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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
The Roadtrip
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: The Roadtrip
styles. escribió:No importa, lo disfruté
Mi intensión era alégrate la noche Deby, lo siento JAJA u-u
nayeon.
Re: The Roadtrip
SOFIA TE EXTRAÑO COMO NO TIENES IDEA ;_; SRSLY :C ME HACES FALTA SO MUCH ;_;
Yo tbm tengo dos semanas de vacaciones aunque siempre son aburridas para mi :c
Yo tbm tengo dos semanas de vacaciones aunque siempre son aburridas para mi :c
Atenea.
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Re: The Roadtrip
Y A VER POR QUE NO ME CONTESTAS EN EL CHAT QUE TENGO QUE DECIRTE ALGO DE TAD Y ALGO MÁS QUERIDA
nayeon.
Re: The Roadtrip
BC RECIÉN COJO LA LAP HASTA AHORITA EN TODO EL DÍA Y YA ANDO EN FB Y NO APARECES TU ;_; ¿EXPLICAME ESO, EHEHEHEHEHE? :c okno, me calmo :c, pero te espero en fb
Atenea.
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Re: The Roadtrip
las mayusculas es bc tengo feels pq hablemos después de tanto tiempo :c
Atenea.
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Re: The Roadtrip
HAHAHAHAHAH si si si, no debemos de actuar sospechosamente, que todo sea un accidentedougie. escribió:Hook. escribió:
debemos de aprovechar antes de que sea demasiado tarde ): así que deben de aguantarse porque si :meh:hahahaha
yay te quedaras <3 yo tampoco tengo clases, ni toda la semana que viene *-*
Tu tranquila, todo lucira como si hubiera sido una accidente Steph JAJAJA ):
¿no toda la semana que viene? que suerte, estoy cansada de levantarme tan temprano u-u
nope, aquí en México nos dan dos semanas de vacaciones ow Sofi:c a que hora te levantas?:c
peralta.
---------
Re: The Roadtrip
La verdad, me hiciste la noche u.u probablemente también el dia de mañana(?)dougie. escribió:styles. escribió:No importa, lo disfruté
Mi intensión era alégrate la noche Deby, lo siento JAJA u-u
Invitado
Invitado
Re: The Roadtrip
- Spoiler:
- hola bbys<333 well, ya sé que el cap está horrible y así, no me odien :c pero igual lo escribo ahora bc gracias a los exámenes ya no me queda mucho tiempo libre u_u y eso, las amo & gracias por la suerte para mi examen de ayer, me sirvió<3 Sigue: anto :3
CAPITULO 33.
✖BY KITTY SYKES 2014.
A Diane le encantaba cantar. Para ser sincera, había cantado desde que tenía memoria: por diversión, para animar a sus hermanos menores, o mientras caminaba por la calle o preparaba la cena. Cuando había aceptado venir a este viaje había dejado repentinamente de hacerlo, pues cada vez que cantaba le hacía recordar a su familia, sus hermanos, sus padres, su mamá. Sea lo que sea que le haya hecho, no se merecía que su hija la hubiera dejado, o al menos eso pensaba ella. Menos sus hermanos, a quienes extrañaba a morir. Y a su padre, a sus tíos, a su familia. Realmente si Sam no estuviera aquí con ella, ya se hubiera ido hace mucho. Extrañaba su hogar.
Sin embargo, no todo era malo. Habían cosas buenas, como ir a lugares en los que jamás pensó estar, recorrer las calles de una ciudad diferente cada día, o aquellos momentos en los que se reunían alrededor de la fogata y todo se resumía a risas y a pasar un buen rato. También estaban todas las cosas por las que habían pasado, y las fiestas que parecían ser una regla cada fin de semana. Oh, y Tyler. Él era una importante razón por la cual sonreía todos los días.
Sí, le gustaba. Quizás más de lo que admitiría jamás. Y aunque sabía que estaba mal y que le dolía cada vez que veía una escena entre Zuzu y él, no es como si todo fuera tan fácil como decidir no sentir nada y que eso ocurra. Si fuera así nadie se enamoraría, nadie saldría herido o con el corazón roto. Pero no, y Diane tenía que soportar las escenas que le hacía Zuzu por hablar con el rizado, o las veces que lo besaba prácticamente en su cara recordándole, una vez más, que debía olvidarse de él. Por supuesto que ya había captado el mensaje, ahora el problema era como dejar de pensar en el rizado, más ahora que se habían vuelto algo así como amigos.
La canción "Titanium" comenzó a sonar en su cabeza, y a su vez Diane comenzó a tararear el ritmo de la canción, sin animarse del todo a cantarla. Era aún muy temprano, y la mayoría se encontraría durmiendo, y lo que menos quería era despertar a alguien. Así que simplemente continuó tarareando la melodía, mientras salía de su carpa y emitía el bostezo número cinco del día.
Una silueta apareció en el lugar, y la siguió con la mirada hasta que supo de quién se trataba. Su manera de caminar tan tranquila le hacía parecerse a su hermano, pero la forma en como peinaba sus rizos de distinta manera y aquella pequeña sonrisa en su rostro le hizo darse cuenta que no se trataba de Tyler. Este siempre se mostraba con un semblante serio y por lo general llevaba un cigarrillo en su boca, y solía caminar en vez de quedarse sentado en un solo lugar.
Sí, esos pequeños detalles que parecían insignificantes al punto de vista de cualquiera la castaña se los sabía de memoria; aunque, claro está, jamás lo admitiría en voz alta.
—Harry, ¿cierto?—le habló al chico que tenía al frente, y este dirigió su atención a ella. Sintió como sus mejillas enrojecían levemente: Harry se parecía demasiado a su hermano, al menos físicamente, y Diane no podía evitar sentirse algo nerviosa al estar cerca de él.
—Wow, eres de las pocas personas que aciertan a la primera—le respondió el rizado, poniéndose de pie y caminando hacia donde estaba la castaña. Al llegar a ella se sentó a su lado; así, sin más—Bueno, ya que sabes mi nombre, ¿me dirías ahora el tuyo?
—Diane—contestó. El chico esbozó una sonrisa, dejando mostrar esos hoyuelos que automáticamente le hicieron recordar a su hermano. Pero por lo que podía notar, Harry era mucho más abierto y amable con los demás, a diferencia de su hermano.
—¿Y? ¿Cuál es tu historia?—le preguntó el rizado, y Diane lo miró, confundida—Digo, cuál es la razón por la que estás aquí—al ver que la chica no respondía, agregó—Si se puede saber, claro está.
—Te la diré si me dices la tuya primero.
—Y yo te diré mi historia...si me acompañas a un paseo por aquí, ¿que te parece?—Diane asintió, antes de que ambos se pusieran de pie. Y le dirigió una sonrisa, esas de las que sólo conocía Sam o alguno de sus hermanos, una sonrisa realmente sincera luego de mucho tiempo.
***
Era un día tranquilo, o al menos eso le parecía al muchacho, quien se encontraba arrecostado a una de las camionetas viendo como el humo del cigarrillo salía expedido por su boca. La mayoría aún dormía, y él debería de estar descansando también, pero desde hace unos días no podía quitarse la idea de la cabeza de que algo raro pasaba con Zuzu. De la noche a la mañana sentía que lo estaba evitando, ya casi no pasaban tiempo juntos y, aunque siempre la rubia se excusaba con que debía de pasar más tiempo con su hermana, ya el asunto le estaba pareciendo demasiado extraño. Sin embargo, esperaba que hoy día al menos si pudiera verla, porque realmente la necesitaba a su lado.
Una risa suave escapó de sus labios. Si hubiera escuchado a alguien pensar así hace unos meses, probablemente se hubiera reído en su cara. Tyler no era de decir frases cursis, o ilusionarse con alguien, menos aún enamorarse. Había estado con varias chicas, sí, pero solo por el simple hecho de que le gustaba alguna e iba a por ella. Nunca involucró sentimientos, y ese sistema parecía haberle funcionado hasta que conoció a Zuzu. Y poco a poco se dio cuenta que las cosas comenzaron a cambiar.
Ahora que se encontraba solo, recién había reparado en ello. Realmente extrañaba pasar tiempo con ella, o besarla, o simplemente hablar sobre cualquier cosa que se les ocurriera en el momento. Extrañaba su risa, su mirada, su sonrisa, cuando hablaba o cuando la abrazaba, todos esos pequeños momentos ahora se aglomeraban en su mente a medida que avanzaban los minutos. Suspiró pesadamente y dio otra calada a su cigarrillo. Sabía exactamente lo que debía hacer ahora: dejar sus sentimientos a un lado y olvidarse de ellos. Sin embargo, cada vez que veía a la rubia aquel plan se iba directamente a la basura.
Estaba realmente jodido. Enamorarse era lo peor que podía hacer. Y, no obstante, estaba comenzando a enamorarse de Zuzu, si no lo había hecho ya.
Volvió a fijar su vista al frente, y se extrañó al ver a dos personas caminando tranquilamente. Observó las carpas, todas cerradas aún, pues se suponía que todo el mundo-a excepción de él-dormía en ese preciso instante. Pero estaban lo suficientemente alejados de la ciudad como para que sea alguien que no fuera del campamento, así que entrecerró los ojos, tratando de distinguir quienes eran aquellas dos siluetas. Al cabo de unos segundos, reconoció una cabellera rizada, casi igual a la suya, y entornó los ojos. Era Harry.
Decir que no se llevaban bien quizás no era lo correcto. No es que Tyler lo odiara o algo por el estilo, sino que prácticamente no había pasado tiempo con hermano gemelo. No recordaba exactamente cuando, pero sus padres habían mandado a Harry a un internado desde hace ya años y desde ahí solo lo había visto para Año Nuevo o Acción de Gracias. No eran cercanos, y apenas cruzaban palabras cuando se encontraban en la misma habitación. La única que podía hacer que los dos hermanos se juntaran era Caitlin, y en el momento en que ella había muerto la comunicación entre los gemelos Ivanoff había desaparecido por completo. Además, Tyler no soportaba el hecho de que sus padres le hayan repetido desde que tenía uso de memoria la típica frase de "¿por qué no eres igual que tu hermano?". Harry siempre había sido calificado como el "hijo perfecto" por sus excelentes calificaciones y su buen comportamiento, en cambio él era, por así decirlo, la oveja negra de la familia. La única que valía la pena de la familia Ivanoff, según él, era su hermana. Por lo que cuando ella se fue no dudó un solo segundo en aceptar venir a este viaje, pues realmente ya nada le ataba a permanecer con su familia.
Se había sorprendido sobremanera al ver llegar a Harry. Y, aunque se encontraban en el mismo campamento, apenas habían hablado además de los típicos "Buenos Días" o "Por favor" y "Gracias". La verdad usaba toda la poca paciencia que tenía para tolerar que estuvieran en el mismo viaje, y es por eso que evitaba algún encuentro con él.
Una cabellera castaña le llamó la atención, pues la conocía, solo que no podía recordar de quién se trataba. Sin embargo, al acercarse aquellos un poco más al área del campamento Tyler pudo reconocer a la chica que caminaba al lado de su hermano: nada más y nada menos que Diane. Ambos comenzaron a caminar de vuelta, y el rizado tiró su cigarrillo al suelo y, luego de apagarlo, se dirigió hacia ellos.
—Y al final terminé en un castigo de tres semanas, ¡y ni siquiera era mi culpa!—finalizó Harry, pero ya para ese entonces Diane se partía de la risa con la anécdota que el chico acababa de contarle.
—No puedes haber tenido tan mala suerte—logró decir, y Harry simplemente se encogió de hombros.
—Te lo dije, la suerte nunca está de mi lado—contestó el rizado, para luego mirar a Diane—Aunque, bueno, creo que esta vez sí. Fue una suerte que te haya conocido.
Las mejillas de Diane adquirieron color apenas escuchó aquella frase y vio la sonrisa de Harry, pero antes de que pudiera responder, fueron interrumpidos por otra voz:
—No te dejes engañar, Diane. No es tan perfecto como te ha hecho creer.
La muchacha no tenía la necesidad de mirar al frente para saber de quién se trataba.
— Hey, ¿No nos quieres acompañar? Iremos a dar un paseo por la ciudad antes de que los demás despierten—lo invitó ella. Tyler negó con la cabeza, provocando que sus rizos se despeinaran aún más.
—Tengo cosas que hacer...
—¿Como sentarte en la camioneta y fumar? Vamos, hermano, acompáñanos. Será divertido—intervino Harry, con una sonrisa.
—Uno: tú no me dices que hacer—dijo Tyler, su semblante serio por completo—Dos: no voy a dejar que lleves a Diane sola a la ciudad. Ella se queda aquí; si quieres dar un paseo por allá, anda tú solo.
—Tú no hablas por ella, ¿por qué mejor no le preguntas qué quiere hacer?—lo retó Harry, y ambos hermanos voltearon a ver a Diane, quien se encontraba en el medio de ambos.
—Bien, Diane, ¿qué decides?—le preguntó Harry, mientras que Tyler solo la miraba fijamente.
—Yo...ahm, bueno..creo que...—la castaña al fin tomó aire y continuó—Creo que un paseo por la ciudad no vendría nada mal.
El semblante de Tyler cambió por completo, mientras veía como Harry y Diane se despedían y se iban hasta perderlos de vista. "Muy bien, Ivanoff, eso es lo que te ganas por tratar de ser amable con las personas" se dijo a sí mismo, mientras caminaba de vuelta a la camioneta. Además, ¿Desde cuando se había vuelto tan sobreprotector con Diane? Si ni siquiera eran amigos, ¿no? Acababan de conocerse hace unos días apenas, y solo por el hecho de que ambos habían chocado de casualidad. Sino, estaba seguro de que nunca se hubieran hablado, a pesar de encontrarse en el mismo viaje. O quizás era por el hecho de que no le agradaba la presencia de su hermano, y menos el hecho de que le hubiera ganado esta vez.
El rizado decidió volver a la camioneta y dejar de pensar por un momento. Le haría bien, o al menos eso creía. Desconectarse de todo por un momento, realmente lo necesitaba. Aunque, por más que lo odiara, no podía quitarse esa sensación de molestia al saber que Diane había preferido a Harry antes que a él, y que preferiría ser él el que estuviera en aquel momento con ella que su hermano.
Una risa suave escapó de sus labios. Si hubiera escuchado a alguien pensar así hace unos meses, probablemente se hubiera reído en su cara. Tyler no era de decir frases cursis, o ilusionarse con alguien, menos aún enamorarse. Había estado con varias chicas, sí, pero solo por el simple hecho de que le gustaba alguna e iba a por ella. Nunca involucró sentimientos, y ese sistema parecía haberle funcionado hasta que conoció a Zuzu. Y poco a poco se dio cuenta que las cosas comenzaron a cambiar.
Ahora que se encontraba solo, recién había reparado en ello. Realmente extrañaba pasar tiempo con ella, o besarla, o simplemente hablar sobre cualquier cosa que se les ocurriera en el momento. Extrañaba su risa, su mirada, su sonrisa, cuando hablaba o cuando la abrazaba, todos esos pequeños momentos ahora se aglomeraban en su mente a medida que avanzaban los minutos. Suspiró pesadamente y dio otra calada a su cigarrillo. Sabía exactamente lo que debía hacer ahora: dejar sus sentimientos a un lado y olvidarse de ellos. Sin embargo, cada vez que veía a la rubia aquel plan se iba directamente a la basura.
Estaba realmente jodido. Enamorarse era lo peor que podía hacer. Y, no obstante, estaba comenzando a enamorarse de Zuzu, si no lo había hecho ya.
Volvió a fijar su vista al frente, y se extrañó al ver a dos personas caminando tranquilamente. Observó las carpas, todas cerradas aún, pues se suponía que todo el mundo-a excepción de él-dormía en ese preciso instante. Pero estaban lo suficientemente alejados de la ciudad como para que sea alguien que no fuera del campamento, así que entrecerró los ojos, tratando de distinguir quienes eran aquellas dos siluetas. Al cabo de unos segundos, reconoció una cabellera rizada, casi igual a la suya, y entornó los ojos. Era Harry.
Decir que no se llevaban bien quizás no era lo correcto. No es que Tyler lo odiara o algo por el estilo, sino que prácticamente no había pasado tiempo con hermano gemelo. No recordaba exactamente cuando, pero sus padres habían mandado a Harry a un internado desde hace ya años y desde ahí solo lo había visto para Año Nuevo o Acción de Gracias. No eran cercanos, y apenas cruzaban palabras cuando se encontraban en la misma habitación. La única que podía hacer que los dos hermanos se juntaran era Caitlin, y en el momento en que ella había muerto la comunicación entre los gemelos Ivanoff había desaparecido por completo. Además, Tyler no soportaba el hecho de que sus padres le hayan repetido desde que tenía uso de memoria la típica frase de "¿por qué no eres igual que tu hermano?". Harry siempre había sido calificado como el "hijo perfecto" por sus excelentes calificaciones y su buen comportamiento, en cambio él era, por así decirlo, la oveja negra de la familia. La única que valía la pena de la familia Ivanoff, según él, era su hermana. Por lo que cuando ella se fue no dudó un solo segundo en aceptar venir a este viaje, pues realmente ya nada le ataba a permanecer con su familia.
Se había sorprendido sobremanera al ver llegar a Harry. Y, aunque se encontraban en el mismo campamento, apenas habían hablado además de los típicos "Buenos Días" o "Por favor" y "Gracias". La verdad usaba toda la poca paciencia que tenía para tolerar que estuvieran en el mismo viaje, y es por eso que evitaba algún encuentro con él.
Una cabellera castaña le llamó la atención, pues la conocía, solo que no podía recordar de quién se trataba. Sin embargo, al acercarse aquellos un poco más al área del campamento Tyler pudo reconocer a la chica que caminaba al lado de su hermano: nada más y nada menos que Diane. Ambos comenzaron a caminar de vuelta, y el rizado tiró su cigarrillo al suelo y, luego de apagarlo, se dirigió hacia ellos.
—Y al final terminé en un castigo de tres semanas, ¡y ni siquiera era mi culpa!—finalizó Harry, pero ya para ese entonces Diane se partía de la risa con la anécdota que el chico acababa de contarle.
—No puedes haber tenido tan mala suerte—logró decir, y Harry simplemente se encogió de hombros.
—Te lo dije, la suerte nunca está de mi lado—contestó el rizado, para luego mirar a Diane—Aunque, bueno, creo que esta vez sí. Fue una suerte que te haya conocido.
Las mejillas de Diane adquirieron color apenas escuchó aquella frase y vio la sonrisa de Harry, pero antes de que pudiera responder, fueron interrumpidos por otra voz:
—No te dejes engañar, Diane. No es tan perfecto como te ha hecho creer.
La muchacha no tenía la necesidad de mirar al frente para saber de quién se trataba.
— Hey, ¿No nos quieres acompañar? Iremos a dar un paseo por la ciudad antes de que los demás despierten—lo invitó ella. Tyler negó con la cabeza, provocando que sus rizos se despeinaran aún más.
—Tengo cosas que hacer...
—¿Como sentarte en la camioneta y fumar? Vamos, hermano, acompáñanos. Será divertido—intervino Harry, con una sonrisa.
—Uno: tú no me dices que hacer—dijo Tyler, su semblante serio por completo—Dos: no voy a dejar que lleves a Diane sola a la ciudad. Ella se queda aquí; si quieres dar un paseo por allá, anda tú solo.
—Tú no hablas por ella, ¿por qué mejor no le preguntas qué quiere hacer?—lo retó Harry, y ambos hermanos voltearon a ver a Diane, quien se encontraba en el medio de ambos.
—Bien, Diane, ¿qué decides?—le preguntó Harry, mientras que Tyler solo la miraba fijamente.
—Yo...ahm, bueno..creo que...—la castaña al fin tomó aire y continuó—Creo que un paseo por la ciudad no vendría nada mal.
El semblante de Tyler cambió por completo, mientras veía como Harry y Diane se despedían y se iban hasta perderlos de vista. "Muy bien, Ivanoff, eso es lo que te ganas por tratar de ser amable con las personas" se dijo a sí mismo, mientras caminaba de vuelta a la camioneta. Además, ¿Desde cuando se había vuelto tan sobreprotector con Diane? Si ni siquiera eran amigos, ¿no? Acababan de conocerse hace unos días apenas, y solo por el hecho de que ambos habían chocado de casualidad. Sino, estaba seguro de que nunca se hubieran hablado, a pesar de encontrarse en el mismo viaje. O quizás era por el hecho de que no le agradaba la presencia de su hermano, y menos el hecho de que le hubiera ganado esta vez.
El rizado decidió volver a la camioneta y dejar de pensar por un momento. Le haría bien, o al menos eso creía. Desconectarse de todo por un momento, realmente lo necesitaba. Aunque, por más que lo odiara, no podía quitarse esa sensación de molestia al saber que Diane había preferido a Harry antes que a él, y que preferiría ser él el que estuviera en aquel momento con ella que su hermano.
***
Diane se cruzó de brazos al sentir el frío viento de golpe en su rostro. A pesar de no ser invierno, por las noches hacía algo de frío, y se arrepintió de no haberse quedado con la casaca que llevaba puesta horas antes. Con más razón comenzó a caminar hacia su respectiva carpa, pero no acababa de dar dos pasos cuando divisó a alguien sentado cerca de lo que había sido la fogata improvisada que habían armado hace un rato. No le dio importancia, pero al ver una cabellera negra y larga supo de quien se trataba al instante. Así que, tomando un largo suspiro, cambió de dirección y caminó hacia la fogata, donde se encontraba Caitlin.
—¿Mal día?—preguntó, sentándose a su lado.
—¿Por qué lo crees?—contestó al instante la pelinegra—Estoy perfectamente, para que lo sepas.
—Si tú lo dices—Diane simplemente se encogió de hombros.
—¿Y tú? ¿Cómo te va con Ivanoff? Los he visto, ya sabes, pasar más tiempo juntos que antes—Caitlin volteó a ver a la castaña, quien no pudo evitar esbozar una tímida sonrisa—Y Zuzu celosa realmente es un espectáculo que disfruto ver.
—¿Zuzu? ¿Celosa? ¿De mí?—Diane rió sin ganas—No tiene nada que envidiarme, en primer lugar. Además, Tyler está...está realmente enamorado de ella.
—Tyler Ivanoff no se enamora—indicó la pelinegra—No es esa clase de chico, o al menos eso pienso. Puedo estar equivocada.
Un silencio que duró unos cuantos segundos se formó en el ambiente, ambas perdidas en sus pensamientos, hasta que la voz de Caitlin se volvió a escuchar:
—¿Te puedo hacer una pregunta?—preguntó, y por el tono de su voz Diane supo que se trataba de algo serio. Asintió con la cabeza, y Caitlin prosiguió—¿Cómo rayos no los confundes? ¡Son iguales, dios! La verdad hay días en los que no logro reconocer quien es quien, es algo frustrante.
Diane estalló en carcajadas, a las que Caitlin se unió momentos después.
No, no eran amigas, pero Diane era lo más parecido a una amiga que Caitlin tenía allí. O al menos eso pensaba la castaña.
—¿Estás segura que estás bien?—insistió minutos después, cuando ya habían dejado de reírse. La sonrisa en el rostro de la pelinegra desapareció por completo, y volvió a su semblante serio y taciturno con el que la había encontrado.
—¿Eso importa? Digo, no tienes que fingir que te preocupas por mí.
—No estoy fingiendo, y sé que no somos amigas, por así decirlo, pero quizás pueda ayudarte—Caitlin volteó a mirarla, tratando de contener su risa.
—Tanto juntarte con Violet y Fauna se te está pegando su ternura—contestó con burla.
—Estaba tratando de levantarte el ánimo...
—¿Pues adivina qué? No está funcionando.
—Deberías ser amable con las personas de vez en cuando, Cait. Como con Mason, por ejemplo. No le vendría mal un gesto de amabilidad de tu parte—Caitlin entornó los ojos, volviendo a mirar al frente.
—Sólo...déjame sola, Diane. No necesito compañía ahora.
—Bien, como quieras, Caitlin—dijo, antes de levantarse y dar por terminada la conversación. A veces pensaba que Caitlin era realmente una buena persona en el fondo, que podía siquiera ser amable con alguien, pero luego comenzaba con sus frases sarcásticas y su frialdad y aunque Sam le había recalcado que se alejara de ella, y probablemente tuviera razón, no lo haría. Al menos no por ahora, porque realmente confiaba en que lograría sacar su lado bueno a flote, más tarde que temprano pero lo haría. Continuó su camino de regreso a la carpa donde dormía, lo único que le apetecía en ese momento era una buena dosis de sueño, a decir verdad.
Pasó por las camionetas, y estaba a punto de pasar de largo cuando algo captó su atención. Más específico, un sollozo. Se detuvo al instante, observando a su alrededor para tratar de ubicar de donde provenía aquel ruido. Y comenzó a escuchar unas voces provenientes de la siguiente camioneta, que al acercarse pudo reconocer como las de Violet y Zuzu.
Diane se agachó hasta quedar por debajo de una de las ventanas abiertas de la camioneta, y esperó. No era su estilo estar espiando a las personas, pero por la voz quebrada de Zuzu sabía que había estado llorando y que probablemente era por algo importante, pues la rubia no lloraba casi nunca. Durante unos segundos no escuchó nada, y supuso que Violet estaba tratando de consolar a su hermana, hasta que al fin la voz de la menor de las Zimmerman se hizo presente:
—No lo sé, Zuzu. Sabes que, tarde o temprano, esto se sabrá.
—No tengo otra mejor idea.
—¿Decirle la verdad, quizás?—preguntó Violet, con algo de duda.
—Nunca—contestó tajantemente la mayor de las hermanas—Al menos...no por ahora—Zuzu calló por un momento, y luego continuó—Tengo que pensar que haré, yo...
—Tyler tiene que saberlo, Zuzu. No seré yo quien se lo diga, tranquila, te prometí guardar el secreto y lo haré. Pero él también debe aceptar la responsabilidad en esto.
—Lo sé, pero...
Ambas se callaron durante unos minutos, mientras que Diane seguía en la misma posición, sintiendo como el dolor comenzaba a extenderse en sus piernas. Había querido irse, pero al escuchar el nombre de Tyler su curiosidad había terminado por ganar esta vez. Algo le estaba escondiendo Zuzu al rizado, y tenía que averiguar qué.
—Esto no se suponía que tenía que pasar. Maldita sea, esto no tenía porqué pasar, yo...
—Está bien, Zuzu...
—¡No, no está bien, Violet!—gritó la rubia, para luego volver a bajar el volumen de su voz, para evitar que alguien más la escuchara—Tengo que pensar en algo que pueda solucionar todo esto y luego...
—Zuzu—la voz de Violet se volvió seria—Entiende esto: estás embarazada. Y tienes que aceptar que, aunque obviamente no lo querías, eso pasó. Tienes que lidiar con las consecuencias de tus actos. Yo te ayudaré en todo, sabes que siempre te apoyaré y yo...
Diane dejó de prestar atención desde que escuchó lo del embarazo. Sintió como se tambaleaba, y como un nudo en su garganta amenazaba con agrandarse más y más. Esto no podía ser verdad, ¿cierto? Esto no podía estar pasando. Zuzu no estaba embarazada, y menos de Tyler. Todo era un mal sueño, y ella iba a despertar, y darse cuenta de que todo había sido producto de su imaginación. Sí, tenía que ser eso, no había otra explicación.
Tratando de hacer el menor ruido posible se deslizó hasta un lado de la camioneta, y al fin se puso de pie. Comenzó a caminar hacia su respectiva carpa, sin embargo a medida que pasaban los segundos se iba convenciendo de que no era una pesadilla, esto era la realidad y tendría que vivir con eso. Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, y ya no hizo esfuerzo alguno por detenerlas. Desvió su camino y, a pesar que probablemente serían las dos o tres de la madrugada, comenzó a caminar y a alejarse del campamento. Poco a poco comenzó a correr, sin saber muy bien a donde iba, solo con la esperanza de poder olvidarse de lo que acababa de escuchar hace unos minutos.
—¿Mal día?—preguntó, sentándose a su lado.
—¿Por qué lo crees?—contestó al instante la pelinegra—Estoy perfectamente, para que lo sepas.
—Si tú lo dices—Diane simplemente se encogió de hombros.
—¿Y tú? ¿Cómo te va con Ivanoff? Los he visto, ya sabes, pasar más tiempo juntos que antes—Caitlin volteó a ver a la castaña, quien no pudo evitar esbozar una tímida sonrisa—Y Zuzu celosa realmente es un espectáculo que disfruto ver.
—¿Zuzu? ¿Celosa? ¿De mí?—Diane rió sin ganas—No tiene nada que envidiarme, en primer lugar. Además, Tyler está...está realmente enamorado de ella.
—Tyler Ivanoff no se enamora—indicó la pelinegra—No es esa clase de chico, o al menos eso pienso. Puedo estar equivocada.
Un silencio que duró unos cuantos segundos se formó en el ambiente, ambas perdidas en sus pensamientos, hasta que la voz de Caitlin se volvió a escuchar:
—¿Te puedo hacer una pregunta?—preguntó, y por el tono de su voz Diane supo que se trataba de algo serio. Asintió con la cabeza, y Caitlin prosiguió—¿Cómo rayos no los confundes? ¡Son iguales, dios! La verdad hay días en los que no logro reconocer quien es quien, es algo frustrante.
Diane estalló en carcajadas, a las que Caitlin se unió momentos después.
No, no eran amigas, pero Diane era lo más parecido a una amiga que Caitlin tenía allí. O al menos eso pensaba la castaña.
—¿Estás segura que estás bien?—insistió minutos después, cuando ya habían dejado de reírse. La sonrisa en el rostro de la pelinegra desapareció por completo, y volvió a su semblante serio y taciturno con el que la había encontrado.
—¿Eso importa? Digo, no tienes que fingir que te preocupas por mí.
—No estoy fingiendo, y sé que no somos amigas, por así decirlo, pero quizás pueda ayudarte—Caitlin volteó a mirarla, tratando de contener su risa.
—Tanto juntarte con Violet y Fauna se te está pegando su ternura—contestó con burla.
—Estaba tratando de levantarte el ánimo...
—¿Pues adivina qué? No está funcionando.
—Deberías ser amable con las personas de vez en cuando, Cait. Como con Mason, por ejemplo. No le vendría mal un gesto de amabilidad de tu parte—Caitlin entornó los ojos, volviendo a mirar al frente.
—Sólo...déjame sola, Diane. No necesito compañía ahora.
—Bien, como quieras, Caitlin—dijo, antes de levantarse y dar por terminada la conversación. A veces pensaba que Caitlin era realmente una buena persona en el fondo, que podía siquiera ser amable con alguien, pero luego comenzaba con sus frases sarcásticas y su frialdad y aunque Sam le había recalcado que se alejara de ella, y probablemente tuviera razón, no lo haría. Al menos no por ahora, porque realmente confiaba en que lograría sacar su lado bueno a flote, más tarde que temprano pero lo haría. Continuó su camino de regreso a la carpa donde dormía, lo único que le apetecía en ese momento era una buena dosis de sueño, a decir verdad.
Pasó por las camionetas, y estaba a punto de pasar de largo cuando algo captó su atención. Más específico, un sollozo. Se detuvo al instante, observando a su alrededor para tratar de ubicar de donde provenía aquel ruido. Y comenzó a escuchar unas voces provenientes de la siguiente camioneta, que al acercarse pudo reconocer como las de Violet y Zuzu.
Diane se agachó hasta quedar por debajo de una de las ventanas abiertas de la camioneta, y esperó. No era su estilo estar espiando a las personas, pero por la voz quebrada de Zuzu sabía que había estado llorando y que probablemente era por algo importante, pues la rubia no lloraba casi nunca. Durante unos segundos no escuchó nada, y supuso que Violet estaba tratando de consolar a su hermana, hasta que al fin la voz de la menor de las Zimmerman se hizo presente:
—No lo sé, Zuzu. Sabes que, tarde o temprano, esto se sabrá.
—No tengo otra mejor idea.
—¿Decirle la verdad, quizás?—preguntó Violet, con algo de duda.
—Nunca—contestó tajantemente la mayor de las hermanas—Al menos...no por ahora—Zuzu calló por un momento, y luego continuó—Tengo que pensar que haré, yo...
—Tyler tiene que saberlo, Zuzu. No seré yo quien se lo diga, tranquila, te prometí guardar el secreto y lo haré. Pero él también debe aceptar la responsabilidad en esto.
—Lo sé, pero...
Ambas se callaron durante unos minutos, mientras que Diane seguía en la misma posición, sintiendo como el dolor comenzaba a extenderse en sus piernas. Había querido irse, pero al escuchar el nombre de Tyler su curiosidad había terminado por ganar esta vez. Algo le estaba escondiendo Zuzu al rizado, y tenía que averiguar qué.
—Esto no se suponía que tenía que pasar. Maldita sea, esto no tenía porqué pasar, yo...
—Está bien, Zuzu...
—¡No, no está bien, Violet!—gritó la rubia, para luego volver a bajar el volumen de su voz, para evitar que alguien más la escuchara—Tengo que pensar en algo que pueda solucionar todo esto y luego...
—Zuzu—la voz de Violet se volvió seria—Entiende esto: estás embarazada. Y tienes que aceptar que, aunque obviamente no lo querías, eso pasó. Tienes que lidiar con las consecuencias de tus actos. Yo te ayudaré en todo, sabes que siempre te apoyaré y yo...
Diane dejó de prestar atención desde que escuchó lo del embarazo. Sintió como se tambaleaba, y como un nudo en su garganta amenazaba con agrandarse más y más. Esto no podía ser verdad, ¿cierto? Esto no podía estar pasando. Zuzu no estaba embarazada, y menos de Tyler. Todo era un mal sueño, y ella iba a despertar, y darse cuenta de que todo había sido producto de su imaginación. Sí, tenía que ser eso, no había otra explicación.
Tratando de hacer el menor ruido posible se deslizó hasta un lado de la camioneta, y al fin se puso de pie. Comenzó a caminar hacia su respectiva carpa, sin embargo a medida que pasaban los segundos se iba convenciendo de que no era una pesadilla, esto era la realidad y tendría que vivir con eso. Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, y ya no hizo esfuerzo alguno por detenerlas. Desvió su camino y, a pesar que probablemente serían las dos o tres de la madrugada, comenzó a caminar y a alejarse del campamento. Poco a poco comenzó a correr, sin saber muy bien a donde iba, solo con la esperanza de poder olvidarse de lo que acababa de escuchar hace unos minutos.
Última edición por believe. el Lun 09 Jun 2014, 10:10 am, editado 1 vez
believe.
Re: The Roadtrip
omg creo que el code deforma la parte de abajo, veo las letras más grandes de lo normal
peralta.
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Re: The Roadtrip
oMG AKJSDNAJDNSD YAZ, SOLO DIRÉ QUE AMÉ DEMASIADO TU CAPÍTULO Y QUE ME DIO DEMASIADOS FILZ AKSJDNAJKDN SRSLYS KASNDKAJSDNSA, PERO MAÑANA LO COMENTO BIEN BC YA ME ANDAN CORRIENDO KAJDJAD
amo a diane kajdkajdanjs y tyler ¬¬ dale bola a la wna :ccc
amo a diane kajdkajdanjs y tyler ¬¬ dale bola a la wna :ccc
Atenea.
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Re: The Roadtrip
YAAAAAAAAAAAAAAAAAZ♡ Omg, bby tu capitulo estuvo espectaculaaaaar<3 en verdad me encantó ¡Escribis muy bien! En verdad me encantó, desde que empezó ya pude agarrarle cariño a Diane, mucho. Y luego conHarry, se veian muy felices ): jskf ese zorro engañando a aquella que dijo amar(?) hshsjsbdk y bueno, despues esta Tyler que tambien lo amo ): se nota que n realidad quiere a Zuzu y es una lastima, de algun modo ): peo PLS se puso celoso, no jodan *-* HSBBFKS Amo que Diane haya quedado en medio, supongo que el hecho de que ella haya elegido irse con Harrysolo aumento el enojo de Tyler(?) Hsnsksnd me parecio tierna la corta charla de Caitlin y Diane, algun dia seran amigas ): Yaz deberíamos hacer algo para mostrarles a las chicas las diferencias fidicas de Harry y Tyler(?) idk lo mas importante es que DIANE SE ENTERO LO DE ZUZU OMFG SSKD AHORA PUEDE USARLO DE MUCHAS MANERAS PERO LA POBRE QUEDO RE MAL ))))': Quiero saber que va a haceeeeeeeeeeer bsbsjd ay, no puedo esperar a tu otro cap. Creo que debemos planificar mas seguido las tramas bc quedan muy bien, aunque yo nunca entre a fb o respinda los mps ;-; perdon ;-; en fin, AME EL CAP CON MI VIDA, LO JURO. me encantooooo, amo tu manera de escribir, todo se entiende perfecto :3
¡Espero ansiosa el capítulo de Anto! Va a estar genial, segurisimo.
Las quiero a todas<3333333333
¡Espero ansiosa el capítulo de Anto! Va a estar genial, segurisimo.
Las quiero a todas<3333333333
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