thieves prestige | ¡resultados!

Tan solo el simple hecho de dar un paso se convertía en un arduo trabajo que me costaba una vida hacer. Y, simplemente, no es solo el trabajo, sino que se me acaban las fuerzas, y dejo de sonreír hasta olvidar como hacerlo. Cada segundo que pasa es un momento que nunca volveré a recuperar, pero realmente ya no me importa. Tan solo desearía saber en que triste momento me convertí en la penosa persona que hoy en día soy. En que momento mis sueños de un futuro lleno de felicidad se habían esfumado como aquella sonrisa que en invierno me daba calidez. Todo aquel proyecto de persona que tanto ansiaba ser, en un segundo se fue. Y todo eso tan solo por no haber sido lo suficientemente inteligente para saber que el me llevaría por el mal camino, el que por años esquivaba. Pero no sabía como pudó pasar. En un segundo me encontraba metida en su mundo, tan oscuro, silencioso y fulminante. Y es que su sonrisa era la de un ángel, pero muy tarde me di cuenta de que en realidad el era el demonio en persona. Y tenía ilusiones y sueños que trataban de una vida entera a su lado y el supuesto amor que me prometía. No sabía exactamente que fue lo que me cautivó de él. Quizá fueron esos ojos azules como el mar, o su forma de protegerme. O también fue que no quería estar sola, todo me daba vueltas y era demasiado duro luchar por un futuro que pasaría sin ninguna persona a mi lado.
- Lo siento, no volverá a pasar.
Realmente no sabía cuantas veces había escuchado esas palabras en lus últimos meses. Era tan difícil mirarle a esos ojos que tan loca me tenían y soltarle que no quería sufrir más, que lo único que tendría a su lado no era más que dolor. Vi mis sueños caer, pero no caían solos, yo caía junto ellos. Pero en sus brazos me sentía protegida, quizás ese era su poder, engañarte y hacerte sentir una reina, aunque cuando te tenía en sus redes te muestra la realidad. Y su mundo no era nada más que alcohol, fiestas y drogas. Pero según lo iba conociendo, veía que no solo consumía drogas, sino que también se dedicaba a meter a personas normales a ese oscuro mundo. Y ya lo sé, que cuando el demonio sonríe debes apartar la vista o te encuentras en su trampa.
Aún con esfuerzo consigo recordar la primera vez que tomé drogas. Fue el mismo día que conocí a sus drogados amigos. Unos malditos pervertidos que solo pensaban en traseros. Se llevaron el día tomando drogas, hasta que caí al hoyo, me hundí hasta llegar al fondo. Y desde ese momento, la calidad que sus brazos me brindaban, solamente se convirtió en un recuerdo meláncolico que varias veces al día suelo recordar. En muchos momentos tuve la oportunidad de plantarle cara pero no podía, sus ojos me demostraban amor, cosa que sus acciones no hacían. Y encima, sus besos llegaban, casualmente, cuando intentaba irme de su lado. Y caía más al fondo del pozo, aunque no se si es que se podía caer más. Cada vez que intentaba salir de ahí, sentía que era imposible. Era un pozo sin fondo y yo era la primera víctima. Y todo paso tan rápido, no pude evitarlo, todo tenía sentido, eras mi condena.