Summer Love

 

—¿Piensas salir hoy? —Cindy estaba sonriendole al espejo. En realidad había estado sonriendole a todo desde que comenzó a salir con Louis.

—¿Tienes algún plan?

Habían pasado tres días y Melanie no había visto a Niall, no es como si hubiese salido mucho. De hecho, se había quedado encerrada los últimos cinco días consiguiendo que Carly, Cindy y Ana le llevaran la suficiente comida como para sobrevivir.

—Pues, todos planeábamos ir a la piscina hoy.

—¿Tienen piscina aquí?

—Por supuesto que si —sonrió—. Este lugar parece malo, pero en realidad no es tan malo.

—Sólo dices eso por Louis —Cindy rodó los ojos, pero mantuvo la sonrisa en el rostro—. De todos modos, no tengo ganas de ir.

—En primer lugar —levanto un dedo—, no lo digo por Louis, aunque si que hace mi estadía aquí mejor. En segundo —levanto otro dedo—, tienes que salir. Tu estadía aquí sera larga y levas cinco días encerrada, te hará bien tomar un poco de aire. Y en tercer lugar —enumero con otro dedo pero luego lo bajo—, no tengo tercero —hizo una mueca.

—Si voy por un rato, ¿me dejarás volver y estar aquí encerrada, por... no sé, unas seis semanas?

—No prometo nada, pero trataré de cumplir —la chica alzó la mano en señal de acuerdo, Melanie la estrechó.

—Trato hecho.

Veinte minutos después, todos estaban en la cafetería. Melanie había hablado sólo con las chicas y con Zayn. Quería hablar con Niall, pero no sabía como reaccionaría el rubio. Estaban esperando a Cindy, era la única que faltaba.

—¿Qué paso contigo, chica? La última vez que te vi fue hace años —mencionó Louis.

—Oh, no querrías saber.

—¡Claro que quiero!

—No, no quieres —dijo Cindy, dándole un beso—. Cosas de chicas, aunque si quieres saber con más detalles podríamos explicarte cómo... —Louis tosió.

—Ya entendí —se apresuró a decir.

—Yo, que hice todo por ti, cuando apenas eras una niña, ¿y aún así me olvidas? —le reprocho Harry a su hermana con fingido enojo.

—¿Lo qué hiciste por mí? Ni siquiera compartías tu helado conmigo, y sabes que no podría olvidarte idiota — lo abrazó y le dio un golpe en el brazo.

—Auch —se quejo.

—¿Ya nos vamos? —preguntó Carly y fulminó a Harry con la mirada.

Ninguno contesto, pero todos se pudieron de pie. La piscina no estaba tan cerca de las cabañas como Melanie esperaba, considerando que el campamento era más grande de lo que aparentaba, tardaron más de media hora en llegar. Melanie se sorprendió de ver a Clove en a piscina, no la había viso en todo el día y una parte de su ser ansiaba no encontrar a la chica otra vez. En menos de un parpadeó Niall ya estaba a su lado y Melanie se encontró a si misma molesta por la imagen de ellos dos juntos.

—Podrías disimular un poco los celos, ¿no crees? —se giró asustada y vio a Harry con una burlona sonrisa.

—No son celos —respondió con el ceño fruncido.

—Si claro, y yo soy Hanna Montana —trato de no sonreír, pero la imagen de Harry en un traje de zanahoria la hizo reír.

—A Louis le gustaría verte vestido de zanahoria .

—Él ya me a visto vestido de... —se interrumpió al darse cuenta de lo que estaba diciendo y Melanie estalló en risas—. Deja de cambiar el tema, estás celosa.

—¿Qué te hace pensar que estoy celosa?

—Mmm... no lo sé. Tal vez tu ceño fruncido cuando viste a Niall junto a Clove.

Se tardo un rato en responder, pero considero que quizá, sólo quizá tuviera un poco de celos. Al fin y al cabo la atención nunca era mala y se sentía casi reemplazada por Clove.

—¿Y tú cuando admitirás que te gusta Carly?

—Lo admitiría, pero eso sólo le aumentaría el ego —rodó los ojos.

—Entonces. ¿lo admites?

—¿Admitirás que estas celosa?

—Sólo un poco.

—Entonces Carly sólo me gusta un poco —los dos rieron divertidos.
elos
Era la primera vez que admitía que tenía celos, y le sorprendió de que en vez de decírselo a Zayn se lo dijo a Harry.

—Carly te esta buscando y no parece muy feliz —Melanie se paralizo al escuchar su voz. Parecía que la última vez que lo había escuchado había sido hace años, y aunque sólo habían sido unos días, extrañaba el agradable sonido. Harry se encogió de hombros y se fue dejandolos solos.

—Escuche que alguien estaba celosa —alcanzo a decir Harry antes de desaparecer por completo.

—¿De que esta hablando?—pregunto niall.

—De Carly —respondió rápidamente.

—¿Carly? —dijo él entrecerrando los ojos.

—Del gato de Harry —tartamudeo, era la primera vez que lo hacía—. De Dusty, el gato de Harry —Niall entrecerró los ojos, pero no dijo nada. Por un segundo, Melanie lo vio vacilar y creyó que diría algo,pero luego el chico se giro para comenzar a alejarse.— Niall —dijo ella antes de que el rubio se marchara.

—¿Qué quieres? —preguntó el sin girarse, con un tono frío y distante que causo en Melanie un escalofrío.

—Sólo quería saber como estabas.

—¿Desde cuando te preocupas por mi—resaltando lo ultimo.

—Siempre, aunque no lo creas —se arrepentir apenas lo dijo. Él la miro incrédulo

—Tu no serias capaz de preocuparte por nadie ademas de ti —Melanie lo miro con tristeza—. Perdón, no quise decir eso.

—Creo que eso era exactamente lo que tratabas de decir.

—Pues, si quieres que te diga la verdad, no creo que te guste.

—¡Niall! —se escucho de lejos. Melanie se giró y vio a Clove.

—Ya tengo que irme.

Melanie lo vio marcharse y sintió como si un trozo de su corazón se fuera con el .

La hora de volver parecía lejana y Melanie ya no soportaba más. Durante, literalmente, todo el día, había visto a Niall y Clove dar muestras de cariño en público y la imagen la fastidiaba más de lo que quería aceptar. Estaba sentada en la orilla de la piscina, con los pies en el agua y por el rabillo del ojo una vista de Niall y la rubia, cuando sintió a alguien a su lado.

—Supongo que sabes porque vine a tu lado —Zayn se sentó a su lado.

—Mmm... supongo que las chicas te enviaron —adivinó.

—Ring ring, tenemos un ganador —dijo imitando la voz de los animadores en los programas de televisión—. Tengo que sacarte la depresión, o eso es lo que me dieron a entender.

—No tengo depresión —el la miró entrecerrando los ojos—. Sólo estoy un poco molesta.

—¿Molesta o triste?

—Decepcionada —respondió haciendo una mueca, hablar con Zayn era muy fácil para ella.

—¿Decepcionada, de Niall? —inclino la cabeza un poco hacia la dirección del rubio.

—¿Sonaría muy hipócrita si digo que si? —el asintió en un gesto casi imperceptible.

—Algo... Pero creo que te entiendo.

—¿Ah, si? —preguntó.

—Mis largos años de estudios como psicólogo en Harvard —dijo el con una voz seria—, me han calificado para hacer una análisis acerca de tu situación. Tienes el síndrome del rechazo post-relación.

—¿Rechazo post-relación? Él y yo nunca tuvimos una rela... —Zayn la interrumpió.

—La tuvieron —afirmo—. Desde su trato hostil el primer día, hasta su beso en la playa. Fueron más que conocidos, lo que clasifica como una relación. Estás decepcionada porque después de la declaración amorosa de Niall esperabas que el estuviera tras de ti diciéndote a cada segundo que te amaba.

—Eso no es verdad.

—¡Lo es! —afirmo él, en un tono más alto de lo necesario. Melanie se giró para ver como algunos curiosos los miraban—. Respóndeme algo —ella asintió—, ¿cuando rechazaste a Niall, esperabas que él comenzará a salir con alguien a los dos segundos después?

—No —respondió con sinceridad. Una parte de ella esperaba que él hiciera algo luego de lo que le había dicho, al menos que luchara un poco.
—Si yo estuviera en tu lugar habría pensado lo mismo, pero eso es ser egoísta. No porque lo rechazaras el tenía que quedarse llorando por ti toda su vida, aunque quizá comenzar a salir con una chica en tan poco no tiempo no fue la mejor decisión —Hizo una mueca—.Tú y él han cometido errores, y es probable que sigan cometiéndolos, pero al menos ya saben que el camino que tomaron fue el equivocado y que no deben volver a tomarlo.

—Para no haber ido a Hardvard y no saber manejar ni tus propias relaciones, tienes potencial como psicólogo —dijo Melanie tratando de quitarle tensión al asunto.

—Tienes razón, y hablando de eso, quiero informarte que hoy me declararé.

Melanie estaba desconcertada, pero al mismo tiempo agradecida con el rápido cambio de tema.

—¿Y eso cuando lo decidiste?

—Hace exactamente diez segundos —dijo mirando su reloj de muñeca imaginario—. La conversación contigo me ayudo más de lo que pensé y eso que prácticamente yo dije casi todo —mencionó sonriente—. Ahora mueve tu trasero de aquí y ven a divertirte con nosotros o pensarán que mi conversación no sirvió de nada.

El chico se levanto y le tendió la mano, ella aceptó sonriente y se quedo pensando en las palabras que su amigo le había dicho. El resto del tiempo se le paso rápido. Niall y Clove estuvieron todo el día alejados, lo cual, de cierta forma, Melanie agradeció. Como siempre, Carly y Harry discutián, Cindy y Louis estaban más concentrados en ellos mismos que en el resto del mundo y Melanie se divirtió junto a Zayn y Ana, quienes de vez en cuando se enviaban miradas furtivas, si todo iba como Zayn quería, pronto Melanie no tendría cabida en el grupo y tendría que quedarse junto a Dusty y otros treinta gatos más.

—¿Qué tal un juego? —dijo Louis derrepente.

De lejos se observaba la puesta de sol y debían ser, si el calculo de Melanie no fallaba, cerca de las 7:30. Ya todos iban caminando rezagados de vuelta al campamento, pero un silencio incómodo se había instalado en el grupo. La última vez que Melanie había sido parte de uno de sus “juegos”, había terminando besando a Niall, y aunque la idea de volver a besarlo le resultaba desconcertantemente agradable, no quería tener los mismos problemas de la vez anterior.

—Verdad o reto —prosiguió el chico, aunque nadie había dado señales de escucharlo—. ¿Harry, comienzas?

El aludido suspiro, pero luego dijo: —Cindy, ¿verdad o reto?

—Verdad —respondió sin titubear.

—¿Cuándo dejarás a Louis? —Louis protestó, pero Cindy le hizó un gesto para que mantuviera silencio.

—Sé que los celos nublan tus pensamientos coherentes, pero aunque aun no lo hayas notado, Louis me quiere a mí. No lo dejaré —respondió con voz burlona.

—Eso fue cruel —dijo Louis y Harry asintió—. No por que Harry aun me ame y aun no haya superado lo nuestro, tienes que refregárselo en la cara —todos rieron.

—Auch —mencionó Harry con una mano en el pecho y fingiendo dolor.

—Ya déjenlo, el pobre tiene sentimientos frágiles —habló Carly.

—Habla la mujer más fuerte y madura del mundo —contraataco el otro.

—Es mi turno, ¿no? —Preguntó Cindy tratando de evitar otro enfrentamiento—. Clove, ¿verdad o reto?

La aludida se apartó apenas unos centímetros de Niall, había estado pegada a él como un chicle en el zapato durante todo el día. Tenía el ceño fruncido y una cara de pocos amigos.

—Verdad.

—¿Quieres a Niall? —preguntó entrecerrando los ojos.

—Claro —respondió ella con una sonrisa falsa.

—Me refiero a querer de verdad —-Clove la miró expectante y Cindy continuó—. Quiero decir, ¿piensas en él cuando no esta contigo?, ¿anhelas que el tiempo pase más rápido sólo para poder verlo otra vez cuando no está a tu lado?

—Lo quiero... de verdad —respondió con recelo.

—Si, claro —resopló Carly en voz baja. Cindy y Ana sólo se dedicaron a rodar los ojos.

—Melanie, ¿verdad o reto?

Melanie se giró para ver a Clove con una sonrisa burlona en el rostro, le dieron ganas de borrarla con un golpe. Está la miraba expectante, Melanie respiró profundo y sopeso sus posibilidades. No le agradaba elegir verdad con la rubia, pero estaba bastante cansada como para decir reto y temía que Clove la obligará a cruzar la frontera con tal de fastidiarla.
—Verdad —respondió.

—¿Quieres a Niall... de verdad? —preguntó poniendo énfasis en el final de la frase.

Melanie lanzó una exclamación ahogada. Sabía que su pregunta no le agradaría, pero no imagino que esa sería su pregunta. Pensó en lo que Zayn le había dicho y luego en lo que Cindy le dijo a Clove. ¿Ella en realidad pensaba en él? Había pasado ya varios días encerrada sintiéndose infeliz, cuando debería haber estado feliz por estar otra vez con Liam. Recordó las veces en que Niall la había besado, y aunque estaba mal y había estado confundida, si hubiera tenido la oportunidad de retroceder el tiempo, no lo habría hecho. Volvió a pensar en las palabras de Liam, de una forma u otra, ellos tenían una relación. Así que contestó con toda la sinceridad que pudo, dándose cuenta del peso de sus palabras y de lo que ellas significaban.

—Si —susurró.

Creyó oír es sonido de una respiración profunda y se dio cuenta de que era ella al soltar el aire que había estado reteniendo sin notarlo. Dirigió la mirada hacia Niall, creyó que luego de haber dicho eso el estaría feliz, pero parecía molesto, más molesto que nunca. El resto del grupo estaba callado y Clove le snreía con odio, parecía complacida.

—Hummm... —carraspeó Louis. Le lanzó una mirada de disculpas a Melanie, seguramente se sentía culpable por haber mencionado el juego—. Creo que falta poco para llegar, ¿y si cantamos una canción?

Él y Harry comenzaron a cantar una canción que parecía de los Boy Scout tratando de disimular la tensión en el ambiente. Unos minutos después estaban de vuelta en las cabañas, Melanie se lanzó pesadamente en la cama y cerró los ojos, aunque sin poder dormir.

Al día siguiente, luego de poder dormir apenas unos horas, encontró a Niall sentado el final de la cama.

—Necesitamos hablar —dijo con voz seria.

 

Melanie se quedo mirándolo por un momento. Tenía el cabello húmedo y sus ojos estaban más azules que nunca. Parecería un ángel, si sólo no hubiese tenido esa cara de enfado.

—¿Sobre qué? —le respondió. No tenía idea de como empezar ni de que decir, así que dejo las cosas a manos de él.

—Lo que dijiste ayer —su voz sonó dura.

—¿Qué con eso? —Melanie quiso golpearse mentalmente. Estaba comportándose como una perra.

—¿Por qué lo hiciste?, ¿por qué mentiste?

—¿Mentir?, ¿a qué te refieres? —dijo frunciendo el ceño.

—Dijiste que me querías. ¿Por qué? —ahora su enfado se había convertido en frustración. Melanie se quedo callada sin saber que decir. El día anterior había dicho que lo quería, pero no pensó que Niall le preguntaría el porque, ni siquiera ella podía responderse eso.

—Yo... no lo sé —le respondió, miro sus manos y se dio cuenta de que estaba temblando.

Niall suspiró, se tomó la cabeza con ambas manos, tirándose el cabello como si quisiera arrancárselo. Ahora estaba de pie en la habitación vacía, Melanie se puso de pie sin darse cuenta. Quería hacer algo, pero no tenía idea de que.

—¿Por qué lo haces?, ¿por qué? —Niall estaba de espaldas a ella.

—Ya te dije que no lo sé —respondió, las palabras salieron como un susurro y se sorprendió de el rubio la hubiera escuchado.

—¡No me refiero a eso! —gritó. Se giró y se acerco a Melanie, a penas a unos centímetros de distancia. Él era más alto que Melanie, no mucho, quizá unos cinco o seis centímetros.

—¿De que estás hablando? —le espetó confundida.

—Te encanta hacer esto, ¿no? —Melanie guardo silencio, Niall prosiguió—. Siempre has tenido todo. Te encanta manipular a la gente, te encanta jugar con las personas.

Melanie se quedo muda de la impresión. Niall pensaba que ella estaba jugando con él, que lo que había dicho el día anterior era sólo una especie de juego cruel para ella. Quería decirle que no era así, pero el nudo en la garganta no le permitía pronunciar las palabras.

—No estoy jugando contigo —logró pronunciar.

—¡¿Entonces qué es lo que estás haciendo?!

—¡No estoy haciendo nada! Fue una pregunta, yo sólo contesté —repuso a la defensiva.

—¡¿Si quiera paraste un minuto a pensar en lo que dijiste?! —Niall ya estaba gritando. Melanie se quedó en silencio—. ¿Piensas en alguien además de ti?, ¿te importa sólo un poco lo que yo siento? ¿Sabes lo difícil que fue para mí darme cuenta de que jamás estarías conmigo?

Se produjo un silencio que ninguno de los dos fue capaz de romper. El rostro de Niall era una mezcla de rabia y pena.

—Yo no quería que esto ocurriera —dijo Melanie luego de unos minutos—, no se en que estaba pensando cuando lo dije...

Luego todo paso muy rápido.

Los labios de Niall estaban sobre los de Melanie. Sus ojos se cerraron por instinto y su primer pensamiento fue alejarlo, pero las manos de él estaban firmemente a cada lado de su cara, impidiendo que se alejara, aunque ella ya no tenía deseos de hacerlo. La sensación eratan buena como las otras veces, incluso mejor. Cada vez que besaba a Niall se sentía como la primera. Cada vez, la sensación mejoraba. Cada vez, alejarse de él parecía peor.

Por primera vez Melanie se dio cuenta de que estaba enamorada, de que en realidad lo estaba.

Besar a Liam era una sensación agradable, hacía que quisiera volver a hacerlo. Sin embargo, cuando estaba sin él, no sentía un vació, no anhelaba sus besos como anhelaba los de Niall.

Besar a Niall era casi una necesidad.

Una vez había escuchado un refrán que decía: “Si te enamoras de dos personas elige al segundo, porque si en realidad hubieras amado a la primera, nunca te habrías fijado en la segunda”

Y ahora ella estaba enamorada de Niall. Nunca había amado a Liam, sólo era cariño, no amor.

Cuando él finalmente se separo de ella sus ojos estaban brillantes. Su rostro estaba relajado. No se había separado aún de ella y podían compartir el mismo aire, estaban respirando el mismo aire.

—¿Cuándo te beso, sientes algo? —preguntó.

Una absurda sonrisa apareció en el rostro de Melanie. Niall la miró confundido y luego frunció el ceño. Niall creía que ella se estaba burlando de él. Antes de que él chico sacara a flote su lado hostil ella le respondió.

—Sí —murmuro, aun con la sonrisa en el rostro.

—¿Qué?, ¿qué es, exactamente... lo que sientes? —las manos de Niall aun estaban en su rostro, su tacto era suave contra su piel.

—¿Alguna ves has visto en las películas cuando liberan a esos animales que han estado toda su vida en cautiverio, pero que en vez de estar felices en su hábitat natural parecen perdidos? —él la miro con el ceño fruncido.

—¿Eso que tiene que ver... —Melanie lo interrumpió.

—Sólo responde.

—Si.

—Es así como me siento —él la miro confundido, ella continuó—. Hace pocas semanas atrás mi vida era perfecta. Tenía el novio que cualquier chica habría deseado, un guardarropas lleno con las mejores prendas, unos padres millonarios...todo. Sin embargo, nunca tuve una madre cariñosa o un padre que se preocupara por mi. La única forma en que parecían notar mi existencia, era cuando no estaba en casa o cuando me metía en algún problema. Odio tener que pasar mis vacaciones en este absurdo campamento, pero la idea de que al fin están haciendo algo por mí, quiero decir, algo además de comprarme cosas materiales, me agradaba. Me hace sentir feliz —suspiró.

—No entiendo porque me dices esto... —ella se acerco y lo beso otra vez. Sin la intensidad de antes, pero con el mismo sentimiento.

—Toda mi vida he actuado de una forma, y tu eres diferente a todo eso, se que esta bien estar contigo, porque lo siento, sin embargo no sé como reaccionar. Sólo quiero decir, que contigo me siento completa. No necesito nada ni nadie más, sólo a ti.

Niall sonrió, una auténtica sonrisa, llena de sentimientos mezclados. Felicidad, incredulidad, pasión, amor, y muchas más cosas que Melanie no era capaz de descifrar. Ella sólo le correspondió la sonrisa. Él la atrajo hacia él otra vez y la volvió a besar, sus manos se apoderaron de su cintura y las de ella viajaron a su cuello. Un escalofrío corrió por su espalda cuando una de las manos de Niall hizo contacto con su piel, justo en el bode de la camiseta que usaba para dormir y sus pantalones cortos. Se separaron después con la respiración entrecortada, pero sin alejarse completamente, aún compartiendo el mismo espacio.

Ella iba a volver a besarlo cuando alguien entró en la habitación.

—Uh... ¿interrumpo? —Harry estaba de pie en la puerta, con las manos escondidas detrás de la espalda misteriosamente. Melanie y Niall se separaron rápidamente.

—¿Tú qué crees? —dijo Niall, aunque en vez de estar enojado tenía una sonrisa burlona en el rostro.

—¿Qué estás haciendo aquí? —le preguntó Melanie rogando por el color de sus mejillas desapareciera.

—¿Qué acaso no puedo pasar a saludar a mi muy buena amiga Melanie? —mencionó nervioso.

—Si, claro. Voy a preguntar otra vez, ¿qué estás haciendo aquí y qué traes detrás de la espalda?

—¿Carly está aquí? —preguntó en un susurro.

—No —respondieron los dos como si la pregunta fuera estúpida.

—Se los diré, pero deben prometer que no se lo dirán a Carly —asintieron—. Mañana será su cumpleaños y quería dejarle esto —sacó un pequeño paquete envuelto en un papel azul con dorado.

—¿Mañana es su cumpleaños? —él chico asintió—. ¿Y tú te sabes la fecha? —asintió otra vez.

—¿Qué le regalaste? —preguntó Niall.

—Ya lo verán —dijo dejando el paquete encima de la almohada—. ¿Y qué hay con ustedes?

—Hum... digamos que estábamos teniendo una conversación razonable —contestó el rubio.

—Si, claro. ¿Así le llaman ahora, “conversación”? —hizo comillas con los dedos.

—Por el momento si —respondió Melanie.

—Está bien. No me meteré en sus asuntos, bastante tengo con los míos.

Se fue dejándolos solos otra vez

—Tus amigos son raros —murmuro Melanie.

—Creía que eran también tus amigos —Melanie sonrió, a pesar de no ser para nada normales, esos chicos le agradaban. Efectivamente, los consideraba sus amigos.

—¿Y ahora qué?

—¿A qué te refieres?

—¿Qué pasa ahora, no estás saliendo con Clove? —el negó.

—Nunca salimos en realidad, Clove sabía que yo no buscaba una relación seria y ella no es esa clase de chica tampoco.

—Me agrada escuchar eso —murmuró.

Los dos sonrieron.

 

"Hola, soy Liam. Si oyes este mensaje es porque no puedo contestarte, probablemente porque estoy en mis increíbles vacaciones, o bien, porque simplemente no quiero hablar contigo"
Melanie había oído el mismo mensaje una y otra vez desde hace dos semana. Quería hablar con Liam y contarle todo lo ocurrido por Niall, pero aún no podía hablarle. En esos momentos, Liam de seguro estaba en un jacuzzi de un hotel cinco estrellas en un destino hasta hora desconocido. Ella, por el contrario, seguía encerrada en su habitación del campamento mientras esperaba a Niall.

Llevaban saliendo casi dos semanas y la única palabra para describir su relación era: perfecta.

Recordaba a la perfección el día en que Niall le había dicho a Clove que estaba saliendo con ella. La chica parecía mucho más enfadada porque el la había cambiado “por una zorra”, como ella había dicho, que porque su “relación” hubiera terminado. No había vuelto al campamento desde ese día.

—Hola, princessa —estaba tan sumida en sus pensamientos que no supo cuando Niall llegó a la habitación—-. ¿Estás lista?

—Lista —se acercó hasta él y beso castamente sus labios.

Igual que su segundo día en el campamento, tenían una excursión, con la excepción de que en esa oportunidad pasarían allí cinco días seguido con no más que un poco de víveres para sobrevivir. Era una especie de competencia entre los distintos grupos. Claro que por acuerdo mutuo de parte de todos, sorprendentemente era la primera cosa en que Carly y Harry estuvieron de acuerdo, pasarían las cinco noches en la cabaña cercana a la playa. Habría poca vigilancia debido a las competencias, en las que ellos no participarían, por ser un poco mayores se les permitía ese beneficio.

—¡Hey! —Carly entró a la habitación haciendo que ambos se separaran—. Niall, dijiste que no te distraerías. Ya vamos retrasados —lo fulminó con la mirada.

—¡Ok, ok! —respondió el chico levantando las manos. Sin embargo no se había movido ni un centímetro.

—¿Qué esperan?, ¿que una grúa los mueva? —replicó molesta.

—Podría jurar que alguien no tuvo un buen día —murmuró Melanie para Niall.

—Puedo escucharte desde aquí, Mel —cruzó los brazos sobre el pecho.

—Entonces, ¿que paso ahora? —preguntó Niall.

—El estúpido de Harry... —Siempre que una oración comenzaba así nunca era algo bueno. Ella y Harry habían estado en una relativa paz desde el día de su cumpleaños, debido a las reglas del campamento. De todas formas habían conseguido fugarse y prometieron que aprovechando sus cinco días en la cabaña de la playa, organizarían una fiesta al estilo “Tommo”, así era como Louis la había llamado. El evento contaba además, con la aparición especial de “DJ Malik”. Harry le había regalado una pulsera con un dije representando cada estación del año con pequeños símbolos. Pasaron un rato en un bar cercano e incluso se habían besado en más de una oportunidad, efectos secundarios del alcohol. —... ah, ¡olvidenlo! ¡Ahora fuera!

Ambos salieron rápidamente con Carly pisandoles los talones y comenzaron a caminar hasta donde los chicos los esperaban. No era lejos, en menos de cinco minutos estuvieron allí.

—¡Andando! —gritó Louis cuando todos estuvieron reunidos. Uno por uno comenzaron a avanzar. Melanie iba de la mano de Niall cuando Zayn llegó a su lado.

—Mel, ¿puedo hablar contigo? —ella asintió—. En privado... —agregó mirando la mano de Melanie aún unida a la del rubio.

—Oh, claro. Niall, te veo después, ¿si? —él dudó pero luego soltó su mano. Ahora sólo estaban Melanie y Zayn caminando un poco más atrás del grupo—. ¿De qué quería hablar?

—Nada, sólo quería saber como estabas. Desde que sales con Niall ya casi ni hablamos —hizo una mueca.

—¿Seguro qué sólo es eso? —preguntó—. ¿No será por algo o... alguien?

—En realidad...

—¡Lo sabía! —exclamó—. No te preocupas por mí, sólo me necesitas porque no sabes que hacer con tu vida amorosa.

—¡Cuando tu estabas loca por Niall yo te apoyaba! —se defendió.

—Esta bien, esta bien... ¿cuál es el problema? —trató de reprimir una sonrisa.

—¡El problema es que no me quiere! —hizo un puchero adorable, a Melanie le dieron ganas de reír, parecía un niño pequeño.

—¿No te quiere? —el asintió—. ¿Por qué estás tan seguro de eso? —preguntó.

—Ayer, ayer fui a hablar con ella... —Melanie lo interrumpió.

—¿Eras tú? —él asintió—. ¡Pedazo de idiota, aún tengo sueño por culpa de eso!

La noche anterior habían llamado a la puerta incesantemente en mitad de la noche, debían ser las cuatro de la mañana cuando eso ocurrió.

—Lo siento. Quería hablar con ella, y ayer en particular me sentía valiente.

—¿Valiente?, ¿qué quieres decir con eso? —entrecerró los ojos.

—Pues... Louis tenía una botella de Vodka escondida y bebimos un poco —Así que por ahí va la cosa, pensó Melanie.

—¿Qué tan poco?

—Sólo estábamos los dos despiertos, casi media botella cada uno, puede que yo un poco más que él —murmuró lo último, casi para él mismo.

—¿Qué paso luego?

—Traté de dormir, pero no podía. Me puse a pensar en Ana y en un pestañear ya estaba golpeando la puerta. Cuando salió le dije que la quería, creo que incluso le dije que la amaba. Le pedí que fuera mi novia. Ella me dijo que fuera a dormir, que estaba borracho. No le importó ninguna de mis palabras.

—Ay, Zayn. ¿Tú eres idiota? —preguntó, él la miro con el ceño fruncido.

—Esa no es la clase de apoyo que estaba esperando.

—Estabas borracho, era la cosa más sensata que podía decirte. Por lo demás, si a mi me hubieras despertado a las cuatro de la mañana y en ese estado, ni siquiera habrías tenido oportunidad de hablar, te habría cerrado la puerta en la cara luego de darte una cachetada.

—Pero le dije que la quería, ¿qué acaso eso no cuenta? ¿No sueñan todas las mujeres con que un chico llegue con una serenata a mitad de la noche y les confiese sus sentimientos?

—¡Si!, pero no esperamos a un borracho, además tu no le llevaste ninguna serenata —el bajo la mirada—. ¿No lo hiciste, cierto? —asintió tímidamente—. Oh rayos, ¿qué canción le cantaste?

—Mmm... luego de que me rechazará, le canté POV de McFly —abrió los ojos con asombro— ¡Demonios! ¡Soy un idiota, le dije que era cruel!

—¡Hasta que te das cuenta! —murmuró exasperada—. Además, ¿cómo esperabas que te creyera en ese estado? Es más probable que este herida porque jugaste con sus sentimientos.

—Tienes que ayudarme a arreglar esto —hizo un puchero e imitó la carita de un perrito mojado, en opinión de Melanie se parecía más una ardilla esquizofrenica, pero no quería hacerlo sentir peor así que asintió.

—Harás lo que yo te diga, y desde ahora tienes prohibido beber con Louis —lo reprendió.

—Te pareces a mi mamá —ella sonrió.

—Puedo ser peor que ella, Zayn —aseguró.

Para cuando terminaron de planear todo ya habían llegado. Niall estaba otra vez al lado de Melanie, habían pasado las dos semanas completamente juntos, con excepción de las noches, y su repentina y corta separación por culpa de Zayn le había parecido eterna.

—¿De qué estaban hablando? —preguntó el rubio cuando llegaron a la orilla del lago. Se sentaron uno junto al otro.

—Te enterarás hoy en la fiesta para Carly —Niall no le preguntó más sobre el tema. Eso era algo que le gustaba de él.

Durante un rato hablaron sobre cosas sin sentido, hablar con Niall fácil, y cuando no hablaban se besaban. Los pocos silencios que se producían entre ellos nunca eran incómodos.

—¿Ya hablaste con Liam? —habían hablado del tema antes. A Niall le molestaba que Liam aun creyera que Melanie era su novia, por lo cual había insistido en que lo llamara y le dijera que habían terminado. Pero cada vez que Melanie marcaba el número de Liam, este no contestaba.

—No. Lo llamé hoy y aun tiene buzón.

—¿Le dejaste algún mensaje? —Niall había insistido en que si no podía hablar con él, al menos podía enviarle un mensaje texto o de voz. Pero Melanie no quería terminar así con Liam. Quería hablar con él frente a frente. Antes de que fueran novios ellos habían sido amigos, y ella aún o quería de esa forma.

—No. Ya hablamos de esto, quiero hablar con él cuando vuelva de sus vacaciones —Niall parecía enojado.

—Parecen excusas.

—¿Excusas? —él asintió—. ¿Podrías ponerte en mi lugar sólo un segundo? —ahora ella también estaba molesta.

—¡Si yo fuera tu ya habría terminado con él! ¡Si en realidad me quisieras ya lo habrías hecho!

—No puedo creerlo... ¿me estás haciendo elegir entre tú y él? —él no contesto. Apoyo las manos en as rodillas y se tiro el cabello con fuera. Luego de eso parecía más calmado.

—Se que no es tu culpa que él no conteste tus llamadas. Y no, no te estoy haciendo elegir. Puedes tomar todo el tiempo que quieras. Es sólo, que no se siente bien saber que hay alguien más que puede quererte y pensar en ti.

Melanie estuvo a punto de reír de alivio.

—No puedes manejar quién piense en mi o quién me quiera. Pero lo único que importa es que yo piense en ti y que yo te quiera. Y te quiero, Niall. Te quiero más de lo que pensé posible. Ahora es como si cada latido que mi corazón da fuera por ti. Mi corazón es tuyo, completamente tuyo.

Y la distancia entre ellos desapareció.

 

—¡No puedo hacer esto! —gritó Zayn, con el papel que Melanie le había entregado minutos atrás, entre las manos.

—¡¿No querías arreglar las cosas?! —contraataco Melanie—. Me pediste ayuda y yo te ayude. Ahora irás y se lo dirás todo.

—Voy a parecer un idiota —murmuro con las manos entre el cabello.

—Pues, no es por hacerte sentir peor, pero ya pareces un idiota desde que fuiste a verla a las cuatro de la madrugada, borracho y cantándole una canción en la que le decías que era cruel.

—Comienzo a cuestionarme si en realidad fue buena idea acudir a ti. Estoy seguro de que Louis me habría ayudado mucho mejor que tu —reprocho con los ojos entrecerrados.

—¡Ay, Dios! ¡Allí sólo dice que lo sientes y... —Zayn la interrumpió.

—...y también anotaste un montón de cursilerías como que me gusta el aroma de su cabello y de sus ojos! —Melanie rodó los ojos indignada.

—¿Acaso no es verdad?

—Si, pero... —respondió.

—¿Pero qué?

—Me tomó un año completo darme cuenta de que la quería y apenas puedo decírselo, ¿y quieres que le diga todas esas cosas?

Melanie suspiró frustrada. Zayn no lo haría. Pensó un momento en alguna solución para el problema y casi creyó ver un foco encendido justo encima de su cabeza cuando se le ocurrió una idea.

—Si no vas a decírselo, entonces vas a cantárselo —él negó con la cabeza rápidamente, pero Melanie no iba a dejar las cosas así—. Escucha bien, Malik. Nunca me has visto enojada, y te aseguro que no es una parte que quieras conocer de mí. —lo fulminó con la mirada. —Ahora vendrás conmigo, te aprenderás la canción que te diré en diez minutos y se la cantarás a Anna en la fiesta de cumpleaños de Carly. Ya le cantaste una vez, podrás hacerlo de nuevo, sólo que ahora estarás sobrio.

Media hora después, todos estaban en la cabaña de la playa. La música retumbaba en las paredes, los pocos invitados moviéndose y bailando entre ellos, sin tener una pareja de baile definida.

—¿Te estás divirtiendo? —Melanie giró para ver a Niall hablándole al oído.

—Mucho —Entrelazo sus brazos detrás del cuello del chico y lo besó—. ¿y tú?

—Te extrañe, princesa. Quiero mostrarte algo, pero aún no.

—¿Qué es? —preguntó con una sonrisa.

—Sólo espera a que el resto de nosotros esté lo suficientemente borrachos como para no notar nuestra ausencia —rió.

—¡Hey! —interrumpió el moreno, estaba de pie sobre un sillón a pocos metros de distancia—. Quiero dedicarle esta canción a Ana.

El sonrojo de sus mejillas era tan tierno, que Melanie no podía estar segura de si los “awww” que sonaron en la sala fueron por eso, o porque le dedicaba la canción a Ana. La música comenzó, Melanie le había pedido a Cindy que ayudara a Zayn para su declaración, así que esta tocaba mientras el otro cantaba.

There are no words, to paint a picture of you girl
Your eyes, those curves, it’s like you’re from some other world
You walk my way, oh god it’s so frustrating.

So why do I disappear when you come near,
It makes me feel so small,
Why do I blow my lines, most every time,
It’s like I got no chance at all,

If I could be your superman,
I’d fly you to the stars and back again.
Cos everytime you touched my hand,
You feel my powers running through your veins
But I can only write this song,
And tell you that I’m not that strong.
Cos I’m no superman, I hope you like me as I am.

It aint no lie, I have to tell you how I feel,
But each time, I try it gets a little more unreal,
You say my name, oh god I can’t stop shaking,

So why do I disappear when you come near,
It makes me feel so small,
If I could read your mind,
Girl would I find, any trace of me at all.

If I could be your superman,
I’d fly you to the stars and back again.
Cos everytime you touched my hand,
You feel my powers running through your veins
But I can only write this song,
And tell you that I’m not that strong.
Cos I’m no superman, I hope you like me as I am

Cuando la música terminó, todos se giraron para ver a Ana, quién estaba ligeramente sonrojada mientras sonreía.

—No soy bueno con estas cosas —siguió hablando zayn—, quería pedirte perdón por lo del otro día, estaba borracho, cabe decir que por culpa de Louis —Louis recibió un buen golpe por parte de Cindy que ya había soltado la guitarra—. No sabía como y Melanie dijo que esta sería la mejor forma —le regalo una sonrisa deslumbrante—. Perdón, fui un completo idiota. Pero no todo lo que te dije esa noche fue mentira —se detuvo. Por un momento todos contuvieron el aliento a la espera de que dijera algo, hasta que continuo—: En realidad quiero que seas mi novia.

Ana no decía nada, solo mantenía la sonrisa en su rostro. Zayn se estaba poniendo nervioso, se balanceaba de un lado a otro sobre sus pies a la espera de alguna respuesta. Melanie se escabulló entre la gente y le susurró a Ana que dijera algo, esta pareció salir del encantamiento en el que estaba.

—Yo... —sus palabras fueron cortadas, en vez de eso movió su rostro de arriba a abajo rápidamente.

Zayn bajo del sofá de un salto y tomó la mano de Ana. Estaba a unos centímetros de distancia cuando se detuvo y frunció el ceño. Le dedico una mirada malévola a todos los asistentes del lugar, quienes rápidamente desviaron la atención del lugar y fingieron hablar entre ellos. Todos miraban la escena de reojo, las manos de ambos entrelazadas mientras unían sus labios suavemente.

Melanie sintió como alguien jalaba su brazo. Al ver de quien se trataba preguntó: —¿Qué haces?

—Necesitaba una distracción, esto es suficiente —respondió el rubio con una sonrisa que ella correspondió.

Se escabulleron silenciosamente de la cabaña hasta llegar a la playa. Sus manos estaban entrelazadas mientras seguían caminando por la orilla.

—¿Cuál es tu color favorito? —preguntó el rubio de pronto.

—Hmm... azul —respondió.

—¿Azul? —ella asintió—. Es un color raro para una chica, te imaginaba más del tipo que tiene una habitación completamente rosa —le dedico una sonrisa de lado.

—Ahora sabes que no lo soy, pero no me gusta cualquier azul.

—¿Hay distintos tipos?

—Si, esta el del mar, el del cielo nocturno —indicó cada cosa con un dedo— y esta el de tus ojos. Amo el color de tus ojos. Fue la primera cosa que me llamó la atención de ti. ¿Cuál es el tuyo?

—No te lo diré —Negó con la cabeza y ella lo miró con el ceño fruncido—. Si te digo cual es, quedare por un insensible por no haberme fijado en tus ojos, y si te digo que el marrón claro de los tuyos es mi favorito, estaría mintiendo.

Él la beso, lentamente. El calor de sus labios y manos sustituyendo el frío que sentía por la brisa nocturna.
Siguieron caminando por un corto y estrecho camino, entrando al bosque. Se podía ver la cabaña desde ahí, pero parecía lejana y se había vuelto más pequeña. Niall se detuvo junto con ella.

—Arriba —murmuro en respuesta de la cara confundida de su novia.

Melanie miró hacia el cielo. Las estrellas se podían ver mucho más brillantes por la ausencia de luz, pero lo que Niall le mostraba no era eso. En la rama de un árbol, había una especie de carpa colgada. Se veía iluminada desde el interior, como un pequeño refugio para dos personas.

Subieron por una escalera sujeta firmemente en el tronco del árbol, el lugar estaba iluminado por velas, algunas se habían extinguido, pero el ambiente era sereno con las luces bajas y el silencio de la noche.

—¿Estás seguro de que esto es firme? —preguntó. Se sentó en el estrecho espacio del lugar con la ayuda de Niall, las puntas de sus rodillas tocándose.

—Jamás te habría traído aquí si fuera peligroso, princesa. Lo único que quiero hacer durante el resto de mi vida es cuidarte —sonrió, Melanie se acercó a él y beso cortamente.

—Lo único que quiero para el resto de mi vida, es que me protejas —le sonrió—. Esto es hermoso, Niall. Gracias.

—No es lo único que quería mostrarte.

—¿Qué... —él coloco un dedo sobre sus labios para hacerla callar.

—No podía subir mi guitarra hasta aquí, así que sólo te cantaré así. Es una canción que te escribí el primer día en que te vi aquí, sólo una parte pequeña. Debo confesarte que te conocía desde antes. Cada día te veía salir de la escuela y me aseguraba de que no te pasara nada. Había visto una foto tuya en la casa de tus padres y luego de escuchar tu voz me enamora perdidamente de ti, princesa. Eres lo único que necesito. Lo único que quiero.

Lo miró con asombro. Le había escuchado antes cuando hablaba con Clove sobre ella, pero no sabía que Niall la fuera a ver a diario a la escuela solo para asegurarse de que no le ocurriera nada. Sus pensamientos se detuvieron cuando la voz de Niall comenzó a sonar.

Wish that we could be alone now
If we could find some place to hide
Make the last time just like the first time
Push a button and rewind

Don't say the word that's on your lips
Don't look at me that way
Just promise you'll remember
When the tide is grey

Cause you were mine for the Summer
Now we know its nearly over
Feels like snow in September
But I always will remember
You were my Summer love
You always will be my Summer love

 

—¿Soy sólo tu amor de verano? —preguntó Melanie, aunque con una sonrisa en el rostro.

—De verano, de otoño, de invierno y de primavera. De todo el año, pero decir "eres mi amor de verano" sonaba mucho mejor que "eres mi amor de todo el año" —Niall hizo una mueca, sonriendo.

—Estoy de acuerdo. Ven aquí.

Niall cruzó el estrecho espacio hasta quedar frente a ella.

—¿Te gustó? —Melanie asintió con el rostro a unos centímetros del suyo.

—Fue la cosa más hermosa que nunca nadie ha hecho por mí.

Melanie tomó su camiseta y lo atrajo hacia ella, juntando sus labios en un dulce beso. Los labios de Niall le respondieron al instante, dejando escapar un suspiro por parte de la chica.

—Hay que comer; debes tener hambre —Dijo Niall cuando se separaron para tomar aire.

El hambre o la ausencia de él, era lo que menos le preocupaba a Melanie, pero no podía negarle eso a Niall luego de que él hubiera preparado todo con tanto esmero.

Melanie asintió y Niall estiró su mano para tomar una canasta que contenía sándwiches y frutas con chocolate. La chica ni siquiera la había visto cuando entraron, pero no le prestó importancia.

Comieron entre risas, intercambiando uno que otro beso y una que otra mirada.

—Comes mucho, me agrada eso —Melanie alzó una ceja.

—¿Sí?

—Sí. Amo la comida, y si la chica que amo ama comer también... mejor para mí. Rodaremos juntos algún día y nos iremos a un paraíso de comida.

Melanie rió divertida y termino de comerse una fresa en una sola mordida.