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When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Girls, aqui esta la imagen (Nota: Si les da una intriga inmensa, y quieren hacer cosas malas, no soy responsable de daños mentales, psicologicos, emocionales o fisicos. Asi que recomiendo no verla :P)
TA-RA!!! ¿Skyl? ¿Que clase de nombre es ese? ¿Cuales son estas ocurrencias mias? ¿Quieren matarme? ¡No es mi culpa tener esta imaginacion que hace que me imagine mil cosas! :P
Por cierto, este actor es Michael Emerson, actua como Ben en Lost y ayer mientras escribia mi cp veia Lost, y aparecio este personaje y me dije a mi mismo "Mi mismo, ¡que gran idea has tenido!" Y sonaron campanas y la cancion de Aleluya de fondo :P
TA-RA!!! ¿Skyl? ¿Que clase de nombre es ese? ¿Cuales son estas ocurrencias mias? ¿Quieren matarme? ¡No es mi culpa tener esta imaginacion que hace que me imagine mil cosas! :P
Por cierto, este actor es Michael Emerson, actua como Ben en Lost y ayer mientras escribia mi cp veia Lost, y aparecio este personaje y me dije a mi mismo "Mi mismo, ¡que gran idea has tenido!" Y sonaron campanas y la cancion de Aleluya de fondo :P
Última edición por YassGenao el Sáb 04 Feb 2012, 4:55 pm, editado 2 veces
YassGenao
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
askdjdhADKasdA YAAASSS!! eres malo por siempre hacer lo mismo!
nos dejas con más intriga de la necesaria, hombre! :|
sadklhfaskfd y encima esta vez es peor aún porque es intencionadamente! Cómo es que nos quieres dejar con intriga a mí y a Cammi, eh? :(
jajajajaja akjdfshKD ya quiero leer el cap :)
Oh, y yass! has recibido el MP que te envié? :)
nos dejas con más intriga de la necesaria, hombre! :|
sadklhfaskfd y encima esta vez es peor aún porque es intencionadamente! Cómo es que nos quieres dejar con intriga a mí y a Cammi, eh? :(
jajajajaja akjdfshKD ya quiero leer el cap :)
Oh, y yass! has recibido el MP que te envié? :)
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
OH Y DEBBIEE!! wdkfjhadsiufhbaufhAOLDHFaoiuhfADOFHadhAHFIASOHIQWF
amé la imagen hasta morir!!!
He de admitir que Nicholas simplemente me mata y la imagen aún más! djkfhadsk
Es como que él siempre en mi cabeza fue misterioso pero increiblemente inteligente... por eso me encanta! y adoro sus películas! es simplemente perfecto :3
Y en cuanto leí/escribí sobre él simplemente no había un Cursell más perfecto :')
sidughadfkia la amé, sin duda :3
amé la imagen hasta morir!!!
He de admitir que Nicholas simplemente me mata y la imagen aún más! djkfhadsk
Es como que él siempre en mi cabeza fue misterioso pero increiblemente inteligente... por eso me encanta! y adoro sus películas! es simplemente perfecto :3
Y en cuanto leí/escribí sobre él simplemente no había un Cursell más perfecto :')
sidughadfkia la amé, sin duda :3
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
NellaSparksFly escribió:askdjdhADKasdA YAAASSS!! eres malo por siempre hacer lo mismo!
nos dejas con más intriga de la necesaria, hombre! :|
sadklhfaskfd y encima esta vez es peor aún porque es intencionadamente! Cómo es que nos quieres dejar con intriga a mí y a Cammi, eh? :(
jajajajaja akjdfshKD ya quiero leer el cap :)
Oh, y yass! has recibido el MP que te envié? :)
mmm... se te pasaria el "enojo" si te digo que me encanta dejarlas con la intriga a ustedes dos?
Es que nose... es emocionante ver como especificamente ustedes dos me pelean por saber que significa la imagen... pero yo aun tengo una duda... ¿cuando llega el capitulo, se quedan conformes con la similitud en la imagen y lo que sea que haya puesto?
Y si, ya lo recibi y te conteste... ¡por supuesto! Yo no tengo problema!
YassGenao
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Por cierto, nadie ha opinado de mi firma nueva y quiero saber... ¿que tal me veo con lentes a lo Josh Hutcherson? xD Estoy en version Sepia :P
YassGenao
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
YassGenao escribió:NellaSparksFly escribió:askdjdhADKasdA YAAASSS!! eres malo por siempre hacer lo mismo!
nos dejas con más intriga de la necesaria, hombre! :|
sadklhfaskfd y encima esta vez es peor aún porque es intencionadamente! Cómo es que nos quieres dejar con intriga a mí y a Cammi, eh? :(
jajajajaja akjdfshKD ya quiero leer el cap :)
Oh, y yass! has recibido el MP que te envié? :)
mmm... se te pasaria el "enojo" si te digo que me encanta dejarlas con la intriga a ustedes dos?
Es que nose... es emocionante ver como especificamente ustedes dos me pelean por saber que significa la imagen... pero yo aun tengo una duda... ¿cuando llega el capitulo, se quedan conformes con la similitud en la imagen y lo que sea que haya puesto?
Y si, ya lo recibi y te conteste... ¡por supuesto! Yo no tengo problema!
fdskjbgaskidfhbadsjhjads NOOO!! NO SE ME PASA!! SOLO LO EMPEORAAS!!! (?) jajajajajaja
es que siempre eres tan malo!? :| Ya está, no voy a respirar hasta leer tu cap :( (?) jajaja
rekbhgksa NOO! yo no me quedo conforme!!
No porque no tenga que ver o no me guste la imagen, sino porque siempre quiero leer más y me quedo igual pensando en la imagen, en lo que has puesto y me digo: "Oh, yass! ahora qué demonios has pensado!? por qué no has escrito más hasta revelar todos los secretos!? :(" jajajaja (?) pero bueeeeno... supongo que así no tendría tanta emoción, no? :(
Es broooma, es broma... sí quedo conforme, y me encanta cuando haces tus imágenes, aunque me dejen con intriga... jajaja
Oh! y la firma! me encanta! :)
Es tan original...! Ya sabes que siempre he pensado que tus ideas son simplemente dkajsfhasdkhfas :3 Nadie podría tener tus ideas además de tí, Yass, eso es genial! :D jajaja
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
NellaSparksFly escribió:OH Y DEBBIEE!! wdkfjhadsiufhbaufhAOLDHFaoiuhfADOFHadhAHFIASOHIQWF
amé la imagen hasta morir!!!
He de admitir que Nicholas simplemente me mata y la imagen aún más! djkfhadsk
Es como que él siempre en mi cabeza fue misterioso pero increiblemente inteligente... por eso me encanta! y adoro sus películas! es simplemente perfecto :3
Y en cuanto leí/escribí sobre él simplemente no había un Cursell más perfecto :')
sidughadfkia la amé, sin duda :3
kdjfuhagvbkcifloacjndfubvhacdnhfhkahiudfgvbancwkml me alegro que te haya gustado!!! :D
Cómo va el cap? Perdón pero estoy ansiosa, siento como si hubiera pasado tiempo desde que leí un capítulo tuyo kasdjghhajkdhasfasfkdhfgjsk extraño a Vicky
-Debbie-
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
DebbiePayne escribió:NellaSparksFly escribió:OH Y DEBBIEE!! wdkfjhadsiufhbaufhAOLDHFaoiuhfADOFHadhAHFIASOHIQWF
amé la imagen hasta morir!!!
He de admitir que Nicholas simplemente me mata y la imagen aún más! djkfhadsk
Es como que él siempre en mi cabeza fue misterioso pero increiblemente inteligente... por eso me encanta! y adoro sus películas! es simplemente perfecto :3
Y en cuanto leí/escribí sobre él simplemente no había un Cursell más perfecto :')
sidughadfkia la amé, sin duda :3
kdjfuhagvbkcifloacjndfubvhacdnhfhkahiudfgvbancwkml me alegro que te haya gustado!!! :D
Cómo va el cap? Perdón pero estoy ansiosa, siento como si hubiera pasado tiempo desde que leí un capítulo tuyo kasdjghhajkdhasfasfkdhfgjsk extraño a Vicky
dsjikfbasdkfbaskdj va perfecto! ya llevo ocho páginas pero, aún tengo mucho por escribir! tengo tantísimas ideas... edwkjfhasdkjfj aunque posiblemente lo termine en un rato... Al menos eso espero... pero como muy tarde para mañana ya lo tendré hecho! :D
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
kwdlbfajdkbfaskjfashdfjashjasdfbajhs Bien, ya casi termino mi capítulo... Realmente admito que no es uno de mis mejores capítulos y que no tenía demasiada inspiración en algunas cosas... creo que va todo demasiado rápido y, bueno... lo mismo de siempre, no termina de convencerme, pero... Creo que lograré terminarlo en unos diez minutos...
Alguien ahí que lo espere? :)
Alguien ahí que lo espere? :)
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
NellaSparksFly escribió:kwdlbfajdkbfaskjfashdfjashjasdfbajhs Bien, ya casi termino mi capítulo... Realmente admito que no es uno de mis mejores capítulos y que no tenía demasiada inspiración en algunas cosas... creo que va todo demasiado rápido y, bueno... lo mismo de siempre, no termina de convencerme, pero... Creo que lograré terminarlo en unos diez minutos...
Alguien ahí que lo espere? :)
#ForeverActivo! Im Here Nella, yo lo esperoooo!
YassGenao
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
sdakjgasdfikjas perfecto! :) Entonces en un ratín tendrás aquí el cap :) jajajaYassGenao escribió:NellaSparksFly escribió:kwdlbfajdkbfaskjfashdfjashjasdfbajhs Bien, ya casi termino mi capítulo... Realmente admito que no es uno de mis mejores capítulos y que no tenía demasiada inspiración en algunas cosas... creo que va todo demasiado rápido y, bueno... lo mismo de siempre, no termina de convencerme, pero... Creo que lograré terminarlo en unos diez minutos...
Alguien ahí que lo espere? :)
#ForeverActivo! Im Here Nella, yo lo esperoooo!
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Años atrás.
-Espera un momento... ¿Tú permitiste que se fuera?
Los presentes dirigieron una breve mirada a Marie, todos salvo Jawaad que, mientras trataba de asimilar la noticia de la muerte de su amigo, permanecía con la cabeza entre las manos.
-Yo...
Dawn bajo la mirada.
Ryan negó con la cabeza casi como si quisiese apartar los pensamientos perturbados de Marie de la suya propia, Rose, con la mirada baja, contenía las lágrimas.
-Sabias lo peligroso que era... Y, aun así, permitiste que se fuese...
Los ojos azules centelleaban en el silencio perturbador de la habitación.
-No me lo puedo creer...-continuó la morena- la has mandado rumbo al suicidio.
Sus palabras escarbaban en los oídos de todos como el zumbido del veneno en ebullición, provocando una reacción de la más profunda desolación ante la intención de la ojiazul de desahogar su frustración arremetiendo contra quien para ella, era la culpable de la muerte de Devonne; Dawn.
-Era tu amiga.
-Ya está Marie, nadie ha tenido la culpa.
Ryan la miró severamente, reprochándole su actitud.
-Hasta dicho por ti suena a mentira...-Y por ella sonaba a rencor, al más puro miedo, pero no era consciente de ello.
-No es mentira, no es tiempo de buscar culpables donde no los hay, hemos perdido a nuestras hermanas, Marie, los únicos enemigos y monstruos son esos malditos cazadores.
De repente, el tono usualmente calmado y autoritario de Ryan se volvió desesperado, abatido. Los años se sumaron en sus ojos, haciéndole aparentar casi el doble de la edad que en realidad tenía el muchacho.
Tristeza.
Entonces, Marie supo que si había alguien a quien le dolía aquellas perdidas más que a ella misma era a Ryan, que se sentía responsable de sus hermanas desde el principio de su vida.
Apartó la mirada y pestañeó rápidamente para evitar que las lágrimas le ganaran el pulso. Se maldijo por su capricho de niña tonta; nunca debió huir de Hogwarts, debió haberse quedado con sus hermanas, protegiéndolas, evitando sus muertes.
-Además, Kate murió por protegerme a mí mismo... Nunca debí permitírselo.
El chico se dejó caer en el sillón, adolorido tan internamente que era un dolor incapaz de ser curado.
-No fue tu culpa...-Fue lo único que alcanzó a decir Rose antes de volver a sumirse en su silencio.
-Yo... Intenté...
-Pues ya ves que no lo intentaste lo suficiente.
Dawn cerró los ojos evitando las lágrimas. Más que las palabras de Marie, lo que realmente le dolía era la pérdida de su amiga.
-Debemos acabar con los cazadores-Sentenció Marie decidida- debemos encontrarles y matar a todos, uno a uno....
El nudo que tenía en la garganta la hizo callar de golpe y, fue entonces, cuando fue consciente de que Jawaad le cogía la mano con delicadeza.
-La sangre no se paga con sangre... Solo debemos asegurarnos de que nadie más corra la suerte de ellos...
La mirada de Rose se volvió aun mas penumbrosa y Ryan temió que de un momento a otro se derrumbase.
Marie se sentó abatida al lado del moreno y jugó en silencio con sus manos entrelazadas con exagerada concentración.
-La oscuridad mató la luz...-concluyó Rose.
-No... La hizo más tenue, pero mientras sigamos con vida, mientras existan en la tierra los elementos.... No hay nada decidido aun.
-Debemos proteger nuestros poderes y los de nuestras hermanas.
-¿Y cómo haremos eso, Marie?
-No lo sé, solo debemos... Hacer algo.
-La cueva-Dijo Ryan como si una idea acabase de patearle la cabeza con fuerza- ¿!Os acordáis de la cueva!?
Ambas chicas se miraron fijamente.
-¿La de los recuerdos?-Preguntó Rose, y ante el asentimiento de Ryan negó con la cabeza- No podemos dejarlos ahí...
-¿Por que no? Es el sitio más seguro de la tierra para nosotros, y el más peligroso para el resto del mundo, si algún cazador entra... Morirá.
-Todo aquel que posea nuestros poderes podrá acceder ahí... ¿Que pasa si en el futuro, tras nuestra muerte, los cazadores consiguen nuestros poderes?
Un escalofrío recorrió la espalda de los tres ante la posibilidad expuesta por Marie.
-Sabes tan bien como yo, Marie- Comenzó Ryan- Que si morimos nuestros poderes no los puede obtener nadie que no nazca de nuestra propia sangre.
La morena suspiro y levanto la mirada.
-Está bien, Hagámoslo.
Ryan dedico una mirada interrogante a su otra hermana y, ante su asentimiento seguro, sonrió.
23 de Diciembre.
Suspiró ante la imponente puerta de la casa de sus tíos. Paso una mano por su cabello con un nerviosismo inusual en ella. No quería volver, pero sabía que era lo justo; sus tíos se habían ocupado de ella durante de la ausencia de sus padres y se merecían, al menos, que ella pasase con ellos las fechas de fiestas.
Sonrió de costado pasando su mano por el bolsillo de su pantalón vaquero. Había conseguido robar a Theo algunos caramelos de Limón, de esos que le transportaban hasta su habitación de Hogwarts y que él justificaba que era para acabar con la tortura de alguna clase demasiado larga y aburrida, o bien para escapar de algún asunto delicado.
Rió internamente al recordar la mirada que le había echado Emma aquel día. La primera vez que ella había sentido el impulso de defender a alguien... Ahora entendía por qué... Sin ni siquiera conocer a Emma ya había un lazo irrompible entre ellas, eran hermanas. Así como también sintió el deber de defender a Sam cuando Louis la había insultado el primer día a la vuelta de las vacaciones de verano... Y ahora que sabía la verdad, dudaba mucho que el hecho de que Beth cogiese sus manos en las clases de reintegración hubiese sido casualidad... O que aquel día lluvioso que no podía dormir hubiese salido a dar un paseo bajo la lluvia cuando Eliox la encontró.
Miró de nuevo la puerta sombría, recordando cuando ella misma solía esconderse en la oscuridad... Adoraba la soledad y el silencio casi tanto como a sus ojos y su cabello negro que la aislaban del mundo. Todo tenía una razón, y era que su padre así se lo había enseñado. Preocupado por ella tomo la decisión de hacerla fuerte, invencible.... Pero esa decisión solo podía haberla tomado ella. Sin embargo, Victoria acepto con agrado la orden de su padre.
Le echaba tantísimo de menos... Casi tanto como a su madre. Se preguntaba a menudo si ellos sabrían lo de sus poderes, sus hermanos... Quizás sí, y tal vez por ello era por lo que su padre insistía en que no dejase a nadie ver sus debilidades y en no querer a nadie. Quizás él sabía que a las únicas personas que ella no podría evitar querer serían a aquellas a las que quiso en otras vidas.
Apartó su mano del bolsillo y la llevó hasta el pomo de la puerta, lo hizo girar y entró.
Todo estaba en silencio, era normal, a las nueve de la mañana Eustace esta aun haciendo el vago y para que sus tíos despertasen, aún faltaba alrededor de media hora.
Dejó sus cosas al lado de la puerta, cansada, y sonrió con malicia cuando la idea de despertar abruptamente a Eustace se coló en su mente. Seguro que el muy tonto se caía de la cama sobresaltado.
Se quitó los guantes de cuero negro y la bufanda y, después de dejar a una sonrisa apoderarse de su cara, subió las escaleras hasta la habitación de su primo.
Giró el pomo de la puerta y una lechuza blanca se lanzó al vuelo contra ella. Casi se podría decir que en los ojos del animal se veía una alerta desesperada, como si algo dentro de aquel animalillo pidiese socorro a gritos.
Victoria intento recordar mentalmente el nombre de aquel plumífero blanco.
-¡Scribbler!-susurró intentando calmar la lechuza blanca y, cuando ésta dejo de aletear, abatida, presenció el por qué de que el animal estuviese tan alterado.
Rodó los ojos diciéndose a sí misma que su primo era tan vago que se quedaba dormido en todas partes. De seguro que, a media noche, mientras daba alguna vuelta en sueños, cayo de la cama y quedó en el suelo en esa posición tan extraña.
Siguió con la mirada la dirección en la que se extendía la mano del chico y vio un sobre blanco sobre la cama perfectamente hecha.
Se acercó con curiosidad, aquello descartaba el hecho de que Eustace hubiese caído de bruces al suelo estando dormido.
Cogió el sobre blanco entre sus manos, frunciendo el ceño.
"Alice"
Torció la boca en un gesto de desagrado y volvió a dejar la carta donde se encontraba, una voz en su interior la hizo sobresaltarse.
"Conozco esa letra…”
El tono de Marie era melancólico, y por la manera de pronunciar cada palabra, como si le resultase doloroso... Como quien arrastra los pies descalzos por el suelo en un día de invierno... Victoria supo que detrás de aquella declaración había una larga historia que su antecesora consideraba necesaria contar, pero en un momento adecuado.
Regreso la carta sobre la cama del chico y, entonces, cayó en cuenta de que seguía tan inmóvil como antes.
-¿Eustace...?
Tragó saliva y se arrodilló delante de su primo. Fue entonces cuando diviso con perfecta claridad el estado del francés. Tenía magulladuras, cortes, moratones y cardenales por todo el cuerpo, y en el rostro tenía el ojo derecho de un color violáceo perfectamente confundible con negro.
-Eustace!
Escandalizada, cogió el rostro de su primo. Al ver que continuaba sin reaccionar, hizo girar con esfuerzo el cuerpo del muchacho para dejarle boca arriba y comenzó a darle pequeños golpecitos desesperados en el pecho y en las mejillas.
-Eustace, por dios, si esto es una broma te juro que te mataré!
El muchacho continuaba inerte hasta que, cuando Victoria ya había perdido la cuenta de los golpecitos que regalaba a la cara de su primo, éste comenzó a moverse tan levemente que al principio Vicky creyó que había sido producto de su imaginación.
Poco a poco el francés fue abriendo los ojos para visualizar los de su prima y, al hacerlo, con gran dolor, dio un respingo mientras un fuerte escalofrío recorría su espalda.
-¿Qué haces aquí?-preguntó el muchacho más sombrío y frío de lo que habría querido.
-¿Qué te ha pasado?
Victoria, horrorizada, se acercó a él y tocó con suavidad su ojo morado.
Eustace aparto la cara con agilidad felina.
-Nada de tu incumbencia.
La morena, sintiendo la sangre hervir por sus venas dirigió una mirada gélida a su primo.
-Muérete.
Victoria se levantó con ímpetu y señalando la carta que había sobre la cama del chico habló fríamente.
-No hagas esperar a la estúpida de Alice, no vaya a ser que se preocupe demasiado por ti.
Salió de la habitación enfadada consigo misma. Estúpido Eustace, ella se preocupa por él y el muy idiota dice que no es de su incumbencia... Idiota.
Eustace, en la soledad de su habitación suspiró, tratando de recordar qué había pasado la noche anterior.
El deslumbre de un rayo a media noche vino a su memoria. Una carta, agotamiento, Scribbler, su caída...
¿Se había desmayado? Sí, sin duda.
Levantó la mirada a la cama aún aturdido.
Alice, Alice le había contestado.
Suspiró mientras se pasaba las manos por la cara recordando el dolor tan profundo como los latidos de su corazón.
Lo siguiente que se coló en lo más profundo de su ser fue la desesperación, ¿qué hacía su prima ahí? ¿No se supone que se quedaría en casa de Emma?... De seguro que pensó que era mejor pasar las fiestas en esa casa, claro que ella no sabía el peligro que corría ahí dentro.
Un nuevo escalofrío nació en sus pies y murió en su cabeza, recorriéndole de abajo a arriba.
Tenía que hacer todo lo que estuviese en sus manos para que su prima se fuese de esa casa y, después de haberlo conseguido, debía irse él. Sólo quedaba una pregunta en su cabeza... ¿A dónde iría él?... Era una pregunta que segundos después, la carta sobre su cama contestaría.
…
-¡Buena broma, Axfer!-Gritó Jenny entrando al comedor- La próxima vez que quieras gastarme una broma diciéndome que tengo un admirador secreto y debo esperarle durante una hora y media, al menos no seas tan cruel de permitirme ir con tacones.
Malhumorada, la chica de cabello corto se dejó caer sobre la mesa de Slytherin mientras la otra dirigía una mirada asesina a un moreno de gafas que se encontraba al otro lado del comedor, sonrojado.
-¡Eh! ¿Me has oído?
-Sí, perdona… No era ninguna broma, Jenny, es solo que hubo un problema…
-¡Oh! Entonces sabes a qué me refiero, ¿No? Sabes que no apareció nadie durante una hora y media…
-Sí, ya te he dicho que hubo un problema…
-No, Calina, no hay problema alguno que no se solucione en una hora y media.
Calina suspiró. Sí que había uno: La timidez de Harry James Potter.
-Perdona, hablaré con él, ¿vale?
-No, da igual…
Jenny suspiró y levantó la mirada fugazmente para pasearla entre los pocos alumnos que quedaban en Hogwarts. A penas habían un par de chicos de Hufflepuff, unos cuantos Slytherins, un Ravenclaw y, para sorpresa de Jenniffer, ese año todos los Weasleys se habían quedado en Hogwarts acompañando a Potter y otras chicas que eran totalmente relevantes para ella.
-Pero él…-insistió Calina alerta.
-No, Calina… He estado pensando y…-Suspiró- Será mejor que deje de pensar en chicos por un tiempo, no vale de nada…
No valía de nada, era verdad, porque el único chico en quien siempre terminaban todos sus pensamientos, era un idiota que le había dejado de lado y no se había esforzado para recuperar su amistad… y, ahora, era obvio que no le interesaba aquello.
-Debes de estar de broma…-Comentó Calina claramente divertida- Nunca pensé que viviría lo suficiente para oírte decir eso.
La risa estruendosa de Calina rebotó contra las paredes del gran comedor provocando que todos los presentes clavasen la mirada en ella.
-No, lo digo en serio… Moriré virgen…-Aseguró Jenny provocando de nuevo la risa de Calina.
-¡Venga ya!
Al fin, Jenny rió.
-Está bien, quizás en un par de días se me pase y vuelva a pensar en chicos…
-O en un par de segundos…
Ambas sonrieron cómplices, extrañamente los ojos de calina brillaron con la seguridad de que aquella chica de ojos grises se impresionaría gratamente al descubrir la identidad de su admirador secreto.
Jenny se levantó de la mesa.
-¿Dónde vas?
-A dar un paseo… Nos vemos luego…
Sonrió levemente y salió del comedor dispuesta a caminar un poco, estaba segura de que esa paseo (como todos los demás) terminaría llevándola a la torre de astronomía.
24 de Diciembre.
Había tomado una decisión, debía de ahuyentarla de la manera que fuese.
-Esta no es tu casa, deberías marcharte de aquí.
La morena tragó saliva resistiendo.
-Pues quizás lo haga…
-Adelante, nadie te echara de menos, te recuerdo que tus padres ahora han muerto y ya nadie te necesita aquí.
Sintió su corazón romperse repentinamente… Había sido un golpe demasiado bajo hasta para él.
Eustace llevaba todo el día incordiándola, haciéndole sentir desgraciada… En el desayuno dejó en claro indirectamente de que nadie se fijaría en ella para entablar una relación amorosa, en el almuerzo le recordó lo diferente que era ella al resto de las chicas y, ahora, le echaba en cara que tras la muerte de sus padres nadie podría amarla… Sintió una lágrima helada recorrer su mejilla.
-Eres un idiota, Eustace…
Se dio la vuelta y corrió desapareciendo de la vista del francés.
-Lo sé... Pero es la única manera de protegerte…-Susurró para sí mismo.
Le ardía el corazón, se sentía sucio por hacer llorar a su prima… Aquello le dolía tanto o más que a ella pero sabía que dando en sus puntos débiles, en sus inseguridades, era la única manera de lograr que Victoria huyera de aquella casa y no volviese en un largo tiempo… Tenía que hacerla huir sin levantar sospechas en ella y si estaba herida no haría más preguntas.
El frío impactó contra su rostro y sus manos reconfortándola pero sin impedir que las lágrimas cayesen de sus ojos.
“Tus lágrimas son poder”
Las palabras rebotaban contra su cabeza sin que ella les hiciese demasiado caso, pues el recuerdo de la sonrisa de Bernette y Stephen era más fuerte.
Era la primera navidad que pasaba sin ellos y, a pesar de haberse prometido ser fuerte, el hecho de que su primo se hubiese vuelto contra ella de esa manera no le ayudaba en absoluto… Echaba de menos a sus hermanos, quería abrazar a Emma, ver la sonrisa de Sam, los ojos de Beth y que Eliox le dijese que todo iría bien.
Casi por instinto dirigió su mirada a un árbol del jardín, cuyas ramas, desoladas, no tenían más hojas que desprender. Se subió entre las secas ramas y, de entre uno de sus recovecos que conocía a la perfección cuando era apenas una niña, sacó una cajilla plateada que le hizo desprender aún más lágrimas.
Se sentó en una de las ramas más fuertes y colocó la cajita en su regazo.
“Victoria…”
La morena suspiró sin dejar de llorar.
-Sé que no te gusta que llore… Pero no soy tan fuerte como tú, Marie…
“No… Escucha, yo… Yo también he llorado…”
-Entonces entiéndeme…
La voz en su cabeza calló y Victoria casi pudo sentir cómo Marie asentía y retrocedía un par de pasos.
Cerró los ojos unos segundos y con la punta de los dedos apartó la capa de polvo y telarañas que cubría la cajilla. Una vez hecho eso la abrió delicadamente.
Lo primero que divisó fue una foto de una niña de unos 6 años sonriente con sus padres. La niña en la foto reía mientras su madre se agachaba para cogerla en brazos y su padre las observaba de reojo sonriendo enternecido. Amaba sin duda a su mujer y a su hija, y por ello mismo sería fuerte, fuerte por ellas, por todo lo que sufrirían futuramente.
Las lágrimas frías cayeron sobre la foto, que estaba protegida por un hechizo que la hacía irrompible e imposible de ser dañada por ningún motivo.
Bajo la foto había una cinta para el cabello que su madre solía usar. Era de color negro. Cerró los ojos empapados recordando que su madre lo había buscado durante días y ella, como buena niña que acaba de cometer una travesura, se limitaba a reír cuando Bernette no la miraba.
Entre el lazo y un Pin en forma de serpiente había una horquilla. Su madre se la había regalado cuando era muy pequeña. Tenía un diamante que brillaba con una fuerza sobrenatural y que, a pesar de que puesta en su cabello se veía hermosa, nunca la usó.
El pin de serpiente se lo había obsequiado su padre en su primer día de vacaciones después de su primer año en Hogwarts. Estaba tan orgulloso de que ella fuese una Slytherin… Aunque estaba casi segura de que él habría estado igual de orgulloso si ella hubiese sido una Hufflepuff, una Ravenclaw o incluso una Gryffindor.
Le costaba imaginarse a Stephen Slightouth enfadado con ella por algo que no fuese querer a alguien, llorar, o ser débil.
Lo siguiente que levantó en sus manos fue un pequeño frasquito. Su madre le dijo, cuando se lo dio, que aquel frasquito contenía su amor… Cuando Vicky, de 5 años, frunció el ceño y preguntó por qué era tan pequeño, su madre se limitó a reír y a contestar que las cosas más hermosas no se rigen por el tamaño sino por la intensidad.
Lloraba ya desconsoladamente.
Cerró con delicadeza la cajilla dejándola en el lugar en el que la había escondido años atrás y bajó del árbol. Necesitaba irse de aquel lugar… Tenía que huir, y sabía a dónde la llevaba su corazón en aquel momento.
Corrió hasta su habitación y, desesperadamente y casi cegada por las lágrimas, cogió a Filliph en sus brazos al mismo tiempo que saboreaba el sabor a limón y cerraba los ojos con fuerza. El gato maulló repentinamente asombrado y, mientras las lágrimas recorrían su rostro aún, abrió los ojos.
La habitación de Theo estaba totalmente vacía…
Victoria salió de ahí y se dirigió a la suya propia. Aún estaba toda la ropa que había dejado, ya que había considerado que en casa de sus tíos tenía el resto de su ropa y que con eso le bastaría. Soltó a su gato negro y se acurrucó en su cama.
Fuera comenzó a llover. Entonces Vicky se lamentó de no haber traído consigo los regalos que sus amigos le habían enviado. Aún no los había abierto y se maldijo por no pensar mejor las cosas antes de actuar. Miró a Filliph, cuyos ojos chisporroteaban como si sonriese internamente, estaba de vuelta en casa, estaba feliz.
Victoria por su parte, se puso de pie torpemente y caminó por los pasillos hasta la salida de la sala común, sumida en sus pensamientos.
Sonrió levemente sin dejar de llorar recordando los regalos que había enviado a sus amigos. Sabía que a Sam le encantaría aquel anillo mágico que le permitía escuchar con claridad lo que pensaban las personas con quien hablase el portador.
El espejo mágico que había regalado a Beth lo había conseguido en una tienda de antigüedades… Cuando alguien lo cogía entre sus manos y pronunciaba el nombre de alguien, el espejo le permitía ver con claridad a esa persona en ese momento.
Para Iox usó un hechizo que Marie le había enseñado. Según la ojiazul, si el hechizo estaba bien hecho, las noches de luna llena, Eliox podría ver y escuchar con perfecta claridad personas de otro mundo… Victoria no creía que aquello fuese posible del todo, pero Marie insistió en que aquel hechizo lo había creado con la ayuda de Ryan y que aquel hechizo les había permitido hablar con sus propios antepasados cuando les fue necesario.
El regalo de Emma era una piedrecilla muy particular… Cuando salía de la tienda de antigüedades, una mujer se la enseñó y le aseguró que era una gema escasa en el mundo. Cuando al portador de aquella piedrecita le deparaba mala suerte, la piedra se volvía negra como el azabache… Si por el contrario una época de luz, felicidad y buena suerte, le esperaba al portador… La piedrecilla se iluminaba más que el mismísimo sol.
Caminó por los pasillos sollozando hasta llegar ante la puerta de la sala común que buscaba. Cuando debía contestar el acertijo enmudeció de repente… No conseguía recordarlo… Había escuchado a Emma y a Beth decirlo, pero no lo recordaba… Maldijo su mala memoria y, mientras suspiraba se dio la vuelta y se encontró a un chico sonriente que, al ver su rostro empapado de lágrimas borró su sonrisa.
-¿Vicky?
La chica, sin decir más, como otras tantas veces, abrazó con fuerza a Eliox.
…
Entró en la habitación de Vicky esperando encontrarla pero no se encontraba ahí, ni tampoco su gato… Eso dejó claro que su prima se había ido. Respiró profundamente; al menos ella estaría ya a salvo.
Apostaría todo su dinero a que había ido a Hogwarts. El hecho de que se hubiese dejado toda su ropa le impulsaba a pensarlo.
Se preguntó internamente cuánto tiempo estaría fuera; esperaba que muchísimo.
Salió de la habitación, se dirigió al comedor y, ante la atenta mirada de sus padres, se sentó en una silla.
-¿Ya has llamado a tu prima para que venga a desayunar?
Eustace subió la mirada, sombrío.
-Se ha ido.
Pimpinella le dirigió una mirada alarmada y Dominique tensó todos y cada uno de los músculos de su cuerpo.
-¿Qué?
-Que se ha ido.
-¿Cómo que se ha ido? ¿A dónde se ha ido? ¿Por qué?
Pimpinella parecía más enfadada que sorprendida.
-A quién le importa…
-¿A quién le importa…? ¿Ya está? ¿Eso es todo lo que tienes que decir? A nosotros nos importa.
-Pues se siente.
Dominique suspiró controlándose para no gritar.
-Hay algo que quiero darte.
Se quitó un anillo de su dedo y se lo enseñó a Eustace.
-Tiene un significado muy importante, te explicaré cual es cuando llegue el momento, pero hasta entonces deberás llevarlo puesto.
El francés, sorprendido porque su padre cambiase de tema, cogió el anillo y lo observó unos segundos. Tenía una piedra negra y una “M”. No le daba buena espina, pero si con ello conseguía que sus padres dejasen de pensar en Vicky por un momento, el resto le daba igual.
Mientras tragaba saliva y el reloj marcaba las doce de la noche, Eustace colocó el anillo en su dedo ante la amplia sonrisa de su padre.
-Perfecto…
-¿Pero qué pasa con tu prima?
Eustace sacudió la cabeza apartando la mirada sin contestar.
-¿Piensas dejar que no diga nada?
Dominique miró a su hijo.
-¿Dónde está?
-Ya os he dicho que no lo sé.
Pimpinella, frustrada dirigió una mirada exigente a Dominique, cuya satisfacción porque Eustace usase el anillo, había desaparecido.
-¿A dónde ha ido, Eustace?
-No-lo-sé.
Su padre se puso de pié y dio un golpe a la mesa con el puño cerrado.
-Creo que no has aprendido la lección.
A Eustace le recorrió un nuevo escalofrío y apartó la mirada.
-Yo creo que sí.
-Pues entonces dinos dónde está tu prima.
-Si lo supiera…
-Pero claro que lo sabes-Insistió ahora Poppy-¿Nos tomas por tontos?
-Vas a decirnos dónde está por las buenas, o por las malas…
Eustace cerró los ojos unos segundos mientras soltaba un largo suspiro seguro de que aquella conversación acabaría con él en el suelo ensangrentado una vez más.
…
Miró por la ventana sintiéndose reconfortada, respiró profundamente y vio cómo uno a uno los copos de nieve iban cayendo al suelo.
-¿Te sientes mejor?
Sonrió levemente y miró a Iox.
-Sí…
El chico asintió sonriente.
-Sé que debes de echarles mucho de menos.
Victoria asintió y suspiró.
-Iox, ya leí el libro…
Eliox sacudió lentamente la cabeza y luego miró a Victoria con curiosidad.
-Y… ¿Qué decía?
-Explicaba leyendas sobre el agua y hablaba sobre la noche de solsticio de invierno… Decía que a partir del 23 de Diciembre era cuando mi control sobre el agua aumentaba… Me hacía más fuerte y que esa fortaleza duraría hasta fin de año…
El chico entornó los ojos, pensativo.
-¿Y tú que sientes?
Victoria dejó escapar una risa leve.
-Siento que si fuese fuerte no lloraría ni huiría del estúpido de Eustace y mis tíos…
Eliox rió fuertemente y la morena lo miró sin comprender a qué se debía su risa. Él, al notarlo, sonrió para explicarse.
-Creo que te presionas demasiado, Vicky… Yo sé que eres fuerte… Es normal que te duela la ausencia de tus padres… Eso no te hace más débil.
Eliox sonrió ampliamente mientras Vicky lo hacía más levemente.
-Gracias…
Suspiró y, al cabo de un rato, volvió a levantar la mirada como si acabase de recordar algo.
-Iox, habrá un baile…
-¿Un baile?
-Sí…-Victoria miró a su alrededor algo preocupada y se sentó en la cama de su hermano- Ayer, por la noche, mis tíos recibieron una carta y nos dijeron a Eustace y a mí que era una invitación… Al parecer los Malfoys quieren organizar un baile el día de fin de año, y han invitado a casi todo el mundo…
Eliox frunció el ceño.
-¿Y qué tiene eso que te preocupa?
La chica de ojos negros miró a su alrededor y luego posó sus ojos en el chico y susurró.
-Me preocupa el por qué han decidido hacer aquello… Eliox, Cursell y Parkinson son cazadores… y ellos estarán ahí… Y a saber cuántos cazadores más irán…
El chico asintió lentamente comprendiendo.
-Pues entonces así sabremos a cuántos de ellos nos enfrentamos.
-¿Qué?
Eliox sonrió seguro de sí mismo.
-Que si vamos a esa fiesta, los cinco, sabremos cuántos cazadores hay ahora…
-Y también nos arriesgaremos a que nos maten…
-No nos matarán, no ahora… ¿Olvidas lo que le ocurrió a Emma en el lago?
-¡Emma casi muere en ese lago!
Victoria se puso de pié y Marie gritaba en su cabeza las palabras que salían de su boca, al mismo tiempo que Ryan decía las que Eliox pronunciaba.
-Ella ahora está bien, si hubiesen querido matarla no la habrían lanzado al lago, habrían usado otro tipo de hechizo…
“¡Rose casi muere, Ryan!”
-¡Rose casi muere, Ryan!
-Pero no lo hizo, y no lo hizo porque Scarlett no lo quiso así.
-Ella habría estado dispuesta a matar a Rose…
-Pero no lo hizo.
Suspiros por parte de Victoria y Marie.
-Y ¿Cómo sabes que lo que intentan hacer no es reunirnos a todos para matarnos juntos?
-Juntos somos poderosos, Marie… Y más ahora que es el solsticio…
-Yo soy fuerte en el solsticio, pero sabes tan bien como yo que Rose no tiene el cien por cien del control de sus poderes.
-Pero aún así, juntos somos más poderosos… Por eso…
Eliox calló de repente, al igual que Ryan en su cabeza y Marie en la de Victoria… De repente todas las palabras que habían estado diciendo hasta ahora ya no tenían sentido. Victoria y Eliox se miraron directamente a los ojos y, sin que nadie hablase en su cabeza, Victoria terminó en un susurro la frase de Ryan.
-Por eso la vez pasada tuvieron que matarnos por separado…
Ambos tragaron saliva y, dentro de su cabeza, los hermanos también lo hicieron.
-Esa fiesta es la oportunidad de saber a qué nos enfrentamos…
-Entonces tendrás que venir con nosotras… Estoy segura de que Emma, Beth y Sam han sido invitadas…
-No pensaba dejaros solas en algo como esto…
-Solo hay algo más que debes saber…
-¿Qué?
Victoria levantó la mirada y sonrió.
-Es una fiesta de máscaras.
25 de Diciembre.
Su ojo volvía a tener el color violáceo de hacía dos días… Su piel volvía a estar magullada y sus heridas estaban abiertas de nuevo.
Suspiró deseando que el dolor sanase.
Scribbler, que hasta ahora le había estado guiando hasta aquella casa, se posó en su hombro, haciendo que sus heridas escocieran. Tragó saliva y cerró los ojos aguantando el dolor y, tras una respiración profunda, los abrió de nuevo.
Se preguntó entonces si no debió haber avisado antes a Alice que iba a ir a su casa ese día…
Tragó saliva mirando la imponente puerta de aquella casa.
Abrochó su abrigo hasta el cuello y se puso sus guantes tratando de tapar lo más posible sus heridas, aunque en su rostro quedaban visibles otras cuantas heridas y su ojo morado.
Tocó la puerta sintiéndose cada vez más débil. Escuchó pasos al otro lado de la puerta y sonrió débilmente al escuchar la voz de la castaña anunciando que enseguida abriría. Sintió el dolor expandiéndose de sus labios por todo su cuerpo, insoportablemente.
Metió su mano en su abrigo y sacó de él una cajita dorada. Dentro de aquella cajita había una pulsera color plata, con un pequeño colgante de la torre Eiffel tan delicado como profundo era el dolor que le producían las heridas de su cuerpo. Se preguntaba si a la castaña le gustaría aquel regalo de navidad… Nunca fue especialmente bueno haciendo regalos, pues nunca había hecho un regalo a nadie. Sin embargo, aquel brazalete tenía una intención oculta, y era la de recordarle a Alice la vez que él le insinuó que debería de ir a Francia con él, pues ahí no importaba de qué casa fuese nadie, solo si como persona te agradaba o no.
Rió para sus adentros recordando la cara de Alice cuando él le hablaba en francés, y más aún cuando se imaginó a la chica en Francia, rodeada de gente que le hablaba y a la que no entendía. Se la imaginaba gritando a todos que la dejasen en paz, que no les entendía… La imagen de sus propios amigos de Beauxbatons mirando a aquella londinense extrañados a la par de atraídos vino a su imaginación. Nadie podría entender a Alice en Francia, pero a todos les resultaría gracioso ver a aquella chica sin entender nada de lo que diga.
Él no era la clase de chicos que hacía regalo a una chica a la que prácticamente apenas conocía… No solía ser normal en él que el simple hecho de pensar en la sonrisa de alguien sanase su dolor físico y mental… Sin embargo, la sonrisa de Alice lo hacía, y era a ella a quien ahora le llevaba un regalo. No sabía por qué sentía aquello… Esas ganas de estar con ella de saber sobre ella… Pero tampoco se había partido la cabeza pensando en ello. Tenía cosas más cruciales en las qué pensar, como en proteger a su prima y no permitir que sus padres hagan daño a nadie.
No había querido preocupar a Alice con sus problemas porque sabía que ella ya tendría suficientes problemas con sus padres como para que encima él le contase todo lo que le incordiaban los suyos… Aunque sabía que cuando Alice le viese en ese estado haría muchas preguntas.
Una excusa… Le diría que se peleó con alguien por alguna cosa sin importancia, no iba a preocuparla más de lo debido.
Desvió su mirada al anillo que ahora estaba en su mano, seguía sin gustarle demasiado, pero no había conseguido quitárselo. De alguna manera, cuando se lo puso, el anillo se encajó en su mano impidiendo que pudiese quitárselo.
Tampoco le importaba demasiado, dudaba que el significado de aquel anillo fuese algo relevante.
Suspiró y levantó la mirada decidido. Había hecho lo correcto alejando a su prima de casa… A pesar de sentirse mal por haberla hecho llorar, prefería ver sus lágrimas porque él le dijese cosas como aquella a verlas porque su madre o su padre le hacían daño.
La puerta se abrió y Eustace miró los ojos de Alice, que se debatían entre la confusión y la sorpresa.
-Hola…-Alcanzó a decir- Sé que debí haber avisado antes de venir pero… Quería darte esto en persona.
Sonrió a pesar del dolor que aquello le provocaba en todo el cuerpo y levantó la cajilla dorada hacia la castaña que enseguida fijó su mirada en su rostro lleno de heridas.
-Feliz navidad, Alice.
Una nueva sonrisa que le rompió el alma en mil pedazos.
…
Abrió los ojos lentamente y pestañeó varias veces para enfocar los ojos. Se incorporó sintiéndose reconfortada. ¿Se había quedado dormida en la sala común de Ravenclaw?... Sí, ahora lo recordaba. Miró en dirección a la cama de Eliox y se encontró con que estaba vacía y perfectamente hecha… Típico en él; despertarse pronto.
De repente, Victoria recordó qué día era y que, aunque ella no se hubiese esperado en casa lo suficiente para abrir sus regalos… Los de Iox estarían abajo listo para ser abiertos.
La morena, entusiasmada ante la idea de ver la reacción de su hermano ante su regalo… Saltó de la cama emocionada y bajó las escaleras a toda prisa.
Encontró a su amigo sentado frente al gran árbol de navidad de la sala común.
-No abras ninguno sin mí.
Iox se rió ante la risita de Vicky y sonrió ampliamente.
-Aún no he comenzado…
-¡Pues entonces espérame!
La morena se sentó en el sofá delante de él y esperó ansiosa a que comenzase a abrir sus regalos.
-Ya puedes comenzar.
El chico sonrió y comenzó a abrir delicadamente sus regalos, sin rasgar demasiado los envoltorios.
Victoria puso los ojos en blanco. No entendía a las personas que hacían esas cosas, ¿Cómo podían ser tan pacientes?
La memoria de la chica voló hasta unos recuerdos que no le pertenecían. Los recuerdos de una navidad en las que una chica de ojos azules y su hermano menos habían sido los primeros en despertar. En la que la morena regañaba a su hermano por tardar tanto en abrir los regalos mientras él se limitaba a reír y a tardar más por el placer de desesperar a su hermana.
Marie dijo para sus adentros que aquel chico nunca cambiaría… ni en un año, ni en mil. Ni en una vida, ni en las mil siguientes.
Vicky dejó escapar una sonrisa. Desde que estaba con Eliox no había llovido fuertemente, ni la nieve caía como si desease hundir toda la ciudad bajo ella. Muy por el contrario, la nieve caía plácidamente… Calmada. Como un susurro blanco deseoso por tomarse su tiempo antes de tocar el suelo.
-Aquel es el mío-Informó Vicky sonriente.
Eliox la miró igual.
-No tendrías que haberme regalado nada.
-Ya… pero sé que éste regalo te gustará… A ti y a Ryan.
La sonrisa de Victoria le confundió… ¿A él y a Ryan? ¿Qué podía haber detrás de aquel envoltorio que pudiese gustarle a ambos?
-Ábrelo, ya verás cómo te gusta.
Sonrió ansiosa mientras Eliox cogía el regalo y, antes de abrirlo le dirigió una mirada.
-¿No deberíamos avisar a Emma, Sam y Beth de que ya has leído el libro?
-Emma lo sabe-Declaró Vicky-Lo leí estando en su casa…
El chico levantó las cejas divertido, así que había estado con Emma.
-Había olvidado contártelo…-Rió y apartó la mirada- Lo dices por la cueva ¿No?
Iox asintió mientras ella suspiraba.
-Supongo que sí, tendremos que avisarles y… decirles que debemos reunirnos para abrir la puerta de la cueva… Además, así podremos saber si a ellas las invitaron al baile y… Hablar con ellas del tema.
Ambos se miraron, Vicky preocupada, Eliox emocionado ante la perspectiva de tener por delante dos nuevas aventuras.
…
Metió sus manos en los bolsillos de sus vaqueros mientras andaba. Ella era una sangre pura, pero su madre tenía amigas Muggles, amigas a las que Jenny había visto tantas veces vestirse de maneras tan extrañas que acabó amando aquella manera de vestir, tanto que era como vestía ahora cuando no tenía que usar el uniforme del colegio.
Estaba segura que las notas de su curso no iban a ser muy buenas, pero tampoco le importaba demasiado… Sus padres solían decirle que su vida estaba resuelta, no tendría de qué preocuparse.
Hogwarts estaba cada día más aburrida, sin Malfoy, Zabini o Nott, no tenía a nadie con quien hablar… Calina solía estar con sus amigos de Gryffindor y, aunque había visto el gato de Victoria en la habitación, no la había visto a ella. De manera que Jennifer comenzaba a sentir que haberse quedado en Hogwarts había sido un gran error.
Llegó a la biblioteca y cogió el primer libro que encontró, leyó el título y volvió a dejarlo en el mismo lugar. Repasó con el dedo el lomo de todos los libros de esa fila de la estantería y cogió el último en sus manos sin saber realmente qué hacía.
-Feliz navidad, Jennifer Thompson.
La chica de cabello negro se giró súbitamente y se encontró con la sonrisa de aquel chico que la hizo sonrojarse inmediatamente.
-Feliz navidad…
26 de Diciembre.
-Ya he escrito las tres cartas-Vicky levantó la mirada hasta Iox-Una a Emma, otra a Sam y una más a Beth… Les he contado que estoy aquí y que mañana iré a la casa de mis tíos, que debemos encontrarnos en algún lugar para poder venir hasta aquí… Y le he dicho a Emma que coja más caramelos a Theo… así podremos llegar rápidamente…
-Bien… Entonces ¿mañana será cuando vayamos a la cueva?
Victoria asintió segura. Mañana sería también cuando debería enfrentarse a sus tíos y a Eustace… Debía ir a casa, coger el libro y luego avisar a sus tíos de que tendría que irse… No estaba segura de por qué, pero cada vez que pensaba en ello un escalofrío le recorría la espalda entera… Tenía un mal presentimiento pero era imposible para ella descubrir por qué.
27 de Diciembre.
-Gracias por dejarme tu escoba, Eliox.
Le sonrió y miró la escoba, el chico asintió seguro.
-¿Segura que no quieres que te acompañe?
-Sí… Tengo que enfrentarme a Eustace por mí misma…-Viró los ojos y rió- Prometo que esta vez no vendré llorando.
Eliox rió levemente y asintió.
-Está bien, ten cuidado…
Victoria asintió y se subió a la escoba.
-Cuida bien de Filliph mientras no esté…
-Solo te irás unas horas…
El chico rió y Victoria lo imitó.
-Lo sé, pero igual cuida de él…
-Tú cuida de mi escoba.
-Lo haré, tranquilo.
Dedicó una sonrisa al chico de ojos desiguales y desapareció en el aire.
La sensación de volar era agradable… Estaba segura de que a Beth le encantaría estar ahí, la manera en que el aire rozaba contra su cara… Lo pequeña y lejana que parecía la tierra firme por debajo de los pies…
Sonrió para sus adentros, ya no nevaba… Hacía frío, sí, y la nieve continuaba en el suelo cubriéndolo de blanco, pero no caía de las nubes. Estaba segura de que el efecto que tenía Eliox sobre ella y sobre Emma, Sam y Beth era el mismo, las calmaba con un simple abrazo. Se preguntó si él sería consciente de lo mucho que regulaba los poderes de aquellas cuatro chicas.
“Claro que lo sabe, Ryan disfrutaba frustrando nuestros intentos de no permitir que controlase nuestros poderes…”
Marie rió dentro de su cabeza provocando en Victoria una pequeña sonrisa.
La casa de sus tíos parecía cada vez más cercana y, cuando quiso darse cuenta, ya estaba frente a la puerta. La abrió con decisión y se extrañó de no escuchar ningún ruido dentro de casa. Todo parecía estar solitario.
Miró alrededor del salón y luego miró la hora. En una hora debía de estar en casa de Emma, así lo habían acordado. Ella tendría los caramelos y las cuatro irían a Hogwarts y, junto con Eliox, abrirían la cueva…
Deseaba con ansias ver a Sam y a Beth… Las echaba de menos.
Subió las escaleras sin percatarse de que, de entre las sombras, una figura la seguía con la mirada, con una sonrisa maliciosa.
Entró a su habitación y buscó entre sus cosas el libro… Una vez lo encontró sonrió al ver a los pies de su cama sus regalos de navidad. Los cogió también y los metió en una mochila al mismo tiempo que guardaba en ella el libro. Al girarse se encontró con un cuerpo robusto que la miraba seriamente.
-Mirad quién ha decidido aparecer…
-Tío, perdona por haberme ido así es que…
Vicky bajó la mirada, no tenía excusa.
-¿Piensas irte de nuevo?
La morena frunció el ceño tras dirigir una mirada rápida a la mochila.
-Sí… Iré a casa de una amiga, me invitó ayer…
Dominique tensó los músculos y negó con la cabeza.
-No puedes irte.
-¿Qué?
“Algo no anda bien, Vicky”
La morena negó con la cabeza y dio un paso atrás sin saber muy bien por qué.
-Ha dicho que no puedes irte…
Poppy entró por la puerta sonriendo cínicamente.
-Hemos sido muy pacientes contigo, Victoria…
-¿Pacientes?
La chica sacudió la cabeza sin comprender nada.
-Hay algo que deberías saber, Victoria…
De su bolsillo, Poppy sacó una varita.
-¿Desde cuándo los Muggles tienen varitas?
“No es Muggle, Victoria, huye”
-Desde que se puede limpiar la sangre…
-¿Limpiar la sangre?
Un nuevo escalofrío recorrió ferozmente el cuerpo de Victoria, intentó correr pero sus pies no le respondían. La sonrisa de Pimpinella y Dominique se hacía cada vez más cínica y dentro de su cabeza, una voz gritaba pidiendo ayuda y advirtiendo a sus hermanos que algo andaba mal.
-Tendrás que entender, Victoria, que no fue algo personal… Solo necesitábamos la sangre de Stephen… y que Bernette se hiciese la valiente e intentase protegerlo no fue de mucha ayuda…
-¿Qué?
-Pero no fue suficiente… necesitamos ahora la sangre de alguien puro… Para hacer el efecto definitivo, duradero… Eterno.
La cabeza de Vicky comenzó a ir a toda velocidad, tratando de buscar el sentido a todas aquellas palabras…
-Pero aún no podemos hacer nada… Porque lo que no sabíamos era que la sangre de esa persona lleva en sí un poder superior al que esperábamos… un poder antiguo…
“El poder del agua, Victoria… Quieren intentar matarte… Ya recuerdo por qué no confiaba en ellos, les conocí, fueron ellos quienes intentaron matarme por primera vez”
-Vosotros…
-Nosotros matamos a tus padres, Victoria… Y ahora que no hay nadie que pueda protegerte… te llevaremos ante los cazadores… y ellos te matarán a ti… Usaremos tu sangre para limpiar la de Poppy y, entonces, ella será una maga… Y además, tendrá el poder de controlar el agua…
La morena negó con la cabeza, dio un paso hacia atrás y levantó su varita contra sus tíos… Mientras tanto, en su cabeza, escuchaba a Marie gritar ayuda a sus hermanos.
-¡Expeliermus!
La varita de Victoria salió volando por los aires.
Todo ese tiempo habían sido sus tíos… Habían matado a sus padres con la intención de limpiarse la sangre, de obtener poder…
Su padre había muerto traicionado por su propio hermano… Sus tíos sabían quién era ella, eran cazadores… ¿Cuántos cazadores más habría en su entorno sin que ella lo supiese?
El miedo se apoderó de su cuerpo haciéndola temblar bruscamente.
-¿Cómo pudisteis?... Eran vuestra familia… Yo también lo soy…
El asco recorría el cuerpo de Vicky a la par que el miedo.
La risa cruda de Pimpinella resonó en la habitación dejando claro que le importaba más el poder que los vínculos familiares, levantó la varita y apuntó a la chica de ojos negros.
“Vicky, No dejes que te hagan daño, sabes lo que debes hacer, por Merlín, ¡hazlo!”
Victoria cerró los ojos con fuerza esperando a que en cualquier momento el hechizo de su tía rebotase contra su cuerpo. No era capaz de hablar ni de pensar con claridad… Su cabeza aún daba vueltas preguntándose si era ahí donde acabaría todo.
Bien, he ahí mi capítulo... :| No estoy en absoluto conforme con él pero... bueno...
Hay varias cosas que debo explicaros... La primera es que como siempre, si hay algo mal por favor avisadme... La mayor parte del capítulo la escribí sobre la nada puesto que no sé si vosotros teníais algo pensado con vuestros personajes y si lo que he escrito influya algo en ello...
Sobre Jenny no escribí mucho puesto que me centré el Eustace y Vicky...
Sobre Eustace... Hay tantísimas cosas que tengo que explicaros... pero tengo que hacerlo con la ayuda de Debbie, ya que en realidad tenemos mucho que explicaros las dos... empezando por la relación entre Marie y Dawn y acabando por la relación entre Eustace y Alice... Aunque Debbie y yo estamos casi seguras de que vosotros ya os imagináis por dónde van los tiros... jajaja
Bueno, una vez más perdonadme por haber tardado tanto y, bueno... sé que la espera quizás no haya merecido la pena porque quizás el capitulo no os guste del todo pero... bueno... Entre exámenes, deberes, y trabajos... tengo la cabeza frita... :(
El siguiente turno es de Yass y me muero por leer su capítulo así que... espero con ansias (?) jajaja
-Espera un momento... ¿Tú permitiste que se fuera?
Los presentes dirigieron una breve mirada a Marie, todos salvo Jawaad que, mientras trataba de asimilar la noticia de la muerte de su amigo, permanecía con la cabeza entre las manos.
-Yo...
Dawn bajo la mirada.
Ryan negó con la cabeza casi como si quisiese apartar los pensamientos perturbados de Marie de la suya propia, Rose, con la mirada baja, contenía las lágrimas.
-Sabias lo peligroso que era... Y, aun así, permitiste que se fuese...
Los ojos azules centelleaban en el silencio perturbador de la habitación.
-No me lo puedo creer...-continuó la morena- la has mandado rumbo al suicidio.
Sus palabras escarbaban en los oídos de todos como el zumbido del veneno en ebullición, provocando una reacción de la más profunda desolación ante la intención de la ojiazul de desahogar su frustración arremetiendo contra quien para ella, era la culpable de la muerte de Devonne; Dawn.
-Era tu amiga.
-Ya está Marie, nadie ha tenido la culpa.
Ryan la miró severamente, reprochándole su actitud.
-Hasta dicho por ti suena a mentira...-Y por ella sonaba a rencor, al más puro miedo, pero no era consciente de ello.
-No es mentira, no es tiempo de buscar culpables donde no los hay, hemos perdido a nuestras hermanas, Marie, los únicos enemigos y monstruos son esos malditos cazadores.
De repente, el tono usualmente calmado y autoritario de Ryan se volvió desesperado, abatido. Los años se sumaron en sus ojos, haciéndole aparentar casi el doble de la edad que en realidad tenía el muchacho.
Tristeza.
Entonces, Marie supo que si había alguien a quien le dolía aquellas perdidas más que a ella misma era a Ryan, que se sentía responsable de sus hermanas desde el principio de su vida.
Apartó la mirada y pestañeó rápidamente para evitar que las lágrimas le ganaran el pulso. Se maldijo por su capricho de niña tonta; nunca debió huir de Hogwarts, debió haberse quedado con sus hermanas, protegiéndolas, evitando sus muertes.
-Además, Kate murió por protegerme a mí mismo... Nunca debí permitírselo.
El chico se dejó caer en el sillón, adolorido tan internamente que era un dolor incapaz de ser curado.
-No fue tu culpa...-Fue lo único que alcanzó a decir Rose antes de volver a sumirse en su silencio.
-Yo... Intenté...
-Pues ya ves que no lo intentaste lo suficiente.
Dawn cerró los ojos evitando las lágrimas. Más que las palabras de Marie, lo que realmente le dolía era la pérdida de su amiga.
-Debemos acabar con los cazadores-Sentenció Marie decidida- debemos encontrarles y matar a todos, uno a uno....
El nudo que tenía en la garganta la hizo callar de golpe y, fue entonces, cuando fue consciente de que Jawaad le cogía la mano con delicadeza.
-La sangre no se paga con sangre... Solo debemos asegurarnos de que nadie más corra la suerte de ellos...
La mirada de Rose se volvió aun mas penumbrosa y Ryan temió que de un momento a otro se derrumbase.
Marie se sentó abatida al lado del moreno y jugó en silencio con sus manos entrelazadas con exagerada concentración.
-La oscuridad mató la luz...-concluyó Rose.
-No... La hizo más tenue, pero mientras sigamos con vida, mientras existan en la tierra los elementos.... No hay nada decidido aun.
-Debemos proteger nuestros poderes y los de nuestras hermanas.
-¿Y cómo haremos eso, Marie?
-No lo sé, solo debemos... Hacer algo.
-La cueva-Dijo Ryan como si una idea acabase de patearle la cabeza con fuerza- ¿!Os acordáis de la cueva!?
Ambas chicas se miraron fijamente.
-¿La de los recuerdos?-Preguntó Rose, y ante el asentimiento de Ryan negó con la cabeza- No podemos dejarlos ahí...
-¿Por que no? Es el sitio más seguro de la tierra para nosotros, y el más peligroso para el resto del mundo, si algún cazador entra... Morirá.
-Todo aquel que posea nuestros poderes podrá acceder ahí... ¿Que pasa si en el futuro, tras nuestra muerte, los cazadores consiguen nuestros poderes?
Un escalofrío recorrió la espalda de los tres ante la posibilidad expuesta por Marie.
-Sabes tan bien como yo, Marie- Comenzó Ryan- Que si morimos nuestros poderes no los puede obtener nadie que no nazca de nuestra propia sangre.
La morena suspiro y levanto la mirada.
-Está bien, Hagámoslo.
Ryan dedico una mirada interrogante a su otra hermana y, ante su asentimiento seguro, sonrió.
23 de Diciembre.
Suspiró ante la imponente puerta de la casa de sus tíos. Paso una mano por su cabello con un nerviosismo inusual en ella. No quería volver, pero sabía que era lo justo; sus tíos se habían ocupado de ella durante de la ausencia de sus padres y se merecían, al menos, que ella pasase con ellos las fechas de fiestas.
Sonrió de costado pasando su mano por el bolsillo de su pantalón vaquero. Había conseguido robar a Theo algunos caramelos de Limón, de esos que le transportaban hasta su habitación de Hogwarts y que él justificaba que era para acabar con la tortura de alguna clase demasiado larga y aburrida, o bien para escapar de algún asunto delicado.
Rió internamente al recordar la mirada que le había echado Emma aquel día. La primera vez que ella había sentido el impulso de defender a alguien... Ahora entendía por qué... Sin ni siquiera conocer a Emma ya había un lazo irrompible entre ellas, eran hermanas. Así como también sintió el deber de defender a Sam cuando Louis la había insultado el primer día a la vuelta de las vacaciones de verano... Y ahora que sabía la verdad, dudaba mucho que el hecho de que Beth cogiese sus manos en las clases de reintegración hubiese sido casualidad... O que aquel día lluvioso que no podía dormir hubiese salido a dar un paseo bajo la lluvia cuando Eliox la encontró.
Miró de nuevo la puerta sombría, recordando cuando ella misma solía esconderse en la oscuridad... Adoraba la soledad y el silencio casi tanto como a sus ojos y su cabello negro que la aislaban del mundo. Todo tenía una razón, y era que su padre así se lo había enseñado. Preocupado por ella tomo la decisión de hacerla fuerte, invencible.... Pero esa decisión solo podía haberla tomado ella. Sin embargo, Victoria acepto con agrado la orden de su padre.
Le echaba tantísimo de menos... Casi tanto como a su madre. Se preguntaba a menudo si ellos sabrían lo de sus poderes, sus hermanos... Quizás sí, y tal vez por ello era por lo que su padre insistía en que no dejase a nadie ver sus debilidades y en no querer a nadie. Quizás él sabía que a las únicas personas que ella no podría evitar querer serían a aquellas a las que quiso en otras vidas.
Apartó su mano del bolsillo y la llevó hasta el pomo de la puerta, lo hizo girar y entró.
Todo estaba en silencio, era normal, a las nueve de la mañana Eustace esta aun haciendo el vago y para que sus tíos despertasen, aún faltaba alrededor de media hora.
Dejó sus cosas al lado de la puerta, cansada, y sonrió con malicia cuando la idea de despertar abruptamente a Eustace se coló en su mente. Seguro que el muy tonto se caía de la cama sobresaltado.
Se quitó los guantes de cuero negro y la bufanda y, después de dejar a una sonrisa apoderarse de su cara, subió las escaleras hasta la habitación de su primo.
Giró el pomo de la puerta y una lechuza blanca se lanzó al vuelo contra ella. Casi se podría decir que en los ojos del animal se veía una alerta desesperada, como si algo dentro de aquel animalillo pidiese socorro a gritos.
Victoria intento recordar mentalmente el nombre de aquel plumífero blanco.
-¡Scribbler!-susurró intentando calmar la lechuza blanca y, cuando ésta dejo de aletear, abatida, presenció el por qué de que el animal estuviese tan alterado.
Rodó los ojos diciéndose a sí misma que su primo era tan vago que se quedaba dormido en todas partes. De seguro que, a media noche, mientras daba alguna vuelta en sueños, cayo de la cama y quedó en el suelo en esa posición tan extraña.
Siguió con la mirada la dirección en la que se extendía la mano del chico y vio un sobre blanco sobre la cama perfectamente hecha.
Se acercó con curiosidad, aquello descartaba el hecho de que Eustace hubiese caído de bruces al suelo estando dormido.
Cogió el sobre blanco entre sus manos, frunciendo el ceño.
"Alice"
Torció la boca en un gesto de desagrado y volvió a dejar la carta donde se encontraba, una voz en su interior la hizo sobresaltarse.
"Conozco esa letra…”
El tono de Marie era melancólico, y por la manera de pronunciar cada palabra, como si le resultase doloroso... Como quien arrastra los pies descalzos por el suelo en un día de invierno... Victoria supo que detrás de aquella declaración había una larga historia que su antecesora consideraba necesaria contar, pero en un momento adecuado.
Regreso la carta sobre la cama del chico y, entonces, cayó en cuenta de que seguía tan inmóvil como antes.
-¿Eustace...?
Tragó saliva y se arrodilló delante de su primo. Fue entonces cuando diviso con perfecta claridad el estado del francés. Tenía magulladuras, cortes, moratones y cardenales por todo el cuerpo, y en el rostro tenía el ojo derecho de un color violáceo perfectamente confundible con negro.
-Eustace!
Escandalizada, cogió el rostro de su primo. Al ver que continuaba sin reaccionar, hizo girar con esfuerzo el cuerpo del muchacho para dejarle boca arriba y comenzó a darle pequeños golpecitos desesperados en el pecho y en las mejillas.
-Eustace, por dios, si esto es una broma te juro que te mataré!
El muchacho continuaba inerte hasta que, cuando Victoria ya había perdido la cuenta de los golpecitos que regalaba a la cara de su primo, éste comenzó a moverse tan levemente que al principio Vicky creyó que había sido producto de su imaginación.
Poco a poco el francés fue abriendo los ojos para visualizar los de su prima y, al hacerlo, con gran dolor, dio un respingo mientras un fuerte escalofrío recorría su espalda.
-¿Qué haces aquí?-preguntó el muchacho más sombrío y frío de lo que habría querido.
-¿Qué te ha pasado?
Victoria, horrorizada, se acercó a él y tocó con suavidad su ojo morado.
Eustace aparto la cara con agilidad felina.
-Nada de tu incumbencia.
La morena, sintiendo la sangre hervir por sus venas dirigió una mirada gélida a su primo.
-Muérete.
Victoria se levantó con ímpetu y señalando la carta que había sobre la cama del chico habló fríamente.
-No hagas esperar a la estúpida de Alice, no vaya a ser que se preocupe demasiado por ti.
Salió de la habitación enfadada consigo misma. Estúpido Eustace, ella se preocupa por él y el muy idiota dice que no es de su incumbencia... Idiota.
Eustace, en la soledad de su habitación suspiró, tratando de recordar qué había pasado la noche anterior.
El deslumbre de un rayo a media noche vino a su memoria. Una carta, agotamiento, Scribbler, su caída...
¿Se había desmayado? Sí, sin duda.
Levantó la mirada a la cama aún aturdido.
Alice, Alice le había contestado.
Suspiró mientras se pasaba las manos por la cara recordando el dolor tan profundo como los latidos de su corazón.
Lo siguiente que se coló en lo más profundo de su ser fue la desesperación, ¿qué hacía su prima ahí? ¿No se supone que se quedaría en casa de Emma?... De seguro que pensó que era mejor pasar las fiestas en esa casa, claro que ella no sabía el peligro que corría ahí dentro.
Un nuevo escalofrío nació en sus pies y murió en su cabeza, recorriéndole de abajo a arriba.
Tenía que hacer todo lo que estuviese en sus manos para que su prima se fuese de esa casa y, después de haberlo conseguido, debía irse él. Sólo quedaba una pregunta en su cabeza... ¿A dónde iría él?... Era una pregunta que segundos después, la carta sobre su cama contestaría.
…
-¡Buena broma, Axfer!-Gritó Jenny entrando al comedor- La próxima vez que quieras gastarme una broma diciéndome que tengo un admirador secreto y debo esperarle durante una hora y media, al menos no seas tan cruel de permitirme ir con tacones.
Malhumorada, la chica de cabello corto se dejó caer sobre la mesa de Slytherin mientras la otra dirigía una mirada asesina a un moreno de gafas que se encontraba al otro lado del comedor, sonrojado.
-¡Eh! ¿Me has oído?
-Sí, perdona… No era ninguna broma, Jenny, es solo que hubo un problema…
-¡Oh! Entonces sabes a qué me refiero, ¿No? Sabes que no apareció nadie durante una hora y media…
-Sí, ya te he dicho que hubo un problema…
-No, Calina, no hay problema alguno que no se solucione en una hora y media.
Calina suspiró. Sí que había uno: La timidez de Harry James Potter.
-Perdona, hablaré con él, ¿vale?
-No, da igual…
Jenny suspiró y levantó la mirada fugazmente para pasearla entre los pocos alumnos que quedaban en Hogwarts. A penas habían un par de chicos de Hufflepuff, unos cuantos Slytherins, un Ravenclaw y, para sorpresa de Jenniffer, ese año todos los Weasleys se habían quedado en Hogwarts acompañando a Potter y otras chicas que eran totalmente relevantes para ella.
-Pero él…-insistió Calina alerta.
-No, Calina… He estado pensando y…-Suspiró- Será mejor que deje de pensar en chicos por un tiempo, no vale de nada…
No valía de nada, era verdad, porque el único chico en quien siempre terminaban todos sus pensamientos, era un idiota que le había dejado de lado y no se había esforzado para recuperar su amistad… y, ahora, era obvio que no le interesaba aquello.
-Debes de estar de broma…-Comentó Calina claramente divertida- Nunca pensé que viviría lo suficiente para oírte decir eso.
La risa estruendosa de Calina rebotó contra las paredes del gran comedor provocando que todos los presentes clavasen la mirada en ella.
-No, lo digo en serio… Moriré virgen…-Aseguró Jenny provocando de nuevo la risa de Calina.
-¡Venga ya!
Al fin, Jenny rió.
-Está bien, quizás en un par de días se me pase y vuelva a pensar en chicos…
-O en un par de segundos…
Ambas sonrieron cómplices, extrañamente los ojos de calina brillaron con la seguridad de que aquella chica de ojos grises se impresionaría gratamente al descubrir la identidad de su admirador secreto.
Jenny se levantó de la mesa.
-¿Dónde vas?
-A dar un paseo… Nos vemos luego…
Sonrió levemente y salió del comedor dispuesta a caminar un poco, estaba segura de que esa paseo (como todos los demás) terminaría llevándola a la torre de astronomía.
24 de Diciembre.
Había tomado una decisión, debía de ahuyentarla de la manera que fuese.
-Esta no es tu casa, deberías marcharte de aquí.
La morena tragó saliva resistiendo.
-Pues quizás lo haga…
-Adelante, nadie te echara de menos, te recuerdo que tus padres ahora han muerto y ya nadie te necesita aquí.
Sintió su corazón romperse repentinamente… Había sido un golpe demasiado bajo hasta para él.
Eustace llevaba todo el día incordiándola, haciéndole sentir desgraciada… En el desayuno dejó en claro indirectamente de que nadie se fijaría en ella para entablar una relación amorosa, en el almuerzo le recordó lo diferente que era ella al resto de las chicas y, ahora, le echaba en cara que tras la muerte de sus padres nadie podría amarla… Sintió una lágrima helada recorrer su mejilla.
-Eres un idiota, Eustace…
Se dio la vuelta y corrió desapareciendo de la vista del francés.
-Lo sé... Pero es la única manera de protegerte…-Susurró para sí mismo.
Le ardía el corazón, se sentía sucio por hacer llorar a su prima… Aquello le dolía tanto o más que a ella pero sabía que dando en sus puntos débiles, en sus inseguridades, era la única manera de lograr que Victoria huyera de aquella casa y no volviese en un largo tiempo… Tenía que hacerla huir sin levantar sospechas en ella y si estaba herida no haría más preguntas.
El frío impactó contra su rostro y sus manos reconfortándola pero sin impedir que las lágrimas cayesen de sus ojos.
“Tus lágrimas son poder”
Las palabras rebotaban contra su cabeza sin que ella les hiciese demasiado caso, pues el recuerdo de la sonrisa de Bernette y Stephen era más fuerte.
Era la primera navidad que pasaba sin ellos y, a pesar de haberse prometido ser fuerte, el hecho de que su primo se hubiese vuelto contra ella de esa manera no le ayudaba en absoluto… Echaba de menos a sus hermanos, quería abrazar a Emma, ver la sonrisa de Sam, los ojos de Beth y que Eliox le dijese que todo iría bien.
Casi por instinto dirigió su mirada a un árbol del jardín, cuyas ramas, desoladas, no tenían más hojas que desprender. Se subió entre las secas ramas y, de entre uno de sus recovecos que conocía a la perfección cuando era apenas una niña, sacó una cajilla plateada que le hizo desprender aún más lágrimas.
Se sentó en una de las ramas más fuertes y colocó la cajita en su regazo.
“Victoria…”
La morena suspiró sin dejar de llorar.
-Sé que no te gusta que llore… Pero no soy tan fuerte como tú, Marie…
“No… Escucha, yo… Yo también he llorado…”
-Entonces entiéndeme…
La voz en su cabeza calló y Victoria casi pudo sentir cómo Marie asentía y retrocedía un par de pasos.
Cerró los ojos unos segundos y con la punta de los dedos apartó la capa de polvo y telarañas que cubría la cajilla. Una vez hecho eso la abrió delicadamente.
Lo primero que divisó fue una foto de una niña de unos 6 años sonriente con sus padres. La niña en la foto reía mientras su madre se agachaba para cogerla en brazos y su padre las observaba de reojo sonriendo enternecido. Amaba sin duda a su mujer y a su hija, y por ello mismo sería fuerte, fuerte por ellas, por todo lo que sufrirían futuramente.
Las lágrimas frías cayeron sobre la foto, que estaba protegida por un hechizo que la hacía irrompible e imposible de ser dañada por ningún motivo.
Bajo la foto había una cinta para el cabello que su madre solía usar. Era de color negro. Cerró los ojos empapados recordando que su madre lo había buscado durante días y ella, como buena niña que acaba de cometer una travesura, se limitaba a reír cuando Bernette no la miraba.
Entre el lazo y un Pin en forma de serpiente había una horquilla. Su madre se la había regalado cuando era muy pequeña. Tenía un diamante que brillaba con una fuerza sobrenatural y que, a pesar de que puesta en su cabello se veía hermosa, nunca la usó.
El pin de serpiente se lo había obsequiado su padre en su primer día de vacaciones después de su primer año en Hogwarts. Estaba tan orgulloso de que ella fuese una Slytherin… Aunque estaba casi segura de que él habría estado igual de orgulloso si ella hubiese sido una Hufflepuff, una Ravenclaw o incluso una Gryffindor.
Le costaba imaginarse a Stephen Slightouth enfadado con ella por algo que no fuese querer a alguien, llorar, o ser débil.
Lo siguiente que levantó en sus manos fue un pequeño frasquito. Su madre le dijo, cuando se lo dio, que aquel frasquito contenía su amor… Cuando Vicky, de 5 años, frunció el ceño y preguntó por qué era tan pequeño, su madre se limitó a reír y a contestar que las cosas más hermosas no se rigen por el tamaño sino por la intensidad.
Lloraba ya desconsoladamente.
Cerró con delicadeza la cajilla dejándola en el lugar en el que la había escondido años atrás y bajó del árbol. Necesitaba irse de aquel lugar… Tenía que huir, y sabía a dónde la llevaba su corazón en aquel momento.
Corrió hasta su habitación y, desesperadamente y casi cegada por las lágrimas, cogió a Filliph en sus brazos al mismo tiempo que saboreaba el sabor a limón y cerraba los ojos con fuerza. El gato maulló repentinamente asombrado y, mientras las lágrimas recorrían su rostro aún, abrió los ojos.
La habitación de Theo estaba totalmente vacía…
Victoria salió de ahí y se dirigió a la suya propia. Aún estaba toda la ropa que había dejado, ya que había considerado que en casa de sus tíos tenía el resto de su ropa y que con eso le bastaría. Soltó a su gato negro y se acurrucó en su cama.
Fuera comenzó a llover. Entonces Vicky se lamentó de no haber traído consigo los regalos que sus amigos le habían enviado. Aún no los había abierto y se maldijo por no pensar mejor las cosas antes de actuar. Miró a Filliph, cuyos ojos chisporroteaban como si sonriese internamente, estaba de vuelta en casa, estaba feliz.
Victoria por su parte, se puso de pie torpemente y caminó por los pasillos hasta la salida de la sala común, sumida en sus pensamientos.
Sonrió levemente sin dejar de llorar recordando los regalos que había enviado a sus amigos. Sabía que a Sam le encantaría aquel anillo mágico que le permitía escuchar con claridad lo que pensaban las personas con quien hablase el portador.
El espejo mágico que había regalado a Beth lo había conseguido en una tienda de antigüedades… Cuando alguien lo cogía entre sus manos y pronunciaba el nombre de alguien, el espejo le permitía ver con claridad a esa persona en ese momento.
Para Iox usó un hechizo que Marie le había enseñado. Según la ojiazul, si el hechizo estaba bien hecho, las noches de luna llena, Eliox podría ver y escuchar con perfecta claridad personas de otro mundo… Victoria no creía que aquello fuese posible del todo, pero Marie insistió en que aquel hechizo lo había creado con la ayuda de Ryan y que aquel hechizo les había permitido hablar con sus propios antepasados cuando les fue necesario.
El regalo de Emma era una piedrecilla muy particular… Cuando salía de la tienda de antigüedades, una mujer se la enseñó y le aseguró que era una gema escasa en el mundo. Cuando al portador de aquella piedrecita le deparaba mala suerte, la piedra se volvía negra como el azabache… Si por el contrario una época de luz, felicidad y buena suerte, le esperaba al portador… La piedrecilla se iluminaba más que el mismísimo sol.
Caminó por los pasillos sollozando hasta llegar ante la puerta de la sala común que buscaba. Cuando debía contestar el acertijo enmudeció de repente… No conseguía recordarlo… Había escuchado a Emma y a Beth decirlo, pero no lo recordaba… Maldijo su mala memoria y, mientras suspiraba se dio la vuelta y se encontró a un chico sonriente que, al ver su rostro empapado de lágrimas borró su sonrisa.
-¿Vicky?
La chica, sin decir más, como otras tantas veces, abrazó con fuerza a Eliox.
…
Entró en la habitación de Vicky esperando encontrarla pero no se encontraba ahí, ni tampoco su gato… Eso dejó claro que su prima se había ido. Respiró profundamente; al menos ella estaría ya a salvo.
Apostaría todo su dinero a que había ido a Hogwarts. El hecho de que se hubiese dejado toda su ropa le impulsaba a pensarlo.
Se preguntó internamente cuánto tiempo estaría fuera; esperaba que muchísimo.
Salió de la habitación, se dirigió al comedor y, ante la atenta mirada de sus padres, se sentó en una silla.
-¿Ya has llamado a tu prima para que venga a desayunar?
Eustace subió la mirada, sombrío.
-Se ha ido.
Pimpinella le dirigió una mirada alarmada y Dominique tensó todos y cada uno de los músculos de su cuerpo.
-¿Qué?
-Que se ha ido.
-¿Cómo que se ha ido? ¿A dónde se ha ido? ¿Por qué?
Pimpinella parecía más enfadada que sorprendida.
-A quién le importa…
-¿A quién le importa…? ¿Ya está? ¿Eso es todo lo que tienes que decir? A nosotros nos importa.
-Pues se siente.
Dominique suspiró controlándose para no gritar.
-Hay algo que quiero darte.
Se quitó un anillo de su dedo y se lo enseñó a Eustace.
-Tiene un significado muy importante, te explicaré cual es cuando llegue el momento, pero hasta entonces deberás llevarlo puesto.
El francés, sorprendido porque su padre cambiase de tema, cogió el anillo y lo observó unos segundos. Tenía una piedra negra y una “M”. No le daba buena espina, pero si con ello conseguía que sus padres dejasen de pensar en Vicky por un momento, el resto le daba igual.
Mientras tragaba saliva y el reloj marcaba las doce de la noche, Eustace colocó el anillo en su dedo ante la amplia sonrisa de su padre.
-Perfecto…
-¿Pero qué pasa con tu prima?
Eustace sacudió la cabeza apartando la mirada sin contestar.
-¿Piensas dejar que no diga nada?
Dominique miró a su hijo.
-¿Dónde está?
-Ya os he dicho que no lo sé.
Pimpinella, frustrada dirigió una mirada exigente a Dominique, cuya satisfacción porque Eustace usase el anillo, había desaparecido.
-¿A dónde ha ido, Eustace?
-No-lo-sé.
Su padre se puso de pié y dio un golpe a la mesa con el puño cerrado.
-Creo que no has aprendido la lección.
A Eustace le recorrió un nuevo escalofrío y apartó la mirada.
-Yo creo que sí.
-Pues entonces dinos dónde está tu prima.
-Si lo supiera…
-Pero claro que lo sabes-Insistió ahora Poppy-¿Nos tomas por tontos?
-Vas a decirnos dónde está por las buenas, o por las malas…
Eustace cerró los ojos unos segundos mientras soltaba un largo suspiro seguro de que aquella conversación acabaría con él en el suelo ensangrentado una vez más.
…
Miró por la ventana sintiéndose reconfortada, respiró profundamente y vio cómo uno a uno los copos de nieve iban cayendo al suelo.
-¿Te sientes mejor?
Sonrió levemente y miró a Iox.
-Sí…
El chico asintió sonriente.
-Sé que debes de echarles mucho de menos.
Victoria asintió y suspiró.
-Iox, ya leí el libro…
Eliox sacudió lentamente la cabeza y luego miró a Victoria con curiosidad.
-Y… ¿Qué decía?
-Explicaba leyendas sobre el agua y hablaba sobre la noche de solsticio de invierno… Decía que a partir del 23 de Diciembre era cuando mi control sobre el agua aumentaba… Me hacía más fuerte y que esa fortaleza duraría hasta fin de año…
El chico entornó los ojos, pensativo.
-¿Y tú que sientes?
Victoria dejó escapar una risa leve.
-Siento que si fuese fuerte no lloraría ni huiría del estúpido de Eustace y mis tíos…
Eliox rió fuertemente y la morena lo miró sin comprender a qué se debía su risa. Él, al notarlo, sonrió para explicarse.
-Creo que te presionas demasiado, Vicky… Yo sé que eres fuerte… Es normal que te duela la ausencia de tus padres… Eso no te hace más débil.
Eliox sonrió ampliamente mientras Vicky lo hacía más levemente.
-Gracias…
Suspiró y, al cabo de un rato, volvió a levantar la mirada como si acabase de recordar algo.
-Iox, habrá un baile…
-¿Un baile?
-Sí…-Victoria miró a su alrededor algo preocupada y se sentó en la cama de su hermano- Ayer, por la noche, mis tíos recibieron una carta y nos dijeron a Eustace y a mí que era una invitación… Al parecer los Malfoys quieren organizar un baile el día de fin de año, y han invitado a casi todo el mundo…
Eliox frunció el ceño.
-¿Y qué tiene eso que te preocupa?
La chica de ojos negros miró a su alrededor y luego posó sus ojos en el chico y susurró.
-Me preocupa el por qué han decidido hacer aquello… Eliox, Cursell y Parkinson son cazadores… y ellos estarán ahí… Y a saber cuántos cazadores más irán…
El chico asintió lentamente comprendiendo.
-Pues entonces así sabremos a cuántos de ellos nos enfrentamos.
-¿Qué?
Eliox sonrió seguro de sí mismo.
-Que si vamos a esa fiesta, los cinco, sabremos cuántos cazadores hay ahora…
-Y también nos arriesgaremos a que nos maten…
-No nos matarán, no ahora… ¿Olvidas lo que le ocurrió a Emma en el lago?
-¡Emma casi muere en ese lago!
Victoria se puso de pié y Marie gritaba en su cabeza las palabras que salían de su boca, al mismo tiempo que Ryan decía las que Eliox pronunciaba.
-Ella ahora está bien, si hubiesen querido matarla no la habrían lanzado al lago, habrían usado otro tipo de hechizo…
“¡Rose casi muere, Ryan!”
-¡Rose casi muere, Ryan!
-Pero no lo hizo, y no lo hizo porque Scarlett no lo quiso así.
-Ella habría estado dispuesta a matar a Rose…
-Pero no lo hizo.
Suspiros por parte de Victoria y Marie.
-Y ¿Cómo sabes que lo que intentan hacer no es reunirnos a todos para matarnos juntos?
-Juntos somos poderosos, Marie… Y más ahora que es el solsticio…
-Yo soy fuerte en el solsticio, pero sabes tan bien como yo que Rose no tiene el cien por cien del control de sus poderes.
-Pero aún así, juntos somos más poderosos… Por eso…
Eliox calló de repente, al igual que Ryan en su cabeza y Marie en la de Victoria… De repente todas las palabras que habían estado diciendo hasta ahora ya no tenían sentido. Victoria y Eliox se miraron directamente a los ojos y, sin que nadie hablase en su cabeza, Victoria terminó en un susurro la frase de Ryan.
-Por eso la vez pasada tuvieron que matarnos por separado…
Ambos tragaron saliva y, dentro de su cabeza, los hermanos también lo hicieron.
-Esa fiesta es la oportunidad de saber a qué nos enfrentamos…
-Entonces tendrás que venir con nosotras… Estoy segura de que Emma, Beth y Sam han sido invitadas…
-No pensaba dejaros solas en algo como esto…
-Solo hay algo más que debes saber…
-¿Qué?
Victoria levantó la mirada y sonrió.
-Es una fiesta de máscaras.
25 de Diciembre.
Su ojo volvía a tener el color violáceo de hacía dos días… Su piel volvía a estar magullada y sus heridas estaban abiertas de nuevo.
Suspiró deseando que el dolor sanase.
Scribbler, que hasta ahora le había estado guiando hasta aquella casa, se posó en su hombro, haciendo que sus heridas escocieran. Tragó saliva y cerró los ojos aguantando el dolor y, tras una respiración profunda, los abrió de nuevo.
Se preguntó entonces si no debió haber avisado antes a Alice que iba a ir a su casa ese día…
Tragó saliva mirando la imponente puerta de aquella casa.
Abrochó su abrigo hasta el cuello y se puso sus guantes tratando de tapar lo más posible sus heridas, aunque en su rostro quedaban visibles otras cuantas heridas y su ojo morado.
Tocó la puerta sintiéndose cada vez más débil. Escuchó pasos al otro lado de la puerta y sonrió débilmente al escuchar la voz de la castaña anunciando que enseguida abriría. Sintió el dolor expandiéndose de sus labios por todo su cuerpo, insoportablemente.
Metió su mano en su abrigo y sacó de él una cajita dorada. Dentro de aquella cajita había una pulsera color plata, con un pequeño colgante de la torre Eiffel tan delicado como profundo era el dolor que le producían las heridas de su cuerpo. Se preguntaba si a la castaña le gustaría aquel regalo de navidad… Nunca fue especialmente bueno haciendo regalos, pues nunca había hecho un regalo a nadie. Sin embargo, aquel brazalete tenía una intención oculta, y era la de recordarle a Alice la vez que él le insinuó que debería de ir a Francia con él, pues ahí no importaba de qué casa fuese nadie, solo si como persona te agradaba o no.
Rió para sus adentros recordando la cara de Alice cuando él le hablaba en francés, y más aún cuando se imaginó a la chica en Francia, rodeada de gente que le hablaba y a la que no entendía. Se la imaginaba gritando a todos que la dejasen en paz, que no les entendía… La imagen de sus propios amigos de Beauxbatons mirando a aquella londinense extrañados a la par de atraídos vino a su imaginación. Nadie podría entender a Alice en Francia, pero a todos les resultaría gracioso ver a aquella chica sin entender nada de lo que diga.
Él no era la clase de chicos que hacía regalo a una chica a la que prácticamente apenas conocía… No solía ser normal en él que el simple hecho de pensar en la sonrisa de alguien sanase su dolor físico y mental… Sin embargo, la sonrisa de Alice lo hacía, y era a ella a quien ahora le llevaba un regalo. No sabía por qué sentía aquello… Esas ganas de estar con ella de saber sobre ella… Pero tampoco se había partido la cabeza pensando en ello. Tenía cosas más cruciales en las qué pensar, como en proteger a su prima y no permitir que sus padres hagan daño a nadie.
No había querido preocupar a Alice con sus problemas porque sabía que ella ya tendría suficientes problemas con sus padres como para que encima él le contase todo lo que le incordiaban los suyos… Aunque sabía que cuando Alice le viese en ese estado haría muchas preguntas.
Una excusa… Le diría que se peleó con alguien por alguna cosa sin importancia, no iba a preocuparla más de lo debido.
Desvió su mirada al anillo que ahora estaba en su mano, seguía sin gustarle demasiado, pero no había conseguido quitárselo. De alguna manera, cuando se lo puso, el anillo se encajó en su mano impidiendo que pudiese quitárselo.
Tampoco le importaba demasiado, dudaba que el significado de aquel anillo fuese algo relevante.
Suspiró y levantó la mirada decidido. Había hecho lo correcto alejando a su prima de casa… A pesar de sentirse mal por haberla hecho llorar, prefería ver sus lágrimas porque él le dijese cosas como aquella a verlas porque su madre o su padre le hacían daño.
La puerta se abrió y Eustace miró los ojos de Alice, que se debatían entre la confusión y la sorpresa.
-Hola…-Alcanzó a decir- Sé que debí haber avisado antes de venir pero… Quería darte esto en persona.
Sonrió a pesar del dolor que aquello le provocaba en todo el cuerpo y levantó la cajilla dorada hacia la castaña que enseguida fijó su mirada en su rostro lleno de heridas.
-Feliz navidad, Alice.
Una nueva sonrisa que le rompió el alma en mil pedazos.
…
Abrió los ojos lentamente y pestañeó varias veces para enfocar los ojos. Se incorporó sintiéndose reconfortada. ¿Se había quedado dormida en la sala común de Ravenclaw?... Sí, ahora lo recordaba. Miró en dirección a la cama de Eliox y se encontró con que estaba vacía y perfectamente hecha… Típico en él; despertarse pronto.
De repente, Victoria recordó qué día era y que, aunque ella no se hubiese esperado en casa lo suficiente para abrir sus regalos… Los de Iox estarían abajo listo para ser abiertos.
La morena, entusiasmada ante la idea de ver la reacción de su hermano ante su regalo… Saltó de la cama emocionada y bajó las escaleras a toda prisa.
Encontró a su amigo sentado frente al gran árbol de navidad de la sala común.
-No abras ninguno sin mí.
Iox se rió ante la risita de Vicky y sonrió ampliamente.
-Aún no he comenzado…
-¡Pues entonces espérame!
La morena se sentó en el sofá delante de él y esperó ansiosa a que comenzase a abrir sus regalos.
-Ya puedes comenzar.
El chico sonrió y comenzó a abrir delicadamente sus regalos, sin rasgar demasiado los envoltorios.
Victoria puso los ojos en blanco. No entendía a las personas que hacían esas cosas, ¿Cómo podían ser tan pacientes?
La memoria de la chica voló hasta unos recuerdos que no le pertenecían. Los recuerdos de una navidad en las que una chica de ojos azules y su hermano menos habían sido los primeros en despertar. En la que la morena regañaba a su hermano por tardar tanto en abrir los regalos mientras él se limitaba a reír y a tardar más por el placer de desesperar a su hermana.
Marie dijo para sus adentros que aquel chico nunca cambiaría… ni en un año, ni en mil. Ni en una vida, ni en las mil siguientes.
Vicky dejó escapar una sonrisa. Desde que estaba con Eliox no había llovido fuertemente, ni la nieve caía como si desease hundir toda la ciudad bajo ella. Muy por el contrario, la nieve caía plácidamente… Calmada. Como un susurro blanco deseoso por tomarse su tiempo antes de tocar el suelo.
-Aquel es el mío-Informó Vicky sonriente.
Eliox la miró igual.
-No tendrías que haberme regalado nada.
-Ya… pero sé que éste regalo te gustará… A ti y a Ryan.
La sonrisa de Victoria le confundió… ¿A él y a Ryan? ¿Qué podía haber detrás de aquel envoltorio que pudiese gustarle a ambos?
-Ábrelo, ya verás cómo te gusta.
Sonrió ansiosa mientras Eliox cogía el regalo y, antes de abrirlo le dirigió una mirada.
-¿No deberíamos avisar a Emma, Sam y Beth de que ya has leído el libro?
-Emma lo sabe-Declaró Vicky-Lo leí estando en su casa…
El chico levantó las cejas divertido, así que había estado con Emma.
-Había olvidado contártelo…-Rió y apartó la mirada- Lo dices por la cueva ¿No?
Iox asintió mientras ella suspiraba.
-Supongo que sí, tendremos que avisarles y… decirles que debemos reunirnos para abrir la puerta de la cueva… Además, así podremos saber si a ellas las invitaron al baile y… Hablar con ellas del tema.
Ambos se miraron, Vicky preocupada, Eliox emocionado ante la perspectiva de tener por delante dos nuevas aventuras.
…
Metió sus manos en los bolsillos de sus vaqueros mientras andaba. Ella era una sangre pura, pero su madre tenía amigas Muggles, amigas a las que Jenny había visto tantas veces vestirse de maneras tan extrañas que acabó amando aquella manera de vestir, tanto que era como vestía ahora cuando no tenía que usar el uniforme del colegio.
Estaba segura que las notas de su curso no iban a ser muy buenas, pero tampoco le importaba demasiado… Sus padres solían decirle que su vida estaba resuelta, no tendría de qué preocuparse.
Hogwarts estaba cada día más aburrida, sin Malfoy, Zabini o Nott, no tenía a nadie con quien hablar… Calina solía estar con sus amigos de Gryffindor y, aunque había visto el gato de Victoria en la habitación, no la había visto a ella. De manera que Jennifer comenzaba a sentir que haberse quedado en Hogwarts había sido un gran error.
Llegó a la biblioteca y cogió el primer libro que encontró, leyó el título y volvió a dejarlo en el mismo lugar. Repasó con el dedo el lomo de todos los libros de esa fila de la estantería y cogió el último en sus manos sin saber realmente qué hacía.
-Feliz navidad, Jennifer Thompson.
La chica de cabello negro se giró súbitamente y se encontró con la sonrisa de aquel chico que la hizo sonrojarse inmediatamente.
-Feliz navidad…
26 de Diciembre.
-Ya he escrito las tres cartas-Vicky levantó la mirada hasta Iox-Una a Emma, otra a Sam y una más a Beth… Les he contado que estoy aquí y que mañana iré a la casa de mis tíos, que debemos encontrarnos en algún lugar para poder venir hasta aquí… Y le he dicho a Emma que coja más caramelos a Theo… así podremos llegar rápidamente…
-Bien… Entonces ¿mañana será cuando vayamos a la cueva?
Victoria asintió segura. Mañana sería también cuando debería enfrentarse a sus tíos y a Eustace… Debía ir a casa, coger el libro y luego avisar a sus tíos de que tendría que irse… No estaba segura de por qué, pero cada vez que pensaba en ello un escalofrío le recorría la espalda entera… Tenía un mal presentimiento pero era imposible para ella descubrir por qué.
27 de Diciembre.
-Gracias por dejarme tu escoba, Eliox.
Le sonrió y miró la escoba, el chico asintió seguro.
-¿Segura que no quieres que te acompañe?
-Sí… Tengo que enfrentarme a Eustace por mí misma…-Viró los ojos y rió- Prometo que esta vez no vendré llorando.
Eliox rió levemente y asintió.
-Está bien, ten cuidado…
Victoria asintió y se subió a la escoba.
-Cuida bien de Filliph mientras no esté…
-Solo te irás unas horas…
El chico rió y Victoria lo imitó.
-Lo sé, pero igual cuida de él…
-Tú cuida de mi escoba.
-Lo haré, tranquilo.
Dedicó una sonrisa al chico de ojos desiguales y desapareció en el aire.
La sensación de volar era agradable… Estaba segura de que a Beth le encantaría estar ahí, la manera en que el aire rozaba contra su cara… Lo pequeña y lejana que parecía la tierra firme por debajo de los pies…
Sonrió para sus adentros, ya no nevaba… Hacía frío, sí, y la nieve continuaba en el suelo cubriéndolo de blanco, pero no caía de las nubes. Estaba segura de que el efecto que tenía Eliox sobre ella y sobre Emma, Sam y Beth era el mismo, las calmaba con un simple abrazo. Se preguntó si él sería consciente de lo mucho que regulaba los poderes de aquellas cuatro chicas.
“Claro que lo sabe, Ryan disfrutaba frustrando nuestros intentos de no permitir que controlase nuestros poderes…”
Marie rió dentro de su cabeza provocando en Victoria una pequeña sonrisa.
La casa de sus tíos parecía cada vez más cercana y, cuando quiso darse cuenta, ya estaba frente a la puerta. La abrió con decisión y se extrañó de no escuchar ningún ruido dentro de casa. Todo parecía estar solitario.
Miró alrededor del salón y luego miró la hora. En una hora debía de estar en casa de Emma, así lo habían acordado. Ella tendría los caramelos y las cuatro irían a Hogwarts y, junto con Eliox, abrirían la cueva…
Deseaba con ansias ver a Sam y a Beth… Las echaba de menos.
Subió las escaleras sin percatarse de que, de entre las sombras, una figura la seguía con la mirada, con una sonrisa maliciosa.
Entró a su habitación y buscó entre sus cosas el libro… Una vez lo encontró sonrió al ver a los pies de su cama sus regalos de navidad. Los cogió también y los metió en una mochila al mismo tiempo que guardaba en ella el libro. Al girarse se encontró con un cuerpo robusto que la miraba seriamente.
-Mirad quién ha decidido aparecer…
-Tío, perdona por haberme ido así es que…
Vicky bajó la mirada, no tenía excusa.
-¿Piensas irte de nuevo?
La morena frunció el ceño tras dirigir una mirada rápida a la mochila.
-Sí… Iré a casa de una amiga, me invitó ayer…
Dominique tensó los músculos y negó con la cabeza.
-No puedes irte.
-¿Qué?
“Algo no anda bien, Vicky”
La morena negó con la cabeza y dio un paso atrás sin saber muy bien por qué.
-Ha dicho que no puedes irte…
Poppy entró por la puerta sonriendo cínicamente.
-Hemos sido muy pacientes contigo, Victoria…
-¿Pacientes?
La chica sacudió la cabeza sin comprender nada.
-Hay algo que deberías saber, Victoria…
De su bolsillo, Poppy sacó una varita.
-¿Desde cuándo los Muggles tienen varitas?
“No es Muggle, Victoria, huye”
-Desde que se puede limpiar la sangre…
-¿Limpiar la sangre?
Un nuevo escalofrío recorrió ferozmente el cuerpo de Victoria, intentó correr pero sus pies no le respondían. La sonrisa de Pimpinella y Dominique se hacía cada vez más cínica y dentro de su cabeza, una voz gritaba pidiendo ayuda y advirtiendo a sus hermanos que algo andaba mal.
-Tendrás que entender, Victoria, que no fue algo personal… Solo necesitábamos la sangre de Stephen… y que Bernette se hiciese la valiente e intentase protegerlo no fue de mucha ayuda…
-¿Qué?
-Pero no fue suficiente… necesitamos ahora la sangre de alguien puro… Para hacer el efecto definitivo, duradero… Eterno.
La cabeza de Vicky comenzó a ir a toda velocidad, tratando de buscar el sentido a todas aquellas palabras…
-Pero aún no podemos hacer nada… Porque lo que no sabíamos era que la sangre de esa persona lleva en sí un poder superior al que esperábamos… un poder antiguo…
“El poder del agua, Victoria… Quieren intentar matarte… Ya recuerdo por qué no confiaba en ellos, les conocí, fueron ellos quienes intentaron matarme por primera vez”
-Vosotros…
-Nosotros matamos a tus padres, Victoria… Y ahora que no hay nadie que pueda protegerte… te llevaremos ante los cazadores… y ellos te matarán a ti… Usaremos tu sangre para limpiar la de Poppy y, entonces, ella será una maga… Y además, tendrá el poder de controlar el agua…
La morena negó con la cabeza, dio un paso hacia atrás y levantó su varita contra sus tíos… Mientras tanto, en su cabeza, escuchaba a Marie gritar ayuda a sus hermanos.
-¡Expeliermus!
La varita de Victoria salió volando por los aires.
Todo ese tiempo habían sido sus tíos… Habían matado a sus padres con la intención de limpiarse la sangre, de obtener poder…
Su padre había muerto traicionado por su propio hermano… Sus tíos sabían quién era ella, eran cazadores… ¿Cuántos cazadores más habría en su entorno sin que ella lo supiese?
El miedo se apoderó de su cuerpo haciéndola temblar bruscamente.
-¿Cómo pudisteis?... Eran vuestra familia… Yo también lo soy…
El asco recorría el cuerpo de Vicky a la par que el miedo.
La risa cruda de Pimpinella resonó en la habitación dejando claro que le importaba más el poder que los vínculos familiares, levantó la varita y apuntó a la chica de ojos negros.
“Vicky, No dejes que te hagan daño, sabes lo que debes hacer, por Merlín, ¡hazlo!”
Victoria cerró los ojos con fuerza esperando a que en cualquier momento el hechizo de su tía rebotase contra su cuerpo. No era capaz de hablar ni de pensar con claridad… Su cabeza aún daba vueltas preguntándose si era ahí donde acabaría todo.
Bien, he ahí mi capítulo... :| No estoy en absoluto conforme con él pero... bueno...
Hay varias cosas que debo explicaros... La primera es que como siempre, si hay algo mal por favor avisadme... La mayor parte del capítulo la escribí sobre la nada puesto que no sé si vosotros teníais algo pensado con vuestros personajes y si lo que he escrito influya algo en ello...
Sobre Jenny no escribí mucho puesto que me centré el Eustace y Vicky...
Sobre Eustace... Hay tantísimas cosas que tengo que explicaros... pero tengo que hacerlo con la ayuda de Debbie, ya que en realidad tenemos mucho que explicaros las dos... empezando por la relación entre Marie y Dawn y acabando por la relación entre Eustace y Alice... Aunque Debbie y yo estamos casi seguras de que vosotros ya os imagináis por dónde van los tiros... jajaja
Bueno, una vez más perdonadme por haber tardado tanto y, bueno... sé que la espera quizás no haya merecido la pena porque quizás el capitulo no os guste del todo pero... bueno... Entre exámenes, deberes, y trabajos... tengo la cabeza frita... :(
El siguiente turno es de Yass y me muero por leer su capítulo así que... espero con ansias (?) jajaja
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
Nella! Sin duda esperaba que tu cap fuera mas corto! xD
Esta bien, ¡a mi me ha encantado! Sin duda me gusto mucho.
La parte de la pelea entre Vicky y Eustace! No me lo esperaba, me encanta la forma en que Eustace tiene que actuar como un idiota para poner a salvo a su prima... lastima que sus intentos son frustrados.
Poppy y Dominique! Que malos, como se atrevan a hacerle algo a Vicky, ¡se las veran con la furia de Eliox Fretiur! ... porque yo no me meteria en eso xD
Los celos de Vicky Hacia Alice! dkhfbajbgfjhbjv
Vicky y Eliox! Sin duda la parte de los regalos me encanto.
Las partes de Jenny! Me gustaria saber mas de Jenny, ¿que va a pasar con Harry?
Tengo que seguir leyendo para enterarme, ¿no? xD
En fin, me encanto ¡TODO!
Y si, sigo yo, y me parece que para hoy mismo podriamos tener cap de Yass, ¿por que no? :P
Esta bien, ¡a mi me ha encantado! Sin duda me gusto mucho.
La parte de la pelea entre Vicky y Eustace! No me lo esperaba, me encanta la forma en que Eustace tiene que actuar como un idiota para poner a salvo a su prima... lastima que sus intentos son frustrados.
Poppy y Dominique! Que malos, como se atrevan a hacerle algo a Vicky, ¡se las veran con la furia de Eliox Fretiur! ... porque yo no me meteria en eso xD
Los celos de Vicky Hacia Alice! dkhfbajbgfjhbjv
Vicky y Eliox! Sin duda la parte de los regalos me encanto.
Las partes de Jenny! Me gustaria saber mas de Jenny, ¿que va a pasar con Harry?
Tengo que seguir leyendo para enterarme, ¿no? xD
En fin, me encanto ¡TODO!
Y si, sigo yo, y me parece que para hoy mismo podriamos tener cap de Yass, ¿por que no? :P
YassGenao
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
dskjfbasdk Yass!! me alegra muchísimo de que te gustase! :3 Y bueno... yo en principio no tenía nada pero tenía las ideas en mi cabeza, no estaba todo lo inspirada que me habría gustado, por eso en cuanto a redacción admito que dejé mucho que desear...YassGenao escribió:Nella! Sin duda esperaba que tu cap fuera mas corto! xD
Esta bien, ¡a mi me ha encantado! Sin duda me gusto mucho.
La parte de la pelea entre Vicky y Eustace! No me lo esperaba, me encanta la forma en que Eustace tiene que actuar como un idiota para poner a salvo a su prima... lastima que sus intentos son frustrados.
Poppy y Dominique! Que malos, como se atrevan a hacerle algo a Vicky, ¡se las veran con la furia de Eliox Fretiur! ... porque yo no me meteria en eso xD
Los celos de Vicky Hacia Alice! dkhfbajbgfjhbjv
Vicky y Eliox! Sin duda la parte de los regalos me encanto.
Las partes de Jenny! Me gustaria saber mas de Jenny, ¿que va a pasar con Harry?
Tengo que seguir leyendo para enterarme, ¿no? xD
En fin, me encanto ¡TODO!
Y si, sigo yo, y me parece que para hoy mismo podriamos tener cap de Yass, ¿por que no? :P
Y sí! Eustace... supongo que de cierto modo él conoce a Vicky pero por otro lado no sabe muchas cosas sobre ella y son esas cosas las que hacen que se equivoque... él habría esperado que Vicky no volviese a casa pero no contaba con que Marie le daría ese apoyo para hacerla fuerte... Así que ese fue un error...
Jajajjaa Pobre Vicky, Yass... La dejarías morir (?) jajaja
sdkjfhadsk yo amé escribir esa parte porque aunque Ryan fuese menor que Marie siempre me la imaginé sintiéndolo como un hermano mayor, algo como que ella cuando estaba con él sabía que él podía hacerla sentir mejor, a todas... y era como que a través de Vicky regresar a ese tiempo... :)
Sí! JÁ!!! Creíste que no me vengaría? pues te equivocabas! eso va por todas las veces que me dices: "Tendrás que seguir leyendo, Nella" Pues ahora... Tendrás que seguir leyendo, hermano de otra madre! SOY MALVADA!! MUAHAHAHA (?) vale, no :|
sdkjafhkaasd De verdad que te encantó? yo estaba tan preocupada... y sigo estándolo porque sé que ultimamente mis capitulos van de mal en peor y eso me hace sentir fatal... Pero es que este curso en el instituto es el último año obligatorio y ya tengo que decidir qué carrera quiero seguir para saber qué dos años de bachillerato quiero hacer, además tengo que decidir si luego quiero hacer la universidad o qué quiero hacer con mi vida (?) jajaja aunque ya estoy segura de que quiero hacer el bachillerato de Humanidades y luego ir a la universidad a estudiar Periodismo o derecho...
Pero aún así tengo que subir mi media si quiero tener una nota alta que me ayude con la Selectividad...
Qué rápido se pasan los años... ayer gateaba y hoy he de decidir la carrera que quiero estudiar (?) jajaja
swajduhfqkjsaw Ya quiero leer ese capitulo! :3
Estoy segura de que lo amaré con mi alma entera! :D
Nella †
Re: When you start to believe... (nuestra novela colectiva sobre Harry Potter)
NellaSparksFly escribió:dskjfbasdk Yass!! me alegra muchísimo de que te gustase! :3 Y bueno... yo en principio no tenía nada pero tenía las ideas en mi cabeza, no estaba todo lo inspirada que me habría gustado, por eso en cuanto a redacción admito que dejé mucho que desear...YassGenao escribió:Nella! Sin duda esperaba que tu cap fuera mas corto! xD
Esta bien, ¡a mi me ha encantado! Sin duda me gusto mucho.
La parte de la pelea entre Vicky y Eustace! No me lo esperaba, me encanta la forma en que Eustace tiene que actuar como un idiota para poner a salvo a su prima... lastima que sus intentos son frustrados.
Poppy y Dominique! Que malos, como se atrevan a hacerle algo a Vicky, ¡se las veran con la furia de Eliox Fretiur! ... porque yo no me meteria en eso xD
Los celos de Vicky Hacia Alice! dkhfbajbgfjhbjv
Vicky y Eliox! Sin duda la parte de los regalos me encanto.
Las partes de Jenny! Me gustaria saber mas de Jenny, ¿que va a pasar con Harry?
Tengo que seguir leyendo para enterarme, ¿no? xD
En fin, me encanto ¡TODO!
Y si, sigo yo, y me parece que para hoy mismo podriamos tener cap de Yass, ¿por que no? :P
Y sí! Eustace... supongo que de cierto modo él conoce a Vicky pero por otro lado no sabe muchas cosas sobre ella y son esas cosas las que hacen que se equivoque... él habría esperado que Vicky no volviese a casa pero no contaba con que Marie le daría ese apoyo para hacerla fuerte... Así que ese fue un error...
Jajajjaa Pobre Vicky, Yass... La dejarías morir (?) jajaja
sdkjfhadsk yo amé escribir esa parte porque aunque Ryan fuese menor que Marie siempre me la imaginé sintiéndolo como un hermano mayor, algo como que ella cuando estaba con él sabía que él podía hacerla sentir mejor, a todas... y era como que a través de Vicky regresar a ese tiempo... :)
Sí! JÁ!!! Creíste que no me vengaría? pues te equivocabas! eso va por todas las veces que me dices: "Tendrás que seguir leyendo, Nella" Pues ahora... Tendrás que seguir leyendo, hermano de otra madre! SOY MALVADA!! MUAHAHAHA (?) vale, no :|
sdkjafhkaasd De verdad que te encantó? yo estaba tan preocupada... y sigo estándolo porque sé que ultimamente mis capitulos van de mal en peor y eso me hace sentir fatal... Pero es que este curso en el instituto es el último año obligatorio y ya tengo que decidir qué carrera quiero seguir para saber qué dos años de bachillerato quiero hacer, además tengo que decidir si luego quiero hacer la universidad o qué quiero hacer con mi vida (?) jajaja aunque ya estoy segura de que quiero hacer el bachillerato de Humanidades y luego ir a la universidad a estudiar Periodismo o derecho...
Pero aún así tengo que subir mi media si quiero tener una nota alta que me ayude con la Selectividad...
Qué rápido se pasan los años... ayer gateaba y hoy he de decidir la carrera que quiero estudiar (?) jajaja
swajduhfqkjsaw Ya quiero leer ese capitulo! :3
Estoy segura de que lo amaré con mi alma entera! :D
Nella, me parece que fuiste tu la primera que creo a Cursell, ¿no?
Si es asi, tienes pensado algo de la familia de el?
YassGenao
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