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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
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I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
- Ficha Obligatoria:
- Ficha de la serie
♠ Titulo: I Fell In Love With A Wolf
♠ Autor: Colectiva
♠ Adaptación: un poco de la serie Teen Wolf.
♠ Género: De todo un poco
♠ Contenido: De todo un poco
♠ Advertencias: Aviso yo...
♠ Otras páginas: No.
I Fell In Love With A Wolf
Ellas/os se enamoraron. Ellos ocultaron un secreto importante. Ellas/os no se dieron cuenta de lo que eran. Ellos son Hombres-Lobos.
Estas cuatro chicas y tres chicos se enamoraron de Hombres-Lobos, su amor fue lo que los mantenían unidos pero también separados, ellos decidieron ocultar su secreto para no lastimar los.
¿Contaran su secreto?¿Ellas y ellos lo aceptaran?¿Alguien se opondrá?
.
Roles
♦ El Hombre-Lobo y la Banshee || Lydia Martin y Isaac Lahey || Holland Roden y Daniel Sharman || Ocupado.
♦ El Hombre-Lobo y el Humano || Derek Hale y Stiles Stilinski || Tyler Hoechlin y Dylan O'brien || Ocupado.
♦ El Hombre-Lobo y el Cazador || Nombre y Nombre || Representante hombre y Representante Hombre || Libre. (Rol Gay)
♦ El Hombre-Lobo y la Druida (bruja) || Nombre y Nombre || Representante hombre y Representante Mujer || Libre.
♦ El Hombre-Lobo y el Druida (Brujo) || Nombre y Nombre || Representante hombre y Representante Hombre || Libre. (Rol Gay)
♦ El Hombre-Lobo y la Humana || Nombre y Nombre || Representante hombre y Representante Mujer || Libre.
♦ El Hombre-Lobo y la cazadora || Nombre y Nombre || Representante hombre y Representante Mujer || Libre.
♦ El Hombre-Lobo y el Humano || Derek Hale y Stiles Stilinski || Tyler Hoechlin y Dylan O'brien || Ocupado.
♦ El Hombre-Lobo y el Cazador || Nombre y Nombre || Representante hombre y Representante Hombre || Libre. (Rol Gay)
♦ El Hombre-Lobo y el Druida (Brujo) || Nombre y Nombre || Representante hombre y Representante Hombre || Libre. (Rol Gay)
♦ El Hombre-Lobo y la cazadora || Nombre y Nombre || Representante hombre y Representante Mujer || Libre.
.
Reglas
♣ Respeto. Esto es esencial para la N.C.
♣ Ortografía. Tampoco quiero a... Veronica Roth o a James Dashner.
♣ Ficha. La dejare mas abajo.
♣ Personajes. Pueden ser Homosexuales o Heterosexuales, no me interesa.
♣ Roles. Esos están arriba.
♣ Si leíste hasta acá déjame un gif de teen Wolf.
♣ Ortografía. Tampoco quiero a... Veronica Roth o a James Dashner.
♣ Ficha. La dejare mas abajo.
♣ Personajes. Pueden ser Homosexuales o Heterosexuales, no me interesa.
♣ Roles. Esos están arriba.
♣ Si leíste hasta acá déjame un gif de teen Wolf.
Última edición por Cara de Ardilla♫ el Jue 02 Oct 2014, 2:31 pm, editado 3 veces
Invitado
Invitado
Re: I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
Ficha
En Hide.
.
Me presento
Holaaaa me llamo Abril, amadme, la idea es horrenda y bue no importe si quieres participar ...pues participa y sino bue mmm..... Ah si leíste hasta aqui pon un gif de tu chico o tu idolo...
Última edición por Cara de Ardilla♫ el Jue 02 Oct 2014, 2:33 pm, editado 3 veces
Invitado
Invitado
Re: I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
Skyler y Thomas
♠ Nombre chica: Skyler Lightwood
♠ Nombre chico: Thomas O'cconor
♠ Representantes: Ariana Grande || Calum Hood
♠ Rol: El Hombre-Lobo y La Druida
♠ Escrito:
♠ Nombre chico: Thomas O'cconor
♠ Representantes: Ariana Grande || Calum Hood
♠ Rol: El Hombre-Lobo y La Druida
♠ Escrito:
- Capitulo 42:
El final se acerca...
La despedida.
Mi decisión estaba tomada. No había marcha atrás, estaba decidido. Tenga lo que tenga que pasar, pero mi hijo nacerá. Eso es lo correcto.
Pedí al doctor total discreción con el tema. En dos días los chicos saldrían a una pequeña gira por Estados Unidos y Europa, y Erin se quedará conmigo para cuando nazca el bebé. Ella ni nadie estaban enterados.
-______, alguien vino a visitarte – Dijo Calum, sacando la cabeza por la puerta.
-¿Quién?
Salió Calum e inmediatamente entró Luke al cuarto. Quedé sorprendida en verle. Entró con un pequeño ramo de flores y con un pequeño oso de peluche.
-Quise venir a dejar mi presente – Dijo Luke.
Sonreí – Vaya, muchas gracias. Esta vez no pelearemos, ¿Verdad?
-No creo que estés con la suficiente fuerza para pelear. Cuando te mejores quizás nos gritemos un poco más – Respondió. Ambos reímos, y un incomodo silencio reinó en la habitación.
-Luke… Quería pedirte perdón por el daño que te he hecho.
-Vamos, no hagas esto. No te encuentras bien, y no quiero que pienses en eso. Forma parte del pasado.
-No para mí. No quiero irme con el recuerdo de saber que me odias, y que te he hecho mucho daño.
-Por favor ______, no digas eso. Yo no te odio, solo… Me molestaron un par de cosas. También fui un idiota, pero ya pasó. Vine para terminar toda esta guerra, y para que podamos mirar para el futuro.
-Gracias, Luke – Sonreí – Extrañaré hablar contigo, más que nada que ahora te irás de gira.
Rió – De hecho, no tendrás que extrañarme mucho.
-¿Por qué lo dices?
-Yo no iré a ningún lado. Me retiré de la banda.
-¡¿Qué?!
-Está todo más que bien con los chicos, incluso, hablé con Mike… Creo que ya no tenía cabida allí. Lo mantuvimos en secreto desde hace como un mes. Ellos tendrán otro gitarrista para la gira, yo iré un tiempo con mi madre, que no se encuentra bien de salud… Asique de vez en cuando vendré a visitarte, hasta que te recuperes y te haga cagar – Rió.
-Me dices algo que… Me pone muy triste. Todo será distinto ahora. Por más guitarrista que consigan, nunca nadie podrá reemplazarte a ti – Dije. Lágrimas comenzaron a correr por mi rostro.
-Por favor, no llores… Nada cambiará. Seguiré viéndolos y visitándolos, a todos. Prometo que no nos alejaremos.
-¿Lo prometes? – Pregunté.
-¿Acaso te mentí alguna vez te mentí? Lo prometo, ______.
Lo acerqué con mis brazos y lo abracé. Él hizo lo mismo – Te quiero Luke.
-Y yo a ti, _____.
Luego Luke se fue. Lo abracé con todas mis fuerzas y me costó bastante soltarlo. Temía que esa fuera la última vez que le vería, Sabiendo que se irá hacia donde está su madre. Sabía que por más promesas que hiciera, quizá no lo vería por un largo tiempo, más que todo porque, de suerte, no sacó tema sobre el embarazo y la paternidad del bebé. Quizá hizo sus propias conclusiones, quizá también siente que sea de Mike… Oh quizá simplemente no quiera hacerse cargo de nada. Sea lo que sea, agradecí en mi interior su gesto de no preguntar porque, me daba a entender por fin, de que daba paso libre a mi relación con Mike…
…Dos días después. Hoy era el día que los chicos partían hacia su nueva gira. No se fueron sin antes despedirse de mí.
-Bueno… Ya saben, lo de siempre. Cuídense, disfruten, y no se entreguen a la primera puta que se les cruce – Rieron todos – Y también no olviden, que los quiero mucho a todos, y les deseo lo mejor – Dije.
-Mírenla nada más, la enana se puso tierna – Dijo Calum.
-Chicos, me acaba de llamar el manager. Tenemos que ir enseguida – Dijo Ashton.
-Alto… ¿Tan pronto se irán? – Pregunté.
-Lo sentimos… Pero ya debemos irnos – Contestó Ashton.
-Chicos…
-¿Si? – Respondieron al unísono.
-Antes de irse… ¿Podrían darme un abrazo?
-… Claro que si, pequeña mujer – Respondió Calum y se acercó a darme un fuerte abrazo. Respondí de la misma manera, dándole un abrazo con mucho cariño. Me entristecía, porque sabía que extrañaría bastante su peculiar olor a cerveza que llevaba siempre consigo – Cuídate mucho, y por cualquier cosa… Suerte con el bebé.
-Gracias, a ti también
Cuando se alejó Calum quedé mirando a los que faltaban: Ashton y Mike. Ambos bajaban la cabeza como evitando el momento. Eso me dolía bastante, pero traté de comprenderlos lo más posible.
-Bueno… No los molestaré más. Vayan nomás, y suerte.
-¿Puedo despedirme de ti? – Me preguntó Ashton.
-¿Me lo dices en broma? Un abrazo tuyo es lo que más estoy necesitando.
Ashton se acercó y me tomó en sus brazos fuertemente en un gran abrazo. Lo tomé por la cintura y lo abracé con todas mis fuerzas. De repente se vinieron a mi cabeza todos nuestros buenos momentos, y fue inevitable que no me largara a llorar como una maricona. Sin dudas iba a extrañar estos momentos, muchísimo. Y mucho más a él, Ashton, quien fue mi hermano, mi padre y mi protector desde siempre.
-Voy a extrañarte mucho – Le dije.
-Y yo a ti. ¿Qué haré si me siento solo?
-No lo estarás. Solo imagina que estoy a tu lado comiendo un trozo de pizza viejo, o abraza a una almohada imitando a como me hacías cuando era pequeña – Le dije.
-No será lo mismo. Esa almohada no estará moviéndose como loca hasta dormirse ni me dirá ‘’hueles a perro mojado, Ashton’’ – Ambos reímos.
-Nunca cambias. Aún hueles a perro mojado – Le dije. Volvimos a reír.
-… A pesar de todo lo que pasó estos últimos tiempos… Quiero que sepas que te amo, y que siempre serás la mejor hermana enana que pudo haberme tocado, y estoy muy agradecido por eso.
-Eres el mejor hermano que pudo haberme tocado, ¿Sabes? Y te amo por ello… Te amo Ash…
Lo abracé aún más fuerte y ambos dejamos que las lágrimas cayeran por nuestro rostro. No podía creerlo. Esta era la despedida. La última vez que vería a mi hermano, y me pasaba que no quería soltarlo. Cuando lo vi cruzar aquella maldita puerta sentí como mi alma se iba de mi cuerpo. Me sentía vacía. No había nada más en el mundo que no deseara que se quede aquí conmigo, cuidándome y diciéndome que, tontamente, todo estaría bien. Pero tampoco podía detenerlo. Finalmente él estaba cumpliendo su sueño, su objetivo en la vida… Y de alguna forma, yo estaba cumpliendo el mío.
Todos salían de la sala, y el último en salir era Mike. Finalmente se acercó hacia mí y, sin decir nada, besó mi frente y me dio un corto abrazo. Luego se alejó. Antes de que pudiera salir, expresé mis últimas palabras hacia él.
-Te amo.
Mike se dio la vuelta, me miró, y siguió caminando. Esa fue la última vez que lo vi. Así se fue, dejándome esa triste última imagen, que me había tirado por completo al peor de los abismos. Quedé sola con Erin.
-Pequeña… Estás muy emocionada. Demasiado, te diría. Dime jodida, pero… ¿Sucede algo más?
-Erin… Necesito que me prometas algo.
-¿Qué?
-No puedes decírselo a nadie. No preguntes qué y por qué, pero solamente prométemelo.
-Yo… Está bien, lo prometo. ¿Qué es lo que pasa? No me asustes – Dijo tono de preocupación.
-Quiero que cuides a mi hijo o hija, hasta que Mike esté listo para hacerlo.
-No entiendo… Sabes que voy a apoyarte y a ayudarte, ¿Pero por qué dices eso?
-Porque… Erin… Yo no podré hacerlo.
-… ¿Qué dices?
-Tengo un problema, estoy enferma. Y cuando nazca el bebé yo no estaré para cuidarlo. Por eso, necesito que tú lo hagas.
-P… Pero… ¡Debe haber una solución! ¡Algo que podamos hacer, una cura, algo!
-Erin, no puedo curarme. No hay vuelta atrás. Mi destino está marcado. Mi cuerpo no aguantará el parto, pero lo importante es que mi bebé nacerá. Nadie sabe de esto, más que tú… Por eso, no debes decírselo a nadie, por favor. Confío en ti, eres una gran mujer, y me ayudaste mucho Erin, demasiado. Por eso sé que eres la indicada para cuidar a mi bebé hasta que Mike pueda hacerlo.
-______... Yo… No puedo… – Respondió a punto de romper en llanto. Cubría su cara para evitar ver su dolor.
-Sé que puedes hacerlo. Eres una mujer fuerte e inteligente, Erin. No hay otra persona que quiera para esto. Quiero que cuides a mi bebé, hasta que Mike pueda hacerlo. Conozco a mi hermano, él no lo querrá… Hasta Mike quizá tampoco… Y no quiero que quede desprotegido en este mundo de mierda. Prométemelo que lo cuidarás.
-No puedo _____...
-Por favor Erin. No te pediré nada más.
-No me siento lista… Ni para tu bebé, ni para el mio…
-¿Qué dices?
-_____... Estoy embarazada – Dijo y rompió en llanto. Como pude hice que se acercara y la contuve entre mis brazos.
-¿Calum lo sabe?
-Aún no se lo dije… No sé cómo hacerlo.
Sonreí – Felicidades amiga, nadie más que tú se lo merece.
-No lo creo… Soy tan ansiosa, tan tonta, a veces no me controlo ni a mí misma. ¿Cómo lo haré con tu bebé? ¿Y con el mío? Es mucho…
-Erin… A veces la vida te pone obstáculos, y debes saber pasarlos… Pero estos no son obstáculos. Creo que un hijo es lo mejor que puede pasarle a una mujer, ¿Sabes?, y tú te lo tienes más que merecido. Calum también, los dos. Sé que podrás hacerlo, además, mi bebé será solo hasta que Mike asuma su cargo. Mientras tanto podrás practicar con él – Ambas reímos-. Sé que serás muy feliz Erin, te lo mereces.
Sollozó – Esto es tan injusto, eres mi única verdadera amiga y… No quiero que te vayas, no es justo que te pase esto a ti.
-… Lo sé. Pero bueno, esto se debe hacer y es lo que corresponde, ¿No? No tengo miedo. Estoy en paz.
-…_____... ¿Nos cuidarás desde donde estés?
-Siempre, lo prometo. A mi bebé, a ti, a tu bebé, a todos. Serán muy felices, lo sé.
Me abrazó más fuerte – Te voy a extrañar mucho, _______...
-Y yo a ti, Erin... Jamás los olvidaré.
- Capitulo 43:
El final está cerca...
Buenas noches, amor.
Quinta Lamentación. Narración: Erin Everly.
Los días se hacen cada vez más difíciles por aquí. Cada día que pasa veo a _______, aunque sonría y diga que todo está bien, cada vez peor. Y eso me destroza, día a día en mi interior. Es tan injusto que a alguien de su corta edad le tenga que pasar esto, más aún con todo lo que se le venía.
Ella no merece esto. No merecía morir, ella no. Hay personas y personas, las buenas como ellas y las hijas de puta, que esas si se merecen el peor de los castigos. Como yo.
No le he dicho nada. En tres semanas se cumple la fecha de parto de ______, y como venimos esperando, de su futura muerte. He hecho algo que, si ella se entera, seguro me odiará. Asique decidí guardármelo y no decirle nada.
Eh abortado.
Eso es, aborté. La misma estúpida que se peleó con ella para que no abortara, la que la aconsejó y acompaño durante todo este tiempo, abortó. Fui una cobarde, una estúpida, me siento un fraude. No me sentía preparada y, con lo que le pasa a _______ me agarró un profundo miedo, asique, mezquinamente, preferí mi vida antes de la que mi hijo, aún sin saber si me pasaría lo mismo que a ella. Es un cargo de conciencia que llevaré toda mi vida, pero ahora debo soportar ese maldito peso.
12 de noviembre de 2013. Los rayos de luz atravesaron las cortinas de aquella fría habitación de hospital y cayeron sobre nuestros rostros, despabilándonos.
-… ¿Erin? – Me llamó ella, apenas levantando su voz.
-Aquí estoy. ¿Sucede algo?
-Me duelen… Mis piernas…
-¿Qué? Haber… Déjame ver…
Corrí lentamente la sábana y me encontré con una escena horrorosa. Mi rostro se inmovilizó por completo. Su piernas, flacas y pálidas por el poco movimiento, comenzaron a lastimarse. Pero no raspones cualquieras, sino era pequeños cráteres que se formaron en su piel. Ella no podía verlas, gracias a que su vientre tapaba toda su vista desde su cadera para abajo, y era preferible que no las vea. Preguntó qué pasaba, y solo pude responder que seguro era un calambre mañanero. Salí del cuarto aguantándome las ganas de llorar. Fui en busca del doctor.
-Disculpe – Le dije – Hay un problema con ______ Irwin.
-¿Qué sucede? – Pregunto.
-Ella… No se movió en todo este mes… Pero sin embargo, sus piernas están todas lastimadas, como si hubieran cavado unas cucharas en ellas. ¿Qué paso?
-Señorita Everly… Esos lastimados que vio en la paciente Irwin son escaras, lastimados que se hacen por su poco movimiento. No podemos aplicarle corticoides, asique están infectados.
-Por dios… ¿Y qué podemos hacer?
-Seré sincero con usted. En estos momentos… A ella le deberíamos amputar la pierna derecha, que es la más infectada, pero su cuerpo no resistirá. Seamos honestos… Hasta ella lo sabe, no le queda mucho por vivir. Sería algo inútil. Mejor que no se entere, su molestia pronto desaparecerá.
-¿Cuánto tiempo más aguantará? ¡Me dijo que le duele, le duele! ¿Dónde mierda se ganó su puto título? ¡Al demonio con usted! ¡Gracias por nada!
Salí corriendo de allí, antes de que mi rabia tomara control de mi cuerpo y provocara que le rompiera la cara a el estúpido ese que se hace llamar ‘’doctor’’. Antes de volver a entrar a la habitación me tiré a un costado de la puerta a llorar. Este último tiempo se hizo muy difícil para mí. Estaba destruida, sentía que no daba más. Era horrible ver como ella se descompensaba, como sufría dolores y como vomitaba sangre, sus brazos llenos de moretones y lastimados, y al mismo tiempo, no entendía de dónde sacaba esa sonrisa al hablar de su bebé. Odiaba sentir que estaba mintiéndoles a todos: a Ashton, a Mike, y a los chicos. Porque mientras ellos disfrutaban de sus conciertos, aquí ______ estaba muriendo.
No aguanté más. Pedía perdón al cielo y a ______ por romper mi promesa, pero me dirigí hacia el teléfono a llamar a Ashton. En poco tiempo pudo contestar.
-¿Aló?
-Ashton, habla Erin.
-Erin, antes que nada, gracias por todo lo que estás haciendo por ella. ¿Cómo se encuentra?
-Ashton – sollocé – Algo terrible está pasando…
-… Dime por favor, no me asustes.
-El cuadro de ______ empeoró Ashton… Ella está muy mal… No sabemos si sobrevivirá…
Un profundo silencio se hizo por el teléfono. Ashton no contestaba por más que insistiera. Llegué a temer que se podría haber desmayado o descompensado por la dura noticia que acababa de recibir… Ni más ni menos. Por fin volvió a contestar.
-…Vamos para allí.
Ashton colgó el teléfono. Me sentía una traidora por romper mi promesa con ______, pero por otra parte sentía un gran alivio dentro de mí.
Fui al baño del hospital a lavarme el rostro, para tapar lo que había llorado. Me dirigí hacia la habitación y allí estaba ella, retorciéndose en la cama, nuevamente sufriendo los espantosos dolores que le hacían padecer el dolor de huesos y sus lastimados.
-Amiga… Tranquila… Aquí estoy – Le dije, acercándome para tomarle la mano. Hizo un fuerte quejido y la apretó fuertemente.
-Erin… Me duele mucho… Mi vientre…
-Q… ¿Qué pasa? – Pregunté asustada.
-La panza… Se me pone dura… Me duele el vientre… Todo…
Levanté su sábana y parecía como si se hubiese orinado ensima, pero esto era distinto. Era como si solo fuese agua, que manchó todas las sábanas con una pequeña coloración roja. Quedé pensando, armando todo en mi cabeza, hasta que por fin descubrí la respuesta… Había roto fuentes.
-Por dios ______... ¡Vas a dar a luz!
Otra contracción golpeó contra su cuerpo y se quejó aún más fuerte. No pensé otra vez, me acerqué hacia la puerta y comencé a llamar desesperada a los doctores, hasta que por fin llegaron y se la llevaron en la camilla. En ningún momento dejé de seguirlos ni me aparté de ella. Pude ver por el ventanal como el cielo se cubría por un manto de nubes grises a punto de realizar, lo que parecía, una fuerte tormenta.
Llegamos a una sala mucho más amplia, llena de monitores y aparatos.
-Háganle una ecografía y verifiquen los latidos del bebé – Dijo el doctor.
Realizaron la ecografía. Aún se veía el bebé, o una imagen borrosa de él, puesto a que el niño o niña era bastante grande. Lo que llamó la atención de los médicos eran los latidos: Eran pocos, muy bajos y casi mudos.
-… ¿Sucede algo? – Pregunto _______.
-Los latidos del bebé van en descenso… Si queremos que sobreviva debemos hacer esto pronto – Contestó el obstetra.
-Por favor… Lo más rápido posible. Salven a mi bebé – Respondió ella.
Todos los doctores salieron en busca del equipo que les faltaba. En media hora harían una cesárea de urgente a ______. Eso me desesperó muchísimo más. Ya no quedaban dos semanas, sino dos horas. Ashton… Los demás… ¿Llegarán a tiempo? ¿Qué haré? Me quedaré sola… Estaba muy asustada.
-Erin… No quiero que te asustes, ¿Está bien? Esto es lo correcto. Esto elegí para mí.
-______... Los demás… ¿Qué harás?
-Eso iba a decirte. ¿Ves el monitor? – Señaló al ecógrafo – Allí se pueden grabar Dvd’s. Tengo uno en mi bolso… Por favor, alcánzamelo, pongo en la grabadora del ecógrafo y prende la cámara.
Hice lo que ella me pidió. Con paciencia, tratando que todo quedara bien. Al terminar mi trabajo, por pedido de _______, salí de la habitación. Permanecí unos 20 minutos fuera hasta que escuché su llamado. Fui, apagué la máquina y le entregué el DVD. Ella me lo devolvió, asegurando que era inútil que ella se lo quedara si necesitaba a alguien vivo para que se lo diera a los demás.
Sonrió – Erin… Gracias…
-No hay que agradecer, _______...
-No, de verdad… Gracias por todo. Por cuidarme, por apoyarme, por aconsejarme… Por todo. No hay palabras para definirte. Eres una gran persona y una gran amiga.
-…._______ – Respondí al borde de las lágrimas.
Me tomó de las manos – Te prometo que te cuidaré, esté donde esté. Te lo mereces. Sé que tu y Calum se aman mucho… Y sé que les espera lo mejor para ambos. Serán muy felices y tendrán una gran familia, ¿Sabes? Velaré siempre por ustedes.
-______... No hagas esto…
-Necesito decirte que… He cometido muchos errores, ¿Sabes? A veces elegí las cosas equivocadas y fáciles para mí… Que terminaron arruinándome. Pero tú nunca hagas eso. Nunca tomes el camino fácil, Erin. Nunca. No dejes que el mundo te arruine. Eres una mujer fuerte, inteligente, bella y muy valiente. Estoy… Muy feliz de haberte conocido… Y te adoro Erin… gracias por todo…
-Oh ______... Yo a ti…
Me acerqué y le di el abrazo más fuerte que le dí a alguien alguna vez en mi vida. Ambas quebramos en llanto, dolidas y con el profundo hueco en el alma sabiendo que esta sería nuestra última vez juntas. Nunca podría olvidarla, ni lo haría. Fue quizá de las mejores personas que conocí en toda mi vida. Nunca a nadie tomé tanto aprecio ni me dolió tanto su partida. Nunca.
Nunca me olvidaré de ella.
-Llegó el momento – Dijo el doctor, entrando al cuarto.
Todo pasó tan rápido… Llenaron de máquinas y de personal la sala. Imploré hasta que me dejaron permanecer allí, me pusieron una bata, un gorro y guantes. Prepararon su camilla, con cuidado la vistieron y se alistaron todos los demás. Estaban a punto de prepararla para anestesiarla.
-Adiós, Erin. Nunca te olvidaré – Me dijo.
-Hasta siempre ______. Tampoco nunca lo haré – Dije, tomándole fuerte de las manos.
En un momento, ella miró hacia arriba y dijo:
‘’Buenas noches, amor’’
Cerró los ojos y una sonrisa apareció en su cara. No entendí bien a quien se lo dijo eso, pero tampoco iba a preguntar. Simplemente cerré mis ojos y dejé que mis lágrimas cayeran por mi rostro.
Pusieron una máscara en su cara y para el minuto ya estaba dormida. Los médicos decidieron que era tiempo de operar.
Hicieron la primera incisión y casi me desmayo. Salió despedida una cantidad de sangre impresionante, como si una fuente estaría chorreando. El suelo, los guantes y los médicos quedaron embarrados por enteros. La sangre fluía, y fluía.
Otra máquina marcaba los latidos del corazón de ella. Cada vez eran más débiles.
Hicieron la segunda, y la más importante incisión de todas: El útero. Nuevamente otro mar de sangre salió despedido de su cuerpo.
La máquina cada vez marcaba sus latidos más débiles.
-Señores, apresuremos esto – Dijo el doctor.
Rápidamente abrieron el saco amniótico. Abrieron paso por los restos de este y comenzaron a buscar el bebé.
-Aquí veo las orejas… Estoy agarrando algo, pero no sé si son sus piernas o su cabeza…
Unos pocos minutos más y por fin el doctor sacó el bebé. Estaba pálido, manchado por sangre, y no daba señal de vida alguna.
-No siento latidos… – Dijo el doctor. Todos callaron.
El bebé estaba inmóvil. El doctor daba palmadas en su cola, y nada. Comenzó a palmar sobre su pecho, a hacer movimientos sobre este para estimular su corazón… Y nada. Todos comenzamos a alarmarnos. El doctor dio vuelta hacia la espalda del bebé, lo palmeó un poco más fuerte hasta que por fin sentimos un débil llanto, que crecía a cada respiro que daba el bebé. Una sonrisa se dibujó en el rostro de todos y exhalamos todo el aire contenido al ver al pequeño bebé llorando y pataleando por todos lados.
-Señores, tenemos aquí a una hermosa y sana niña – Dijo el doctor.
Cortaron el cordón y me pasaron al bebé. Tan indefensa, y se ve frágil para los demás… Era simplemente bellísima. Sin duda, su llanto y sus pataleos era lo que más queríamos ver y escuchar en estos momentos.
Sonreí – Es tan…
El aparato interrumpió mi palabra. Emitió unos dos últimos latidos y luego una infinita línea en la pantalla. Era el corazón de ella. Se estaba apagando.
-Por favor señorita Everly, tendrá que esperar afuera.
El doctor me llevó hacia la salida de la sala de partos sin explicación alguna. Nuevamente rompí en llanto, sabía que era el fin. Miré a la pequeña bebé, aún en mis brazos, tan indefensa… Su mirada perdida, sin saber que estaba pasando me destrozaba el alma. Apegué su pequeña cabeza y su pequeño cuerpecito sobre mi pecho y dejé que mis lágrimas mojaran su cabecita.
Me alejé de la sala, caminando sin rumbo por los pasillos del hospital, hasta casi llegar a la salida.
Levanté mi mirada y vi a dos personas entrar, completamente mojadas por la lluvia de noviembre que se daba en la ciudad. Eran Ashton y Michael.
Apenas entraron, los tres nos miramos y quedamos quietos, sin decir nada. Lo único que escuchábamos era el llanto de la bebé.
Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas.
-Donde… Donde está ella… – Preguntó Ashton.
-… Yo… Lo siento mucho…
Mike salió corriendo, buscándola en cada sala a ella, preguntándole a cada persona si sabía dónde se encontraba. Finalmente noté que llegó hacia donde ella se encontraba, y entró. A los pocos segundos dos hombres lo sacaron a empujones. No pudo volver a entrar. Comenzó a sollozar y se cubrió el rostro, incrédulo de lo que estaba pasando.
-Oh no… No… No… No… No...
Gritaba Mike. Sollozaba y se tocaba el pecho, como si le estuvieran sacando el alma a los tirones. De pronto, su cuerpo cayó tendido en el piso.
-¡No, no, no, no! – Gritaba Mike, con su voz entrecortada por su sollozos.
-Ella… ¿Ella se fue? Erin, ¿Ella se fue? – Dijo Ashton. Yo no pude contestar. No sabía qué. – No… No puede ser… No… Ella no… ¿Qué hago ahora?... Cómo haré para respirar, Erin ¿Cómo?... ¡Cómo! ¡No puede estar pasando, no mi niña, no ella! ¡No, no!
Todo era tan injusto que hasta el cielo lloró por ella. La fría lluvia de noviembre cubrió aquel día en Los Ángeles. Allí me encontraba con la pequeña hija de _____, llorando, buscando sentir los latidos de su mamá. Ambos, Mike y Ashton, estaban tirados en los pasillos del hospital, sin explicación alguna del vacío que sentían. Sin encontrar respuesta alguna a lo que estaba sucediendo.
Al final, la luna ganó. Y terminó llevándosela.
________ Irwin murió el 12 de noviembre de 2013.
- Capitulo 44:
Hole.
Narración: Erin Everly.
‘’Buenas noches, amor’’
Esas fueron sus últimas palabras. En ese momento desconocía por completo por qué lo dijo, o a quien lo dijo. No tenía mucho que pensar, menos en momentos así. Lo que más me sorprendía es que ella sabía que era su último momento, cualquiera se pondría mal si supiera eso. Pero esas palabras lo dijo con tal serenidad y paz, con tanto amor, que me llegaron hasta el alma.
…
Mike lloraba desconsolado en el suelo de la sala de espera, sin nada ni nadie que pudiera calmarlo, gritando y sollozando como desesperado, sin poder creerlo, pidiendo inútilmente que hagan algo para salvarla. Pero ya era tarde.
Ashton tampoco podía creerlo, estaba destrozado. No dejaba de culpar al cielo del porqué se la habían llevado a su hermanita. A su pequeña hermana, su niña, la que todos sabíamos que era más de su vida. No le servía de nada decirle que estaremos siempre con él, porque él lo afirmaba: No le importaba nadie más, él quedaba solo. Solo. Temía por él, por su salud mental y emocional. Sinceramente temía que Ashton llegara a hacer alguna locura… Y me refiero a suicidarse.
Los chicos llegaron dos horas más tarde de lo sucedido. Todos estábamos de la misma manera, incrédulo, destruidos. La limpiaron y la llevaron a una sala especial del hospital, para que podamos despedirnos del cuerpo de _______.
Ashton se acercó apenas entramos. Quebró en llanto cuando vio su cuerpo. Quedó mirándolo unos segundos de lejos, como guardándose esa imagen en su cabeza. Luego se acercó, y recostó su cabeza sobre el vientre de ella. Acariciaba delicadamente su cabeza, su cabello, y los moretones que tenía en sus brazos debido a su enfermedad.
-Mi niña… ¿Por qué te pasó esto?... ¿Por qué a ti?... Eso es tan injusto… ¿Cómo haré para respirar, ______, cómo?... No podré superarlo nunca, ¿Entiendes?... Todo lo que me motivaba a seguir adelante eras tú… Mi corazón está destruido, no seré nada sin ti… Nada… Te amo más que a nada en el mundo… Eres mi hermanita… Fuiste tan fuerte, tan valiente… Estuve siempre muy orgulloso de ti… Te extraño, te amo mucho…
Llorábamos al escuchar la dulce y dolorosa despedida de Ashton para con ella. Uno de lo más dolidos era Calum. No dejaba de repetir cuánto la extrañaría. Fue el segundo que se le acercó, tomó cuidadosamente sus manos y besó delicadamente su cabeza. Luego todos juntos nos acercamos y nos sentamos alrededor de su cuerpo. La bebé estaba en observación.
Luego de lo que pasó en la sala de hospital Mike se fue.
-¿Recuerdan cuando luego de las fiestas corría a las prostitutas? Eso la embroncaba mucho – Dijo Ashton. Difícilmente todos sonreímos.
-También cuando sacaba mis guitarras. Sabía que me molestaba, pero lo recompensaba todo diciéndome que quería ser como yo – Dijo Calum.
-Recuerdo… Nuestro primer día aquí. Cuando la llevé a bailar… Creo que era en Whisky a Go Go… No lo sé… Pero recuerdo que parecía una chica mayor. Estaba muy hermosa – Dijo Ashton.
-Cuando yo la conocí… Recuerdo que era un día que estaba muy nerviosa. Ella se acercó y comenzó a hacer chistes para romper la tensión. Le agradecí mucho por ello – Dije.
Seguimos contando anécdotas que la incluían. Todos eran momentos felices, y si eran tristes, ella siempre los animaba. Podíamos sonreír y hasta en alguna ocasión, largar una pequeña carcajada. Callamos y quedamos viendo su cuerpo. A pesar de todo, lucía tan hermosa como siempre, solo algo más pálida. Parecía como si dormía tranquilamente, fuera de todos sus dolores y angustias. Eso nos tranquilizaba de alguna manera a todos, sabiendo que ya no sufría. Pero nos dolía, porque queríamos tenerla con nosotros por más tiempo.
-… Voy a extrañarla toda mi vida – Dijo Ashton.
-Hermano… Sé que todos lo haremos – Dijo Calum – Pero… aunque cueste… Ella no quisiera que estemos tristes… Quiere vernos bien, ¿No? Porque es así… Ella nos está cuidando.
Seguí – Ella… Me prometió que nos cuidaría a todos. No estaba asustada… Se sentía en paz. Sabía que estaba haciendo algo bueno… Solo pensaba en salvar la vida de su hija. Ashton… Ella temía dejarte solo. Debes demostrarle que puedes seguir adelante, por todos Ashton… Estoy segura que no querría más que eso. Para Michael también, aunque no esté aquí.
-… No podré si no la tengo a mi lado. Primero nuestra mamá, luego nuestro papá, ahora ella… Me quedé solo.
-Hermano, acaba de nacer una preciosa bebé que resulta ser hija de ella y tu sobrina. Ella dio su vida para dejarte ese regalo. Mírala y recuerda que toda ______ está en esa niña. Ella necesitará de ti… Seguro ella querría que la cuides a la bebé como la cuidaste a ella – Dijo Calum.
-Ashton… Ella dejó un video.
-¿Qué? – Respondieron todos al unísono.
-Aquí al lado está una sala de máquinas. Podemos ir a reproducirlo ahí. Vamos – Dije.
Pedimos permiso y pusimos la cinta que hizo ella antes de morir. Apenas vimos la imagen de ella, que había grabado hace unas tres horas, quedamos callados, escuchándola. La cinta duró unos cinco minutos… Y pareciera como si nos consolaría para toda la vida. Nuevamente lloramos todos, pero de emoción. Era hermosa cada palabra que decía, para cada uno de nosotros. Termino la cinta y terminamos abrazándonos todos. Sentimos una hermosa paz provocado por sus palabras.
Nos dirigimos hacia la sala donde estaba su cuerpo para darle nuestro último adiós.
Ashton abrazó su cuerpo y besó su cabeza – Te prometo que haré todo y estarás muy orgulloso de mí. Te amo y siempre te amaré.
Calum se acercó, besó su cabeza y tomó su mano – No llegaste a ser como yo, fuiste aún mucho mejor. Nunca te olvidaré.
Finalmente me acerqué y le di mi último abrazo – Te prometo que la cuidaré y nunca te olvidare. Te amaré siempre, amiga.
Guardamos en nuestra mente su última imagen. No la veíamos como alguien muerta, sino como aquella pequeña mujer que estaba durmiendo en un largo sueño. Salimos y fuimos a Neonatología, donde se encontraba la hija de _______.
-Disculpe, buscamos a la bebé de la paciente Irwin – Dijo Calum a la enfermera.
-Aquí se encuentra – Respondió.
-¿Cómo se encuentra? – Preguntó Ashton.
-Los chequeos han terminado. Ella está perfecta de salud, solamente que muy hambrienta – Dijo la enfermera. Todos reímos – ¿Quieren verla? – Asentimos todos – Pero debe pasar solo uno.
-Chicos… ¿Puedo ser yo? – Dijo Ashton.
-Claro Ashton, tú eres su tío.
-Gracias, ya volveré.
Narración: Ashton Irwin.
Me prepararon con una bata y taparon mi cabello con un gorro. Esperé nervioso a que trajeran al bebé. Tenía miedo de lastimarla, hacerle algún daño, tirarla, hacerla llorar o vomitar… Lo que sea. Hacía mucho que no tenía un bebé en brazos.
Finalmente la misma enfermera que nos atendió entró con un bebé llorón en brazos.
Quedé algo sorprendido. Tomé al bebé con mis manos y miré a su pequeña cara. Abrió los ojos y… Algo nuevo despertó en mí. Su mirada era tan… angelical. Sus ojos color café-verdáceos brillaban, y me enamoraron. Tenía unos cachetes… Una boca tan bonita… Era tan parecida a ella… Me sentía protector con solo verla, tan pequeña e indefensa.
La apoyé sobre mi pecho y la abracé contra él. Sentía una hermosa sensación al ver como el bebé reposaba tranquila sobre mi pecho, fuera de cualquier cosa que pudiera lastimarla. Inconscientemente besé su cabeza y con mis dedos acaricié su pequeña cabeza.
Todo el dolor desaparecía con ella en mis brazos. Se había transformado en mi nuevo mundo.
-Escuche, la niña está hambrienta. Dele de comer – Dijo la enfermera y me pasó un biberón.
Instintivamente el bebé se prendió de la tetina. Me resultaba hasta hermoso de ver la forma como se alimentaba. En partes me sentía un ridículo, extremadamente cursi… Pero poco me importó. Quería seguir disfrutando del momento.
-Eso es… ¿Te gusta, pequeña?... ¿Te gusta, corazón? – Decía tontamente a la niña.
Levanté mi mirada hacia los demás. Todos estaban sonriendo. Me acerqué hacia ellos con el bebé aún en brazos.
-Ash, joder, eres tierno – Dijo Calum.
-Simplemente me enamoré de la pequeña… Me puede – Dije. Todos rieron.
-Es muy bueno verte así… Tienes buen papel de padre Ashton, te felicito – Dijo Erin. Le agradecí.
Se acercó la enfermera – Usted que es el hermano de la paciente… Ella falleció, ningún padre reclamó a la beba, asique usted sería el tutor. Es importante que la niña tenga nombre. ¿Pensó en alguno?
Todos comenzaron a tirar ideas y nombres. Instintivamente recordé nuestra infancia con _____: Su programa preferido era uno sobre unas adolescentes con poderes. Siempre odié ese programa, pero ella lo amaba. Más que todo a una de las protagonistas. Recordé su nombre y no dudé más en ponerle ese a su hija.
-Su nombre será Judith.
-¿Judith? – Se preguntaron todos.
-De acuerdo, iré a anotarla – Dijo la enfermera.
-Es un nombre muy lindo – Dijo Erin.
-No lo sé, pero sé que a ella le hubiera gustado llamar así a su hija. Asique es en honor a ella – Dije.
-Judith Clifford, suena bien – Dijo Slash.
-No te precipites – Siguió Erin – Aún no sabemos si él la reconocerá… Oh si querrá verla.
Narración: Michael Clifford.
Michael estaba en el piso, llorando. Seguro esperaba un padre mejor, y no la basura que le ah tocado. No sabía qué hacer ni con él ni conmigo. Sentía un vacío en el pecho imposible de cerrar. Me sentía otra mierda en el mundo por la que todos pasaban por ensima. Trataba de recordar mis últimos momentos con ella y todos eran peleas, discusiones, mierda, mierda, y más mierda. Fui un estúpido, y recordaré eso por toda mi vida.
Escuchaba su voz por toda la habitación, llamándome, en algún idioma. Hasta creía verle. Veía su sombra, su rostro, por algún costado de la habitación. El llanto de aquel bebé… su cuerpo ensangrentado… Todo. No daba más. Estaba hecho mierda, no quería seguir adelante.
Solo quería desaparecer.
- Teen Wolf:
Última edición por IzzisHemmo1996 el Dom 28 Sep 2014, 6:10 pm, editado 1 vez
Zero.
Re: I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
Bueno :/ Creo que participare. Me estoy poniendo nervioso y ni siquiera he mandado mi ficha D:
AleDirectionerBoy
Re: I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
IzzisHemmo1996 escribió:
- Ficha:
Skyler y Thomas
♠ Nombre chica: Skyler Lightwood
♠ Nombre chico: Thomas O'cconor
♠ Representantes: Ariana Grande || Calum Hood
♠ Rol: El Hombre-Lobo y La Druida
♠ Escrito:
- Capitulo 42:
El final se acerca...
La despedida.
Mi decisión estaba tomada. No había marcha atrás, estaba decidido. Tenga lo que tenga que pasar, pero mi hijo nacerá. Eso es lo correcto.
Pedí al doctor total discreción con el tema. En dos días los chicos saldrían a una pequeña gira por Estados Unidos y Europa, y Erin se quedará conmigo para cuando nazca el bebé. Ella ni nadie estaban enterados.
-______, alguien vino a visitarte – Dijo Calum, sacando la cabeza por la puerta.
-¿Quién?
Salió Calum e inmediatamente entró Luke al cuarto. Quedé sorprendida en verle. Entró con un pequeño ramo de flores y con un pequeño oso de peluche.
-Quise venir a dejar mi presente – Dijo Luke.
Sonreí – Vaya, muchas gracias. Esta vez no pelearemos, ¿Verdad?
-No creo que estés con la suficiente fuerza para pelear. Cuando te mejores quizás nos gritemos un poco más – Respondió. Ambos reímos, y un incomodo silencio reinó en la habitación.
-Luke… Quería pedirte perdón por el daño que te he hecho.
-Vamos, no hagas esto. No te encuentras bien, y no quiero que pienses en eso. Forma parte del pasado.
-No para mí. No quiero irme con el recuerdo de saber que me odias, y que te he hecho mucho daño.
-Por favor ______, no digas eso. Yo no te odio, solo… Me molestaron un par de cosas. También fui un idiota, pero ya pasó. Vine para terminar toda esta guerra, y para que podamos mirar para el futuro.
-Gracias, Luke – Sonreí – Extrañaré hablar contigo, más que nada que ahora te irás de gira.
Rió – De hecho, no tendrás que extrañarme mucho.
-¿Por qué lo dices?
-Yo no iré a ningún lado. Me retiré de la banda.
-¡¿Qué?!
-Está todo más que bien con los chicos, incluso, hablé con Mike… Creo que ya no tenía cabida allí. Lo mantuvimos en secreto desde hace como un mes. Ellos tendrán otro gitarrista para la gira, yo iré un tiempo con mi madre, que no se encuentra bien de salud… Asique de vez en cuando vendré a visitarte, hasta que te recuperes y te haga cagar – Rió.
-Me dices algo que… Me pone muy triste. Todo será distinto ahora. Por más guitarrista que consigan, nunca nadie podrá reemplazarte a ti – Dije. Lágrimas comenzaron a correr por mi rostro.
-Por favor, no llores… Nada cambiará. Seguiré viéndolos y visitándolos, a todos. Prometo que no nos alejaremos.
-¿Lo prometes? – Pregunté.
-¿Acaso te mentí alguna vez te mentí? Lo prometo, ______.
Lo acerqué con mis brazos y lo abracé. Él hizo lo mismo – Te quiero Luke.
-Y yo a ti, _____.
Luego Luke se fue. Lo abracé con todas mis fuerzas y me costó bastante soltarlo. Temía que esa fuera la última vez que le vería, Sabiendo que se irá hacia donde está su madre. Sabía que por más promesas que hiciera, quizá no lo vería por un largo tiempo, más que todo porque, de suerte, no sacó tema sobre el embarazo y la paternidad del bebé. Quizá hizo sus propias conclusiones, quizá también siente que sea de Mike… Oh quizá simplemente no quiera hacerse cargo de nada. Sea lo que sea, agradecí en mi interior su gesto de no preguntar porque, me daba a entender por fin, de que daba paso libre a mi relación con Mike…
…Dos días después. Hoy era el día que los chicos partían hacia su nueva gira. No se fueron sin antes despedirse de mí.
-Bueno… Ya saben, lo de siempre. Cuídense, disfruten, y no se entreguen a la primera puta que se les cruce – Rieron todos – Y también no olviden, que los quiero mucho a todos, y les deseo lo mejor – Dije.
-Mírenla nada más, la enana se puso tierna – Dijo Calum.
-Chicos, me acaba de llamar el manager. Tenemos que ir enseguida – Dijo Ashton.
-Alto… ¿Tan pronto se irán? – Pregunté.
-Lo sentimos… Pero ya debemos irnos – Contestó Ashton.
-Chicos…
-¿Si? – Respondieron al unísono.
-Antes de irse… ¿Podrían darme un abrazo?
-… Claro que si, pequeña mujer – Respondió Calum y se acercó a darme un fuerte abrazo. Respondí de la misma manera, dándole un abrazo con mucho cariño. Me entristecía, porque sabía que extrañaría bastante su peculiar olor a cerveza que llevaba siempre consigo – Cuídate mucho, y por cualquier cosa… Suerte con el bebé.
-Gracias, a ti también
Cuando se alejó Calum quedé mirando a los que faltaban: Ashton y Mike. Ambos bajaban la cabeza como evitando el momento. Eso me dolía bastante, pero traté de comprenderlos lo más posible.
-Bueno… No los molestaré más. Vayan nomás, y suerte.
-¿Puedo despedirme de ti? – Me preguntó Ashton.
-¿Me lo dices en broma? Un abrazo tuyo es lo que más estoy necesitando.
Ashton se acercó y me tomó en sus brazos fuertemente en un gran abrazo. Lo tomé por la cintura y lo abracé con todas mis fuerzas. De repente se vinieron a mi cabeza todos nuestros buenos momentos, y fue inevitable que no me largara a llorar como una maricona. Sin dudas iba a extrañar estos momentos, muchísimo. Y mucho más a él, Ashton, quien fue mi hermano, mi padre y mi protector desde siempre.
-Voy a extrañarte mucho – Le dije.
-Y yo a ti. ¿Qué haré si me siento solo?
-No lo estarás. Solo imagina que estoy a tu lado comiendo un trozo de pizza viejo, o abraza a una almohada imitando a como me hacías cuando era pequeña – Le dije.
-No será lo mismo. Esa almohada no estará moviéndose como loca hasta dormirse ni me dirá ‘’hueles a perro mojado, Ashton’’ – Ambos reímos.
-Nunca cambias. Aún hueles a perro mojado – Le dije. Volvimos a reír.
-… A pesar de todo lo que pasó estos últimos tiempos… Quiero que sepas que te amo, y que siempre serás la mejor hermana enana que pudo haberme tocado, y estoy muy agradecido por eso.
-Eres el mejor hermano que pudo haberme tocado, ¿Sabes? Y te amo por ello… Te amo Ash…
Lo abracé aún más fuerte y ambos dejamos que las lágrimas cayeran por nuestro rostro. No podía creerlo. Esta era la despedida. La última vez que vería a mi hermano, y me pasaba que no quería soltarlo. Cuando lo vi cruzar aquella maldita puerta sentí como mi alma se iba de mi cuerpo. Me sentía vacía. No había nada más en el mundo que no deseara que se quede aquí conmigo, cuidándome y diciéndome que, tontamente, todo estaría bien. Pero tampoco podía detenerlo. Finalmente él estaba cumpliendo su sueño, su objetivo en la vida… Y de alguna forma, yo estaba cumpliendo el mío.
Todos salían de la sala, y el último en salir era Mike. Finalmente se acercó hacia mí y, sin decir nada, besó mi frente y me dio un corto abrazo. Luego se alejó. Antes de que pudiera salir, expresé mis últimas palabras hacia él.
-Te amo.
Mike se dio la vuelta, me miró, y siguió caminando. Esa fue la última vez que lo vi. Así se fue, dejándome esa triste última imagen, que me había tirado por completo al peor de los abismos. Quedé sola con Erin.
-Pequeña… Estás muy emocionada. Demasiado, te diría. Dime jodida, pero… ¿Sucede algo más?
-Erin… Necesito que me prometas algo.
-¿Qué?
-No puedes decírselo a nadie. No preguntes qué y por qué, pero solamente prométemelo.
-Yo… Está bien, lo prometo. ¿Qué es lo que pasa? No me asustes – Dijo tono de preocupación.
-Quiero que cuides a mi hijo o hija, hasta que Mike esté listo para hacerlo.
-No entiendo… Sabes que voy a apoyarte y a ayudarte, ¿Pero por qué dices eso?
-Porque… Erin… Yo no podré hacerlo.
-… ¿Qué dices?
-Tengo un problema, estoy enferma. Y cuando nazca el bebé yo no estaré para cuidarlo. Por eso, necesito que tú lo hagas.
-P… Pero… ¡Debe haber una solución! ¡Algo que podamos hacer, una cura, algo!
-Erin, no puedo curarme. No hay vuelta atrás. Mi destino está marcado. Mi cuerpo no aguantará el parto, pero lo importante es que mi bebé nacerá. Nadie sabe de esto, más que tú… Por eso, no debes decírselo a nadie, por favor. Confío en ti, eres una gran mujer, y me ayudaste mucho Erin, demasiado. Por eso sé que eres la indicada para cuidar a mi bebé hasta que Mike pueda hacerlo.
-______... Yo… No puedo… – Respondió a punto de romper en llanto. Cubría su cara para evitar ver su dolor.
-Sé que puedes hacerlo. Eres una mujer fuerte e inteligente, Erin. No hay otra persona que quiera para esto. Quiero que cuides a mi bebé, hasta que Mike pueda hacerlo. Conozco a mi hermano, él no lo querrá… Hasta Mike quizá tampoco… Y no quiero que quede desprotegido en este mundo de mierda. Prométemelo que lo cuidarás.
-No puedo _____...
-Por favor Erin. No te pediré nada más.
-No me siento lista… Ni para tu bebé, ni para el mio…
-¿Qué dices?
-_____... Estoy embarazada – Dijo y rompió en llanto. Como pude hice que se acercara y la contuve entre mis brazos.
-¿Calum lo sabe?
-Aún no se lo dije… No sé cómo hacerlo.
Sonreí – Felicidades amiga, nadie más que tú se lo merece.
-No lo creo… Soy tan ansiosa, tan tonta, a veces no me controlo ni a mí misma. ¿Cómo lo haré con tu bebé? ¿Y con el mío? Es mucho…
-Erin… A veces la vida te pone obstáculos, y debes saber pasarlos… Pero estos no son obstáculos. Creo que un hijo es lo mejor que puede pasarle a una mujer, ¿Sabes?, y tú te lo tienes más que merecido. Calum también, los dos. Sé que podrás hacerlo, además, mi bebé será solo hasta que Mike asuma su cargo. Mientras tanto podrás practicar con él – Ambas reímos-. Sé que serás muy feliz Erin, te lo mereces.
Sollozó – Esto es tan injusto, eres mi única verdadera amiga y… No quiero que te vayas, no es justo que te pase esto a ti.
-… Lo sé. Pero bueno, esto se debe hacer y es lo que corresponde, ¿No? No tengo miedo. Estoy en paz.
-…_____... ¿Nos cuidarás desde donde estés?
-Siempre, lo prometo. A mi bebé, a ti, a tu bebé, a todos. Serán muy felices, lo sé.
Me abrazó más fuerte – Te voy a extrañar mucho, _______...
-Y yo a ti, Erin... Jamás los olvidaré.
- Capitulo 43:
El final está cerca...
Buenas noches, amor.
Quinta Lamentación. Narración: Erin Everly.
Los días se hacen cada vez más difíciles por aquí. Cada día que pasa veo a _______, aunque sonría y diga que todo está bien, cada vez peor. Y eso me destroza, día a día en mi interior. Es tan injusto que a alguien de su corta edad le tenga que pasar esto, más aún con todo lo que se le venía.
Ella no merece esto. No merecía morir, ella no. Hay personas y personas, las buenas como ellas y las hijas de puta, que esas si se merecen el peor de los castigos. Como yo.
No le he dicho nada. En tres semanas se cumple la fecha de parto de ______, y como venimos esperando, de su futura muerte. He hecho algo que, si ella se entera, seguro me odiará. Asique decidí guardármelo y no decirle nada.
Eh abortado.
Eso es, aborté. La misma estúpida que se peleó con ella para que no abortara, la que la aconsejó y acompaño durante todo este tiempo, abortó. Fui una cobarde, una estúpida, me siento un fraude. No me sentía preparada y, con lo que le pasa a _______ me agarró un profundo miedo, asique, mezquinamente, preferí mi vida antes de la que mi hijo, aún sin saber si me pasaría lo mismo que a ella. Es un cargo de conciencia que llevaré toda mi vida, pero ahora debo soportar ese maldito peso.
12 de noviembre de 2013. Los rayos de luz atravesaron las cortinas de aquella fría habitación de hospital y cayeron sobre nuestros rostros, despabilándonos.
-… ¿Erin? – Me llamó ella, apenas levantando su voz.
-Aquí estoy. ¿Sucede algo?
-Me duelen… Mis piernas…
-¿Qué? Haber… Déjame ver…
Corrí lentamente la sábana y me encontré con una escena horrorosa. Mi rostro se inmovilizó por completo. Su piernas, flacas y pálidas por el poco movimiento, comenzaron a lastimarse. Pero no raspones cualquieras, sino era pequeños cráteres que se formaron en su piel. Ella no podía verlas, gracias a que su vientre tapaba toda su vista desde su cadera para abajo, y era preferible que no las vea. Preguntó qué pasaba, y solo pude responder que seguro era un calambre mañanero. Salí del cuarto aguantándome las ganas de llorar. Fui en busca del doctor.
-Disculpe – Le dije – Hay un problema con ______ Irwin.
-¿Qué sucede? – Pregunto.
-Ella… No se movió en todo este mes… Pero sin embargo, sus piernas están todas lastimadas, como si hubieran cavado unas cucharas en ellas. ¿Qué paso?
-Señorita Everly… Esos lastimados que vio en la paciente Irwin son escaras, lastimados que se hacen por su poco movimiento. No podemos aplicarle corticoides, asique están infectados.
-Por dios… ¿Y qué podemos hacer?
-Seré sincero con usted. En estos momentos… A ella le deberíamos amputar la pierna derecha, que es la más infectada, pero su cuerpo no resistirá. Seamos honestos… Hasta ella lo sabe, no le queda mucho por vivir. Sería algo inútil. Mejor que no se entere, su molestia pronto desaparecerá.
-¿Cuánto tiempo más aguantará? ¡Me dijo que le duele, le duele! ¿Dónde mierda se ganó su puto título? ¡Al demonio con usted! ¡Gracias por nada!
Salí corriendo de allí, antes de que mi rabia tomara control de mi cuerpo y provocara que le rompiera la cara a el estúpido ese que se hace llamar ‘’doctor’’. Antes de volver a entrar a la habitación me tiré a un costado de la puerta a llorar. Este último tiempo se hizo muy difícil para mí. Estaba destruida, sentía que no daba más. Era horrible ver como ella se descompensaba, como sufría dolores y como vomitaba sangre, sus brazos llenos de moretones y lastimados, y al mismo tiempo, no entendía de dónde sacaba esa sonrisa al hablar de su bebé. Odiaba sentir que estaba mintiéndoles a todos: a Ashton, a Mike, y a los chicos. Porque mientras ellos disfrutaban de sus conciertos, aquí ______ estaba muriendo.
No aguanté más. Pedía perdón al cielo y a ______ por romper mi promesa, pero me dirigí hacia el teléfono a llamar a Ashton. En poco tiempo pudo contestar.
-¿Aló?
-Ashton, habla Erin.
-Erin, antes que nada, gracias por todo lo que estás haciendo por ella. ¿Cómo se encuentra?
-Ashton – sollocé – Algo terrible está pasando…
-… Dime por favor, no me asustes.
-El cuadro de ______ empeoró Ashton… Ella está muy mal… No sabemos si sobrevivirá…
Un profundo silencio se hizo por el teléfono. Ashton no contestaba por más que insistiera. Llegué a temer que se podría haber desmayado o descompensado por la dura noticia que acababa de recibir… Ni más ni menos. Por fin volvió a contestar.
-…Vamos para allí.
Ashton colgó el teléfono. Me sentía una traidora por romper mi promesa con ______, pero por otra parte sentía un gran alivio dentro de mí.
Fui al baño del hospital a lavarme el rostro, para tapar lo que había llorado. Me dirigí hacia la habitación y allí estaba ella, retorciéndose en la cama, nuevamente sufriendo los espantosos dolores que le hacían padecer el dolor de huesos y sus lastimados.
-Amiga… Tranquila… Aquí estoy – Le dije, acercándome para tomarle la mano. Hizo un fuerte quejido y la apretó fuertemente.
-Erin… Me duele mucho… Mi vientre…
-Q… ¿Qué pasa? – Pregunté asustada.
-La panza… Se me pone dura… Me duele el vientre… Todo…
Levanté su sábana y parecía como si se hubiese orinado ensima, pero esto era distinto. Era como si solo fuese agua, que manchó todas las sábanas con una pequeña coloración roja. Quedé pensando, armando todo en mi cabeza, hasta que por fin descubrí la respuesta… Había roto fuentes.
-Por dios ______... ¡Vas a dar a luz!
Otra contracción golpeó contra su cuerpo y se quejó aún más fuerte. No pensé otra vez, me acerqué hacia la puerta y comencé a llamar desesperada a los doctores, hasta que por fin llegaron y se la llevaron en la camilla. En ningún momento dejé de seguirlos ni me aparté de ella. Pude ver por el ventanal como el cielo se cubría por un manto de nubes grises a punto de realizar, lo que parecía, una fuerte tormenta.
Llegamos a una sala mucho más amplia, llena de monitores y aparatos.
-Háganle una ecografía y verifiquen los latidos del bebé – Dijo el doctor.
Realizaron la ecografía. Aún se veía el bebé, o una imagen borrosa de él, puesto a que el niño o niña era bastante grande. Lo que llamó la atención de los médicos eran los latidos: Eran pocos, muy bajos y casi mudos.
-… ¿Sucede algo? – Pregunto _______.
-Los latidos del bebé van en descenso… Si queremos que sobreviva debemos hacer esto pronto – Contestó el obstetra.
-Por favor… Lo más rápido posible. Salven a mi bebé – Respondió ella.
Todos los doctores salieron en busca del equipo que les faltaba. En media hora harían una cesárea de urgente a ______. Eso me desesperó muchísimo más. Ya no quedaban dos semanas, sino dos horas. Ashton… Los demás… ¿Llegarán a tiempo? ¿Qué haré? Me quedaré sola… Estaba muy asustada.
-Erin… No quiero que te asustes, ¿Está bien? Esto es lo correcto. Esto elegí para mí.
-______... Los demás… ¿Qué harás?
-Eso iba a decirte. ¿Ves el monitor? – Señaló al ecógrafo – Allí se pueden grabar Dvd’s. Tengo uno en mi bolso… Por favor, alcánzamelo, pongo en la grabadora del ecógrafo y prende la cámara.
Hice lo que ella me pidió. Con paciencia, tratando que todo quedara bien. Al terminar mi trabajo, por pedido de _______, salí de la habitación. Permanecí unos 20 minutos fuera hasta que escuché su llamado. Fui, apagué la máquina y le entregué el DVD. Ella me lo devolvió, asegurando que era inútil que ella se lo quedara si necesitaba a alguien vivo para que se lo diera a los demás.
Sonrió – Erin… Gracias…
-No hay que agradecer, _______...
-No, de verdad… Gracias por todo. Por cuidarme, por apoyarme, por aconsejarme… Por todo. No hay palabras para definirte. Eres una gran persona y una gran amiga.
-…._______ – Respondí al borde de las lágrimas.
Me tomó de las manos – Te prometo que te cuidaré, esté donde esté. Te lo mereces. Sé que tu y Calum se aman mucho… Y sé que les espera lo mejor para ambos. Serán muy felices y tendrán una gran familia, ¿Sabes? Velaré siempre por ustedes.
-______... No hagas esto…
-Necesito decirte que… He cometido muchos errores, ¿Sabes? A veces elegí las cosas equivocadas y fáciles para mí… Que terminaron arruinándome. Pero tú nunca hagas eso. Nunca tomes el camino fácil, Erin. Nunca. No dejes que el mundo te arruine. Eres una mujer fuerte, inteligente, bella y muy valiente. Estoy… Muy feliz de haberte conocido… Y te adoro Erin… gracias por todo…
-Oh ______... Yo a ti…
Me acerqué y le di el abrazo más fuerte que le dí a alguien alguna vez en mi vida. Ambas quebramos en llanto, dolidas y con el profundo hueco en el alma sabiendo que esta sería nuestra última vez juntas. Nunca podría olvidarla, ni lo haría. Fue quizá de las mejores personas que conocí en toda mi vida. Nunca a nadie tomé tanto aprecio ni me dolió tanto su partida. Nunca.
Nunca me olvidaré de ella.
-Llegó el momento – Dijo el doctor, entrando al cuarto.
Todo pasó tan rápido… Llenaron de máquinas y de personal la sala. Imploré hasta que me dejaron permanecer allí, me pusieron una bata, un gorro y guantes. Prepararon su camilla, con cuidado la vistieron y se alistaron todos los demás. Estaban a punto de prepararla para anestesiarla.
-Adiós, Erin. Nunca te olvidaré – Me dijo.
-Hasta siempre ______. Tampoco nunca lo haré – Dije, tomándole fuerte de las manos.
En un momento, ella miró hacia arriba y dijo:
‘’Buenas noches, amor’’
Cerró los ojos y una sonrisa apareció en su cara. No entendí bien a quien se lo dijo eso, pero tampoco iba a preguntar. Simplemente cerré mis ojos y dejé que mis lágrimas cayeran por mi rostro.
Pusieron una máscara en su cara y para el minuto ya estaba dormida. Los médicos decidieron que era tiempo de operar.
Hicieron la primera incisión y casi me desmayo. Salió despedida una cantidad de sangre impresionante, como si una fuente estaría chorreando. El suelo, los guantes y los médicos quedaron embarrados por enteros. La sangre fluía, y fluía.
Otra máquina marcaba los latidos del corazón de ella. Cada vez eran más débiles.
Hicieron la segunda, y la más importante incisión de todas: El útero. Nuevamente otro mar de sangre salió despedido de su cuerpo.
La máquina cada vez marcaba sus latidos más débiles.
-Señores, apresuremos esto – Dijo el doctor.
Rápidamente abrieron el saco amniótico. Abrieron paso por los restos de este y comenzaron a buscar el bebé.
-Aquí veo las orejas… Estoy agarrando algo, pero no sé si son sus piernas o su cabeza…
Unos pocos minutos más y por fin el doctor sacó el bebé. Estaba pálido, manchado por sangre, y no daba señal de vida alguna.
-No siento latidos… – Dijo el doctor. Todos callaron.
El bebé estaba inmóvil. El doctor daba palmadas en su cola, y nada. Comenzó a palmar sobre su pecho, a hacer movimientos sobre este para estimular su corazón… Y nada. Todos comenzamos a alarmarnos. El doctor dio vuelta hacia la espalda del bebé, lo palmeó un poco más fuerte hasta que por fin sentimos un débil llanto, que crecía a cada respiro que daba el bebé. Una sonrisa se dibujó en el rostro de todos y exhalamos todo el aire contenido al ver al pequeño bebé llorando y pataleando por todos lados.
-Señores, tenemos aquí a una hermosa y sana niña – Dijo el doctor.
Cortaron el cordón y me pasaron al bebé. Tan indefensa, y se ve frágil para los demás… Era simplemente bellísima. Sin duda, su llanto y sus pataleos era lo que más queríamos ver y escuchar en estos momentos.
Sonreí – Es tan…
El aparato interrumpió mi palabra. Emitió unos dos últimos latidos y luego una infinita línea en la pantalla. Era el corazón de ella. Se estaba apagando.
-Por favor señorita Everly, tendrá que esperar afuera.
El doctor me llevó hacia la salida de la sala de partos sin explicación alguna. Nuevamente rompí en llanto, sabía que era el fin. Miré a la pequeña bebé, aún en mis brazos, tan indefensa… Su mirada perdida, sin saber que estaba pasando me destrozaba el alma. Apegué su pequeña cabeza y su pequeño cuerpecito sobre mi pecho y dejé que mis lágrimas mojaran su cabecita.
Me alejé de la sala, caminando sin rumbo por los pasillos del hospital, hasta casi llegar a la salida.
Levanté mi mirada y vi a dos personas entrar, completamente mojadas por la lluvia de noviembre que se daba en la ciudad. Eran Ashton y Michael.
Apenas entraron, los tres nos miramos y quedamos quietos, sin decir nada. Lo único que escuchábamos era el llanto de la bebé.
Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas.
-Donde… Donde está ella… – Preguntó Ashton.
-… Yo… Lo siento mucho…
Mike salió corriendo, buscándola en cada sala a ella, preguntándole a cada persona si sabía dónde se encontraba. Finalmente noté que llegó hacia donde ella se encontraba, y entró. A los pocos segundos dos hombres lo sacaron a empujones. No pudo volver a entrar. Comenzó a sollozar y se cubrió el rostro, incrédulo de lo que estaba pasando.
-Oh no… No… No… No… No...
Gritaba Mike. Sollozaba y se tocaba el pecho, como si le estuvieran sacando el alma a los tirones. De pronto, su cuerpo cayó tendido en el piso.
-¡No, no, no, no! – Gritaba Mike, con su voz entrecortada por su sollozos.
-Ella… ¿Ella se fue? Erin, ¿Ella se fue? – Dijo Ashton. Yo no pude contestar. No sabía qué. – No… No puede ser… No… Ella no… ¿Qué hago ahora?... Cómo haré para respirar, Erin ¿Cómo?... ¡Cómo! ¡No puede estar pasando, no mi niña, no ella! ¡No, no!
Todo era tan injusto que hasta el cielo lloró por ella. La fría lluvia de noviembre cubrió aquel día en Los Ángeles. Allí me encontraba con la pequeña hija de _____, llorando, buscando sentir los latidos de su mamá. Ambos, Mike y Ashton, estaban tirados en los pasillos del hospital, sin explicación alguna del vacío que sentían. Sin encontrar respuesta alguna a lo que estaba sucediendo.
Al final, la luna ganó. Y terminó llevándosela.
________ Irwin murió el 12 de noviembre de 2013.
- Capitulo 44:
Hole.
Narración: Erin Everly.
‘’Buenas noches, amor’’
Esas fueron sus últimas palabras. En ese momento desconocía por completo por qué lo dijo, o a quien lo dijo. No tenía mucho que pensar, menos en momentos así. Lo que más me sorprendía es que ella sabía que era su último momento, cualquiera se pondría mal si supiera eso. Pero esas palabras lo dijo con tal serenidad y paz, con tanto amor, que me llegaron hasta el alma.
…
Mike lloraba desconsolado en el suelo de la sala de espera, sin nada ni nadie que pudiera calmarlo, gritando y sollozando como desesperado, sin poder creerlo, pidiendo inútilmente que hagan algo para salvarla. Pero ya era tarde.
Ashton tampoco podía creerlo, estaba destrozado. No dejaba de culpar al cielo del porqué se la habían llevado a su hermanita. A su pequeña hermana, su niña, la que todos sabíamos que era más de su vida. No le servía de nada decirle que estaremos siempre con él, porque él lo afirmaba: No le importaba nadie más, él quedaba solo. Solo. Temía por él, por su salud mental y emocional. Sinceramente temía que Ashton llegara a hacer alguna locura… Y me refiero a suicidarse.
Los chicos llegaron dos horas más tarde de lo sucedido. Todos estábamos de la misma manera, incrédulo, destruidos. La limpiaron y la llevaron a una sala especial del hospital, para que podamos despedirnos del cuerpo de _______.
Ashton se acercó apenas entramos. Quebró en llanto cuando vio su cuerpo. Quedó mirándolo unos segundos de lejos, como guardándose esa imagen en su cabeza. Luego se acercó, y recostó su cabeza sobre el vientre de ella. Acariciaba delicadamente su cabeza, su cabello, y los moretones que tenía en sus brazos debido a su enfermedad.
-Mi niña… ¿Por qué te pasó esto?... ¿Por qué a ti?... Eso es tan injusto… ¿Cómo haré para respirar, ______, cómo?... No podré superarlo nunca, ¿Entiendes?... Todo lo que me motivaba a seguir adelante eras tú… Mi corazón está destruido, no seré nada sin ti… Nada… Te amo más que a nada en el mundo… Eres mi hermanita… Fuiste tan fuerte, tan valiente… Estuve siempre muy orgulloso de ti… Te extraño, te amo mucho…
Llorábamos al escuchar la dulce y dolorosa despedida de Ashton para con ella. Uno de lo más dolidos era Calum. No dejaba de repetir cuánto la extrañaría. Fue el segundo que se le acercó, tomó cuidadosamente sus manos y besó delicadamente su cabeza. Luego todos juntos nos acercamos y nos sentamos alrededor de su cuerpo. La bebé estaba en observación.
Luego de lo que pasó en la sala de hospital Mike se fue.
-¿Recuerdan cuando luego de las fiestas corría a las prostitutas? Eso la embroncaba mucho – Dijo Ashton. Difícilmente todos sonreímos.
-También cuando sacaba mis guitarras. Sabía que me molestaba, pero lo recompensaba todo diciéndome que quería ser como yo – Dijo Calum.
-Recuerdo… Nuestro primer día aquí. Cuando la llevé a bailar… Creo que era en Whisky a Go Go… No lo sé… Pero recuerdo que parecía una chica mayor. Estaba muy hermosa – Dijo Ashton.
-Cuando yo la conocí… Recuerdo que era un día que estaba muy nerviosa. Ella se acercó y comenzó a hacer chistes para romper la tensión. Le agradecí mucho por ello – Dije.
Seguimos contando anécdotas que la incluían. Todos eran momentos felices, y si eran tristes, ella siempre los animaba. Podíamos sonreír y hasta en alguna ocasión, largar una pequeña carcajada. Callamos y quedamos viendo su cuerpo. A pesar de todo, lucía tan hermosa como siempre, solo algo más pálida. Parecía como si dormía tranquilamente, fuera de todos sus dolores y angustias. Eso nos tranquilizaba de alguna manera a todos, sabiendo que ya no sufría. Pero nos dolía, porque queríamos tenerla con nosotros por más tiempo.
-… Voy a extrañarla toda mi vida – Dijo Ashton.
-Hermano… Sé que todos lo haremos – Dijo Calum – Pero… aunque cueste… Ella no quisiera que estemos tristes… Quiere vernos bien, ¿No? Porque es así… Ella nos está cuidando.
Seguí – Ella… Me prometió que nos cuidaría a todos. No estaba asustada… Se sentía en paz. Sabía que estaba haciendo algo bueno… Solo pensaba en salvar la vida de su hija. Ashton… Ella temía dejarte solo. Debes demostrarle que puedes seguir adelante, por todos Ashton… Estoy segura que no querría más que eso. Para Michael también, aunque no esté aquí.
-… No podré si no la tengo a mi lado. Primero nuestra mamá, luego nuestro papá, ahora ella… Me quedé solo.
-Hermano, acaba de nacer una preciosa bebé que resulta ser hija de ella y tu sobrina. Ella dio su vida para dejarte ese regalo. Mírala y recuerda que toda ______ está en esa niña. Ella necesitará de ti… Seguro ella querría que la cuides a la bebé como la cuidaste a ella – Dijo Calum.
-Ashton… Ella dejó un video.
-¿Qué? – Respondieron todos al unísono.
-Aquí al lado está una sala de máquinas. Podemos ir a reproducirlo ahí. Vamos – Dije.
Pedimos permiso y pusimos la cinta que hizo ella antes de morir. Apenas vimos la imagen de ella, que había grabado hace unas tres horas, quedamos callados, escuchándola. La cinta duró unos cinco minutos… Y pareciera como si nos consolaría para toda la vida. Nuevamente lloramos todos, pero de emoción. Era hermosa cada palabra que decía, para cada uno de nosotros. Termino la cinta y terminamos abrazándonos todos. Sentimos una hermosa paz provocado por sus palabras.
Nos dirigimos hacia la sala donde estaba su cuerpo para darle nuestro último adiós.
Ashton abrazó su cuerpo y besó su cabeza – Te prometo que haré todo y estarás muy orgulloso de mí. Te amo y siempre te amaré.
Calum se acercó, besó su cabeza y tomó su mano – No llegaste a ser como yo, fuiste aún mucho mejor. Nunca te olvidaré.
Finalmente me acerqué y le di mi último abrazo – Te prometo que la cuidaré y nunca te olvidare. Te amaré siempre, amiga.
Guardamos en nuestra mente su última imagen. No la veíamos como alguien muerta, sino como aquella pequeña mujer que estaba durmiendo en un largo sueño. Salimos y fuimos a Neonatología, donde se encontraba la hija de _______.
-Disculpe, buscamos a la bebé de la paciente Irwin – Dijo Calum a la enfermera.
-Aquí se encuentra – Respondió.
-¿Cómo se encuentra? – Preguntó Ashton.
-Los chequeos han terminado. Ella está perfecta de salud, solamente que muy hambrienta – Dijo la enfermera. Todos reímos – ¿Quieren verla? – Asentimos todos – Pero debe pasar solo uno.
-Chicos… ¿Puedo ser yo? – Dijo Ashton.
-Claro Ashton, tú eres su tío.
-Gracias, ya volveré.
Narración: Ashton Irwin.
Me prepararon con una bata y taparon mi cabello con un gorro. Esperé nervioso a que trajeran al bebé. Tenía miedo de lastimarla, hacerle algún daño, tirarla, hacerla llorar o vomitar… Lo que sea. Hacía mucho que no tenía un bebé en brazos.
Finalmente la misma enfermera que nos atendió entró con un bebé llorón en brazos.
Quedé algo sorprendido. Tomé al bebé con mis manos y miré a su pequeña cara. Abrió los ojos y… Algo nuevo despertó en mí. Su mirada era tan… angelical. Sus ojos color café-verdáceos brillaban, y me enamoraron. Tenía unos cachetes… Una boca tan bonita… Era tan parecida a ella… Me sentía protector con solo verla, tan pequeña e indefensa.
La apoyé sobre mi pecho y la abracé contra él. Sentía una hermosa sensación al ver como el bebé reposaba tranquila sobre mi pecho, fuera de cualquier cosa que pudiera lastimarla. Inconscientemente besé su cabeza y con mis dedos acaricié su pequeña cabeza.
Todo el dolor desaparecía con ella en mis brazos. Se había transformado en mi nuevo mundo.
-Escuche, la niña está hambrienta. Dele de comer – Dijo la enfermera y me pasó un biberón.
Instintivamente el bebé se prendió de la tetina. Me resultaba hasta hermoso de ver la forma como se alimentaba. En partes me sentía un ridículo, extremadamente cursi… Pero poco me importó. Quería seguir disfrutando del momento.
-Eso es… ¿Te gusta, pequeña?... ¿Te gusta, corazón? – Decía tontamente a la niña.
Levanté mi mirada hacia los demás. Todos estaban sonriendo. Me acerqué hacia ellos con el bebé aún en brazos.
-Ash, joder, eres tierno – Dijo Calum.
-Simplemente me enamoré de la pequeña… Me puede – Dije. Todos rieron.
-Es muy bueno verte así… Tienes buen papel de padre Ashton, te felicito – Dijo Erin. Le agradecí.
Se acercó la enfermera – Usted que es el hermano de la paciente… Ella falleció, ningún padre reclamó a la beba, asique usted sería el tutor. Es importante que la niña tenga nombre. ¿Pensó en alguno?
Todos comenzaron a tirar ideas y nombres. Instintivamente recordé nuestra infancia con _____: Su programa preferido era uno sobre unas adolescentes con poderes. Siempre odié ese programa, pero ella lo amaba. Más que todo a una de las protagonistas. Recordé su nombre y no dudé más en ponerle ese a su hija.
-Su nombre será Judith.
-¿Judith? – Se preguntaron todos.
-De acuerdo, iré a anotarla – Dijo la enfermera.
-Es un nombre muy lindo – Dijo Erin.
-No lo sé, pero sé que a ella le hubiera gustado llamar así a su hija. Asique es en honor a ella – Dije.
-Judith Clifford, suena bien – Dijo Slash.
-No te precipites – Siguió Erin – Aún no sabemos si él la reconocerá… Oh si querrá verla.
Narración: Michael Clifford.
Michael estaba en el piso, llorando. Seguro esperaba un padre mejor, y no la basura que le ah tocado. No sabía qué hacer ni con él ni conmigo. Sentía un vacío en el pecho imposible de cerrar. Me sentía otra mierda en el mundo por la que todos pasaban por ensima. Trataba de recordar mis últimos momentos con ella y todos eran peleas, discusiones, mierda, mierda, y más mierda. Fui un estúpido, y recordaré eso por toda mi vida.
Escuchaba su voz por toda la habitación, llamándome, en algún idioma. Hasta creía verle. Veía su sombra, su rostro, por algún costado de la habitación. El llanto de aquel bebé… su cuerpo ensangrentado… Todo. No daba más. Estaba hecho mierda, no quería seguir adelante.
Solo quería desaparecer.
- Teen Wolf:
Aceptada!!!
ya estas con Calum y el rol esta ocupado por ti :)
Invitado
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Re: I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
Ok te espero Ale :)AleDirectionerBoy escribió:Bueno :/ Creo que participare. Me estoy poniendo nervioso y ni siquiera he mandado mi ficha D:
Invitado
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Re: I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
Cara de Ardilla♫ escribió:IzzisHemmo1996 escribió:
- Ficha:
Skyler y Thomas
Nombre chica: Skyler Lightwood
Nombre chico: Thomas O'cconor
Representantes: Ariana Grande || Calum Hood
Rol: El Hombre-Lobo y La Druida
Escrito:
- Capitulo 42:
El final se acerca...
La despedida.
Mi decisión estaba tomada. No había marcha atrás, estaba decidido. Tenga lo que tenga que pasar, pero mi hijo nacerá. Eso es lo correcto.
Pedí al doctor total discreción con el tema. En dos días los chicos saldrían a una pequeña gira por Estados Unidos y Europa, y Erin se quedará conmigo para cuando nazca el bebé. Ella ni nadie estaban enterados.
-______, alguien vino a visitarte – Dijo Calum, sacando la cabeza por la puerta.
-¿Quién?
Salió Calum e inmediatamente entró Luke al cuarto. Quedé sorprendida en verle. Entró con un pequeño ramo de flores y con un pequeño oso de peluche.
-Quise venir a dejar mi presente – Dijo Luke.
Sonreí – Vaya, muchas gracias. Esta vez no pelearemos, ¿Verdad?
-No creo que estés con la suficiente fuerza para pelear. Cuando te mejores quizás nos gritemos un poco más – Respondió. Ambos reímos, y un incomodo silencio reinó en la habitación.
-Luke… Quería pedirte perdón por el daño que te he hecho.
-Vamos, no hagas esto. No te encuentras bien, y no quiero que pienses en eso. Forma parte del pasado.
-No para mí. No quiero irme con el recuerdo de saber que me odias, y que te he hecho mucho daño.
-Por favor ______, no digas eso. Yo no te odio, solo… Me molestaron un par de cosas. También fui un idiota, pero ya pasó. Vine para terminar toda esta guerra, y para que podamos mirar para el futuro.
-Gracias, Luke – Sonreí – Extrañaré hablar contigo, más que nada que ahora te irás de gira.
Rió – De hecho, no tendrás que extrañarme mucho.
-¿Por qué lo dices?
-Yo no iré a ningún lado. Me retiré de la banda.
-¡¿Qué?!
-Está todo más que bien con los chicos, incluso, hablé con Mike… Creo que ya no tenía cabida allí. Lo mantuvimos en secreto desde hace como un mes. Ellos tendrán otro gitarrista para la gira, yo iré un tiempo con mi madre, que no se encuentra bien de salud… Asique de vez en cuando vendré a visitarte, hasta que te recuperes y te haga cagar – Rió.
-Me dices algo que… Me pone muy triste. Todo será distinto ahora. Por más guitarrista que consigan, nunca nadie podrá reemplazarte a ti – Dije. Lágrimas comenzaron a correr por mi rostro.
-Por favor, no llores… Nada cambiará. Seguiré viéndolos y visitándolos, a todos. Prometo que no nos alejaremos.
-¿Lo prometes? – Pregunté.
-¿Acaso te mentí alguna vez te mentí? Lo prometo, ______.
Lo acerqué con mis brazos y lo abracé. Él hizo lo mismo – Te quiero Luke.
-Y yo a ti, _____.
Luego Luke se fue. Lo abracé con todas mis fuerzas y me costó bastante soltarlo. Temía que esa fuera la última vez que le vería, Sabiendo que se irá hacia donde está su madre. Sabía que por más promesas que hiciera, quizá no lo vería por un largo tiempo, más que todo porque, de suerte, no sacó tema sobre el embarazo y la paternidad del bebé. Quizá hizo sus propias conclusiones, quizá también siente que sea de Mike… Oh quizá simplemente no quiera hacerse cargo de nada. Sea lo que sea, agradecí en mi interior su gesto de no preguntar porque, me daba a entender por fin, de que daba paso libre a mi relación con Mike…
…Dos días después. Hoy era el día que los chicos partían hacia su nueva gira. No se fueron sin antes despedirse de mí.
-Bueno… Ya saben, lo de siempre. Cuídense, disfruten, y no se entreguen a la primera puta que se les cruce – Rieron todos – Y también no olviden, que los quiero mucho a todos, y les deseo lo mejor – Dije.
-Mírenla nada más, la enana se puso tierna – Dijo Calum.
-Chicos, me acaba de llamar el manager. Tenemos que ir enseguida – Dijo Ashton.
-Alto… ¿Tan pronto se irán? – Pregunté.
-Lo sentimos… Pero ya debemos irnos – Contestó Ashton.
-Chicos…
-¿Si? – Respondieron al unísono.
-Antes de irse… ¿Podrían darme un abrazo?
-… Claro que si, pequeña mujer – Respondió Calum y se acercó a darme un fuerte abrazo. Respondí de la misma manera, dándole un abrazo con mucho cariño. Me entristecía, porque sabía que extrañaría bastante su peculiar olor a cerveza que llevaba siempre consigo – Cuídate mucho, y por cualquier cosa… Suerte con el bebé.
-Gracias, a ti también
Cuando se alejó Calum quedé mirando a los que faltaban: Ashton y Mike. Ambos bajaban la cabeza como evitando el momento. Eso me dolía bastante, pero traté de comprenderlos lo más posible.
-Bueno… No los molestaré más. Vayan nomás, y suerte.
-¿Puedo despedirme de ti? – Me preguntó Ashton.
-¿Me lo dices en broma? Un abrazo tuyo es lo que más estoy necesitando.
Ashton se acercó y me tomó en sus brazos fuertemente en un gran abrazo. Lo tomé por la cintura y lo abracé con todas mis fuerzas. De repente se vinieron a mi cabeza todos nuestros buenos momentos, y fue inevitable que no me largara a llorar como una maricona. Sin dudas iba a extrañar estos momentos, muchísimo. Y mucho más a él, Ashton, quien fue mi hermano, mi padre y mi protector desde siempre.
-Voy a extrañarte mucho – Le dije.
-Y yo a ti. ¿Qué haré si me siento solo?
-No lo estarás. Solo imagina que estoy a tu lado comiendo un trozo de pizza viejo, o abraza a una almohada imitando a como me hacías cuando era pequeña – Le dije.
-No será lo mismo. Esa almohada no estará moviéndose como loca hasta dormirse ni me dirá ‘’hueles a perro mojado, Ashton’’ – Ambos reímos.
-Nunca cambias. Aún hueles a perro mojado – Le dije. Volvimos a reír.
-… A pesar de todo lo que pasó estos últimos tiempos… Quiero que sepas que te amo, y que siempre serás la mejor hermana enana que pudo haberme tocado, y estoy muy agradecido por eso.
-Eres el mejor hermano que pudo haberme tocado, ¿Sabes? Y te amo por ello… Te amo Ash…
Lo abracé aún más fuerte y ambos dejamos que las lágrimas cayeran por nuestro rostro. No podía creerlo. Esta era la despedida. La última vez que vería a mi hermano, y me pasaba que no quería soltarlo. Cuando lo vi cruzar aquella maldita puerta sentí como mi alma se iba de mi cuerpo. Me sentía vacía. No había nada más en el mundo que no deseara que se quede aquí conmigo, cuidándome y diciéndome que, tontamente, todo estaría bien. Pero tampoco podía detenerlo. Finalmente él estaba cumpliendo su sueño, su objetivo en la vida… Y de alguna forma, yo estaba cumpliendo el mío.
Todos salían de la sala, y el último en salir era Mike. Finalmente se acercó hacia mí y, sin decir nada, besó mi frente y me dio un corto abrazo. Luego se alejó. Antes de que pudiera salir, expresé mis últimas palabras hacia él.
-Te amo.
Mike se dio la vuelta, me miró, y siguió caminando. Esa fue la última vez que lo vi. Así se fue, dejándome esa triste última imagen, que me había tirado por completo al peor de los abismos. Quedé sola con Erin.
-Pequeña… Estás muy emocionada. Demasiado, te diría. Dime jodida, pero… ¿Sucede algo más?
-Erin… Necesito que me prometas algo.
-¿Qué?
-No puedes decírselo a nadie. No preguntes qué y por qué, pero solamente prométemelo.
-Yo… Está bien, lo prometo. ¿Qué es lo que pasa? No me asustes – Dijo tono de preocupación.
-Quiero que cuides a mi hijo o hija, hasta que Mike esté listo para hacerlo.
-No entiendo… Sabes que voy a apoyarte y a ayudarte, ¿Pero por qué dices eso?
-Porque… Erin… Yo no podré hacerlo.
-… ¿Qué dices?
-Tengo un problema, estoy enferma. Y cuando nazca el bebé yo no estaré para cuidarlo. Por eso, necesito que tú lo hagas.
-P… Pero… ¡Debe haber una solución! ¡Algo que podamos hacer, una cura, algo!
-Erin, no puedo curarme. No hay vuelta atrás. Mi destino está marcado. Mi cuerpo no aguantará el parto, pero lo importante es que mi bebé nacerá. Nadie sabe de esto, más que tú… Por eso, no debes decírselo a nadie, por favor. Confío en ti, eres una gran mujer, y me ayudaste mucho Erin, demasiado. Por eso sé que eres la indicada para cuidar a mi bebé hasta que Mike pueda hacerlo.
-______... Yo… No puedo… – Respondió a punto de romper en llanto. Cubría su cara para evitar ver su dolor.
-Sé que puedes hacerlo. Eres una mujer fuerte e inteligente, Erin. No hay otra persona que quiera para esto. Quiero que cuides a mi bebé, hasta que Mike pueda hacerlo. Conozco a mi hermano, él no lo querrá… Hasta Mike quizá tampoco… Y no quiero que quede desprotegido en este mundo de mierda. Prométemelo que lo cuidarás.
-No puedo _____...
-Por favor Erin. No te pediré nada más.
-No me siento lista… Ni para tu bebé, ni para el mio…
-¿Qué dices?
-_____... Estoy embarazada – Dijo y rompió en llanto. Como pude hice que se acercara y la contuve entre mis brazos.
-¿Calum lo sabe?
-Aún no se lo dije… No sé cómo hacerlo.
Sonreí – Felicidades amiga, nadie más que tú se lo merece.
-No lo creo… Soy tan ansiosa, tan tonta, a veces no me controlo ni a mí misma. ¿Cómo lo haré con tu bebé? ¿Y con el mío? Es mucho…
-Erin… A veces la vida te pone obstáculos, y debes saber pasarlos… Pero estos no son obstáculos. Creo que un hijo es lo mejor que puede pasarle a una mujer, ¿Sabes?, y tú te lo tienes más que merecido. Calum también, los dos. Sé que podrás hacerlo, además, mi bebé será solo hasta que Mike asuma su cargo. Mientras tanto podrás practicar con él – Ambas reímos-. Sé que serás muy feliz Erin, te lo mereces.
Sollozó – Esto es tan injusto, eres mi única verdadera amiga y… No quiero que te vayas, no es justo que te pase esto a ti.
-… Lo sé. Pero bueno, esto se debe hacer y es lo que corresponde, ¿No? No tengo miedo. Estoy en paz.
-…_____... ¿Nos cuidarás desde donde estés?
-Siempre, lo prometo. A mi bebé, a ti, a tu bebé, a todos. Serán muy felices, lo sé.
Me abrazó más fuerte – Te voy a extrañar mucho, _______...
-Y yo a ti, Erin... Jamás los olvidaré.
- Capitulo 43:
El final está cerca...
Buenas noches, amor.
Quinta Lamentación. Narración: Erin Everly.
Los días se hacen cada vez más difíciles por aquí. Cada día que pasa veo a _______, aunque sonría y diga que todo está bien, cada vez peor. Y eso me destroza, día a día en mi interior. Es tan injusto que a alguien de su corta edad le tenga que pasar esto, más aún con todo lo que se le venía.
Ella no merece esto. No merecía morir, ella no. Hay personas y personas, las buenas como ellas y las hijas de puta, que esas si se merecen el peor de los castigos. Como yo.
No le he dicho nada. En tres semanas se cumple la fecha de parto de ______, y como venimos esperando, de su futura muerte. He hecho algo que, si ella se entera, seguro me odiará. Asique decidí guardármelo y no decirle nada.
Eh abortado.
Eso es, aborté. La misma estúpida que se peleó con ella para que no abortara, la que la aconsejó y acompaño durante todo este tiempo, abortó. Fui una cobarde, una estúpida, me siento un fraude. No me sentía preparada y, con lo que le pasa a _______ me agarró un profundo miedo, asique, mezquinamente, preferí mi vida antes de la que mi hijo, aún sin saber si me pasaría lo mismo que a ella. Es un cargo de conciencia que llevaré toda mi vida, pero ahora debo soportar ese maldito peso.
12 de noviembre de 2013. Los rayos de luz atravesaron las cortinas de aquella fría habitación de hospital y cayeron sobre nuestros rostros, despabilándonos.
-… ¿Erin? – Me llamó ella, apenas levantando su voz.
-Aquí estoy. ¿Sucede algo?
-Me duelen… Mis piernas…
-¿Qué? Haber… Déjame ver…
Corrí lentamente la sábana y me encontré con una escena horrorosa. Mi rostro se inmovilizó por completo. Su piernas, flacas y pálidas por el poco movimiento, comenzaron a lastimarse. Pero no raspones cualquieras, sino era pequeños cráteres que se formaron en su piel. Ella no podía verlas, gracias a que su vientre tapaba toda su vista desde su cadera para abajo, y era preferible que no las vea. Preguntó qué pasaba, y solo pude responder que seguro era un calambre mañanero. Salí del cuarto aguantándome las ganas de llorar. Fui en busca del doctor.
-Disculpe – Le dije – Hay un problema con ______ Irwin.
-¿Qué sucede? – Pregunto.
-Ella… No se movió en todo este mes… Pero sin embargo, sus piernas están todas lastimadas, como si hubieran cavado unas cucharas en ellas. ¿Qué paso?
-Señorita Everly… Esos lastimados que vio en la paciente Irwin son escaras, lastimados que se hacen por su poco movimiento. No podemos aplicarle corticoides, asique están infectados.
-Por dios… ¿Y qué podemos hacer?
-Seré sincero con usted. En estos momentos… A ella le deberíamos amputar la pierna derecha, que es la más infectada, pero su cuerpo no resistirá. Seamos honestos… Hasta ella lo sabe, no le queda mucho por vivir. Sería algo inútil. Mejor que no se entere, su molestia pronto desaparecerá.
-¿Cuánto tiempo más aguantará? ¡Me dijo que le duele, le duele! ¿Dónde mierda se ganó su puto título? ¡Al demonio con usted! ¡Gracias por nada!
Salí corriendo de allí, antes de que mi rabia tomara control de mi cuerpo y provocara que le rompiera la cara a el estúpido ese que se hace llamar ‘’doctor’’. Antes de volver a entrar a la habitación me tiré a un costado de la puerta a llorar. Este último tiempo se hizo muy difícil para mí. Estaba destruida, sentía que no daba más. Era horrible ver como ella se descompensaba, como sufría dolores y como vomitaba sangre, sus brazos llenos de moretones y lastimados, y al mismo tiempo, no entendía de dónde sacaba esa sonrisa al hablar de su bebé. Odiaba sentir que estaba mintiéndoles a todos: a Ashton, a Mike, y a los chicos. Porque mientras ellos disfrutaban de sus conciertos, aquí ______ estaba muriendo.
No aguanté más. Pedía perdón al cielo y a ______ por romper mi promesa, pero me dirigí hacia el teléfono a llamar a Ashton. En poco tiempo pudo contestar.
-¿Aló?
-Ashton, habla Erin.
-Erin, antes que nada, gracias por todo lo que estás haciendo por ella. ¿Cómo se encuentra?
-Ashton – sollocé – Algo terrible está pasando…
-… Dime por favor, no me asustes.
-El cuadro de ______ empeoró Ashton… Ella está muy mal… No sabemos si sobrevivirá…
Un profundo silencio se hizo por el teléfono. Ashton no contestaba por más que insistiera. Llegué a temer que se podría haber desmayado o descompensado por la dura noticia que acababa de recibir… Ni más ni menos. Por fin volvió a contestar.
-…Vamos para allí.
Ashton colgó el teléfono. Me sentía una traidora por romper mi promesa con ______, pero por otra parte sentía un gran alivio dentro de mí.
Fui al baño del hospital a lavarme el rostro, para tapar lo que había llorado. Me dirigí hacia la habitación y allí estaba ella, retorciéndose en la cama, nuevamente sufriendo los espantosos dolores que le hacían padecer el dolor de huesos y sus lastimados.
-Amiga… Tranquila… Aquí estoy – Le dije, acercándome para tomarle la mano. Hizo un fuerte quejido y la apretó fuertemente.
-Erin… Me duele mucho… Mi vientre…
-Q… ¿Qué pasa? – Pregunté asustada.
-La panza… Se me pone dura… Me duele el vientre… Todo…
Levanté su sábana y parecía como si se hubiese orinado ensima, pero esto era distinto. Era como si solo fuese agua, que manchó todas las sábanas con una pequeña coloración roja. Quedé pensando, armando todo en mi cabeza, hasta que por fin descubrí la respuesta… Había roto fuentes.
-Por dios ______... ¡Vas a dar a luz!
Otra contracción golpeó contra su cuerpo y se quejó aún más fuerte. No pensé otra vez, me acerqué hacia la puerta y comencé a llamar desesperada a los doctores, hasta que por fin llegaron y se la llevaron en la camilla. En ningún momento dejé de seguirlos ni me aparté de ella. Pude ver por el ventanal como el cielo se cubría por un manto de nubes grises a punto de realizar, lo que parecía, una fuerte tormenta.
Llegamos a una sala mucho más amplia, llena de monitores y aparatos.
-Háganle una ecografía y verifiquen los latidos del bebé – Dijo el doctor.
Realizaron la ecografía. Aún se veía el bebé, o una imagen borrosa de él, puesto a que el niño o niña era bastante grande. Lo que llamó la atención de los médicos eran los latidos: Eran pocos, muy bajos y casi mudos.
-… ¿Sucede algo? – Pregunto _______.
-Los latidos del bebé van en descenso… Si queremos que sobreviva debemos hacer esto pronto – Contestó el obstetra.
-Por favor… Lo más rápido posible. Salven a mi bebé – Respondió ella.
Todos los doctores salieron en busca del equipo que les faltaba. En media hora harían una cesárea de urgente a ______. Eso me desesperó muchísimo más. Ya no quedaban dos semanas, sino dos horas. Ashton… Los demás… ¿Llegarán a tiempo? ¿Qué haré? Me quedaré sola… Estaba muy asustada.
-Erin… No quiero que te asustes, ¿Está bien? Esto es lo correcto. Esto elegí para mí.
-______... Los demás… ¿Qué harás?
-Eso iba a decirte. ¿Ves el monitor? – Señaló al ecógrafo – Allí se pueden grabar Dvd’s. Tengo uno en mi bolso… Por favor, alcánzamelo, pongo en la grabadora del ecógrafo y prende la cámara.
Hice lo que ella me pidió. Con paciencia, tratando que todo quedara bien. Al terminar mi trabajo, por pedido de _______, salí de la habitación. Permanecí unos 20 minutos fuera hasta que escuché su llamado. Fui, apagué la máquina y le entregué el DVD. Ella me lo devolvió, asegurando que era inútil que ella se lo quedara si necesitaba a alguien vivo para que se lo diera a los demás.
Sonrió – Erin… Gracias…
-No hay que agradecer, _______...
-No, de verdad… Gracias por todo. Por cuidarme, por apoyarme, por aconsejarme… Por todo. No hay palabras para definirte. Eres una gran persona y una gran amiga.
-…._______ – Respondí al borde de las lágrimas.
Me tomó de las manos – Te prometo que te cuidaré, esté donde esté. Te lo mereces. Sé que tu y Calum se aman mucho… Y sé que les espera lo mejor para ambos. Serán muy felices y tendrán una gran familia, ¿Sabes? Velaré siempre por ustedes.
-______... No hagas esto…
-Necesito decirte que… He cometido muchos errores, ¿Sabes? A veces elegí las cosas equivocadas y fáciles para mí… Que terminaron arruinándome. Pero tú nunca hagas eso. Nunca tomes el camino fácil, Erin. Nunca. No dejes que el mundo te arruine. Eres una mujer fuerte, inteligente, bella y muy valiente. Estoy… Muy feliz de haberte conocido… Y te adoro Erin… gracias por todo…
-Oh ______... Yo a ti…
Me acerqué y le di el abrazo más fuerte que le dí a alguien alguna vez en mi vida. Ambas quebramos en llanto, dolidas y con el profundo hueco en el alma sabiendo que esta sería nuestra última vez juntas. Nunca podría olvidarla, ni lo haría. Fue quizá de las mejores personas que conocí en toda mi vida. Nunca a nadie tomé tanto aprecio ni me dolió tanto su partida. Nunca.
Nunca me olvidaré de ella.
-Llegó el momento – Dijo el doctor, entrando al cuarto.
Todo pasó tan rápido… Llenaron de máquinas y de personal la sala. Imploré hasta que me dejaron permanecer allí, me pusieron una bata, un gorro y guantes. Prepararon su camilla, con cuidado la vistieron y se alistaron todos los demás. Estaban a punto de prepararla para anestesiarla.
-Adiós, Erin. Nunca te olvidaré – Me dijo.
-Hasta siempre ______. Tampoco nunca lo haré – Dije, tomándole fuerte de las manos.
En un momento, ella miró hacia arriba y dijo:
‘’Buenas noches, amor’’
Cerró los ojos y una sonrisa apareció en su cara. No entendí bien a quien se lo dijo eso, pero tampoco iba a preguntar. Simplemente cerré mis ojos y dejé que mis lágrimas cayeran por mi rostro.
Pusieron una máscara en su cara y para el minuto ya estaba dormida. Los médicos decidieron que era tiempo de operar.
Hicieron la primera incisión y casi me desmayo. Salió despedida una cantidad de sangre impresionante, como si una fuente estaría chorreando. El suelo, los guantes y los médicos quedaron embarrados por enteros. La sangre fluía, y fluía.
Otra máquina marcaba los latidos del corazón de ella. Cada vez eran más débiles.
Hicieron la segunda, y la más importante incisión de todas: El útero. Nuevamente otro mar de sangre salió despedido de su cuerpo.
La máquina cada vez marcaba sus latidos más débiles.
-Señores, apresuremos esto – Dijo el doctor.
Rápidamente abrieron el saco amniótico. Abrieron paso por los restos de este y comenzaron a buscar el bebé.
-Aquí veo las orejas… Estoy agarrando algo, pero no sé si son sus piernas o su cabeza…
Unos pocos minutos más y por fin el doctor sacó el bebé. Estaba pálido, manchado por sangre, y no daba señal de vida alguna.
-No siento latidos… – Dijo el doctor. Todos callaron.
El bebé estaba inmóvil. El doctor daba palmadas en su cola, y nada. Comenzó a palmar sobre su pecho, a hacer movimientos sobre este para estimular su corazón… Y nada. Todos comenzamos a alarmarnos. El doctor dio vuelta hacia la espalda del bebé, lo palmeó un poco más fuerte hasta que por fin sentimos un débil llanto, que crecía a cada respiro que daba el bebé. Una sonrisa se dibujó en el rostro de todos y exhalamos todo el aire contenido al ver al pequeño bebé llorando y pataleando por todos lados.
-Señores, tenemos aquí a una hermosa y sana niña – Dijo el doctor.
Cortaron el cordón y me pasaron al bebé. Tan indefensa, y se ve frágil para los demás… Era simplemente bellísima. Sin duda, su llanto y sus pataleos era lo que más queríamos ver y escuchar en estos momentos.
Sonreí – Es tan…
El aparato interrumpió mi palabra. Emitió unos dos últimos latidos y luego una infinita línea en la pantalla. Era el corazón de ella. Se estaba apagando.
-Por favor señorita Everly, tendrá que esperar afuera.
El doctor me llevó hacia la salida de la sala de partos sin explicación alguna. Nuevamente rompí en llanto, sabía que era el fin. Miré a la pequeña bebé, aún en mis brazos, tan indefensa… Su mirada perdida, sin saber que estaba pasando me destrozaba el alma. Apegué su pequeña cabeza y su pequeño cuerpecito sobre mi pecho y dejé que mis lágrimas mojaran su cabecita.
Me alejé de la sala, caminando sin rumbo por los pasillos del hospital, hasta casi llegar a la salida.
Levanté mi mirada y vi a dos personas entrar, completamente mojadas por la lluvia de noviembre que se daba en la ciudad. Eran Ashton y Michael.
Apenas entraron, los tres nos miramos y quedamos quietos, sin decir nada. Lo único que escuchábamos era el llanto de la bebé.
Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas.
-Donde… Donde está ella… – Preguntó Ashton.
-… Yo… Lo siento mucho…
Mike salió corriendo, buscándola en cada sala a ella, preguntándole a cada persona si sabía dónde se encontraba. Finalmente noté que llegó hacia donde ella se encontraba, y entró. A los pocos segundos dos hombres lo sacaron a empujones. No pudo volver a entrar. Comenzó a sollozar y se cubrió el rostro, incrédulo de lo que estaba pasando.
-Oh no… No… No… No… No...
Gritaba Mike. Sollozaba y se tocaba el pecho, como si le estuvieran sacando el alma a los tirones. De pronto, su cuerpo cayó tendido en el piso.
-¡No, no, no, no! – Gritaba Mike, con su voz entrecortada por su sollozos.
-Ella… ¿Ella se fue? Erin, ¿Ella se fue? – Dijo Ashton. Yo no pude contestar. No sabía qué. – No… No puede ser… No… Ella no… ¿Qué hago ahora?... Cómo haré para respirar, Erin ¿Cómo?... ¡Cómo! ¡No puede estar pasando, no mi niña, no ella! ¡No, no!
Todo era tan injusto que hasta el cielo lloró por ella. La fría lluvia de noviembre cubrió aquel día en Los Ángeles. Allí me encontraba con la pequeña hija de _____, llorando, buscando sentir los latidos de su mamá. Ambos, Mike y Ashton, estaban tirados en los pasillos del hospital, sin explicación alguna del vacío que sentían. Sin encontrar respuesta alguna a lo que estaba sucediendo.
Al final, la luna ganó. Y terminó llevándosela.
________ Irwin murió el 12 de noviembre de 2013.
- Capitulo 44:
Hole.
Narración: Erin Everly.
‘’Buenas noches, amor’’
Esas fueron sus últimas palabras. En ese momento desconocía por completo por qué lo dijo, o a quien lo dijo. No tenía mucho que pensar, menos en momentos así. Lo que más me sorprendía es que ella sabía que era su último momento, cualquiera se pondría mal si supiera eso. Pero esas palabras lo dijo con tal serenidad y paz, con tanto amor, que me llegaron hasta el alma.
…
Mike lloraba desconsolado en el suelo de la sala de espera, sin nada ni nadie que pudiera calmarlo, gritando y sollozando como desesperado, sin poder creerlo, pidiendo inútilmente que hagan algo para salvarla. Pero ya era tarde.
Ashton tampoco podía creerlo, estaba destrozado. No dejaba de culpar al cielo del porqué se la habían llevado a su hermanita. A su pequeña hermana, su niña, la que todos sabíamos que era más de su vida. No le servía de nada decirle que estaremos siempre con él, porque él lo afirmaba: No le importaba nadie más, él quedaba solo. Solo. Temía por él, por su salud mental y emocional. Sinceramente temía que Ashton llegara a hacer alguna locura… Y me refiero a suicidarse.
Los chicos llegaron dos horas más tarde de lo sucedido. Todos estábamos de la misma manera, incrédulo, destruidos. La limpiaron y la llevaron a una sala especial del hospital, para que podamos despedirnos del cuerpo de _______.
Ashton se acercó apenas entramos. Quebró en llanto cuando vio su cuerpo. Quedó mirándolo unos segundos de lejos, como guardándose esa imagen en su cabeza. Luego se acercó, y recostó su cabeza sobre el vientre de ella. Acariciaba delicadamente su cabeza, su cabello, y los moretones que tenía en sus brazos debido a su enfermedad.
-Mi niña… ¿Por qué te pasó esto?... ¿Por qué a ti?... Eso es tan injusto… ¿Cómo haré para respirar, ______, cómo?... No podré superarlo nunca, ¿Entiendes?... Todo lo que me motivaba a seguir adelante eras tú… Mi corazón está destruido, no seré nada sin ti… Nada… Te amo más que a nada en el mundo… Eres mi hermanita… Fuiste tan fuerte, tan valiente… Estuve siempre muy orgulloso de ti… Te extraño, te amo mucho…
Llorábamos al escuchar la dulce y dolorosa despedida de Ashton para con ella. Uno de lo más dolidos era Calum. No dejaba de repetir cuánto la extrañaría. Fue el segundo que se le acercó, tomó cuidadosamente sus manos y besó delicadamente su cabeza. Luego todos juntos nos acercamos y nos sentamos alrededor de su cuerpo. La bebé estaba en observación.
Luego de lo que pasó en la sala de hospital Mike se fue.
-¿Recuerdan cuando luego de las fiestas corría a las prostitutas? Eso la embroncaba mucho – Dijo Ashton. Difícilmente todos sonreímos.
-También cuando sacaba mis guitarras. Sabía que me molestaba, pero lo recompensaba todo diciéndome que quería ser como yo – Dijo Calum.
-Recuerdo… Nuestro primer día aquí. Cuando la llevé a bailar… Creo que era en Whisky a Go Go… No lo sé… Pero recuerdo que parecía una chica mayor. Estaba muy hermosa – Dijo Ashton.
-Cuando yo la conocí… Recuerdo que era un día que estaba muy nerviosa. Ella se acercó y comenzó a hacer chistes para romper la tensión. Le agradecí mucho por ello – Dije.
Seguimos contando anécdotas que la incluían. Todos eran momentos felices, y si eran tristes, ella siempre los animaba. Podíamos sonreír y hasta en alguna ocasión, largar una pequeña carcajada. Callamos y quedamos viendo su cuerpo. A pesar de todo, lucía tan hermosa como siempre, solo algo más pálida. Parecía como si dormía tranquilamente, fuera de todos sus dolores y angustias. Eso nos tranquilizaba de alguna manera a todos, sabiendo que ya no sufría. Pero nos dolía, porque queríamos tenerla con nosotros por más tiempo.
-… Voy a extrañarla toda mi vida – Dijo Ashton.
-Hermano… Sé que todos lo haremos – Dijo Calum – Pero… aunque cueste… Ella no quisiera que estemos tristes… Quiere vernos bien, ¿No? Porque es así… Ella nos está cuidando.
Seguí – Ella… Me prometió que nos cuidaría a todos. No estaba asustada… Se sentía en paz. Sabía que estaba haciendo algo bueno… Solo pensaba en salvar la vida de su hija. Ashton… Ella temía dejarte solo. Debes demostrarle que puedes seguir adelante, por todos Ashton… Estoy segura que no querría más que eso. Para Michael también, aunque no esté aquí.
-… No podré si no la tengo a mi lado. Primero nuestra mamá, luego nuestro papá, ahora ella… Me quedé solo.
-Hermano, acaba de nacer una preciosa bebé que resulta ser hija de ella y tu sobrina. Ella dio su vida para dejarte ese regalo. Mírala y recuerda que toda ______ está en esa niña. Ella necesitará de ti… Seguro ella querría que la cuides a la bebé como la cuidaste a ella – Dijo Calum.
-Ashton… Ella dejó un video.
-¿Qué? – Respondieron todos al unísono.
-Aquí al lado está una sala de máquinas. Podemos ir a reproducirlo ahí. Vamos – Dije.
Pedimos permiso y pusimos la cinta que hizo ella antes de morir. Apenas vimos la imagen de ella, que había grabado hace unas tres horas, quedamos callados, escuchándola. La cinta duró unos cinco minutos… Y pareciera como si nos consolaría para toda la vida. Nuevamente lloramos todos, pero de emoción. Era hermosa cada palabra que decía, para cada uno de nosotros. Termino la cinta y terminamos abrazándonos todos. Sentimos una hermosa paz provocado por sus palabras.
Nos dirigimos hacia la sala donde estaba su cuerpo para darle nuestro último adiós.
Ashton abrazó su cuerpo y besó su cabeza – Te prometo que haré todo y estarás muy orgulloso de mí. Te amo y siempre te amaré.
Calum se acercó, besó su cabeza y tomó su mano – No llegaste a ser como yo, fuiste aún mucho mejor. Nunca te olvidaré.
Finalmente me acerqué y le di mi último abrazo – Te prometo que la cuidaré y nunca te olvidare. Te amaré siempre, amiga.
Guardamos en nuestra mente su última imagen. No la veíamos como alguien muerta, sino como aquella pequeña mujer que estaba durmiendo en un largo sueño. Salimos y fuimos a Neonatología, donde se encontraba la hija de _______.
-Disculpe, buscamos a la bebé de la paciente Irwin – Dijo Calum a la enfermera.
-Aquí se encuentra – Respondió.
-¿Cómo se encuentra? – Preguntó Ashton.
-Los chequeos han terminado. Ella está perfecta de salud, solamente que muy hambrienta – Dijo la enfermera. Todos reímos – ¿Quieren verla? – Asentimos todos – Pero debe pasar solo uno.
-Chicos… ¿Puedo ser yo? – Dijo Ashton.
-Claro Ashton, tú eres su tío.
-Gracias, ya volveré.
Narración: Ashton Irwin.
Me prepararon con una bata y taparon mi cabello con un gorro. Esperé nervioso a que trajeran al bebé. Tenía miedo de lastimarla, hacerle algún daño, tirarla, hacerla llorar o vomitar… Lo que sea. Hacía mucho que no tenía un bebé en brazos.
Finalmente la misma enfermera que nos atendió entró con un bebé llorón en brazos.
Quedé algo sorprendido. Tomé al bebé con mis manos y miré a su pequeña cara. Abrió los ojos y… Algo nuevo despertó en mí. Su mirada era tan… angelical. Sus ojos color café-verdáceos brillaban, y me enamoraron. Tenía unos cachetes… Una boca tan bonita… Era tan parecida a ella… Me sentía protector con solo verla, tan pequeña e indefensa.
La apoyé sobre mi pecho y la abracé contra él. Sentía una hermosa sensación al ver como el bebé reposaba tranquila sobre mi pecho, fuera de cualquier cosa que pudiera lastimarla. Inconscientemente besé su cabeza y con mis dedos acaricié su pequeña cabeza.
Todo el dolor desaparecía con ella en mis brazos. Se había transformado en mi nuevo mundo.
-Escuche, la niña está hambrienta. Dele de comer – Dijo la enfermera y me pasó un biberón.
Instintivamente el bebé se prendió de la tetina. Me resultaba hasta hermoso de ver la forma como se alimentaba. En partes me sentía un ridículo, extremadamente cursi… Pero poco me importó. Quería seguir disfrutando del momento.
-Eso es… ¿Te gusta, pequeña?... ¿Te gusta, corazón? – Decía tontamente a la niña.
Levanté mi mirada hacia los demás. Todos estaban sonriendo. Me acerqué hacia ellos con el bebé aún en brazos.
-Ash, joder, eres tierno – Dijo Calum.
-Simplemente me enamoré de la pequeña… Me puede – Dije. Todos rieron.
-Es muy bueno verte así… Tienes buen papel de padre Ashton, te felicito – Dijo Erin. Le agradecí.
Se acercó la enfermera – Usted que es el hermano de la paciente… Ella falleció, ningún padre reclamó a la beba, asique usted sería el tutor. Es importante que la niña tenga nombre. ¿Pensó en alguno?
Todos comenzaron a tirar ideas y nombres. Instintivamente recordé nuestra infancia con _____: Su programa preferido era uno sobre unas adolescentes con poderes. Siempre odié ese programa, pero ella lo amaba. Más que todo a una de las protagonistas. Recordé su nombre y no dudé más en ponerle ese a su hija.
-Su nombre será Judith.
-¿Judith? – Se preguntaron todos.
-De acuerdo, iré a anotarla – Dijo la enfermera.
-Es un nombre muy lindo – Dijo Erin.
-No lo sé, pero sé que a ella le hubiera gustado llamar así a su hija. Asique es en honor a ella – Dije.
-Judith Clifford, suena bien – Dijo Slash.
-No te precipites – Siguió Erin – Aún no sabemos si él la reconocerá… Oh si querrá verla.
Narración: Michael Clifford.
Michael estaba en el piso, llorando. Seguro esperaba un padre mejor, y no la basura que le ah tocado. No sabía qué hacer ni con él ni conmigo. Sentía un vacío en el pecho imposible de cerrar. Me sentía otra mierda en el mundo por la que todos pasaban por ensima. Trataba de recordar mis últimos momentos con ella y todos eran peleas, discusiones, mierda, mierda, y más mierda. Fui un estúpido, y recordaré eso por toda mi vida.
Escuchaba su voz por toda la habitación, llamándome, en algún idioma. Hasta creía verle. Veía su sombra, su rostro, por algún costado de la habitación. El llanto de aquel bebé… su cuerpo ensangrentado… Todo. No daba más. Estaba hecho mierda, no quería seguir adelante.
Solo quería desaparecer.
- Teen Wolf:
Aceptada!!!
ya estas con Calum y el rol esta ocupado por ti :)AAAAAHHHHH ;-; graciaslloro sapos de la emo-cion...oknoGracias...te envio un abrazo virtual[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
Zero.
Re: I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
IzzisHemmo1996 escribió:Cara de Ardilla♫ escribió:Gracias por el abrazo xDDIzzisHemmo1996 escribió:
- Ficha:
Skyler y Thomas
Nombre chica: Skyler Lightwood
Nombre chico: Thomas O'cconor
Representantes: Ariana Grande || Calum Hood
Rol: El Hombre-Lobo y La Druida
Escrito:
- Capitulo 42:
El final se acerca...
La despedida.
Mi decisión estaba tomada. No había marcha atrás, estaba decidido. Tenga lo que tenga que pasar, pero mi hijo nacerá. Eso es lo correcto.
Pedí al doctor total discreción con el tema. En dos días los chicos saldrían a una pequeña gira por Estados Unidos y Europa, y Erin se quedará conmigo para cuando nazca el bebé. Ella ni nadie estaban enterados.
-______, alguien vino a visitarte – Dijo Calum, sacando la cabeza por la puerta.
-¿Quién?
Salió Calum e inmediatamente entró Luke al cuarto. Quedé sorprendida en verle. Entró con un pequeño ramo de flores y con un pequeño oso de peluche.
-Quise venir a dejar mi presente – Dijo Luke.
Sonreí – Vaya, muchas gracias. Esta vez no pelearemos, ¿Verdad?
-No creo que estés con la suficiente fuerza para pelear. Cuando te mejores quizás nos gritemos un poco más – Respondió. Ambos reímos, y un incomodo silencio reinó en la habitación.
-Luke… Quería pedirte perdón por el daño que te he hecho.
-Vamos, no hagas esto. No te encuentras bien, y no quiero que pienses en eso. Forma parte del pasado.
-No para mí. No quiero irme con el recuerdo de saber que me odias, y que te he hecho mucho daño.
-Por favor ______, no digas eso. Yo no te odio, solo… Me molestaron un par de cosas. También fui un idiota, pero ya pasó. Vine para terminar toda esta guerra, y para que podamos mirar para el futuro.
-Gracias, Luke – Sonreí – Extrañaré hablar contigo, más que nada que ahora te irás de gira.
Rió – De hecho, no tendrás que extrañarme mucho.
-¿Por qué lo dices?
-Yo no iré a ningún lado. Me retiré de la banda.
-¡¿Qué?!
-Está todo más que bien con los chicos, incluso, hablé con Mike… Creo que ya no tenía cabida allí. Lo mantuvimos en secreto desde hace como un mes. Ellos tendrán otro gitarrista para la gira, yo iré un tiempo con mi madre, que no se encuentra bien de salud… Asique de vez en cuando vendré a visitarte, hasta que te recuperes y te haga cagar – Rió.
-Me dices algo que… Me pone muy triste. Todo será distinto ahora. Por más guitarrista que consigan, nunca nadie podrá reemplazarte a ti – Dije. Lágrimas comenzaron a correr por mi rostro.
-Por favor, no llores… Nada cambiará. Seguiré viéndolos y visitándolos, a todos. Prometo que no nos alejaremos.
-¿Lo prometes? – Pregunté.
-¿Acaso te mentí alguna vez te mentí? Lo prometo, ______.
Lo acerqué con mis brazos y lo abracé. Él hizo lo mismo – Te quiero Luke.
-Y yo a ti, _____.
Luego Luke se fue. Lo abracé con todas mis fuerzas y me costó bastante soltarlo. Temía que esa fuera la última vez que le vería, Sabiendo que se irá hacia donde está su madre. Sabía que por más promesas que hiciera, quizá no lo vería por un largo tiempo, más que todo porque, de suerte, no sacó tema sobre el embarazo y la paternidad del bebé. Quizá hizo sus propias conclusiones, quizá también siente que sea de Mike… Oh quizá simplemente no quiera hacerse cargo de nada. Sea lo que sea, agradecí en mi interior su gesto de no preguntar porque, me daba a entender por fin, de que daba paso libre a mi relación con Mike…
…Dos días después. Hoy era el día que los chicos partían hacia su nueva gira. No se fueron sin antes despedirse de mí.
-Bueno… Ya saben, lo de siempre. Cuídense, disfruten, y no se entreguen a la primera puta que se les cruce – Rieron todos – Y también no olviden, que los quiero mucho a todos, y les deseo lo mejor – Dije.
-Mírenla nada más, la enana se puso tierna – Dijo Calum.
-Chicos, me acaba de llamar el manager. Tenemos que ir enseguida – Dijo Ashton.
-Alto… ¿Tan pronto se irán? – Pregunté.
-Lo sentimos… Pero ya debemos irnos – Contestó Ashton.
-Chicos…
-¿Si? – Respondieron al unísono.
-Antes de irse… ¿Podrían darme un abrazo?
-… Claro que si, pequeña mujer – Respondió Calum y se acercó a darme un fuerte abrazo. Respondí de la misma manera, dándole un abrazo con mucho cariño. Me entristecía, porque sabía que extrañaría bastante su peculiar olor a cerveza que llevaba siempre consigo – Cuídate mucho, y por cualquier cosa… Suerte con el bebé.
-Gracias, a ti también
Cuando se alejó Calum quedé mirando a los que faltaban: Ashton y Mike. Ambos bajaban la cabeza como evitando el momento. Eso me dolía bastante, pero traté de comprenderlos lo más posible.
-Bueno… No los molestaré más. Vayan nomás, y suerte.
-¿Puedo despedirme de ti? – Me preguntó Ashton.
-¿Me lo dices en broma? Un abrazo tuyo es lo que más estoy necesitando.
Ashton se acercó y me tomó en sus brazos fuertemente en un gran abrazo. Lo tomé por la cintura y lo abracé con todas mis fuerzas. De repente se vinieron a mi cabeza todos nuestros buenos momentos, y fue inevitable que no me largara a llorar como una maricona. Sin dudas iba a extrañar estos momentos, muchísimo. Y mucho más a él, Ashton, quien fue mi hermano, mi padre y mi protector desde siempre.
-Voy a extrañarte mucho – Le dije.
-Y yo a ti. ¿Qué haré si me siento solo?
-No lo estarás. Solo imagina que estoy a tu lado comiendo un trozo de pizza viejo, o abraza a una almohada imitando a como me hacías cuando era pequeña – Le dije.
-No será lo mismo. Esa almohada no estará moviéndose como loca hasta dormirse ni me dirá ‘’hueles a perro mojado, Ashton’’ – Ambos reímos.
-Nunca cambias. Aún hueles a perro mojado – Le dije. Volvimos a reír.
-… A pesar de todo lo que pasó estos últimos tiempos… Quiero que sepas que te amo, y que siempre serás la mejor hermana enana que pudo haberme tocado, y estoy muy agradecido por eso.
-Eres el mejor hermano que pudo haberme tocado, ¿Sabes? Y te amo por ello… Te amo Ash…
Lo abracé aún más fuerte y ambos dejamos que las lágrimas cayeran por nuestro rostro. No podía creerlo. Esta era la despedida. La última vez que vería a mi hermano, y me pasaba que no quería soltarlo. Cuando lo vi cruzar aquella maldita puerta sentí como mi alma se iba de mi cuerpo. Me sentía vacía. No había nada más en el mundo que no deseara que se quede aquí conmigo, cuidándome y diciéndome que, tontamente, todo estaría bien. Pero tampoco podía detenerlo. Finalmente él estaba cumpliendo su sueño, su objetivo en la vida… Y de alguna forma, yo estaba cumpliendo el mío.
Todos salían de la sala, y el último en salir era Mike. Finalmente se acercó hacia mí y, sin decir nada, besó mi frente y me dio un corto abrazo. Luego se alejó. Antes de que pudiera salir, expresé mis últimas palabras hacia él.
-Te amo.
Mike se dio la vuelta, me miró, y siguió caminando. Esa fue la última vez que lo vi. Así se fue, dejándome esa triste última imagen, que me había tirado por completo al peor de los abismos. Quedé sola con Erin.
-Pequeña… Estás muy emocionada. Demasiado, te diría. Dime jodida, pero… ¿Sucede algo más?
-Erin… Necesito que me prometas algo.
-¿Qué?
-No puedes decírselo a nadie. No preguntes qué y por qué, pero solamente prométemelo.
-Yo… Está bien, lo prometo. ¿Qué es lo que pasa? No me asustes – Dijo tono de preocupación.
-Quiero que cuides a mi hijo o hija, hasta que Mike esté listo para hacerlo.
-No entiendo… Sabes que voy a apoyarte y a ayudarte, ¿Pero por qué dices eso?
-Porque… Erin… Yo no podré hacerlo.
-… ¿Qué dices?
-Tengo un problema, estoy enferma. Y cuando nazca el bebé yo no estaré para cuidarlo. Por eso, necesito que tú lo hagas.
-P… Pero… ¡Debe haber una solución! ¡Algo que podamos hacer, una cura, algo!
-Erin, no puedo curarme. No hay vuelta atrás. Mi destino está marcado. Mi cuerpo no aguantará el parto, pero lo importante es que mi bebé nacerá. Nadie sabe de esto, más que tú… Por eso, no debes decírselo a nadie, por favor. Confío en ti, eres una gran mujer, y me ayudaste mucho Erin, demasiado. Por eso sé que eres la indicada para cuidar a mi bebé hasta que Mike pueda hacerlo.
-______... Yo… No puedo… – Respondió a punto de romper en llanto. Cubría su cara para evitar ver su dolor.
-Sé que puedes hacerlo. Eres una mujer fuerte e inteligente, Erin. No hay otra persona que quiera para esto. Quiero que cuides a mi bebé, hasta que Mike pueda hacerlo. Conozco a mi hermano, él no lo querrá… Hasta Mike quizá tampoco… Y no quiero que quede desprotegido en este mundo de mierda. Prométemelo que lo cuidarás.
-No puedo _____...
-Por favor Erin. No te pediré nada más.
-No me siento lista… Ni para tu bebé, ni para el mio…
-¿Qué dices?
-_____... Estoy embarazada – Dijo y rompió en llanto. Como pude hice que se acercara y la contuve entre mis brazos.
-¿Calum lo sabe?
-Aún no se lo dije… No sé cómo hacerlo.
Sonreí – Felicidades amiga, nadie más que tú se lo merece.
-No lo creo… Soy tan ansiosa, tan tonta, a veces no me controlo ni a mí misma. ¿Cómo lo haré con tu bebé? ¿Y con el mío? Es mucho…
-Erin… A veces la vida te pone obstáculos, y debes saber pasarlos… Pero estos no son obstáculos. Creo que un hijo es lo mejor que puede pasarle a una mujer, ¿Sabes?, y tú te lo tienes más que merecido. Calum también, los dos. Sé que podrás hacerlo, además, mi bebé será solo hasta que Mike asuma su cargo. Mientras tanto podrás practicar con él – Ambas reímos-. Sé que serás muy feliz Erin, te lo mereces.
Sollozó – Esto es tan injusto, eres mi única verdadera amiga y… No quiero que te vayas, no es justo que te pase esto a ti.
-… Lo sé. Pero bueno, esto se debe hacer y es lo que corresponde, ¿No? No tengo miedo. Estoy en paz.
-…_____... ¿Nos cuidarás desde donde estés?
-Siempre, lo prometo. A mi bebé, a ti, a tu bebé, a todos. Serán muy felices, lo sé.
Me abrazó más fuerte – Te voy a extrañar mucho, _______...
-Y yo a ti, Erin... Jamás los olvidaré.
- Capitulo 43:
El final está cerca...
Buenas noches, amor.
Quinta Lamentación. Narración: Erin Everly.
Los días se hacen cada vez más difíciles por aquí. Cada día que pasa veo a _______, aunque sonría y diga que todo está bien, cada vez peor. Y eso me destroza, día a día en mi interior. Es tan injusto que a alguien de su corta edad le tenga que pasar esto, más aún con todo lo que se le venía.
Ella no merece esto. No merecía morir, ella no. Hay personas y personas, las buenas como ellas y las hijas de puta, que esas si se merecen el peor de los castigos. Como yo.
No le he dicho nada. En tres semanas se cumple la fecha de parto de ______, y como venimos esperando, de su futura muerte. He hecho algo que, si ella se entera, seguro me odiará. Asique decidí guardármelo y no decirle nada.
Eh abortado.
Eso es, aborté. La misma estúpida que se peleó con ella para que no abortara, la que la aconsejó y acompaño durante todo este tiempo, abortó. Fui una cobarde, una estúpida, me siento un fraude. No me sentía preparada y, con lo que le pasa a _______ me agarró un profundo miedo, asique, mezquinamente, preferí mi vida antes de la que mi hijo, aún sin saber si me pasaría lo mismo que a ella. Es un cargo de conciencia que llevaré toda mi vida, pero ahora debo soportar ese maldito peso.
12 de noviembre de 2013. Los rayos de luz atravesaron las cortinas de aquella fría habitación de hospital y cayeron sobre nuestros rostros, despabilándonos.
-… ¿Erin? – Me llamó ella, apenas levantando su voz.
-Aquí estoy. ¿Sucede algo?
-Me duelen… Mis piernas…
-¿Qué? Haber… Déjame ver…
Corrí lentamente la sábana y me encontré con una escena horrorosa. Mi rostro se inmovilizó por completo. Su piernas, flacas y pálidas por el poco movimiento, comenzaron a lastimarse. Pero no raspones cualquieras, sino era pequeños cráteres que se formaron en su piel. Ella no podía verlas, gracias a que su vientre tapaba toda su vista desde su cadera para abajo, y era preferible que no las vea. Preguntó qué pasaba, y solo pude responder que seguro era un calambre mañanero. Salí del cuarto aguantándome las ganas de llorar. Fui en busca del doctor.
-Disculpe – Le dije – Hay un problema con ______ Irwin.
-¿Qué sucede? – Pregunto.
-Ella… No se movió en todo este mes… Pero sin embargo, sus piernas están todas lastimadas, como si hubieran cavado unas cucharas en ellas. ¿Qué paso?
-Señorita Everly… Esos lastimados que vio en la paciente Irwin son escaras, lastimados que se hacen por su poco movimiento. No podemos aplicarle corticoides, asique están infectados.
-Por dios… ¿Y qué podemos hacer?
-Seré sincero con usted. En estos momentos… A ella le deberíamos amputar la pierna derecha, que es la más infectada, pero su cuerpo no resistirá. Seamos honestos… Hasta ella lo sabe, no le queda mucho por vivir. Sería algo inútil. Mejor que no se entere, su molestia pronto desaparecerá.
-¿Cuánto tiempo más aguantará? ¡Me dijo que le duele, le duele! ¿Dónde mierda se ganó su puto título? ¡Al demonio con usted! ¡Gracias por nada!
Salí corriendo de allí, antes de que mi rabia tomara control de mi cuerpo y provocara que le rompiera la cara a el estúpido ese que se hace llamar ‘’doctor’’. Antes de volver a entrar a la habitación me tiré a un costado de la puerta a llorar. Este último tiempo se hizo muy difícil para mí. Estaba destruida, sentía que no daba más. Era horrible ver como ella se descompensaba, como sufría dolores y como vomitaba sangre, sus brazos llenos de moretones y lastimados, y al mismo tiempo, no entendía de dónde sacaba esa sonrisa al hablar de su bebé. Odiaba sentir que estaba mintiéndoles a todos: a Ashton, a Mike, y a los chicos. Porque mientras ellos disfrutaban de sus conciertos, aquí ______ estaba muriendo.
No aguanté más. Pedía perdón al cielo y a ______ por romper mi promesa, pero me dirigí hacia el teléfono a llamar a Ashton. En poco tiempo pudo contestar.
-¿Aló?
-Ashton, habla Erin.
-Erin, antes que nada, gracias por todo lo que estás haciendo por ella. ¿Cómo se encuentra?
-Ashton – sollocé – Algo terrible está pasando…
-… Dime por favor, no me asustes.
-El cuadro de ______ empeoró Ashton… Ella está muy mal… No sabemos si sobrevivirá…
Un profundo silencio se hizo por el teléfono. Ashton no contestaba por más que insistiera. Llegué a temer que se podría haber desmayado o descompensado por la dura noticia que acababa de recibir… Ni más ni menos. Por fin volvió a contestar.
-…Vamos para allí.
Ashton colgó el teléfono. Me sentía una traidora por romper mi promesa con ______, pero por otra parte sentía un gran alivio dentro de mí.
Fui al baño del hospital a lavarme el rostro, para tapar lo que había llorado. Me dirigí hacia la habitación y allí estaba ella, retorciéndose en la cama, nuevamente sufriendo los espantosos dolores que le hacían padecer el dolor de huesos y sus lastimados.
-Amiga… Tranquila… Aquí estoy – Le dije, acercándome para tomarle la mano. Hizo un fuerte quejido y la apretó fuertemente.
-Erin… Me duele mucho… Mi vientre…
-Q… ¿Qué pasa? – Pregunté asustada.
-La panza… Se me pone dura… Me duele el vientre… Todo…
Levanté su sábana y parecía como si se hubiese orinado ensima, pero esto era distinto. Era como si solo fuese agua, que manchó todas las sábanas con una pequeña coloración roja. Quedé pensando, armando todo en mi cabeza, hasta que por fin descubrí la respuesta… Había roto fuentes.
-Por dios ______... ¡Vas a dar a luz!
Otra contracción golpeó contra su cuerpo y se quejó aún más fuerte. No pensé otra vez, me acerqué hacia la puerta y comencé a llamar desesperada a los doctores, hasta que por fin llegaron y se la llevaron en la camilla. En ningún momento dejé de seguirlos ni me aparté de ella. Pude ver por el ventanal como el cielo se cubría por un manto de nubes grises a punto de realizar, lo que parecía, una fuerte tormenta.
Llegamos a una sala mucho más amplia, llena de monitores y aparatos.
-Háganle una ecografía y verifiquen los latidos del bebé – Dijo el doctor.
Realizaron la ecografía. Aún se veía el bebé, o una imagen borrosa de él, puesto a que el niño o niña era bastante grande. Lo que llamó la atención de los médicos eran los latidos: Eran pocos, muy bajos y casi mudos.
-… ¿Sucede algo? – Pregunto _______.
-Los latidos del bebé van en descenso… Si queremos que sobreviva debemos hacer esto pronto – Contestó el obstetra.
-Por favor… Lo más rápido posible. Salven a mi bebé – Respondió ella.
Todos los doctores salieron en busca del equipo que les faltaba. En media hora harían una cesárea de urgente a ______. Eso me desesperó muchísimo más. Ya no quedaban dos semanas, sino dos horas. Ashton… Los demás… ¿Llegarán a tiempo? ¿Qué haré? Me quedaré sola… Estaba muy asustada.
-Erin… No quiero que te asustes, ¿Está bien? Esto es lo correcto. Esto elegí para mí.
-______... Los demás… ¿Qué harás?
-Eso iba a decirte. ¿Ves el monitor? – Señaló al ecógrafo – Allí se pueden grabar Dvd’s. Tengo uno en mi bolso… Por favor, alcánzamelo, pongo en la grabadora del ecógrafo y prende la cámara.
Hice lo que ella me pidió. Con paciencia, tratando que todo quedara bien. Al terminar mi trabajo, por pedido de _______, salí de la habitación. Permanecí unos 20 minutos fuera hasta que escuché su llamado. Fui, apagué la máquina y le entregué el DVD. Ella me lo devolvió, asegurando que era inútil que ella se lo quedara si necesitaba a alguien vivo para que se lo diera a los demás.
Sonrió – Erin… Gracias…
-No hay que agradecer, _______...
-No, de verdad… Gracias por todo. Por cuidarme, por apoyarme, por aconsejarme… Por todo. No hay palabras para definirte. Eres una gran persona y una gran amiga.
-…._______ – Respondí al borde de las lágrimas.
Me tomó de las manos – Te prometo que te cuidaré, esté donde esté. Te lo mereces. Sé que tu y Calum se aman mucho… Y sé que les espera lo mejor para ambos. Serán muy felices y tendrán una gran familia, ¿Sabes? Velaré siempre por ustedes.
-______... No hagas esto…
-Necesito decirte que… He cometido muchos errores, ¿Sabes? A veces elegí las cosas equivocadas y fáciles para mí… Que terminaron arruinándome. Pero tú nunca hagas eso. Nunca tomes el camino fácil, Erin. Nunca. No dejes que el mundo te arruine. Eres una mujer fuerte, inteligente, bella y muy valiente. Estoy… Muy feliz de haberte conocido… Y te adoro Erin… gracias por todo…
-Oh ______... Yo a ti…
Me acerqué y le di el abrazo más fuerte que le dí a alguien alguna vez en mi vida. Ambas quebramos en llanto, dolidas y con el profundo hueco en el alma sabiendo que esta sería nuestra última vez juntas. Nunca podría olvidarla, ni lo haría. Fue quizá de las mejores personas que conocí en toda mi vida. Nunca a nadie tomé tanto aprecio ni me dolió tanto su partida. Nunca.
Nunca me olvidaré de ella.
-Llegó el momento – Dijo el doctor, entrando al cuarto.
Todo pasó tan rápido… Llenaron de máquinas y de personal la sala. Imploré hasta que me dejaron permanecer allí, me pusieron una bata, un gorro y guantes. Prepararon su camilla, con cuidado la vistieron y se alistaron todos los demás. Estaban a punto de prepararla para anestesiarla.
-Adiós, Erin. Nunca te olvidaré – Me dijo.
-Hasta siempre ______. Tampoco nunca lo haré – Dije, tomándole fuerte de las manos.
En un momento, ella miró hacia arriba y dijo:
‘’Buenas noches, amor’’
Cerró los ojos y una sonrisa apareció en su cara. No entendí bien a quien se lo dijo eso, pero tampoco iba a preguntar. Simplemente cerré mis ojos y dejé que mis lágrimas cayeran por mi rostro.
Pusieron una máscara en su cara y para el minuto ya estaba dormida. Los médicos decidieron que era tiempo de operar.
Hicieron la primera incisión y casi me desmayo. Salió despedida una cantidad de sangre impresionante, como si una fuente estaría chorreando. El suelo, los guantes y los médicos quedaron embarrados por enteros. La sangre fluía, y fluía.
Otra máquina marcaba los latidos del corazón de ella. Cada vez eran más débiles.
Hicieron la segunda, y la más importante incisión de todas: El útero. Nuevamente otro mar de sangre salió despedido de su cuerpo.
La máquina cada vez marcaba sus latidos más débiles.
-Señores, apresuremos esto – Dijo el doctor.
Rápidamente abrieron el saco amniótico. Abrieron paso por los restos de este y comenzaron a buscar el bebé.
-Aquí veo las orejas… Estoy agarrando algo, pero no sé si son sus piernas o su cabeza…
Unos pocos minutos más y por fin el doctor sacó el bebé. Estaba pálido, manchado por sangre, y no daba señal de vida alguna.
-No siento latidos… – Dijo el doctor. Todos callaron.
El bebé estaba inmóvil. El doctor daba palmadas en su cola, y nada. Comenzó a palmar sobre su pecho, a hacer movimientos sobre este para estimular su corazón… Y nada. Todos comenzamos a alarmarnos. El doctor dio vuelta hacia la espalda del bebé, lo palmeó un poco más fuerte hasta que por fin sentimos un débil llanto, que crecía a cada respiro que daba el bebé. Una sonrisa se dibujó en el rostro de todos y exhalamos todo el aire contenido al ver al pequeño bebé llorando y pataleando por todos lados.
-Señores, tenemos aquí a una hermosa y sana niña – Dijo el doctor.
Cortaron el cordón y me pasaron al bebé. Tan indefensa, y se ve frágil para los demás… Era simplemente bellísima. Sin duda, su llanto y sus pataleos era lo que más queríamos ver y escuchar en estos momentos.
Sonreí – Es tan…
El aparato interrumpió mi palabra. Emitió unos dos últimos latidos y luego una infinita línea en la pantalla. Era el corazón de ella. Se estaba apagando.
-Por favor señorita Everly, tendrá que esperar afuera.
El doctor me llevó hacia la salida de la sala de partos sin explicación alguna. Nuevamente rompí en llanto, sabía que era el fin. Miré a la pequeña bebé, aún en mis brazos, tan indefensa… Su mirada perdida, sin saber que estaba pasando me destrozaba el alma. Apegué su pequeña cabeza y su pequeño cuerpecito sobre mi pecho y dejé que mis lágrimas mojaran su cabecita.
Me alejé de la sala, caminando sin rumbo por los pasillos del hospital, hasta casi llegar a la salida.
Levanté mi mirada y vi a dos personas entrar, completamente mojadas por la lluvia de noviembre que se daba en la ciudad. Eran Ashton y Michael.
Apenas entraron, los tres nos miramos y quedamos quietos, sin decir nada. Lo único que escuchábamos era el llanto de la bebé.
Los ojos de ambos se llenaron de lágrimas.
-Donde… Donde está ella… – Preguntó Ashton.
-… Yo… Lo siento mucho…
Mike salió corriendo, buscándola en cada sala a ella, preguntándole a cada persona si sabía dónde se encontraba. Finalmente noté que llegó hacia donde ella se encontraba, y entró. A los pocos segundos dos hombres lo sacaron a empujones. No pudo volver a entrar. Comenzó a sollozar y se cubrió el rostro, incrédulo de lo que estaba pasando.
-Oh no… No… No… No… No...
Gritaba Mike. Sollozaba y se tocaba el pecho, como si le estuvieran sacando el alma a los tirones. De pronto, su cuerpo cayó tendido en el piso.
-¡No, no, no, no! – Gritaba Mike, con su voz entrecortada por su sollozos.
-Ella… ¿Ella se fue? Erin, ¿Ella se fue? – Dijo Ashton. Yo no pude contestar. No sabía qué. – No… No puede ser… No… Ella no… ¿Qué hago ahora?... Cómo haré para respirar, Erin ¿Cómo?... ¡Cómo! ¡No puede estar pasando, no mi niña, no ella! ¡No, no!
Todo era tan injusto que hasta el cielo lloró por ella. La fría lluvia de noviembre cubrió aquel día en Los Ángeles. Allí me encontraba con la pequeña hija de _____, llorando, buscando sentir los latidos de su mamá. Ambos, Mike y Ashton, estaban tirados en los pasillos del hospital, sin explicación alguna del vacío que sentían. Sin encontrar respuesta alguna a lo que estaba sucediendo.
Al final, la luna ganó. Y terminó llevándosela.
________ Irwin murió el 12 de noviembre de 2013.
- Capitulo 44:
Hole.
Narración: Erin Everly.
‘’Buenas noches, amor’’
Esas fueron sus últimas palabras. En ese momento desconocía por completo por qué lo dijo, o a quien lo dijo. No tenía mucho que pensar, menos en momentos así. Lo que más me sorprendía es que ella sabía que era su último momento, cualquiera se pondría mal si supiera eso. Pero esas palabras lo dijo con tal serenidad y paz, con tanto amor, que me llegaron hasta el alma.
…
Mike lloraba desconsolado en el suelo de la sala de espera, sin nada ni nadie que pudiera calmarlo, gritando y sollozando como desesperado, sin poder creerlo, pidiendo inútilmente que hagan algo para salvarla. Pero ya era tarde.
Ashton tampoco podía creerlo, estaba destrozado. No dejaba de culpar al cielo del porqué se la habían llevado a su hermanita. A su pequeña hermana, su niña, la que todos sabíamos que era más de su vida. No le servía de nada decirle que estaremos siempre con él, porque él lo afirmaba: No le importaba nadie más, él quedaba solo. Solo. Temía por él, por su salud mental y emocional. Sinceramente temía que Ashton llegara a hacer alguna locura… Y me refiero a suicidarse.
Los chicos llegaron dos horas más tarde de lo sucedido. Todos estábamos de la misma manera, incrédulo, destruidos. La limpiaron y la llevaron a una sala especial del hospital, para que podamos despedirnos del cuerpo de _______.
Ashton se acercó apenas entramos. Quebró en llanto cuando vio su cuerpo. Quedó mirándolo unos segundos de lejos, como guardándose esa imagen en su cabeza. Luego se acercó, y recostó su cabeza sobre el vientre de ella. Acariciaba delicadamente su cabeza, su cabello, y los moretones que tenía en sus brazos debido a su enfermedad.
-Mi niña… ¿Por qué te pasó esto?... ¿Por qué a ti?... Eso es tan injusto… ¿Cómo haré para respirar, ______, cómo?... No podré superarlo nunca, ¿Entiendes?... Todo lo que me motivaba a seguir adelante eras tú… Mi corazón está destruido, no seré nada sin ti… Nada… Te amo más que a nada en el mundo… Eres mi hermanita… Fuiste tan fuerte, tan valiente… Estuve siempre muy orgulloso de ti… Te extraño, te amo mucho…
Llorábamos al escuchar la dulce y dolorosa despedida de Ashton para con ella. Uno de lo más dolidos era Calum. No dejaba de repetir cuánto la extrañaría. Fue el segundo que se le acercó, tomó cuidadosamente sus manos y besó delicadamente su cabeza. Luego todos juntos nos acercamos y nos sentamos alrededor de su cuerpo. La bebé estaba en observación.
Luego de lo que pasó en la sala de hospital Mike se fue.
-¿Recuerdan cuando luego de las fiestas corría a las prostitutas? Eso la embroncaba mucho – Dijo Ashton. Difícilmente todos sonreímos.
-También cuando sacaba mis guitarras. Sabía que me molestaba, pero lo recompensaba todo diciéndome que quería ser como yo – Dijo Calum.
-Recuerdo… Nuestro primer día aquí. Cuando la llevé a bailar… Creo que era en Whisky a Go Go… No lo sé… Pero recuerdo que parecía una chica mayor. Estaba muy hermosa – Dijo Ashton.
-Cuando yo la conocí… Recuerdo que era un día que estaba muy nerviosa. Ella se acercó y comenzó a hacer chistes para romper la tensión. Le agradecí mucho por ello – Dije.
Seguimos contando anécdotas que la incluían. Todos eran momentos felices, y si eran tristes, ella siempre los animaba. Podíamos sonreír y hasta en alguna ocasión, largar una pequeña carcajada. Callamos y quedamos viendo su cuerpo. A pesar de todo, lucía tan hermosa como siempre, solo algo más pálida. Parecía como si dormía tranquilamente, fuera de todos sus dolores y angustias. Eso nos tranquilizaba de alguna manera a todos, sabiendo que ya no sufría. Pero nos dolía, porque queríamos tenerla con nosotros por más tiempo.
-… Voy a extrañarla toda mi vida – Dijo Ashton.
-Hermano… Sé que todos lo haremos – Dijo Calum – Pero… aunque cueste… Ella no quisiera que estemos tristes… Quiere vernos bien, ¿No? Porque es así… Ella nos está cuidando.
Seguí – Ella… Me prometió que nos cuidaría a todos. No estaba asustada… Se sentía en paz. Sabía que estaba haciendo algo bueno… Solo pensaba en salvar la vida de su hija. Ashton… Ella temía dejarte solo. Debes demostrarle que puedes seguir adelante, por todos Ashton… Estoy segura que no querría más que eso. Para Michael también, aunque no esté aquí.
-… No podré si no la tengo a mi lado. Primero nuestra mamá, luego nuestro papá, ahora ella… Me quedé solo.
-Hermano, acaba de nacer una preciosa bebé que resulta ser hija de ella y tu sobrina. Ella dio su vida para dejarte ese regalo. Mírala y recuerda que toda ______ está en esa niña. Ella necesitará de ti… Seguro ella querría que la cuides a la bebé como la cuidaste a ella – Dijo Calum.
-Ashton… Ella dejó un video.
-¿Qué? – Respondieron todos al unísono.
-Aquí al lado está una sala de máquinas. Podemos ir a reproducirlo ahí. Vamos – Dije.
Pedimos permiso y pusimos la cinta que hizo ella antes de morir. Apenas vimos la imagen de ella, que había grabado hace unas tres horas, quedamos callados, escuchándola. La cinta duró unos cinco minutos… Y pareciera como si nos consolaría para toda la vida. Nuevamente lloramos todos, pero de emoción. Era hermosa cada palabra que decía, para cada uno de nosotros. Termino la cinta y terminamos abrazándonos todos. Sentimos una hermosa paz provocado por sus palabras.
Nos dirigimos hacia la sala donde estaba su cuerpo para darle nuestro último adiós.
Ashton abrazó su cuerpo y besó su cabeza – Te prometo que haré todo y estarás muy orgulloso de mí. Te amo y siempre te amaré.
Calum se acercó, besó su cabeza y tomó su mano – No llegaste a ser como yo, fuiste aún mucho mejor. Nunca te olvidaré.
Finalmente me acerqué y le di mi último abrazo – Te prometo que la cuidaré y nunca te olvidare. Te amaré siempre, amiga.
Guardamos en nuestra mente su última imagen. No la veíamos como alguien muerta, sino como aquella pequeña mujer que estaba durmiendo en un largo sueño. Salimos y fuimos a Neonatología, donde se encontraba la hija de _______.
-Disculpe, buscamos a la bebé de la paciente Irwin – Dijo Calum a la enfermera.
-Aquí se encuentra – Respondió.
-¿Cómo se encuentra? – Preguntó Ashton.
-Los chequeos han terminado. Ella está perfecta de salud, solamente que muy hambrienta – Dijo la enfermera. Todos reímos – ¿Quieren verla? – Asentimos todos – Pero debe pasar solo uno.
-Chicos… ¿Puedo ser yo? – Dijo Ashton.
-Claro Ashton, tú eres su tío.
-Gracias, ya volveré.
Narración: Ashton Irwin.
Me prepararon con una bata y taparon mi cabello con un gorro. Esperé nervioso a que trajeran al bebé. Tenía miedo de lastimarla, hacerle algún daño, tirarla, hacerla llorar o vomitar… Lo que sea. Hacía mucho que no tenía un bebé en brazos.
Finalmente la misma enfermera que nos atendió entró con un bebé llorón en brazos.
Quedé algo sorprendido. Tomé al bebé con mis manos y miré a su pequeña cara. Abrió los ojos y… Algo nuevo despertó en mí. Su mirada era tan… angelical. Sus ojos color café-verdáceos brillaban, y me enamoraron. Tenía unos cachetes… Una boca tan bonita… Era tan parecida a ella… Me sentía protector con solo verla, tan pequeña e indefensa.
La apoyé sobre mi pecho y la abracé contra él. Sentía una hermosa sensación al ver como el bebé reposaba tranquila sobre mi pecho, fuera de cualquier cosa que pudiera lastimarla. Inconscientemente besé su cabeza y con mis dedos acaricié su pequeña cabeza.
Todo el dolor desaparecía con ella en mis brazos. Se había transformado en mi nuevo mundo.
-Escuche, la niña está hambrienta. Dele de comer – Dijo la enfermera y me pasó un biberón.
Instintivamente el bebé se prendió de la tetina. Me resultaba hasta hermoso de ver la forma como se alimentaba. En partes me sentía un ridículo, extremadamente cursi… Pero poco me importó. Quería seguir disfrutando del momento.
-Eso es… ¿Te gusta, pequeña?... ¿Te gusta, corazón? – Decía tontamente a la niña.
Levanté mi mirada hacia los demás. Todos estaban sonriendo. Me acerqué hacia ellos con el bebé aún en brazos.
-Ash, joder, eres tierno – Dijo Calum.
-Simplemente me enamoré de la pequeña… Me puede – Dije. Todos rieron.
-Es muy bueno verte así… Tienes buen papel de padre Ashton, te felicito – Dijo Erin. Le agradecí.
Se acercó la enfermera – Usted que es el hermano de la paciente… Ella falleció, ningún padre reclamó a la beba, asique usted sería el tutor. Es importante que la niña tenga nombre. ¿Pensó en alguno?
Todos comenzaron a tirar ideas y nombres. Instintivamente recordé nuestra infancia con _____: Su programa preferido era uno sobre unas adolescentes con poderes. Siempre odié ese programa, pero ella lo amaba. Más que todo a una de las protagonistas. Recordé su nombre y no dudé más en ponerle ese a su hija.
-Su nombre será Judith.
-¿Judith? – Se preguntaron todos.
-De acuerdo, iré a anotarla – Dijo la enfermera.
-Es un nombre muy lindo – Dijo Erin.
-No lo sé, pero sé que a ella le hubiera gustado llamar así a su hija. Asique es en honor a ella – Dije.
-Judith Clifford, suena bien – Dijo Slash.
-No te precipites – Siguió Erin – Aún no sabemos si él la reconocerá… Oh si querrá verla.
Narración: Michael Clifford.
Michael estaba en el piso, llorando. Seguro esperaba un padre mejor, y no la basura que le ah tocado. No sabía qué hacer ni con él ni conmigo. Sentía un vacío en el pecho imposible de cerrar. Me sentía otra mierda en el mundo por la que todos pasaban por ensima. Trataba de recordar mis últimos momentos con ella y todos eran peleas, discusiones, mierda, mierda, y más mierda. Fui un estúpido, y recordaré eso por toda mi vida.
Escuchaba su voz por toda la habitación, llamándome, en algún idioma. Hasta creía verle. Veía su sombra, su rostro, por algún costado de la habitación. El llanto de aquel bebé… su cuerpo ensangrentado… Todo. No daba más. Estaba hecho mierda, no quería seguir adelante.
Solo quería desaparecer.
- Teen Wolf:
Aceptada!!!
ya estas con Calum y el rol esta ocupado por ti :)AAAAAHHHHH ;-; graciaslloro sapos de la emo-cion...oknoGracias...te envio un abrazo virtual[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
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Re: I Fell In Love With A Wolf || I. A. || N.C
hola bella, como estas¿ emm, tengo una duda... solo vvi los primeros caps de teen wolf, de la primera tempo, osea, nunca la termine de ver por lo tanto no tengo muy en claro la historia ni nada, aun asi puedo participar? me gustaría hacerlo por el rol de hombre lobo y humana...
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