¿PUEDES SALVARME? - NOVELA ZAYLEN

El tiempo pasó, como es normal, demasiado rápido. Pasamos los días, de lunes a viernes, y de viernes a domingo. Se dice así, separado. ¿La razón?  La actividad. Las chicas, pobrecitas ellas, tenían que pasarse con tratamientos los días lectivos.  

Aunque también es cierto que, a Steph no le dijeron nada, porque de hecho, ella sufrió un trauma. Al parecer se dañó la parte posterior del cerebro. Pero el trauma iba más allá. No quería hablar, ni siquiera parecía escuchar. Solo mira, como cualquier niño mira las nubes. Así es que ella fue enviada con sus padres. Para que ellos la cuidaran, y si sabían algo, decirlo sin falta.

La parejita, formada por Tom y Patry, hicieron su vida con la pequeña. Ella adoraba a Patry. Y la adora, claro está. Le llama “mami” siempre. Y eso que sólo están de novios. Pero dentro de poco, campanas sonarán. Sí, están prometidos ya.

¿Los padres? Bueno, los señores Evans, se pusieron a empaquetar las maletas, todo, cuando la policía llegó a decirles lo de su hija. Fue una conversación bastante rara, ya que confesaron todo sin que nadie les preguntara. Entonces, decidieron meterlos en la cárcel. Y ahí siguen, sin oportunidad de escapar. Ambos, en distintas celdas. La madre no desaprovecha el tiempo, y hace que el abogado reparta los bienes entre ella y alguien más. Pero eso ya es para más adelante.

¿Quiénes sufrieron más? Obviamente, Vi y Helen, quienes, al enterarse de todo lo sucedido, no dudaron en tomar cartas en el asunto.

Vi, junto a su prometido, Patrick, decidieron volver a donde vivían. Igualmente no ganaban nada quedándose. Pero antes una cosa debían hacer.

-Espero que os pudráis en la cárcel –grita desconsolada a los Evans.- ¡Os odio! ¡Os odio!

Ella se ríe y el señor simplemente pasa. Vi, de la emoción, comienza a pegar a los barrotes, pero Patrick la separa.

-No ganarás nada haciendo esto amor –susurra tranquilizándola.
-Quiero irme de aquí, no soporto ver tanta mierda junta –sopla.

Entonces deciden volver, no sin antes enterrar a su hermana. Un entierro extraño, puesto que nunca la había conocido. Y, cuando la vio, se dio cuenta de que en verdad se parecían mucho. Ambas parecían gemelas. Almas Gemelas. Eso fue lo que hizo grabar en su piedra.

Helen, por su parte, decidió separarse por un buen tiempo de Zayn. Quiso intentar rehacer su vida. Y, para ello viajó, en avión claro está, a Italia. Quiso llegar para conocer a sus padres, a su verdadera familia.  Pero hay personas que, por más que quieras, nunca saldrán de tu vida. Y ese fue el caso de Zayn.

Rachel y Louis, dos chicos jóvenes, con edad para disfrutar al máximo, decidieron salir. Más bien, él lo decidió por los dos. Ella al principio dijo que no tenía amor suficiente para entregar, que todo lo que tenía era solamente su persona. Pero él, le juró que siempre tendría amor más que suficiente para los dos. Que se encargaría de buscar la forma de bajarle las estrellas, el sol y la luna.

Milagros, ¡Pobre de ella! Es cierto que hizo muchísimo mal, pero cuando estuvo escapando de la policía, sin darse cuenta, chocó en contra vía, con un camión, que por lo menos, era el triple de su coche.  No encontraron familiares cercanos, así que la enterraron junto a “reclusos”.

Zayn, ¿qué decir de él? Se quedó destrozado, completamente sin corazón. No supo cómo actuar a su debido tiempo. El amor de su vida se había ido lejos, sin decir nada. La buscó donde pudo, la buscó hasta en los bares… Pero no dio con ella. Más tarde, se encontró con Christian, el hombre que la había hecho sonreír. Chris, dijo que tenía su número de teléfono, el nuevo. Que ella se lo había dado hacía dos días. Zayn no aguantó tantos celos, se moría de envidia. Cogió el teléfono y salió corriendo de la cafetería.

Entonces… ¿se quedará todo así? ¿Acaso podría ser este el final de una relación que protagonizó la vida de muchas personas? No lo creo.