American Horror Story {Murder house

Capítulo 017

La belleza es una ilusión...

"La primera impresión siempre es importante" pensó Jude al terminar de arreglarse la coleta, ese día era el primer día de trabajo de Jude Harmon. Se había sentado en su cama para colocarse los patines que le habían dado, Lynda había traído su uniforme y patines después de que fue a su entrevista, Viven se lo dio al día siguiente ya que Jude había estado en un shock.
Se había levantado muy temprano para llegar a su primer día de trabajo, porque le gustaba ser puntual. La chica Harmon escucho unos pasos acercarse a su habitación, por el espejo vio que era su hermano Jack.
Después de terminar de colocarse los patines, se paro de su cama desecha, ese día no haría su cama por una vez en su vida, al acercarse a su hermano se tambaleo un poco con los patines ya que hacia mucho tiempo que no utilizaba un par de patines.
—¿Qué cojones estas haciendo con tu vida, Jude? —río su hermano al tiempo que su mirada descendía a las piernas de la
mayor, incluso a Jude le daba miedo ese tipo de mirada de su hermano. —¿Acaso pretendes prostituiste patinando?
Jude solo soltó un par de risotadas sarcásticas ante el comentario de su hermano, pero eso solo hizo que su hermano formara una sonrisa picara en sus labios.
—Me eh buscado un empleo— explico deslizandose hacia las escaleras con dificultad, en ese momento pensó que hubiera sido mejor haberse puesto los patines al terminar de bajar las escaleras, pero lo había echo sin pensar, Jack la siguió hasta las escaleras, Jude recordó cuando ella y su hermano eran muy unidos.
—¿Cómo prostituta? Dime, ¿tienes compañeros chicos? Mi sueño es hacer un trío con unos gemelos con pecas. 
—No, como camarera.
—¿Camarera en un club de streapteas?
—¡Jack!
La risa de Jack pronto había resonado en todo el pasillo. Ella solo ignoro a su hermano, pero de sorpresa el ya la tenia cargando en sus brazos, la mayor se sorprendió ante aquel acto ¿Como es que su hermano podía cargar con su peso tan 
fácil si nunca había estado en un gimnasio? Pero luego había recordado que su hermano siempre había sido muy fuerte. Al terminar de bajar las escaleras, Jack la volvió a depositar en el suelo nuevamente y le abrió la puerta de la entrada.
Ambos salieron a la calle solitaria, el amanecer se asomaba tímidamente con su luz sobre la calle.
La mayor patino hacia la carretera, no veía a ningún auto dirigirse hacia ella y seguramente no habría ningún otro, solo disfruto el momento.
—¿Por qué no patinas conmigo, Jack? —soltó repentinamente Jude al muchacho.
Hacia mucho tiempo que Jude no patinaba desde que era solo una niña cuando eran Jack y Jude, sus hermanos eran solo unos bebes pero ellos también estaban en esos buenos momentos.
— Casi se me olvida, el desayuno esta en el microondas, lo deje hay en caso de que hubiera cucarachas aun no me fió de la limpieza de plagas de esta casa, hice pancakes así que repartenselo y no...Jack ¿Me estas escuchando?—noto como su hermano respiraba muy poco y no pestañeaba, asustada se acerco a el para tomarle los hombros.—Jack, ¿Que te pasa?—no había respuesta—Jack, Jack respondeme—era el mismo aspecto que tenia Jude cuando tenia alucinaciones—¡Jack, joder!
Su hermano pestañeo varias veces, volvía a la realidad tal y como ella lo hacia.
—Perdóname, yo solo... —sonrío el muchacho, se frotó su frente con incomodidad.
—Parecía que habías visto un fantasma, Jack. No pestañeabas, y respirabas pocas veces. ¿Qué te pasaba?
—Nada, tranquila.
—Jack —le volvió a nombrar, esta vez con un tono más duro y serio—. ¿Recuerdas cuando de pequeños, te despertaba a media noche porque había visto a sombras o gente siguiéndome? ¿O el día en el que, cuando estaba llorando de terror y estábamos solos en casa, pintaste las paredes del cuarto de papá y mamá con nata? ¿Recuerdas como no parábamos de comerla y que, cuando Ben llegó de trabajar, pediste que te castigasen a ti solo?
Su hermano solo sonrió con nostalgia ante lo dicho, cuando la vida era mas tranquila, no con una Jude loca y con poco autoestima, la muchacha soltó los hombros de su hermano y lo estrecho en un abrazo.
—Puedes contarme todo lo que quieras, estoy aquí, y me estás matando de curiosidad —susurró en el oído del muchacho Jude, produciendo una risa leve por parte de Jack.
—Solo pensaba en como se vería Dallas con una faldita, ya sabes, ella las odia —Jude río—. ¿Recuerdas cuando la intenté poner una falda a los nueve años?
—¡Oh, claro que me acuerdo! Te escupió a la cara y te clavó en la espalda un lápiz. Casi la matas, menos mal que apareció un profesor.
—Espera, ¿estábamos en el colegio?
—Sí, estabas intentando que se pusiese un disfraz de princesa para una obra de teatro.

                                    
Al entrar al restaurante vio que solo estaban los empleados del lugar, juntos en un circulo. Al notar la presencia de Jude rompieron el circulo, Margaret se acerco a la rubia para tomarle la mano y acercaría a los demás.
— Llegaste antes de lo esperado, cariño.
— Si, me gusta ser puntual.
— ¿Te a quedado bien el uniforme y los patines?
La chica asintió, todo el personal estaba en una fila mirándola fijamente sin ninguna expresión, excepto Lynda quien la saludaba.
— Familia, les presento a nuestra nueva integrante, esta rubiecilla es Jude Harmon, ayudara a Lynda y a Natasha como mesera.
— Hola Jude—dijeron todos juntos.
Margaret la acerco a una anciana, sentada en una de las sillas en el mostrador.
— Ella es mi madre Tori, es la jefa de este lugar, ella no suele estar mucho aquí pero ella cuida a este lugar como a uno de sus hígados.
La mujer le estrecho la mano a la joven, le sonrió con sinceridad.
—Bienvenida a la familia, querida.
—Es todo un placer, señora.
Al seguir, vio a un hombre robusto con una gran cabellera llena de rizos rubios, con una piel bronceada como las chicas ricas de California.
—El es Marcus Pold, es el cocinero.—el hombre sonrió al ver a Jude—El hace la mejor comida de todo el estado, una vez estuvo en MasterChef.
—Esos idiotas no supieron apreciarme e incluso me acusaron de conspirar contra mis compañeros, cuando ellos eran quienes me saboteaban—tenia un acento ruso muy bien marcado, estrecho la mano de Jude.— Es todo un placer conocerla señorita Harmon.
—El gusto es mío señor Pold.
A Jude la acercaron a un chico pelirrojo pecoso bastante joven.
—El es Albert, ayuda a Marcus en la cocina, aspira a ser cocinero.
—Mis amigos me dicen Al.
Jude le estrecho la mano al chico con grandes ojos azules.
—Un gusto Al.
Al acercarse a Lynda y a una pequeña chica castaña con el pelo esponjado, Jude se percato que la chica castaña tenia el rostro como el de un tomate con la mirada baja.
—Ya conoces a Lynda una de nuestras meseras—la rubia solo le sonrió, Margaret le señalo a la chica—Ella es Natasha, ella también es mesera, es algo nueva al igual que tu.
—Encantada de conocerte Natasha—Jude alzo la mano hacia la chica.
—Igualmente—dijo la chica en un balbuceo.
—Es algo tímida—explico Lynda con una sonrisa picara.
Jude miro a la siguiente persona, era la chica que había visto en su alucinación, una pelinegra algo alta con un destacado lápiz labial rojo en sus labios, era bastante hermosa a pesar de su ceño que mostraba que no tenia ningún interés ante la presentación, Margaret casi tuvo que llevar a rastras a la joven.
—Ella es Dalia Rahrer, esta en la caja tomando pedidos y tomando el dinero de los clientes, puede que yo sea la segunda al mando cuando mi madre no esta pero Dalia es mi mano derecha, ella será quien te explique como funciona nuestro negocio.
—Encantada Dalia.
La pelinegra le estrecho la mano con firmeza.

                                    
Faltaban 20 minutos para abrir el lugar, Dalia le había dicho a Jude que se sentara junto al mostrador, todos se preparaban para cuando estuviera abierto el lugar.
—Cuidado con la Loba—le susurraron el oído.
La rubia se giro bruscamente para mirar a la persona que le susurro, pero no había nadie detrás de ella.
—Lynda, dejala en paz—dijo Pold pasando con un saco de harina en sus peludos brazos.
La rubia se acerco a Jude, se sentó a su lado cruzando las piernas delgadas.
—¿Quien es la Loba?—pregunto Jude.
—Dalia, todo el mundo la conoce así, tal vez por su carácter o porque se puede decir que se parece a uno.
—¿Tan mal carácter tiene?
—Claro, tiene problemas de ira, no la aceptan en ningún otro lugar por eso. Tori fue la única que se arriesgo a contratados porque dice que vio la luz en ella.
—¿Y tenia razón?
—Eso creo, dicen que ya no tiene ningún ataque desde que empezó a trabajar aquí, pero cuidado con esa mirada de “si me jodes con tus estupideces te parto la cara" a mi un día casi me la da.
Al acercarse Dalia, la rubia se fue patinando junto a Natasha quien pasaba por hay, cuando la peligra se acerco a Jude, ella se paro al instante.
—Sígueme, empezaremos por la cocina.
Jude la siguió a la cocina donde abrieron una puerta que llegaba a la cintura de cualquiera, vieron a Pold y a Al acomodando los platos.
—Esta puerta nunca se cierra , las demás chicas podrían pasar por aquí chocar con puerta y caer, sus mentes siempre están ocupadas en las ordenes de los clientes, 
Al entrar en la cocina se dirigieron al lavaplatos, Al estaba lavando los cubiertos.
—Cuando un cliente termine se orden, claro, tomas sus platos y cubiertos, te diriges aquí para dejarlos al lado, lo dejas rápido pero no los dejes caer muy fuerte.
Al salir de la cocina fueron a una ventanilla afuera de la cocina. Dalia tomo una libreta y un lápiz que estaban entre otras mas.
—Tomas la orden, regresas aquí, tomas un gancho y colocas la orden aquí, pero recuerda poner el numero de la mesa en la orden, si Pold o Al han terminado una orden en cuanto tu llegues, la entregas, ellos te dirán de donde vienen lamiesen, recuerda siempre de que mesa es, recuerda—Dalia empezó a escribir en una libreta, para luego arrancar la hoja para colocarla en un gancho que se veía un mapa de cual era el numero de cada mesa.
—Vamos a afuera—Jude la siguió pero antes tomo el papel, la chica poseía una muy buena memoria así que una pequeña revisada y ya sabría todo. 
Al salir una ráfaga de viento se estampo contra la cara de ambas chicas. En comparación con Dalia, la rubia respiro hondo disfrutando del aire en su cara.
—Igual que adentro, pero anotas la matricula del auto, Lynda y Natasha no son muy buenas en autos así que ellas anotan las matriculas, una mesera se queda adentro y dos se quedan afuera, entre ellas se rotan los turnos, Lynda es la encargada pero toma nota en caso de que ella quiera engañaste, cuando te toque, en la cocina hay unas bandejas, no seas estúpida y pide la bandeja cuando pidan la cuenta.
La chica Harmon siguió a la pelinegra hasta entrar de nuevo a la cafetería.
—¿Moira les dio las galletas?—pregunto repentinamente Dalia.
—¿Quien?
—Moira, es la ama de llaves de tu casa por lo que parece, anciana repulsiva y pelirroja. 
—No eh sabido nada de una ama de llaves al amenos que mamá la haya contratado y no me haya dicho...¿Cómo sabes donde vivo?
—Bueno, mi familia vive cerca de la propiedad, mi familia siempre va a darle la visita a los nuevos residentes y bueno ayer después de salir de trabajar me abrió tu dama de llaves llamada Moira, tu madre me sonrió para que habláramos de cosas tontas—“Así es Viven" pensó Jude—Luego me dijo el montón de hijos que tenia luego dijo que le puso a una de sus hijas el nombre de una canción de The Beatles que pusieron mientras daba a luz, jamas eh escuchado esa canción pero me dijo que era Jude.
—Podría cambiarme el nombre.—dijo encogiéndose de hombros.
—Tu nombre esta bien, Jude.—la rubia sonrió ante el comentario de la chica, pero ella aun tenia su expresión que te congelaba con la mirada.
—Dalia, terminaste de darle el recorrido a Harmon porque a Margaret le urge que le explique algunas cosas.—Lynda se acerco en sus patines con una sonrisa.
—Ya termine, te pagaran lo mismo que a los demás al menos que hagas turnos extras, claro.
—Bien, eso me parece asombroso—Lynda agarro a la chica de la mano para llevarla con Natasha quien acomodaba los saleros.
—Parece que le caíste bien—admiro Natasha mirando a Dalia.
—¿Eso creen?

                                      
—Todos dicen que es una perra pero tal vez no lo es—observo Violet quien estaba encima de la mesa de la cocina comiendo un sandwich que le había preparado la mayor.
—Tal vez, tiene esa mirada de Reina de las nieves pero creo que es una buena persona en el fondo.
Jude había vuelto de su trabajo por la noche, Violet y algunos de sus hermanos seguían despiertos pero Viven junto con Ben dormían.
—Pero dejemos de hablar de mi trabajo ¿Cómo a sido tu primer día en la escuela? ¿Has echo amigos?—Jude sonrió a su hermana, pero ella encogió de hombros.
—Me a ido bien, la gente es muy agradable—la menor asintió constantemente ante la respuesta.
Jude miro de hito a hito a su hermana, al darse cuenta que entre uno de sus mechones rubios había un moretón en su cabeza.
—Violet ¿Qué te ha pasado?—la mayor tomo entre sus manos el rostro de su hermana para examinar el golpe.
—No a sido nada, estaba de camino a mi próxima clase cuando unos chicos se acercaron, estaban pasando a mi lado cuando uno de ellos me golpeo en la cara, no a sido nada, estoy bien.
Jude miro fijamente a su hermana, la chica solo sonreía relajada.
—Bien, creo que es hora de descansar, será mejor irnos a dormir.—la menor se bajo de la mesa, Jude miro a su hermana salir de la cocina.
—Buenas noches—le dijo su hermana antes de irse.
—Buenas noches.
Cuando escucho los pasos de su hermana alejarse, salió por otro lado de la cocina, vio a su hermana Dallas en un sofá escuchando música, movía la cabeza al ritmo de la música, Jude se acerco a ella para tocarle el hombro, ella se alarmo ante el contacto de su hermana, le lanzo un puñetazo que la 
mayor pudo esquivar.
—¡Dejame en paz Jack!—chillo la chica antes de darse cuenta quien estaba detrás de ella, al ver que era su hermana se relajo—Jude, lo siento pensé que esa el estúpido de Jack.
—No importa, solo quería preguntaste ¿Si sabes algo del golpe en la cabeza de Violet?
Dallas miro por un momento a su hermana, pensando cual seria la respuesta correcta.
—Ella me dijo que se golpeo con un casillero en la escuela, fue un accidente, descuida.
Ambas se quedaron mirando en silencio incomodas ante la respuesta, todo volvía a estar mal.
—Estoy algo cansada—dijo la chica intentando un falso bostezo—Me iré a dormir—la chica se levanto del sillón para darle las buenas noches a su hermana para luego irse.
—Duerme bien—le deseo Jude cuando su hermana subió a las escaleras. 
La mayor en cambio se acostó en el sillón mirando el techo.

                                    
La cabeza le punzaba al derramar cada una de sus lagrimas, abría la boca para intentar respirar pero de su garganta solo querían salir gemidos que jamas saldrían, a cada cerrada de ojos sus dolían. Su dormitorio estaba en total silencio, su compañera de cuarto aun no había llegado de la fiesta, el maquillaje de la joven se escurría por sus mejillas, su vestido blanco estaba echo una porquería después de aquello, la habían utilizado como basura. Jude dejo de llorar en silencio por un momento al darse cuenta que el chico salía del baño.
—Jude linda, lo siento mucho—el chico estaba alterado, sus ojos estaban rojos y su traje estaba desordenado—No quería hacerlo, pero por favor no se lo digas a nadie, si alguien se llega a enterar...no se lo que haría—el chico se sentó al lado de la
chica para tomarle sus manos temblorosas, ella no quería ser tocada por el pero estaba muy asustada para apartarlo.—Linda, por favor prométeme que no se lo dirás a nadie.
La chica asintió nerviosa, el chico se aparto de ella al notar sus nervios por su contacto.
—Linda, lo siento mucho, si ya no quieres saber nada de mi lo entenderé.
El chico se toco la herida en su frente, pero quien estaba realmente herida era la rubia. El chico la abrazo antes de salir del dormitorio, ella se quedo llorando.


Jude miro a una chica rubia a su lado, esta no parecía como a la otra chica que había visto, ella parecía mas linda y agradable que la anterior.
—Linda ¿Estas bien?
La chica no dijo nada, solo miro el techo otra vez.
—No me digas linda...
—¿Porque?
—Porque una persona que creía que me amaba me decía así y el me hizo mucho daño.
Durante un largo silencio, Jude se levanto y fue a su habitación.