don't leave her alone. {zayn malik.

Ella corría con el viento golpeando contra su rostro.
Escapaba. De sus pensamientos, emociones, sentimientos. Pero no de sus miedos.
Cada hecho sucedido posteriormente rondaba por su cabeza como fotografías eternas. Tortura, eso era. Todo el dolor y el susto la atormentaban mientras sus hinchados ojos desprendían lágrimas. Dolor, miedo, enojo, tristeza…ni ella misma sabía que sentía. El único sonido que se distinguía en aquella calle eran sus débiles e inevitables sollozos.
Le costaba respirar y su vista era nublada debido a su desconsolado llanto.
No podía más, no podía.
Aún sentía las lágrimas saladas recorrer su rostro y pasar junto a sus rojos labios. Cualquiera a simple vista notaría lo destruida que estaba esa chica. Pero ella no quería que le tuvieran lástima, era lo que menos esperaba recibir en ese oscuro e inesperado momento de su vida.
Sola, se encontraba sola intentando escapar de todo.
Corriendo por el medio de una calle desierta, donde su única compañía eran los árboles que se movían debido al viento de esa noche.
Pero un alma apareció en su compañía, frente a ella se encontraba un chico moreno, de su misma edad seguramente, mirándola con preocupación.
Bradley intentó seguir corriendo, pero el desconocido la tomó por lo hombros deteniéndola. La rubia intentaba liberarse del agarre del pelinegro, hasta que se rindió, mientras volvía a sentir el recorrido de las lágrimas por sus mejillas. Él chico la atrajo hacia su pecho.
—Todo está bien, todo está bien. —murmuraba suavemente mientras acariciaba el cabello de la chica.
Bradley Dawson era una chiquilla de solamente diecinueve años de edad. No era muy habladora, pero si era bastante inteligente. Pacífica, pero tenía su carácter. No dejaba que la pasaran a llevar o que le hicieran daño a alguna persona cercana a ella. A pesar de eso, Bradley era bastante tímida y dulce; pero si dice que no es no. Es fiel a sus creencias y siempre defendería su punto de vista. Además de que es una chica valiente y fuerte. Cosa que en esos momentos nadie creería, pues se había derrumbado. Parecía un pequeño y débil cordero que se había perdido del corral y no encontraría el camino correcto. El problema es que Bradley no tenía otro cordero que la devolviera a su hogar, ahora ni siquiera tenía hogar, ni familia, nada.
Zayn la abrazó con fuerza, sin saber la razón; simplemente sintió la necesidad.
El viento los golpeaba fuertemente, pero no importaba, el sentía que debía proteger a la rubia. “Parece tan vulnerable” pensaba el hermoso chico.
La chica no podía parar de llorar, y los sollozos que escapaban de su boca hacía que Zayn sintiera una opresión en el corazón, por lo que seguía susurrándole al oído que todo estaría bien. Cuando en realidad no era así.


Le colocó una manta sobre los hombros intentando abrigarla, pero ella ni siquiera lo sintió. Tenía la mirada perdida en un vacío infinito. Sus ojos esta vez no reflejaban sentimiento alguno, o al menos, no se podían distinguir. Y Zayn comenzaba a preocuparse.
—Hey. —la llamó. Bradley lo miró luego de unos segundos. —Toma un café.
Le extendió la taza con el líquido vertido dentro, la rubia dudosamente lo recibió.
El moreno vio que sus manos temblaban notablemente, casi como si se estuviera congelando. Aunque en realidad no era una noche tan fría.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó con una voz tan pacífica como el sonido de un río pasando entre las rocas.
—Bradley. —llevó la taza a su boca y bebió con timidez. —Dawson. Bradley Dawson.
—Zayn Malik. —le dijo él.
En realidad Zayn aún no podía asimilar que tenía en su vivienda a una extraña. Bien, quizá traía extrañas a su casa, pero no precisamente con el propósito de ayudarlas, o al menos no de ese modo.
—¿Necesitas algo más? —se atrevió a preguntar el moreno, pero ella negó con la cabeza. —Disculpa mi atrevimiento, pero…—se quedó callado. —¿Por qué llorabas?
Ella miró el piso mientras comenzaba a mover los pies en sincronización.
—No es necesario que me digas. —susurró el chico.
—Acaban de asesinar a mis padres. —le dijo con voz neutra y ronca. —Ambos están muertos.
Zayn quedó completamente sorprendido y sintió una angustia gigante por aquella chica que se encontraba frente a él.
—Lo siento mucho. —esta vez él era el avergonzado.
¿Cómo podía ser tan atrevido? Se enojó tanto consigo mismo…¡No podía haberle preguntado eso! Aunque ahora que se lo preguntaba, ¿Qué clase de familia era la de aquella chica si acababan de asesinar a sus padres? En cualquier caso, también pudo haber sido un simple robo que terminó mal. Y no se atrevía a preguntarle a ella.
Quiso cambiar de tema, lanzando preguntas al azar.
—¿Tienes hermanos?
Se arrepintió de inmediato al ver la cara de la chica.
—Se llama Connie. —murmuró con una voz cargada de sentimientos que Malik no pudo reconocer.
—¿Y ella…? —dejó la pregunta en el aire.
—Está en coma.
¡Maldición!
¿Qué clase de chica era esa? No imaginaba como podría estar soportando todo lo que ocurría a su alrededor. Por lo menos él no podría y se hubiera suicidado hace mucho. Si algo así le pasará a alguna de sus hermanas no encontraría más que una oscuridad eterna.
La miró con gesto de disculpas. La cara de Bradley de repente se encontraba completamente seria. Había endurecido sus rasgos faciales al notar la mirada que le dedicaba el desconocido.
—Mira, Bayn. —comenzó con voz fuerte.
—Zayn. —le corrigió.
—No me interesa. —dejó la taza sobre la mesa. —Lo que menos quiero que me tengan es lástima, y yo no debería estar contándote todo esto. No tienes derecho a saber nada de mí, y menos de mi familia.
Se paró del sillón, quitándose la manta y dirigiéndose furiosamente hacia la puerta.
Ella no solía actuar tan así, y menos con alguien que acababa de tratarla de la manera que lo hizo el moreno. Pero estaba tan alterada que cualquier cosa la haría saltar. Sobre todo la mirada que le envió. Lástima. Uno de los sentimientos que más detestaba que le dedicaran.
—¡No, espera! —la quería detener Malik, pero sus palabras fueron silenciadas por un portazo.
Se arrepintió al instante de haberle hecho esas preguntas, y por haberla mirado de esa forma. Bradley era probablemente la chica que más agrado le había causado en mucho tiempo, y había desperdiciado la oportunidad.
« Jamás la volveré a ver. » se lamentó.
Pero el destino había decidido juntar sus caminos una vez más.

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bueno, aquí les dejo el prólogo, espero que les guste. no tengo nada que decir, creo. solo que no sean muy duras conmigo y me digan "lo odie bc es una caca" (?) ahq. so, esop. no subiré nunca más bc no. (?) ahrelok. bai.