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"El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
aaaiii sera que ya se dio cuenta de que se enamoro de _____
aaii siguela porfaaa
aaii siguela porfaaa
chelis
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
Siguelaaaaa:D y pasa por mi nove:
https://onlywn.activoforo.com/t8083-nick-jonas-y-tu-tu-vida-de-vampiro-drama-romance-y-terror-suspenso
Graciias^^
https://onlywn.activoforo.com/t8083-nick-jonas-y-tu-tu-vida-de-vampiro-drama-romance-y-terror-suspenso
Graciias^^
Daiiiiaaa
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
Nicholas subió la escalera de dos en dos y se dirigió a los dormitorios. Un sonido le llamó la atención y lo hizo detenerse en seco. Las notas de violín más tristes que había oído nunca atravesaban la gruesa puerta de nogal del salón de ____. Perplejo, se acercó despacio y se agarró con fuerza al marco.
Era ____, lo sabía. No tenía ni idea de que tocase el violín y por Dios que lo tocaba bien. Pulsaba las cuerdas con sentimiento; con cada caricia del arco, percibía el dolor de su corazón partido. Reconoció el tema de Handel, uno muy emotivo. Jamás había oído tocar el violín con tanta elegancia, jamás lo había conmovido tanto una pieza musical. ____ no paraba de sorprenderlo, pero aquello... aquello le llegó tan hondo que lo estremeció.
La música cesó de pronto. Nicholas se irguió y se quedó mirando la puerta. Repentinamente avergonzado, retrocedió y miró a uno y otro lado del pasillo, como esperando que alguien saliera de golpe y se riera de él por haberse conmovido tanto. Muy agitado por la música de ____ y por sus propios sentimientos encontrados, se dirigió a toda prisa a su dormitorio.
Se puso el traje de montar y fue directo a los establos; pasó casi corriendo por delante del salón de ella, con el fin de no volver a oír su arrebatadora música. Tenía que alejarse de la casa para poder pensar. Su aroma, el tacto sedoso de su piel y, ¡madre mía!, aquellos ojos, lo hacían imposible. Al llegar a los establos, le hizo una seña al mozo para que lo dejara solo y ensilló él mismo a Samson. No quería tener a nadie cerca por miedo a que descubrieran la intensidad de su confusión. ¡Confusión! Había pasado por muchas cosas en su vida, pero jamás había estado confundido.
Quizá si le hacía una visita a Rebecca Davenport todo volvería a ser como antes.
____ se secó la última lágrima y, con la cabeza bien alta, se acercó al ventanal de su biblioteca y contempló el día gris. Al fin había logrado digerir el hecho horrible de que su padre le hubiese mentido descaradamente y le hubiera provocado una humillación sin límites. Ya se había compadecido a sí misma lo suficiente.
Estaba lista para hacer frente a la situación.
Al menos ya entendía la actitud de Nicholas. Frunció el cejo al pensar en su propia conducta de las últimas semanas. A pesar de su impresión inicial, él se había portado bastante bien con ella dadas las terribles circunstancias. Ya no lo veía como al marido distante y frio al que se veía obligada a desear sólo de lejos, sino como la verdadera víctima de la farsa de su padre.
Naturalmente, no esperaba que Nicholas estuviese dispuesto a tolerar aquel camelo matrimonial ni un segundo más. Si ella podía ponerle fin, lo haría. El dinero le daba igual. Lo que le preocupaba era lo espantoso que debía de haber sido para él que lo obligaran a hacer aquello. Lo único decente que podía hacer por él era solicitar la invalidación de aquel matrimonio de pega y volver a América.
No era tan mala solución. Al menos en América tenía a una tía y unas primas que la querían y que ignorarían la deshonra que llevara consigo. Por lo menos allí recuperaría el ánimo, no como en aquella casa, donde cada vez que lo mirara recordaría la broma cruel que les había gastado su padre.
Meditó el modo de decírselo. Aún presa de la humillación, pensó primero en enviarle una nota disculpándose por su deplorable ingenuidad y comunicándole su decisión de regresar a América. Como es lógico, lo normal sería que él se quedara con su dote. De pronto cayó en la cuenta. Lo correcto era que se lo dijese en persona. No podía acobardarse de repente; era justo que él tuviese ocasión de desahogarse.
Mientras estaba allí contemplando sus opciones, vio a Nicholas entrar al galope en la finca a lomos de un inmenso caballo negro, con la camisa remangada hasta los musculosos antebrazos, el cuello desabrochado y la chaqueta colgándole precariamente del regazo. Sonrió al verlo desmontar con elegancia. Pasara lo que pasase, jamás olvidaría lo guapo que era. Tampoco podría olvidar el tacto de sus labios en los de ella, ni el modo en que despertaba en ella un anhelo que ni siquiera era capaz de identificar, menos aún de sofocar. Lo vio meterse en los establos y se apartó de la ventana.
Se lo diría aquella misma noche.
Se sentiría aliviado.
____ cogió su violín y empezó a tocar una alegre composición de Bach.
Eran más de las ocho y cuarto, y Nicholas aún no había aparecido en el estudio donde solía tomarse su coñac antes de la cena. ____ se paseó inquieta de un lado a otro de la enorme habitación, sonriendo nerviosa al lacayo que esperaba sus órdenes pegado a una pared. Estaba convencida de que Jones le había dicho que Nicholas era un hombre de costumbres lijas.
— ¿Crees que lord Darfield podría estar en otra de las salas? —le preguntó al hombre, rompiendo el insufrible silencio.
—No, milady. El señor prefiere la sala dorada, porque le da el último sol de la tarde —sentenció este.
____ asintió cortésmente con la cabeza y siguió paseándose. Quizá estuviese indispuesto. A lo mejor estaba de maravilla pero no soportaba la idea de tener que enfrentarse a otro episodio como el de la noche anterior. Tampoco le extrañaría; no recordaba haberse derrumbado así en su vida, esparciendo sus emociones por todas partes como si fuesen canicas.
—Tal vez podrías preguntarle a Jones qué es lo que lo retiene —le propuso contenta.
El lacayo hizo un gesto respetuoso con la cabeza y abandonó la habitación. En cuanto salió por la puerta, ____ siguió paseándose cada vez más inquieta. Lo último que quería era que la creyese una histérica. No lo era y, con tiempo suficiente, se había calmado considerablemente.
En cuanto se abrió la puerta, levantó la cabeza y sonrió; luego trató de mantener la sonrisa al ver que era Jones quien entraba. Parecía triste, tan triste como se sintió ella de pronto.
—Milady, parece que ha habido un malentendido —le dijo cortésmente.
— ¿Un malentendido?
El mayordomo se mostró apenado un instante, luego anunció con delicadeza:
—Lord Darfield ha salido de Blessing Park. Volverá en uno o dos días.
____ se sintió como si le hubiesen propinado una patada en pleno estómago. ¿La había dejado? ¿Otra vez? Medio de espaldas a Jones, trató de asimilar con valentía y serenidad aquella información, la había vuelto a dejar. No sabía si estaba más furiosa que dolida. ¿Cómo se atrevía a dejarla sin decirle una palabra? Le daba igual lo que pensase el Diablo de Darfield, ¡al menos podía haber tenido la decencia de decir algo! ¡O dejarle una nota por lo menos! «La decencia no es algo que me preocupe», se lo imaginó diciendo, tan claramente como si lo tuviese delante, y una rabia dolorosa la recorrió entera. Claro que no le preocupaba la decencia, ¡sobre todo con lo mucho que debía detestarla en aquel momento!
— ¿Señora?
____ se volvió hacia el sirviente, de pronto consciente de que le estaba hablando.
—Perdóname, Jones, ¿qué me decías? —dijo con toda la dulzura de que fue capaz, perfectamente consciente de que su semblante la traicionaba.
—Quizá prefiera cenar en su habitación —preguntó el mayordomo.
____ sonrió tanto que le dolieron las mejillas.
—Gracias, pero no. No tengo nada de hambre. —Se encaminó a la puerta, ignorando la mirada de escepticismo del hombre.
—Le subiré una bandeja...
—En serio, no tengo hambre. De hecho, sólo he bajado a tomarme una copita de vino —mintió, encogiéndose por dentro al ver que Jones no la creía. Pasó por delante de él, rumbo a la puerta. —Gracias, Jones. Eso es todo —le dijo por encima del hombro, imitando la frase que le había oído decir a Nicholas.
Avanzó despacio por el largo pasillo, sonriendo amablemente al lacayo del vestíbulo, luego subió la gran escalera de mármol. Al llegar al descansillo, miró furtivamente atrás y, al no ver a nadie, salió corriendo a su habitación.
A salvo dentro, empezó a pasearse furiosa. Por una parte, sabía que no tenía derecho a enfadarse. A fin de cuentas, aquel matrimonio no era más que una farsa, y ella había sido tan insufrible la noche anterior que probablemente él hubiese huido a Brighton de puro hastío. Por otra parte, le parecía que tenía todo el derecho del mundo, porque, aunque su matrimonio no fuese más que un engaño, él debía tener el detalle de decirle que se iba. ¿Y por cuánto tiempo esta vez? ¿Dos semanas? ¿Dos años? Se dejó caer en el sofá y enterró la cabeza en las manos.
Bueno, si tanto la despreciaba, ella no iba a quedarse ni un minuto más en Blessing Park. No era más que una boba ingenua que había cruzado el océano tras él como un perrito faldero, creyendo que él la amaba, y reaccionando como una imbécil al volver a verlo. ¡Cielos!, se moría de vergüenza.
Hoolaaa niñas komo estan? :D bueno pz aki le deje el kap espero q les haya gustado no entiendo porq aki se hace tampokito :scratch: pero en word son bastantes hojas :roll: bien mañana les subo lo q falta del kap va? bueno me voy las kiero :hug: nos vemos mañana :hi:
Era ____, lo sabía. No tenía ni idea de que tocase el violín y por Dios que lo tocaba bien. Pulsaba las cuerdas con sentimiento; con cada caricia del arco, percibía el dolor de su corazón partido. Reconoció el tema de Handel, uno muy emotivo. Jamás había oído tocar el violín con tanta elegancia, jamás lo había conmovido tanto una pieza musical. ____ no paraba de sorprenderlo, pero aquello... aquello le llegó tan hondo que lo estremeció.
La música cesó de pronto. Nicholas se irguió y se quedó mirando la puerta. Repentinamente avergonzado, retrocedió y miró a uno y otro lado del pasillo, como esperando que alguien saliera de golpe y se riera de él por haberse conmovido tanto. Muy agitado por la música de ____ y por sus propios sentimientos encontrados, se dirigió a toda prisa a su dormitorio.
Se puso el traje de montar y fue directo a los establos; pasó casi corriendo por delante del salón de ella, con el fin de no volver a oír su arrebatadora música. Tenía que alejarse de la casa para poder pensar. Su aroma, el tacto sedoso de su piel y, ¡madre mía!, aquellos ojos, lo hacían imposible. Al llegar a los establos, le hizo una seña al mozo para que lo dejara solo y ensilló él mismo a Samson. No quería tener a nadie cerca por miedo a que descubrieran la intensidad de su confusión. ¡Confusión! Había pasado por muchas cosas en su vida, pero jamás había estado confundido.
Quizá si le hacía una visita a Rebecca Davenport todo volvería a ser como antes.
____ se secó la última lágrima y, con la cabeza bien alta, se acercó al ventanal de su biblioteca y contempló el día gris. Al fin había logrado digerir el hecho horrible de que su padre le hubiese mentido descaradamente y le hubiera provocado una humillación sin límites. Ya se había compadecido a sí misma lo suficiente.
Estaba lista para hacer frente a la situación.
Al menos ya entendía la actitud de Nicholas. Frunció el cejo al pensar en su propia conducta de las últimas semanas. A pesar de su impresión inicial, él se había portado bastante bien con ella dadas las terribles circunstancias. Ya no lo veía como al marido distante y frio al que se veía obligada a desear sólo de lejos, sino como la verdadera víctima de la farsa de su padre.
Naturalmente, no esperaba que Nicholas estuviese dispuesto a tolerar aquel camelo matrimonial ni un segundo más. Si ella podía ponerle fin, lo haría. El dinero le daba igual. Lo que le preocupaba era lo espantoso que debía de haber sido para él que lo obligaran a hacer aquello. Lo único decente que podía hacer por él era solicitar la invalidación de aquel matrimonio de pega y volver a América.
No era tan mala solución. Al menos en América tenía a una tía y unas primas que la querían y que ignorarían la deshonra que llevara consigo. Por lo menos allí recuperaría el ánimo, no como en aquella casa, donde cada vez que lo mirara recordaría la broma cruel que les había gastado su padre.
Meditó el modo de decírselo. Aún presa de la humillación, pensó primero en enviarle una nota disculpándose por su deplorable ingenuidad y comunicándole su decisión de regresar a América. Como es lógico, lo normal sería que él se quedara con su dote. De pronto cayó en la cuenta. Lo correcto era que se lo dijese en persona. No podía acobardarse de repente; era justo que él tuviese ocasión de desahogarse.
Mientras estaba allí contemplando sus opciones, vio a Nicholas entrar al galope en la finca a lomos de un inmenso caballo negro, con la camisa remangada hasta los musculosos antebrazos, el cuello desabrochado y la chaqueta colgándole precariamente del regazo. Sonrió al verlo desmontar con elegancia. Pasara lo que pasase, jamás olvidaría lo guapo que era. Tampoco podría olvidar el tacto de sus labios en los de ella, ni el modo en que despertaba en ella un anhelo que ni siquiera era capaz de identificar, menos aún de sofocar. Lo vio meterse en los establos y se apartó de la ventana.
Se lo diría aquella misma noche.
Se sentiría aliviado.
____ cogió su violín y empezó a tocar una alegre composición de Bach.
Eran más de las ocho y cuarto, y Nicholas aún no había aparecido en el estudio donde solía tomarse su coñac antes de la cena. ____ se paseó inquieta de un lado a otro de la enorme habitación, sonriendo nerviosa al lacayo que esperaba sus órdenes pegado a una pared. Estaba convencida de que Jones le había dicho que Nicholas era un hombre de costumbres lijas.
— ¿Crees que lord Darfield podría estar en otra de las salas? —le preguntó al hombre, rompiendo el insufrible silencio.
—No, milady. El señor prefiere la sala dorada, porque le da el último sol de la tarde —sentenció este.
____ asintió cortésmente con la cabeza y siguió paseándose. Quizá estuviese indispuesto. A lo mejor estaba de maravilla pero no soportaba la idea de tener que enfrentarse a otro episodio como el de la noche anterior. Tampoco le extrañaría; no recordaba haberse derrumbado así en su vida, esparciendo sus emociones por todas partes como si fuesen canicas.
—Tal vez podrías preguntarle a Jones qué es lo que lo retiene —le propuso contenta.
El lacayo hizo un gesto respetuoso con la cabeza y abandonó la habitación. En cuanto salió por la puerta, ____ siguió paseándose cada vez más inquieta. Lo último que quería era que la creyese una histérica. No lo era y, con tiempo suficiente, se había calmado considerablemente.
En cuanto se abrió la puerta, levantó la cabeza y sonrió; luego trató de mantener la sonrisa al ver que era Jones quien entraba. Parecía triste, tan triste como se sintió ella de pronto.
—Milady, parece que ha habido un malentendido —le dijo cortésmente.
— ¿Un malentendido?
El mayordomo se mostró apenado un instante, luego anunció con delicadeza:
—Lord Darfield ha salido de Blessing Park. Volverá en uno o dos días.
____ se sintió como si le hubiesen propinado una patada en pleno estómago. ¿La había dejado? ¿Otra vez? Medio de espaldas a Jones, trató de asimilar con valentía y serenidad aquella información, la había vuelto a dejar. No sabía si estaba más furiosa que dolida. ¿Cómo se atrevía a dejarla sin decirle una palabra? Le daba igual lo que pensase el Diablo de Darfield, ¡al menos podía haber tenido la decencia de decir algo! ¡O dejarle una nota por lo menos! «La decencia no es algo que me preocupe», se lo imaginó diciendo, tan claramente como si lo tuviese delante, y una rabia dolorosa la recorrió entera. Claro que no le preocupaba la decencia, ¡sobre todo con lo mucho que debía detestarla en aquel momento!
— ¿Señora?
____ se volvió hacia el sirviente, de pronto consciente de que le estaba hablando.
—Perdóname, Jones, ¿qué me decías? —dijo con toda la dulzura de que fue capaz, perfectamente consciente de que su semblante la traicionaba.
—Quizá prefiera cenar en su habitación —preguntó el mayordomo.
____ sonrió tanto que le dolieron las mejillas.
—Gracias, pero no. No tengo nada de hambre. —Se encaminó a la puerta, ignorando la mirada de escepticismo del hombre.
—Le subiré una bandeja...
—En serio, no tengo hambre. De hecho, sólo he bajado a tomarme una copita de vino —mintió, encogiéndose por dentro al ver que Jones no la creía. Pasó por delante de él, rumbo a la puerta. —Gracias, Jones. Eso es todo —le dijo por encima del hombro, imitando la frase que le había oído decir a Nicholas.
Avanzó despacio por el largo pasillo, sonriendo amablemente al lacayo del vestíbulo, luego subió la gran escalera de mármol. Al llegar al descansillo, miró furtivamente atrás y, al no ver a nadie, salió corriendo a su habitación.
A salvo dentro, empezó a pasearse furiosa. Por una parte, sabía que no tenía derecho a enfadarse. A fin de cuentas, aquel matrimonio no era más que una farsa, y ella había sido tan insufrible la noche anterior que probablemente él hubiese huido a Brighton de puro hastío. Por otra parte, le parecía que tenía todo el derecho del mundo, porque, aunque su matrimonio no fuese más que un engaño, él debía tener el detalle de decirle que se iba. ¿Y por cuánto tiempo esta vez? ¿Dos semanas? ¿Dos años? Se dejó caer en el sofá y enterró la cabeza en las manos.
Bueno, si tanto la despreciaba, ella no iba a quedarse ni un minuto más en Blessing Park. No era más que una boba ingenua que había cruzado el océano tras él como un perrito faldero, creyendo que él la amaba, y reaccionando como una imbécil al volver a verlo. ¡Cielos!, se moría de vergüenza.
Hoolaaa niñas komo estan? :D bueno pz aki le deje el kap espero q les haya gustado no entiendo porq aki se hace tampokito :scratch: pero en word son bastantes hojas :roll: bien mañana les subo lo q falta del kap va? bueno me voy las kiero :hug: nos vemos mañana :hi:
Andrea P. Jonas:)
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
ahh me encantría que subieras hoy lo que falta, igual hoy ya es mañana porque son las 12 y 50 en mi país :D asi que podrías subirlo ! te voy a pasar de hoja ! agregame al msn si quieres es : floowh.15@hotmail.com
Flor
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
Me encanta la novela, me resulta muy interesante!
Flor
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
los cap's son como una droga simpre terminas queriendo más.
Flor
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
me muero de ganas de saber lo que va a pasar!
Flor
Re: "El diablo enamorado"(Nick Jonas y Tu) Terminada
creo que _____ se va ir a America sin avisarle a su esposo entonces el va a ir por ella :O
Flor
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