"Un padre para su hijo" Zayn Malik y tu. Adaptada (TERMINADA)

CAP. 3 parte III

- Zayn...

Pero él había puesto de nuevo su atención en la carretera.

-Ya hemos llegado -dijo secamente._____ suspiró aliviada al tiempo que él detenía el coche a la altura de un restaurante italiano. Solo Dios sabía lo que había estado a punto de decirle cuando susurró su nombre. El restaurante era pequeño y estaba iluminado con velas. Se encontraba casi lleno, e _____ creía que no podrían quedarse. Pero no fue así. Lo conocían bien. Zayn pidió una mesa en un rincón apartado y se la dieron.
Ella ojeó el menú. Cuando levantó la vista de nuevo lo encontró mirándola fijamente.

-¿Sabes ya lo que vas a pedir?

Ella negó con la cabeza.
Zayn recorrió el menú con el dedo.

-¿Por qué no pruebas la lasaña de espinacas? -sugirió-. Muchas vitaminas para fortalecerte. Y tú, querida, desde luego lo necesitas.

Asintió obedientemente.

-De acuerdo.

No estaba acostumbrado a tanta pasividad por parte de _____, y pensó en el cansancio que reflejaba su cara mientras se acercaba el camarero.

-Tómate un zumo de tomate -casi era una orden-. ¿Te gusta, verdad?
-Sí, gracias -desdobló la servilleta y se la colocó sobre las piernas mientras él pedía la comida.
-Bueno - Zayn pasó el dedo pensativamente por el mantel blanco y se inclinó hacia ella-. Tenemos, o mejor dicho, tienes que tomar unas cuantas decisiones.
-¡No me voy a casa!
-No, ya lo dijiste -su boca se endureció-. De todas formas, tu objeción es un formalismo, pues ninguna compañía aérea te permitiría volar en un estado tan avanzado de embarazo. Fijó la oscura mirada en su vientre, como si calculase el tiempo de gestación-. Así que estás de... ¿cuántas semanas?

Ella dudó.

-Treinta y siete.
-Solo faltan tres semanas -sus ojos la quemaban-. ¿Cuándo lo concebiste? - Zayn se ruborizó-.

-No tengo por qué contestarte.
-No, claro que no -asintió-. Pero, en cualquier caso, lo puedo calcular yo mismo -sus ojos se entrecerraron mientras calculaba mentalmente, luego los abrió para mirarla con asombro-. Eso nos sitúa más o menos en Carnaval.
- Zayn, ¿es necesario?- Él la ignoró.
-Lo que significa que te quedaste embarazada justo después de que yo me marchara.

Ella pensó que no tenía ningún sentido negarlo.

-Sí.
-O quizá fue durante mi visita -sugirió. No había previsto un ataque de celos.
-¡No! -se apresuró a decir _____.- Él frunció el ceño, sin importarle que el camarero estuviera sirviéndolos.

-Entonces, ¿quién es? No recuerdo haberte visto con nadie. Ningún amante ardiente por ninguna parte. Ni recuerdo que salieras corriendo cada dos por tres para encontrarte con alguien.

Había sido todo lo contrario. Ella había estado a su lado la mayor parte del tiempo. Su padre incluso había bromeado sobre ello. «Se ha convertido en tu sombra, Zayn». El anciano se había reído, y _____ lo había amenazado en broma con darle un puñetazo en el estómago mientras Zayn miraba el movimiento lujurioso de sus pechos con ojos hambrientos y corazón culpable. Estaba seguro de que, si su anfitrión hubiera sabido lo que pasaba por su mente, lo habría echado del rancho en aquel mismo instante.

-¿Quién es? -preguntó de nuevo, solo que esa vez voz sonó débil.

_____ empezó a comer la pasta mecánicamente. Hizo un esfuerzo para mirarlo a los ojos.

-¿El que me quede contigo está condicionado a que te diga quién es el padre del niño?
-No necesito saber su nombre. Desde luego no voy a intentar sonsacártelo -hubo una pausa larga y peligrosa-. Pero como aparezca exigiendo verte...
-No lo hará -se apresuró a decir _____ -. No ocurrirá. Te doy mi palabra, Zayn.
-Pareces muy segura -miró a _____ por encima del borde de su copa con una mirada oscura tan intensa como su siguiente pregunta-. ¿Quiere eso decir que la aventura ha terminado definitivamente?

¿La aventura? ¡Si él supiera!

-Sí - _____ tragó saliva. Le debía la verdad. O al menos toda la verdad que fuera capaz de decirle sin parecer la mayor beep sobre la faz de la tierra-. Se acabó. Realmente nunca llegó a empezar -sus ojos brillaban al mirar al hombre al que había idolatrado desde que podía recordar.
-Pero no puedo quedarme contigo ni un solo un minuto si me desprecias por lo que he hecho, Zayn.
-¿Despreciarte? -la miró y sintió una oleada de furia. Menuda forma de tener al primer bebé, pensó con acritud. No debería ser así para ninguna mujer, pero especialmente para _____.

Recordó la llegada al mundo de su hijo Eduardo, para la que Elizabeth había planeado todo hasta el último detalle. No se había dejado nada al azar, excepto quizá el mismo azar. Él había dicho en broma que la bolsa para el hospital estaba preparada casi desde el momento de la concepción, y Elizabeth se había reído. Su voz se dulcificó.

-¿Por qué iba a despreciarte?
-¿Por qué crees? - ____ miró su plato fijamente-. Porque voy a tener un bebé. ¡Porque voy a ser una madre soltera! He defraudado a mi padre -dijo con voz ronca-, y a mí misma.

Él se inclinó hacia ella por encima de la mesa, de forma que la llama de la vela se reflejó en sus ojos verdes.

-¡Escúchame, _____ Fernandes, y deja de martirizarte! -susurró-. No vivimos en la Edad Media. Vas a criar a un hijo sola, ¿y qué? Un tercio de la población de Inglaterra está divorciada, y hay montones de niños víctimas de matrimonios rotos. Por lo menos tu hijo no tendrá que presenciar el deterioro de una relación.
-¡Pero yo no quería tener un bebé de esta forma!

-Sé que no -tomó su mano. La sentía pequeña, fría y sin vida, y empezó a acariciarla, dándole un poco de calor. Notó cómo temblaba y sintió la urgente necesidad de consolarla, de protegerla-. No hay un hotel Merton, ¿verdad? -preguntó de repente.
-¿Cómo lo sabes?

Su boca se torció con una extraña sonrisa.

-¿Tú qué crees? Fui a buscarte.
-¿Lo hiciste?
-Claro.

Después de que ella se marchara de su casa tan bruscamente, él había ido al teatro con Judy. Estuvo aburrido y distraído durante la obra, viéndose obligado después a soportar las indiscretas preguntas de Judy, que se había empeñado en averiguar todo sobre ____. El exceso de vino había hecho llorar a Judy, que lo acusó de ocultar algo sobre su relación con la chica brasileña. Había hecho acusaciones sobre _____ que lo habían horrorizado tanto como lo habían excitado...
La había llevado a su casa y se había resistido a todos sus intentos de seducirlo. Después, había llamado a información telefónica para pedir el número del hotel Merton. Así descubrió que no existía tal sitio.
Pensó que _____ no quería que la encontrara, lo que lo sorprendió porque las mujeres normalmente le facilitaban que las localizara. Pero estaba en su derecho, pensó contrariado.
Y ahora sabía por qué.

-¿Por qué viniste a verme ese día, ____? ¿Para pedirme ayuda?
-Yo... Sí. Esa fue la razón.
-Pero algo te hizo cambiar de opinión. Me pregunto qué -su mirada delataba interés-. ¿Por qué te fuiste sin decírmelo?
-No lo pude soportar. Cuando llegó el momento, fui incapaz de decírtelo
-¿Es eso todo? -le preguntó.

Volvió a dudar, pero no podía admitir que se había sentido intimidada por Judy. Y por el simple hecho de que él tuviera novia.

-Eso es todo. ¡Zayn! ¿Qué es lo qué he hecho? Las palabras entrecortadas de _____ lo hirieron, y apretó su mano.
-Ya no puedes hacer nada. Has tenido mala suerte, eso es todo...
-No digas eso, por favor -hablaba en voz baja-. Estamos hablando de un bebé. No de mala suerte.
-No quería decir eso. Te arriesgaste y has pagado un precio muy alto -se rió con amargura-. ¿Es que nadie te ha hablado nunca de métodos anticonceptivos?

Pero se dio cuenta de que sus palabras le hacían imaginar cosas que no quería,
____ en la intimidad con otro hombre, su melena extendida en la almohada de un extraño como un abanico... y un sabor agrio le llenó la boca. Puso la servilleta sobre la mesa y la miró desafiante.

-Espero que al menos mereciera la pena, querida. -¿Merecer la pena? ____ miró su plato fijamente, pero las lágrimas empañaban sus ojos. Si él supiera…


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Es un poco más largo que de costumbre, pero se que a ustedes no les importa xd

Mañana les subiré maratón por 3 razones:
1.- Por el cumpleaños de BooBear :)
2.- Por ser víspera de navidad y merecen un regalo
3.- Porque es navidad vale!! Hay que ser generosos xd

CHICAS de verdad gracias por todo, las aprecio mucho, aprecio mucho que esten allí.
Vieron que Niall se puso los brackets? u_u yo no queria, yo lo amaba asi... Pero bueh, hay que respetar su decisión.
AMANDO la foto de arriba *-*
Fati, tranquila xd todas estamos ocupadas :) que bien que le tomes mas amor a zayn :twisted:

CHICAS LAS AMO
Eva xxx

MARATON (CUMPLE DE LOU Y FELICES FIESTAS)

CAP. 4 parte I


Daban las nueve cuando Zayn aparcaba en la tranquila y arbolada calle. Era una noche fría y clara, y la luz de la luna iluminaba las elegantes casas, bañándolas en una pálida luz plateada que hacía que parecieran encantadas.

-¿Estará durmiendo Eduardo? -preguntó______ soñolienta.
-Desde luego estás desfasada sobre la hora de irse a dormir los niños -contestó él al tiempo que introducía la llave en la cerradura-. Estará jugando con el ordenador, supongo -abrió la puerta y la dejó pasar, dejando la bolsa de _____ en el pasillo de la entrada-. ¡Hola! -dijo sin gritar.

Se oía el ruido de los platos que alguien recogía. Luego, apareció una mujer de unos cincuenta años, secándose las manos en los pantalones. Tenía el pelo corto y rizado, de color rojo con mechas grises, y una cara pecosa, sin maquillar. Su polo y pantalones azul marino estaban tan limpios y bien planchados que parecían un uniforme. Miró brevemente la maleta de ______ antes de sonreír a Zayn.

-¡Vaya! Has vuelto justo a tiempo para leerle un cuento a tu hijo.
-Pero si dice que es muy mayor para cuentos -replicó Zayn con una sonrisa.
-A no ser que sea su padre el que se lo lea. Eres la excepción que confirma la regla, Zayn. Como siempre-la mujer miró de nuevo a ______ sonriendo amablemente-. ¡Hola!
-Jessie, quiero presentarte a ______ Fernandes, una vieja amiga de la familia.
-Sí, lo sé. Eddie ha hablado mucho de ti -dijo Jessie todavía sonriendo.
- _____, ésta es Jessie Taylor, mucho más que un ama de llaves. ¿Cómo te describirías a ti misma, Jessie?
-Como tu fiel esclava ¿cómo, si no? Encantada de conocerte, ______ -Jessie le ofreció su mano-. Tu padre es el dueño de ese increíble rancho, ¿no?
-Ese mismo -asintió ______.
-¿No echas de menos Brasil?
-¡Solo en invierno! - _____ bromeó envolviéndose en su gabardina, agradecida por la delicadeza de Jessie de no mencionar su estado.
- ____ se quedará con nosotros por el momento, Jessie -dijo Zayn.
-Bien -Jessie asintió-. En el cuarto de invitados, ¿verdad? -preguntó en tono delicado.

Zayn frunció el ceño. ¿Pensaba Jessie que había traído a casa a una mujer en avanzado estado de gestación para pasar noches de sexo desenfrenado? Vio las ruborizadas mejillas de _____, y se dio cuenta de que ella había pensado lo mismo.

-Por supuesto que sí. En la habitación de invitados. ¿Está la cama preparada?
-No -dijo Jessie apresuradamente-, pero la puedo preparar ahora, antes de irme.
-Por favor, no se moleste -dijo _____ rápidamente-, no soy una inválida, puedo hacerlo yo. ¡De verdad!

Pero Jessie negó con la cabeza.

-Santo cielo, no lo permito. Pareces muerta. ¿Por qué no te sientas, querida?

_____ dudó.

-Vamos, siéntate -ordenó Zayn con suavidad-, ponte cómoda.

Estaba demasiado cansada como para discutir con él, con lo fácil y placentero que resultaba que Zayn tomara las decisiones.
Se tumbó en uno de los dos sofás que había en la habitación y, con cuidado, se quitó los zapatos. Tenía los pies hinchados. Levantó la vista y vio cómo él la observaba, con la frente surcada por la preocupación. _____ sonrió levemente.

-Me dijiste que me pusiera cómoda.
-Sí, lo hice. Supongo que esperaba que discutieras -apuntó secamente-. No tenía ni idea de que fueras tan cabezota.

-Y yo no tenía ni idea de que fueras tan dominante.
-¿Ah, no? -se burló, y al no contestar ella nada sonrió-. Quédate aquí, voy a darle las buenas noches a Eddie.

Encontró a su hijo tapado con el edredón y con los ojos hinchados por el sueño.

-Hola, papá -bostezó Eddie.
-Hola, hijo -sonrió Zayn -, ¿leíste mi nota? Eddie se restregó un ojo y bostezó otra vez.
-¿Qué tal está, _____?
-Cansada. Se va a quedar con nosotros. -La cara del niño se iluminó.
-¿Sí? ¡Qué bien! ¿Cuánto tiempo?
-Aún no lo sé - Zayn dudó cómo explicar aquella situación a un niño de diez años. Finalmente decidió que lo mejor era decirle simplemente la verdad-. Va a tener un bebé.

Eddie dejó de restregarse el ojo y miró a su padre.

-¿Sí? ¿Cuándo? -Zayn sonrió.
-Pronto, muy pronto.

Eddie se incorporó en la cama como un rayo.

-¿Y se quedará a vivir con nosotros el bebé también?
-Lo dudo -dijo Zayn -. Probablemente vuelvan a casa, a Brasil, cuando haya nacido.
-Ah, -dijo Eddie decepcionado, y volvió a meterse bajo el edredón-. Llamó Judy.
-¿Sí? - Zayn frunció el ceño. Siempre había sido muy sincero con las mujeres. Desde el principio les decía que no buscaba amor, ni una pareja para toda la vida o una madre para su hijo. Judy le había asegurado que aceptaba esa situación, aunque el tiempo había demostrado lo contrario y su comportamiento hacia _____ había confirmado sus sospechas. Pero Judy era persistente, y él demasiado educado como para no contestar sus llamadas telefónicas.
-¿Qué quería? -preguntó con cautela. Eddie hizo una mueca.
-Lo de siempre. Quería saber dónde estabas. Se quedó callada cuando le dije que habías ido a visitar a _____.
-¿Ah, sí?- Eddie bostezó.
-Papá, ¿tengo que ir al colegio mañana?
-Claro que sí. Estás a mitad de curso.
-Sí, ya lo sé, pero... -Eddie se mordió el labio-, pero quiero ver a _____, la última vez se fue corriendo.

CAP. 4 parte II

-Esta vez no se va a ir a ninguna parte -dijo Zayn, pero pudo ver por la expresión en los ojos de su hijo que no estaba del todo convencido. Y pensó: «¿qué demonios? ¿Qué importa que falte un día si eso lo ayuda a acomodarse a esta nueva y extraña situación?»-. Quizá no vayas a clase -dijo al tiempo que agarraba el libro de cuentos que había a un lado de la litera.-. Pero recuerda que solo he dicho quizá. ¿Quieres que termine de leerte esto?
-¡Sí, por favor!
-¿Dónde nos habíamos quedado?
-En la parte donde convierte a su padre en sapo por error.
-¿No será eso lo que quieres tú? - Zayn empezó a leer.

Antes de acabar la segunda página, Eddie ya se había dormido. Zayn apagó la luz y salió de puntillas de la habitación, encontrando a _____ tal y como la había dejado, tumbada en el sofá. Tenía las manos entrelazadas sobre el hinchado vientre, y la expresión serena.
Era la primera vez que veía su cara relajada, y se la quedó mirando un largo rato, pensando en cuánto habría tenido que soportar en aquella casa solitaria, embarazada, asustada, sola. Su pelo brillaba, esparcido sobre el cojín de terciopelo que hacía las veces de almohada, y sus largas y oscuras pestañas resaltaban en sus ojos cerrados. Se había desabrochado los dos botones superiores del vestido, revelando la piel increíblemente fina y tersa que cubría su pecho, como si estuviera hecha de mármol y no de carne y hueso. Una vena dibujaba un suave trazo azul sobre su corazón, cuyo rápido palpitar era visible bajo la piel.
Escuchó un ruido y levantó la vista. Jessie estaba de pie al otro lado de la habitación con el gesto pensativo mientras lo observaba. Parecía estar deseando hacerle una pregunta, pero lo que dijo fue totalmente inocuo.

-La habitación de invitados está lista -dijo, y esperó.
-Gracias -Zayn se alejó de donde dormía _____ y entró en el comedor para servirse un whisky mientras decidía qué debía hacer.

Jessie había trabajado para él desde que Elizabeth murió. A veces, pensaba que la habían enviado los ángeles y no una agencia de empleo. Ella también era viuda, y sabía que la ayuda práctica era mejor que todos los lamentos del mundo. Era lo suficientemente joven como para resultar una compañía divertida para Eddie, pero no tanto como para pensar que se estaba perdiendo algo en la vida al cuidar de un niño que no era el suyo.
Zayn sabía que esperaba alguna explicación, y que se la debía. Pero no quería hablar sobre _____ mientras ella dormía. Tomó un sorbo de whisky y dirigió sus preocupados ojos hacia Jessie.

-Me marcho -dijo ella-, hay una ensalada en el frigorífico, por si tienes hambre.
-Comimos de camino a casa -señaló con la cabeza hacia donde estaba la bebida-. ¿Tomas algo? Jessie negó con la cabeza.
-No gracias, tengo una cita.
-¿Una cita?

En la sonrisa de ella había un ligero reproche.

-No te sorprendas tanto. Ya sé que tengo cuarenta y muchos, pero todavía soy capaz de tener una relación.

Se le ocurrió que, realmente, Jessie podría enamorarse. Incluso dejarlo. Y por extraño que pareciera, la idea le asustó menos de lo que habría imaginado.

-¿Va... en serio?
-Por ahora no, pero quizá dentro de poco.
-¡Vaya! Y yo pensando que estabas enamorada de tu trabajo.
-En tus sueños.

Zayn la siguió hasta la puerta de la calle, donde la ayudó a ponerse el abrigo y le alcanzó los guantes.

-Escucha, Jessie... -Ella lo miró.
-Estoy escuchando.
-Sobre ______...


… Casi no le llegaba al hombro. Y sin embargo las apariencias eran engañosas, ya que él sabía lo fuerte que podía ser. Solo había que verla dominando a un caballo excitado, dominando su voluntad, para darse cuenta. Zayn nunca imaginó que pudiera parecer tan frágil.

-Vamos, apóyate en mí.

Demasiado soñolienta para rechazarlo, le permitió guiarla a una habitación del piso de arriba en la que había una cama grande cubierta por un edredón.

-Desvístete -le susurró.

Ella se dejó caer sobre el colchón y cerró los ojos.

-_____, desvístete o lo tendré que hacer yo por ti.

Sus ojos se abrieron de par en par. No era un sueño.

Zayn estaba allí mismo. ¡Y amenazaba con desvestirla!

-Ya puedo yo, de veras.

La miró sin creerla, hasta que se desabrochó y se quitó el reloj de oro de la muñeca.

-Buenas noches -le dijo entonces con brusquedad.
-Buenas noches, Zayn.

Él dejó la puerta entornada para que, si se despertaba, entrara la luz del pasillo y no se asustara en la oscuridad.
Estaba nervioso. Demasiado nervioso para leer el periódico o para atender al montón de trabajo que tenía en el estudio. Se tomó un café, se duchó y se metió desnudo a la cama. Sentía las sábanas frescas, como seda contra su piel desnuda mientras pensaba en la mujer que dormía en la habitación contigua. Se preguntaba quién la habría dejado embarazada, y cómo podía convencerla de que volviese a su país, aparentemente la única opción racional que tenía. Miraba fijamente la oscuridad, preguntándose por qué ella le inquietaba tanto. Le era imposible conciliar el sueño, así que decidió trabajar un rato. Se puso unos vaqueros y una camiseta negra, y de camino al piso de abajo se paró un momento para ver a _____.
Estaba de lado, encogida, de cara a la puerta. Desde ese ángulo la curva de su vientre apenas si se notaba. Con la luz del pasillo bañando los contornos de su cara y sus labios ligeramente entreabiertos era fácil olvidarse de por qué estaba allí, y muy fácil imaginar que estaba en una cama de su casa por alguna razón totalmente distinta...
Zayn se dio la vuelta y bajó.
Rápidamente redujo la pila de trabajo a unas pocas hojas que su secretaria podía despachar al día siguiente. Miró su reloj y bostezó. Debería irse a la cama, pero encendió el ordenador y empezó a jugar al solitario.
Debió quedarse dormido, porque no oyó cómo se abría y se cerraba la puerta de la entrada. Tampoco oyó los suaves pasos que se dirigían a su estudio. De hecho, la primera señal que percibió fue una agitada respiración al otro lado de la puerta.
Sus ojos se abrieron de par en par, y sus sentidos sé pusieron completamente alerta al darse cuenta de que estaba excitado sexualmente. Deseó que esa excitación desapareciera.

-¿____? -preguntó en voz baja-, ¿eres tú?
-Siento decepcionarte -contestó una agria voz femenina-. Solo soy yo.

Se incorporó al tiempo que una figura alta y esbelta entraba en la habitación. La miró desconcertado.

-¿Judy?

CAP. 4 parte III

-Sí, Judy -fue la respuesta en tono sarcástico-. ¿Pensabas que era tu brasileñita aguafiestas?

Zayn extendió el brazo para encender la luz mientras miraba a la mujer que, sin haber sido invitada, se encontraba ante él.
La luz artificial aumentaba su rubia belleza, sus gráciles y largos miembros y sus brillantes ojos azules en aquella piel de alabastro. Llevaba unos vaqueros y una cazadora de piel. En su expresión, Zayn reconoció enseguida una potente mezcla de lujuria y celos. Él mantuvo una expresión neutra.

-Hola, Judy -dijo con cuidado-. No te esperaba.- Ella enarcó las cejas y se rió.
-Eso ya lo has demostrado.
-No sabía que aún tenías una llave.
-Eso es lo que hace la vida interesante, ¿no, Zayn? Estas pequeñas sorpresas.- Zayn suspiró.
-Judy, no quiero una escena.
-Ya lo sé. Por tu saludo es obvio lo que quieres.
-¿Qué quieres decir?
-¿Esa mujer está aquí? Sí, ¿verdad?
-¿Quieres decir ______?

Judy hizo una mueca, ignorando el aviso que había en el tono de voz de Zayn.

-¡Ya sabes que sí! Pensabas que era ella cuando he entrado, ¿no? Pues siento mucho defraudarte. ¿Cuánto tiempo piensa quedarse?

Zayn no reaccionó. Lo único que delataba su estado de ánimo era la oscura advertencia que brillaba en sus ojos.

-No creo que sea un buen momento para esta conversación -dijo-. Aparte de que no es asunto tuyo.

Por un momento, la cara de Judy pareció casi fea al entrecruzarse en ella distintas emociones.

-Ella es la razón de que me dejaras, ¿no? No volviste a ser el mismo desde que ella vino a verte. Lo vi en tus ojos aquel día. Realmente la deseabas, ¿verdad, Zayn? De una forma en la que nunca me deseaste a mí.

Zayn se dio cuenta de que Judy no tenía ni idea de que _____ estaba embarazada. Y no pensaba decírselo. Continuó como si ella no hubiera dicho nada.

-La verdad es que estoy muy cansado, así que si no te importa...

Judy leyó el rechazo en su rostro.

-¿Qué tiene ella que no tenga yo, Zayn? Dime solo eso -suplicó.

Él negó con la cabeza.

-Vete a casa. Vete a casa ahora antes de que sea demasiado tarde.

Los ojos de Judy se iluminaron al malinterpretar completamente sus palabras.

-¿Demasiado tarde para qué? ¿Para resistirte a lo que deseas? A lo mejor no quiero que te resistas. Quizá yo lo deseo tanto como tú -se dirigió hacia la mesa. El fuerte olor de su perfume invadió los sentidos del hombre, paralizándolo-. Vamos, Zayn, por los viejos tiempos.

El negó con la cabeza, sintiendo una sensación de rechazo ascender por su columna.

-No.

-¿No? -ella se echó el pelo hacia atrás-. ¿Seguro?

Zayn pensó que la situación era increíble. Una rubia preciosa suplicándole que le hiciera el amor. Era la fantasía de la mayoría de los hombres, y, sin embargo, allí estaba él, preocupado porque la visitante podía despertar a la mujer embarazada que dormía en el piso de arriba.

-Seguro. Baja la voz -dijo al tiempo que las necesidades de su cuerpo luchaban con su mente-. Y creo que será mejor que te marches ahora.
-¿Y si me quedo y... hago... esto? -ella acercó la mano con rapidez, y él supo inmediatamente dónde pretendía tocarlo.
-No quiero que lo hagas -y la agarró de la muñeca para detenerla-. No quiero que lo hagas -repitió-. Nunca más. ¿Entiendes?

Ella le miró fijamente a los ojos, como una mujer que jamás había sufrido el rechazo de un hombre, y retiró su mano de golpe.

-¿Por qué no? -se burló-. Supongo que lo quieres hacer con _____, ¿no?

No tuvo necesidad de decirle que se marchara; su mirada debió de ser suficiente. Oyó cómo se iba corriendo por el pasillo y daba tal portazo al salir que resonó por toda la casa.
Esperó hasta que la respuesta automática de su cuerpo se apagó por completo, y notó un mal sabor en la boca. Apagó el ordenador y fue a beber algo.
Descalzo y en silencio fue hacia la cocina, donde se tomó un vaso de agua mientras miraba por la ventana al cielo oscuro de la noche. Fuera, las estrellas plateadas moteaban el cielo. Le vino a la mente la imagen del rancho del padre de _____, en Vitoria da Conquista, donde las estrellas eran tan brillantes y cercanas, que parecía que podías alargar el brazo y tomarlas.
Apretó el vaso de agua vacío contra su mejilla caliente. ¿Qué demonios diría el padre de _____- cuando descubriera que su querida hija iba a tener un bebé? Y de un padre al que se negaba a identificar. Se enfurecería.
Estaba pensando en volver a la cama cuando, al darse la vuelta, vio a ______ de pie en la puerta mirándolo en silencio.
Se había puesto un camisón blanco y unos calcetines, y dos morenas trenzas colgaban a cada lado de su cara. Su gesto era increíblemente dulce e inocente, lo que, por contraste, hacía parecer indecente su vientre hinchado.

-¿Te he despertado? -preguntó él-. Obviamente sí.
-Oí ruidos y un portazo.
-¿Y te asustaste?
-Solo hasta que me di cuenta de dónde estaba. De todas formas, me habría despertado antes o después. Por la indigestión -dijo contestando a la pregunta que había en los ojos de él-, es normal cuando estás embarazada.
-¿Te apetece un vaso de leche?
-Sí, por favor.
-Pues siéntate que yo te lo traigo.

_____ acercó una silla y se sentó.
Zayn abrió el frigorífico y sirvió un buen vaso de teche cremosa. Ya en el estudio, se apoyó en el montón de documentos para ver cómo se lo bebía. Le fascinó el bigote blanco que se le quedaba en el labio y cómo la punta de su lengua salía para limpiarlo. ¿Quién habría pensado que una mujer en un estado tan avanzado de gestación pudiera ser tan sexy?, se preguntaba. - Su mujer había estado enferma durante gran parte del embarazo. Los médicos le habían dicho que era «delicada». Como una pieza de porcelana china a la que no se atrevía a tocar por si se rompía. Pero _____ parecía menos delicada, algo que sí se podía tocar.
_____ sentía cómo la miraba. Intentaba beberse la leche con indiferencia, pero resultaba difícil. Y notaba cómo se movía el bebé al mismo tiempo que sus pechos le empezaban a doler de una forma que estaba segura que no tenía nada que ver con el embarazo. ¡Qué mensajes tan confusos y conflictivos le enviaba su cuerpo!
Puso sobre la mesa el vaso de leche medio vacío.

-¿Tuvo Elizabeth un embarazo fácil? - Zayn se quedó pensativo.
-No. No le fue muy bien. Estuvo enferma durante los primeros cinco meses, o más.

CAP. 4 parte IV

Allí, en el silencio de la noche, era más fácil hacer las preguntas que en otros momentos habían parecido inapropiadas.

-Debes de echarla de menos.- Por un momento no contestó.
-Sí. Al principio, muchísimo. Pero hace ya tanto tiempo de eso -hablaba despacio-, que a veces me parece como si le hubiera ocurrido a otra persona. Estuvimos juntos durante dos años, y Lizzie lleva muerta diez.
-¿Eduardo no hace preguntas?
- A veces.- _____ lo estudió.
-¿Y no mantiene el contacto con la familia de su madre?
-Un poco -de repente su paciencia se agotó-. ¿Qué es esto _____? ¿El juego de la verdad?

Las mujeres no solían preguntarle sobre su mujer. De hecho, hacían todo lo contrario. Simulaban no ver las fotos de Elizabeth con el bebé. Nunca preguntaban al niño sobre su madre, como si no pudieran soportar el que Zayn hubiera amado a una mujer o hubiera tenido un hijo con ella.

-¿Es quieres hacerme contar todos los hechos dolorosos de mi vida? -dijo con crispación-. Sin embargo, tú te niegas obstinadamente a revelar el nombre del padre de tu hijo.
-Eso es distinto.
-¿Por qué?
-Porque no tiene ningún sentido que lo sepas -dijo ella secamente-. Te lo dije, se ha terminado.
-Entonces, ¿a qué viene este interrogatorio? ¿Es que hay reglas diferentes para ti y para mí? -Ella movió la cabeza.
-Si pensara que sirve de algo decírtelo, lo haría.
-Pero no te fías de que no vaya a utilizar la información -la tanteó suavemente.
-No. No me fío -admitió ella.

Por alguna inexplicable razón, él sonrió.

-Eres inteligente, querida, muy inteligente -murmuró.

Vio que una de sus trenzas, como una cuerda de seda, se deslizaba sobre su pecho al levantar ella la cabeza para mirarlo a los ojos.

-Vete a la cama, ____ -dijo bruscamente-, necesitas dormir, y yo tengo que conservar la cordura.

_____ se detuvo en la puerta. La había advertido de que no hiciese más preguntas, pero ella necesitaba saber ciertas cosas. Por ejemplo, si Zayn tenía la costumbre de recibir visitas a altas horas de la noche...

-¿Hablabas con alguien antes?
-Tuve... una visita inesperada -se dijo que no había motivo para mantenerlo en secreto-. Era Judy.
-Pero me dijiste que habíais terminado -lo soltó sin pensar, y sin considerar que no tenía ningún derecho a hacer aquel comentario.

Él sabía que era una pregunta cargada de significado. Lo sabía, y le sorprendía. Bueno, quizá no tanto.

-Sí, hemos terminado -la miró con seriedad-. No volverá.
-Ah -mantuvo la voz lo más inexpresiva posible e intentó hacer lo mismo con la cara-. ¿Era serio lo vuestro? Supongo que sí, si ella tenía una llave de tu casa.

Zayn frunció el ceño, tentado de evitar la pregunta, porque instintivamente sabía que la verdad le haría daño.

-Yo ya nunca voy en serio, _____ -dijo con suavidad.

Ella sintió una punzada en el corazón

-No, claro. Bueno, es hora de que vuelva a la cama.

Zayn vio reflejarse en su cara distintas emociones. Quizá el instinto de Judy había sido más certero de lo que él había supuesto.

-Buenas noches, _____.


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Bueno, ese fue el maratón por el cumple del BooBear y Navidad.
Espero que les halla gustado.
DISFRUTEN MUCHO ESTA NOCHE Y MAÑANA :)
FELICES FIESTAS A TODAS!!!
LAS AMO MUCHO MUCHO MUCHOOO
Me cuentan que les regalaron.

Las quiero.
Eva x

Owww Nato gracias :D felices fiestas amor! <3

Niiina! apareciste! Que bien que te este gustando!

CHICAS! Como pasaron su noche buena? Que les trajo Santa? A mi no me trajo a Zayn u_u so sad!

Jajajajja! espero que la hallan pasado bien junto a las personas que aman.
Chicas, me regalaron el nuevo CD de Rihanna y tiene una canción muy bella, se llama We all want love. Es muy bella y llena mensaje. Aca les dejo el link para que la escuchen
https://www.youtube.com/watch?v=NaAzi7Xp59Q

Ya les subo su cap.
LAS AMO
Eva xx

CAP. 5 parte I

Un suave golpe en la puerta de su habitación despertó a ______, que bostezó al tomar el reloj de pulsera que había en la mesilla. ¡Cielo santo! Eran casi las diez. Se estiró bajo el edredón, sintiendo que había pasado la mejor noche de descanso desde que llegara a Inglaterra. Qué maravilloso era poder permitirse el lujo de levantarse tarde. A esas horas, en la casa de los Stafford ya llevaría tres horas levantada, habría hecho el desayuno, puesto una lavadora y estaría a punto de pasar la aspiradora.
Los golpes en la puerta se hicieron un poco más fuertes.
Se incorporó en la cama y se pasó las manos por las despeinadas trenzas.

-¡Adelante! -dijo.
-Hola, Eduardo -sonrió-. Pasa.
-Hola -dijo él cauteloso.
-¿O debería llamarte Eddie? Así es como te llama Jessie, ¿no? ¿Lo prefieres?
-Solo en Inglaterra -asintió-. Cuando estemos en Brasil me puedes llamar por mi verdadero nombre. ¿Abro las cortinas?

Ella notó su falta de seguridad y su sonrisa se hizo más amplia.

-Sí, por favor -así podré ver qué vistas tengo desde aquí.

La pálida luz del invierno entró a raudales al abrirse las cortinas y reveló el verde borroso del lejano parque. Eddie se volvió, e ______ le hizo señas para que se sentara en el borde de la cama.

-Siéntate aquí. ¿O tienes que ir al colegio? - ______ miró su reloj-. ¿No llegas un poco tarde?
-Papá dijo que podía faltar para darte la bienvenida-dijo el niño con timidez.
-Es un honor para mí -volvió a hacerle señas para que se sentara-. Ven a sentarte.

Por un momento, dudó, y luego se acercó a donde estaba ella, mirando su abultado abdomen con disimulo.

-Papá me ha dicho que vas a tener un bebé.
-Eso es -ella supuso que se lo había contado a Eddie la noche anterior, cuando había ido a leerle un cuento y ella se había quedado adormilada en el sofá. Se preguntaba qué le habría contado al niño. ¿Cómo le habría explicado la ausencia del padre? Quizá lo había convertido en una charla sobre la moralidad.
-¿Te duele? -preguntó Eddie. ______ sonrió
-No. ¿Por qué me iba a doler?
-Porque la piel se estira.

Ella se rió, y esto hizo que el bebé se moviera en señal de queja.

-La verdad es que no había pensado en ello. Me duele cuando da patadas. A veces me da justamente-se tocó las costillas y en su rostro se dibujó el dolor-, ¡aquí!
-Á lo mejor va a ser jugador fútbol -dijo Eddie con- ilusión.
-¿Y si es una niña?

Eddie se encogió de hombros.

-Entonces puede mirar.
-O puede ser la estrella de un equipo de chicas.
-No -Eddie negó convencido-. Las chicas no saben jugar bien al fútbol.

______ se rió, disfrutando de la comodidad de la cama y de la habitación, del sol de invierno que entraba por la ventana y hacía que la ropa de la cama brillara con destellos azules y blancos. Era una característica habitación de invitados, lujosamente decorada pero con poca personalidad. Un jarrón de flores quedaría bien. Pero si lo ponía podría parecer que se estaba instalando definitivamente.

-Papá dice que qué prefieres para desayunar, ¿café o té?

______ hizo una mueca.

-¿Tu padre preguntó eso? Dile que solo tomo café por las mañanas, y de Brasil.
-Bueno, pues entonces puedo leer la mente -murmuró Zayn apareciendo por la puerta con una bandeja en la que llevaba café con el olor más maravilloso del mundo.

Miró hacia la cama donde ella estaba sentada, con unos mechones de pelos castaños escapándose de sus trenzas; Eddie también estaba sentado al borde de la cama, y Zayn se quedó sin respiración.
Parecían una familia, sentados allí juntos, y por un momento imaginó cómo habría sido la vida si Elizabeth no hubiera muerto, un pensamiento que raramente se permitía. Eddie podría haber tenido hermanos y hermanas, y quizá se habría sentado al borde de la cama junto a su madre embarazada. Lo invadió la tristeza al sentir aquel vacío en la vida de su hijo.

-¿Puedo pasar?
-Claro -pero ______ había notado la pasajera expresión de dolor en su rostro, y se preguntaba qué la había provocado.
-Papá, ____ dice que el bebé está dando patadas.
-Eso es lo que suelen hacer los bebés.
-¿Yo también lo hice?
-Pues claro - Zayn asintió y dejó la bandeja. No se había parado a pensar que el tener una mujer embarazada en casa haría que su hijo se planteara ciertas preguntas-. Tu madre solía decir que serías un gran jugador de fútbol cuando nacieras.
-¡Pero eso es lo que acabo de decirle a ______ sobre su bebé!

Los brillantes ojos de Zayn se fijaron en los suyos.

-¿Dijiste eso? -preguntó al tiempo que servía el café.

______ deseaba haberse peinado un poco. Tomó la taza que él le ofrecía.

-Gracias.


Él observó su cara, buscando muestras de cansancio, pero no las encontró.

-¿Has dormido bien?
-Al final sí.

Eddie miró a su padre.

-¿A dónde vamos hoy, papá?
-Bueno, ______ tiene que ir a ver a un médico...
-No lo necesito.
-Sí lo necesitas -respondió él.
-Pero si ya fui a uno la semana pasada -protestó ____.
-Pero no en Londres. Y tienes que conocer al médico que te asistirá en el parto. Un brasileño amigo mío-removió el azúcar de su café-. Que además es uno de los mejores ginecólogos del país. Ya he hablado con él-él vio la negativa en su rostro y se volvió hacia Eddie con una sonrisa-, tráele unas galletas a ______, por favor. Las mujeres embarazadas tienen que comer cuando se despiertan.

______ dejó su taza al tiempo que el niño salía corriendo de la habitación, y miró a Zayn fijamente.

-¡No soy tan provinciana como para necesitar que me asista uno de mi país!
-No. Pero, ¿por qué no hacerte la vida más fácil? Le puedes hablar en portugués y él te entenderá.
-¡Pero si soy bilingüe! -replicó ella. La mirada de Zayn hablaba por sí sola.
-Ya sé que lo eres. Pero no estaré tranquilo hasta que alguien de confianza te haya visto.
-Ni que fuera un coche. Es asunto mío a qué médico voy, Zayn, no tuyo.
-Ya -sus ojos brillaron al mirarla-, pero tú has hecho que sea asunto mío.
-No. Eso lo hiciste tú solo. Mi padre simplemente te pidió que vieras cómo estaba -le replicó-. Tú fuiste el que se empeñó en traerme a tu casa.
-Pero tú accediste, y me temo que eso te pone bajo mi control. Me siento responsable de tu salud física y mental, y eso automáticamente me da ciertos derechos.
-¿Derechos? -lo miró fijamente, y una extraña excitación invadió su estómago-. ¿Qué tipo de derechos?- Él sonrió al percibir su reacción.
-Por ejemplo, asegurarme de que te cuidas, cosa que no has estado haciendo. Cosas tan simples como que te alimentes bien, que tomes aire fresco y que descanses. ¡ Ah! Y un poco de ejercicio no te haría daño.

______ se preguntó si se estaba volviendo loca. Seguro que sí. Sus palabras parecían estar cargadas de insinuaciones sexuales esa mañana, y su mirada lo confirmaba. Dejó su taza vacía en la bandeja, diciéndose que no sabía nada sobre los hombres, y aún menos sobre Zayn Malik, el hombre al que llamaban «gato».
Él tomó un sorbo de café y la miró por encima de la taza.

-Hablemos sobre las cosas para el bebé. ______ lo miró sin entender.
-¿Las cosas para el bebé? ¿Qué pasa con eso?
-Pues que no tienes nada, ¿no es así? No tienes cuna, ni cochecito. Ni siquiera tienes pañales. Además los bebés necesitan juguetes y estímulos.

Ella negó con la cabeza.

-No. Los bebés necesitan raíces y alas -lo contradijo pensativa-. Todo lo demás son extras.
-Muy idealista, ____ -dijo él secamente-. Pero, ¿dónde se supone que duermen?



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Chicas me he dado cuenta que apenas vamos por el cap. 5 xD jajajaj dios que lento estoy subiendo, intentaré subir un poco más cada día :) O hacer maraton una vez a la semana, les parece?

Las quiero muchooote :D
Eva
xxx

# Fati here!

Amé los capítulos, coincido con lachicadearriba(? Necesitamos algún maratón o algo Así.. Esta novela es adictiva! oidfkjsdhgdfjl espero que hallas tenido una buena navidaad! jsdhgdkfhjk hay si, es hermosa esa canción! ... El trolo de Papa Noel, me trajo dosh cosas Numas(?. Ni se la jugo el viejo, XD. yo quería a Niall, no un celular, ni un mp5 ghdsjhj i hate my mum(?. Naaaaaah es re grosa mi vieja, me cuido anoche cuando estaba en pedo(?. Si, me chupe & me caí en una zanja! XD. Bueno, basta de boludeces & vamos al punto, AMOTUNOVELA&NECESITOOTROCAP! LuvYou :B

Jajaj x) soi la chica de arriba 8) es qe es cierto, necesitamos algun maratón u.u & por lo menos vos, tuviste regalito :¬¬: papá noel se olvidó de mi, al parecer perdió su GPS :¬¬: pero bueno.. es lo que hay x)