Re: Tierra y cielo (Larry Stylinson)

por **EddyStylinson** Dom 27 Abr 2014, 11:28 pm

¿La seguiras? Habia estado buscando este libro desde hace muuuucho y nunca pude descargarlo x.x ¡Y lo encontre adaptado con Larry! Gracias, la historia se ve muy buena, espero que la sigas pronto c:

por Invitado Lun 05 Mayo 2014, 11:25 pm

El sábado por la mañana Louis se levantó al amanecer y con resaca.

La noche anterior, después de trabajar, se habían marchado al pueblo para tomarse unas cervezas, y Louis se sintió agradecido de que Harry no se les hubiera unido. Quería relajarse, y francamente era mucho más sencillo si se rodeaba de los compañeros habituales. El bar que frecuentaban normalmente, El Barrel Run, estaba lleno de gente y la cerveza corría como si fuera gratuita. Jack, el hermano mediano de Hugh, tocaba con su banda aquella noche, lo que significaba que su de otro modo temperamental capataz, se peinaba bien y subía al escenario a cantar unas cuantas canciones.

La banda acababa de anunciar un descanso cuando Eleanor se unió a Louis en la mesa. Su melena castaña caía sobre sus hombros, y llevaba una blusa muy ajustada y unos vaqueros prietos de corte bajo.

—Deberías venir más a menudo, Louis —ronroneó ella, reposando la mano sobre el muslo del hombre de manera posesiva.

A Louis no le importaba tanta atención. Eleanor trabajaba en la escuela elemental del pueblo y había sido profesora de Danny durante los dos últimos años. Probablemente era lo más parecido que había tenido a una novia, aunque realmente no buscaban la compañía el uno del otro tan asiduamente. De hecho, parecía que solo se encontraban en el bar, quizá porque ir al bar era lo único que obligaba a Louis a ir al pueblo. Aunque las ropas que vestía esta noche eran mucho más sexis que las pulcras blusas y faldas que llevaba al colegio, Eleanor nunca mostraba demasiada piel. Era como si siempre estuviera prevenida, siempre pendiente de que la gente del pueblo confiara en ella para educar a sus niños.

Pero no había nada de indeciso en la forma en la que intentaba ligar con Louis. Afortunadamente no era de las que insistían cuando se les decía que no, cosa que él había hecho en más de una ocasión. De otro modo hubiera pensado que iba tras su dinero, sin embargo, nunca había parecido querer nada más que su atención.

Después de que la banda hubiera tocado de nuevo y de que hubieran compartido algunas bebidas más, ella (como era habitual) había invitado a Louis a su casa para tomar la última, y siempre que aceptaba acababan en la cama. Ahí era donde Eleanor mostraba su verdadera cara. Le encantaba que viviera en una casa independiente, porque era bastante fiera en la cama y le gustaba gritar, lo que hacía que él se sintiera orgulloso de sí mismo, por supuesto, pero nunca se había quedado para el desayuno porque prefería dormir en su propia cama.

Louis se despertó, contento de estar solo, unas horas más tarde. Aunque estar con Eleanor había aliviado parte de su tensión, y a pesar de su incipiente dolor de cabeza, volvía a tener la polla dura como una piedra. Los sueños que le habían puesto en este estado, como era habitual, no tenían nada que ver con profesoras de colegio castañas. Louis metió la mano entre sus piernas y rodeó su dolorosa erección entre sus dedos, dando unos suaves tirones experimentales. La fricción sentaba muy bien, y escondió la cabeza en la almohada. Al cerrar los ojos las imágenes de su sueño volvieron con más fuerza, pero intentó contenerlas. No quería recordar lo que le había excitado tanto, no quería volver a ver la imagen de un Harry desnudo que se repetía en su cabeza. Aunque solo había visto a Harry completamente vestido el día anterior, sabía que el hombre era fuerte y atractivo. Le había visto en toda su gloria un par de años antes, en el rancho de Zayn, duchándose en la ducha exterior de la parte trasera de la casa. Aquella vez, Harry le había pillado mirándole y cuando demostró que se había dado cuenta de que estaba allí, escondido detrás de los arbustos, Louis tuvo que salir corriendo. Nunca habían hablado de ello, y si dependía de Louis jamás lo harían, pero él había sido uno de los pocos que habían sabido entonces que Harry era algo más que mano de obra para Zayn. Este hecho tampoco se había hablado jamás en alto, así que nunca se atrevió a sacar el tema, ni si quiera para bromear, pero eso no quería decir que las fantasías que tenía con aquel hombre fueran mucho más fáciles de contener ahora que Harry había vuelto a su vida.

Louis nunca había cedido a aquellas necesidades y se había prometido que jamás lo haría. Únicamente en la soledad de su alcoba de soltero permitía que las imágenes le inundaran. Mientras apretaba la cabeza de su polla, rozaba con sus dedos la piel sensible justo tras sus bolas. Empujando su erección contra la mano que la rodeaba, follándosela, y mordiendo la almohada para ahogar su grito, se corrió con mucha más fuerza de lo que lo había hecho unas horas antes en manos de Eleanor. Después de que los espasmos de su orgasmo cedieran, Louis se giró sobre su espalda para recuperar el aliento, cosa que le costó un tiempo hacer.

¿Por qué? ¿Por qué se sentía así? Aunque necesitaran que Harry les ayudara en el rancho, Louis iba a tener que hablar con Hugh para poner toda la distancia posible entre él y Harry. La única pregunta era cómo iba a explicarle a su cuñado los motivos por los que era tan necesario.

Mientras el resto de los habitantes de la casa estaban en la iglesia, Louis necesitaba de sus propias distracciones, así que se dirigió hacia los establos con determinación y comenzó a limpiar el cajón de Davenport. El caballo, sintiendo el humor agrio de su jinete, protestó por todo lo que Louis hacía, hasta que finalmente ató al caballo al molino para que dejara de fastidiarlo mientras trabajaba.

Louis se impuso un buen ritmo, sabiendo que si trabajaba duro podría conseguir que su cerebro dejara de funcionar durante un tiempo. No le iba mal hasta que oyó una voz familiar a su espalda.

—¿Qué te ha hecho tu caballo para merecer que le pongas en el molino un domingo por la mañana?

Louis no tenía que mirar para saber que quien hablaba era Harry. De hecho, ni si quiera levantó la vista de su trabajo.

—Su establo necesita una limpieza a fondo —respondió Louis. —Es un poco hiperactivo y odia que lo aten, así que lo hago para que queme un poco de energía.

—Entonces supongo que os merecéis el uno al otro.

Louis clavó el rastrillo y se inclinó sobre él, girándose.

—¿Qué quieres decir?

—Bueno, que claramente tú también necesitabas quemar algo de energía.

Louis pensó que Harry parecía demasiado presumido. Una parte de él quería girarse y seguir trabajando, ignorando las tácticas de Harry, pero nunca antes había dejado pasar un desafío así.

—¿Y qué pasa si lo necesitaba?

—Oí que anoche no dormiste mucho.

—¿Y desde cuándo te importa a ti eso? —respondió Louis gruñonamente.

Harry levantó las manos en señal de rendición.

—Solo me preguntaba si necesitabas ayuda. —Se encogió de hombros—. E intentaba mantener una pequeña conversación para conocer a mi nuevo jefe un poco mejor.

Esta vez Louis sí que se giró y le dio la espalda a Harry.

—En lo que a mí respecta Hugh es tu jefe. — Continuó rastrillando el cajón, con movimientos largos y rápidos, y esperó que Harry le dejara solo. Lo último que necesitaba era charlar con él. No le gustaba ese hombre ni su conducta, así que cuanto menos se vieran, mejor.

Louis trabajó hasta que sudó tanto que necesitó ducharse antes del almuerzo dominical. Con el pelo todavía mojado, la camisa de los domingos y un par de tejanos nuevos, se encontró con su hermana más pequeña en las escaleras.

—No estabas en la iglesia —bromeó ella—. ¿Has pasado mala noche?

Louis gruñó, aunque nunca había podido enfadarse con Daysi.

—Un poco, pero nada más.

Entraron en la cocina y Daysi le ofreció a Louis una taza de café antes de servirse ella otra.

—Veo que el gusto de Hugh en hombres está mejorando.

Louis tragó de golpe el café caliente y se atragantó.

—¿No era ese el hombre que solía trabajar con Zayn ? —preguntó ella, señalando con su taza fuera de la ventana.

Louis siguió su movimiento y vio a Harry cruzando el camino hacia la casa.

—Sí, es el tipo que dejó a Zayn tirado después de su accidente —respondió Louis, deseando fervientemente que Harry fuera a la casa a preguntar algo pero que no entrara.

—Es mono —Daysi se encogió de hombros.

—Es muy viejo para ti, Daysi —Louis suspiró. Ella no reaccionó y Louis volvió a mirar afuera, incapaz de evitar seguir a Harry con los ojos.

Daysi le dio un golpecito con el codo.

—Entonces deja de mirarle tú. Además, no es tan viejo y los chicos de mi edad solo quieren una cosa; te los puedes quedar si quieres.

Louis esperó que los chicos de la edad de Daysi mantuvieran las manos alejadas de su hermanita, porque acaba de cumplir la edad legal para hacer cosas así, aunque esto último no lo comentó en alto.

—Estoy seguro de que este no es tan distinto a los de tu edad. Además, tiene cierta reputación, Daysi. No te metas en problemas.

Daysi levantó una ceja pero no dijo nada. En vez de eso, se marchó de la cocina para responder al golpe que había sonado en la puerta.

Louis estuvo tentado a seguirla pero no quería que Harry le viera. Así pues, abrió la nevera y picó algo de los platos de carne cortada que se guardaban allí para el almuerzo.

—Pensé que tenías más modales, Louis —le regañó su madre. Como era habitual, ella había conseguido colarse en la cocina sin que él lo notara—, así que demuéstralo y pon la mesa. Es de bien educados comer con todo el mundo, no ir picando como si fueras un vagabundo de la calle.

Louis se sintió pillado del modo en que solamente su madre le hacía sentir. Sacó los platos envueltos en plástico de la nevera y los puso en la encimera, intentando no masticar fuerte para que su madre no se diera cuenta. Cuando se giró para encararla, la mirada que le dedicó volvía a ser la de una madre que mira a su hijo de ocho años, como si de nuevo midiera un metro veinte, aunque en realidad la delgada mujer solo le llegara a los hombros.

—No estabas en la iglesia.

Louis suspiró, exasperado.

—¿Qué pasa hoy? Primero Daysi y ahora tú. No voy a la iglesia todos los domingos. No es una novedad, mamá.

—Bueno, pues si ese es el humor con el que te levantas después de pasar la noche en el pueblo, te sugiero que la semana que viene te quedes en casa.

Y con eso, se marchó de la cocina.

Louis se acercó a la ventana y después volvió al medio de la cocina. Sí, estaba de un humor de perros y sabía que aquello no le serviría para pasar el almuerzo de los domingos, que generalmente era una comida relajada y feliz en su casa. Hugh y él normalmente hablaban de compras con Izzie porque ella era la hermana que más activamente participaba en los trabajos de la granja con ellos. Si su novio venía a comer, él también se unía a la conversación, pero no iba a venir hoy porque trabajaba en un circuito de rodeos. La familia comería y después se irían todos al porche mientras las chicas limpiaban la mesa y lavaban los platos. Lo que se suele decir un acontecimiento para el relax.

Así que, ¿por qué estaba Louis tan tenso? ¿Era porque no sabía si Harry iba a venir a comer también? Tenía que dejar de preocuparse tanto por el hombre. Hugh le había contratado y Louis casi nunca cuestionaba su buen juicio.

—¿Vienes? —Preguntó Daysi, metiendo la cabeza en la cocina a través de la puerta—. Te estamos esperando. Y a la carne también, por supuesto —añadió felizmente, señalando con el dedo los platos en la encimera.

—¿Qué quería Harry ?

—Pidió el día libre. He llamado a Hugh para que le diga algo.

—Pero si empezó a trabajar aquí ayer —respondió Louis, tomando los platos con el almuerzo en sus manos y andando tras Daysi—. Ya tiene valor.

—¡Oye! —Dijo Daysi—. Yo solo soy un bebé por aquí. ¡Díselo a Hugh!

Louis dejó los cortes de carne fría en la mesa del salón, y cuando vio a Harry ahí, de pie, hablando con Hugh, salió afuera.

Louis se dirigió derecho al corral donde Davenport estaba pastando y silbó al caballo que se acercó reticente. Louis lo llevó de vuelta para ensillarlo y salió por el otro lado del rancho. Había estado cabalgando algo más de media hora cuando vio a Izzie aproximarse en su leal castrado marrón y dorado. Louis sonrió al darse cuenta de que no importaba hacia dónde se marchara; ella siempre lo encontraría.

Bajó la velocidad de Davenport para que Izzie lo alcanzara y cabalgara junto a él. Ella no dijo nada durante un buen rato, como si supiera que Louis no estaba de humor. Cuando se aproximaron al área del vallado, ella metió la mano en su alforja y sacó un paquetito envuelto en aluminio con unos sándwiches.

—Supuse que tendrías hambre después de saltarte el almuerzo —dijo ella intentando sonar casual—. Imagino que tampoco has desayudando. ¿Por qué no nos sentamos aquí? —Ella señaló un área con sombra, cerca de un pesebre destartalado.

Dejaron que los caballos pastaran a sus anchas y se sentaron el uno junto al otro en el borde de un tanque de agua oxidado.

Izzie era probablemente su hermana favorita, no solo porque era la que más ayudaba en el rancho, sino porque sabía cuándo tenía que callarse. Al menos la mayoría del tiempo lo sabía.

—¿Qué es lo que te pasa? —preguntó ella mientras le pasaba un sándwich.

Louis se encogió de hombros. —¿Es Harry ? He oído que trabaja bien.

—Recuerdas a Harry de cuando trabajaba para Zayn, ¿no?

Izzie asintió mientras mordía su pan.

—Y también sé que se marchó cuando Zayn se rompió la pierna. ¿Es eso lo que te molesta?

—Supongo —respondió Louis, levantando las cejas.

—¿O es porque para Zayn era algo más que un contratado?

Louis no respondió inmediatamente. A pesar de lo mucho que quería a su hermana, odiaba que siempre pareciera saber lo que pensaba.

—No odio a los tipos así. Ya lo sabes, Izzie. Nunca he tenido en cuenta las elecciones de Zayn.

—No es realmente una elección, ¿no? —respondió Izzie. Como era habitual, no miró a Louis ni le urgió a responder. En vez de eso, simplemente continuó masticando tranquilamente su sándwich.

Aunque Louis siempre se había sentido cómodo alrededor de Izzie, temía que ella algún día llegaría a leer aquellos pensamientos que tenía muy ocultos igual que podía leer los obvios. Esta vez no era distinta. ¿Sabía Izzie la razón real por la que evitaba a Harry?

—Simplemente no confío en hombres que salen corriendo cuando la cosa se pone un poco difícil —añadió Louis después de un largo silencio—. Quiero decir, ¿cuánto le hubiera costado quedarse y hacer su trabajo hasta que Zayn se hubiera curado? Podría haberse marchado entonces.

—¿Crees que Harry tuvo algo que ver en cómo se hirió Zayn? —preguntó Izzie levantando las cejas.

—No necesariamente —respondió Louis honestamente—. Es solo que no puedo confiar en un hombre que le hace algo así a un… amigo.

—Amante —le corrigió Izzie.

—A… —Louis no pudo decir aquella palabra—. Sí, lo que sea.

—No sabemos qué ocurrió, Louis. Quizá se pelearon antes del accidente. Por lo que sabemos, pudieron haber roto su relación antes de que ocurriera. Zayn no dijo mucho al respecto después.

Louis tuvo que admitir que quizá estuviera cayendo en conclusiones precipitadas. Quizá no sabían toda la historia.

—¿Es posible que Harry ni si quiera supiera lo que había ocurrido aquel día y que ya se hubiera marchado antes de que pasara?

—Quizá —respondió Izzie, dándole un golpe suave a su hermano con el hombro—. No se ha quedado a comer, ¿sabes? Solo vino a intentar convencer a Hugh de que necesitaba tener el día libre mañana por una emergencia. Hugh le ha dejado que se vaya, pero sin paga por supuesto. —Izzie esperó un momento, como para comprobar la reacción de Louis antes de continuar—. Al menos lo ha pedido y no se ha “olvidado” de venir a trabajar mañana.

—Eso es verdad —admitió Louis. Mentalmente le dio un punto por el mérito a Harry —. Pero, ¿qué ocurrirá si Zayn se entera de que lo he contratado?

Izzie volvió los ojos al cielo.

—Sé que Zayn es tu amigo, pero esto es un negocio. Sabe lo duro que es encontrar ayuda decente y él, de todas las personas del mundo, debería saber lo bueno que es Harry como ayuda para el rancho. Si Harry quiere trabajar aquí, ¿quiénes somos nosotros para decir que no?

—Un amigo debería decir que no —argumentó Louia.

—Aunque así sea, Zayn ha encontrado otra persona que le ayuda. Un chico joven. Muy mono, también —añadió Izzie con sorna—. Ya sé que no tengo ninguna oportunidad, si ese chico está “trabajando” para Zayn.

—Tienes la mente más cochina que jamás he visto en una chica —dijo Louis, sacudiendo la cabeza.

—Entonces, claramente no has tenido una conversación decente con Eleanor —Izzie devolvió la broma—. Oh, lo olvidaba. Tú solo te la tiras.

—¡Izzie! —gritó Louis, clavando una mirada entre bromista y regañona a su hermana pequeña. Aunque, por supuesto, no podía negarlo. Le gustaba este tipo de comentario bastante más que cuando Izzie dejaba entrever en sus palabras que quizá Louis tuviera un punto flaco en lo que se refería a Zayn. Ella se rio en alto, y Louis sintió que parte de la tensión acumulada, abandonaba su cuerpo.

por Invitado Mar 06 Mayo 2014, 5:35 am

Me encantó!!
Seguila pronto

por Invitado Jue 08 Mayo 2014, 11:05 pm

Las hermanas de Louis saben que a el le gustan los hombres? pareciera que si, por sus comentarios.
Pero en realidad.. es como que ni el lo sabe con certeza, o si? okay estoy confundida, ah. Igual si es muy consciente de que le gusta Harry, eso si.
Seguila pronto por favor, bye!

por **Larry love** Jue 08 Mayo 2014, 11:47 pm

HOOOOOOLAAAA!!!!!!!
Nueva lectora presente, me encanta tu nolela
es enserio, deves seguirla
ME ENCANTA!!!!!
bosetes para ti

te quiere.... yoooo!!!

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Tierra y cielo (Larry Stylinson)