Fall in love|One Direction|Zayn Malik| Audiciones abiertas.

Pequeña Historia

La vida de Abby no es un cuento de hadas, su madre murió al darle a luz, dejando solos a su pequeño hijo, a su esposo, al igual que a la recién nacida. El mundo de su padre siempre fue trabajar, luego de que su esposa falleciera, a Lucas Jainell se le olvidó que era padre, dentro del dolor que le provocó la soledad, Abby se refugió en el baile y en su hermano, ya que el dinero nunca fue un problema, Abby realizó cursos en las academias de danza más prestigiosas, aprendiendo desde ballet hasta árabe sin embargo después de cada recital lloraba camino a casa consolada por su hermano, pues era la única niña a la que no acompañaban sus padres sin embargo ahí estaba su hermano, Austin, aplaudiéndole desde la primera fila, a pesar de sólo ser cuatro años mayor él se hizo cargo de cuidarle, cuando Abby cumplió quince, ella y su hermano quedaron huérfanos pues Lucas murió en un accidente automovilístico, el recordar a sus padres suele hacerla llorar, el dolor que este año trajo a la pequeña fue casi insoportable, un día de abril se desmayó en medio de su habitación, le diagnosticaron anemia ese mismo día, además, fue el año en el cual le ocurrió lo peor que puede pasarle a una mujer, fue violada por su ahora ex novio, Leo, en una pequeña fiesta con motivo del cumpleaños de este, tres de noviembre, día marcado en el calendario como un día de depresión para Abby, aún recuerda las palabras de Leo "Serás mi regalo", el idiota no se detuvo hasta que Austin irrumpió en la habitación furioso, encargándose de que el chico quedara molido a golpes, Leo no fue arrestado debido a las influencias de sus padres, pero desapareció de mapa jurando "regresar", aquel suceso causó grandes traumas en Abby que hasta el día de hoy permanecen en su cabeza, causándole pesadillas, uno de los miedos más grandes de Abby es entregarse a un hombre o dejar que la toquen, este tema se volvió casi un tabú para ella, necesita que llegue quien le ayude para vencer a sus demonios, ese es el gran secreto de Abby y trata de ocultarlo bajo todos los medios, nadie lo sabe a excepción de su hermano, por eso se comporta como cualquier chica normal. El dinero siguió sin ser un problema, pues su padre dejó una gran fortuna como herencia, además, Austin se tomó el puesto de su padre en el trabajo de este tiempo después. 

En un día de lluvia a mitad de vacaciones, Abby corría por las calles tratando de llegar a su casa mientras los estruendos de la tormenta le hacían sobresaltarse, tuvo que detenerse pues el semáforo estaba en verde, los autos pasaban a toda velocidad mientras ella sólo lograba tiritar debido al frío, de pronto un Ferrari rojo se detuvo frente a ella a la par que la ventanilla que daba vista a su rostro era bajada, con un conductor castaño de ojos azules, al igual que un chico rubio atrás, terminando con un co piloto castaño ojiverde.
Hola hermosa, ¿A dónde vas?-Cuestionó el ojiverde en tono egocéntrico, ese que usan los hombres para llevarse a una chica a la cama-
Déjala Styles-Razonó el rubio-
-Abby con una ceja enarcada, fingió una sonrisa-Oh, claro, voy al infierno-Respondió ella, para luego aprovechar el cambio en la luz de semáforo, rodear el Ferrari, y seguir su camino-
"¡Te mandó al infierno!" Escuchó ella a lo lejos las burlas que en ese momento estarían avergonzando a aquel ojiverde.

Semanas pasaron, las vacaciones terminaron, llegó a la escuela...¡Oh no! Ese Ferrari en el estacionamiento del colegio...Aquella cabellera entre la multitud.