MI ANGEL GUARDIAN || NC

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Gabriel observo desde la altura la triteza de la realidad de los humanos. Jugando con su vida y la vida de los demas como si fuera algo divertido, se tomaban un regalo tan presiado como era la vida como un simple juguete. Estaba enojado y triste, como deseaba tener la libertad de un humano, si el fuera uno de ellos no se la pasaria desperdiciando lo que tenia en cosas tan banales como el dinero y el sexo. Aprovecharia la oportunidad de amar, de conocer, de experimentar.
Se cruzo de brazos haciendo que sus alas se tensaran en su espalda.
-¿Porqué estas tan tenso Gabriel?- Preguntó Miguel a su lado
-¿Porqué Dios los sigue amando tanto?- Preguntó enojado -Es que solo miralos Miguel, desperdiciando su vida como si no fuera importante el hecho de estar vivó- señalo hacia la tierra con sus dedos acusadores
-Tal vez por eso es que los ama Dios, siempre es lindo ver cuando recuperan el camino, cuando vuelven a el bien. Es lindo cuando el amor hace eso y mucho más- susurró Miguel las palabras que una vez le habia comentado el señor de los cielos
-Amor...- Se preguntó Gabriel para si mismo haciendo sus alas picar de curiosidad -¿Qué puede hacer el amor por unas almas perdidas como esas? Ellos no saben lo que es el verdadero amor- reprochó con rabía.
-Si lo saben, si no lo supieran estoy seguro que ya habrian hecho de la tierra un infierno- aseguro Miguel
-Y no lo es ya?- lo miró Gabriel con una ceja levantada
-Oh claro que no! Tu más que nadie sabe como es un verdadero infierno-
Gabriel se encogió de hombros y desvió la mirada.
-Aun asi sigó sin creer que el amor pueda hacer algo por esas almas perdidas- susurró casi para si mismo
-¿Quieres comprobar que te equivocas?- le retó Miguel con una sonrisa en los labios
Gabriel volteó a observarlo con curiosidad en la mirada.
-¿De qué estas hablando Miguel?- Su ceño fruncidó se incremento al ver la sonrisa pícara que estaba en la cara de Miguel
-Escoge un grupo de almas, las que segun tu no tienen remedio- habló Miguel con seguridad en la voz
-¿Para qué?- preguntó Gabriel pero Miguel ingnoro su pregunta
-Y yo escogere un grupo de almas que se que pueden saber lo que es amar- continuó Miguel
-No estaras hablando de...- dijó Gabriel sospechandó lo que tramaba Miguel
-Si, de eso mismo hablo- sonrió con mas amplitud Miguel
-Sabes que el proyecto de angel guardian se cerro hace años. Los humanos son demasiado ciegos y sordos para oir a sus angeles guardianes. No son capaces de olvidarse de su mundo para oir su interior- desaprobo de inmediato Gabriel el plan de Miguel
-Lo se, pero esta vez sera diferente-Informó rapidamente -Esta vez ellos los veran, seran como humanos frente a humanos-
-Miguel sabes que no dejare que eso vulva a pasar. El proyecto de Angel Guardian fue un completo fracaso- se cruzó de brazos Gabriel. Miguel sonrió, para ser un angel Gabriel tenia muy poca fé, al menos en los humanos.
-Si crees que va a salir tan mal, entonces ¿Porqué no hacerlo? ¿Qué perderiamos?- Gabriel lo penso por unos segundos
-Bah! Te doy un año Miguel, es lo unico que te permitire. Sin en un año no cumples eso de salvar a esas supuestas vidas perdidas todas se iran a donde pertenecen despues de la muerte- reprochó Gabriel, las alas de Miguel se iluminaron de emocion.
-Solo un año necesito, genial- sonrió Miguel
-Pero con una condición-
-Cual?- pregunto Miguel con voz temerosa
-Sabes que los angeles guardianes no pueden ser mortales- dijó sin rodeos Gabriel
-¿Qué quieres decir?- Pregunto Miguel con miedo a la respuesta
-Que deben morir para ser angeles guardianes- afirmó Gabriel
-Pero...- la idea no le gustaba para nada a Miguel, sabia que las almas perdidas les faltaba poco para morir. Pero aquellas almas que sabian amar, aun no era hora de morir para ellas. ¿Y si eso no salia bien? Seria su culpa la muerte temprana de aquellas almas.
-Pero nada; es eso o no hay trato- Miguel suspiró profundo y dió un enome salto de fé. Confiaba en aquellos humanos, confiaba en su compación, en su corazón y aun más en su capacidad de amar
-Ok, ok lo haré- asintió Miguel
-Esta bien, en un momento te paso la lista de las almas perdidas- dijó Gabriel devolviendo la vista a la Tierra
-Esta bien, yo creo que ya tengo a aquellas que saben amar- Miguel asintio y emepezó a caminar lejos de llí
-Solo un año Miguel- le recordó Gabriel mientras anotaba los nombres de as almas en su libreta. Miguel devolvió la mirada a el y luego a la tierra, sonrió con confianza.
-Hecho-