bad idea. | zm

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Todos los días mira al hombre con el que esta casada. Le prepara su desayuno. Le plancha su ropa de trabajo. Le prepara su cena. Y siempre miraba como ni un solo brote de amor emanaba entre sí.
Su matrimonio fue arreglado, sus padres querían unirse económicamente, entonces para hacerlo oficial y legal, otorgaron a sus dos hijos. Él le contó que tuvo que dejar a su gran amor para casarse, mientras que ella nunca lo tuvo, pero siempre deseó tenerlo, y le tenía envidia por ello.
Su vida nunca estuvo lleno de amor. Sus padres estaban más ocupados en ganar más dinero que en preocuparse por ella. Le demostraban su "amor" con regalos costosos, pero ella nunca los quiso, lo que quería era a ellos. Siempre trató de hacerles entender que el cariño o la felicidad no se compra, como en sus libros lo demuestra, pero nunca quisieron escucharla.
Ya habían pasado dos años desde su "matrimonio" y ella estaba exasperada. No puede llegar a quererlo como en las grandes novelas lo hacen, y él tampoco puede llegarlo a hacer, pero sobre todo, gracias a la falta de sentimiento, llegó a obsesionarse por las pinturas.
Su gran pasión por las obras de arte, la llevo a una galería, de un artista no tan reconocido, que encuentra por accidente, lo cual se convirtió el mejor accidente que le pudo pasar. Ahora hará una aventura muy poca aceptada por la sociedad con él.
Ella lo hará por el amor que siempre quiso sentir, pero a pesar de todo eso, ella sabe que es una mala idea.

hey:

guia de capítulos

personajes

◖Zayn Malik◗
◖Eliane Turner – Emily Rudd◗
◖Andrew Turner – Andrew Garfield◗

prólogo

La recepción estaba llena por personas que no conocía. Todos me felicitaban y me daban las mejores de las suertes. Yo solo les decía un pequeño ’gracias’ y una sonrisa con la que apenas podía levantar. Andrew estaba del otro lado de la recepción hablando con una pareja, parecía tranquilo y sin resentimientos.
Yo, por el contrario, no podía ocultar mi indiferencia. Mi copa de champaña estaba por terminar. Lo agitaba de un lado a otro, mirando como se balanceaba. Mi espada se eriza. Miro por encima de mi hombro y veo como dos figuras, una femenina y otra masculina, se posan detrás mío.

—¿Ahora qué quieren?–suelto con desagrado–
—Queremos pedirte que sonrías un poco más, los invitados ya están empezando a notar tu indiferencia–suelto una pequeña risa–.
—Yo pensaba que era obvio.

Ambos sueltan un suspiro y siento como los dos se miran entre sí.

—Sabemos lo disgustada que estas, pero entiende que es por nuestro bien…
—¿Nuestro bien? ¡Me acaban de arruinar la vida!–levanto la voz, pero sigue siendo un suspiro–
—Bueno, acostúmbrate–dice mi padre–, que esta será tu nueva vida.

Con eso se retiran. Siento como mis ojos se llenan de lágrimas, pero los retengo. Será lo único que podré hacer.
Me levanto de mi asiento y voy en busca de más champaña.




Entramos a nuestra habitación y vemos que esta decorado con pétalos de rosas, hay dos botellas de champaña y dos copas, muchos bombones y un jacuzzi cruzando la habitación. Perfecto para una luna de miel romántica.
Pero los dos sabemos que para eso no estamos aquí. Los dos estamos atentos a que no nos amamos en absoluto y probablemente nunca lo haremos.

—Tú puedes dormir en la cama–apunta–, yo dormiré en el sillón.

Asiento y me dirijo al baño. Ahí me despojó violentamente de mi vestido de novia, me quitó las horquillas y me quitó el maquillaje. Aquí también lloro lo que necesitaba sacar. Tomó una bata de seda, me lo pongo y después abandonó el baño.

Afuera ya estaba oscuro, al igual que la habitación. La luz del baño reflecta directamente al sofá, donde Andrew ya estaba totalmente dormido.
Apago la luz y me dirijo a obscuras a la cama. Una vez acostada, su voz suena.

—Esto es una mierda, ¿verdad?–no entiendo a lo que se refiere, pero lo hago un poco después.
—Sí–susurro–.
—Lamento si soy muy distante–dice–, simplemente esto es tan triste.
—Lo sé–me limito a decirle que nuestros padres son la mierda, pero yo creo que al menos él les tiene un poco de afecto hacia los suyos–.
—Gracias a esto, tuve que dejar a la persona que más…–dice apenas en un susurro. Se qué está a punto de llorar. Lo puedo descifrar en como su voz se cortó. Me erguí, esperando a que termine la frase, pero no digo nada para que él pueda recuperarse. Agarra aire y finalmente habla–… a la persona que más amo un día antes de proponérmela.

¿Él tenía una novia? Eso no lo sabía. Me siento instintivamente mal por él. Tuvo qué dejarla, a la fuerza supongo, para casarse con una desconocida a rastras. En cambio, yo no tenía a nadie a quién dejar, por lo que agradezco, por que dejar a alguien así como Andrew lo hizo, no lo podría soportar, pero a la vez le tenía envidia, por que al menos él sí tenía a alguien que lo amara. Yo no tenía a nadie. Ni siquiera a mis padres.

—¿Cómo se siente?–pregunto, al fin rompiendo el silencio–
—Tu corazón se desgarra, es como sí te lo arrancarán del pecho–lo corto–…
—No–suspiro–, me refiero a cómo se siente a que te amen.

Siento cómo su rostro refleja confusión, a pesar de la oscuridad. Se queda en silencio, creo que agrupando las palabras.

—Se siente exactamente lo mismo–ahora yo era la confundida–, excepto que en vez de romperlo en trozos, la otra persona lo guarda y lo cuida. Yo siento que eso es lo que siente ser correspondido.

Sonrío. Eso es casi exactamente como en mis libro lo describen. Algo doloroso y a la vez placentero. Como desearía poder experimentarlo, en la forma en la que él lo hizo con su ex-novia.

—Yo sé que nunca podremos ser esposos en verdad o amarnos, pero…–pongo demasiada atención–…, ¿crees qué podamos ser al menos amigos?
—Claro que sí–respondo sin pensarlo. Yo pensaba en que esto podría ser un infierno desde el comienzo, pero viendo como es él, no creo que haya problema en relacionarnos de verdad–.

Puedo sentir su sonrisa en la oscuridad. Se acomoda en su sillón y yo lo hago en mi cama. A pesar de que esto no podría ser algo tan malo, aún no puedo dejar pensar en lo hijos de puta que son mis padres, y lo suyos, en obligarnos a hacer esto. Yo pensaba en que algún día ellos se darán cuenta que el dinero no lo es todo, pero estaba equivocada, ellos nunca cambiarían.

—Buenas noches, señora Turner–bromea y me río cuando lo capto.
—Buenas noches, señor Turner–se ríe igual.

Después de un rato, al confirmar que él ya estaba durmiendo, me dedique a llorar hasta quedarme dormida.

capítulo 1

—Ya me voy a la oficina.

Asiento y Andrew se retira de la mesa para después salir por la puerta. Recojo su plato y lo lavo.
Lavar, lavar, lavar y más cosas que lavar...
Esta era mi rutina: plancho el traje de Andrew, hago el almuerzo, limpio la cocina, alzo la casa, preparo la comida y después me pasaba toda la tarde “pintando”.
Había algunas ocasiones en las que salía a comer con unas amigas, pero eso sucedía muy pocas veces. También iba a comprar el mandado, pero sólo una vez a la semana. Andrew lo traía la mayoría de las veces.
Me exasperaba esto. No tener nada que hacer más que atender a mi esposo y la casa. Lo único que me distrae de verdad eran las pinturas. Me trataba de inspirar y después pintaba, pero la mayoría de las veces los tiraba a la basura o lo dejaba a un lado. Nunca podía hacer una buena pieza.
Pero hoy iba a hacer algo diferente a pintar. Hoy iba a ir a ver una galería. Por primera vez iría a una galería, y en verdad estaba extasiada.
Las obras son de un artista no muy reconocido, llamado Malik, pero hace obras muy buenas. Inspiradoras, decía el correo. Iba a empezar a las siete de la noche, por lo que tenía tiempo de dejar la casa limpia y lista para cuando llegara Andrew.
Estaba tan emocionada en por fin llegar y admirar los cuadros, y también tengo pensado en conocer al artista y poder hablar de sus obras. Me lo imagino de unos cuarenta y con algunas canas delatando un poco su edad, con una barba y un traje formal. El correo no mostraba ninguna fotografía, pero no hace falta, ya que las pinturas, dicen algunos, delatan al artista.



Ya eran las tres de la tarde. Termine con las tareas y la comida ya estaba hecha. Sólo faltaban un pocos minutos para que Andrew llegara.
Decidí bañarme en lo que llegara. Entro al baño y me doy una ducha caliente. Una vez fuera, me dirijo a mi habitación y empiezo a hurgar en mi armario.
Decidí por un saco negro que llegaba a la rodilla, unos tacones blancos  y un vestido blanco, entallado en el torso y suelto de la cintura hacia abajo. Llegaba un poco más arriba de la rodilla, por lo que el saco lo cubriría en su totalidad. Me maquillo de la manera más sutil y creo una ondas desarregladas en mi cabello azabache.
Salgo de mi habitación con el saco colgando de mi brazo. Veo a Andrew en la cocina una vez que llego ahí.

—¿A dónde irás?–me pregunta mientras se sirve un plato de espagueti–
—A una galería.
—Te ves muy linda.

Sonrío y le murmuro un tímido ‘gracias’. Me sirvo un plato de espagueti y comemos juntos en silencio.

El tiempo pasa rápido. Andrew se va a trabajar diez minutos antes de las cuatro y yo sigo esperando a que llegue la hora. Pero, no parece haber pasado mucho, porque el reloj ya marcaba las seis y media de la tarde.
Me cubro con mi saco y, como suponía, cubre todo mi vestido. Me miro por última vez y después me dirijo a mi auto.

El tránsito es leve, por lo que llego en menos tiempo de lo que esperaba. El estacionamiento está tan abarrotada que apenas pude encontrar un lugar para mí. Muy lejos de la entrada.
Este artista debe de tener muy buenas obras. Yo solo pude ver dos pinturas en el correo, pero a juzgar por la multitud en la entrada, si debe de ser muy bueno en lo que hace.
Espero a que la multitud se disperse para poder finalmente entrar. Me quedo paralizada en la entrada. Los primeros cuadros que veo me dejan sin respiración. Todas las obras son eróticas. No es que tenga algo en contra con el arte erótico, simplemente no son de mi tipo.
Estoy a punto de retirarme cuando una mujer se interpone en mi camino.

—¿Viene a ver las obras de Shredrick?–niego– ¿Malik?

Asiento y la mujer me invita a seguirla. No puedo contener la curiosidad de quien hizo estas pinturas. Le pregunto y ella me responde casi de inmediato.

—Son de Shredrick.

Siento como mi pecho se torna liviano al escuchar eso. No tendré que ver esas pinturas.
Pasamos a otra ala y noto como la diferencia de pinturas es obvia. Estas son más hermosas. Me roban el aliento. Literalmente. No sabía que estaba reteniendo mi aliento hasta que la mujer habla.

—Que lo disfrute.

Le sonrío y ella se retira de vuelta a la otra ala. Miro a todo mi alrededor y sólo veo hermosos rostros con varias tonalidades y varias pinceladas. Son tan hermosas. No puedo siquiera moverme de mi lugar sin alejar mi mirada de las pinturas.
Pero tengo que, ya que las demás personas me miran de una forma extraña.
Camino por los pasillos de pinturas y más pinturas, y mientras miro todos los cuadros, he notado que todas las pinturas tienen una similitud.
Todos los rostros femeninos tienen cabello azabache y ojos verdes. ¿Deberá ser algo oculto? ¿Será una pista para algo? He leído que algunas veces los pintores hacen similitudes en sus pinturas para ocultar o tratar de decir algo. ¿Qué tratara de decir Malik?

—¿Disfrutando de la exposición?

Giro a mi espalda y veo a un hombre de traje sosteniendo una copa de vino. Vuelvo a perder el aliento. El hombre es tremendamente atractivo.

—Uhm, sí–no pude decir más, él me distraía–. Perdona, pero ¿quién es usted?–una sonrisa burlona jugaba en sus labios–
—Soy Zayn Malik–lo miro aturdida. Yo creía que Malik sería un poco mayor, pero él se ve totalmente cercano a mi edad–.
—Es un gusto conocerlo–volteo a una de sus pinturas, a la mujer con ojos verdes–. Me encantan sus obras.
—¿En serio?–notó un poco de sorpresa en sus palabras, lo vuelvo a mirar y le dedico una sonrisa–
—Sí–me sonríe–, todos los rostros femeninos–apunto a la pintura detrás de mí–, todas tienen ojos verdes y cabello azabache, ¿tiene alguna referencia o simplemente le gustan las mujeres con esos rasgos?

Me mira sonriente mientras toma otro sorbo de sus vino. Siento como me vuelvo pequeña bajo su mirada. Deja la copa en una de las mesas de decoración y se planta enseguida de mí, mirando a la pintura detrás de mí.

—Sí tienen una referencia, pero no te lo puedo decir.

Frunzo el ceño confundida, pero asiento con educación. Me mira otra vez y siento como mi espalda arde. ¿Qué sucede?

—¿Y tu eres?–parpadeo varias veces y me doy cuenta de que nunca pronuncie mi nombre–
—Perdona–suelto una pequeña risa–, Soy Eliane Turner.
—Un gusto, Eliane.

Platicamos sobre nuestros gustos en arte. Él encuentra atractivo el arte femenino y el romanticismo. Los cuales también son mis gustos en pinturas. No paramos de hablar para nada, por lo que no me doy cuenta de que las horas han pasado muy rápido. Hasta que checo la hora.

—Creo que me tengo que ir.
—¿Enserio?–asiento y acomodo mi bolso– ¿No quisieras, ya sabes...–lo miro confundida–... ir a mi apartamento?

Parpadeo múltiples veces, siento como mis mejillas empiezan a tornarse rojas. Sonrío tímidamente y bajo mi mirada.

–Lo siento–su sonrisa tímida cae–. Estoy casada–infelizmente casada–.

Dirige su mirada a mi mano izquierda, que sujeta fuertemente mi bolso, y veo como sus ojos se detienen fuertemente a mi anillo.

–Oh

Sí, 'oh'

–Lo siento, no pensé que lo fueras.
–No hay nada de lo que deba disculparse.

Sonríe y vuelve a tomar la copa de vino que dejó a un lado. Me mira a los ojos.

–Espero que tengas un matrimonio feliz y, también, espero verte otra vez.

Miles de mariposas empiezan a rebotar en mi estomago. Tranquila... Se aleja lentamente, con una mano en su bolsillo y otra en la copa, lo cual alza en mi dirección y después bebe de el.

Y yo estoy aquí planta en el suelo, con miles de mariposas rebotando y una duda en mi cabeza.

¿Qué me está pasando?

im so sorry: