The Homeless Boy |Larry Stylinson|

Hola! he vuelto, y les traigo un nuevo capitulo!   mil gracias por sus comentarios!    

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CAPITULO 5

Jamie fue directamente a la cocina cuando llegó. Ni siquiera los diez minutos que duró conversando con su mamá, pudieron hacer que no se sintiera cauteloso respecto del extraño que su mamá y hermana tenían en casa. Su esposa Beth tenía curiosidad y sus dos hijos, Daniel y Charlotte, simplemente amaban todos los regalos así que realmente no tenían una opinión. Jamie llamó a Harry a la cocina, Beth y Anne levantaron las cejas. —Él es lo suficientemente grande como para lastimar a ambas, a mamá y a Gemma—Jamie puntualizó. —No puedo creer que lo dejaras en casa. ¿En qué estabas pensando? —Jamie…. —No, no Jamie. —Jamie, en serio, no sé porque. Había algo acerca de él. Confié en él. Es navidad, hombre. Temporada de buena voluntad y todo eso. —Temporada del asesino del hacha en la casa de nuestra madre. —Jamie gruñó, preocupado y sin miedo de mostrarle a su hermano lo que pensaba.

—No lastimaría a nadie. —Dijo Harry desde el marco de la puerta con tazas vacías en sus manos. Al parecer había sido enviado por Anne a llenarlas. Jamie hizo un guiño y se movió rápidamente, acercándose al adolescente. Harry lo veía casi desapasionadamente, mientras Louis se acercaba a su hermano. —Harry confía en ti, quien jodidos sabrá por qué —Jamie bufó, jalando el brazo de Louis y haciendo que las tazas cayeran al suelo. Y le levantó las mangas. —¿Lo revisaste? —preguntó viendo sobre su hombro. Harry sintió que la culpa lo inundaba, seguida rápidamente seguida por el disgusto de saber lo que Jamie exactamente buscaba. Desesperadamente él miró a Louis. El chico estaba tratando de alejarse del agarre de Jamie, incluso cuando Jamie le giraba el brazo en busca de marcas, cicatrices o cualquier cosa que indicara que usaba drogas —Yo no… —Louis empezó, su voz llena de shock y vergüenza. —¿No qué? —Jamie presiono por la respuesta. —Yo no uso drogas, nunca he usado drogas, ni siquiera fumo. Jamie se apartó, la sospecha aún continuaba en su cara, enfrentando a su hermano.

—¿Lo investigaste? —Louis miró a Harry, probablemente inconsciente de cuan vulnerable se veía y con los ojos sospechosamente brillantes a causa de las lágrimas. Harry sintió culpa. Sí, él había revisado a Louis Tomlinson de Doncaster,

Yorkshire del Sur. No, no había reporte de persona desaparecida. Sí, su familia aún vivía ahí. Sí, él logró rastrear los registros de educación en casa de los últimos cuatro años. Todo como Louis lo había dicho. Él no le dijo nada de eso a Jamie, simplemente y

en silencio rezó para que su hermano se apartara y lo dejara a él tratar con eso. —¿Chicos? —Anne llegó por detrás de Louis, dándose cuenta en qué terminó la conversación. —Jamie, deja en paz al chico. Él es nuestro huésped, y debes tratarlo con amabilidad. Ahora regresa adentro, Daniel está desesperado por abrir los regalos. Jamie se relajó y se alejó de Louis, siguiendo a su madre fuera de la cocina. Harry esperó hasta que ellos dos estuvieran solos en la cocina. —¿Me investigaste? —Louis dijo suavemente. —¿Ellos trataron de buscarme? —Claramente él solo quería una respuesta. Harry cerró brevemente los ojos y negó con la cabeza. —Lo siento, pero no había nada que indicara eso. —La cara de Louis se quedó en blanco. Harry odiaba lo que había hecho. La familia de Louis no se preocupaba por él. —¿Mi hermana está bien? ¿Encontraste algo de ella? —¿Tu hermana? No, no había nada de ella. —No tenía que haber; ella sigue en casa. Mi papá… él no está interesado en ella.

Harry vio a Louis cuando inconscientemente levantó su mano derecha hacia el corte que aún estaba sanando en su ojo izquierdo, la piel estaba decolorándose donde el hematoma parecía nunca sanar. Él no era consciente de lo mucho que ese pequeño gesto significaba, probablemente muy acostumbrado a esconder cada emoción por tanto tiempo que no podía ver a través de la pared. —Ha pasado un tiempo ahora. —Louis finalmente dijo. Su voz se estaba quebrando con una tristeza que era malditamente obvia. —Lo siento. —eso fue todo lo que Harry pudo decir, en puro lenguaje de policía. —Lo siento mucho…

Louis entró en la sala quedándose en la parte posterior y tratando de hacer que su cuerpo ocupara el menor espacio para que no lo notaran, solamente vería como la gente abría sus regalos. Se deslizó dentro de su propio mundo donde el veía y disfrutaba de las expresiones mientras ellos desenvolvían cada regalo. Regresó de su mundo cuando el pequeño niño —Daniel, recordó— le dio uno de los regalos. Instantáneamente, Louis fue el centro de la atención. Quería decirle al niño que se había equivocado, no podía tener un regalo bajo el árbol, pero agarró con fuerza el paquete, girando la etiqueta y viendo su nombre.

—¿Para mí? —Vio directamente a Anne, quien le sonrió animándolo, y cuando finalmente los otros se giraron para ver a Daniel abrir una caja que mostraba un carro a control remoto, sintió que podía abrir el suyo. Algo desconcertado, levantó el suéter verde brillante con un duende bordado al frente y se estremeció cuando se dio cuenta que Gemma dijo feo. Eso era ridículo, era algo muy, muy feo que hacía que se sintiera especial, incluso cuando sabía que el regalo originalmente era para alguien más. Pensó en lo que su hermana estaría haciendo. ¿Ella odiaría que él se hubiera ido? ¿Se daría cuenta que él no tuvo elección? Cerró los ojos, imaginando su cara, jurando que regresaría cuando cumpliera dieciocho y se sintiera mejor, el iría por ella.

Tan pronto como todos los regalos fueron abiertos, cada persona desapareció del lugar con sus regalos, o en el caso de los niños, dejándolos dispersados por todo el suelo, de esa manera era algo divertido tratar de ir de un lugar a otro de la sala. Todo el mundo se movía a excepción de Louis, que seguía sentado en un rincón con su pequeña pila de regalos, el feo suerte, calcetines, bobos boxers con un sonriente santa, loción de afeitar, y un par de los que asumía eran los más recientes bestsellers. Todos habían sido demasiados considerados con él- Desde la distancia sintió que Harry lo observaba y levantó la vista cuando el policía se colocó en cuclillas frente a él. —Sigo de servicio… tengo que patrullar durante una hora. ¿Quieres acompañarme? —vio hacia afuera a la nieve que aún caía, y asintió cuando vio una gruesa chaqueta cortesía de Harry, Él se veía como un enorme oso de peluche, ese hecho no escapó de Gemma.

—Tan lindo —ella dijo, jalándolo y colocándole la capucha y dándole un beso en los labios a Louis. Él hizo un ruido entre un chillido y un no, con eso ella se apartó y le señaló el muérdago que estaba sobre su cabeza. Louis solo parpadeó no muy seguro de qué exactamente decir, vio a Harry quien no parecía enojado. Quizá él debería dejar las cosas claras, decirle en términos claros que él era gay, pero los dos hermanos de ella estaban viendo cada movimiento —Una palabra, hermanita —Harry elevó la voz mientras abría la puerta del frente y veía hacia la nieve esperando que Louis lo siguiera. Gemma lo veía curioso. — ¿Una palabra? Louis cruzó el cuarto pasando por un lado de Harry, viendo el cielo y los copos de nieve que caían, hechizado con sus movimientos. —Gay. —Harry contestó y cerró la puerta, la risa murió en sus labios cuando él vio al joven a su lado.

¿Lo sabría? ¿Incluso tendría idea de cuan hermoso se veía ahora? Harry no podía evitar ver la expresión de Louis, que alternaba entre triste y pensativa mientras veía la nieve caer, los copos de nieve pasaban por su piel y se derritieron en su lengua cuando la saco para probar el hielo. Imágenes de la noche anterior le llegaron a Harry. No estaba completamente seguro de por qué lo había abrazado. Eso había sucedido como si no tuviera elección. Sin embargo estaba seguro de que lo que él quería realmente era besarlo. Negando con la cabeza para alejar el impulso, se recompuso. Un policía no podía tener ese tipo de sentimientos, sexuales o solo de dolor emocional, por un claro caso de caridad en un menor de edad. Él caminó la corta distancia hacia la estación que realmente era un poco más que una gran casa, ocupada alternadamente por grupos de cinco personas que estaban de servicio, se preguntaba qué pensaría Louis de eso, el había estado principalmente en silencio comentando brevemente sobre la nieve y los regalos que había recibido pero quedándose alejado de todas las demás cosas mi familia no se parece a mí. La única persona en la estación era Mitchell, a tres meses de su retiro y el hombre que de hecho Harry estaba reemplazando. —Hey, novato —Mitchell le sonrió, y entonces vio al chico detrás de Harry. —Maureen hizo que me trajera el pastel de frutas; está en la cocina. —El estómago de Harry rugió. La esposa de Mitchell hacia un asombroso pastel de frutas. —Dile a Maureen que la amo —contestó, sonriéndole. —Él es Louis. Él es un amigo de la familia que se está quedando con nosotros. —Mejor decirlo de esa manera. Mitchell no cuestionó sobre eso. Él simplemente tomó su grueso abrigo y se despidió mientras se dirigía a su casa y a la cocina de su esposa con su más que generoso abdomen.

Harry le mostró a Louis el escritorio que compartía con Mitchell, la cocina en donde ellos tomaron un trozo de pastel de frutas y los dos cuartos del fondo con barras y cerrojos, Harry describió eso como celdas, señalando que la última vez que fueron usados fue en 1999 cuando un grupo de chicos de la preparatoria local le agregaron alcohol al ponche de la fiesta de graduación y hubo necesidad de encerrarlos para calmar el infierno. Louis se veía entre divertido y asombrado y se dio cuenta de que Louis probablemente nunca tendría una graduación ni nada parecido si se había perdido de los últimos cuatro años de educación pública.

Después de que terminó de revisar el correo y el correo electrónico, y dado que no había nadie, era tiempo para irse. Mientras se acercaron a la puerta, Harry detuvo a Louis con un toque en el brazo. —Siento que tus padres sean unos idiotas. —Comentó, no estando muy seguro de las palabras y viendo cuidadosamente cuando Louis se encogió de hombros. —¿Quizás ellos no son tan malos como crees? ¿Quizás ellos puedan darse cuenta de lo que ellos se pierden? Louis no sabía qué decir. ¿Cómo podría explicarle? ¿Cómo podría incluso usar las palabras para que Harry entendiera que su padre había prácticamente cambiado los cerrojos y lo desheredó, dejándolo completamente solo y con el dinero que le quedaba de su ultimo cumpleaños? ¿Cómo podría incluso comprender el nivel de odio que existía en la casa de Louis? Se quedó mirando sin ninguna expresión al hombre. Quizás Harry tenía razón; quizás él había sobre reaccionado. Quizás si él pensaba sobre eso, ahí había amor y afecto o algo mas además de ciega obediencia, quizás, solo estaba cansado de los golpes y de sentirse fuera de lugar.

Suspirando, su cabeza repentinamente se aclaró, se giró hacia Harry. Se quitó la chaqueta, levantando su suéter y camisa expuso su media espalda, sabiendo lo que había ahí. Oyó que Harry jadeaba con fuerza, la sorpresiva y profunda respiración le indicó que estaba en shock, pero no bajó la camisa, dejó que lo viera. Él sabía lo que Harry estaba viendo, él ya se lo había visto en el espejo —cicatrices del bastón que su padre usaba, cruzadas con las cicatrices del cinturón. Casi todas sanadas, casi todas—. Harry tomó la mano de Louis y jaló la ropa para acomodarla en su lugar y entonces se giró parándose frente a él. No podía verlo a los ojos, la vergüenza cubría de rojo su piel cuando Harry vio la evidencia del pecado en su cuerpo. Él se estremeció cuando repentinamente el rizado colocó su dedo bajo su mentón y lo animó a que levantara la vista. Él no podía hacerlo, y cerró los ojos con fuerza. No podía ver a Harry, no quería ver su disgusto al observar lo que le había sucedido, eso que lo había marcado por su maldad. —Podría matarlo por lo que te hizo —Harry dijo suavemente. El abrió los ojos, la confusión llenaba su mirada. El policia seguramente no podría matarlo, pero lo que vio en la expresión de Harry lo asustó, realmente, real y jodidamente lo asusto. Louis trató de apartarse, sintiéndose abruptamente muy incómodo con las intensas emociones en la cara del policía. —Tú… tú no puedes… —dijo rápidamente, viendo como cambiaba la cara de Harry de intensa a suave en el espacio de una respiración. —Lo sé, pero quiero lastimarlo por lo que te hizo.

Louis sintió la pared detrás de él, y el calentador tocó sus piernas, el calor se sentía agradable contra el frio aire, y quería gritar. Alguien le estaba dando apoyo incondicional, Alguien creía en él. El momento se congeló, Harry se acercó, hasta que solo unos centímetros los separaban, y Louis podía ver los ojos que realmente eran de un verde increíblemente brillante, intrigantes y demasiado hermosos. Quería que Harry lo besara tan desesperadamente como necesitaba la siguiente respiración. En lugar de eso, Harry solo se apartó y le dio otro abrazo de oso, palmeando su espalda cuidadosamente y alejándose con una pensativa mirada en su cara. —Vamos, disfrutemos la navidad por un par de horas. Louis sintió una mezcla de decepción y miedo y estaba asustado de lo mucho que él quería que el policía lo besara y lo mucho que no quería enfrentar a su familia por navidad para nada. Suspirando lo increíblemente feliz de regreso a la casa, con un crepitante fuego y esa increíble capacidad de hacer realidad los deseos por cosas que nunca había podido tener.

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comenten  , el martes o el lunes a la noche, actualizo! 

hoy hace un año que se separo My Chemical Romance, si hay algun fan, compartan mi luto.   y mi nombre se usuario es por ESE Frank. c': 

nos leemos pronto! :c Belén.

(les dejo mi twitter por AQUI. ) ;) 

CAPITULO 6

Louis realmente no sabía por dónde empezar. Tenía frente a él tazones llenos hasta el borde con zanahorias con mantequilla, chicharros frescos y grandes pilas de pavo y tocino, él se sentó y esperó a que los otros se sirvieran y tomó cantidades similares de alimentos, su plato estaba lleno y llegó casi a desbordarse cuando se sirvió la salsa. Harry estaba complacido al ver que el adolescente virtualmente absorbía el pavo, estaba totalmente absorto en su comida, inconsciente de que estaba haciendo ruidos de aprecio cada vez que se llevaba un bocado a la boca. Eso hizo que reflexionara al ver al jovencito con sus brillantes ojos azules que no hablaba ni bromeaba en la mesa, solo se enfocaba intensamente en la comida y escuchaba el caos alrededor con una pequeña sonrisa en su cara.

Louis William Tomlinson, diecisiete años, los archivos escolares hasta los trece mostraban un estudiante de calificaciones A, sus calificaciones fueron interrumpidas en noviembre justo antes de su cumpleaños número catorce. Su mamá era ama de casa y su papá un ex militar. Nada fuera de lo ordinario. Nada en sus expedientes que mostraran cualquier tipo de maldad que pudiera conducir a un padre a golpear a su hijo por sus preferencias sexuales, tenía una hermana menor que aún acudía a la escuela.—Las bananas azules. —La voz de su mamá interrumpió sus pensamientos y se dio cuenta que así había pasado toda la cena absorto en sus pensamientos y preocupaciones. Levantó su vaso de cerveza sin alcohol para brindar viendo a Louis levantar también su vaso. Quizás Louis necesitaba saber por qué brindar, viendo que se veía que no tenía ni la menor idea. —Papá —Harry dijo, viendo a su mamá, preguntándose si después de cuatro años, aún se le hacía difícil oírlo. Ella asintió y levantó su vaso suavemente indicándole que él debería continuar. —Él murió hace cuatro años, y solía hacer ese postre y no sé cómo lograba que los plátanos se volvieran azules, cuando los tostaba. —Siento su perdida —Louis dijo inmediatamente, con sus ojos fijos en Anne. —Debe de ser duro. —No puedo decir que no —ella comenzó— Pero como Harry dijo fue hace cuatro años... el joven no presionó por mas, solo bajó los ojos y se concentró de nuevo en la comida de su plato, feliz de que la conversación a su alrededor empezara de nuevo, levantó la vista de entre su largo cabello y vio a Harry, y se ruborizó fuertemente.

El policía fue disculpado de limpiar mientras siguiera con el uniforme y a Louis no se le dejó entrar a la cocina porque él había estado inconsciente en una banca. Ni siquiera quiso discutir acerca de que él en realidad estaba dormido y no inconsciente y se dirigió a la habitación en donde Harry sostenía a la hija mayor de Jamie en los brazos. Charlotte, recordó que así se llamaba ella. Él la ayudó a alcanzar la estrella en la punta del árbol, murmurándole y haciendo que se riera mientras le hacía cosquillas bajo los brazos cuando ella trataba de alcanzarla. El hijo de Jamie estaba acostado en el suelo jugando con al parecer algún tipo de video juego, supuso, ya que había sido apartado por la educación en casa de la escuela y de los amigos de la cuadra. Se arrodilló al lado de él sintiendo que debería de decir algo. —Hey, Daniel. —Hola. —Daniel contestó, con su lengua entre los dientes mientras se concentraba con fuerza en la pantalla. —¿Qué es eso? —Louis preguntó, realmente no conocía la etiqueta del video juego pero sentía que su curiosidad necesitaba ser satisfecha. —Ben 10: Alien Force. —Daniel no necesitó decir al final ‘duh’. Louis pudo oírlo en su cabeza y decepcionado consigo mismo por la elección de interacción social, se dejó caer en el sofá y esperó a que los demás regresaran. Se sorprendió cuando Daniel dejó de jugar y se sentó a su lado, con su camisa de navidad toda arrugada y aún oliendo a detergente, su cabello levantado y su cara como un libro abierto. Le ofreció el juego a Louis, frunció el ceño cuando tímidamente lo tomó en sus manos.

—¿Has jugado con un PSP antes? —Le preguntó, su voz ceceaba por la pérdida de los dientes, negando con cabeza Louis dijo simplemente no. —Esta al revés— Daniel le dijo girando el juego en su mano e indicándole el funcionamiento de los diferentes controles. Los controles parecían demasiados pequeños para sus grandes y descoordinadas manos, pero trató de seguir las instrucciones presiona aquí, empuja aquí, inclina el PSP de esta manera —no de esta manera, él lo seguía mientras Daniel veía con piedad al huésped por navidad. El estaba patéticamente agradecido de que el pequeño niño compartiera su preciado regalo y se esforzara con todas sus fuerzas de que él realmente entendiera, ridículamente feliz con su puntaje, hasta que Daniel lo aniquiló en veinte segundos sonriéndole. Louis sabía que su crianza había sido poco convencional y no sólo porque él había estado virtualmente encerrado en su propia casa, sino también por las cosas antes de eso. Él era el único niño con una familia sin televisión, una de las únicas familias sin nada ni remotamente parecido a un video juego o computadora en su casa. Él había tratado con eso, su altura siempre le había dado la ventaja de no ser molestado por los otros chicos por lo que no tenía en la vida.

Aún así, él había tratado de entrar en todos los equipos escolares —Esa era una regla de su padre. La competencia es la ruta para una buena salud y felicidad. Eso sí escuchas a Samuel Weston, eso dejaba a un lado la televisión, el dinero y los uniformes militares en lugar de jeans. Él veía a Daniel con los controles. Nunca había dicho que él no fuera rápido para aprender y él podía ver lo que sucedía en la pantalla mientras Daniel movía cada control.—Golpea eso —Daniel dijo regresándole el PSP y sonriéndole mientras veía la nueva puntuación. Louis tomó el juego colocó sus dedos en la misma posición que Daniel y comenzó a presionar, logró multiplicar su última puntuación por diez antes de que todo se volviera demasiado rápido. Podía sentir a Daniel presionándose en su costado, riéndose como un pequeño demonio, él podía sentir los ojos de Harry en él, y él le dio una rápida y tímida sonrisa incluso cuando su personaje se caía en un acantilado y aparentemente se destrozaba contra las rocas por los dramáticos ruidos que salían del aparato. El resto del día fue más de lo mismo. Jamie y su esposa y los niños se fueron alrededor de las diez, ambos niños dormidos de cansancio en los brazos de sus padres. Cuando ellos se fueron la casa se quedó en silencio. Gemma se disculpó; el actual novio le envió un mensaje por internet. Entonces Anne decidió retirarse con sus nuevas burbujas para baño, un buen libro y un vaso de vino. Harry había desaparecido por unos instantes para revisar la estación, pero todas las cosas estaban tranquilas, y había regresado justo a tiempo para despedir a su hermano y su familia. Ahora solo Louis y Harry estaban sentados en el sofá frente a la chimenea. La noche los rodeaba y la única iluminación era de la chimenea y de las luces del árbol de navidad. —Me di cuenta que no sé el nombre de esta ciudad —dijo cuidadosamente no queriendo para nada abrir un debate de entonces como jodidos llegaste aquí, pero necesitaba saber qué tipo de ciudad tenía familias tan imposiblemente perfectas como los Styles o la otra familia que aparentemente tenía gente más alta que había donado su ropa, y le habían enviado regalos como si Louis fuera un niño.— Holmes Chapel, —Harry contestó con una sonrisa. —Holmes Chapel,. —Louis repitió el nombre; se oía extraño. —Se oye un poco artificial. —agregó antes de darse cuenta de lo que estaba diciendo, e inmediatamente se arrepintió. Una persona no puede insultar el nombre de la ciudad que lo acoge, por el amor de dios.

Cuidadosamente vio a Harry que tenía la cabeza recargada en el respaldo y una honesta sonrisa en sus labios. —Así es. — se rió. —mientras Louis buscaba otro tema de conversación, pero cuando el que puso Harry lo golpeó. —¿Qué es lo que piensas hacer? Quiero decir cuando pase el día de navidad. ¿A dónde ibas a ir? —se oía curioso, pero no como oficial y Louis no estaba seguro de qué decir. El se encogió de hombros. ¿Qué iba a decir? ¿Que él se había rendido, que no tenía dinero para irse? — Crewe— finalmente contesto. —Me dirigía alli pensé que podía encontrar trabajo ahí. —Es un buen lugar —Harry dijo en respuesta. —Pero no tienes que ir a la ciudad para encontrar trabajo, lo sabes. —se oía pensativo. —¿Qué acerca de la universidad?

Louis sonrió suavemente dentro de su taza de chocolate caliente. La universidad era un sueño.—Ni siquiera me he graduado y no tengo dinero para la universidad. —No pareces estúpido, Louis. Puedes obtener la equivalencia y lograr un grado académico, hacer una vida para ti mismo. El dolor se extendió en él. Todo parecía tan malditamente simple cuando Harry lo decía e irracionalmente empezó a sentirse enojado. —No todos tenemos vidas sencillas. —Louis bufo, no triste, solo enojado, hostil y sintiéndose atrapado. Él se puso de pie y su mano tembló ligeramente y derramó el líquido caliente en su mano y en la alfombra, Harry se puso de pie rápidamente y le sostuvo el brazo. —Louis, siéntate —dijo con una calmada voz, instantáneamente calmó la pasión que Louis sentía y se sentó de nuevo en el sofá. —No hay nada en nuestra vida aquí que pueda llamarse ni remotamente el perfecto pastel de manzana. Podemos no tener crímenes, pero tenemos pobreza en nuestros bolsillos como nunca antes se había visto. Si, nosotros tenemos una ciudad en la que se ayudan los unos a otros, pero cuando las cosechas caen el ganado muere, y las tiendas cierran. No tenemos grandes universidades… además de que no hay fondos para eso, pero tenemos enseñanza comunitaria. Si te detienes y esperas hasta después de navidad quizás puedas aproximarte a ellos por un lugar. Esta ciudad puede no tener muchas cosas materiales, pero lo que si tenemos es un lugar en donde te sientas seguro, en donde puedas crecer y quizás ir a la universidad…Louis interrumpió con un incrédulo bufido. —¿Dónde podría vivir? —Encontraremos un lugar. Puedes trabajar para pagarlo, quizás podrías vivir conmigo. Tengo mi propia casa, admito que es pequeña, pero tiene dos recamaras. Puedes quedarte conmigo. Quedarte aquí en Holmes Chapel.—Harry se oía patéticamente esperanzador y enteramente convencido de que él le estaba dando una buena opción. —¿Qué acerca del dinero? —Louis preguntó. —Es en general una comunidad pobre, pero algún granjero necesitará trabajadores. Al menos hay una tienda que puede necesitar un empleado. No sé. Pero encontraremos algo. —Harry estaba claramente convencido. —¿Y por qué harías eso? ¿Quieres que te lo agradezca? Quizá inclinarme para ti para pagarte de esa manera. —El pecho de Louis se oprimió con ira. —No…. dios no. —Harry finalmente logró contestar con su cara rojo escarlata. —Yo solo… quiero decir, no. Tu… —Harry… —Mierda, realmente no sé cómo decir esto, por favor. Soy un policía estoy entrenado para ayudar y dios sabe… quiero decir, Louis, necesitas dejar de huir. Tendrás dieciocho en dos días. Establécete, marca línea. Solo detente. Louis inconscientemente levantó las rodillas y pasó sus brazos alrededor de sus piernas, su usual postura de auto protección. —No lo creo —dijo finalmente—. Solo no lo creo. —Su voz se quebró. —¿Podemos solo dejarlo?

Harry tomando una decisión, tomó el control de la televisión. —¿Has visto Duro de Matar? —preguntó. —Empieza en cinco minutos ¿quieres verla? Louis había oído Duro de Matar. Había estado en la escuela hasta los trece años y había sido parte de la cultura popular de muchas personas que hablaban de ella. —Si, realmente no he visto muchas películas. —Contestó casi tímidamente. Al menos así dejaría de pensar. Harry encendió la televisión con el control remoto y oyeron la noticia sobre la nevada que cubría la ciudad, entonces comenzó la película. Harry se acomodó en el sofá descansando la cabeza en el respaldo y Louis se movió un poco a causa del dolor en su espalda que esperaba que no se notara. Harry era tan malditamente cálido y gentil, lo aceptó y lo apoyó y antes de darse cuenta su cabeza estaba descansando en el hombro del policia, con sus piernas estiradas frente a él. Louis trató de acomodarse para ver la película decidiendo que iba a ser casi imposible con Harry tan cerca, y entonces en menos de diez minutos él estaba totalmente metido en lo que sucedía en la pantalla. —Tengo muchas películas qué mostrarte —dijo Harry entusiasmado cuando Duro de Matar terminó. 

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Bueno hasta aqui por hoy.. espero sus comentarios  :whatever: c:

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 :matar: