"Gryffindor's heart, Ravenclaw's blood" [Harry Potter & Tú]

por **C.J. Potter** Mar 08 Ene 2013, 9:16 pm

Nombre:

Gryffindor's heart, Ravenclaw's blood.

Autor:

Yo, Juliette. (Me dicen July :3 )

Adaptación:

Sí, adaptado a la fantástica saga Harry Potter, escrita por la maravillosa Reina de J.K. Rowling.

Género:

Romance, drama, pero sobre todo la característica fantasía de estos libros.

Advertencias:

Ok, teniendo en cuenta que tienen dieciséis años, calculo que quizás haya escenas ligeramente subidas de tono, aunque por supuesto que nada explícito. Por otro lado, seguramente me tardaré con las actualizaciones, porque tengo otras tres novelas (esa fue una de las razones por la que deje la novela antes).

Otras páginas:

Sí, Potterfics.

De acuerdo, dejaré el link de la primera parte. Es innecesario aclarar que es importante leer eso si quieren entender lo que sigue.

*Vuelvo a aclarar aquí, que han pasado DOS años desde el último capítulo que publiqué, es decir, este sería La Orden del Fénix.

Sinopsis

"Camille Black es la hija del famoso animago prófugo, Sirius Black. Ya con dieciséis años...." Ok, no puedo. Simplemente no me sale. Lean la sinopsis de la primera parte :|

"Gryffindor's heart, Ravenclaw's blood" [Harry Potter & Tú] Sinttulodso

"Gryffindor's heart, Ravenclaw's blood" [Harry Potter & Tú] ScPm

Camille POV

Resoplé, tapándome la nariz para no aspirar el horrible olor que emanaban las bobas fétidas. Miré a Ginny, quien hacía lo mismo, y negué con la cabeza. Crookshanks pasó por nuestro lado, elevando la cola y arrugando la nariz en señal de disgusto. Juraría que el gato sabía qué intentábamos hacer.

— No se puede. Están protegidos de veras— mascullé, suspirando resignada. La pelirroja chasqueó la lengua, y se puso de pie, sacudiendo el polvo en sus jeans. La imité, llevándome una mano al cabello con manía.

En cuarto año, me hice un ligero cambio. Mis rizos fueron cortados y remplazados por una cabellera lisa. Me gustaba más así, aunque desde entonces creció hasta llegarme a la cintura. Está bien, supongo. Mione también se hizo modificaciones en el cabello; ahora usa la poción alisadora una vez al mes y le queda brillante y liso. ¿Ha sido el año de cambios? Sí. Cuarto también fue el año en que comencé a salir con Draco. Aunque eso duro un par de meses. Además, fue cuando Harry decidió apartarse completamente de mí, perdiendo cualquier rastro de amistad que hubo entre nosotros. Admito, que eso dolió, y sigue doliendo. En conclusión, cuarto año fue el período de transición.

— Mejor vayamos a avisarle a Fred y George antes que…— unos gritos provenientes de arriba retumbaron en la casa. Abrí los ojos de par en par, sorprendida, sintiendo mi corazón dar un vuelco al reconocer la voz—. ¿Ese es Harry?

— Eso parece— murmuré, comenzando a caminar escaleras arriba. No sé por qué me siento tan emocionada, él ni siquiera debe querer verme, pero yo sí a él.

— Um… Parece que Herms tenía razón de nuevo. Se oye enojado— comenté de manera casual. Debía mantener mi máscara de indiferencia hacia las aptitudes del pelinegro. A pesar de que Ginn no se lo creyera en serio. Ella ya había superado a Harry, y salía con Michael Corner. Me gustaría poder hacer lo mismo.

— Lo debe estar. Creo que debió molestarle estar excluido. Sabes cómo es Harry, él tiene que estar al tanto de todo. Y no le culpo, de haber estado en su lugar yo también me molestaría— aceptó.

Continuamos subiendo las escaleras en silencio. Cuanto más nos acercábamos a la habitación en donde habían salido los gritos, más se me apretaba el estómago. No lo veía hacía meses, pues ni siquiera compartió vagón conmigo durante el regreso de Hogwarts, o se despidió. Fue ese día en el cual terminé con Draco.

Ya no se oían gritos hacía rato, y cuando estuve frente a la puerta del dormitorio de Ron pude escuchar las voces de los gemelos. Tomé aire, y abrí, dejando pasar primero a Ginny.

— ¡Oh, hola Harry! — Saludó Ginny, dándole un veloz abrazo—. Nos pareció oír tu voz.

Entré en la habitación de brazos cruzados y con cautela. Contuve un suspiro al verlo. Había crecido unos centímetros desde la última vez que lo vi, e incluso parecía más guapo.

— Hola, Harry— murmuré mirando hacia otro lado, de pronto muy interesada en la arquitectura de las paredes. Mi casa. A fin de cuentas, esta era mi casa…—. Oh, Fred, George, ni sueñen con usar las orejas extensibles. Molly ha puesto un encantamiento imperturbable en la cocina.

— ¿Cómo sabes? — inquirió George con cara de deprimido.

— Tonks nos enseñó cómo detectarlo— explicó Ginn.
— Estuvimos arrojando bombas fétidas hacia la puerta, pero no llegan a tocarla. Eso quiere decir que ha sido imperturbada— aclaré, sintiéndome más relajada. Por Dios, ¿qué tanto alboroto? Solo era Harry.

— ¡Qué desgracia! De veras disfrutaba descubriendo de lo que es capaz el viejo Snape.

— ¡Snape! — dijo Harry rápidamente—. ¿Está él aquí?”

— Sí, claro— dijo George, cerrando la puerta con cuidado y sentándose en una de las camas; Fred y Ginny le imitaron.
— Está dando un informe. Altamente secreto.

— Idiota— dijo Fred sin prisa.

— Él está ahora de nuestro lado— recordó Hermione reprochando el comentario.
Ron resopló — Eso no quiere decir que no sea un imbécil. Tendrías que ver la manera en la que nos mira cuando se encuentra con nosotros.
— Supongo que no podrá olvidar los rencores— acoté, apoyándome contra la pared.

— A Bill tampoco le cae bien— comentó Ginny, como si con esto hubiera resuelto la cuestión. Harry se sentó en la otra cama, mientras parecía debatirse internamente.
— ¿Bill está aquí? — preguntó—. Pensé que estaba trabajando en Egipto.

— Pidió un trabajo de oficina para poder venir a casa y trabajar para la Orden— explicó Fred—. Él dice que echa de menos las tumbas, pero.... — sonrió con satisfacción, — aquí hay compensaciones.

Rodé los ojos.
— ¿Qué quieres decir?

— ¿Te acuerdas de Fleur Delacour? — Cuestioné. Él asintió con la cabeza—. Consiguió un trabajo en Gringotts para mejorarrr su iiiinglés.

— Y Bill le ha estado dando un montón de clases particulares— rió disimuladamente Fred.

— Charlie también está en la Orden— habló George—, pero él todavía está en Rumanía. Dumbledore quiere que en la Orden estén todos magos extranjeros que se puedan reclutar, por lo que Charlie está intentando hacer contactos con ellos en sus días libres.

— ¿No puede Percy hacer eso? — preguntó Harry. Todos cruzamos elocuentes miradas sombrías. Claro que no podía. Es un traidor. Y es una lástima, porque me caía muy bien.

— Hagas lo que hagas, no menciones a Percy delante de mamá y papá— le pidió Ron a Harry con voz tensa.

— ¿Por qué no?

— Porque cada vez que se menciona el nombre de Percy, mi padre rompe algo que está sujetando y mi madre empieza a llorar— contó Fred, negando con la cabeza en desaprobación.
— Ha sido horrible— dijo Ginny tristemente.
— Pienso que hicimos bien deshaciéndonos de él— confesó George con un gesto poco habitual en su cara.

— ¿Qué ha pasado? — preguntó Harry. Los Weasley procedieron a contarles todo lo que vino mal con Percy. Desde su discusión con el señor Weasley hasta el momento en que empacó para irse a Londres.

— Mamá no ha estado en buen estado— finalzó Ron, deprimido—. Ya sabes....llorando y todo eso. Fue hasta Londres para intentar hablar con Percy, pero él le cerró la puerta en las narices. No sé qué es lo que hace cuando se encuentra a Papá en el trabajo....le ignorará, supongo.

— Pero Percy tiene que saber que Voldemort ha vuelto— dijo Harry tranquilamente—. Él no es estúpido, tiene que saber que tu madre y tu padre no arriesgarían todo sin ninguna prueba.

Me mordí el labio inferior, temiendo lo que vendría luego. Al parecer el pelinegro no estaba de buen humor como para escuchar lo que deberíamos decirle ahora.

— Sí, bueno, tu nombre también se introdujo en la discusión— dijo Ron, lanzándole a Harry una mirada furtiva. — Percy dice que la única evidencia que tenemos es tu palabra y....no sé.....él no cree que sea del todo suficiente.

— Percy se toma lo que dice El Profeta muy en serio— me apresuré a explicar ácidamente, y el resto asintió con la cabeza.

— ¿De qué estás hablando? — inquirió Harry, mirando alrededor. A todos. Me limité a mirarle con pena. No era justo.

— ¿No has... no has visto El Profeta? — cuestioné, al ver que nadie hablaba.

— ¡Sí, lo he visto! — contestó Harry, mirándome furtivamente.

— ¿Lo has –eh- lo has estado leyendo en profundidad? — insistí, llevándome una mano a la nuca.
— No de lado a lado— se defendió Harry—. Si van a publicar cualquier reportaje acerca de Voldemort deberían hacerlo en los titulares ¿no?

Los otros se estremecieron con el sonido del nombre. Pero yo solo negué con la cabeza, ansiosa por llegar al punto clave.
— Bien, necesitas leerlo de lado a lado para encontrarlo, pero ellos –um- ellos te mencionan un par de veces a la semana.

— Pero lo habría visto... — insistió. Volví a morderme el labio inferior, algo que hacía cuando estaba nerviosa.

— No. Si sólo has estado leyendo la portada, no puedes haberlo visto. No estoy hablando de grandes artículos. Ellos sólo te incluyen dentro, para apoyar ciertas bromas.

— ¿Qué quieres...? — me miraba confundido, y no pude evitar arrugar la nariz. Insisto en que es injusto.

— Es bastante repugnante— comencé, con forzada calma—. Sólo están apoyando las mentiras de Rita.

— Pero ella no ha escrito para ellos nunca más ¿o sí lo ha hecho?

— Oh, no, está manteniendo su promesa. Aunque no tiene otra alternativa— añadió Hermione con satisfacción—. Pero fue ella la que fundó todo lo que están intentando hacer ahora.

— Lo cual es...... ¿qué? — dijo Harry impacientemente. Mione me miró a mí de manera significativa. Habíamos acordado que sería yo quien le diría todo esto. Después de todo, si se molestaba con alguno, que fuera conmigo. Mucha diferencia no habría.

— Bien, tú sabes que ella escribió que tú siempre te estabas desmayando por todos sitios y diciendo que tu cicatriz te dolía y todo eso ¿verdad?

— Sí.

— Bien, pues ellos están escribiendo acerca de ti como si tú fueras este farsante, siempre intentando llamar la atención de las personas para que piensen que eres un héroe trágico o algo así— dije rápidamente, para volver el momento menos incómodo—. Siguen añadiendo comentarios sarcásticos sobre ti. Si aparece una historia pasada de tiempo, dicen algo así como, “Un cuento digno de Harry Potter”, y si alguien tiene un accidente divertido dicen, “Tengamos la esperanza de que no tenga ninguna cicatriz en su frente o será el siguiente al que tendremos que adorar”.

— Yo no quiero que nadie me adore— empezó a decir él, sofocado.

— Sé que no quieres— repuse al instante—. Lo sé, Harry ¿Pero ves lo que están haciendo? Quieren convertirte en alguien a quien nadie le crea. Fudge está detrás de esto, te apuesto lo que quieras. Él quiere que los magos de la calle piensen que sólo eres un chico estúpido que no es más que una broma, que cuenta ridículas historias porque adora ser famoso y quiere seguir siéndolo.

— Yo nunca lo pedí. Nunca quise. ¡Voldemort mató a mis padres! — farfulló Harry. Esto ya se estaba poniendo mal—. Me hice famoso porque él mató a mi familia pero no pudo matarme a mí. ¿Quién quiere ser famoso por eso? Es que no piensan que hubiera preferido nunca...

— ¡Lo sé! — exclamé para callarlo. Me miró impotente—. Lo sé, Harry. Todos lo sabemos— murmuré, tratando de calmarlo. Quise agregar un “También mató a mi madre”, pero sabía que eso sería fuera de lugar en este momento—. Y por supuesto, no publicaron ni una palabra sobre el ataque de los Dementores— agregué para cambiar de tema—. Alguien les diría que estuvieran callados con ese tema. Eso podría haber sido una gran historia: Dementores fuera de control. Tampoco han publicado que rompiste el Estatuto Secreto Internacional. Pensamos que deberían haberlo hecho, eso concuerda muy bien con la imagen tuya de presumido estúpido. Pero creemos que lo están reservando para cuando te expulsen, entonces es cuando verdaderamente lo sacarán –Quiero decir, si te expulsan, claro— Rectifiqué rápidamente— Realmente no puedes ser expulsado. No... Si se atienen a sus propias normas, no hay cargos contra ti.

En ese momento, se oyeron pasos en la escalera, e inmediatamente callé.
— Oh, oh.

Fred le dio un fuerte tirón a la Oreja Extensible; hubo otro fuerte crack y él y George desparecieron. Segundos después, la señora Weasley apareció en la entrada de la habitación.

— La reunión se ha acabado, ahora ya pueden venir abajo a cenar. Todo el mundo se muere por verte, Harry. ¿Y quién ha dejado todas esas Bombas Fétidas a la salida de la puerta de la cocina?

— Crookshanks— dijo Ginny rápidamente con la cara colorada—. Adora jugar con ellas.

Miré para otro lado, aun de espaldas a la señora Weasley.

— Oh— dijo la Molly—. Pensé que había sido Kreacher, sigue haciendo cosas tan extrañas como esa. Ahora no olviden bajar sus voces en el hall. Ginny, tus manos están sucias ¿Qué has estado haciendo? Ve y lávatelas antes de ir a cenar, por favor.

Ginny hizo una mueca a los otros y siguió a su madre fuera de la habitación, dejándonos solos a Ron, Harry, yo, y Hermione. Los otros dos estaban mirándole aprensivamente, como si temieran que empezara a gritar de nuevo ahora que todo el mundo se había ido.

— Mira.... — musitó Harry, pero Ron meneó su cabeza y Hermione dijo suavemente— Sabiamos que ibas a estar enfadado, Harry, y realmente no te culpamos, pero tienes que entenderlo. Intentamos persuadir a Dumbledore...

— Sí, lo sé— dijo Harry cortamente.

Bufé ante su actitud, y me senté en el suelo, con las palmas sobre la vieja madera.

— ¿Quién es Kreacher? — preguntó, extrañándome con su brusco cambio de tema.

— El elfo doméstico que vive aquí— respondió Ron— Anormal. Nunca conocí a uno como él.

Hermione frunció el entrecejo a Ron, y yo reí asintiendo.

— No es anormal, Ron— le reprochó Mione.

— La ambición de su vida es que le corten la cabeza y que la cuelguen en una placa como colgaron la de su madre— dijo Ron irritado— ¿Es eso normal, Hermione?

— Bueno....bueno, si él es un poco extraño no es su culpa.

Ron puso los ojos en blanco hacía Harry y yo. Volví a reír. Era divertido oír las discusiones de Ron y Herms. Parecen matrimonio.

— Hermione todavía no ha dejado ese rollo del PEDO— expliqué, sintiéndome verdaderamente más a gusto. Como si nunca hubiera pasado nada, y Harry y yo siguiéramos siendo amigos junto al pelirrojo y la castaña.

— ¡No es PEDO! — Exclamó Hermione azorada—. Es la Plan para los Elfos Domésticos Oprimidos. Y no soy la única que lo piensa, Dumbledore también dice que deberíamos ser amables con Kreacher. Y Cam, se supone que tú me apoyas— me recordó, a lo que yo rodé los ojos, asintiendo con la cabeza.

— Sí, sí, sí— dijo Ron, sarcástico, poniéndose de pie—. Vamos, estoy hambriento.

Seguimos el camino más allá de la puerta, liderados por Ron, pero antes de que pudieramos descender las escaleras...

— ¡Esperen un momento! — dijo Ron casi sin respiración, estirando un brazo para que no camináramos más allá.

— Todavía están en el vestíbulo, a lo mejor somos capaces de oír algo.

Los cuatro miramos cautelosamente a los que estaban a punto de salír. El tenue corredor del vestíbulo estaba cubierto de brujas y magos. Todos estaban susurrando excitadamente. En el centro del grupo se podía ver el pelo negro y grasiento y la prominente nariz del profesor más odiado de Hogwarts, el profesor Snape.

— Demonios— oí susurrar a Fred, que estaba alzando la Oreja Extensible porque se había quedado congestionada otra vez.
Oímos cómo se abría la puerta de entrada y luego se cerraba.

— Snape nunca come aquí— susurré a Harry, quien estaba a mi lado.

— ¡Gracias a Dios! Venga, vamos— comentó Ron.

— Y no olvides bajar la voz en el vestíbulo, Harry— le advirtió Hermione.

Mientras pasábamos por la hilera de cabezas de elfos colgadas en la pared, vimos a Lupin, la señora Weasley y Tonks en la puerta de entrada, sellando mágicamente sus múltiples cerraduras y cerrojos detrás de los cuales los otros acababan de salir.

— Vamos a comer abajo, en la cocina— susurró la señora Weasley, acercándose a nosotros al final de las escaleras—. Harry, querido, si pudieras andar de puntillas a lo largo del vestíbulo hasta esa puerta de allí...

CRASH

— ¡Tonks! — sollozó la señora Weasley exasperada, girándose para mirar detrás de ella.

— ¡Lo siento! — gimió Tonks, que estaba tirada en el suelo—. Es ese estúpido paraguas de ahí, es la segunda vez que me tropiezo con…

Pero el resto de sus palabras fueron cortadas por un horrible y ensordecedor chillido que dejaba helada la sangre.
Las mortífagas cortinas de terciopelo que habían en la pared se habían abierto de par en par, pero no había ninguna puerta detrás de ellas. En cambio, la mitad del cuerpo de una anciana de capa negra gritaba.
La mujer vieja estaba babeando, sus ojos estaban girando hasta quedarse en blanco, la piel amarillenta de su cara se estiraba hasta tensarse cuando ella gritaba; y por todo el vestíbulo detrás de nosotros, los otros retratos se despertaban y empezaban a chillar también, de manera que arrugué los ojos ante el sonido y me tapé las orejas con las manos.
Lupin y la señora Weasley se precipitaron y trataron de cerrar las cortinas para tapar a la anciana, pero no eran capaces de cerrarlas y ella empezó a gritar más alto que nunca, blandiendo sus manos para intentar atacar nuestras caras con las uñas.

— ¡Suciedad! ¡Escoria! ¡Productos de la suciedad y repugnantes! Medio desarrollados, mutantes, subnormales, largaos de esta casa! Cómo os atrevéis a venir a la casa de mis padres.

Tonks se disculpaba una y otra vez, incorporando la enorme y pesada pierna del Troll que sostenía los paraguas de nuevo en el suelo; la señora Weasley abandonó el intento de correr las cortinas y caminaba de prisa, arriba y abajo, por el vestíbulo, aturdiendo a los otros retratos con su varita.

En ese momento un hombre de cabello negro embistió contra una puerta, apareciendo frente a nosotros. Sonreí aliviada.

— ¡Cállate, horrible bruja vieja, CÁLLATE! — gruñó, corriendo las cortinas que la señora Weasley había abandonado.
La cara de la mujer vieja empezó a palidecer.

— ¡Tuuuuuuuuuuu! — aulló la vieja, sus ojos abiertos como platos tan pronto vieron al hombre —. Traidor de sangre, abominación, vergüenza de mi carne!
— ¡He- dicho-que-te-calles! — gruñó el hombre, y con un enorme esfuerzo, él y Lupin fueron capaces de hacer que las cortinas se cerraran de nuevo.

Los chillidos de la mujer vieja cesaron y de nuevo el silencio cayó. Acariciando su largo pelo negro y apartándoselo de los ojos, Sirius, mi padre, se giró para ponerse enfrente de Harry.

— Hola, Harry— dijo lúgubremente —. Veo que has conocido a mi madre.

En tercer año, Harry y yo tuvimos una pelea a causa de papá. Al comienzo, todos creíamos que él había sido el culpable de la muerte de Lily y James Potter, y al enterarse que yo era su hija, el pelinegro dejó de hablarme. Todo fue distinto cuando sucedió todo eso en la Casa de los Gritos, donde nos enteramos de toda la verdad de Colagusano. Pero… Harry no se disculpó aun así, y ni siquiera me prestó atención cuando traté de solucionar las cosas. Y cuarto año tampoco fue diferente. Nunca supe por qué se molestó exactamente. Recuerdo que empeoró luego del Baile de Navidad, al cual fui con Draco.

Es por eso que nunca entendí por qué fui yo quien tuvo que salvar en el Lago Negro durante la Segunda Prueba del Torneo de los Tres Magos. OH, el Torneo… Nunca sentí tanto pánico que cuando él fue seleccionado como campeón de manera misteriosa. Pero no dio explicación alguna respecto a ser yo la persona más importante para él. Nada. Eso fue abrumador.

Por otro lado, yo tengo a mi padre. Inocente y todo. Pero aun prófugo. Claro que eso no fue obstáculo para que yo conviviera con él este verano, en Grimmauld Place. Y la verdad es que fueron los mejores meses de mi vida, sin contar que Harry parece odiarme.

— ¿Tu madre?
— Oh, sí. Mi linda abuela— ironicé, dándole a papá un rápido abrazo.

— Pero…— balbuceó el Potter, mientras la señora Weasley nos guiaba hasta la cocina—. ¿Cómo puede estar el fantasma de tu madre aquí?

— ¿No te lo han dicho? — Me miró de manera elocuente, y yo negué con la cabeza—. Esta es la casa de los Black. Pero como ninguno está vivo, me corresponde a mí. Así que le ofrecí el lugar a Dumbledore como Cuartel General. Es lo único que puedo hacer para ayudar— sonó ligeramente molesto. Sabía que a papá no le agradaba en absoluto sentarse sin hacer nada.

Entramos en la cocina, donde Bill y el señor Weasley aun guardan unos cuantos pergaminos. Enseguida fui hasta donde estaba la señora Weasley para ayudar con la cena, mientras veía a papá y Harry hablar. Sonreí. Esto estaba bien.

***
— ¿Has tenido un buen verano tan lejos? — preguntó papá a Harry. Lo miré incrédula. Yo estaba sentada junto al pelinegro, sintiéndome ligeramente incómoda, y mi padre estaba frente a nosotros.
— No, ha sido malísimo.
— Conozco personalmente de lo que te quejas.
— ¿Qué? — preguntó Harry con incredulidad.
— Personalmente, yo habría dado la bienvenida a un ataque de los Dementores. Una lucha mortal para mi alma habría roto la monotonía amablemente. Piensas que lo has pasado mal, al menos has sido capaz de escaparte y estirar tus piernas, entrar en unas peleas… He estado detenido durante un mes.

— Oh papá, ya has tenido tu pelea con Dementores, y no resultó agradable para ninguno— acoté, alzando las cejas.
— ¿Cómo que ha permanecido aquí? — me preguntó Harry, frunciendo el ceño.
— El Ministerio aun está detrás de papá, y Colagusano debe haberle contado a Voldemort que es un animago, por lo que su disfraz es inútil.
— No hay mucho pueda hacer para la Orden del Fénix… O eso es lo que Dumbledore siente— agregó Sirius. Rodé los ojos. Él estaba molestado con el director, al igual que Harry. Pero yo no entendía por qué tanto alboroto.

— Al menos has sabido lo que sucede— insistió el pelinegro frescamente.
— Ah sí— repuso papá sarcásticamente—. Escuchando a los informes de Snape, escuchando todas sus insinuaciones viles que él arriesga su vida mientras estoy sentado sobre mi parte posterior aquí teniendo un tiempo agradable y cómodo… Pregúntame como me va con la limpieza mejor.

Dejé el tenedor con el que jugueteaba bruscamente, y miré a Sirius con reproche.
— No le prestes atención a Snape. Si yo pude soportarlo cuatro años sin poder hacer nada, creo que tú también eres capaz— murmuré para él, quien suspiró poniendo los ojos en blanco.
— ¿Qué limpieza? — inquirió Harry, interrumpiendo el momento.
— Aquí, tratando de hacer este lugar adecuado para la vida humana— dijo Sirius, agitando una mano alrededor de la cocina—. Nadie ha vivido aquí durante diez años, no desde que mi madre querida murió, a no ser que cuentes a su viejo elfo doméstico, y él le ha dado la locura, no ha limpiado nada en años.

— Sirius— llamó Mundungus, quien no pareció haber prestado atención a la conversación, pero estrechamente había examinado una copa vacía—. ¿Esta es plata sólida, compañero?
— Sí— respondí yo severamente—. La Plata más fina del siglo decimoquinto trabajada por trasgo, en relieve con el escudo de la familia Black. Y ni se te ocurra usarla para alguno de tus negocios sucios. Pertenecen aquí, y aquí quedaran— lo miré seriamente. A fin de cuentas, era mi casa. Mi único hogar.

Mundungus dejó la copa en la mesa, a regañadientes.
— Fred, George ¡NO, SOLO LLEVENLOS! — Chilló la Señora Weasley. Los cuatro miramos alrededor y, dentro de una fracción de segundo, ellos se habían zambullido lejos de la mesa, pero yo no llegué a reaccionar.
Fred y George habían encantado una caldera grande de guisado, un botellón de hierro de cerveza de mantequilla y una pesada tabla de cortar el pan de madera, completa con el cuchillo, para lanzarse por el aire hacia nosotros. El guisado patinó por la mesa la mesa y vino a detenerse justo antes de del final, dejando una larga marca negra de quemado sobre la superficie de madera; el botellón de cerveza de mantequilla se cae con un choque, derramando su contenido por todas partes; el cuchillo de pan se escabulló de la tabla y aterrizó, en el punto exacto donde mi antebrazo había estado segundos antes de que Harry me empujara hacia él.

Palidecí bruscamente, y la cabeza me dio vueltas unos segundos.
— ¡POR EL BIEN DEL CIELO! — Gritó la señora Weasley— ¡NO HABÍA NINGUNA NECESIDAD! HE TENIDO BASTANTE, NO NECESITABA ESTO, NO PORQUE PUEDAN USAR LA MAGIA AHORA, TIENE QUE SACAR DE REPENTE SUS VARITAS MÁGICAS PARA CADA PEQUEÑA COSA DIMINUTA!
— Nosotros solamente intentábamos ahorrar un poco de tiempo— Dijo Fred, sacando el cuchillo de pan de la mesa—. Lo siento, Camille.
— ¿Lo siento? ¿¡Lo siento!? — chillé, aun asustada—. ¡Podrías haberme sacado el brazo!
— Podría haber sido— aceptó Fred.
— Pero no fue— finalizó George, yendo con su hermano a ocupar dos sillas.
Harry y Sirius se reían; Mundungus, quien se había caído hacia atrás de su silla, se puso de pie.

— ¡No rían! Podría haberme cortado el brazo en serio— me quejé, mirando con reproche a papá.
— No realmente. Con un hechizo sanador habría sido suficiente— afirmó papá, pero de pronto se puso serio—. Harry… ¿Por qué no sueltas a mi hija? Ya está a salvo— masculló con aires casuales.

Inmediatamente me ruboricé, mientras Harry sacaba sus brazos de alrededor mío, y volví a incorporarme en mi asiento. Me había tirado hacía el, agarrándome por la cintura, para evitar que el cuchillo me diera. Pero luego permanecimos así hasta que papá fue consciente. Merlín, no me había dado cuenta.

— ¡Muchachos— dijo el Señor Weasley, sacándome del bochorno que provocaba la mirada examinadora de papá, colocando el guisado en el medio de la mesa—, su madre tiene razón, se supone que deben tener un poco de responsabilidad ahora, comportarse un poco más de acuerdo con su edad.
— Ninguno de sus hermanos causó este tipo de problemas! — Rabió la Señora Weasley a los gemelos colocando de golpe un botellón fresco de cerveza de mantequilla sobre a la mesa, y derramando casi tanto otra vez. — ¡Bill no sintió la necesidad de usar magia cada pocos pasos! ¡Charlie no encantó todo lo que se encontró! Percy... — Ella se paró de golpe, recobrando su aliento mientras veía como su marido la miraba asustado, cuya expresión parecía de madera.
— Vamos a comer— dijo Bill rápidamente
— Esto se ve maravilloso, Molly— dijo Lupin, vaciando el guisado sobre a un plato para ella y dándoselo a través de la mesa. Durante unos minutos se produjo un silencio, pero el ruido de platos y la cuchillería y el raspar de sillas cuando cada uno se instaló frente a su comida. Entonces la Señora Weasley se volvió a Sirius.
— He pensado decirle, Sirius, que hay algo atrapado en aquel escritorio de escritura en el salón, sigue rascándose y sacudiéndose. Desde luego, esto solamente podría ser un Boggart, pero pensé que nosotros deberíamos pedir a Alastor echarle una mirada antes de que nosotros lo soltemos.
— Como quieras— dijo Sirius indiferentemente.
— Las cortinas de allí están llenas de Doxys, también, continuó la Señora Weasley—. Pensé que nosotros podríamos intentar abordarlos mañana.
— Lo espero con impaciencia— dijo Sirius. Noté el sarcasmo en su voz, pero dudé que alguien más lo hiciera.

— Puedo hacer algo con las Doxys— ofrecí a Molly, viendo el desánimo de papá. Ella asintió sonriendo con gentileza.

Junto a papá, Tonks entretenía a Hermione y Ginny transformando su nariz entre bocados. Atornillando sus ojos cada vez con expresión de afligida, su nariz aumentada con una protuberancia parecida a un pico que se parecía a la nariz de Snape, encogiéndose al tamaño de una seta y luego brotado mucho pelo de cada ventana de la nariz. Esto era un entretenimiento regular en la hora de reposo.
— Ponte un hocico de cerdo, Tonks— pedí divertida, y ella lo hizo. Miré de soslayo a Harry, sabiendo que él notaría el parecido con la nariz de su primo. Efectivamente así era, porque sonreía abiertamente en la mesa.
Fred, George, Ron y Mundungus se revolcaban de risa en sus asientos.

— … Y luego— dijo Mundungus ahogado, lágrimas caían por su cara—, y luego, me dice: “Entonces, ¿el Estiércol, es dónde consigue todos los sapos?”.
— Y digo, " Por supuesto, todos los sapos, así que, ¿usted va a querer un poco más, entonces?” Y si creen en mí, chicos, la gárgola gormless compró todos sus propios sapos, y volvieron a ofrecerme mucho más de lo que pague en primer lugar.

— No piensan que tenemos que enterarnos más de sus transacciones de negocio, muchas gracias, Mundungus— musitó la Señora Weasley bruscamente, mientras Ron caía hacia adelante sobre a la mesa, aullando de risa.
— Pido perdón, Molly— dijo Mundungus inmediatamente, limpiando sus ojos—. Pero, tú sabes, yo realmente no hacía nada mal.
— No sé donde aprendiste sobre el bien y el mal, Mundungus, pero parece que perdiste unas lecciones cruciales— repuso la Señora Weasley con frialdad.

Fred y Jorge enterraron sus caras en sus copas de cerveza de mantequilla. Por alguna razón, la Señora Weasley lanzó una mirada muy repugnante a Sirius antes de la dirigirse a traer un recipiente grande que derramaba budín.

— Molly no aprueba a Mundungus— dijo papá en un tono bajo dirigiéndose a Harry
— ¿Cómo es que él está en la Orden? — inquirió él, muy silenciosamente.

— Él es útil— murmuré divertida, terminando mi guisado—. Conoce a todos los ladrones. Aunque él mismo lo es. Pero también es muy leal a Dumbledore, quien lo sacó de un aprieto una vez.

— Esto paga para tener alguien como Dung alrededor, él oye cosas que nosotros no. Pero Molly piensa que la invitación para quedarse para la cena va demasiado lejos. Ella no lo ha perdonado por escabullirse cuando se suponía que te cuidaba— añadió papá.

Comimos el postre, que era el delicioso pudín con crema de la señora Weasley, y finalmente todos comenzaron a estirarse en sus asientos.

— Se acerca la hora de irse a la cama, pienso— comentó la Señora Weasley con un bostezo.
— No todavía, Molly— dijo papá, apartando su plato vacío y girando para mirar a Harry—. Sabes, estoy sorprendido contigo. Pensé que la primera cosa que harías cuando llegaras sería preguntar sobre Voldemort.

La atmósfera en el cuarto cambió con la rapidez. Segundos antes estábamos relajados, ahora estaban en alerta, incluso tensos. Un hielo había recorrido la mesa con la mención del nombre de Voldemort.
Lupin, quien había estado dispuesto a tomar un sorbo de vino, bajó su copa despacio, mirando cauteloso.

— ¡Lo Hice! — exclamó Harry con indignación—.Pregunté a Ron y Hermione pero ellos dijeron que no los permiten en la Orden.
— Y ellos tienen toda la razón— interrumpió la Señora Weasley—. Tú eres demasiado joven.
Ella se sentaba muy erguida en su silla, con sus puños apretados sobre sus brazos, y el rastro de somnolencia totalmente desaparecido.

— ¿Desde cuándo alguien tuvo que estar en la Orden del Fénix para hacer preguntas? — inquirió Sirius—. Harry estuvo atrapado en esa casa Muggle durante un mes. ¡Él tiene el derecho de saber qué ha pasado!

Quise apaciguar a mi padre, pues hasta el momento la cena había sido perfecta, pero sería irrespetuoso de mi parte, pues yo era la hija aquí.

— ¡Detente! — Interrumpió George fuertemente, y lo miré confundida. No esperaba eso de él.
— ¿Cómo es que Harry consigue que sus preguntas sean contestadas? — continuó Fred con ira. Rodé los ojos. Bien, no buscaban calmar los humos, sino quejarse.

— ¡Hemos intentado conseguir la información de ustedes durante un mes y no nos han dicho sola cosa! — Dijo George.
— " Tú eres demasiado joven, tú no estás en la Orden " — dijo Fred, con una voz aguda que sonó increíblemente como la de su madre.— ¡Harry no está en edad!

— Eso no es mi culpa, no le han dicho lo que la Orden hace— dijo Sirius con calma—, es la decisión de tus padres, Harry, además…
— No está debajo de tu protección para decidir qué es bueno para Harry— interrumpió la Señora Weasley bruscamente. La expresión sobre su cara normalmente amable cambio a peligrosa— ¿No has olvidado lo que Dumbledore dijo, supongo?

— ¿Qué cosa? — Sirius cuestionó correctamente, pero con el aire de un hombre que se pone a punto para una lucha.

— La idea es no decirle a Harry más de lo necesario— repuso la Señora Weasley, colocando un énfasis pesado sobre las cuatro pasadas palabras. Las cabezas de Ron, Hermione, Fred y de George giraban de Sirius a la Señora Weasley como si ellos siguieran un partido de tenis. Ginny se arrodillaba entre un montón de corchos abandonados de cerveza de mantequilla, mirando la conversación con su boca ligeramente abierta. Los ojos de Lupin estaban fijos en Sirius. Harry miraba la superficie de la mesa, aguardando el veredicto, y yo escondía mi rostro entre las manos.

— No tengo la intención de decirle más de lo que tiene que saber, Molly— contestó Sirius— ¡Pero como él es el que vio a Voldemort volver— (otra vez, había un estremecimiento colectivo alrededor de la mesa con ese nombre) —, él tiene más derecho que nadie.
— ¡Él no es un miembro de la Orden del Fénix! — Exclamó la Señora Weasley—. Sólo tiene quince años y…
— Y él ha tratado con Voldemort más que varios en la Orden— musitó Sirius.

— ¡Nadie niega lo que ha hecho! — Dijo la Señora. Weasley—. Pero él todavía es…
— ¡Él no es un niño! — Dijo Sirius con impaciencia.
— ¡Él no es un adulto tampoco! — Repuso la Señora Weasley, mientras el color se elevaba en sus mejillas— ¡Él no es James, Sirius!

Asomé los ojos por entre las rendijas de mis manos, sorprendida. Mencionar a James era un golpe bastante bajo, sobre todo teniendo en cuenta el parecido de Harry con su padre, y que mi padre lo veía realmente de esa manera. El pequeño James.

— Tengo claro quién es él, gracias Molly— farfulló Sirius con frialdad.

— ¡No estoy segura que sepas! — gritó ella—. ¡A veces, la manera que hablas sobre él, es como si pensaras que tu mejor amigo volvió!

— ¿Qué hay de malo en eso? — preguntó Harry, interrumpiendo. Lo miré con una mueca
— ¡Qué se equivoca, Harry, no eres tu padre, aunque te parezcas mucho! — Respondió la Señora Weasley, aunque sus ojos todavía estaban en Sirius— ¡Todavía estás en la escuela y los adultos responsables de ti no deberían olvidarlo!

— ¿Eso significa que soy un padrino irresponsable? — Reclamó Sirius, alzando la voz.

— ¡Todos sabemos que actúas precipitadamente, Sirius, es por eso que Dumbledore te pidió quedarte en casa y…
— ¡Dejaremos las instrucciones de Dumbledore fuera de esto, si te parece! — pidió papá fuertemente.
— ¡Arthur! — Chilló la Señora Weasley, mirando a su marido— ¡Arthur, apóyame!
El Sr. Weasley no habló inmediatamente. Él cogió sus gafas y las limpió despacio con su ropa, sin mirar a su esposa. Sólo cuando él las había colocado con cuidado sobre su nariz contestó.

— Dumbledore sabe que la situación ha cambiado, Molly. Él acepta que Harry esté informado, hasta cierto punto, ahora que se queda en el Cuartel General.

Sonreí, a sabiendas que papá ya tenía ganada esta discusión. Quizá el informarse un poco amainaría a Harry. Y a mí, para ser sinceros.

— ¡Sí, pero hay una diferencia entre eso e invitarlo a preguntar todo lo que él quiera!
— Personalmente— dijo Lupin silenciosamente, sin mirar a Sirius por fin, al momento la Señora Weasley se dio la vuelta rápidamente, esperanzada de que finalmente pudiera conseguir un aliado. Mire a Remus expectante, entornando los ojos—, pienso que es mejor que Harry conozca los hechos. No todos los hechos, Molly, pero una imagen general de nosotros, antes que una versión alterada por… Otros.

Su expresión era suave, pero estaba segura de que Lupin, al menos, sabía que algunos Oídos Extensibles habían sobrevivido a la rabia de la Sra. Weasley.

— Bien— masculló la madre de Ron, respirando profundamente y mirando alrededor de la mesa buscando el apoyo que no vino—, bien… Puedo ver que voy a ser sobrepasada. Solo diré esto: Dumbledore debe haber tenido sus motivos para no desear que Harry supiera demasiado, hablando como alguien que tiene los mejores deseos para Harry en el fondo de su corazón…

— Él no es tu hijo— acotó Sirius silenciosamente. Le dediqué una mirada de reproche.
— Es como si lo fuera— repuso la Sra. Weasley con ferocidad— ¿A quién tiene?
— ¡Él me tiene a mí!
— ¿Sí? — Inquirió la Sra. Weasley, rizando el labio—. La cosa es que, ha sido bastante difícil para ti para cuidar de él mientras estabas encerrado en Azkaban, ¿verdad?

Me puse de pie bruscamente, con extraño coraje. No estaba siendo coherente ni justa con mi padre, y ya no podía quedarme sentada pretendiendo no oír.

— Señora Weasley, usted sabe cómo fueron las cosas. Estoy segura que mi padre habría estado más que dispuesto de cuidar de Harry de haber sido capaz— musité, viendo como su labio temblaba, mirándome con pena—. Y también sabe que a todos aquí nos preocupa Harry. No creo que Sirius le diga algo que pueda llegar a ser malo de saber para él. Además, ¿no debería ser él quien decide respecto a su propia vida?

Hubo un profundo silencio, en el cual solo pude mirar a Molly, ligeramente arrepentida de m falta de respeto impulsiva.

— Molly, Camille tiene razón, no eres la única persona en esta mesa quien se preocupa por Harry— dijo Lupin suavemente—. Siéntate.

A regañadientes regresé a mi lugar, sin mirar a nadie, dedicándome a observar la mesa, al igual que Harry hacía unos momentos. Sentía varias miradas clavadas en mí.

— Pienso que es buena idea lo que dice. Deberían permitir a Harry tener opinión en esto— siguió Lupin—, él es bastante grande para decidir por sí mismo.

— Quiero saber que ha sucedido— afirmó Harry inmediatamente.

— Muy bien— dijo la Señora Weasley, perdiendo la voz—. Ginny, Ron, Hermione, Fred , George…— dudó unos segundos, en los cuales deduje que diría mi nombre, pero no lo hizo. Después de todo, yo era hija de Sirius—, los quiero fuera de esta cocina, ahora— Causando un gran alboroto de inmediato.

— ¡Somos mayores de edad! — Fred y George bramaron juntos.
— ¿Si Harry lo tiene permitido, por qué no puedo yo? — Dijo Ron, gritando.
— ¡Mamá, quiero enterarme! — lloró Ginny.
— ¡NO! — Gritó la Señora. Weasley, levantado sus ojos. —. Lo prohíbo.
— Molly, no puedes detener a Fred y George— le recordó el Señor Weasley fatigosamente—. Ellos son mayores de edad. Están todavía en la escuela, pero son legalmente adultos ahora

La Sra. Weasley tenía la cara de color escarlata.

— ¡Ah, bien entonces, Fred y George pueden quedarse, pero Ron…!

— ¡Harry, luego nos dices a mí y a Hermione todo lo que te digan! — Dijo Ron con vehemencia— ¿Lo vas a hacer? — Agregó inciertamente, mirando a los ojos de Harry.

— Por supuesto— respondió este. Ron y Hermione reclamaban.
— ¡Bien! — Gritó la Sra. Weasley— ¡Bien! ¡Ginny a la CAMA!

Ginn no se fue silenciosamente. La miré con pena, recordándome que debería recordar cada detalle para luego contárselo. Se podía oír su furioso reclamo a su madre todo el camino por la escalera, y cuando ella alcanzó el vestíbulo la Señora Black emitió chillidos estridentes que se agregaron al alboroto. Lupin se alejo rápidamente al retrato para restaurar la calma. Sólo después de que él había vuelto, cerrando la puerta de cocina detrás de él y tomando su asiento en la mesa otra vez, Sirius hablo.

— Bien Harry… ¿Qué quieres saber? — el Potter suspiró, dudando.

— ¿Dónde está Voldemort? — Cuestionó, ignorando los estremecimientos renovados que genera el nombre— ¿Qué está haciendo? He intentado mirar las noticias Muggle, y no hubo nada que no se pareciera a él aún, ningunas muertes extrañas…— miré a mi padre expectante, con los ojos bien abiertos.

— Es porque no hubo muertes extrañas aún— contestó Sirius—, no en lo que sabemos, de todos modos… Y sabemos bastante.
— Más de lo que él piensa que sabemos, de todos modos— dijo Lupin.

— ¿Cómo es que él ha dejado de matar a la gente? — inquirí casi inconscientemente, sonrojándome al caer en la cuenta.

— Porque él no quiere llamar la atención hacia él— explicó Sirius igualmente—. Esto sería peligroso para él. Su reaparición no fue como lo había pensado, tú lo viste. Él lo estropeó.

— O más bien tú lo ensuciaste— corrigió Lupin, con una risa satisfecha.
— ¿Cómo? — Harry preguntó, perplejo.
— ¡Tu no debías sobrevivir! — obvió Sirius. Me estremecí de solo pensarlo.

— Nadie además de sus Mortífagos, debía saber que él había vuelto. Pero tú sobreviviste para atestiguar.

— Y la última persona que quería alertar era a Dumbledore— continuó Lupin—. Y tú te aseguraste que Dumbledore lo supiera de inmediato.

¿Cómo ha ayudado esto? — inquirió Harry.

— ¿Es una broma? — Cuestionó Bill con incredulidad— ¡Dumbledore es el único al que el que no debe ser nombrado teme!
— Gracias a ti, Dumbledore fue capaz de reunir a la Orden del Fénix aproximadamente una hora después que Voldemort había vuelto— dijo Sirius.

— ¿Qué ha estado haciendo la Orden? — indagó Harry, mirando a todos lados.
— Trabajando tan duro como podemos para asegurarnos Voldemort no pueda realizar sus proyectos— Se limitó a decir papá.

— ¿Cómo saben cuáles son sus planes? — Harry preguntó rápidamente.

— Dumbledore tuvo una idea— dijo Lupin—, y las ideas de Dumbledore normalmente resultan ser exactas.
— ¿Que piensa Dumbledore? ¿Qué planifica?

***

— Ha sido demasiado para asimilar— murmuré a Hermione, ya acostada. Ginny ya se había quedado dormida. Nos acababan de contar muchas cosas, aunque aun retumbaba en mi cabeza la palabra “arma”.

— Lo sé. Espero que ahora Harry esté de mejor humor… ¿A qué arma crees que se referían? — cuestionó.

— No tengo idea— confesé, de pronto queriendo cambiar de tema a uno más superficial—. Mione… Crees que… ¿Crees que me perdone?

Ella me miró fijamente en las penumbras.

— Quizá. No trató de ignorarte esta vez— razonó. Parecía querer leerme la mente.

— Tienes razón… ¿Sabes? Incluso me… abrazó— susurré con un hilo de voz, sonrojándome y agradeciendo estar a oscuras.

— ¿Te abrazó?

— Bueno… Algo así…— relaté lo sucedido en la mesa, y tras despotricar un poco contra la irresponsabilidad de los gemelos, dijo:

— Eso es extraño— bisbiseó, y permaneció en silencio unos instantes—. Cam… ¿Te sigue gustando Harry?

Di un respingo, y caí de la cama, soltando maldiciones entre dientes. Ella rió, pero inmediatamente se tapó la boca. Se oyeron pasos en la escalera, y una cabeza naranja se asomó.

— ¿Sucedió algo? — preguntó Ron, aun en piyama. Resoplé, y negué con la cabeza.

— Oh no, solo quería comprobar la textura del suelo— ironicé, volviendo a la cama. Él cayó en la cuenta de la situación y se echó a reír. Le lancé un zapato, y lo esquivó por poco.

— Ya puedes irte— indiqué, señalando la salida. Él me sacó la lengua, y desapareció tras la puerta. Hermione me miró alzando una ceja. Entrecerré los ojos, y me tapé hasta la cabeza.

— ¿Eso es un sí? — inquirió, alzando la voz para que la oyese. Gruñí.

— Claro que no. No me gusta Harry— farfullé.

— Si no te gustara, no habrías reaccionado así— fundamentó, y antes de que pudiera decir algo, agregó: —. Buenas noches.

— ¡He dicho que no me gusta! — insistí, pero ella ya cerraba los ojos. Bufé indignada, y volví a taparme.

Cerré los ojos con fuerza, recordando todo lo sucedido estos últimos años. No podía seguirme gustando Harry, no luego de todo lo que hizo. Suspiré. Claro que no me gustaba. Solo quería recuperarlo como amigo. Me he dado cuenta hoy, que él sigue siendo el mismo Harry de siempre, lo cual hace que realmente quiera arreglar las cosas con él. Después de todo, será imposible seguir evitándonos. Papá me confesó que quería traer a vivir a Harry con nosotros luego de que todo pase. Eso sería ideal.

Bien. Después de todo, puede que las cosas si logren mejorar.

**************************

OK, me dejan sus comentarios a ver qué tal les pareció, y si quieren - O no- que la siga. Solo eso, besitos virtuales,

-Ju

por **kylie** Miér 09 Ene 2013, 2:07 am

Hooola hooolaaa, debes seguirla cariño, queremos saber que pasa :cccc, siguela porfavorrrrre

Besoss

por **carstairs.** Miér 09 Ene 2013, 9:34 am

TIENES QUE SEGUIRLA :DDD
Me gustó mucho el nuevo cap.

por **SoyUnUnicornioVolador:3** Miér 09 Ene 2013, 2:19 pm

HOLAAA!!! :D SIGUELAA!! SIGUELAA!! AMO ESTA NOVELA SIGUELAA POR FIISSS!!

por **NinaUnicornGrintϟ** Miér 09 Ene 2013, 3:57 pm

Has vuelto!!
Te he echado de menos, a ti y a tus maravillosos capítulos c:
De verdad, me encanta como escribes!
SIGUELA!!!!!!!!!

Atte::D

por **keykol** Jue 10 Ene 2013, 1:38 am

ooooohhhhh grnial SIGUELa ;) :hug:

por **vale_styles_tomlinson** Jue 10 Ene 2013, 1:31 pm

Hola,nueva fiel lectora,me encantan tus novelas!!!!!
Soy Valentina,pero dime Val.
Sigue esta genial!

por **Flaan1D** Jue 10 Ene 2013, 7:52 pm

Hoooooooooooooooooooolo soi nueva lectora [creo] bueno estuve leyendo "La muchacha de Gryffindor" y luego el capitulo de esta solo tengo una duda ... Se supone que es la Orden del Fenix no? asldkadjakdj bueno era eso esque me confundi ya que pusiste que habian pasado dos años y bueno -.-'
Siguela me encanto *-* !!!!!!

por **C.J. Potter** Jue 10 Ene 2013, 9:04 pm

Flaan1D escribió:Hoooooooooooooooooooolo soi nueva lectora [creo] bueno estuve leyendo "La muchacha de Gryffindor" y luego el capitulo de esta solo tengo una duda ... Se supone que es la Orden del Fenix no? asldkadjakdj bueno era eso esque me confundi ya que pusiste que habian pasado dos años y bueno -.-'
Siguela me encanto *-* !!!!!!

Holaa! Bienvenida! Uff, bueno, sí. Es la Orden del Fénix. Es decir, ellos estaban en tercero, pero como pasaron dos años, ahora es quinto (?). Amo este libro, aunque odio el final :(

Bien, gracias por comentar! Creo que aclararé eso en la ficha para que no haya más confusiones! :P

Besos!

por **Flaan1D** Jue 10 Ene 2013, 9:47 pm

Juliette escribió:
Flaan1D escribió:Hoooooooooooooooooooolo soi nueva lectora [creo] bueno estuve leyendo "La muchacha de Gryffindor" y luego el capitulo de esta solo tengo una duda ... Se supone que es la Orden del Fenix no? asldkadjakdj bueno era eso esque me confundi ya que pusiste que habian pasado dos años y bueno -.-'
Siguela me encanto *-* !!!!!!

Holaa! Bienvenida! Uff, bueno, sí. Es la Orden del Fénix. Es decir, ellos estaban en tercero, pero como pasaron dos años, ahora es quinto (?). Amo este libro, aunque odio el final :(

Bien, gracias por comentar! Creo que aclararé eso en la ficha para que no haya más confusiones! :P

Besos!

Ams sisisisi es verdad esqe soi mala para las matematicas -.- kasdkajsldkajslkjasd bueno no importa igual gracias besos "Gryffindor's heart, Ravenclaw's blood" [Harry Potter & Tú] 1606340316

"Gryffindor's heart, Ravenclaw's blood" [Harry Potter & Tú] 1606340316

por **Potty** Vie 11 Ene 2013, 5:40 pm

Me encanta como escribes ¡¡ Siguela SIGUELA ¡¡

por **Potterhead** Miér 23 Ene 2013, 12:39 pm

NUEVA LECTORA!
Soy Andrea pero dime Andy! Amo la novela Harry odia(pero obviamente ama) a Camille desde Tercer año solo porque su papá "mato" a James y a Lily..Pero después se dio cuenta que Sirius es su padrino. Yo había pensado que cancelaste la nove pero después vi el link!GRACIAS A DIOS NO LA CANCELASTE!!
TIENES QUE SEGUIRLA!!!
Me encanta!
Beshos
Andy

por Invitado Vie 25 Ene 2013, 7:20 pm

Siguela!! ¿Sabes? Estuve esperando a que siguieras la otra novela, y me fascina lo que esta sucediendo. Por favor siguela pronto!!

Alexa fuera, ¡paz!

por **vale_styles_tomlinson** Sáb 26 Ene 2013, 10:15 am

Hola, puedes seguir por todas tus lectoras,esta genial.
Harry malo "odia" a Camille sin razón!

sigue
sigue
sigue
sigue
sigue
sigue
sigue!

por Invitado Miér 06 Feb 2013, 7:20 pm

Sigo esperando a que la sigas... Aunque sin presiones, te lo juro. Solo avisa que no podrás subir y luego subes un maratón, eso estaría bien. Repito sin presiones.
Atte: Tu fan

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