Pov's Zayn
La luz de la mañana siempre me había parecido tan molesta como una resaca, por lo que tener ambas era como la combinación del demonio, agradecía tener los lentes de sol Okley que mi padre había traído de su último viaje a Corea. Baje de mi motocicleta con el frío apegado a mis jeans como si se hubiera untado de una asquerosa pintura que no quita; había llegado tarde, no me importaba, a quien podía importarle llegar temprano a una aburrida clase de Historia del Arte con una aburrida anciana de no se cuantos años y que es más retrógrada que la Biblia. Fui directo al baño porque al tener esta horrible resaca había bebió más de dos vasos de agua en casa. Mentalmente me burlé de la señora Bumps al imaginar el hecho de decirle que anoche me había cogido a su sobrina en una descontrolada fiesta, o mejor que después la había hecho creer que nada había pasado y la había humillado haciéndoles cree a ella y medio instituto que había tenido una fantasía conmigo. Una risa se escapó de mis labios que retumbó en el pasillo vacío. Las mujeres eran tan tontas e ingenuas, fáciles como aprender a montar bicicleta, obvio hay algunas más complicadas que otras, pero al final siempre son predecibles, tentadas al amor idílico y tonto, creyendo que ellas pueden hacer la diferencia y poder cambiar al chico malo. No busco que me cambien o que hagan de mi alguien mejor, me gusta como soy, tampoco busco amar a nadie, busco diversión, es lo único que me importa, yo.
Mi pequeño y abrumador discursó egocéntrico mental fue interrumpido a pocos pasos de llegar al baño de hombres, cuando un cuerpo se estrello con el mío con la voracidad de un jugador de fútbol americano, sólo que no con la misma fuerza, mi cuerpo y el del imbécil cayeron arrojados al suelo con tanta fuerza que los quejidos de ambos sonaron por las paredes como ecos.
El extraño cayo en mi pecho, era alguien pequeño.
–Lo siento–murmuro de manera extraña sobre mi pecho, su voz era curiosa y no pude distinguir si era hombre o mujer.
–¡¿Por que no te fijas pedazo de mierda?! –le gruñí con enojo y lo empuje fuera de mi, haciéndole caer a mi lado en un golpe seco.
El extraño soltó un quejido, aquel quejido me hizo entender que era una chica.
No me arrepentía, a no ser que fuera una chica con la que no me allá acostado, en ese caso me costaría un poco más cuando le llegue el momento, aunque al final siempre caen.
Me levanté y vi el cuerpo de la chica en el suelo, estaba boca abajo intentando levantarse, llevaba una ropa que se me hacia un poco conocida. Me sorprendió que la chica no renegara por mi acto grosero, lo aceptaba empujarle había sido un poco grosero, yo era descarado no tonto.
Le quite importancia y espere a ver el rostro de la tarada que no se fijaba por donde iba.
Cuando por fin la tuve frente a mi vi que era esa niña que había defendido a la zorra de Lauren con la que había estado la última vez, la reconocí rápidamente ya que sus ojos eran bastante peculiares, aunque esta vez estaban hinchados y oscurecidos, como cuando lloran las chicas y su maquillaje llega a correrse un poco; y aunque eso era extraño, lo que me llamo la atención es que llevaba exactamente la misma ropa de ayer, no es que yo fuera detallista, pero lo había notado de alguna manera.
La chica de la cual su nombre aún no conozco me miro y me dejo en shock al ver la potente capa de dolor que cubría su mirada, no es que me afectara, ni porque fuera un jodido sentimental, pero era increíble el dolor que se veía en ellos.
–Zack...– repitió ella al bajar la mirada, con el mismo tono con el que respondes a una adivinanza que conoces hace mucho.
La chica, que parecía sacada del Bronx con esa pinta, paso por mi lado dejando un leve olor a marihuana.
–Tengo que saber tu nombre para responderte la irónica manera en que dijiste el mío– le grite cuando se encontraba a más o menos dos metros de distancia. Quería molestarle un poco. Pero ella continuo caminando con la cabeza gacha. –Dime querida! ¡¿te drogas?!– volví a gritar más fuerte. Ella se detuvo de golpe y me miro con una mirada que aún a esa distancia se notaba que no era para nada amigable.
–No me confundas Múnich, yo no soy como tu– dijo con un tono de voz que aunque bajo logre apreciar muy bien. Se volvió a girar y le dio la espalda a mi fuerte carcajada, cuando se perdió en el siguiente pasillo quite mi sonrisa y me coloque serio. ¿Qué onda con esa chica?
Pov's Vanessa
Lo que me faltaba, me dolía todo, pero es que sólo yo chocaba de esa manera con una persona, y para colmo era Zack Múnich, no se porque sospechaba que eso me saldría caro; aunque siendo sincera era un término irónico si hacíamos alusión a lo que había pasado desde la última vez que vi a ese moreno desalmado.
Estaba desesperada, la noche anterior había sido desastrosa.
Corrí al baño y me revise en el espejo, justo cuando vi mi reflejo sentí el sollozo brotar de mis labios. Imágenes de la noche anterior se abrumaron en mi mente como niebla, espesa pero muy clara.
FlashBack
Subí las escaleras hasta mi viejo departamento, iba en los últimos escalones cuando oí unos pequeños sollozos. Lucy. Subí los últimos escalones corriendo, al llegar vi una escena que no le deseaba a ninguna persona, Lucy tenía en sus manos una caja con su ropa en ella, estaba sentada en el suelo junto a una grande que traía la mías y una bolsa con unas pocas cosas. Habíamos sido desalojadas.
–Vane!– grito al verme y corrió a abrazarme. La recibí en mis brazos mientras dejaba mi mirada anonadada en mis cosas allí en el pasillo, mis ojos se empañaron lentamente. No tenía a donde ir ni donde dormir. Estaba, literalmente, en la calle. –Traté de impedirlo– hablo entre sollozos Lucy, baje la mirada y la cruce con sus mielosos ojos –Pero el señor Gales dijo que ya eran demasiado meses de renta y que necesitaba la habitación. Tengo miedo– volvió a abrazarme.
–Lucy– la llame pero se aferró más a mi, oír sus sollozos me partió el alma, pero debía mantenerme firme, por ambas –Lucy amor mírame– ella lentamente fijo sus ojos en mi –No te preocupes saldremos de esto Ok?– ella asintió con suavidad –Agarra esa bolsa y vamos– agarre amabas cajas como pude, Lucy cogió mi mochila, metió la suya y se la coloco en la espalda mientras que en sus manos llevo la bolsa donde supuse estaban las pocas cosas que teníamos para el cuidado personal.
El corazón se me salía del pecho, no tenía ni la más remota idea de que hacer, eran casi ya las 4 pm ya que me había quedado a estudiar ese día, me maldecí mentalmente por no haber llegado más temprano, pude haber impedido esto o al menos convencer a Gale que me diera una noche más allí. Pero bueno el punto ahora era buscar soluciones.
Caminamos por horas con Lucy buscando quien nos diera hospedaje por sólo esa noche, pero aquella calle era tan peligrosa que nadie ni siquiera se atrevía a abrir la puerta por miedo a que lo asaltáramos o algo así. Finalmente después de caminar por horas se había hecho de noche y había oscurecido por completo, Lucy se aferraba a mi con temor mientras que le convencía que no nos pasaría nada, sólo que trataba más de convencerme a mi que a ella.
–Estoy cansada– repitió Lucy mientras pasábamos por un viejo y oxidado parque. Tuve una idea, una descabellada y desesperada idea.
–Ven Lucy– camine hacia la única banca que no tenía papeletas de cocaína ni botellas rotas de whisky y cerveza. Deje las cajas en el suelo y me senté en una esquina, saque una manta gruesa de la caja y la coloque a mi lado. –Siéntate aquí Lucy– Lucy se sentó sobre la manta y de inmediato se acostó apoyando su cabeza en mis piernas usándolas como almohadas, coloque otra manta sobre ella y deje que durmiera. No podía dormir porque de seguro nos robarían, pero al menos ella descarnaría un poco. Me disponía a sacar otra manta de la caja pero me lleve la horrorosa sorpresa que no habían más, sólo aquellas dos, Lucy lo noto y se empezó a quitar una de las que tenía.
–No Lucy, estoy bien– la detuve
–Pero tienes frío hermanita– sonrei al por como me llamo pero aún así negué con la cabeza, estire mi mano a la caja y saque un buso color rojo.
–Esto bastara tranquila– me lo coloque sobre lo que llevaba puesto
–Segura?– pregunto poco convencida
–Si– mentí, la verdad es que estaba muriéndome del frío pero no me importaba.
Pocos minutos después la pequeña Lucy ya estaba profundamente dormida.
Mira hacia el cielo y finalmente deje caer las lágrimas que había aguantado todo este tiempo, silenciosamente me deje llevar por la desesperación, mientras acariciaba el sedoso cabello de la pequeña Lucy la cual reposaba tranquila en mis piernas.
Las lágrimas eran como un grifo colocado en "mute", estaba asustada y llena de miedo. No tenía a donde ir en la mañana y tampoco que hacer la próxima noche.
{...}
Cuando ya eran alrededor de las 4 de la mañana me había dejado caer por el sueño pero un ruido me despertó de golpe, un grupo de jóvenes fumaban lo que parecía ser marihuana a unos metros de nosotras, nos habían visto pero ni nos tomaron importancia, el olor estaba ahogándonos, poco a poco Lucy empezó a toser y despertó.
–Que es ese olor?– pregunto con voz soñolienta
–Están fumando unos muchachos por allí– le dije–Será que mejor nos vallamos–
Recogí todas nuestras cosas y me dispuse a busca una solución de donde dejar a Lucy y todas nuestras cosas.
Caminamos por un largo tiempo en busca de alguna solución.
Sentí que una leve luz se encendió en mi mente cuando vi un letrero que anunciaba un hospedaje bastante barato. Corrí hacia allí y en la entrada me recibió una anciana de un rostro tan compasivo que sentí como si observara a mi abuela por algún momento, pero obviamente jamás sería, ya que ella jamás volvería.
–En que puedo ayud...– la mujer no continuo con lo que decía ya que quedo pasmada al ver las fachas en que estaba. Mi maquillaje se había corrido un poco, mi ropa estaba tremendamente sucia y olía a marihuana horriblemente. –Mi niña estas bien?– hablo de inmediato y abrió la puerta por completo para dejarnos entrar.
–Disculpe usted. Pero de casualidad tendrá una habitación para esta noche, no importa lo pequeña que sea le juro que se la pagaré– rogué al borde del llanto, ya no aguantaba más.
–cla... Claro mi niña– me respondió la señora observándome asombrada y llena de compasión. –síganme– Lucy me miro sonriente y me abrazo
–No llores hermanita. Mira que ya tenemos donde dormir esta noche–
La habitación era pequeña, tan sólo una pequeña cama y un baño pequeñísimo. Observe el reloj después de cerrar la puerta, faltaba dos minutos para las 7:00 am. Mierda! Tenía uno de los exámenes más importantes hoy, si llegaba a perderlo podría quedarme sin la beca que era lo único que me mantenía con estudio hasta el momento. Entré al baño y me cepille los dientes en segundos, le dije a Lucy que se quedara allí y que si tenía hambre comprar algo con los últimos dólares que me quedaban, salí disparada para el instituto rogando por llegar a tiempo.
FinFlashBack
Ahora ya no había manera de entrar, la señora Kate no me dejaría presentar el examen a tan altas horas de la mañana, ya lo único que me quedaba era rogarle una segunda oportunidad. Obviamente no le contaría la verdad de mi situación, jamás usaría eso para dar lástima y conseguir lo que quiero, siempre hay más soluciones.
Estaba asustada, si la señorita Kate no me dejaba, perdería mi única oportunidad de llegar a ser alguien en la vida. También estaba desesperada porque no tenía idea de como pagar el hospedaje de esta noche.
Salí del baño aún dejando que las lágrimas bajarán por mis ojos, el pasillo debería estar desolado ya que era hora de clases, empece a limpiar mis mejillas y a caminar hacia la salida, mañana hablaría con la señorita Kate, ahora tenía cosas más importantes en las que ocuparme, pero noté que el pasillo no estaba tan sólo como pensé, en la esquina un joven me observaba, el moreno de ojos penetrantes, Zack Múnich.
Me observaba con tal detenimiento que logre sentirme intimidada, lo observe fijamente y bajo la mirada. Camino hacia mi pero luego note que no era hacia mi sino hacia el baño de hombres. Segundos antes de que el entrara en el baño de hombres, hice algo de lo que seguramente después me arrepentiría.
–Zack!– le llame y el se detuvo aún dándome la espalda
–Ahora si me darás tu nombre despistada?– hablo con diversión
–No– respondí rápido, pero me arrepentí esa no era la manera de pedir un favor–Vanessa, ese es mi nombre– dije en voz baja y el sonrió–Zack necesito un favor— hablé en voz muy baja
El se giró sobre sus talones con una sonrisa picara. Hay no! Se imagino otra cosa
–No suelo acostarme con niñatas– afirmo divertido
–No esa clase de favor – dije con el sueño fruncido.
–Entonces?– me miro confundido.
"Que acaso los únicos favores que hacia tiene que ver con sexo? " pensé
–Tu...– dios esto era en verdad vergonzoso
–Yo?– me incito a hablar
–Tu tendrías dinero que me prestes?–
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
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Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
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Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
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Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
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Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.