καρκίνο {cáncer.

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Hay tantos males y tantas cosas que nos quitan lo más preciado sin dar siquiera una razón. Sólo lo hacen y se van. El cáncer es una. La que te provoca un dolor si lo tenes, tanto cuando lo perdes al que lo tiene.
¿Saben algo? Todos tenemos cáncer, es como un botón dentro de nuestro cuerpo, que decide, así como así, activarse. Como si alguien que sabe por qué pasan las cosas, lo apreta. Apreta ese botón. Con dolor, preocupación, con unas ganas de no apretarlo pero sabe tanto, que tiene que hacerlo.

El cáncer es destructivo, es una bomba nuclear que decide explotar en la inocencia pura. Y no podemos pararla, porque estamos tan concentrados en crear celulares nuevos u otras estupideces que no son tan necesarias para la humanidad que no podemos pararla en el momento, porque no sabemos cómo.

Si hay algo más pesado que un metal —el que se te ocurra— multiplicado por 1000, es el que carga con la responsabilidad de curar el cáncer. De parar la bomba. Y los doctores que pueden con ella, son considerados héroes, y lo son, claro. Pero hay héroes más grandes dentro de esta historia, y son los que tienen cáncer. Los que deciden luchar hasta que las rodillas sangren y el sudor caiga una vez más. Los que saben que las posibilidades son tan pocas, pero aún así, luchan. 

El cáncer quita lo que querés, porque sintió que por un momento lo dejaste de querer. Y vos sabes perfectamente que no es así, que no dejaste de amarlo, porque lo amas y lo vas a hacer siempre, pero el cáncer no conoce el amor, no conoce la admiración, no conoce nada. Sólo el olvido. 
Es un ser depreciado que decide quitar lo que nunca tuvo, amor.

Hay personas que no se cuidan, que no piensan en las consecuencias y que no saben, que ese botón podría apretarse. Pero no por esto, merecen dolor. No por eso, las personas cercanas a él/ella merecen dolor. Porque no lo merecemos, nadie merece sufrir.

¿Yo cómo sé esto? Y, es fácil che. El cáncer intentó quitarme un familiar con 4 años de edad, y como perdió esa batalla, decidió acercarse más tarde. Para quitarme a una amiga, a los 12 años de edad. Si hay algo que admiro del cáncer, es que nunca para, nunca dice nunca. sigue y sigue hasta llevárselo todo.
La cura para esto es pensar así, es buscar una ayuda, un conocimiento, algo que no nos haga parar nunca. Algo que deje de quitar el poco amor y la poca admiración que va quedando, en el planeta Tierra.

Cáncer, ten un poco de compasión por los que caímos en la guerra. No explotes, no esta vez. Ya arrasaste con todo. Pero ¿sabes qué? Algún día vamos arrasar con todo, nosotros. Por más que no podamos siquiera respetar nuestras culturas o ideologías políticas. Algún día vas a dejar de quitar todo lo que alguna vez fue amado, admirado, odiado, respetado. Lo que tuvo un sentimiento profundo y puro. Cosa que, claramente, no tenés, ni tendrás jamás.

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