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¨comprometida (Nick & Tú)¨
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Karli Jonas
Vanee LovatoD'Jonas
Vanee LovatoD'Jonas
Comprometida (Nick & tú)
por stefa2580 Dom 18 Nov 2012, 2:58 pm
Hola chicas como están? gracias por haber comentado, y lamento no haberme aparecidos, solo que he estado ocupada =) bueno aquí les dejo el capitulo que sigue, aunque no es interesante espero que les guste =)
Día catorce: SORPRESA
- Espero que a tu amigo le caiga bien, realmente a veces suelo ser muy antipática – le comente a Rodrigo, mientras elegía el vestido que luciría dentro de dos horas
- Le caerás más que bien, él es muy simpático con la gente – me contesto – por lo que me enteré, se casa dentro de unas semanas
- Eso es genial, espero conocer a la prometida de tu amigo – cogí un vestido azul, y uno color ocre – ¿Cuál es te gusta más? – le pregunte
- Elige otro, los dos son iguales, solo varía el color – me respondió – y no creo que traiga a su prometida, me comento algo de que estaban disgustados
- Entiendo – cogí en vestido negro, que tenía escote en la espalda – este me gusta, ¿Qué opinas?
- Me fascina – comento, se puso de pie, y beso mis labios – todo lo que pones, te queda realmente hermoso
- Gracias – le respondí – estoy emocionada, es la primera vez que conozco a tu mejor amigo
- Ahora me dejaras por él – comencé a reír
- No lo creo, quizá ni le tome importancia – le di un pequeño beso, que al finalizar hizo un ruido algo raro – señorita, llevaré este vestido, y los zapatos en forma de botín, por favor – le entregue a la empleada el vestido, y el par de zapatos que había elegido
- Sígame, por favor – seguimos a la empleada hasta llegar a la caja – son cuatrocientos dólares – asentí, y saque una tarjeta de crédito – gracias por preferirnos
- Gracias a ti – Rodrigo cogió las bolsas, y nos dirigimos al auto – Rodrigo, podemos pasar por la casa de mi hermana, quiero saber como está el niño, por favor – le suplique
- No hace falta que me supliques, iremos porque es lo que te hace feliz – asentí – espero que tu hermana no este enojada, por lo de hace tiempo
- No lo creo, ella es comprensible – si claro ¬¬ - así que todo estará bien
- De acuerdo – encendió el auto, y lo puso en marcha
Hace unas horas Rodrigo me había avisado que un amigo suyo vendría a visitarnos, al parecer aquel chico que aun no conocía había estado en Inglaterra estudiando junto a Rodrigo, en cierta forma tenía cierto presentimiento sobre la visita de este amigo del cual desconocía hasta su nombre. Después de unos minutos, llegamos a la casa de mi hermana, al parecer nada había cambiado, aunque solo hubieran sido unos días de que me haya ido, extrañaba lo que había tenido gracias a ella; una familia. Rodrigo estaciono el auto al costado de un Ferrari rojo, supuse que era de Sheila, a ella tampoco la había visto desde la ultima vez que discutimos a causa de mi matrimonio con el hombre que supuestamente ella amaba. Me dirigí a la puerta de entrada de la gran casa Di Niro, toque el timbre y espere que una empleada me abriera, aquella mujer puso cara de felicidad al verme entrar, era la cocinera, una amiga que había tenido en aquellos tiempos, en los que vivía en esta casa en la cual solo había tristeza, y lo que importaba era el dinero.
- Señorita Sandoval, pensé que nunca más regresaría – sonreí – ahora le paso la voz a su hermana, pase por favor
- Gracias – entre de la mano con Rodrigo, y nos sentamos, espere unos dos segundos y vi a mi hermana correr hacía mi, y darme un abrazo
- Te extrañe – escuche que decía, una pequeña lágrima descendió de mis ojos, realmente la quería a pesar de todo lo que había pasado
- Yo también – me solté de su abrazo, y mire a Rodrigo, ella hizo lo mismo – hemos venido a invitarte a nuestra boda – le comente, saque de mi bolso una tarjeta y se la entregue – aun falta que me entreguen las demás, pero quise traértela personalmente
- ______ no dejaré que te cases con una persona como él – miro a Rodrigo, y luego me miró a mí – es suficiente ver a Sheila sufrir por alguien como tú – aquello me dolió – y a mi hermana, la vi sufrir cuando te fuiste a Inglaterra – siguió hablando – ____ ya tiene un fututo trazado, ella se casará pero no será contigo
- No puedes intervenir en el amor que siento por tu hermana, y sobre Sheila lamento lo que ha pasado, sinceramente es una mujer que no merece sufrir, ni por mi ni por nadie – sonreí, estaba segura que amaré mucho a este hombre, que hablaba con sinceridad y pasión – espero que asistas a la boda de tu hermana
- Puede que ames mucho a mi hermana, pero no creo que los sentimientos sean mutuos ¿o me equivoco? – pregunto, no sabía que responder
- No me importa si lo que ella siente por mi no es amor, no me importa si ella nunca me podría llegar amar como yo la amo, simplemente estaremos juntos y así será aunque a las demás personas les duela – sonreí, sabía que él me amaba y él sabía que yo no podía amarlo, aunque me esforzara en este momento
- ¿Cómo te puedes humillar de esa manera? – escuche que hablaba Sheila, me dolió ver sus ojos enrojecidos por las lágrimas, me dolía ver su rostro entristecido por mi culpa – ¿Cómo puedes hacer que su vida se convierta en un infierno? ¿Por qué _____? ¿Por qué lo haces?
- Sheila – comenzó a decir Rodrigo, puesto que yo no podía ni siquiera decir una letra – lamento lo que ha pasado, lamento no haber hablado contigo sobre el amor que siento por _____, porque sabía que esto terminaría así – aquello era cierto
- Lo sé, sé que esto era una locura, una gran idiotez – Sheila estaba dolida, y se notaba
- Es mejor que nos vayamos, espero verlas en mi boda, y más a ti hermana, eres una persona especial para mí, lamento no haber seguido los planes que tenias para mí, de verdad lo lamento y mucho, me retiro – deje la invitación sobre una mesa central, y salí de ese lugar en el cual solo había dolor
- Lo siento, no pensé que todo esto pasaría – Rodrigo abrió la puerta del copiloto, e ingrese – espero que tu hermana asista
- Sé que irá, sé que lo hará – seque las lágrimas que descendían – nos queda menos de una hora, tu amigo llegará en cualquier momento, será mejor que nos apresuremos – asintió – gracias por amarme como la haces – bese sus labios, aunque no sintiera nada, él se lo merecía
- Te amo, y siempre será así – asentí – ahora a recibir a mi amigo
Haber visto a Sheila de esa manera, me había dejado congelada en cierta forma, nunca pensé verla tan destrozada por dentro y por fuera, ella era una mujer que te daba a entender que era feliz, era una mujer que aunque este mal aparentaba no estarlo, aparentaba una felicidad que se había acabado hace tiempo, pero ahora esa mujer había desaparecido y todo gracias a mi, había hecho que Sheila me odiara hasta no poder más. Estaba preocupada no deseaba que ella esté mal pero no deseaba sufrir yo, era egoísta pero no podía hacer nada para evitar que esto pasara, no fui mi intención quitarle al hombre que la enamoro, pero tampoco fue mi intención devolvérselo, no iba a cancelar nada, puesto que yo era la felicidad de ese chico que aun me amaba, o eso pensaba yo. Espere un largo rato para llegar a casa, a penas se estaciono baje corriendo del auto, y me metí a mi habitación, deseaba llorar, gritar, tirar cosas, hasta que mi corazón dejará de culparme por lo que había echo, dejará de hacerme sentir peor de lo que ya estaba. Me dirigí a la ducha y me di un relajante baño que duró aproximadamente diez minutos. Al salir me coloque el vestido que había elegido, me maquille un poco, no me gustaba llevar mucha pintura en el rostro, escuche el sonido del timbre, y me dispuse a bajar, me mire en el espejo y sonreí como siempre lo hacía. Me dirigí a paso lento hasta las escaleras y descendí, estaba nerviosa.
- Rodrigo, que bonita casa tienes – escuche la voz de una mujer, se me hacía familiar – quiero conocer a la mujer que te ha traído loco tantos años – siguió hablando
- Estamos sorprendidos al ver lo rápido que has hecho todo, aun recuerdo el ultimo día en Inglaterra, tu eras el más feliz de que todo haya terminado – aquella voz me erizó la piel, era del hombre que me había abandonado en París, no podía ser cierto
- Ella es una mujer realmente hermosa, la amo como no te imaginas – comentó Rodrigo – iré a verla – puse un pie en el suelo, y sentí las miradas caer sobre mi cuerpo, él estaba ahí y era el mejor amigo de mi prometido – les presento a mi prometida, _______ Sandoval - sonreí, era lo único que me quedaba hacer
- Mucho gusto – escuche decir a Nicolás Jonas, se acercó a mí y cogió mi mano, lentamente deposito un beso sobre ella – Rodrigo no se equivoco cuando dijo que su prometida era una mujer hermosa
- Gracias – le respondí, él definitivamente me odiaba – es un gusto conocerte, he escuchado tanto sobre ti – asintió –
- Espero que tu prometida venga algún día , deseo conocer a la mujer que atrapo al futuro príncipe Nicolás – sonrió Rodrigo tras haber dicho esas palabras
- Mi prometida, la conocerás dentro de poco – le respondió, pero coincidencia yo era la mujer que esos dos hombres querían desposar, que suerte la mía – muero de hambre
- La comida está servida – escuche la voz de la empleada que habíamos contratado
- Enseguida vamos al comedor – me acerqué a la empleada, y recibí la invitación que les daría a nuestros invitados – esta es una invitación para nuestra boda, espero que asistan – se la ofrecí a Nicolás, y él la cogió
- Será un honor asistir a tu boda – me miró, sus ojos penetraban los míos, eso provocaba que mi cuerpo se estremeciera
- Por cierto princesa, Nicolás y su hermana se quedaran aquí por una semana – asentí – bueno, vayamos a cenar
Todos se dirigieron al comedor, yo no podía ni moverme, estaba en un problema muy grande, no le podía decir a Rodrigo que el hombre con que el estuve en París era su mejor amigo, claro yo no lo sabía sino no hubiera aceptado que él se presentara en esta casa, tenía miedo de que diga algo de lo cual pueda arruinar mi vida, o quizá que comente algo sobre que yo era su prometida, o que había sido suya en parís. Todos cenaron, y así paso el día entre risitas y halagos para nosotros, sabía que Nicolás haría algo para hacerme saber que mi tranquilidad había llegado a su fin. Al terminar de cenar, los hermanos Jonas se dirigieron a su habitación, mientras que yo salí de la casa para ir a ver el mar, unos segundos tener paz no me venía mal. Estuve media hora mirando al mismo lugar, y las lágrimas no habían dejado de parar en aquel pequeño tiempo que había sido eterno.
- Así que te casas con Rodrigo, en menos de un mes – susurro en mi oído – no puedo creerlo, no puedo creer que él se casara con la mujer que yo elegí
- ¿Por qué viniste? ¿Por qué eres tú y no otro? – le pregunte, odiaba ser débil pero así me había creado mi madre
- Yo no sabía que eras tú, si lo hubiera sabido ni hubiera venido – eso dolió – no hubiera venido a conocer a la mujer que yo deseo aun
- Me dejaste en París, me dejaste como si fuera una más de tu lista – le respondí – me dejaste como si fuera tu juguete
- No podía estar cerca de ti, tú haces que una persona se sienta rara cerca de ti – contesto
- Vete – le sugerí – has como si nunca hubiéramos estado juntos, total solo me querías comprar para lucirme en tu reino
- Tu piel es suave – comenzó a darme pequeños besos en el hombro derecho, él me quería matar – tu olor es dulce, tan dulce como el caramelo de limón – eso me dio risa – me gusta tu piel, tu olor, tu ser, todo de ti –
- Gracias por tus halagos – le conteste, me di la vuelta quedando frente a él – debo irme a descansar, hoy ha sido un día cansado
- De acuerdo, nos vemos mañana – se acercó a mi, y me dio un beso, sentí que mi cuerpo se estremecía con aquel beso, mis vellos se ponían de punta, la piel se me ponía de gallina, y en mi estomago al parecer habían entrado mariposas
- No vuelvas hacer eso, no vuelvas a besarme – lo empuje, y me fui corriendo, no deseaba admitir que ese beso había despertado cosas en mi – ¿por qué? – le pregunte a la nada, subí a mi habitación y me encerré ahí, deseaba estar lejos de él y de todos – estúpida, ¿Por qué dejas que haga contigo lo que quiera? Estúpida – me recrimine
- ________, ¿puedo pasar? – escuche la voz de Rodrigo, me seque las lágrimas y me dirigí abrir – ¿Qué sucede?
- Nada, solo que estoy cansada – le respondí – mañana tenemos muchas cosas que hacer
- Es cierto, le llamaré a Cassy para avisarle, espero que mis amigos te hallan caído bien
- Claro que me han caído bien, más de lo que pensaba – le respondí – ahora deseo descansar, lo siento
- No te preocupes, nos vemos mañana – asentí
Rodrigo se retiro y yo me acosté en mi cama, esperaba que mañana sea un día mejor aunque dudaba Nicolás no se cansaría hasta volverme loca, y hacerme pagar por haberme comprometido con su mejor amigo, sin haberlo sabido.
Día catorce: SORPRESA
- Espero que a tu amigo le caiga bien, realmente a veces suelo ser muy antipática – le comente a Rodrigo, mientras elegía el vestido que luciría dentro de dos horas
- Le caerás más que bien, él es muy simpático con la gente – me contesto – por lo que me enteré, se casa dentro de unas semanas
- Eso es genial, espero conocer a la prometida de tu amigo – cogí un vestido azul, y uno color ocre – ¿Cuál es te gusta más? – le pregunte
- Elige otro, los dos son iguales, solo varía el color – me respondió – y no creo que traiga a su prometida, me comento algo de que estaban disgustados
- Entiendo – cogí en vestido negro, que tenía escote en la espalda – este me gusta, ¿Qué opinas?
- Me fascina – comento, se puso de pie, y beso mis labios – todo lo que pones, te queda realmente hermoso
- Gracias – le respondí – estoy emocionada, es la primera vez que conozco a tu mejor amigo
- Ahora me dejaras por él – comencé a reír
- No lo creo, quizá ni le tome importancia – le di un pequeño beso, que al finalizar hizo un ruido algo raro – señorita, llevaré este vestido, y los zapatos en forma de botín, por favor – le entregue a la empleada el vestido, y el par de zapatos que había elegido
- Sígame, por favor – seguimos a la empleada hasta llegar a la caja – son cuatrocientos dólares – asentí, y saque una tarjeta de crédito – gracias por preferirnos
- Gracias a ti – Rodrigo cogió las bolsas, y nos dirigimos al auto – Rodrigo, podemos pasar por la casa de mi hermana, quiero saber como está el niño, por favor – le suplique
- No hace falta que me supliques, iremos porque es lo que te hace feliz – asentí – espero que tu hermana no este enojada, por lo de hace tiempo
- No lo creo, ella es comprensible – si claro ¬¬ - así que todo estará bien
- De acuerdo – encendió el auto, y lo puso en marcha
Hace unas horas Rodrigo me había avisado que un amigo suyo vendría a visitarnos, al parecer aquel chico que aun no conocía había estado en Inglaterra estudiando junto a Rodrigo, en cierta forma tenía cierto presentimiento sobre la visita de este amigo del cual desconocía hasta su nombre. Después de unos minutos, llegamos a la casa de mi hermana, al parecer nada había cambiado, aunque solo hubieran sido unos días de que me haya ido, extrañaba lo que había tenido gracias a ella; una familia. Rodrigo estaciono el auto al costado de un Ferrari rojo, supuse que era de Sheila, a ella tampoco la había visto desde la ultima vez que discutimos a causa de mi matrimonio con el hombre que supuestamente ella amaba. Me dirigí a la puerta de entrada de la gran casa Di Niro, toque el timbre y espere que una empleada me abriera, aquella mujer puso cara de felicidad al verme entrar, era la cocinera, una amiga que había tenido en aquellos tiempos, en los que vivía en esta casa en la cual solo había tristeza, y lo que importaba era el dinero.
- Señorita Sandoval, pensé que nunca más regresaría – sonreí – ahora le paso la voz a su hermana, pase por favor
- Gracias – entre de la mano con Rodrigo, y nos sentamos, espere unos dos segundos y vi a mi hermana correr hacía mi, y darme un abrazo
- Te extrañe – escuche que decía, una pequeña lágrima descendió de mis ojos, realmente la quería a pesar de todo lo que había pasado
- Yo también – me solté de su abrazo, y mire a Rodrigo, ella hizo lo mismo – hemos venido a invitarte a nuestra boda – le comente, saque de mi bolso una tarjeta y se la entregue – aun falta que me entreguen las demás, pero quise traértela personalmente
- ______ no dejaré que te cases con una persona como él – miro a Rodrigo, y luego me miró a mí – es suficiente ver a Sheila sufrir por alguien como tú – aquello me dolió – y a mi hermana, la vi sufrir cuando te fuiste a Inglaterra – siguió hablando – ____ ya tiene un fututo trazado, ella se casará pero no será contigo
- No puedes intervenir en el amor que siento por tu hermana, y sobre Sheila lamento lo que ha pasado, sinceramente es una mujer que no merece sufrir, ni por mi ni por nadie – sonreí, estaba segura que amaré mucho a este hombre, que hablaba con sinceridad y pasión – espero que asistas a la boda de tu hermana
- Puede que ames mucho a mi hermana, pero no creo que los sentimientos sean mutuos ¿o me equivoco? – pregunto, no sabía que responder
- No me importa si lo que ella siente por mi no es amor, no me importa si ella nunca me podría llegar amar como yo la amo, simplemente estaremos juntos y así será aunque a las demás personas les duela – sonreí, sabía que él me amaba y él sabía que yo no podía amarlo, aunque me esforzara en este momento
- ¿Cómo te puedes humillar de esa manera? – escuche que hablaba Sheila, me dolió ver sus ojos enrojecidos por las lágrimas, me dolía ver su rostro entristecido por mi culpa – ¿Cómo puedes hacer que su vida se convierta en un infierno? ¿Por qué _____? ¿Por qué lo haces?
- Sheila – comenzó a decir Rodrigo, puesto que yo no podía ni siquiera decir una letra – lamento lo que ha pasado, lamento no haber hablado contigo sobre el amor que siento por _____, porque sabía que esto terminaría así – aquello era cierto
- Lo sé, sé que esto era una locura, una gran idiotez – Sheila estaba dolida, y se notaba
- Es mejor que nos vayamos, espero verlas en mi boda, y más a ti hermana, eres una persona especial para mí, lamento no haber seguido los planes que tenias para mí, de verdad lo lamento y mucho, me retiro – deje la invitación sobre una mesa central, y salí de ese lugar en el cual solo había dolor
- Lo siento, no pensé que todo esto pasaría – Rodrigo abrió la puerta del copiloto, e ingrese – espero que tu hermana asista
- Sé que irá, sé que lo hará – seque las lágrimas que descendían – nos queda menos de una hora, tu amigo llegará en cualquier momento, será mejor que nos apresuremos – asintió – gracias por amarme como la haces – bese sus labios, aunque no sintiera nada, él se lo merecía
- Te amo, y siempre será así – asentí – ahora a recibir a mi amigo
Haber visto a Sheila de esa manera, me había dejado congelada en cierta forma, nunca pensé verla tan destrozada por dentro y por fuera, ella era una mujer que te daba a entender que era feliz, era una mujer que aunque este mal aparentaba no estarlo, aparentaba una felicidad que se había acabado hace tiempo, pero ahora esa mujer había desaparecido y todo gracias a mi, había hecho que Sheila me odiara hasta no poder más. Estaba preocupada no deseaba que ella esté mal pero no deseaba sufrir yo, era egoísta pero no podía hacer nada para evitar que esto pasara, no fui mi intención quitarle al hombre que la enamoro, pero tampoco fue mi intención devolvérselo, no iba a cancelar nada, puesto que yo era la felicidad de ese chico que aun me amaba, o eso pensaba yo. Espere un largo rato para llegar a casa, a penas se estaciono baje corriendo del auto, y me metí a mi habitación, deseaba llorar, gritar, tirar cosas, hasta que mi corazón dejará de culparme por lo que había echo, dejará de hacerme sentir peor de lo que ya estaba. Me dirigí a la ducha y me di un relajante baño que duró aproximadamente diez minutos. Al salir me coloque el vestido que había elegido, me maquille un poco, no me gustaba llevar mucha pintura en el rostro, escuche el sonido del timbre, y me dispuse a bajar, me mire en el espejo y sonreí como siempre lo hacía. Me dirigí a paso lento hasta las escaleras y descendí, estaba nerviosa.
- Rodrigo, que bonita casa tienes – escuche la voz de una mujer, se me hacía familiar – quiero conocer a la mujer que te ha traído loco tantos años – siguió hablando
- Estamos sorprendidos al ver lo rápido que has hecho todo, aun recuerdo el ultimo día en Inglaterra, tu eras el más feliz de que todo haya terminado – aquella voz me erizó la piel, era del hombre que me había abandonado en París, no podía ser cierto
- Ella es una mujer realmente hermosa, la amo como no te imaginas – comentó Rodrigo – iré a verla – puse un pie en el suelo, y sentí las miradas caer sobre mi cuerpo, él estaba ahí y era el mejor amigo de mi prometido – les presento a mi prometida, _______ Sandoval - sonreí, era lo único que me quedaba hacer
- Mucho gusto – escuche decir a Nicolás Jonas, se acercó a mí y cogió mi mano, lentamente deposito un beso sobre ella – Rodrigo no se equivoco cuando dijo que su prometida era una mujer hermosa
- Gracias – le respondí, él definitivamente me odiaba – es un gusto conocerte, he escuchado tanto sobre ti – asintió –
- Espero que tu prometida venga algún día , deseo conocer a la mujer que atrapo al futuro príncipe Nicolás – sonrió Rodrigo tras haber dicho esas palabras
- Mi prometida, la conocerás dentro de poco – le respondió, pero coincidencia yo era la mujer que esos dos hombres querían desposar, que suerte la mía – muero de hambre
- La comida está servida – escuche la voz de la empleada que habíamos contratado
- Enseguida vamos al comedor – me acerqué a la empleada, y recibí la invitación que les daría a nuestros invitados – esta es una invitación para nuestra boda, espero que asistan – se la ofrecí a Nicolás, y él la cogió
- Será un honor asistir a tu boda – me miró, sus ojos penetraban los míos, eso provocaba que mi cuerpo se estremeciera
- Por cierto princesa, Nicolás y su hermana se quedaran aquí por una semana – asentí – bueno, vayamos a cenar
Todos se dirigieron al comedor, yo no podía ni moverme, estaba en un problema muy grande, no le podía decir a Rodrigo que el hombre con que el estuve en París era su mejor amigo, claro yo no lo sabía sino no hubiera aceptado que él se presentara en esta casa, tenía miedo de que diga algo de lo cual pueda arruinar mi vida, o quizá que comente algo sobre que yo era su prometida, o que había sido suya en parís. Todos cenaron, y así paso el día entre risitas y halagos para nosotros, sabía que Nicolás haría algo para hacerme saber que mi tranquilidad había llegado a su fin. Al terminar de cenar, los hermanos Jonas se dirigieron a su habitación, mientras que yo salí de la casa para ir a ver el mar, unos segundos tener paz no me venía mal. Estuve media hora mirando al mismo lugar, y las lágrimas no habían dejado de parar en aquel pequeño tiempo que había sido eterno.
- Así que te casas con Rodrigo, en menos de un mes – susurro en mi oído – no puedo creerlo, no puedo creer que él se casara con la mujer que yo elegí
- ¿Por qué viniste? ¿Por qué eres tú y no otro? – le pregunte, odiaba ser débil pero así me había creado mi madre
- Yo no sabía que eras tú, si lo hubiera sabido ni hubiera venido – eso dolió – no hubiera venido a conocer a la mujer que yo deseo aun
- Me dejaste en París, me dejaste como si fuera una más de tu lista – le respondí – me dejaste como si fuera tu juguete
- No podía estar cerca de ti, tú haces que una persona se sienta rara cerca de ti – contesto
- Vete – le sugerí – has como si nunca hubiéramos estado juntos, total solo me querías comprar para lucirme en tu reino
- Tu piel es suave – comenzó a darme pequeños besos en el hombro derecho, él me quería matar – tu olor es dulce, tan dulce como el caramelo de limón – eso me dio risa – me gusta tu piel, tu olor, tu ser, todo de ti –
- Gracias por tus halagos – le conteste, me di la vuelta quedando frente a él – debo irme a descansar, hoy ha sido un día cansado
- De acuerdo, nos vemos mañana – se acercó a mi, y me dio un beso, sentí que mi cuerpo se estremecía con aquel beso, mis vellos se ponían de punta, la piel se me ponía de gallina, y en mi estomago al parecer habían entrado mariposas
- No vuelvas hacer eso, no vuelvas a besarme – lo empuje, y me fui corriendo, no deseaba admitir que ese beso había despertado cosas en mi – ¿por qué? – le pregunte a la nada, subí a mi habitación y me encerré ahí, deseaba estar lejos de él y de todos – estúpida, ¿Por qué dejas que haga contigo lo que quiera? Estúpida – me recrimine
- ________, ¿puedo pasar? – escuche la voz de Rodrigo, me seque las lágrimas y me dirigí abrir – ¿Qué sucede?
- Nada, solo que estoy cansada – le respondí – mañana tenemos muchas cosas que hacer
- Es cierto, le llamaré a Cassy para avisarle, espero que mis amigos te hallan caído bien
- Claro que me han caído bien, más de lo que pensaba – le respondí – ahora deseo descansar, lo siento
- No te preocupes, nos vemos mañana – asentí
Rodrigo se retiro y yo me acosté en mi cama, esperaba que mañana sea un día mejor aunque dudaba Nicolás no se cansaría hasta volverme loca, y hacerme pagar por haberme comprometido con su mejor amigo, sin haberlo sabido.
stefa2580
Re: ¨comprometida (Nick & Tú)¨
por Karli Jonas Dom 18 Nov 2012, 5:14 pm
OMJ apareció Nick de nuevo y awwwww es tan hfkflfkflf
Yo quiero que la rayis este con el!!!
Plis plis plis siguelaaaaaaa!!!
Yo quiero que la rayis este con el!!!
Plis plis plis siguelaaaaaaa!!!
Karli Jonas
Re: ¨comprometida (Nick & Tú)¨
por chelis Dom 18 Nov 2012, 5:57 pm
NO LO PUEEDOO CREEEERRRRR!!!!
AAAIII CIELOOSSSS!!!
PERO NIIICCKK SE LO MERECEEEESEEEE!!!!
AAAII PON OOOTRRRROO PORFIISSS
AAAIII CIELOOSSSS!!!
PERO NIIICCKK SE LO MERECEEEESEEEE!!!!
AAAII PON OOOTRRRROO PORFIISSS
chelis
Re: ¨comprometida (Nick & Tú)¨
por Vanee LovatoD'Jonas Lun 19 Nov 2012, 8:20 am
OMJ y ahora que va a pasar???
El mejor amigo de Rodrigo es Nick!!!!
Y que hara Nick??
AHHH Muero por saberlo!!
Siguela Pronto
Please!!
El mejor amigo de Rodrigo es Nick!!!!
Y que hara Nick??
AHHH Muero por saberlo!!
Siguela Pronto
Please!!
Vanee LovatoD'Jonas
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