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El Juego Perfecto .Joe y Tu
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
ok minimraton.... [1-5]
Capítulo 12
___ sabía que estaba siendo irracional. Y, muy posiblemente, una bruja total.
Pero lo que pasó con Nathan, quien estaba ahora castigado – le daba muchísimo miedo. Beber y salir a una fiesta sin supervisión a los catorce podría haber acabado mal de formas en que ni siquiera quería empezar a pensar.
Por desgracia, todo lo que hizo durante los últimos tres días era pensar en todas las posibilidades. Y había escuchado hablar al entrenador de Nathan, que fue informado de la fiesta, aunque no dijo por quién. Tenía la intención de tener una larga conversación con Tim al respecto, aunque no habrían sanciones. Estuvo a punto de sentir pena por Tim porque estaba segura que sus padres iban a estar furiosos cuando se enteraran que el equipo completo de fútbol – incluidas las chicas - habían estado en su casa más que bebiendo.
Y nada de lo que había sucedido fue culpa de Joe. De hecho, ella estaba agradecida que hubiera sido el que había intervenido y sacado a Nathan de esa situación. Si ella hubiera sido la primera en caminar por esa casa, hubiera probablemente sacado y avergonzado a su hijo. Por lo que Nathan le dijo – que fue todo lo que pudo recordar - Joe estuvo calmado e hizo a Nathan saliera de allí sin hacer una escena. ___ habría provocado definitivamente una escena. Seguro que hubiera gritado a todos los hubieran esta implicados. Y habría conseguido probablemente llamar a los padres de cada niño, lo que hubiera mortificado Nathan, que probablemente nunca le hubiera hablado de nuevo. Estaba tan contenta de que Joe hubiera estado allí y hubiera actuado de forma racional con Nathan.
Pero ¿ella se lo había agradecido profusamente? No. Básicamente lo había culpado por ello. No directamente, por supuesto, sino indirectamente había señalado con el dedo a Joe por todas sus fallas como madre.
Dios. Dejó descansar la cabeza en sus brazos y sólo dejó que todo saliera por unos minutos.
"¿Has pensado en terminar con todo?"
Levantó la cabeza, y vio a Maggie, quien estaba apoyada en la puerta de su oficina.
"Piénsalo bien, sobre todo si me traes alguna nueva catástrofe. Estoy llena hasta el tope."
"No hay crisis que informar, pero Jenna te llamó mientras estabas en el teléfono antes, y tiene la últimas reservas del lugar para la fiesta de aniversario, así que tiene el recuento de personas, además de que quería revisar la distribución del lugar y algo sobre el servicio de comida."
Oh, infiernos. La fiesta de aniversario de los padres de Joe se acercaba en el fin de semana. Y el cumpleaños de Nathan era también este mismo. Puso la cabeza entre sus manos y cerró los ojos, deseando poder estar en cualquier lugar menos aquí.
Maggie cerró la puerta. "¿Quieres decirme cuál es el problema?"
"Todo."
"Tengo tiempo. Dispara."
___ se lo dijo todo a Maggie, sin saltarse nada. Le habló de Nathan emborrachándose y de Joe yéndolo a buscar, y de ___ no estando allí, porque estaba fuera ayudando a Maggie, a pesar de que era probable que se sintiera culpable por eso. Sin embargo, ella y Maggie eran las mejores amigas, y Maggie entendería que no tenía nada que ver con ella.
"Así que es culpa de Joe."
___ se inclinó y cruzó las manos juntándolas. "Por supuesto que no es su culpa."
"Me parece que lo estás culpando de todo, de que Nathan se haya emborrachado, para no sentirte como si no fueras del todo perfecta en el trabajo como una super-mujer".
Eso había dolido. "Jódete, Maggie."
"No, gracias. Me gustan los hombres. Mira, ___, ¿no es cierto que hace apenas unos pocos días me dijiste que no podía salvar a mi hermano? ¿Que tengo que dejarlo caerse sobre su cabeza y que sólo lo hago un inútil rescatando su trasero cada vez que se mete en problemas?"
“Sí. Te lo dije, porque es verdad."
"Bueno, me dolió cuando me dijiste eso. Pero estabas en lo cierto. Y ahora te haría daño diciéndote que está tratando de ser perfecta para todo el mundo, y al final tienes que darte cuenta que no se puede. Está bien tener una carrera impresionante a la que ames y ser madre a la vez. Está bien salir en citas, al mismo tiempo que haces malabares, llámese con tu carrera o llámese con tu hijo, y que está bien no hacer nada perfectamente. Lo vas a estropear todo de vez en cuando. Tienes que darte un descanso".
"Es más fácil decirlo que hacerlo. Qué pasa con Nathan asustándome."
"¿Porque se emborrachó? Por favor. Los chicos hacen eso. Meten la pata. Así lo hice a esa edad. Así lo hiciste tú."
“Ya lo sé. Dios, no lo sé. No quiero que cometa los mismos errores que yo."
"Pero puedes seguir detrás de todos sus pasos tratando de evitar que suceda, tampoco. Lo sofocarás si lo intentas. Deja que se caiga unas cuantas veces y veremos qué pasa."
Ella inhaló y dejó escapar un suspiro tembloroso. "Lo intentaré. Aunque no te lo garantizo".
"Y mientras tanto, pídele disculpas a tu guapo novio por culparlo, porque el idiota de tu hijo se emborrachó".
Ella se echó a reír. "Sí, creo que tienes razón en eso. Lo lastimé."
Maggie asintió. “Muy bien, así que besa al tonto y hazlo mejor la próxima vez."
___ estuvo a punto de no hacer el viaje a Saint Louis para la fiesta. Ella podría haberla manejado a larga distancia, pero era su negocio y su reputación los que estaban en juego y, además, le había prometido a Nathan un partido de béisbol por su cumpleaños. A pesar de que estaba castigado por haber bebido el fin de semana pasado, todavía era su cumpleaños, y ella no le quitaría eso.
Así que hizo el viaje con Joe, que sorprendentemente aún hablaba con ella, aunque las cosas entre ellos se encontraban en dificultades y no había tenido ni un momento a solas con él para hablar sobre ello.
Ella había tenido que trabajar sin parar antes de salir el viernes, y luego, por supuesto, Nathan estuvo con ellos. E incluso Nathan estaba teniendo dificultades para tener una conversación con Joe, sin duda porque estaba muy avergonzado por el fin de semana anterior, que con razón debía estar. Le había pedido disculpas a Joe por el episodio de embriaguez, y por suerte Joe lo había dejado de lado diciéndole que no fue gran cosa.
Había aceptado la disculpa de Nathan, pero no dijo nada más.
Así que se habían sentado juntos en el avión y habían hablado de... nada. Afortunadamente, Joe había tomado el relevo y hablado con Nathan sobre su práctica con el equipo en los últimos dos días, del trabajo con su entrenador, de la reunión con su nutricionista, y los dos habían hablado de un par de chicos del equipo. Habían mantenido la conversación fluida, y ___ abrió su ordenador portátil y trabajado para no decir mucho más que no fuera interponer algunos "Oh, es interesante" y "¿De verdad?" y "Es grandioso." Fue incómodo, y estuvo realmente contenta cuando habían llegado a casa de los padres de Joe.
"___, estoy tan feliz de verte de nuevo." Kathleen la dobló en un abrazo.
"Estoy feliz de estar aquí." Todo era cierto. A ella le gustaba la madre de Joe, y deseaba poder hablarle acerca de la tensión entre ella y Joe, pero eso sería un poco difícil.
Kathleen había abrazado a Nathan, también, al que no parecía importarle en absoluto. Él incluso había enseñado una gran sonrisa cuando Jimmy había dado vuelta a la esquina desde la otra habitación y envolvió a Nathan en un abrazo de oso.
"Te extrañé, muchacho. No tuve a nadie con quien tirar al aro."
"¿Nadie que pateara tu trasero, quieres decir?"
"Nathan", Le advirtió ___.
Capítulo 12
___ sabía que estaba siendo irracional. Y, muy posiblemente, una bruja total.
Pero lo que pasó con Nathan, quien estaba ahora castigado – le daba muchísimo miedo. Beber y salir a una fiesta sin supervisión a los catorce podría haber acabado mal de formas en que ni siquiera quería empezar a pensar.
Por desgracia, todo lo que hizo durante los últimos tres días era pensar en todas las posibilidades. Y había escuchado hablar al entrenador de Nathan, que fue informado de la fiesta, aunque no dijo por quién. Tenía la intención de tener una larga conversación con Tim al respecto, aunque no habrían sanciones. Estuvo a punto de sentir pena por Tim porque estaba segura que sus padres iban a estar furiosos cuando se enteraran que el equipo completo de fútbol – incluidas las chicas - habían estado en su casa más que bebiendo.
Y nada de lo que había sucedido fue culpa de Joe. De hecho, ella estaba agradecida que hubiera sido el que había intervenido y sacado a Nathan de esa situación. Si ella hubiera sido la primera en caminar por esa casa, hubiera probablemente sacado y avergonzado a su hijo. Por lo que Nathan le dijo – que fue todo lo que pudo recordar - Joe estuvo calmado e hizo a Nathan saliera de allí sin hacer una escena. ___ habría provocado definitivamente una escena. Seguro que hubiera gritado a todos los hubieran esta implicados. Y habría conseguido probablemente llamar a los padres de cada niño, lo que hubiera mortificado Nathan, que probablemente nunca le hubiera hablado de nuevo. Estaba tan contenta de que Joe hubiera estado allí y hubiera actuado de forma racional con Nathan.
Pero ¿ella se lo había agradecido profusamente? No. Básicamente lo había culpado por ello. No directamente, por supuesto, sino indirectamente había señalado con el dedo a Joe por todas sus fallas como madre.
Dios. Dejó descansar la cabeza en sus brazos y sólo dejó que todo saliera por unos minutos.
"¿Has pensado en terminar con todo?"
Levantó la cabeza, y vio a Maggie, quien estaba apoyada en la puerta de su oficina.
"Piénsalo bien, sobre todo si me traes alguna nueva catástrofe. Estoy llena hasta el tope."
"No hay crisis que informar, pero Jenna te llamó mientras estabas en el teléfono antes, y tiene la últimas reservas del lugar para la fiesta de aniversario, así que tiene el recuento de personas, además de que quería revisar la distribución del lugar y algo sobre el servicio de comida."
Oh, infiernos. La fiesta de aniversario de los padres de Joe se acercaba en el fin de semana. Y el cumpleaños de Nathan era también este mismo. Puso la cabeza entre sus manos y cerró los ojos, deseando poder estar en cualquier lugar menos aquí.
Maggie cerró la puerta. "¿Quieres decirme cuál es el problema?"
"Todo."
"Tengo tiempo. Dispara."
___ se lo dijo todo a Maggie, sin saltarse nada. Le habló de Nathan emborrachándose y de Joe yéndolo a buscar, y de ___ no estando allí, porque estaba fuera ayudando a Maggie, a pesar de que era probable que se sintiera culpable por eso. Sin embargo, ella y Maggie eran las mejores amigas, y Maggie entendería que no tenía nada que ver con ella.
"Así que es culpa de Joe."
___ se inclinó y cruzó las manos juntándolas. "Por supuesto que no es su culpa."
"Me parece que lo estás culpando de todo, de que Nathan se haya emborrachado, para no sentirte como si no fueras del todo perfecta en el trabajo como una super-mujer".
Eso había dolido. "Jódete, Maggie."
"No, gracias. Me gustan los hombres. Mira, ___, ¿no es cierto que hace apenas unos pocos días me dijiste que no podía salvar a mi hermano? ¿Que tengo que dejarlo caerse sobre su cabeza y que sólo lo hago un inútil rescatando su trasero cada vez que se mete en problemas?"
“Sí. Te lo dije, porque es verdad."
"Bueno, me dolió cuando me dijiste eso. Pero estabas en lo cierto. Y ahora te haría daño diciéndote que está tratando de ser perfecta para todo el mundo, y al final tienes que darte cuenta que no se puede. Está bien tener una carrera impresionante a la que ames y ser madre a la vez. Está bien salir en citas, al mismo tiempo que haces malabares, llámese con tu carrera o llámese con tu hijo, y que está bien no hacer nada perfectamente. Lo vas a estropear todo de vez en cuando. Tienes que darte un descanso".
"Es más fácil decirlo que hacerlo. Qué pasa con Nathan asustándome."
"¿Porque se emborrachó? Por favor. Los chicos hacen eso. Meten la pata. Así lo hice a esa edad. Así lo hiciste tú."
“Ya lo sé. Dios, no lo sé. No quiero que cometa los mismos errores que yo."
"Pero puedes seguir detrás de todos sus pasos tratando de evitar que suceda, tampoco. Lo sofocarás si lo intentas. Deja que se caiga unas cuantas veces y veremos qué pasa."
Ella inhaló y dejó escapar un suspiro tembloroso. "Lo intentaré. Aunque no te lo garantizo".
"Y mientras tanto, pídele disculpas a tu guapo novio por culparlo, porque el idiota de tu hijo se emborrachó".
Ella se echó a reír. "Sí, creo que tienes razón en eso. Lo lastimé."
Maggie asintió. “Muy bien, así que besa al tonto y hazlo mejor la próxima vez."
___ estuvo a punto de no hacer el viaje a Saint Louis para la fiesta. Ella podría haberla manejado a larga distancia, pero era su negocio y su reputación los que estaban en juego y, además, le había prometido a Nathan un partido de béisbol por su cumpleaños. A pesar de que estaba castigado por haber bebido el fin de semana pasado, todavía era su cumpleaños, y ella no le quitaría eso.
Así que hizo el viaje con Joe, que sorprendentemente aún hablaba con ella, aunque las cosas entre ellos se encontraban en dificultades y no había tenido ni un momento a solas con él para hablar sobre ello.
Ella había tenido que trabajar sin parar antes de salir el viernes, y luego, por supuesto, Nathan estuvo con ellos. E incluso Nathan estaba teniendo dificultades para tener una conversación con Joe, sin duda porque estaba muy avergonzado por el fin de semana anterior, que con razón debía estar. Le había pedido disculpas a Joe por el episodio de embriaguez, y por suerte Joe lo había dejado de lado diciéndole que no fue gran cosa.
Había aceptado la disculpa de Nathan, pero no dijo nada más.
Así que se habían sentado juntos en el avión y habían hablado de... nada. Afortunadamente, Joe había tomado el relevo y hablado con Nathan sobre su práctica con el equipo en los últimos dos días, del trabajo con su entrenador, de la reunión con su nutricionista, y los dos habían hablado de un par de chicos del equipo. Habían mantenido la conversación fluida, y ___ abrió su ordenador portátil y trabajado para no decir mucho más que no fuera interponer algunos "Oh, es interesante" y "¿De verdad?" y "Es grandioso." Fue incómodo, y estuvo realmente contenta cuando habían llegado a casa de los padres de Joe.
"___, estoy tan feliz de verte de nuevo." Kathleen la dobló en un abrazo.
"Estoy feliz de estar aquí." Todo era cierto. A ella le gustaba la madre de Joe, y deseaba poder hablarle acerca de la tensión entre ella y Joe, pero eso sería un poco difícil.
Kathleen había abrazado a Nathan, también, al que no parecía importarle en absoluto. Él incluso había enseñado una gran sonrisa cuando Jimmy había dado vuelta a la esquina desde la otra habitación y envolvió a Nathan en un abrazo de oso.
"Te extrañé, muchacho. No tuve a nadie con quien tirar al aro."
"¿Nadie que pateara tu trasero, quieres decir?"
"Nathan", Le advirtió ___.
Val's Matth.
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
[2-5]
"Hey, sólo piensa que es muy bueno", dijo Jimmy, pasando su brazo sobre los hombros de Nathan. "Pero, como Joe y Kevin y Jenna, pronto aprenden a ser superados por el maestro."
"En tus sueños, anciano." dijo Joe, abrazando a su padre.
"Bueno, lo veremos, ¿no es cierto?"
El equipaje fue olvidado pronto en la entrada, Jimmy, Nathan, y Joe lo habían quitado de la parte posterior, donde rebotaban una pelota de baloncesto y los gritos e insultos se oían.
"Es siempre así, me temo", dijo Kathleen desde la cocina mientras daba a ___ una taza de té helado. "Jimmy los reta, y ninguno de los chicos puede nunca resistir el desafío."
___ se echó a reír. "Estoy segura de que es cómo tus hijos llegaron a ser tan buenos en los deportes competitivos."
Kathleen asintió. "Los Jonass tienen espíritu competitivo, seguro. Pero Jimmy lo utiliza para mantenerse en forma. Casi todas las noches me arrastra hacia afuera para un juego o dos."
___ puso la mano sobre Kathleen. "Así es como te mantienes en tan buena forma."
Ella se echó a reír. "No nos sentamos sobre nuestros culos por aquí, eso seguro. Y tú tampoco, por lo que pareces, pequeña."
"Me mantengo ocupada."
"Y hablando de mantenerse ocupada, gracias por haber planeado esta fiesta. Jimmy y yo estamos muy honrados."
"Yo soy a la que honran al ser parte de ella."
"Tonterías. Estás prácticamente en la familia."
___ se echó a reír y llevó sus manos alrededor del frío vaso. "Difícilmente".
Kathleen la estudió. "¿Así que me estás diciendo no tienes sentimientos por Joe?"
Oh, mierda. ¿Cómo iba a evitar esto? "Tengo un montón de sentimientos por Joe. Sólo que no sé exactamente lo que tenemos juntos todavía."
"Bueno, te puedo decir que nunca ha traído a una mujer a casa a conocer a la familia, por lo que sea que siente por ti, es muy especial."
"Gracias. Pero no creo que sea nada permanente o de larga duración, Kathleen. Quiero decir, tenemos vidas muy diferentes."
"¿Y qué tiene eso que ver con cómo se sienten el uno del otro?"
"Puede que sea difícil hacer que la relación funcione".
"¿Por qué? ¿Porque es un jugador de fútbol y está en la carretera durante la temporada? ¿Crees que serías diferente de cualquiera de los otros jugadores que tienen relaciones con sus novias o esposas?"
"No. Eso no es lo que quise decir." Estaba manejando esto mal. "Pero tengo a Nathan, y necesita algo de estabilidad en su vida. He trabajado muy duro para crear eso para él".
"¿Así que estás diciendo Joe no podía darle eso a él?"
Oh, Dios. ¿De dónde había salido esto todo mal? "No sé lo que estoy diciendo. No hay nada malo con Joe. Nada en absoluto. Kathleen, es maravilloso. Cualquier mujer podría tener mucha suerte al tenerlo."
Kathleen se recostó en su silla. "Pero no tú."
"Yo no he dicho eso."
Kathleen exhaló un suspiro. "Y yo estoy siendo defensiva sobre Joe, que te hace ser defensiva a la vez. Lo siento."
"Yo también."
"Las dos somos madres, por lo que entendemos lo que es proteger a nuestros hijos."
___ asintió. "Lo sé".
"No quiero que nadie le haga daño. Y sé que él te importa."
"No te preocupes por él, Kathleen. Pero danos tiempo para saber lo que sentimos el uno al otro. Esto sigue siendo nuevo."
Kathleen se echó a reír. "Los presiono, lo sé. Quiero que sea feliz. Quiero que tenga lo que Jimmy y yo tenemos juntos. Y me gustas. Me gustan tú y Nathan. Me gustan los dos junto Joe, así que no puedo dejar de querer presionaros para que se vuelvan una familia." Ella se levantó y puso su vaso en el fregadero. "Es hora de que me detenga y te deje a ti y a Joe descubrir las cosas por ustedes mismos."
___ levantó la mirada a Kathleen. "Gracias."
Kathleen dio la vuelta y se abrazaron. "Pero sabes, estoy lista para tener una nuera. Y no puedo pensar en nadie que prefiera tener en la vida de mi hijo más que a ti."
Ella se enderezó y se dirigió a la puerta de atrás.
"Ahora creo que veré si los chicos no se han matado unos a los otros todavía."
Después que Kathleen se fuera, ___ tuvo que abrir y cerrar los ojos para evitar el aguijón de las lágrimas. ¿Cuánto tiempo había anhelado una madre en su vida? Dios sabía que su madre nunca fue el tipo de que ___ había necesitado. Había deseado a alguien cuyo consejo podría buscar, y nunca había tenido eso, ni siquiera cuando fue una niña. Había aprendido a confiar en sus propios instintos, y con frecuencia había tomado las decisiones equivocadas.
Kathleen era cálida y de buen corazón, además de una jugadora directa que todo lo sacaba. Era exactamente el tipo de mujer que ___ quería y necesitaba en su vida. A ella le encantaría ser su nuera. O su hija. O su amiga.
Pero no a costa del bienestar de Nathan.
No iba a precipitarse en algo que podría poner en peligro la familia que ahora tenía, que eran sólo ella y Nathan. Se había sacrificado tanto por él. Si tenía que renunciar a más, lo haría. Si ella y Joe estaban destinados a estar juntos, sucedería.
Como lo veía en este momento, sin embargo, había una gran cantidad de insuperables obstáculos para que eso sucediera. Igual que el hecho de que no había hablado aún sobre cómo se sentían el uno por el otro.
Todavía era demasiado pronto. Ella y Joe se paseaban sobre cáscaras de huevo alrededor de cada uno justo ahora, sobre todo debido a su propia estupidez y a su ceguera.
Así que sí, ___ podría amar todo lo que Kathleen era, pero no era con ella con quien tenía una relación primaria. Tal vez había llegado el momento de averiguar si había algo más en su relación con Joe más allá del sexo. Estaba empezando a preguntarse si eso era todo lo que tenían. Y si lo era, sí, era muy, muy buen sexo, pero no era suficiente para ella.
Había demasiado en juego como para involucrar su corazón, y el de Nathan, en algo que podría ser quemado al final.
___ dio un paso atrás y admiró su trabajo. Era cierto, hizo un trabajo increíble. El lugar era perfecto y estaba decorado en blanco con verde, intercalados en todas las mesas. Las flores frescas en jarrones de cristal adornaban cada mesa, y arbustos vivos fueron traídos para dar la ilusión de un entorno exterior, por lo que incluso aunque la fiesta de aniversario se llevaría a cabo en el interior, ___ había replicado el prado donde Jimmy y Kathleen habían dicho sus votos hacía cuarenta años.
"Hola mamá -"
Ella envolvió sus brazos contorno a su hijo. "Hola muchacho del cumpleaños. ¿Cómo se siente tener quince años?"
Él sonrió. "Bastante bien".
"Hey, sólo piensa que es muy bueno", dijo Jimmy, pasando su brazo sobre los hombros de Nathan. "Pero, como Joe y Kevin y Jenna, pronto aprenden a ser superados por el maestro."
"En tus sueños, anciano." dijo Joe, abrazando a su padre.
"Bueno, lo veremos, ¿no es cierto?"
El equipaje fue olvidado pronto en la entrada, Jimmy, Nathan, y Joe lo habían quitado de la parte posterior, donde rebotaban una pelota de baloncesto y los gritos e insultos se oían.
"Es siempre así, me temo", dijo Kathleen desde la cocina mientras daba a ___ una taza de té helado. "Jimmy los reta, y ninguno de los chicos puede nunca resistir el desafío."
___ se echó a reír. "Estoy segura de que es cómo tus hijos llegaron a ser tan buenos en los deportes competitivos."
Kathleen asintió. "Los Jonass tienen espíritu competitivo, seguro. Pero Jimmy lo utiliza para mantenerse en forma. Casi todas las noches me arrastra hacia afuera para un juego o dos."
___ puso la mano sobre Kathleen. "Así es como te mantienes en tan buena forma."
Ella se echó a reír. "No nos sentamos sobre nuestros culos por aquí, eso seguro. Y tú tampoco, por lo que pareces, pequeña."
"Me mantengo ocupada."
"Y hablando de mantenerse ocupada, gracias por haber planeado esta fiesta. Jimmy y yo estamos muy honrados."
"Yo soy a la que honran al ser parte de ella."
"Tonterías. Estás prácticamente en la familia."
___ se echó a reír y llevó sus manos alrededor del frío vaso. "Difícilmente".
Kathleen la estudió. "¿Así que me estás diciendo no tienes sentimientos por Joe?"
Oh, mierda. ¿Cómo iba a evitar esto? "Tengo un montón de sentimientos por Joe. Sólo que no sé exactamente lo que tenemos juntos todavía."
"Bueno, te puedo decir que nunca ha traído a una mujer a casa a conocer a la familia, por lo que sea que siente por ti, es muy especial."
"Gracias. Pero no creo que sea nada permanente o de larga duración, Kathleen. Quiero decir, tenemos vidas muy diferentes."
"¿Y qué tiene eso que ver con cómo se sienten el uno del otro?"
"Puede que sea difícil hacer que la relación funcione".
"¿Por qué? ¿Porque es un jugador de fútbol y está en la carretera durante la temporada? ¿Crees que serías diferente de cualquiera de los otros jugadores que tienen relaciones con sus novias o esposas?"
"No. Eso no es lo que quise decir." Estaba manejando esto mal. "Pero tengo a Nathan, y necesita algo de estabilidad en su vida. He trabajado muy duro para crear eso para él".
"¿Así que estás diciendo Joe no podía darle eso a él?"
Oh, Dios. ¿De dónde había salido esto todo mal? "No sé lo que estoy diciendo. No hay nada malo con Joe. Nada en absoluto. Kathleen, es maravilloso. Cualquier mujer podría tener mucha suerte al tenerlo."
Kathleen se recostó en su silla. "Pero no tú."
"Yo no he dicho eso."
Kathleen exhaló un suspiro. "Y yo estoy siendo defensiva sobre Joe, que te hace ser defensiva a la vez. Lo siento."
"Yo también."
"Las dos somos madres, por lo que entendemos lo que es proteger a nuestros hijos."
___ asintió. "Lo sé".
"No quiero que nadie le haga daño. Y sé que él te importa."
"No te preocupes por él, Kathleen. Pero danos tiempo para saber lo que sentimos el uno al otro. Esto sigue siendo nuevo."
Kathleen se echó a reír. "Los presiono, lo sé. Quiero que sea feliz. Quiero que tenga lo que Jimmy y yo tenemos juntos. Y me gustas. Me gustan tú y Nathan. Me gustan los dos junto Joe, así que no puedo dejar de querer presionaros para que se vuelvan una familia." Ella se levantó y puso su vaso en el fregadero. "Es hora de que me detenga y te deje a ti y a Joe descubrir las cosas por ustedes mismos."
___ levantó la mirada a Kathleen. "Gracias."
Kathleen dio la vuelta y se abrazaron. "Pero sabes, estoy lista para tener una nuera. Y no puedo pensar en nadie que prefiera tener en la vida de mi hijo más que a ti."
Ella se enderezó y se dirigió a la puerta de atrás.
"Ahora creo que veré si los chicos no se han matado unos a los otros todavía."
Después que Kathleen se fuera, ___ tuvo que abrir y cerrar los ojos para evitar el aguijón de las lágrimas. ¿Cuánto tiempo había anhelado una madre en su vida? Dios sabía que su madre nunca fue el tipo de que ___ había necesitado. Había deseado a alguien cuyo consejo podría buscar, y nunca había tenido eso, ni siquiera cuando fue una niña. Había aprendido a confiar en sus propios instintos, y con frecuencia había tomado las decisiones equivocadas.
Kathleen era cálida y de buen corazón, además de una jugadora directa que todo lo sacaba. Era exactamente el tipo de mujer que ___ quería y necesitaba en su vida. A ella le encantaría ser su nuera. O su hija. O su amiga.
Pero no a costa del bienestar de Nathan.
No iba a precipitarse en algo que podría poner en peligro la familia que ahora tenía, que eran sólo ella y Nathan. Se había sacrificado tanto por él. Si tenía que renunciar a más, lo haría. Si ella y Joe estaban destinados a estar juntos, sucedería.
Como lo veía en este momento, sin embargo, había una gran cantidad de insuperables obstáculos para que eso sucediera. Igual que el hecho de que no había hablado aún sobre cómo se sentían el uno por el otro.
Todavía era demasiado pronto. Ella y Joe se paseaban sobre cáscaras de huevo alrededor de cada uno justo ahora, sobre todo debido a su propia estupidez y a su ceguera.
Así que sí, ___ podría amar todo lo que Kathleen era, pero no era con ella con quien tenía una relación primaria. Tal vez había llegado el momento de averiguar si había algo más en su relación con Joe más allá del sexo. Estaba empezando a preguntarse si eso era todo lo que tenían. Y si lo era, sí, era muy, muy buen sexo, pero no era suficiente para ella.
Había demasiado en juego como para involucrar su corazón, y el de Nathan, en algo que podría ser quemado al final.
___ dio un paso atrás y admiró su trabajo. Era cierto, hizo un trabajo increíble. El lugar era perfecto y estaba decorado en blanco con verde, intercalados en todas las mesas. Las flores frescas en jarrones de cristal adornaban cada mesa, y arbustos vivos fueron traídos para dar la ilusión de un entorno exterior, por lo que incluso aunque la fiesta de aniversario se llevaría a cabo en el interior, ___ había replicado el prado donde Jimmy y Kathleen habían dicho sus votos hacía cuarenta años.
"Hola mamá -"
Ella envolvió sus brazos contorno a su hijo. "Hola muchacho del cumpleaños. ¿Cómo se siente tener quince años?"
Él sonrió. "Bastante bien".
Val's Matth.
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
[3-5]
Todavía se sentía un poco culpable de que estuviera trabajando en su cumpleaños. "Lo siento, no tuve la oportunidad de organizarte una fiesta ni nada. Y tampoco estuviste con tus amigos en tu cumpleaños."
"¿Estás bromeando? Fui al partido de hoy, y Kevin me consiguió una pelota firmada por todos los miembros del equipo, además que Joe me llevó a bajo después del juego para pasar un rato con los chicos en el vestidor. Y ganaron. Es mi mejor regalo de cumpleaños."
Ella se apoyó contra él. "Me alegro. Me estaba preocupado."
Él se recargó en ella. "Te preocupas demasiado."
"Probablemente".
"Voy a encontrar a mis amigos. ¿Nos vemos más tarde?"
Ella asintió, dándose cuenta de lo fácil que era complacerlo, y lo afortunada que era en tener un hijo como él. "Más tarde".
Lo vio alejarse, dándose cuenta de lo rápido que estaba creciendo. El tiempo era tan fugaz. Nathan se sentó a una mesa con los primos de Joe, con su risa sonando y tan fácilmente discernible incluso en esa ruidosa multitud. Dios, amaba tanto a su hijo.
"Es hermoso, ___. Impresionante. Gracias."
Kathleen se acercó a ella y la abrazó, con los ojos llenos de lágrimas.
"Lo hiciste bien, nena", dijo Jimmy, arrastrándola a un abrazo de oso. "Hiciste que Kathleen llorara de felicidad."
___ se echó a reír. "Jenna me ayudó con fotos de su boda. Fuiste una hermosa novia, Kathleen. Y te ves tan hermosa hoy."
Las mejillas de Kathleen se tornaron rosa. "Ahora no seas tonta. Soy un poco mayor."
"Pero sigues siendo tan sexy como el día que me casé contigo" Dijo Jimmy, agarrando a Kathleen a sus brazos y plantándole un caliente beso a su esposa.
___ hizo una salida discreta mientras Jimmy llevaba a su esposa a la pista de baile. La banda comenzó a tocar algo de música rock de los setenta, que hizo que la mayor parte de la multitud se abriera camino a la pista de baile.
___ se dirigió al bar donde naturalmente encontraría a Jenna, que parecía fuera de sí de pie al otro lado de la misma. Pero Kathleen había insistido en que su hija no trabajara esa noche y en su lugar disfrutara de la fiesta.
"¿No sabes qué hacer contigo misma?"
"No. Y me hizo usar este maldito vestido".
"Te ves increíble. El vestido se ve hermoso en ti." Un veraniego vestido de seda se ajustaba al delgado cuerpo de Jenna tan bien, con múltiple impresiones que mostraba algunos de los tatuajes de Jenna. Incluso tenía tacones gastados.
Jenna arrugó la nariz. "Supongo que está bien vestirse como una chica de vez en cuando. Será difícil defenderse de mis idiotas hermanos si quieren jugar fútbol americano sin embargo."
"Dudo que vayan a hacerlo esta noche. Creo que estás a salvo."
Ella se echó a reír. "Probablemente tienes razón."
"Y es posible que desees bailar."
Jenna se encogió de hombros. "Lo dudo. Prefiero destapar las botellas de cervezas".
"¿Así que no le has echado el ojo a ningún hombre?"
"No me satisfacen estos idiotas deportistas, bebedores de cerveza del bar. No necesito bailar con ninguno de estos twits sin cerebro."
___ podía decir que Jenna no tenía simpatía por ninguno de los amigos de Joe o Kevin.
"De todos modos," dijo Jenna dando su copa de vino a ___. "Brindemos por el éxito. Lo lograste."
___ asintió. "Se ve de esa manera. Y tú también hiciste una gran parte del trabajo."
Jenna agitó la mano en un gesto desdeñoso.
"Yo no hice más que darte la lista de invitados, algunas fotos, y sugerir algunos puntos que podrían albergar a esta gente loca". Jenna se volvió hacia ella. "Eres realmente buena en esto."
___ se echó a reír. "Gracias, Jenna. Me gusta mi trabajo."
"Tal vez todavía haya esperanza para mi hermano. Ya me había empezado a preguntar porqué todas sus citas alguna veces eran con cabezas huecas."
"Creo que esas fueron arreglos de relaciones públicas en su mayoría."
Jenna tomó un sorbo de su vino. "Uh-ajá. ¿Es lo que te dijo?"
___ se volvió hacia ella. "Sí".
"Bueno", dijo Jenna con una sonrisa irónica. "Está bien, entonces."
___ ponderó los comentarios Jenna después que se había escapado a hablar con su madre, preguntándose lo que había querido decir. ¿Joe habría tenido relaciones con algunas de las mujeres con las que fueron algo más que fotos y trucos de relaciones públicas? Ella sabía que tenía la reputación de ser un chico malo seductor, pero había supuesto que también fueron relaciones públicas.
Tal vez no.
"Buena fiesta. Haces un buen trabajo."
Elizabeth Darnell. La persona perfecta para preguntarle eso, como agente de Joe, pero no había manera en que pudiera comentárselo, o se lo preguntara.
"Gracias. Te ves hermosa. ¿No estás trabajando esta noche?"
Elizabeth arqueó una perfecta ceja. "Ahora, ¿por qué lo preguntas?"
"Estás con un vestido, no en un traje."
Elizabeth se echó a reír. "Siempre estoy trabajando, cariño, no importa lo que me ponga. Sólo tengo que vestir el traje para la ocasión."
Y Elizabeth estaba vestida impecablemente en un ajustado vestido de cóctel negro sin tirantes que se envolvía contorno de su increíble cuerpo, y con sus zapatos de diseñador con cristales brillantes en las correas que llamaban la atención a los perfectamente cuidados dedos de los pies y excepcionales piernas de Elizabeth. "Así que ¿Te encontrarás con clientes, entonces?"
"Joe y Kevin son mis clientes, así como otro par de hombres que asistieron aquí."
“Sin embargo, Kevin no es en realidad un cliente para ti,¿verdad?"
___ leyó el shock en los ojos de Elizabeth, pero lo enmascaró de inmediato. "No sé que estás insinuando".
"Oh, he visto la forma en que lo miraste en su fiesta de cumpleaños. Tienes algo con él."
"Kevin es mi cliente. Trato a mis clientes como seres especiales."
"Estoy segura de que lo haces. Pero la forma en que miras a Kevin es diferente."
"No lo veo de ninguna forma especial. ¿De qué estás hablando?"
Su normalmente fresco comportamiento estaba calentándose, ___ podía decirlo. Se preguntó lo que se necesitaría para golpear algunos de los trozos de hielo en el corazón de Liz.
Tal vez no era tan fría como ___ había pensado. ___ se encogió de hombros. "Soy una mujer. Veo cosas."
Elizabeth se cruzó de brazos. "¿Qué cosas?"
"El calor en tus ojos cuando lo miras. Un cierto anhelo. No está ahí cuando te fijas en otros hombres."
Había miedo en sus ojos. Si ___ no pensara que Elizabeth era un dolor enorme en el trasero, habría casi sentido lástima por ella.
Casi.
Todavía se sentía un poco culpable de que estuviera trabajando en su cumpleaños. "Lo siento, no tuve la oportunidad de organizarte una fiesta ni nada. Y tampoco estuviste con tus amigos en tu cumpleaños."
"¿Estás bromeando? Fui al partido de hoy, y Kevin me consiguió una pelota firmada por todos los miembros del equipo, además que Joe me llevó a bajo después del juego para pasar un rato con los chicos en el vestidor. Y ganaron. Es mi mejor regalo de cumpleaños."
Ella se apoyó contra él. "Me alegro. Me estaba preocupado."
Él se recargó en ella. "Te preocupas demasiado."
"Probablemente".
"Voy a encontrar a mis amigos. ¿Nos vemos más tarde?"
Ella asintió, dándose cuenta de lo fácil que era complacerlo, y lo afortunada que era en tener un hijo como él. "Más tarde".
Lo vio alejarse, dándose cuenta de lo rápido que estaba creciendo. El tiempo era tan fugaz. Nathan se sentó a una mesa con los primos de Joe, con su risa sonando y tan fácilmente discernible incluso en esa ruidosa multitud. Dios, amaba tanto a su hijo.
"Es hermoso, ___. Impresionante. Gracias."
Kathleen se acercó a ella y la abrazó, con los ojos llenos de lágrimas.
"Lo hiciste bien, nena", dijo Jimmy, arrastrándola a un abrazo de oso. "Hiciste que Kathleen llorara de felicidad."
___ se echó a reír. "Jenna me ayudó con fotos de su boda. Fuiste una hermosa novia, Kathleen. Y te ves tan hermosa hoy."
Las mejillas de Kathleen se tornaron rosa. "Ahora no seas tonta. Soy un poco mayor."
"Pero sigues siendo tan sexy como el día que me casé contigo" Dijo Jimmy, agarrando a Kathleen a sus brazos y plantándole un caliente beso a su esposa.
___ hizo una salida discreta mientras Jimmy llevaba a su esposa a la pista de baile. La banda comenzó a tocar algo de música rock de los setenta, que hizo que la mayor parte de la multitud se abriera camino a la pista de baile.
___ se dirigió al bar donde naturalmente encontraría a Jenna, que parecía fuera de sí de pie al otro lado de la misma. Pero Kathleen había insistido en que su hija no trabajara esa noche y en su lugar disfrutara de la fiesta.
"¿No sabes qué hacer contigo misma?"
"No. Y me hizo usar este maldito vestido".
"Te ves increíble. El vestido se ve hermoso en ti." Un veraniego vestido de seda se ajustaba al delgado cuerpo de Jenna tan bien, con múltiple impresiones que mostraba algunos de los tatuajes de Jenna. Incluso tenía tacones gastados.
Jenna arrugó la nariz. "Supongo que está bien vestirse como una chica de vez en cuando. Será difícil defenderse de mis idiotas hermanos si quieren jugar fútbol americano sin embargo."
"Dudo que vayan a hacerlo esta noche. Creo que estás a salvo."
Ella se echó a reír. "Probablemente tienes razón."
"Y es posible que desees bailar."
Jenna se encogió de hombros. "Lo dudo. Prefiero destapar las botellas de cervezas".
"¿Así que no le has echado el ojo a ningún hombre?"
"No me satisfacen estos idiotas deportistas, bebedores de cerveza del bar. No necesito bailar con ninguno de estos twits sin cerebro."
___ podía decir que Jenna no tenía simpatía por ninguno de los amigos de Joe o Kevin.
"De todos modos," dijo Jenna dando su copa de vino a ___. "Brindemos por el éxito. Lo lograste."
___ asintió. "Se ve de esa manera. Y tú también hiciste una gran parte del trabajo."
Jenna agitó la mano en un gesto desdeñoso.
"Yo no hice más que darte la lista de invitados, algunas fotos, y sugerir algunos puntos que podrían albergar a esta gente loca". Jenna se volvió hacia ella. "Eres realmente buena en esto."
___ se echó a reír. "Gracias, Jenna. Me gusta mi trabajo."
"Tal vez todavía haya esperanza para mi hermano. Ya me había empezado a preguntar porqué todas sus citas alguna veces eran con cabezas huecas."
"Creo que esas fueron arreglos de relaciones públicas en su mayoría."
Jenna tomó un sorbo de su vino. "Uh-ajá. ¿Es lo que te dijo?"
___ se volvió hacia ella. "Sí".
"Bueno", dijo Jenna con una sonrisa irónica. "Está bien, entonces."
___ ponderó los comentarios Jenna después que se había escapado a hablar con su madre, preguntándose lo que había querido decir. ¿Joe habría tenido relaciones con algunas de las mujeres con las que fueron algo más que fotos y trucos de relaciones públicas? Ella sabía que tenía la reputación de ser un chico malo seductor, pero había supuesto que también fueron relaciones públicas.
Tal vez no.
"Buena fiesta. Haces un buen trabajo."
Elizabeth Darnell. La persona perfecta para preguntarle eso, como agente de Joe, pero no había manera en que pudiera comentárselo, o se lo preguntara.
"Gracias. Te ves hermosa. ¿No estás trabajando esta noche?"
Elizabeth arqueó una perfecta ceja. "Ahora, ¿por qué lo preguntas?"
"Estás con un vestido, no en un traje."
Elizabeth se echó a reír. "Siempre estoy trabajando, cariño, no importa lo que me ponga. Sólo tengo que vestir el traje para la ocasión."
Y Elizabeth estaba vestida impecablemente en un ajustado vestido de cóctel negro sin tirantes que se envolvía contorno de su increíble cuerpo, y con sus zapatos de diseñador con cristales brillantes en las correas que llamaban la atención a los perfectamente cuidados dedos de los pies y excepcionales piernas de Elizabeth. "Así que ¿Te encontrarás con clientes, entonces?"
"Joe y Kevin son mis clientes, así como otro par de hombres que asistieron aquí."
“Sin embargo, Kevin no es en realidad un cliente para ti,¿verdad?"
___ leyó el shock en los ojos de Elizabeth, pero lo enmascaró de inmediato. "No sé que estás insinuando".
"Oh, he visto la forma en que lo miraste en su fiesta de cumpleaños. Tienes algo con él."
"Kevin es mi cliente. Trato a mis clientes como seres especiales."
"Estoy segura de que lo haces. Pero la forma en que miras a Kevin es diferente."
"No lo veo de ninguna forma especial. ¿De qué estás hablando?"
Su normalmente fresco comportamiento estaba calentándose, ___ podía decirlo. Se preguntó lo que se necesitaría para golpear algunos de los trozos de hielo en el corazón de Liz.
Tal vez no era tan fría como ___ había pensado. ___ se encogió de hombros. "Soy una mujer. Veo cosas."
Elizabeth se cruzó de brazos. "¿Qué cosas?"
"El calor en tus ojos cuando lo miras. Un cierto anhelo. No está ahí cuando te fijas en otros hombres."
Había miedo en sus ojos. Si ___ no pensara que Elizabeth era un dolor enorme en el trasero, habría casi sentido lástima por ella.
Casi.
Val's Matth.
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
[4-5]
"Te estás imaginando cosas, ___. Kevin es un gran cliente que me da un montón de dinero. ¿Sabes lo que ven mis ojos cuando lo miro? Dólares. Hago lo que sea necesario para que mis jugadores sean felices."
"Ya veo. Así que en realidad, nada es tiempo de inactividad para ti, ¿verdad?"
"Siempre hay trabajo por hacer." Elizabeth deslizó su brazo en ___ y la condujo hacia la parte posterior del salón de baile. "Y hablando de trabajo, hablemos de Joe."
Esto debería ser interesante.
Elizabeth la llevó por la puerta y al jardín. La noche era cálida, pero afortunadamente no infernalmente. Elizabeth se acercó hacia la fuente donde una cadena de luces destacaba su rojo cabello, que fue expertamente acomodado en lo que ___ había decidido que era su giro francés de marca registrada. Con algunos mechones caídos para enmarcar su cara.
Elizabeth se volvió a ___ y le sonrió, pero era una sonrisa calculadora.
"Bueno, Elizabeth, me tienes aquí. ¿Qué hay sobre Joe?"
"Me gusta que el tiempo libre de Joe tenga en un buen uso."
"¿Qué significa eso, exactamente?"
"Fundaciones de beneficencia, eventos públicos, estrenos, galerías, donde pueda ser visto y fotografiado. Es bueno para su imagen y para el equipo."
“Y crees que su relación conmigo se interpone en el camino".
"Me alegro que veas las cosas a mi manera."
"No estoy diciendo que estoy de acuerdo contigo, Elizabeth. Estoy diciendo que entiendo el significado. Estoy segura que Joe puede optar por hacer lo que quiera."
Elizabeth no frunció el ceño, pero ___ vio el destello de ira en sus ojos. "Mira, ___. Estoy segura de que está teniendo un tiempo maravilloso contigo y con tu hijo, pero el atractivo desaparecerá con el tiempo, y que seguirá adelante. Se perderá el glamour, las fiestas, la diversión y el entusiasmo a los que estaba acostumbrado."
___ se encogió de hombros, negándose a dejar que Elizabeth llegara a ella. "Y si lo hace, entonces creo sucederá. Es su elección hacerlo siempre y cuando suceda. O más bien, es nuestra elección en la medida de cómo es nuestra relación. ¿O es que esperas que lo eche a la calle ahora para llenarme de angustia más tarde?"
"Él te dejará con el tiempo."
___ se negó a frotar el dolor en su estómago donde las palabras de Elizabeth habían creado un agujero. "Así lo dices tú. Pero tal vez no lo haga. Tal vez pueda ofrecerle algo que no puede conseguir en ningún otro lugar."
Elizabeth se echó a reír. "___, no tienes lo necesario para retenerlo, y él es demasiado playboy para establecerse. Llevas demasiado equipaje y no lo podrá manejar. Es sólo cuestión de tiempo. Debes irte ahora antes de que te duela. Tienes a tu hijo en quien pensar, después de todo."
Qué perra. No era de extrañar que fuera tan buena en su trabajo. Sabía exactamente donde meter el cuchillo. "Creo que mi relación con Joe no es asunto tuyo".
Ahora sus ojos se estrecharon. "No quieres que lo haga de mi incumbencia."
"Lo hiciste. Piérdete."
Elizabeth abrió la boca para hablar, después la cerró, con ira en su expresión pero una brillante sonrisa la sustituyó. ___ podía adivinar por qué.
"Oye, ahí está. Te he estado buscando y no podía entender dónde diablos te habías metido y -".
___ se volvió, ya imaginándose que Joe se había aparecido. "Hola"
Lanzó una mirada de preocupación de ella a Elizabeth. "¿Qué estás tú y Liz haciendo aquí?"
Elizabeth se paseó, con una sonrisa de plástico en su cara. Acarició el brazo de Joe. "Hablando cosas de chicas, cariño. Estaba alabando a ___ por el maravilloso trabajo que hizo en la fiesta de aniversario de tus padres."
Joe relajó los hombros y echó una cálida mirada a ___. "Es maravillosa, ¿no?"
Elizabeth besó a Joe en la mejilla. "Un durazno".
Ella le guiñó a ___ mientras caminaba a través de la puerta. "Hablaremos de nuevo más tarde, ___".
Joe siguió a Liz con la mirada, luego se volvió de nuevo a ___. "¿Qué fue todo eso?"
___ no tenía necesidad que Joe interviniera en su nombre, y lo último que quería era causar fricciones entre él y su agente. A Elizabeth no le gustaba. Entonces, ¿qué? ___ podía manejarlo. Y si Elizabeth tenía razón acerca de Joe, entonces no había nada que pudiera hacer al respecto, ¿verdad? "Sólo estábamos charlando sobre la fiesta y el fútbol. Y de ti, por supuesto."
"¿Te estaba haciendo pasar un mal rato?"
"Nada que no pueda manejar. Entonces, ¿te estás divirtiendo?"
"No"
___ frunció el ceño. "¿Por qué no?"
"Porque no te podía encontrar. ¿Dónde has estado?"
"Soy una organizadora de eventos, ¿recuerdas? Tengo que tratar de asegurarme que todo esté en su lugar, y ver que todo el mundo esté pasando un buen rato."
Sus labios se levantaron. "Mis padres están teniendo un buen momento, que es lo único que importa. Gracias."
"No hay de qué."
El silencio se extendió entre ellos, y ella odiaba eso. "Joe..."
Él le tomó las manos entre las suyas. "Vamos a sentarnos".
"Está bien."
La llevó al banco de piedra cerca de la fuente, luego se sentó a su lado. Ella medio se volvió hacia él.
"Dime lo que te molesta, ___".
"Nada me molesta, pero necesito disculparme."
Él inclinó la cabeza hacia un lado. "¿Por qué?"
"Por mis malditos fallos y el de Nathan. Fui un desastre, el otro día cuando Nathan estaba en estado de ebriedad. No estuve allí cuando sucedió, y por alguna razón sentí que debía haber estado."
Él le frotó la mano con la yema de su dedo pulgar.
"¿Así que ahora que se supone que debo ser psíquico?"
Ella suspiró. "No lo sé. Esta cosa de ser padres es duro. Y estarlo haciendo sola todos estos años ha sido aún más difícil. A veces me equivoco. Muchas veces."
"¿Sabes qué? Incluso las familias con padre y madre no lo logran. Uno no es perfecto al criar a los chicos."
Ella dio un vistazo a través de las puertas a los padres de Joe, viéndose amorosamente a los ojos del otro mientras bailaban lentamente. "Algunos logran hacerlo bien sin cometer errores."
"¿Crees que mis padres criaron hijos perfectos?" Él inclinó la cabeza hacia atrás y se echó a reír, y luego se puso serio otra vez. "Creo que hay algunas cosas que necesitas saber de mí, ___. No soy perfecto. Nunca lo he sido y nunca lo seré. Cometí errores cuando era joven. Metí la pata. Muy mal".
Ella se cruzó de brazos. "Me parece tan difícil de creer. Mira donde estás ahora."
“Así es. Sin embargo, sólo estás viendo el producto terminado. No viste lo que me trajo hasta aquí." Miró a su alrededor. "Hay algo que tengo que hablar contigo pero no aquí. Más tarde, cuando regresemos a la casa. Es importante, y tiene que ver con tu idea de la perfección. Y con Nathan, también."
Ella le lanzó una interrogante mirada. "No te entiendo."
"Sé que no, pero no quiero hablar de ello aquí, donde hay tanta gente. ¿Podemos dejar esta conversación para más tarde?"
"Claro".
Levantó la mano y posó un beso en sus nudillos. "Entremos y bailemos. Muéstrame tus movimientos en la discoteca."
Ella dejó escapar una suave risa. "Oh, Señor. Puede ser que necesite algunas clases de baile de tu madre antes de intentar moverme."
Él deslizó su mano en el hueco de su brazo. "No te preocupes, cariño. Te enseñaré todo lo necesario".
"Te estás imaginando cosas, ___. Kevin es un gran cliente que me da un montón de dinero. ¿Sabes lo que ven mis ojos cuando lo miro? Dólares. Hago lo que sea necesario para que mis jugadores sean felices."
"Ya veo. Así que en realidad, nada es tiempo de inactividad para ti, ¿verdad?"
"Siempre hay trabajo por hacer." Elizabeth deslizó su brazo en ___ y la condujo hacia la parte posterior del salón de baile. "Y hablando de trabajo, hablemos de Joe."
Esto debería ser interesante.
Elizabeth la llevó por la puerta y al jardín. La noche era cálida, pero afortunadamente no infernalmente. Elizabeth se acercó hacia la fuente donde una cadena de luces destacaba su rojo cabello, que fue expertamente acomodado en lo que ___ había decidido que era su giro francés de marca registrada. Con algunos mechones caídos para enmarcar su cara.
Elizabeth se volvió a ___ y le sonrió, pero era una sonrisa calculadora.
"Bueno, Elizabeth, me tienes aquí. ¿Qué hay sobre Joe?"
"Me gusta que el tiempo libre de Joe tenga en un buen uso."
"¿Qué significa eso, exactamente?"
"Fundaciones de beneficencia, eventos públicos, estrenos, galerías, donde pueda ser visto y fotografiado. Es bueno para su imagen y para el equipo."
“Y crees que su relación conmigo se interpone en el camino".
"Me alegro que veas las cosas a mi manera."
"No estoy diciendo que estoy de acuerdo contigo, Elizabeth. Estoy diciendo que entiendo el significado. Estoy segura que Joe puede optar por hacer lo que quiera."
Elizabeth no frunció el ceño, pero ___ vio el destello de ira en sus ojos. "Mira, ___. Estoy segura de que está teniendo un tiempo maravilloso contigo y con tu hijo, pero el atractivo desaparecerá con el tiempo, y que seguirá adelante. Se perderá el glamour, las fiestas, la diversión y el entusiasmo a los que estaba acostumbrado."
___ se encogió de hombros, negándose a dejar que Elizabeth llegara a ella. "Y si lo hace, entonces creo sucederá. Es su elección hacerlo siempre y cuando suceda. O más bien, es nuestra elección en la medida de cómo es nuestra relación. ¿O es que esperas que lo eche a la calle ahora para llenarme de angustia más tarde?"
"Él te dejará con el tiempo."
___ se negó a frotar el dolor en su estómago donde las palabras de Elizabeth habían creado un agujero. "Así lo dices tú. Pero tal vez no lo haga. Tal vez pueda ofrecerle algo que no puede conseguir en ningún otro lugar."
Elizabeth se echó a reír. "___, no tienes lo necesario para retenerlo, y él es demasiado playboy para establecerse. Llevas demasiado equipaje y no lo podrá manejar. Es sólo cuestión de tiempo. Debes irte ahora antes de que te duela. Tienes a tu hijo en quien pensar, después de todo."
Qué perra. No era de extrañar que fuera tan buena en su trabajo. Sabía exactamente donde meter el cuchillo. "Creo que mi relación con Joe no es asunto tuyo".
Ahora sus ojos se estrecharon. "No quieres que lo haga de mi incumbencia."
"Lo hiciste. Piérdete."
Elizabeth abrió la boca para hablar, después la cerró, con ira en su expresión pero una brillante sonrisa la sustituyó. ___ podía adivinar por qué.
"Oye, ahí está. Te he estado buscando y no podía entender dónde diablos te habías metido y -".
___ se volvió, ya imaginándose que Joe se había aparecido. "Hola"
Lanzó una mirada de preocupación de ella a Elizabeth. "¿Qué estás tú y Liz haciendo aquí?"
Elizabeth se paseó, con una sonrisa de plástico en su cara. Acarició el brazo de Joe. "Hablando cosas de chicas, cariño. Estaba alabando a ___ por el maravilloso trabajo que hizo en la fiesta de aniversario de tus padres."
Joe relajó los hombros y echó una cálida mirada a ___. "Es maravillosa, ¿no?"
Elizabeth besó a Joe en la mejilla. "Un durazno".
Ella le guiñó a ___ mientras caminaba a través de la puerta. "Hablaremos de nuevo más tarde, ___".
Joe siguió a Liz con la mirada, luego se volvió de nuevo a ___. "¿Qué fue todo eso?"
___ no tenía necesidad que Joe interviniera en su nombre, y lo último que quería era causar fricciones entre él y su agente. A Elizabeth no le gustaba. Entonces, ¿qué? ___ podía manejarlo. Y si Elizabeth tenía razón acerca de Joe, entonces no había nada que pudiera hacer al respecto, ¿verdad? "Sólo estábamos charlando sobre la fiesta y el fútbol. Y de ti, por supuesto."
"¿Te estaba haciendo pasar un mal rato?"
"Nada que no pueda manejar. Entonces, ¿te estás divirtiendo?"
"No"
___ frunció el ceño. "¿Por qué no?"
"Porque no te podía encontrar. ¿Dónde has estado?"
"Soy una organizadora de eventos, ¿recuerdas? Tengo que tratar de asegurarme que todo esté en su lugar, y ver que todo el mundo esté pasando un buen rato."
Sus labios se levantaron. "Mis padres están teniendo un buen momento, que es lo único que importa. Gracias."
"No hay de qué."
El silencio se extendió entre ellos, y ella odiaba eso. "Joe..."
Él le tomó las manos entre las suyas. "Vamos a sentarnos".
"Está bien."
La llevó al banco de piedra cerca de la fuente, luego se sentó a su lado. Ella medio se volvió hacia él.
"Dime lo que te molesta, ___".
"Nada me molesta, pero necesito disculparme."
Él inclinó la cabeza hacia un lado. "¿Por qué?"
"Por mis malditos fallos y el de Nathan. Fui un desastre, el otro día cuando Nathan estaba en estado de ebriedad. No estuve allí cuando sucedió, y por alguna razón sentí que debía haber estado."
Él le frotó la mano con la yema de su dedo pulgar.
"¿Así que ahora que se supone que debo ser psíquico?"
Ella suspiró. "No lo sé. Esta cosa de ser padres es duro. Y estarlo haciendo sola todos estos años ha sido aún más difícil. A veces me equivoco. Muchas veces."
"¿Sabes qué? Incluso las familias con padre y madre no lo logran. Uno no es perfecto al criar a los chicos."
Ella dio un vistazo a través de las puertas a los padres de Joe, viéndose amorosamente a los ojos del otro mientras bailaban lentamente. "Algunos logran hacerlo bien sin cometer errores."
"¿Crees que mis padres criaron hijos perfectos?" Él inclinó la cabeza hacia atrás y se echó a reír, y luego se puso serio otra vez. "Creo que hay algunas cosas que necesitas saber de mí, ___. No soy perfecto. Nunca lo he sido y nunca lo seré. Cometí errores cuando era joven. Metí la pata. Muy mal".
Ella se cruzó de brazos. "Me parece tan difícil de creer. Mira donde estás ahora."
“Así es. Sin embargo, sólo estás viendo el producto terminado. No viste lo que me trajo hasta aquí." Miró a su alrededor. "Hay algo que tengo que hablar contigo pero no aquí. Más tarde, cuando regresemos a la casa. Es importante, y tiene que ver con tu idea de la perfección. Y con Nathan, también."
Ella le lanzó una interrogante mirada. "No te entiendo."
"Sé que no, pero no quiero hablar de ello aquí, donde hay tanta gente. ¿Podemos dejar esta conversación para más tarde?"
"Claro".
Levantó la mano y posó un beso en sus nudillos. "Entremos y bailemos. Muéstrame tus movimientos en la discoteca."
Ella dejó escapar una suave risa. "Oh, Señor. Puede ser que necesite algunas clases de baile de tu madre antes de intentar moverme."
Él deslizó su mano en el hueco de su brazo. "No te preocupes, cariño. Te enseñaré todo lo necesario".
Val's Matth.
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
[5-5]
Capítulo 13
Le tomó un tiempo a la fiesta extinguirse. La familia de Joe y sus amigos estuvieron en la fiesta toda la noche, pero esta vez el lugar no fue reservado para toda la noche, por lo que habían sacado del salón de baile a todo el mundo a la medianoche. Como regalo para los padres de Joe, los chicos habían solicitado una suite en un hotel muy elegante, así que ya habían hecho las maletas y se dirigieron hacia allí por una noche en la suite de luna de miel. Nathan lo fue a pasar de nuevo con los primos de Joe, lo que significaba que ___ y Joe tendrían la casa de sus padres para sí mismos por esta noche.
___ corrió escaleras arriba y se cambió, agradecida de quitarse los tacones altos que la estaban matando y el apretado vestido. Ella se deslizó en un par de pantalones cortos y una camiseta sin mangas, luego bajó para buscar a Joe que hizo lo mismo. Se había quitado el traje y se había puesto un par de pantalones cortos hasta la rodilla y una camiseta de gimnasio de algodón sin mangas.
"¿Mejor?" Le preguntó.
Ella suspiró de alivio. "Mis pies me estaban matando, por lo que sí, definitivamente estoy mejor." Se hundió en el sofá al lado de él.
"¿Quieres tomar algo?", Le preguntó.
"No, estoy bien. ¿Y tú? ¿Quieres una cerveza o algo?"
Había algo extraño en la forma en que la miraba. "Tengo una botella de agua aquí, así que estoy bien".
"Está bien."
Ella apoyó el codo en la parte posterior del sofá y apoyó la cabeza en su mano.
"¿Cansada?"
"Estoy bien. ¿Y tú? Tú eres el que corrió todo el día llevando a Nathan al juego de pelota y manteniéndolo entretenido, para que yo pudiera conseguir tener todo listo. Y luego me ayudaste con la fiesta".
"Yo no organicé la fiesta. Tú lo hiciste. Y Nathan nunca es un problema, así que deja de pedir disculpas por tu hijo".
"No lo estaba haciendo"
"Lo haces. Mucho."
Ella se sentó. "¿Yo?"
“Sí. Haces sonar a Nathan como un inconveniente para mí, y no lo es. Si lo fuese, no estaría contigo. Supe casi desde el principio que él era una parte de tu vida, ___. Que era parte del paquete, así que deja de pedir perdón por su existencia."
Las lágrimas brotaron de sus ojos. ¿Eso era lo que estuvo haciendo? Oh, Dios, lo estuvo haciendo. Estuvo pidiendo disculpas por Nathan, por él, por que era parte de su vida. “Tienes razón. Lo he hecho. Lo siento."
Joe secó la lágrima que había escapado hacia debajo de su mejilla. "No tienes que pedir disculpas a ningún hombre por tener un hijo. Es un gran chico. No le debes explicaciones ni excusas a nadie de tu vida".
Ella se estremeció con un suspiro. "Supongo que tienes razón. Sigo sosteniendo la infancia y vidas de otras personas como ejemplos de la perfección que siempre echaba en falta en la mía."
"La vida de nadie es perfecta, ___. Ni la tuya, ni la mía, la de nadie."
"Si tú lo dices. Es difícil de ver las imperfecciones a través de toda la felicidad a veces."
"Ves lo que la gente quiere que veas, no lo que necesariamente existe."
"¿Me estás diciendo que tu vida no es perfecta? Me parece tan difícil de creer."
Él se recostó en el sofá y metió los dedos por su pelo. "Hay algo que quiero preguntarte. Tiene que ver con Nathan."
"Está bien."
"Me gustaría tu permiso para llevarlo a una junta conmigo cuando volvamos a casa. Creo que sería beneficioso para él."
"¿A una junta? ¿A qué tipo de reunión?"
"A una reunión de AA".
___ abrió mucho los ojos. "¿De Alcohólicos Anónimos? ¿Hablas en serio?"
"Sí".
"¿Por qué quieres que él vaya a una reunión de la AA? Nathan no es un alcohólico. Por lo que yo sé era su primera incursión con la bebida".
"¿Has hablado con él acerca de esa noche?"
“Sí. Por supuesto que sí. Él entiende que lo que hizo estuvo mal. Y se sintió muy mal."
Los labios de Joe se levantaron. "Por supuesto que se sentía terrible. Tenía resaca. Pero así es como se empieza, ___. Una fiesta, una gran cantidad de bebidas. Social. Es la forma en que te sientes aceptado. A menudo no te detienes allí. Me gustaría que viera algo de la fría realidad."
"Creo que sería un poco duro para él Joe."
"Sí, es duro. Pero es real. No será minimizado, y no será una regañina de su madre, a la que probablemente sólo prestó la mitad de atención. Nunca es demasiado pronto para que escuche cómo es realmente cuando beber se sale de control."
"¿Qué sabes acerca de AA?"
"Mucho".
Ella inclinó la cabeza hacia un lado y frunció el ceño.
La forma en que la miraba, fría y directa...
Entonces la golpeó. "No tomas bebidas alcohólicas."
Su mirada nunca abandonó su cara. "No"
"No tiene nada que ver con los entrenamientos, ¿no?"
"No"
Su garganta se secó mientras el sentido de todas esas semanas juntos, finalmente cayeron en foco. Las palmas se le humedecieron, y, acomodó las piernas, enderezándose, y preparándose para la verdad. Pero esperó sin preguntar, sabiendo que tenía que venir de Joe.
"Soy alcohólico ___"
El intestino la golpeó dañándola. Ella palmeó su estómago, se alegraba de estar sentada, porque la habitación le daba vueltas.
"¿Desde cuándo?"
"Desde que era adolescente. ¿Aún así crees que vivo una vida perfecta?"
No sabía si estaba enojada o herida, por ella o por él. Se obligó a volver a la ira, porque necesitaba saber, y porque tenía las agallas de estar sentado aquí y encararla con la verdad. Ella tomó su mano. "Cuéntame".
"Igual que Nathan, comenzó en las fiestas de fútbol". Miró hacia el techo durante unos segundos, aparentemente perdido en sus pensamientos. "Dios, verlo borracho en la fiesta la otra noche—" Arrastró su mirada hacia ella. "—Fue como verme a mí mismo. Volví dieciséis años en el tiempo, y allí estaba yo, siendo un borracho de mierda y teniendo el momento de mi vida. Era invencible, el bravucón de la manzana, popular como el infierno a los catorce años. Todas las personas mayores me invitaban a su círculo íntimo, y todo lo que tenía que hacer para mantenerme dentro era beber. Fácil, ¿verdad? Bebes con los chicos y te quedas en su círculo.
"Estaba desesperado por mantenerme en la cima, así que hice lo que fue necesario. Bebía. Al principio lo odiaba. Me hacía sentir enfermo y afectaba mi cuerpo. Cuando estás en el fútbol, estar en buen forma física es todo para un hombre. La última cosa que quieres o necesitas es un montón de productos químicos contaminantes en tu sistema. Yo estaba en guerra entre lo que sabía que era mejor para mi cuerpo y lo que más quería de todo - aceptación por parte de los que estaban arriba en el equipo".
"Escogiste al equipo".
Él asintió. “Sí. Nunca había tenido hermanos mayores. Soy el mayor de mi familia. El responsable, ¿Sabes? Así que cuando me enfrenté con alguien mayor que me dijo qué hacer, me derrumbé. Hice lo que me dijeron. Bebí. Y enseñé a mi cuerpo a ir todo el camino hasta la escuela secundaria y la universidad. Porque para entonces mi cuerpo había aprendido a depender de el. Así que me daba lo suficiente como para que todavía pudiera funcionar a máximo rendimiento, pero, también podía ir a fiestas. Para el momento en que fui al último año de la escuela secundaria tenía marcha dura los fines de semana, pero era el líder del equipo. Así que podía suavizarlo un poco y dejar que los demás tomaran el relevo, lo que quería decir que pude costear bien mi último año, lo suficiente como para recoger mi diploma.
"Pero entonces, la universidad llegó, y era el hombre más bajo en el tótem y comenzó de nuevo. Tenía que beber duro e ir a fiestas para encajar. En ese entonces ya me había acostumbrado a hacer lo que fuera necesario, por lo que el consumo diario comenzó. Y los grados aumentaban fácilmente, así que pasé mucho tiempo en la universidad en estado de ebriedad."
Joe se detuvo, desenroscó la tapa de su agua, y tomó un largo trago. ___ exhaló el aliento que estuvo sosteniendo, no queriendo decir una palabra, dañándolo internamente por lo que había sufrido.
"De todos modos," dijo mientras enroscaba la parte superior de la botella de agua. "En el tercer año de la universidad el alcohol empezó a hacer mella en mis calificaciones y en mi rendimiento en el fútbol. El entrenador comenzó a notarlo, y lo mismo hicieron mis padres. Una vez que comenzaron a buscar más cerca, no les tomó mucho tiempo descubrir que tenía un problema con el alcohol."
"¿Qué hicieron?", Le preguntó.
Se encogió de hombros. "Me dijeron que consiguiera ayuda. Pero los alcohólicos, somos grandes en la negación. Estaba seguro de que no tenía problemas con el alcohol. Que sabía cómo controlarlo. Podría dejarlo cada vez que quisiera."
"Entonces, ¿no -?"
"Lo intenté, porque me dijeron que no podía. El entrenador incluso me envió al banquillo por un partido, y en la universidad eso algo serio como la mierda. Tuve que demostrarles que podía detenerme. El problema era que no podía. Me fui a casa un fin de semana y traté de no beber durante dos días, y maldita sea si estuve cerca de la muerte."
___ le apretó la mano, sintiendo el dolor dentro de él, queriendo tomarlo en sus brazos y abrazarlo, queriendo que él no tuviera que volver a vivirlo, pero sabiendo que era importante que le contara su historia.
"Nunca estuve tan enfermo. Estaba temblando, sudando. No podía dormir, no podía comer, no podía pensar correctamente. Empecé a alucinar. Dios, las cosas que veía no eran reales. Me asusté terriblemente. Pero la mayoría de lo que me asustaba era que anhelaba una bebida más que nada. Era un hijo de puta sin nadie a mí alrededor. Les gritaba que me estaban matando. Y quería matar a cualquiera que se interpusiera en mi camino por conseguir una maldita bebida."
"Oh, Joe, lo siento mucho."
Él la miró directamente. "No lo sientas por mí, ___. Lo hice por mí mismo. No tenía nadie a quien culpar sino a mí de cómo me sentía."
Ella asintió. Sabía lo que era ser un borracho, lo había enfrentado todos los días que había vivido con sus padres.
Capítulo 13
Le tomó un tiempo a la fiesta extinguirse. La familia de Joe y sus amigos estuvieron en la fiesta toda la noche, pero esta vez el lugar no fue reservado para toda la noche, por lo que habían sacado del salón de baile a todo el mundo a la medianoche. Como regalo para los padres de Joe, los chicos habían solicitado una suite en un hotel muy elegante, así que ya habían hecho las maletas y se dirigieron hacia allí por una noche en la suite de luna de miel. Nathan lo fue a pasar de nuevo con los primos de Joe, lo que significaba que ___ y Joe tendrían la casa de sus padres para sí mismos por esta noche.
___ corrió escaleras arriba y se cambió, agradecida de quitarse los tacones altos que la estaban matando y el apretado vestido. Ella se deslizó en un par de pantalones cortos y una camiseta sin mangas, luego bajó para buscar a Joe que hizo lo mismo. Se había quitado el traje y se había puesto un par de pantalones cortos hasta la rodilla y una camiseta de gimnasio de algodón sin mangas.
"¿Mejor?" Le preguntó.
Ella suspiró de alivio. "Mis pies me estaban matando, por lo que sí, definitivamente estoy mejor." Se hundió en el sofá al lado de él.
"¿Quieres tomar algo?", Le preguntó.
"No, estoy bien. ¿Y tú? ¿Quieres una cerveza o algo?"
Había algo extraño en la forma en que la miraba. "Tengo una botella de agua aquí, así que estoy bien".
"Está bien."
Ella apoyó el codo en la parte posterior del sofá y apoyó la cabeza en su mano.
"¿Cansada?"
"Estoy bien. ¿Y tú? Tú eres el que corrió todo el día llevando a Nathan al juego de pelota y manteniéndolo entretenido, para que yo pudiera conseguir tener todo listo. Y luego me ayudaste con la fiesta".
"Yo no organicé la fiesta. Tú lo hiciste. Y Nathan nunca es un problema, así que deja de pedir disculpas por tu hijo".
"No lo estaba haciendo"
"Lo haces. Mucho."
Ella se sentó. "¿Yo?"
“Sí. Haces sonar a Nathan como un inconveniente para mí, y no lo es. Si lo fuese, no estaría contigo. Supe casi desde el principio que él era una parte de tu vida, ___. Que era parte del paquete, así que deja de pedir perdón por su existencia."
Las lágrimas brotaron de sus ojos. ¿Eso era lo que estuvo haciendo? Oh, Dios, lo estuvo haciendo. Estuvo pidiendo disculpas por Nathan, por él, por que era parte de su vida. “Tienes razón. Lo he hecho. Lo siento."
Joe secó la lágrima que había escapado hacia debajo de su mejilla. "No tienes que pedir disculpas a ningún hombre por tener un hijo. Es un gran chico. No le debes explicaciones ni excusas a nadie de tu vida".
Ella se estremeció con un suspiro. "Supongo que tienes razón. Sigo sosteniendo la infancia y vidas de otras personas como ejemplos de la perfección que siempre echaba en falta en la mía."
"La vida de nadie es perfecta, ___. Ni la tuya, ni la mía, la de nadie."
"Si tú lo dices. Es difícil de ver las imperfecciones a través de toda la felicidad a veces."
"Ves lo que la gente quiere que veas, no lo que necesariamente existe."
"¿Me estás diciendo que tu vida no es perfecta? Me parece tan difícil de creer."
Él se recostó en el sofá y metió los dedos por su pelo. "Hay algo que quiero preguntarte. Tiene que ver con Nathan."
"Está bien."
"Me gustaría tu permiso para llevarlo a una junta conmigo cuando volvamos a casa. Creo que sería beneficioso para él."
"¿A una junta? ¿A qué tipo de reunión?"
"A una reunión de AA".
___ abrió mucho los ojos. "¿De Alcohólicos Anónimos? ¿Hablas en serio?"
"Sí".
"¿Por qué quieres que él vaya a una reunión de la AA? Nathan no es un alcohólico. Por lo que yo sé era su primera incursión con la bebida".
"¿Has hablado con él acerca de esa noche?"
“Sí. Por supuesto que sí. Él entiende que lo que hizo estuvo mal. Y se sintió muy mal."
Los labios de Joe se levantaron. "Por supuesto que se sentía terrible. Tenía resaca. Pero así es como se empieza, ___. Una fiesta, una gran cantidad de bebidas. Social. Es la forma en que te sientes aceptado. A menudo no te detienes allí. Me gustaría que viera algo de la fría realidad."
"Creo que sería un poco duro para él Joe."
"Sí, es duro. Pero es real. No será minimizado, y no será una regañina de su madre, a la que probablemente sólo prestó la mitad de atención. Nunca es demasiado pronto para que escuche cómo es realmente cuando beber se sale de control."
"¿Qué sabes acerca de AA?"
"Mucho".
Ella inclinó la cabeza hacia un lado y frunció el ceño.
La forma en que la miraba, fría y directa...
Entonces la golpeó. "No tomas bebidas alcohólicas."
Su mirada nunca abandonó su cara. "No"
"No tiene nada que ver con los entrenamientos, ¿no?"
"No"
Su garganta se secó mientras el sentido de todas esas semanas juntos, finalmente cayeron en foco. Las palmas se le humedecieron, y, acomodó las piernas, enderezándose, y preparándose para la verdad. Pero esperó sin preguntar, sabiendo que tenía que venir de Joe.
"Soy alcohólico ___"
El intestino la golpeó dañándola. Ella palmeó su estómago, se alegraba de estar sentada, porque la habitación le daba vueltas.
"¿Desde cuándo?"
"Desde que era adolescente. ¿Aún así crees que vivo una vida perfecta?"
No sabía si estaba enojada o herida, por ella o por él. Se obligó a volver a la ira, porque necesitaba saber, y porque tenía las agallas de estar sentado aquí y encararla con la verdad. Ella tomó su mano. "Cuéntame".
"Igual que Nathan, comenzó en las fiestas de fútbol". Miró hacia el techo durante unos segundos, aparentemente perdido en sus pensamientos. "Dios, verlo borracho en la fiesta la otra noche—" Arrastró su mirada hacia ella. "—Fue como verme a mí mismo. Volví dieciséis años en el tiempo, y allí estaba yo, siendo un borracho de mierda y teniendo el momento de mi vida. Era invencible, el bravucón de la manzana, popular como el infierno a los catorce años. Todas las personas mayores me invitaban a su círculo íntimo, y todo lo que tenía que hacer para mantenerme dentro era beber. Fácil, ¿verdad? Bebes con los chicos y te quedas en su círculo.
"Estaba desesperado por mantenerme en la cima, así que hice lo que fue necesario. Bebía. Al principio lo odiaba. Me hacía sentir enfermo y afectaba mi cuerpo. Cuando estás en el fútbol, estar en buen forma física es todo para un hombre. La última cosa que quieres o necesitas es un montón de productos químicos contaminantes en tu sistema. Yo estaba en guerra entre lo que sabía que era mejor para mi cuerpo y lo que más quería de todo - aceptación por parte de los que estaban arriba en el equipo".
"Escogiste al equipo".
Él asintió. “Sí. Nunca había tenido hermanos mayores. Soy el mayor de mi familia. El responsable, ¿Sabes? Así que cuando me enfrenté con alguien mayor que me dijo qué hacer, me derrumbé. Hice lo que me dijeron. Bebí. Y enseñé a mi cuerpo a ir todo el camino hasta la escuela secundaria y la universidad. Porque para entonces mi cuerpo había aprendido a depender de el. Así que me daba lo suficiente como para que todavía pudiera funcionar a máximo rendimiento, pero, también podía ir a fiestas. Para el momento en que fui al último año de la escuela secundaria tenía marcha dura los fines de semana, pero era el líder del equipo. Así que podía suavizarlo un poco y dejar que los demás tomaran el relevo, lo que quería decir que pude costear bien mi último año, lo suficiente como para recoger mi diploma.
"Pero entonces, la universidad llegó, y era el hombre más bajo en el tótem y comenzó de nuevo. Tenía que beber duro e ir a fiestas para encajar. En ese entonces ya me había acostumbrado a hacer lo que fuera necesario, por lo que el consumo diario comenzó. Y los grados aumentaban fácilmente, así que pasé mucho tiempo en la universidad en estado de ebriedad."
Joe se detuvo, desenroscó la tapa de su agua, y tomó un largo trago. ___ exhaló el aliento que estuvo sosteniendo, no queriendo decir una palabra, dañándolo internamente por lo que había sufrido.
"De todos modos," dijo mientras enroscaba la parte superior de la botella de agua. "En el tercer año de la universidad el alcohol empezó a hacer mella en mis calificaciones y en mi rendimiento en el fútbol. El entrenador comenzó a notarlo, y lo mismo hicieron mis padres. Una vez que comenzaron a buscar más cerca, no les tomó mucho tiempo descubrir que tenía un problema con el alcohol."
"¿Qué hicieron?", Le preguntó.
Se encogió de hombros. "Me dijeron que consiguiera ayuda. Pero los alcohólicos, somos grandes en la negación. Estaba seguro de que no tenía problemas con el alcohol. Que sabía cómo controlarlo. Podría dejarlo cada vez que quisiera."
"Entonces, ¿no -?"
"Lo intenté, porque me dijeron que no podía. El entrenador incluso me envió al banquillo por un partido, y en la universidad eso algo serio como la mierda. Tuve que demostrarles que podía detenerme. El problema era que no podía. Me fui a casa un fin de semana y traté de no beber durante dos días, y maldita sea si estuve cerca de la muerte."
___ le apretó la mano, sintiendo el dolor dentro de él, queriendo tomarlo en sus brazos y abrazarlo, queriendo que él no tuviera que volver a vivirlo, pero sabiendo que era importante que le contara su historia.
"Nunca estuve tan enfermo. Estaba temblando, sudando. No podía dormir, no podía comer, no podía pensar correctamente. Empecé a alucinar. Dios, las cosas que veía no eran reales. Me asusté terriblemente. Pero la mayoría de lo que me asustaba era que anhelaba una bebida más que nada. Era un hijo de puta sin nadie a mí alrededor. Les gritaba que me estaban matando. Y quería matar a cualquiera que se interpusiera en mi camino por conseguir una maldita bebida."
"Oh, Joe, lo siento mucho."
Él la miró directamente. "No lo sientas por mí, ___. Lo hice por mí mismo. No tenía nadie a quien culpar sino a mí de cómo me sentía."
Ella asintió. Sabía lo que era ser un borracho, lo había enfrentado todos los días que había vivido con sus padres.
Val's Matth.
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
Awuaaaaaaa! Me fascinaronn los capii!!!!
Mill graciasss!!!
Esperoo el proximoo capii!
Nawuaaa cada dia. Soy mas adicta a esta noveee!!
Siguela porfisss me encantaaa!
Ashhh odioo a elizabeth :s es una PU;:g" La odiooo
Como es capaz de decirlee eso a la rayiss!
Y tan bello joe le confeso todo!
Ahhh amee a la mama de joe q tiernaaa *_* ella quiere a la rayis como su nuera!!
Siguelaaa porfiss!
Muero porq joe. Yla rayis se digan de una vez por todas lo mucho q se quiieren *_*
Siguerla att: tu mega fielisiima lectoraa besoss
Siguelaaaa
Mill graciasss!!!
Esperoo el proximoo capii!
Nawuaaa cada dia. Soy mas adicta a esta noveee!!
Siguela porfisss me encantaaa!
Ashhh odioo a elizabeth :s es una PU;:g" La odiooo
Como es capaz de decirlee eso a la rayiss!
Y tan bello joe le confeso todo!
Ahhh amee a la mama de joe q tiernaaa *_* ella quiere a la rayis como su nuera!!
Siguelaaa porfiss!
Muero porq joe. Yla rayis se digan de una vez por todas lo mucho q se quiieren *_*
Siguerla att: tu mega fielisiima lectoraa besoss
Siguelaaaa
Yhosdaly
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww !
me encanto !
pobre joe !
siguela por favor !
me encanto !
pobre joe !
siguela por favor !
locasxjonas
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
q historia la de joe..la rayis se va aqudar con joe no??
ahhh
sigueala!!1
ahhh
sigueala!!1
jamileth
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
"Me acerqué a mi papá y le pegué porque no me dio las llaves de mi coche para poder ir a la tienda de licores. Le pegué a mi padre."
Las lágrimas llenaron los ojos de Joe, y ___ no pudo soportar eso. Sintió el aguijón de sus propias lágrimas, pero sabía que tenía que permitir que él terminara.
"Mi padre se negó, sin devolverme el golpe, sólo dejándome seguir luchando contra él. Afortunadamente estaba demasiado débil en ese momento para hacerle mucho daño, y finalmente me rendí. Ni siquiera recuerdo el llanto y las súplicas, gracias a Dios. Sólo recuerdo despertarme a la mañana siguiente, mortificado porque había golpeado a mi padre. Después que sabía que tenía razón. Era un alcohólico. Lo reconocí y pedí ayuda."
"Gracias a Dios que fuiste lo suficientemente inteligente como para darte cuenta de eso."
Sus ojos se estrecharon de ira. "No fui inteligente. Si hubiera sido inteligente, no me habría convertido en un alcohólico en el primer lugar. Tuve suerte de que la gente me amara lo suficiente como para querer ayudarme y me presionara a darme cuenta de lo mal que la estaba regando. Fui a un centro de tratamiento, me ayudaron, y conseguí asesoramiento. No he bebido un trago desde entonces. Me asustó como el infierno. Podría haberlo perdido todo, todo porque quería encajar y ser popular. Todo debido a una noche hace años, cuando tenía catorce años. Que lo empezó todo. Así que lo siento si crees que lo que ocurrió con Nathan no es gran cosa. Para mí es una mierda enorme."
"Pero no me habías hablado de ello. Nadie sabe que eres alcohólico, ¿verdad?"
"No. Nadie lo sabe, y esa fue mi elección. Decidí no hacerlo público. Voy a las reuniones y lo hago todo en silencio. Pero estoy dispuesto a llevar a Nathan a una reunión conmigo si crees que le impedirá cometer los mismos errores que yo."
"Joe, no puedo pedirte que hagas eso. No por mi hijo."
“¿No lo merece él? "
"Maldita sea, eso no es lo que quise decir. Por supuesto que vale la pena. Nathan es todo para mí. Me pondría delante de una bala por ese niño." Ella subió sus rodillas hasta su pecho y las rodeó con sus brazos. "Pero no me pongas en esa posición. No me pidas que te arriesgue por sobre mi hijo."
"¿Por qué no?"
"Sabes por qué no. ¿Qué pasa si alguien ve que vas a una reunión?"
Él se echó a reír. "He estado yendo a las reuniones por diez años, ___. Es por eso que lo llaman anónimo."
"Y harías esto por Nathan".
"Y por ti. Porque no te quiero pasando por lo que yo hice pasar a mi madre"
Ella puso su cabeza sobre su pecho. Le tomó un minuto, pero finalmente puso sus brazos a su alrededor. Ella sintió su tensión, por lo que se subió a su regazo y levantó la cabeza, vio la angustia en sus ojos.
"Nunca le has hablado a una mujer sobre esto, ¿Verdad?"
"No es fácil para mí confiar en la gente con esta historia. En las manos equivocadas podría destrozar todo mi mundo en un instante."
Puso la palma de su mano en su rostro. "Puedes confiar en mí.”
"Me preocupaba que te contará esto podría terminar las cosas entre nosotros."
Sus ojos se abrieron. "¿Por qué?"
"Después que me hablaste de tus padres... Quise decírtelo esa noche, pero me acobardé. Tus padres eran alcohólicos. Yo soy un alcohólico."
Ella palmeó su mandíbula. "Oh, Joe. Yo nunca te juzgaría en función de quiénes y qué eras. Mira cómo ha cambiado tu vida para mejor. Ellos nunca lo hicieron. Mira qué bueno eres con mi hijo. No quiero asustarte o que pienses que te estoy pidiendo algo de ti para el futuro, porque no lo hago. Pero has mejorado más la educación de mi hijo en el poco tiempo en que nos hemos conocido de lo que mis padres nunca hicieron conmigo en todos los años que viví con ellos. Así que no, nunca te juzgaría o compararía con ellos."
Él cerró los ojos y respiró pesadamente. Cuando los abrió, fue como si un gigantesco peso se hubiera levantado. Y, sin embargo aún había una luz de incertidumbre y el dolor. ___ se sorprendió de no haberlo visto antes. Tal vez siempre estuvo allí.
Estaba tan silencioso en toda la casa - que sólo se escuchaban sus dos respiraciones. Fue un momento surrealista. Lo que él había compartido con ella, tan crudo y doloroso que hacía que su corazón se sintiera herido por él, por lo que pasó y sobrevivido. Joe no tenía nada que ver con las revistas que lo retrataban, nada como las relaciones públicas que Elizabeth le arreglaba. Lo conocía ahora como nunca había pensado conocer a otra persona, y nunca había querido estar más cerca de lo que estaba ahora mismo. Quería que él olvidara el dolor y la tristeza y que conociera sólo el placer.
Se inclinó y rozó sus labios contra los suyos, haciendo un túnel con sus dedos en el pelo.
Él la envolvió sus brazos y tiró de ella contra él, profundizando el beso, deslizando su lengua dentro y tomando posesión de ella.
___ sintió la necesidad en él, y se alimentó de esa necesidad, quería que darse todo esa noche. Y cuando la levantó y la puso en el suelo, bajando hacia ella, envolvió sus piernas y brazos contorno a él, necesitando sentir su cuerpo.
La cresta dura de su pene cabalgaba entre sus piernas, y subió en su contra, incrementando su excitación a un estado febril mientras continuaba saqueando su boca con besos profundos, penetrantes viniendo de su alma.
Él sacó los brazos a los costados y cerró sus manos encima de ella mientras extendía sus piernas con sus rodillas y guiaba su vagina a su pene. A pesar de aún que estaban vestidos, ella dio un quejido, volviéndose húmeda, haciéndola desear la sensación de tenerlo en su interior. Él se cernió sobre ella, encima de su cara grabada con necesidad y hambre, y ella se arqueó hacia él.
"Fóllame", dijo en un susurro ronco. Había previsto tomar las cosas lentas y con calma esta noche, que fuera dulce y romántica, pero esa no era la forma en que se estaba desarrollando. Había una desesperada pasión entre ellos, una atracción intensa, frenética del uno hacia el otro que tenía que llenarse. El aire estaba lleno de tensión, y Joe si no consiguiera estar en su interior pronto, si continuaba frotando su pene contra la parte exterior de su ropa, se correría - así como así.
"Me gusta tocarte de esta forma – pensar en lo bien que se siente tu vagina, sabiendo lo desesperada que estás porque te folle, pero... espera."
___ jadeó, se lamió los labios, y se levantó contra él de nuevo. "Harás que me corra, frotando tu dura polla contra mi clítoris. Si sigues haciendo eso, y harás que me corra".
Él le sonrió, con malicia que hizo su vientre vibrar. "¿Sí? Demuéstramelo."
La jaló en su contra, duro y... oh, Dios, sí, allí mismo. Ella levantó sus caderas y él golpeó ese lugar y ella gritó, culminando, estremeciéndose mientras continuaba con sus caderas contra su dulce punto hasta que cayó al suelo y se fue con ella, deteniendo su boca en un beso que le robó el aliento.
Entonces fue un frenesí de quitarse la ropa y no hubo delicadeza en ello. ___ estaba eufórica y Joe tenía prisa para quitarle sus pantalones cortos, y ella temblaba al quitárselos y las bragas, abrió las piernas, y esperó a que tomara un condón y se lo pusiera. Volvió a ella, deslizó su mano a su trasero, y entró en ella, duro. Se mordió el labio mientras él bombeaba en ella con varios duros, empujes exquisitos que hacían que se arqueara a él.
"Estás tan apretada y jodidamente mojada. Haces que me quiera correr duro dentro de ti."
Le encantaba cuando se perdía de esa manera, cuando lo único en que podía pensar era en follarla, porque era todo lo que quería en ese momento – este encuentro de cuerpos de pasión animal y nada más. Su necesidad era primitiva y salvaje. Ella envolvió sus piernas alrededor de él y tiró de él, buscando su profundidad y poder. Joe hundió su cara en su cuello y lamió toda su garganta, haciendo que ella se estremeciera de alegría, que arrastrara sus uñas a lo largo de los hombros y brazos. Él gruñó en su contra y hundió los dedos en sus nalgas. Él le levantó las caderas, y la acción sacudió su pelvis contra su clítoris, llevándola directo al borde de nuevo.
"Siento que tu vagina me oprime. ¿Te correrás para mí otra vez?"
"Sí." Ella gimió, tan cerca que tuvo que apretar sus dientes. "Vente en mi interior, Joe".
"Me correré duro, ___. Ahora."
La besó, dejando escapar un gemido mientras empujaba varias veces seguidas mientras él se corría. Ella pareció separarse, y gimió contra sus labios mientras explotaba en ella y ella llegaba a su clímax en torrenciales olas de lo más calientes, con el placer más salvaje que hubiera podido imaginar. La siguió sosteniendo mientras bombeaba en su interior con su furioso eje hasta que finalmente se calmó, hasta que los impulsos en su interior se tranquilizaron.
"Podría haber incendiado la alfombra ", ella le susurró al oído.
La besó en el cuello. "Yo podría tener un tirón en la ingle".
Ella se echó a reír. "Uy".
La rodó sobre su lado, y Joe le quitó el pelo de los ojos. "No puedo tener suficiente de ti, ___. Sacas una parte de mí que nunca le he dado a otra mujer."
Su corazón se llenó de emociones, cosas que no se atrevía a decir en voz alta. Incluso si se enamoraba de él, no podría encontrar el valor para decírselo.
Amar a alguien les daba poder sobre ti, y ella no estaba lista para hacer eso todavía.
Las lágrimas llenaron los ojos de Joe, y ___ no pudo soportar eso. Sintió el aguijón de sus propias lágrimas, pero sabía que tenía que permitir que él terminara.
"Mi padre se negó, sin devolverme el golpe, sólo dejándome seguir luchando contra él. Afortunadamente estaba demasiado débil en ese momento para hacerle mucho daño, y finalmente me rendí. Ni siquiera recuerdo el llanto y las súplicas, gracias a Dios. Sólo recuerdo despertarme a la mañana siguiente, mortificado porque había golpeado a mi padre. Después que sabía que tenía razón. Era un alcohólico. Lo reconocí y pedí ayuda."
"Gracias a Dios que fuiste lo suficientemente inteligente como para darte cuenta de eso."
Sus ojos se estrecharon de ira. "No fui inteligente. Si hubiera sido inteligente, no me habría convertido en un alcohólico en el primer lugar. Tuve suerte de que la gente me amara lo suficiente como para querer ayudarme y me presionara a darme cuenta de lo mal que la estaba regando. Fui a un centro de tratamiento, me ayudaron, y conseguí asesoramiento. No he bebido un trago desde entonces. Me asustó como el infierno. Podría haberlo perdido todo, todo porque quería encajar y ser popular. Todo debido a una noche hace años, cuando tenía catorce años. Que lo empezó todo. Así que lo siento si crees que lo que ocurrió con Nathan no es gran cosa. Para mí es una mierda enorme."
"Pero no me habías hablado de ello. Nadie sabe que eres alcohólico, ¿verdad?"
"No. Nadie lo sabe, y esa fue mi elección. Decidí no hacerlo público. Voy a las reuniones y lo hago todo en silencio. Pero estoy dispuesto a llevar a Nathan a una reunión conmigo si crees que le impedirá cometer los mismos errores que yo."
"Joe, no puedo pedirte que hagas eso. No por mi hijo."
“¿No lo merece él? "
"Maldita sea, eso no es lo que quise decir. Por supuesto que vale la pena. Nathan es todo para mí. Me pondría delante de una bala por ese niño." Ella subió sus rodillas hasta su pecho y las rodeó con sus brazos. "Pero no me pongas en esa posición. No me pidas que te arriesgue por sobre mi hijo."
"¿Por qué no?"
"Sabes por qué no. ¿Qué pasa si alguien ve que vas a una reunión?"
Él se echó a reír. "He estado yendo a las reuniones por diez años, ___. Es por eso que lo llaman anónimo."
"Y harías esto por Nathan".
"Y por ti. Porque no te quiero pasando por lo que yo hice pasar a mi madre"
Ella puso su cabeza sobre su pecho. Le tomó un minuto, pero finalmente puso sus brazos a su alrededor. Ella sintió su tensión, por lo que se subió a su regazo y levantó la cabeza, vio la angustia en sus ojos.
"Nunca le has hablado a una mujer sobre esto, ¿Verdad?"
"No es fácil para mí confiar en la gente con esta historia. En las manos equivocadas podría destrozar todo mi mundo en un instante."
Puso la palma de su mano en su rostro. "Puedes confiar en mí.”
"Me preocupaba que te contará esto podría terminar las cosas entre nosotros."
Sus ojos se abrieron. "¿Por qué?"
"Después que me hablaste de tus padres... Quise decírtelo esa noche, pero me acobardé. Tus padres eran alcohólicos. Yo soy un alcohólico."
Ella palmeó su mandíbula. "Oh, Joe. Yo nunca te juzgaría en función de quiénes y qué eras. Mira cómo ha cambiado tu vida para mejor. Ellos nunca lo hicieron. Mira qué bueno eres con mi hijo. No quiero asustarte o que pienses que te estoy pidiendo algo de ti para el futuro, porque no lo hago. Pero has mejorado más la educación de mi hijo en el poco tiempo en que nos hemos conocido de lo que mis padres nunca hicieron conmigo en todos los años que viví con ellos. Así que no, nunca te juzgaría o compararía con ellos."
Él cerró los ojos y respiró pesadamente. Cuando los abrió, fue como si un gigantesco peso se hubiera levantado. Y, sin embargo aún había una luz de incertidumbre y el dolor. ___ se sorprendió de no haberlo visto antes. Tal vez siempre estuvo allí.
Estaba tan silencioso en toda la casa - que sólo se escuchaban sus dos respiraciones. Fue un momento surrealista. Lo que él había compartido con ella, tan crudo y doloroso que hacía que su corazón se sintiera herido por él, por lo que pasó y sobrevivido. Joe no tenía nada que ver con las revistas que lo retrataban, nada como las relaciones públicas que Elizabeth le arreglaba. Lo conocía ahora como nunca había pensado conocer a otra persona, y nunca había querido estar más cerca de lo que estaba ahora mismo. Quería que él olvidara el dolor y la tristeza y que conociera sólo el placer.
Se inclinó y rozó sus labios contra los suyos, haciendo un túnel con sus dedos en el pelo.
Él la envolvió sus brazos y tiró de ella contra él, profundizando el beso, deslizando su lengua dentro y tomando posesión de ella.
___ sintió la necesidad en él, y se alimentó de esa necesidad, quería que darse todo esa noche. Y cuando la levantó y la puso en el suelo, bajando hacia ella, envolvió sus piernas y brazos contorno a él, necesitando sentir su cuerpo.
La cresta dura de su pene cabalgaba entre sus piernas, y subió en su contra, incrementando su excitación a un estado febril mientras continuaba saqueando su boca con besos profundos, penetrantes viniendo de su alma.
Él sacó los brazos a los costados y cerró sus manos encima de ella mientras extendía sus piernas con sus rodillas y guiaba su vagina a su pene. A pesar de aún que estaban vestidos, ella dio un quejido, volviéndose húmeda, haciéndola desear la sensación de tenerlo en su interior. Él se cernió sobre ella, encima de su cara grabada con necesidad y hambre, y ella se arqueó hacia él.
"Fóllame", dijo en un susurro ronco. Había previsto tomar las cosas lentas y con calma esta noche, que fuera dulce y romántica, pero esa no era la forma en que se estaba desarrollando. Había una desesperada pasión entre ellos, una atracción intensa, frenética del uno hacia el otro que tenía que llenarse. El aire estaba lleno de tensión, y Joe si no consiguiera estar en su interior pronto, si continuaba frotando su pene contra la parte exterior de su ropa, se correría - así como así.
"Me gusta tocarte de esta forma – pensar en lo bien que se siente tu vagina, sabiendo lo desesperada que estás porque te folle, pero... espera."
___ jadeó, se lamió los labios, y se levantó contra él de nuevo. "Harás que me corra, frotando tu dura polla contra mi clítoris. Si sigues haciendo eso, y harás que me corra".
Él le sonrió, con malicia que hizo su vientre vibrar. "¿Sí? Demuéstramelo."
La jaló en su contra, duro y... oh, Dios, sí, allí mismo. Ella levantó sus caderas y él golpeó ese lugar y ella gritó, culminando, estremeciéndose mientras continuaba con sus caderas contra su dulce punto hasta que cayó al suelo y se fue con ella, deteniendo su boca en un beso que le robó el aliento.
Entonces fue un frenesí de quitarse la ropa y no hubo delicadeza en ello. ___ estaba eufórica y Joe tenía prisa para quitarle sus pantalones cortos, y ella temblaba al quitárselos y las bragas, abrió las piernas, y esperó a que tomara un condón y se lo pusiera. Volvió a ella, deslizó su mano a su trasero, y entró en ella, duro. Se mordió el labio mientras él bombeaba en ella con varios duros, empujes exquisitos que hacían que se arqueara a él.
"Estás tan apretada y jodidamente mojada. Haces que me quiera correr duro dentro de ti."
Le encantaba cuando se perdía de esa manera, cuando lo único en que podía pensar era en follarla, porque era todo lo que quería en ese momento – este encuentro de cuerpos de pasión animal y nada más. Su necesidad era primitiva y salvaje. Ella envolvió sus piernas alrededor de él y tiró de él, buscando su profundidad y poder. Joe hundió su cara en su cuello y lamió toda su garganta, haciendo que ella se estremeciera de alegría, que arrastrara sus uñas a lo largo de los hombros y brazos. Él gruñó en su contra y hundió los dedos en sus nalgas. Él le levantó las caderas, y la acción sacudió su pelvis contra su clítoris, llevándola directo al borde de nuevo.
"Siento que tu vagina me oprime. ¿Te correrás para mí otra vez?"
"Sí." Ella gimió, tan cerca que tuvo que apretar sus dientes. "Vente en mi interior, Joe".
"Me correré duro, ___. Ahora."
La besó, dejando escapar un gemido mientras empujaba varias veces seguidas mientras él se corría. Ella pareció separarse, y gimió contra sus labios mientras explotaba en ella y ella llegaba a su clímax en torrenciales olas de lo más calientes, con el placer más salvaje que hubiera podido imaginar. La siguió sosteniendo mientras bombeaba en su interior con su furioso eje hasta que finalmente se calmó, hasta que los impulsos en su interior se tranquilizaron.
"Podría haber incendiado la alfombra ", ella le susurró al oído.
La besó en el cuello. "Yo podría tener un tirón en la ingle".
Ella se echó a reír. "Uy".
La rodó sobre su lado, y Joe le quitó el pelo de los ojos. "No puedo tener suficiente de ti, ___. Sacas una parte de mí que nunca le he dado a otra mujer."
Su corazón se llenó de emociones, cosas que no se atrevía a decir en voz alta. Incluso si se enamoraba de él, no podría encontrar el valor para decírselo.
Amar a alguien les daba poder sobre ti, y ella no estaba lista para hacer eso todavía.
Val's Matth.
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
No es q llegue a enamorarc! Es q ya lo esta! :p
Ahhh morireee! *_*
Siguela porfis
Nawuaaaa esta nove de pana me adixtaaa *i* muchisiimaaa!
Siguelaaa
De pana la amO!
Pero le falta mucho por terminar verdad???
Siguelaa
Siguelaa. De. Panaaa! *_*
Att: tu megaa fielisima lectoraa!
Bersoss
Siguerla
Ahhh morireee! *_*
Siguela porfis
Nawuaaaa esta nove de pana me adixtaaa *i* muchisiimaaa!
Siguelaaa
De pana la amO!
Pero le falta mucho por terminar verdad???
Siguelaa
Siguelaa. De. Panaaa! *_*
Att: tu megaa fielisima lectoraa!
Bersoss
Siguerla
Yhosdaly
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
Mis Chicas... a la nove le queda muy muy muy poco por teminar haci que preparense ok, las quiero un beso adios.
Capítulo 14
___ dejó que Joe estuviera con Nathan todo el día. Él tenía un plan que había acordado con ___. Ella confiaría en él para mostrarle a Nathan la luz - o por lo menos lo que sería y lo que podría ser. Él esperaba no estar arruinándolo todo.
Joe comenzó el día llevando a Nathan a las instalaciones de entrenamiento del equipo, algo que hizo que los ojos de Nathan se ensacharan, especialmente porque se suponía que estaba castigado. Pero Joe hizo un gran trato explicándole a Nathan que había hablado con su madre, diciéndole que era un evento especial. Era el día de medios de comunicación en las instalaciones, por lo que había gran cantidad de personas adicionales en las instalaciones del entrenamiento de todos modos. Él ya lo había conversado con el equipo, por lo que Nathan tuvo oportunidad de observar desde el campo y conocer a todos los chicos.
Por supuesto, el entrenamiento no fue tan intenso como sería en un día normal, principalmente debido a la interrupción de la prensa, pero estaba bien, porque le dio a Joe una oportunidad de llevar a Nathan por los alrededores, presentarle a todo el mundo, e incluso ponerlo detrás del centro y tirarle algunos pases, lo que puso a Nathan nervioso como el infierno. Se veía tan pequeño detrás de la línea ofensiva de Joe. Para el crédito de Nathan lo hizo bien, sin dejar caer ninguno de los pase, y llegó incluso a golpear a un receptor o dos. El chico tenía un brazo bastante bueno y probablemente conseguiría una beca decente siempre y cuando dejara de tontear y se concentrara más en el fútbol y menos en la vida social, lo cual era la intención de Joe con ese día.
Después que Nathan tomara asiento, Joe se concentró en sus propios ejercicios, trabajando con algunos de los nuevos receptores. Una de sus parejas fue decente, otro tenía una actitud seria y algo de trabajo que hacer si tenía alguna esperanza de entrar en el equipo. Pero eso era problema de los entrenadores, y Joe no envidiaba el trabajo de los que se ocupaban de los chicos que entraban en el juego con un sentido de soberbia. Pero tipos como esos también eran buenos para que Nathan los viera— los que jugaban hasta con los medios de comunicación como si fueran de su propiedad, recién salidos de la universidad con toneladas de actitud, pensando que podrían entrar en su primer partido a la NFL y ser una estrella. Claro, había algunos que podrían llegar directo a la puerta, pero eran raros. Y Joe ya podía decir si este chico era tan bueno como él pensaba.
Unos pocos buenos saltos seguros delante de los pases con una intercepción clave y estos chicos recibirían una dosis de humildad rápidamente. Después de dar algunas entrevistas acerca de su estado físico, su plan general para el año, y lo que pensaba de las posibilidades del equipo, básicamente típicas entrevistas - Joe se duchó, y él y Nathan fueron a cenar.
"Entonces, ¿qué te parece todo esto?"
Nathan levantó la vista de su plato, de donde estuvo engullendo los alimentos. "Fue impresionante. Todos los fotógrafos y reporteros allí, trabajar con el equipo, además de los nuevos chicos del proyecto de la universidad. Fue súper. No puedo esperar para decirle a todos los chicos de mi equipo al respecto".
Joe había terminado de comer, así que echó hacia atrás su plato y tomó su vaso de agua, bebió un sorbo, luego se recostó en su silla. "Así que, ¿Salir conmigo ha subido tu credibilidad con tus compañeros de equipo?"
Nathan sonrió. "Definitivamente. Como estudiante de primer año si, ya que tienes bastantes seguidores, por lo que hasta pueden ponerme a prueba en el campo. El que salgas con mi madre ha conseguido la atención de todos."
Nathan ladeó la cabeza hacia un lado, con una preocupada expresión en su rostro. "No le mientes o algo, ¿verdad?"
Los labios de Joe se levantaron. "Uh, no. No estoy engañando a tu mamá".
Nathan dejó escapar un suspiro. "Gracias a Dios. Realmente arruinaría mi popularidad".
Adolescentes. ¿Joe fue siempre tan despistado? Obviamente sí, o no hubiera jodido su vida tan mal. "Sí, odiaría arruinar tu creciente popularidad".
Nathan agachó la cabeza y tuvo al menos la decencia de verse avergonzado. Tal vez no era tan mala idea después de todo.
Después del postre subieron a la camioneta. Joe miró el reloj del coche. Perfecta sincronización.
"¿Y ahora?", Preguntó Nathan.
"Vamos a una reunión."
Nathan medio se volvió hacia él. "¿No es broma? ¿Igual que algunas reuniones del equipo o algo así?"
"No. Este tipo de reunión es personal para mí, pero quería que vinieras conmigo porque creo podrías sacar algo de ello. Espero que no te importe."
“Hey, si tiene algo que ver contigo, no hay problema."
Joe entró en el estacionamiento de la Iglesia Presbiteriana, uno de los lugares que había encontrado que estaba teniendo una reunión esa noche abierta donde cualquiera podía asistir. Aparcó y se bajó.
Nathan lo siguió.
"Oh, hombre, ¿vamos a la iglesia?"
“No exactamente."
“Entonces, ¿qué estamos haciendo?"
Joe se detuvo y se volvió a Nathan. "Nathan, necesito que mantengas la boca cerrada y sólo escuches cuando lleguemos en el interior, ¿de acuerdo?"
Nathan retrocedió, sin estar acostumbrado a escuchar a Joe hablarle de ese modo. "Está bien. Claro que sí."
Caminaron al interior, y Joe encontró la reunión en la sala de abajo. Joe se registró, saludó unas cuantas manos, y tomó una taza de café y un refresco para Nathan.
"Oh, hombre, esta es una reunión de AA, Joe".
"Sí, lo es."
"¿Por qué me has traído aquí?"
"¿Qué te dije allá afuera?"
Nathan dejó caer la barbilla hacia abajo. "Sí, bien".
Estaba bastante concurrido, lo que era bueno. Un hombre se levantó y se acercó a la parte administrativa de la reunión, entonces todos ellos dijeron la Oración de la Serenidad, que Joe había recitado tantas veces en los últimos años, probablemente la podía decir en sueños.
"Dios concédeme la Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar...Valor para cambiar aquellas que puedo y Sabiduría para reconocer la diferencia...".
Decir la oración siempre traía una ola de paz en Joe, le daba la fuerza para continuar con su lucha contra el alcoholismo, le hacía darse cuenta que nunca podría volver atrás y cambiar el pasado, pero que tenía el control hoy, mañana, y todos los días después de eso. Y sabía que hasta hoy no había bebido una copa. Pasó a través de otro día.
La gente se levantó y comenzó a compartir historias. Había alcohólicos que desde hacía mucho tiempo habían estado allí a través de tiempos difíciles. Algunos habían regresado y comenzado a beber una y otra vez, sólo para empezar a luchar contra sus demonios y volver a intentarlo. Algunos nunca tocaban el alcohol después de haberse dados por vencidos. Otros se levantaban y compartían sus historias de éxito y recibían monedas de tiempo , que siempre arrancaba a Joe una sonrisa.
Cuando hubo una pausa, se levantó, lo que hizo que Nathan abriera los ojos como platos. Pero esto fue por lo que llevó a Nathan ahí. Él quería que escuchara su historia. Así que se levantó frente a todos esos extraños, aunque no era un extraño para muchos de ellos - y contó la misma historia que había contado a ___ la otra noche. Y mantuvo su entrenada mirada en Nathan, asegurándose que escuchara cada detalle.
Joe no se preocupó por verter esa información frente a todas esas personas, ya que AA era de personas anónimas y no compartían lo que escuchaban fuera de la sala de reuniones. Sus secretos en AA siempre estarían a salvo.
Cuando terminó, después de haberse puesto de pie allí y haberse presentado como Joseph, después de haberles dicho a todos que era alcohólico, esperaba que su mensaje le hubiera llegado a todos. Y tal vez lo hizo, porque los ojos de Nathan se habían llenado de lágrimas. Y no dijo una palabra cuando la reunión terminó, cuando Joe habló con la gente de allí. Nadie le pidió un autógrafo o habló de fútbol, porque Joe era otro más que luchaba día a día tratando de combatir su adicción con el alcohol.
Era por eso que a él le gustaba asistir a las reuniones, porque podía ser sólo otra persona que estaba en la lucha contra sus demonios.
Subieron al coche, y Nathan no se puso el cinturón de seguridad, se sentó allí con la barbilla presionada sobre su pecho.
"¿Nathan?"
Nathan se estremeció cuando inhaló, se volvió con su mirada llena de lágrimas a Joe. "Crees que podría terminar como tú. Por lo que hice la otra noche."
"Yo no he dicho eso. Nunca dije eso. Pero sí, me temo que pueda sucederte. O a cualquiera de tus amigos que no piensa en las consecuencias del consumo de alcohol ni en la fiesta. Piensa en la práctica que viste hoy, en lo duro que los jugadores trabajan en la NFL. Después, piensa en lo mucho que tienes que esforzarte en la universidad consiguiendo buenas notas y pasando a través de las clases al mismo tiempo que juegas fútbol."
"Pero pensé—"
"¿Creíste qué? ¿Qué alguien más hace su trabajo de clase por ellos? ¿Qué puedes flotar a través de los profesores y sacarles un poco de holgura? La universidad no es como la escuela secundaria, Nathan. A los colegios no les importa si estás jugando fútbol o no. Aún así esperan que pases. Y tratas de hacer eso, bien bebiéndote una botella de vodka al día, o una caja de cerveza, o lo que sea tu veneno. El mío era el whisky y la cerveza."
"Jesús. No lo sabía. Sólo quería estar en onda como los otros chicos."
"Estoy seguro que los otros chicos no lo saben. No tienen ni idea, porque piensan que pueden manejarlo. Yo pensé que podría manejar la situación. Y por un tiempo estuve haciéndolo muy bien. Pero luego todo se derrumbó, e incluso entonces no quise escuchar a la gente que sabía lo que era mejor para mí. No quise escuchar a mis padres o a mis entrenadores o a los médicos del equipo. Casi pierdo mi oportunidad de jugar en la NFL. Podría haberlo perdido todo. Pude haber muerto. Todo porque quería beber e ir de fiesta. Principalmente porque quería beber. Y todo empezó cuando tenía tu edad, porque quería estar en la onda y estaba desesperado por encajar"
Las lágrimas caían por las mejillas de Nathan ahora. "Así que ¿Qué se supone que debo hacer? Todos beben. Hay fiestas todo el tiempo. Me aceptan ahora."
"Aún puedes ser aceptado. Puedes estar en onda sin beber. Y si no les gustas porque no eres un borracho, entonces, ¿qué clase de amigos son esos? Eres un gran jugador de fútbol con una gran cantidad de potencial Nathan. Deja que tus habilidades y tus calificaciones hablen por ti. Te apuesto que no cada miembro del equipo es un gran fiestero. Busca a esos chicos y pasa el rato con ellos."
Él se encorvó en el asiento. “Supongo que sí."
"Mira, no voy a tomar las decisiones por ti. Ya tienes edad suficiente ahora para tomarlas por ti mismo. Sólo quería mostrarte lo que podría suceder. Tu vida es totalmente diferente a la mía. Depende de ti elegir."
Se llevó a Nathan a casa. El chico se fue hacia a su cuarto, apenas diciéndole una palabra a ___. Ella echó una mirada de preocupación a Joe.
"¿No fue bien?"
Joe se encogió de hombros. "No lo sé. Creo que captó el mensaje. Se asustó como el infierno."
Ella se cruzó de brazos y asintió. "Eso es algo bueno. Debe tener miedo."
"No lo sé. No sé nada respecto a los adolescentes, ___. Lo intenté."
Se acercó a él, puso sus brazos a su alrededor, y lo besó. "Gracias. Hiciste algo más que la mayoría de la gente. Sabe que le importas. Y te lo agradezco."
Él sólo esperaba que fuera suficiente.
Capítulo 14
___ dejó que Joe estuviera con Nathan todo el día. Él tenía un plan que había acordado con ___. Ella confiaría en él para mostrarle a Nathan la luz - o por lo menos lo que sería y lo que podría ser. Él esperaba no estar arruinándolo todo.
Joe comenzó el día llevando a Nathan a las instalaciones de entrenamiento del equipo, algo que hizo que los ojos de Nathan se ensacharan, especialmente porque se suponía que estaba castigado. Pero Joe hizo un gran trato explicándole a Nathan que había hablado con su madre, diciéndole que era un evento especial. Era el día de medios de comunicación en las instalaciones, por lo que había gran cantidad de personas adicionales en las instalaciones del entrenamiento de todos modos. Él ya lo había conversado con el equipo, por lo que Nathan tuvo oportunidad de observar desde el campo y conocer a todos los chicos.
Por supuesto, el entrenamiento no fue tan intenso como sería en un día normal, principalmente debido a la interrupción de la prensa, pero estaba bien, porque le dio a Joe una oportunidad de llevar a Nathan por los alrededores, presentarle a todo el mundo, e incluso ponerlo detrás del centro y tirarle algunos pases, lo que puso a Nathan nervioso como el infierno. Se veía tan pequeño detrás de la línea ofensiva de Joe. Para el crédito de Nathan lo hizo bien, sin dejar caer ninguno de los pase, y llegó incluso a golpear a un receptor o dos. El chico tenía un brazo bastante bueno y probablemente conseguiría una beca decente siempre y cuando dejara de tontear y se concentrara más en el fútbol y menos en la vida social, lo cual era la intención de Joe con ese día.
Después que Nathan tomara asiento, Joe se concentró en sus propios ejercicios, trabajando con algunos de los nuevos receptores. Una de sus parejas fue decente, otro tenía una actitud seria y algo de trabajo que hacer si tenía alguna esperanza de entrar en el equipo. Pero eso era problema de los entrenadores, y Joe no envidiaba el trabajo de los que se ocupaban de los chicos que entraban en el juego con un sentido de soberbia. Pero tipos como esos también eran buenos para que Nathan los viera— los que jugaban hasta con los medios de comunicación como si fueran de su propiedad, recién salidos de la universidad con toneladas de actitud, pensando que podrían entrar en su primer partido a la NFL y ser una estrella. Claro, había algunos que podrían llegar directo a la puerta, pero eran raros. Y Joe ya podía decir si este chico era tan bueno como él pensaba.
Unos pocos buenos saltos seguros delante de los pases con una intercepción clave y estos chicos recibirían una dosis de humildad rápidamente. Después de dar algunas entrevistas acerca de su estado físico, su plan general para el año, y lo que pensaba de las posibilidades del equipo, básicamente típicas entrevistas - Joe se duchó, y él y Nathan fueron a cenar.
"Entonces, ¿qué te parece todo esto?"
Nathan levantó la vista de su plato, de donde estuvo engullendo los alimentos. "Fue impresionante. Todos los fotógrafos y reporteros allí, trabajar con el equipo, además de los nuevos chicos del proyecto de la universidad. Fue súper. No puedo esperar para decirle a todos los chicos de mi equipo al respecto".
Joe había terminado de comer, así que echó hacia atrás su plato y tomó su vaso de agua, bebió un sorbo, luego se recostó en su silla. "Así que, ¿Salir conmigo ha subido tu credibilidad con tus compañeros de equipo?"
Nathan sonrió. "Definitivamente. Como estudiante de primer año si, ya que tienes bastantes seguidores, por lo que hasta pueden ponerme a prueba en el campo. El que salgas con mi madre ha conseguido la atención de todos."
Nathan ladeó la cabeza hacia un lado, con una preocupada expresión en su rostro. "No le mientes o algo, ¿verdad?"
Los labios de Joe se levantaron. "Uh, no. No estoy engañando a tu mamá".
Nathan dejó escapar un suspiro. "Gracias a Dios. Realmente arruinaría mi popularidad".
Adolescentes. ¿Joe fue siempre tan despistado? Obviamente sí, o no hubiera jodido su vida tan mal. "Sí, odiaría arruinar tu creciente popularidad".
Nathan agachó la cabeza y tuvo al menos la decencia de verse avergonzado. Tal vez no era tan mala idea después de todo.
Después del postre subieron a la camioneta. Joe miró el reloj del coche. Perfecta sincronización.
"¿Y ahora?", Preguntó Nathan.
"Vamos a una reunión."
Nathan medio se volvió hacia él. "¿No es broma? ¿Igual que algunas reuniones del equipo o algo así?"
"No. Este tipo de reunión es personal para mí, pero quería que vinieras conmigo porque creo podrías sacar algo de ello. Espero que no te importe."
“Hey, si tiene algo que ver contigo, no hay problema."
Joe entró en el estacionamiento de la Iglesia Presbiteriana, uno de los lugares que había encontrado que estaba teniendo una reunión esa noche abierta donde cualquiera podía asistir. Aparcó y se bajó.
Nathan lo siguió.
"Oh, hombre, ¿vamos a la iglesia?"
“No exactamente."
“Entonces, ¿qué estamos haciendo?"
Joe se detuvo y se volvió a Nathan. "Nathan, necesito que mantengas la boca cerrada y sólo escuches cuando lleguemos en el interior, ¿de acuerdo?"
Nathan retrocedió, sin estar acostumbrado a escuchar a Joe hablarle de ese modo. "Está bien. Claro que sí."
Caminaron al interior, y Joe encontró la reunión en la sala de abajo. Joe se registró, saludó unas cuantas manos, y tomó una taza de café y un refresco para Nathan.
"Oh, hombre, esta es una reunión de AA, Joe".
"Sí, lo es."
"¿Por qué me has traído aquí?"
"¿Qué te dije allá afuera?"
Nathan dejó caer la barbilla hacia abajo. "Sí, bien".
Estaba bastante concurrido, lo que era bueno. Un hombre se levantó y se acercó a la parte administrativa de la reunión, entonces todos ellos dijeron la Oración de la Serenidad, que Joe había recitado tantas veces en los últimos años, probablemente la podía decir en sueños.
"Dios concédeme la Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar...Valor para cambiar aquellas que puedo y Sabiduría para reconocer la diferencia...".
Decir la oración siempre traía una ola de paz en Joe, le daba la fuerza para continuar con su lucha contra el alcoholismo, le hacía darse cuenta que nunca podría volver atrás y cambiar el pasado, pero que tenía el control hoy, mañana, y todos los días después de eso. Y sabía que hasta hoy no había bebido una copa. Pasó a través de otro día.
La gente se levantó y comenzó a compartir historias. Había alcohólicos que desde hacía mucho tiempo habían estado allí a través de tiempos difíciles. Algunos habían regresado y comenzado a beber una y otra vez, sólo para empezar a luchar contra sus demonios y volver a intentarlo. Algunos nunca tocaban el alcohol después de haberse dados por vencidos. Otros se levantaban y compartían sus historias de éxito y recibían monedas de tiempo , que siempre arrancaba a Joe una sonrisa.
Cuando hubo una pausa, se levantó, lo que hizo que Nathan abriera los ojos como platos. Pero esto fue por lo que llevó a Nathan ahí. Él quería que escuchara su historia. Así que se levantó frente a todos esos extraños, aunque no era un extraño para muchos de ellos - y contó la misma historia que había contado a ___ la otra noche. Y mantuvo su entrenada mirada en Nathan, asegurándose que escuchara cada detalle.
Joe no se preocupó por verter esa información frente a todas esas personas, ya que AA era de personas anónimas y no compartían lo que escuchaban fuera de la sala de reuniones. Sus secretos en AA siempre estarían a salvo.
Cuando terminó, después de haberse puesto de pie allí y haberse presentado como Joseph, después de haberles dicho a todos que era alcohólico, esperaba que su mensaje le hubiera llegado a todos. Y tal vez lo hizo, porque los ojos de Nathan se habían llenado de lágrimas. Y no dijo una palabra cuando la reunión terminó, cuando Joe habló con la gente de allí. Nadie le pidió un autógrafo o habló de fútbol, porque Joe era otro más que luchaba día a día tratando de combatir su adicción con el alcohol.
Era por eso que a él le gustaba asistir a las reuniones, porque podía ser sólo otra persona que estaba en la lucha contra sus demonios.
Subieron al coche, y Nathan no se puso el cinturón de seguridad, se sentó allí con la barbilla presionada sobre su pecho.
"¿Nathan?"
Nathan se estremeció cuando inhaló, se volvió con su mirada llena de lágrimas a Joe. "Crees que podría terminar como tú. Por lo que hice la otra noche."
"Yo no he dicho eso. Nunca dije eso. Pero sí, me temo que pueda sucederte. O a cualquiera de tus amigos que no piensa en las consecuencias del consumo de alcohol ni en la fiesta. Piensa en la práctica que viste hoy, en lo duro que los jugadores trabajan en la NFL. Después, piensa en lo mucho que tienes que esforzarte en la universidad consiguiendo buenas notas y pasando a través de las clases al mismo tiempo que juegas fútbol."
"Pero pensé—"
"¿Creíste qué? ¿Qué alguien más hace su trabajo de clase por ellos? ¿Qué puedes flotar a través de los profesores y sacarles un poco de holgura? La universidad no es como la escuela secundaria, Nathan. A los colegios no les importa si estás jugando fútbol o no. Aún así esperan que pases. Y tratas de hacer eso, bien bebiéndote una botella de vodka al día, o una caja de cerveza, o lo que sea tu veneno. El mío era el whisky y la cerveza."
"Jesús. No lo sabía. Sólo quería estar en onda como los otros chicos."
"Estoy seguro que los otros chicos no lo saben. No tienen ni idea, porque piensan que pueden manejarlo. Yo pensé que podría manejar la situación. Y por un tiempo estuve haciéndolo muy bien. Pero luego todo se derrumbó, e incluso entonces no quise escuchar a la gente que sabía lo que era mejor para mí. No quise escuchar a mis padres o a mis entrenadores o a los médicos del equipo. Casi pierdo mi oportunidad de jugar en la NFL. Podría haberlo perdido todo. Pude haber muerto. Todo porque quería beber e ir de fiesta. Principalmente porque quería beber. Y todo empezó cuando tenía tu edad, porque quería estar en la onda y estaba desesperado por encajar"
Las lágrimas caían por las mejillas de Nathan ahora. "Así que ¿Qué se supone que debo hacer? Todos beben. Hay fiestas todo el tiempo. Me aceptan ahora."
"Aún puedes ser aceptado. Puedes estar en onda sin beber. Y si no les gustas porque no eres un borracho, entonces, ¿qué clase de amigos son esos? Eres un gran jugador de fútbol con una gran cantidad de potencial Nathan. Deja que tus habilidades y tus calificaciones hablen por ti. Te apuesto que no cada miembro del equipo es un gran fiestero. Busca a esos chicos y pasa el rato con ellos."
Él se encorvó en el asiento. “Supongo que sí."
"Mira, no voy a tomar las decisiones por ti. Ya tienes edad suficiente ahora para tomarlas por ti mismo. Sólo quería mostrarte lo que podría suceder. Tu vida es totalmente diferente a la mía. Depende de ti elegir."
Se llevó a Nathan a casa. El chico se fue hacia a su cuarto, apenas diciéndole una palabra a ___. Ella echó una mirada de preocupación a Joe.
"¿No fue bien?"
Joe se encogió de hombros. "No lo sé. Creo que captó el mensaje. Se asustó como el infierno."
Ella se cruzó de brazos y asintió. "Eso es algo bueno. Debe tener miedo."
"No lo sé. No sé nada respecto a los adolescentes, ___. Lo intenté."
Se acercó a él, puso sus brazos a su alrededor, y lo besó. "Gracias. Hiciste algo más que la mayoría de la gente. Sabe que le importas. Y te lo agradezco."
Él sólo esperaba que fuera suficiente.
Val's Matth.
Re: El Juego Perfecto .Joe y Tu
Ainssss no puede serrrr. Ya va a. Terminarr???
Muero x saber q sigue!
Neguaaa cuando diablos se confezarasn los q sienten?
Siguelaaa porfisss!!!
Esta nove cada dia me deja "WTF" q Siguelaaa
Hay joe mas tiernooo y me muero! Q belloO!
Esta practicamente haciendoc cargo de un hijo q no es de el! Perooo amoO esta noveee!!
De pana cada diaa soy mas adictaaa!
Siguelaaa
Ahhh se me olvidabee.. Puvblicaras otra novee verdadd?
Osea no mee torturaras porq de pana amoo tus novee (aunq se q esta no es tuya es magnifica!)
Siguelaaa
Ah ah tienes TWITTER?
Porfiss pasamelo asi te fastidio mass! Hahaha ok no! Pero pasamelo!
Att: tu megaa fielisiima y adictiisimaa lectoraa!
Muero x saber q sigue!
Neguaaa cuando diablos se confezarasn los q sienten?
Siguelaaa porfisss!!!
Esta nove cada dia me deja "WTF" q Siguelaaa
Hay joe mas tiernooo y me muero! Q belloO!
Esta practicamente haciendoc cargo de un hijo q no es de el! Perooo amoO esta noveee!!
De pana cada diaa soy mas adictaaa!
Siguelaaa
Ahhh se me olvidabee.. Puvblicaras otra novee verdadd?
Osea no mee torturaras porq de pana amoo tus novee (aunq se q esta no es tuya es magnifica!)
Siguelaaa
Ah ah tienes TWITTER?
Porfiss pasamelo asi te fastidio mass! Hahaha ok no! Pero pasamelo!
Att: tu megaa fielisiima y adictiisimaa lectoraa!
Yhosdaly
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