Re: The Journals | Harry Styles |

por **Always.** Jue 11 Jun 2015, 10:30 am

Ann. escribió:No no no me mato el capítulo en serio
Pinche Harry que ya se consiguio a otra
Tienen que estar juntos :((
Siguela pronto por favooor

Ya sé, en esos momentos odie a Harry jaja la sigo ahora, un besote<3

por **Always.** Jue 11 Jun 2015, 10:30 am

Effa. escribió:Noooo puto harry:(
Tan rápido encontró a alguien?:(
Tienen que volver, srsly voy a llorar sjsks
Lo siento por no comentar, he estado muy ocupada
Pero aquí estoy:3 skdls
Síguela pronto❤❤❤

Ya sé, odiemos a Harry :( Y no te preocupes, es normal hermosa. Mil gracias por pasarte, un besote <3

por **Always.** Jue 11 Jun 2015, 10:32 am

Monica malik<3 escribió:Que deprimente!! Ellos deben estar juntos siguela espero ansiosa la maraton bay un beso
xxMonica

La sigo ahora linda, gracias por comentar! Un beso<3

por **Always.** Jue 11 Jun 2015, 11:30 am

New York.

-Mira, si toma descansos.- Michelle, una de las chicas con las que trabajaba, dijo cuando entró al cuarto. Estábamos sentadas en la cafetería en el trabajo y me estaba comiendo una ensalada.

-Vete a la mierda.- dije y se rio.

-No te burles de ella. Es la razón por la que probablemente consiga el trabajo que todas queremos.- Chloe, otra chica, dijo. Todas estuvieron de acuerdo pero giré los ojos. Tenía la reputación de ser muy intensa en el trabajo. No que no me divertía con eso, porque realmente me gustaba. Era solo que trataba de mantenerme tan ocupada como fuera posible todo el tiempo. Para entonces, tener momentos de ociosidad era uno de mis mayores miedos. Cuando no tenía nada que hacer, mi mente se iba a lugares de los que era muy difícil regresar.

-No sé si ya te lo dije, pero ese vestido está muy bonito,- añadió.

-Gracias,- respondí sospechosamente y jugué con mi tenedor. Se sentó con Chloe y nuestra otra amiga Lauren. Todas eran delgadas, bonitas y sofisticadas. No sé por qué se juntaban conmigo.

-¿Cuál es la ocasión? Nunca usas vestidos.- dijo Chloe y le sonrió a las otras dos.

-¿A qué te refieres?- dejé de comer y solo las miré. Todas se miraron antes de responder.

-¿Con quién te vas a ver hoy? Y no digas que nadie porque escuchamos las llamadas ayer y te ves muy bien hoy.- argumentó Lauren y las otras la apoyaron.

-Ah sí, y ese es un vestido bonito, te ves sexy, pero es Octubre y hace un poco de frio para eso.- giré los ojos y las ignoré.

-¿No tienen algo mejor que hacer? Como parar el hambre mundial… ¿o ir a Bloomingdale’s?- me paré para tirar mi basura. Todos doblaron sus brazos como si no me fueran a dejar irme hasta que les dijera.

-Esa no es una respuesta.- dijo Michelle. Gruñí y les dije lo menos posible.

-Voy a ver a mi amigo esta noche. Va a venir de Londres por una noche para poder hacer algo mañana y luego se va. Es todo.- me encogí de hombros.

-Tu “amigo”,- dijo Lauren y usó comillas, -claro.

-Sí, mi amigo.- respondí y agarré una botella de agua antes de salir y regresar a mi escritorio. Saqué mi teléfono y miré nuestros mensajes.

Harry finalmente me dijo que tenía una novia. Para ese punto era lo suficientemente serio porque sintió la necesidad de decirme. Se disculpó pero le dije que no pasaba nada y que me alegraba por él. Hablábamos menos por teléfono pero aún hablábamos al menos una vez a la semana. Obviamente, los “te amo”, eran inapropiados ahora dada su situación pero al final de cada conversación había una pausa en donde ambos lo pensábamos.

Y en cuanto a que pensaba de Olivia… solo estaba ahí. Le pregunté cómo era, pero me dijo tan poco que básicamente solo sabía su nombre. Basándome en lo que les saqué a Niall y a Zayn, era muy bonita, rubia e inteligente. Trabajaba en la bolsa de Londres. También escuché que no era divertida, cosa que me hacía muy feliz, pero si tenía sentido del humor. También, era dos años mayor que Harry y quería una relación seria. Y hasta donde sabía, Harry le estaba dando eso.

Realmente no me importaba como era. Sonaba linda, y eso era bueno, supongo. Lo que me golpeaba era que Harry encontró a alguien más. No esperaba que se quedara clavado conmigo por siempre, no era para nada lo que quería y sabía que tenía que superarlo eventualmente. Pero no esperaba que pasara tan rápidamente. Mi almohada apenas estaba seca y él ya estaba compartiendo la suya con otra chica.

Sé que dije que quería que fuera feliz y eso era todo lo que me importaba pero era mucho más fácil dicho que hecho. Por muy egoísta que fuera, si quería que fuera feliz pero quería que fuera feliz conmigo. Pero, ese barco ya había partido… y se había hundido y todos a bordo habían muerto. Por esa razón era mucho más fácil mantenerme ocupada. Ocupada y sin sentir nada.

Durante una de nuestras, ahora raras, pláticas recordamos que seguíamos casados. Así que iba a venir a Nueva York antes de empezará el tour de nuevo para anular el matrimonio. Estaba planeando volar esa noche y en la mañana iríamos a hacerlo antes de que se fuera de nuevo. La única cosa era que como vivía en Nueva Jersey, no podría llegar a tiempo para ir a la ciudad y hacerlo antes de que se tuviera que ir de nuevo. Así que me iba a quedar en el departamento… y él también. No es para tanto. Él duerme en el colchón en la sala… tu duermes a 5 metros en el cuarto. ¿Qué puede salir mal?

-Bueno, diviértete con tu amigo.- dijo Lauren mientras caminaba por mi escritorio cuando me estaba preparando para irme ese día. Sacudí la cabeza y la ignoré. Agarré mi bolsa y empecé a alejarme de mi escritorio cuando mi teléfono empezó a sonar. Regresé y lo conteste.

-¿Hola?- reconocí el número. –Te he dicho un millón de veces que me llames a mi celular idiota.

-Cállate, te estoy haciendo un favor.- dijo Sarah del otro lado. -¿Qué está pasando? ¿Por qué necesitas que mienta y diga que te vas a quedar conmigo hoy?

-Porque me voy a quedar en el departamento hoy y va a venir Harry y necesitamos hacer algo.

-Bueno, ten cuidado, no estoy lista para ser tía.

-¡No es eso!- giré los ojos. –Eres una pervertida. Te cuento después, ¿okey?- accedió. Nunca le dije que Harry y yo nos casamos sin decirle a nadie. Escuché música en el fondo. -¿Qué estás escuchando?

-Esa canción… Birthday Sex.- dijo y se rio como si fuera chistoso. –Feliz cumpleaños de nuevo.

-Gracias, adiós.- dije y colgué el teléfono.

Sí, era mi cumpleaños veintidós y ¿qué está haciendo? No salir con mis amigos o algo divertido. No… estaba divorciándome; que divertido. Tal vez te puedas emborrachar con leche con chocolate y usar un pedazo de pizza para limpiar tus lágrimas. Sí, Octubre 18 una vez más y debería de haber sido la semana más feliz de mi vida. Pero el 12 de octubre había pasado y no había vestidos blancos o pasteles.

Empecé a alejarme de mi escritorio cuando de nuevo empezó a sonar. Gruñí y corrí de regreso a responderlo.

-¿Alguna vez me voy a poder ir de aquí?- gruñí antes de responder. -¿Hola?

-Sí, Zana.- dijo mi abuela del otro lado. La mamá de mi papá.

-¿Por qué no me llamas a mi celular? Estoy algo apurada.- me quejé.

-¿Por qué tan grosera?- dijo. –Solo quería decir feliz cumpleaños. ¿Qué quieres de cena?- Sí, originalmente había planeado pasar mi cumpleaños con mi abuela.

-No voy a ir a casa hoy, me voy a quedar con Sarah. Te lo dije como cuatro veces.

-Ya no me agradas.- dijo y giré lo ojos. Ahora sé de donde saqué mis tendencias de reina del drama. –Me agradabas más cuando estabas con Harry, eras más feliz. Menos gruñona.

-Gracias abuela, por recordarme de mi relación fallida.- dije y me ignoró.

-Te amo habibi.

-Yo también te amo abuela, adiós.- colgué el teléfono de nuevo y caminé al elevador. –Tienes que estar bromeando.- dije en voz alta cuando mi celular empezó a sonar. –Mierda.- dije cuando se me cayó todo lo que traía para sacar mi teléfono de mi bolsa. -¿Hola?- traté de sonar como si mi vida no se estuviera derrumbando.

-Hola, ¿Zana?- dijo una mujer. –Soy Janet, de la oficina de la Dra. Finch. Para recordarte que cambiaste tu cita de hoy al Lunes a las diez.

-Sí, lo tengo. Y dile que encuentre el cuaderno más grande y unas cuantas plumas, lo va a necesitar.- se rio y tomó el mensaje. Era una de mis últimas llamadas del día, y lo agradecía.

Llegué al edificio en el que no había vivido por mucho tiempo. Había un hombre diferente sentado en el escritorio, que me detuvo antes de que subiera.

-Disculpe señorita, ¿vive aquí?

-Sí, aquí está mi llave.- la saqué de mi bolsa y se la enseñé.

-Esa podría ser cualquier llave. ¿Cómo sé que es de un departamento de aquí?

-No lo sé, pero te lo garantizo. También te garantizo que si fuera una señora blanca con aretes de perla, zapatos de 700 dólares y un palo encajado en mi trasero no estarías preguntándome esto.- eventualmente después de darle el nombre de Harry y menos actitud me dejó pasar.

Cuando entré al departamento estaba oscuro y congelado. Puse mi bolsa en el comedor y escuché el sonido de mis tacones sobre el mármol. Caminé hasta la lámpara a un lado del sillón y la prendí. Me senté y miré por la ventana, descansando mi cabeza en el respaldo del sillón. La ciudad se veía como perfecta, casi como si la estuviera viendo en una juguetería.

El reloj decía que eran las seis y Harry no llegaría hasta las ocho y media. Pensemos que puedes hacer… te puede rasurar, por si acaso. Podrías lavarte los dientes, por si acaso… sabes que, aun así deberías lavártelos, maldita puerca. Por muy provocadoras que fueran esas opciones, me quité los zapatos y fui al cuarto. No me molesté en prender la luz, me recosté sobre las cobijas y me quedé dormida inmediatamente.

Me desperté con una cobija sobre mí. Me senté y miré por la habitación buscando mi celular. Cuando lo agarré vi que eran las 9:15. Sobé mis ojos y quité el cabello de mi cara mientras me paraba. Salí, mis pies pegándose al piso helado, pero no vi a nadie en la sala. Caminé un poco más y lo vi parado en la cocina, leyendo una revista. Traté de esconder mi sonrisa.

-Hola,- dije, mi voz ronca por acabar de despertar. Me miró, y al contrario, no se molestó en esconder su sonrisa.

-Hola,- respondió y cuando me acerqué lo suficiente, se acercó a abrazarme. Todo el departamento estaba tan callado que podíamos haber escuchado una pluma caer al piso. Inhaló profundamente, como si estuviera tratando de asumir todo. Sabía que ya no estábamos juntos, pero lo extrañaba mucho. Cuando me dejó ir, dio un paso atrás y ninguno de los dos dijo nada. Después de unos segundo incomodos, rompí el silencio… y claro, arruiné el momento porque soy buena en eso.

-¿Por qué me miras así?- dije sonriendo. Se rio un poco y sacudió la cabeza. Caminé al otro lado del desayunador y me senté.

-Feliz cumpleaños, por cierto.- dijo y le agradecí. –Veintidós… ¿hora de madurar?

-Nunca.- respondí.

-Eso creí.- sonrió y miró la mesa. –Eh, ordene comida Thai del lugar en la décima que te gusta. No debería tardar.

-Gracias.- fue todo lo que dije y luego estuvo silencioso de nuevo.

-Sabes-

-Yo- ambos empezamos a hablar al mismo tiempo. –Perdón.- casi tartamudeé y sacudí la cabeza.

-Está bien, dilo primero.- asintió.

-No, era estúpido, tú dilo.- dije y empezó de nuevo.

-Iba a decir que… te he extrañado.

-Yo también. Pero podemos… ¿evitar decir cosas así hoy? Por favor.- dije mirando mis manos porque sabía lo que estaba pensando. Es más fácil no enfrentar la realidad; que están planeando divorciarse en lo que debería ser su aniversario de una semana de boda.

¬-Sí, lo siento.- dijo, golpeando sus dedos contra el mostrador.

-Me están considerando para promoverme en el trabajo.- me encogí de hombros y lo miré.

-Eso es genial, ¿qué harías?- preguntó, tratando de seguir la conversación.

-Básicamente lo mismo. Tendría a una o dos personas trabajando para mí.- asintió pero estaba mirando la revista en sus manos. –No empezaría hasta Diciembre. Y sería en la empresa original… en Londres.- levantó la mirada sorprendido.

-Siempre encuentras tu camino de regreso, ¿verdad?- sonrió y no dijo nada más al respecto. Tomó su revista y se salió de la cocina. Me quedé sentada ahí por un rato mientras él se sentaba en el sillón, dándome la espalda. No sabía que decir, o de que hablar pero quería decir algo para hacerlo menos incómodo.

-¿Quieres oír una historia chistosa?- pregunté y giré la silla para mirarlo.

-Sí.- sonrió y cerró su revista.

-Cuando Sarah era pequeña, tenía como 6,- me reí de pensarlo, lo que lo hizo reírse, -la estaba persiguiendo alrededor de la cocina con un cuchillo porque me hizo enojar, y para alejarse de mí, se subió al mueble de la cocina.- no podía dejar de reírme, lo que de nuevo hizo que Harry se riera y ambos estábamos sentados como idiotas riéndonos sin razón.

-¿Vas a terminar la historia?- preguntó, su sonrisa desapareciendo un poco.

-Sí, espera.- limpié mis ojos. –Entonces agarré todos los cuchillos de la cocina y los puse en el suelo para que no se pudiera bajar.- seguí riéndome pero él me vio asustado. –Y ahora me dice que eso la traumó o algo.

-Eres una persona horrible, repito.- dijo mientras sacudía la cabeza tratando de no reírse.

-Vamos, si dices que no es gracioso, te estás mintiendo.- dije y me senté bien al darme cuenta que seguía usando el vestido.

-Eres ridícula.- agarró su revista de nuevo con una modelo en la portada.

-Hablando de ridículo, ¿por qué estás usando esa playera? Es Octubre.- estaba usando esa playera de cuadros morada con la mitad de los botones abiertos.

-Te podría preguntar lo mismo de tu vestido.- dijo. Pedazo de perra. Hubo un toque en la puerta pero no se paró inmediatamente. Me siguió mirando por unos segundos y luego fue a abrir. Sabiendo que probablemente era la comida, fui a la cocina para agarrar platos y cubiertos. Cerró la puerta y se acercó con la comida. Podía olerla, y era hermoso.

-Estoy muy emocionada.- gruñí y me senté en la mesa. –No he comido esto en mucho tiempo.

-¿Cuál es tu definición de “mucho tiempo”?- preguntó y empezó a sacar la comida de la bolsa.

-Como… semana y media.- tomé lo que me pasó y sonreír al pensar lo buena que estaba. No hablamos mucho mientras comimos y no quería empujar la conversación por tres razones:

1. Estaba muy ocupada llenando mi cara obesa.

2. A pesar de bromear hacer rato, la mirada de Harry seguía siendo incómoda.

3. Estaba mirando al espacio como si estuviera descifrando el significado de la vida y no quería perturbarlo.

3a. Se veía como una ángel y solo quería absorber lo sexy.

-¿Qué estás mirando?- preguntó y casi tiró mi tenedor.

-¿Qué estás mirando tú?- lo miré y espere una respuesta aunque no estaba mirando a nada más que a su comida y ahora ambos estábamos confundidos. –La vida.- susurré.

-¿Qué?

-No lo sé, ignórame.- me encogí de hombros y llevé mi plato al fregadero. Tomé el suyo también y lavé ambos.

-Finalmente actuando como una mujer.- dije y le levanté el dedo medio lleno de jabón. Se acercó y tomó los platos para secarlos una vez que acabara de lavarlos.

-¿Harry?- pregunté y me miró. -¿Alguien sabe que estás aquí?

-Solo dos personas.- dijo y se giró para guardarlos en los gabinetes. –Tú, y yo.

-¿Tu novia no sabe?- se veía sorprendido porque la mencioné. Solo sacudió su cabeza. Nunca hablamos del tema a parte de cuando la mencionó por 30 segundos cuando me dijo que estaba saliendo con alguien.

Durante la noche hablamos un poco, nos reímos pero cuando dejábamos de hacerlo, no pasaba nada. No era incómodo como lo esperarías. Estaba silencioso pero no necesitamos tener conversaciones completas. Era suficiente para mí saber que estaba ahí, sentado a mi lado.

Ambos estábamos sentados en el sillón mirando nuestras computadoras cuando se me ocurrió algo. Tal vez no era la mejor manera de romper los silencios incómodos y probablemente lo iba a volver más incómodo pero-

-Eh,- empecé mientras movía la computadora y me acercaba a mi bolsa. Saqué la pequeña caja del cierre y la abrí para verlo una vez más. De nuevo, incluso en la oscuridad los pequeños diamantes brillaban. Regresé y se lo di. –Nunca te lo regresé.- solo miró mi mano y tragó. Sacudió la cabeza frunciendo el ceño.

-No lo quiero de vuelta. Quédatelo.- no me miró cuando lo dijo.

-Harry, en serio, en serio no quiero.- dije y me volví a sentar. Dejé la mano extendida esperando a que lo tomara y lo hizo. Sabía que significaba. Que realmente no puedes soportar el hecho de ir cargando un pequeño recuerdo en tu bolsa de lo que pudo haber sido.

Pasaron unos diez minutos más antes de que se parara y se acercara a su bolsa como si fuera su turno de regresarme algo. Señaló con la cabeza la cocina. Me hizo sentarme y cubrió mis ojos con sus manos.

-En serio, déjalos cerrados.- dijo mientras quitaba sus manos. Escuché movimiento en los cajones y un pequeño chasquido. –Okey, mantén tus manos abajo, no quiero quemarte. Abre los ojos.- todas las luces estaban apagadas y había un cupcake en frente de mí con una vela. –Es el mismo sabor de chocolate que la pastelería que te gusta.- no pude contener mi sonrisa.

-¿Me vas a cantar?- pregunté y sonrió.

-Por supuesto.- dijo y empezó a cantar Feliz Cumpleaños. Empezó cantando con entonación pero para el segundo verso estaba cantando como se le pegaba la gana.

-Eres un idiota.- dije riéndome.

-Sí, sí, pide un deseo.- cerré los ojos, pensé en algo y apagué la vela. –Es todo tuyo.- dijo, mientras quitaba la vela y se sentaba a mi lado.

-¿No compraste uno para ti?- me paré por un tenedor para no parecer una desquiciada metiendo todo en mi boca. Pero era tentador.

-Era el último. El destino quería que lo tuvieras.- agarré un cuchillo y regresé a mi asiento, cortándolo a la mitad. Empujé el plato y le pasé el tenedor.

Así que nos sentamos en la cocina a oscuras, compartiendo un cupcake y preguntándonos cosas filosóficas. Él, por supuesto, las respondía seriamente y yo bromeaba con todos. Pero hubo una que me llegó.

-Si pudieras… olvídalo, era una estúpida.- dijo y siguió viendo su teléfono.

-No, ¿qué es?- pregunté y me miró antes de regresar a leerla.

-Sí pudieras cambiar dos cosas del mundo, una egoísta y una desinteresada, ¿cuáles serían?- preguntó y luego puso su teléfono en la mesa, esperando mi respuesta.

-Desinteresada,- lo pensé, -por muy cliché que suene, paz mundial.

-De acuerdo.- dijo. -¿Y egoísta?

-Que pueda comer lo quiera y no engordar. Eso o clones de Ryan Gosling viniendo a mi cada viernes.- me reí pero se mantuvo serio.

-¿Podrías responder esta pregunta con honestidad?

-Eso fue honesto…- dije y solo me miró. –Harry, ¿por qué necesitas que lo diga en voz alta? Ambos sabemos la respuesta.- no dijo nada más al respecto. –Tengo que ir al baño.

Me paré y entré al baño. Después de hacer lo que tenía que hacer y lavarme las manos, me iré en el espejo y comencé a pensar. ¿Qué podría pasar hoy? Obviamente hay mucha tensión. Ambos estamos nerviosos por mañana; nerviosos de que pase y nerviosos porque uno de los dos no lo quiera hacer. Es solo una noche. Deja de mirar su hermosa cara y vete a la cama.

Salí del baño y agarré mi pijama. Estiré el vestido sobre mi cabeza y el material no era flexible. Era una lucha sacarlo sobre mi cabeza e incluso más, mis pechos. Estaba sacándolo y el vestido estaba cubriendo mi cara. Me pegué en el pie y coqué contra las paredes, mientras gritaba groserías.

-¿Estás bien? Mierda, perdón.- escuché que estaba en la puerta. No podía volver a bajar el vestido. Estaba atorado en mi cabeza, en vez de mi cuerpo, donde necesitaba que estuviera.

-¿Sigues ahí parado?- pregunté, recargándome contra la pared.

-Sí, pero tengo los ojos cerrados.

-No es cierto.- dije y se rio.

-Okey, ahora sí.

-¿Puedes hacer tu mejor intento no mirándome y sacándome esta cosa?- accedió y lo escuché caminar hacia mí. –Y trata de no tocar y/o agarrar algo mientras lo haces.

-Solo sube los brazos.- me dijo y lo hice como una niña pequeña. Me quitó el vestido y me lo entregó. Me quedé ahí, mirándolo con la cara arrugada. Me sonrió un poco.

-Ya te puedes ir.- dije sosteniendo el vestido contra mí, tratando de cubrir un poco.

-Me siento usado y abusado.- dijo mientras se salía. Giré los ojos y cerré la puerta. Me puse unos shorts y una playera antes de volver a salir. –Ven, tengo otra sorpresa de cumpleaños.- palmeó el sillón a su lado y me senté. Una vez que lo hice, sacó algo de debajo del sillón y sacó un objeto cuadrado y plano, envuelto con papel café y un pequeño moño.

-¿Qué es?- pregunté cuando lo tomé.

-¿Por qué haces eso? Siempre preguntas qué es antes de abrirlo, no tiene sentido.- lo ignoré y quité el papel. Era un pedazo de cartulina blanco hasta que miré dentro y saqué un vinyl de adentro.

-Okey, ahora puedo preguntar, ¿qué es?- lo miré pero no tenía nada escrito.

-Te hice mi versión de un mix. Excepto que hice que alguien lo hiciera vinyl para que lo puedes tocar en 8-track como la hípster que quisieras ser.- sonrió y sus hoyuelos se marcaron. Miré dentro de nuevo y había un pequeño pedazo de papel. Lo saqué y leí todos los números. Eran nombres de canciones. Las obvias, Kiss Me y la canción que escribió con Ed.

-Es genial, gracias.- dije y lo abracé. No me molesté en mencionar que todas eran canciones románticas. -¿Cuál es la última?- señalé la número 12. Sin título, decía.

-Uh…- aclaró su garganta, -esa canción la escribí para ti hace tiempo. Pensé que te gustaría escucharla.

-Oh.- dije y pretendí volver a leer la lista para no encontrarme con su mirada. –Bueno, gracias de nuevo. Me encantó, en serio.- asentí. Se volvió silencioso de nuevo y agarró su teléfono cuando empezó a vibrar. Miró el nombre y luego ignoró la llamada. Empezó a vibrar de nuevo pero esta vez lo contestó y fue al cuarto. Probablemente Olivia. Se pregunta dónde está, por qué no está con el resto de los chicos, por qué no responde su teléfono. Maldita loca. No la conozco, pero sé que está loca. Solo de pensarlo, pensar en Harry hablando con su novia en el otro cuarto lo volvió realidad. La posibilidad de que le estuviera diciendo que la extrañaba o que la ama de la manera que yo no lo volvería a escuchar. Sentí como un costal de arena enorme en mi pecho.

De repente, no pude detener los pensamientos corriendo por mi mente. No tenía nada para mantenerme ocupada; nada que me hiciera no sentir nada.

Conforme pasaban los minutos, empecé a darme cuenta lo difícil que se estaba volviendo controlarme. Porque cada minuto que pasaba era un minuto más cerca a hacer algo que me aterrorizaba; el divorcio. Se estaba volviendo doloroso sentarme en un cuarto con él, la persona que amo, y no poder siquiera tocarlo sin que fuera raro. Después de cuatro años de obstáculos y cuatro años de rareza, quería normalidad. ¿Era demasiado pedir?

Harry regresó al cuarto justo a la mitad de mi colapso mental. Se sentó y empezó a jugar con su teléfono como si nunca hubiera tomado una llamada o dejado ese lugar.

-¿Te acuerdas de mi cumpleaños 19?- pregunté y dejó de hacer lo que estaba haciendo. Descanse mi codo en el respaldo del sillón y mi cabeza en mi puño cerrado.

-¿Cómo podría olvidarlo?- sonrió un poco y el saco de arena fue levantado. Sus ojos brillaron al recordarlo. –Fue nuestro primer beso.- asentí cuando mis ojos empezaron a mojarse.

-Estaba tan enamorada de ti.- me reí sacudiendo la cabeza, resistiéndome a perder la compostura. –Y tan asustada para admitirlo.- no respondió inmediatamente. Ni siquiera me miró.

-Pensé que no íbamos a mencionar cosas como ésta.- dijo unos segundos después.

-Lo sé.- dije y limpié mis ojos. –Solo pensé… no lo sé, pensé que tal vez tú también lo estabas pensando.

-Es cierto.- dijo y por alguna razón esas dos palabras me hicieron más feliz que cualquier otra cosa esa noche. –Supongo que estaba muy asustado como para admitirlo.- quería gritar o llorar o hacer algo pero solo me senté ahí asintiendo como una idiota. Le quería decir exactamente lo que estaba pensando. Estaba exactamente en el mismo estado que la Zana de 19 años. Sentada en la oscuridad con Harry queriendo gritar que estaba enamorada de él pero algo me estaba forzando a mantener la boca cerrada. La única diferencia eran las circunstancias. Todo lo demás era igual.

-Sí.- fue todo lo que pude decir.

-¿Estás bien?- preguntó. Me podía leer como un libro.

-Sí.- dije y me paré al refri. No había nada dentro pero me quedé frente a él para sentir el frío. Necesitaba sentir algo. Todo mi cuerpo estaba frío pero las lágrimas calentaban mi cara. Sentí una mano en mi hombro e inmediatamente estaba en los brazos de Harry. Puse mi cara en mis manos mientras me inclinaba contra su pecho. –Ya no quiero hacer esto.- lloré pero no dijo nada, solo me sostuvo más cerca y me apretó más fuerte. Podía sentir que temblaba mientras intentaba una y otra vez contener mis emociones pero fallaba cada vez. La única cosa que me calmaba era la mano de Harry moviéndose por mi espalda. –Lo, uh,- me separé y me soltó, -lo siento.- limpié mis ojos y me alejé de él. –Ya me voy a dormir.

-Estás-

-Sí, buenas noches.- no lo dejé terminar porque caminé rápidamente al cuarto y cerré la puerta. Me paré contra ella por unos segundos antes de liberarme de los pensamientos negativos que tenía y luego fui a lavarme los dientes.

Cuando había terminado me metí en la cama, pero me senté mirando a la ventana. No quería pensar más. Pensarlo demasiado fue lo que me llevó a donde estaba. Así que era mejor no pensar para nada. Después de media hora sin descansar y de mirar al espacio, un toque en la puerta me despertó de mi entresueño. Finge que estás durmiendo o ignóralo. Tú eliges.

-Puedes pasar.- exactamente a lo que me refería. Abrió la puerta un poco y asomó su cabeza antes de entrar. Me senté y me recargué contra la cabecera. -¿Qué pasa?

-No puedo dormir.- dijo, recargándose contra el closet con las manos detrás de él.

-Yo tampoco.- dije y asintió. –Te puedes acercar más, no voy a llorar sobre ti.- se rio y se sentó a mi lado. Estuvo silencioso hasta que me empecé a reír por algo.

-¿Qué te pasa?- me miró sonriendo.

-¿Recuerdas esa vez que te dije, “tu cuello es tan perfecto que no se si quiero besarlo o estrangularte”, en esa voz y tenías miedo de dormir a mi lado por el resto de la semana?- la parte más divertida de recordar era la cara que puso cuando lo dije. Seguí riéndome.

-Eras, eres, y nunca dejarás de ser un fenómeno.- se rio también. Cuando paramos y estuvo silencioso de nuevo me tomé el tiempo para disculparme.

-Escucha, perdón por lo de antes. No sé qué me pasa.- me encogí de hombros.

-Tienes que saber que todo esto es difícil para mí también. Entonces, ¿por qué te disculpas?- la cosa sobre Harry es que se ponía el corazón en la cara; ósea que todo lo que pensaba y sentía se veía claramente en las expresiones que hacía. Esa noche, estaba completamente confundido.

-Porque… estaba parada llorando sobre algo estúpido. Estoy muy avergonzada porque claramente tú ya lo superaste y yo no.- me encogí de hombros y sacudió la cabeza sin darme la razón.

-No lo he superado.- dijo y me miró como si fuera horrible que siquiera lo pensara.

-Harry, ¡estás con Olivia!- exclamé y su cara cambió.

-Sí, lo estoy. Pero eso no significa que ya superé lo nuestro. No creo hacerlo en mucho tiempo. Solo significa que sé que no volveremos a estar juntos. Así que tengo que seguir con mi vida.- sé que no quería que sonara tan duro pero me dolió escucharlo. –Es más fácil convencerme de que voy a estar bien cuando hay alguien más ahí.

-¿Crees que ella es la indicada?- sacudió la cabeza.

-Tú eres la indicada. No creo que esté permitido tener dos indicadas.- sonreí. –Pero, la vida decidió que no puedo tener mi indicada.

-Harry,- susurré, tratando de decirle que parara.

-Pero daría lo que fuera para poder tenerte una noche más.- a diferencia de antes cuando evitaba mirarme, estaba viéndome directo a los ojos como si estuviera intentando leer mi mente. Sin pensar en nada más que en él en ese momento, me incliné y lo besé. Sentí el sentimiento en mi estómago diciéndome que estaba loca. Me separé rápidamente y empecé a decir,

-Perd- antes de poder terminar, me jaló de nuevo, con su mano detrás de mi cuello, y me besó más apasionadamente que nunca antes. Probablemente no debí hacerlo, sabía que estaba mal, pero lo provoque, jalándolo de la playera. Me incorporé más y me giré para tener una rodilla a un lado de su cintura. Todo el cuarto estaba silencioso, a parte de su respiración agitada.

Enredé mis dedos entre su cabello mientras movía sus labios por mi cuello. Agarró mi playera y la jaló con frustración.

-Te necesito.- susurró sin aliento, mientras descansaba su frente contra la mía. Mantuve los ojos cerrados, con miedo a que si los abría, todo habría terminado.

-Puedes tenerme.- respondí y me empezó a besar de nuevo. Me quitó la playera y la lanzó a un lado. Solo tomó unos momentos antes de que Harry se girara para estar él sobre mí. No pasó mucho tiempo antes de que su playera se uniera a la mía en el piso. Movió sus manos por mi torso antes de bajarlas más y quitarme los shorts, sin dejar espacio entre nuestros labios. Es un profesional. Paró por un segundo con una pequeña sonrisa en sus labios. -¿Qué pasa?- pregunté, sin aliento.

-No me puedo quitar los pantalones.- se rio. –Están muy apretados.- sé que no era el momento, pero me reí tan fuerte que casi me hago del baño. Siguió riéndose, pero escondió su cara en mi cuello con vergüenza.

-Vamos, inténtalo. No puedo esperar todo el día.- dije, aun sonriendo. Intentó quitárselos sin moverse de la cama pero cuando jalo muy fuerte, se cayó al piso. Su risa sonó por todo el cuarto y cubrió su cara. –Eres un idiota.- me seguí riendo, y sentí que nunca iba a parar. Era un desastre, pero era perfecto para nosotros. Se paró y se quitó los pantalones, dejándolo solo en boxers. La luz de la ciudad brillaba por la ventana, haciendo que se viera muy atractivo.

-Te amo.- dije mientras se paraba ahí. No hubo un momento de duda antes de que se sentara y respondiera.

-Yo también te amo.- sonrió y jugó con su labio inferior. Se inclinó y puso su mano en el lado de mi cara, su frente contra la mía. Puse mi mano en su muñeca y cerré los ojos. Sabía que ambos estábamos pensando lo mismo: no importa que pase, en la mañana no estaremos juntos. Cuando me besó supe que ambos definitivamente estábamos pensando lo mismo: es ahora o nunca. Preferiría pasar mi primera vez con él que con cualquier otro.

Me recosté en la almohada y seguí besándolo, y viví en el momento, pudiendo pensar sobre lo que me estaba haciendo feliz; él. El resto de lo que traíamos puesto, se fue junto cualquier reserva que teníamos.

Sentí su cuerpo presionándose contra el mío, y en ese momento juro que olvidé mi propio nombre. Su pecho estaba tan caliente que podía haber cocinado un pastel en él, y los besos lentos que dejaba en mi cuello mientras bajaba cada vez más, hacían que mi cuerpo temblara. No importa que hiciera, no era suficiente. Me sentía ávida de tener más de él mientras él me daba cada parte de él.

Si me hubieras dicho hace dos años que estaría gimiendo en un departamento a oscuras, debajo de Harry, hubiera cubierto mi cara de la vergüenza… tal vez llorado. Pero ahí estaba; es increíble lo que el deseo le puede hacer a una persona.

Estábamos en la ciudad más ocupada del mundo pero era como si no hubiera nada alrededor de nosotros. Podía escuchar nada más que el sonido de Harry y yo necesitando uno del otro; cada gemido indicación de cuánto tiempo habíamos esperado para ese momento. Podía sentir nada más que su cabello, suave debajo de mis dedos.

Quería que el momento durara para siempre, pero así no funciona el cuerpo masculino. Sonreí al pensarlo mientras Harry se giraba sobre su espalda, pero tenía su brazo alrededor de mi espalda, acercándome a él. Descansé mi cabeza en su hombro y lo besé. Mi mano estaba colocada sobre su pecho y mis dedos bailaban sobre su piel dibujando círculos y corazones.

-Te tengo que confesar algo.- dijo con voz profunda y cansada después de ambos recuperáramos el aliento.

-¿Qué?- moví la cabeza para mirarlo.

-Era virgen antes de hoy.- susurró con una pequeña sonrisa. Mi risa rompió la barrera de silencio de antes. Incluso Harry se rio, entrecerrando los ojos, cada centímetro de su cara radiante.

-¿Por qué me haces esto?- pregunté sonriendo.

-¿Hacer qué?- murmuró con sus labios contra mi frente.

-Hacerme amarte más y más cada vez que estamos juntos.- sonrió y estuvo silencioso.

-Deberías tomar el trabajo en Londres si te lo ofrecen.- dijo de la nada.

-¿Por qué?

-Razones egoístas.- dijo y se rio un poco. –Solo te necesito cerca de mí.

-Lo consideraré… tal vez.- dije y me sonrió.

-Tan necia.- susurró y me besó una vez más antes de quedarnos dormidos.

-¿Y fueron por el divorcio la mañana siguiente?- preguntó. El cuarto estaba iluminado; tanto que casi tenía que cerrar los ojos. Podía ver las partículas de polvo en el aire y todo el espacio se sentía delicado y acogedor. Mis piernas estaban cruzadas y solo la miré mientras esperaba la respuesta. Esta pequeña señora con chinos y una libreta era la única cosa que me mantenía cuerda.

-Sí.- dije asintiendo.

-¿Y fue difícil?- siguió escribiendo en su libreta.

-Sí.

-¿Y crees que lo que pasó la noche anterior lo hizo más difícil de lo que pudo haber sido?- tenía una voz suave pero sus preguntas eran como reflejos de mis pensamientos que ya habían pasado por mi cabeza varias veces.

-Hubiera sido difícil de cualquier forma. No creo que lo que pasó lo hiciera más. De hecho, fue un poco más fácil conseguir el divorcio después de estar juntos una última vez. No había emociones atoradas. Todo estaba expuesto.- asintió. Me puse más cómoda y descrucé las piernas.

-¿Entonces no te arrepientes?- pensé en la pregunta un tiempo. Miré las paredes con todos sus certificados y diplomas.

-No. Y tengo el sentimiento en mi estómago que debería pero no. Y luego siento que me debería sentir mal por no arrepentirme pero no lo hago.- me encogí de hombros.

-Engañó a su novia, Olivia, contigo.- mencionó como si intentara sacarme algo.

-Harry no es el tipo de persona que engaña a todas sus novias. Si fuera alguien más no creo que lo hubiera hecho.- lo defendí.

-Dirías eso porque fue contigo, ¿cierto? ¿Porque te amó primero?

-Bueno, suena un poco mal cuando lo dices así.- suspiré. –Pero sí.- siguió escribiendo. –Escucha, siento que ambos sabíamos que era un escenario de “ahora o nunca”.

-Okey, tuviste tu ahora. ¿Crees que va a volver a pasar?- dejó de escribir y esperó mi respuesta.

-Honestamente,- empecé y asintió, -no tengo idea.- presionó sus labios y luego escribió una sola palabra. Estoy segura de que fue algo como, “rompe-hogares”. Algo lindo como eso.

-¿Fueron íntimos la mañana siguiente?

-¿Qué si lo hicimos de nuevo?- pregunté confundida y puse su mano sobre su cabeza.

-No,- se rio un poco, -me refiero a que si hubo interacción física.

-Nos despertamos y se nos hizo un poco tarde así que no hablamos mucho pero antes de salir me besó una última vez.

-¿Cómo estuvo?

-Era muy urgente.- empezó. –Fue largo, y casi se sintió egoísta.- luché por sacar las palabras y se dio cuenta. –Ambos sabíamos que iba a ser nuestro último beso.- no me había dado cuenta de que las lágrimas estaban saliendo hasta que me paso una caja de pañuelos. –Como tomar tu último aliento.

-¿Y luego qué paso?

-Me dijo que me amaba, y fuimos a divorciarnos.- me bufé. Sonaba casi cómico.

-¿Alguna vez escuchaste la canción?- cambió de tema. Asentí. Saqué un pedazo de papel con la letra y se lo pasé. -¿No tienes una copia?

-La he escuchado tantas veces que ya me la aprendí.- me reí un poco. Mientras las leía, yo las canté en mi mente.

I see your face at all times (Veo tu cara todo el tiempo)

I hear your laugh and it makes me smile (Escucho tu risa y me hace sonreír)

I wish I knew how to lock it (Me gustaría saber como guardarla)

Forever in my mind (Por siempre en mi mente)

When I was drowning you took me back to shore (Cuando me estaba ahogando, me regresaste a la orilla)

I always knew, but now I’m sure (Siempre supe, pero ahora estoy seguro)

You are the one, you are the one (Eres la indicada, eres la indicada)

Chorus (Coro)

Let’s have this dance, one more day (Tengamos este baile, un día más)

And share out loud all the things (Y compartamos todas las cosas)

All the love we never said (Todo el amor que nunca dijimos)

Let’s have this dance, one more day (Tengamos este baile, una noche más)

Open your eyes and realize (Abre tus ojos y date cuenta)

That we’ll never be the same again (Que nunca seremos los mismos de Nuevo)

Again (De nuevo)

A single kiss and all those years (Un solo beso y todos esos años)

We were apart just disappeared (Que estuvimos separados desaparecieron?

It’s like this feeling is all I know (Es como si éste sentimiento es todo lo que conozco?

And I don’t want to ever let you go (Y no quiero dejarte ir nunca)

My missing piece, my best friend (Mi pieza faltante, mi mejor amiga)

You keep me falling all over again (Me sigues hacienda caer)

I lay my future in your hands (Dejo mi futuro en tus manos)

Chorus (Coro)

Let’s write a story that never ends (Escribamos una historia que nunca termine=

Let’s show the world, I can’t pretend (Enseñemosle al mundo, no puedo fingir)

I take a stand, I’ll play the part (Me levantaré, jugaré mi parte)

I’ll be your soul, I’ll be your heart (Seré tu alma, sere tu corazón)

Chorus (Coro)

-No como sonar como la terapeuta cliché, ¿pero cómo te sentiste al escucharla?- preguntó mientras metía el papel entre sus notas.

-De la mierda, feliz y nostálgica al mismo tiempo.- dije y se veía confundida. –Puedo decir que la escribió cuando éramos muy felices.

-¿Y cómo luchaste con la nostalgia?

-No es algo con lo que luchas. Extrañar el pasado solo me dijo algo sobre mi futuro.

-¿Y que sería eso?- frunció el ceño esperando mi respuesta.

-Que me casaré con Harry, o moriré sola. No hay un intermedio.

-Bueno, hicimos progreso.- dijo y asintió sonriendo.

-¿Cómo yo muriendo sola es un progreso?- pregunté y la miré como si ella fuera la loca.

-Cuando viniste por primera vez a mi oficina hace unos años estabas segura de que ibas a morir sola. Al menos ahora te has dado una segunda opción.- me hizo sonreír un poco. -¿Puedo hablar contigo como una amiga y no tu terapeuta?- no estoy pagando por una amiga; tengo muchas de esas… olvídalo. Asentí, esperando a que hablara. –No creo que todo esto haya acabado. Ni siquiera se acerca. Si crees que el divorcio va a ser el final para ti y Harry, entonces no te he ayudado en nada todo el tiempo que has venido conmigo.

-Pero no puedo regresar con él.- sacudí la cabeza.

-¿Por qué no?

-¿Hola? ¿A dónde iría una relación con él? No nos podemos casar, lo intentamos y no funcionó.

-¿No funcionó según quién?- preguntó y me senté en silencio. –Solo empezó a “fallar” cuando lo abriste y decidiste que vivirías para hacer feliz a tu familia en vez de a ti. Tienes veintidós años. Empieza a vivir para hacerte feliz a ti.- mierda. –Digamos que te quedaras casada con Harry e ignoraras a tu familia,- para este punto había puesto la libreta a un lado y se inclinó hacia mí, -¿crees que se mantendrían en contra de ti el resto de tu vida porque elegiste ser feliz?

-No lo sé.

-Creo que lo sabes.- volvió a agarrar la libreta. Me senté en silencio.

-Fui a trabajar antes de venir aquí.- se veía confundida de por qué le decía eso. –Mi jefe me ofreció una promoción en Londres.

-¿La vas a tomar?- preguntó. No podía decir si había regresado al modo terapeuta. No había decidido aún pero me dije a mi misma que lo haría antes de irme de su oficina. Quedaba como un minuto de nuestra sesión. Tenía un minuto para decidir si iba a tomar el trabajo que cambiaría mi vida. Un minuto para decidir si iba a empezar a vivir para hacerme feliz a mí sin importar que me dijeran. Tenía razón. No había terminado.

-Sí.

......

No sé si lloraron con el capítulo, pero yo me la pasé berreando la primera vez que lo leí jaja Por fin Zana lo hizo con Harry, lo que tanto querían jaja lamento que no fuera súper explícito como algunas quisieran, pero yo no puedo hacer nada, la autora lo escribió así. Espero que les haya gustado el capítulo, en serio. Si hay muchos muchos MUCHOS comentarios antes del próximo miércoles les subo dos capítulos seguidos vale? Gracias por pasarse! Y por cierto, ya estamos en la cuenta regresiva de los últimos capítulos! Este fue el #10, así que quedan 9! Disfrútenlos!

por **Devon.** Jue 11 Jun 2015, 1:58 pm

No sé ni cuanto tiempo llevo sin comentar en esta novela, pero lo necesitaba.
Queria darte las gracias por haber subido esta novela hace ya un tiempo.
La he disfrutado muchisimo (si porque casualmente un día me la encontre en tumblr y me la lei, pero ha pasado tanto tiempo desde eso que te agradezco de todo corazón que la subas aquí y me hagas rememorar todos aquellos sentimientos)
Aun habiendomela hace tanto sigo leyendola aquí, porque es como si el sentimiento en esta historia nunca desapareciera.
Te agradezco que la subas aqui y muchas chicas mas puedan llegar a sentir ese sentimiento unico que genera esta historia.
En verdad, llore al leer estos ultimos capitulos solo recordando aquello que lei hace tiempo, me hizo llorar mucho.
Bueno de ahora en adelante te comentare en todos los capitulos, porque esta historia se lo merece mucho.
SUbe el siguiente cuando puedas.

Besos.

por **-Cookie-** Jue 11 Jun 2015, 2:46 pm

Muero

The Journals | Harry Styles | - Página 26 343344823

no puedo creer que lo hayan hecho y que al otro día se hayan divorciado...Estoy sufriendo... Zana se va trabajara en Londres. Pero Harry la sigue amando y aun así se va con Olivia¿va a terminar con Olivia? ¿Zana? siguela quiero saber que pasa

por *GinaAgredo Sáb 13 Jun 2015, 11:19 am

Yo realmente no sé que fue lo que paso por mi cabeza para no seguir entrando al foro. Pero ahora entro y me encuentro con todo esto y es lo mejor del mundo, lloré con éste capítulo, porque pues fue muy tristeee! Tienes que seguirla pronto, de verdad. Perdón por no comentar, no hay excusa que valga, pero en serio perdoncito.
Espero que la sigas pronto, chica. Es taan genial y tengo tantas emociones encontradas que no sé que hacer conmigo misma.

Perdón de nuevo y síguela pronto. Cuídate

por **Lightwood** Dom 14 Jun 2015, 5:11 pm

Mi corazón !!! no llore pero tengo el corazón roto una vez mas
Ambos están rehaciendo sus vidas . Uno sin el otro
Hubo varios momentos que estuve a punto de llorar pero no llore , solo sentí un fuerte nudo en la garganta :)
tuve varias emociones . Los dos se divorciaron pero pasaron una ultima noche juntos diciendo se aman , que se necesitaban y ademas de que fue la primera vez de Zana . Y fue el ultimo beso de ellos...~~porahora~~
Zana tiene derecho hacer feliz . Sé lo mucho que su familia a dado por ella pero tiene derecho hacer feliz . por complacerlos a ellos ella esta mal . Toma esa oportunidad zana , ve a Londres y se feliz :)
ame el capitulo como siempre . se corono como uno de mis favoritos a pesar de dolor que sentí jajaja . soy bipolar
siguela pronto
besos
Javi xx

por **CRIS145678** Dom 14 Jun 2015, 8:01 pm

Holaaaaa soy nueva lectora , nunca había comentado pero solo paso a decirte que estoy obsesionada con la novela

por **Monica malik<3** Lun 15 Jun 2015, 1:26 pm

Es el capitulo mas sentimental que he leido encerio me rei como una loca, llore como una desgraciada y me sorprendi varias veces. Zana hazle caso a tu terapeuta ella esta en lo correcto. Espero que la sigas pronto que mal que ya casi termina. Un beso
xxMonica

por **Lark33** Lun 15 Jun 2015, 2:19 pm

Oh por dios, si se va a Londres The Journals | Harry Styles | - Página 26 3275125450

¡Por favor 2 capítulos seguidos!

Lark te saluda

por **yaya styles #yaha** Miér 17 Jun 2015, 3:10 pm

porfa porfaporfa siguela dios me estoy muriendo te juro que si lloreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee nooooo dios ella tiene que intentarlo diosssssssssssssssssssss siguela porfa haz maraton The Journals | Harry Styles | - Página 26 1054092304

The Journals | Harry Styles | - Página 26 1054092304

The Journals | Harry Styles | - Página 26 1421880775

por **Ayarzamoran** Jue 18 Jun 2015, 9:11 pm

Siguelaaaa

por **Ann.** Vie 19 Jun 2015, 11:35 am

Quiero maraton por favooooor
Me encanto y me dolio mucho el capitulo
Se sintio muy feo que aun asi se divorciaran
siguela por faa

por **November.** Sáb 20 Jun 2015, 3:35 am

¡Jesús del huerto! no, estos capítulos me ponen muy sentimental, queremos maratón, y a parte quiero que Zana & Harry estén juntos :( !Síguela pronto, cielo! kjadddjwksh Kisses UwU

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