Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Snappelle {audiciones abiertas}
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 3 de 6. • Comparte
Página 3 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
Karou. escribió: me gusta tanto como has pensado esta nc que bueno la ame y no he
dudar en audicionar, amo las criaturas poco parecidas a los humanos y
la fantasia. en un rato dejo la ficha.
besos
Me encanta que te encante *cortocircuito cerebral* ¿Tu user es Karou?, ¿Como la de Hija de Humo y Hueso? *se desmaya* Me encanta ese libro, y por desgracia no conozco muchas personas que lo hayan leído...
Ginger
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
bowie escribió:malas, malas, malas. no podeis hacer esto jopeeeeeeeeeeeeeee
la idea es genial! :gad:audicionaré bc es perfecta y no pierdo nada, supongo.. xd
¡Pues claro que no pierdes nada!
Ginger
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
Karou. escribió:
Thomas & Liane
Representantes: Douglas Booth & Alexandra Daddario
Nombre del chico: Thomas Evans
Nombre de la chica: Liane Kenneth
Roles: El Duxestenebris y la Diablesa
- escrito de tu autoría:
El frío era terrible, los copos de nieve le cortaban cada pequeña herida que tenía alrededor de los brazos desnudos, la chica seguía jadeado de dolor y el llanto no la ayudaba. Cada persona que tenía en su pequeña vida había muerto, cada persona a la que le había entregado su cariño la habían dejado descaradamente obligandola a sentirse miserable; se sentía sucia y mal utiliza porque eso era lo que el hombre le había hecho, utilizarla. Una y un Millón de formas de acabar con su vida pasaban por su mente esa forma tan miserable y poco humana como la habían tratado no tenia precio, veía la muerte con cada paso que daba, a cada respiro que daba.
No podía más consigo misma, su alma tenía un peso enorme, no quería más dolor. Se dejo caer en la blanca acera gracias a la nieve, la gente pasaba a su lado como si fuera un perro más, hasta ella se consideraba algo así, tanto era su dolor que se sentia como un animal indefenso y maltratado. Soñaba con poder cerrar los ojo y que todo sea bueno y color de rosa como era en lo cuentos de hadas.
El diablo vestido de traje, con un bastón que lo sostenía y de ojos verdes se paro frente a la fría chica, la miro y ladeo la cabeza, le chica levanto la mirada dejando ver las oscuras ojeras que habitaban debajo de su ojos, el hombre la levanto con delicadeza y sonrió con malicia. Los rotos labios de la chica solo pudieron formular una sola palabra después de todo lo dicho por el hombre promesas. “Ire”.
.***.
Fumaba un cigarrillo que algún hombre mayor y probablemente con esposa le había ofrecido, es para mantener la garganta caliente se repite a sí misma, sus largas y delgadas piernas temblaban de frió, los hombres la miraban con lujuria y mujeres que pasaban la miraban mal, no era su culpa haber tenido aquel tipo de padre y tampoco haber sido vendida a unos tipos que la sacaban al mundo real sin alguna protección más que un pequeño paquete plateado, para que no saliera un chistecito.
El negocio iba mal o eso era lo que había escuchado, un hombre mayor había estado secuestrando a sus compañeras de “esquina”. La adrenalina, el alcohol y veneno de cigarrillo se combinaba con su sangre, dentro de ella ya solo entraban cosas innecesarias ¿y que le daban por entrar en ella? un par de billetes que al final no eran para ella si no para los tipos a los cuales está obligada a trabajar. Un hombre se paro junto a ella y esta le ofreció sus servicios, el con gusto acepto y la llevo en su viejo auto hasta un hotel de mala muerte, entro en ella y al finalizar le dejo un par de billetes para luego volver a su esquina.
Un auto lujoso y de un color oscuro no se había movido de la esquina frente a la que ella se paraba en toda la noche, se estaba empezando a asustar no quería terminar peor, pero ¿eso se podía? Tal vez, tomo valor y sensualmente camino con otro cigarrillo en la mano hacia el auto. Golpeo levemente la ventanilla del auto esta se abrió y un hombre de cabello canoso y de imponentes ojos verdes salió de ahí, le ofreció unos billetes por no entrar en ella, pero dijo algo mas algo que hizo que hizo que le brillaran los ojos a la chica, subió al auto del demonio vendiendo algo que no tenía. Su alma.
.***.
Deambulaba por los pasillos del hospital, con ojeras y cara de sufrimiento. Pero la pobre no podía poner otra cara, la depresión y su pasado la habían aplastado, estaba en guerra contra ella misma y había estado ganado su yo interior. Una de las enfermeras la encontró y trato de llevarla de nuevo a su habitación pero solo recibió un golpe y uno cuantos insultos de parte de la chica. Siguió su camino para salir del lugar donde la trataban como una loca depresiva. Sintió el aire golpear su blanca cara y como la seguridad del grupo de ayuda la buscaban con preocupación de tener a una paciente fuera de la cama o en terapia. Sus antecedentes no eran los mejores, así que después de su reacción agresiva y su intento de escape ya llevaría de nuevo a su cárcel mental.
Estaba fuera otra vez en el mundo donde había crecido sola, donde había sido maltratada y utiliza pero no estaba nada bien más bien todo está mucho peor por lo menos en el hospital comía y tenía una cama en la cual dormir aunque no fuera cómoda mientras acá afuera moría de hambre, en el frió tenue de la acera y la soledad era su mejor amiga y era lo único con lo que contaba. Saco una pequeña bolsa de platico que contenía dentro de ella un delicioso polvo blanco así como lo único que la mantenía viva, en su mano extendida hizo una hilera no tan larga con un poco del polvo, acerco su nariz y lo inhalo todo lo que tenía en su mano, sintió como su cuerpo se calentaba poco a poco y sus pupilas de dilataban.
El hombre de ojos hermosos caminada por la calles buscando a una pobre alma a la cual “salvar” vio a la chica sentada y como inhalaba alguna de las sustancias que él mismo había traficado, sonrió y miro a la chica como el hambre y la sed de venganza la corrompían y como su pasado y la chica mala que tiene dentro pide a gritos salir de nuevo. Una vez que la tuvo frente a él, saco de su bolsillo con caja de galletas que no había querido terminar y se las lanzo a la chica. Parecía que tenia un cartel en la cara que decía al muy fácil de descifrar. Presa Fácil.
.***.
Convencidas de que él las llevaría al cielo, fueron llevadas a lo más oscuro y profundo del infierno pensando que estaban entre pétalos de rosa sin darse cuanta que se clavan solamente las espinas dejado la belleza muy lejos de ellas, pero se sentían queridas, no eran utilizadas –o eso pensaban ellas– hacían lo que ellas querías, solo tenían que cobrar las cuentas del jefe al mismo tiempo que de divertían. Creyeron que todo era color de rosa hasta que la mataron por desobedecer y los ojos de la inocencia fueron abiertos.
Ficha Aceptada.
Tienes alma de poeta, hija. Me encanta tu escritura y la manera en como te expresas. ¡Mucha Suerte!
Tienes alma de poeta, hija. Me encanta tu escritura y la manera en como te expresas. ¡Mucha Suerte!
Ginger
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
esta noche cuando vuelva de clase lo dejo todo ya tengo pensado el rol bc fue del que me enamoré(?), aun que tengo que pensar en que ship utilizarGinger escribió:bowie escribió:malas, malas, malas. no podeis hacer esto jopeeeeeeeeeeeeeee
la idea es genial! :gad:audicionaré bc es perfecta y no pierdo nada, supongo.. xd
¡Pues claro que no pierdes nada!solo tu alma¡Participa, love! :shimi:
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
ya te los mande; espero que te gusten y que estén bienGinger escribió:salvatore. escribió:
♡ Jenn and Tom ♡.
Representantes: Barbara Palvin y Harry Styles.
Nombre del chico: Thomas 'Tom' Smith Fletcher.
Nombre de la chica: Jennifer 'Jenn' Reid Wallace.
Roles: El Nullameye y la Duxestenebris.
- escrito de autoría.:
¿te lo puedo mandar en mp o con el link?; no queda bien en el spoiler.Ficha Semi-Aceptada.
Envíame tu escrito por emepé, y te la aceptaré :chkt:
quiero quedar porque enserio me gusto la idea y esas cosas;
ya puedes aceptar mi ficha ;besos.
hessa.
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
Ella es una de mis grandes ídolos ,la admiro por todo. Y me hubiera encantado conocerla, en serio, hubiera sido magnífico, casa casi no me hubiera despegado de ella ,hubiera parecido chicle en su zapato si le hubiera pedido un autógrafo o con el simple hecho de verla.Ginger escribió:▲ Westlife ▲ escribió:
Nina & Jake
Representantes: Audrey Hepburn | Finn Harries
Nombre del chico: Jake Harries
Nombre de la chica: Nina Halminton
Roles: El Nullameye y la Duxestenebris
- escrito de tu autoría:
«El pasado jueves 25 de marzo a las 21:00 horas, se le vio a George Roy alias "The cutthroat" a las afueras de la ciudad de New York en un Camaro Ss robando un banco. Lo que se llega a observar en las cámaras del banco es que el sujeto portaba dos rifles militares tipo AR-15...»
No pude seguir escuchando el noticiero, pues Darrell —mi mejor amigo y compañero de departamento desde que perdí mi voz—le había cambiado y ahora se escuchaba la chillona voz de Bob Esponja.
Fruncí el ceño y lo mire fijamente esperando una respuesta, sus labios delgados embozaron una leve sonrisa; sus ojos chocolate me miraban entrecerrados, parecía un modelo de esos que anunciaban en la tele de Calvin Klein, y no sólo porque era alto y se notaba que se cuidaba, si no porque también sus rasgos eran duros, con su cabello castaño despeinado, sus cejas rectas y pobladas; su nariz recta y su piel apiñonada.
—Le cambie porque no quiero saber que asesinos andan sueltos por ahí. —aclaro con su voz ronca. —Además te quería decir que iré al supermercado, a la tintorería y a la biblioteca para investigar sobre el trabajo que debo de hacer en la Universidad. —suspiró cansado —¿quieres que te traiga algo de la tienda? —Asentí.
Fui rápidamente por una libreta a mi cuarto y apunté lo que necesitaba. Al terminar regrese a la sale y le entregue la nota, él empezó a chocarla mientras arqueaba una ceja.
—Bien —exclamó cuando terminó —Si necesitas algo, Cloe esta a lado.
¡Ja!, como si mi vecina me fuera a ayudar. Yo la detestaba y ella a mí. El sentimiento de odio y rivalidad era mutuo, pero eso era algo que Darrell no lograba entender, y no lo culpaba, con esos enormes senos operados ¿Qué hombre no iba a quedar tarado?.
Un año después de mudarnos ahí, llegó nuestra vecina de diecinueve años: Cloe Foster, y como era obvio, hechizo a medio edificio con sus falsos pechos y su levantado trasero. Pero no me preocupaba, yo sabía que jamás podría competir con ella —y ni me interesaba—, al contrario, yo no quería estar así aunque fuera un palo con una minúscula curva entre la cadera y los pechos. Simplemente prefería la idea de conservarme natural siempre.
Una hora después de que Darrell se fuera, me puse a recoger la casa mientras escuchaba la música de AC/DC, Bon Jovi, Metallica, Los Ramones y Nirvana. No era una gran fan de ellos, pero me gustaba de vez en cuando rockear con la escoba como guitarra y las escaleras como mi escenario.
Antes de que perdiera mi voz hace dos años, solía cantar a todo volumen. Pero la vida es injusta y gracias a unos traumas que tuve, cantar se me era imposible. Los doctores me había dicho que podía comprarme un aparato el cual sustituta mi voz, pero sinceramente no quería que un robot hablara por mi, además de que una vez lo intente y cada vez que ponía "Quiero palomitas" el aparato decía "Quiero a las palomas", entonces descarté tal opción. La otra alternativa fue aprenderme el idioma de los mudos, y así fue, lo aprendí, el problema era que nadie me entendía porque no sabían que significaba cada seña, entonces me quede con la última elección: escribir en papeles lo que quería decir, era molesto e irritaba, pero era la única opción que más me gustaba.
Cuando termine, subí a mi cuarto y me puse un suéter de Darrell de Hard Rock, era como tres tallas más grande que yo y me llegaba a la mitad del muslo, pero no importaba porque estaba cansada como para buscar otra cosa.
Me observe en el espejo, mi melena rubia quemada estaba greñuda; mis ojos miel verdoso tenía unas ligeras bolsas abajo; mi rostro parecía cansado y somnoliento, pues los últimos días no había podido dormir bien por querer terminar un trabajo de la Universidad.
Me acosté en la cama y saqué el libro El Perfume, que me lo había dado mi padre antes de que me mandara a estudiar a la Universidad de New York.
«Aquella misma noche le despertó una pesadilla espantosa de cuyo contenido no podía acordarse, pero que había tenido que ver con Laure, y se precipitó hacia su dormitorio, convencido de que estaba muerta, de que había sido asesinada, violada y su cabellera cortada mientras dormía... y la encontró sana y salva...».
Me desperté por unos ruidos provenientes del despacho. Salí de la habitación y me dispuse a ir a la sala, de aseguro Darrell llego mas temprano de lo que esperaba.
Cuando entré al pequeño despacho, un hombre con pasamontañas sacaba los papeles del escritorio de caoba y los aventaba sin importancia alguna. Mis ojos se abrieron como platos e intente retroceder lentamente sin que él se percatase de mi presencia, pero para mi suerte choqué con la puerta de vidrio.
El hombre se volvió hacia mi lentamente, y entonces percibí sus ojos verdes; apagados y sin vida. Nos quedamos unos momentos quietos, y al otro segundo me encontraba corriendo hacia mi habitación mientras el ladrón me pisaba los talones.
Cerré mi cuarto con seguro y arrastré una cómoda hacia la puerta como una forma para que no la derribará, o eso pretendía yo. No sabía que hacer, el miedo afloraba de mi piel, no podía gritar, no era capaz de pedir ayuda, si le llamaba a Darrell ¿Cómo iba a saber él que necesitaba ayuda si ni siquiera podía articular una palabras?.
¿Qué iba a hacer?
De un momento a otro, los golpes dejaron de escucharse, y eso me daba una mala espina. Sabía muy bien que algo malo iba a pasar, es obvio que un bandido jamás se rendiría tan fácil. Y no me equivocaba, pues de un momento a otro la ventana se abrió y de ella emergió la oscura sombra del hombre. Intente quitar el mueble de la mesa, pero mis nervios hacían que se volviera imposible.
«¡Ayúdenme!»
Fue el único pensamiento que tuve cuando el hombre se acercaba a mi y me miraba con ojos de lujuria. Sabía que estaba perdida, o más bien dicho, que mi virginidad estaba perdida, que ese viejo asqueroso me iba a violar. Por ese simple hecho, lágrimas calientes empezaron a salir de mis ojos, sabía que no podía pelear, pues él era más fuerte que yo por mucho, además de que no había ninguna arma —ni siquiera una blanca o poco dañina —, simplemente no había nada.
—¿Qué?¿no hablas? —preguntó, su voz grave y ronca causó que un estremecimiento recorriera mi columna. —:¿Qué acaso el gato te comió la lengua? —para mi eso era una metáfora, y se había burlado de mí tantas veces llamando con diferentes apodos sobre mi discapacidad del habla, que eso ya no me afectaba ni en lo más mínimo.
Me quede estática ahí, no me moví hasta que el hombre me agarro los brazos, le soltó un rodillazo y salí corriendo hacia el baño, pero antes de llegar, el sujeto me agarro de los brazo y me empujo hacia la cama. Mientras me sujetaba de las manos con su brazo izquierdo, él se quitaba los pantalones con el otro brazo.
—Mejor para mi, así no gritas —decía mientras me toqueteaba todo el cuerpo y yo pataleaba con todas mis fuerzas para librarme. Aunque sabía que no iba a lograr nada, intentarlo no estaba mal.
Me quitó mi suéter, mi camisa y mi sujetador, dejando expuesto a sus ojos mis pequeños pechos.
«Adiós, virginidad»
No sentí cuando la puerta se abrió y el violador se quitó de encima, simplemente me tape con la sábana mientras lloraba desconsoladamente. Estaba a punto de perder lo más preciado: mi inocencia, mi pureza... Mi dignidad.
Me puse la camisa cuidadosamente, y minutos después los estallidos de golpes y puñetazos dejaron de sonar. Tapada desde mi cama, vi como el abusador estaba tendido en el piso, y como una silueta oscura se movía con pasos ágiles y rápidos. Mi héroe —quien me había ayudado — estaba amenazando a mi acosador, pero sinceramente lo único que lograba escuchar era el sonido de mi corazón bombeando velozmente.
—Liz, ¿estas bien? —me pregunta una voz que yo ya conocía: Darrell. Me había salvado.
No lo pensé ni un segundo y me abalancé a sus brazos mientras mojaba su camisa con mis sollozos.
—Tranquila, ya estoy aquí. Ya nada te pasara —aseguró mientras acariciaba mi despeinado cabello.
Me sujetaba fuertemente de su camisa cafe cuando el me llevó a la cama y me tapo. Se acostó a lado de mí mientras yo seguía lloriqueaba como bebe en su camisa ya empapada por mis lágrimas.
—Lo siento tanto. No debí dejarte sola. —razonó —Perdóname, Liz.
Levanté la cara hasta que sus ojos encontraron los míos, y con mis labios le articulé un gracias.
Esa noche no pude dormir, no hasta que Darret me empezó a cantar una canción —I will come to you de Hanson—, fueron unos minutos después cuando caí en los más profundo, seguro en los brazos de Darret.
«When you have no light to guide you
and no one to walk beside you
i will come to you
oh i will come to you
when the night is dark and stormy
you won't have to reach out for me
i will come to you
oh i will come to you ...»
- 2:
Recuerdo que el 5 de diciembre fue la muerte de mi madre, y que diez días después se celebró el funeral. Una semana antes de su partida, ella se puso muy grave, y la última vez que la vi fue el día después de mi cumpleaños número quince —o sea, un día antes de que la internaran en cuidados intensivos—. Todavía escucho, como un leve susurro, la suave voz de mi madre y su última, y más sincera promesa.
—Se que mi enfermedad no es el mejor regalo. Se que quieres que esté en casa, con papá, con Micky y contigo. Pero la vida me puso un obstáculo... —su voz se ahogó por las lágrimas que empezaban a brotar —... y luchare porque los quiero.
—Mamá no, no me hagas llorar. Yo sé que podrás recuperarte, sólo te pido que seas fuerte —las lágrimas calientes salían de ambas, y ninguna podía reprimirlas.
—Déjame terminar —me pidió, y yo guarde silencio mientras observaba sus profundos ojos miel —. Si acaso no puedo seguir, si me voy. Les prometo que les enviaré un ángel, que cuidará de ustedes, los protegerá, pero lo más importante los amara.
No entendía exactamente lo que nos quería decir. Pero no tenía tiempo para pensar, pues las horas de visitas ya habían concluido, y el doctor insistía en que debía irme. Al parecer, nunca había tenido un familiar a punto de morirse. Y como me daban jamás de golpear su cara, que tenía una expresión irritante, y así torcerle su enorme narizota.
—Te quiero.
Esas eran las últimas palabras que escucharía de ella. Desafortunadamente, no sabía. Y si, por lo menos, lo hubiera deducido, le habría hecho una mueca al frustrante doctor y se habría sentado plácidamente en aquel sillón de aspecto viejo e incómodo, para después ver la expresión de enojo del tipo de bata blanca.
Pero todo en algún momento se acaba. Como un efímero año, o como un rayo en el cielo a mitad de la tempestad; sin dejar rastro alguna de lo que alguna vez existió. Tan sólo cenizas que pronto entrarían al olvido, acompañados de los recuerdos, que desaparecerían con el tiempo, y leves susurros de lo que en un principio fue la voz. Porque es exactamente eso la muerte; el olvido, y sólo leves recuerdos en la mente del ser humano. Nosotros sólo somos una gota en un enorme océano; insignificantes. Nuestra partida sólo afecta a los familiares y amigos, pero no al mundo, ni al universo, ni al tiempo. Porque si lo piensas bien, nuestro tiempo de vida es tan corto, efímero e insignificante comparado con otros astros. Nosotros sólo somos una especie más para el universo.Ficha Aceptada.
¡UEEE! ¡Alguien que utiliza a Audrey! OH MAI. Es mi ídola... y mi Finni *llora de la emoción* cómo ha crecido...
¡Mucha Suerte!
Finn creció, pero la pubertad hizo mucho por el...
Gracias por aceptarla.
midway.
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
Ginger escribió:Karou. escribió: me gusta tanto como has pensado esta nc que bueno la ame y no he
dudar en audicionar, amo las criaturas poco parecidas a los humanos y
la fantasia. en un rato dejo la ficha.
besos
Me encanta que te encante *cortocircuito cerebral* ¿Tu user es Karou?, ¿Como la de Hija de Humo y Hueso? *se desmaya* Me encanta ese libro, y por desgracia no conozco muchas personas que lo hayan leído...
sip! la chica hermosa del cabello azul y que antes fue una kirin la amo
yo tampoco conozco personas que lo hayan leído por lo menos un libro ¿ ya leíste
días de sangre y resplandor?
PD: gracias por lo del alma de poeta ojala mis padres pensaran igual.
Karou.
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
oh creo que me habéis dado ganas de leerlo kzlxdsmv
✦ ausente.✦
pixie.
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
salvatore. escribió:ya te los mande; espero que te gusten y que estén bienGinger escribió:salvatore. escribió:
♡ Jenn and Tom ♡.
Representantes: Barbara Palvin y Harry Styles.
Nombre del chico: Thomas 'Tom' Smith Fletcher.
Nombre de la chica: Jennifer 'Jenn' Reid Wallace.
Roles: El Nullameye y la Duxestenebris.
- escrito de autoría.:
¿te lo puedo mandar en mp o con el link?; no queda bien en el spoiler.Ficha Semi-Aceptada.
Envíame tu escrito por emepé, y te la aceptaré :chkt:
quiero quedar porque enserio me gusto la idea y esas cosas;
ya puedes aceptar mi ficha ;besos.
Ficha Aceptada.
Ya los he recibido, y me han encantado. ¡Mucha Suerte!
Ya los he recibido, y me han encantado. ¡Mucha Suerte!
Ginger
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
▲ Westlife ▲ escribió:Ella es una de mis grandes ídolos ,la admiro por todo. Y me hubiera encantado conocerla, en serio, hubiera sido magnífico, casa casi no me hubiera despegado de ella ,hubiera parecido chicle en su zapato si le hubiera pedido un autógrafo o con el simple hecho de verla.Ginger escribió:▲ Westlife ▲ escribió:
Nina & Jake
Representantes: Audrey Hepburn | Finn Harries
Nombre del chico: Jake Harries
Nombre de la chica: Nina Halminton
Roles: El Nullameye y la Duxestenebris
- escrito de tu autoría:
«El pasado jueves 25 de marzo a las 21:00 horas, se le vio a George Roy alias "The cutthroat" a las afueras de la ciudad de New York en un Camaro Ss robando un banco. Lo que se llega a observar en las cámaras del banco es que el sujeto portaba dos rifles militares tipo AR-15...»
No pude seguir escuchando el noticiero, pues Darrell —mi mejor amigo y compañero de departamento desde que perdí mi voz—le había cambiado y ahora se escuchaba la chillona voz de Bob Esponja.
Fruncí el ceño y lo mire fijamente esperando una respuesta, sus labios delgados embozaron una leve sonrisa; sus ojos chocolate me miraban entrecerrados, parecía un modelo de esos que anunciaban en la tele de Calvin Klein, y no sólo porque era alto y se notaba que se cuidaba, si no porque también sus rasgos eran duros, con su cabello castaño despeinado, sus cejas rectas y pobladas; su nariz recta y su piel apiñonada.
—Le cambie porque no quiero saber que asesinos andan sueltos por ahí. —aclaro con su voz ronca. —Además te quería decir que iré al supermercado, a la tintorería y a la biblioteca para investigar sobre el trabajo que debo de hacer en la Universidad. —suspiró cansado —¿quieres que te traiga algo de la tienda? —Asentí.
Fui rápidamente por una libreta a mi cuarto y apunté lo que necesitaba. Al terminar regrese a la sale y le entregue la nota, él empezó a chocarla mientras arqueaba una ceja.
—Bien —exclamó cuando terminó —Si necesitas algo, Cloe esta a lado.
¡Ja!, como si mi vecina me fuera a ayudar. Yo la detestaba y ella a mí. El sentimiento de odio y rivalidad era mutuo, pero eso era algo que Darrell no lograba entender, y no lo culpaba, con esos enormes senos operados ¿Qué hombre no iba a quedar tarado?.
Un año después de mudarnos ahí, llegó nuestra vecina de diecinueve años: Cloe Foster, y como era obvio, hechizo a medio edificio con sus falsos pechos y su levantado trasero. Pero no me preocupaba, yo sabía que jamás podría competir con ella —y ni me interesaba—, al contrario, yo no quería estar así aunque fuera un palo con una minúscula curva entre la cadera y los pechos. Simplemente prefería la idea de conservarme natural siempre.
Una hora después de que Darrell se fuera, me puse a recoger la casa mientras escuchaba la música de AC/DC, Bon Jovi, Metallica, Los Ramones y Nirvana. No era una gran fan de ellos, pero me gustaba de vez en cuando rockear con la escoba como guitarra y las escaleras como mi escenario.
Antes de que perdiera mi voz hace dos años, solía cantar a todo volumen. Pero la vida es injusta y gracias a unos traumas que tuve, cantar se me era imposible. Los doctores me había dicho que podía comprarme un aparato el cual sustituta mi voz, pero sinceramente no quería que un robot hablara por mi, además de que una vez lo intente y cada vez que ponía "Quiero palomitas" el aparato decía "Quiero a las palomas", entonces descarté tal opción. La otra alternativa fue aprenderme el idioma de los mudos, y así fue, lo aprendí, el problema era que nadie me entendía porque no sabían que significaba cada seña, entonces me quede con la última elección: escribir en papeles lo que quería decir, era molesto e irritaba, pero era la única opción que más me gustaba.
Cuando termine, subí a mi cuarto y me puse un suéter de Darrell de Hard Rock, era como tres tallas más grande que yo y me llegaba a la mitad del muslo, pero no importaba porque estaba cansada como para buscar otra cosa.
Me observe en el espejo, mi melena rubia quemada estaba greñuda; mis ojos miel verdoso tenía unas ligeras bolsas abajo; mi rostro parecía cansado y somnoliento, pues los últimos días no había podido dormir bien por querer terminar un trabajo de la Universidad.
Me acosté en la cama y saqué el libro El Perfume, que me lo había dado mi padre antes de que me mandara a estudiar a la Universidad de New York.
«Aquella misma noche le despertó una pesadilla espantosa de cuyo contenido no podía acordarse, pero que había tenido que ver con Laure, y se precipitó hacia su dormitorio, convencido de que estaba muerta, de que había sido asesinada, violada y su cabellera cortada mientras dormía... y la encontró sana y salva...».
Me desperté por unos ruidos provenientes del despacho. Salí de la habitación y me dispuse a ir a la sala, de aseguro Darrell llego mas temprano de lo que esperaba.
Cuando entré al pequeño despacho, un hombre con pasamontañas sacaba los papeles del escritorio de caoba y los aventaba sin importancia alguna. Mis ojos se abrieron como platos e intente retroceder lentamente sin que él se percatase de mi presencia, pero para mi suerte choqué con la puerta de vidrio.
El hombre se volvió hacia mi lentamente, y entonces percibí sus ojos verdes; apagados y sin vida. Nos quedamos unos momentos quietos, y al otro segundo me encontraba corriendo hacia mi habitación mientras el ladrón me pisaba los talones.
Cerré mi cuarto con seguro y arrastré una cómoda hacia la puerta como una forma para que no la derribará, o eso pretendía yo. No sabía que hacer, el miedo afloraba de mi piel, no podía gritar, no era capaz de pedir ayuda, si le llamaba a Darrell ¿Cómo iba a saber él que necesitaba ayuda si ni siquiera podía articular una palabras?.
¿Qué iba a hacer?
De un momento a otro, los golpes dejaron de escucharse, y eso me daba una mala espina. Sabía muy bien que algo malo iba a pasar, es obvio que un bandido jamás se rendiría tan fácil. Y no me equivocaba, pues de un momento a otro la ventana se abrió y de ella emergió la oscura sombra del hombre. Intente quitar el mueble de la mesa, pero mis nervios hacían que se volviera imposible.
«¡Ayúdenme!»
Fue el único pensamiento que tuve cuando el hombre se acercaba a mi y me miraba con ojos de lujuria. Sabía que estaba perdida, o más bien dicho, que mi virginidad estaba perdida, que ese viejo asqueroso me iba a violar. Por ese simple hecho, lágrimas calientes empezaron a salir de mis ojos, sabía que no podía pelear, pues él era más fuerte que yo por mucho, además de que no había ninguna arma —ni siquiera una blanca o poco dañina —, simplemente no había nada.
—¿Qué?¿no hablas? —preguntó, su voz grave y ronca causó que un estremecimiento recorriera mi columna. —:¿Qué acaso el gato te comió la lengua? —para mi eso era una metáfora, y se había burlado de mí tantas veces llamando con diferentes apodos sobre mi discapacidad del habla, que eso ya no me afectaba ni en lo más mínimo.
Me quede estática ahí, no me moví hasta que el hombre me agarro los brazos, le soltó un rodillazo y salí corriendo hacia el baño, pero antes de llegar, el sujeto me agarro de los brazo y me empujo hacia la cama. Mientras me sujetaba de las manos con su brazo izquierdo, él se quitaba los pantalones con el otro brazo.
—Mejor para mi, así no gritas —decía mientras me toqueteaba todo el cuerpo y yo pataleaba con todas mis fuerzas para librarme. Aunque sabía que no iba a lograr nada, intentarlo no estaba mal.
Me quitó mi suéter, mi camisa y mi sujetador, dejando expuesto a sus ojos mis pequeños pechos.
«Adiós, virginidad»
No sentí cuando la puerta se abrió y el violador se quitó de encima, simplemente me tape con la sábana mientras lloraba desconsoladamente. Estaba a punto de perder lo más preciado: mi inocencia, mi pureza... Mi dignidad.
Me puse la camisa cuidadosamente, y minutos después los estallidos de golpes y puñetazos dejaron de sonar. Tapada desde mi cama, vi como el abusador estaba tendido en el piso, y como una silueta oscura se movía con pasos ágiles y rápidos. Mi héroe —quien me había ayudado — estaba amenazando a mi acosador, pero sinceramente lo único que lograba escuchar era el sonido de mi corazón bombeando velozmente.
—Liz, ¿estas bien? —me pregunta una voz que yo ya conocía: Darrell. Me había salvado.
No lo pensé ni un segundo y me abalancé a sus brazos mientras mojaba su camisa con mis sollozos.
—Tranquila, ya estoy aquí. Ya nada te pasara —aseguró mientras acariciaba mi despeinado cabello.
Me sujetaba fuertemente de su camisa cafe cuando el me llevó a la cama y me tapo. Se acostó a lado de mí mientras yo seguía lloriqueaba como bebe en su camisa ya empapada por mis lágrimas.
—Lo siento tanto. No debí dejarte sola. —razonó —Perdóname, Liz.
Levanté la cara hasta que sus ojos encontraron los míos, y con mis labios le articulé un gracias.
Esa noche no pude dormir, no hasta que Darret me empezó a cantar una canción —I will come to you de Hanson—, fueron unos minutos después cuando caí en los más profundo, seguro en los brazos de Darret.
«When you have no light to guide you
and no one to walk beside you
i will come to you
oh i will come to you
when the night is dark and stormy
you won't have to reach out for me
i will come to you
oh i will come to you ...»
- 2:
Recuerdo que el 5 de diciembre fue la muerte de mi madre, y que diez días después se celebró el funeral. Una semana antes de su partida, ella se puso muy grave, y la última vez que la vi fue el día después de mi cumpleaños número quince —o sea, un día antes de que la internaran en cuidados intensivos—. Todavía escucho, como un leve susurro, la suave voz de mi madre y su última, y más sincera promesa.
—Se que mi enfermedad no es el mejor regalo. Se que quieres que esté en casa, con papá, con Micky y contigo. Pero la vida me puso un obstáculo... —su voz se ahogó por las lágrimas que empezaban a brotar —... y luchare porque los quiero.
—Mamá no, no me hagas llorar. Yo sé que podrás recuperarte, sólo te pido que seas fuerte —las lágrimas calientes salían de ambas, y ninguna podía reprimirlas.
—Déjame terminar —me pidió, y yo guarde silencio mientras observaba sus profundos ojos miel —. Si acaso no puedo seguir, si me voy. Les prometo que les enviaré un ángel, que cuidará de ustedes, los protegerá, pero lo más importante los amara.
No entendía exactamente lo que nos quería decir. Pero no tenía tiempo para pensar, pues las horas de visitas ya habían concluido, y el doctor insistía en que debía irme. Al parecer, nunca había tenido un familiar a punto de morirse. Y como me daban jamás de golpear su cara, que tenía una expresión irritante, y así torcerle su enorme narizota.
—Te quiero.
Esas eran las últimas palabras que escucharía de ella. Desafortunadamente, no sabía. Y si, por lo menos, lo hubiera deducido, le habría hecho una mueca al frustrante doctor y se habría sentado plácidamente en aquel sillón de aspecto viejo e incómodo, para después ver la expresión de enojo del tipo de bata blanca.
Pero todo en algún momento se acaba. Como un efímero año, o como un rayo en el cielo a mitad de la tempestad; sin dejar rastro alguna de lo que alguna vez existió. Tan sólo cenizas que pronto entrarían al olvido, acompañados de los recuerdos, que desaparecerían con el tiempo, y leves susurros de lo que en un principio fue la voz. Porque es exactamente eso la muerte; el olvido, y sólo leves recuerdos en la mente del ser humano. Nosotros sólo somos una gota en un enorme océano; insignificantes. Nuestra partida sólo afecta a los familiares y amigos, pero no al mundo, ni al universo, ni al tiempo. Porque si lo piensas bien, nuestro tiempo de vida es tan corto, efímero e insignificante comparado con otros astros. Nosotros sólo somos una especie más para el universo.Ficha Aceptada.
¡UEEE! ¡Alguien que utiliza a Audrey! OH MAI. Es mi ídola... y mi Finni *llora de la emoción* cómo ha crecido...
¡Mucha Suerte!
Finn creció, pero la pubertad hizo mucho por el...
Gracias por aceptarla.
No dudes ni por un segundo que yo también lo haría Finn y su pubertad ¡OLE, LA MADRE QUE LO PARIÓ! *los parió*
Ginger
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
Karou. escribió:Ginger escribió:Karou. escribió: me gusta tanto como has pensado esta nc que bueno la ame y no he
dudar en audicionar, amo las criaturas poco parecidas a los humanos y
la fantasia. en un rato dejo la ficha.
besos
Me encanta que te encante *cortocircuito cerebral* ¿Tu user es Karou?, ¿Como la de Hija de Humo y Hueso? *se desmaya* Me encanta ese libro, y por desgracia no conozco muchas personas que lo hayan leído...
sip! la chica hermosa del cabello azul y que antes fue una kirin :gad:la amo
yo tampoco conozco personas que lo hayan leído por lo menos un libro ¿ ya leíste
días de sangre y resplandor?
PD: gracias por lo del alma de poeta ojala mis padres pensaran igual.
Desde que me leí el libro estoy emparanoidada en que quiero teñirme el pelo de azul... Pero si no es natural no mola tanto *guiño, guiño*
Mi último deseo antes de morir es leerme la segunda parte, pero como me he arruinado comprando todo la saga de Hush Hush, Cazadores de Sombras (más Los Orígenes), Wonder, and more..., pues cuando salió no tenía ni un duro.
Y no quiero leerlo en PDF. Quiero leerlo como Dios manda, aunque eso signifique comprarlo cuando tenga sesenta años y tenga un ojo de cristal.
P.D: ¿Porqué tus padres no deberían pensar que tienes alma de poeta? Si la tienes, la tienes. Los padres deben apoyar a sus hijos :ana:
Ginger
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
bowie escribió:oh creo que me habéis dado ganas de leerlo kzlxdsmv
LEÉLO *mono*
Ginger
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
Jajajajja, ¡viva por su madre! ¡VIVA!Ginger escribió:▲ Westlife ▲ escribió:Ella es una de mis grandes ídolos ,la admiro por todo. Y me hubiera encantado conocerla, en serio, hubiera sido magnífico, casa casi no me hubiera despegado de ella ,hubiera parecido chicle en su zapato si le hubiera pedido un autógrafo o con el simple hecho de verla.Ginger escribió:▲ Westlife ▲ escribió:
Nina & Jake
Representantes: Audrey Hepburn | Finn Harries
Nombre del chico: Jake Harries
Nombre de la chica: Nina Halminton
Roles: El Nullameye y la Duxestenebris
- escrito de tu autoría:
«El pasado jueves 25 de marzo a las 21:00 horas, se le vio a George Roy alias "The cutthroat" a las afueras de la ciudad de New York en un Camaro Ss robando un banco. Lo que se llega a observar en las cámaras del banco es que el sujeto portaba dos rifles militares tipo AR-15...»
No pude seguir escuchando el noticiero, pues Darrell —mi mejor amigo y compañero de departamento desde que perdí mi voz—le había cambiado y ahora se escuchaba la chillona voz de Bob Esponja.
Fruncí el ceño y lo mire fijamente esperando una respuesta, sus labios delgados embozaron una leve sonrisa; sus ojos chocolate me miraban entrecerrados, parecía un modelo de esos que anunciaban en la tele de Calvin Klein, y no sólo porque era alto y se notaba que se cuidaba, si no porque también sus rasgos eran duros, con su cabello castaño despeinado, sus cejas rectas y pobladas; su nariz recta y su piel apiñonada.
—Le cambie porque no quiero saber que asesinos andan sueltos por ahí. —aclaro con su voz ronca. —Además te quería decir que iré al supermercado, a la tintorería y a la biblioteca para investigar sobre el trabajo que debo de hacer en la Universidad. —suspiró cansado —¿quieres que te traiga algo de la tienda? —Asentí.
Fui rápidamente por una libreta a mi cuarto y apunté lo que necesitaba. Al terminar regrese a la sale y le entregue la nota, él empezó a chocarla mientras arqueaba una ceja.
—Bien —exclamó cuando terminó —Si necesitas algo, Cloe esta a lado.
¡Ja!, como si mi vecina me fuera a ayudar. Yo la detestaba y ella a mí. El sentimiento de odio y rivalidad era mutuo, pero eso era algo que Darrell no lograba entender, y no lo culpaba, con esos enormes senos operados ¿Qué hombre no iba a quedar tarado?.
Un año después de mudarnos ahí, llegó nuestra vecina de diecinueve años: Cloe Foster, y como era obvio, hechizo a medio edificio con sus falsos pechos y su levantado trasero. Pero no me preocupaba, yo sabía que jamás podría competir con ella —y ni me interesaba—, al contrario, yo no quería estar así aunque fuera un palo con una minúscula curva entre la cadera y los pechos. Simplemente prefería la idea de conservarme natural siempre.
Una hora después de que Darrell se fuera, me puse a recoger la casa mientras escuchaba la música de AC/DC, Bon Jovi, Metallica, Los Ramones y Nirvana. No era una gran fan de ellos, pero me gustaba de vez en cuando rockear con la escoba como guitarra y las escaleras como mi escenario.
Antes de que perdiera mi voz hace dos años, solía cantar a todo volumen. Pero la vida es injusta y gracias a unos traumas que tuve, cantar se me era imposible. Los doctores me había dicho que podía comprarme un aparato el cual sustituta mi voz, pero sinceramente no quería que un robot hablara por mi, además de que una vez lo intente y cada vez que ponía "Quiero palomitas" el aparato decía "Quiero a las palomas", entonces descarté tal opción. La otra alternativa fue aprenderme el idioma de los mudos, y así fue, lo aprendí, el problema era que nadie me entendía porque no sabían que significaba cada seña, entonces me quede con la última elección: escribir en papeles lo que quería decir, era molesto e irritaba, pero era la única opción que más me gustaba.
Cuando termine, subí a mi cuarto y me puse un suéter de Darrell de Hard Rock, era como tres tallas más grande que yo y me llegaba a la mitad del muslo, pero no importaba porque estaba cansada como para buscar otra cosa.
Me observe en el espejo, mi melena rubia quemada estaba greñuda; mis ojos miel verdoso tenía unas ligeras bolsas abajo; mi rostro parecía cansado y somnoliento, pues los últimos días no había podido dormir bien por querer terminar un trabajo de la Universidad.
Me acosté en la cama y saqué el libro El Perfume, que me lo había dado mi padre antes de que me mandara a estudiar a la Universidad de New York.
«Aquella misma noche le despertó una pesadilla espantosa de cuyo contenido no podía acordarse, pero que había tenido que ver con Laure, y se precipitó hacia su dormitorio, convencido de que estaba muerta, de que había sido asesinada, violada y su cabellera cortada mientras dormía... y la encontró sana y salva...».
Me desperté por unos ruidos provenientes del despacho. Salí de la habitación y me dispuse a ir a la sala, de aseguro Darrell llego mas temprano de lo que esperaba.
Cuando entré al pequeño despacho, un hombre con pasamontañas sacaba los papeles del escritorio de caoba y los aventaba sin importancia alguna. Mis ojos se abrieron como platos e intente retroceder lentamente sin que él se percatase de mi presencia, pero para mi suerte choqué con la puerta de vidrio.
El hombre se volvió hacia mi lentamente, y entonces percibí sus ojos verdes; apagados y sin vida. Nos quedamos unos momentos quietos, y al otro segundo me encontraba corriendo hacia mi habitación mientras el ladrón me pisaba los talones.
Cerré mi cuarto con seguro y arrastré una cómoda hacia la puerta como una forma para que no la derribará, o eso pretendía yo. No sabía que hacer, el miedo afloraba de mi piel, no podía gritar, no era capaz de pedir ayuda, si le llamaba a Darrell ¿Cómo iba a saber él que necesitaba ayuda si ni siquiera podía articular una palabras?.
¿Qué iba a hacer?
De un momento a otro, los golpes dejaron de escucharse, y eso me daba una mala espina. Sabía muy bien que algo malo iba a pasar, es obvio que un bandido jamás se rendiría tan fácil. Y no me equivocaba, pues de un momento a otro la ventana se abrió y de ella emergió la oscura sombra del hombre. Intente quitar el mueble de la mesa, pero mis nervios hacían que se volviera imposible.
«¡Ayúdenme!»
Fue el único pensamiento que tuve cuando el hombre se acercaba a mi y me miraba con ojos de lujuria. Sabía que estaba perdida, o más bien dicho, que mi virginidad estaba perdida, que ese viejo asqueroso me iba a violar. Por ese simple hecho, lágrimas calientes empezaron a salir de mis ojos, sabía que no podía pelear, pues él era más fuerte que yo por mucho, además de que no había ninguna arma —ni siquiera una blanca o poco dañina —, simplemente no había nada.
—¿Qué?¿no hablas? —preguntó, su voz grave y ronca causó que un estremecimiento recorriera mi columna. —:¿Qué acaso el gato te comió la lengua? —para mi eso era una metáfora, y se había burlado de mí tantas veces llamando con diferentes apodos sobre mi discapacidad del habla, que eso ya no me afectaba ni en lo más mínimo.
Me quede estática ahí, no me moví hasta que el hombre me agarro los brazos, le soltó un rodillazo y salí corriendo hacia el baño, pero antes de llegar, el sujeto me agarro de los brazo y me empujo hacia la cama. Mientras me sujetaba de las manos con su brazo izquierdo, él se quitaba los pantalones con el otro brazo.
—Mejor para mi, así no gritas —decía mientras me toqueteaba todo el cuerpo y yo pataleaba con todas mis fuerzas para librarme. Aunque sabía que no iba a lograr nada, intentarlo no estaba mal.
Me quitó mi suéter, mi camisa y mi sujetador, dejando expuesto a sus ojos mis pequeños pechos.
«Adiós, virginidad»
No sentí cuando la puerta se abrió y el violador se quitó de encima, simplemente me tape con la sábana mientras lloraba desconsoladamente. Estaba a punto de perder lo más preciado: mi inocencia, mi pureza... Mi dignidad.
Me puse la camisa cuidadosamente, y minutos después los estallidos de golpes y puñetazos dejaron de sonar. Tapada desde mi cama, vi como el abusador estaba tendido en el piso, y como una silueta oscura se movía con pasos ágiles y rápidos. Mi héroe —quien me había ayudado — estaba amenazando a mi acosador, pero sinceramente lo único que lograba escuchar era el sonido de mi corazón bombeando velozmente.
—Liz, ¿estas bien? —me pregunta una voz que yo ya conocía: Darrell. Me había salvado.
No lo pensé ni un segundo y me abalancé a sus brazos mientras mojaba su camisa con mis sollozos.
—Tranquila, ya estoy aquí. Ya nada te pasara —aseguró mientras acariciaba mi despeinado cabello.
Me sujetaba fuertemente de su camisa cafe cuando el me llevó a la cama y me tapo. Se acostó a lado de mí mientras yo seguía lloriqueaba como bebe en su camisa ya empapada por mis lágrimas.
—Lo siento tanto. No debí dejarte sola. —razonó —Perdóname, Liz.
Levanté la cara hasta que sus ojos encontraron los míos, y con mis labios le articulé un gracias.
Esa noche no pude dormir, no hasta que Darret me empezó a cantar una canción —I will come to you de Hanson—, fueron unos minutos después cuando caí en los más profundo, seguro en los brazos de Darret.
«When you have no light to guide you
and no one to walk beside you
i will come to you
oh i will come to you
when the night is dark and stormy
you won't have to reach out for me
i will come to you
oh i will come to you ...»
- 2:
Recuerdo que el 5 de diciembre fue la muerte de mi madre, y que diez días después se celebró el funeral. Una semana antes de su partida, ella se puso muy grave, y la última vez que la vi fue el día después de mi cumpleaños número quince —o sea, un día antes de que la internaran en cuidados intensivos—. Todavía escucho, como un leve susurro, la suave voz de mi madre y su última, y más sincera promesa.
—Se que mi enfermedad no es el mejor regalo. Se que quieres que esté en casa, con papá, con Micky y contigo. Pero la vida me puso un obstáculo... —su voz se ahogó por las lágrimas que empezaban a brotar —... y luchare porque los quiero.
—Mamá no, no me hagas llorar. Yo sé que podrás recuperarte, sólo te pido que seas fuerte —las lágrimas calientes salían de ambas, y ninguna podía reprimirlas.
—Déjame terminar —me pidió, y yo guarde silencio mientras observaba sus profundos ojos miel —. Si acaso no puedo seguir, si me voy. Les prometo que les enviaré un ángel, que cuidará de ustedes, los protegerá, pero lo más importante los amara.
No entendía exactamente lo que nos quería decir. Pero no tenía tiempo para pensar, pues las horas de visitas ya habían concluido, y el doctor insistía en que debía irme. Al parecer, nunca había tenido un familiar a punto de morirse. Y como me daban jamás de golpear su cara, que tenía una expresión irritante, y así torcerle su enorme narizota.
—Te quiero.
Esas eran las últimas palabras que escucharía de ella. Desafortunadamente, no sabía. Y si, por lo menos, lo hubiera deducido, le habría hecho una mueca al frustrante doctor y se habría sentado plácidamente en aquel sillón de aspecto viejo e incómodo, para después ver la expresión de enojo del tipo de bata blanca.
Pero todo en algún momento se acaba. Como un efímero año, o como un rayo en el cielo a mitad de la tempestad; sin dejar rastro alguna de lo que alguna vez existió. Tan sólo cenizas que pronto entrarían al olvido, acompañados de los recuerdos, que desaparecerían con el tiempo, y leves susurros de lo que en un principio fue la voz. Porque es exactamente eso la muerte; el olvido, y sólo leves recuerdos en la mente del ser humano. Nosotros sólo somos una gota en un enorme océano; insignificantes. Nuestra partida sólo afecta a los familiares y amigos, pero no al mundo, ni al universo, ni al tiempo. Porque si lo piensas bien, nuestro tiempo de vida es tan corto, efímero e insignificante comparado con otros astros. Nosotros sólo somos una especie más para el universo.Ficha Aceptada.
¡UEEE! ¡Alguien que utiliza a Audrey! OH MAI. Es mi ídola... y mi Finni *llora de la emoción* cómo ha crecido...
¡Mucha Suerte!
Finn creció, pero la pubertad hizo mucho por el...
Gracias por aceptarla.
No dudes ni por un segundo que yo también lo haría Finn y su pubertad ¡OLE, LA MADRE QUE LO PARIÓ! *los parió*
midway.
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
Jajajajja, ¡viva por su madre! ¡VIVA!Ginger escribió:▲ Westlife ▲ escribió:Ella es una de mis grandes ídolos ,la admiro por todo. Y me hubiera encantado conocerla, en serio, hubiera sido magnífico, casa casi no me hubiera despegado de ella ,hubiera parecido chicle en su zapato si le hubiera pedido un autógrafo o con el simple hecho de verla.Ginger escribió:▲ Westlife ▲ escribió:
Nina & Jake
Representantes: Audrey Hepburn | Finn Harries
Nombre del chico: Jake Harries
Nombre de la chica: Nina Halminton
Roles: El Nullameye y la Duxestenebris
- escrito de tu autoría:
«El pasado jueves 25 de marzo a las 21:00 horas, se le vio a George Roy alias "The cutthroat" a las afueras de la ciudad de New York en un Camaro Ss robando un banco. Lo que se llega a observar en las cámaras del banco es que el sujeto portaba dos rifles militares tipo AR-15...»
No pude seguir escuchando el noticiero, pues Darrell —mi mejor amigo y compañero de departamento desde que perdí mi voz—le había cambiado y ahora se escuchaba la chillona voz de Bob Esponja.
Fruncí el ceño y lo mire fijamente esperando una respuesta, sus labios delgados embozaron una leve sonrisa; sus ojos chocolate me miraban entrecerrados, parecía un modelo de esos que anunciaban en la tele de Calvin Klein, y no sólo porque era alto y se notaba que se cuidaba, si no porque también sus rasgos eran duros, con su cabello castaño despeinado, sus cejas rectas y pobladas; su nariz recta y su piel apiñonada.
—Le cambie porque no quiero saber que asesinos andan sueltos por ahí. —aclaro con su voz ronca. —Además te quería decir que iré al supermercado, a la tintorería y a la biblioteca para investigar sobre el trabajo que debo de hacer en la Universidad. —suspiró cansado —¿quieres que te traiga algo de la tienda? —Asentí.
Fui rápidamente por una libreta a mi cuarto y apunté lo que necesitaba. Al terminar regrese a la sale y le entregue la nota, él empezó a chocarla mientras arqueaba una ceja.
—Bien —exclamó cuando terminó —Si necesitas algo, Cloe esta a lado.
¡Ja!, como si mi vecina me fuera a ayudar. Yo la detestaba y ella a mí. El sentimiento de odio y rivalidad era mutuo, pero eso era algo que Darrell no lograba entender, y no lo culpaba, con esos enormes senos operados ¿Qué hombre no iba a quedar tarado?.
Un año después de mudarnos ahí, llegó nuestra vecina de diecinueve años: Cloe Foster, y como era obvio, hechizo a medio edificio con sus falsos pechos y su levantado trasero. Pero no me preocupaba, yo sabía que jamás podría competir con ella —y ni me interesaba—, al contrario, yo no quería estar así aunque fuera un palo con una minúscula curva entre la cadera y los pechos. Simplemente prefería la idea de conservarme natural siempre.
Una hora después de que Darrell se fuera, me puse a recoger la casa mientras escuchaba la música de AC/DC, Bon Jovi, Metallica, Los Ramones y Nirvana. No era una gran fan de ellos, pero me gustaba de vez en cuando rockear con la escoba como guitarra y las escaleras como mi escenario.
Antes de que perdiera mi voz hace dos años, solía cantar a todo volumen. Pero la vida es injusta y gracias a unos traumas que tuve, cantar se me era imposible. Los doctores me había dicho que podía comprarme un aparato el cual sustituta mi voz, pero sinceramente no quería que un robot hablara por mi, además de que una vez lo intente y cada vez que ponía "Quiero palomitas" el aparato decía "Quiero a las palomas", entonces descarté tal opción. La otra alternativa fue aprenderme el idioma de los mudos, y así fue, lo aprendí, el problema era que nadie me entendía porque no sabían que significaba cada seña, entonces me quede con la última elección: escribir en papeles lo que quería decir, era molesto e irritaba, pero era la única opción que más me gustaba.
Cuando termine, subí a mi cuarto y me puse un suéter de Darrell de Hard Rock, era como tres tallas más grande que yo y me llegaba a la mitad del muslo, pero no importaba porque estaba cansada como para buscar otra cosa.
Me observe en el espejo, mi melena rubia quemada estaba greñuda; mis ojos miel verdoso tenía unas ligeras bolsas abajo; mi rostro parecía cansado y somnoliento, pues los últimos días no había podido dormir bien por querer terminar un trabajo de la Universidad.
Me acosté en la cama y saqué el libro El Perfume, que me lo había dado mi padre antes de que me mandara a estudiar a la Universidad de New York.
«Aquella misma noche le despertó una pesadilla espantosa de cuyo contenido no podía acordarse, pero que había tenido que ver con Laure, y se precipitó hacia su dormitorio, convencido de que estaba muerta, de que había sido asesinada, violada y su cabellera cortada mientras dormía... y la encontró sana y salva...».
Me desperté por unos ruidos provenientes del despacho. Salí de la habitación y me dispuse a ir a la sala, de aseguro Darrell llego mas temprano de lo que esperaba.
Cuando entré al pequeño despacho, un hombre con pasamontañas sacaba los papeles del escritorio de caoba y los aventaba sin importancia alguna. Mis ojos se abrieron como platos e intente retroceder lentamente sin que él se percatase de mi presencia, pero para mi suerte choqué con la puerta de vidrio.
El hombre se volvió hacia mi lentamente, y entonces percibí sus ojos verdes; apagados y sin vida. Nos quedamos unos momentos quietos, y al otro segundo me encontraba corriendo hacia mi habitación mientras el ladrón me pisaba los talones.
Cerré mi cuarto con seguro y arrastré una cómoda hacia la puerta como una forma para que no la derribará, o eso pretendía yo. No sabía que hacer, el miedo afloraba de mi piel, no podía gritar, no era capaz de pedir ayuda, si le llamaba a Darrell ¿Cómo iba a saber él que necesitaba ayuda si ni siquiera podía articular una palabras?.
¿Qué iba a hacer?
De un momento a otro, los golpes dejaron de escucharse, y eso me daba una mala espina. Sabía muy bien que algo malo iba a pasar, es obvio que un bandido jamás se rendiría tan fácil. Y no me equivocaba, pues de un momento a otro la ventana se abrió y de ella emergió la oscura sombra del hombre. Intente quitar el mueble de la mesa, pero mis nervios hacían que se volviera imposible.
«¡Ayúdenme!»
Fue el único pensamiento que tuve cuando el hombre se acercaba a mi y me miraba con ojos de lujuria. Sabía que estaba perdida, o más bien dicho, que mi virginidad estaba perdida, que ese viejo asqueroso me iba a violar. Por ese simple hecho, lágrimas calientes empezaron a salir de mis ojos, sabía que no podía pelear, pues él era más fuerte que yo por mucho, además de que no había ninguna arma —ni siquiera una blanca o poco dañina —, simplemente no había nada.
—¿Qué?¿no hablas? —preguntó, su voz grave y ronca causó que un estremecimiento recorriera mi columna. —:¿Qué acaso el gato te comió la lengua? —para mi eso era una metáfora, y se había burlado de mí tantas veces llamando con diferentes apodos sobre mi discapacidad del habla, que eso ya no me afectaba ni en lo más mínimo.
Me quede estática ahí, no me moví hasta que el hombre me agarro los brazos, le soltó un rodillazo y salí corriendo hacia el baño, pero antes de llegar, el sujeto me agarro de los brazo y me empujo hacia la cama. Mientras me sujetaba de las manos con su brazo izquierdo, él se quitaba los pantalones con el otro brazo.
—Mejor para mi, así no gritas —decía mientras me toqueteaba todo el cuerpo y yo pataleaba con todas mis fuerzas para librarme. Aunque sabía que no iba a lograr nada, intentarlo no estaba mal.
Me quitó mi suéter, mi camisa y mi sujetador, dejando expuesto a sus ojos mis pequeños pechos.
«Adiós, virginidad»
No sentí cuando la puerta se abrió y el violador se quitó de encima, simplemente me tape con la sábana mientras lloraba desconsoladamente. Estaba a punto de perder lo más preciado: mi inocencia, mi pureza... Mi dignidad.
Me puse la camisa cuidadosamente, y minutos después los estallidos de golpes y puñetazos dejaron de sonar. Tapada desde mi cama, vi como el abusador estaba tendido en el piso, y como una silueta oscura se movía con pasos ágiles y rápidos. Mi héroe —quien me había ayudado — estaba amenazando a mi acosador, pero sinceramente lo único que lograba escuchar era el sonido de mi corazón bombeando velozmente.
—Liz, ¿estas bien? —me pregunta una voz que yo ya conocía: Darrell. Me había salvado.
No lo pensé ni un segundo y me abalancé a sus brazos mientras mojaba su camisa con mis sollozos.
—Tranquila, ya estoy aquí. Ya nada te pasara —aseguró mientras acariciaba mi despeinado cabello.
Me sujetaba fuertemente de su camisa cafe cuando el me llevó a la cama y me tapo. Se acostó a lado de mí mientras yo seguía lloriqueaba como bebe en su camisa ya empapada por mis lágrimas.
—Lo siento tanto. No debí dejarte sola. —razonó —Perdóname, Liz.
Levanté la cara hasta que sus ojos encontraron los míos, y con mis labios le articulé un gracias.
Esa noche no pude dormir, no hasta que Darret me empezó a cantar una canción —I will come to you de Hanson—, fueron unos minutos después cuando caí en los más profundo, seguro en los brazos de Darret.
«When you have no light to guide you
and no one to walk beside you
i will come to you
oh i will come to you
when the night is dark and stormy
you won't have to reach out for me
i will come to you
oh i will come to you ...»
- 2:
Recuerdo que el 5 de diciembre fue la muerte de mi madre, y que diez días después se celebró el funeral. Una semana antes de su partida, ella se puso muy grave, y la última vez que la vi fue el día después de mi cumpleaños número quince —o sea, un día antes de que la internaran en cuidados intensivos—. Todavía escucho, como un leve susurro, la suave voz de mi madre y su última, y más sincera promesa.
—Se que mi enfermedad no es el mejor regalo. Se que quieres que esté en casa, con papá, con Micky y contigo. Pero la vida me puso un obstáculo... —su voz se ahogó por las lágrimas que empezaban a brotar —... y luchare porque los quiero.
—Mamá no, no me hagas llorar. Yo sé que podrás recuperarte, sólo te pido que seas fuerte —las lágrimas calientes salían de ambas, y ninguna podía reprimirlas.
—Déjame terminar —me pidió, y yo guarde silencio mientras observaba sus profundos ojos miel —. Si acaso no puedo seguir, si me voy. Les prometo que les enviaré un ángel, que cuidará de ustedes, los protegerá, pero lo más importante los amara.
No entendía exactamente lo que nos quería decir. Pero no tenía tiempo para pensar, pues las horas de visitas ya habían concluido, y el doctor insistía en que debía irme. Al parecer, nunca había tenido un familiar a punto de morirse. Y como me daban jamás de golpear su cara, que tenía una expresión irritante, y así torcerle su enorme narizota.
—Te quiero.
Esas eran las últimas palabras que escucharía de ella. Desafortunadamente, no sabía. Y si, por lo menos, lo hubiera deducido, le habría hecho una mueca al frustrante doctor y se habría sentado plácidamente en aquel sillón de aspecto viejo e incómodo, para después ver la expresión de enojo del tipo de bata blanca.
Pero todo en algún momento se acaba. Como un efímero año, o como un rayo en el cielo a mitad de la tempestad; sin dejar rastro alguna de lo que alguna vez existió. Tan sólo cenizas que pronto entrarían al olvido, acompañados de los recuerdos, que desaparecerían con el tiempo, y leves susurros de lo que en un principio fue la voz. Porque es exactamente eso la muerte; el olvido, y sólo leves recuerdos en la mente del ser humano. Nosotros sólo somos una gota en un enorme océano; insignificantes. Nuestra partida sólo afecta a los familiares y amigos, pero no al mundo, ni al universo, ni al tiempo. Porque si lo piensas bien, nuestro tiempo de vida es tan corto, efímero e insignificante comparado con otros astros. Nosotros sólo somos una especie más para el universo.Ficha Aceptada.
¡UEEE! ¡Alguien que utiliza a Audrey! OH MAI. Es mi ídola... y mi Finni *llora de la emoción* cómo ha crecido...
¡Mucha Suerte!
Finn creció, pero la pubertad hizo mucho por el...
Gracias por aceptarla.
No dudes ni por un segundo que yo también lo haría Finn y su pubertad ¡OLE, LA MADRE QUE LO PARIÓ! *los parió*
midway.
Re: Snappelle {audiciones abiertas}
Harry & Lena
Representantes: Logan Lerman & Selena Gomez
Nombre del chico: Henry Blair
Nombre de la chica: Helenna Jones
Roles:El Alteratum y la chica Ángel
- escrito de tu autoría:
- [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
Invitado
Invitado
Página 3 de 6. • 1, 2, 3, 4, 5, 6
Temas similares
» war is over. {audiciones abiertas.
» En el amor & en la fría guerra todo vale (One Direction)
» meta-humano: academia /audiciones abiertas / chico a elección / inscripciones abiertas
» A Story Of Solitude {Audiciones Abiertas TODAVÍA SIN AUDICIONES!
» Do Or Die {Audiciones Abiertas | Nc.
» En el amor & en la fría guerra todo vale (One Direction)
» meta-humano: academia /audiciones abiertas / chico a elección / inscripciones abiertas
» A Story Of Solitude {Audiciones Abiertas TODAVÍA SIN AUDICIONES!
» Do Or Die {Audiciones Abiertas | Nc.
O W N :: Novelas colectivas :: Novelas colectivas :: Novelas Colectivas :: Inscripciones / audiciones
Página 3 de 6.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.