Forever and Always. (Nick & ____) TERMINADA

Juré haber comentado, esto es raro.....
Pero bueno, si yo también supongo que Kate no es tan mala...pero le va a costar ganarse mi confianza(? haha tu nove es genial y me ENCANTA tu forma de escribir y Nicholas, por supuesto haha, sube más :]

Maaaaaaaaaás :]

Me fue de vacaciones siento no haber comentado, no hay nada....sube máas:[

Qué pasó?

Aaaay chicas perdonenme enserio! Antes de ayer volví de vacasiones y ayer e enteré que mi primo va a ser papá así que estoy muy felíz, ademas el tweet de Joe AAAAA presiento que Febrero se viene con todo.
Les dejo mi twitter: @GiaanniJonas
Este es mi ask: http://ask.fm/giannijonas
Y ahora les traigo novela, ya está por terminar :D


Capitulo catorce.

Tres semanas después.

En estas últimas semanas todo había cambiado, por suerte lo había hecho para mejor. Mi felicidad traspasaba los límites de cualquier cosa. Me había ido a vivir con Nicholas, y visitábamos a mi madre como mínimo 3 veces a la semana. Ella estaba cambiando también, y eso nos ponía a todos felices.
Nicholas había conseguido un trabajo como profesor particular de guitarra, y cada tanto venían niños muy entusiasmados a las clases que mi novio les proponía, las cuales se llevaban a cabo en el mismo departamento donde vivíamos. Yo me entretenía viéndolo lidiar con esos niños, o cuando ambos tocaban juntos la guitarra, simplemente era genial. Cada día me enamoraba más y más de él, con sus caricias, sus besos, con su todo, él era simplemente el hombre perfecto para mí.
Me paré de la cama corriendo y fui hasta el baño, para vomitar todo lo que había desayunado. Hacía días que venía mareándome, con dolor de cabeza y vómitos. De seguro en unos días se pasaría, y todo volvería a la normalidad.
–– Oh, oh, oh. –Dijo Nick atravesando la puerta de entrada, corrió a mi lado y sostuvo mi pelo mientras volvían mis sentidos.- ¿Estás bien? –Me paré y enjuagué mi cara en el lavatorio para luego cepillar mis dientes.- Creo que deberíamos ir al hospital, ya hace días que vienes así. – Lavé mi boca y volteé a verlo.
–– Estoy bien, Nick, enserio. Debe ser algún virus, ya se pasará en unos días. –le sonreí para darle ánimos, y me acerqué para besar sus labios.
–– ¿Quieres algo para tomar? –asentí con la cabeza. Lo vi salir por la puerta, suspiré. Definitivamente tendría que ir al médico.
–– Nick, no te preocupes, acabo de recordar que tengo que ir a comprarle algo a Marie. –le dije mientras salía de la habitación y tomaba mi bolsa.
–– ¿Te acompaño? –preguntó saliendo de la cocina con el vaso de agua. Lo tomé y bebí hasta la última gota.
–– No, gracias. Vuelvo en un rato. Te amo. –besé sus labios y salí por la puerta.

Estaba sentada en la sala de espera del hospital, esperando que me llamen para que me entregaran los análisis que me habían hecho hace unos instantes. Me mareé un segundo, por lo que apoyé mi cabeza contra la pared y largué un largo suspiro. Tardarían una hora en dármelos, por lo que me dirigí a la cafetería y pedí un té de menta. Unos minutos más tarde la taza yacía en mis manos, bebí de a poco para no quemarme con aquel caliente líquido. Cuando lo hube terminado, pagué la cuenta y me dirigí nuevamente a aquella sala de espera.
–– Señorita Johnson. –llamó una enfermera con un sobre en su mano. Me paré y caminé hacia ella.
–– Soy yo. –me sonrió tiernamente y me entregó el papel blanco. Me senté en un banco, mis manos temblaban de los nervios ¿Si tenía alguna enfermedad grave? Abrí aquel sobre para sacarme todas las dudas, leí todo el papel, mis ojos se empañaron de lágrimas. ¿Qué haría ahora?
–– ¡Eso es imposible! –escuché un grito proveniente del pasillo, pude distinguir aquella voz, era mi madre. Guardé el papel en el sobre y éste en mi bolso. Corrí hacia mi progenitora la cual lloraba desconsoladamente.
–– ¿Qué pasa? – del pregunté cuando ya estaba a su lado. Me abrazó con fuerzas.
–– M-me aca-ban d-de llamar diciendo que encontraron a tu padre vivo. – Quedé en shock por unos minutos, con mis ojos se llenos de lágrimas. Mucha información para el día de hoy.
–– Tiene que haber un error. – Miré a la enfermera.- . Eso es imposible, yo asistí a su funeral. – sonreí irónicamente. Aquella mujer se encogió de hombro e hizo un mohín.
–– Pudo haber habido una equivocación de cuerpo, sino me equivoco la persona la cual estaba dentro de aquél ataúd estaba muy destrozada a causa de un accidente, por lo cual no se pudo distinguir bien su cara. En cambio el hombre que encontramos anoche, a un costado de la ruta, es igual a la persona que ustedes buscan, y su ADN coincide. –explicó.
–– ¿¡Antes no hicieron una prueba de esas!? –grité, estaba histérica, las lágrimas corrían por mis mejillas como una catarata.
–– No. –respondió con tranquilidad para luego dar la vuelta y seguir con su trabajo.
Caí tal bolsa de papas sobre una silla de allí, lloraba desconsoladamente sin entender nada, ¿mi padre estaba vivo?
Tomé mi teléfono y marqué a Nick, sonó dos veces y luego escuché su voz.
–– Amor, ¿Dónde estás? –habló preocupado.
–– En el hospital, encontraron a mi papá… vivo. Por favor ven, te necesito. –mi voz se quebró para dar lugar a más lágrimas.
–– ¿Qué? –estaba atontado, lo podía notar en su voz.
–– Como lo escuchaste. –suspiré, intentando tragar mis lágrimas. – Ven, por favor. –susurré.
–– Voy enseguida. –colgó. Coloqué el teléfono nuevamente en el bolso y caminé hacia mi madre.
–– Mamá, tranquilízate. –intenté calmarla. Sentí como su cuerpo se aflojó en un momento para luego caer al suelo.- ¡Mamá! – Me arrodillé a su lado mientras daba pequeñas palmadas en su cara para que reaccionara. Una enfermera se acercó a mi lado, y llamó a otra mujer para que trajera una camilla.
–– Es solo un desmayo. En unos minutos se despertará, quédate tranquila. – dijo para luego sacarla de allí.
Esperé varios minutos sentada en aquella sala, sentía como si mi alma no estuviese en mi cuerpo, estaba paralizada, ni siquiera lágrimas salían de mis ojos.
–– _____ -susurraron a mi lado. Pude reconocer su voz al segundo. - ¿Estás bien? – me paré rápidamente y lo abracé, comencé a sollozar en su hombro mientras él me presionaba cada vez más hacia su cuerpo. – Ya, mi amor, ya está todo bien. –murmuró tiernamente intentando calmarme, acariciaba mi espalda lentamente. Si supiera lo que le tenía que decir no estaría tan tranquilo.- Ya sé que es una noticia difícil de asimilar, pero mírale el lado bueno: no lo perdiste, él sigue en este mundo. –me separé de él para mirarlo a los ojos.
–– No es solamente eso… hay… hay algo más. –tartamudeé. Nick me miró confuso.-. Siéntate. - hizo caso a mi pedido y yo me senté a su lado. Tomé su mano, las mías temblaba. ¿Qué pasaría si huía de mí? ¿Qué pasaría si me dejaba? ¿Qué haría yo con esto que llevaba dentro? Tenía miedo, miedo a todo. Suspiré, pase lo que pase después el tenía que saber qué era lo que pasaba. Solté sus manos para tomar mi bolso y sacar el sobre que me habían dando minutos antes, lo coloqué en sus manos. Me miró confundido y lo abrió lentamente; sacó el papel del análisis, y lo leyó con cuidado.
–– Estoy embarazada. –susurré nerviosa. Sus ojos se abrieron de golpe y el papel calló al suelo. Comenzó a negar con la cabeza, sus manos temblaban y sus ojos se habían llenado de lágrimas.
–– Esto no puede ser cierto. –Se levantó de allí y caminó hacia la salida. Me había dejado, o mejor dicho: nos había dejado.
Lo había arruinado todo, lo sabía. Intenté tranquilizarme mientras millones de lágrimas invadían mis mejillas. Me paré y sentí un leve mareo, suspiré, sequé mis lágrimas, y salí por la misma puerta que había visto salir a Nicholas. Y ahí estaba él, sentado en un banco con la cabeza entre las manos, podía notar como su pecho subía y bajaba rápidamente y gotas de agua rebalsaban de sus manos. Me acerqué lentamente hacia él y me senté a su lado. Se sobresaltó al sentir mi presencia, y me miró a los ojos, definitivamente estaba llorando.
–– No necesitas hacerte cargo sino quieres. – Comencé a decir. Sequé las lágrimas que caían por mi mejilla con mi mano, y volví a hablar- Voy a entender si quieres dejarme, y hacer como si nunca hubiese existido en mi vida. Yo me puedo hacer cargo sola de esto, no te preocupes por mí, te mandaré fotos cuando el niño nazca, si quieres, claro. – Esperé unos segundos, necesitaba que él dijera algo, pero lo único que hacía era verme atónitamente, como si yo fuese un fantasma. Me levanté de donde estaba.
–– Voy a ser papá. – dijo conmocionado. Me volteé a verlo, tenía una sonrisa en el rostro y un brillo especial en los ojos, y muchas lágrimas saliendo de ellos, que ahora no sabía si eran de felicidad o tristeza.


Todo por hoy :D

Me encanta este capítulo, como dejamos volar la imaginación ese día, JAAJJAAJAJA. Las barbaridades que decíamos. Seguila ya, o abstente a las consecuencias. TE AMO TROLA.

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh voy a tner un hijo :D siguela me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Holaaaaa, muchsímas gracias a TODAS por comentar. Enserio. La novela está por terminar, yo creo que va a ser uno o dos capítulos más y el epílogo.


Capitulo quince.

Se paró de donde estaba sentado y se posó frente a mí. Acarició mi abdomen con delicadeza, y volvió a susurrar:
–– Voy a ser papá. – Lágrimas corrían por las mejillas de ambos. Posé mi mano sobre la suya y le sonreí.- Voy a ser papá. –repitió para convencerse a sí mismo. Con mi mano libre acaricié su mejilla y borré todas las lágrimas que había en ella. Ya no existía nada, solo él, yo y nuestro hijo.
–– Sí Nick, vas a ser padre.- hablé delicadamente. Sacó su mano de mi vientre para enredar sus brazos a mí alrededor, estrechándome hacia él en un hermoso abrazo. Besó mi cabello, recostó su mejilla en él y suspiró. Me separé lentamente para verlo a los ojos, de los cuales seguían saliendo lágrimas, al igual que de los míos. Tomó mi rostro entre sus manos y susurró:
–– Soy el hombre más feliz del mundo, y todo te lo debo a ti.
–– No Nick, no me lo debes a mí, se lo debes a él. –respondí colocando mis manos en mi abdomen. Sonreímos mutuamente. – De verdad creí que no me querrías ver más. –murmuré agachando mi mirada.
–– De verdad nunca te había escuchado decir tantas idioteces como las que me dijiste hoy. -rió.- Yo fui parte de esto, también es culpa mía, ya se que somos jóvenes, muy jóvenes, y que posiblemente hubiese sido mejor esperar un par de años para ser padres, pero no me importa. En mi vida había estado tan feliz como ahora; hasta ¡Mírame! –Señaló su rostro con un dejo de diversión.- hasta estoy llorando de la emoción. No sé si esto está bien, o si está mal, pero me hace feliz. –Susurró. Calló por unos segundos y continuó: - y espero que a ti también te haga. –Sonreímos mutuamente y nos fundimos en un beso, lleno de amor y ternura. Todo era tan perfecto, pero aún tenía una sensación mala en el cuerpo, me seguía sintiendo triste.
–– Nick –me separé de él rápidamente. Sus labios rozaban los míos. Murmuro un “¿Hmm?” mientras con su lengua delineaba el contorno de mi boca, haciéndome delirar. – N-nick –volví a llamarlo.- Nick, para.- le ordené. Se separó de mí rápidamente y me miró con preocupación.- ¡Mi mamá! –le recordé. Tomé de su mano y corrí hasta la puerta del hospital, para ingresar allí dentro.

–– ¿Familia Johnson? –llamó un médico. Me paré de mi asiento y me dirigí hacia aquel hombre. Mi novio llegó rápidamente a mi lado y me tomó de la cintura, aferrándome a él.
–– Nosotros. –Le dije.- ¿Ya sabe algo sobre mi madre? –pregunté preocupada.
–– Oh sí, su madre está bien, solamente fue mucha información por el día. Se encuentra en reposo. –Informó.- Los llamaba para hablarle de su padre… -esperó unos segundos y volvió a hablar.- bueno, primero que nada, quería disculparme por todos los errores que hemos cometido. Sé que no debió ser fácil velar a alguien pensando que era tu padre, cuando no era así. Así que te pido las más grandes disculpas, tanto de mi parte, como del hospital, y todas las personas que tuvieron algo de culpa en aquel hecho. –Asentí con la cabeza. Y le pedí que siguiera: - Este hombre, el que encontramos, sí es su padre. Ya hicimos todos los estudios posibles, y todos dan positivos. Él está bien, lo encontramos a un costado de la autopista con su auto, había chocado, pero él salió casi ileso, solo se rompió una pierna.
–– ¿Cómo es que estuvo todo este tiempo ahí tirado? –cuestioné.
–– No estuvo todo este tiempo ahí, nosotros lo encontramos ahí. –Explicó.- No tenemos idea dónde se encontraba antes.
–– ¿Lo puedo ir a ver?
–– Claro. Síganme. –Miré a Nicholas con los ojos cristalizados. Me abrazó por unos segundos y besó mis labios, dándome fuerza para seguir adelante.
Entramos en el ascensor, presionó el piso tres. Minutos después ya nos encontrábamos en aquel lugar. Nos paramos frente a una habitación con el número 361 en la puerta. La abrió lentamente, dejando ver al hombre que me dio la vida.
–– Papá –Susurré. Aquel hombre me miró desconcertada, pero luego sus mejillas estaban empapadas en lágrimas. Corrí hacia él y lo abracé. Era él, y estaba vivo. Lo abracé con fuerza mientras lloraba en su hombro, y él se dedicaba a acariciar mi pelo.
–– Ya mi amor, no llores. –me separó de él, y besó mi mejilla.
–– Eres un estúpido. –murmuré mientras secaba mis lágrimas con mi mano. Acaricié su mejilla.- Júrame que esto es verdad, que de verdad estás acá vivo, por favor. No toleraría perderte de nuevo. –Lo volví a abrazar.
–– Esto es real, princesa. Estoy aquí, vivo, y con mi hija. Todo está bien.
–– Te amo papá. –lloré desconsoladamente en su hombro durante media hora.
–– Ya, deja de llorar. –se separó de mí. Intenté sonreír, pero lo único que logré fue una mueca. Mi padre miró a mí alrededor, y sus ojos se posaron en la puerta, me volteé a ver qué era lo que llamaba su atención, y ahí estaba Nicholas, apoyado en el marco de ésta, con una gran sonrisa en el rostro. Caminé hacia él y tomé su mano, para acercarlo donde se encontraba mi padre.
–– Bueno papá… te presento a mi novio, Nicholas. –sonreí. Nick estiró su mano y mi padre la tomó con gusto.
–– Es un placer señor. Es un placer saber que está bien, y conocerlo. –Mi padre estaba feliz lo podía notar en sus ojos.
–– Oh no, el placer es mío. Y soy el padre de tu novia, no tu jefe, tutéame. –Todos reímos. Amaba esa faceta de mi padre que siempre te hacía reír cuando estabas nervioso. Tal vez mi madre se había enamorado de él por eso, por eso y las otras miles de virtudes que tenía. Pero claro, ahora ella estaba saliendo con ese tal Federick, ¿Qué pasaría ahora?

Todo por hoyy