✿ candy daily { fuck me hard, neymar jr.

Es increíble cómo el descontrol de las emociones podría llegar a afectar tú estado de ánimo o simple razonamiento. Hace dos días pensé que mi vida no podía estar peor. Como dije ayer en la noche, me equivoqué. El cambio fue muy drástico, y aprendí en él que las mejores amigas no son indispensables y que el preocuparme por mi familia tanto me hizo centrarme en algunos cabos sueltos.
No dejaré de agradecer a Deby por haber estado para mí en tantos momentos; malos y buenos. Ella me enseñó a valorarme a mí misma de otro modo, me enseñó a madurar y parar de ser tan imbécil en algunas ocasiones. Me enseñó que no era necesario tener razones para estar triste. Para estas fechas, hace un año, la conocí y es irónico, pero para este año, en estas fechas, perdimos todo lo que construimos en un abrir y cerrar de ojos. No le reprocharé sus errores, si no que asumiré los míos con esa madurez de la que tanto hablan. Yo voy a ser la que no miré atrás. A veces es bueno poner los pies sobre la tierra, y percatarse de lo que tenemos y lo que nos falta. Como le dije a mi sol, Marie, yo no busqué en ella lo que vi en Deby. Yo busqué en Mariella toda las cualidades perfectas que nadie tenía, pero que ella, a diferencia de este mundo ordinario y típico, poseía. Yo soy partidaria de esa famosa frase de física, que una profesora de la misma materia repite tanto: ❝Cada acción, tiene una reacción❞ y esta vez, en mucho tiempo pude apreciar cuán importante es lo que somos y lo que seremos, porque de ahí se derivan las acciones que conllevaran a un impacto. Y es simple, porque el impacto de estos dos días fue el considerar realizar un cambio y sonreír, porque nada está tan mal ahora. Quizás el cambiar no sea un verbo tan necesario, pero sí totalmente obligatorio. No se puede negar cuánto quise a Deby como una hermana, pero en la vida, no todo dura para siempre y es mejor abandonar las cosas con la frente en alto y en mente, los mejores momentos y recuerdos de nuestras vidas. Así que cuando me nombren en su presencia algún día, espero que no mire al cielo y finja no haber escuchado, porque eso significará que no tuvimos el valor suficiente para afrontar y seguir adelante. Es sorprendente mi capacidad para aplacar la sensación del no tener y no estancarme en algo que ya no tiene sentido. Tal vez las heridas no se han cerrado por completo entre ella y yo, pero confío en que pronto así será y no habrán dudas en recordar lo hermoso de nuestra relación.
Ayer mi madre preparaba el almuerzo, de nuevo, a las dos de la tarde, estresada, como la mayoría del tiempo y por supuesto, algo consternada. Me pregunté que pasaba y atendí a su llamado por consiguiente. Me pidió que la ayudara a terminar de hacer la comida, y me dijo que tenía algo importante que contarme. Entonces algo, muy dentro de mi se alarmó. Lo siguiente que logré escuchar fue cuando las palabras "cáncer", " tú abuelo" y, "reaparecer" tomaron y definieron la conversación o el intento de ella.
Nunca me había preocupado por las enfermedades de mis abuelos paternos, pues cuando tuve uso de la razón (es decir, crecí) ya no las tenían. Mi familia es casi perfecta. Todos somos unos idiotas; en el buen sentido. Guapos, talentosos y con el sentido del humor elevado. Sin bullying no hay familia, creo. Sólo tomo en cuenta el núcleo de esta, es decir, mis padres, sus hermanos, mis primos, mis hermanos y por supuesto, mis abuelos. Por lo tanto, somos reservados y no compartimos mucho con el resto de la familia, no es porque hayan rivalidades o algo, simplemente tenemos diferentes ideologías. Mi padre, mi tío (su hermano) y mi abuelo, que es el padre de ellos dos, son totalmente tradicionalistas pero de una forma u otra, extremadamente adaptados a la época. Y con orgullo puedo decir que soy lo que soy gracias a las ideas de crianza de mi familia y cómo yo las tomo. Y lo juro, pasaría horas hablando de mi familia, lo mucho que me gusta y cuánto la amo. La cosa es que llegan puntos en la vida en la que tienes que hacerle frente a las situaciones y ya no puedes ignorar que tú abuelo tuvo cáncer y diabetes, y que tu abuela sufre problemas cardíacos graves. Mi abuelo desde hace tiempo se hace exámenes en otra ciudad para chequear la zona en la que tuvo el tumor, y todo iba bien hasta ahora. Resulta que en los últimos exámenes apareció algo fuera de lo normal, y se había extendido hacia otras zonas. La sensación de pérdida que experimenté fue tan fuerte, que por mi mente pasaban imágenes del final de la vida de mi abuelo; ese señor que se parece tantísimo a mí, tan intelectual y amante de lo nuevo, tan amable pero frío, tan único y especial que dudo encontrar a otra persona que me enseñe tantas cosas con una simple frase o un regaño. Aunque no nos demostremos afecto, le voy a demostrar que lo amo y que en verdad me importa. Siempre hace comentarios sarcásticos de mí y a veces me me hace entender que soy una niña malcriada y creída que me hace enojar muchísimo y lo odio. No quiero pensar lo que sería nuestras vidas sin ese cascarrabias ideológico que siempre nos habla como a sus propios hijos. Y me niego a hacerlo. Mi madre me lo dijo a mi porque cree que estoy grande, que soy madura y que podría ser fuerte. ¡Pero yo no soy nada de eso! Sólo soy una adolescente con problemas típicos como todos los demás.
Se supone que vivía una vida perfecta en la que nunca había tenido que experimentar una muerte de un familiar cercano.
Amo a mi abuelo, y es lo mejor que me ha pasado en la vida. Gracias a él soy como soy, y creo que es solo una pequeña parte de lo maravilloso que es verlo cada mañana con sus gafas gigantes que cuando me las pongo casi me desmayo, su cabello negro sin una sola cana y sus torpes deseos de comprar por amazon tablets, binoculares, un tv de plasma nuevo o una antena para internet en el campo donde vive. Me di cuenta de que ahora me hace feliz que me hable, me dedique una mirada o responda mi petición de bendición, porque sé que nunca estuve tan cerca de perderlo como esta vez.
Hoy mi madre, mi abuela y mi abuelo fueron a una clínica privada para seguir los lineamientos del doctor especialista y ver de una vez por todas que era lo qué tenía. Le programaron unos exámenes para este viernes, creo, y al parecer no es un tumor, si no los restos de una mala limpieza a nivel de órganos.
Estoy rezándole a Dios por que la alternativa reciente sea la realidad.
Por los momentos estoy concentrada en no caer, parar de pensar más allá de las posibilidades y totalmente confiando en Dios.
¿Que cambié? Ya lo creo. ¿Que tengo que madurar? Positivo. ¿Que puedo superar una amistad rota? Ya lo veremos. ¿Que estaré feliz? Eso depende.

Ahora que lo pienso, los colores si cambian el status de popularidad de las personas aquí. Y eso es totalmente ridículo y narcisista, en serio, ¿en qué mundo eras poco conocida y de repente todos te aman? ¡Por favor! Eso no se llama ni crecimiento personal o de aspectos sociales, o cómo quieras llamarle, eso se denomina: influencia por pertenecer al staff. No quiero ofender a nadie, nunca he sido tan poco racional, pero en ocasiones esto es totalmente cierto. Quizá no era un secreto que esto era verdad, pero ahora, en estos momentos, me percaté de que es muy cierto. La culpa no es de las chicas que pertenezcan a cualquier grupo del foro, sino de la importancia que algunas usuarias —y me disculpan la palabra— ignorantes le dan. Chica, ¿es necesario caer tan bajo? Uh, me parece que no. Y lamento si ofendí a alguien, pero es mi particular manera de pensar.

Me molesta demasiado que la gente o las redes periodísticas digan que Austin Mahone es el nuevo Justin Bieber. ¡Es una monumental idiotez siquiera pensar eso! Sí, se los concedo, puede que tengan algún tipo de semejanza física, pero sus personalidades y géneros musicales son absolutamente diferentes. ¿Qué Austin tiene más fans que Justin o cualquier cosa que se le parezca en lo que respecta a su audiencia? Negativo. Justin puede haberse convertido —o quizás antes lo fue y no lo sabíamos— en el imbécil más grande sobre la faz de la tierra, y no es así, realmente, pero haga lo que haga, siempre obtendrá toda la maldita atención de la prensa. Y eso va a ser siempre. Austin, en cambio, es más... tranquilo —por ahora—, y no llama mucho la atención más que con su música, sus fans y el mismo.
Los amo a los dos, pero qué va, la diferencia en grande.