Haunted {nc.

El jueves por la tarde, luego de llegar de clases y enviar invitaciones a sus amigos, Jane estaba ordenando la casa para recibir a sus amigos en la reunión de esta noche. Sus compañeras de hermandad, las hermanas Bethany y Britney, habían sido llevadas por sus padres para pasar unas vacaciones o algo así. El punto era que tenía la casa para ella sola, y había diseñado un plan perfecto.
A eso de las nueve comenzaron a llegar todos uno a uno y la adorable Jane comenzó a servirles comida y a tratar de animarlos, pero fue inútil; la incomodidad de los invitados se hacía  cada vez más evidente. Comenzaban conversaciones triviales que terminaban en incómodos silencios o directamente no comenzaban. 
-¿Qué tal un poco de música? - Sugirió Jane cómo último intento. Algunos formularon alguna respuesta monótona y otros se limitaron a asentir con la cabeza. Jane se acercó al reproductor de música y procedió a elegir un CD, pero no había acabado de colocar el CD en el reproductor cuando todo quedó oscuro. Ninguno de los que había estado antes de visita en la casa de Jane estaba se sorprendo, la casa era ya antigua si la comparabas con el resto de los edificios en el campus, y esto de los cortes de luz solía pasarle.  Muchos procedieron a buscar su teléfono móvil para alumbrar el camino hacia la cocina y buscar unas velas, pero no fue necesario, la luz volvió en cuestión de segundos; y con ella comenzó una música que venía del reproductor. Todos voltearon hacia allí, esperando ver a Jane haciendo una de sus caras graciosas o bailando; pero no fue así, ella no estaba allí. Sin hacer ningún tipo de comentario todos escrutaron el lugar con la mirada. Finalmente una chica, Leonela, se atrevió a hacer lo que todos querían.
-¿Jane? -Preguntó en voz alta al ponerse de pie y buscar alrededor con la mirada, sin obtener respuesta alguna.  
Algunos la imitaron y en poco rato ya habían recorrido toda la casa llamándola a voces y seguía sin aparecer, estaban desesperados “¿A dónde puede haber ido?” Se preguntaban; la habían llamado a su móvil pero éste solo sonaba sin ser atendido sobre la mesa de la cocina. Comenzaban a desesperarse y su amiga no daba señal alguna.
-Creo que deberíamos de hablar con la consejera, la directora o alguien que pueda ayudarnos. - Sugirió Louette.
-¿Qué dirás? ¿“Se cortó la luz por cinco segundos y mi amiga desapareció de repente”? ¿Y pretendes que te crean? - Preguntó Ashley irónicamente. -Suerte con eso.- Agregó.
-Yo supongo que la idea no es tan mala. - Masculló Drew, Ashley iba a responderle antes de ser interrumpida.
-No es el mejor momento para discusiones.- Dijo al fin la pacífica Elen y todos callaron.
Se separaron; algunos buscaron por los alrededores, otros esparcidos por distintos lugares del campus, otros fueron a hablar con la consejera y otros se quedaron junto a la casa en caso de que Jane volviera.

Media hora después o así, todos se juntaron de nuevo en la casa de Jane; todos menos la misma Jane. Estaban preocupados, agotados, confundidos, extrañados y aterrados; todo al mismo tiempo.
-Tal vez deberíamos ir a descansar; tal vez mañana tengamos noticias de Jane. No solucionaremos nada aquí parados sin hacer nada. - Sugirió Lucy. Todos estuvieron de acuerdo. Aunque no todos necesitaban descansar físicamente, todos necesitaban analizar los hechos de las últimas horas, hechos que no sabrían cómo explicar a menos que estuviesen locos, o algo así.
Y así, se fueron dejando la casa más sola de lo que nunca había estado, sin saber que una nueva vida para cada uno de esos doce chicos había empezado en ese mismo lugar.