Los Mejores Amigos [ Logan Lerman] 2da Parte

Deje a Bella en el departamento después del almuerzo. No estaba en condiciones de seguir estando en la universidad después de la discusión que había tenido con su hermanastra. Varias veces me había contado sobre los problemas que había tenido con ella, con su hermanastro y con su madrastra, pero no llegue a pensar que palabras de esa chica pudiera afectarla tanto.

Se veía tan frágil y desprotegida verla acostada en su cama sin emoción alguna. Decidí acercarme y hacerle algunas caricias que pudiera reconfortarla y hacerla olvidar el mal momento que había pasado.

- ¿Cómo te sientes ahora? - pregunte una vez que estaba sentado en la cama.

- Como se puede - susurro cerrando los ojos - Juro que odio verla. Ella es tan…

- ¿Arpía? ¿Mala? ¿Estupida? ¿Intolerante?

- Perfecta… - contesto abriendo sus ojos y observándome - No tienes una idea de lo perfecta que es. Es hermosa, es muy inteligente y … y…

- ¿Víctor la Eligio a ella? - susurre.

- Exacto. Desde ese día decidí sacar de una buena vez a Víctor de mi vida.

Los ojos de Bella se humedecieron pero ni una sola lagrima callo de sus ojos. Conocía esa expresión y esa actitud, la conocía de memoria. Siempre que actuaba así, es que había una batalla campal entre ella, una batalla la cual no se permitía llorar, de mantenerse fuerte y firme.

- ¿Qué sucedió ese día? Nunca quisiste contármelo. Ni siquiera a Hamber… ¿Grace tampoco lo sabe acaso?

- Solo lo sabe Peter… porque el fue quien me defendió en ese momento. Si no te molesta, quiero estar sola. Y si mal no recuerdo, los lunes vas a jugar pool con Freddie… estas llegando tarde y perdiendo tiempo conmigo.

Bella me dio la espalda y cerro los ojos intentando conciliar el sueño, o mejor dicho, tratando de no llorar delante mio. Su actitud me dolió, me hizo sentir celos al escuchar que solo Peter sabia de aquel día en que Bella cambio radicalmente hacia su padre, después de la visita que le había echo con Connor después de sus dieciséis.

Solo le di un beso corto en la frente despidiéndome. Salí de la habitación y tome mis llaves, dirigiéndome al bar de siempre. De seguro Freddie ya estaba allí, no me había pedido en ningún momento, del tiempo que estábamos juntos, que lo pasase a recoger.
Aun me preguntaba porque Bella no había querido decirme sobre aquel día, siempre parecía esquivar el tema y Peter parecía apoyarla en su decisión. Connor era muy cerrado con todo el mundo, hasta con su hermana preferida. No había manera de sacarle palabra alguna. Debía conformarme con lo poco que sabia… o tal vez hacerle una pequeña llamada a un viejo amigo.

Al llegar al bar y luego bajar, me encontré con mi amigo rubio y de camisas rojas con un cigarrillo en la mano. Recordé todas las veces que Olivia lo regañaba por fumar delante de ella. Mire hacia todos los costados pero sin rastros de su novia en el bar. Mejor.

Al acercarme a mi amigo me di cuenta que no estaba solo, sino que estaba jugando con una rubia que estaba de espaldas. Era la misma que había hablado con Bella en el almuerzo. Era la hermanastra.

- Hola Fredd - dije una vez suficientemente cerca para que me pudiese escuchar.

- Hola Logan ¿Qué tal todo? - respondió mi amigo concentrado en el juego.

- Y nos volvemos a ver, Lerman - escuche una voz familiar a mi lado.

Me encontré con los ojos azules zafiros que recordaba haberlos visto el viernes a la noche. Una media sonrisa se asomo por su rostro con un gesto divertido. Mierda, no podía ser verdad. Cuando Bella me había dicho el nombre de su hermanastra había pensado directamente en Emma, la muchacha simpática que había pasado la noche, pero no había recordado del todo su apellido. Ahora sabia que mi cagada era aun mas grande todavía.

- Hola Emma - conteste segundos después - ¿Ya conoces a mi amigo Freddie?

- Claro, tuvo la mala suerte de competir contra mi.

- ¿Quién va ganando?

- La señorita Stridder - resoplo Freddie molesto - ¿Cómo puede ser que una chica me pueda ganar? Ni siquiera puede Brie.

- Y eso que ella es experta en el pool - ironice recordándole que Brie era bueno en todo, menos en el pool.

- Si, bueno - dijo restando importancia y con un gesto con su mano.

Un silencio se convirtió rápidamente mientras ellos dos seguían jugando. Me pregunte si Emma había estado coqueteando con Freddie, y si el le seguía el juego. No es que me molestase, pero si ya uno se había mandado una cagada con ella, que otro tampoco se mande una. Bella tendría suficientes motivos para acecinarla… si es que se enteraba lo que había sucedido entre su hermanastra. ¿Y que hay de ella? ¿Sabia que yo era el novio de Bella, a quien odiaba rotundamente? ¿Me había dejado emborracharme apropósito para lastimar a Bella? Mierda, si había sido así, yo como estupido había caído en la trampa.

- ¿Quieren que traiga cervezas? - pregunto Emma hacia nosotros dos.

- Por favor - dije asintiendo la cabeza.

Una vez que Emma se marcho hacia la barra, tome del brazo a Freddie para que dejase de jugar, el me miro confundido totalmente.

- ¿Qué demonios haces con ella? - pregunte molesto, y la verdad, no entendía porque molesto. Si el engañaba a Olivia era problema de el ¿No?

- ¿Jugando al pool? - contesto zafándose de mi agarre - ¿Acaso la conoces?

- Mierda, Freddie ¡Es la chica del viernes! ¿Acaso no la recuerdas? - sisee comenzando a desesperarme.

- Oh, carajo, hermano. No me acuerdo nada, estaba algo pasado de copas.

- Será mejor que no estes con ella, Freddie. Si Bella se entera sobre lo mio y Emma, y Olivia lo de tu y ella, la van a matar…

- Espera, espera, espera - me callo entrecerrando los ojos - Amo a Olivia, y aunque nunca se lo diga o se lo demuestre, jamás la engañaría.

- ¿Qué me quieres decir? ¿Qué por que engañe a Bella significa que no la quiero?

- Eso solo lo sabes tu - replico en un tono frío - Hay distintas formas de amar a una persona, quizás esa sea la tuya…

Y antes que pudiera replicar, Emma volvió con las cervezas y con una sonrisa. Nos las paso y le pagamos lo que le debíamos. No era bueno deberle algo cuando ya me había cavado mi propia tumba en el momento en que la bese. Que mierda, ni siquiera un maldito recuerdo tenia.

- Y… así que conocen a Isabella Evans - aclaro Emma su garganta.

Observe su rostro, estaba serio y sin emoción aparente. Esa frialdad en su mirada y el mentón en alto hizo que instintivamente pensara en Bella. Realmente las veía todo lo opuesto. Bella tenia el cabello negro mientras que Emma lo tenia rubio. Emma tenia sus ojos color azul zafiro y Bella un color esmeralda mezclado con marrón. Sus facciones de la cara eran totalmente distintas, pero al menos tenían la misma altura. Pero ambas tenían esa esencia de fortaleza y orgullo, que era fácil detectar el carácter que ambas debían tener.

- Si, Bella es una gran amiga ¿Tu la conoces? - pregunto Freddie lo mas tranquilo del mundo.

- Pues… si - dijo dudando un poco - No sabia que estudiaba en Yale…

- Se gano una de las becas en nuestra escuela y estudia psicología - conteste dándole un sorbo a mi Cervera.

Otra cosa diferente, una quería ser psicóloga y la otra diseñadora grafica ¿Acaso era polos tan distintos estas dos mujeres?

Freddie se llevo de maravillas con Emma, hasta parecían amigos de toda la vida, y aunque también participaba en la conversación de los dos, se notaba que había conexión con rapidez. No hubo coqueteo ni por un momento, ni por parte de Emma ni por parte de Freddie.

Al llegar a casa, todo parecía tan triste y deprimido. Bella estaba recostada en su cama tal cual la había dejado, pero se notaba que había estado llorando hasta dormir. La tape con una frazada, pero antes que pudiera retirarme, mi novia sujeto mi brazo con fuerza tirando de el, como si fuera una niña pidiéndole a su padre que no la dejase sola.

- Duerme conmigo - susurro abriendo los ojos, que estaban hinchados y rojos.

Senti un puñal de dolor en mi corazón. Si había algo que odiara con cada parte de mi ser, era ver llorar y sufrir a Bella. Solo me limite a sonreírle y acostarme a su lado, dejando que se acurrucara en mi pecho.

- Te quiero Wade. Y demasiado. - susurro segundos después, rompiendo el silencio que se había formado.

El sentimiento de culpa me invadió, dejándome con un nudo en la garganta. Con dificultad logre pronunciar en un murmullo.

- Yo también, Bella. Eres mi mundo.

Maldito hipócrita. Le decía que era mi mundo, pero me había acostado con otra. Valla mierda resulto ser Logan Wade Lerman.