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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Werewolf »audiciones cerradas.
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Re: Werewolf »audiciones cerradas.
shadowcat. escribió:
Cassidy & Thomas
»Nombres completos pj; Cassidy James. | Thomas Mcvey.
»Roles: humano (cazadora) | hombre lobo
»representantes; Lily Collins. | Niall Horan.
»escrito;
- 1:
Triste. Roto. Destruido.Así era como se sentía Harry Styles en estos momentos. Y no era para más, el amor de su vida se había ido.Si hace tan sólo unas semanas atrás, Harry hubiera prestado atención a lo que pasaba, tal vez se habría ahorrado el sufrimiento. Pero… él estaba enamorado, y cuando alguien está enamorado hace cosas estúpidas.Harry estaba decidido a pasar el resto de su vida junto a Kay. La amaba, y eso era lo que único que importaba para él en ese momento. Pero no estaba consciente de lo diferente que él y Kay pensaban.Tenía todo planeado; tenía la sortija. Sólo faltaba esperar la respuesta de la rubia frente a él. Sin embargo, ese “No…”, claramente no estaba en los planes de Harry.Una vez más habían roto su corazón. El creía que Kay era la indicada, que era la persona que siempre había estado esperando. Pero una vez más, el destino le jugó en contra.Sus esperanzas estaban muertas, se había resignado a no creer en el amor. Pero para mala suerte de Harry, el destino nunca está a su favor.Las desiertas calles de Londres se encontraban cubiertas de blanca y fina nieve, cada rincón, estaba adornado con ella, dándole a la ciudad un aspecto puro y celestial. El frío era denso, haciendo que las pocas personas que paseaban por las calles temblaran ante el imponente clima helado calando hasta sus huesos.Sentado en un rincón, en una de las acolchadas y cómodas sillas de madera que llenaban el pequeño local, se encontraba Harry Styles. Sus verdes ojos llevaban ya un tiempo posados sobre el ventanal situado a su lado, observando el nevado paisaje fuera del local.Pronto, fue interrumpido por una alta chica de melena rubia, llamando su atención y lista para tomar la orden del rizado.— ¿Puedo tomar su orden? – inquirió la rubia, sin obtener respuesta alguna. — ¿Joven? ¿Se encuentra usted bien? – preguntó, esta vez tocando ligeramente el hombro de Harry.Ante la sorpresa, su cuerpo reacciono dando un respingo, amenazando con hacerlo caer de su asiento.— Oh, lo siento tanto – se disculpó la sonrojada chica.
— Esta bien, no es nada, - respondió Harry, regalándole una amable sonrisa. — no es nada…Una vez más la chica sonrió, y se dispuso a continuar con su trabajo.— Tomaré una taza de chocolate tan solo – dicho esto, la chica anotó el pedido del oji-verde y, tras regalarle una cálida sonrisa, se marchó rumbo a la cocina.Mientras los minutos corrían, la blanca nieve llenaba las calles con una incesante lluvia de pequeños copos de nieve. Los ojos de Harry viajaron de vuelta al ventanal, reviviendo nuevamente los días pasados con, ahora, su ex amor.Había sido tan estúpido, o así lo consideraba él. Le habían roto el corazón, habían jugado con él, le habían hecho creer que realmente lo amaban, para finalmente abandonarlo; dejarlo sólo en el mundo.Tantas veces se había culpado de aquel accidente, tantas veces había pensado que debió ser él quien merecía haber muerto y no ellos dos, tantas noches los había llorado, tratando de borrar aquel vació en su pecho. “Siempre estarían con él, siempre estarían para él, ayudándolo, guiando”, gran mentira.Pero entonces, cuando creía todo perdido, cuando veía todo a su alrededor desolado, ella fue lo único que le devolvió la esperanza, era lo único que lo sujetaba a la vida, era lo único que amaba.Ella era la indicada, o eso llegó a creer. Su mundo giraba en torno a ella, su mundo era ella. Y, justo cuando creía que valía la pena arriesgarse, justo cuando creyó que eran el uno para el otro, nuevamente, lo habían decepcionado, nuevamente rompían su corazón, nuevamente lo dejaban hundiéndose en la oscuridad.Una pequeña taza fue colocada en el centro de la mesa, justo frente a él. Fijando su mirada en ella, fue consciente de las ondas de vapor que emergían de la taza, irónicamente, fue lo más interesante que parecía haber es ese momento.Tras observar la taza unos cuantos segundos, estiró uno de sus brazos y la envolvió con su fuerte mano, la llevo a su boca, para finalmente dar un trago al dulce chocolate caliente, tal como le gustaba, casi tanto como el que solía prepararle su madre cuando era apenas un pequeño, pero nunca idéntico.Aproximadamente veinte minutos después, y ya caída la noche, se dispuso a abandonar el pequeño, pero cálido local que solía recurrir cada tarde. Se puso de pie, e introdujo una de sus manos en uno de los bolsillos traseros de sus jeans para sacar un poco de dinero, el cual colocó sobre la mesa. Tomó su abrigo y finalmente caminó hacia la salida.Una fuerte ráfaga de viento lo envolvió apenas puso un pie fuera del local, provocando que un escalofrío recorriera su cuerpo. Se puso su abrigo, y camino hacia la parrada de autobús.Con pasos lentos, llegó a está, donde una pequeña chica de cabellos rojizos ya esperaba. Su atención rápidamente se fijó en ella.Alta, pero no tanto como él, de complexión delgada y una larga melena. Sus delgados brazos alrededor de su cuerpo, tratando de entrar en calor. Sin que ella se percatará aún de su presencia, cuidadosamente se quito su abrigo, sintiendo nuevamente el penetrante frío.Tendió el abrigo a la chica, y habló de una vez:— Hace demasiado frío, cojeras un resfriado seguramente – la chica, finalmente giró su rostro, mirando de frente al rizado.
— No hace falta – respondió la pelirroja, regándole una sonrisa.
— Vamos, insisto – finalmente la chica cedió, colocándose el abrigo.
— Gracias de verdad, – habló. — debí haberle hecho casó a mi madre y traer uno está mañana, pero nunca pensé que haría tanto frío.La voz de la chica junto a él parecía haberlo hipnotizado, o quizá fueron sus ojos, pero probablemente fue su sonrisa. Parecía una chica encantadora y sencilla, distinta a Kay, sin duda, sabía que había algo distinto en ella, lo sabía por la extraña sensación que le provocaba el que sus miradas siguieran fijas; conectadas.— Soy Harry, Harry Styles – dijo, tendiendo una mano para saludarla.
— Destiny, Destiny Rae – respondió estrechando su mano.Era ella, ahora, y después de todo lo sabía. Su voz, su mirada, su sonrisa, era ella la indicada. Lo sabía por como su corazón dio un vuelco al saber su nombre, lo sabía. Después de todo sus padres si habían estado con él, después de todo, si lo habían guiado hasta lo que sabía ahora, era su destino, porque ahora ella era su destino.El destino nunca había estado del lado de Harry Styles, no hasta ese día, y es que ese nevado día, Harry encontró el amor, mientras la nieve caía.
- 2:
Después de varias horas conversando sobre sus vidas; como solían hacerlo cada vez que se reunían en el dichoso café, decidieron que era hora de partir hacia el único lugar donde ambos sabían, serian bienvenidos.
— ¿Puedes apresurarte? – inquirió el moreno — Louis debe estar enfadado, prometí que estaría ahí a las nueve. – sin embargo la chica no pareció prestarle atención, pues siguió revolviendo calmadamente su café.— Dime… - habló por fin levantando una ceja mientras una sonrisa burlona se formaba en sus labios — ¿Desde cuándo cumples tus promesas?Un ligero rubor apareció en las mejillas del moreno, y apenadamente apartó la mirada, clavando sus castaños ojos en el ventanal.— Como sea – prosiguió la pelirroja — si empezarás a hacerlo ahora, será mejor que cumplas todas y cada una de las promesas que me has hecho. – dicho eso, volvió a acercar la taza a sus labios, para dar un sorbo al amargo café.— ¿Cómo cuales? – preguntó el chico, posando está vez sus ojos en los de la chica, los cuales aún reflejaban el humor que había en sus palabras.La chica tamborileo con los dedos en una esquina de la pequeña mesa, y habló: — ¿Recuerdas esa vez que prometiste llevarme a París? ¿O que tal esa vez que prometiste regalarme un gato? – cuestionó la pelirroja, quien disfrutaba ver a su amigo sonrojado.— Vamos Cass, tenía cinco años cuando prometí llevarte a París, - se excusó el muchacho. — y además, eres alérgica a los gatos.Fue imposible para la chica retener la carcajada que se asomaba en su garganta, provocando así también las risas de su morocho amigo. Cinco minutos después, la pequeña pelirroja habiendo terminado su café, se levantó de la pequeña mesa en la que había pasado gran parte de la tarde hablando con su mejor amigo.Con paso despreocupado atravesó el pequeño local, hasta llegar a la puerta, empujando está para al fin salir. Una vez puso un pie fuera del local, sintió como el frío viento de invierno envolvió su cuerpo. Acomodó su chaqueta de cuero y emprendió camino al único lugar en el que solía olvidarse de todo; sus problemas, sus obligaciones… su pasado.— ¿Me estas escuchando Cass? – preguntó el moreno pasando una mano frente a ella.— No, – contestó. — lo siento. ¿Qué decías? – preguntó esta vez, alejando todo lo que rondaba en su mente.— Pregunte qué si tienes un plan está noche – preguntó el chico, con su mirada sobre ella.— Claro… - afirmó la pelirroja con una sonrisa en sus labios. — divertirme Zayn.
Sus ojos la siguieron mientras su paso era constante y seguro, no sabía en qué momento había parado su andar, pero sin duda le dio una mejor visión de ella; su pequeña figura parecía sobresalir en la fría noche, como si nada importará, su cabello; de un rojo vibrante caía en perfecta cascada sobre su espalda, agitándose conforme a su paso; era hermosa, sin duda.
Minutos después ambos se encontraban frente aquel conocido lugar. Un enorme letrero con letras de colores fluorescentes se encontraba en lo alto, rezando “Neon Ligths”, el nombre del club.
Después de meses de asistir al mismo lugar, pasaron sin problema alguno al lugar, dirigiéndose directamente a la barra por un trago. Luces de neón llenaban el lugar, además de la energética música, y en la pista decenas de jóvenes moviéndose a su ritmo.
Una vez frente a la barra, una cabellera castaña y despeina apareció frente a ellos; Louis.
— ¡Vaya! – exclamo. — Era hora de que llegará su alteza. – dirigió cada palabra al moreno, el cual rodó los ojos.
— Cierra la boca Louis, es viernes, pasamos a tomar café. – excusó el chico.
— Claro, lo había olvidado. – dijo, sin tomarle importancia a las palabras recién dichas por su amigo. — ¿Qué tal Cass? – habló saludando a la pelirroja, la cual le sonrió.
— Hola Lou, – saludó descansando sus codos en la barra. – ¿Qué tal tu día?
— Genial. – guardó un par de vasos en uno de los estantes y se acerco ellos. — Han venido un par de chicos, nuevos. – dijo, e hizo un gesto con la cabeza, señalando la mesa en la que se encontraban.
Tanto Zayn como Cassie dirigieron su mirada a la mesa, la cual se encontraba a unos metros de ellos, cinco chicos se encontraban en ella, charlando y bebiendo, como cualquiera en el lugar.
— Riquillos ¿he? – inquirió burlonamente Zayn.
— Eso parece… – contestó Cassie sin apartar la mirada de ellos. – Vamos Lou, tráeme un trago. – pidió mirándolo a él finalmente.
— En seguida. – se alejo del lugar para comenzar su trabajo.
— ¿Entonces? – pregunto el morocho.
— ¿Entonces qué? – respondió ella con una sonrisa.
— ¿Planeas engatusar a uno de esos chicos? – instantáneamente la sonrisa fue borrada del rostro de Cassie.
Sin duda Zayn era su mejor amigo, pero había momentos en los que el chico era un completo idiota, y lo único que Cassie deseaba era golpearlo. Sin embargo, hizo lo que hacía usualmente, tomo en sus manos el vaso con tequila que segundos antes Louis había dejado frente a ella, lo bebió de un trago, sintiendo como el liquido bajaba por su garganta, dejando una línea de fuego. Dejó el vaso nuevamente en la mesa y miro al chico.
— Eso no es de tú incumbencia. – un segundo después se dirigía a la pista, lista para perderse en el tumulto de gente que ya se hallaba ahí.
Su cuerpo seguía el ritmo de la música, las luces de neón, que viajaban de una esquina a otra, daba la impresión de que se encontraba en la Vía Láctea. Sus ojos, los cuales había mantenido cerrados durante varios minutos, se abrieron en el instante en el que sintió la pesadez de una mirada sobre ella.
El momento en que el oscuro color café de los ojos de ella, impacto contra el azul de los de él, fue mágico; como Júpiter y Marte chocando, como el Sol y la Luna juntos, como el fuego y el agua mezclándose.
Ambos sabían que no era correcto, que podrían salir lastimados, pero nada superaba la fuerza magnética que se encontraba entre ellos, la cual los obligaba a unirse.
Cassie sabía lo peligrosa que era para él, pero no se alejo, no lo alejo, aún sabiendo que era como una bomba radioactiva.
“Los momentos de impacto dejan una marca en nuestra vida, y sin duda, ese momento los marcaría a ambos”.
aceptada
También leí solo el primero :skip: pero créeme si el segundo está tan perfecto o más que el primero muero. A parte de tener una longitud perfecta su redación y los sentimientos que ha transmitido me ha enamorado, pobre hazzin. Anyway ya estás participando querida <33
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
lskdjfhgsdk gracias por aceptarla jaja, sí creeme soy igual, en especial con mis primos, ya que ellos escuchan raperos y eso, entonces estoy yo con el rock xd normal, bueno ya gracias por aceptarlabowie escribió:Cobain escribió:
daniela & jude
»Nombres completos pj; daniela mglaggen y jude ryder
»Roles: kitsune/hombre lobo
»representantes; emma watson y wade poezyn
»escrito;
- escrito 1:
Mi pie se movía repetidamente bajo la mesa, los nervios de tener un examen de matemáticas frente a mis ojos provocaba eso en mí. Observé una vez más la ecuación de segundo grado que se encontraba en el tan odiado papel. No es que odiara las matemáticas al contrario me encantaban, sólo que la noche anterior no había podido estudiar bien gracias al agotamiento de mi práctica de fútbol. Levanté la vista hacia el profesor de matemáticas, éste se encontraba con sus azules ojos fijos en nosotros, a veces odiaba que fuese tan joven, sabía cada truco que podríamos usar para poder copiar el examen.
Volví mi mirada hasta la hoja y como por arte de magia recordé el procedimiento, tanto ver lo mismo a veces tenía sus ventajas, me dispuse a completar cada ecuación hasta que por fin, veinte minutos después, entregué el examen al maestro. Salí del aula con la esperanza de que lo que había recordado estaba correcto y me dirigí a mi casillero para buscar los libros de la siguiente clase, Literatura, mi preferida de todas, después de música claro está.
El aula estaba totalmente vacía cuando llegué, claro solo yo llego cinco minutos antes de que sonara la campana. Caminé hasta el último asiento en la fila de lado de la ventana y me senté, saqué el cuaderno y en la parte de atrás me dispuse a hacer extraños garabatos mientras esperaba a que los demás llegaran. Al pasar los cinco minutos el aula se llenó de repente, todos entraron como si hubiesen terminado una carrera para poder llegar, negué con la cabeza un par de veces y sonreí al ver los rostros sudados de todos, esa es la ventaja de llegar temprano, nada correr.
– Buenos días – La sonrisa en el rostro del profesor Stone me decía que algo tramaba. Siempre llegaba con su redondo y gordo rostro todo fruncido, su pelo rojizo peinado como si una vaca le hubiese lamido la cabeza y sus grandes y marrones anteojos sobre sus ojos miel. Hoy estaba diferente, pero solo en cuanto al rostro, su pelo y sus horrendas gafas no cambiaban.
– Buenos días – Respondimos nosotros en una sola voz, el señor Stone colocó un nuevo portafolio de cuero sobre su escritorio, lo sacudió como si fuese un diamante y luego tomó asiento encorvándose un poco y colocando sus brazos sobre el escritorio.
– Bien, jóvenes – Comenzó a decir con una gran sonrisa – Hoy será mi último día como su profesor – Una sonrisa apareció en los rostros de los estudiantes, incluyéndome, aquel era el peor profesor de todos, gruñón y exigente, dos cosas que a nadie le agradaba – He sido ascendido a coordinador del nivel – Mis ojos se abrieron a más no poder, si éste hombre me hacía la vida imposible siendo profesor ¿Qué será de mí si es el coordinador del nivel?
– Debe ser una broma – Susurré para mí misma. El aula se llenó de un silencio sepulcral y rostros que reflejaban la sorpresa hasta por las pestañas, las cosas no pueden ser peor.
– Felicidades Sr. Stone, se lo merece – Sí, si puede ser peor. Jessica Patrick es la nerd sabelotodo que busca caerle bien a cada uno de los profesores sin importar qué. Lo nerd no es un insulto ya que también lo soy, pero no a ese extremo, me gano las cosas por mí misma no por andar lamiéndole los zapatos a los profesores.
– Gracias señorita Patrick – El profesor asiente levemente. Durante el resto de la clase el Sr. Stone se la pasó hablando de lo increíbles que son él y su nuevo cargo, todavía no puedo creer que el Director Jackson haya ascendido al profesor Stone, es una completa locura.
Literatura era mi última clase del día, gracias al cielo, así que al sonar el timbre de salida tomo mis cosas y camino hacia el casillero para poder tomar los cuadernos y libros de las materias que dejaron tarea. Tarea, es la peor palabra del mundo, ¿Por qué rayos debieron inventarla? Sacudo la cabeza despejándome de los pensamientos y me detengo frente al casillero. Gracias al cielo que sólo tengo tarea de artística y es solo hacer un simple boceto. Saco mi cuaderno de dibujo y lo coloco en el bolso rojo que se encontraba dentro de mi casillero.
El estacionamiento se encontraba lleno de adolescentes hormonales e inmaduros que corrían por todo el lugar, aprieto el bolso sobre mi hombro y me dispongo a hacer una guerra hasta llegar a mi auto. Un antiguo escarabajo aparece frente a mis ojos y sonrío caminando hacia él, amaba aquel auto, puede que no sea el Audi R8 negro que tanto deseaba, pero había sido un regalo de mi tío.
Abro la puerta del piloto e introduzco mi cuerpo dentro del auto, coloco mi bolso en el asiento trasero y cierro la puerta. Me dispuse esperar a que mi mejor amiga se dignara en aparecer para poder irme a casa. Como si la hiciese llamado telepáticamente una chica de pelo rojizo, ojos marrones y labios finos abre la puerta del copiloto.
– Ya era hora – Digo mientras introduzco las llaves y enciendo el auto luchando para poder encenderlo, necesitaba un nuevo auto urgente.
– No exageres, sólo duré algunos tres minutos – Ríe y se coloca el cinturón de seguridad, acción que imito y acelero el auto en reversa para poder salir del estacionamiento.
– No exagero, para mí fue una eternidad, muero de hambre – Respondo con la vista fija en el camino y obteniendo una risa como respuesta. Coloco un mechón de pelo detrás de mi oreja y enciendo la radio. Here we are and I can think in all from all the pills comienza a sonar y no puedo evitar sonreír, Just tonight era una de mis canciones preferidas en todo el mundo, al igual que la banda.
– Tú, y tu música extraña – Escucho decir a mi mejor amiga. Siempre ha dicho que la música que escucho es extraña solo porque los artistas usan delineador y siempre se visten de negro o gris.
– No es música extraña – Frunzo el ceño dirigiendo mi mirada a mi amiga.
– Vuelve la vista al camino – Asiento y vuelvo mi mirada hacia la carretera – ¿Me vas a decir que usar más delineador que una mujer y vestirse de negro no es extraño? – Esta chica está más loca que una chiva.
– No es extraño Mar – Puntualizo, giro un poco el volante y estaciono el auto frente a la gran casa blanca – Ya vete – Le digo apagando el motor, ella simplemente me saca la lengua y luego besa mi mejilla.
– Nos vemos luego – Le dedico una sonrisa en respuesta y luego marcho rumbo a mi hogar. Mi casa no quedaba tan lejos de la de Mar sólo a unas 4 cuadras, tampoco era tan grande como la de ella, pues mi tío no tenía mucho dinero y mantener a una adolescente no le ayudaba mucho.
The Pretty Reckless aún sonaba en la radio y yo movía la cabeza al ritmo de la música. El auto se encontraba en gran silencio, sólo se escuchaba la música no tan alta. Doblé la esquina encontrándome con un auto atravesado a medio camino – ¿Qué demonios? – Abrí la puerta y salí del auto dejándolo aún encendido – Oye chico – El chico dentro del auto hizo caso omiso a mi llamada, lo cual me enfureció odiaba que me ignoraran – ¿Acaso eres sordo imbécil? – Éste levanta la cabeza y me encuentro con una gran sonrisa burlona.
– ¿Qué quieres nena? – Pregunta el chico de rulos acomodando sus gafas sobre el puente de la nariz. ¿Me había llamado nena? Este es el colmo.
– No me digas nena y mueve tu auto, me estorbas – El extraño chico sólo se lanzó en carcajadas – ¿Acaso tengo monos en la cara para que te rías? – Él salió del auto y de repente me arrepentí de lo dicho. Era bastante alto y de hombros anchos, sus músculos se marcaban bajo la camiseta blanca, sus brazos estaban llenos de extraños tatuajes y sus jeans negros al igual que sus botas le daban una imagen de chico, pero no iba a demostrar que su aspecto me intimidaba.
– Quizás – Se acercó a mí y por instinto di un paso – ¿Acaso te asusto nena? – Y otra vez la palabra nena, terminaré golpeándolo. Claro Dav sueña, es demasiado fuerte para que lo golpees.
– Dije que no me llamaras nena y no, no te tengo miedo sólo mueve tu estúpido auto – Una sonrisa burlona volvió a aparecer en los labios de aquel chico.
– ¿Y si no lo muevo qué? – Respiré profundo y puse los ojos, dirigí mi mirada una vez más a él. Un escalofrío recorrió mi cuerpo un “aléjate” fue susurrado a lo lejos de mi mente, aturdida di media vuelta y me volví a montar en mi auto, aquel chico me daba mala espina.
Coloqué el cinturón de seguridad a través de mi cuerpo y di reversa al auto para así poder salir de allí, algo me dice que hice mal en pararme y discutir.
- escrito 2:
Los gritos de la pequeña resonaban en toda la habitación, su madre ya desesperada la deja en la pequeña cuna de madera y la mese mientras tararea una tierna canción para dormirla. No entendía el porqué de sus gritos, o la manera desesperada en que se revolcaba entre sus sabanas mientras pataleaba, por lo que simplemente se limitaba a tararear y mecer a su pequeño ángel. Un ruido se escucha a través de la puerta sacando a la señora de unos veinticinco años de edad de sus pensamientos y canción, dirige su mirada ceñuda a la gran puerta blanca que daba entrada a la habitación, estaban solas en casa ¿Qué era aquel ruido?
– Christine – Escucha decir, la voz de su esposo provoca un gran alivio y se lleva una mano al pecho – Christine ¿Dónde estás? – Vuelve a decir el hombre, la desesperación en su voz era notable y la preocupación inundó el cuerpo de la joven mujer.
– Aquí, en el cuarto de la niña – La puerta se abre dejando ver a un rubio y cansado hombre de veintiocho años, su mirada viaja desde su esposa hasta su pequeña hija – ¿Qué ocurre George? – pronuncia acercándose con rapidez a su esposo.
– Está en peligro – Su esposa lo mira confundida esperando a que terminase de hablar, pues no comprendía de qué estaba en peligro – La niña Christine, la niña está en peligro – Sus ojos se abren a más no poder, no podía estar en peligro, se habían ocultado bastante bien – Necesitamos irnos – Deja a su esposa para dirigirse a la cuna donde la niña aun lloraba, la toma entre brazos intentando calmarla y se dirige a su esposa – ¿Por qué llora? – La mujer se da la vuelta y calla por unos segundos.
– No lo sé – Dice al fin – Ha estado todo el día así – Desvía su mirada azulada de su esposo y corre a un pequeño buró por algunas cosas de la niña, biberones, ropa, pañales. Una explosión se escucha en la parte de afuera de la casa provocando que la pequeña aumentara sus gritos – ¿Qué fue eso? – Su voz era temblorosa y llena de miedo.
– Deben ser ellos – Susurra dirigiendo su mirada a su pequeña hija, quien calla unos momentos y lo observa con sus grandes y azules ojos, iguales a los de su madre.
– ¿Qué hacemos? – El hombre se encoge de hombros y deposita a la niña en los brazos de su madre.
– Llévala al escondite volveré por ustedes – La mujer asiente y deposita un beso en sus labios, se da la vuelta y camina hacia la pared al lado del buró, pasa su manos por una sección de ésta haciendo que desaparezca dándole paso a un oscuro y pequeño túnel, dirige una última mirada a su esposo y se adentra al oscuro lugar.
La luz se vuelve cada vez más escasa, así que forma una pequeña bola de fuego para iluminar el lugar, dirige su mirada a su hija, quien desde que entraron al túnel había estado tranquila. Llegan a un pequeño lugar rodeado de antorchas y en el centro una pequeña y redonda puerta, las paredes decoradas con pinturas antiguas y en el techo pequeños rubíes. Christine camina hacia la pequeña puerta, la abre y deposita a su pequeña hija para después entrar ella, acción que es interrumpida por pisadas a través del túnel, eran demasiadas por lo que supuso que no era sólo su esposo, así que miró a su hija la depositó un sonoro beso en su frente y dijo “Nequitiae longe es, qui non uenerunt ad”.
– Vaya, vaya pero qué hermosa escena – Una voz gruesa y rasposa irrumpe en el lugar provocando que un escalofrío recorriera la columna de Christine, volvió a ver a su hija y repitió la oración ignorando por completo a la otra persona. Se quitó un pequeño collar en forma de corazón y lo depositó en el cuello de su hija, besó su mejilla y pronunció una vez más aquella oración saliendo del lugar.
– No obtendrás lo que deseas Jack – Dice la mujer una vez afuera, cierra la puerta detrás de ella y dirige su mirada a los hombres frente a ella.
– Que hermoso – Responde el hombre de cabello y ojos rojizos – Esas mismas palabras me dijo tu amado esposo antes de ser degollado – Aquellas palabras cayeron como cuchillos al corazón de la mujer, su esposo había muerto. Había muerto intentando proteger a su preciada hija, llevó su mano hacia el frente mientras caminaba hacia Jack.
– Eres monstruo Jack – Las lágrimas luchaban por salir pero se reusó a llorar, no demostraría debilidad ante aquel hombre.
– ¿Tú no?, querida acéptalo, tú y tu hija son una amenaza para todos – Christine observó con repulsión al hombre mientras de su boca salía una ronca y amarga risa.
– Te equivocas, mi hija no es ningún monstruo – Alzó ambas manos sobre su cabeza y lanzó una gran bola de llamas azules hacia el hombre. Las llamas azules eran un poder que sólo las descendientes directas de los Villiers poseían.
– Vamos, cariño no desperdicies tu poder así – Se acercó con rapidez quedando a escasos centímetros de su rostro.
– Haré lo que sea necesario para protegerla – Alejó su rostro con brusquedad y levantó su mano haciendo que este se elevara, movió el brazo hacia adelante estrellándolo contra la pared, éste al caer da una señal a los demás hombres para que la ataquen. Tres de ellos se tiraron sobre la mujer pero esta los alejo de la misma manera que a Jack, uno de ellos con el pelo rizado y ojos entre verde esmeralda y rojos llegó con rapidez hasta ella y la levantó por el cuello haciendo que ésta perdiera de apoco la respiración – Jamás la tendrán – Vuelve a decir mientras un gran viento los rodeaba con fuerza, el chico mira a Jack y éste asiente en manera de respuesta.
– Que pena – Susurra cerca de su oído mientras lleva una mano a su cabeza y se la despega del cuerpo provocando su muerte. El viento paró soplar dentro de la cueva y todos los hombres caminan hacia la pequeña puerta del centro.
– ¿Qué esperas para abrir? – Dice Jack con pesadez, el chico castaño asiente y se agacha para abrir la puerta, sus ojos se abren sorprendidos y dirige una mirada hacia su jefe.
– No hay nada – Se levanta del lugar señalando el vacío detrás de la puerta. El silencio inunda el lugar y miradas de enojo son repartidas de unos a otros. La búsqueda no había terminado, más bien comenzaba. aceptadaVoy a ser sincera, solo leí el primero. Pero me encantó, me siento tan identificada por lo del examen de mates yo cuando daba matemáticas solía ser igual, este año lo soy pero con filosofía xd. No se a mi me gustó mucho además la discusión de la música muchas veces también la tengo bc siempre me dicen "¿por que no escuchas algo normal?" mi cara es de: mejor no contesto lol. También el hecho de que ella tuviera un par de huevos y le plantara cara al tipo. ¡Ya estás participando!
baekhyun.
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
lo vi luego ;-;
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
cait & toph
»Nombres completos pj; Caitlin Foster y Christopher Donovan.
»Roles: Kitsune y Humano.
»representantes; Selena Gomez y Harry Styles.
»escrito; [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
wanweird
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
Si me consideran para las finalistas no se echen para atrás por mi ausencia, por favor )): amo esta idea.
Paso a avisar que estaré ausente entre dos a tres semanas. El motivo es que me iré de vacaciones y a donde voy no hay internet. Veré si me puedo colgar de alguna red wifi o ir a algún café internet. Cualquier cosa me verán por aquí, lo más probable es que no sepan de mí hasta que regrese a mi casa. Pido por favor que tengan paciencia. Si comienza alguna ronda déjenme al final, si me falta alguna ficha trataré de terminarla cuanto antes, si cierran audiciones y no estoy espérenme un poco. Pasen bonitas vacaciones de verano (o invierno, depende dónde estén). Nos leemos luego. Gracias por su atención.
wanweird
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
wasteland
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
no tenía escrito meeeeg
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
Necesito audicionar. Adoro Teen Wolf y en cuanto vi el tema dije puede ser puede ser pero la sinopsis me puse a gritar como loca y me tire a reír, adore la idea desde el momento en que empece a leer, Dios! quede tan fascinada que no me pude resistir, en un momento subo mi ficha. :)
Grace.
pixie.
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
Ana & Chris
»Nombres completos pj; Ariana Esther Haynes y Christopher Austin Martin
»Roles: Hombre lobo y Kitsune.
»representantes; Selena Gomez y Logan Lerman
»escrito; [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Invitado
Invitado
Re: Werewolf »audiciones cerradas.
hay pocos humanos lol
nota. el calor afecta a las neuronas
nota. el calor afecta a las neuronas
✦ ausente.✦
pixie.
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Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.