two | NLF

≠ Titulo: Nothing Last Forever.
≠ Autor: Colectiva.
≠ Adaptación: Ninguna, tiene referencia a una canción.
≠ Genero: general
≠ Advertencias: Lenguaje explicito, vulgar, escenas +18, uso de drogas, etc.
≠ Otras páginas: No.

capítulo 001 - jackson.

roseanne

Sonrisas falsas, vestidos elegantes e hipócritas queriendo tener una As bajo su manga que puedan usar a su manera. Mi padre pensaba que todos querían establecer relaciones con él por ser buen directivo policial pero lo único que querían era tener quien salvara sus traseros cuando estuvieran en problemas. Todos están a su alrededor como buitres esperando obtener un pedazo de él, sinceramente se ven tan patéticos queriendo obtener un poco de lo que sea que les da mi padre.
Camino nuevamente alrededor del recinto observando a todos socializar, mi madre se encuentra hablando con el señor Green, una mueca se forma en mis labios cuando la escucho elogiar a mi padre. Esa mujer realmente le encanta tener la atención centrada de todos en mi padre. Miro la escena con disgusto mientras tomo un sorbo de mi copa con alguna bebida demasiado costosa y extraña.

—Si continúas con tu mirada de desagrado todos podrían comenzar a juzgarte —una melodiosa voz interrumpió mis pensamientos.

Quite la vista de mi madre para colocarla en la persona que me hablaba, aquellos ojos marrones me miraban con diversión. Arabella podía ser un dolor de cabeza cuando se lo proponía, toma un sorbo de su bebida mientras se burla mentalmente de mí y a veces odiaba suponer que se burlaba de mí; con un rápido vistazo a su atuendo hago una nota mental para después preguntarle donde consiguió aquel hermoso vestido rojo, aunque la realidad es que ella podía lucir perfecta hasta en un saco de patatas.

—No sería de mi interés si me juzgan pero creo que mi padre posiblemente tendría un ataque al corazón —le restó importancia a su comentario mientras tomo otro sorbo de mi bebida.
—¡Oh, vamos! —engancha su brazo con el mío— Sabes que amo el drama que creas en tu mente, siempre creas historias conspirativas contra tu padre —con su copa señalo hacia donde se encontraba mi padre.

Su comentario provoca que una risa broté de mis labios, debo admitir que cuando teníamos 7 años solía contarle de algunas de mis teorías sobre mis padres, siempre pensaba que el trabajo de papá consistía en secuestrar al ratón de los dientes para así robarle el dinero que tenía que dejar bajo mi almohada o incluso llegue a pensar que robo los dulces que se encontraban en la despensa de mamá y después trato de incriminarme para salvarse de aquello aunque fuera yo quien comiera los dulces sin permiso. Me encantaba crear historias conspirativas desde que era pequeña y de cierta manera aún continuaba haciéndolo.

—Deberías evitar escuchar mis historias conspirativas, después tu padre pensara que soy yo quien hace que conspires contra él y te vuelvas una mujer demasiado difícil de controlar —termine mi bebida de un sorbo y arrastre conmigo a Bella por algo de comida.
Chillo de emoción cuando encontró un poco más de esa bebida extraña, me señalo con su copa mientras hablaba—Sabes que mi padre te adora y no es uno de esos buitres que anda tras de tu padre.
—Lo sé, —metí un canapé en mi boca antes de continuar— mi papá es el buitre que anda tras el tuyo.
— ¡Roseanne Alessandra Coleman Fiore!, ¿qué haremos contigo y los buitres?

Bella era la única persona —aparte de mi madre— que me llamaba por mi nombre completo cuando me reprendía, ella sabía que odiaba que mencionara mi nombre completo porque eso me hacía sentir en problemas. Además estaba acostumbrada a que solo me llamaran por mi primer nombre o apodos provenientes de el.
Cuando era más pequeña solía ocultar mis raíces italianas para que así los demás no hicieran preguntas sobre ello, aunque con el tiempo estuve más orgullosa de ser parte italiana y poder insultar a los demás en italiano.
Las horas pasaron un poco más rápido con la compañía de Bella, siempre podía criticar a las hijas de los demás por ser tan superficiales sin que sintieran pena por ellas. Cuando el reloj marco las 4 de la tarde el evento llego a su fin y todos regresamos por donde habíamos llegado.


Me encantaba cuando comíamos todos juntos, mi madre había preparado un pequeño aperitivo cuando llegamos a nuestra casa para así evitar tener el estómago lleno de alcohol. Mi padre hablaba sobre cosas que habían estado pasando en la ciudad, mencionaba algo sobre carreras clandestinas que habían dejado a más de dos personas muertas por la alta velocidad y lo descuidado que eran al correr en sitios transitados. Papá llevaba más de dos meses tratando de detener las carreras pero siempre estaba un paso detrás de ellos y después desaparecían sin dejar rastros. A él le gustaba mantener las cosas con calma y seguridad, al contrario de mí, yo quería llevar las cosas con más prisa y adrenalina, aunque la mayoría de las veces terminaba con una multa y un sermón por parte de mi padre.

—Sabemos que están conectados con algunos centros nocturnos de la ciudad pero aun no identificamos cuales —se veía tan concentrado cuando hablaba de ese caso que temía que se involucrara más.

Yo sabía más cosas que él gracias a que Daemon —el chico que estaba pretendiéndome— participaba en esas carreras, la mayoría de las veces que me invitaba al Underground siempre terminaba compitiendo contra otros chicos.
Papá me mataría si se enterara que estoy involucrada en el caso que tanto lo está agobiando, aunque a veces amara llevarle la contraria nunca haría nada para afectarlo a él o su trabajo, por esa razón siempre trataba de mantener un perfil bajo en todo lugar o podría meterme en problemas con él.
La comida continuo entre platicas y risas, cuando termine me retire a mi habitación.
Mientras trataba de descansar recibí un mensaje por parte de Daemon, quiera que nos encontráramos en el Underground para festejar el cumpleaños de uno de sus amigos y quería verme porque según él, ya extrañaba ver la luz que le daba sentido a su vida.
Con una sonrisa traicionera corrí a darme una ducha, iba asistir aunque tuviera que saltar por mi ventana, antes de entrar al baño marque al servicio de taxis para pedir uno. Cuando termine de arreglarme, salí corriendo mientras les gritaba a mis padres que visitaría a una amiga y llegaría tarde; subí al taxi dándole la dirección del club y el simplemente asintió mientras se dirigía a nuestro destino.
Cuando el taxi se estaciono en la entrada del club, pude observar que ahí estaba Daemon fumando un cigarro mientras su mirada estaba dirigida hacia el cielo. Cuando cerré la puerta del automóvil y me acerque, él poso su mirada sobre mí y lo siguiente que supe es que ya me encontraba entre sus brazos. Algunas veces odiaba que estuviera tan pegado a mí pero él parecía encantado.

— ¿Llevas tiempo esperando? —me separe un poco de su cuerpo para mirarlo.
—Nah, acabamos de llegar también —sonrío mientras besaba mi frente.
—Bien chico amante —palmeé su pecho para poner espacio entre nosotros—, hay que entrar a disfrutar de la fiesta.

Tirando su cigarro, tomo mi mano y nos adentramos por las enormes puertas del Underground.
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Odiaba tener que hacer este tipo de cosas, Nery no necesitaba escuchar aquellas cosas que salían de mi boca gracias a lo enfadado que estaba. Siempre era lo mismo cuando tenía que ir a buscar a mi hermana, ella me había llamado pidiéndome ir a buscarla para que fuéramos al cine pero en cuanto llegue parece que explotó una bomba de drama.

— ¡No puedes juzgarme! —Lo señale mientras me acercaba lentamente hacia él—. Tuviste tu oportunidad para ser un buen jodido padre y preferiste revolcarte con la perra de tu asistente —pinche su pecho con bastante fuerza que hizo que sus labios se convirtieran en una mueca.
—Well, no hay porque...
—Jodidamente no me digas que no me altere —estaba perdiendo por completo los estribos—. Ese imbécil nos hizo quedar mal ¿y tú prefieres hacerte de la vista gorda? ¿Cuánto tiempo paso mamá? ¿Tres semanas, un mes?
—Eso no importa, tu padre está con nosotros —tapo su boca mientras silenciaba pequeños sollozos.
Reí irónico —Que lastima ver que llegáramos a esta situación, —mire a mi padre con rabia mientras continuaba hablando— no esperes buenos tratos de mi parte maldito bastardo.

Lo empuje lejos de mi vista mientras salía de aquella casa, tendría que disculparme con Nery por dejarla así. Subí a mi automóvil e hice rugir el motor mientras presionaba el acelerador, los neumáticos derraparon por el suelo mientras me dirigí al gimnasio que solía concurrir para golpear un par de idiotas y así librarme un poco de mi enfado.
Mi teléfono comenzó a sonar y oprimí el alta voz, la voz de Alex sonó por todo mi automóvil.

—Tenemos un problema —su voz sonaba tensa.
— ¿Qué clase de problema? —mi enojo parecía no disiparse y aumente la velocidad, las calles de Chicago no estaban tan transitadas a esta hora.
—Daemon —el simple hecho de escuchar su nombre me hacía molestar más—. Tenía a 3 de sus chicos repartiendo mercancía cerca del Underground, cuando me vieron corrieron como ratas.
— ¿Sabes dónde se encuentra ese imbécil? —disminuí la velocidad, mi rumbo había cambiado.
—En Underground, está festejando el cumpleaños de Harold.

Mi auto derrapo cuando cambie de dirección, nunca había ido a buscarlo antes por algo como esto pero ya había sido advertido que si volvía a vender en mis puntos le iba a ir bastante mal.

—Nos vemos ahí en cinco, quiero a todos jodidamente cerca —mis manos se apretaron en el volante—. Ese hijo de puta me va a conocer por fin.


Me estacione cerca de la entrada y baje a toda prisa, no iba a retrasar lo inevitable y estaba tan molesto que no pensaba con la cabeza fría. Salude a un par de conocidos mientras me adentraba en la multitud, localice a Daemon en una zona VIP, Alex estaba en lo correcto; estaban festejando a uno de ellos y por lo tanto me rebasaban en número.
Cuando el tipo de seguridad me vio, hablo por su intercomunicador y me dejo pasar sin ningún problema. Las miradas sorprendidas de todos estaban sobre mí y sin pensarlo dos veces conecte mi puño en el rostro de ese imbécil, sin esperar más me subí sobre su cuerpo conectando más golpes; la gente a nuestro alrededor gritaba, estaba desquitando mi furia con él y se sentía tan bien que por la adrenalina no sentía los golpes que conectaban con mi rostro. De repente fui sacado de encima de él y comencé a protestar pero la voz de Rusty me hizo entrar en razón.

—¿Qué demonios amigo? Ibas a matarlo a golpees sino te detengo —me solté de su agarre y señale a Daemon.
—No vuelvas a poner tu mierda cerca de mis puntos, esto solo fue un aviso —lo señale—. Ahora levántate, te veo a fuera en cinco, todo o nada.

Camine rumbo a la salida cuando sentí que alguien me empujo por la espalda, me gire para enfrentar a quien sea que haya sido y me encuentro con una castaña, sus ojos transmiten lo molesta que está pero ¿quién demonios es ella?

— ¿Te crees increíble solo por golpear a alguien distraído? —su dedo conectó con mi pecho, estaba pinchándome.
— ¿Quién demonios eres tú? ¿La defensora de los imbéciles? —trate de continuar mi camino pero me tomo por el brazo deteniendo mi camino.
—Jodido idiota, Daemon pudo acabar contigo sino lo hubieras golpeado mientras estaba distraído.

Reí con sorna, no podía creer las estupideces que salían de la boca de esta chica. Me encantaban las chicas que desafiaban a los hombres pero ella simplemente me molestaba.

—Como digas —comencé a alejarme de ella—. Solo velo correr, es un perdedor a mi lado.

La gente comenzaba aglomerarse fuera del club, se corrió tan rápido la voz de una carrera que de poco a poco fueron llegando más personas con sus automóviles dispuestos a correr con quien fuera posible.
Rusty caminaba a mi lado con una estúpida sonrisa en su rostro, a él siempre parecía divertirle cuando golpeaba a Daemon. Caminamos hacia mi auto mientras mi amigo comenzaba a decirme lo divertido que fue ver como aquella chica me enfrentaba.

—Ella te lo dijo hombre, sin dudas ni titubeos —se recargo sobre el capo de mi auto—. Incluso llegue a pensar que también la golpearías.
—Odio golpear mujeres —abrí la puerta de mi auto—, pero ella estaba completamente odiosa, creo que tenía algo que ver con el imbécil ese para defenderlo así.

Me subí y prendí el auto, era hora de demostrar quién era el mejor. Rusty me mostro ambos dedos pulgares mientras me alejaba hacia la salida de meta. El rugir de un par de carros más se hizo presente, solo podían competir seis automóviles pero los importantes éramos ese imbécil y yo. Estaban en juego los puntos de venta y los automóviles.
El momento que todos esperaban había llegado, nos encontrábamos en la línea de salida y todos los motores rugían con desenfreno. Una despampanante chica se colocó en medio con una mascada verde, cuando la vi lanzarla por los aires solté el freno y acelere. Teníamos que completar una vuelta a la manzana, lo complicado era que del otro lado era la vía principal por donde circulaban más automóviles. Daemon y yo íbamos a la par, el empujaba su auto para que golpeara con el mío; acelere para dejarlo atrás, mi auto era más rápido por el simple hecho de estar tuneado y arreglado para este tipo de cosas.
Estábamos a metros de la meta, la presión se hacía sentir y la adrenalina me pedía más velocidad, y sin pensarlo acelere a fondo así llegando en primer lugar. Derrape para quedar frente a el auto de Daemon, había perdido todo y ahora tenía que mantenerse al margen con sus negocios. La gente se acumulaba alrededor de mi auto y todos me felicitaban mientras bajaba, con una sonrisa victoriosa me acerque hasta su auto y me recargue en el capo con la mirada fija en él.

—Perdiste, es momento de que me des tu auto y te retires con dignidad a continuar con el festejo de tu amigo —sonreí con sorna mientras tomaba las llaves de su mano.

Él realmente parecía molesto, cuando le lance a Rusty las llaves para que llevara el auto a otro lugar, me volví para encontrarme con aquella chica que defendió al imbécil ese.

—Llévalo al taller de Ivanov, Fede —él asintió mientras se alejaba hacia el auto—. Parece que tu amiguito no es tan bueno como pensabas —pellizque su mejilla con suavidad.
—No vuelvas a tocarme —empujo mi mano lejos—. Él estaba un poco ebrio por eso ganaste.
—No quieras justificarlo, ambos sabemos que es un perdedor de nacimiento así que te aconsejo juntarte más con los ganadores —pase a su lado mientras la empujaba con mi hombro.

Ahora tenía que encontrarme con Myles por haber hecho un desastre dentro de su club, iba a patear mi trasero cuando se enterara porque motivo fue la pelea de antes.