Dijo Sirius. —Y esta en esta habitación justo ahora, vamos, vamos Peter, vamos aparécete ya.

Snape interrumpió los llamados de Sirius, conjuro un Expelliarmus que arrojo la varita que Remus le había entregado a Black.

—La venganza es dulce, esperaba ser yo quien te atrapara. -Mencionó el profesor con su voz monótona.

—Severus yo. —Lupin no alcanzo a terminar su frase ya que fue interrumpido por Snape.

—Le dije a Dumbledore que estabas ayudando a un viejo amigo en el castillo y ahora aquí está la prueba.

—Brillante Snape, volviste a emplear tu mente aguda y penetrante, y como siempre equivocaste la conclusión, ¿No? —Las palabras llenas de ironía, provenientes de Sirius, llenaron la habitación. —Ahora si nos disculpas, Remus y yo tenemos un negocio pendiente que. —La voz del hombre desapareció en cuanto Severus acerco la varita a su garganta.

—Dame una razón, te lo suplico. —Con su varita presiono firme el cuello de Sirius.

—Severus no seas tonto. —Dijo Remus

—No puede evitarlo. —Respondió el hombre, que antiguamente era llamado Canuto.

—Sirius cállate.

—Cállate tú Remus.

—Cállense los dos, pelean igual que un viejo matrimonio. —Los interrumpió Snape.

—Porque mejor no te vas a jugar con tu juego de química. —Se burló el prisionero.

—Puedo matarte. —Le amenazó con su varita. —Pero por que rechazar a los dementores, ellos están ansioso por verte, ¿da un poco de miedo?, si, el beso del dementor. —Avanzo unos pasos, obligando a Sirius a hacerlo.- Imagino que es algo insoportable de ver, pero yo me esforzare.

—Severus por favor. —Intervino Remus.

—Después de ti. —Incito a Sirius a salir por la puerta que habían usado para entrar.
Harry conjuro un Expelliarmus en contra de Snape, el cual lo estrello contra un viejo inmueble.

—Harry, ¿Qué hiciste?— Preguntó Ron consternado.

—Atacaste a un maestro.— Aseveró Hermione.

Harry ignoro a sus amigos y se enfoco en pedirles a los mayores que hablaran de Peter.
Lenna se movió nerviosa hacia la esquina en la cual se encontraban Ron y Hermione. Se encontraba algo anonadada por los sucesos de los últimos minutos.

—Pettigrew esta vivo, y esta ahí.— Manifestó Sirius, apuntando a Ron.

—¿Qué? —Preguntó Lenna confundida.

—Pero, ¿por qué cree que yo…?— Preguntó el pelirrojo, tembloroso.

—No tú, tu rata. —Aclaró Black.

—Scabbers lleva en mi familia…

—Doce años, una larga vida para una simple rata. —Indicó. —Le falta un dedo, ¿cierto?

—¿Eso que?— Cuestionó Ron.

—Todo lo que quedo de Pettigrew fue su… —Dijo Harry.

—Dedo. —Lenna finalizo la oración de Potter.

—El cobarde se lo corto para que pensaran que estaba muerto.— Continuó Sirius, se acerco unos pasos a Ron. —Y luego se transformó en una rata.

—Demuéstrame. —Ordeno Harry.

Sirius forcejeo con Ron para quitarle la rata.

—Dásela Ron. —Las palabras de su amigo lo hicieron ceder.

La rata fue dejada en un sucio piano, a pesar de los gritos de Ron, en cuanto la rata toco el instrumento esta comenzó a correr y las varitas se movieron intentando alcanzarla. Cuando esta corrió hacia un pequeño agujero en la pared fue cuando pudieron transformarla.
Un hombre haraposo se mostro ante ellos, al parecer la vida de rata le había afectado.

—Remus, Sirius. —Reconoció a sus amigos con falsa alegría.

—¿Elenna? —Pregunto cuando su mirada recorrió la habitación, la niña solo se limito a asentir. El hombre hizo ademan de acercarse, pero la amenaza de Sirius lo detuvo.

—Un paso más en su dirección y volveré a Azkaban por tu muerte.

El animago solo dio un asentimiento, su mirada fue esta vez a Harry.

—Harry, mírate, eres igual a tu padre, a James. —Se acercó unos pasos a él.
Sirius y Remus intervinieron alejándolo de Harry.

—¿Cómo te atreves a hablarle?, ¿Cómo osas a hablar de James en frente de él? —Dijo Sirius molesto.

—Vendiste a Lily y a James a Voldemort, ¿cierto? —Preguntó Remus.

—No era mi intención hacerlo, el, no imaginan la clase de armas que posee. —Chilló Peter. —¿Qué hubieras hecho tú Sirius?, contesta.

—Hubiera muerto, hubiera muerto antes de traicionar a mis amigos. —Confesó.

Peter intento correr hacia la puerta, pero el cuerpo de Harry se interpuso en la salida. El hombre se acerco a el en busca de ayuda.

Con un rápido movimiento Remus y Sirius nuevamente lo alejaron de él, esta vez no dudaron en apuntarlo con sus varitas.

—Debías saberlo Peter que si Voldemort no te mataba nosotros sí. —Aseguró Sirius.
Harry interrumpió el conjuro que Sirius estaba verbalizando.

—Lo llevare al castillo. —Peter anticipo sus agradecimiento al menor. —Dije que iremos al castillo, para que los dementores te lleven.

Elenna fue la primera en abandonar la casa de los gritos, detrás de ella iban Harry, Ron, Hermione y Sirius. La chica se mantuvo a ajena a todo mientras escuchaba como sus amigos incitaban a Harry a unirse a Sirius, el cual observaba el castillo. Hermione le dirigió una mirada que le brindo seguridad, lentamente se acerco hacia el lugar en el cual se encontraban Harry y Sirius.

—Deberías hacerlo, cualquier lugar es mejor que con tus tíos. —Opinó Lenna al escuchar la oferta que Sirius le hacia a su ahijado, vivir juntos.

Si Elenna no conociera la situación de Harry, se hubiera dejado llevar por el pequeño sentimiento de celos que se instaló en su pecho.

—Eres el vivo reflejo de tu madre. —Murmuró Sirius con una sonrisa nostálgica en los labios, vacilo unos segundo antes de hacer la pregunta que luchaba por salir. —¿Puedo abrazarte?

Lenna asintió con lagrimas en sus ojos castaños, rápidamente los brazos de Sirius la rodearon en un fuerte abrazo, al cual Harry fue unido por la mano de Elenna.

—¿Ustedes son amigos? —Preguntó el mayor luego de que se separaron.

Harry asintió.

—Elenna le ha ayudado a Hermione a cuidarme.

—No es tarea fácil ser amiga de Harry. —Bromeó la chica dándole una sonrisa a su amigo.

El momento fue interrumpido por Hermione la cual apuntaba la luna llena.

Lenna supo que lo que se venia no sería nada fácil.

Holaa: