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Dark (one direction)
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Dark (one direction)
por Cami Dom 23 Sep 2012, 3:28 pm
Nombre: Dark.
Autor: yo, Cami Tomlinson.
Adaptación: no, es original.
Género: fantasía, romance, y drama.
Advertencias: puede que contenga algunas escenas violentas, o subidas de tono.
Autor: yo, Cami Tomlinson.
Adaptación: no, es original.
Género: fantasía, romance, y drama.
Advertencias: puede que contenga algunas escenas violentas, o subidas de tono.
Miró una vez más por la ventana del auto de su padre hacia su antigua casa, despidiéndose de ella. Comenzaría una nueva vida para Valery, una llena de misterios, romance, y peligros… Aunque eso, ella todavía no lo sabía.
El motivo por el cual su padre la estaba llevando a ese prestigioso internado, muy lejos de su hogar, era simple: su esposa, la madre de Valery, había asistido allí desde pequeña, y como ella había desaparecido misteriosamente hace unos años, no había tenido mejor idea que mandar a su hija allí, para sentir que estaba haciendo algo bien.
Valery odiaba la idea de asistir a ese espantoso lugar. Había estado mirando folletos, el internado parecía un cementerio con alojamiento, y estaba muy alejado de la ciudad, en una pequeña isla:(aquí)
Sin embargo, ella no estaba asustada por la gran fachada ósea de su nuevo instituto. El problema radicaba en todas aquellas historias que su madre le había contado sobre aquel lugar, cuando ella era apenas una niña. Aunque quería obligarse a pensar que tan solo eran cuantos fantasiosos que le contaba para que se durmiera, algo muy dentro suyo le decía que eran todas verdades.
Su madre era una persona muy aclamada en aquella institución. Valery le había preguntado una vez, cuando era más chica, cuál era el secreto de ese lugar, pero ella no hablaba acerca de su trabajo, ni con su hija ni su marido. Es por eso que, cuando desapareció misteriosamente, sin dejar rastros, Valery tuvo la certeza de que todo ese mundo extraño en el que su madre trabajaba, era el culpable.
Sintió un escalofrío por su espalda, y automáticamente se llevó las manos a los bolsillos de su campera de cuero. Se extrañó al sentir que dentro había un papel, cuando había revisado todos sus bolsillos en busca de unos chicles antes de salir.
Sin pensarlo dos veces, extrajo el papel y lo desdobló. Dentro de este, decía:
“La historia de este viaje se repite, nos vemos en la próxima parada. El río siempre vuelve al mismo sitio, y nunca te devuelve el mismo agua”. El motivo por el cual su padre la estaba llevando a ese prestigioso internado, muy lejos de su hogar, era simple: su esposa, la madre de Valery, había asistido allí desde pequeña, y como ella había desaparecido misteriosamente hace unos años, no había tenido mejor idea que mandar a su hija allí, para sentir que estaba haciendo algo bien.
Valery odiaba la idea de asistir a ese espantoso lugar. Había estado mirando folletos, el internado parecía un cementerio con alojamiento, y estaba muy alejado de la ciudad, en una pequeña isla:(aquí)
Sin embargo, ella no estaba asustada por la gran fachada ósea de su nuevo instituto. El problema radicaba en todas aquellas historias que su madre le había contado sobre aquel lugar, cuando ella era apenas una niña. Aunque quería obligarse a pensar que tan solo eran cuantos fantasiosos que le contaba para que se durmiera, algo muy dentro suyo le decía que eran todas verdades.
Su madre era una persona muy aclamada en aquella institución. Valery le había preguntado una vez, cuando era más chica, cuál era el secreto de ese lugar, pero ella no hablaba acerca de su trabajo, ni con su hija ni su marido. Es por eso que, cuando desapareció misteriosamente, sin dejar rastros, Valery tuvo la certeza de que todo ese mundo extraño en el que su madre trabajaba, era el culpable.
Sintió un escalofrío por su espalda, y automáticamente se llevó las manos a los bolsillos de su campera de cuero. Se extrañó al sentir que dentro había un papel, cuando había revisado todos sus bolsillos en busca de unos chicles antes de salir.
Sin pensarlo dos veces, extrajo el papel y lo desdobló. Dentro de este, decía:
Última edición por Cami Tomlinson el Miér 09 Ene 2013, 3:27 pm, editado 2 veces
Cami
Re: Dark (one direction)
por Pinkman Dom 23 Sep 2012, 3:36 pm
OMG!!
se ve muy interesante
Soy Lily, me as dejado con
La intriga asi que siguela!!
Y si necesitas chicas no dudes en avisarme;sino no hay
problema :)
se ve muy interesante
Soy Lily, me as dejado con
La intriga asi que siguela!!
Y si necesitas chicas no dudes en avisarme;sino no hay
problema :)
Pinkman
Re: Dark (one direction)
por {#Iara Styles}. Dom 23 Sep 2012, 6:43 pm
OMG gemee!... Me encantoo!.. New Reader!!!!... Debes seguirlaaa!.. ¿De que sera?.. De One Direction???.. Si necesitas chicas, Aqui estoyy! :)
{#Iara Styles}.
Re: Dark (one direction)
por Cami Dom 23 Sep 2012, 8:36 pm
lilymalik escribió:OMG!!
se ve muy interesante
Soy Lily, me as dejado con
La intriga asi que siguela!!
Y si necesitas chicas no dudes en avisarme;sino no hay
problema :)
Me alegro de que te haya gustado Lily (: ahora subo el capítulo. Lamentablemente, la historia ya la hice, por lo cual tengo todos los personajes, pero si quieres para mi próxima novela, te guardo un puesto. Besos y gracias por pasarte.
IaraHoranPayneStyles1D escribió:OMG gemee!... Me encantoo!.. New Reader!!!!... Debes seguirlaaa!.. ¿De que sera?.. De One Direction???.. Si necesitas chicas, Aqui estoyy! :)
Hola geme (: me alegro de que te haya gustado! Ahora subo un capítulo. Sipi, es de one direction, por eso está en el apartado este hahahaha. Como dije arriba, lamentablemente no, pero si quieres para la próxima nove, igualmente guarde tu descripción, porque soy una chica inteligente
Cami
Re: Dark (one direction)
por 21. Dom 23 Sep 2012, 8:42 pm
Esta increible la sinopsis! Se ve genial, muero de ganas por leer el primer capitulo. Nueva y fiel lectora. Siguela lo mas pronto que puedas xx.
21.
Re: Dark (one direction)
por Cami Dom 23 Sep 2012, 8:48 pm
EmmaHenderson escribió:Esta increible la sinopsis! Se ve genial, muero de ganas por leer el primer capitulo. Nueva y fiel lectora. Siguela lo mas pronto que puedas xx.
Justo estaba a punto de teclear enter para que se enviara el capítulo I, y me llegó tu comentario ahhaha, así que primero te respondo, después lo publico. Me alegro de tener otra lectora fiel, espero verte seguido, besos (:
Cami
Re: Dark (one direction)
por Cami Dom 23 Sep 2012, 8:49 pm
Se sacudió los jeans, y aspiró con fuerza el aire por su nariz, causando que se le infle el pecho. Estaba nerviosa, pero no iba a dejar que la situación la altere.
Desde el momento en el que su padre había decidido mandarla a ese lugar, había tenido el presentimiento de que cosas raras le sucederían, y debía de estar preparada para ello si quería investigar que le había pasado a su madre. Porque, a pesar de que la idea de estar allí la atormentaba, sabía muy bien que era una magnífica idea para develar los secretos de su madre, que yacían en ese mitad internado mitad castillo.
Su padre le dio un simple beso en la mejilla y se fue sin más, dejándola con su valija y su bolso de mano, completamente aturdida en un campo lleno de pasto y estudiantes correteando de aquí para allá.
Comenzó a pensar, se encontraba lejos del castillo, y debía de cruzar el lago para alcanzarlo, lo que era totalmente imposible a menos que llevara un equipo de buceo. Pedirle ayuda a alguien no estaba en sus planes, todos eran extrañamente raros: para empezar, nadie le dirigía la mirada a nadie, tan solo se dignaban a mirar hacia al piso, recitando frases que Valery no podía entender, mientras caminaban a paso rápido hacia un gran puente, situado en el borde del lago.
La pelirroja comenzó a impacientarse, un presentimiento horrendo le vino a la cabeza, y no podía quitárselo. Se comenzó a alisar su larga y sedosa cabellera con sus manos, como un instinto nervioso, y luego inspeccionó su vestuario, comprobando que todo estuviera en su lugar vestuario
-Señorita Turkslow, déjeme decirle que todo está en su lugar.
Dio media vuelta y se paró en seco, para ver a aquella vieja señora de alta estatura y aires de grandeza, que la había llamado por el apellido de su madre, algo que nadie había hecho, no desde que ella había muerto.
-Mi apellido es Smith, Valery Smith- negó con la cabeza, no le gustaba que la llamaran por el apellido de su madre, ni siquiera le gustaba que se la nombrasen.
La señora la inspeccionó rápidamente, y volvió la mirada a sus ojos. Llevaba puesta una pollera negra larga, y una camisa color gris, pegada a su menudo cuerpo.
-No hay ningún error, usted es la hija de Merlina, la reconocería a kilómetros de distancia- la anciana parecía incapaz de ceder.
Valery contuvo sus lágrimas, no le gustaba que la vieran llorar. Pero lo cierto era que estaba asustada ante el hecho de que la reconocieran como la hija de su difunta madre, a quien tanto odiaba por haber desaparecido.
-Sí, lo soy- afirmó, tomando nuevamente su compostura.
A la anciana le brillaron los ojos, haciendo que su estómago se encogiera de dolor, había algo en esa mirada que le resultaba tan familiar…
-¿La conozco de algún lado?- quiso saber.
Por un momento, vio como los ojos de la anciana se llenaban de lágrimas, pero luego desaparecieron rápidamente, y Valery comenzó a creer que en serio estaba empezando a ver alucinaciones.
-Déjeme llevarla hacia los botes, no querrá quedarse aquí sola cuando empiece a llover- y era cierto, el día estaba espantoso.
Quería protestar, y preguntarle porque no le había respondido, pero supuso que era mejor dejar las cosas así. De repente, había comprendido que no quería saber nada acerca de aquel lugar, tan solo se iba a limitar a ir a sus materias e ignorar a los estudiantes.
Me llevó por un sendero, hasta que llegamos al embarcadero. Allí, los estudiantes se subían a los botes de a 5 personas, y remaban hasta llegar a la institución.
Antes de poder subirse, la anciana le dio un último consejo, que le hizo helar hasta la punta de los pelos de la nariz.
-Valery, no intentes escapar de tu destino- cuando quiso responderle, se dio cuenta de que la anciana ya no estaba más.
Había conseguido aterrarla, era demasiado, una chica como ella, de tan solo 16 años, no podía llevar con toda la carga que le estaban dando.
Entendía lo que la mujer le había querido decir, le había pedido que no se alejara, que tomara el bote y fuera al castillo a resolver todas las dudas que tenía en su cabeza. Pero no podía hacerlo, por más que fuera lo que su corazón le decía, su mente le recordaba que estaba en peligro, que podía resultar lastimada.
-¿Subes? Nos falta un pasajero para arrancar- le preguntó una chica de su misma edad, de cabellos rubios con ondas y ojos color celestes como el mar.
Valery asintió y se metió dentro del bote. Por primera vez en su vida, se dejó llevar por lo que decía su corazón, sabiendo el riesgo que corría por hacerlo.
Dentro del bote se encontraban dos chicos con cuerpos deseables, uno llevaba su cabello corto de color rubio, y poseía unos ojos celestes, mientras que el otro llevaba el cabello de un color castaño claro, y sos ojos eran color miel oscuro. Luego estaba la chica que le había invitado a subirse, y una más, que llevaba su pelo color oscuro y unas gafas que ocultaban sus hermosos ojos castaños.
Valery mantuvo la cabeza gacha en el trayecto, sabía que todos la estaban mirando, pero no sabía el motivo. Sí, era una chica atractiva, de estatura alta, menuda, cabellos tirando a rojizos, y ojos color negro, esto último, algo no usual de ver.
-¿Cómo te llamas?- preguntó aquella chica de cabellos rubios- Yo soy Emma Luper.
Levantó la cabeza y la miró, aquella parecía la única persona amable en todo el bote, que había tenido la delicadeza de no mirarla como un bicho raro.
-Valery… Valery Smith- por un momento, casi dice el apellido de su madre.
Emma le sonrió, mostrando sus dientes blancos y perfectos.
-¿Qué año cursaras? Este es mi primer año.
-Técnicamente, creo que sería primer año en esta rara escuela…- comentó Valery.
El sistema era diferente, en esa institución, los alumnos ingresaban a los 16, y se recibían a los 21, algo muy absurdo.
-Entonces estaremos juntas- la rubia explotaba de emoción.
Es algo hiperactiva, pensó hacia sus adentros. Pero no podía juzgarla, había sido la única persona que le había dirigido la palabra, además de la anciana, y se estaba portando muy amable con ella.
-Hermana, no atormentes a la chica- la retó el joven de cabellos rubios.
La rubia bufó, y luego achinó sus ojos, haciendo que su expresión fuera más inmadura de lo que ya era.
-Cállate Niall, ¿Qué tiene de malo ser amable? Deberías intentarlo algún día…
-Soy Liam- interrumpió el otro chico-, disculpa por el comportamiento de mis dos hermanos, a veces olvidan sus modales.
Valery le dedicó una sonrisa, y luego posó su mirada en la chica de cabellos oscuros, que fijaba su mirada hacia ninguna parte, y parecía asustada.
-¿Qué pasa Emily?- le preguntó la rubia, al notar la cara de la chica.
-Ella está aquí- comenzó a decir mecánicamente, como si estuviera poseída-, la nueva hija de la oscuridad ha venido para salvarnos.
Todos se quedaron completamente helados, y transcurrieron unos grandes minutos de silencio antes de que alguno se animara a decir algo. Esta vez, fue el castaño, llamado Liam, quien rompió el hielo.
-Nuestra hermana Emily ve visiones, aunque no todas son ciertas, no hay motivo para hacerse ilusiones- le explicó, aunque no aclaró sus dudas.
Asintió. No quería saber a qué se refería esa tal Emily acerca de que la hija de la oscuridad había llegado a salvarlos, le parecía una total locura tan solo el hecho de que alguien fuera capaz de ver visiones.
Ya casi no quedaba nada de sol cuando llegaron hacia la orilla, el tiempo se había pasado volando, y eran casi de las 7 de la tarde, el sol estaba por terminar de esconderse.
Emma se mantuvo a su lado, mientras que sus hermanos se fueron cada uno a quien sabe dónde. Valery agradeció el gesto, ya que no sabía para donde ir o que hacer, nadie le había explicado nada.
Entraron por la puerta principal, junto con todos los demás alumnos. En el interior, todo era bastante anticuado, y se encontraron con un gran pasillo, en el que una mujer que aparentaba unos 40 años de edad, toda canosa, les estaba diciendo a todos los chicos adonde dirigirse. Junto con Emma, fueron hacia ella.
-Somos de primer año- anunció la rubia.
La mujer canosa levantó la vista y se dirigió a Valery. Nuevamente, sintió como los ojos de aquella mujer comenzaban a llenarse de lágrimas, y luego mágicamente desaparecían.
-Po…Por aquel pasillo- indicó, levantando su mano hacia el largo pasillo-. Allí las recibirá la directora.
Valery sintió una punzada en el pecho, que no logró explicar. Las cosas se tornaban cada vez más extrañas, no entendía porque la gente irradiaba lástima cada vez que la miraban.
La rubia no pareció percatarse de nada, y la arrastró de la mano hacia el pasillo. Según comentó en el viaje, debían estar allí antes de que comenzaran a decir los nombres.
Ella no entendía nada, pero se dejó arrastrar. A medida que avanzaba, se iba sintiendo cada vez peor, tenía ganas de llorar, y no sabía por qué. Tal vez, ese lugar le hacía recordar demasiado a su madre.
Llegaron a un salón, todo decorado con objetos del siglo XIX, en donde los estudiantes estaban sentados en sillas, como en una sala de cine y, en una tarima, se encontraban personas mayores, corriendo de allá para acá.
El hermano mayor de Emma, Liam, les lanzó un grito para que fueran a sentarse con él y sus amigos, en las filas de atrás. Las chicas asintieron agradecidas, después de todo, no conocían a nadie más allí.
Luego de media hora, con ya todo el salón repleto de al menos 1000 estudiantes, las luces se apagaron y todo el mundo se calló. Segundos después, cuando se prendió, todo era diferente: la tarima en la que, anteriormente, no había más que personas mayores, había un micrófono y 3 sillas de plata. Sobre la de la izquierda, estaba la anciana que la había ayudado, en la derecha, estaba un hombre de aspecto severo y cabellos oscuros, y en la principal se encontraba una señora que aparentaba unos 50 años, de cabellos y ojos iguales a los de Valery, a quien el corazón se le encogió.
-Eres muy parecida a ella- le susurró Niall, quien estaba sentado a su lado.
Ella tan solo asintió, sin dejar de mirar a aquella señora, que era como su calco, tan solo que años mayor.
La señora se paró y agarró el micrófono, en el que comenzó a hablar.
-¡Bienvenidos a Night School!- su voz era firme y controlada- Tanto mis colegas como yo, esperamos que tengan un buen comienzo de año. Ya dicho, es hora de que presentemos a los alumnos de primer año, y los repartamos según sus cualidades.
¿Sus cualidades?, se preguntó Valery. No entendía muy bien a que se refería con “cualidades”, es decir, ella se creía una buena para nada.
-¿A qué se refiere con cualidades?- le susurró a Emma, quien la miro desconcertada.
-¿Qué no lo sabes?- le preguntó, hablando más bajo- Hay tres escuelas, las de reyes, aquellos que están destinados al éxito, la de príncipes, los que son de familias con poco poder, y luego los plebeyos, aquellos que carecen de poderes, simples humanos.
Tragó saliva, ¿A qué se refería su amiga con “simples humanos”?, eso no le estaba gustando para nada, necesitaba salir de allí. Pero era ya demasiado tarde…
La señora canosa que anteriormente les había enseñado a su amiga la rubia y a ella el camino, se paró enfrente del micrófono y comenzó a dictar nombres.
-Comencemos con los plebeyos, los iré nombrando y vendrán uno por uno, y se les dará sus uniformes: Cathie Moore, Stefany Green, Esteban Rose…- cada uno iba pasando a la tarima, y una muchacha con trajes de mucama les iba entregando un uniforme, que ella no alcanzaba a ver desde aquel lugar.
La lista no fue tan larga y, para cuando terminó, a Valery le asustó que no la hubieran nombrado. Porque ella era una simple humana, ¿O no?, de seguro que debía haber un error.
-Proseguiré con los príncipes- la mujer mencionó a su amiga, Emma, y a un montón de muchachos más, la lista era infinita.
Cuando terminó, todos los hermanos de su nueva amiga, excepto Emily, la miraron con extrañeza.
-¿Acaso eres de las grandes?- le preguntó Liam.
Ella tan solo se encogió de hombros. Ni siquiera sabía que decirle, ya que ni ella sabía realmente lo que era a esas alturas del partido.
-Ahora- anunció la mujer-, nuestra querida directora mencionará a los reyes.
Dicho esto, todos comenzaron a aplaudir, y la señora que les había dado la bienvenida se paró y comenzó a recitar los nombres.
-Louis Tomlinson, Eleanor Calder, Harry Styles, Caroline Flack, Zayn Malik…- se detuvo, su cara palideció. Miró a sus colegas, la anciana le asintió. Luego miró a los estudiantes, y leyó el último nombre- Valery Turkslow.
Su corazón comenzó a palpitar con fuerza. Todos los estudiantes, incluidos sus amigos, lanzaron una expresión de asombro cuando escucharon el nombre... su nombre
Desde el momento en el que su padre había decidido mandarla a ese lugar, había tenido el presentimiento de que cosas raras le sucederían, y debía de estar preparada para ello si quería investigar que le había pasado a su madre. Porque, a pesar de que la idea de estar allí la atormentaba, sabía muy bien que era una magnífica idea para develar los secretos de su madre, que yacían en ese mitad internado mitad castillo.
Su padre le dio un simple beso en la mejilla y se fue sin más, dejándola con su valija y su bolso de mano, completamente aturdida en un campo lleno de pasto y estudiantes correteando de aquí para allá.
Comenzó a pensar, se encontraba lejos del castillo, y debía de cruzar el lago para alcanzarlo, lo que era totalmente imposible a menos que llevara un equipo de buceo. Pedirle ayuda a alguien no estaba en sus planes, todos eran extrañamente raros: para empezar, nadie le dirigía la mirada a nadie, tan solo se dignaban a mirar hacia al piso, recitando frases que Valery no podía entender, mientras caminaban a paso rápido hacia un gran puente, situado en el borde del lago.
La pelirroja comenzó a impacientarse, un presentimiento horrendo le vino a la cabeza, y no podía quitárselo. Se comenzó a alisar su larga y sedosa cabellera con sus manos, como un instinto nervioso, y luego inspeccionó su vestuario, comprobando que todo estuviera en su lugar vestuario
-Señorita Turkslow, déjeme decirle que todo está en su lugar.
Dio media vuelta y se paró en seco, para ver a aquella vieja señora de alta estatura y aires de grandeza, que la había llamado por el apellido de su madre, algo que nadie había hecho, no desde que ella había muerto.
-Mi apellido es Smith, Valery Smith- negó con la cabeza, no le gustaba que la llamaran por el apellido de su madre, ni siquiera le gustaba que se la nombrasen.
La señora la inspeccionó rápidamente, y volvió la mirada a sus ojos. Llevaba puesta una pollera negra larga, y una camisa color gris, pegada a su menudo cuerpo.
-No hay ningún error, usted es la hija de Merlina, la reconocería a kilómetros de distancia- la anciana parecía incapaz de ceder.
Valery contuvo sus lágrimas, no le gustaba que la vieran llorar. Pero lo cierto era que estaba asustada ante el hecho de que la reconocieran como la hija de su difunta madre, a quien tanto odiaba por haber desaparecido.
-Sí, lo soy- afirmó, tomando nuevamente su compostura.
A la anciana le brillaron los ojos, haciendo que su estómago se encogiera de dolor, había algo en esa mirada que le resultaba tan familiar…
-¿La conozco de algún lado?- quiso saber.
Por un momento, vio como los ojos de la anciana se llenaban de lágrimas, pero luego desaparecieron rápidamente, y Valery comenzó a creer que en serio estaba empezando a ver alucinaciones.
-Déjeme llevarla hacia los botes, no querrá quedarse aquí sola cuando empiece a llover- y era cierto, el día estaba espantoso.
Quería protestar, y preguntarle porque no le había respondido, pero supuso que era mejor dejar las cosas así. De repente, había comprendido que no quería saber nada acerca de aquel lugar, tan solo se iba a limitar a ir a sus materias e ignorar a los estudiantes.
Me llevó por un sendero, hasta que llegamos al embarcadero. Allí, los estudiantes se subían a los botes de a 5 personas, y remaban hasta llegar a la institución.
Antes de poder subirse, la anciana le dio un último consejo, que le hizo helar hasta la punta de los pelos de la nariz.
-Valery, no intentes escapar de tu destino- cuando quiso responderle, se dio cuenta de que la anciana ya no estaba más.
Había conseguido aterrarla, era demasiado, una chica como ella, de tan solo 16 años, no podía llevar con toda la carga que le estaban dando.
Entendía lo que la mujer le había querido decir, le había pedido que no se alejara, que tomara el bote y fuera al castillo a resolver todas las dudas que tenía en su cabeza. Pero no podía hacerlo, por más que fuera lo que su corazón le decía, su mente le recordaba que estaba en peligro, que podía resultar lastimada.
-¿Subes? Nos falta un pasajero para arrancar- le preguntó una chica de su misma edad, de cabellos rubios con ondas y ojos color celestes como el mar.
Valery asintió y se metió dentro del bote. Por primera vez en su vida, se dejó llevar por lo que decía su corazón, sabiendo el riesgo que corría por hacerlo.
Dentro del bote se encontraban dos chicos con cuerpos deseables, uno llevaba su cabello corto de color rubio, y poseía unos ojos celestes, mientras que el otro llevaba el cabello de un color castaño claro, y sos ojos eran color miel oscuro. Luego estaba la chica que le había invitado a subirse, y una más, que llevaba su pelo color oscuro y unas gafas que ocultaban sus hermosos ojos castaños.
Valery mantuvo la cabeza gacha en el trayecto, sabía que todos la estaban mirando, pero no sabía el motivo. Sí, era una chica atractiva, de estatura alta, menuda, cabellos tirando a rojizos, y ojos color negro, esto último, algo no usual de ver.
-¿Cómo te llamas?- preguntó aquella chica de cabellos rubios- Yo soy Emma Luper.
Levantó la cabeza y la miró, aquella parecía la única persona amable en todo el bote, que había tenido la delicadeza de no mirarla como un bicho raro.
-Valery… Valery Smith- por un momento, casi dice el apellido de su madre.
Emma le sonrió, mostrando sus dientes blancos y perfectos.
-¿Qué año cursaras? Este es mi primer año.
-Técnicamente, creo que sería primer año en esta rara escuela…- comentó Valery.
El sistema era diferente, en esa institución, los alumnos ingresaban a los 16, y se recibían a los 21, algo muy absurdo.
-Entonces estaremos juntas- la rubia explotaba de emoción.
Es algo hiperactiva, pensó hacia sus adentros. Pero no podía juzgarla, había sido la única persona que le había dirigido la palabra, además de la anciana, y se estaba portando muy amable con ella.
-Hermana, no atormentes a la chica- la retó el joven de cabellos rubios.
La rubia bufó, y luego achinó sus ojos, haciendo que su expresión fuera más inmadura de lo que ya era.
-Cállate Niall, ¿Qué tiene de malo ser amable? Deberías intentarlo algún día…
-Soy Liam- interrumpió el otro chico-, disculpa por el comportamiento de mis dos hermanos, a veces olvidan sus modales.
Valery le dedicó una sonrisa, y luego posó su mirada en la chica de cabellos oscuros, que fijaba su mirada hacia ninguna parte, y parecía asustada.
-¿Qué pasa Emily?- le preguntó la rubia, al notar la cara de la chica.
-Ella está aquí- comenzó a decir mecánicamente, como si estuviera poseída-, la nueva hija de la oscuridad ha venido para salvarnos.
Todos se quedaron completamente helados, y transcurrieron unos grandes minutos de silencio antes de que alguno se animara a decir algo. Esta vez, fue el castaño, llamado Liam, quien rompió el hielo.
-Nuestra hermana Emily ve visiones, aunque no todas son ciertas, no hay motivo para hacerse ilusiones- le explicó, aunque no aclaró sus dudas.
Asintió. No quería saber a qué se refería esa tal Emily acerca de que la hija de la oscuridad había llegado a salvarlos, le parecía una total locura tan solo el hecho de que alguien fuera capaz de ver visiones.
Ya casi no quedaba nada de sol cuando llegaron hacia la orilla, el tiempo se había pasado volando, y eran casi de las 7 de la tarde, el sol estaba por terminar de esconderse.
Emma se mantuvo a su lado, mientras que sus hermanos se fueron cada uno a quien sabe dónde. Valery agradeció el gesto, ya que no sabía para donde ir o que hacer, nadie le había explicado nada.
Entraron por la puerta principal, junto con todos los demás alumnos. En el interior, todo era bastante anticuado, y se encontraron con un gran pasillo, en el que una mujer que aparentaba unos 40 años de edad, toda canosa, les estaba diciendo a todos los chicos adonde dirigirse. Junto con Emma, fueron hacia ella.
-Somos de primer año- anunció la rubia.
La mujer canosa levantó la vista y se dirigió a Valery. Nuevamente, sintió como los ojos de aquella mujer comenzaban a llenarse de lágrimas, y luego mágicamente desaparecían.
-Po…Por aquel pasillo- indicó, levantando su mano hacia el largo pasillo-. Allí las recibirá la directora.
Valery sintió una punzada en el pecho, que no logró explicar. Las cosas se tornaban cada vez más extrañas, no entendía porque la gente irradiaba lástima cada vez que la miraban.
La rubia no pareció percatarse de nada, y la arrastró de la mano hacia el pasillo. Según comentó en el viaje, debían estar allí antes de que comenzaran a decir los nombres.
Ella no entendía nada, pero se dejó arrastrar. A medida que avanzaba, se iba sintiendo cada vez peor, tenía ganas de llorar, y no sabía por qué. Tal vez, ese lugar le hacía recordar demasiado a su madre.
Llegaron a un salón, todo decorado con objetos del siglo XIX, en donde los estudiantes estaban sentados en sillas, como en una sala de cine y, en una tarima, se encontraban personas mayores, corriendo de allá para acá.
El hermano mayor de Emma, Liam, les lanzó un grito para que fueran a sentarse con él y sus amigos, en las filas de atrás. Las chicas asintieron agradecidas, después de todo, no conocían a nadie más allí.
Luego de media hora, con ya todo el salón repleto de al menos 1000 estudiantes, las luces se apagaron y todo el mundo se calló. Segundos después, cuando se prendió, todo era diferente: la tarima en la que, anteriormente, no había más que personas mayores, había un micrófono y 3 sillas de plata. Sobre la de la izquierda, estaba la anciana que la había ayudado, en la derecha, estaba un hombre de aspecto severo y cabellos oscuros, y en la principal se encontraba una señora que aparentaba unos 50 años, de cabellos y ojos iguales a los de Valery, a quien el corazón se le encogió.
-Eres muy parecida a ella- le susurró Niall, quien estaba sentado a su lado.
Ella tan solo asintió, sin dejar de mirar a aquella señora, que era como su calco, tan solo que años mayor.
La señora se paró y agarró el micrófono, en el que comenzó a hablar.
-¡Bienvenidos a Night School!- su voz era firme y controlada- Tanto mis colegas como yo, esperamos que tengan un buen comienzo de año. Ya dicho, es hora de que presentemos a los alumnos de primer año, y los repartamos según sus cualidades.
¿Sus cualidades?, se preguntó Valery. No entendía muy bien a que se refería con “cualidades”, es decir, ella se creía una buena para nada.
-¿A qué se refiere con cualidades?- le susurró a Emma, quien la miro desconcertada.
-¿Qué no lo sabes?- le preguntó, hablando más bajo- Hay tres escuelas, las de reyes, aquellos que están destinados al éxito, la de príncipes, los que son de familias con poco poder, y luego los plebeyos, aquellos que carecen de poderes, simples humanos.
Tragó saliva, ¿A qué se refería su amiga con “simples humanos”?, eso no le estaba gustando para nada, necesitaba salir de allí. Pero era ya demasiado tarde…
La señora canosa que anteriormente les había enseñado a su amiga la rubia y a ella el camino, se paró enfrente del micrófono y comenzó a dictar nombres.
-Comencemos con los plebeyos, los iré nombrando y vendrán uno por uno, y se les dará sus uniformes: Cathie Moore, Stefany Green, Esteban Rose…- cada uno iba pasando a la tarima, y una muchacha con trajes de mucama les iba entregando un uniforme, que ella no alcanzaba a ver desde aquel lugar.
La lista no fue tan larga y, para cuando terminó, a Valery le asustó que no la hubieran nombrado. Porque ella era una simple humana, ¿O no?, de seguro que debía haber un error.
-Proseguiré con los príncipes- la mujer mencionó a su amiga, Emma, y a un montón de muchachos más, la lista era infinita.
Cuando terminó, todos los hermanos de su nueva amiga, excepto Emily, la miraron con extrañeza.
-¿Acaso eres de las grandes?- le preguntó Liam.
Ella tan solo se encogió de hombros. Ni siquiera sabía que decirle, ya que ni ella sabía realmente lo que era a esas alturas del partido.
-Ahora- anunció la mujer-, nuestra querida directora mencionará a los reyes.
Dicho esto, todos comenzaron a aplaudir, y la señora que les había dado la bienvenida se paró y comenzó a recitar los nombres.
-Louis Tomlinson, Eleanor Calder, Harry Styles, Caroline Flack, Zayn Malik…- se detuvo, su cara palideció. Miró a sus colegas, la anciana le asintió. Luego miró a los estudiantes, y leyó el último nombre- Valery Turkslow.
Su corazón comenzó a palpitar con fuerza. Todos los estudiantes, incluidos sus amigos, lanzaron una expresión de asombro cuando escucharon el nombre... su nombre
Última edición por Cami Tomlinson el Mar 25 Sep 2012, 10:07 am, editado 1 vez
Cami
Re: Dark (one direction)
por {#Iara Styles}. Dom 23 Sep 2012, 8:53 pm
Ahhhh!!!.. Me encantoo.. Primera lectora de tu primer capitulooo!!! Jjajaaj. ¡SIGUELA!
{#Iara Styles}.
Re: Dark (one direction)
por Pinkman Dom 23 Sep 2012, 9:01 pm
OMG OMG OMG
aaaaaaaaaaah no la dejes así
ame el capitulooooo
me encanta como escribes; la amoo la novee+
tienes que seguirla no la dejes así
siguelaaaaa
aaaaaaaaaaah no la dejes así
ame el capitulooooo
me encanta como escribes; la amoo la novee+
tienes que seguirla no la dejes así
siguelaaaaa
Pinkman
Re: Dark (one direction)
por Pinkman Dom 23 Sep 2012, 9:03 pm
Si no hay problema
me encanta la idea de que me guardes un
puesto para otra nove
tienes que seguirla; ame la nove
me encanta la idea de que me guardes un
puesto para otra nove
tienes que seguirla; ame la nove
Pinkman
Re: Dark (one direction)
por TheDreamsComeTrue Lun 24 Sep 2012, 8:27 pm
efjerwkjgferjgtrjgr te amo. Leí el capitulo y la sinopsis y como que se me fue la tristeza *-* así que la seguís o me vuelvo a deprimir (? te amoooo :3
TheDreamsComeTrue
Re: Dark (one direction)
por Cami Mar 25 Sep 2012, 9:19 am
IaraHoranPayneStyles1D escribió:Ahhhh!!!.. Me encantoo.. Primera lectora de tu primer capitulooo!!! Jjajaaj. ¡SIGUELA!
me alegro de que te haya gustado geme! jajaaja ahora me pongo a escribir.
lilymalik escribió:OMG OMG OMG
aaaaaaaaaaah no la dejes así
ame el capitulooooo
me encanta como escribes; la amoo la novee+
tienes que seguirla no la dejes así
siguelaaaaa
jajaja me alegro de que te haya gustado. y gracias, hago lo que puedo haahha. sí ahora termino el capítulo que estoy haciendo, besos
lilymalik escribió:Si no hay problema
me encanta la idea de que me guardes un
puesto para otra nove
tienes que seguirla; ame la nove
jajaja cuando puedas mandame un mp con tu descripción, besos, y gracias (:
TheDreamsComeTrue escribió:efjerwkjgferjgtrjgr te amo. Leí el capitulo y la sinopsis y como que se me fue la tristeza *-* así que la seguís o me vuelvo a deprimir (? te amoooo :3
bgvnjcfkdbvncmte amo más! oh, estoy teclando y escribiendo bien rápido, así se te va toda la tristonga jajajaja, te amooooooo evelyn :B
Cami
Re: Dark (one direction)
por Cami Mar 25 Sep 2012, 11:27 am
Los estudiantes comenzaron a murmurar cosas como “no es posible que sea verdad”, “¿Nos están tratando de hacer una joda?”, y palabras por el estilo. Todos se encontraban verdaderamente conmocionados.
Incluso Emma y sus hermanos comenzaron a murmurar aquellas cosas, incluyendo a Valery en la conversación, pero ella no les pudo prestar atención. Por alguna extraña razón, su nombre era una novedad en aquel lugar.
-¡Ya todos cállense!- gritó la directora, a punto de romper en lágrimas. Toda su compostura se había hecho añicos.
Los estudiantes callaron. Vio cómo, algunos profesores que estaban sentados en una esquina, seguían murmurando.
-¿Valery Turkslow?- preguntó la directora.
Sabía que no le quedaba otro remedio, así que se paró. Rápidamente, todas las miradas se posaron en ella, haciendo que se aterrara más de lo que ya estaba.
El ambiente se congeló: la directora quedó como una estatua al verla, al igual que los estudiantes, que no atinaban a decir ninguna palabra.
Obligó a sus pies a arrastrarse hacia la tarima, y estos le respondieron, increíblemente. No entendía como seguía en pie, después de todo lo que había pasado, lo más normal hubiese sido que estuviera en el piso, desmayada.
Mientras caminaba pensaba en su madre, en todo lo que le había ocultado durante años acerca del mundo en el que vivía. Una oleada de tristeza invadió su mente al recordarla, pero no, tenía que ser fuerte, así podía llegar al fin del asunto lo más rápido posible.
Le lanzó sus severos ojos a la directora. Esa típica mirada, aquella que había heredado de su madre y que, al parecer, también tenía aquella mujer a la que se estaba dirigiendo. La adrenalina corría por su cuerpo, mientras más se acercaba, más se daba cuenta del daño que le había hecho todo ese mundo a su madre, lo sentía, la sentía muy dentro de ella.
Ni ella ni la directora dijeron una sola palabra. Sabía que no era lo correcto hablar allí, y quería hacer las cosas bien. Así que tomó su uniforme y se fue nuevamente a su asiento.
Su amiga y sus hermanos la vieron extrañados, todos menos Emily, que al parecer no se sorprendía con nada.
Luego de unos silenciosos minutos, la directora volvió a hablar, esta vez, retomando su compostura:
-De seguro estarán cansados, así que vayan a sus habitaciones…- suspiró, y le lanzó una mirada a Valery.
Sabía que esa noche no iba a poder hablar con aquella mujer, que debía de esperar hasta la mañana siguiente para comenzar a investigar acerca de su historia, del pasado, de su madre y su desaparición. Tan solo había una cosa que debía averiguar esa noche y que no podía esperar: encontrar su habitación.
Hasta ese momento, todos los alumnos llevaban sus valijas con todas sus cosas, y ella no era la excepción. Debía encontrar su habitación así podía dejar las valijas y dormirse hasta la mañana siguiente, para comenzar el nuevo día.
Los alumnos comenzaron a dispersarse hacia diferentes pasillos, tratando de no ser demasiados obvios mientras le dirigían rápidas miradas a Valery. Sin mucho éxito, en realidad, ya que ella se dio cuenta perfectamente de que todos la seguían observando como si fuera un bicho raro.
-Así que… No eras Smith, ¿Eh?- le preguntó un Liam enfadado, interrumpiendo sus pensamientos.
-En realidad, suelo usar el apellido de mi padre- le explicó.
Todos sus nuevos amigos la miraban atónitos. Claro, ellos sabían muchas más cosas sobre su madre y su pasado que ella, pensó.
-¿Qué tanto sabes de todo esto, Valery?- la pregunta del rubio, fue la más inteligente que había escuchado en todo el día.
-Realmente, nada.
Todos comenzaron a mirarse, asustados. Emily fue la única que mantuvo la calma y no la miró en ningún momento. Por extraño que pareciera, tuvo la sensación de que aquella chica se había enterado de aquel acontecimiento mucho antes de que pasara.
Borró la idea de la mente, por más que los hechos se lo habían demostrado, no era capaz de aceptar que ese tipo de magia existiera más allá de los cuentos, o eso así lo creía ella.
En realidad, muy en el fondo de su ser, sabía que todo aquello era real. Cuando había deducido que la desaparición de su madre había sido a causa de esa institución, había dado por entendido que allí pasaban cosas que no eran comunes y, por lo tanto, había aceptado la presencia de una clase de magia.
“El que no cree en la magia, nunca la encontrará. Nunca podrá ver lo que a simple vista no se ve”.
Esa frase que se le cruzó por la cabeza, le vino perfecta para la ocasión. Había traspasado el límite de lo que sus simples ojos podían ver, y ahora se encontraba en una nueva dimensión, completamente desconocida y llena de peligros.
Nadie la había empujado a ver magia, ella misma lo había hecho, y lo comenzaba a comprender. Estaba asustada, se sentía una niña pequeña sola en un gran descampado, quería gritar, llorar y patalear. Pero debía mantenerse firme si quería saber que le había pasado a su madre.
-Como sea, creo que no somos los indicados para explicarte estas cosas, Valery- Liam se mantenía un poco frío, lo cual le dolió un poco, aunque sabía que lo hacía para no terminar involucrado en líos-. Vamos a nuestras habitaciones- les dijo a sus hermanos.
Justo en ese entonces, una chica de cabellos castaños, con aires de superioridad, se acercó hacia ella, dándole una amplia sonrisa. Detrás, una rubia teñida que parecía ser mayor que la castaña, que la miraba con recelo.
Al verlas, sus amigos se alejaron rápidamente y se perdieron entre la multitud. Ella se quedó allí, con aquellas dos extrañas que la estaban observando.
-Hola, soy Eleanor- se presentó la castaña, muy amablemente-, y ella es Caroline- indicó señalando a la rubia-, somos tus compañeras de cuarto.
No estaba de humores para lanzarle una sonrisa, pero lo hizo de todos modos. La chica había sido muy amable con ella y, a decir verdad, muy pocas personas lo habían hecho ese día.
-Me llamo Valery- respuesta estúpida, ya todo el colegio sabía quién era.
La rubia bufó y soltó una risa potenciada con sarcasmo.
-Como si no lo supiéramos…
-Se amable, Caroline- la retó la castaña, recibiendo un rodeo de ojos.
No le gustaban las personas así, que se creían mejores tan solo por pertenecer a un grupo más elevado, que sentían que podían decir cualquier cosa que se les pasara por la mente sin censura alguna. Y claro, no se la iba a dejar pasar.
-Mira, Caroline- trató de reprimir la mayor cantidad de ira posible-, todavía no me acostumbro mucho a la idea de que todos me conozcan por acá, así que deberás tenerme un poco de paciencia, si no te es mucha molestia.
Los ojos de Eleanor brillaron con potencia, mientras que los de la rubia se mostraban totalmente desconcertados y aturdidos.
-Realmente eres tú- le lanzó la rubia-, pensaba que tan solo era una farsa pero… Tu carácter, es igual que al de tus ancestros.
Notó como la rubia se comenzaba a ablandar, mientras que ella estaba cada vez más tensionada. No sabía a qué se refería con “ancestros”, ella no conocía a ningún miembro de la familia de su madre.
La castaña le golpeó en el hombro, para que se callase.
-De a poco, Caroline, escuchaste a Elena cuando nos dijo que fuéramos despacio- luego se dirigió a ella-. La directora nos avisó que no sabías nada acerca de… bueno, de todo.
Asintió. Nunca había sido una chica de demasiadas palabras, aunque no por eso dejaba de perder autoridad. Su forma de ser era diferente a la de todas las chicas, no se dejaba pisotear, pero tampoco le gustaba llamar la atención.
De repente una oleada de cansancio sucumbió en su cuerpo. No había podido dormir demasiado la noche anterior, y se encontraba sin fuerzas. Incluso se estaba preguntando si podría llegar a caminar hasta su habitación.
-Creo que deberíamos irnos, pareces cansada- comentó la rubia, quien ya se portaba más amablemente.
Cruzaron pasillos, tantos que tuvo la impresión de que ya estaban perdidas. Llegaron a una escalera de piedra, y subieron 3 pisos, hasta encontrar una puerta de madera con una pequeña cerradura.
Eleanor pasó las manos por su bolsillo y sacó unas llaves, depositándolas en la cerradura.
Entraron a una habitación amplia, de colores grises. En la parte izquierda, había tres camas de dos plazas, cada una equipada con sábanas limpias y acolchados calentitos. En el centro, había una sala de estar, con dos sillones grandes de color negro, y una mesita ratona de madera pulida. Hacia la derecha, había una gran chimenea prendida, que irradiaba tanto calor que comenzó a sudar.
La habitación no tenía ventanas, pero aun así era perfecta. Le encantaban los tonos oscuros, iban de acuerdo con su tormentosa personalidad. Siempre se había destacado por usar la gama de los negros, y nunca dejaría de hacerlo, eso no estaba en sus planes.
Al lado de la chimenea, había una pequeña puerta que conducía a un gran baño, con un retrete, bañadera con ducha, y un lavado para las manos. Los pisos eran de cerámica oscura, y las paredes blancas.
Las chicas le ofrecieron que se bañara primero, y ella aceptó con gusto. Le hacía falta sentir el agua corriendo por su cuerpo desnudo, acariciándola, como un sedante.
Desde chica, había tenido una obsesión con todo lo que presentara “agua”. Veía una pileta, y se tiraba, escuchaba el ruido de la ducha, y corría hacia el baño, incluso se bañaba hasta dos o tres veces por día. Con el tiempo, se dio cuenta de que el agua la estaba volviendo un poco loca, y trato de controlarse. Aunque claro, siempre le quedó la duda de porque el agua se le hacía tan atractiva.
Luego de una corta ducha, ya que debía apresurarse para que sus compañeras se bañaran también, se puso su piyama y secó su pelo con un secador que había traído desde su casa.
“Casa”, como extrañaría esa palabra. A pesar de que no la pasaba bien con su padre allí, era lo más normal que tenía a lo que aferrarse en aquellos momentos. Resultaba extraño, como una palabra con tan pocas letras, tuviera tanto significado.
Esa noche, en sus sueños, apareció la figura de una muchacha, entre la oscuridad, y unos ojos color miel, observándola.
Incluso Emma y sus hermanos comenzaron a murmurar aquellas cosas, incluyendo a Valery en la conversación, pero ella no les pudo prestar atención. Por alguna extraña razón, su nombre era una novedad en aquel lugar.
-¡Ya todos cállense!- gritó la directora, a punto de romper en lágrimas. Toda su compostura se había hecho añicos.
Los estudiantes callaron. Vio cómo, algunos profesores que estaban sentados en una esquina, seguían murmurando.
-¿Valery Turkslow?- preguntó la directora.
Sabía que no le quedaba otro remedio, así que se paró. Rápidamente, todas las miradas se posaron en ella, haciendo que se aterrara más de lo que ya estaba.
El ambiente se congeló: la directora quedó como una estatua al verla, al igual que los estudiantes, que no atinaban a decir ninguna palabra.
Obligó a sus pies a arrastrarse hacia la tarima, y estos le respondieron, increíblemente. No entendía como seguía en pie, después de todo lo que había pasado, lo más normal hubiese sido que estuviera en el piso, desmayada.
Mientras caminaba pensaba en su madre, en todo lo que le había ocultado durante años acerca del mundo en el que vivía. Una oleada de tristeza invadió su mente al recordarla, pero no, tenía que ser fuerte, así podía llegar al fin del asunto lo más rápido posible.
Le lanzó sus severos ojos a la directora. Esa típica mirada, aquella que había heredado de su madre y que, al parecer, también tenía aquella mujer a la que se estaba dirigiendo. La adrenalina corría por su cuerpo, mientras más se acercaba, más se daba cuenta del daño que le había hecho todo ese mundo a su madre, lo sentía, la sentía muy dentro de ella.
Ni ella ni la directora dijeron una sola palabra. Sabía que no era lo correcto hablar allí, y quería hacer las cosas bien. Así que tomó su uniforme y se fue nuevamente a su asiento.
Su amiga y sus hermanos la vieron extrañados, todos menos Emily, que al parecer no se sorprendía con nada.
Luego de unos silenciosos minutos, la directora volvió a hablar, esta vez, retomando su compostura:
-De seguro estarán cansados, así que vayan a sus habitaciones…- suspiró, y le lanzó una mirada a Valery.
Sabía que esa noche no iba a poder hablar con aquella mujer, que debía de esperar hasta la mañana siguiente para comenzar a investigar acerca de su historia, del pasado, de su madre y su desaparición. Tan solo había una cosa que debía averiguar esa noche y que no podía esperar: encontrar su habitación.
Hasta ese momento, todos los alumnos llevaban sus valijas con todas sus cosas, y ella no era la excepción. Debía encontrar su habitación así podía dejar las valijas y dormirse hasta la mañana siguiente, para comenzar el nuevo día.
Los alumnos comenzaron a dispersarse hacia diferentes pasillos, tratando de no ser demasiados obvios mientras le dirigían rápidas miradas a Valery. Sin mucho éxito, en realidad, ya que ella se dio cuenta perfectamente de que todos la seguían observando como si fuera un bicho raro.
-Así que… No eras Smith, ¿Eh?- le preguntó un Liam enfadado, interrumpiendo sus pensamientos.
-En realidad, suelo usar el apellido de mi padre- le explicó.
Todos sus nuevos amigos la miraban atónitos. Claro, ellos sabían muchas más cosas sobre su madre y su pasado que ella, pensó.
-¿Qué tanto sabes de todo esto, Valery?- la pregunta del rubio, fue la más inteligente que había escuchado en todo el día.
-Realmente, nada.
Todos comenzaron a mirarse, asustados. Emily fue la única que mantuvo la calma y no la miró en ningún momento. Por extraño que pareciera, tuvo la sensación de que aquella chica se había enterado de aquel acontecimiento mucho antes de que pasara.
Borró la idea de la mente, por más que los hechos se lo habían demostrado, no era capaz de aceptar que ese tipo de magia existiera más allá de los cuentos, o eso así lo creía ella.
En realidad, muy en el fondo de su ser, sabía que todo aquello era real. Cuando había deducido que la desaparición de su madre había sido a causa de esa institución, había dado por entendido que allí pasaban cosas que no eran comunes y, por lo tanto, había aceptado la presencia de una clase de magia.
“El que no cree en la magia, nunca la encontrará. Nunca podrá ver lo que a simple vista no se ve”.
Esa frase que se le cruzó por la cabeza, le vino perfecta para la ocasión. Había traspasado el límite de lo que sus simples ojos podían ver, y ahora se encontraba en una nueva dimensión, completamente desconocida y llena de peligros.
Nadie la había empujado a ver magia, ella misma lo había hecho, y lo comenzaba a comprender. Estaba asustada, se sentía una niña pequeña sola en un gran descampado, quería gritar, llorar y patalear. Pero debía mantenerse firme si quería saber que le había pasado a su madre.
-Como sea, creo que no somos los indicados para explicarte estas cosas, Valery- Liam se mantenía un poco frío, lo cual le dolió un poco, aunque sabía que lo hacía para no terminar involucrado en líos-. Vamos a nuestras habitaciones- les dijo a sus hermanos.
Justo en ese entonces, una chica de cabellos castaños, con aires de superioridad, se acercó hacia ella, dándole una amplia sonrisa. Detrás, una rubia teñida que parecía ser mayor que la castaña, que la miraba con recelo.
Al verlas, sus amigos se alejaron rápidamente y se perdieron entre la multitud. Ella se quedó allí, con aquellas dos extrañas que la estaban observando.
-Hola, soy Eleanor- se presentó la castaña, muy amablemente-, y ella es Caroline- indicó señalando a la rubia-, somos tus compañeras de cuarto.
No estaba de humores para lanzarle una sonrisa, pero lo hizo de todos modos. La chica había sido muy amable con ella y, a decir verdad, muy pocas personas lo habían hecho ese día.
-Me llamo Valery- respuesta estúpida, ya todo el colegio sabía quién era.
La rubia bufó y soltó una risa potenciada con sarcasmo.
-Como si no lo supiéramos…
-Se amable, Caroline- la retó la castaña, recibiendo un rodeo de ojos.
No le gustaban las personas así, que se creían mejores tan solo por pertenecer a un grupo más elevado, que sentían que podían decir cualquier cosa que se les pasara por la mente sin censura alguna. Y claro, no se la iba a dejar pasar.
-Mira, Caroline- trató de reprimir la mayor cantidad de ira posible-, todavía no me acostumbro mucho a la idea de que todos me conozcan por acá, así que deberás tenerme un poco de paciencia, si no te es mucha molestia.
Los ojos de Eleanor brillaron con potencia, mientras que los de la rubia se mostraban totalmente desconcertados y aturdidos.
-Realmente eres tú- le lanzó la rubia-, pensaba que tan solo era una farsa pero… Tu carácter, es igual que al de tus ancestros.
Notó como la rubia se comenzaba a ablandar, mientras que ella estaba cada vez más tensionada. No sabía a qué se refería con “ancestros”, ella no conocía a ningún miembro de la familia de su madre.
La castaña le golpeó en el hombro, para que se callase.
-De a poco, Caroline, escuchaste a Elena cuando nos dijo que fuéramos despacio- luego se dirigió a ella-. La directora nos avisó que no sabías nada acerca de… bueno, de todo.
Asintió. Nunca había sido una chica de demasiadas palabras, aunque no por eso dejaba de perder autoridad. Su forma de ser era diferente a la de todas las chicas, no se dejaba pisotear, pero tampoco le gustaba llamar la atención.
De repente una oleada de cansancio sucumbió en su cuerpo. No había podido dormir demasiado la noche anterior, y se encontraba sin fuerzas. Incluso se estaba preguntando si podría llegar a caminar hasta su habitación.
-Creo que deberíamos irnos, pareces cansada- comentó la rubia, quien ya se portaba más amablemente.
Cruzaron pasillos, tantos que tuvo la impresión de que ya estaban perdidas. Llegaron a una escalera de piedra, y subieron 3 pisos, hasta encontrar una puerta de madera con una pequeña cerradura.
Eleanor pasó las manos por su bolsillo y sacó unas llaves, depositándolas en la cerradura.
Entraron a una habitación amplia, de colores grises. En la parte izquierda, había tres camas de dos plazas, cada una equipada con sábanas limpias y acolchados calentitos. En el centro, había una sala de estar, con dos sillones grandes de color negro, y una mesita ratona de madera pulida. Hacia la derecha, había una gran chimenea prendida, que irradiaba tanto calor que comenzó a sudar.
La habitación no tenía ventanas, pero aun así era perfecta. Le encantaban los tonos oscuros, iban de acuerdo con su tormentosa personalidad. Siempre se había destacado por usar la gama de los negros, y nunca dejaría de hacerlo, eso no estaba en sus planes.
Al lado de la chimenea, había una pequeña puerta que conducía a un gran baño, con un retrete, bañadera con ducha, y un lavado para las manos. Los pisos eran de cerámica oscura, y las paredes blancas.
Las chicas le ofrecieron que se bañara primero, y ella aceptó con gusto. Le hacía falta sentir el agua corriendo por su cuerpo desnudo, acariciándola, como un sedante.
Desde chica, había tenido una obsesión con todo lo que presentara “agua”. Veía una pileta, y se tiraba, escuchaba el ruido de la ducha, y corría hacia el baño, incluso se bañaba hasta dos o tres veces por día. Con el tiempo, se dio cuenta de que el agua la estaba volviendo un poco loca, y trato de controlarse. Aunque claro, siempre le quedó la duda de porque el agua se le hacía tan atractiva.
Luego de una corta ducha, ya que debía apresurarse para que sus compañeras se bañaran también, se puso su piyama y secó su pelo con un secador que había traído desde su casa.
“Casa”, como extrañaría esa palabra. A pesar de que no la pasaba bien con su padre allí, era lo más normal que tenía a lo que aferrarse en aquellos momentos. Resultaba extraño, como una palabra con tan pocas letras, tuviera tanto significado.
Esa noche, en sus sueños, apareció la figura de una muchacha, entre la oscuridad, y unos ojos color miel, observándola.
Cami
Re: Dark (one direction)
por ScarlettMurphy Mar 25 Sep 2012, 1:53 pm
Me encanto. Yo nunca he leído una novela de fantasía, así que esta es la primera, obvio hahahha y no se porque no lo había hecho.
Síguela, besos.
Hay! Por cierto, NUEVA LECTORA :D
Síguela, besos.
Hay! Por cierto, NUEVA LECTORA :D
ScarlettMurphy
Re: Dark (one direction)
por Pinkman Mar 25 Sep 2012, 1:55 pm
ME ENCANTOOO
no se que decirte solo que lo amee
ahora te mando mi descripcion...
SIGUELA PRONTOO♥
no se que decirte solo que lo amee
ahora te mando mi descripcion...
SIGUELA PRONTOO♥
Pinkman
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