Re: "Echale la culpa a la Oscuridad" (Joe y tu)TERMINADA

por **chelis** Dom 27 Nov 2011, 8:56 pm

oookiissss jejejeje

por **Yhosdaly** Lun 28 Nov 2011, 4:26 am

Y yo me quede esperando los capis prometidosss! :(

por **Feer :)x.** Lun 28 Nov 2011, 7:04 am

aleeeee!
peeerrrrrrdooooooooname♫♪
no eh comentado por una pagina completa! :c
pero estoy estudiando, estudiando y estudiando
porque se me vienen unas pruebas importantes :c
y me quitan el tiempo! -.-
pero enfocandome 1313
andas picarona ale! :B
siguelaaaaa!

por **Julieta♥** Lun 28 Nov 2011, 10:20 am

nueva lectora!!!!

me encanta!!!!

que ira a pasar????!!!!!

siguelaaaaaaaaaaaa

por **chelis** Lun 28 Nov 2011, 8:26 pm

porfaaaaaa

por **Yhosdaly** Lun 28 Nov 2011, 8:27 pm

:lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: :lol!: Alee!!
esas media hora son Eternas o que????
Hare Huelga!!!

siguelaaaaa :lol!:

por **chelis** Lun 28 Nov 2011, 9:01 pm

otro capis

por **jamileth** Mar 29 Nov 2011, 8:15 pm

siguela!!!

por **Yhosdaly** Mar 29 Nov 2011, 8:48 pm

Aleeeee!!!
Morireeeeeeee!!!!!
Siguelaa mujerr
X diossss!!!!
Siguellaaa

Siguela

Siguela

Siguela

Siguela

Siguela

Siguela

por **#Alejandra** Mar 29 Nov 2011, 10:34 pm

julieta_black escribió:nueva lectora!!!!

me encanta!!!!

que ira a pasar????!!!!!

siguelaaaaaaaaaaaa

Bienvenidaaa!!! ya la siigo y si perdon esqe ya no me dio tiempo de subir el otro diaa xD

por **#Alejandra** Mar 29 Nov 2011, 10:35 pm

De modo que sería paciente, tomaría antiácidos todos los días, la observaría y esperaría hasta que estuviera segura.
____ salió del lavabo que había bajo la escalera y se sobresaltó al ver que Joe la estaba observando desde la cocina. Levantando los ojos al cielo, intentó controlar la irritación que sentía últimamente y se dirigió a su despacho.
¿Qué quería de ella?, se preguntó, no por primera vez.
Habían pasado tres días desde que hablaron de un posible embarazo y desde entonces la seguía por toda la casa como un perdiguero. Siempre estaba cerca, preguntando si necesitaba algo, observándola, vigilándola. Era como si esperase que, de alguna parte, le saliera un cartel diciendo que esperaba un hijo.
Si fuera tan fácil... Aunque, la verdad, esa espera también la estaba volviendo loca.
Había comprado una prueba de embarazo el lunes, después de pasar todo el día intentando no rozarse con él, fingiendo que aquello no la preocupaba en absoluto. La prueba había dado negativo, pero en la farmacia le avisaron que debía esperar unos días.
Y seguramente tenían razón porque había llevado a casa suministros suficientes y se hacía la prueba todas las mañanas. Por el momento todo iba bien, pero si aquello se volvía rosa...
Esa idea hacía que se le encogiera el corazón.
Debería llamar a su ginecólogo y pedir una cita. Pero no podía hacerlo. Tenía demasiado miedo de lo que pudiera decirle.
¿Y si estaba embarazada?
Su primera reacción había sido de emoción. Embarazada. De Joseph. ¿No era eso lo que imaginaba cuando pensaba en él? & imaginaba saliendo con él, haciendo el amor con él, casándose con él, teniendo hijos con él, incluso retirándose con él a los sesenta y cinco años.
En otras circunstancias, estaría encantada de tener un hijo con Joe. Pero tal y como estaban las cosas, no podría ocurrir nada peor.
Si al final estaba embarazada, Joe seguramente querría casarse con ella o, al menos, intentaría estar involucrado en la vida de su hijo. Así era él.
Pero la odiaría por ponerlo en aquella situación. El niño sería un recordatorio constante del error que había cometido una noche en un ascensor en medio de un apagón. Un apagón que le habría costado su libertad.
____ no quería que eso pasara. Si estaba embarazada, lo mejor sería marcharse, criar a su hijo en otra ciudad y no contárselo nunca.
Aunque no podría hacer eso. Un hijo merecía un padre... y un padre merecía saber que tenía un hijo en algún sitio. Además, Joe podía ser muy insistente. No descansaría hasta estar seguro y si se marchaba sin dar una explicación sin duda la buscaría. Con su habilidad informática y sus contactos, sería capaz de encontrarla fuera donde fuera.
Pero estaba exagerando, pensó entonces. Ni siquiera sabía si estaba embarazada y había pocas posibilidades de que así fuera.
Joe apareció a su lado de repente y ____ se llevó una mano al corazón. Si no dejaba de emboscarla iba a tener que colocarle un cascabel al cuello.
—¿Todo bien?
Aquel día llevaba un pantalón gris y una camisa azul clara. Como casi siempre, iba descalzo, de ahí que pudiera moverse sin hacer ruido. Y darle unos sustos de muerte.
—Todo bien, sí.
—Necesitas algo, agua, zumo, un bocadillo?
____ se percató de que no le ofrecía té o café, que podrían dañar a un feto... Aunque ella tomaba café todas las mañanas... eso sí, sin cafeína, por si acaso. De verdad no creía que hubiera razón para estar preocupada, pero en caso de que estuviera embarazada, prefería portarse de forma responsable.
—No, gracias —contestó—. Bueno, la verdad es que me vendría bien un vaso de leche. Me duele un poco el estómago.
Joe salió del despacho a toda prisa.
No debería haber hecho eso, pensó ____. Era cruel jugar con sus miedos, pero tanta atención sobre su salud empezaba a ponerla de los nervios.
Cuando volviera con el vaso de leche le pediría disculpas y le diría la verdad, que estaba bien, que no había ninguna señal de que fuera a ser madre. Pero, mientras tanto, apoyó la cabeza en el respaldo de la silla y rió hasta que todo el estrés y la angustia que había acumulado en aquellos días desapareció por completo.
—¿Tomamos una copa esta noche?
Joe negó con la cabeza, jadeando mientras levantaba las pesas.
—Treinta y nueve, cuarenta...
Nicholas Miller, su mejor amigo, contaba por él. Se veían en el gimnasio tres veces por semana para hacer ejercicio y charlar un rato... o, más bien, para que Nick le hablase de su última conquista.
Nick era el propietario del club Hot Spot, una discoteca de Georgetown que siempre estaba llena de chicas guapas y siguiendo a él, se llevaba a casa una diferente cada noche. Con su sonrisa y su atractivo físico, Joe suponía que—era cierto.
—Cuarenta y seis. ¿Quieres que juguemos un partido de béisbol el domingo?
—No.
—Qué tal si voy a tu casa esta noche con un par de chicas? Cuarenta y nueve, cincuenta...
—No —contestó Joe, soltando las pesas para secarse el sudor de la frente—. Espera un momento, ¿qué has dicho?
—Ya me imaginaba yo que eso te interesaría. Pero te veo muy distraído. ¿Qué te pasa?
Suspirando, Joe se subió a la cinta para correr un rato y Nick hizo lo propio.
—Nada.
—¿Nada?
Joe no contestó de inmediato. Su relación con ____ no era asunto de nadie y no quería contarle a su amigo que estaba esperando la prueba de la rana. —
Pero no podía dejar de pensar en ello. No podía dejar de pensar en aquel ascensor, preguntándose si tendría alguna consecuencia, si estaba a punto de convertirse en padre...
Quizá hablarlo con su amigo lo ayudaría. Nick era un conquistador, pero tenía la cabeza sobre los hombros. Y si lo regañaba por aquella indiscreción con su ayudante, encontraría sus dientes en el suelo.
—Conoces a ____, ¿verdad?
—¿Tu ayudante? Claro. Llevo años intentando convencerla de que trabaje para mí...
—¿Ah, sí?
—Bueno, en realidad intento que se acueste conmigo, pero no consigo nada. ¿Qué pasa, te ha dicho adiós?
—___ no está interesada en ti, no seas pesado.
—Nunca digas nunca jamás, chico. Al final, todas caen en mis brazos.
—Ya te gustaría —replicó Joe—. ¿No querías saber lo que me pasa?
—Sí, claro.
—Pues cállate y escucha.
—Bueno, bueno. A ver. ¿Qué pasa con ____?
—Te acuerdas de la otra noche, cuando hubo un apagón?
—¿Cómo voy a olvidarlo? Menudo jaleo se armó en la discoteca.., casi tuvimos que evitar una estampida. ¿Por qué lo dices?
—Esa noche yo fui con ____ a una cena benéfica.
—Esa en la que iban a darte una placa o no sé qué? ¿Qué tal?
—Ahora te lo cuento —suspiró Joe, aumentando la velocidad de la cinta para quemar el exceso de energía—. ____ y yo nos marchamos alrededor de medianoche. Estábamos en el ascensor cuando se fue la luz.
—Ah, ya entiendo. ¿Lo pasaste muy mal?
Nick conocía su problema de claustrofobia desde hacía años.
—No fue divertido, no. Pero eso no es lo peor.
—Hay algo peor que un ataque de claustrofobia?
Joe miró alrededor para comprobar si había alguien escuchando la conversación.
—Me acosté con ella.
—¿Qué? —exclamó Nick—. ¿En el ascensor?
—En el ascensor.
—¿Lo dices en serio?
—Completamente.
—¿Y qué tal? ¿Es buena en la cama... digo en el suelo?
—Eso no es asunto tuyo. Y no hables así de ____.
—Oye, que siempre nos hemos contado esas cosas...
—Sí, pero ____ es diferente.
Joe sabía que estaba actuando de forma extraña. No quería que su amigo pensara que había algo entre su ayudante y él... más que un revolcón desafortunado en un ascensor, pero se veía en la obligación de defenderla. Aunque si le hubiera dicho que fue un revolcón estupendo, Nick no estaría mirándolo como si, de repente, se hubiera convertido en una alienígena.
—Perdona. Bueno, el caso es que lo habéis hecho. ¿Algún problema? ¿Quiere casarse contigo o algo así?
—No, no es eso. Es que... no usamos preservativo y ahora existe la posibilidad de que esté embarazada.
Nick tropezó y—estuvo a punto de caerse de la cinta, pero se agarró a tiempo.
—No te estará tomando el pelo, ¿verdad? Compra una prueba de embarazo o llévala a un ginecólogo. No dejes que te engañe.
Joe sabía que su amigo tenía muy mala opinión sobre las mujeres. Conocía a demasiadas chicas frívolas y promiscuas en su discoteca y parecía pensar que todas eran iguales. Seguramente nunca había conocido una mujer auténtica y sincera como ____. Para Nick, las mujeres eran buscavidas, parejas divertidas para un rato o brujas—que querían aprovecharse de los hombres. Así que, por supuesto, su primer
Pensamiento fue que ____ quería sacarle dinero.
Afortunadamente, Joe la conocía bien.
—Ella nunca haría algo así. Y antes de que preguntes... —dijo, levantando una mano— lo sé porque no es su estilo. Mi problema no es si está embarazada o no.
Nick se secó el sudor con la toalla.
—¿Ah, no? ¿Entonces cuál es?
Joe tragó saliva, intentando poner en palabras los pensamientos que habían estado dando vueltas en su cabeza durante toda la semana.
—El problema es que... creo que me gustaría que estuviera embarazada.

por **#Alejandra** Mar 29 Nov 2011, 10:36 pm

Capitulo 5

Dos semanas después, ____ supo lo que la esperaba en el futuro... y no era ni Joe ni un hijo. Y eso le dolió más de lo que habría creído posible.
Sacudiendo el paraguas, entró en la casa y se preparó para la inmediata aparición de Joe. Curiosamente, no estaba esperándola en la puerta, como hacía todos los días... desde el episodio del ascensor. Pero oyó ruido en la cocina.
Después de colgar el impermeable en el armario del pasillo y dejar su bolso en el despacho, entró en la cocina y lo encontró haciendo café.
—Ah, qué bien, necesito una taza.
—¿Seguro que te conviene? —preguntó él, con gesto de reproche.
—Pues sí. Me ha venido el período esta mañana —suspiró ____ un poco cortada.
Joe se quedó en silencio. Durante todo un minuto. No era la reacción que ella había esperado. Un suspiro de alivio, quizá. Pero parecía... desilusionado.
—No sé qué decir —murmuró por fin—. Lo siento si no te parece apropiado, pero tampoco lo sería decir que me alegro.
—¿Pero te alegras o no?
El dio un paso adelante, con las manos en los bolsillos del pantalón.
—No lo sé, ____. En parte me siento como si me hubiera librado de un problema. Pero por otro lado... no sé, no me entiendo
____ lo entendía muy bien porque a ella le pasaba exactamente lo mismo. Por un lado se había ahorrado un problema y por otro...
Entonces sus ojos se llenaron de lágrimas y parpadeó rápidamente para disimular mientras sacaba el zumo de naranja de la nevera.
¿Qué le pasaba? Durante las últimas semanas temió haber quedado embarazada después de un encuentro sorpresa con su jefe... un hombre por el que llevaba años sintiéndose atraída, pero que jamás había mostrado interés por ella. ¿Y ahora se ponía a llorar porque no estaba embarazada? Si era así, debería acudir a un psicólogo.
—Al menos, las cosas volverán a la normalidad —dijo, cuando pensó que no le temblaría la voz.
—Sí —murmuró él—. Bueno, me voy arriba. ____ lo vio salir de la cocina, preguntándose el porqué de su extraño comportamiento. ¿De verdad había considerado ser el padre de su hijo?
No tenía sentido. Joe nunca había mostrado el menor interés por ella y sabía que lo que pasó en el ascensor fue sólo a causa de su claustrofobia.
Si no hubiera necesitado algo para escapar de ese miedo y ella no hubiera estado a mano, nada de aquello habría pasado.
Pero la había pillado en mal momento, cuando su atracción por él se mezcló con su preocupación por el ataque de claustrofobia.., y se convenció de que Joe quería hacer el amor con ella tanto como ella con él.
Una persona podía cometer un error en la vida, ¿no? Un terrible, monumental error.
____ se sirvió una taza de café con leche. Lo curioso era que, a pesar de todo, podrían haber seguido portándose de forma normal de no haber sido por el susto del posible embarazo.
Y eso era lo que la confundía. Joe debería sentirse aliviado. Debería ponerse de rodillas para darle gracias a Dios porque no iba a tener un hijo como resultado de su encuentro en el ascensor. Pero cuando le dijo que no estaba embarazada, él se mostró casi... desilusionado.
¿Sería verdad? ¿Habría querido tener aquel niño?
No. Era absurdo pensar que Peter quería un hijo. Especialmente con ella.
Si estaba empezando a pensar en sentar la cabeza, querría hacerlo con otra mujer. No esperaría que un revolcón con su ayudante, una chica que nunca le había interesado, diera como resultado una familia.
Debía estar equivocada. Seguramente, Joe estaba arriba bailando y enviando e-mails a sus amigos para decirles que se había librado de una buena.
Y eso era exactamente lo que ella debería estar haciendo. No quería ser madre soltera y tampoco quería ser la esposa de un hombre que sólo se casaría con ella porque no había usado preservativo.
Tomando un sorbo de café, ____ se sentó frente al ordenador, decidida a olvidar el asunto.
Pero no pudo evitar pensar en que el seria mejor padre de lo que lo había sido el suyo.
Y mejor marido. El era un hombre cabal y si ____ hubiera quedado embarazada habría hecho lo que debía hacer, casarse con ella. Y eso habría significado decirle adiós a su empresa.

por **#Alejandra** Mar 29 Nov 2011, 10:37 pm

Sí, era mejor así.
Si hubiera estado embarazada se habría casado con ella y habría intentado ser un buen padre... pero su propia infancia le había enseñado que no se puede tener una familia y dirigir una empresa al mismo tiempo, de modo que habría tenido que cerrar Jonas y buscar un trabajo de ocho horas. Probablemente, como programador informático.
Esa idea le produjo un escalofrío. Tendría que cambiar pañales, jugar a los caballitos y hacer todo lo posible para que ese niño lo quisiera, pero sería muy infeliz trabajando de nueve a cinco para otra persona.
Quizá algún día, cuando hubiera ganado varios millones de dólares, podría contratar gente que hiciera las cosas por él. Y entonces podría empezar a pensar seriamente en una familia. Si ____ seguía disponible para entonces, incluso podría considerar la posibilidad.
Pero por ahora... no, por ahora, había tenido suerte. Era fantástico. Y seguramente ____ y él no tardarían mucho en volver a encontrar la camaradería, la vieja costumbre de trabajar juntos como si fueran una máquina bien engrasada. Sería terrible que ella hubiera esperado una relación con él...
Tardaría algún tiempo en olvidar lo agradable que había sido aquel revolcón, pero eso era asunto suyo. Nadie tenía que saber cuánto le había gustado hacer el amor con ____ o que soñara con ella cada noche. O que sólo con verla su cuerpo se pusiera en alerta roja.
Esos pensamientos lo perseguían. ____ lo perseguía. Quizá para siempre.
Los días se convirtieron en semanas, pero Joe y ____ se portaban como si fueran extraños. Ella iba a trabajar a la misma hora todos los días, como siempre, y cualquiera que los viera pensaría que tenían una estupenda relación jefe—empleada.
Pero no era así. Ellos sabían que no era verdad. El ambiente era tan tenso. que podía cortarse con un cuchillo.
Joe temía que ella entrase en su despacho y ver las lágrimas y que su corazón se encogiera al pensar en lo que podría haber sido.
Joe estaba frente a la pantalla del ordenador, intentando comprender sus sentimientos.
____ no estaba embarazada. No había niño. Y eso debería hacerlo feliz.
Pero no podía dejar de pensar en ____ embarazada. Se imaginaba a sí mismo de rodillas, pidiéndole que se casara con él, la imaginaba engordando como una calabaza, con su niño dentro de ella...
La imaginaba en su casa, haciendo el amor con él todas las noches, abrazándolo, despertando a su lado.
Pero un hombre que había jurado no casarse nunca no debería imaginar esas cosas. Y las imágenes le resultaban muy agradables.
Era completamente absurdo.
Aunque le gustaría tener a ____ en su cama de vez en cuando, debería estar contento de que no hubiera habido consecuencias.
Tener un hijo en aquel momento no era posible. Quizá no lo sería nunca. Estaba demasiado ocupado con su empresa y él que ha hecho cada mañana con la consabida taza de café y no recordaba la última vez que durmió ocho horas sin interrupción.
____ le parecía una modelo recién salida de la pasarela, más guapa cada día... pero empezaba a estar agotado. El cansancio y la tensión empezaban a dejar huella.
Incluso su trabajo estaba sufriendo, pensó, frustrado. ____, afortunadamente, era un ángel, inventando excusas para sus clientes.
Pero William Dawson, un cliente de Nueva York, era otra cosa. Llevaba semanas incordiándolo, insistiendo en que fuera a Nueva York para estudiar su sistema informático y aportar ideas.
Joe había trabajado con Dawson en otras ocasiones y sabía que pagaba bien, pero no encontraba fuerzas para hacer el viaje.
Seguramente, alejarse de ____ sería lo mejor, pero algo le decía que no debía hacerlo. Tenía la impresión de que si se iba de la ciudad en aquel momento, cuando volviera no la encontraría allí.
Actuaba de forma muy rara desde aquella noche en el Four Seasons; callada, evitando su mirada a toda costa...
Aunque era lógico.
____ era una mujer inteligente y capacidad que podría conseguir trabajo en cualquier sitio y Joe temía que eso fuera justamente lo que pensaba hacer porque el ambiente entre ellos era cada día más tenso.
Y no quería que lo abandonase. De modo que no podía irse a Manhattan sin saber lo que ____ pensaba hacer.
A menos que...
Joe sacudió la cabeza. Podía ir a Nueva York con su ayudante. Claro que sí. ¿Por qué no? Irían a Nueva York, se alojarían en un buen hotel, se reunirían con Dawson y luego volverían a casa. Así podría vigilarla.
Sólo tenía que encontrar la forma de convencerla. Después del incidente del ascensor, seguramente no querría ni oír hablar de un viaje.
Joe se ponía enfermo cada vez que la miraba, pero ____ no parecía sentir lo mismo. Todo lo contrario, no parecía sentirse atraída por él ni, por supuesto, querer repetir el numerito del ascensor.
No sabía si eso era un insulto a su habilidad como amante o, simplemente, una forma de distanciarse de algo que consideraba un error.
Pero darle vueltas al asunto no le llevaba a ningún sitio, pensó, levantándose. Cuando llegó a su despacho, ella tenía la mirada clavada en la pantalla del ordenador. No se volvió siquiera.
—No piensas mirarme nunca más?
—Si puedo evitarlo, no —contestó ella—. ¿Qué quieres, Joe? Estoy ocupada...
—Quiero hablarte de un tema de trabajo.
—Muy bien, dime.
—William Dawson me ha pedido que vaya a Nueva York para aconsejarle sobre su programa informático.
—Lo sé, le he dicho que estabas muy ocupado y...
—He decidido ir.
____ se volvió entonces, sorprendida.
—Muy bien, reservaré un billete de avión y...
—Pero quiero que vengas conmigo. ____ lo miró, asustada. Oh, no, no podía ir con él.
—Gracias, pero prefiero quedarme aquí. Tengo mucho trabajo y tú sueles viajar solo... Estoy segura de que no me necesitas.
—Claro que te necesito. Dawson es un buen cliente y quiero que me ayudes, que tomes notas, que aportes ideas. Ya sabes que yo me distraigo mucho en las reuniones.
Y estaba más distraído que nunca últimamente. ____ se pasaba el día recordándole lo que tenía que hacer.
—No harás esto para que estemos a solas, ¿verdad? Porque los dos sabemos que lo que pasó el día de la cena benéfica fue un error...
—Eso ocurrió hace siglos —la interrumpió Joe—. Es un viaje de negocios, ____. Te necesito a mi lado. Además, siempre estamos solos aquí, ¿no? Y, que yo sepa, nunca he intentado hacer nada.
—No, pero...
—¿Qué me dices? ¿Quieres ir conmigo a Nueva York? Reservaremos habitación en un hotel estupendo.
Ella lo miró, pensativa. Se sentía como una tonta por haber pensado que quería aprovecharse... Era cierto, si hubiera querido hacer algo, podría haberlo intentado en su casa.
—Muy bien. Pero tengo que encontrar a alguien que cuide de mi gata.
—Ah, es verdad. ¿Cómo se llama, Moca?
—Coco —contestó ____, sorprendida de que recordara un detalle de su vida privada.
—Coco —repitió él, con una sonrisa en los labios—. Tendrás que presentármela algún día.
—No puedo dejarla sola en casa y no sé si mis amigos podrán ocuparse de ella.
—Qué tal si contratas a una persona para que la cuide?
—Pero tendría que ir a mi casa. No pienso dejar a Coco en un albergue para animales, me niego. La pobre sólo ha salido de mi casa para ir al veterinario.
—Ah, ya veo que eres muy protectora. ¿Te importaría que fuera un chico?
—Eh?
—Te importaría que un chico cuidara de tu gata?
—¿Qué chico?
—Conozco a uno... si no encuentras a nadie, dímelo y hablaré con él.
—Muy bien —dijo ____.
Le sorprendía que tuviera tanto interés por llevarla a Nueva York. Incluso estaba dispuesto a hablar con un amigo para que cuidarse de su gata...
Joe volvió a su despacho, dejándola sola y perpleja. La vida no volvería a ser tan sencilla como antes; pensó, con tristeza.
Joe le había asegurado que era un viaje de trabajo y, de ese modo, se quedaba más tranquila, pero le dolía que aquel encuentro amoroso en el ascensor hubiera sido tan poco importante para él.
Aunque era lo más lógico. En realidad, era lo que había deseado que ocurriera, que una indiscreción no diese al traste con su trabajo y su amistad con Joseph Jonas .No podía estar más contenta, se dijo. Había conseguido todo lo que quería.
Pero por alguna razón, la voz de su padre sonaba en su cabeza, advirtiéndole: «ten cuidado con lo que deseas porque podría hacerse realidad».

por **Feer :)x.** Miér 30 Nov 2011, 6:25 am

WFT!
Ale! :C "Echale la culpa a la Oscuridad" (Joe y tu)TERMINADA - Página 3 188110

poorque la dejas ahi! "Echale la culpa a la Oscuridad" (Joe y tu)TERMINADA - Página 3 188110

ahora mismo deber seguirla!
oie como haces eso xd
de tu firma
lo de tus noves!
como lo haces para no poner el link ._.
dime dime dime!
y
siguela! :D

por **Yhosdaly** Miér 30 Nov 2011, 7:00 am

Aleee mee encanto!
Aunqq me dio tristeza q la rayos no este embarazada! :(
Siguelaa
Ashhh te mataree como se te ocurre perderte una semana y publicar solo 3 capisss???
Eso es un pecado capitall!!!
Siguelaaa
Muero por saber q pasara en el viajeee! :)
Esta nove me fascinaaaa!!
Siguelaaaa
Att: tu siempre fiel y mega adictaaa lectoraa!!!

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