resurrection { Inscripciones abiertas. | nc.

 La música suena fuerte, los vidrios y paredes retumban por el sonido, distante se escuchan los golpes de mi padre en la puerta, o debo decir, puerco que quiere abusar de mi. Los Arctic Monkeys no cesan con 505, una sonrisa se forma en mis labios y comienzo a guardar la ropa en una mochila, una vez, en la que ya esta la mayor parte llena, meto mis cosas importantes, toallas, maquillaje, fotos y dinero. Guardo también el cargador de mi celular, mi mini-portátil y mi libro favorito, "The Lonely Hearts Club". La canción cambia y por arte de magia suena Yellow Submarine de The Beatles, tarareo un poco la canción y abro la ventana, para después salir por esta. Con cuidado y mucha cautela, paso al balcón de mi hermano y de este, paso a la casa del árbol que tiene en frente. Bajo las escaleras y la música cesa, demonios. El idiota de Ben saca su cabeza y me mira con el ceño fruncido, saco el dedo corazón y se lo muestro, para después salir corriendo. Pasa una, dos, tres y hasta cuatro cuadras, hasta donde mi respiración ya comienza a fallar, me detengo y saco el celular, la pantalla marca el nombre de mi hermano; "Aaron". Demonios, me fijo bien donde estoy y me he dado cuenta que, sin pensarlo, he llegado al residencial de su amigo, un suspiro se escapo de mi boca al saber que el tenía a Dustyn, por lo cual, solo me dirigí a caminar directo a la casa de Cameron, el cual, por si me preguntan, es un hijo de puta.  
Llegué a la casa de color miel, con un perfecto '457' marcado en ella, toqué el timbre y de inmediato se abre la puerta de la casa.
—Aaron no esta, por si preguntabas eso.—Y entonces me cerró la puerta; puto Shelley;—¡Entiende que Aaron no esta!
—No vine por el... vine por Dustyn.
—Lo llevo a comer, junto Nash, Matt y Carter.
No me había dado cuenta, pero, Cameron parecía recién salido de la ducha, con una toalla solo en su cadera, escurriendo en agua. Un rubor y fuerte calor invadió mis mejillas, miré al suelo y comencé a jugar con mis manos. Rayos.
—¿Podría esperarlo aquí?—pregunté de una vez haciendo que el se sobresaltará;—Digo, si no te importa.
—Oh... bueno...—díganme inmadura o lo que sea, pero hice un puchero;—Pasa, solo... me vestiré.
Abrió más la puerta y pase por un lado, con cuidado de no tocarlo, miré por dentro la casa, bien amueblada, con colores pálidos pero a la vez hogareños. Con fotos de él y sus hermanos enmarcadas en las paredes. Me dirigí a la sala y me quedé de pie junto al sillón de tres asientos, me sentía tan incomoda, sus padres habían salido de viaje y sus hermanos estudian en una universidad lejos de aquí. Estoy sola, en la casa de un chico, y no solo es cualquier chico, es George Shelley, un maldito amigo de mi hermano, oh y no he dicho la peor parte, él solo esta vestido con una toalla. Mierda.
—¿Quieres subir?
—Ah... emm... n-no..
—A dejar tu mochila junto la de los chicos.—Juraría que mis mejillas no estaban tan rojas como las de el. Me causo ternura y ganas de morderlas.
—Oh sí, claro.—acomodé la mochila y pase por frente de el, subiendo las escaleras de dos en dos, agradezco que no me gustan las faldas. Al llegar a la orilla de las escaleras, vi que habían cinco puertas, una cada ellos, un baño y la habitación principal, nada mal. Sentí algo mojado en mi hombro y vi que era la mano de Cameron, gracias a dios;—¿Cuál es?
—El último... yo me vestiré en el cuarto de mi hermano.—Asentí y camine a la última puerta, la abrí y tuve que sostener mi mandíbula, su cuarto era tan... ¡genial!. Dejé la mochila en la orilla de la puerta y caminé directo a la repisa que tenía, tomé el disco que, extrañamente llamo más mi atención. Era claro, color crema o pastel, pero claro, en el resaltaba las palabras "Suck it and see". Ahogué un grito, el muy idiota tenía mi disco favorito, de mi grupo favorito;—¿Cameron?
—¿Si?—su voz se escucho cerca y giré. Estaba en el marco de la puerta, con un pantalón negro, un sueter de color azul con las iniciales de Nueva York en el centro, junto sus vans y su cabello húmedo al natural.
—¿Escuchas a los Arctic Monkeys?
—Sip, una vez que fui a su casa.—Demonios, se esta acercando.—Escuche una canción... Dustyn me dijo el nombre de la canción y el grupo, dijo que...—oh Dios, esta más cerca, mierda Alice reacciona.—Eran tu secreto, tu capricho y me comenzaron a gustar.
—¿Por que? ¿Por qué me joderías la vida?
—No... porque te gustaban.
—Ew...
—¿Que pasa?
—Dios, eso sonó tan... ¿cursi?
—Vamos Alice ven, vamos abajo. Están por llegar y si te ven en mi habitación.
Dejé el disco donde estaba, con cuidado y comencé a empujar a Cameron para salir, le divertía ya que reía mucho, lo cual me hizo reír, al llegar a las escaleras lo seguí empujando, pero, como suele pasar, calló desde el tercer escalón y por consecuente yo arriba de él. Me levante pero el me volvió a tirar, mi cabeza reboto con el suelo y solté un gemido de dolor, al igual que mi cadera con su parte. Un escalofrío me recorrió la vertebra y reí nerviosa. Odio tener a alguien cerca, más a un chico, más a un amigo de mi hermano. Su rostro estaba a un palmo de mi cara pero se iba acercando, otro escalofrío.
—Cameron, tienes 19...
—¿Y?—dijo con su vista en mis labios, que me incomodo por completo.
—Yo tengo 16...
—¿Y? Eso que me importa, yo te quiero a ti no a tu edad.
—¡Cameron!—grité fastidiada.
—Alice.—Agh.
—¡Alexander!—¡Cállate!
—Jennifer.—¡Se acerca! ¡Haz algo Alice!
—¡Dallas!—gritó alguien detrás de nosotros y vi a mi dulce hermano, que juro me matara. Cameron se levanto torpe y tendió su mano;—Déjala, que su novio Sam viene por ella.
Juro que mis ojos se salen, no, Sam tiene 18 y es un año menor que Cameron, dirá que porque si soy su novia y no la de él. ¿Porque mierda me preocupo?
—Aaron.. el no es mi novio.
—Entonces Trevor.
—¡Dí no a la pedofilia, idiota!
Todos rieron, los Jack's, Nash, Shawn, Jacob, LOX, Dillon, Taylor, Hayes, Matthew y Carter. Subí las escaleras y caminé al cuarto de Cameron, tome mi mochila y la acomodé en mis hombros, volví a bajar y todos estaban esparcidos por la casa. LOX se me acerco y me dio un sonoro beso, reí por las cosquillas que hizo y aseguro que lo dejo marcado, ya que todos comenzaron a reír. Especialmente Cameron, que había comenzado a llorar de la risa, saque un labial de color rojo y pinté mis labios, me acerque a el y le tome la cara entre las manos.
—¿Que demonios?—dí tres besos en su mejilla izquierda y dos en la derecha, y todos pararon de reír. Baje las manos de su cara y las puse sobre sus hombros.
—El que ríe al último... ríe mejor, Dallas.
Y de un momento a otro, sus labios estaban en los míos.