All secrets. *Harry Styles*

Ficha:

Hola!
Aquí esta mi ficha por si acaso.

LinIsInLoveHazza escribió:Hola!
Me encanto:)
Puedo con Liam?

Holi, bienvenida!!
Claro pero me tienes que poner tu ficha :D

LinIsInLoveHazza escribió:

Ficha:

Hola!
Aquí esta mi ficha por si acaso.

Holi, lo siento que antes no vi la ficha e.e
Pues Liam ya es todo tuyo, empezaré a subir en nada. un beso!!

PaolaStylinson escribió:

Oh dios escribes grandioso! Envidia ON! JAJA ocupas a alguna mejor amiga o amiga yo me apunto creo que ya no hay chicos no? Te dejo mi ficha por si acaso, espero aceptes mi petición 'petición suena como que quiero el trabajo no?)' bueno Besos :-)

Paola Sugg

Nombre: Paola

Apellido: Sugg

Edad: 19

Disc. física: Soy delgada de buenas curvas, de tes blanca un poco bronceada, ojos mieles con muchas pestañas, pelo ondulado color castaño y en las puntas castaño claro, soy alta mido 1.73, labios finos y nariz definida pequeña, tengo pocas pecas, uñas largas.

Disc. psicológica: Soy una chica un poco cerrada, mis sentimientos los expreso mas escribiéndolos que hablándolos, me gusta mucho hacer amigos y amigas, cuando alguien me gusta me pongo muy tímida y me sonrojo mucho, cuando me enojo soy de esas chicas que cuando se enojan, se enojan mucho y no quieren saber nada de la vida, cuando estoy triste siempre cuando estoy con la gente intento ocultarlo o alejándome de ahí, soy una chica muy amigable y de confianza cuando alguien necesita hablar con alguien con migo puede venir y lo puedo escuchar y hasta dar concejos, en el amor soy un poco difícil pues ta he tenido muchos fracasos y suelo tardar en aceptar que alguien me atrae, me encanta hacer bromas con mis amigas en especial, soy muy carrilluda cuando alguno(a) de mis amigos le gusta alguien, soy muy pero muy imprudente en lo que es de sorpresas y eso, cuando algo sale mal me altero y suelo gritar mucho pues me desespero, dejando todo esto de lado me dicen que soy muy inmadura para mi edad.

Gustos: Jugar en el Iphone, hacer bromas, las flores, el maquillaje, la ropa en especial los vestidos, los chocolates, leer.

Disgustos: Las películas de terror, los insectos, las pasas, las personas hipócritas, las matemáticas las aborrezco.

Chico: Como aun no se cual sea tu decisión pondre a Jack Harries

Aw muchas gracias aunque no creo que sea para tanto ._.
Sí, los chicos ya están cogidos pero te pondré en un personaje que sale mucho aunque al principio es un poco tontita (? anyway, luego te gustará :D
Un beso!!!!!!!!!

SIGUELA ME GUSTO EL CAP..!!!

Me encanto el capitulo:)

Holiii chicas C:
Bueno, acabo de subir el primer capítulo. Al principio está un poco sosa hasta que comience lo más interesante así que espero que aguantéis por aquí u.u
Me gustaría que comentaseis lo que os gusta y sobre todo lo que no, así puedo ir mejorándolo!! Ah, y si me podéis contestar, ¿se ve mal? es que me parece que la letra en cursiva no se lee muy bien, ¿verdad? e.e
Un besito :(L):

kjdlakfsf linda e amado el capitulo, me encanta como escribis no puedo esperar a que la sigas!!

louisa styless <3 escribió:SIGUELA ME GUSTO EL CAP..!!!

La seguiré pronto (:

LinIsInLoveHazza escribió:Me encanto el capitulo:)

Me alegra te gustase!! (:

PaolaStylinson escribió:

Soy insoportable lalalalalalalala JAJA
Me encanto el cap. escribes grandiosisisisisimo ya lo había dicho no? pero lo repito dah!
Tienes que seguirlaaaaaaa y gracias por dejarme estar en tu novela!
Besos y abrazos

P.d: Si se ve bien la letra cursiva, también lo que puedes hacer es hacerla mas grande y se vera mas :-)

byeeeee:*

Jajajajaja si, lo siento u.u Pero luego cambiará!!! :D
Muuuuchas graciasssss :hug: :(L):

I know you, and you'll know me.


Respiré hondo al entrar en la clase donde muchos alumnos ya se encontraban sentados charlando. Subí hacia la quinta fila de asientos y me senté en uno bastante centrado esperando mientras el profesor terminaba de colocar su material en el escritorio.

- Buenos días alumnos del segundo curso de la carrera de psicología, soy el Sr Samuels. Este año ha habido unos cuantos cambios en el profesorado así que, por supuesto, ustedes no me conocen. Voy a ser vuestro profesor de psicología fisiológica, asignatura que nunca habéis tenido por cierto. ¿Alguien hace el favor de explicar con sus palabras a los demás compañeros de que se trata esta asignatura?

- Oh por favor –susurré poniendo mis ojos en blanco.

- ¿Te importa si me siento aquí? –preguntó una voz suave a mi lado. Me giré y vi a una chica con, por cierto, un pelo increíble. Su color original era castaño claro pero las largas puntas comenzaban en un tono morado para acabar en un llamativo fucsia.

- Claro, no importa –dije retirando un poco mis cosas.

- ¿Cómo te llamas? –preguntó.

- Eso, ¿cómo se llama señorita? –formuló alto y claro una voz grave. Miré hacia el centro de la sala encontrándome con los ojos del profesor de mediana edad clavados en mi.- ¿Y bien?

- _____ Adams –dije firme.

- ¿Usted, _____, puede contestar a mi pregunta? Si es que sabe la pregunta que formulé.

- ¿La psicología fisiológica? –Asintió expectante.- Estudio de las bases fisiológicas del comportamiento para explicar los cambios del organismo durante una conducta.

- Bien, bastante bien. –Asintió complacido.- Ahora, ¿la señorita de al lado, puede poner un ejemplo para que sus compañeros menos puestos en el tema puedan entenderlo?

- La relación entre cualquier fobia con los impulsos de la amígdala.

- ¿Su nombre? –preguntó el profesor a mi compañera.

- Luizmar Quinter.

- Bien, señoritas Adams y Quinter, salgan al encerado.

- Venga ya –dije sin pensar ganándome la mirada e incluso risas de mis compañeros.

- ¿Perdone señorita Adams?

- Nada – susurre esperando que no preguntase más. Asintió divertido.

Suspiré levantándome del asiento. Joder, el primer día y ya molestando, ¿no se supone que en la universidad son clases más teóricas sin tomar en cuenta a los alumnos? Maldita sea.

Me coloqué al lado de la chica morena y el profesor nos separó colocándose en medio. Miré hacia la extensión de la clase viendo más de cien pares de ojos colocados sobre nosotros. ¡Oh por dios, contrólate _____!

- Bien chicas, ¿cómo os sentís aquí?

- Es… intimidante –dije y Luizmar lo afirmó.

- ¿Miedo? –preguntó el profesor.

- Lo definiría mejor como agobio. –Dijo mi compañera y él se rió.

- Es decir, os sentís intimidadas ante tanta gente observándoos. ¿Diríais que os sentiríais más seguras si supieseis lo que tuvieses que hacer aquí?

- Probablemente –contesté.

- Chicos –dijo señalando a un par de amigos a un lado de la clase.- Quiero que habléis, cualquier cosa. El rubio que le cuente lo que hizo en verano al moreno o lo que os de la gana. Hacedlo cuando yo os avise. Ahora, vosotras presentaos, tú primera señorita Adams. Sabe lo que tiene que hacer así que no se sienta incómoda –Dijo sonriente. Levanté una ceja.- Vamos, no tenemos todo el día.

- Está bien, me llamo _____ Adams. Tengo 19 años, curso segundo año de la carrera de psicología. Vivo en el campus sudeste de la universidad y… -Un par de voces me interrumpieron, las voces de los chicos que el señor Samuels había mandado que hablasen. Carraspeé.- Pertenezco al club de ballet del campus y… oh por dios, diles que se callen. –Me quejé haciendo que toda la clase riese.

- Molesta, ¿cierto? –Asentí dándolo por obvio.- ¿Usted también quiere probarlo señorita Quinter? –Ella negó efusivamente con la cabeza.- Bien, entonces váyanse a sus asientos y déjenme dar la clase. Vamos, vayan.

Reí y me dirigí hacia los asientos del medio. Gracias al Señor Samuels ahora sería conocida en toda la clase de psicología fisiológica, algo que ni me gustaba ni me disgustaba ciertamente. Realmente estaba acostumbrada a algo de atención y el hecho de que algunos compañeros supiesen mi nombre y que hacía danza no me asustaba.

Tras dos horas de tortuosa entrada hacia su asignatura, el agudo sonido del timbre sonó dejándome en libertad por el campus durante media hora.

Guardé mis cosas en la bolsa y salí de la clase con alguien en mis talones, ¿quién? ni idea.

- ¿Quieres algo? –pregunté girándome para encontrarme dos ojos verdes intensos a más o menos una cabeza de altura sobre mí. Un chico moreno se extendía ante mí, guapo, mucho; y arrogante, eso también era visible gracias a la sonrisa de suficiencia plasmada en su cara. Una preciosa sonrisa a decir verdad.

- Soy Harry –dijo extendiendo su mano.- No hace falta que te presentes, ya se tu nombre. Me gustó tu presentación.

- Genial, entonces puedo irme –dije girando sobre mis talones y dirigiéndome hacia la cafetería. No es que evadiese todo acercamiento con cualquier ser humano, si no que solía evitar a los chicos como él, es decir, extremadamente atractivos y con conocimiento de ello; a no ser que fuese yo la que se acercase a ellos, entonces las posiciones eran muy distintas.

- Eh, _____, ¿o prefieres que te llamen de alguna otra forma? –dijo su grave voz colocándose a mi lado. Una ráfaga de un olor a miel y madera entró por mi nariz provocando un desequilibrio momentáneo. ¿Era él lo que olía así de bien? Aclaré mis pensamientos.

- ¿Te importa? Intento llegar a la cafetería para almorzar algo.

- Entonces deberías ir en el otro sentido –dijo divertido mostrando una vez más su blanca dentadura.- ¿Sabes? Conozco esto bien, podría guiarte por aquí.

- ¿No tienes mejor un plano? –rió.

- Vamos, no hullas, soy un chico agradable –dijo. ¿Se estaba quedando conmigo?

- Agradablemente pesado –susurré.

- Te enseñaré un atajo –concluyó agarrando mi muñeca para hacerme girar y comenzó a caminar por un pasillo tirando de mí.

- Mira, Harry, te lo agradezco mucho pero ya sabes que tengo 19 años y creo que soy bastante mayor como para saber guiarme por…

- Voilà –dijo con una sonrisa de suficiencia en su cara cuando abrió una puerta que dirigía directamente a la cafetería. Me miró sin haber soltado aún mi muñeca.- Y aún está vacía para que no tengas que esperar para comprar. Agradécemelo más tarde –Dijo para después darse la vuelta e irse.

¿Qué coño había sido eso? Sacudí mi cabeza mientras veía como caminaba hacia el otro lado del pasillo. Mi mirada cayó en los pantalones ajustados negros que colgaban de su cadera, aumenté mi campo de visión hacia su suelta camiseta blanca que se movía con su forma de andar dejando a mis ojos ver la trabajada espalda que se escondía bajo ella.

Quise aumentar algo más mi visión para obtener una bonita imagen de su cabello suavemente rizado, pero entonces su cabeza giró y otra vez una de esas sonrisas cargadas de arrogancia apareció en su cara. Fruncí el ceño y él amplió su sonrisa dejando ver así un par de hoyuelos a cada lado de su sonrisa. Joder, hoyuelos no –maldije en mis adentros.