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Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Nombre:comprado para su placer
Genero: romance, drama,hot
Advertencias:la novela es de tema homosexual,si eres homofobico o no te gusta este genero entonces no la leas,ahorrate los comentarios de mal gusto que sinceramente a nadie le interesan, gracias
Otra advertencia es que la novela tendrá escenas subidas de tono
Adaptación: si,es de un libro muy conocido, ya muchas la han adaptado, pero creo que ninguna con larry y como es mi ROMANCE favorito decidí hacerla
Otras páginas:si,wattpap
Genero: romance, drama,hot
Advertencias:la novela es de tema homosexual,si eres homofobico o no te gusta este genero entonces no la leas,ahorrate los comentarios de mal gusto que sinceramente a nadie le interesan, gracias
Otra advertencia es que la novela tendrá escenas subidas de tono
Adaptación: si,es de un libro muy conocido, ya muchas la han adaptado, pero creo que ninguna con larry y como es mi ROMANCE favorito decidí hacerla
Otras páginas:si,wattpap
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Sipnosis
Él lo había comprado para su deleite... y lo obligaría a convertirse en su esposo.
Los rumores corrían como la pólvora: ¿sería cierto que el modelo louis tomlinson había robado dinero a una fundación benéfica para ayudar a niños con problemas?
Desde luego eso era lo que esperaba harry styles porque sería la oportunidad perfecta para vengarse de la única persona que lo había rechazado. Se ofreció a pagar el dinero desaparecido a cambio de que louis se
acostara con él. La idea era demasiado tentadora… louis_ estaría a su merced y tendría que hacer realidad todas sus fantasías.
Pero louis_ no era ni un hombre promiscuo ni un ladron y, según el código de honor de harry, si una persona perdía su
virginidad con él, él debía convertirla en su esposa.
Última edición por Larry Love*¥ou&I* el Miér 18 Feb 2015, 8:49 am, editado 11 veces
Larry Love*¥ou&I*
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Hola chic@s bueno espero que les guste la novela
Comenten no sean penosos
Comentarios y subo el primer capítulo
Besos
Chao
Comenten no sean penosos
Comentarios y subo el primer capítulo
Besos
Chao
Larry Love*¥ou&I*
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Capitulo 1
Harry Styles, archimillonario de la industria del software, permanecía de pie en la cubierta superior de su yate privado Lestara. Diseñado siguiendo sus meticulosas instrucciones, había sido catalogada como la embarcación más hermosa jamás construida. Lestara era un palacio flotante, con dos pistas gemelas para helicópteros, un cine, una piscina de agua dulce y un lustroso bote para desembarcar amarrado en la popa. Aun así, Harry sentía un enervante hormigueo de desilusión.
Los invitados, sin embargo, no hacían más que alabar las maravillas del yate.
-Es increíble...
-Es lo más sorprendentemente lujoso que he visto jamás...
-Tienes tu propio hospital privado y eso que nunca estás enfermo... «Ooooh» es todo lo que puedo decir...
-El gimnasio y la pista de baloncesto son para morirse...
-La zona acristalada del casco, con vistas al mar, me ha dejado sin aliento...
-Una tripulación de sesenta personas a tu servicio... Debes de sentirte como un rey...
Distante, con un atractivo perfil blanquecino y una chispa de descontento en sus brillantes ojos verdes, Harry continuó mirando hacia el mar. ¿Un rey? No, que él supiera.
Se preguntó si tal vez había invitado a aquellas personas para que le dijeran aquello que él había dejado de pensar y de decirse a sí mismo. Cada vez más, lo único que le hacía vibrar de forma genuina eran las adquisiciones agresivas de otras empresas o los de riesgo. Fabulosamente rico desde que nació, había descubierto que muy pocas experiencias o posesiones conseguían mantenerse a la altura de sus expectativas.
En el momento en que Harry volvió a la realidad, escuchó la aguda voz de Jodie Morgan, una dama inglesa de la alta sociedad.
-¿Habéis oído el rumor sobre louis tomlinson? -comentó Jodie.
Harry se puso tenso al oír aquel nombre, mientras que las invitadas femeninas estallaban en risitas sofocadas.
-Todo Londres habla de el ¿Cómo pensáis que lo pasará en la cárcel?
-¿De quién hablas? -inquirió el prometido de Jodie, Philip Hazlett.
-Tomlinson... Es modelo que salía con zayn malik. Cuando las drogas acabaron con él, la carrera de louis se vino abajo y desapareció del mapa -contestó ella alegremente-. Y hace un par de meses reapareció en escena haciendo buenas obras...
-Ya. Organizó un desfile de moda benéfico para los niños de la organización de caridad Happy Holidays y todo salió mal -la interrumpió Philip, dando por terminada la conversación.
Haciendo caso omiso de su indirecta sobre lo indiscreto del tema, Jodie continuó con la historia.
-Louis convenció a sus compañeras de pasarela para que desfilaran con ella gratis. ¡Y luego se apropió de los beneficios del desfile, destinados a unos pobres niñitos
ciegos!
La misteriosa y oscura mirada de Harry se iluminó con una chispa dorada. Le divirtió el intento de Philip de acallar a Jodie. Obviamente, ella no estaba al corriente de que louis tomlinson y él habían tenido un breve encuentro. Por una milésima de segundo, su mente voló dieciocho meses atrás, al momento en que vio a louis por primera vez en un desfile en París.
Esbelto,pero con hermoso cuerpo definido,caderas iguales a las de una mujer y un trasero muy formado y llamativo para cualquiera, había recorrido la pasarela como una príncipe guerrero, con su encantador y hermoso rostro adornado por una melena castaña que parecía fabricada de plateada luz de luna. Sus enormes ojos, del hipnótico color del lapislázuli, no le habían prestado la menor atención cuando fueron presentados. Su sonrisa había sido una obra maestra de indiferencia. Acostumbrado a despertar interés y atención a su alrededor, se había sentido intrigado por aquella actitud, a la vez que su deseo se había incrementado por la sensación de estar siendo retado. Había asumido que se trataba de un juego de seducción dirigido a estimular su interés y se había propuesto entrar en él.
Sin embargo, Harry había subestimado la descarada ambición y la avaricia de Louis. Había otros hombres ricos a su alrededor y el buscaba algo más rentable que una aventura. Tras unas cuantas citas, lo había invitado a su casa de campo para pasar el fin de semana. Allí, Louis se había comportado como una indefenso virgen, negándose a dormir con él. A la mañana siguiente, había desaparecido con uno de los invitados, una estrella del rock que le doblaba en edad, un vividor, famoso por la carísima costumbre de casarse con sus jóvenes amantes. Y, en efecto, zayn lo presentó a la prensa como su nuevo prometido. Por desgracia para louis el destino había intervenido para echar abajo sus planes de casarse con un millonario.
Harry hizo una seña imperceptible y su eficiente asistente personal se acercó para recibir instrucciones. Mientras la comida para los invitados era servida en cubierta, se retiró a su oficina para hacer algunas gestiones. Una discreta llamada al editor de un periódico nacional le reveló que al día siguiente todos los diarios publicarían que louis «estaba ayudando a la policía en sus pesquisas». Pero pronto se sabría la verdad. ¿Quién podía sentir lástima de un hombre acusado de engañar y robar a niños minusválidos?
Harry esbozó una afilada sonrisa de satisfacción. Era consciente de una sensación de pura maldad. Su aburrimiento había desaparecido. Había llegado el momento de saborear su dulce venganza, aunque a él le gustaban más los platos picantes que los dulces. Hacía dieciocho meses el había simulado ser puritano e inocente con él para luego acostarse con otro en su propia casa.
Louis, había sido la única persona del mundo que le había dicho que no. Y sabía que en eso residía el secreto de su atracción por el.
Cuando se trataba de sexo, Harry sabía cómo actuar. Era mucho más espabilado que su difunto padre, que había sido destruido por su desesperada adicción a una mujer sin corazón. Igual que louis que no era más que un hombrezuelo sin ninguna moral. Sin embargo y a pesar de ello, era un hombre imponente y, a cambio de sacarlo de la cárcel, sería suyo. No tenía ninguna duda. Cualquier organización de caridad preferiría ser compensada con una importante donación y evitar verse implicado en un costoso juicio, además del escándalo.
Estaba decidido a comprar a louis, de aquella manera. Nunca había pagado a cambio de sexo con anterioridad. ¿Estaba dispuesto a hacerlo para conseguir a louis,? Sólo la idea de tenerlo enredado entre sus sábanas, deseoso de satisfacerle, lo excitaba más que nada lo había hecho en mucho tiempo. El estaría disponible siempre que él deseara, para ofrecerle sexo fácil.
Harry se aburría rápidamente en sus encuentros con hombres; de hecho, era popular por lo breve de sus relaciones. Pero aquélla iba a ser diferente, nueva y estimulante. Un contrato firmado sería el mejor arreglo para dejar el acuerdo por escrito. Sus abogados se iban a divertir redactándolo, pero no tanto como él disfrutaría teniendo a louis, para satisfacer sus más secretas fantasías...
Harry Styles, archimillonario de la industria del software, permanecía de pie en la cubierta superior de su yate privado Lestara. Diseñado siguiendo sus meticulosas instrucciones, había sido catalogada como la embarcación más hermosa jamás construida. Lestara era un palacio flotante, con dos pistas gemelas para helicópteros, un cine, una piscina de agua dulce y un lustroso bote para desembarcar amarrado en la popa. Aun así, Harry sentía un enervante hormigueo de desilusión.
Los invitados, sin embargo, no hacían más que alabar las maravillas del yate.
-Es increíble...
-Es lo más sorprendentemente lujoso que he visto jamás...
-Tienes tu propio hospital privado y eso que nunca estás enfermo... «Ooooh» es todo lo que puedo decir...
-El gimnasio y la pista de baloncesto son para morirse...
-La zona acristalada del casco, con vistas al mar, me ha dejado sin aliento...
-Una tripulación de sesenta personas a tu servicio... Debes de sentirte como un rey...
Distante, con un atractivo perfil blanquecino y una chispa de descontento en sus brillantes ojos verdes, Harry continuó mirando hacia el mar. ¿Un rey? No, que él supiera.
Se preguntó si tal vez había invitado a aquellas personas para que le dijeran aquello que él había dejado de pensar y de decirse a sí mismo. Cada vez más, lo único que le hacía vibrar de forma genuina eran las adquisiciones agresivas de otras empresas o los de riesgo. Fabulosamente rico desde que nació, había descubierto que muy pocas experiencias o posesiones conseguían mantenerse a la altura de sus expectativas.
En el momento en que Harry volvió a la realidad, escuchó la aguda voz de Jodie Morgan, una dama inglesa de la alta sociedad.
-¿Habéis oído el rumor sobre louis tomlinson? -comentó Jodie.
Harry se puso tenso al oír aquel nombre, mientras que las invitadas femeninas estallaban en risitas sofocadas.
-Todo Londres habla de el ¿Cómo pensáis que lo pasará en la cárcel?
-¿De quién hablas? -inquirió el prometido de Jodie, Philip Hazlett.
-Tomlinson... Es modelo que salía con zayn malik. Cuando las drogas acabaron con él, la carrera de louis se vino abajo y desapareció del mapa -contestó ella alegremente-. Y hace un par de meses reapareció en escena haciendo buenas obras...
-Ya. Organizó un desfile de moda benéfico para los niños de la organización de caridad Happy Holidays y todo salió mal -la interrumpió Philip, dando por terminada la conversación.
Haciendo caso omiso de su indirecta sobre lo indiscreto del tema, Jodie continuó con la historia.
-Louis convenció a sus compañeras de pasarela para que desfilaran con ella gratis. ¡Y luego se apropió de los beneficios del desfile, destinados a unos pobres niñitos
ciegos!
La misteriosa y oscura mirada de Harry se iluminó con una chispa dorada. Le divirtió el intento de Philip de acallar a Jodie. Obviamente, ella no estaba al corriente de que louis tomlinson y él habían tenido un breve encuentro. Por una milésima de segundo, su mente voló dieciocho meses atrás, al momento en que vio a louis por primera vez en un desfile en París.
Esbelto,pero con hermoso cuerpo definido,caderas iguales a las de una mujer y un trasero muy formado y llamativo para cualquiera, había recorrido la pasarela como una príncipe guerrero, con su encantador y hermoso rostro adornado por una melena castaña que parecía fabricada de plateada luz de luna. Sus enormes ojos, del hipnótico color del lapislázuli, no le habían prestado la menor atención cuando fueron presentados. Su sonrisa había sido una obra maestra de indiferencia. Acostumbrado a despertar interés y atención a su alrededor, se había sentido intrigado por aquella actitud, a la vez que su deseo se había incrementado por la sensación de estar siendo retado. Había asumido que se trataba de un juego de seducción dirigido a estimular su interés y se había propuesto entrar en él.
Sin embargo, Harry había subestimado la descarada ambición y la avaricia de Louis. Había otros hombres ricos a su alrededor y el buscaba algo más rentable que una aventura. Tras unas cuantas citas, lo había invitado a su casa de campo para pasar el fin de semana. Allí, Louis se había comportado como una indefenso virgen, negándose a dormir con él. A la mañana siguiente, había desaparecido con uno de los invitados, una estrella del rock que le doblaba en edad, un vividor, famoso por la carísima costumbre de casarse con sus jóvenes amantes. Y, en efecto, zayn lo presentó a la prensa como su nuevo prometido. Por desgracia para louis el destino había intervenido para echar abajo sus planes de casarse con un millonario.
Harry hizo una seña imperceptible y su eficiente asistente personal se acercó para recibir instrucciones. Mientras la comida para los invitados era servida en cubierta, se retiró a su oficina para hacer algunas gestiones. Una discreta llamada al editor de un periódico nacional le reveló que al día siguiente todos los diarios publicarían que louis «estaba ayudando a la policía en sus pesquisas». Pero pronto se sabría la verdad. ¿Quién podía sentir lástima de un hombre acusado de engañar y robar a niños minusválidos?
Harry esbozó una afilada sonrisa de satisfacción. Era consciente de una sensación de pura maldad. Su aburrimiento había desaparecido. Había llegado el momento de saborear su dulce venganza, aunque a él le gustaban más los platos picantes que los dulces. Hacía dieciocho meses el había simulado ser puritano e inocente con él para luego acostarse con otro en su propia casa.
Louis, había sido la única persona del mundo que le había dicho que no. Y sabía que en eso residía el secreto de su atracción por el.
Cuando se trataba de sexo, Harry sabía cómo actuar. Era mucho más espabilado que su difunto padre, que había sido destruido por su desesperada adicción a una mujer sin corazón. Igual que louis que no era más que un hombrezuelo sin ninguna moral. Sin embargo y a pesar de ello, era un hombre imponente y, a cambio de sacarlo de la cárcel, sería suyo. No tenía ninguna duda. Cualquier organización de caridad preferiría ser compensada con una importante donación y evitar verse implicado en un costoso juicio, además del escándalo.
Estaba decidido a comprar a louis, de aquella manera. Nunca había pagado a cambio de sexo con anterioridad. ¿Estaba dispuesto a hacerlo para conseguir a louis,? Sólo la idea de tenerlo enredado entre sus sábanas, deseoso de satisfacerle, lo excitaba más que nada lo había hecho en mucho tiempo. El estaría disponible siempre que él deseara, para ofrecerle sexo fácil.
Harry se aburría rápidamente en sus encuentros con hombres; de hecho, era popular por lo breve de sus relaciones. Pero aquélla iba a ser diferente, nueva y estimulante. Un contrato firmado sería el mejor arreglo para dejar el acuerdo por escrito. Sus abogados se iban a divertir redactándolo, pero no tanto como él disfrutaría teniendo a louis, para satisfacer sus más secretas fantasías...
Larry Love*¥ou&I*
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Capitulo 2
-No puedo ayudarte si no te ayudas a ti mismo -le reprendió el joven abogado, mirando a louis con preocupación.
-Lo sé... -contestó louis, bajando la cabeza.
-Debes protegerte -le advirtió.
-No, si eso significa que mi madre cargue con las culpas. Esto no tiene nada que ver con ella y no quiero que se vea implicada -replicó louis, en tono imperioso.
-Pero ella está implicada porque su firma también aparece en los cheques. Es lógico que la policía quiera hablar con ella -señaló él abogado, sin rodeos.
Louis se quedó callado. Durante un largo y exasperante interrogatorio, dos policías le habían preguntado una y otra vez dónde estaba su madre. Nadie le había creído cuando dijo que no lo sabía. Aunque supiera dónde se encontraba, habría mantenido silencio para protegerla. Estaba decidido a no dejar que su madre pagara por los errores que su hijo había cometido.
Entonces, volvió a aparecer uno de los oficiales de policía. Le dijo que, aunque podía salir bajo fianza mientras seguían investigando, tendría que regresar a la comisaría dentro de cuatro días para más interrogatorios. Louis sintió que su corazón se paraba al escucharlo. Por si fuera poco, le informaron de que tendría que esperar en una celda mientras se hacía el papeleo oportuno. El estómago le dio un vuelco. Su abogado protestó, sin conseguir nada.
Cuando la puerta de la celda se cerró detrás de el, louis comenzó a temblar violentamente. Sentado en la dura cama, se abrazó a sí mismobbuscando algo de consuelo. Quería evitar que el pánico y el miedo se apoderaran de el. Eso sólo empeoraría las cosas. La maquinaria de la justicia se había puesto en marcha y, si lo encontraban culpable, iría a la cárcel. Tendría que acostumbrarse a estar en una celda. El dinero de Happy Holidays había desaparecido y no podía devolverlo. Y, según pensaba, el era el único culpable de encontrarse en aquella situación.
Louis dejó caer sus brazos, invadido por una terrible sensación de culpa. Era un sentimiento familiar. Las cosas siempre terminaban mal y el era el culpable...
Cuando tenía diez años, había sobrevivido a un accidente de barco en el que su padre y su hermano habían muerto. Su madre, Virginia, había quedado destrozada.
Es culpa tuya! ¡Fuiste tú quien les convenció para que te llevaran en barco! ¡Tú los mataste! ¡Los mataste a los dos! -le había gritado su madre, enfurecida.
Y, aunque la gente había intentado quitarle hierro a las palabras de su histérica madre,louis sabía que sus reproches sólo mostraban la implacable verdad. A continuación, el negocio de su padre había entrado en bancarrota y su cómodo nivel de vida se desvaneció de la noche a la mañana. Louis sabía que eso también había sido culpa suya. Pocos años después, sintió un gran alivio al descubrir que podía ganar el suficiente dinero para ofrecerle a su madre un estilo de vida lleno de lujo y comodidades. Entre los catorce y los veintiún años, louis hizo una pequeña fortuna como modelo.
Pero, entonces, se había vuelto egoísta, estúpidamente egoísta y poco previsor, reconoció con tristeza. Había sufrido un desamor y odiaba la pasarela, por lo que decidió dejar el mundo de la moda atrás y estudiar diseño de jardines. A partir de aquella decisión tonta y alocada, todo se había truncado en su vida...
Temiendo que aún estuvieran allí los paparazzi que la habían recibido a su llegada a la comisaría,louis salió a la sala de espera. Por fortuna, la única persona que la esperaba era un chico castaño. Liam se levantó de su silla, frunciendo el ceño ante la exhausta expresión en el rostro de su primo. A pesar de ello, louis resultaba tan hermoso, que era difícil no quedarse mirándolo. La delicada estructura de su figura, sus impresionantes ojos azules y su pálida melena de un castaño natural dejaban sin aire a cualquiera.
-¿Liam? No deberías estar aquí... -louis se sintió desfallecer de vergüenza por que su primo hubiera tenido que ir a buscarlo a una comisaría.
-No seas tonto -le espetó liam en galés, mientras llevaba a su primo fuera de allí, hasta su coche en el aparcamiento, desafiando con la cabeza alta los flashes de los fotógrafos-. Eres de mi familia, ¿por qué no iba a estar aquí? He venido a llevarte a casa.
Louis estaba demasiado afectado por la presencia de liam como para encontrar las palabras adecuadas en idioma galés. Tragó saliva para aclarar la aspereza de su garganta y se subió al viejo coche. De niño había pasado muchas temporadas en la casa de liam, donde se hablaba galés. Dieciocho meses atrás, cuando se había encontrado en medio de una gran crisis, liam lo había telefoneado para ofrecerle su casa como refugio. Aquella generosa invitación había significado mucho para el, en un momento en que todas sus amistades lo habían abandonado.
-Te agradezco mucho lo que haces, pero creo que sería mejor que te olvidaras de mí por un tiempo...
-Haré como si no te hubiera oído -replicó liam, en el mismo tono en el que solía tratar con sus alumnos adolescentes.
Cuando louis abrió la puerta de su pequeño apartamento, liam se fue directamente a la cocina. Tenía unos 20 años y su melena castaña relucía como si le hubieran sacado brillo.
-Prepararé una taza de té mientras vas a tu habitación y haces la maleta.
-No. No voy a irme a tu casa. Este es un pueblo pequeño y tú tienes que vivir y trabajar aquí. No voy a dejar que te veas salpicado por mis problemas -protestó louis poniéndose tenso.
-louis...
-No -repitió con firmeza-. De veras. Piensa en tu padre. Está todavía recuperándose de la muerte de tu madre, no podemos preocuparle con este asunto también.
Su primo pareció desconcertado. Louis había tocado su punto débil, su anciano padre.
-Pero gracias de todos modos -continuó louis con amabilidad.
-No es cuestión de darme las gracias. ¡Tú no te llevaste el dinero y todos sabemos quién lo hizo! -repuso liam, inflamado por la rabia.
-Tal vez crees que lo sabes... -dijo louis, tomando aliento, con su rostro fluctuando de color.
-¡Vamos! ¡Pero si tú no eres capaz ni de decir una mentira sin cruzar los dedos! ¿Esperas que me quede callado mientras cargas con la culpa de una mujer a quien no puedes importarle menos?
Palideciendo ante aquella afirmación,louis preparó la tetera.
Liam nunca había entendido la relación que tenía con su madre. Su primo había sido bendecido con una familia tranquila y segura, mientras que Virginia había sobrevivido a una tragedia y a una sucesión de hombres que le habían roto el corazón una y otra vez.
-Mi madre ha tenido una vida muy difícil...
-Mira, Virginia te ha estado diciendo eso desde que tenías cinco años, haciéndote trabajar y cargar con todo como un pequeño esclavo mientras se quejaba de lo terrible que era ser madre. ¡Por no hablar de cómo ella y tu padrastro se han gastado hasta tu último penique!
-No puedes echarle la culpa de que el club nocturno no funcionara, ni de que yo perdiera todo mi dinero el año pasado. Fui tonto al pensar que lo que había ganado como modelo me duraría para siempre -replicó louis con un aire de reproche.
-Sí te hubiera durado si lo hubieras guardado sólo para ti y no lo hubieras compartido con Virginia y Dennis, para su lujosa mansión y sus cochazos. Tampoco creo que tuvieras el menor interés personal en abrir un club nocturno -suspiró liam.
Louis no dijo nada. Al abandonar las pasarelas, había dejado sin ingresos a su padrastro, que era además su administrador y manager. Por eso, para compensarles, estuvo de acuerdo en poner el capital necesario para abrir un club nocturno. Desgraciadamente, el negocio no había funcionado, aunque el supo recuperarse de la bancarrota, acostumbrada a rehacer su vida después de un fracaso.
Ocupado haciendo té, liam deseó poder echarle las manos encima a la avariciosa madre de louis y al ladrón de su padrastro. ¡Si tuviera oportunidad, iba a decirles lo que pensaba de ellos! La pareja había hecho de louis su gallina de los huevos de oro, dándose una buena vida gracias a lo que el ganaba como modelo. Virginia nunca había trabajado y, sin embargo, siempre se las había arreglado para gastar dinero como si no se fuera a acabar nunca.
-Tienes que enfrentarte a esto. Virginia se llevó el dinero que recaudaste con el desfile benéfico y lo gastó... -comenzó liam con impaciencia.
-Dennis la había abandonado con un montón de deudas. Ella sabía que yo no podía ayudarla y entró en pánico -lo interrumpió louis, cansado.
-Deja de justificarla. Ella falsificó tu firma en los cheques de Happy Holidays. ¡Hizo todo lo posible para hacerte parecer culpable y luego se dio a la fuga! No dejes que te haga esto -le suplicó liam frustrado-. Una condena arruinaría tu vida. ¿Cuánta gente crees que querría emplear a una ex convicta?
Cuando liam se hubo ido, louis tomó la carta que había visto bajo su puerta y la leyó con gran tristeza. Era una breve nota de la pareja que había aceptado su presupuesto para diseñarles el jardín. Ellos habrían sido sus primeros clientes desde que terminó el curso de diseño de exteriores. En su nota, decían que habían cambiado de idea, y sospechó que se habrían enterado de su reciente visita a la comisaría. Sin lugar a dudas, su cara saldría en todos los periódicos a la mañana siguiente.
Acostado en su cama, se revolvió pensando lo que había pasado la tarde anterior en el supermercado. Un extraño silencio lo rodeó en la caja. Al levantar la cabeza, había visto cómo dos mujeres lo miraban con severa desaprobación. Era evidente que los rumores sobre el robo del dinero se habían extendido a toda velocidad por el barrio. Había sido una experiencia muy desagradable.
En medio de un intranquilo sueño, se despertó sobresaltado por el sonido de un golpe y un cristal roto. Encendió la luz de su mesilla de noche y se levantó de la cama. ¿Había roto alguien una botella en la calle? Al bajar las escaleras, encontró rota la ventana de su acogedor cuarto de estar. Se quedó inmóvil en el quicio de la puerta, preguntándose cómo podía haber pasado algo así. Entonces, vio algo en el suelo, en medio de los cristales rotos. Era una piedra envuelta en un papel. Con el ceño fruncido, lo desenvolvió y leyó unas brutales palabras escritas en rojo, en mayúsculas.
¡MALDITO LADRÓN, VUELVE A DONDE DEBES DE ESTAR!
Su corazón se aceleró y se sintió enfermo. Se obligó a buscar una escoba y un recogedor para limpiar el suelo. Cubrió el agujero de la ventana con una puerta vieja de armario que tenía guardada en el trastero y, despacio, subió las escaleras. Pero, si antes le había resultado difícil dormir, entonces le fue imposible. Se quedó en la cama quieto, casi sin respirar, sobresaltándose por cada pequeño ruido.
Consiguió quedarse dormido a las siete de la mañana. A las diez, el sonido del timbre de la puerta lo despertó. Pensando que era el cartero, louis se puso su bata de algodón y se apresuró a abrirle.
Su sorprendida mirada se dio de bruces con un hombre de tez blanca y alto y se quedó petrificado, sin dar crédito a sus ojos.
Harry styles. Pensó que era un espejismo de su imaginación y, aun así, se sintió vencido por el exótico y oscuro carisma de su masculinidad. Su corazón empezó a latir con fuerza y sus suaves y rosados labios se abrieron para dejar escapar un inaudible «ooh».
Las suaves líneas de sus pómulos color aceituna resaltaban la magnífica estructura ósea de Harry. A pesar de que se afeitaba dos veces al día, una pálida sombra azulada acentuaba sus fuertes mandíbulas. Pero louis seguía sin creerse lo que veía. Harry styles no tenía por qué estar en la puerta de aquel adosado en la calleja de un anodino pueblo galés. El frecuentaba sólo lugares privilegiados y exclusivos, a la altura de los hombres más ricos.
Harry lo observó con intensidad, sin amedrentarse. Era la primera vez que lo veía sin maquillar. Estudió los cambios en su cara, deteniéndose en cada imperfección, con la ansiedad y la esperanza de verse decepcionado por el. Había perdido peso. Estaba pálido y el cansancio había hecho mella en el. Su melena lisa estaba enredada, lejos de ser la sedosa melena peinada por un profesional. Estaba a punto de valorar aquellos detalles para sus adentros cuando se topó con unos ojos azules como el zafiro. Fue entonces cuando cayó en la cuenta de que louis estaba más bello que nunca. En su estado natural, sin artificios, con sus radiantes ojos, su piel lisa de un color bronceado... El deseo lo atravesó de arriba abajo con la peligrosa fuerza de una tormenta.
-¿Puedo pasar? -preguntó harry despacio, arrastrando las palabras en un tono resonante que actuó como una suave caricia a lo largo de la espalda de louis. Era tan marcado el aire de autoridad impreso en cada sílaba, que a el ni se le ocurrió negarse.
-No puedo ayudarte si no te ayudas a ti mismo -le reprendió el joven abogado, mirando a louis con preocupación.
-Lo sé... -contestó louis, bajando la cabeza.
-Debes protegerte -le advirtió.
-No, si eso significa que mi madre cargue con las culpas. Esto no tiene nada que ver con ella y no quiero que se vea implicada -replicó louis, en tono imperioso.
-Pero ella está implicada porque su firma también aparece en los cheques. Es lógico que la policía quiera hablar con ella -señaló él abogado, sin rodeos.
Louis se quedó callado. Durante un largo y exasperante interrogatorio, dos policías le habían preguntado una y otra vez dónde estaba su madre. Nadie le había creído cuando dijo que no lo sabía. Aunque supiera dónde se encontraba, habría mantenido silencio para protegerla. Estaba decidido a no dejar que su madre pagara por los errores que su hijo había cometido.
Entonces, volvió a aparecer uno de los oficiales de policía. Le dijo que, aunque podía salir bajo fianza mientras seguían investigando, tendría que regresar a la comisaría dentro de cuatro días para más interrogatorios. Louis sintió que su corazón se paraba al escucharlo. Por si fuera poco, le informaron de que tendría que esperar en una celda mientras se hacía el papeleo oportuno. El estómago le dio un vuelco. Su abogado protestó, sin conseguir nada.
Cuando la puerta de la celda se cerró detrás de el, louis comenzó a temblar violentamente. Sentado en la dura cama, se abrazó a sí mismobbuscando algo de consuelo. Quería evitar que el pánico y el miedo se apoderaran de el. Eso sólo empeoraría las cosas. La maquinaria de la justicia se había puesto en marcha y, si lo encontraban culpable, iría a la cárcel. Tendría que acostumbrarse a estar en una celda. El dinero de Happy Holidays había desaparecido y no podía devolverlo. Y, según pensaba, el era el único culpable de encontrarse en aquella situación.
Louis dejó caer sus brazos, invadido por una terrible sensación de culpa. Era un sentimiento familiar. Las cosas siempre terminaban mal y el era el culpable...
Cuando tenía diez años, había sobrevivido a un accidente de barco en el que su padre y su hermano habían muerto. Su madre, Virginia, había quedado destrozada.
Es culpa tuya! ¡Fuiste tú quien les convenció para que te llevaran en barco! ¡Tú los mataste! ¡Los mataste a los dos! -le había gritado su madre, enfurecida.
Y, aunque la gente había intentado quitarle hierro a las palabras de su histérica madre,louis sabía que sus reproches sólo mostraban la implacable verdad. A continuación, el negocio de su padre había entrado en bancarrota y su cómodo nivel de vida se desvaneció de la noche a la mañana. Louis sabía que eso también había sido culpa suya. Pocos años después, sintió un gran alivio al descubrir que podía ganar el suficiente dinero para ofrecerle a su madre un estilo de vida lleno de lujo y comodidades. Entre los catorce y los veintiún años, louis hizo una pequeña fortuna como modelo.
Pero, entonces, se había vuelto egoísta, estúpidamente egoísta y poco previsor, reconoció con tristeza. Había sufrido un desamor y odiaba la pasarela, por lo que decidió dejar el mundo de la moda atrás y estudiar diseño de jardines. A partir de aquella decisión tonta y alocada, todo se había truncado en su vida...
Temiendo que aún estuvieran allí los paparazzi que la habían recibido a su llegada a la comisaría,louis salió a la sala de espera. Por fortuna, la única persona que la esperaba era un chico castaño. Liam se levantó de su silla, frunciendo el ceño ante la exhausta expresión en el rostro de su primo. A pesar de ello, louis resultaba tan hermoso, que era difícil no quedarse mirándolo. La delicada estructura de su figura, sus impresionantes ojos azules y su pálida melena de un castaño natural dejaban sin aire a cualquiera.
-¿Liam? No deberías estar aquí... -louis se sintió desfallecer de vergüenza por que su primo hubiera tenido que ir a buscarlo a una comisaría.
-No seas tonto -le espetó liam en galés, mientras llevaba a su primo fuera de allí, hasta su coche en el aparcamiento, desafiando con la cabeza alta los flashes de los fotógrafos-. Eres de mi familia, ¿por qué no iba a estar aquí? He venido a llevarte a casa.
Louis estaba demasiado afectado por la presencia de liam como para encontrar las palabras adecuadas en idioma galés. Tragó saliva para aclarar la aspereza de su garganta y se subió al viejo coche. De niño había pasado muchas temporadas en la casa de liam, donde se hablaba galés. Dieciocho meses atrás, cuando se había encontrado en medio de una gran crisis, liam lo había telefoneado para ofrecerle su casa como refugio. Aquella generosa invitación había significado mucho para el, en un momento en que todas sus amistades lo habían abandonado.
-Te agradezco mucho lo que haces, pero creo que sería mejor que te olvidaras de mí por un tiempo...
-Haré como si no te hubiera oído -replicó liam, en el mismo tono en el que solía tratar con sus alumnos adolescentes.
Cuando louis abrió la puerta de su pequeño apartamento, liam se fue directamente a la cocina. Tenía unos 20 años y su melena castaña relucía como si le hubieran sacado brillo.
-Prepararé una taza de té mientras vas a tu habitación y haces la maleta.
-No. No voy a irme a tu casa. Este es un pueblo pequeño y tú tienes que vivir y trabajar aquí. No voy a dejar que te veas salpicado por mis problemas -protestó louis poniéndose tenso.
-louis...
-No -repitió con firmeza-. De veras. Piensa en tu padre. Está todavía recuperándose de la muerte de tu madre, no podemos preocuparle con este asunto también.
Su primo pareció desconcertado. Louis había tocado su punto débil, su anciano padre.
-Pero gracias de todos modos -continuó louis con amabilidad.
-No es cuestión de darme las gracias. ¡Tú no te llevaste el dinero y todos sabemos quién lo hizo! -repuso liam, inflamado por la rabia.
-Tal vez crees que lo sabes... -dijo louis, tomando aliento, con su rostro fluctuando de color.
-¡Vamos! ¡Pero si tú no eres capaz ni de decir una mentira sin cruzar los dedos! ¿Esperas que me quede callado mientras cargas con la culpa de una mujer a quien no puedes importarle menos?
Palideciendo ante aquella afirmación,louis preparó la tetera.
Liam nunca había entendido la relación que tenía con su madre. Su primo había sido bendecido con una familia tranquila y segura, mientras que Virginia había sobrevivido a una tragedia y a una sucesión de hombres que le habían roto el corazón una y otra vez.
-Mi madre ha tenido una vida muy difícil...
-Mira, Virginia te ha estado diciendo eso desde que tenías cinco años, haciéndote trabajar y cargar con todo como un pequeño esclavo mientras se quejaba de lo terrible que era ser madre. ¡Por no hablar de cómo ella y tu padrastro se han gastado hasta tu último penique!
-No puedes echarle la culpa de que el club nocturno no funcionara, ni de que yo perdiera todo mi dinero el año pasado. Fui tonto al pensar que lo que había ganado como modelo me duraría para siempre -replicó louis con un aire de reproche.
-Sí te hubiera durado si lo hubieras guardado sólo para ti y no lo hubieras compartido con Virginia y Dennis, para su lujosa mansión y sus cochazos. Tampoco creo que tuvieras el menor interés personal en abrir un club nocturno -suspiró liam.
Louis no dijo nada. Al abandonar las pasarelas, había dejado sin ingresos a su padrastro, que era además su administrador y manager. Por eso, para compensarles, estuvo de acuerdo en poner el capital necesario para abrir un club nocturno. Desgraciadamente, el negocio no había funcionado, aunque el supo recuperarse de la bancarrota, acostumbrada a rehacer su vida después de un fracaso.
Ocupado haciendo té, liam deseó poder echarle las manos encima a la avariciosa madre de louis y al ladrón de su padrastro. ¡Si tuviera oportunidad, iba a decirles lo que pensaba de ellos! La pareja había hecho de louis su gallina de los huevos de oro, dándose una buena vida gracias a lo que el ganaba como modelo. Virginia nunca había trabajado y, sin embargo, siempre se las había arreglado para gastar dinero como si no se fuera a acabar nunca.
-Tienes que enfrentarte a esto. Virginia se llevó el dinero que recaudaste con el desfile benéfico y lo gastó... -comenzó liam con impaciencia.
-Dennis la había abandonado con un montón de deudas. Ella sabía que yo no podía ayudarla y entró en pánico -lo interrumpió louis, cansado.
-Deja de justificarla. Ella falsificó tu firma en los cheques de Happy Holidays. ¡Hizo todo lo posible para hacerte parecer culpable y luego se dio a la fuga! No dejes que te haga esto -le suplicó liam frustrado-. Una condena arruinaría tu vida. ¿Cuánta gente crees que querría emplear a una ex convicta?
Cuando liam se hubo ido, louis tomó la carta que había visto bajo su puerta y la leyó con gran tristeza. Era una breve nota de la pareja que había aceptado su presupuesto para diseñarles el jardín. Ellos habrían sido sus primeros clientes desde que terminó el curso de diseño de exteriores. En su nota, decían que habían cambiado de idea, y sospechó que se habrían enterado de su reciente visita a la comisaría. Sin lugar a dudas, su cara saldría en todos los periódicos a la mañana siguiente.
Acostado en su cama, se revolvió pensando lo que había pasado la tarde anterior en el supermercado. Un extraño silencio lo rodeó en la caja. Al levantar la cabeza, había visto cómo dos mujeres lo miraban con severa desaprobación. Era evidente que los rumores sobre el robo del dinero se habían extendido a toda velocidad por el barrio. Había sido una experiencia muy desagradable.
En medio de un intranquilo sueño, se despertó sobresaltado por el sonido de un golpe y un cristal roto. Encendió la luz de su mesilla de noche y se levantó de la cama. ¿Había roto alguien una botella en la calle? Al bajar las escaleras, encontró rota la ventana de su acogedor cuarto de estar. Se quedó inmóvil en el quicio de la puerta, preguntándose cómo podía haber pasado algo así. Entonces, vio algo en el suelo, en medio de los cristales rotos. Era una piedra envuelta en un papel. Con el ceño fruncido, lo desenvolvió y leyó unas brutales palabras escritas en rojo, en mayúsculas.
¡MALDITO LADRÓN, VUELVE A DONDE DEBES DE ESTAR!
Su corazón se aceleró y se sintió enfermo. Se obligó a buscar una escoba y un recogedor para limpiar el suelo. Cubrió el agujero de la ventana con una puerta vieja de armario que tenía guardada en el trastero y, despacio, subió las escaleras. Pero, si antes le había resultado difícil dormir, entonces le fue imposible. Se quedó en la cama quieto, casi sin respirar, sobresaltándose por cada pequeño ruido.
Consiguió quedarse dormido a las siete de la mañana. A las diez, el sonido del timbre de la puerta lo despertó. Pensando que era el cartero, louis se puso su bata de algodón y se apresuró a abrirle.
Su sorprendida mirada se dio de bruces con un hombre de tez blanca y alto y se quedó petrificado, sin dar crédito a sus ojos.
Harry styles. Pensó que era un espejismo de su imaginación y, aun así, se sintió vencido por el exótico y oscuro carisma de su masculinidad. Su corazón empezó a latir con fuerza y sus suaves y rosados labios se abrieron para dejar escapar un inaudible «ooh».
Las suaves líneas de sus pómulos color aceituna resaltaban la magnífica estructura ósea de Harry. A pesar de que se afeitaba dos veces al día, una pálida sombra azulada acentuaba sus fuertes mandíbulas. Pero louis seguía sin creerse lo que veía. Harry styles no tenía por qué estar en la puerta de aquel adosado en la calleja de un anodino pueblo galés. El frecuentaba sólo lugares privilegiados y exclusivos, a la altura de los hombres más ricos.
Harry lo observó con intensidad, sin amedrentarse. Era la primera vez que lo veía sin maquillar. Estudió los cambios en su cara, deteniéndose en cada imperfección, con la ansiedad y la esperanza de verse decepcionado por el. Había perdido peso. Estaba pálido y el cansancio había hecho mella en el. Su melena lisa estaba enredada, lejos de ser la sedosa melena peinada por un profesional. Estaba a punto de valorar aquellos detalles para sus adentros cuando se topó con unos ojos azules como el zafiro. Fue entonces cuando cayó en la cuenta de que louis estaba más bello que nunca. En su estado natural, sin artificios, con sus radiantes ojos, su piel lisa de un color bronceado... El deseo lo atravesó de arriba abajo con la peligrosa fuerza de una tormenta.
-¿Puedo pasar? -preguntó harry despacio, arrastrando las palabras en un tono resonante que actuó como una suave caricia a lo largo de la espalda de louis. Era tan marcado el aire de autoridad impreso en cada sílaba, que a el ni se le ocurrió negarse.
Larry Love*¥ou&I*
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Hola amiga,tu y yo tenemos cosas pendientes de que hablar
No me había podido conectar antes pero aquí estoy,leyendo tu nueva novela
Me gusta mucho,que bien la hayas adaptado con larry,me gustaron los dos capítulos, esta muy interesante
Ya quiero saber que le dirá harry a louis o que pasara ahí,siguela iris
Te quiero bye
No me había podido conectar antes pero aquí estoy,leyendo tu nueva novela
Me gusta mucho,que bien la hayas adaptado con larry,me gustaron los dos capítulos, esta muy interesante
Ya quiero saber que le dirá harry a louis o que pasara ahí,siguela iris
Te quiero bye
erick1D#21
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Capítulo 3
SÓLO cuando harry hubo roto aquel violento silencio, louis pudo dar crédito a lo que veían sus ojos. Tomando un rápido soplo de aire, asustado, parpadeó varias veces con sus largas pestañas, tratando de librarse de la profunda conmoción que lo sacudía. Desde el primer instante, se dio cuenta de que la llama de su odio por él estaba tan viva como siempre. Estaba sudando y le temblaban las piernas. Invadido por una embriagadora mezcla de fascinación y miedo, curiosidad y aversión, se quedó mirándolo fijamente.
Como era de esperar, Harry aprovechó su aturdimiento para dar un paso adelante. El se apartó. A pesar de que medía un metro setenta y cinco descalzo, él lo sobrepasaba por más de quince centímetros. Una serpenteante sensación, casi olvidada, lo sorprendió en algún lugar de su bajo vientre y se puso rígido al notarla, mientras un hormigueo despertaba su miembro.
-¿Qué quieres? -dijo, de pronto, sonrojado por la vergüenza y la confusión.
Como si nada, harry cerró la puerta de entrada. Se sentía poderoso.
-¿No lo sabes?
Aunque se sentía avergonzado por la manera en que su cuerpo traicionero había reaccionado ante la presencia de harry, louis levantó la barbilla de un modo desafiante que hubiera sorprendido a todos sus familiares. Se sentía atrapado, enojado e inseguro. Muy hondo dentro de el, seguía encendido el doloroso recuerdo de cuánto le había gustado harry styles una vez y el modo salvaje en que él lo había lastimado. Aunque no se notara por fuera, él lo había hecho cambiar, y no para mejor.
-¿Cómo voy saber por qué estás aquí?
-Pensé que tal vez tu instinto de supervivencia o tu sexto sentido te lo dirían... -Harry lo estudió con sus oscuros ojos llenos de burla.
-Es obvio que no -respondió louis, cruzándose de brazos en un gesto defensivo y tratando de calmar el temblor que amenazaba con apoderarse de el.
-Es obvio que estoy aquí porque quiero verte -continuó harry, envolviendo sus palabras en un sensual acento, extraordinariamente melódico.
Sin darse cuenta de lo que hacía, louis se descubrió observándolo, mirando aquellos bellos ojos verdes que un día lo habían cautivado. Unos ojos en los que sólo podía ver su propio reflejo, pues harry nunca dejaba ver su interior. Era conocido por su desapego y su indiferencia, incluso su helada frialdad. Louis, el se había sentido poderoso las veces que había conseguido hacerle reír o sonreír.
Louis sacudió la cabeza, luchando por borrar aquellos recuerdos. Trató con todas sus fuerzas de quitárselo del pensamiento, recordando con temor cómo durante dos semanas él había ocupado su mente por completo, cómo ante su mera presencia el resto del mundo desaparecía.
-No te quiero aquí -dijo, dándose cuenta de que estaba en sus manos pedirle que se fuera. Pero, por razones que no se atrevía a reconocer, no podía hacerlo.
-¿No? -replicó louis, ladeando la cabeza y observándolo con una frialdad extrema.
Louis sintió un mareo de pánico en el estómago. Por un momento, dudó si él tal vez lo conocía mejor que el mismo y se apresuró a romper el silencio:
-¿Cómo me has encontrado?
-Tuve acceso a cierta información privilegiada...
Louis se puso blanca como el papel. Así que él sabía lo del dinero. Por supuesto que lo sabía, le censuró una voz anterior. Deseó poder desaparecer y no se sintió capaz de mirarlo a los ojos.
Harry aprovechó aquel instante de debilidad y dio unos pasos hacia dentro. Sabía que la economía de louis había ido en picado desde la última vez que se vieron, pero sólo entonces se percató de lo austero de su cuarto de estar, casi sin muebles, y apreció lo grande que había sido aquel declive. Nada podía ilustrar mejor el abismo que se habría entre sus vidas; el sólo había pertenecido a su mundo por un instante fugaz.
-¿Qué le ha pasado a la ventana?
-Se rompió -murmuró louis.
-¿Has llamado a un cristalero?
-Aún no. Se rompió anoche.
La incisiva mirada de harry se posó en la arrugada nota con grandes letras que yacía sobre el mantel y se dirigió hacia ella. La piedra estaba en el centro del trozo de papel y él adivinó lo que había pasado. Frunció su ceño por una milésima de segundo.
-¿Te han amenazado? ¿Lo has denunciado?
Louis le arrebató la nota.
-¿Por qué no te ocupas de tus propios asuntos? -protestó, sintiéndose más mortificadobque nunca.
-La policía debe saberlo. El tipo de persona que intimida de esa manera, puede pasar a atacarte físicamente. No puedes quedarte aquí solo...
-¿Y dónde sugieres que vaya? -interrumpió louis, tenso, sintiéndose víctima de una profunda ansiedad porque, después del incidente de la noche anterior, estaba menos dispuesta que nunca a irse a casa de su primo. Liam vivía con su padre y su hermano en una granja alejada y no quería arriesgarse a llevarles problemas.
-Igual yo puedo ayudarte -murmuró harry sin cambiar la entonación de su discurso.
Louis se dio cuenta de que estaba temblando. Mirando hacia otro lado, se esforzó por controlar sus sentimientos de rabia y miedo. Al hacerlo, por primera vez desde que él había llegado, se percató de que estaba despeinado, vestidobcon una vieja bata . Se sintió morir de desazón.
-Mira, necesito vestirme... No voy a seguir discutiendo contigo -dijo, mordiéndose los labios para no preguntarle a qué se refería con ayudarla. Ni siquiera le había pedido que se fuera. ¿Es que no tenía orgullo? ¿Podría caer más bajo?
Siguiéndolo con la mirada mientras subía las escaleras, harry tuvo una visión fugaz de un esbelto muslo, suave como la seda, y una respuesta instantánea de calor lo sacudió en la ingle. Apretó los dientes. La atmósfera estaba cargada de vibraciones sexuales y sus hormonas masculinas estaban muy excitadas. Había sentido esa feroz atracción entre ellos desde la primera vez que lo vio. Pero estaba convencido de que, una vez que se acostaran, su deseo se extinguiría. Louis estaba asustado. Si le ofrecía el dinero en aquel momento, probablemente se entregaría a él allí mismo. Era muy ruin, ¿y qué? Dios mio. A louis también le gustaba él. Los ojos de louis y su forma de comportarse habían sido muy reveladores para un hombre de su experiencia. Aunque parecía que el no quería aceptarlo, siempre dándole la espalda y evitando el contacto visual. Un hombre con clase esperaría y prolongaría el desenlace un poco más.
Con el ceño fruncido, observó un libro de jardinería que permanecía abierto en la mesita del comedor. Inquieto como una pantera hambrienta acechando a su presa, empezó a deambular. Era todo un reto, pues la habitación era pequeña, la cocina aún menor y no había vestíbulo. Entonces, vio algo, y arqueó las cejas sorprendido. En contraste con el triste entorno urbano, su pequeño patio había sido transformado en una jungla llena de macetas con flores y follaje.
Con su móvil, harry llamó a uno de sus empleados para que enviara a alguien a reemplazar de inmediato el cristal roto.
Louis se lanzó al cuarto de baño para cepillarse el pelo a la vez que trataba de lavarse los dientes. Se quitó el pijama y sacó unos vaqueros y una camiseta de un cajón. ¿Cómo podía mantener la calma? En el piso de abajo estaba el hombre que un día se había ganado su confianza y su amor. Aquel farsante que sabía fingir amor a la perfección. Pero todo había sido un truco. ¡louis había sido víctima de su humillante y cruel farsa! Todo había sido un taimado juego típico de los hombres que necesitan sentirse machos contando el número de personas con las que se acuestan, pensó, poniéndose los pantalones con mano temblorosa. Por desgracia, se había sentido tan herido y enfadado por aquel engaño, que el lo había estropeado todo aún más. Había pensado que tal vez podría vengarse y así, al menos, recuperar su orgullo. Las consecuencias de aquel impulso infantil habían sido fatales para su carrera de modelo.
¿Y qué estaba haciendo harry styles en Gales? ¿Por qué había ido a verla? ¿Quería ayudarlo? Louis no podía adivinar por qué. Al abandonar su lujosa mansión con zayn, había asestado un certero golpe al ego de harry. Sólo al ego, ya que no tenía corazón, ni moral. ¿Acaso se había presentado allí para regodearse en su desgracia?
Lentamente, louis bajó las escaleras.
-¿Qué quieres de mí? -preguntó, defensivo.
-¿Qué es lo que quieren la mayoría de los hombres? -replicó harry, con suavidad, mientras observaba las pálidas ondas plateadas de su melena rodeando su ovalado rostro, sus brillantes ojos azules y sus jugosos labios, que estaban ligeramente abiertos y dejaban ver un interior húmedo y rosado. No la estaba escuchando, pues estaba fascinado mirándolo.
SÓLO cuando harry hubo roto aquel violento silencio, louis pudo dar crédito a lo que veían sus ojos. Tomando un rápido soplo de aire, asustado, parpadeó varias veces con sus largas pestañas, tratando de librarse de la profunda conmoción que lo sacudía. Desde el primer instante, se dio cuenta de que la llama de su odio por él estaba tan viva como siempre. Estaba sudando y le temblaban las piernas. Invadido por una embriagadora mezcla de fascinación y miedo, curiosidad y aversión, se quedó mirándolo fijamente.
Como era de esperar, Harry aprovechó su aturdimiento para dar un paso adelante. El se apartó. A pesar de que medía un metro setenta y cinco descalzo, él lo sobrepasaba por más de quince centímetros. Una serpenteante sensación, casi olvidada, lo sorprendió en algún lugar de su bajo vientre y se puso rígido al notarla, mientras un hormigueo despertaba su miembro.
-¿Qué quieres? -dijo, de pronto, sonrojado por la vergüenza y la confusión.
Como si nada, harry cerró la puerta de entrada. Se sentía poderoso.
-¿No lo sabes?
Aunque se sentía avergonzado por la manera en que su cuerpo traicionero había reaccionado ante la presencia de harry, louis levantó la barbilla de un modo desafiante que hubiera sorprendido a todos sus familiares. Se sentía atrapado, enojado e inseguro. Muy hondo dentro de el, seguía encendido el doloroso recuerdo de cuánto le había gustado harry styles una vez y el modo salvaje en que él lo había lastimado. Aunque no se notara por fuera, él lo había hecho cambiar, y no para mejor.
-¿Cómo voy saber por qué estás aquí?
-Pensé que tal vez tu instinto de supervivencia o tu sexto sentido te lo dirían... -Harry lo estudió con sus oscuros ojos llenos de burla.
-Es obvio que no -respondió louis, cruzándose de brazos en un gesto defensivo y tratando de calmar el temblor que amenazaba con apoderarse de el.
-Es obvio que estoy aquí porque quiero verte -continuó harry, envolviendo sus palabras en un sensual acento, extraordinariamente melódico.
Sin darse cuenta de lo que hacía, louis se descubrió observándolo, mirando aquellos bellos ojos verdes que un día lo habían cautivado. Unos ojos en los que sólo podía ver su propio reflejo, pues harry nunca dejaba ver su interior. Era conocido por su desapego y su indiferencia, incluso su helada frialdad. Louis, el se había sentido poderoso las veces que había conseguido hacerle reír o sonreír.
Louis sacudió la cabeza, luchando por borrar aquellos recuerdos. Trató con todas sus fuerzas de quitárselo del pensamiento, recordando con temor cómo durante dos semanas él había ocupado su mente por completo, cómo ante su mera presencia el resto del mundo desaparecía.
-No te quiero aquí -dijo, dándose cuenta de que estaba en sus manos pedirle que se fuera. Pero, por razones que no se atrevía a reconocer, no podía hacerlo.
-¿No? -replicó louis, ladeando la cabeza y observándolo con una frialdad extrema.
Louis sintió un mareo de pánico en el estómago. Por un momento, dudó si él tal vez lo conocía mejor que el mismo y se apresuró a romper el silencio:
-¿Cómo me has encontrado?
-Tuve acceso a cierta información privilegiada...
Louis se puso blanca como el papel. Así que él sabía lo del dinero. Por supuesto que lo sabía, le censuró una voz anterior. Deseó poder desaparecer y no se sintió capaz de mirarlo a los ojos.
Harry aprovechó aquel instante de debilidad y dio unos pasos hacia dentro. Sabía que la economía de louis había ido en picado desde la última vez que se vieron, pero sólo entonces se percató de lo austero de su cuarto de estar, casi sin muebles, y apreció lo grande que había sido aquel declive. Nada podía ilustrar mejor el abismo que se habría entre sus vidas; el sólo había pertenecido a su mundo por un instante fugaz.
-¿Qué le ha pasado a la ventana?
-Se rompió -murmuró louis.
-¿Has llamado a un cristalero?
-Aún no. Se rompió anoche.
La incisiva mirada de harry se posó en la arrugada nota con grandes letras que yacía sobre el mantel y se dirigió hacia ella. La piedra estaba en el centro del trozo de papel y él adivinó lo que había pasado. Frunció su ceño por una milésima de segundo.
-¿Te han amenazado? ¿Lo has denunciado?
Louis le arrebató la nota.
-¿Por qué no te ocupas de tus propios asuntos? -protestó, sintiéndose más mortificadobque nunca.
-La policía debe saberlo. El tipo de persona que intimida de esa manera, puede pasar a atacarte físicamente. No puedes quedarte aquí solo...
-¿Y dónde sugieres que vaya? -interrumpió louis, tenso, sintiéndose víctima de una profunda ansiedad porque, después del incidente de la noche anterior, estaba menos dispuesta que nunca a irse a casa de su primo. Liam vivía con su padre y su hermano en una granja alejada y no quería arriesgarse a llevarles problemas.
-Igual yo puedo ayudarte -murmuró harry sin cambiar la entonación de su discurso.
Louis se dio cuenta de que estaba temblando. Mirando hacia otro lado, se esforzó por controlar sus sentimientos de rabia y miedo. Al hacerlo, por primera vez desde que él había llegado, se percató de que estaba despeinado, vestidobcon una vieja bata . Se sintió morir de desazón.
-Mira, necesito vestirme... No voy a seguir discutiendo contigo -dijo, mordiéndose los labios para no preguntarle a qué se refería con ayudarla. Ni siquiera le había pedido que se fuera. ¿Es que no tenía orgullo? ¿Podría caer más bajo?
Siguiéndolo con la mirada mientras subía las escaleras, harry tuvo una visión fugaz de un esbelto muslo, suave como la seda, y una respuesta instantánea de calor lo sacudió en la ingle. Apretó los dientes. La atmósfera estaba cargada de vibraciones sexuales y sus hormonas masculinas estaban muy excitadas. Había sentido esa feroz atracción entre ellos desde la primera vez que lo vio. Pero estaba convencido de que, una vez que se acostaran, su deseo se extinguiría. Louis estaba asustado. Si le ofrecía el dinero en aquel momento, probablemente se entregaría a él allí mismo. Era muy ruin, ¿y qué? Dios mio. A louis también le gustaba él. Los ojos de louis y su forma de comportarse habían sido muy reveladores para un hombre de su experiencia. Aunque parecía que el no quería aceptarlo, siempre dándole la espalda y evitando el contacto visual. Un hombre con clase esperaría y prolongaría el desenlace un poco más.
Con el ceño fruncido, observó un libro de jardinería que permanecía abierto en la mesita del comedor. Inquieto como una pantera hambrienta acechando a su presa, empezó a deambular. Era todo un reto, pues la habitación era pequeña, la cocina aún menor y no había vestíbulo. Entonces, vio algo, y arqueó las cejas sorprendido. En contraste con el triste entorno urbano, su pequeño patio había sido transformado en una jungla llena de macetas con flores y follaje.
Con su móvil, harry llamó a uno de sus empleados para que enviara a alguien a reemplazar de inmediato el cristal roto.
Louis se lanzó al cuarto de baño para cepillarse el pelo a la vez que trataba de lavarse los dientes. Se quitó el pijama y sacó unos vaqueros y una camiseta de un cajón. ¿Cómo podía mantener la calma? En el piso de abajo estaba el hombre que un día se había ganado su confianza y su amor. Aquel farsante que sabía fingir amor a la perfección. Pero todo había sido un truco. ¡louis había sido víctima de su humillante y cruel farsa! Todo había sido un taimado juego típico de los hombres que necesitan sentirse machos contando el número de personas con las que se acuestan, pensó, poniéndose los pantalones con mano temblorosa. Por desgracia, se había sentido tan herido y enfadado por aquel engaño, que el lo había estropeado todo aún más. Había pensado que tal vez podría vengarse y así, al menos, recuperar su orgullo. Las consecuencias de aquel impulso infantil habían sido fatales para su carrera de modelo.
¿Y qué estaba haciendo harry styles en Gales? ¿Por qué había ido a verla? ¿Quería ayudarlo? Louis no podía adivinar por qué. Al abandonar su lujosa mansión con zayn, había asestado un certero golpe al ego de harry. Sólo al ego, ya que no tenía corazón, ni moral. ¿Acaso se había presentado allí para regodearse en su desgracia?
Lentamente, louis bajó las escaleras.
-¿Qué quieres de mí? -preguntó, defensivo.
-¿Qué es lo que quieren la mayoría de los hombres? -replicó harry, con suavidad, mientras observaba las pálidas ondas plateadas de su melena rodeando su ovalado rostro, sus brillantes ojos azules y sus jugosos labios, que estaban ligeramente abiertos y dejaban ver un interior húmedo y rosado. No la estaba escuchando, pues estaba fascinado mirándolo.
Larry Love*¥ou&I*
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
NUEVA LECTORA REPORTÁNDOSE :D
Holii :3 soy aguuz, tengo 15 años y soy de Mexico, pero no estoy aquí por mi sino por tu novela.
Si hay algo que la pueda describir para mi son dos simples palabras: ME FASCINA!!! Tu novela es maravillosa me parece muy bonita ¿podrías decirme de que la adaptaste?, me muero porque subas otro cap.
Ahorita te cuento, ya, ME DEJO BOQUIABIERTA el primer cap. fue algo así como woow y luego vinieron cosas mejores pero me encanta la determinación y el detalle que le pones a cada palabra para transformarlas, en conjunto, en un gran, hermoso y preciso texto que conmueve con su hermosura.
Soy una graaan fan de Larry y la verdad es que artes como estas me indagan ^.^
SIGUELAA!!!
Aguuz.
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Erick!!!erick1D#21 escribió:Hola amiga,tu y yo tenemos cosas pendientes de que hablar
No me había podido conectar antes pero aquí estoy,leyendo tu nueva novela
Me gusta mucho,que bien la hayas adaptado con larry,me gustaron los dos capítulos, esta muy interesante
Ya quiero saber que le dirá harry a louis o que pasara ahí,siguela iris
Te quiero bye
Querido amigo
Tu tienes cosas que halbat hablar con migo?
Jejeje seguro te equivocaste de persona jejeje
Que bien que te haya gustado
Ya subir otro capi espero que te guste
Te quiero amigooooo
Chao
Larry Love*¥ou&I*
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
AwwwwwwwwwwLa bba escribió:NUEVA LECTORA REPORTÁNDOSE :DHolii :3 soy aguuz, tengo 15 años y soy de Mexico, pero no estoy aquí por mi sino por tu novela.Si hay algo que la pueda describir para mi son dos simples palabras: ME FASCINA!!! Tu novela es maravillosa me parece muy bonita ¿podrías decirme de que la adaptaste?, me muero porque subas otro cap.Ahorita te cuento, ya, ME DEJO BOQUIABIERTA el primer cap. fue algo así como woow y luego vinieron cosas mejores pero me encanta la determinación y el detalle que le pones a cada palabra para transformarlas, en conjunto, en un gran, hermoso y preciso texto que conmueve con su hermosura.Soy una graaan fan de Larry y la verdad es que artes como estas me indagan ^.^SIGUELAA!!!
Bienvenida aguuz!!!!
Linda no sabes lo mucho que me gusto tu comentario,palabras como estas me inspiran a seguir
Por cierto yo me llamo iris y tengo 17,también soy de México
Amo que te haya gustado la novela
Por cierto la adapte de un libro que se llama: comprada para su placer",me gusto mucho el libro que quise hacerla con larry,por que también soy muuuuuy fan de larry,me encantan
Gracias por tu comentario linda,en la noche subiré un capítulo dedicado a ti
Gracias por leer
Besos linda
Bye
Larry Love*¥ou&I*
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Awww que linda :3
Eres una ternurita :')
Aguuz.
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Dedicado a mi querida aguuz,espero te guste linda
*******************************
Louis se sonrojó y le lanzó una mirada de odio.
-¡Al menos no finges ser un buen chico!
-Te aprovecharías de mí si lo fuera. Soy más parecido a ti -respondió harry, asintiendo de manera arrogante, con destellos dorados en sus ojos negros.
-¡Ni lo sueñes! -se defendió louis.
-Por cierto, ¿sueñas a menudo con zayn malik? -contraatacó él, sin ninguna piedad.
Sin palabras, louis se giró, dejando a la vista su delicado perfil.
-Aún no me has dicho qué estás haciendo aquí.
En aquella posición, louis parecía extremadamente frágil. Sin dudarlo, se acercó a el y lo agarró de los brazos.
-¿Qué diablos...? -gritó, alarmado louis.
-Sólo estaba comprobando -respondió harry, buscando alguna señal sospechosa de abuso de las drogas. Enseguida, lo soltó, satisfecho de no encontrar ninguna marca.
-No me drogo... ¡Nunca lo he hecho y nunca lo haré! -protestó, furioso.
-Me alegro.
Sin embargo, harrypensó que louis debería de comer más, mientras posaba su atención desde sus estrechos hombros blancos hasta el contorno de su pecho.
Harry se puso tenso, enojado consigo mismo por sus propios pensamientos. ¿Acaso era de nuevo un adolescente? ¿Desde cuándo el cuerpo de un hombre había tenido ningún misterio para él?
-¿Sólo has venido hasta aquí para insultarme?
-No. Siempre hay una razón para todo lo que hago. Te enfrentas a una pena de prisión.
Louis dio un paso atrás ante aquella inequívoca afirmación, tomando una rápida bocanada de aire.
-Tú no lo sabes... ¿Cómo podrías? No sabes nada de eso...
-Los delitos relacionados con estafas y culpables siempre se llevan los castigos más duros -murmuró harry con voz suave como la seda-. No fue buena idea defraudar a una organización de caridad, y menos aún a una destinada a conseguir dinero para los niños discapacitados.
Louis sintió que un sudor frío recorría su piel.
-No quiero hablar de ello.
-¿Tenías deudas? ¿Te perseguían tus acreedores? Te llevaste mucho dinero, pero no veo en tu casa mucha evidencia de en qué lo has gastado.
El hecho de que harry no tuviera la menor duda acerca de su culpabilidad dejó a louis destrozado. Una dolorosa marea sonrojada encendió su rostro.
-¿Y a ti qué te importa, en cualquier caso? -inquirió, echando hacia atrás la cabeza, con la barbilla levantada.
-No me importa. Pero puedo impedir que vayas a prisión -replicó él, estudiándolo con los ojos fríos como el acero.
Louis se puso tieso, con los ojos muy abiertos, sintiendo un pequeño y desesperado soplo de esperanza dentro de el.
-¿Y cómo puedes hacerlo?
-Reponiendo el dinero que te llevaste más una generosa donación a la organización de caridad, para engrasar las ruedas de su perdón -explicó, suavemente.
-No sería tan sencillo...
-No seas tonto. Si digo que puedo hacer algo, es porque es así. Ya he hablado con el director de Happy Holidays y ha respondido muy positivamente a mi sugerencia.
-¿Pero por qué te ofreces a reponer el dinero que falta? -quiso saber el, frotando sus manos con gran tensión.
-Obviamente, porque quiero algo a cambio -respondió harry, en voz baja y lenta, con un tono tan erótico como el terciopelo acariciando la seda.
El corazón de louis parecía querer salírsele del pecho. Se encontró con unos ojos oscuros impregnados de lujuria. No conseguía respirar con normalidad. Harry tenía puesta toda su atención en el, que sentía como una descarga caliente en su pelvis. Una sensación de calor, entre el placer y el dolor, lo hizo temblar.
Una sugerente sonrisa sensual se dibujó en los labios de harry:
-Y creo que te gustará dármelo, cariño.
Louis sintió dificultad para concentrarse:
-Me temo que no te entiendo...
-¿No? Te estoy ofreciendo un trato muy sencillo. Te quiero en mi cama...
-No te creo...
-Por supuesto tendrás que poner toda tu alma y tu corazón en el papel de ser mi amante...
-Eso no tiene sentido...
-Tiene todo el sentido del mundo. Ver cómo te esfuerzas en satisfacer todos mis deseos me entretendrá considerablemente. No soy un tipo fácil de complacer.
-No puedes despreciarme y desearme de ese modo al mismo tiempo -dijo louis, pálido como la nieve.
-¿Por qué no?
-Porque es inmoral -gritó el castaño.
-¿Cuándo dije que yo no lo fuera?
-No puedo creer la cara que tienes. ¡No puedo creer que vengas a mí con una proposición como ésa! -le espetó louis, furioso y acorralad-. Tal vez tú no tengas principios, pero yo sí...
-Yo no robo -proclamó harry en un tono suavísimo.
-Tal vez yo tampoco. Sólo intentas aprovecharte de que tengo problemas. ¡Eso es muy ruin!
-He hecho una fortuna gracias a mi oportunismo, cariño.
-Bueno, pues te has estrellado conmigo. Porque prefiero ir a la cárcel antes que rebajarme a ser tu amante.
-No lo creo -replicó harry, mirándolo a los ojos.
El campo magnético que el rizado proyectaba lo intimidaba y lo envolvía, como una silenciosa red. Incapaz de sustraerse a su escrutinio, pudo ver la rabia en los ojos de él y eso suavizó el profundo dolor que louis sentía.
-Yo sí.
Cuando intentaba alejarse de su lado, harry colocó la mano en su espalda, paralizándola. Inclinó su atractiva y misteriosa cabeza, irresistible, buscando sus labios. Era lo que louis había estado temiendo y suplicando en secreto. Con el mayor cuidado, introdujo su lengua entre los labios entreabiertos de lou, para explorar su húmedo interior, cada vez más profundamente.
Louis oyó su propio quejido de rendición y quiso morirse de vergüenza. Pero, sin embargo, no era capaz de liberarse de la feroz excitación que lo controlaba. Aquel conflicto interno lo hizo estremecerse, como si estuviera en el ojo de la tormenta.
Harry se apartó. No entendía por qué louis había sucumbido de esa manera.
-Responde el teléfono...
Fuera de sus brazos, louis volvió al mundo real y oyó el sonido insistente del teléfono. Se lanzó a responder. Luchando por recuperar la compostura, agarró el auricular con la mano sudorosa. Era su abogado. Se sintió desfallecer al escuchar que la policía requería su presencia aquel mismo día.
-Tú decides. No estás obligado a ir a la comisaría. Pero está claro que tienen nueva información y creo que te interesa acceder a ir hoy -le explicó su asesor legal.
-Sí.., bueno. Iré.
Sus piernas estaban sin fuerza. Tal vez el requerimiento de la policía fuera su justo castigo por haberse comportado como un imbécil con harry styles, pensó. Lo odiaba con todas sus fuerzas. ¿0 tal vez se odiaba más a sí mismo? ¿Cómo había podido sacrificar su orgullo por un beso? ¿Se había vuelto loco? ¿Qué vengativo sino había traído a harry hasta su puerta en sus peores momentos de debilidad?
Dando una zancada, abrió la puerta principal de par en par:
-La policía me ha invitado a hablar con ellos de nuevo, así que te tienes que ir.
-He llamado al cristalero para que arregle la ventana -le informó harry.
-¿Y por qué diablos has tenido que hacer eso?
-¿No es una suerte que lo haya hecho ahora que tienes que marcharte y no puedes hacerlo tú?
Con toda naturalidad, harry dejó su tarjeta de visita en una una estantería.
-Aquí tienes mi número, para cuando te abstengas a razones y aceptes lo inevitable.
-No eres algo inevitable en mi vida.
Harry puso sus ojos en louis desde su considerable altura, como una flecha que atraviesa su objetivo:
-La conversación sirve de poco entre nosotros.
El beso me dijo todo lo que necesitaba saber.
Louis se encogió en su interior ante aquel recordatorio. Su cuerpo había reaccionado de forma opuesta al disgusto y aversión que sentía. ¿Pero qué le importaba eso a harry? Como él mismo acababa de admitir, sólo le importaba la parte física de las personas, no sus pensamientos. No pudo evitar recordar todas las veces que había estado charlando con él por teléfono. ¿No había hecho más que aburrirlo?, se preguntó.
Harry inclinó la cabeza y se deslizó dentro de la limusina que lo esperaba. El opulento vehículo desapareció pronto de su vista, como si su dueño nunca hubiera estado allí.
*******************************
Louis se sonrojó y le lanzó una mirada de odio.
-¡Al menos no finges ser un buen chico!
-Te aprovecharías de mí si lo fuera. Soy más parecido a ti -respondió harry, asintiendo de manera arrogante, con destellos dorados en sus ojos negros.
-¡Ni lo sueñes! -se defendió louis.
-Por cierto, ¿sueñas a menudo con zayn malik? -contraatacó él, sin ninguna piedad.
Sin palabras, louis se giró, dejando a la vista su delicado perfil.
-Aún no me has dicho qué estás haciendo aquí.
En aquella posición, louis parecía extremadamente frágil. Sin dudarlo, se acercó a el y lo agarró de los brazos.
-¿Qué diablos...? -gritó, alarmado louis.
-Sólo estaba comprobando -respondió harry, buscando alguna señal sospechosa de abuso de las drogas. Enseguida, lo soltó, satisfecho de no encontrar ninguna marca.
-No me drogo... ¡Nunca lo he hecho y nunca lo haré! -protestó, furioso.
-Me alegro.
Sin embargo, harrypensó que louis debería de comer más, mientras posaba su atención desde sus estrechos hombros blancos hasta el contorno de su pecho.
Harry se puso tenso, enojado consigo mismo por sus propios pensamientos. ¿Acaso era de nuevo un adolescente? ¿Desde cuándo el cuerpo de un hombre había tenido ningún misterio para él?
-¿Sólo has venido hasta aquí para insultarme?
-No. Siempre hay una razón para todo lo que hago. Te enfrentas a una pena de prisión.
Louis dio un paso atrás ante aquella inequívoca afirmación, tomando una rápida bocanada de aire.
-Tú no lo sabes... ¿Cómo podrías? No sabes nada de eso...
-Los delitos relacionados con estafas y culpables siempre se llevan los castigos más duros -murmuró harry con voz suave como la seda-. No fue buena idea defraudar a una organización de caridad, y menos aún a una destinada a conseguir dinero para los niños discapacitados.
Louis sintió que un sudor frío recorría su piel.
-No quiero hablar de ello.
-¿Tenías deudas? ¿Te perseguían tus acreedores? Te llevaste mucho dinero, pero no veo en tu casa mucha evidencia de en qué lo has gastado.
El hecho de que harry no tuviera la menor duda acerca de su culpabilidad dejó a louis destrozado. Una dolorosa marea sonrojada encendió su rostro.
-¿Y a ti qué te importa, en cualquier caso? -inquirió, echando hacia atrás la cabeza, con la barbilla levantada.
-No me importa. Pero puedo impedir que vayas a prisión -replicó él, estudiándolo con los ojos fríos como el acero.
Louis se puso tieso, con los ojos muy abiertos, sintiendo un pequeño y desesperado soplo de esperanza dentro de el.
-¿Y cómo puedes hacerlo?
-Reponiendo el dinero que te llevaste más una generosa donación a la organización de caridad, para engrasar las ruedas de su perdón -explicó, suavemente.
-No sería tan sencillo...
-No seas tonto. Si digo que puedo hacer algo, es porque es así. Ya he hablado con el director de Happy Holidays y ha respondido muy positivamente a mi sugerencia.
-¿Pero por qué te ofreces a reponer el dinero que falta? -quiso saber el, frotando sus manos con gran tensión.
-Obviamente, porque quiero algo a cambio -respondió harry, en voz baja y lenta, con un tono tan erótico como el terciopelo acariciando la seda.
El corazón de louis parecía querer salírsele del pecho. Se encontró con unos ojos oscuros impregnados de lujuria. No conseguía respirar con normalidad. Harry tenía puesta toda su atención en el, que sentía como una descarga caliente en su pelvis. Una sensación de calor, entre el placer y el dolor, lo hizo temblar.
Una sugerente sonrisa sensual se dibujó en los labios de harry:
-Y creo que te gustará dármelo, cariño.
Louis sintió dificultad para concentrarse:
-Me temo que no te entiendo...
-¿No? Te estoy ofreciendo un trato muy sencillo. Te quiero en mi cama...
-No te creo...
-Por supuesto tendrás que poner toda tu alma y tu corazón en el papel de ser mi amante...
-Eso no tiene sentido...
-Tiene todo el sentido del mundo. Ver cómo te esfuerzas en satisfacer todos mis deseos me entretendrá considerablemente. No soy un tipo fácil de complacer.
-No puedes despreciarme y desearme de ese modo al mismo tiempo -dijo louis, pálido como la nieve.
-¿Por qué no?
-Porque es inmoral -gritó el castaño.
-¿Cuándo dije que yo no lo fuera?
-No puedo creer la cara que tienes. ¡No puedo creer que vengas a mí con una proposición como ésa! -le espetó louis, furioso y acorralad-. Tal vez tú no tengas principios, pero yo sí...
-Yo no robo -proclamó harry en un tono suavísimo.
-Tal vez yo tampoco. Sólo intentas aprovecharte de que tengo problemas. ¡Eso es muy ruin!
-He hecho una fortuna gracias a mi oportunismo, cariño.
-Bueno, pues te has estrellado conmigo. Porque prefiero ir a la cárcel antes que rebajarme a ser tu amante.
-No lo creo -replicó harry, mirándolo a los ojos.
El campo magnético que el rizado proyectaba lo intimidaba y lo envolvía, como una silenciosa red. Incapaz de sustraerse a su escrutinio, pudo ver la rabia en los ojos de él y eso suavizó el profundo dolor que louis sentía.
-Yo sí.
Cuando intentaba alejarse de su lado, harry colocó la mano en su espalda, paralizándola. Inclinó su atractiva y misteriosa cabeza, irresistible, buscando sus labios. Era lo que louis había estado temiendo y suplicando en secreto. Con el mayor cuidado, introdujo su lengua entre los labios entreabiertos de lou, para explorar su húmedo interior, cada vez más profundamente.
Louis oyó su propio quejido de rendición y quiso morirse de vergüenza. Pero, sin embargo, no era capaz de liberarse de la feroz excitación que lo controlaba. Aquel conflicto interno lo hizo estremecerse, como si estuviera en el ojo de la tormenta.
Harry se apartó. No entendía por qué louis había sucumbido de esa manera.
-Responde el teléfono...
Fuera de sus brazos, louis volvió al mundo real y oyó el sonido insistente del teléfono. Se lanzó a responder. Luchando por recuperar la compostura, agarró el auricular con la mano sudorosa. Era su abogado. Se sintió desfallecer al escuchar que la policía requería su presencia aquel mismo día.
-Tú decides. No estás obligado a ir a la comisaría. Pero está claro que tienen nueva información y creo que te interesa acceder a ir hoy -le explicó su asesor legal.
-Sí.., bueno. Iré.
Sus piernas estaban sin fuerza. Tal vez el requerimiento de la policía fuera su justo castigo por haberse comportado como un imbécil con harry styles, pensó. Lo odiaba con todas sus fuerzas. ¿0 tal vez se odiaba más a sí mismo? ¿Cómo había podido sacrificar su orgullo por un beso? ¿Se había vuelto loco? ¿Qué vengativo sino había traído a harry hasta su puerta en sus peores momentos de debilidad?
Dando una zancada, abrió la puerta principal de par en par:
-La policía me ha invitado a hablar con ellos de nuevo, así que te tienes que ir.
-He llamado al cristalero para que arregle la ventana -le informó harry.
-¿Y por qué diablos has tenido que hacer eso?
-¿No es una suerte que lo haya hecho ahora que tienes que marcharte y no puedes hacerlo tú?
Con toda naturalidad, harry dejó su tarjeta de visita en una una estantería.
-Aquí tienes mi número, para cuando te abstengas a razones y aceptes lo inevitable.
-No eres algo inevitable en mi vida.
Harry puso sus ojos en louis desde su considerable altura, como una flecha que atraviesa su objetivo:
-La conversación sirve de poco entre nosotros.
El beso me dijo todo lo que necesitaba saber.
Louis se encogió en su interior ante aquel recordatorio. Su cuerpo había reaccionado de forma opuesta al disgusto y aversión que sentía. ¿Pero qué le importaba eso a harry? Como él mismo acababa de admitir, sólo le importaba la parte física de las personas, no sus pensamientos. No pudo evitar recordar todas las veces que había estado charlando con él por teléfono. ¿No había hecho más que aburrirlo?, se preguntó.
Harry inclinó la cabeza y se deslizó dentro de la limusina que lo esperaba. El opulento vehículo desapareció pronto de su vista, como si su dueño nunca hubiera estado allí.
Larry Love*¥ou&I*
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
WOOOOOW POR DIOS
Louis es alguito complicado no? pues primero que le gusta Harry luego que no, luego que si aaaahhhg ME FRUSTRA la intriga que tengo por lo que va a suceder y lo que no, al principio era demasiado obvio que Lou no aceptaria pero y el beso? fue como wow y luego volvio a la realidad y comenzo a negarse :/ dios ese chico si que le debe gustar a Harry.
Pero, tengo una duda: Louis dice que Harry le ha echo daño y Harry dice la viceversa? o.O
Aguuz.
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Esos momentos en los que crees que nunca vas a pasar de página -.-
OH y GRACIAS por la dedicatoria, en serio nunca alguien hizo algo tan lindo por mi y :S me siento peque a tu lado linda :3
Aguuz.
Re: Comprado para su placer ~larry stylinson~ capítulo 9
Si.....espero que subas cap. -.- 19:13
Aguuz.
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