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Pride & Prejudice
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Re: Pride & Prejudice
Capítulo 002
Amelia Sophie & Aaron Abraham
Los mechones de su cabello caían como gotas de lluvia. Amelia observaba como su madre le cortaba las puntas de lo que más le gustaba de ella; su cabello. Podía oír el suave sonido de las tijeras cada vez que un mechón había sido cortado. La castaña bufaba cada vez que sentía que su cabello caía al suelo. La madre de la Castaña, dejó las tijeras sobre el mesón que había sobre ellas, y se dirigió hacia ella. La mujer podía sentir como su madre la atravesaba con la mirada por no dejarla terminar con calma su trabajo. Se dio una mirada al espejo y no pudo evitar fulminar su reflejo, después sintió un sonido inconformista de parte de su madre.
–¿Todo esto es necesario, madre? Me refiero, los grandes e invaluables vestidos que os compras.–Amelia sintió la palma de su madre sobre su mejilla en un acto violento. Cuando su madre retiró la mano de la mejilla de la Castaña, se disculpó y soltó una lágrima rebelde. Amelia le dio una mirada de calma.
–Perdona, querida. Pero, no quiero volver a oír esas palabras de tu boca. ¿Has escuchado?–Asintió, para después acomodarse en el asiento, dandole a entender a su madre que era libre de cortar su cabello; mas bien como un acto de perdón. Su madre ensanchó una sonrisa y siguió peinando el pelo rebelde de su hija. Amelia levantó una ceja para que su madre pudiera proseguir a hablar.
–Además, no es solo los vestidos, querida. Animate, puedes encontrar al amor de tu vida hoy.–La madre soltó un suspiró para proseguir.–¿Qué podrá ser? Un heredero rico, un carnicero con un buen negocio, un..–La castaña no quería escuchar más. La mujer odiaba el tema del dinero y el amor. Si quería un amor lo tendría porque ella lo quisiera, no porque su madre quisiera que fuera uno de los más ricos del pueblo. Había pasado una vez; se enamoró, y fue un desastre, él era pobre, no tenía más que rechazar sus sentimientos y de verdad lo lamentaba.
–No lo sé, madre. Tú lo has dicho, mi edad no es la edad para contraer matrimonio. Tus palabras, no mías.–Su madre soltó un bufido y obligó que la castaña la mirara.
–Quiero que encuentres tu amor verdadero, no importe qué. Podrás tener los años que tengas, pero nunca será tarde.–Le sonrió a su hija y después dejó el cepillo sobre el mesón. Cuando estaba por salir, se paro en seco y dijo.
–Sabes que quiero eso para ti. Lo digo de verdad. Alista tus cosas, te esperaremos.–Su madre salió de la habitación. La castaña se aseguró que estuviera en una distancia buena y dijo.
–No lo creo, madre. Rechazaste el único amor que creo que podré tener en la vida.–Se dejó caer sobre el sillón viejo y suspiró. Tendría que arreglarse, no tenía salida.
Había pensado en escaparse cuando el baile empezara, pero la verdad no sabía si eso sería en vano. Amelia estaba segura que la atraparían, y sus problemas serían más grandes que el tamaño del mundo. Se veía obligada a quedarse sentada y a sonreír hipócritamente a gente que simplemente no eran de su agrado. Ella se rehusaba a saludarlos, pero la fastidiosa de su madre la obliga. Cada vez que sacaran a la castaña, no debía decir no; debía soportarse a todas sus parejas de baile. Esas eran unas de las principales reglas que la madre de Amelia les ponía.
La niña se había puesto a peinar su pelo con gran rabia, cuando de repente escuchó un sonido proveniente de su padre.
–Amelia.–Carraspeó su padre. Ella se volteó y dejo de peinar su pelo.
–¿Pasa algo?–Él le hizo un gesto de poder sentarse a su lado y ella se movió un poco para darle espacio a su padre. Ella admiró el vestido por la parte de abajo y se sintió falsa con ella misma. No era que la castaña no se sintiera bonita, era lo falsa que sabía que se veía, esa no era ella.
–No me lo preguntaría a mí. ¿Hay algo qué te pase a ti, querida?–"Digamos que no quiero ir a este baile, y esto no es lo mío" Se dijo a si misma.
–No, todo esta bien.–El padre le sonrió, y después le dio un suave beso en la cabeza.
–Tengo unos asuntos. Terminate de cambiar, no hay tiempo.–Ella asintió, y cuando su padre salió, ella suspiró. Su vista se fijo en la rosa marchita que había guardado. Ella recordaba los tiempos pasados, cuando aquel amor le había regalado esa rosa, ella la había guardado.. Tan bien.
Le dio una vista, y supo que eso no iba a ser tan fácil.
–¿Todo esto es necesario, madre? Me refiero, los grandes e invaluables vestidos que os compras.–Amelia sintió la palma de su madre sobre su mejilla en un acto violento. Cuando su madre retiró la mano de la mejilla de la Castaña, se disculpó y soltó una lágrima rebelde. Amelia le dio una mirada de calma.
–Perdona, querida. Pero, no quiero volver a oír esas palabras de tu boca. ¿Has escuchado?–Asintió, para después acomodarse en el asiento, dandole a entender a su madre que era libre de cortar su cabello; mas bien como un acto de perdón. Su madre ensanchó una sonrisa y siguió peinando el pelo rebelde de su hija. Amelia levantó una ceja para que su madre pudiera proseguir a hablar.
–Además, no es solo los vestidos, querida. Animate, puedes encontrar al amor de tu vida hoy.–La madre soltó un suspiró para proseguir.–¿Qué podrá ser? Un heredero rico, un carnicero con un buen negocio, un..–La castaña no quería escuchar más. La mujer odiaba el tema del dinero y el amor. Si quería un amor lo tendría porque ella lo quisiera, no porque su madre quisiera que fuera uno de los más ricos del pueblo. Había pasado una vez; se enamoró, y fue un desastre, él era pobre, no tenía más que rechazar sus sentimientos y de verdad lo lamentaba.
–No lo sé, madre. Tú lo has dicho, mi edad no es la edad para contraer matrimonio. Tus palabras, no mías.–Su madre soltó un bufido y obligó que la castaña la mirara.
–Quiero que encuentres tu amor verdadero, no importe qué. Podrás tener los años que tengas, pero nunca será tarde.–Le sonrió a su hija y después dejó el cepillo sobre el mesón. Cuando estaba por salir, se paro en seco y dijo.
–Sabes que quiero eso para ti. Lo digo de verdad. Alista tus cosas, te esperaremos.–Su madre salió de la habitación. La castaña se aseguró que estuviera en una distancia buena y dijo.
–No lo creo, madre. Rechazaste el único amor que creo que podré tener en la vida.–Se dejó caer sobre el sillón viejo y suspiró. Tendría que arreglarse, no tenía salida.
Había pensado en escaparse cuando el baile empezara, pero la verdad no sabía si eso sería en vano. Amelia estaba segura que la atraparían, y sus problemas serían más grandes que el tamaño del mundo. Se veía obligada a quedarse sentada y a sonreír hipócritamente a gente que simplemente no eran de su agrado. Ella se rehusaba a saludarlos, pero la fastidiosa de su madre la obliga. Cada vez que sacaran a la castaña, no debía decir no; debía soportarse a todas sus parejas de baile. Esas eran unas de las principales reglas que la madre de Amelia les ponía.
La niña se había puesto a peinar su pelo con gran rabia, cuando de repente escuchó un sonido proveniente de su padre.
–Amelia.–Carraspeó su padre. Ella se volteó y dejo de peinar su pelo.
–¿Pasa algo?–Él le hizo un gesto de poder sentarse a su lado y ella se movió un poco para darle espacio a su padre. Ella admiró el vestido por la parte de abajo y se sintió falsa con ella misma. No era que la castaña no se sintiera bonita, era lo falsa que sabía que se veía, esa no era ella.
–No me lo preguntaría a mí. ¿Hay algo qué te pase a ti, querida?–"Digamos que no quiero ir a este baile, y esto no es lo mío" Se dijo a si misma.
–No, todo esta bien.–El padre le sonrió, y después le dio un suave beso en la cabeza.
–Tengo unos asuntos. Terminate de cambiar, no hay tiempo.–Ella asintió, y cuando su padre salió, ella suspiró. Su vista se fijo en la rosa marchita que había guardado. Ella recordaba los tiempos pasados, cuando aquel amor le había regalado esa rosa, ella la había guardado.. Tan bien.
Le dio una vista, y supo que eso no iba a ser tan fácil.
deutch.
Re: Pride & Prejudice
Me encantó el capítulo, me gustó la personalidad de Amelia y eso, algo rebelde.
Aunque también me dio cosita por lo de la rosa, aww y cosita
Espero el próximo ñ.ñ
Besos.
Aunque también me dio cosita por lo de la rosa, aww y cosita
Espero el próximo ñ.ñ
Besos.
trunks
Re: Pride & Prejudice
aonduwbf miluuu<33 me gusto mucho tu capítulo la personalidad de Amelia me encanta muchisimo y todo eso, aunque la señora Bennet me desespera en la novela y en el libro xdd no se que tiene En fin, ME ENCANTO Y EL BAILE bfiurb hermoso
Ya me pongo a escribir chicas<3 love u<3
Ya me pongo a escribir chicas<3 love u<3
Kurisu
Re: Pride & Prejudice
Uuuyyy me encanto el capitulo La historia de Amelia hace que mi corazon se rompa un poco Es que alla lo amaba (o lo ama, no? ) pero hicieron que eso acabara en pupu solo por el jodido dinero ): Aadhakdha ya quiero ver que pasara cuando ella vaya al baila entonces sus planeas de irse o de fingir se iran a la mierda Me encanto mucho, Milu
Te espero, Tessa
Te espero, Tessa
hange.
Re: Pride & Prejudice
Oh, Dios! Me encantó su historia, es muy triste y espero que pronto se encuentre con aquel que ella ama todavía, en serio: tengo unas enorme ganas de ver que pasa en tu historia que casi casi te diría que volvieras a escribir, pero no, soy una persona justa y pues ahora le toca a TESSA, sorprendeme y déjame con ganas de más, como lo hizo Milu.
midway.
Re: Pride & Prejudice
Me alegro que te haya gustado, linda.Jace. escribió:Me encantó el capítulo, me gustó la personalidad de Amelia y eso, algo rebelde.
Aunque también me dio cosita por lo de la rosa, aww y cosita
Espero el próximo ñ.ñ
Besos.
Sí, es un poco rebelde. Igual, besos para ti. ñ-ñ
Última edición por milu. el Dom 14 Sep 2014, 7:29 pm, editado 1 vez
deutch.
Re: Pride & Prejudice
kldkjsd Tessa<33 gracias, gracias. Sí, lo sé, a mí igual. xDTessa escribió:aonduwbf miluuu<33 me gusto mucho tu capítulo la personalidad de Amelia me encanta muchisimo y todo eso, aunque la señora Bennet me desespera en la novela y en el libro xdd no se que tiene En fin, ME ENCANTO Y EL BAILE bfiurb hermoso
Ya me pongo a escribir chicas<3 love u<3
Gracias, gracias.
Espero tu cap. Besos.
Última edición por milu. el Dom 14 Sep 2014, 7:30 pm, editado 1 vez
deutch.
Re: Pride & Prejudice
Gracias, gracias. Eso lo dira el destino. Sí, maldito dinero, jodiendo nuestras vidas desde que nacemos . xDDepper. escribió:Uuuyyy me encanto el capitulo La historia de Amelia hace que mi corazon se rompa un poco Es que alla lo amaba (o lo ama, no? ) pero hicieron que eso acabara en pupu solo por el jodido dinero ): Aadhakdha ya quiero ver que pasara cuando ella vaya al baila entonces sus planeas de irse o de fingir se iran a la mierda Me encanto mucho, Milu
Te espero, Tessa
Gracias de nuevo.
Besos.
Última edición por milu. el Dom 14 Sep 2014, 7:30 pm, editado 1 vez
deutch.
Re: Pride & Prejudice
GRACIAAAS. Tu comentario me hizo sacar lágrimas, me alegro que te haya gustado. De verdad.midway. escribió:Oh, Dios! Me encantó su historia, es muy triste y espero que pronto se encuentre con aquel que ella ama todavía, en serio: tengo unas enorme ganas de ver que pasa en tu historia que casi casi te diría que volvieras a escribir, pero no, soy una persona justa y pues ahora le toca a TESSA, sorprendeme y déjame con ganas de más, como lo hizo Milu.
Besitos.
deutch.
Re: Pride & Prejudice
Ya casi mi computadora es tan desgraciada que se trabo por completo y no responde :(( ya voy por la mitad.
Kurisu
Re: Pride & Prejudice
Capítulo 003
Angeline & Roderick
Para Angeline muchas cosas eran innecesarias, no se necesitaban cosas tan espectaculares para que la vida fuera excepcional, pero claramente ese tipo de pensamiento no entraba en la cabeza de la señora Bennet.
Angeline terminaba de alistarse en su cuarto cuando escucho los chillidos de su madre, a veces deseaba que los bailes no fueran algo tan especial, pero al parecer, eran una de las pocas oportunidades de que sus hermanas y ella encontraran el amor. O bueno lo que su madre quería que creyeran de él: Hombre ricos y con gran atractivo, eso mismo.
Termino con su peinado y de acomodarse el vestido, salió con las hojas que contenían su más reciente creación puesta a prueba. Veía una y otra vez el título de la canción imaginando que sus hermanas se reirían de ella por el nombre tan cursi de la canción, pero ignoro sus pensamientos y siguió su camino.
— Ya casi salimos y su hermana no esta lista – la señora Bennet se quejaba yendo de un lado a otro de la estancia.
— ¿Cuál de todas? – la sonrisa de Mary saco de la cordura a su madre, la cual gritaba como si no hubiera mañana, de todas formas tenían tiempo de sobra.
Roderick alistaba los últimos detalles de su uniforme, la necesidad de siempre estar arreglado y listo para cualquier situación le había sido heredada desde tiempos inmemorables y aquel joven oficial estaba satisfecho con lo impecable que estaba.
Según voces de uno de sus amigos pronto obtendría una mejor recompensa, pero que él supiera de qué se trataba esa misteriosa recompensa era algo totalmente diferente. Por el momento lo único que le preocupaba era el baile al que lo había invitado su amigo.
— Hora de irnos – anuncio el chico castaño, el único que se podría decir verdadero amigo de Roderick.
— Después de ti William.
Esa noche las calles estaban repletas, puesto que muchas chicas querían ir a ver al nuevo dueño de Netherfield, algo que tiene en suspiro a más de la mitad de las mujeres de ese lugar.
Los jóvenes oficiales pasaban con paso tranquilo pero a su vez elegante, algo que hace la diferencia para que muchas señoritas las volteen a ver, algunas quedando con sus mejillas rojas de impresión o tal vez pensamientos extraños.
Los carruajes invaden la calle en menos de unos minutos, en su mayoría, personas que han sido invitadas al baile de Netherfield.
Roderick y William entran con cautela por la puerta, quedando maravillados en gran parte por la construcción de aquella casa, algunas personas conversan sobre temas tan sencillos como el tiempo en su ciudad, algunas señoras platicando la nuevas noticias sobre las más jóvenes de la comunidad, sin duda una vivencia en todos los bailes que se imparten.
William se enlazo con una plática animada con una muchacha, la cual parecía que su color natural fuera el rojo, al poco tiempo Roderick quedo a la deriva, viendo las salas de aquella finca, empezando con el salón de baile. Apenas llevaba una hora el baile y se puede decir que en cualquier rincón había personas, era un poco incomodo.
— Señor Bourgh – escucho una voz que de inmediato supo de quien se trataba - ¿Qué haces aquí? – la sonrisa más hipócrita que le pudo ver a otro oficial de regimiento, del cual Roderick no recordaba su nombre, aunque aquel chico, bajo de estatura y un poco menos corpulento que él, era un verdadero dolor de cabeza.
— Vine con William, pero al parecer estaba en medio de una plática muy entretenida.
— Ya veo – asintió pensativo, también estaba solo.
Y las sospechas de Roderick quedaron claras cuando al caminar por la sala queriendo volver a su soledad, aquel joven lo seguía a todas partes.
Verdadero dolor de cabeza.
— ¿Por qué no me investigas algo? – pregunto al ver que no se despegaba de sus talones.
— Claro.
— Quiero saber, quienes son… - Roderick busco por toda la sala, pero nadie estaba solo o que al parecer le llamara la atención – ellos – señalo a una señora que se abanicaba la cara con su mano, un señor que estaba a su lado y al menos tres jovencitas sentadas viendo como a la señora le daba lo que parecía un ataque de algo.
— Pero si ya los conozco – por pequeña que fue su declaración Roderick volteo con pesadez y una pizca de asombro.
— ¿Y bueno?
— Son la familia Bennet, son…numerosos – ladeo la cabeza viendo como la señora seguía en su rutina – vamos con ellos, son buena gente – propuso caminando lejos de Roderick.
Una parte de él consideraba que lo podía dejar solo e irse a otro lugar antes de que se diera cuenta de que no estaba siguiéndolo, por lo que se le hizo una fea falta de respeto hacia aquel pobre chico. Recordaba las veces que lo había visto solo caminando de un lado a otro.
Y en contra de toda su voluntad lo siguió por entre las personas, pensando si algún día no muy lejano se arrepentiría de lo que estaba haciendo.
— Madre tienes que calmarte – Elena trata de calmarla pero los nervios de la pobre mujer son mayores.
— Mira a tu hermana, con ese hombre, espero que por fin suceda algo de fortuna para esta familia.
Angeline logra ver como su hermana Elizabeth baila al lado de un señor que para el gusto de ella es muchísimo mayor que su hermana, definitivamente espera que no pase algo entre ellos, no acaba de entender el apuro de su madre para conseguirles pareja.
— Señor Mason que sorpresa – el padre de las Bennet voltea dejando a su esposa con sus preocupaciones.
— Señor Bennet – el señor Mason asiente con la cabeza en señal de respeto y educación.
Angeline voltea viendo al que fue su amigo hace mucho tiempo, ahora porta el uniforme con gracia y sencillez que en cierto punto le traen nostalgia, ¿Cuánto tiempo ha pasado en realidad? ¿Cinco o seis años?
— Yosef – Angeline sonríe abiertamente, algo que muy pocos conocen, su padre hace un sonido desaprobatorio a su hija, viéndola muy severa – lo siento – baja la voz pero su sonrisa no desaparece – Señor Mason, no esperaba verlo por aquí.
— El destino es muy curioso, señorita Bennet – Yosef corresponde la sonrisa.
Un joven aparece a la espalda de Yosef y por su mirada, se debate entre hablarle o quedarse en su sitio viendo a las demás personas bailar, debe de haber sido el acompañante de alguien que obviamente lo abandono.
— Que descortés – Mason voltea a donde está el muchacho y le hace una seña, el chico duda en sus pasos pero se planta con seguridad – familia, permítanme que les presente al señor Bourgh, es un oficial en mi regimiento.
— Un gusto – saluda el señor Bennet con una sonrisa pequeña – ella es mi esposa y estas son mis hijas.
Las presentes asienten con respeto al muchacho quien devuelve el gesto. La mirada inquisidora de la madre de Angeline comienza a analizar al oficial, apuesto lo es, por lo que viendo de una en una a sus hijas comienza a tachar a las que no cree correcta. Pérdida de tiempo, puesto que la mirada del joven oficial ya había encontrado a quien a su parecer era alguien especial.
— ¿No va a tocar esta noche señorita Bennet? – Angeline voltea rápidamente hacia Mason quien esta sonriendo abiertamente, de nuevo.
— Sí, eso creo – ve sus hojas cubiertas por tazas y un plato que encontró en un recorrido.
— El piano esta libre – ofrece volteando a ver al salón – podemos ayudarte a pasar – obviamente incluyendo al señor Bourgh quien se mantiene callado, viéndola fijamente.
Angeline gira su cabeza hacia su padre el cual asiente con la cabeza y le hace una seña con la mano. Saca sus hojas de debajo de todas las cosas amontonadas y se levanta de la mesa.
Algunas parejas de baile dejan espacio para pasar, otras tienen que pasar primero ellas para poder caminar nuevamente, el corazón de Angeline está a punto de salirse de sus casillas, no puede equivocarse en una nota, no quiere fallar.
Los músicos dejan de tocar y se dan un respiro, en especial a sus pobres dedos que sienten adoloridos, dándole una mirada de agradecimiento a su salvadora.
Las parejas se alejan de poco en poco y cada quien se va a su mesa, en una sincronía perfecta. Voltea y ve al dueño de Netherfield sentado en su mesa viendo a la joven luchando con sus nervios, si eso no empeora la situación más de lo que esta.
La tercera hija de los Bennet comienza la melodía, iniciando lentamente sobre las teclas del piano, cautivando a las personas conforme la pieza comienza a tener partes dulces y agradables, sintiendo lo que aquella pensaba justamente cuando comenzó a trazarla. Las personas quedan en silencio observándola con admiración, su padre con orgullo y su madre viendo hacia el público que la observa.
Sin saber que del otro lado del salón, Angeline se ha ganado el afecto de cierto oficial de regimiento, aquel que ahora la observa con admiración y lo que puede ser el inicio de algo. Después de todo, no se arrepintió de haber seguido a Yosef.
Angeline terminaba de alistarse en su cuarto cuando escucho los chillidos de su madre, a veces deseaba que los bailes no fueran algo tan especial, pero al parecer, eran una de las pocas oportunidades de que sus hermanas y ella encontraran el amor. O bueno lo que su madre quería que creyeran de él: Hombre ricos y con gran atractivo, eso mismo.
Termino con su peinado y de acomodarse el vestido, salió con las hojas que contenían su más reciente creación puesta a prueba. Veía una y otra vez el título de la canción imaginando que sus hermanas se reirían de ella por el nombre tan cursi de la canción, pero ignoro sus pensamientos y siguió su camino.
— Ya casi salimos y su hermana no esta lista – la señora Bennet se quejaba yendo de un lado a otro de la estancia.
— ¿Cuál de todas? – la sonrisa de Mary saco de la cordura a su madre, la cual gritaba como si no hubiera mañana, de todas formas tenían tiempo de sobra.
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Roderick alistaba los últimos detalles de su uniforme, la necesidad de siempre estar arreglado y listo para cualquier situación le había sido heredada desde tiempos inmemorables y aquel joven oficial estaba satisfecho con lo impecable que estaba.
Según voces de uno de sus amigos pronto obtendría una mejor recompensa, pero que él supiera de qué se trataba esa misteriosa recompensa era algo totalmente diferente. Por el momento lo único que le preocupaba era el baile al que lo había invitado su amigo.
— Hora de irnos – anuncio el chico castaño, el único que se podría decir verdadero amigo de Roderick.
— Después de ti William.
Esa noche las calles estaban repletas, puesto que muchas chicas querían ir a ver al nuevo dueño de Netherfield, algo que tiene en suspiro a más de la mitad de las mujeres de ese lugar.
Los jóvenes oficiales pasaban con paso tranquilo pero a su vez elegante, algo que hace la diferencia para que muchas señoritas las volteen a ver, algunas quedando con sus mejillas rojas de impresión o tal vez pensamientos extraños.
Los carruajes invaden la calle en menos de unos minutos, en su mayoría, personas que han sido invitadas al baile de Netherfield.
Roderick y William entran con cautela por la puerta, quedando maravillados en gran parte por la construcción de aquella casa, algunas personas conversan sobre temas tan sencillos como el tiempo en su ciudad, algunas señoras platicando la nuevas noticias sobre las más jóvenes de la comunidad, sin duda una vivencia en todos los bailes que se imparten.
William se enlazo con una plática animada con una muchacha, la cual parecía que su color natural fuera el rojo, al poco tiempo Roderick quedo a la deriva, viendo las salas de aquella finca, empezando con el salón de baile. Apenas llevaba una hora el baile y se puede decir que en cualquier rincón había personas, era un poco incomodo.
— Señor Bourgh – escucho una voz que de inmediato supo de quien se trataba - ¿Qué haces aquí? – la sonrisa más hipócrita que le pudo ver a otro oficial de regimiento, del cual Roderick no recordaba su nombre, aunque aquel chico, bajo de estatura y un poco menos corpulento que él, era un verdadero dolor de cabeza.
— Vine con William, pero al parecer estaba en medio de una plática muy entretenida.
— Ya veo – asintió pensativo, también estaba solo.
Y las sospechas de Roderick quedaron claras cuando al caminar por la sala queriendo volver a su soledad, aquel joven lo seguía a todas partes.
Verdadero dolor de cabeza.
— ¿Por qué no me investigas algo? – pregunto al ver que no se despegaba de sus talones.
— Claro.
— Quiero saber, quienes son… - Roderick busco por toda la sala, pero nadie estaba solo o que al parecer le llamara la atención – ellos – señalo a una señora que se abanicaba la cara con su mano, un señor que estaba a su lado y al menos tres jovencitas sentadas viendo como a la señora le daba lo que parecía un ataque de algo.
— Pero si ya los conozco – por pequeña que fue su declaración Roderick volteo con pesadez y una pizca de asombro.
— ¿Y bueno?
— Son la familia Bennet, son…numerosos – ladeo la cabeza viendo como la señora seguía en su rutina – vamos con ellos, son buena gente – propuso caminando lejos de Roderick.
Una parte de él consideraba que lo podía dejar solo e irse a otro lugar antes de que se diera cuenta de que no estaba siguiéndolo, por lo que se le hizo una fea falta de respeto hacia aquel pobre chico. Recordaba las veces que lo había visto solo caminando de un lado a otro.
Y en contra de toda su voluntad lo siguió por entre las personas, pensando si algún día no muy lejano se arrepentiría de lo que estaba haciendo.
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— Madre tienes que calmarte – Elena trata de calmarla pero los nervios de la pobre mujer son mayores.
— Mira a tu hermana, con ese hombre, espero que por fin suceda algo de fortuna para esta familia.
Angeline logra ver como su hermana Elizabeth baila al lado de un señor que para el gusto de ella es muchísimo mayor que su hermana, definitivamente espera que no pase algo entre ellos, no acaba de entender el apuro de su madre para conseguirles pareja.
— Señor Mason que sorpresa – el padre de las Bennet voltea dejando a su esposa con sus preocupaciones.
— Señor Bennet – el señor Mason asiente con la cabeza en señal de respeto y educación.
Angeline voltea viendo al que fue su amigo hace mucho tiempo, ahora porta el uniforme con gracia y sencillez que en cierto punto le traen nostalgia, ¿Cuánto tiempo ha pasado en realidad? ¿Cinco o seis años?
— Yosef – Angeline sonríe abiertamente, algo que muy pocos conocen, su padre hace un sonido desaprobatorio a su hija, viéndola muy severa – lo siento – baja la voz pero su sonrisa no desaparece – Señor Mason, no esperaba verlo por aquí.
— El destino es muy curioso, señorita Bennet – Yosef corresponde la sonrisa.
Un joven aparece a la espalda de Yosef y por su mirada, se debate entre hablarle o quedarse en su sitio viendo a las demás personas bailar, debe de haber sido el acompañante de alguien que obviamente lo abandono.
— Que descortés – Mason voltea a donde está el muchacho y le hace una seña, el chico duda en sus pasos pero se planta con seguridad – familia, permítanme que les presente al señor Bourgh, es un oficial en mi regimiento.
— Un gusto – saluda el señor Bennet con una sonrisa pequeña – ella es mi esposa y estas son mis hijas.
Las presentes asienten con respeto al muchacho quien devuelve el gesto. La mirada inquisidora de la madre de Angeline comienza a analizar al oficial, apuesto lo es, por lo que viendo de una en una a sus hijas comienza a tachar a las que no cree correcta. Pérdida de tiempo, puesto que la mirada del joven oficial ya había encontrado a quien a su parecer era alguien especial.
— ¿No va a tocar esta noche señorita Bennet? – Angeline voltea rápidamente hacia Mason quien esta sonriendo abiertamente, de nuevo.
— Sí, eso creo – ve sus hojas cubiertas por tazas y un plato que encontró en un recorrido.
— El piano esta libre – ofrece volteando a ver al salón – podemos ayudarte a pasar – obviamente incluyendo al señor Bourgh quien se mantiene callado, viéndola fijamente.
Angeline gira su cabeza hacia su padre el cual asiente con la cabeza y le hace una seña con la mano. Saca sus hojas de debajo de todas las cosas amontonadas y se levanta de la mesa.
Algunas parejas de baile dejan espacio para pasar, otras tienen que pasar primero ellas para poder caminar nuevamente, el corazón de Angeline está a punto de salirse de sus casillas, no puede equivocarse en una nota, no quiere fallar.
Los músicos dejan de tocar y se dan un respiro, en especial a sus pobres dedos que sienten adoloridos, dándole una mirada de agradecimiento a su salvadora.
Las parejas se alejan de poco en poco y cada quien se va a su mesa, en una sincronía perfecta. Voltea y ve al dueño de Netherfield sentado en su mesa viendo a la joven luchando con sus nervios, si eso no empeora la situación más de lo que esta.
La tercera hija de los Bennet comienza la melodía, iniciando lentamente sobre las teclas del piano, cautivando a las personas conforme la pieza comienza a tener partes dulces y agradables, sintiendo lo que aquella pensaba justamente cuando comenzó a trazarla. Las personas quedan en silencio observándola con admiración, su padre con orgullo y su madre viendo hacia el público que la observa.
Sin saber que del otro lado del salón, Angeline se ha ganado el afecto de cierto oficial de regimiento, aquel que ahora la observa con admiración y lo que puede ser el inicio de algo. Después de todo, no se arrepintió de haber seguido a Yosef.
- Holo:3:
- Les presento mi intento de capítulo xdd lamento que no se vea que este bien ambientado en la época del libro pero aún no me habituó a ese "ambiente" además de que mis referencias son pocas xdd leeré más información e intentaré mejorar con el tiempoC:
Esop es todo por mi parte y las leo en comentarios y sus capítulos
Sigue: Depper.
Kurisu
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