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Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por UntouchedGirl Vie 08 Feb 2013, 10:04 am
¡Buenas amigas! Pues esta es mi primera adaptación de una serie y concretamente de DAMON SALVATORE que desde que me leí los libros hace como 4 años me tiene loca ^-^ Pues espero que os guste y que me comenteis aunque sea algo negativo.
~Nueva Orleans~
![Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu] Kaya](https://2img.net/r/ihimizer/img541/3137/kaya.jpg)
Género: Romántico, suspense y sobrenatural.
Autor: Yo, untouchedgirl
Adaptación: No.
Advertencias: Puede que en un futuro tenga escenas subidas de tono. Contiene lenguaje mal sonante.
Personajes principales:
Ian Somerhalder como Damon Salvatore.
Alex Pettyfer como Phil Williams.
Jennette McCurdy como April Williams.
Megan Fox como Natasha Popov.
Paul Wesley como Stefan Salvatore
Nina Dobrev como Elena Gilbert.
Tu como Emily Wells
Género: Romántico, suspense y sobrenatural.
Autor: Yo, untouchedgirl
Adaptación: No.
Advertencias: Puede que en un futuro tenga escenas subidas de tono. Contiene lenguaje mal sonante.
Personajes principales:
Ian Somerhalder como Damon Salvatore.
Alex Pettyfer como Phil Williams.
Jennette McCurdy como April Williams.
Megan Fox como Natasha Popov.
Paul Wesley como Stefan Salvatore
Nina Dobrev como Elena Gilbert.
Tu como Emily Wells
Capitulo 1. Adaptación
Emily POV
No estaba nada contenta de irme a vivir a otro lugar, mi madre siempre estaba con la misma cantinela. "Me aburro, no puedo pasar mucho tiempo en el mismo lugar" ¿Y donde estaba mi opinión? En ningún lugar claro, parece ser que la única decisión que tomé en mi vida fue elegir el día en el que nací, y ni siquiera lo recuerdo...
Pero bueno, aquí estabamos, era una nueva ciudad, después de Phoenix, Los Angeles, Orlando, Texas, Vancouver, Nueva York, Nueva Jersey, Boston... y muchas más ciudades que ni siquiera recordaba estabamos aquí, en Nueva Orleans. Lo único que conocía de Nueva Orleans era la película de Tiana y el Sapo.
- Emily, no puedes pasarte todos los viajes callada, me aburro y me da sueño. No creo que quieras morir con 18 años recién cumplidos.-Mi madre me sacó de mis pensamientos con su estridente voz. Ella era todo lo contrario a mi, yo era seria, ella alegre, yo rubia y ella morena, yo tenía la piel pálida y ella tenía ese tono bronceado tipico español. Mi madre se había casado con un militar destinado en españa y me habían tenido a mi, mi padre estaba todo el tiempo que podía con nosotros cuando no estaba de maniobras, y desde que murió hace 5 años en Afganistan mi madre había empezado su travesía por todo el parís.
- No es un de mis pensamientos más recurrentes ese de morir en la carretera.-No después de lo que veo cada día.
Cada vez que viajaba veía a millones de personas en la carretera, la mayoría de ellas llorando por el fallecimiento de alún ser querido pero claro, ellas no sabían que también estaban muertas. Desde que era pequeña había tenido esa especie de "Don", al principio le hablaba de ello a mi madre pero ella creía que simplemente eran amigos imaginarios. Y hubo un momento en el que me lo creí, hasta que un día mi amigo imaginario me dijo que estaba en el jardín y me indicó el sitio ¿que había allI? una flor. Me pidió que lo encontrara y yo escavé un poco hasta que le encontré. Mi querido amigo John había muerto con 7 años a causa de su padre, que era un borracho que le golpeó con una botella justo en el lado derecho de su cabezita. Cuando se lo dije a mi madre llamó rapidamente a la policia sin poder explicarse como había podido saber yo eso. Desde entonces decidí que no iba a decirle a nadie más lo de mis amigos imaginarios.
Nueva Orleans, según había leido en Wikipedia, era una ciudad con influencias francesas y españolas por lo que mi madre pensó que me adaptaría bien. Yo pensé que en 2005 ocurrió lo del Katrina así que lo que yo me iba a encontrar allí no sería nada agradable.
- Tengo una amiga allí Emily, me ha dicho que tiene trabajo para ti en una cafetería.
- La última cafetería que me dijiste en la que podía trabajar era un pub. ¿Estás segura de que es una cafetería?
- Claro que si. Zoe es la dueña, es una cafetería francesa.
- Pues muchas gracias mamá, de verdad, así ahorraré más dinero.
- Me duele tanto no poder pagarte la universidad mi pequeña...- Mi madré se emocionó un poco y decidí quitarle hierro al asunto.
- No te preocupes, no estoy preparada aún para la universidad.-Mentí, era lo que más deseaba, pero ni podía dejarla sola ni podía permitirmelo.
- Te quiero.
- Yo más.
No tardamos mucho en llegar, mi madre había conseguido una casa en uno de los barrios de las afueras pero el centro de la ciudad quedaba a unos 5 minutos en coche y un cuarto de hora a pie. Antes de ir a casa nos pasamos por el que iba a ser mi trabajo para conocer a la que iba a ser mi jefa. La cafetería estaba entre un instituto y un centro comercial, perfecto para atraer a la clientela, de hecho, para ser bien temprano en la mañana ya estaba bastante lleno.
- ¡Gloria!-Una mujer con el pelo rizado negro gritó el nombre de mi madre y media cafetería se giró a mirarnos. Supuse que era Zoe.
- ¡Zoe!-Mi madre corrió a abrazarla y yo me quedé detrás un poco avergonzada del numerito que estaban montando ya que estaban dando vueltas como dos colegialas. Verdaderamente les tenía envidia, yo nunca había tenido una amiga así...-Esa de allí que se está mordiendo las uñas es mi hija, Emily.-Mi madre me hizo un gesto para que fuera hacia allí y así lo hice.
- Hola, soy Emily, encantada.-Le tendí la mano y Zoe me dió dos besos.
- La que está encantada soy yo,tu madre me ha dicho que estás ahorrando para la universidad y que necesitabas trabajo. ¿Donde mejor que con una vieja amiga? La última vez que te vi eras muy pequeñita Emily.
- No lo recuerdo, lo siento.
- No te preocupes, estabas en tu cuarto jugando con tus muñequitas.
- Pues si que hace tiempo, si.-Sonreí y ella me devolvió la sonrisa, debía tener 40 años más o menos pero su sonrisa era muy juvenil.
- ¿Recuerdas a Phil?-La ví emocionada pero no recordaba a ningún Phil en mi vida. Negué con la cabeza.-¡Phil!
- ¡Voy!-La voz salió de detrás de la barra pero allí no había nadie. Miré incomoda a mi madre que sonreía como una tonta.-¿Que pasa mamá?
Y entonces recordé quien era Phil. Recuerdo haber jugado con el cuando era pequeña pero desde luego no recordaba que Phil fuera así. Era más alto que yo y yo no podía ser considerada una chica con poca estatura, rubio de ojos verde y una barba de dos o tres días.
- ¿Emily?-Sonreí al recordarlo y el me abrazó. Yo nunca había sido dada a muchos abrazos pero si que me había dado alegría verlo.- Que de tiempo que no nos veiamos, ¿cuanto tendriamos?
- 7 u 8 años creo.-Le respondí cuando me separó de su cuerpo.-Has cambiado muchisimo Phil.
- Afortunadamente si.
Nos sentamos todos juntos a tomar un café. Me enteré de que Phil también trabajaba allí a veces cuando tenían mucha clientela como era el caso del Madi Gras que se celebraría dentro de dos semanas. Phil estaba estudiando en la universidad de Nueva Orleans pero al ser en la misma ciudad aún vivía con su madre y su padre en la casa donde siempre habían vivido. Me enteré de que Zoe tenía otra hija de 15 años y que yo también la conocía, pero a ella no la recordaba. Mi madre no tenía mucho que contar así que decidió soltar que iba a un psicologo...genial. Todos decían que no tenía nada de malo, pero sabía que en cuanto me diera la vuelta iban a hablar de la muerte de mi padre y del trauma que me había causado.
- Bueno, tenemos que ir a ver nuestra nueva casa, Emily tiene sesión esta tarde.- Mi madre soltó esa perla justo antes de levantarnos.
- Si quieres puedo llevarte.-Se ofreció Phil.
- Perfecto, así no se perderá por las calles que no conoce.-Respondió mi madre por mi, como siempre.
- ¿Te parece bien?-Phil se dirigió a mi, ignorando lo que había dicho mi madre.
- Claro, muchas gracias, te veo a las seis.-En el mismo momento que nos volvimos a meter en el coche le dirigí una mirada de asesinato a mi madre que se encogió de hombros.- No puedes ir diciendole a la gente que estoy loca mamá.
- No estás loca Emily, tienes un trauma. Y es lógico.
- Pero no me gusta que lo digas mamá, porque eso no es lo que piensa la gente.
- Pues hoy es terapia de grupo.
- ¿¡Que dices!? ¡Sabes que no me gusta hablar delante de la gente mamá! Parece que lo haces aposta.
- ¿El que?
- Odiarme.
Dí por concluida la conversación colocandome los cascos del Ipod y subiendo el volumen al máximo. Llegamos a la casa que para mi sorpresa era mucho mejor de lo que me esperaba. Tenía dos pisos, en el de abajo estaba en salón, la cocina, un baño y la habitación de mi madre, arriba estaba mi habitación y un baño. Me encantaba estar sola en una planta, y tener un baño propio aún más. Aunque la decoración del cuarto dejaba mucho que desear no podía quejarme de tamaño. Solo necesitaba un poco de remodelación. Me eché una siesta de no haber dormido en el coche en ningún momento hasta las seis que llegó a recogerme Phil.
Damon POV.
- No entiendo como mi hermano puede alimentarse de esto.-Dije mientras mordía a un conejo que había tenido la mala suerte de haberse cruzado por mi camino. Mordí su débil cuello y succioné con toda la fuerza que tenía en el cuerpo, la sangre era totalmente diferente a la humana. Era más fría y mucho más agria y el placer de tomarla se acababa mucho antes.- Espero que no te haya dolido mucho Tambor.
Reí por mi propio comentario sobre la película de Disney, recordé haber hecho un comentario parecido a Elena una vez. ¿Dónde estarían ella y Stefan ahora? Cuando me fui de Mystic Falls me olvidé por completo de todos los que allí vivían aunque, para ser sinceros, de Elena no. Ella era un pensamiento más que recurrente todos los días…
Podría ser que llevase un año entero caminando de un lugar a otro del país entre los bosques, atacando a todo animal que se apareciera en mi camino y cenándome a un autoestopista perdido en la noche. Mi manera de vivir era una mierda.
El ruido de unas risas me distrajo en mi camino y fui rápidamente a observar que se cocía por aquellos ambientes. Un grupo de adolescentes charlaban alegremente mientras bebían cerveza. Por un momento quise atacarlos por tanta felicidad en el cuerpo pero fue entonces cuando vi el cartel. Nueva Orleans, ¿tanto había caminado? Pasé de aquel grupo y entré en la ciudad, desde la última vez que lo visité había cambiado mucho. Me eché una ojeada, tenía la ropa demasiado sucia para dejar que me vieran, resultaría sospechoso. Caminé hacia una gasolinera hasta localizar a un hombre que podía tener mi talla.
- Perdone.-Toqué el hombro de aquel hombre y se giró enseguida.-Metete dentro del coche, desnúdate y dame tu ropa.
- Claro.-Aquel tipo se metió en su camioneta y se desnudó.-Toma.
- Ahora vas a olvidar que me has visto.-Asintió, como si pudiera hacer otra cosa. Entré en los baños de la gasolinera y me puse la ropa, aquel tío olía asqueroso, una mezcla entre tabaco y sudor repugnante.
Continué caminando mientras que mi estómago comenzaba a rugir. Se me hacía la boca agua cuando pasaba un pobre peatón a mi lado. Me encantaba que las jovencitas se vistieran con ropa tan corta, eran casi irresistibles de comer. Pero no podía delatar mi presencia aquí, no quería tener los mismos problemas que había tenido anteriormente. ¿Dónde podría encontrar a personas que deseasen morir? Ir a un hospital tenía sus riesgos ya que las personas, como no, están enfermas y tomar sangre en mal estado me sentaba mal. Ojeé las páginas de un diario que me había encontrado en un banco pero no encontré nada y a mi alrededor solo había una pareja, decidí preguntar.
- Perdón por la interrupción de amor, pero ¿podríais decirme algún lugar donde me quiten las ganas de morirme?
- Ve a un loquero tío…
Esa respuesta me valió, un psiquiatra. Entré en un bar y pedí el número de teléfono de un psiquiatra que hiciera terapias de grupo y enseguida me lo dieron así que me encaminé hacia allí con la ayuda de una mujer que se había “ofrecido” a llevarme. Cuando entré la recepcionista me hizo el favor de dejarme entrar y comunicarle al psicólogo mi llegada. La reunión empezó a las seis y media y nadie me habló ni yo escuché a nadie hasta que la chica de al lado me dio un codazo.
- Deberías escuchar si luego quieres que te escuchen a ti.-La miré de arriba abajo, no tenía mucha pinta de estar deprimida pero le sonreí y miré hacia delante.
- Como estaba comentando, hoy tenemos a dos personas nuevas. Emily Williams y Damon Salvatore, ambos recién llegados a la ciudad. Un aplauso por favor a estos dos nuevos amigos.-Todo el mundo comenzó a aplaudir menos yo y la chica que tenía delante que miraba al suelo avergonzada del espectáculo.-¿Cuál de los dos quiere empezar?
- Las damas primero.-Sonreí pero la chica no levantó la cabeza y me tragué la sonrisa.
- Bueno Emily, ¿Qué tienes que contarnos?-Cuando se dirigieron a ella levantó la mirada y se enderezó un poco. Entonces pude mirarla bien, tenía el pelo rubio un poco ondulado, las facciones finas y los ojos marrones oscuros, la piel clara, y las uñas mordidas…También tenía las ojeras bien marcadas pero no parecía que fueran así, eran de no dormir.
- Pues, me llamo Emily, tengo 18 años y acabo de mudarme aquí, soy de España pero desde muy pequeña mis padres han cambiado de lugar de residencia. Estoy aquí porque mi padre murió en Afganistán y aún no lo he superado. He tenido varios intentos de suicidio cuando era más pequeña y uno me llevó al hospital. Pero, desgraciadamente estoy aquí.-Me miró al darse cuenta de que la observaba con detenimiento pero rápidamente apartó la mirada. Aquella chica con ganas de morir iba a ser justo lo que yo necesitaba.
- Bueno, no creo que sea una desgracia que te hayan salvado y estés aquí. Bien, ahora Damon, cuéntanos.
- Yo…me llamo Damon Salvatore, tengo ascendencia italiana y también he vivido en muchos lugares desde que nací y no he logrado encajar en ninguno.-Escuché a varias mujeres cuchichear que no entendían como no podía encajar y entonces hacían comentarios jocosos sobre que podía encajarles en que sitio.
- Es una historia mucho menos trágica que la de nuestra amiga pero estamos aquí para ayudaros a todos…
Y empezaba el muermazo. Desconecté totalmente del resto de la sesión y me dediqué a estudiar al espécimen que si todo iba bien dentro de una hora iba a estar dentro de mi organismo. Emily no parecía española, parecía alemana a excepción de sus ojos. Era una chica alta y con buen cuerpo, muy buen cuerpo. Tenía las curvas marcadas, y bastante pecho pero no se veía exagerado con su cuerpo. Si no fuera por el hambre que tenía…
Aparté la mirada cuando ella me miró a mi con los mismos ojos que yo la estaba mirando a ella, estudiándome e intentando conocerme con una mirada.
Emily POV
No estaba nada contenta de irme a vivir a otro lugar, mi madre siempre estaba con la misma cantinela. "Me aburro, no puedo pasar mucho tiempo en el mismo lugar" ¿Y donde estaba mi opinión? En ningún lugar claro, parece ser que la única decisión que tomé en mi vida fue elegir el día en el que nací, y ni siquiera lo recuerdo...
Pero bueno, aquí estabamos, era una nueva ciudad, después de Phoenix, Los Angeles, Orlando, Texas, Vancouver, Nueva York, Nueva Jersey, Boston... y muchas más ciudades que ni siquiera recordaba estabamos aquí, en Nueva Orleans. Lo único que conocía de Nueva Orleans era la película de Tiana y el Sapo.
- Emily, no puedes pasarte todos los viajes callada, me aburro y me da sueño. No creo que quieras morir con 18 años recién cumplidos.-Mi madre me sacó de mis pensamientos con su estridente voz. Ella era todo lo contrario a mi, yo era seria, ella alegre, yo rubia y ella morena, yo tenía la piel pálida y ella tenía ese tono bronceado tipico español. Mi madre se había casado con un militar destinado en españa y me habían tenido a mi, mi padre estaba todo el tiempo que podía con nosotros cuando no estaba de maniobras, y desde que murió hace 5 años en Afganistan mi madre había empezado su travesía por todo el parís.
- No es un de mis pensamientos más recurrentes ese de morir en la carretera.-No después de lo que veo cada día.
Cada vez que viajaba veía a millones de personas en la carretera, la mayoría de ellas llorando por el fallecimiento de alún ser querido pero claro, ellas no sabían que también estaban muertas. Desde que era pequeña había tenido esa especie de "Don", al principio le hablaba de ello a mi madre pero ella creía que simplemente eran amigos imaginarios. Y hubo un momento en el que me lo creí, hasta que un día mi amigo imaginario me dijo que estaba en el jardín y me indicó el sitio ¿que había allI? una flor. Me pidió que lo encontrara y yo escavé un poco hasta que le encontré. Mi querido amigo John había muerto con 7 años a causa de su padre, que era un borracho que le golpeó con una botella justo en el lado derecho de su cabezita. Cuando se lo dije a mi madre llamó rapidamente a la policia sin poder explicarse como había podido saber yo eso. Desde entonces decidí que no iba a decirle a nadie más lo de mis amigos imaginarios.
Nueva Orleans, según había leido en Wikipedia, era una ciudad con influencias francesas y españolas por lo que mi madre pensó que me adaptaría bien. Yo pensé que en 2005 ocurrió lo del Katrina así que lo que yo me iba a encontrar allí no sería nada agradable.
- Tengo una amiga allí Emily, me ha dicho que tiene trabajo para ti en una cafetería.
- La última cafetería que me dijiste en la que podía trabajar era un pub. ¿Estás segura de que es una cafetería?
- Claro que si. Zoe es la dueña, es una cafetería francesa.
- Pues muchas gracias mamá, de verdad, así ahorraré más dinero.
- Me duele tanto no poder pagarte la universidad mi pequeña...- Mi madré se emocionó un poco y decidí quitarle hierro al asunto.
- No te preocupes, no estoy preparada aún para la universidad.-Mentí, era lo que más deseaba, pero ni podía dejarla sola ni podía permitirmelo.
- Te quiero.
- Yo más.
No tardamos mucho en llegar, mi madre había conseguido una casa en uno de los barrios de las afueras pero el centro de la ciudad quedaba a unos 5 minutos en coche y un cuarto de hora a pie. Antes de ir a casa nos pasamos por el que iba a ser mi trabajo para conocer a la que iba a ser mi jefa. La cafetería estaba entre un instituto y un centro comercial, perfecto para atraer a la clientela, de hecho, para ser bien temprano en la mañana ya estaba bastante lleno.
- ¡Gloria!-Una mujer con el pelo rizado negro gritó el nombre de mi madre y media cafetería se giró a mirarnos. Supuse que era Zoe.
- ¡Zoe!-Mi madre corrió a abrazarla y yo me quedé detrás un poco avergonzada del numerito que estaban montando ya que estaban dando vueltas como dos colegialas. Verdaderamente les tenía envidia, yo nunca había tenido una amiga así...-Esa de allí que se está mordiendo las uñas es mi hija, Emily.-Mi madre me hizo un gesto para que fuera hacia allí y así lo hice.
- Hola, soy Emily, encantada.-Le tendí la mano y Zoe me dió dos besos.
- La que está encantada soy yo,tu madre me ha dicho que estás ahorrando para la universidad y que necesitabas trabajo. ¿Donde mejor que con una vieja amiga? La última vez que te vi eras muy pequeñita Emily.
- No lo recuerdo, lo siento.
- No te preocupes, estabas en tu cuarto jugando con tus muñequitas.
- Pues si que hace tiempo, si.-Sonreí y ella me devolvió la sonrisa, debía tener 40 años más o menos pero su sonrisa era muy juvenil.
- ¿Recuerdas a Phil?-La ví emocionada pero no recordaba a ningún Phil en mi vida. Negué con la cabeza.-¡Phil!
- ¡Voy!-La voz salió de detrás de la barra pero allí no había nadie. Miré incomoda a mi madre que sonreía como una tonta.-¿Que pasa mamá?
Y entonces recordé quien era Phil. Recuerdo haber jugado con el cuando era pequeña pero desde luego no recordaba que Phil fuera así. Era más alto que yo y yo no podía ser considerada una chica con poca estatura, rubio de ojos verde y una barba de dos o tres días.
- ¿Emily?-Sonreí al recordarlo y el me abrazó. Yo nunca había sido dada a muchos abrazos pero si que me había dado alegría verlo.- Que de tiempo que no nos veiamos, ¿cuanto tendriamos?
- 7 u 8 años creo.-Le respondí cuando me separó de su cuerpo.-Has cambiado muchisimo Phil.
- Afortunadamente si.
Nos sentamos todos juntos a tomar un café. Me enteré de que Phil también trabajaba allí a veces cuando tenían mucha clientela como era el caso del Madi Gras que se celebraría dentro de dos semanas. Phil estaba estudiando en la universidad de Nueva Orleans pero al ser en la misma ciudad aún vivía con su madre y su padre en la casa donde siempre habían vivido. Me enteré de que Zoe tenía otra hija de 15 años y que yo también la conocía, pero a ella no la recordaba. Mi madre no tenía mucho que contar así que decidió soltar que iba a un psicologo...genial. Todos decían que no tenía nada de malo, pero sabía que en cuanto me diera la vuelta iban a hablar de la muerte de mi padre y del trauma que me había causado.
- Bueno, tenemos que ir a ver nuestra nueva casa, Emily tiene sesión esta tarde.- Mi madre soltó esa perla justo antes de levantarnos.
- Si quieres puedo llevarte.-Se ofreció Phil.
- Perfecto, así no se perderá por las calles que no conoce.-Respondió mi madre por mi, como siempre.
- ¿Te parece bien?-Phil se dirigió a mi, ignorando lo que había dicho mi madre.
- Claro, muchas gracias, te veo a las seis.-En el mismo momento que nos volvimos a meter en el coche le dirigí una mirada de asesinato a mi madre que se encogió de hombros.- No puedes ir diciendole a la gente que estoy loca mamá.
- No estás loca Emily, tienes un trauma. Y es lógico.
- Pero no me gusta que lo digas mamá, porque eso no es lo que piensa la gente.
- Pues hoy es terapia de grupo.
- ¿¡Que dices!? ¡Sabes que no me gusta hablar delante de la gente mamá! Parece que lo haces aposta.
- ¿El que?
- Odiarme.
Dí por concluida la conversación colocandome los cascos del Ipod y subiendo el volumen al máximo. Llegamos a la casa que para mi sorpresa era mucho mejor de lo que me esperaba. Tenía dos pisos, en el de abajo estaba en salón, la cocina, un baño y la habitación de mi madre, arriba estaba mi habitación y un baño. Me encantaba estar sola en una planta, y tener un baño propio aún más. Aunque la decoración del cuarto dejaba mucho que desear no podía quejarme de tamaño. Solo necesitaba un poco de remodelación. Me eché una siesta de no haber dormido en el coche en ningún momento hasta las seis que llegó a recogerme Phil.
Damon POV.
- No entiendo como mi hermano puede alimentarse de esto.-Dije mientras mordía a un conejo que había tenido la mala suerte de haberse cruzado por mi camino. Mordí su débil cuello y succioné con toda la fuerza que tenía en el cuerpo, la sangre era totalmente diferente a la humana. Era más fría y mucho más agria y el placer de tomarla se acababa mucho antes.- Espero que no te haya dolido mucho Tambor.
Reí por mi propio comentario sobre la película de Disney, recordé haber hecho un comentario parecido a Elena una vez. ¿Dónde estarían ella y Stefan ahora? Cuando me fui de Mystic Falls me olvidé por completo de todos los que allí vivían aunque, para ser sinceros, de Elena no. Ella era un pensamiento más que recurrente todos los días…
Podría ser que llevase un año entero caminando de un lugar a otro del país entre los bosques, atacando a todo animal que se apareciera en mi camino y cenándome a un autoestopista perdido en la noche. Mi manera de vivir era una mierda.
El ruido de unas risas me distrajo en mi camino y fui rápidamente a observar que se cocía por aquellos ambientes. Un grupo de adolescentes charlaban alegremente mientras bebían cerveza. Por un momento quise atacarlos por tanta felicidad en el cuerpo pero fue entonces cuando vi el cartel. Nueva Orleans, ¿tanto había caminado? Pasé de aquel grupo y entré en la ciudad, desde la última vez que lo visité había cambiado mucho. Me eché una ojeada, tenía la ropa demasiado sucia para dejar que me vieran, resultaría sospechoso. Caminé hacia una gasolinera hasta localizar a un hombre que podía tener mi talla.
- Perdone.-Toqué el hombro de aquel hombre y se giró enseguida.-Metete dentro del coche, desnúdate y dame tu ropa.
- Claro.-Aquel tipo se metió en su camioneta y se desnudó.-Toma.
- Ahora vas a olvidar que me has visto.-Asintió, como si pudiera hacer otra cosa. Entré en los baños de la gasolinera y me puse la ropa, aquel tío olía asqueroso, una mezcla entre tabaco y sudor repugnante.
Continué caminando mientras que mi estómago comenzaba a rugir. Se me hacía la boca agua cuando pasaba un pobre peatón a mi lado. Me encantaba que las jovencitas se vistieran con ropa tan corta, eran casi irresistibles de comer. Pero no podía delatar mi presencia aquí, no quería tener los mismos problemas que había tenido anteriormente. ¿Dónde podría encontrar a personas que deseasen morir? Ir a un hospital tenía sus riesgos ya que las personas, como no, están enfermas y tomar sangre en mal estado me sentaba mal. Ojeé las páginas de un diario que me había encontrado en un banco pero no encontré nada y a mi alrededor solo había una pareja, decidí preguntar.
- Perdón por la interrupción de amor, pero ¿podríais decirme algún lugar donde me quiten las ganas de morirme?
- Ve a un loquero tío…
Esa respuesta me valió, un psiquiatra. Entré en un bar y pedí el número de teléfono de un psiquiatra que hiciera terapias de grupo y enseguida me lo dieron así que me encaminé hacia allí con la ayuda de una mujer que se había “ofrecido” a llevarme. Cuando entré la recepcionista me hizo el favor de dejarme entrar y comunicarle al psicólogo mi llegada. La reunión empezó a las seis y media y nadie me habló ni yo escuché a nadie hasta que la chica de al lado me dio un codazo.
- Deberías escuchar si luego quieres que te escuchen a ti.-La miré de arriba abajo, no tenía mucha pinta de estar deprimida pero le sonreí y miré hacia delante.
- Como estaba comentando, hoy tenemos a dos personas nuevas. Emily Williams y Damon Salvatore, ambos recién llegados a la ciudad. Un aplauso por favor a estos dos nuevos amigos.-Todo el mundo comenzó a aplaudir menos yo y la chica que tenía delante que miraba al suelo avergonzada del espectáculo.-¿Cuál de los dos quiere empezar?
- Las damas primero.-Sonreí pero la chica no levantó la cabeza y me tragué la sonrisa.
- Bueno Emily, ¿Qué tienes que contarnos?-Cuando se dirigieron a ella levantó la mirada y se enderezó un poco. Entonces pude mirarla bien, tenía el pelo rubio un poco ondulado, las facciones finas y los ojos marrones oscuros, la piel clara, y las uñas mordidas…También tenía las ojeras bien marcadas pero no parecía que fueran así, eran de no dormir.
- Pues, me llamo Emily, tengo 18 años y acabo de mudarme aquí, soy de España pero desde muy pequeña mis padres han cambiado de lugar de residencia. Estoy aquí porque mi padre murió en Afganistán y aún no lo he superado. He tenido varios intentos de suicidio cuando era más pequeña y uno me llevó al hospital. Pero, desgraciadamente estoy aquí.-Me miró al darse cuenta de que la observaba con detenimiento pero rápidamente apartó la mirada. Aquella chica con ganas de morir iba a ser justo lo que yo necesitaba.
- Bueno, no creo que sea una desgracia que te hayan salvado y estés aquí. Bien, ahora Damon, cuéntanos.
- Yo…me llamo Damon Salvatore, tengo ascendencia italiana y también he vivido en muchos lugares desde que nací y no he logrado encajar en ninguno.-Escuché a varias mujeres cuchichear que no entendían como no podía encajar y entonces hacían comentarios jocosos sobre que podía encajarles en que sitio.
- Es una historia mucho menos trágica que la de nuestra amiga pero estamos aquí para ayudaros a todos…
Y empezaba el muermazo. Desconecté totalmente del resto de la sesión y me dediqué a estudiar al espécimen que si todo iba bien dentro de una hora iba a estar dentro de mi organismo. Emily no parecía española, parecía alemana a excepción de sus ojos. Era una chica alta y con buen cuerpo, muy buen cuerpo. Tenía las curvas marcadas, y bastante pecho pero no se veía exagerado con su cuerpo. Si no fuera por el hambre que tenía…
Aparté la mirada cuando ella me miró a mi con los mismos ojos que yo la estaba mirando a ella, estudiándome e intentando conocerme con una mirada.
Última edición por UntouchedGirl el Miér 27 Feb 2013, 4:48 pm, editado 2 veces
UntouchedGirl
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por Yani Stephen Vie 08 Feb 2013, 12:13 pm
Holaaaa, soy tú nueva lectora!!!
Me encanta Damon es taaaaaan sexy {pero prefiero al de la serie, el del libro no tenía ese magnetismo de Ian Somerhalder} de hecho tengo unas novelas acerca de él, y esta historia simplemente se me perfila como irresistible. Debo decir que escribes bastante bien, hubieron una o dos frases que estaban algo raras, pero eso siempre se mejora con la practica.
Estaré ansiosa por el otro cap y ten por seguro que me pasaré regularmente por aquí. Besitos ^^
Me encanta Damon es taaaaaan sexy {pero prefiero al de la serie, el del libro no tenía ese magnetismo de Ian Somerhalder} de hecho tengo unas novelas acerca de él, y esta historia simplemente se me perfila como irresistible. Debo decir que escribes bastante bien, hubieron una o dos frases que estaban algo raras, pero eso siempre se mejora con la practica.
Estaré ansiosa por el otro cap y ten por seguro que me pasaré regularmente por aquí. Besitos ^^
Yani Stephen
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por UntouchedGirl Vie 08 Feb 2013, 5:43 pm
muchísimas gracias !! Sabes que puede ser lo de las frases ? Que seamos de sitios diferentes. Pero eh! Me gusta! UnbesoYani Stephen escribió:Holaaaa, soy tú nueva lectora!!!
Me encanta Damon es taaaaaan sexy {pero prefiero al de la serie, el del libro no tenía ese magnetismo de Ian Somerhalder} de hecho tengo unas novelas acerca de él, y esta historia simplemente se me perfila como irresistible. Debo decir que escribes bastante bien, hubieron una o dos frases que estaban algo raras, pero eso siempre se mejora con la practica.
Estaré ansiosa por el otro cap y ten por seguro que me pasaré regularmente por aquí. Besitos ^^
UntouchedGirl
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por ~Lina ManyColors~ Jue 14 Feb 2013, 11:18 pm
Hola, Nueva Lectora!
se ve muy interesante tu novela, me ha encantado!
Espero que la sigas pronto, ya que casi todas las novelas con Damon, las dejan incompletas.
Sube el segundo capitulo
se ve muy interesante tu novela, me ha encantado!
Espero que la sigas pronto, ya que casi todas las novelas con Damon, las dejan incompletas.
Sube el segundo capitulo
~Lina ManyColors~
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por UntouchedGirl Vie 15 Feb 2013, 2:05 pm
Capitulo 2. Ataque.
Emily POV.
Aquella reunión me estaba amargando, no estaba haciendo nada productivo y sentía como todos tenían lastima por mi. Pobre niñita traumatizada…No se porque le hago caso a mi madre. Y ese tipo de enfrente no apartaba la mirada de mi en ningún momento, me sentía cohibida hasta que reuní el valor de mirarle.
Sus ojos azules se clavaban en los míos como si quisiera arrancar el alma. Tenía el pelo marrón oscuro un poco sucio a decir verdad, la cara limpia, sin rastro de barba por ningún lado. Era alto y tenía mucha musculatura. Era el hombre más atractivo y escalofriante que jamás había visto.
La sesión terminó una hora después de mi encuentro ocular con ese tal Damon y salí casi corriendo de aquella sala. Le pedí a Phil que no me llevase a casa ya que prefería ir caminando sola pero al ver las calles de Nueva Orleans a oscuras, cambié de opinión demasiado tarde.
Comencé a caminar hacia mi casa sintiendo como alguien me seguía, que era algo bastante normal en una persona que veía fantasmas, pero aún así, aceleré el paso.
- ¿Estás huyendo de algo?-Una voz sonó a mi lado y me sobresalté. Fijé mejor la vista y vi que era el mismo chico de la reunión.-No quería asustarte.
- Cualquiera lo diría.-Seguí andando ignorando su presencia.
- ¿Porque te vas sola? ¿Nadie quiere acompañarte?-No le respondí.-¿Te has enfadado?¿Me voy?¿O te hago compañía?¿No eras nueva aquí?¿Quieres perderte?
- Deja de preguntarme cosas, ¿quieres algo?
- Ahora eres tu la que pregunta.-Puse los ojos en blanco y me paré en la acera.-Estas no son formas de presentarse, soy Damon.-Extendió la mano y se la estreché.
- Yo soy Emily.-Me miró fijamente a los ojos y noté a alguien justo detrás suyo. Rápidamente aparté la mirada y busqué a aquella sombra.
- ¿Pasa algo?-Damon se dio la vuelta y miró hacia el mismo lugar que yo.-¿Emily?-Volvió a mirarme a los ojos.-Quieres que te acompañe…-Antes de que terminase la frase volvió a aparecer la sombra.-A casa.
- Vale.-No me gustaba nada la idea de que una sombra se apareciera mientras andaba sola por la ciudad. Miré a Damon que arqueaba una ceja incrédulamente.-¿Dónde vives?-Comencé a andar y Damon me siguió.
- Aún no he conseguido una casa, creo que hoy dormiré en un hotel.-Sentía constantemente una presencia a mi lado, me daba miedo mirar hacia la izquierda así que no aparté la vista de Damon cosa que, siendo sincera, tampoco me importaba.-¿Y tu?
- Pues en la calle Walace, no queda muy lejos de aquí.-Me paré en seco al ver la misma sombra esta vez delante de nosotros, comencé a sentir una extraña punzada en el pecho. Me agarré al brazo de Damon al notar que me temblaban las piernas. Comenzaron a aparecer flashes en mi cabeza sobre una chica y Damon, también aparecian otras personas pero siempre resaltaba la cara de Damon. Esto nunca me había pasado.
DAMON POV
Emily estaba arqueándose totalmente en la acera con la mano enroscada en mi brazo. Miré alrededor cerciorándome de que no había nadie y me fui. La observé desde el bosque. Aquella chica no paraba de moverse como si estuviera sufriendo un ataque epiléptico pero no lo estaba sufriendo. Después de un rato paró y se quedó allí tumbada en la acera. Mis dos lados se debatieron, en angelito me pedía que la ayudase y la llevase a casa y el demonio interior me decía que me aprovechase y la matase. Pero antes había intentado usarla y me había apartado la mirada casi con una orden exterior… Parecía inmune a mis poderes. Decidí acercarme y comprobar si seguía con vida. Si, su sangre seguía corriendo por sus venas como si fuera una maratón.
- ¿Emily?
- Brucolaco.
- Estás delirando, genial.
- Suco periculosum est.
Si mis conocimientos mínimos de lenguas no me fallaban eso era latín, pero no sabía que era lo que me estaba diciendo. Una pareja apareció a mi lado y se alarmó, cogí a Emily en brazos y me dirigí a su casa. No quería beber la sangre de alguien que pudiera tener una enfermedad. Mientras caminaba la miré con más atención. Era una chica bastante guapa, pese a estar medio muerta conservaba una belleza deslumbrante. Más le valía estar enferma o me iba a arrepentir toda la vida de no disfrutar de su sangre. Miré su cuello, tenía arañazos a lo largo y ancho del mismo. Pensé que serían los intentos de suicidio de los que había hablado en la reunión. Varias personas me miraban por la calle al ver que cargaba con una chica en mis brazos que, francamente parecía estar muerta. Llegué a su casa y llamé a la puerta con la esperanza de que alguien me abriese.
- ¡Emily!-Una mujer de unos 40 años de edad abrió la puerta, supuse que era su madre por el cierto parecido que guardaban aunque más bien era escaso.-¿Qué le ha pasado?
- Se ha desmayado en mitad de la calle al salir de la sesión.
- Pasa y ponla en el sofá por favor.-Esperaba con ansia la invitación, pasé a la casa y me dirigí al salón. Se notaba que acababan de llegar, ni siquiera tenían el típico cuadro familiar. Tumbé a Emily en el sofá mientras su madre trasteaba en la cocina. Se removió pero no abrió los ojos.-No se que le habrá pasado, nunca ha sido de desmayarse.
- Ha sido repentino, luego dijo algo pero no la entendí. Quizá se abrumó por tanta diversión.
- ¿Ha sido muy aburrido?
- Bastante.-Emily abrió repentinamente los ojos y gritó. Su madre la abrazó rápidamente pero ella no paraba de mirarme a mi con la mirada más aterrada que jamás había visto. Abrazaba a su madre de forma protectora.-Creo que es mejor que me vaya.
- Si.-Respondió Emily rápidamente y yo prácticamente desaparecí.
- No deberías ser tan antipatica, te ha traido a casa.-Utilicé mis sentidos y escuché la conversación que estaban teniendo desde fuera.
- No me fio de el.
- Pues yo si. Cualquier otro se hubiera aprovechado de ti y el te ha traido a casa como si nada.
- Voy a dormir. Despiértame mañana para ir a trabajar.-Emily subió enfadada las escaleras. Y su madre se dirigió a la puerta, comencé a andar para que no se dieran cuenta de que me había quedado escuchando.
- ¡Damon!-me giré haciéndome el sorprendido y miré a Gloria.-No te he agradecido que trajeras a Emily a casa. ¿Aceptarías venir a cenar mañana? Algo informal.
- Claro que no. Sin problemas. ¿A qué hora?-Me acerqué lo suficiente a Gloria como para poder controlarla.-¿Tienen que llegarte los muebles de la mudanza?
- Si, mañana por la tarde.
- Vas a llamarme para que te ayude con los muebles y me quedaré a cenar.-Gloria asintió.-Mañana nos vemos entonces, buenas noches.
Comencé a andar hacia el centro en busca de algún piso. Divisé un atico con buenas vistas y, aunque probablemente allí viviera alguien, no me importaba en absoluto. Subí en el ascensor con una futura vecina, que vivía justo debajo de mi. Llamé a la puerta y me abrió un hombre que debía tener 25 años.
- ¿Quiere algo?-preguntó cuando vio que estaba mirando en el interior de la casa.
- Vas a darme tu casa, irás al banco y arreglarás todos los papeles y cuando termines vas a olvidarte de mí y de que alguna vez has vivido aquí. Y ahora invítame a pasar y vete.
- Estas son las llaves.-Aquel hombre me dio las llaves y me dejó entrar, y automáticamente se fue y me dejó allí en su casa.
A veces me sentía mal al hacer esas cosas. Seguramente aquel chico tendría su vida aquí, quizás tener un ático en el centro siempre había sido su sueño pero luego de la invasión de pensamientos tristes me venía el recuerdo de que yo también tuve sueños y de que me los arrebataron de la manera más cruel posible. Podría haberlo matado, comprar la casa y comenzar de cero. Todo hubiera sido más fácil pero no, no quería matarlo. Con el paso de los últimos años había aprendido de Elena que hay que pensar antes de actuar y sus enseñanzas pesaban mucho más que años de furia y rabia contenida.
Para mi sorpresa sonó el timbre y me dirigí preocupado a la puerta. Abrí con cuidado y vi a un repartidor de pizzas, mira por donde también me habían traído a mí la cena.
Emily POV.
- Emily despierta.-La voz de mi madre sonó demasiado fuerte para ser un bonito despertar. Abrí un ojo y detecté su típica cara de bronca.
- Déjame.
- Tienes que ir a trabajar.-Se levantó de mi cama y abrió las cortinas.-Luego por la tarde vendrá el camión de mudanzas pero Zoe me ha llamado, te necesita hasta por la tarde allí.
- Sin problema. ¿Puedo usar la ducha?
- Si, ayer compré un par de cosas mínimas para el aseo.
Me metí en la ducha a pesar de que mi madre continuó hablándome. Aquella noche no había logrado dormir casi nada, las imágenes de ayer rondaban por mi cabeza. En ellas aparecían los ojos de Damon completamente oscuros, las venas de su cara muy marcadas y su boca llena de sangre. Pero una no paraba de aparecer frente a mi todo el tiempo, un charco de sangre me rodeaba y Damon estaba agarrándome con esa cara, ojos negros, venas marcadas y los colmillos afilados. Me iba a matar. Esto nunca me había pasado nunca, siempre había visto fantasmas pero nunca me había pasado lo de ayer al ver aquella sombra delante de nosotros. Era como si me estuviera advirtiendo de lo que iba a pasar.
Me olvidé del extraño episodio que viví anoche en cuanto llegué al bar y Phil me dio la bienvenida con una sonrisa de oreja a oreja. Rápidamente nos pusimos a trabajar sirviendo los desayunos de la mayoría de personas que trabajaban por allí cerca.
- ¿Cómo te fue anoche en la reunión?-Me preguntó Phil en cuanto estuvimos a solas.
- Pues no muy bien. Me aburrí, prefiero ir al cine.-Phil rió.-Prefiero las sesiones individuales.
- Lo que más te ayude es lo adecuado para ti.-La mirada de Phil me incomodó y el lo notó.-Un cliente más, a por el.
Phil fue a servirle a la mesa y yo aproveché para ir al baño. Un escalofrío recorrió mi espalda nada más entrar y eso solo pasaba cuando no estaba sola en algún lugar.
- ¿Quién eres?
- Deberías quedarte sola.-Una chica estaba apoyada en el lavabo y miraba al suelo fijamente. Era pálida de piel con una melena oscura negra que le llegaba hasta la cintura.
- ¿Quién eres?-Repetí. Aquella chica levantó la cabeza y me miró, tenía los ojos azules claros y para que engañarnos, era guapisima.
- Natasha.
- ¿Estás muerta?
- Si.
- ¿Por qué tengo que quedarme sola?
- Porque nunca le traes nada bueno a la gente que te rodea. Tu padre murió por tu culpa.
- ¿De que estás hablando?
- Ya lo has oído.-La puerta de los baños se abrió y la tal Natasha desapareció.
Yo corrí del baño y me puse a trabajar como si nada hubiera pasado. Después de pasar todo el día trabajando en la cafetería estaba deseando volver a casa y dormir.
Emily POV.
Aquella reunión me estaba amargando, no estaba haciendo nada productivo y sentía como todos tenían lastima por mi. Pobre niñita traumatizada…No se porque le hago caso a mi madre. Y ese tipo de enfrente no apartaba la mirada de mi en ningún momento, me sentía cohibida hasta que reuní el valor de mirarle.
Sus ojos azules se clavaban en los míos como si quisiera arrancar el alma. Tenía el pelo marrón oscuro un poco sucio a decir verdad, la cara limpia, sin rastro de barba por ningún lado. Era alto y tenía mucha musculatura. Era el hombre más atractivo y escalofriante que jamás había visto.
La sesión terminó una hora después de mi encuentro ocular con ese tal Damon y salí casi corriendo de aquella sala. Le pedí a Phil que no me llevase a casa ya que prefería ir caminando sola pero al ver las calles de Nueva Orleans a oscuras, cambié de opinión demasiado tarde.
Comencé a caminar hacia mi casa sintiendo como alguien me seguía, que era algo bastante normal en una persona que veía fantasmas, pero aún así, aceleré el paso.
- ¿Estás huyendo de algo?-Una voz sonó a mi lado y me sobresalté. Fijé mejor la vista y vi que era el mismo chico de la reunión.-No quería asustarte.
- Cualquiera lo diría.-Seguí andando ignorando su presencia.
- ¿Porque te vas sola? ¿Nadie quiere acompañarte?-No le respondí.-¿Te has enfadado?¿Me voy?¿O te hago compañía?¿No eras nueva aquí?¿Quieres perderte?
- Deja de preguntarme cosas, ¿quieres algo?
- Ahora eres tu la que pregunta.-Puse los ojos en blanco y me paré en la acera.-Estas no son formas de presentarse, soy Damon.-Extendió la mano y se la estreché.
- Yo soy Emily.-Me miró fijamente a los ojos y noté a alguien justo detrás suyo. Rápidamente aparté la mirada y busqué a aquella sombra.
- ¿Pasa algo?-Damon se dio la vuelta y miró hacia el mismo lugar que yo.-¿Emily?-Volvió a mirarme a los ojos.-Quieres que te acompañe…-Antes de que terminase la frase volvió a aparecer la sombra.-A casa.
- Vale.-No me gustaba nada la idea de que una sombra se apareciera mientras andaba sola por la ciudad. Miré a Damon que arqueaba una ceja incrédulamente.-¿Dónde vives?-Comencé a andar y Damon me siguió.
- Aún no he conseguido una casa, creo que hoy dormiré en un hotel.-Sentía constantemente una presencia a mi lado, me daba miedo mirar hacia la izquierda así que no aparté la vista de Damon cosa que, siendo sincera, tampoco me importaba.-¿Y tu?
- Pues en la calle Walace, no queda muy lejos de aquí.-Me paré en seco al ver la misma sombra esta vez delante de nosotros, comencé a sentir una extraña punzada en el pecho. Me agarré al brazo de Damon al notar que me temblaban las piernas. Comenzaron a aparecer flashes en mi cabeza sobre una chica y Damon, también aparecian otras personas pero siempre resaltaba la cara de Damon. Esto nunca me había pasado.
DAMON POV
Emily estaba arqueándose totalmente en la acera con la mano enroscada en mi brazo. Miré alrededor cerciorándome de que no había nadie y me fui. La observé desde el bosque. Aquella chica no paraba de moverse como si estuviera sufriendo un ataque epiléptico pero no lo estaba sufriendo. Después de un rato paró y se quedó allí tumbada en la acera. Mis dos lados se debatieron, en angelito me pedía que la ayudase y la llevase a casa y el demonio interior me decía que me aprovechase y la matase. Pero antes había intentado usarla y me había apartado la mirada casi con una orden exterior… Parecía inmune a mis poderes. Decidí acercarme y comprobar si seguía con vida. Si, su sangre seguía corriendo por sus venas como si fuera una maratón.
- ¿Emily?
- Brucolaco.
- Estás delirando, genial.
- Suco periculosum est.
Si mis conocimientos mínimos de lenguas no me fallaban eso era latín, pero no sabía que era lo que me estaba diciendo. Una pareja apareció a mi lado y se alarmó, cogí a Emily en brazos y me dirigí a su casa. No quería beber la sangre de alguien que pudiera tener una enfermedad. Mientras caminaba la miré con más atención. Era una chica bastante guapa, pese a estar medio muerta conservaba una belleza deslumbrante. Más le valía estar enferma o me iba a arrepentir toda la vida de no disfrutar de su sangre. Miré su cuello, tenía arañazos a lo largo y ancho del mismo. Pensé que serían los intentos de suicidio de los que había hablado en la reunión. Varias personas me miraban por la calle al ver que cargaba con una chica en mis brazos que, francamente parecía estar muerta. Llegué a su casa y llamé a la puerta con la esperanza de que alguien me abriese.
- ¡Emily!-Una mujer de unos 40 años de edad abrió la puerta, supuse que era su madre por el cierto parecido que guardaban aunque más bien era escaso.-¿Qué le ha pasado?
- Se ha desmayado en mitad de la calle al salir de la sesión.
- Pasa y ponla en el sofá por favor.-Esperaba con ansia la invitación, pasé a la casa y me dirigí al salón. Se notaba que acababan de llegar, ni siquiera tenían el típico cuadro familiar. Tumbé a Emily en el sofá mientras su madre trasteaba en la cocina. Se removió pero no abrió los ojos.-No se que le habrá pasado, nunca ha sido de desmayarse.
- Ha sido repentino, luego dijo algo pero no la entendí. Quizá se abrumó por tanta diversión.
- ¿Ha sido muy aburrido?
- Bastante.-Emily abrió repentinamente los ojos y gritó. Su madre la abrazó rápidamente pero ella no paraba de mirarme a mi con la mirada más aterrada que jamás había visto. Abrazaba a su madre de forma protectora.-Creo que es mejor que me vaya.
- Si.-Respondió Emily rápidamente y yo prácticamente desaparecí.
- No deberías ser tan antipatica, te ha traido a casa.-Utilicé mis sentidos y escuché la conversación que estaban teniendo desde fuera.
- No me fio de el.
- Pues yo si. Cualquier otro se hubiera aprovechado de ti y el te ha traido a casa como si nada.
- Voy a dormir. Despiértame mañana para ir a trabajar.-Emily subió enfadada las escaleras. Y su madre se dirigió a la puerta, comencé a andar para que no se dieran cuenta de que me había quedado escuchando.
- ¡Damon!-me giré haciéndome el sorprendido y miré a Gloria.-No te he agradecido que trajeras a Emily a casa. ¿Aceptarías venir a cenar mañana? Algo informal.
- Claro que no. Sin problemas. ¿A qué hora?-Me acerqué lo suficiente a Gloria como para poder controlarla.-¿Tienen que llegarte los muebles de la mudanza?
- Si, mañana por la tarde.
- Vas a llamarme para que te ayude con los muebles y me quedaré a cenar.-Gloria asintió.-Mañana nos vemos entonces, buenas noches.
Comencé a andar hacia el centro en busca de algún piso. Divisé un atico con buenas vistas y, aunque probablemente allí viviera alguien, no me importaba en absoluto. Subí en el ascensor con una futura vecina, que vivía justo debajo de mi. Llamé a la puerta y me abrió un hombre que debía tener 25 años.
- ¿Quiere algo?-preguntó cuando vio que estaba mirando en el interior de la casa.
- Vas a darme tu casa, irás al banco y arreglarás todos los papeles y cuando termines vas a olvidarte de mí y de que alguna vez has vivido aquí. Y ahora invítame a pasar y vete.
- Estas son las llaves.-Aquel hombre me dio las llaves y me dejó entrar, y automáticamente se fue y me dejó allí en su casa.
A veces me sentía mal al hacer esas cosas. Seguramente aquel chico tendría su vida aquí, quizás tener un ático en el centro siempre había sido su sueño pero luego de la invasión de pensamientos tristes me venía el recuerdo de que yo también tuve sueños y de que me los arrebataron de la manera más cruel posible. Podría haberlo matado, comprar la casa y comenzar de cero. Todo hubiera sido más fácil pero no, no quería matarlo. Con el paso de los últimos años había aprendido de Elena que hay que pensar antes de actuar y sus enseñanzas pesaban mucho más que años de furia y rabia contenida.
Para mi sorpresa sonó el timbre y me dirigí preocupado a la puerta. Abrí con cuidado y vi a un repartidor de pizzas, mira por donde también me habían traído a mí la cena.
Emily POV.
- Emily despierta.-La voz de mi madre sonó demasiado fuerte para ser un bonito despertar. Abrí un ojo y detecté su típica cara de bronca.
- Déjame.
- Tienes que ir a trabajar.-Se levantó de mi cama y abrió las cortinas.-Luego por la tarde vendrá el camión de mudanzas pero Zoe me ha llamado, te necesita hasta por la tarde allí.
- Sin problema. ¿Puedo usar la ducha?
- Si, ayer compré un par de cosas mínimas para el aseo.
Me metí en la ducha a pesar de que mi madre continuó hablándome. Aquella noche no había logrado dormir casi nada, las imágenes de ayer rondaban por mi cabeza. En ellas aparecían los ojos de Damon completamente oscuros, las venas de su cara muy marcadas y su boca llena de sangre. Pero una no paraba de aparecer frente a mi todo el tiempo, un charco de sangre me rodeaba y Damon estaba agarrándome con esa cara, ojos negros, venas marcadas y los colmillos afilados. Me iba a matar. Esto nunca me había pasado nunca, siempre había visto fantasmas pero nunca me había pasado lo de ayer al ver aquella sombra delante de nosotros. Era como si me estuviera advirtiendo de lo que iba a pasar.
Me olvidé del extraño episodio que viví anoche en cuanto llegué al bar y Phil me dio la bienvenida con una sonrisa de oreja a oreja. Rápidamente nos pusimos a trabajar sirviendo los desayunos de la mayoría de personas que trabajaban por allí cerca.
- ¿Cómo te fue anoche en la reunión?-Me preguntó Phil en cuanto estuvimos a solas.
- Pues no muy bien. Me aburrí, prefiero ir al cine.-Phil rió.-Prefiero las sesiones individuales.
- Lo que más te ayude es lo adecuado para ti.-La mirada de Phil me incomodó y el lo notó.-Un cliente más, a por el.
Phil fue a servirle a la mesa y yo aproveché para ir al baño. Un escalofrío recorrió mi espalda nada más entrar y eso solo pasaba cuando no estaba sola en algún lugar.
- ¿Quién eres?
- Deberías quedarte sola.-Una chica estaba apoyada en el lavabo y miraba al suelo fijamente. Era pálida de piel con una melena oscura negra que le llegaba hasta la cintura.
- ¿Quién eres?-Repetí. Aquella chica levantó la cabeza y me miró, tenía los ojos azules claros y para que engañarnos, era guapisima.
- Natasha.
- ¿Estás muerta?
- Si.
- ¿Por qué tengo que quedarme sola?
- Porque nunca le traes nada bueno a la gente que te rodea. Tu padre murió por tu culpa.
- ¿De que estás hablando?
- Ya lo has oído.-La puerta de los baños se abrió y la tal Natasha desapareció.
Yo corrí del baño y me puse a trabajar como si nada hubiera pasado. Después de pasar todo el día trabajando en la cafetería estaba deseando volver a casa y dormir.
Última edición por UntouchedGirl el Miér 27 Feb 2013, 5:49 am, editado 1 vez
UntouchedGirl
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por Yani Stephen Vie 15 Feb 2013, 5:36 pm
Muuuuuuuuuuyyyy buen cap!!!
me gusta como va la historia, que Damon dude aunque sea un poquito de su maldad y que haya decidido que no era bueno comerse a alguien que podia estar enferma xD
Ojala la sigas pronto!!
me gusta como va la historia, que Damon dude aunque sea un poquito de su maldad y que haya decidido que no era bueno comerse a alguien que podia estar enferma xD
Ojala la sigas pronto!!
Yani Stephen
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por Pao Salvatore Dom 17 Feb 2013, 8:43 pm
Porfa síguela!!! me encanto!!!
Pao Salvatore
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por ~Lina ManyColors~ Mar 19 Feb 2013, 12:43 am
Amo la forma en la que escribes! :(L):
El capitulo ha estado perfecto, en un momento pensé que Damon mordería a Emily![Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu] 167695056](/users/1413/29/34/05/smiles/167695056.png)
Por favor síguela lo mas pronto que puedas, ya quiero saber que sucedera
El capitulo ha estado perfecto, en un momento pensé que Damon mordería a Emily
Por favor síguela lo mas pronto que puedas, ya quiero saber que sucedera
~Lina ManyColors~
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por UntouchedGirl Miér 20 Feb 2013, 3:49 pm
Capitulo 3. Secretos.
Emily POV.
Caminé derecha a casa sin dejar tiempo a que Phil se acercase a mi para hablar. No tenía mucha gana de hablar con el. La aparición de Natasha en el baño no dejaba de aparecerse en mi mente. Y los recuerdos de las visiones de Damon se habían intensificado.
Antes de que me diera cuenta ya había llegado a casa, me sorprendió bastante ver otro coche aparcado fuera. Me paré ante el umbral después de que un escalofrío campara a sus anchas por mi espalda. Volví a sentirme observada pero claro, alguien que ve fantasmas se puede sentir observada en cualquier circunstancia así que no se asusté y pase dentro de casa.
- ¡Estoy aquí mamá!-Dejé las llaves en el nuevo mueble de la entrada que habían colocado en el sitio más acertado de toda la habitación.
- Estamos en la cocina cariño.-¿Estamos? Me dio un mal presentimiento en cuanto pronunció ese verbo. Las cajas de mi cuarto estaban apiladas en el salón, aún sin colocar, pasé de ellas y fui directamente a la cocina. Como sospechaba, Damon estaba allí, tomándose una copa de vino con mi madre. Los miré a los dos y ambos sonrieron.-Damon me ha ayudado con la mudanza y se va a quedar a cenar, lo único que falta son los muebles de tu cuarto, te hemos esperado para ponerlos.
- No necesito ayuda, puedo subir las cajas y montar muebles yo sola.-Miré a Damon desafiándolo.
- Realmente no hace falta, ya están tus muebles montados arriba, solo hay que decidir la ubicación y colocar las cosas de las cajas.-Dijo Damon después de dar un trago de vino.-¿Vamos a ello?-No respondí, segura de que Damon me seguiría.
- ¿Y bien?-Me crucé de brazos de espaldas a el pero no me respondió.-¿Qué haces en mi casa?
- Tu madre me ha invitado a cenar, creo que te lo ha dicho antes.
- ¿Qué me hiciste anoche?
- No te hice nada, te desmayaste y empezaste a decir cosas raras, te traje a casa y me echaste cuando te despertaste.-Noté como Damon comenzaba a caminar hacia a mi y me giré, resultó estar más cerca de lo que me gustaba.-Parece que me tengas miedo.
- Eres un asesino.-No dudé en decírselo y mirarlo a los ojos.-Lo vi anoche.
- ¿Tienes visiones o simplemente imaginas las cosas de forma gratuita?-Puso los ojos en blanco y se sentó en mi cama que estaba, junto a todos los muebles, junto a la pared.-Si, soy un asesino pero ya estoy rehabilitado.
- ¿Por qué quieres matarme?-Agarré una tijera que estaba encima de una caja justo cuando Damon no miraba.
- No quiero matarte, si quisiera, ya lo habría hecho.-Se levantó y volvió a andar hacia mi.-¿Qué viste exactamente?-Damon no paraba de avanzar hacia mi y yo me alejaba cada vez más hasta el punto de quedar contra la pared.-¿Vas a soltar esa tijera o me vas a matar ahora?-Moví la tijera e intenté clavársela con un movimiento rápido pero lo único que conseguí fue hacerme un corte en la mano. Con una rapidez sobrenatural Damon se metió detrás de mi armario y yo corrí al baño a limpiarme la sangre. Me miré en el espejo y Damon apareció tras de mi con la misma cara que había visto ayer cuando perdí el conocimiento.
- Damon.-Tartamudeé, me cogió la mano y la olió. Miró profundamente en mis ojos como rogandome algo y yo abrí instintivamente la mano para que pudiera ver el corte. Se llevó la mano a la boca y lamió mi herida. Extrañamente no me causó repulsión, nisiquiera me dio miedo, presioné aún más mi mano contra su boca, aquella sensación me estaba extasiando.
- Emily, para de ofrecerme la mano, por favor.-Damon susurró aquellas palabras contra la superficie de mi mano. La retiré y la miré, estaba limpia de sangre.
- Veo a personas muertas, ya sabes mi secreto, ahora dime el tuyo.
- Mato a personas pero he resistido la tentación de matarte a ti.
- ¿Cómo ibas a matarme?
- Iba a quitarte cada pequeña gota de sangre que tienes en tu cuerpo.
- ¿Vampiro?
- ¿Niño del sexto sentido?-Asentí y el hizo lo mismo.-¿Quién más lo sabe?
- Nadie, ¿ y lo tuyo?
- De momento, solo tu.
Damon POV
No tenía ni idea de lo que acababa de pasar. ¿Porque no la había matado?¿Porque me había ofrecido la mano con su herida abierta?¿Porque no había huido?¿Porque me había excitado tanto el echo de que me ofreciera su herida?¿Y porque le había confesado tan rapidamente mi condición?
Eran preguntas que rondaban por mi cabeza pero ahora mismo no podía responder porque la tenía delante. Me miraba con sus profundos ojos marrones preciosos y me absorbía por completo y no sabía porque
- Deberias ayudarme con mi habitación o mi madre subirá a molestar-Emily me apartó y fue a su cuarto.
- ¿No te doy miedo?-pregunté mientras caminaba detrás de ella?
- No, si quisieras matarme podrías haberlo echo antes.-De repente Emily se paró en seco y se giró para mirarme-¿Quieres?
- No, de momento.-Sonreí de medio lado y ella resopló.-Me interesas.
- No me digas. ¿Quieres que hable con algún tipo de persona muerta?-Comenzó a empujar la cama pero no pudo ni moverla un palmo de donde estaba. Me acerqué y la levanté con facilidad
- Solo estoy interesado en tu historia, no quiero hablar con nadie.
- De momento.-Asentí.-Colocala debajo de la ventana porfavor.
- Como mande la capitana.
Le pregunté sobre aquello de ver fantasmas mientras ordenabamos su cuarto. Ella me explicó cuando comenzó a pasarle y que ocurría cuando se le aparecía alguien. Respondió todas las preguntas que le hice y ella hizo lo mismo conmigo, todo lo que ella preguntaba lo respondí. Cuando terminamos de ordenar la habitación subí las cajas y ambos acordamos que eso lo hiciera ella sola. Cuando su madre nos llamó bajamos a comer. Había preparado tortilla española y olía de maravilla para ser comida humana.
- No se si habrás probado la comida española Damon, pero yo y Emily somos de allí.-Gloria me prestaba demasiada atención mientras cenabamos, más de la que a mi me gustaba.
- He estado por España varias veces y la verdad, no había comido nunca una tortilla tan rica como la tuya Gloria.-Sonreí y Gloria rio nerviosa, podría hacer lo que quisiera con ella si quisiera.
- ¿Cuantos años tienes?-Preguntó Emily desde la otra punta de la mesa, yo sabía que se referia a cuantos años tenía realmente, pero no podía hacerlo.
- 20.
- Parece que tienes más.-Comentó Gloria.-El padre de Emily también era más joven que yo.-Emily dio un golpe en la mesa y su madre la miró.-¿Que haces Emily?
- Nada, solo he dejado caer el cuchillo con demasiada fuerza.-Comentó.
Continuamos la cena pero Emily no volvió a abrir la boca en lo que quedó de esta. Su madre me ofreció vino después de que Emily fuera al salón a ver la tele, yo me quedé con Gloria en la cocina.
- Entonces, ¿tienes pensado quedarte mucho tiempo en Nueva Orleans?-Preguntó después de beber de su copa de vino.
- El suficiente, no me gusta quedarme mucho tiempo en un sitio.
- A mi me pasa lo mismo, desde que mi marido murió no he parado de mudarme. Entre tu y yo, Emily no se adapta a nada, siempre ha tenido un problema, aún tiene amigos imaginarios.
-¿Amigos imaginarios? ¿Por eso acude al psicologo?-Gloria asintió y yo escuché a Emily quejarse de su madre desde el salón.
- Parece que desde la muerte de su padre está un poco peor.
- Quizás solo necesite a algún amigo.
- Creo que le gusta Phil, trabaja con el y se conocen desde que eran pequeños.
- Mamá, creo que me voy a ir a la cama.-Emily apareció por la cocina para coger un vaso de agua con gesto de enfado.-Buenas noches.
No entendí de donde provenía el enfado hasta que Gloria dejó la copa encima de la encimera y se avalanzó sobre mi como si no hubiera mañana. No le negué el beso, pero me sentí incomodo en cuanto me tocó. Cuando terminó de besarme la miré extrañado.
- Perdoname Damon, es que yo llevo tanto tiempo sin hablar con un hombre...-Gloria comenzó a dar vueltas por la cocina.
- No te preocupes, de verdad, no quiero faltar al respeto, pero solo tengo dos años más que Emily, no creo que sea lo más adecuado.-Intenté que sonase como una sugerencia pero utilicé un poco de mi poder.
- Claro, lo entiendo.
- Bueno, creo que me iré a mi casa. Muchas gracias por la cena, estaba riquisima.
Fingí marcharme pero no fue así, aparqué más abajo y me colé por la ventana de Emily, que, como de costumbre no se asustó al verme de repente.
- ¿Que quieres?-se dio la vuelta en la cama enfadada.
- Tengo 167 años.-Emily se incorporó y yo me senté junto a ella en la cama.-Y tu madre acaba de besarme en la cocina.
- ¿¡Que!?-Le tapé la boca rapidamente.
- Será mejor que no grites o tu madre subirá y no sabré que decirle.
- No se de que me he sorprendido, llevas tonteando con ella desde que has llegado a casa.
- La verdad es que me sale innato.
- Egocentrico.
- Niña rara.
- Viejo.
- Ambos tenemos razón.-Sonreí y la miré fijamente.-¿Porque me has ofrecido tu mano?-Ella se encogió de hombros.-¿Te gustó?-Ella asintió.-Eso es raro.
- ¿Porque?-Pensé que decirle que solo se disfrutaba entre vampiros sería demasiada información para hoy, así que decidí mentirle.
- Normalmente duele, ya sabes, cosa de que las intención es matar.
- Pero tu no has sido el que me ha atacado, te he ofrecido yo la mano.
- Igualmente, en algunas ¿como decirlo? Sociedades, si, sociedades, muy cerradas ciertos humanos un poco coaccionados acceden a que bebamos su sangre, pero aún así sufren, lo extraño es que tu no.
- Soy rara hasta para el dolor, supongo que después de tantos intentos de suicidio ya ni siento el dolor.-Abrí la boca para preguntarle como lo había intentado pero esta vez fue ella la que me tapó la boca.-Hablaremos de eso más adelante, ahora si no te importa, me gustaría dormir.
- Me parece bien, ¿quieres que nos veamos mañana?
- Cuando quieras.-Sonrió a modo de despedida y me fui de la habitación.[b][u]
Emily POV.
Caminé derecha a casa sin dejar tiempo a que Phil se acercase a mi para hablar. No tenía mucha gana de hablar con el. La aparición de Natasha en el baño no dejaba de aparecerse en mi mente. Y los recuerdos de las visiones de Damon se habían intensificado.
Antes de que me diera cuenta ya había llegado a casa, me sorprendió bastante ver otro coche aparcado fuera. Me paré ante el umbral después de que un escalofrío campara a sus anchas por mi espalda. Volví a sentirme observada pero claro, alguien que ve fantasmas se puede sentir observada en cualquier circunstancia así que no se asusté y pase dentro de casa.
- ¡Estoy aquí mamá!-Dejé las llaves en el nuevo mueble de la entrada que habían colocado en el sitio más acertado de toda la habitación.
- Estamos en la cocina cariño.-¿Estamos? Me dio un mal presentimiento en cuanto pronunció ese verbo. Las cajas de mi cuarto estaban apiladas en el salón, aún sin colocar, pasé de ellas y fui directamente a la cocina. Como sospechaba, Damon estaba allí, tomándose una copa de vino con mi madre. Los miré a los dos y ambos sonrieron.-Damon me ha ayudado con la mudanza y se va a quedar a cenar, lo único que falta son los muebles de tu cuarto, te hemos esperado para ponerlos.
- No necesito ayuda, puedo subir las cajas y montar muebles yo sola.-Miré a Damon desafiándolo.
- Realmente no hace falta, ya están tus muebles montados arriba, solo hay que decidir la ubicación y colocar las cosas de las cajas.-Dijo Damon después de dar un trago de vino.-¿Vamos a ello?-No respondí, segura de que Damon me seguiría.
- ¿Y bien?-Me crucé de brazos de espaldas a el pero no me respondió.-¿Qué haces en mi casa?
- Tu madre me ha invitado a cenar, creo que te lo ha dicho antes.
- ¿Qué me hiciste anoche?
- No te hice nada, te desmayaste y empezaste a decir cosas raras, te traje a casa y me echaste cuando te despertaste.-Noté como Damon comenzaba a caminar hacia a mi y me giré, resultó estar más cerca de lo que me gustaba.-Parece que me tengas miedo.
- Eres un asesino.-No dudé en decírselo y mirarlo a los ojos.-Lo vi anoche.
- ¿Tienes visiones o simplemente imaginas las cosas de forma gratuita?-Puso los ojos en blanco y se sentó en mi cama que estaba, junto a todos los muebles, junto a la pared.-Si, soy un asesino pero ya estoy rehabilitado.
- ¿Por qué quieres matarme?-Agarré una tijera que estaba encima de una caja justo cuando Damon no miraba.
- No quiero matarte, si quisiera, ya lo habría hecho.-Se levantó y volvió a andar hacia mi.-¿Qué viste exactamente?-Damon no paraba de avanzar hacia mi y yo me alejaba cada vez más hasta el punto de quedar contra la pared.-¿Vas a soltar esa tijera o me vas a matar ahora?-Moví la tijera e intenté clavársela con un movimiento rápido pero lo único que conseguí fue hacerme un corte en la mano. Con una rapidez sobrenatural Damon se metió detrás de mi armario y yo corrí al baño a limpiarme la sangre. Me miré en el espejo y Damon apareció tras de mi con la misma cara que había visto ayer cuando perdí el conocimiento.
- Damon.-Tartamudeé, me cogió la mano y la olió. Miró profundamente en mis ojos como rogandome algo y yo abrí instintivamente la mano para que pudiera ver el corte. Se llevó la mano a la boca y lamió mi herida. Extrañamente no me causó repulsión, nisiquiera me dio miedo, presioné aún más mi mano contra su boca, aquella sensación me estaba extasiando.
- Emily, para de ofrecerme la mano, por favor.-Damon susurró aquellas palabras contra la superficie de mi mano. La retiré y la miré, estaba limpia de sangre.
- Veo a personas muertas, ya sabes mi secreto, ahora dime el tuyo.
- Mato a personas pero he resistido la tentación de matarte a ti.
- ¿Cómo ibas a matarme?
- Iba a quitarte cada pequeña gota de sangre que tienes en tu cuerpo.
- ¿Vampiro?
- ¿Niño del sexto sentido?-Asentí y el hizo lo mismo.-¿Quién más lo sabe?
- Nadie, ¿ y lo tuyo?
- De momento, solo tu.
Damon POV
No tenía ni idea de lo que acababa de pasar. ¿Porque no la había matado?¿Porque me había ofrecido la mano con su herida abierta?¿Porque no había huido?¿Porque me había excitado tanto el echo de que me ofreciera su herida?¿Y porque le había confesado tan rapidamente mi condición?
Eran preguntas que rondaban por mi cabeza pero ahora mismo no podía responder porque la tenía delante. Me miraba con sus profundos ojos marrones preciosos y me absorbía por completo y no sabía porque
- Deberias ayudarme con mi habitación o mi madre subirá a molestar-Emily me apartó y fue a su cuarto.
- ¿No te doy miedo?-pregunté mientras caminaba detrás de ella?
- No, si quisieras matarme podrías haberlo echo antes.-De repente Emily se paró en seco y se giró para mirarme-¿Quieres?
- No, de momento.-Sonreí de medio lado y ella resopló.-Me interesas.
- No me digas. ¿Quieres que hable con algún tipo de persona muerta?-Comenzó a empujar la cama pero no pudo ni moverla un palmo de donde estaba. Me acerqué y la levanté con facilidad
- Solo estoy interesado en tu historia, no quiero hablar con nadie.
- De momento.-Asentí.-Colocala debajo de la ventana porfavor.
- Como mande la capitana.
Le pregunté sobre aquello de ver fantasmas mientras ordenabamos su cuarto. Ella me explicó cuando comenzó a pasarle y que ocurría cuando se le aparecía alguien. Respondió todas las preguntas que le hice y ella hizo lo mismo conmigo, todo lo que ella preguntaba lo respondí. Cuando terminamos de ordenar la habitación subí las cajas y ambos acordamos que eso lo hiciera ella sola. Cuando su madre nos llamó bajamos a comer. Había preparado tortilla española y olía de maravilla para ser comida humana.
- No se si habrás probado la comida española Damon, pero yo y Emily somos de allí.-Gloria me prestaba demasiada atención mientras cenabamos, más de la que a mi me gustaba.
- He estado por España varias veces y la verdad, no había comido nunca una tortilla tan rica como la tuya Gloria.-Sonreí y Gloria rio nerviosa, podría hacer lo que quisiera con ella si quisiera.
- ¿Cuantos años tienes?-Preguntó Emily desde la otra punta de la mesa, yo sabía que se referia a cuantos años tenía realmente, pero no podía hacerlo.
- 20.
- Parece que tienes más.-Comentó Gloria.-El padre de Emily también era más joven que yo.-Emily dio un golpe en la mesa y su madre la miró.-¿Que haces Emily?
- Nada, solo he dejado caer el cuchillo con demasiada fuerza.-Comentó.
Continuamos la cena pero Emily no volvió a abrir la boca en lo que quedó de esta. Su madre me ofreció vino después de que Emily fuera al salón a ver la tele, yo me quedé con Gloria en la cocina.
- Entonces, ¿tienes pensado quedarte mucho tiempo en Nueva Orleans?-Preguntó después de beber de su copa de vino.
- El suficiente, no me gusta quedarme mucho tiempo en un sitio.
- A mi me pasa lo mismo, desde que mi marido murió no he parado de mudarme. Entre tu y yo, Emily no se adapta a nada, siempre ha tenido un problema, aún tiene amigos imaginarios.
-¿Amigos imaginarios? ¿Por eso acude al psicologo?-Gloria asintió y yo escuché a Emily quejarse de su madre desde el salón.
- Parece que desde la muerte de su padre está un poco peor.
- Quizás solo necesite a algún amigo.
- Creo que le gusta Phil, trabaja con el y se conocen desde que eran pequeños.
- Mamá, creo que me voy a ir a la cama.-Emily apareció por la cocina para coger un vaso de agua con gesto de enfado.-Buenas noches.
No entendí de donde provenía el enfado hasta que Gloria dejó la copa encima de la encimera y se avalanzó sobre mi como si no hubiera mañana. No le negué el beso, pero me sentí incomodo en cuanto me tocó. Cuando terminó de besarme la miré extrañado.
- Perdoname Damon, es que yo llevo tanto tiempo sin hablar con un hombre...-Gloria comenzó a dar vueltas por la cocina.
- No te preocupes, de verdad, no quiero faltar al respeto, pero solo tengo dos años más que Emily, no creo que sea lo más adecuado.-Intenté que sonase como una sugerencia pero utilicé un poco de mi poder.
- Claro, lo entiendo.
- Bueno, creo que me iré a mi casa. Muchas gracias por la cena, estaba riquisima.
Fingí marcharme pero no fue así, aparqué más abajo y me colé por la ventana de Emily, que, como de costumbre no se asustó al verme de repente.
- ¿Que quieres?-se dio la vuelta en la cama enfadada.
- Tengo 167 años.-Emily se incorporó y yo me senté junto a ella en la cama.-Y tu madre acaba de besarme en la cocina.
- ¿¡Que!?-Le tapé la boca rapidamente.
- Será mejor que no grites o tu madre subirá y no sabré que decirle.
- No se de que me he sorprendido, llevas tonteando con ella desde que has llegado a casa.
- La verdad es que me sale innato.
- Egocentrico.
- Niña rara.
- Viejo.
- Ambos tenemos razón.-Sonreí y la miré fijamente.-¿Porque me has ofrecido tu mano?-Ella se encogió de hombros.-¿Te gustó?-Ella asintió.-Eso es raro.
- ¿Porque?-Pensé que decirle que solo se disfrutaba entre vampiros sería demasiada información para hoy, así que decidí mentirle.
- Normalmente duele, ya sabes, cosa de que las intención es matar.
- Pero tu no has sido el que me ha atacado, te he ofrecido yo la mano.
- Igualmente, en algunas ¿como decirlo? Sociedades, si, sociedades, muy cerradas ciertos humanos un poco coaccionados acceden a que bebamos su sangre, pero aún así sufren, lo extraño es que tu no.
- Soy rara hasta para el dolor, supongo que después de tantos intentos de suicidio ya ni siento el dolor.-Abrí la boca para preguntarle como lo había intentado pero esta vez fue ella la que me tapó la boca.-Hablaremos de eso más adelante, ahora si no te importa, me gustaría dormir.
- Me parece bien, ¿quieres que nos veamos mañana?
- Cuando quieras.-Sonrió a modo de despedida y me fui de la habitación.[b][u]
Última edición por UntouchedGirl el Miér 27 Feb 2013, 5:49 am, editado 1 vez
UntouchedGirl
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por Pao Salvatore Miér 20 Feb 2013, 7:16 pm
ME ENCANTO!!! Síguela por favor que me encanta tu nove
Pao Salvatore
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por ~Lina ManyColors~ Miér 20 Feb 2013, 10:29 pm
Hola! :(L):
El capitulo ha estado Buenísimo!
¿A Gloria le gustaba Damon? Es una asalta cunas jaja :P !
¿Porque a Emily no le duele, cuando Damon la muerde? Ya quiero Saber...
Continua la novela pronto por favor!
El capitulo ha estado Buenísimo!
¿A Gloria le gustaba Damon? Es una asalta cunas jaja :P !
¿Porque a Emily no le duele, cuando Damon la muerde? Ya quiero Saber...
Continua la novela pronto por favor!
~Lina ManyColors~
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por Yani Stephen Jue 21 Feb 2013, 11:51 am
Me encanta!!! estaré ansiosa por el otro cap ^^
Yani Stephen
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por UntouchedGirl Mar 26 Feb 2013, 10:55 am
Capitulo 4. Mardi Grass
Emily POV.
El tiempo había pasado demasiado deprisa y el mes se había ido volando. Todo empezaba a ir bien, en la cafetería todo funcionaba correctamente, mi relación con Phil mejoraba a pasos agigantados, el único problema era su hermana, por fin la había conocido y cada vez que me miraba me asesinaba con la mirada. No entendía porque, no la recordaba, quizás le hice algo de pequeña.
Había ahorrado un poco de dinero para comprarme un coche ya que estaba abusando demasiado de mi propio chofer, Damon, el me llevaba a cualquier lugar que yo necesitaba. Con Damon todo iba bien, habíamos olvidado el pequeño incidente sangriento ocurrido en mi baño, era una especie de tema tabú, aunque para el había pocas cosas tabú. Mi madre no había vuelto a intentar nada, ahora tenía una especie de novio alque solo veía los fines de semana porque trabajaba en una tienda de musica de un pueblecito cercano, a mi no me terminaba de caer bien, no me parecía de fiar pero siempre he tenido una regla no escrita referente a las parejas de mi madre: No debo meterme. A mi no me gustaría que ella hiciera lo mismo con mis relaciones si es que alguna vez llegaba a tener alguna. Ambos iban a irse el fin de semana del Mardi Grass a una casita lejana en las montañas, supuse que iba a ser para poder hacer el amor sin esforzarse en que yo no los escuchara. Claro que esforzarse no servía de nada, escuchaba siempre a mi madre, por lo tanto mi Ipod se había convertido en imprescindible, siempre cargado. Pero en esos casos prefería llamar a Damon que siempre hacía lo mismo, llegaba por sorpresa y me daba dos toquecitos en la ventana, me sonreía de manera arrebatadora y yo le dejaba pasar. Entonces comenzaba el show, Damon se encargaba de imitar y escenificar las escenas que se suponían que estaban ocurriendo en el cuarto de abajo, aquello era todo un show que me encantaba que se repitiera....Aprovechando el tema del Mardi Grass había invitado a Phil y a Damon a casa para que se quedasen a dormir, Phil se lo dijo a April y April se autoinvitó así que apesar de tener muy pocas ganas de compartir segundos de mi existencia con April no pude negarle la autoinvitación.
- Emily, no me gusta la comida, no voy a poder ayudarte si no hablas.-Damon me sacó del hilo de mis pensamientos.
- Compraré todo lo que tenga ajo solo para ti.-Sonreí y metí una bolsa de pan de ajo en el carro de la compra.
- Verás, eso es un mito, tan mito como los crucifijos.-Damon cogió la bolsa de pan de ajo y la puso en su sitio.
- ¿Seguro?-Cogí dos zanahorias y las coloqué en forma de cruz.-¡¡VADE RETRO SATANA!!-Damon hechó a reir mientras me quitaba las zanahorias de mi mano.-¿Estás muerto ya?
- Ni en tus mejores sueños chica emo.-Odiaba cuando me decía chica emo, pero la verdad es que yo tenía esa apariencia.- Un fin de semana de adolescentes en una casa, coge pizzas, hamburguesas y bebidas, y estaremos servidos.
- ¿Vas a comer?
- Después de tantos años he aprendido a soportar el sabor de la comida humana. Mi comida está mucho más rica.
- Permiteme que discrepe.
- ¿Quieres probarla?-Damon me arrinconó y se pasó la lengua por los labios.
- Eso ha sonado más porno que sangriento Damon.-Lo empujé y se apartó no sin antes regalarme una sonrisa.
- Puede ser que fuera eso lo que pretendía.
-Pues entonces no, no quiero probarla.
Seguimos comprando y a Damon le faltó bastante poco para llevarse las reservas de alcohol del supermercado. Si no supiera que le ayudaba a llevar la sed con más facilidad pensaría que era un alcoholico.
Nos montamos en el coche y comenzó a conducir hasta casa. No eramos dados a hablar mientras estabamos en su coche, yo me limitaba a mirarlo, completamente alucinada. Debería de haber pensado desde un principio que no se puede ser tan perfecto sin esconder algo, y su secreto era lo suficientemente pesado como para guardarlo para siempre. Se veía tan guapo cuando el sol se le reflejaba en su perfecta piel y tan sexy son sus gafas de sol.
- ¿Que miras?-me dijo de repente sin apartar la vista de la carretera.
- ¿Eres consciente de lo guapo que eres Damon?-Eso lo pilló por sorpresa dada la expresión de su cara.
- Creo que esa pregunta debería hacertela yo a ti-se quitó las gafas y me miró-¿Eres consciente de lo guapa que eres Emily?
- No, no creo que sea guapa.-Le aparté la mirada.-Si lo fuera habría tenido algún novio.
- Creo que ese problema no tiene nada que ver con tu belleza, tiene que ver con tu actitud.
Di por terminada la conversación al no responder a lo que me había dicho. Damon condujo a lo largo de la carretera sin volver a mirarme. En un trozo sin urbanizar algo apareció delante del coche, Damon dió un volantazo y acabamos en el cesped. Mi corazón se había disparado de tal manera que parecía que me iba a dar un infarto.
- ¡¿Que demonios a sido eso?!-Gritó Damon mientras salía del coche y apareció instantaneamente a mi lado en el coche.-¿Estás bien?
- Si, ¿lo has visto?.-Yo sabía perfectamente quien había sido, de echo seguía allí delante, de pie mirandonos. Damon siguió la linea de mi mirada.
- ¿Quien es?-Aquella mujer sonrió y se fue corriendo.-Eso no ha sido normal ¿quien es?
- Es un fantasma, se me apareció en el baño del restaurante hace un tiempo.
- No puede ser un fantasma, la he visto.
Damon corrió hacia donde había ido aquella mujer dejandome sola en el coche, no tardó mucho en regresar, no había encontrado nada y a mi este asunto empezaba a asustarme.
Damon POV.
Apesar de haber corrido como un loco por el bosque no encontré a nadie por allí, pero el olor denotaba que aquella mujer no era humana, era uno de los mios. ¿Porque se le había aparecido a Emily en el baño? La única manera de saberlo era preguntandoselo, pero conociendola, no le apatecería hablar. Cuando llegamos a su casa yo no me bajé del coche y ella se acercó a mi ventanilla.
- ¿Te vas a quedar esta noche Damon?-Parecía preocupada. Mi intención fue decirle que no, porque quería investigar que estaba pasando pero no me pareció buena idea dejarla sola, asentí y ella me dio un beso en la mejilla.-Muchas gracias, enserio. No se porque April me odia, pero cada vez que me mira me asesina lentamente.
- No seas exagerada Emily. Luego te llevaré a ver el Krewe de Hermes.
- Sabes demasiado de Nueva Orleans, ¿viviste mucho tiempo por aquí?
- Nueva Orleans es la cuna de los vampiros Emily, no te extrañe conocer a más de uno y no saberlo.
Emily comenzó a andar hacia su casa y yo emprendí mi camino esperando encontrar el mismo bar que hacia tanto tiempo que no visitaba que era famoso por ser lugar de reunión de vampiros desde hacia varios siglos. Había una entrada normal por la que debías entrar si no conocias la fama del local, y otra parte por la que los vampiros no necesitabamos permiso para pasar. Efectivamente entré por la parte de atrás sin problema encontrandome al entrar todo tipo de escenas Dantescas. Un par de chicas jovenes se me acercaron ofreciendome su sangre, las rechacé sin nisiquiera mirarlas. Yo estaba buscando a Klaus, estaba más que seguro de que el estaba allí, cada Mardi Gras se iba de donde estuviera y regresaba a Nueva Orleans. Efectivamente, Klaus apareció a mi lado justo cuando me senté en la barra.
- No esperaba ver a un viejo amigo por aquí.-Dijo Klaus nada más aparecer.
- Bastante viejo, ¿amigo? no se.
- Mucho me temo que no has venido a verme ¿verdad?-le sonreí sarcasticamente.-Sueltalo Damon.
- ¿Sabes si algún tipo de vampiro está intentando torturar a alguien?
- Se de muchos.
- Una chica, pelo negro, guapa, ojos azules, piel palida, labios pintados de rojo...¿te suena?
- Te falta añadir que está buenisima. ¿Era alta?
- Bastante y muy rápida además.
- Creo que se a quien te refieres.-Lo miré esperando que me dijera su nombre pero claro, eso no iba a ser tan fácil.-Oye, ¿como están Stefan y Elena? Disfrutando de la eternidad juntos ¿no?
- Regodeate lo que quieras Klaus, me da igual.
- Que rápido te olvidas del amor de tu vida.
- ¿Como está Caroline? ¿Lograste atrapar a Tyler o fuiste tan tonto que la dejaste ir a por el?
- Vale, ¿para que quieres saber quien es?
- Hoy se ha aparecido de la forma más fantasmagorica posible delante de mi coche y me ha sacado de la carretera. Quiero saber el porque.
- A Natasha le gusta jugar y atormentar.
- Entonces la conoces.
- Si, casi todo los hombres la conocemos personalmente y da la casualidad de que está aquí. Pero dime Damon, ¿para que quieres verla?-Klaus utilizó sus poderes obligandome a contestar apesar de que no quería hablarle de Emily.
- Creo que quiere hacerle daño a una humana.
- ¿Recuerdas a Silas?
- Como olvidarlo Klaus.
- ¿Quien es esa humana?
- Una amiga.
- Te recuerdo que no te va bien con chicas humanas.-Klaus comenzó a andar y yo le seguí.-Si recuerdas a Silas recordarás que el cambió para vivir siempre junto a su amada y todas esas tonterías.-Asentí.-Bien, pues aquí la tienes, Natasha Popov, amante de Silas.
Klaus abrió una puerta y me encontré a la tal Natasha entre una mujer y un hombre, el hombre estaba haciendo el amor con Natasha y practicando sexo oral con la otra mujer mientras esta se besaba con Natasha. Apesar de vernos a Klaus y a mi no pararon el trio hasta que terminaron. Entonces Natasha bajó de encima de aquel hombre y se acercó a Klaus.
- ¿Me has traído a alguien para jugar?-Me miró y se acercó a mi.-Hola Damon.
- No creo que nos hayan presentado.-La miré de arriba a abajo.-Un placer Natasha.-Natasha cogió mi mano y la colocó encima de su pecho izquierdo.
- ¿Quieres unirte?-De repente enrrolló sus piernas en mi cintura y me tiró al suelo con ella encima.-A mi no me importa Damon.-Susurró cerca de mi oreja.
- En realidad, solo quería hablar contigo.-Natasha se levantó de encima mio y se colocó una bata que había colgada en una percha.-Me fastidias la diversión y me rechazas. Tiene que ser muy importante. ¿Como está tu coche?
- Veo que sabes por lo que he venido.
- Avisé a tu amiga que se quedase sola, nunca le trae nada bueno a nadie, sin embargo, me da la sorpresa de que no contenta con matar a su padre quiere hacer lo mismo contigo.
- Su padre murió en la guerra, no lo mató ella.
- Que poco sabes Damon...Ten cuidado con ella, es más peligrosa de lo que piensas encanto. Solo piensa, ¿porque no ha conseguido morir ninguna de las veces que lo ha intentado? ¿porque puede ver muertos? ¿porque disfrutó tomando tu sangre?
- ¿Como sabes todo eso?
- Al contrario que tu, yo se mucho más sobre ella, y lo vuelvo a repetir, alejate, solo te va a traer problemas.
- ¿Quieres matarla?-Ella se encogió de hombros.
- De momento no, no puede hacerme nada, pero como pase algo, tendré que verme en la obligación. De momento va a tener que pasar un mal trago, pero para eso estarás a tu lado. ¿No Damon? El eterno consolador...-Ella se rió.-¿No te cansas de que te rechacen? ¿De ser siempre el segundo plato de todas?-Apreté mis puños dispuesto a atacar.-No pienses que esta vez va a ser diferente. ¿Acaso crees que no te atrae? Quieres hacerla tuya tanto como quieres matarme ahora mimo. Pero ella es humana, y Phil también lo es, deberías tener cuidado con su amigo, quizás te la robe, como tu hermano.-Intenté darle un puñetazo pero ella me agarró la mano con una facilidad pasmosa.-No intentes hacerme daño, yo puedo hacerte mucho más. Hasta aquí ha llegado la conversación. Si alguna vez quieres hacer algo más que no sea hablar, estaré aquí.-Natasha se dió la vuelta y se quitó la bata. Entonces se giró y me miró fijamente.-Puedo ser tuya cuando quieras.
Me di la vuelta y salí de aquella habitación casi jadeando, Klaus salió detrás de mi y me siguió hasta fuera del bar. Alli me desahogué dandole un par de puñetazos en la pared.
- ¿Que demonios ha querido decir con que va a pasar un mal trago?-Miré a Klaus esperando una respuesta.
- No puedo ayudarte esta vez Damon, ella está por encima de mi.-Klaus parecía apenado pero yo seguía sin fiarme de el-Vas a necesitar mucha suerte para deshacerte de Natasha.
Me fui sin mediar más palabra. Conducí demasiado rápido hacia mi casa, cogí ropa y la metí de mala manera en una bolsa y me dirigí hacia casa de Emily. Las palabras de Natasha habían calado en mi de una manera bastante profunda. Nunca había pensado en Emily de esa manera, ella parecía tan frágil que el pensamiento de tocarla más de la cuenta me hacía pensar que se desvanecería al instante. Cuando llegué a su casa llamé varias veces pero nadie me abría la puerta. Pensé en lo que me había dicho Natasha y abrí la puerta preocupado de que pudiera pasarle algo.
- ¡¡Emily!!-grité cuando estuve dentro pero nadie respondió, tiré la bolsa y cerré la puerta. Corrí hacia su cuarto pero no la encontré allí.-¿¡Emily donde estás?!-Grité desesperado y acto seguido miré por todas las habitaciones de la casa, nada en la cocina, ni el salón ni en el baño de abajo, el único sitio que me quedaba por mirar era el baño, escuché ruidos y a Emily quejarse dentro de este.-¡¡Suelta a Emily!!-Grité mientras atravesaba la puerta sin ni siquiera abrirla. Había utilizado demasiada fuerza, no pude parar y acabé dentro de la ducha. Cuando abrí los ojos estaba abrazando a Emily que estaba bastante quieta y miraba hacia abajo preocupada.-¿Estás bien? Dime que estás bien.
- Estoy desnuda y tu estás abrazándome, estoy incomoda.
- No me importa, estás bien.-La abracé más hasta que caí en la cuenta de que estaba desnuda y eso disparó mi corazón.
- Me estás clavando el móvil que dudo que funcione después de la mojada que le acabas de dar.
- En realidad-salí de la ducha y le di una toalla-no llevo móvil.
Salí del baño incomodo y me senté en su escritorio, junto a la ventana. Ella terminó de arreglarse y juntos nos dirigimos a ver las primeras carrozas de la fiesta más grande de Nueva Orleans.
Emily POV.
El tiempo había pasado demasiado deprisa y el mes se había ido volando. Todo empezaba a ir bien, en la cafetería todo funcionaba correctamente, mi relación con Phil mejoraba a pasos agigantados, el único problema era su hermana, por fin la había conocido y cada vez que me miraba me asesinaba con la mirada. No entendía porque, no la recordaba, quizás le hice algo de pequeña.
Había ahorrado un poco de dinero para comprarme un coche ya que estaba abusando demasiado de mi propio chofer, Damon, el me llevaba a cualquier lugar que yo necesitaba. Con Damon todo iba bien, habíamos olvidado el pequeño incidente sangriento ocurrido en mi baño, era una especie de tema tabú, aunque para el había pocas cosas tabú. Mi madre no había vuelto a intentar nada, ahora tenía una especie de novio alque solo veía los fines de semana porque trabajaba en una tienda de musica de un pueblecito cercano, a mi no me terminaba de caer bien, no me parecía de fiar pero siempre he tenido una regla no escrita referente a las parejas de mi madre: No debo meterme. A mi no me gustaría que ella hiciera lo mismo con mis relaciones si es que alguna vez llegaba a tener alguna. Ambos iban a irse el fin de semana del Mardi Grass a una casita lejana en las montañas, supuse que iba a ser para poder hacer el amor sin esforzarse en que yo no los escuchara. Claro que esforzarse no servía de nada, escuchaba siempre a mi madre, por lo tanto mi Ipod se había convertido en imprescindible, siempre cargado. Pero en esos casos prefería llamar a Damon que siempre hacía lo mismo, llegaba por sorpresa y me daba dos toquecitos en la ventana, me sonreía de manera arrebatadora y yo le dejaba pasar. Entonces comenzaba el show, Damon se encargaba de imitar y escenificar las escenas que se suponían que estaban ocurriendo en el cuarto de abajo, aquello era todo un show que me encantaba que se repitiera....Aprovechando el tema del Mardi Grass había invitado a Phil y a Damon a casa para que se quedasen a dormir, Phil se lo dijo a April y April se autoinvitó así que apesar de tener muy pocas ganas de compartir segundos de mi existencia con April no pude negarle la autoinvitación.
- Emily, no me gusta la comida, no voy a poder ayudarte si no hablas.-Damon me sacó del hilo de mis pensamientos.
- Compraré todo lo que tenga ajo solo para ti.-Sonreí y metí una bolsa de pan de ajo en el carro de la compra.
- Verás, eso es un mito, tan mito como los crucifijos.-Damon cogió la bolsa de pan de ajo y la puso en su sitio.
- ¿Seguro?-Cogí dos zanahorias y las coloqué en forma de cruz.-¡¡VADE RETRO SATANA!!-Damon hechó a reir mientras me quitaba las zanahorias de mi mano.-¿Estás muerto ya?
- Ni en tus mejores sueños chica emo.-Odiaba cuando me decía chica emo, pero la verdad es que yo tenía esa apariencia.- Un fin de semana de adolescentes en una casa, coge pizzas, hamburguesas y bebidas, y estaremos servidos.
- ¿Vas a comer?
- Después de tantos años he aprendido a soportar el sabor de la comida humana. Mi comida está mucho más rica.
- Permiteme que discrepe.
- ¿Quieres probarla?-Damon me arrinconó y se pasó la lengua por los labios.
- Eso ha sonado más porno que sangriento Damon.-Lo empujé y se apartó no sin antes regalarme una sonrisa.
- Puede ser que fuera eso lo que pretendía.
-Pues entonces no, no quiero probarla.
Seguimos comprando y a Damon le faltó bastante poco para llevarse las reservas de alcohol del supermercado. Si no supiera que le ayudaba a llevar la sed con más facilidad pensaría que era un alcoholico.
Nos montamos en el coche y comenzó a conducir hasta casa. No eramos dados a hablar mientras estabamos en su coche, yo me limitaba a mirarlo, completamente alucinada. Debería de haber pensado desde un principio que no se puede ser tan perfecto sin esconder algo, y su secreto era lo suficientemente pesado como para guardarlo para siempre. Se veía tan guapo cuando el sol se le reflejaba en su perfecta piel y tan sexy son sus gafas de sol.
- ¿Que miras?-me dijo de repente sin apartar la vista de la carretera.
- ¿Eres consciente de lo guapo que eres Damon?-Eso lo pilló por sorpresa dada la expresión de su cara.
- Creo que esa pregunta debería hacertela yo a ti-se quitó las gafas y me miró-¿Eres consciente de lo guapa que eres Emily?
- No, no creo que sea guapa.-Le aparté la mirada.-Si lo fuera habría tenido algún novio.
- Creo que ese problema no tiene nada que ver con tu belleza, tiene que ver con tu actitud.
Di por terminada la conversación al no responder a lo que me había dicho. Damon condujo a lo largo de la carretera sin volver a mirarme. En un trozo sin urbanizar algo apareció delante del coche, Damon dió un volantazo y acabamos en el cesped. Mi corazón se había disparado de tal manera que parecía que me iba a dar un infarto.
- ¡¿Que demonios a sido eso?!-Gritó Damon mientras salía del coche y apareció instantaneamente a mi lado en el coche.-¿Estás bien?
- Si, ¿lo has visto?.-Yo sabía perfectamente quien había sido, de echo seguía allí delante, de pie mirandonos. Damon siguió la linea de mi mirada.
- ¿Quien es?-Aquella mujer sonrió y se fue corriendo.-Eso no ha sido normal ¿quien es?
- Es un fantasma, se me apareció en el baño del restaurante hace un tiempo.
- No puede ser un fantasma, la he visto.
Damon corrió hacia donde había ido aquella mujer dejandome sola en el coche, no tardó mucho en regresar, no había encontrado nada y a mi este asunto empezaba a asustarme.
Damon POV.
Apesar de haber corrido como un loco por el bosque no encontré a nadie por allí, pero el olor denotaba que aquella mujer no era humana, era uno de los mios. ¿Porque se le había aparecido a Emily en el baño? La única manera de saberlo era preguntandoselo, pero conociendola, no le apatecería hablar. Cuando llegamos a su casa yo no me bajé del coche y ella se acercó a mi ventanilla.
- ¿Te vas a quedar esta noche Damon?-Parecía preocupada. Mi intención fue decirle que no, porque quería investigar que estaba pasando pero no me pareció buena idea dejarla sola, asentí y ella me dio un beso en la mejilla.-Muchas gracias, enserio. No se porque April me odia, pero cada vez que me mira me asesina lentamente.
- No seas exagerada Emily. Luego te llevaré a ver el Krewe de Hermes.
- Sabes demasiado de Nueva Orleans, ¿viviste mucho tiempo por aquí?
- Nueva Orleans es la cuna de los vampiros Emily, no te extrañe conocer a más de uno y no saberlo.
Emily comenzó a andar hacia su casa y yo emprendí mi camino esperando encontrar el mismo bar que hacia tanto tiempo que no visitaba que era famoso por ser lugar de reunión de vampiros desde hacia varios siglos. Había una entrada normal por la que debías entrar si no conocias la fama del local, y otra parte por la que los vampiros no necesitabamos permiso para pasar. Efectivamente entré por la parte de atrás sin problema encontrandome al entrar todo tipo de escenas Dantescas. Un par de chicas jovenes se me acercaron ofreciendome su sangre, las rechacé sin nisiquiera mirarlas. Yo estaba buscando a Klaus, estaba más que seguro de que el estaba allí, cada Mardi Gras se iba de donde estuviera y regresaba a Nueva Orleans. Efectivamente, Klaus apareció a mi lado justo cuando me senté en la barra.
- No esperaba ver a un viejo amigo por aquí.-Dijo Klaus nada más aparecer.
- Bastante viejo, ¿amigo? no se.
- Mucho me temo que no has venido a verme ¿verdad?-le sonreí sarcasticamente.-Sueltalo Damon.
- ¿Sabes si algún tipo de vampiro está intentando torturar a alguien?
- Se de muchos.
- Una chica, pelo negro, guapa, ojos azules, piel palida, labios pintados de rojo...¿te suena?
- Te falta añadir que está buenisima. ¿Era alta?
- Bastante y muy rápida además.
- Creo que se a quien te refieres.-Lo miré esperando que me dijera su nombre pero claro, eso no iba a ser tan fácil.-Oye, ¿como están Stefan y Elena? Disfrutando de la eternidad juntos ¿no?
- Regodeate lo que quieras Klaus, me da igual.
- Que rápido te olvidas del amor de tu vida.
- ¿Como está Caroline? ¿Lograste atrapar a Tyler o fuiste tan tonto que la dejaste ir a por el?
- Vale, ¿para que quieres saber quien es?
- Hoy se ha aparecido de la forma más fantasmagorica posible delante de mi coche y me ha sacado de la carretera. Quiero saber el porque.
- A Natasha le gusta jugar y atormentar.
- Entonces la conoces.
- Si, casi todo los hombres la conocemos personalmente y da la casualidad de que está aquí. Pero dime Damon, ¿para que quieres verla?-Klaus utilizó sus poderes obligandome a contestar apesar de que no quería hablarle de Emily.
- Creo que quiere hacerle daño a una humana.
- ¿Recuerdas a Silas?
- Como olvidarlo Klaus.
- ¿Quien es esa humana?
- Una amiga.
- Te recuerdo que no te va bien con chicas humanas.-Klaus comenzó a andar y yo le seguí.-Si recuerdas a Silas recordarás que el cambió para vivir siempre junto a su amada y todas esas tonterías.-Asentí.-Bien, pues aquí la tienes, Natasha Popov, amante de Silas.
Klaus abrió una puerta y me encontré a la tal Natasha entre una mujer y un hombre, el hombre estaba haciendo el amor con Natasha y practicando sexo oral con la otra mujer mientras esta se besaba con Natasha. Apesar de vernos a Klaus y a mi no pararon el trio hasta que terminaron. Entonces Natasha bajó de encima de aquel hombre y se acercó a Klaus.
- ¿Me has traído a alguien para jugar?-Me miró y se acercó a mi.-Hola Damon.
- No creo que nos hayan presentado.-La miré de arriba a abajo.-Un placer Natasha.-Natasha cogió mi mano y la colocó encima de su pecho izquierdo.
- ¿Quieres unirte?-De repente enrrolló sus piernas en mi cintura y me tiró al suelo con ella encima.-A mi no me importa Damon.-Susurró cerca de mi oreja.
- En realidad, solo quería hablar contigo.-Natasha se levantó de encima mio y se colocó una bata que había colgada en una percha.-Me fastidias la diversión y me rechazas. Tiene que ser muy importante. ¿Como está tu coche?
- Veo que sabes por lo que he venido.
- Avisé a tu amiga que se quedase sola, nunca le trae nada bueno a nadie, sin embargo, me da la sorpresa de que no contenta con matar a su padre quiere hacer lo mismo contigo.
- Su padre murió en la guerra, no lo mató ella.
- Que poco sabes Damon...Ten cuidado con ella, es más peligrosa de lo que piensas encanto. Solo piensa, ¿porque no ha conseguido morir ninguna de las veces que lo ha intentado? ¿porque puede ver muertos? ¿porque disfrutó tomando tu sangre?
- ¿Como sabes todo eso?
- Al contrario que tu, yo se mucho más sobre ella, y lo vuelvo a repetir, alejate, solo te va a traer problemas.
- ¿Quieres matarla?-Ella se encogió de hombros.
- De momento no, no puede hacerme nada, pero como pase algo, tendré que verme en la obligación. De momento va a tener que pasar un mal trago, pero para eso estarás a tu lado. ¿No Damon? El eterno consolador...-Ella se rió.-¿No te cansas de que te rechacen? ¿De ser siempre el segundo plato de todas?-Apreté mis puños dispuesto a atacar.-No pienses que esta vez va a ser diferente. ¿Acaso crees que no te atrae? Quieres hacerla tuya tanto como quieres matarme ahora mimo. Pero ella es humana, y Phil también lo es, deberías tener cuidado con su amigo, quizás te la robe, como tu hermano.-Intenté darle un puñetazo pero ella me agarró la mano con una facilidad pasmosa.-No intentes hacerme daño, yo puedo hacerte mucho más. Hasta aquí ha llegado la conversación. Si alguna vez quieres hacer algo más que no sea hablar, estaré aquí.-Natasha se dió la vuelta y se quitó la bata. Entonces se giró y me miró fijamente.-Puedo ser tuya cuando quieras.
Me di la vuelta y salí de aquella habitación casi jadeando, Klaus salió detrás de mi y me siguió hasta fuera del bar. Alli me desahogué dandole un par de puñetazos en la pared.
- ¿Que demonios ha querido decir con que va a pasar un mal trago?-Miré a Klaus esperando una respuesta.
- No puedo ayudarte esta vez Damon, ella está por encima de mi.-Klaus parecía apenado pero yo seguía sin fiarme de el-Vas a necesitar mucha suerte para deshacerte de Natasha.
Me fui sin mediar más palabra. Conducí demasiado rápido hacia mi casa, cogí ropa y la metí de mala manera en una bolsa y me dirigí hacia casa de Emily. Las palabras de Natasha habían calado en mi de una manera bastante profunda. Nunca había pensado en Emily de esa manera, ella parecía tan frágil que el pensamiento de tocarla más de la cuenta me hacía pensar que se desvanecería al instante. Cuando llegué a su casa llamé varias veces pero nadie me abría la puerta. Pensé en lo que me había dicho Natasha y abrí la puerta preocupado de que pudiera pasarle algo.
- ¡¡Emily!!-grité cuando estuve dentro pero nadie respondió, tiré la bolsa y cerré la puerta. Corrí hacia su cuarto pero no la encontré allí.-¿¡Emily donde estás?!-Grité desesperado y acto seguido miré por todas las habitaciones de la casa, nada en la cocina, ni el salón ni en el baño de abajo, el único sitio que me quedaba por mirar era el baño, escuché ruidos y a Emily quejarse dentro de este.-¡¡Suelta a Emily!!-Grité mientras atravesaba la puerta sin ni siquiera abrirla. Había utilizado demasiada fuerza, no pude parar y acabé dentro de la ducha. Cuando abrí los ojos estaba abrazando a Emily que estaba bastante quieta y miraba hacia abajo preocupada.-¿Estás bien? Dime que estás bien.
- Estoy desnuda y tu estás abrazándome, estoy incomoda.
- No me importa, estás bien.-La abracé más hasta que caí en la cuenta de que estaba desnuda y eso disparó mi corazón.
- Me estás clavando el móvil que dudo que funcione después de la mojada que le acabas de dar.
- En realidad-salí de la ducha y le di una toalla-no llevo móvil.
Salí del baño incomodo y me senté en su escritorio, junto a la ventana. Ella terminó de arreglarse y juntos nos dirigimos a ver las primeras carrozas de la fiesta más grande de Nueva Orleans.
Última edición por UntouchedGirl el Miér 27 Feb 2013, 5:51 am, editado 1 vez
UntouchedGirl
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por UntouchedGirl Mar 26 Feb 2013, 1:59 pm
Chicas respondanme una pregunta por favor. ¿A que chica se imaginan como Emily? Es que quiero hacer un trailer pero me hace falta una actriz que aparezca en el, ayúdenme please
UntouchedGirl
Re: Nueva Orleans. [Damon Salvatore y tu]
por Yani Stephen Mar 26 Feb 2013, 5:37 pm
En realidad.... no llevo movil xDDDD eso si que me sacó una sonrisa :P muy buen cap, esta re interesante la nove y te deja con ganas de seguir leyendo.
Con respecto a tu pregunta, la verdad no creo poder ayudarte ya que me la imagino como tu avatar, si como la niña de Valiente xD como cada vez que iba a leer un cap veía tu avi, se me quedo grabada jijiji
Con respecto a tu pregunta, la verdad no creo poder ayudarte ya que me la imagino como tu avatar, si como la niña de Valiente xD como cada vez que iba a leer un cap veía tu avi, se me quedo grabada jijiji
Yani Stephen
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