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The Roadtrip
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: The Roadtrip
- Spoiler:
- perdón si les aburre pero weno u_u cambie un poco las cosas, cualquier cosa yaz me dices por fb o mp:( para qe arreglemos lo de tylerxzuzu que a mi parecer para mi es adictivo u_u wkfddjf espero que les guste u_u.
CAPITULO 056.
BY KITTY SYKES 2014.
Después de tener a su tía a su lado por un buen tiempo las pesadillas se habían terminado por ir, pero esconderse de su madre se había vuelto cada día más difícil. Zuzu estaba bien, de hecho estaba un ochenta por ciento bien, si no fuera porque extrañaba a Penny… y bueno a Tyler. Se sentía un poco culpable por no haberse despedido de nadie o más que nada de ellos dos quienes eran sus pilares fundamentales allá aunque le seguía pareciendo cómico que la última persona con la que había cruzado palabras era Sam.
No sabía qué pensar de todo lo que le había dicho el castaño ese día, las palabras aún rondaban por su cabeza y a veces podía ser enfermizo lo mucho que pensaba en eso porque realmente quería sacar eso de su mente. Lo único que sabía en ese momento era que no podía volver aunque las ganas no le faltaban pero… ya los había perdido, ella sabía que no se quedarían ahí esperándola toda la vida, debían seguir con sus vidas. Después de todo Zuzu era un personaje más de sus historias, nada importante.
La salud de Zuzu seguía igual, después de su pérdida aun seguían algunos pequeños dolores que se acababan con alguna agua de hierba que le daba su tía y un muy agradable guatero. Sí pasaba más tiempo acostada en la cama, su tía le había pasado una de las habitaciones. El primer día que llegó durmió un día y medio seguido, para luego despertarse y fumarse una cajetilla de veinte cigarrillos en una noche hablando con su tía. Desde que estaba allá que no había tomado alcohol, pero si se había drogado. No había fumado mucha marihuana, pero si había jalado mucha cocaína. Le daba miedo dormir y soñar o ver en sus sueños a Tyler o a Sam.
Pero en sí, una parte de Zuzu había cambiado y no hablábamos de las distintas pelucas que estaba ocupando en esa casa o el cargado maquillaje que estaba llevando. Si no que Zuzu se dio cuenta que tenía corazón, que ya las cosas no estaban siendo un estúpido capricho, que las cosas estaban siendo más serias. Tampoco quería decir que ella tenía todo claro en su cabeza porque aún se sentía confundida por Tyler y Sam pero ella sí tenía claro que los quería a ambos y mucho.
— Candice. —La voz de su tía la descompuso de sus pensamientos. — Ya te he dicho que no fumes en la cocina.
— Usted sabe que lo haré igual. —Le dijo en tono cínico. Su tía soltó una risa. — Zarah aunque me digas cien mil veces, me entrará por un oído y me saldrá por el otro.
— ¿Que pensabas?
— Nada interesante.
— ¿Chicos?
— Sí. Ya sabes Tyler y Sam, ese drama de teleserie Colombiana me esta matando.
— Deberías volver.
— ¿Me estás echando? —Zuzu quiso mostrarse ofendida. — Violet estará triste.
— Violet solo esta acá por ti, Candice.
— ¿Qué estás queriendo decir? ¿Que estoy amarrando a Violet conmigo? Sé que ella era feliz allá.
— No he dicho nada.
— Pero lo quieres decir, ella puede irse, es libre de tomar sus decisiones, es lo bastante madura y creeme porque es mil veces más madura que yo para saber y tener claro lo que quiere.
— Te debe querer harto.
— Es mi hermana, lo hace. Pero tampoco quiero la compasión de nadie. Yo solo quería librarme de mis problemas y estar contigo, que me apapacharas y me dieras de estos panquecitos que haces.
— No puedes huir de tus problemas, esas cosas se enfrentan Candice.
— Me da miedo.
— ¡No puedes meterte en problemas y luego tener miedo!
— Si puedo, Zarah. Tengo todo el derecho de tener miedo. No puedo toda la vida hacerme la fuerte, porque no lo soy.
Su tía se quedó en silencio unos segundos y la miró. Se acercó a ella y quitó la peluca rosa que tenía puesta Candice, desarmo el peinado que traía y corrió sus mechones rubios. Zuzu se sintió querida por unos segundos, era el tipo de mirada que le daba Tyler dándole a entender que todo estaría bien.
— Has vivido por diecisiete años prácticamente en una dictadura de mierda con tus padres, has pasado por engaños, perdiste un bebé, soportaste el odio de la mayoría de las personas con quienes convivías y dices que no eres fuerte.
Zuzu no lo soporto y así como si nada sus lágrimas empezaron a caer. Su tía solo las secaba y la abrazó, los sollozos se empezaron a hacer más fuerte. Desde que había llegado Zuzu no había botado ninguna lágrima pero todo tiene un límite. Ella explotó, nuevamente.
— No volveré… ya los perdí, pero quizás sea para mejor. —Dijo Zuzu cuando se calmó un poco.
— Toma. —Su tía le entregó un vaso de agua.
— Creo que una copa de vino ayudaría más.
Ambas rierón, Zuzu se secó sus lágrimas.
— Ya, ve a buscar a Violet. Esta en la playa, dile que cenaremos.
— Está bien.
Sam tomó la llave del auto y la arrastro como una pala en aquel polvo blanco que lo ayudaba a mantenerse despierto, con lo poco que saco con la llave lo llevó a su nariz y tapó una fosa nasal para aspirar lo que había ahí, era la quinta vez que lo hacía en más o menos cuarenta minutos.
— Creo que está bien, Sam. —Le dijo Daniel.
Raro que estuviera con el moreno, pero ya le daba lo mismo compartir con quien fuera.
— Esto lo he robado yo, te estoy dando de solo buena persona, te agradecería un montón que me dejes consumirlo como se me pegue la regalada gana. —Sam ya estaba un poco más agresivo. — Pásame un cigarro.
Daniel en silencio le entregó un cigarro Marlboro, Sam lo hundió en el polvo blanco y lo puso en su boca pegandolo en su lengua.
— ¿Qué tiene de agradable eso? Digo… jalarlo ya, pero que se te duerma la boca…
— No sé, estoy aburrido.
— Sam. —Daniel suspiró y Sam lo miró curioso. — Yo debo confesarte algo.
— ¿Qué?
— Yo tuve algo con Zuzu…
— Lo sé
— Nosotros teníamos sexo en la casa de la tía de Zuzu cuando ella estaba con Arthur.
Un silencio incomodo se formo entre ambos. Sam lo miró con curiosidad, dio una calada y cruzó un pie, dio un largo suspiró para mirar todo el pequeño lugar. Nadie estaba, podía matarlo si quería, pero no. Aclaró su garganta.
— Lo sé, Daniel. Toda la escuela lo sabía. Ella también se acostaba con Sarah cuando estaba con Arthur.
— Es que no me estás entendiendo y bueno es entendible, tú jamás tuviste una relación cercana con Zuzu pero sé que ahora te importa y todo esto es raro pero…
— Al grano, Turner.
— Creo que sé donde vive la tía de Zuzu.
— Eso es obvio.
— Zuzu está allá.
Otro silencio incómodo. Ahora Sam soltó una risa, una risa cínica como si Daniel estuviera jodiendolo. Pero efectivamente no lo hacía.
— ¿Cómo lo sabes? Ella podría estar en su casa.
— Si hay algo que deberías saber de Zimmerman es que ella odia con toda su jodida vida a sus padres y ama con su jodida vida a su tía. Su tía lleva algunos meses luchando con un cáncer bien feo, y es su vida prácticamente.
— Ah.
— Mira antes que me golpees o algo así por no decirtelo. Quiero que sepas que te lo digo porque siento que realmente te importa. Estás mal viejo, has tenido más de cuatro o cinco peleas con Tyler y ya sé que no es por Diane, le estas cargando la rabia de Zuzu.
— Gracias.
— De nada.
— Supongo que partiremos hacía allá.
— Es en San diego, digo podríamos ir a buscarla o bueno ver si quiere volver y luego seguir nuestro recorrido.
— Hay que hablar con Penny.
— Penny obviamente querrá, es su mejor maldita amiga. Y sobre Tyler, no digas nada yo me encargaré de decirle.
— ¿Le dirás ahora? —Sam se tiró en el suelo acostado. Daniel soltó un “ajam”.
Sam cerró los ojos y con mucha dificultad se quedó dormido. Entre pensamientos y conclusiones se estaba matando a sí mismo.
Cuando abrió los ojos vio a Fauna, nuevamente como un angel. Con un vestido damasco, corto. Arreglo de flores en su cabello y moviéndolo suavemente. Aquel levantó un poco la cabeza y vio a todos levantados, miró su mano y el cigarro ya apagado.
— Daniel nos dijo.
— Fauna, no creo sentirme preparado, yo creo que lo mejor es dejarla tranquila y ya que si ella quiere volver que nos busque.
— Estás pensando solo en ti, piensa que Penny y Tyler también la extrañan.
— Ella no extraña a nadie.
— Sam estás siendo muy inmaduro en este momento, ella nos necesita.
— ¿¡Y qué sabes tú!? —Sam al darse cuenta que Fauna se había asustado por el grito de este, bajo su perfil. — Perdón.
— No te preocupes, sé lo estresado que estás. Digo, lo supongo.
— Perdón Fauna estoy siendo un idiota en este instante. —Sam la abrazó y ella correspondió.
— Vamos, solo faltas tú.
Sam se levantó. Se dio cuenta que sus rodillas temblaban, estaba nervioso de verla nuevamente.
— Candice con Violet iremos a hacer las compras, ¿vas o te quedas?
— Me quedaré.
Candice escucho como cerraron la puerta. Esta se quedo sentada frente a un espejo y sacó la toalla de su cabello ya que se había duchado recién. Comenzó a secar su rubio cabello, se maquilló y buscó una de esas pelucas de su tía. Tomó una peluca negra corta, le llegaba un poco más abajo de los hombros. Se miró varios minutos al espejo y decidió salir a tomar aire.
Siempre se preguntó por qué a su tía le gustaba ir de compras tan tarde, prácticamente cuando estaban cerrando los supermercados, todo a última hora.
Salió a la playa, se acurruco en sí misma por el viento que había y sacó un cigarro, lo prendió y la primera calada fue estar en el paraíso. Estaba cansada, la noche anterior había tenido un pésimo presentimiento y no había podido dormir, luego en la mañana había estado bañándose con Violet en el mar, para luego salir a un Mcdonalds con su tía y su hermana, y así terminar el día dándose una relajante ducha.
La tranquilizaba el mar, realmente lo hacía. Cerró sus ojos por unos segundos y volvió a dar una calada, definitivamente cuando terminará ese cigarrillo se iría a hacer un café bien cargado para ver televisión en la noche. Esperaba que llegaran con comida rápida, porque las hamburguesas del Mcdonalds no la llenaban mucho.
La rubia (Ahora morena por su peluca) entró para hacerse su café, puso a hervir agua y prendió el televisor, escuchaba de lejos Geordie Shore y reía por algunas cosas, abrió un paquete de galletas de chocolate mientras esperaba el agua.
Pero se detuvo de comer al escuchar que golpearon la puerta, rodó los ojos.
— Joder, ¿que no podían sacar llaves? —Dijo caminando enfadada a la puerta. — Quizá yo ni siquiera hubiera estado.
Pero al abrir la puerta y ve que no era Zarah o Violet sintió que su corazón se detuvo por unos segundos. Era Penny. No sabía si abrazarla, llorar, gritar o echarla de la casa. De todos modos la cara de Penny no decía nada agradable tampoco, se veía cansada y con un tipo de cara de Zombie.
— Oh Díos mío.
— Eres idiota o qué. —Penny entró a la casa sin importarle nada. — No tenías derecho a irte sin decirle a nadie, ¡no tenías derecho! —Le gritó y su voz se entrecortó. — Yo te necesitaba y tu solo te fuiste, se suponía que eras mi mejor amiga.
— Lo soy Penny, realmente lo siento. —La voz de Zuzu también se entre cortó. Era mucha información en tan poco tiempo. — Pero yo estaba mal.
— Y solo por eso no te daré la golpiza de tu vida, Zuzu tú sabes que yo estaba ahí siempre para ti, no te voy a dejar sola, no lo haré.
— Tenía miedo Penny, sentí que mi mundo se derrumbaba y me estaba perdiendo a mi misma, de hecho siento que aun no soy yo.
— ¿Es por Tyler?
— No lo sé… no sé nada, yo solo quiero estar en paz.
Ambas se quedaron en silencio y el único sonido que se escuchaba era de la televisión, sus ojos se cruzaron ambas estaban con los ojos cristalizados, querían llorar pero ambas eran tan orgullosas que no lo hacían. Aún así Zuzu di el primer paso y con algo de miedo la abrazó, Penny correspondió y la apretó dándole a entender que no quería dejarla a ir.
— ¿Cómo llegaste hasta acá? —Dijo la ojiazul cuando se soltaron. — Digo, como sabías que estaba acá. ¿Viniste sola?
— Candice, todos han venido. Algunos no de buena gana, pero bueno… mayoria ganó. Y Daniel nos dijo.
— No tenía derecho.
— Zuzu… tú no tienes idea, ni la más mínima de como está Tyler. Creo que ambos deberían conversar.
— Yo…
— Y Sam, mierda… ¿Qué le has hecho a ese chico? ¡Si te odiaba!
— Yo tampoco lo sé, no entiendo nada.
— Creo que deberías conversar con ambos. Están afuera, de hecho todos están afuera.
Zuzu solo buscó la cajetilla de cigarros y un encendedor.
— Sácate esa peluca.
— No. Me gusta.
Penny bufó. Zuzu salió y la ojiverde tras ella. Las rodillas de la ojiazul temblaban, se sentía estúpida y totalmente no preparada para ver a sus dos amores. A penas salió de la casa prendió un cigarrillo, y no demoró en notar la cabellera de Tyler, quien al parecer tenía una pequeña coleta. Ella apuró su paso y comenzó a saludar a todos sin interes porque además de Penny y Tyler no había gente interesante para ella.
— Cuando llegue mi tía vere si pueden alojar ahí, aunque sea por la noche. —Les dijo a todos.
Para luego acercarse a Tyler recién a saludarlo, fue lo más incomodo que Zuzu ha tenido que pasar. Solo le basto mirarlo.
— ¿Podemos hablar? —Este asintió.
Comenzaron a caminar por la orilla de la playa, en silencio. Zuzu le ofreció un cigarro al rizado y este aceptó. Ambos fumaban callados, era tan raro. Cuando hace un mes no se callaban ni un segundo al estar juntos, parecían extraños y eso le dolía inmensamente a Zuzu.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos la rubia se tiró a la arena y Tyler hizo lo mismo.
— Linda peluca.
— Me queda bien el negro.
— Te ves distinta, pero bien. Me gusta cuando pintas tus labios rojos y tus ojos negros, haces que se vean más azules tus ojos.
— Gracias.
Silencio.
— ¿Por qué te fuiste? Sabes que la pelea fue algo estúpido.
— Todo se había ido a la mierda Tyler, los celos me estaban matando y esa no era yo.
— No esta mal enamorarse.
— Lo está, es enfermizo. Es un círculo vicioso que jamás acaba, todos terminan dañados y juran cambiar pero no lo hacen.
— ¿Cuántas veces tengo que decirte que te amo a ti para que lo creas?
— Lo creo. Enserio que lo hago, solo tengo miedo.
— Debes parar de tener miedo, antes no lo tenías.
— A eso me refiero, el amor me esta matando Tyler. Estoy perdiéndome a mí misma y yo solo quiero ser la chica reventada que le importaba un carajo lo que los demás hicieran. —Ella suspiró. — A veces siento que verte a ti y a Diane me destruye, y ya no son celos de caprichos… son celos verdaderos, esos que te hacen doler la cabeza tanto pensar en ellos, que sacas conclusiones de donde no las hay, que hacen que se te forme un nudo en el estómago por la rabia.
— Es mi amiga.
— Y yo también lo soy, creo que deberíamos quedarnos asi.
Entonces la rubia se calló por el simple hecho de sentir los labios del chico en los de ella. Sintió algo raro, hace tiempo no besaba a Tyler y se sentía como algo nuevo, ella cerró los ojos y se dejó llevar abriendo su boca, enredo sus dedos en su cabello.
Cuando ya no podían más se separaron.
— Esto significa que te quiero a ti.
— Te advierto que esto terminará mal. —Dijo Zuzu seriamente. — Te vuelvo a repetir es un círculo vicioso, terminaremos en lo de siempre, celos y malos tratos.
— Quiero arriesgarme en ese caso.
Y Zuzu no lo soportó más, se volvió a abalanzarse hacia él con fuerzas puso sus piernas entre medio de sus caderas y las prendas comenzaron a sobrar. Así era la relación de ellos, de pasión. Aun así en la cabeza de la rubia sentía que faltaba conversar con Sam, aclarar todo ese tema.
Lo que no sabía Candice era que Sam los había seguido, quería conversar con los dos y quizá arreglar todo el enredo. Al ver la escena solo se devolvió decepcionado. ¿Qué estaba pensando al querer a Zuzu? Solo se estaba arriesgando a ser el segundo.
Cuando Zuzu y Tyler habían vuelto aquella se dio cuenta que al parecer ya habían hablado con Zarah. Abrió despacio la puerta y guío a Tyler a su habitación, el rizado tenía suerte de ser uno de los pocos que podía dormir en habitación.
Aquella dejo a Tyler en la habitación y fue al baño a dejar esa peluca que ya estaba llena de arena y a sacar el maquillaje.
Al terminar aquello salió de allí, cansada. Su cuerpo le dolía, caminó despacio y recordó lo de Sam. Su camino se devío y fue a buscarlo entre algunos que dormían, no le importo si despertaba alguien. No lo encontró, entonces fue a la cocina a sacar las galletas que hace un rato estaba comiendo. Se asustó al ver a un chico ahí, exactamente Sam.
— Sam.
— Candice. —Dijo imitando el tono de la rubia.
— Que simpatía. Bueno de todos modos quería hablar.
— No creo que haya nada que hablar, solo decirte que debes olvidar lo que te dije, tú estás con Tyler y lo quieres a él, esta bien… creo que cosas como esas se respetan y bueno; sé feliz. Espero que vuelvas con nosotros, se extraña tener a una loca maniática como tú en el grupo.
Y dicho esto Sam se fue, nuevamente dejando a Zuzu derrotada.
No sabía qué pensar de todo lo que le había dicho el castaño ese día, las palabras aún rondaban por su cabeza y a veces podía ser enfermizo lo mucho que pensaba en eso porque realmente quería sacar eso de su mente. Lo único que sabía en ese momento era que no podía volver aunque las ganas no le faltaban pero… ya los había perdido, ella sabía que no se quedarían ahí esperándola toda la vida, debían seguir con sus vidas. Después de todo Zuzu era un personaje más de sus historias, nada importante.
La salud de Zuzu seguía igual, después de su pérdida aun seguían algunos pequeños dolores que se acababan con alguna agua de hierba que le daba su tía y un muy agradable guatero. Sí pasaba más tiempo acostada en la cama, su tía le había pasado una de las habitaciones. El primer día que llegó durmió un día y medio seguido, para luego despertarse y fumarse una cajetilla de veinte cigarrillos en una noche hablando con su tía. Desde que estaba allá que no había tomado alcohol, pero si se había drogado. No había fumado mucha marihuana, pero si había jalado mucha cocaína. Le daba miedo dormir y soñar o ver en sus sueños a Tyler o a Sam.
Pero en sí, una parte de Zuzu había cambiado y no hablábamos de las distintas pelucas que estaba ocupando en esa casa o el cargado maquillaje que estaba llevando. Si no que Zuzu se dio cuenta que tenía corazón, que ya las cosas no estaban siendo un estúpido capricho, que las cosas estaban siendo más serias. Tampoco quería decir que ella tenía todo claro en su cabeza porque aún se sentía confundida por Tyler y Sam pero ella sí tenía claro que los quería a ambos y mucho.
— Candice. —La voz de su tía la descompuso de sus pensamientos. — Ya te he dicho que no fumes en la cocina.
— Usted sabe que lo haré igual. —Le dijo en tono cínico. Su tía soltó una risa. — Zarah aunque me digas cien mil veces, me entrará por un oído y me saldrá por el otro.
— ¿Que pensabas?
— Nada interesante.
— ¿Chicos?
— Sí. Ya sabes Tyler y Sam, ese drama de teleserie Colombiana me esta matando.
— Deberías volver.
— ¿Me estás echando? —Zuzu quiso mostrarse ofendida. — Violet estará triste.
— Violet solo esta acá por ti, Candice.
— ¿Qué estás queriendo decir? ¿Que estoy amarrando a Violet conmigo? Sé que ella era feliz allá.
— No he dicho nada.
— Pero lo quieres decir, ella puede irse, es libre de tomar sus decisiones, es lo bastante madura y creeme porque es mil veces más madura que yo para saber y tener claro lo que quiere.
— Te debe querer harto.
— Es mi hermana, lo hace. Pero tampoco quiero la compasión de nadie. Yo solo quería librarme de mis problemas y estar contigo, que me apapacharas y me dieras de estos panquecitos que haces.
— No puedes huir de tus problemas, esas cosas se enfrentan Candice.
— Me da miedo.
— ¡No puedes meterte en problemas y luego tener miedo!
— Si puedo, Zarah. Tengo todo el derecho de tener miedo. No puedo toda la vida hacerme la fuerte, porque no lo soy.
Su tía se quedó en silencio unos segundos y la miró. Se acercó a ella y quitó la peluca rosa que tenía puesta Candice, desarmo el peinado que traía y corrió sus mechones rubios. Zuzu se sintió querida por unos segundos, era el tipo de mirada que le daba Tyler dándole a entender que todo estaría bien.
— Has vivido por diecisiete años prácticamente en una dictadura de mierda con tus padres, has pasado por engaños, perdiste un bebé, soportaste el odio de la mayoría de las personas con quienes convivías y dices que no eres fuerte.
Zuzu no lo soporto y así como si nada sus lágrimas empezaron a caer. Su tía solo las secaba y la abrazó, los sollozos se empezaron a hacer más fuerte. Desde que había llegado Zuzu no había botado ninguna lágrima pero todo tiene un límite. Ella explotó, nuevamente.
— No volveré… ya los perdí, pero quizás sea para mejor. —Dijo Zuzu cuando se calmó un poco.
— Toma. —Su tía le entregó un vaso de agua.
— Creo que una copa de vino ayudaría más.
Ambas rierón, Zuzu se secó sus lágrimas.
— Ya, ve a buscar a Violet. Esta en la playa, dile que cenaremos.
— Está bien.
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Sam tomó la llave del auto y la arrastro como una pala en aquel polvo blanco que lo ayudaba a mantenerse despierto, con lo poco que saco con la llave lo llevó a su nariz y tapó una fosa nasal para aspirar lo que había ahí, era la quinta vez que lo hacía en más o menos cuarenta minutos.
— Creo que está bien, Sam. —Le dijo Daniel.
Raro que estuviera con el moreno, pero ya le daba lo mismo compartir con quien fuera.
— Esto lo he robado yo, te estoy dando de solo buena persona, te agradecería un montón que me dejes consumirlo como se me pegue la regalada gana. —Sam ya estaba un poco más agresivo. — Pásame un cigarro.
Daniel en silencio le entregó un cigarro Marlboro, Sam lo hundió en el polvo blanco y lo puso en su boca pegandolo en su lengua.
— ¿Qué tiene de agradable eso? Digo… jalarlo ya, pero que se te duerma la boca…
— No sé, estoy aburrido.
— Sam. —Daniel suspiró y Sam lo miró curioso. — Yo debo confesarte algo.
— ¿Qué?
— Yo tuve algo con Zuzu…
— Lo sé
— Nosotros teníamos sexo en la casa de la tía de Zuzu cuando ella estaba con Arthur.
Un silencio incomodo se formo entre ambos. Sam lo miró con curiosidad, dio una calada y cruzó un pie, dio un largo suspiró para mirar todo el pequeño lugar. Nadie estaba, podía matarlo si quería, pero no. Aclaró su garganta.
— Lo sé, Daniel. Toda la escuela lo sabía. Ella también se acostaba con Sarah cuando estaba con Arthur.
— Es que no me estás entendiendo y bueno es entendible, tú jamás tuviste una relación cercana con Zuzu pero sé que ahora te importa y todo esto es raro pero…
— Al grano, Turner.
— Creo que sé donde vive la tía de Zuzu.
— Eso es obvio.
— Zuzu está allá.
Otro silencio incómodo. Ahora Sam soltó una risa, una risa cínica como si Daniel estuviera jodiendolo. Pero efectivamente no lo hacía.
— ¿Cómo lo sabes? Ella podría estar en su casa.
— Si hay algo que deberías saber de Zimmerman es que ella odia con toda su jodida vida a sus padres y ama con su jodida vida a su tía. Su tía lleva algunos meses luchando con un cáncer bien feo, y es su vida prácticamente.
— Ah.
— Mira antes que me golpees o algo así por no decirtelo. Quiero que sepas que te lo digo porque siento que realmente te importa. Estás mal viejo, has tenido más de cuatro o cinco peleas con Tyler y ya sé que no es por Diane, le estas cargando la rabia de Zuzu.
— Gracias.
— De nada.
— Supongo que partiremos hacía allá.
— Es en San diego, digo podríamos ir a buscarla o bueno ver si quiere volver y luego seguir nuestro recorrido.
— Hay que hablar con Penny.
— Penny obviamente querrá, es su mejor maldita amiga. Y sobre Tyler, no digas nada yo me encargaré de decirle.
— ¿Le dirás ahora? —Sam se tiró en el suelo acostado. Daniel soltó un “ajam”.
Sam cerró los ojos y con mucha dificultad se quedó dormido. Entre pensamientos y conclusiones se estaba matando a sí mismo.
Cuando abrió los ojos vio a Fauna, nuevamente como un angel. Con un vestido damasco, corto. Arreglo de flores en su cabello y moviéndolo suavemente. Aquel levantó un poco la cabeza y vio a todos levantados, miró su mano y el cigarro ya apagado.
— Daniel nos dijo.
— Fauna, no creo sentirme preparado, yo creo que lo mejor es dejarla tranquila y ya que si ella quiere volver que nos busque.
— Estás pensando solo en ti, piensa que Penny y Tyler también la extrañan.
— Ella no extraña a nadie.
— Sam estás siendo muy inmaduro en este momento, ella nos necesita.
— ¿¡Y qué sabes tú!? —Sam al darse cuenta que Fauna se había asustado por el grito de este, bajo su perfil. — Perdón.
— No te preocupes, sé lo estresado que estás. Digo, lo supongo.
— Perdón Fauna estoy siendo un idiota en este instante. —Sam la abrazó y ella correspondió.
— Vamos, solo faltas tú.
Sam se levantó. Se dio cuenta que sus rodillas temblaban, estaba nervioso de verla nuevamente.
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— Candice con Violet iremos a hacer las compras, ¿vas o te quedas?
— Me quedaré.
Candice escucho como cerraron la puerta. Esta se quedo sentada frente a un espejo y sacó la toalla de su cabello ya que se había duchado recién. Comenzó a secar su rubio cabello, se maquilló y buscó una de esas pelucas de su tía. Tomó una peluca negra corta, le llegaba un poco más abajo de los hombros. Se miró varios minutos al espejo y decidió salir a tomar aire.
Siempre se preguntó por qué a su tía le gustaba ir de compras tan tarde, prácticamente cuando estaban cerrando los supermercados, todo a última hora.
Salió a la playa, se acurruco en sí misma por el viento que había y sacó un cigarro, lo prendió y la primera calada fue estar en el paraíso. Estaba cansada, la noche anterior había tenido un pésimo presentimiento y no había podido dormir, luego en la mañana había estado bañándose con Violet en el mar, para luego salir a un Mcdonalds con su tía y su hermana, y así terminar el día dándose una relajante ducha.
La tranquilizaba el mar, realmente lo hacía. Cerró sus ojos por unos segundos y volvió a dar una calada, definitivamente cuando terminará ese cigarrillo se iría a hacer un café bien cargado para ver televisión en la noche. Esperaba que llegaran con comida rápida, porque las hamburguesas del Mcdonalds no la llenaban mucho.
La rubia (Ahora morena por su peluca) entró para hacerse su café, puso a hervir agua y prendió el televisor, escuchaba de lejos Geordie Shore y reía por algunas cosas, abrió un paquete de galletas de chocolate mientras esperaba el agua.
Pero se detuvo de comer al escuchar que golpearon la puerta, rodó los ojos.
— Joder, ¿que no podían sacar llaves? —Dijo caminando enfadada a la puerta. — Quizá yo ni siquiera hubiera estado.
Pero al abrir la puerta y ve que no era Zarah o Violet sintió que su corazón se detuvo por unos segundos. Era Penny. No sabía si abrazarla, llorar, gritar o echarla de la casa. De todos modos la cara de Penny no decía nada agradable tampoco, se veía cansada y con un tipo de cara de Zombie.
— Oh Díos mío.
— Eres idiota o qué. —Penny entró a la casa sin importarle nada. — No tenías derecho a irte sin decirle a nadie, ¡no tenías derecho! —Le gritó y su voz se entrecortó. — Yo te necesitaba y tu solo te fuiste, se suponía que eras mi mejor amiga.
— Lo soy Penny, realmente lo siento. —La voz de Zuzu también se entre cortó. Era mucha información en tan poco tiempo. — Pero yo estaba mal.
— Y solo por eso no te daré la golpiza de tu vida, Zuzu tú sabes que yo estaba ahí siempre para ti, no te voy a dejar sola, no lo haré.
— Tenía miedo Penny, sentí que mi mundo se derrumbaba y me estaba perdiendo a mi misma, de hecho siento que aun no soy yo.
— ¿Es por Tyler?
— No lo sé… no sé nada, yo solo quiero estar en paz.
Ambas se quedaron en silencio y el único sonido que se escuchaba era de la televisión, sus ojos se cruzaron ambas estaban con los ojos cristalizados, querían llorar pero ambas eran tan orgullosas que no lo hacían. Aún así Zuzu di el primer paso y con algo de miedo la abrazó, Penny correspondió y la apretó dándole a entender que no quería dejarla a ir.
— ¿Cómo llegaste hasta acá? —Dijo la ojiazul cuando se soltaron. — Digo, como sabías que estaba acá. ¿Viniste sola?
— Candice, todos han venido. Algunos no de buena gana, pero bueno… mayoria ganó. Y Daniel nos dijo.
— No tenía derecho.
— Zuzu… tú no tienes idea, ni la más mínima de como está Tyler. Creo que ambos deberían conversar.
— Yo…
— Y Sam, mierda… ¿Qué le has hecho a ese chico? ¡Si te odiaba!
— Yo tampoco lo sé, no entiendo nada.
— Creo que deberías conversar con ambos. Están afuera, de hecho todos están afuera.
Zuzu solo buscó la cajetilla de cigarros y un encendedor.
— Sácate esa peluca.
— No. Me gusta.
Penny bufó. Zuzu salió y la ojiverde tras ella. Las rodillas de la ojiazul temblaban, se sentía estúpida y totalmente no preparada para ver a sus dos amores. A penas salió de la casa prendió un cigarrillo, y no demoró en notar la cabellera de Tyler, quien al parecer tenía una pequeña coleta. Ella apuró su paso y comenzó a saludar a todos sin interes porque además de Penny y Tyler no había gente interesante para ella.
— Cuando llegue mi tía vere si pueden alojar ahí, aunque sea por la noche. —Les dijo a todos.
Para luego acercarse a Tyler recién a saludarlo, fue lo más incomodo que Zuzu ha tenido que pasar. Solo le basto mirarlo.
— ¿Podemos hablar? —Este asintió.
Comenzaron a caminar por la orilla de la playa, en silencio. Zuzu le ofreció un cigarro al rizado y este aceptó. Ambos fumaban callados, era tan raro. Cuando hace un mes no se callaban ni un segundo al estar juntos, parecían extraños y eso le dolía inmensamente a Zuzu.
Cuando estuvieron lo suficientemente lejos la rubia se tiró a la arena y Tyler hizo lo mismo.
— Linda peluca.
— Me queda bien el negro.
— Te ves distinta, pero bien. Me gusta cuando pintas tus labios rojos y tus ojos negros, haces que se vean más azules tus ojos.
— Gracias.
Silencio.
— ¿Por qué te fuiste? Sabes que la pelea fue algo estúpido.
— Todo se había ido a la mierda Tyler, los celos me estaban matando y esa no era yo.
— No esta mal enamorarse.
— Lo está, es enfermizo. Es un círculo vicioso que jamás acaba, todos terminan dañados y juran cambiar pero no lo hacen.
— ¿Cuántas veces tengo que decirte que te amo a ti para que lo creas?
— Lo creo. Enserio que lo hago, solo tengo miedo.
— Debes parar de tener miedo, antes no lo tenías.
— A eso me refiero, el amor me esta matando Tyler. Estoy perdiéndome a mí misma y yo solo quiero ser la chica reventada que le importaba un carajo lo que los demás hicieran. —Ella suspiró. — A veces siento que verte a ti y a Diane me destruye, y ya no son celos de caprichos… son celos verdaderos, esos que te hacen doler la cabeza tanto pensar en ellos, que sacas conclusiones de donde no las hay, que hacen que se te forme un nudo en el estómago por la rabia.
— Es mi amiga.
— Y yo también lo soy, creo que deberíamos quedarnos asi.
Entonces la rubia se calló por el simple hecho de sentir los labios del chico en los de ella. Sintió algo raro, hace tiempo no besaba a Tyler y se sentía como algo nuevo, ella cerró los ojos y se dejó llevar abriendo su boca, enredo sus dedos en su cabello.
Cuando ya no podían más se separaron.
— Esto significa que te quiero a ti.
— Te advierto que esto terminará mal. —Dijo Zuzu seriamente. — Te vuelvo a repetir es un círculo vicioso, terminaremos en lo de siempre, celos y malos tratos.
— Quiero arriesgarme en ese caso.
Y Zuzu no lo soportó más, se volvió a abalanzarse hacia él con fuerzas puso sus piernas entre medio de sus caderas y las prendas comenzaron a sobrar. Así era la relación de ellos, de pasión. Aun así en la cabeza de la rubia sentía que faltaba conversar con Sam, aclarar todo ese tema.
Lo que no sabía Candice era que Sam los había seguido, quería conversar con los dos y quizá arreglar todo el enredo. Al ver la escena solo se devolvió decepcionado. ¿Qué estaba pensando al querer a Zuzu? Solo se estaba arriesgando a ser el segundo.
***
Cuando Zuzu y Tyler habían vuelto aquella se dio cuenta que al parecer ya habían hablado con Zarah. Abrió despacio la puerta y guío a Tyler a su habitación, el rizado tenía suerte de ser uno de los pocos que podía dormir en habitación.
Aquella dejo a Tyler en la habitación y fue al baño a dejar esa peluca que ya estaba llena de arena y a sacar el maquillaje.
Al terminar aquello salió de allí, cansada. Su cuerpo le dolía, caminó despacio y recordó lo de Sam. Su camino se devío y fue a buscarlo entre algunos que dormían, no le importo si despertaba alguien. No lo encontró, entonces fue a la cocina a sacar las galletas que hace un rato estaba comiendo. Se asustó al ver a un chico ahí, exactamente Sam.
— Sam.
— Candice. —Dijo imitando el tono de la rubia.
— Que simpatía. Bueno de todos modos quería hablar.
— No creo que haya nada que hablar, solo decirte que debes olvidar lo que te dije, tú estás con Tyler y lo quieres a él, esta bien… creo que cosas como esas se respetan y bueno; sé feliz. Espero que vuelvas con nosotros, se extraña tener a una loca maniática como tú en el grupo.
Y dicho esto Sam se fue, nuevamente dejando a Zuzu derrotada.
sugg.
Re: The Roadtrip
No dejemos a esta novela morir ): Mile ven y sálvanos con un capítulo
peralta.
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Re: The Roadtrip
en cuánto miré las fotos de Dianna de mi perfil, no pude evitar en pensar en Penny ;-;
peralta.
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*
- vvvali:
- vale bebu ñaslñdls estoy feliz de que zuzu este bien because bueno zuzu es vida y lo merece no me importa nada): espero que sea fELIZ JODER y ñsl su tia tiene razon u_u siii si van a buscarla SAM no seas egoista): la mayoria O POR LO MENOS YO extraño a zuzu con el resto asi que lo van a hacer y se acabo fin aww fauna ): ella extraña a zuzu por qus i asi que aunque sam quiera o no ((que si quiere)) van a ir a verla LKD PENNY Y ZUZU las amo): fav sismance ever la pelucla de zuzu alkd aw): wow drama tyler y zuzu u:u la verdad no queria que volvieran pero bueno u_u cosas que pasan no creo no se u_u es obvio que no son el uno para el otro pero bueno se quiere a paesra de todo): SAM CANDICE BESENSE nueno): pero me tien eperando por eso malditos): VALE TE Amo perdon mi comnatrio tan cacá))):
nayeon.
Re: The Roadtrip
son muy penny ): la mochila el vestido la sonrisa im sooHook. escribió:en cuánto miré las fotos de Dianna de mi perfil, no pude evitar en pensar en Penny ;-;
nayeon.
Re: The Roadtrip
es que llego y me encuentro con un capítulo de sofi y uno de vale y es mucho para mí, ¿saben? kasjdhgfdhjsk ya me pongo a leer y comento<3
pd. steph, tu perfil
pd. steph, tu perfil
believe.
Re: The Roadtrip
;_________________; este fin de semana me pongo al corriente en serio ;___; leo los caps de... sofi, vale y yaz ;___; lo siento u_u
Atenea.
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Re: The Roadtrip
bueno, mily me dijo que no iba a poder subir entonces me toca a mi
peralta.
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Re: The Roadtrip
Y DESPUÉS A MÍ, NO??? OMG AKSJDNASJDNAJSNDS skdjasjdnas
hace meses no escribo para esta novela
hace meses no escribo para esta novela
Atenea.
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